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Figura 1.1 Esquema de los modelos de átomo del Dalton (indivisible, 1807) y átomo de Thomson (formado
por electrones repartidos en volumen atómico positivo, 1904). Fuente: Wikipedia.
Los más de 90 elementos atómicos que han sido descubiertos hasta el día de
hoy, y que existen naturalmente (ver Tabla Periódica), son parte del planeta
Tierra y están distribuidos no uniformemente y en diversas cantidades en la
atmósfera, hidrósfera y litósfera.
Ahora bien, como sabemos, los océanos están formados casi en su totalidad
por moléculas de agua o H2O. Pero además existen numerosas substancias
disueltas en estado iónico o de carga eléctrica en vez de un estado neutro. El
ión de cloro es el segundo componente más abundante. La Tabla 1.2 señala la
composición elemental de la hidrósfera.
Fase líquida: se asemeja a una fase gaseosa pero sometida a presión. Las
fuerzas interatómicas e intermoleculares responsables de la
estabilidad del líquido entre la temperatura de fusión y
ebullición favorecen un ordenamiento localizado en este
estado. La relación espacial entre los átomos y moléculas y sus
vecinos es regular en todo instante pero cambia en el tiempo.
El movimiento vigoroso de los átomos y moléculas impiden un
ordenamiento de largo alcance. Al contrario que la fase gaseosa
la cual es sólo monofásica, los líquidos pueden co-existir en
distintas fases, las cuales no se mezclan. Los líquidos también
pueden diferenciarse según el grado de conductividad eléctrica
como líquidos metálicos o líquidos dieléctricos dependiendo de
su función de distribución radial g(r) la cual expresa la
probabilidad de que un par de átomos dados ocupen un
espacio. Los líquidos solamente transmiten esfuerzos axiales
(presión hidroestática) y no de corte.
Ejemplos:
H2O y aceite, H2O y mercurio: forman dos fases líquidas
separadas por una frontera o interfase líquido-líquido.
Fase sólida: los átomos o moléculas están compactados algo más que en el
caso de la fase líquida. Pero las posiciones geométricas de los
átomos o moléculas están relativamente fijas entre cada uno. El
tipo de enlace atómico o molecular y el grado de compactación
(empaquetamiento atómico) determina las condiciones
geométricas para que prevalezca tanto un ordenamiento de largo
alcance como uno de corto alcance. Los sólidos además se
subdividen en cristalinos y amorfos. En los sólidos cristalinos el
ordenamiento del conjunto de átomos o moléculas persiste sobre
una región espacial extensa y a lo largo de las tres dimensiones,
es decir poseen un ordenamiento de largo alcance. Por otro lado,
los sólidos amorfos poseen por lo general un orden de corto
alcance. En metales se observa generalmente un orden de largo
alcance, mientras que en vidrios cerámicos y algunos polímeros
el orden observado es de corto alcance. La estructura amorfa
puede ser considerada como una fase líquida sub-enfriada (un
ejemplo reciente es la fabricación de vidrios metálicos obtenidos
a velocidades de enfriamiento de millones de grados K por
segundo).
Tabla 1.5 Tabla periódica de los elementos indicando el elemento y su número atómico
IA IIA IIIA IVA VA VIA VII VIII 1B IIB III IV V VI VIIB
A B B B B
H He
1 2
Li Be B C N O F Ne
3 4 5 6 7 8 9 10
Na Mg Al Si P S Cl Ar
11 12 13 14 15 16 17 18
K Ca Sc Ti V Cr Mn Fe Co Ni Cu Zn Ga Ge Al Se Br Kr
19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36
s
Rb Sr Y Zr Nb Mo Tc Ru Rh Pd Ag Cd In Sn Sb Te I Xe
37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
Cs Ba 57-71 Hf Ta W Re Os It Pt Au Hg Tl Pb Bi Po At Rn
55 56 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86
Fr Ra
87 88
desde 10-15 m a los 10-14 m. Los protones poseen un carga positiva igual a
1,602*10-19 C (Coulombs) y un radio de 10-15 m (un décimo del tamaño del
núcleo, 1956 Hofstadter) mientras que los neutrones (descubiertos por James
Chadwick en 1932) no poseen carga. Los electrones poseen una carga
negativa de igual magnitud que la de los protones. Por otro lado, la masa de un
protón es igual a 1,67*10-27 kg y la de un neutrón es un 0,2% mayor, mientras
que la masa del electrón es aproximadamente 1825 veces menor, es decir
9,108*10-31 kg. A través de observaciones espectrográficas en gases y el
advenimiento posterior de la mecánica cuántica se demostró que el electrón
posee giro propio o “espín”. El protón y neutrón también poseen “espín”, en
ambos caso es igual a 1/2 y es producto del “espín” de tres “quarks” que los
componen (2*½ – ½ = ½ ). Estos “quarks” están a su vez unidos mediante una
fuerza ligante llamada “gluón”.
Figura 1.2 Esquema del modelo de átomo del Rutherford (electrones orbitando un núcleo central con carga
positiva, 1911). Fuente: Wikipedia.
Por otra parte, la masa atómica (A) de un elemento corresponde a la suma del
número de protones y neutrones en el núcleo (N). Así,
A = Z + N.
Cada elemento químico puede incluir subespecies o isótopos, cada una con
distinto valor de A al variar el número de neutrones presentes en el núcleo. El
valor de Z siempre permanece fijo. El deuterio y el tritio (agua pesada) son
ejemplos de isótopos de hidrógeno cada uno con valores de A iguales a 2 y a
3. De esta manera el peso atómico (M) del elemento no necesariamente
corresponderá a un número entero ya que para un elemento en particular,
pueden existir varios isótopos en la naturaleza, cada uno en diversas
abundancias relativas. El valor de (M) corresponderá a un promedio
ponderado de los valores de A según la abundancia relativa de cada isótopo.
de manera que,
1 u.m.a./atómo = 1 gramo/mol.
Como ejemplo consideremos el peso atómico del elemento hierro (Fe), el cual
corresponde a 55,847 gramo/mol o bien 55,847 u.m.a./átomo.
REFERENCIAS
1
EK = m e v e2 0 joules , (2.1)
2
e + e-
FA = ˆ en newtons.
(-r) (2.2)
4πε 0 r 2
Ahora bien, como la masa del protón es 1825 veces la del electrón, es
posible asumir que el centro de masas del sistema protón-electrón está
ubicado en el primero. Esto nos permite posicionar el marco de referencia
del sistema en el centro del protón (o núcleo) y asumir que es inercial y que
se encuentra en reposo relativo al movimiento del electrón (aproximación
de Born-Oppenheimer). Adicionalmente, la fuerza de atracción
gravitacional entre el electrón y el núcleo es despreciable frente a la fuerza
de atracción coulómbica, por lo que no se incluirá en este análisis. La
energía potencial entonces queda determinada como el trabajo externo que
se debe realizar sobre el electrón para trasladarlo desde una posición
arbitraría r hasta el infinito, es decir:
e+ e- (-r)ˆ
E P (r) = FA drˆ drˆ
r
4πε 0 r r 2
-e 2 dr -e 2 -1 e2 1 1
4πε 0 r r 2 4πε 0 r r 4πε 0
E P (r) = r
e2 1
E P (r) = -
4πε 0 r . (2.3)
e2 Z 1 1 e2 Z
W1-2 = E P (r2 ) - E P (r1 ) = 0
4πε 0 3 nm 2 nm 4πε 0 6 nm
Pero según este modelo clásico surge entonces otra pregunta: ¿qué fuerza
impide que el electrón ligado se precipite espontáneamente al núcleo desde
su posición inicial? Como veremos más adelante la respuesta corresponde a
la fuerza centrífuga que experimenta el electrón cuando éste describe una
trayectoria entorno al núcleo.
Vemos que la energía potencial del electrón bajo un campo eléctrico que
emana de una partícula puntual con carga positiva es siempre negativa. Por
otro lado, la energía cinética del electrón debe ser siempre positiva. La
energía total del electrón entonces podrá variar de signo dependiendo de la
posición relativa y la velocidad relativa del electrón con respecto de la
carga positiva,
e2 Z 1
E(r,v) = - + m e v e2
4πε 0 r 2 . (2.5)
0 0
FA + FC = m e a e = 0 . (2.6)
η
EK Ep . (2.9)
2
El teorema del Virial se aplica a sistemas mecánicos en los cuales las
fuerzas involucradas provienen de un potencial que obedece a una ley
exponencial de la forma Ar, como por ejemplo, los sistemas gravitatorios
ligados en equilibrio entre otros. Para el potencial coulómbico, es igual a
–1, y por lo tanto la Ecuación 2.9 se convierte en,
1
EK Ep
2
1 1
E E p E p E p E K
2 2
+ estados libres
ETOTAL 0 r = oo
estados ligados
-
r
Figura 2.2 Dominio de la energía total del electrón ligado y libre según la mecánica
clásica.
Figura 2.3 Gráfico de intensidad de emisión vs longitud de onda. Los colores rojo, cian,
verde y violeta constituyen el espectro visible del hidrógeno incandescente. Los
respectivos rangos de longitudes de onda corresponden a 656 nm, 486 nm, 434-438 nm
y 383-410 nm.
A fines de ese mismo siglo ya era conocido que los materiales en estado
sólido a diferentes temperaturas emitían radiación electromagnética de
acuerdo a una distribución continua bien definida denominada “radiación
de cuerpo negro”. Las mediciones por parte de Lummer y Pringsheim del
espectro de densidad de energía (radiante) por unidad de frecuencia
(J*s/m3) proveniente de un sistema experimental llamado entonces “cuerpo
negro” (ver Figura 2.4 y 2.5) introdujo dudas sobre el mecanismo de
emisión y absorción de energía por parte de la materia. Lo anterior debido a
que la distribución (espectro) de la radiación proveniente de un cuerpo
negro no podía ser interpretada por la física clásica establecida por Newton
y Maxwell, la cual entre otros postulados sostiene que la energía absorbida
y emitida por un sistema varía de forma continua.
Figura 2.4 Un sistema típico para medir la emisión de radiación de cuerpo negro. A un
cubo vacío y cerrado cuyas paredes interiores son de un material específico se le
practica una pequeña perforación. Las paredes interiores del cubo se encuentran a una
temperatura uniforme T. La emisión de la radiación que escapa por el orificio es
analizada a través de un espectrógrafo.
Figura 2.5 Distribución de la densidad de energía por unidad de frecuencia emitida por
un cuerpo negro en función de la frecuencia de la emisión electromagnética. A cada
frecuencia corresponde una densidad de energía que a su vez depende únicamente de la
temperatura y no del material.
De las curvas empíricas indicadas en la Figura 2.5 se observa que para cada
temperatura T hay una densidad de energía por unidad de frecuencia
máxima y que a mayor temperatura del cuerpo negro, mayor es la
frecuencia a la cual ocurre este valor máximo de la densidad de energía.
Este comportamiento se conoce como la ley de Wien y se expresa como,
0,29 cm K c
MAX = * (2.10)
T υ
También nos señala que una fracción alta de la energía emitida por un
material tomar lugar dentro de un rango de longitudes de onda
(comúnmente entre el violeta al infrarrojo cercano) y que la emisión de
energía tanto en frecuencias muy altas (ultravioleta, rayos-x o rayos gamas)
como muy bajas (ondas de radio) es prácticamente nula. Es decir es un
fenómeno poco frecuente en la naturaleza. Lo anterior guarda sentido con
la realidad puesto que nuestra experiencia diaria nos indica que la mayoría
de los materiales a temperaturas cercanas a la temperatura ambiente no
emiten rayos-x u ondas de radio espontáneamente y en grandes cantidades,
al contrario, el intercambio de energía radiativa toma lugar entre un rango
comprendido por el visible hasta el infrarrojo cercano.
8 k BT 2
ρ(ν) = (2.11)
c3
Al evaluar dicha expresión en la región de las frecuencias altas
(ultravioleta), ésta entrega valores de la densidad de energía
extremadamente elevados, contradiciéndose con los resultados empíricos
(Figura 2.5) en ese rango de frecuencias y dando origen a la llamada
“catástrofe del ultravioleta”. Es decir, según esta teoría un oscilador de alta
frecuencia podría ser excitado con facilidad a bajas temperaturas.
E n = n h
(2.12)
0, hv, 2hv, 3hv....
-E
f n =A exp n ,
kB T
(2.13)
n=0
f n 1 f (E)dE
0 (2.14)
E E n f n E f (E)dE (2.15)
n=0 0
8 2 h
ρ(ν) =
c3 h . (2.16)
exp 1
k
B T
1
E n = (n + ) h , (2.17)
2
de manera que para n igual a cero el valor de la energía es una cantidad
finita y distinta a cero (también llamada energía del punto cero) y así no
Algunos años más tarde, en 1905, el físico alemán Albert Einstein propuso
una explicación para otro fenómeno observado hasta entonces por Hertz y
Hallwachs: el efecto foto-eléctrico. Dicho efecto consiste en la emisión de
electrones libres desde la superficie de un material cuando éste es
iluminado con luz de un cierto tipo de longitud de onda (color). En el caso
de los metales como el zinc, la luz ultravioleta produce el arranque de
electrones desde su superficie, mientras que el óxido de potasio puede
emitir electrones al ser iluminado con luz visible. Al electrón emitido se le
denomina foto-electrón. Entre las muchas aplicaciones del efecto foto-
eléctrico se encuentran las celdas foto-amplificadoras en visores
nocturnos, los CCD (charge-coupled device o dispositivo de cargas
interconectadas) empleados en cámaras digitales y celdas fotovoltaicas.
Figura 2.8 La función de trabajo es la brecha de energía que es necesario suministrar
para que un electrón ligado se libere del campo eléctrico del núcleo.
EK = E - (2.18)
EK = hν - (2.19)
E K, maxima = hν - 0 (2.20)
0
Luego no existirá emisión foto-eléctrica si ν
h aun cuando la
intensidad de la radiación (número de fotones por unidad de área y unidad
de tiempo) sea alta. Surge la pregunta de cómo se mide el valor máximo de
la energía cinética que posee el electrón de arranque. La siguiente figura
indica un esquema del aparato experimental utilizado.
Figura 2.9 Al aplicar un voltaje sobre el material emisor de electrones (placa A) de tal
manera que éste se hace positivo, los e- de arranque experimentan una barrera adicional
para lograr escapar del material.
