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Análisis de la Sentencia C-561/2015

ACCION DE PROTECCION AL CONSUMIDOR


En el presente análisis es que la acción jurisdiccional de protección al consumidor llevada a cabo
ante la Superintendencia de Industria y Comercio, es un proceso que se supone debería adelantar
un abogado con especial conocimiento en el tema, razón por la que son las grandes empresas y
agentes intervinientes de la relación comercial, las que acceden a la SIC para reclamar la
protección de sus derechos. Así mismo, se presumiría que dicha acción procede en cualquier
momento en aras de proteger todos los derechos de los consumidores y que por tratarse de una
autoridad administrativa, no podría obligar con sus posturas a las partes, en razón a que no es un
juez de la república.

El Estatuto de Protección al Consumidor (Ley 1480 de 2011) agrupa las acciones jurisdiccionales
creadas por el legislador mediante el decreto 3466 de 1986 y las leyes 446 y 472 de 1998,
permitiendo así conocer con exactitud, cuáles son las autoridades competentes para llevar a cabo
dichas acciones y el procedimiento correspondiente para hacer efectiva la protección de los
derechos de los consumidores. Sin embargo, teniendo en cuenta que la Superintendencia de
Industria y Comercio, es una autoridad administrativa y no un juez de la república; la mayoría de
usuarios o profesionales del derecho, desconocen las facultades jurisdiccionales que posee dicha
entidad, las cuales fueron otorgadas por la Constitución Política de Colombia de 1991, en su
artículo 116 y que le permiten de manera excepcional impartir justicia. Por ende, acuden a la
jurisdicción ordinaria, generando así mayor congestión judicial y a su vez, retraso para obtener
soluciones a los conflictos suscitados.

Por lo anterior, se hace necesario analizar todos los pormenores de uno de los procedimientos
llevados a cabo dentro la acción jurisdiccional de protección al consumidor, como lo es el
procedimiento verbal sumario, siendo uno de la más importantes a la hora de proteger derechos
de consumidores, pues si bien es cierto se trata de asuntos de mínima cuantía, y no se requiere la
representación de un abogado, la Superintendencia de Industria y Comercio, deberá tener en
cuenta la vulnerabilidad que tienen los usuarios frente a las grandes empresas productoras.

Para acudir a la Superintendencia de Industria y Comercio, a fin de reclamar la protección efectiva


de los derechos como consumidor, es necesario saber en qué casos podrá usted como usuario y
sin representación de un profesional del derecho, presentar la demanda e invocar sus
pretensiones, teniendo en cuenta las modificaciones existentes con la entrada del CGP y los 35
asuntos taxativos que contiene la norma en comento. Por tanto, el presente capítulo se ocupará
de explicar detalladamente estos aspectos.

El nuevo Estatuto del Consumidor es una gran compilación de las acciones jurisdiccionales
existentes para la protección efectiva de los derechos de los consumidores. En efecto, el decreto
3466 de 1982 estipulaba las siguientes acciones judiciales: a. la tendiente a indemnización de
perjuicios por incumplimiento de las garantías, b. la indemnización colectiva de perjuicios, c. la
indemnización por perjuicios ocasionados en la prestación de servicios que exigen entrega de
bienes.
La protección contractual al interior del Estatuto del consumidor comprende cuatro aspectos: la
denominada protección especial, que a su vez incluye, interpretación en favor del consumidor,
prohibición de renovación automática no pactada y prohibición de ventas atadas. Las cláusulas de
prórroga automática están definidas por el nuevo estatuto como: la estipulación contractual que
se pacta en los contratos de suministro en la que se conviene que el plazo contractual se
prorrogará por un término igual al inicialmente convenido, sin necesidad de formalidad alguna,
salvo que una de las partes manifieste con la debida antelación su interés de no renovar el
contrato.

De otra parte, se regula la protección contra cláusulas prohibidas, cláusulas de permanencia


mínima y cláusulas abusivas. Frente a estas cláusulas, la acción tiene como propósito que se
declaren su validez y aplicación. Se entiende por cláusula prohibida aquella estipulada en
contratos de adhesión en las que el productor y proveedor se reservan el derecho de modificar
unilateralmente el contrato o sustraerse a sus obligaciones (art. 38 Ley 1480 de 2011). Respecto
de las cláusulas abusivas, el nuevo estatuto las define como aquellas que producen un
desequilibrio injustificado en perjuicio del consumidor y las que, en las mismas condiciones,
afecten el tiempo, modo o lugar en que el consumidor puede ejercer sus derechos. Cuando sean
pactadas cláusulas de este talante, se establece su ineficacia de pleno derecho. (Art. 42. Ley 1480
de 2011). A propósito de las cláusulas de permanencia mínima, no está prohibida su inclusión sino
condicionada a que sea expresamente pactada y que el consumidor obtenga con la misma una
ventaja sustancial en relación con las condiciones ordinarias del contrato.

Después de haber analizado la acción jurisdiccional de protección al consumidor y el


procedimiento verbal sumario llevado a cabo, es de resaltar la importancia del otorgamiento de
facultades jurisdiccionales a las autoridades administrativas, creadas inicialmente para el
desarrollo de un fin distinto al de impartir justicia. Además, con el nuevo Estatuto del Consumidor,
lo que se pretende es generar una protección extensiva al consumidor, máxime cuando se trata de
personas que carecen de conocimiento en relación a la defensa de sus derechos como usuarios,
situación que los convierte en sujetos pasivos de conductas constitutivas de violación a sus
garantías y derechos.

Con el análisis realizado en el presente trabajo, se logró establecer que el estatuto del consumidor,
es desconocido por un gran número de usuarios, a pesar de estar vigente desde el año 2012 y de
las herramientas ofimáticas existentes, razón por la que estas personas se encuentran en
desventaja frente a las grandes compañías comercializadoras de productos, bienes y servicios.
Aunado a ello, la información en redes es dispersa y genera confusión a los usuarios que cuentan
con niveles básicos de estudio.

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