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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

NECESIDAD DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN PACIENTES Y


FAMILIARES AFECTADOS POR LA PANDEMIA COVID19,
EN LA COMUNIDAD DE SAN FRANCISCO,
BARQUISIMETO ESTADO LARA.

AUTOR: ERIK BRICEÑO

BARQUISIMETO, NOVIEMBRE 2020


CAPITULO I

EL PROBLEMA

La intervención psicológica es aquella atención basada en principios y


técnicas psicológicas, previamente establecidas y comprobadas
científicamente; por un profesional acreditado, a fin de ayudar a las personas
a entender, sobrellevar, reducir o superar los problemas de comportamiento,
higiene y salud mental. También previene la ocurrencia de los mismos,
dando la información necesaria y adecuada; de modo que se pueda mejorar
las capacidades personales, comportamentales e interpersonales de los
individuos; aun en ausencia de problemas.

Seguidamente, el campo de acción de la intervención psicológica, es muy


amplio. Desde el área educacional, laboral, comunitaria, deportiva, familiar,
clínica y salud; atendiendo casos en materia de educación como; déficit de
atención en niños, niñas y adolescentes, o el área clínica; bienestar
psicológico en pacientes con enfermedades crónicas, trastornos mentales, o
cualquier otro tipo de comportamiento normal o patológico que afecte la
salud y los procesos de bienestar psicológico.

Ahora bien, en el campo de la salud, cualquier enfermedad produce


alteraciones biológicas, que pueden o no ser heredadas o adquiridas. En su
mayoría alteran el sistema nervioso y el tratamiento a seguir sería de tipo
médico, pero resulta insuficiente debido a que los factores psicológicos y
ambientales juegan un rol fundamental en la mayoría de trastornos, inclusive
los fisiológicos; se debe considerar que su alteración puede deberse a
causas psicológicas o ambientales.

Concatenado a esto, la intervención psicológica en situaciones de crisis,


(enfermedades crónicas, separaciones, muerte de un familiar, desastres de
origen natural, intentos de suicidio, entre otros.) ayuda a las personas a
manejar dichos problemas; buscando aliviar los síntomas, reestablecer el
equilibrio emocional, auto comprensión de su padecimiento o perturbación
así como la preparación para actuar en el futuro, en caso que aparezca
nuevamente la crisis.

Debe señalarse, hace varios años, Bayes y Ribes (1992) argumentaron la


relación que existe entre los factores biológicos con los psicológicos,
señalando una enfermedad poco conocida para ese entonces como lo es el
Virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) o el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA), basados en la psicología experimental,
su teoría era que independientemente del origen del virus y su tratamiento
médico o el descubrimiento y adquisición de una vacuna en el futuro; esto
implicaba desde el inicio hasta el final un proceso psicológico.

Así se ha verificado que la prevención, el tratamiento, enfrentamiento, y


avance de enfermedades, está estrechamente relacionado al higiene y salud
mental, además segun Vera-Villarroel, Livacic-Rojas, Fernández & Oblitas,
(2015) El pasar de una condición de ausencia de enfermedad a estar
enfermo e incluso el éxito o no del tratamiento estará determinado por
nuestras creencias (cogniciones), emociones (como predisposiciones a la
acción) y finalmente nuestro comportamiento pro o riesgoso para la salud.

Para el año 2003, según Lee et al., (2007)el brote de la epidemia


Sindrome respirtatorio agudo severo (SARS) afectó a miles de personas,
causando la muerte de muchos. Posteriormente, se analizaron las
consecuencias psicológicas en sobrevivientes, trabajadores sanitarios y no
sanitarios encontrando que muchos de ellos padecían de elevados niveles de
estrés, angustia y en personal de la salud aun mas. Manifestando la
necesidad de apoyo e intervención psicológica.
Según Main, Zhou, Ma et al. (2011) En China, se estudiaron las
relaciones entre los estresores y el estilo de afrontamiento utilizado frente al
SARS con el ajuste psicológico, en estudiantes universitarios, encontrando
que la presencia de estresantes y un estilo de afrontamiento evitativo
predijeron la presencia de sintomatología, en tanto un afrontamiento de tipo
activo predijo una mayor satisfacción con la vida al controlar los estresores.

Por otra parte, en el año 2012 en Arabia Saudita surge una nueva
enfermedad; Síndrome Respiratorio del medio oriente (MERS) y para el 2015
en Corea, la cual implicó un rápido contagio y muertes, se realizaron estudios
que demostraron la necesidad de implementar medidas de intervención en
salud mental debido al estrés en el personal hospitalario, según Zaki, van
Boheemen, Bestebroer, Osterhaus & Fouchier, (2012)

Concatenado a esto, En plena epidemia, Parka, Leeb, Parkc & Choid


(2018) realizaron estudios sobre el impacto psicológico del MERS en Corea;
de las personas que estuvieron en cuarentena por estar expuestas al virus.
El estudio se realizó de cuatro a seis meses después de concluida la
cuarentena, encontrando vulnerabilidad a experimentar ansiedad, ira,
además de la presencia de sintomatología relacionada al MERS durante el
aislamiento entre otro. Concluyendo que se puede prevenir problemas de
salud mental al proporcionar apoyo en intervención psicológica.