VO e = E K, maxima = hν - 0 (2.22)
Figura 2.10 Los datos empíricos (Vo, caen todos sobre una recta permitiendo obtener
el valor de h y o.
h
2 exp
h
Cv (ν) = 3k B N avg k B T
2 . (2.23)
k
B
T h
exp 1
k
B
T
e+
r
Ve
e-
Figura 2.12 El electrón ligado al núcleo al ser considerado como una onda
electromagnética debe poseer una trayectoria estacionaria cuya longitud sea un múltiplo
de su longitud de onda. La trayectoria es función del valor del múltiplo n y en este caso
en particular, n=3.
Años más tarde en 1923, el físico Francés Louis de Broglie, haciendo una
analogía entre los electrones y los fotones e incorporando los postulados de
la teoría de la relatividad postularía como hipótesis que la materia debía
poseer una naturaleza ondulatoria. Lo anterior implicaría que a una
partícula (electrón) con masa en reposo m, se le podía asociar una longitud
de onda en función de su momentum lineal, esto es,
h
= (2.25)
p
h
L r x p = n n , (2.26)
2π
lo que es equivalente a,
h
p r = n n
2π
h
2π r = n n . (2.27)
p
n 2 2 e2 Z
me r 4πε 0 , (2.28)
4πε 0 2 2 a0 2
r= 2
n n . (2.29)
me e Z Z
1 m e e 4 Z2
En = -
2 (4πε 0 )2 n 2 . (2.30)
Z2
E n = -13,617 2 eV . (2.31)
n
Esta clase de átomos se denominan hidrogenoides, y corresponden a
cationes de ciertos átomos que sólo poseen un único electrón. Las unidades
de un electrón-volt (eV) expresadas en el sistema internacional se obtienen
según la siguiente conversión,
1 eV = 1,602x10-19 joule.
1
ν n,n- = E n - E n- , (2.33)
h
1 E
ν(n) =
h n . (2.34)
Figura 2.13 Esquema de los niveles de energía para distintos valores del número
cuántico n para 3 especies hidrogenoides (hidrógeno, ión de helio y ión de litio, entre
otros).
Z = 3 (número de protones)
Estado inicial ni = 3
Estado final nf = 2
El signo menos significa que se produce un salto desde un nivel de mayor energía
(menos negativa) a uno de menor energía (más negativa), por lo tanto la energía del
electrón disminuye en el proceso, liberándose un fotón.
Igualando la variación de energía que experimenta el electrón con la energía del fotón
emitido, representado por la ecuación de Planck, obtenemos la relación de Einstein-
Bohr,
E = Ef - Ei = h* . (1)
Por otra parte, la relación para la velocidad de una onda electromagnética es,
c = * . (2)
Finalmente a partir de (2), c = * => = 3 *108 / 4.116 *1015 = 7.288 *10-8 [m]
72.8 [nm] , es decir un fotón UV.
m,n = - n,m.
De la relación de Einstein-Bohr sabemos que,
Em,n = En – Em = hm,n
y por lo tanto
En,m = Em – En = hn,m = - hm,n
de esta manera,
n,m = - m,n
o equivalentemente,
m,n = - n,m.
Las Figuras 2.14 y 2.15 muestran de manera esquemática el espectro de
emisión del hidrógeno en el rango ultravioleta y visible en relación a las
transiciones cuánticas entre diversos niveles de energía. La emisión en el
rango ultravioleta está dada por la serie de Lyman y en el rango visible por
la serie de Balmer. Cabe recalcar que el espectro de emisión de un gas
incandescente es producto de la interacción colectiva de un gran número de
átomos del gas y como se ha mencionado anteriormente, dicha observación
ν 1 1
= RH 2 - 2 (2.35)
c 2 n
me e 4
RH = 2 3
8 0 h c (2.36)
Figura 2.17 Según Sommerfeld las órbitas que describe un electrón ligado pueden ser
tanto circulares como elípticas. Para un número cuántico principal igual a 4, existirán un
total de 4 órbitas posibles.
Ejercicio 2.3 Según el modelo de Bohr-Sommerfeld ¿Qué órbitas permiten
que el electrón permanezca en promedio más tiempo durante su trayectoria
cerca del núcleo?
De la Figura 2.17 podemos ver que las órbitas asociadas al número cuántico principal
cercano a 1 son a su vez muy próximas al núcleo, lo cual está validado por la expresión
para el radio de Bohr (Ec. 2.26), la cual es una función del cuadrado del número n. Pero
también se debe tener presente que las órbitas asociadas a un número cuántico
secundario cercano a cero, independiente del valor del número n, harían que el e-
permanezca una fracción finita de su tiempo de órbita muy cerca del núcleo.
Ti
dq i
Ji = pi dqi = 2 pi
0
dt
dt = n i h i = 1,...,d (2.37)
J r 2 p r dq r = n r h
0
T
J 2 p dq = n h
0
T
J 2 p dq = n h
0
μk
k k k 4 h
p dq n (2.39)
k
qk
q
p
0 pk
Figura 2.18 Esquema de la cuantificación del espacio de fase. El electrón puede en cada
instante de tiempo poseer sólo valores discretos de posición y momentum lineal.
Figura 2.19 Una partícula cargada (e-) en reposo produce un campo eléctrico . La misma
partícula en movimiento uniforme producirá un campo electromagnético representado por
y B.
Figura 2.20 Esquema del experimento de Oersted. La corriente a través de una espira
induce un campo magnético que actúa sobre la aguja magnética dirigiéndola según la
dirección de éste (la aguja está orientada de manera perpendicular al plano del papel).
En el caso del electrón ligado al núcleo del modelo de Bohr, éste se encuentra
en movimiento acelerado producto de su trayectoria curvilínea, y por lo tanto
la energía asociada a su campo electromagnético debería variar en el tiempo,
e 2 r 2 ω4
según el término
6πε 0c3 . Por lo tanto, sería necesario suministrar energía
continuamente al electrón ligado para mantenerlo en su trayectoria circular o
elíptica. De lo contrario el electrón eventualmente se precipitaría al núcleo al
perder progresivamente su energía total.
x(n,t)
A(n) exp(i (n) t)
x(n,t)
x(n,t) i (n) A(n) exp(i (n) t)
t
x(t) x(t) x(t)
2
A(n) exp(i (n) t) A(n) exp(i (n) t)
=- =-
o equivalentemente,
x(t) 2
A(n) A(n) exp(i (n) t) exp(i (n) t)
=- =-
x(t)
2
=-
A(n) A(n) exp(i (n) t) exp(i(n) ( ) t)
=-
se simplifica la expresión a,
x(t) 2
=-
A(n) A(n) exp(i(n) t)
=-
x(t)
2
i (n) ( ) (n) A(n) A(n) exp(i(n) t)
2
f (n) f n
f (n) f n,n-α f n-α f n
f (n) f n,n-( ) f n- ,n- f n- f n-
f (n) f n,n-α f n-α f n
( ) f (n) f n,n-( α) f n- ,n- f n- f n-
Quedando entonces ambas relaciones re-expresadas respectivamente como,
x(t) 2
=-
A
=-
n,n An ,n exp(in,n t)
y
x(t)
2
n,n n ,n An,n An ,n exp(in,n t) .
2π
p2
pdr = 0
ω
m
dt = n h
2π
m ω(n)
x(t) 2dt =
0
2π
m
0
ω(n)
i (n) ( ) (n) A(n) A(n) exp(i (n) t)dt =
2
2π
m i (n) A(n) A(n) 2 A(n) A(n) exp(i (n) t) dt
ω(n) 2 2
0
,
y puesto que la función exponente depende del índice , es posible comprobar
que la sumatoria en desde - + a + +, se reduce a un solo término,
correspondiente a igual a cero.
2π
m i (n)2 2 A(n) A(n) dt
ω(n) 2
0
2
= 2 m 2 (n) A(n)
(n h) = 2 m (n) A(n)
2
n n
Que en formato discreto se reduce a,
= 2 m
2
n ,n An ,n
n . (2.42)
f (n)
f (n) f (n- )
n
h
= m (n ,n An ,n n ,n An ,n )
2 2
2
(2.43)
Esta expresión en diferencias obtenida por Heisenberg había sido desarrollada
algunos meses antes por Kuhn y Thomas a partir de resultados empíricos, que
se conoce hoy como la regla de suma y se expresa como,
f
n=1
n,0 N e- (2.44)
sistema, el cual toma el valor de 1 para el átomo de hidrógeno. Por otra parte,
la intensidad de la línea espectral de absorción de una transición para un
dipolo eléctrico, el cual se asemeja al electrón orbitando al núcleo en el átomo
de hidrógeno, toma la forma,
2
4πm e ν n,0 μ n,0
f n,0 . (2.45)
e2
En esta expresión, n,0 corresponde a la frecuencia de oscilación y n,0 es la
transición del momento dipolar desde un nivel n hacia el nivel fundamental 0
que conlleva el dipolo eléctrico. En particular, la frecuencia de oscilación es
una cantidad observable y por lo tanto medible y la convicción de Heisenberg
era no trabajar con propiedades inobservables tales como por ejemplo la
velocidad angular del electrón entre otras.
ih
I = q p p q q,p (2.46)
2
Cn ,n A B A n,n Bn , n (2.47)
=-
h
= m (n,n+α An,n+α n,n-α An,n-α )
2 2
2
2
An,n+α An,n+α An,n+α
*
An,n+α An+α,n
ih
= (p n,n+α An+ ,n p n,n-α An- ,n )
2
o equivalentemente,
ih
= ( An+ ,n p n,n+α p n,n-α An- ,n )
2
ih
I = A p p A
2
ya que los coeficientes A corresponden a la amplitud del movimiento del dipolo eléctrico
este es equivalente a la posición q, y por ende obtenemos lo pedido,
ih
I = q p p q q,p .
2
H H
p y q (2.49)
q p
Este resultado nos sugiere en este caso que tanto las cantidades p como q son
operadores diferenciales que actúan sobre la función H y no sólo valores
escalares.
q11 q12 q13 . p11 p12 p13 . p11 p12 p13 . q11 q12 q13 . 1
q . p 21 . p 21 . q 21 q 22 . ih 1
21 q 22 q 23
p 22 p 23
p 22 p 23
q 23
=
q 31 q 32 . . p31 p32 . . p31 p32 . . q 31 q 32 . . 2 .
. . . q nn . . . p nn . . . p nn . . . q nn 1
y reordenándolos
q12 p21 p12q 21 + q13p31 p13q31 ..... q1n pn1 p1n q n1 = i
2q j1p j1 = i
j=1
o bien 2r im
j=1
j1 e r
j1 j1 =i
n 4 m e j1 j12
j=1 e2
=1
ˆ qˆ pˆ pˆ 2
2
ˆ ˆ 1
H, 2m U(q), ˆ
q 2m , qˆ U(q), qˆ 2m pˆ , qˆ
2
ˆ
U(q), qˆ 0 puesto que q y U(q) son operadores multiplicativos y además se cumple la
siguiente relación, pˆ 2 , qˆ pˆ 2qˆ qp
ˆ ˆ 2 ppq
ˆ ˆ ˆ - qpp
ˆ ˆ ˆ + pqp ˆ ˆ ˆ = pˆ p,q
ˆ ˆ ˆ - pqp ˆ ˆ q,p
ˆ ˆ pˆ
ˆ qˆ = 1 pˆ p,q
Luego, H, ˆ ˆ
1
q,p
ˆ ˆ pˆ =
-1
pˆ i
1 i
i pˆ pˆ
2m 2m 2m 2m m
A partir de este resultados vemos que H y q son cantidades complementarias puesto que no
conmutan, es decir cumplen con la relación de conmutación de Heisenberg.
Ĥψ = Eψ (2.51)
Ecuación de
Schrödinger
Postulados de la Principio de
mecánica cuántica incertidumbre
y
Ecuación de onda
Función de onda
Independiente
e- libre
del tiempo e- en caja de potencial
e- ligado al núcleo
Probabilidad
Valores propios
Valores esperados
22N 2e2
Ĥ + Ep r (2.52)
2m N 2me
2 corresponde al operador gradiente al cuadrado también llamado operador
Laplaciano. Si el operador Hamiltoneano se expresa mediante coordenadas
relativas referidas al centro de masas del sistema (c.m.), la Ec. 2.52 se re-
escribe como,
2cm2
2 2
Ĥ + Ep r (2.53)
2(m N + me ) 2
en donde corresponde a la masa reducida del sistema la que es igual a,
1 1 1
+
m N me
Ahora bien, el movimiento del centro de masas del sistema núcleo-electrón es
traslacional y no depende de las coordenadas relativas, por lo que es
independiente de la energía potencial del sistema. Lo anterior nos permite
remover el primer término del Hamiltoneano, considerando solamente,
2 2
Ĥ + Ep r
2
Como última simplificación, diremos que la masa reducida se aproxima al
valor de la masa del electrón puesto que la masa del núcleo es varios ordenes
de magnitud mayor, así la Ecuación 2.53 se reduce a,
2 2
Ĥ + Ep r (2.54)
2me
En este caso particular, como condición de borde tenemos que el valor propio
E debe ser menor que cero, lo que representa la condición de electrón en un
estado ligado, o de energía total negativa o pozo de energía. El valor propio E
puede expresarse a su vez en términos de los valores puntuales que toman las
cantidades momentum lineal y energía potencial del electrón,
p2
E Ep
2me
2
p2
ψ Ep r ψ
2
Ep ψ
2me 2me (2.55)
cantidades valores
p̂ i i ˆi ˆj kˆ (2.56)
x y z
representa a la función de onda para ese estado, n. Por otra parte, el bra del
m*. Pero al aplicar sobre un operador el bra por la derecha y el ket por la
izquierda, esto representa la integral sobre todo el espacio del producto entre
el estado de bra, el operador y el estado del ket, es decir el valor esperado
de la cantidad Así, empleando la notación de Dirac, el elemento (m,n) de la
matriz Hamiltoneana toma el valor dado por la integral sobre el volumen ,
ˆ d m H
ˆ n
ψ Hψ
*
H m,n = m n (2.57)
ψ = c
n
n n (2.58)
Ĥ ψ = E ψ
c Hˆ n
n
n E cn n
n
c
n
n
ˆ n E c m n
mH n
n
Hn
m,n c n Ec m (2.59)
H c = Ic E
o equivalentemente,
H - I E c = 0
Postulado 1
El estado de un sistema está descrito completamente por la función de onda
(r1,r2,…,t). Es decir, contiene toda la información de las propiedades del
sistema que pueden ser determinados experimentalmente (esto a través de su
curvatura y número de nodos). La función de onda está asociada a un conjunto
de números cuánticos, los que describen el estado permitiendo calcular los
valores esperados de las cantidades experimentales observables. Recordemos
Postulado 2
Las cantidades experimentales observables están representadas por operadores
que cumplen la relación de conmutación. Sean p y q los operadores de
posición y el momentum lineal, luego
Postulado 3
ψ ψd
*
ψ ψd
*
ψ*ψd
Postulado 3´
Si es función propia de un operador , la propiedad o valor esperado de
corresponde al valor propio . Esto es, si
ψ ω ψ
luego,
ψ*ψd ψ*ψωd ω
Ahora bien, si el sistema está representado por una función de onda que no
es función propia del operador pero si lo es del operador Hamiltoneano, y
n son funciones propias de luego puede expresarse como una
combinación lineal de la funciones propias de ,
cn ψn
n
ψ d
2
Ep r 0 Ep
p2
ψ 2 ψ 0
2
De la mecánica ondulatoria, se define la magnitud del vector de propagación
de una onda como,
2
k k (2.61)
y del postulado de De Broglie para la longitud de onda de una partícula se
demuestra que la cantidad de movimiento de un onda queda descrita por su
vector de propagación, a través de la siguiente relación:
p = k (2.62)
Reemplazando esta expresión en la ecuación de onda, ésta se reduce a,
2ψ k 2ψ 0
Cuya solución general está dada por una función periódica de la forma,
ψ Aexp(ik r) = Aexp(ik r) ,
Ejemplo 2.7 Considere un electrón libre que se desplaza a lo largo del eje x entre las
distancias –L y +L, con energía cinética Eo. Encontrar la expresión par su función de onda.
ψ Aexp(ik r) = Aexp(ik x x)
Aplicando el 4° postulado,
+L +L
-L
ψ*ψdx = A 2 exp(-ik x x)exp(ik x x)dx=A 2 2L=1
-L
2 2
ψ(x) E 0 ψ(x)
2me
2 2 2
2
exp(ik x x) ik x exp(ik x x) E 0 exp(ik x x)
2me 2me
2 2me E 0
ik x E0
2
así kx 2
2me
1 2me E 0
ψ(x) exp i 2
x
2L
Para aclarar el concepto de observación estadística del estado dinámico del
electrón libre que se ha mencionado en reiteradas oportunidades, podemos
reflexionar sobre la siguiente observación empírica. Cuando un haz de
electrones libres (también puede tratarse de un haz fotones) incide sobre un
medio opaco el cual posee dos pequeñas perforaciones separadas por una
distancia casi infinitesimal, se observará del otro lado del medio un patrón de
difracción consistente en una alternancia de franjas claras y obscuras. Si el
medio tuviese una perforación en vez de dos, el patrón de difracción consistirá
en un patrón de franjas claras y obscuras en forma de círculos concéntricos (lo
descrito anteriormente también es observado con un haz de fotones). Surge la
pregunta de cómo los electrones libres que inciden sobre el medio saben que
éste posee dos perforaciones adyacentes en vez de una sola. Una explicación
para este fenómeno es considerar que el comportamiento colectivo del haz de
electrones corresponde a un proceso estadístico, y precisamente éste es el tipo
de información que la ecuación de Schrödinger entrega a través de la función
de onda. Según Richard Feynman (1918-1988, Premio Nobel de Física 1965),
cada partícula (fotón, electrón) recorre todas las trayectorias posibles y
finalmente elige la que posee menor acción.
Patrón de
difracción
haz de
electrones
Figura 2.2x. Experimento de difracción de electrones al pasar por dos pequeñas aperturas.
V = 00 V = 00
V=0
Figura 2.22. Partícula como onda estacionaria que oscila unidimensionalmente entre x = 0
y x = a.
2 ψ + k 2 ψ = 0 ,
y puesto que existe un potencial externo, el sistema está sujeto a las siguientes
condiciones de borde,
ψ (x)׀x=0 = 0
ψ (x)׀x=a = 0
sen(kxa) = 0
nπ
kx , (2.64)
a
Finalmente, esto implica que la energía total (energía cinética) del electrón en
la caja de potencial también debe estar cuantizada a través del número n, no
pudiendo ser continua, y su expresión corresponde a,
n 2 2 π2
En (2.66)
2me a 2
π2
2
E1
2me a 2
ψ
2
Intensidad de campo (2.67)
2
ψ = ψ* ψ
Puesto que el campo de materia describe la dinámica de la partícula, entonces
las regiones del espacio en las cuales es más probable que una partícula se
2
encuentre son aquellas en las que la intensidad de campo de materia o ψ es
mayor. De esta manera nos encontramos nuevamente con el cuarto postulado
de la mecánica cuántica, esto es, la probabilidad de encontrar a la partícula
(e-) descrita por la función de onda en un intervalo unidimensional dx
centrado en la coordenada x, corresponderá a:
ψ(x) dx
2
p(x) ψ(x)
2
(2.68)
Pv ψ x,y,z dxdydz
2
v
(2.70)
C 2
a
y de esta manera la función de onda asociada al electrón en la caja de
potencial corresponderá a,
2 nπx
ψn (x) sen (2.71)
a a
De la Figura 2.23 se observa que el número de nodos a lo largo del eje x para
ambas funciones, nx, sin considerar los extremos, corresponde en ambos casos
a n-1. Además, se puede deducir que el electrón permanecerá más tiempo en
las coordenadas asociadas a mayores valores de la probabilidad (máxima
verosimilitud). Entre coordenadas de máxima verosimilitud existen
coordenadas prohibidas, en las que el electrón no puede situarse. Desde el
punto de vista de la mecánica clásica, el electrón visto como una partícula
debería “desmaterializarse” para poder desplazarse entre regiones de máxima
verosimilitud. Lo anterior desde el punto de la mecánica clásica corpuscular es
imposible. Pero al considerar al electrón como una onda luego dicha transición
es realizable. Conviene destacar que n = nx+1, es decir el número de nodos
que presenta la función de onda, define entonces el valor de la energía de la
partícula, es decir define el valor del número n.
a 0 para n n
0 n n'
ψ ψ dx n n
*
1 para n = n
ˆ n = nH
mH ˆ m *, (2.72)
propiedad a partir de la cual se puede demostrar que sus valores propios son
siempre reales. Por lo tanto, un operador hermético permite representar una
cierta magnitud observable.
π n1 x π n2 y π n3 z
ψ n1 ,n 2 ,n 3 x, y, z C sen sen sen
a b c
π2 2 n12 n 22 n 32
E n1 ,n 2 ,n3 2 2 2 (2.73)
2m e a b c
En este caso, los números cuánticos quedan definidos también por los nodos
de la función de onda a lo largo de las coordenadas generalizadas del sistema,
osea, n1 = nx+1, n2 = ny+1 y n3 = nz+1.
π2 2
2 1
E n1 ,n 2 ,n3 n 2 n 22 n 32
2me a
2 2 2
2
Definiendo la variable k n1 n 2 n 3 , la expresión para la energía del
electrón se reduce a,
π2 2
E n1 ,n 2 ,n3 k2 . (2.74)
2me a 2
del estado estacionario y se representa con la letra g. Así, para el caso en que
todos los números cuánticos sean iguales, por ejemplo, n1 = n2 = n3 =1,
existirá un solo nivel de energía, es decir la degeneración g es igual a uno.
π2 2
E111 3 (g = 1)
2me a 2
Figura 2.24 El número de niveles de energía que el electrón puede adquirir dentro de la caja
de potencial dependerá del tamaño de ésta. Así para un valor del parámetro a pequeño, sólo
unos pocos niveles son permitidos, mientras que para un valor de a grande el número de
estados aumenta de forma cuadrática.
Ejemplo 2.8
Encontrar el número de estados con energías entre 0,10 eV y 0,15 eV que
puede adquirir un electrón libre dentro de cubo de potencial cuya arista a tiene
un largo de 10 nm.
π2 2
0,10 eV k 2 0,15 eV
2me a 2
26,6 n1 +n 2 +n 3 39,9
2 2 2
Vemos que hay un total de 10 combinaciones de números enteros (n1, n2, n3) cuyo k2
produce un valor entre 27 y 38 y que el total de estados posibles para el electrón es igual a
40 en el intervalo de 0,10 eV a 0,15 eV. Puesto que un electrón puede tomar dos
configuraciones de giro propio o espín ( ), luego cada estado puede albergar dos
electrones con espín opuesto. Lo anterior nos indica que podríamos introducir hasta 80
electrones en un cubo de 10 nm de arista dentro de ese rango de energía. Esto equivale a
una densidad de estados de 1,6x1027 estados/m3eV.
Figura 2.25 Esquema de un electrón como una onda estacionaria unidimensional en torno a
un núcleo, de carga positiva, ubicado en el origen y que se desplaza dentro de un dominio
A-B que se extiende una longitud igual al diámetro del átomo.
e2 Z 1
Ep r
4πε 0 r
Ze+
2
e2 z
ψ 2
ψ Eψ
2me 4 ε 0 r (2.75)
Puesto que la fuerza de atracción es del tipo central (radial), luego el campo
electroestático asociado a esta fuerza es radial y posee geometría esférica. Por
lo tanto la posición del electrón queda descrita en ese sistema de coordenadas.
En dicho sistema de coordenadas el operador Laplaciano se expresa como,
2 1 1
2
2
2 2
r r r r , (2.76)
parte radial parte angular
1 2 1
2
+ senθ (2.77)
(senθ)2 2 senθ θ θ
Figura 2.26 La geometría esférica del potencial que liga al electrón con el núcleo determina
las coordenadas espaciales en las cuales conviene expresar a la función de onda.
E r 0
Ep r 0 y E 0 ;
E r a0 E1
.
en donde,
4
C .
n (n 1)! (n + )!
2 Y ,m ( 1) Y ,m ,
d n- -1
n- -1
L 2 +1
n+ (x) exp(x) x -(2 +1)
exp(-x) x n+
dx
y
m
1 d m
(x) 1 x .
m 2 2
P 2
m
x 1
2 ! dx
Los valores posibles que estos números toman son los siguientes,
n = 1, 2, 3……
=0 n–1
m = - , ........ ,+ ,
(n = 2, = 0 , m = 0)
(n = 2, = 1 , m = 1)
(n = 2, = 1 , m = -1)
(n = 2, = 1 , m = 0)
n 1
g n (2 1) n 2 (2.81)
0
Orbitales s
La designación s proviene de la palabra sharp asignada a las líneas espectrales
asociadas a transiciones cuánticas que involucran a estos orbitales, las cuales
son muy nítidas.
Esta función representa el orbital 2s. Cabe destacar que todos los orbitales s
Figura 2.28 Esquema de la intensidad versus distancia radial de las funciones radiales R10 y
R20. En ambos casos la intensidad en el origen es distinto de cero y asintótica con la
ordenada y abscisa. Para R10 la curvatura es siempre positiva mientras que para R20 ésta
cambia de signo debido al cambio de signo de la función de onda. La curva R 10 no posee
ceros, pero recordando que cada coordenada generalizada aporta una incertidumbre de ½ ,
la suma de todas los números cuánticos asociados a éstas entrega un valor de 1 para el
número principal. En el caso de R20 ya que existe un cero en la coordenada radial, luego el
valor de número principal es 2.
Orbitales p
La designación p proviene de la palabra principal, asignada a las líneas
espectrales asociadas a transiciones cuánticas que involucran a estos orbitales,
las cuales son de mayor intensidad.
5
1 Z 2
Z r
ψ 211 r exp( )senθ exp(i ) 2p1
8 a0 2a0
5
1 Z 2
Z r
ψ 211 r exp( )senθ exp(i ) 2p 1
8 0
a 2 a0
Podemos ver que 2p 0 es una función real mientras que 2p1 y 2p 1 son
funciones complejas. Estas tres funciones comparten el mismo valor propio
2 . Por lo tanto, una combinación lineal entre ψ211 y ψ211 también es
solución de la ecuación de Schrödinger. De esa forma se obtienen las
siguientes 2 funciones reales:
5
2
2p x
1
2p1 2p 1 1 aZ r exp( Z2a r ) sin θ cos
2 4 2 0 0
5
1 Z Z r
2p1 2p1
2
i
2p y r exp( ) sin θ sin
2 4 2 a0 2a0
1 Z Z x2 y 2 z 2
2p z z exp( )
4 2 a0 2a0
Figura 2.29 Esquema de la intensidad versus distancia radial de la función radial R21. Se
observa que la intensidad en el origen es cero.
Orbitales d
La designación d proviene de la palabra diffuse, asignada a las líneas
espectrales asociadas a transiciones cuánticas que involucran a estos orbitales,
las cuales son de intensidad difusa (borrosa).
1 Z 2 Z r
ψ320 r exp( ) 3cos 2 θ 1 3d 0
81 6 a0 3a0
7
2
1 Z 2 Z r
ψ321 r exp( )sin θ cos θ exp(i ) 3d 1
81 6 0
a 3a 0
7
2
1 Z 2 Z r
ψ32 2 r exp( )sin 2 θ exp(i 2 ) 3d 2
162 a0 3a0
La primera función es real mientras que las cuatro restantes son imaginarias.
Así, la función real expresada en el sistema cartesiano adquiere la siguiente
forma,
7
2
1 Z Z r
3d 0 3d z 2 3 z r exp(
2 2
)
81 6 a0 3a0
Figura 2.30 Esquema de la intensidad versus distancia radial de las funciones radiales R30,
R31 y R32.
(a) (b)
Figura 2.32 Representación volumétrica de la parte angular de la función de onda, obtenida
numéricamente utilizando MathCadTM, para los siguientes conjuntos de números cuánticos
n = 4, = 3 y (a) m = 0, y (b) m = 1.