Dentro de este orden de ideas, surge la pandemia que padecemos todos


actualmente, COVID19; causada por Coronavirus; la cual es identificada en
diciembre de 2019 en una provincia China, llamada Wuhan, donde aparecen
casos de neumonía severa que ponía en juego la vida de las personas, para
enero del año 2020 dicha enfermedad se propagó por muchos países,
registrando 11.791 casos confirmados e incluyendo 213 muertes según
Poudel et al., (2020).
Debe señalarse que los síntomas comunes son; Fiebre, tos, malestar
general, cansancio, neumonía, dolor de cabeza, dolor en el pecho, entre
otros; y que la propagación y contagio son de manera acelerada, lo que pone
en urgencia el sistema sanitario y las medidas a tomar para frenar dicha
propagación. Adicionalmente si una persona con enfermedad base, es
contagiada por COVID19, los síntomas pueden agravarse a tal punto de
causar la muerte; asi también en personas de la tercera edad; Adulto mayor.
Guo, Cao, Hong et al. (2020).

Adicionalmente, es evidente para la fecha, que no solo la enfermedad


propiamente dicha es un problema, sino también las medidas para detener el
contagio; como lo es el confinamiento; así también la capacidad de respuesta
del sistema sanitario en cada país, el descubrimiento de un tratamiento y
vacuna, entre otros. Situaciones que resultan perjudiciales para la salud y el
bienestar psicológico de las personas.

Ahora bien, debido a lo reciente de la enfermedad existe poca evidencia


referente al tema, pero especialistas han reportado una serie de reacciones y
conductas observadas en la población, que dan indicio de alguna incidencia
de la pandemia actual COVID19, en la salud mental de los individuos, entre
ellas tenemos; el miedo, incertidumbre extrema, distorciones cognitivas,
angustia, insomnio, ira, trastorno de estrés postraumático, ansiedad,
depresión, entre otros. Torales, O’Higgins, Castaldelli-Maia & Ventriglio, (2020). Y Shigemura,

Ursano, Morganstein, Kurosawa & Benedek, (2020).

Concatenado a esto, She, Yanq, Wang et al. (2020). Reportan lla necesidad
de intervenciones terapéuticas tanto para adultos, como para niños. Al igual
que, Li, Wan, Xue, Zhao y Zhu (2020), en una revisión a las redes sociales
antes y después de haber declarado la pandemia por COVID19,encontraron
manifestaciones de ansiedad, depresión, y angustia las cuales aumentaron y
que las personas se preocupaban más lo que producía estrés en la
población.

Entre el 31 de enero al 2 de febrero de 2020 se realizó una encuesta


en línea a 1210 personas de varias ciudades chinas, encontrándose
que el 53.8 % de los encuestados calificó el impacto psicológico de la
enfermedad como moderado o severo; 16.5 % reportaron síntomas
depresivos moderados a severos; un 28.8 % reportó síntomas de
ansiedad moderada a severa; y 8.1 % informaron niveles de estrés
moderados a severos. La mayoría de los encuestados informó pasar de
20 a 24 h por día en casa (84.7 %) y además un 75.2 presentaba
preocupación de que sus familiares se contagiaran de la enfermedad.

Información que nos muestra datos importantes a considerar para trabajar


en función de intervenciones psicológicas. También se encontró información
sobre las medidas de precaución como lavarse las manos continuamente,
uso de tapabocas las cuales resultaron de menor impacto psicológico y
menores niveles de estrés, ansiedad, y depresión por; Wang, Pan, Wan et
al. (2020)

En tal sentido, con la escasa información disponible, pero considerando lo


anteriormente planteado, se muestra la necesidad de intervención
psicológica debido al padecimiento actual de la población. “Las
intervenciones en crisis deberían ser consideradas como una medida a
implementar en todos los grupos afectados, ya sea pacientes personales
médico, contactos cercanos, personas en las áreas afectadas, así como
público en general (Zhu, Chen, Ji, et al., 2020)”.

De modo que, se plantea la necesidad de intervención psicológica en


pacientes y familiares afectados por covid19, quizás muchos lo han dicho
como recomendación, otros han realizado estudios y demostrado la
necesidad, pero si bien es cierto la práctica es poca, y más aún se evidencia
en la comunidad de San Francisco, Barquisimeto estado Lara, en la cual
muchas personas han sido y siguen siendo afectadas por esta situación que
se describe, en comparación a otras vivencias y otras investigaciones
realizadas.

Así que, debemos preguntarnos en base a los términos anteriormente


planteados, ¿Existe la necesidad de intervención psicológica? ¿Está la
población de san francisco siendo afectada psicológicamente por la
pandemia COVID19? ¿Cuáles son los síntomas psicopatológicos que
enfrentan?

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