2
1
la cual se simplifica,
Dn (r) r 2 Rn r
2
(2.83)
2
1 Z
3
Z r Z r
D 20 ( r ) r 2 2 exp( )
8 a0 a0 a0
5
1 Z Z r
D21 (r ) r 4 exp( )
24 a0 a0
Ejemplo 2.9 Determinar el número de nodos sin contar el origen tanto para la
parte radial de la función de onda R63, como para la distribución radial de
probabilidades D63
R63
D63
Del gráfico generado numéricamente a partir de las expresiones algebraicas para la parte
radial de la función de onda y la distribución radial de probabilidades, vemos que tanto en
la primera como en la segunda, el número de nodos sin incluir el origen es igual a 2, lo cual
se verifica con la expresión n - - 1 = 6-3-1 = 2. Estos números cuánticos corresponden a
un orbital 6d el cual podría estar asociado a un electrón ubicado en la última capa de un
átomo tal como el Actinio, Torio, Paladio ó Uranio.
Ejemplo 2.10 Demuestre que la posición radial con máxima verosimilitud para
a0
un orbital 1s corresponde a r*= .
Z
La posición radial de máxima verosimilitud es tal que maximiza el valor de la distribución
radial de probabilidad para el orbital. Aplicando la condición de máximo en la distribución
D10(r),
3
dD10 (r* ) Z -2Z r* 2 Z * -2Z r*
= 0 = 4 (2 r exp(
*
)- r exp( ))
dr 0
a a 0 a 0 a 0
y simplificando se obtiene,
dD10 (r* ) Z *
= 0 = (1- r)
dr a0
del cual se obtiene el resultado buscado.
Así por ejemplo, el valor esperado de la distancia radial del electrón al núcleo
3a0
r 1s
1s rˆ 1s r D10 (r) dr ψ n rˆ ψ*n d .
0 2Z 0
a0
r n
3n 2 ( 1) (2.85)
2Z
De esta última relación vemos que a menor valor del número mayor es la
distancia radial esperada del electrón dentro de los orbitales que poseen un
Z e2 1
Ep r
n 4 0 n
Ep n
Ep n
.
1
EK Ep ,
2
1
E n
= Ep .
2 n
2p-1s = 2p μˆ 2p 1s μˆ 1s
2p-1s = e 1s r 1s 2p r 2p ,
3a0 5a0
2p-1s = e 3,5ea0 .
2 1
Por otro lado 2p1s corresponde al bra-ket del operador de momento dipolar considerando
los estados 1s y 2p se expresa como,
*
5
3
1 1 2
r 1 2
r 2
2p μˆ 1s R 21 e r R 10 rdr e r exp( ) r 2 exp( ) r dr
24 a0 2a0 a0 a0
0
0
4
e 1 3r 16a0e 16a0e
2p1s r exp( ρ4exp(-ρ)dρ= 24 0, 645a0e
4
)dr =
6 a0 0
2a0 243 6 0 243 6
Podemos comprobar que ambos resultados difieren en magnitud e incluso en signo y por lo
tanto la interpretación física de cada una será distinta. El primero es la variación en
momento dipolar eléctrico de un electrón cuando se realiza una transición entre los estados
2p al 1s (de ahí el signo negativo), mientras que el segundo corresponde al momento de una
y en este caso 2p1s = 1s2p, lo cual permite despejar esta cantidad, obteniéndose,
f 2p1s e2 2
μ 2p1s
2me E 2p - E1s
f 2p1s e2 2
μ 2p1s
1
8 2 m e -13,6eV 2 1
2
e igualando esta expresión al resultado anterior obtenemos un valor para f2p1s igual a 31,2%.
L=rxp (2.87)
o bien,
ˆi ˆj kˆ
L= x y z
px py pz
Lz x p y y p x
p̂ i
ˆ
L = i r x (2.88)
L̂ z i x y .
y x
L̂ x i y z
z y
L̂ y i z x
x z
ψ xψ ψ x ψ
xˆ , pˆ ψ xi i xi i ψ i x i ψ
x x x x x
expresión que verifica que las magnitudes de posición y cantidad de movimiento lineal no
conmutan entre si y por lo tanto son complementarias.
c)
Lˆ x , Lˆ y Lˆ x Lˆ y Lˆ y Lˆ x 2 ( z y )( x z ) 2
(x z )( z y )
y z z x z x y z
z y ( x z ) z y ( z x ) y z ( x z ) y z ( z x )
2
2
x z ( z y ) x z ( y z ) z x ( z y ) z x ( y z )
x 2 z 2
2
x 2
2
y z y yz ¨
z x
z zx z z y yx
yz y x yx z z z 2
x
2 2 y 2 z 2 y 2
2
y
xz
x xz x xy z z z zy
zy z z z 2 x y xy x z
ˆ
2
y x x y i i x y y x i L z
De este resultado concluimos que sólo es posible determinar la magnitud de una de las tres
componentes del momentum angular simultáneamente y que algunos cálculos cuánticos
pueden llegar a ser bastante tediosos.
A partir del ejemplo anterior podemos concluir que las tres relaciones de
conmutación entre las tres componentes del momentum angular del electrón
corresponden a,
ˆ ˆ
L ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ
x , L y i L z ; L y , L z i L x ; L z , L x i L y (2.89)
2
ˆ ˆ 2 +L
ˆ 2 +L
ˆ2
L L x y z
Al igual que en el Ejemplo 2.10 c), se puede demostrar que este operador
conmuta con cualquiera de los tres operadores de las componentes del
momentum angular, es decir,
Figura 2.35 Representación cuántica del momentum angular del electrón en torno al núcleo
como un cono de altura igual a una de las componentes de éste.
L̂z m , (2.92)
Figura 2.36 Representación de las posibles orientaciones que las funciones de onda pueden
tomar según el valor del número cuántico azimutal. Para n = 2 y = 1 se tendrán 3
orientaciones posibles.
L n
Si hacemos n 1, y reemplazamos en la Ecuación 2.91, obtenemos
2
L (n 1)(n 1 1) 2
n(n 1) 2
2
L n2 2
Ejemplo 2.13 Encuentre una expresión para el coseno director que forma el
vector L con su proyección Lz en función de los números cuánticos.
Sabemos que para todo vector, su proyección sobre un eje se define como
L̂ z Lˆ cos θ
y reemplazando,
2
L̂ z m
cos θ (2.94)
2
( 1)
Lˆ
La propiedad empleada,
2
Lˆ
2
Lˆ z Lˆ z (cos θ)2
2
2
es también consecuencia de la conmutatividad entre los operadores L̂ z y Lˆ .
ˆi ˆj kˆ
ˆ ˆ ˆ
LL = L x
ˆ
L y
ˆ L
L z
ˆ Lˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ
y z Lz L y i Lz Lx Lx Lz j Lx L y L yLx k
ˆ
L ˆ
L ˆ
L
x y z
ˆ ˆ ˆ ,Lˆ ˆi L
ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ ˆ
L L L y z z ,L x j L x ,L y k
reemplazando cada relación de conmutación (Ec. 2.89) obtenemos lo pedido,
ˆ ˆ ˆ ˆi i L
ˆ ˆj i L ˆ
ˆ kˆ = i L
L L i L x y z
Dentro de un orbital (función de onda) sólo pueden coexistir dos electrones pero cada uno
en diferente estado o conjunto de números cuánticos.
m s s, s
1
donde s . Este valor surge al unir matemáticamente la mecánica cuántica
2
con la teoría de la relatividad, como lo demostrara Paul Dirac. El valor
anterior se relaciona con un espín que puede apuntar en un sentido u otro
opuesto según la dirección del vector S , o bien dos estados uno y otro . En
este caso también conviene considerar la componente de este vector según el
eje z, Sz , la cual podrá adquirir dos orientaciones, hacia arriba o hacia
g 2s 1 = 2
Figura 2.37 La componente z del momentum angular intrínseco del electrón admite 2
orientaciones, .
Ahora bien, el valor esperado para la componente z del vector de espín del
electrón es cuantificada a través del número ms,
Ŝz ms (2.95)
Por otra parte, el valor esperado para la norma al cuadrado del espín del
electrón corresponde a,
2
ˆ
S s ( s 1) 2
. (2.96)
1
Evaluando para s , obtenemos,
2
ˆ 3
S .
2
Así, el coseno director entre el vector de momentum angular intrínseco y su
componente según el eje z corresponde a,
2
Ŝz 2 ms
cos
ˆ
2
3 (2.97)
S
ψn m m ψn m X ms . (2.98)
s
ψ 1 ψ 1
n m n m
2 2
n 1
n 3 0 3s=2e-
1 3p=6e- 18e-
2 3d=10e-
J = L+ S , (2.99)
2
Jˆ = j ( j 1) 2
(2.100)
j 1 2 ()
Figura 2.38 La magnitud y orientación del vector de momentum angular total del electrón,
De la misma manera que para el mometum angular del electrón (Ec. 2.89), las
componentes del momentum angular total tomadas de a pares obedecen la
relación de conmutación, esto es,
Jˆ x , Jˆ y i Jˆ z (2.101)
mientras que la norma al cuadrado de esta magnitud conmuta con cualquiera
de sus posibles tres componentes,
Finalmente, vemos que dependiendo del sentido del espín del electrón
podemos tener dos vectores de momentum angular distintos J1 y J 2 . Si en un
átomo coexisten 2 electrones (por ejemplo el átomo de helio), luego según el
principio de exclusión de Pauli, es posible que el momentum angular del
x k ~ 2 (2.103)
Δx Δp ~ h . (2.104)
Δp Δp
Δp
ondas con momentum lineal situado entre p- 2 , p+ 2 . Así,
1 1
A B A, B
2 i
A=
2
A2 - A
ΔxΔp xˆ 2 xˆ pˆ 2x pˆ x pˆ 2x xˆ 2 xˆ 2 pˆ x pˆ 2x
2 2 2 2 2 2
xˆ pˆ x xˆ
d
empleado pˆ i y xˆ = x
dx
11 11 11
2
2 i ˆ ˆ x i 2i ˆˆx ˆˆx i
2 2 2
ˆˆx
xp xp ˆˆx
xp xp 2
xp
2i 2i 2i
luego
11
2
pˆ 2x xˆ 2 xˆ 2 pˆ 2x x̂pˆ x i
2 2 2 2
xˆ pˆ x pˆ x xˆ >
2i
11
2
xˆ 2 x̂pˆ x i
2 2 2
xˆ pˆ x 2
pˆ x 2
>
2i
11
2
xˆ 2 x̂pˆ x i
2 2 2
xˆ pˆ x pˆ x >
2i
1
x̂pˆ x i
2
xˆ 2 pˆ x >
2 2 2
xˆ pˆ x
4
A 2 = A A
2
A2 2 A A A
2
y tomando el valor esperado
A 2 = A 2 2 A A A A2 2 A A A
2 2
A 2 = A 2 2 A A A A2 A
2 2
A = A 2 = A2 A
2
sus componentes, por ejemplo L z , luego las otras dos componentes quedan
indeterminadas según la relación,
1
L x L y Lz (2.105)
2
Mediante un camino diferente, Paul Dirac pudo obtener una expresión entre el
tiempo de existencia de un electrón en un instante t y la energía total de éste,
E, la cual evoca al principio de incertidumbre; esta se expresa como,
1
Δt ΔE . (2.106)
2
La relación anterior nos indica que mientras menor es el tiempo de
permanencia de un electrón en un estado, la medición de la energía en ese
estado es menos precisa. En el extremo, cuando un electrón ocupa un estado
durante una permanencia igual a cero, luego nada podemos afirmar sobre su
energía. Mientras que en el estado fundamental la permanencia del electrón
en ese nivel es infinita ( Δt ), la energía de ese estado está determinada (E
= 0).
Ejemplo 2.18
(a) El fenómeno de difracción de un haz de electrones observado cuando dicho haz
atraviesa una placa con un pequeño agujero confirma el principio de incertidumbre. En este
caso, para un agujero muy grande ( x ) la posición del haz queda indeterminada,
pero no así su momentum lineal( Δp 0 ). Por lo tanto se observa que el haz de electrones
atraviesa la placa sin difractarse (es decir lo hace de manera rectilínea). Pero al contrario, si
el agujero se reduce considerablemente ( x 0 ), la posición del haz queda determinada
pero se observa que el haz de electrones no atraviesa la placa de forma rectilínea sino que
forma un patrón concéntrico de círculos claros y obscuros. Este fenómeno se denomina
difracción e indica que el momentum lineal del haz se ha indeterminado.
Figura 2.39 Un haz de electrones que atraviesa una placa que posee un agujero pequeño
conllevará un proceso de difracción similar al observado cuando las ondas superficiales en
un estanque con agua son forzadas a atravesar por una apertura.
(b) Un electrón que ocupa un nivel de energía fundamental (energía con el valor más
negativo posible) es estable en el tiempo y por lo tanto permanecerá indefinidamente
( Δt ) en este estado cuya energía está determinada con exactitud ( ΔE 0 ). Pero si el
electrón ocupa un estado excitado (energía menos negativa), se observa que éste
permanecerá un tiempo finito ( t 0 ) en ese estado antes de efectuar una transición a otro
más estable, por lo tanto los estados que poseen energía menos negativa poseerán un cierto
ancho de banda de energía ( ΔE > 0 ) o indeterminación.
Figura 2.40 Un electrón que ocupa un nivel de energía definido permanecerá más tiempo en
ese estado que en un nivel de energía cuyo ancho de banda o indeterminación sea mayor.
7
6
5
4 4s 4p 4d 4f
3 3s 3p 3d
2 2s 2p
1 1s
Figura 2.41 Las transiciones entre niveles u orbitales también deben incorporar la variación
del momentum angular entre niveles.
-e
i= ω
2π
y es opuesta en sentido al movimiento del electrón. Por otra parte, el área
encerrada por el perímetro por el cual dicha corriente fluiría corresponde a r2.
Así, la magnitud del momento magnético M asociado a la corriente i, y que
fue observado empíricamente por primera vez por Rawland y Oersted,
corresponde al producto entre de dicha corriente y el área que ésta circunda,
esto es,
-e -e
M= ω r2 ω r2 (2.107).
2π 2
Figura 2.42 Analogía entre una espira metálica por la cual fluye una corriente eléctrica y el
electrón que orbita en torno al núcleo. En ambos la trayectoria orbital del electrón produce
un vector de momento magnético perpendicular al plano de la espira u órbita.
L = me ve r = me ωr 2
Figura 2.43 El movimiento rotatorio circular del electrón en torno al núcleo es equivalente
a una corriente que fluye a lo largo de una espira circular.
ˆ
M = -
e
Lˆ
L . (2.108)
2m e
ˆ
M = -
e
ˆ = - e m
L
Lz z
2m e 2m e
B m . (2.109)
e eV
5, 6564 x105
2m e T
ˆ B = e ˆ
E B = - M L L B = μB B m (2.110)
2me
ˆ B = e LB
τ = M L . (2.111)
2m e
Vemos entonces, que a partir de la Ecuación 2.110, cada nivel de energía del
electrón se desdobla en 2 +1 niveles en presencia de un campo magnético
externo, y que la separación entre los nivels es proporcional a la magnitud de
B , verificándose de esta manera la observación de Zeeman. Esta se observa
empíricamente a través del desdoblamiento de una línea espectral en tres
líneas muy cercanas o triplete. m
Figura 2.45 Esquema del desdoblamiento de una línea espectral en un triplete. La línea
espectral correspondiente a la transición entre los estados n=2 y n=1 se desdobla en 3 líneas
muy cercanas en presencia de un campo magnético externo.
ˆ Sˆ
e
M s = -g s (2.112)
2m e
cuya componente a lo largo del eje z corresponde a,
μB
M̂ sz = -g S Sˆ z -g Sμ B ms . (2.113)
Vemos que la forma del vector magnético intrínseco es muy similar a la del
ˆ ˆ = - e Lˆ + g Sˆ
ˆ + M
M = M
2m e
TOTAL L S s
ESL = a Sˆ Lˆ (2.114)
e2
a(r) = 2 .
8πε 0 me c2 r 3
ˆ ˆ
E n
= E n
a S L (2.115)
del electrón dado por , en dos niveles muy próximos o doblete (Figura
ˆS Lˆ = 1 Jˆ - Lˆ - Sˆ
2 2 2
2
Sˆ Lˆ 12 2
Sˆ Lˆ 1 2( 1) 2
De este modo la energía total del electrón dependerá no sólo del número
cuántico n si no de también,
E n, =E n + ESL = E n + a 2
1
2
(2.117)
E n, =E n + ESL = E n a( +1)
1 2
E n Z 2 2
2 (2.118)
n ( +1)( +1 2)
en donde es llamada la constante de estructura fina, y es igual a,
e2 1
4πε 0 c 137, 036
Figura 2.46 Esquema de la separación de los niveles de energía que posee distinto de
cero producto de la interacción espín-orbita, dando origen a un doblete. La transición j=0
es poco probable ya que requiere que el electrón invierta su sentido de giro (se necesita de
un torque externo para lograr ese efecto).
E n Z 2 2 3 1
1
ER = (2.119)
n 4n
2
H = H 0 + H SL + H R = H 0 + aS L + H R
y por lo tanto deja de ser un operador lineal.
PROBLEMAS PROPUESTOS
1. Encontrar una expresión algebraica para la velocidad del electrón ligado en
función del radio de la órbita que describe entorno al núcleo.
¿Qué sucede con la energía total del electrón ligado cuando éste aumenta el
radio de su órbita : disminuye, aumenta o se mantiene constante. (justifique
brevemente)
Rnl
r2Rnl2
10. Desde el punto de vista de la mecánica clásica, qué tipo de órbita puede
explicar las siguientes aseveraciones para un electrón ligado al núcleo:
La distancia radial esperada del electrón al núcleo aumenta con valores de
cercanos a cero. El tiempo esperado que el electrón permanece cerca del
núcleo aumenta con valores de cercanos a cero. Justifique su respuesta.
1
acos
3
14. ¿Por qué no es posible que el número cuántico principal tome un valor
igual a cero?
REFERENCIAS
10. Erwin Biser, “Discrete real space”, The Journal of Philosophy, 518-525.
11. Ian J. Miller, “The Quantisation of the Screening Constant”, Australian Journal
of Physics, 1987, 40, 329-46.
12. Joseph B. Keller, “Semiclassical Mechanics”, SIAM Review Vol 27m, No 4,
December 1985 485-504.
13. hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/hbase/hyde.html (16/08/2005)
14. Wave Functions of the Hydrogen-like Atoms, Alexei V. Tikhonenko,
Department of Physics, Institute of Nuclear Power Engneering, Obninsk,
Russia.
15. Estructura Atómica y Enlace Químico, Jaime Casabó i Gispert, Editorial
Reverté, 2002.
16. The Historical Development of Quantum Theory Vol. 3, Joseph Mehra,
Helmut Rechenberg, Springer Verlag, 1982.
17. “Quantum Theoretical Re-interpretation of Kinematics and Mechanical
Relations” W. Heisenberg, Z.Phys July 29 1925. Sources of Quantum
Mechanics.
18. “On Quantum Mechanics”, M. Born, Z.Phys, 34, 858 1925.
19. "The Uncertainty Principle". Robertson, H. P. Phys. Rev. 43: 163–64.
(1929).
20. “Sobre el principio de incertidumbre de Heisenberg entre tiempo y
energía: una nota didáctica”, G.E. Giribet, REVISTA MEXICANA DE
FISICA E 51 (1) 23–30 2005
CAPITULO III
El operador Hamiltoneano para este sistema en el cual los electrones e1- y e2-
se han asociado a los subíndices 1 y 2 toma la siguiente forma:
2
Ze2 Ze2 e2
H 1, 2
2me
4πε r 4πε r + 4πε r
2
1
2
2 (3.1)
0 1 0 2 0 12
2
Ze2 Ze2
H 1, 2
2me
4πε r 4πε r .
2
1
2
2
0 1 0 2
Lo anterior equivale a sumar el efecto del campo del núcleo sobre cada electrón
por separado, sin considerar el efecto de interacción entre los electrones,
denominado efecto de correlación; esto corresponde a:
H 1, 2 H 1 H 2 ,
H 1,2 = H 2,1 .
y (3.2)
H 2,1 ψ n 2,1 = E n ψ n 2,1 .
función de onda que satisface el Hamiltoneano H 1,2 con valor propio En.
Existen dos combinaciones lineales de interés que aseguran que la función de
onda resultante que representa al sistema de electrones sea real y que su
densidad de probabilidades sea simétrica (o equivalentemente antisimétrica)
con respeto de cada electrón. Estas son:
ψS (1, 2) ψSimétrica
1
2
ψn 1,2 + ψn 2,1
y (3.3)
ψA (1, 2) ψ Antisimétrica
1
2
ψn 1,2 - ψn 2,1
Además, cada una de estas dos nuevas funciones de onda posee distintos valores
propios asociados a la energía del sistema. Podemos concluir que para el caso
en que los electrones 1 y 2 estén muy cercanos (por ejemplo, ocupando el
Figura 3.2 Representación esquemática de las dos posibles configuraciones que dos
electrones pueden adquirir para un nivel de energía determinado.
De la Figura 3.2 vemos que para que el sistema pueda hacer una transición
Por otra parte, la función de onda para los electrones e1- y e2- puede además
expresarse como el producto entre la función de onda que representa a cada e-
en un estado cuántico particular (a o b); esto es:
ψ n 1, 2 ψ a 1 ψ b 2
ó (3.4)
ψ n 2,1 ψ a 2 ψ b 1
Pero al igual que antes, y como era de esperarse, vemos que dicha distribución
de probabilidad no es simétrica con respecto de los electrones. Pero,
considerando nuevamente una combinación lineal entre las funciones de onda
ψS ψSimétrica
1
2
ψa (1)ψb (2) + ψ a (2)ψb 1
y (3.5)
ψA ψAntisimétrica
1
2
ψa (1)ψb (2) ψ a (2)ψb 1
ψS
2 1
2 2 2 2
ψ a (1) ψb (2) + ψ a (2) ψb 1 ψ a (1) ψ a (2) ψb 1 ψb (2)
2
ψA
2 1
2 2 2 2
ψ a (1) ψb (2) + ψ a (2) ψ b 1 ψ a (1) ψ a (2) ψ b 1 ψ b (2)
2
Corresponde ahora definir las funciones de onda del sistema que incorporan el
espín de cada electrón. La función que lo representa la designaremos como,
() si ms 1
2
X ms
() si ms 1 2
Al igual que para las funciones de onda del sistema de electrones presentadas
con anterioridad, las funciones de espín deben combinarse linealmente para
obtener funciones que sean simétricas con respecto de los electrones. Existen
cuatro funciones determinadas por la suma de los valores del número cuántico
ms,
MS
n° de e-
ms ,
Estas son:
1 2 si M S 1
1
X S (1, 2) X Simétrica 1 2 2 1 si M S 0
2
1 2 si M S 1
y (3.6)
X A (1, 2) X Antisimétrica
1
1 2 2 1 si M S 0
2
A partir del principio de exclusión de Pauli (esto es, un orbital sólo puede
contener dos electrones siempre y cuando éstos no posean el mismo conjunto
de números cuánticos), es posible deducir que la función de onda total del
sistema de electrones, definida como el producto de la función de onda y la
función de espín, debe ser siempre antisimétrica y por lo tanto debe adquirir
cualquiera de las siguientes dos formas:
1 2
ψS X A
1
ψa 1 ψb 2 ψa 2 ψb 1 1 1 2
2 2
lo cual se simplifica si hacemos a = b
y considerando que las funciones de espín (2) y (1) son ambas igual a cero, obtenemos
una función de onda total distinta de cero e igual a,
lo cual sugiere que esa configuración de estados es posible. De hecho lo es y toma lugar
cuando 2 electrones ocupan un mismo orbital con sus espines antiparalelos, según lo indica
el principio de exclusión de Pauli.
ψTotal = ψA X S 0 ab
0 0
( o ) a
ψTotal = ψA X S 0 ab
a
0 =0
( o )
ψTotal = ψA X S 0 ab b
0 0
( o ) a
ψTotal = ψA X S 0 ab b
0 =0
( o ) a
ψTotal ψS X A 0 ab
0 0
( o ) a
ψTotal = ψS X A 0 ab
0 0
( o ) a
ψTotal ψS X A 0 ab
b
0 =0
( o ) a
ψTotal ψS X A 0 ab
b
0 0
( o ) a
ˆ
E ψ*H(1,2) ˆ H(2)
ψ dr ψ* H(1) ˆ ψ dr
0 0
o equivalentemente,
E a ,b
E a E b (3.9)
1 me Z 2 e4 1 1 1 e2 Z 2 1 1
E n1 ,n 2 + +
2 4 0 2 2 n12 n 22 2 4 0 a0 n12 n 22 .
1 1
E n1 ,n 2 54, 4 + eV
n1 n 2
E1,1 108,8 eV .
E1, 54.4 eV
ˆ =H
H ˆ (0) + H
ˆ (1) (3.10)
(0)
Aquí el operador Ĥ (1) representa una perturbación de primer orden y Ĥ es el
operador lineal del sistema no perturbado cuya función de onda (0) y valor
propio E(0) son conocidos con exactitud. De igual manera, la función de onda
que representa a los electrones en el sistema perturbado puede ser expresada a
partir de la función de onda del sistema no perturbado, (0), más una
perturbación de primer orden, (1).
Hˆ (0)
ˆ (1) ψ(0) + ψ(1) = E(0) + E(1) ψ(0) + ψ(1)
+ H
ˆ (1) ψ(0)
E(1) ψ(0) H (3.13)
ˆ =H
H ˆ (0) + H
ˆ (0) + H
ˆ (1)
1 2
(1) e2
Ĥ =
4πε 0 r12
2
Ze 2
(0)
Ĥ
1 2
1
2me 4πε 0 r1
2
Ze 2
Ĥ (0)
2 2
2
2me 4πε 0 r2
E = E1(0) + E(0)
2 + E(1)
2Z ri
definiendo i , obtenemos la siguiente expresión para la función de
a0
onda aproximada del sistema en su estado fundamental,
3
1 Z +
ψ (1,2) = exp(- 2 1 )
(0)
a0
1s
2
e2
E (1)
ψ (1) ψ (2)
(0)
1s
(0)
1s ψ1s(0) (1) ψ1s(0) (2)
4πε 0 r2 -r1
Expresión que se puede desarrollar en función del vector en este caso como,
2Z (0) e2
E (1)
= ψ1s (1) ψ1s (2)
(0)
ψ1s(0) (1) ψ1s(0) (2)
a0 4πε 0 2 1
6
2Ze2 1 Z exp(- 2 +1 )
2
(4πε 0 )a 0 π a 0 2 1
a 60
6
2Z e 2 1 Z exp(-( 2 +1 )) 2 2
E (1) 2 2 1
2
16 d d
(4πε 0 )a 0 π a 0 64Z6
1 2 1 2
2 5 e
2
E = E (0)
+ E (1)
Z Z
8 4πε 0a 0 .
E = -74.8 eV .
Teoría Variacional
Esta técnica permite incorporar el efecto de apantallamiento del núcleo.
Nuevamente, para el estado fundamental se considera que cada electrón
pertenece a una función de onda 1s, independientemente de que si el sistema
está perturbado o no, pero la cual se expresa en este caso en función de un
número atómico apantallado o número atómico efectivo, Z´. Así, la nueva
función de onda representa a un sistema apantallado y su forma es igual a,
3
1 Z' 2 Z ' ri
ψ1s (i) = exp(- ) (3.14)
π 0
a a 0
nuevamente como ψ(1,2) = ψ1s (1)ψ1s (2) . Así, el valor esperado para la
energía total del sistema en el estado 1s toma nuevamente la forma de un
problema que no considera correlación más el efecto de la correlación
ˆ 0 ψ (1) ψ (2) H
E ψ1s (1) H ˆ 0 ψ (2)
1 1s 1s 2 1s
2 2 Z´e2 2 2 Z´e2
E ψ1s (1) 1 ψ1s (1) ψ1s (2) 2 ψ1s (2)
2me 4πε 0 r1 2me 4πε 0 r2
(Z´-Z)e2 (Z´-Z)e2
ψ1s (1) ψ1s (1) ψ1s (2) ψ1s (2)
4πε 0 r1 4πε 0 r2
e2
ψ1s (1) ψ1s (2) ψ1s (1) ψ1s (2)
4πε 0 r2 r1
Luego, se debe minimizar este valor esperado con respecto del número atómico
efectivo (a veces también llamado defectuoso), Z´, lo que equivale a resolver
un problema de cálculo variacional, lo anterior haciendo,
E
0. (3.15)
Z '
Obteniéndose así una expresión para el número atómico efectivo que minimiza
el valor esperado de la energía,
5
Z' = Z .
16
2
27 e2 e2
E 2.85
16 (4πε 0 )a 0 (4πε 0 )a 0
min
E min
77.456 eV
2
3
2
Eato m
3
( )
Por otra parte la energía del electrón 1 sumada a la energía de correlación considerada dentro
del campo eléctrico del eletrón 2, cuando normalizada corresponde a:
2 2
3
2
1s ( ) Z
2 3
( )
2 2
3
2
1s ( ) Z
2 3
( )
energías de cada electrón según el campo en el que está inmerso (autoconsistente) más la
energía de correlación,
2
3
2
Eato m 1s ( ) 1s ( )
3
( )
En la Figura 3.4 se han graficado para distintos orbitales (1s,2s,2p, 3s, y 3p) los
valores del número atómico efectivo Z´ para distintos valores del número
20
18
16
14
1s
12
Z efectivo
2s
10 2p
3s
8
3p
6
0
0 5 10 15 20
Peso Atómico
Figura 3.4 Gráfico de número atómico efectivo Z´ versus el número atómico para los
elementos desde el He hasta el Ar para los orbitales 1s, 2s, 2p, 3s y 3p.
negativa a mayor valor del número cuántico del electrón como se indica en
la Figura 3.5. A partir de esta observación, se desprende el principio de llenado
de los niveles por parte de los electrones desde los niveles de energía más
negativa hacia los niveles de energía menos negativa. Esta regla se denomina
“building-up” o “Aufbau”. Algunos teóricos han definido la suma entre el
Figura 3.5 La energía de los niveles que adquiere un e- en un átomo polielectrónico se hace
los orbitales más interiores (menor n) o de valor del número cercano o igual
a cero (independiente del valor de n). Lo anterior es debido a que su energía
repulsiva sobre el electrón que ocupa el nivel 2p. Este fenómeno, del cual ya
hemos hablado con anterioridad, se denomina efecto de apantallamiento y
puede expresarse tanto para el átomo de He como otros átomos en estado
fundamental (i.e., no exitado); de la siguiente forma:
Z - σ Atomo E
2
E
´ 2
E Atomo
= Z H H (3.16)
Ejemplo 3.2 Estime el valor de la energía del estado fundamental del He en base
al valor de su factor de apantallamiento.
Recordando que la energía del hidrógeno en el estado fundamental EH es igual a -13,6 eV, la
energía para el átomo de helio en el estado fundamental corresponde a,
13,6
E He = -2 (Z2 2 Z σ σ 2 )
n2
Evaluando para n=1, Z =2 y = 0,2961 obtenemos,
22 2 0, 2962 0, 29622
E He = -27,2 2 54, 4 2
27,2
1 1 12
Lo cual se reduce al valor exacto de la energía total del helio,
medida que Z aumenta, los electrones con mayor valor de logran percibir
mejor la fuerza atractiva del núcleo, y por lo tanto los valores de la energía que
adquieren en cada nivel se acercan más al valor observado en electrones que
ocupan orbitales con valores de igual a cero (orbitales s). Lo anterior se ilustra
esquemáticamente en la Figura 3.7.
Figura 3.7 A medida que Z aumenta se observa que la energía que los electrones adquieren
en orbitales con mayor tiende a estabilizarse cerca del valor correspondiente al de los
niveles s para el mismo valor de n. Por lo tanto las capas K, L, M, etc, estarán conformadas
por diferentes conjuntos de orbitales dependiendo del número Z del átomo.
De este esquema apreciamos que en la zona intermedia (20 > Z > 30) la energía
de los niveles 3d se hace menos negativa que la del nivel 4s dando origen a las
propiedades físico-químicas características de los elementos de transición. El
ordenamiento de los niveles de energía para elementos químicos con Z < 30
obedece a la conocida regla nemotécnica,
1s
2s 2p
3s 3p 3d
4s 4p 4d 4f
Figura 3.8 Esquema nemotécnico para la ubicación relativa de los niveles de energía para
elementos químicos con Z menor que 30. Aquí el nivel 4s se llena antes que el 3d, no obstante
durante la pérdida de electrones el nivel 4s se desocupa previo al 3d.
un orbital con mayor que cero, por ejemplo el nivel 3d ó 3f, su energía
promedio se aproximará a la energía de un átomo hidrogenoide con un valor de
Z igual a 1 como se indica en la Figura 3.9. En este caso sólo se considera la
permanencia del electrón lejos del núcleo (átomo planetario).
Figura 3.9 Los electrones que pueblan orbitales n con valor del número cuántico >2
poseen una energía muy cercana a la de un nivel n en un átomo hidrogenoide con Z igual a
1.
Zeq 2 102
E1 (n=3)=-13,6 2 13,6 2 151,11 eV
n 3
a su vez cuando el e- 3s se encuentra lejos del núcleo su energía se aproxima a la energía de
un electrón en un átomo hidrogenoide con Zeq = 1 para n = 3 y corresponde a,
Zeq 2 12
E 2 (n=3)=-13,6 2 13,6 2 1,51 eV
n 3
0.5
1.0139 10
6
0 0.3 0.6 0.9 1.2 1.5 1.8 2.1 2.4 2.7 3
Distancia radial desde el núcleo
1
0
R 30 (r)r 2 dr 0, 014
y la fracción del tiempo total que el electrón 3s permanece lejos del núcleo corresponde a la
probabilidad acumulada entre r = 0,638 y r = 3,121 (a partir del gráfico de D30 considerando
un valor para el radio de Bohr a0 =1),
3,121
2
0,638
R 30 (r)r 2 0,885
Así una estimación para el valor promedio de la energía del electrón 3s se obtiene como
una ponderación,
H: 1s1
He: 1s2
Li: 1s22s1
Be: 1s22s2
B: 1s22s22p1
C: 1s22s22p2
Figura 40. Configuración electrónica de algunos elementos químicos. Para el caso del átomo
de C, surge la pregunta de cómo se distribuyen los electrones en los orbitales 2p.
La respuesta está dada por la regla de Hund, la cual indica que la configuración
electrónica de menor energía (más negativa) es la que prevalece como estado
fundamental del sistema. Entonces surge una segunda pregunta: ¿cuál es la
configuración electrónica que posee menor energía? La respuesta la
encontramos en la condición de antisimetría de la función de onda total,
impuesta por el principio de exclusión de Pauli, la cual exige que para el caso
en que los electrones están muy lejanos uno de otro, éstos deben poseer el
mismo sentido de giro o espín. Es decir, los orbitales asociados a los números
Ti 2+ : Ar 3d 2 4s 2 ,
debido a que los electrones son removidos primero desde el orbital 4s y no del
3d. Vemos para la configuración resultante que sólo 2 electrones deben poblar
M s 2 μ B
Fe 2+ : Ar 3d 6 4s 2 ,
nuevamente debido a que los electrones son removidos primero desde el orbital
4s y no del 3d. Vemos ahora que 6 electrones deben poblar los 5 orbitales 3d.
La regla de Hund en este caso nos indica que la configuración de mínima
energía corresponderá a,
M s 4 μ B
(c) Como último ejemplo, consideremos un catión de hierro Fe3+ (ión férrico),
su configuración electrónica corresponde a,
Fe3+ : Ar 3d 5 4s 2 .
Aquí nuevamente los dos primeros electrones han sido removidos del orbital 4s
pero el tercero desde el orbital 3d. La regla de Hund nos indica que la
configuración de mínima energía debe corresponder a,
M s 5 μ β .
El hecho de que se remuevan primero los electrones del nivel 4s antes que del
nivel 3d no debe sorprendernos puesto que el nivel 4s al posee un valor de
igual a cero, es decir estos electrones recorren una órbita muy excéntrica y por
lo tanto existe un tiempo en que los electrones permanecen muy lejos del núcleo
(aun más lejos que los electrones 3d) y por lo tanto se favorece la inestabilidad
de éstos frente a cualquier excitación externa.
L = Max( m )
y
S = Max( m s )
J= L-S
2 1 0 1 2
De esta forma el valor de S corresponde a 1 lo que a su vez corresponde a un término 2S+1
igual a 3. El valor de L debe ser igual a 3, asociándole el símbolo F. Finalmente, J toma el
Ti: 3F2.
Energía de ionización
Es la energía que se debe entregar al átomo para remover los electrones más
débilmente ligados por el campo de atracción del núcleo. También, se conoce
En el primer caso se debe aportar la energía equivalente al 2° potencial de ionización del Li,
el cual corresponde a 75,6 eV. En el segundo caso se debe aportar sólo la energía
correspondiente al 1° potencial de ionización que es menor e igual a 24,48 eV para el He.
Además, el Li+ posee 3 protones que actúan sobre sus 2 electrones, mientras que el He posee
2 protones que actúan sobre sus 2 electrones, así la energía de atracción que experimentan
los electrones en el Li tenderá a ser más negativa que la de los electrones en el He.
Esquemáticamente tenemos,
75,6 eV 2° potencial
Li :1s 2 Li 2+ :1s1 Z = 3
He :1s 2 He + :1s1 Z = 2
24,48 eV 1° potencial
Conociendo los Z-1 potenciales de ionziación de un átomo y teniendo presente que el último
potencial es calculable empleando el modelo de Bohr para el átomno hidrogenoide, podemos
entonces realizar la suma de los Z potenciales, la cual corresponde a la energía total de los
electrones ligados al átomo. Para el Li(Z=3), I1 = 5,4 eV y I2 = 75,6 eV.
Z-1
E Total = I
1
i + 13,6 Z2 eV=5,4 eV + 75,6 eV + 13,6 9 eV = 203,4 eV
La energía total de los electrones ligados a un núcleo sin considerar la repulsión entre los
mismos (efecto de correlación) está simplemente dada por la sumatoria de las energías
predicha por el modelo de Bohr para cada electrón. Así para el Li.
1 1
E Total-SR = 13,6 32 2 2 1 2 275,4 eV
1 2
La diferencia entre esta energía sin repulsión y la energía real, corresponde a la energía de
correlación entre todos los pares de electrones ligados al núcleo. En el caso del Li, hay tres
A partir del resultado calculado en este último ejemplo y recordando que para
el He (Z=2) la energía promedio de repulsión por el único par de electrones,
corresponde a 29,8 eV, vemos entonces que la energía de correlación promedio
por par de electrón es función del número atómico del átomo pero que se
mantiene dentro de un orden de magnitud. La siguiente gráfica ilustra la
variación de esta energía promedio según el número atómico.
eV
N° atómico
Figura 3.10 Variación de la energía de correlación entre pares de electrones dentro de un
átomo polielectrónico. Vemos que durante el 1° octeto el valor es creciente a una tasa casi
constante para luego a partir del 2° octeto cambiar dicha tasa.
Afinidad electrónica
De la Tabla 3.5 observamos que los elementos del Grupo VIIB (o halógenos,
flúor y cloro) poseen un valor de la afinidad-electrónica elevado, sugiriendo que
al aceptar a un electrón adicional, estos átomos ven reducida su energía. El
símbolo generalmente usado para denotar esta magnitud es Ea.
Electronegatividad
Corresponde a la tendencia de los átomos para atraer electrones hacia sí. Está
definida por un número adimensional (escala de Pauling) o bien en eV (escala
de Mülliken), el cual mide el poder aceptor de los electrones. La electro-
positividad, al contrario, es la tendencia del átomo a ceder electrones. El
concepto de electronegatividad fue introducido y desarrollado inicialmente en
1932 por el químico estadounidense Linus Pauling (premio Nobel en química,
1954) y posteriormente por Robert Mülliken (premio Nobel en química, 1996)
en 1934. La escala de electronegatividad de Pauling otorga el valor máximo de
3,98 al Flúor y un mínimo de 0,7 al Francio. La escala de electronegatividad de
Mülliken, al contrario, considera un promedio entre el potencial de ionización
y la afinidad-electrónica.
El tamaño del radio del átomo dependerá si el átomo está aislado o coordinado
con otros átomos y que entorno le otorga una cierta vecindad de átomos. Lo
anterior a su vez involucra el entorno del átomo (clase de vecinos cercanos y
lejanos) y el tipo de enlace químico entre éstos. Existen 3 tipos de
clasificaciones para el radio atómico, además del radio de Van der Waals, según
el tipo de enlace y se indican en la Tabla 3.6.
Radio Covalente
Radio Iónico
Tabla 3.7 Valores del radio atómico de algunos elementos según la clase de radio
Li Ti O
nm nm nm
Covalente 0,134 0,136 0,073
Metálico 0,152 0,145
Comparando los valores del radio iónico vemos que éste además es función de
la valencia del átomo (Tabla 3.7). A mayor número de electrones cedidos, el
radio atómico se reduce y viceversa. También se observa, al menos para el Li y
el Ti, que el enlace covalente causa que el radio del átomo sea algo menor que
para el enlace metálico. Lo anterior podría explicarse por la mayor fuerza de
atracción que presenta el enlace covalente frente al metálico en el cual los
electrones de valencia suelen estar deslocalizados. Por último, cabe mencionar
que el volumen de un átomo es otra medida con la cual es posible determinar el
tamaño de un átomo. En materiales cristalinos es posible obtener el volumen de
los átomos que forman un material al conocer la densidad de éste y la estructura
cristalográfica que éstos poseen.
PROBLEMAS PROPUESTOS
7. Para un átomo con número atómico Z y tres e- ligados. Escriba una función
de onda total a partir de las funciones de onda de cada e-, que describa la
dinámica del sistema de manera que los tres e- se encuentren lo más separados
unos de otros. Considere que cada e- individualmente posee una función de
onda ψn (i) con i = 1,2 o 3 donde n representa el estado cuántico en que se
encuentra el e-, n = a, b o c. Además, la función de onda que representa la
componente azimutal del espín de cada e- puede representarse como una
función (i) si su sentido es para arriba o bien (i) si su sentido es para abajo,
con i = 1,2 o 3.
8. ¿Cuál es la diferencia entre la electronegatividad y la afinidad-electrónica?
REFERENCIAS
CAPITULO IV
Algunos elementos, como los gases nobles (Grupo VIII) son considerados
inertes y poseen una muy baja probabilidad de reaccionar químicamente ya que
poseen sus capas o subcapas externas completas. Por lo tanto, estos elementos
poseen un potencial de ionización muy elevado. Algunos ejemplos se observan
en la Tabla 4.1:
He Z = 2 1s2 =0
Ne Z = 10 [He] 2s22p6 = 1,2
Ar Z = 18 [Ne] 3s23p6 = 1,2,3
Kr Z = 36 [Ar] 3d104s24p6 = 1,2,3,4
Pero aún así, existe una atracción entre estos átomos ya que a temperaturas bajas
se pueden condensar en forma líquida. El enlace entre estos átomos a baja
temperatura es del tipo Van der Waals, o sea de naturaleza puramente
electroestática.
Otro ejemplo es el metano CH4 , que posee un enlace covalente entre los átomos
de C y H, el cual es muy fuerte. Pero entre moléculas de metano, la atracción
es muy débil siendo una atracción del tipo dipolar explicando su existencia
como gas. Lo anterior producto de una leve asimetría en la distribución de las
cargas positivas y negativas en la molécula.
Otros ejemplos son, el cloruro de sodio (NaCl), el silicio (Si) y el cobre (Cu)
lo cuales poseen un elevado punto de fusión sobre los 1000°C. Estos elementos
en estado sólido adquieren un enlace iónico, covalente y metálico
respectivamente. En el estado sólido (cristalino) los átomos están ordenados
geométricamente de tal forma de obtener una configuración (estructura) de
mínima energía (energía libre). Entendiendo mínima energía como el valor más
negativo posible. Por lo tanto, la configuración geométrica de los átomos que
forman al sólido tiene un efecto directo en la energía total de éste. Estos tres
tipos de enlaces, iónico (heteropolar), covalente (homopolar) y metálico se
estudiarán con más detalle a continuación.
Enlace iónico
I1
kJ
Na (g) Na e Na + Ne I1 496
consume mol
Cl Ar E a 349
kJ
Cl(g) e Cl
libera mol
Ea
Figura 4.1 Esquema del proceso de ionización del Na y Cl. El Na(g) requiere de una energía
externa igual a I1 (potencial de ionización) mientras que el Cl(g) entrega la cantidad Ea
(afinidad electrónica).
Uo = -Eo
NaCl(s)
Figura 4.2 Diagrama esquemático del proceso de ionización del Na y el Cl a partir de las
especies en estado gaseoso.
Debido a que el catión de Na y el anión de Cl poseen una carga neta con distinto
signo (cargas opuestas z1e- y z2e-), existirá entonces una fuerza de atracción del
tipo coulómbica entre el Na+ y el Cl-, correspondiente a:
z1z 2e2
2
FA = rˆ . (4.1)
4πε 0 r
Donde z es el número de cargas absolutas transferidas desde el catión (+) y
capturadas por el anión (-). La distancia entre los centros de los iones es r y el
signo menos indica que la fuerza es de atracción. Por otra parte, y como se
z1z 2e2 -1
r
W
r
r
FA dr
4πε 0 r
z 2e2 1 1 z 2e2
4πε 0 r 4πε 0 r ,
z 2e2
EpATRACCION (r) Wr
4πε 0 r . (4.2)
Pero, al aproximarse el catión hacia el anión, los protones del núcleo y los
electrones de las capas interiores de cada ión comienzan a percibirse
mutuamente dando origen a una fuerza repulsiva de naturaleza electroestática
(no coulómbica), la cual puede ser expresada de la siguiente forma,
λ r
FR = exp( )(r)
ˆ . (4.3)
ρ ρ
r
Ep REPULSION = λ exp(- ) . (4.4)
ρ
Figura 4.3 Esquema de la distancia de equilibrio entre un catión y un ión. A partir de esta
distancia es posible obtener el valor para los radios iónicos respectivos.
z 2 e2 r
E0 = Ep(r0 ) = EpATRACCION + EpREPULSION = - + λ exp(- 0 ) .
4πε 0 r0 ρ
Ep(r)
FRESULTANTE = =0
r r=r0 (4.5)
Figura 4.4 Superior: Esquema de la fuerza resultante que actúa sobre una molécula
diatómica. Inferior: Esquema de la energía potencial resultante que actúa sobre la molécula
diatómica.
Por último, la energía de enlace del compuesto se define como el negativo de
la mínima energía potencial resultante del compuesto,
U0 = - E 0 . (4.6)
KJ
La energía de enlace del compuesto NaCl posee un valor U 0 = 556 . Si la
mol
U '0 = U 0 - Ι1 -E a ,
1 2e 2 2e 2 2e 2
E1-D - + - +....................
4πε 0 r0 2r0 3r0
1 e 2 1 1 1 1 1
E1-D =- 1- + - + - +............... , (4.7)
2πε 0 r0 2 3 4 5 6
N A M z1z 2e2 -r
E(r) = - + N A M λ exp( ) . (4.8)
4πε 0 r ρ
N A M z1z 2e2 -r
U0 = - N A M λ(r0 ) exp( 0 ) (4.9)
4πε 0 r0 ρ
B
E R (r) = (4.10)
rn
N A M z1z 2e2 1
E 0 = -U0 = - 1- (4.11)
4πε 0 r0 n
Ejemplo 4.1 Encontrar una expresión para el módulo elástico de Young de una
molécula diatómica,
Por definición, el módulo elástico de Young se define como la pendiente de la curva fuerza
resultante versus separación iónica en el punto de separación de equilibrio r = r0, dividido
por la distancia de separación de equilibrio, esto es,
C FRESULTANTE (r)
Y= con unidades de N/m2 o Pa
r0 r r=r 0
C 2 E RESULTANTE (r)
Y=
r0 r 2 r=r 0
z 2e2 r
E RESULTANTE (r) = - + λ exp(- )
4πε 0 r ρ
derivando dos veces con respecto de r, obtenemos,
2 E RESULTANTE z 2 e2 λ r
2 + exp(- )
r 2 4πε 0 r 3 ρ2 ρ
z 2e2 λ r0
Y = C 2 + exp(- )
4πε r
0 0
4
r0 ρ 2
ρ
Además, a partir de la condición de equilibrio se obtiene una expresión para el parámetro
r0
z 2 e 2ρ exp( )
ρ
λ 2 ,
4πε 0 r0
-z 2 e 2 r0
4
Y=C 2 -
4πε 0 r0 ρ .
Finalmente, conocido el valor experimental del módulo de Young para la molécula diatómica
es posible estimar el valor del parámetro C. Conviene recordar que la condición de
estabilidad de un sistema mecánico (e.g., cuerpo rígido o sistema de partículas) está
representado por las segundas derivadas de éste. Cuando el sistema es sacado del equilibrio
este retornará a dicho estado sólo cuando sus segundas derivadas sean todas positivas. En
este caso, a mayor valor positivo de la segunda derivada con respecto de la separación
interatómica mayor será la tendencia a volver al punto de equilibrio o bien mayor será la
rigidez del material (mayor resistencia frente a una perturbación que lo retire del punto de
equilibrio)
(d) (e)
Figura 4.6 Esquema de las cinco estructuras iónicas más communes: (a) sal (NaCl), (b)
cloruro de cesio (CsCl), (c) sulfuro de zinc (ZnS), (d) floruro de calcio (CaF), (e) rutilo
(TiO).
El Ciclo de Born – Haber
Otra manera de obtener la energía de enlace U0 de un material es mediante un
seguimiento de la secuencia de pasos o procesos involucrados en la formación
del compuesto químico a partir de los elementos (en estado natural) que lo
componen. Considerando nuevamente como ejemplo al compuesto NaCl, su
formación toma lugar a partir de un estado inicial [1] en el cual el sodio en
estado sólido (Na(s)) y el cloro en estado molecular gaseoso (Cl 2(g)), ambos a
temperatura y presión atmosféricas, reaccionan químicamente y un estado final
[4] que es el producto de dicha reacción química y que corresponde al cloruro
1
Na s + Cl2 g NaCls
2 ,
ESTADO FINAL
ESTADO INICIAL [4]
[1]
1
Na s + Cl NaCls
2 2 g
1 (1)
Formación
4
(2) (4)
Gasificación Enlace
+
Disociación
Na g + Cl g Na + g + Cl- g
(3)
2 Ionización 3
Figura 4.7. Esquema del ciclo de formación del NaCl a partir de los elementos en estado
natural. El proceso (1) que lleva al estado inicial [1] al estado final [4] es equivalente a la
suma de los procesos (2), (3) y (4).
(4.12)
Δh f = Δh atm-Na + Δh dis-Cl2 + I1Na + E aCl + E 0
kJ
Entalpía de formación: Δh f 411 , la cual se obtiene mediante calorimetría
mol
al reaccionar los elementos en estado natural bajo condiciones de temperatura y presión
atmosférica. El signo negativo indica que el sistema entrega energía al formar el compuesto.
kJ
Entalpía de atomización: Δh atm = 108 , la cual está asociado a la reacción,
mol
Na s Na g . Esta magnitud es semejante al calor de vaporización, por lo tanto hay que
entregar energía al sistema.
kJ
Entalpía de disociación: Δh dis = 121 , la cual está asociada a la reacción,
mol
1
Cl 2 g Cl g -. Esta magnitud representa la energía del enlace molecular.
2
kJ
Potencial de ionización: I = 496 , el cual está asociado a la siguiente reacción,
mol
Na g Na g e , como ya se ha definido anteriormente, esta magnitud representa
la energía necesaria para remover uno o más electrones del átomo neutro.
kJ
Afinidad electrónica, E a = -349 , la cual está asociado, a la siguiente reacción,
mol
Cl g e Cl g , como ya se ha definido anteriormente, esta magnitud representa
la energía entregada por el átomo neutro cuando se le agrega uno o más electrones
adicionales.
kJ Número de e-
Experimental Teórico ( )
mol transferidos
NaCl 787 747 z1 z 2 1 1
Figura 4.9. Esquema de los niveles de energía (o entalpía) en un ciclo de Born-Haber para el
NaCl.
Enlace Covalente
H C H
O
S=0
O
Figura 4.11 El átomo de azufre en este caso forma un enlace doble con uno de los átomos de
oxígeno compartiendo 2 electrones de valencia, pero con los otros 2 átomos de oxígeno éste
forma un enlace cediendo un electrón a cada oxígeno. El símbolo para esta molécula es
[SO3]2-.
Enlace monocovalente
Bajo esta clasificación, cuando dos átomos forman una molécula, ningún átomo
se adueña de los electrones enlazantes para formar una capa externa completa,
sino que por el contrario ellos comparten los electrones en un enlace – valencia
(teoría de Heitler–London) o en un orbital molecular (teoría de Hund –
Mulliken). El caso más simple de una unión monocovalente ocurre en la
molécula de hidrógeno, H2.
HA + HB HA : HB
electrones igualmente compartidos
En este caso tenemos dos protones (núcleos A y B) y dos electrones e-1 y e-2
como se muestra esquemáticamente en la Figura 4.12.
Figura 4.12 Esquema de la interacción entre los electrones que los átomos A y B aportan al
enlace monocovalente y los respectivos núcleos.
e2 1 1 1 1 1 1
Ep = - - ' - - ' + + . (4.13)
4πε 0 r1 r1 r2 r2 r0 r12
e2 1 1 1
Ep = - - ' + . (4.14)
4πε 0 r1 r1 r0
al nivel cero de energía y por lo tanto existe una atracción neta en la molécula
la cual la hace estable.
1s 1s
Figura 4.14 Los átomos A y B se encuentran inicialmente separados una distancia infinita,
cada uno con un electrón de valencia el cual es representado por una función de onda
relacionada con el orbital 1s.
AB a A b B . (4.15)
E E
0y 0 a 2 b2
a b
b
2
y a 1 a b .
AB _ enlace A B a
y
AB _ antienlace A B a .
AB ENLACE I II a , (4.16)
AB ANTIENLACE I II a , (4.17)
AB ENLACE 2I 2II 2 I II a 2 .
2
(4.18)
AB ANTIENLACE 2I 2II 2 I II a 2 .
2
(4.19)
(a) (b)
Figura 4.16 Esquema de la distribución de probabilidades asociada a los orbitales de enlace
(izquierda) y antienlace (derecha). Para el primer caso la probabilidad de encontrar una
densidad electrónica entre los núcleos es finita, pero para el segundo caso dicha probabilidad
es nula.
(a) (b)
Figura 4.17 Esquema de la densidad electrónica en una molécula diatómica para los orbitales
de enlace y antienlace.
Figura 4.18 Esquema de la energía potencial asociada a los orbitales de enlace y antienlace
en función de la separación entre núcleos.
Figura 4.19 Esquema de los enlaces moleculares tipo . Estos pueden ser de enlace o de
antienlace *.
Figura 4.20 Esquema de los enlaces moleculares tipo . Estos pueden ser de enlace o de
antienlace *.
Estabilidad molecular
A continuación estudiaremos la estabilidad de diversas moléculas diatómicas
covalentes en base a la teoría del enlace molecular. Podemos adelantar que los
electrones de valencia ocupan orbitales moleculares y el enlace de la molécula
resulta de un exceso neto de orbitales moleculares enlazantes ocupados en
comparación al número de orbitales moleculares antienlazantes ocupados.
Figura 4.21 Diagrama de los niveles de energía involucrados en la formación del enlace
molecular del H2.
En el caso del helio, sabemos que este elemento existe en la naturaleza en forma
atómica y no molecular. El análisis de los orbitales moleculares nos indica que
el He2 es inestable puesto que tanto el orbital enlazante 1s y el antienlazante
*1s están ocupados con 2 electrones cada uno provenientes de los 4 electrones
Figura 4.22 Diagrama de los niveles de energía involucrados en la hipotética formación del
enlace molecular del He2.
*1s
Figura 4.23 Diagrama de los niveles de energía involucrados en la formación del enlace
molecular del He2+.
orbital 1s y el 1s, los cuales se encuentran llenos y por lo tanto no aportan
enlace neto a la molécula. Ahora es el orbital molecular enlazante 2s el cual
está lleno con los electrones de valencia provenientes de cada átomo de Li (nivel
2s) mientras que el orbital molecular antienlazante *2s está vacío y contribuye
a la estabilidad de la molécula.
Figura 4.24 Diagrama de los niveles de energía involucrados en la formación del enlace
molecular del Li2.
Figura 4.25 Diagrama de los niveles de energía involucrados en la formación del enlace
molecular del Na2.
Podemos ver que existe un total de cuatro electrones que aportan enlace a la
molécula de O2. Este número surge de la resta entre los 6 electrones de valencia
que ocupan los orbitales enlazantes 2p, y2p y z2p y los restantes 2
electrones de valencia que ocupan los orbitales antienlazantes y*2p y z*2p.
La Figura 4.26 muestra la distribución de los electrones de valencia dentro de
los orbitales moleculares que contribuyen al enlace. Cabe destacar que no es
necesario que los electrones de valencia se encuentren de forma antiparalela
dentro de un orbital molecular para contribuir al enlace o al antienlace.
Figura 4.26 Diagrama de los niveles de energía involucrados en la formación del enlace
molecular del O2. Los electrones de valencia que ocupan los orbitales y*2p y z*2p están
desapareados producto de la regla de Hund.
Enlace covalente-polar
El enlace molecular del H2, F2, O2 y N2 corresponde al tipo covalente puro. Pero
el enlace covalente del HF, H2O, NH3 y CH4 posee un grado considerable de
carácter iónico debido a la asimetría en la densidad electrónica. Es decir, como
distribuye la carga eléctrica en el espacio y en el tiempo. Es posible cuantificar
este efecto mediante la medición del momento dipolar de la molécula, , el cual
corresponde al producto de la carga de los electrones y núcleos y la distancia
entre sus centros de acción. De la Figura 4.27 vemos que la molécula de agua
(H2O) posee un momento dipolar muy alto y cercano al del fluoruro de
hidrógeno (HF) que es el constituyente principal del ácido hidrofluórico.
También podemos notar que el agua posee incluso un momento dipolar mayor
H H H
H F H O H N H C H
H H H
HF H2O NH3 CH4
Fluoruro de Agua Amoniaco Metano
Hidrógeno
1.91 1.84 1.47 0
Figura 4.27 Esquema de algunas moléculas que presentan enlaces covalentes y que además
poseen un cierto carácter polar representado por el valor de su momento dipolar. En el caso
del metano, el hecho de que su momento dipolar es igual a cero no implica que su carácter
iónico también lo sea.
0.25 X A X B
2
Hibridación
Como ya se mencionó anteriormente, los orbitales atómicos que poseen el
mismo número cuántico principal y diferente momentum angular pueden
combinarse resultando en un aumento en la coordinación o número de enlaces
que el átomo puede formar con sus vecinos cercanos. La hibridación explica la
pregunta siguiente ¿Por qué se forma el CH4 y no el CH2? La configuración del
C es 1s22s2px1py1 y por lo tanto sólo hay dos electrones disponibles para formar
enlaces. Pero si un electrón del orbital 2s es promovido al orbital 2p se alcanza
una configuración electrónica final de mayor energía igual a 1s22s1px1py1pz1,
obteniéndose cuatro electrones desapareados todos con espín paralelo.
Así, el carbono logra coordinarse con cuatro átomos de hidrógeno
simultáneamente para formar la molécula de metano, CH4. A los cuatro
orbitales enlazantes así formados se le denomina orbitales híbridos sp 3. Cada
uno de estos orbitales híbridos poseen una función de onda específica distinta
de las funciones s y p. La secuencia de formación de estos orbitales híbridos
puede representarse esquemáticamente:
Figura 4.28 La hibridación de orbitales que conlleva el átomo de carbono permite que su
valencia aumente de 2 a 4 electrones y por lo tanto pueda coordinarse tetrahédricamente con
otros átomos de su especie (diamante) u otras especies (SiC, CH4 etc).
Figura 4.29 Las moléculas de etileno y acetileno son consecuencia de una hibridación sp2 y
sp1 del átomo de carbono. La primera otorga una coordinación en el plano mientras que en
la última la coordinación es lineal.
Resonancia
Otro fenómeno que permite dar mayor estabilidad a las moléculas covalentes
es la resonancia. Este se refiere a cuando la estructura del enlace cambia de una
configuración a otra alternadamente y rápidamente (alta frecuencia). Lo
anterior con un aumento en la energía de enlace de la estructura, es decir con
una reducción en su energía total. Durante la resonancia molecular, puede tomar
lugar una alternancia en la naturaleza del enlace de iónico a covalente, sobre
todo en moléculas polares. Un ejemplo muy citado es la estructura del benceno
C6H6 (molécula aromática) cuya morfología es la de un anillo con enlaces
hibridizados, que se alternan entre sp2 y sp3 .
Figura 4.30 Estructura del benceno. Los enlaces covalentes entre los átomos de carbono se
alternan en el tiempo y espacio entre un enlace simple y uno doble.
E A B
1
E A A E B B (4.21)
2
En donde EA-A y EB-B corresponde a las energías de enlace covalente de las
especies A y B, además de la fracción relativa es de un 50% en cada caso.
E A B E A B
1
E A A E B B 0 . (4.22)
2
E A B 96 .5 X A X B kJ/mol.
2
(4.23)
Enlace Metálico
Figura 4.31 El sólido metálico simplificado como una nube de electrones libres que se
desplazan entre los iones que permanecen en posiciones fijas.
qk
q
p
0 pk
1s
Figura 4.33 Esquema de los niveles de energía de los orbitales atómicos presentes en un
átomo de hidrógeno. El nivel 1s posee una energía de -13,6 eV.
Para una molécula de hidrógeno (H2), los electrones ocupan niveles de energía
determinados por los orbitales moleculares como se indica en la Figura 4.34.
Figura 4.34 Esquema de los niveles de energía de los orbitales moleculares presentes en un
átomo de hidrógeno.
de exclusión de Pauli, esto es, dos electrones por estado con espín opuesto. Los
N orbitales deslocalizados se extienden por todo el sólido formando de esta
forma una banda de energía. Los orbitales atómicos más distantes del núcleo
(mayor número cuántico n) son los primeros en desdoblarse en una banda de
energía. Los orbitales atómicos que poseen número cuántico n pequeño
permanecen localizados. Los estados de la banda de energía son llenados
secuencialmente por los electrones de valencia, formando así la banda de
valencia, los estados que permanecen desocupados por sobre el techo de la
banda de valencia forman una banda de conducción. A cero grado Kelvin el
nivel de energía que corresponde al techo de la banda de valencia se denomina
nivel de Fermi. A temperaturas mayores que cero Kelvin los electrones en la
banda de valencia pueden excitarse y ocupar niveles de menor energía por sobre
el nivel de Fermi, al último estado o nivel de energía ocupado a una cierta
temperatura se le denomina Highest Occupied Molecular Orbital o
abreviadamente el nivel HOMO.
Banda semillena
1s 1s 1s 1s
Figura 4.35 La banda de energía nace de la superposición de múltiples orbitales atómicos los
cuales se desdoblan en estados con energía muy cercana formando un continuo de energía.
La banda de energía se divide en una banda de valencia (BV) y otra de conducción (BC)
según donde se ubique el nivel de energía menos negativo ocupado por el último electrón de
valencia disponible.
3p
+
3s
2p
Figura 4.36 A medida que los orbitales atómicos se aproximan durante la formación del
sólido, los con mayor número cuántico n comienzan a desdoblarse antes que los de menor
número cuántico n. Para el sodio, los orbitales 3p forman la banda 3P antes que los orbitales
3s formen la banda 3S. La banda 2P se forma a distancias interatómicas menores que la
distancia interatómica de equilibrio ro. Las bandas 1S y 2S no existen ya que los electrones
que ocupan los orbitales atómicos 1s y 2s permanecen localizados a cada núcleo.
Como se observa en la Figura 4.36 la banda 3S se solapa con la banda 3P. Esta
característica desempeña un rol fundamental en la estabilidad del sólido y por
lo tanto en la conductividad eléctrica de metales tales como el magnesio (Mg),
el cual posee 2 electrones de valencia 3s2 por átomo, por lo que la banda de
energía 3S estaría completamente llena sin permitir la movilidad de los
electrones en esa banda al no existir estados vacíos disponibles. Pero el
solapamiento de esta banda con la siguiente banda 3P aumenta los estados
disponibles permitiendo a los electrones de valencia desplazarse a una banda
completamente vacía sin tener que sobrepasar una barrera de energía muy
elevada y por lo tanto permitiendo la conductividad electrónica en ese sólido a
temperatura ambiente. La separación entre niveles de energía es del orden de
10-9 eV.
Densidad de estados
Los estados cuánticos dentro de la banda de valencia en un metal, pueden
obtenerse a través del modelo del electrón en la caja de potencial 3D
R 2 n12 n 22 n 32
(4.25)
N ec 2me 8me
3/ 2 3/ 2
3
nec 2 2 E n1 ,n 2 ,n3 E2
a 3
6π 6 h2 (4.27)
3
dn 8m 2
N ( E ) ec 2e E DOS (4.28)
dE 4 h
N(E)
E
Figura 4.37 Esquema de la tendencia para la densidad de estados cuánticos.
Por otro lado, a partir de la ecuacuón 4.27 es posible determinar el valor del
nivel de energía de Fermi, conociendo la densidad volumétrica de estaso,:
2
h2 6 3
EF nec
8me (4.29)
La densidad volumétrica de estados cuánticos, nec, puede calcularse a partir
del número de electrones de valencia que están contenidos en un cierto
volumen de cristal, o bien a partir del volumen de la celda unitaria y el
número de electrones que aporta cada átomo contenido en su interior.La
Tabla 4.5 entrega los valores para EF para distintos metales.
1
P(E) = E-E F (4.30)
1 + exp
k BT
T>0K
e- libres en banda de conducción
Figura 4.38 La función de Fermi señala como los electrones distribuyen en los niveles
superiores al nivel de Fermi para una cierta temperatura T mayor que el cero absoluto.
F(E)
E EF
Figura 4.39 Esquema de la distribución electrónica en torno a la energía de Fermi a una
cierta temperatura.
F(E) =2xN(E)xP(E)
Sólidos semiconductores
A cero grados Kelvin la banda de energía está completamente llena pero la
siguiente banda de energía está completamente vacía, existiendo una brecha de
energía Eg entre ambas bandas con una magnitud de 1 a 2 eV. Esto es muy
común en materiales covalentes puros tales como el Si, Ge entre otros. Esta
brecha de energía corresponde a la energía que mantiene localizados a los
electrones de a pares en el enlace covalente. Por lo tanto para liberar a estos
electrones es necesario romper el enlace, es decir superar la brecha de energía
en el semiconductor. Luego, a 0 grados Kelvin la conducción eléctrica sólo
ocurre si se aplica suficiente energía mediante un campo eléctrico a los
electrones localizados que ocupan el techo de la banda de valencia de manera
de excitarlos a la banda más próxima, en donde hay disponibilidad de niveles
libres y menos negativos. El nivel de Fermi en esta situación se encuentra dentro
de la brecha de energía Eg, entre la banda de valencia y la de conducción. La
Figura 4.41 ilustra esquemáticamente la formación de la brecha de energía entre
las bandas 2P y 2S, entorno a una separación interatómica de ao, distancia a la
cual se produce el enlace covalente producto de la hibridación entre los orbitales
2s y 2p, para dar paso a cuatro orbitales 2sp3, y que permiten formar la típica
estructura tetraédrica o cúbica diamante encontrada en el silicio y carbono.
Figura 4.44. Esquema ilustrativo de una junta n-p usada como celda foto-voltaica.
Sólidos aislantes
La estructura posee nuevamente dos bandas, una de las cuales está llena y la
otra vacía pero separadas por una brecha de energía elevada de varios eV. El
nivel de Fermi también se ubica en el interior de la brecha de energía. Ahora
bien, la aplicación de un campo eléctrico o el aumento en la temperatura del
sólido no son suficientes para lograr promover a los electrones desde la banda
Resistividad eléctrica
La resistividad eléctrica de un sólido, en ohms*cm, aumenta con la
temperatura en sólidos conductores pero en sólidos semiconductores esta
disminuye. En el primer caso se debe a que los electrones libres en el conductor
(metal) chocan contra los iones con mayor frecuencia a mayor temperatura,
pues los iones se desplazan desde sus posiciones de equilibrio con mayor
velocidad. En el caso de un semiconductor, la difusión de los agujeros aumenta
Superconductividad
Finalmente, la superconductividad aparece a temperaturas muy cercanas al 0 K,
pero en el caso de compuestos como el Nb3Sn ésta ocurre a una temperatura
algo mayor cercana a los 18 K. Pero también existen compuestos como el
YBCO que se hacen superconductores a la temperatura del nitrógeno líquido 77
K. El fenómeno de superconductividad está asociado al efecto Meissner, por el
cual los materiales que se hacen superconductores a cierta temperatura se hacen
impermeables a cualquier campo magnético B externo que se les aplique, como
se ilustra en la figura 4.47.
En 1935 los hermanos London proponen una teoría para el efecto Meissner, la
cual define la forma que debe tener el campo magnético que permea dentro de
un material,
1
2 B B
L2 (4.32)
2°Ley de Newton
m e dJ
E=
n ece 2 dt
PROBLEMAS PROPUESTOS
1 1 1 dFRESULTANTE
K= y el módulo de Young como,
19 Navg r0 dr ro
(1+ )(1-2 )
E Y = 3K
(1+2 )
REFERENCIAS
CAPITULO V
Sólidos Cristalinos
Sistemas cristalinos
Figura 5.1 Esquema de una celda unitaria en tres dimensiones y el rango de simetría que esta
puede tener.
Tetragonal 7 grupos:
Primitiva (P) abc
1 eje de
Centrada en el cuerpo (C)
90 4, 4 , 4/m, 42, 4mm,
orden 4
4 2m, 4/mmm
Romboédrico 5 grupos:
1 eje de
abc 5: 3, 3 , 32, 3m,
Primitiva (P) orden 3
90
3m
Cúbico
5 grupos: 4 ejes de
abc orden 3
23, m3, 4 32,
Centrada en el cuerpo (I)
432, m, 3 m
8 ejes de
orden 4
9 planos
Centrada en las caras (C) especulares
De esta forma una estructura cristalina queda determinada por una de las 14
mallas de Bravais y un entorno atómico o base asociada a cada punto de la malla.
El entorno atómico puede estar formado por más de un átomo y de distintos
tipos, los cuales se encuentran distribuidos espacialmente formando un patrón,
el cual se repite en torno a cada punto de la malla. En la Figura 5.2 se ilustra un
ejemplo de una estructura cristalina bidimensional.
Los grupos espaciales representan todas las posibles estructuras en las cuales un
cristal puede existir. Estos son determinados a partir de todas las de mallas y
combinaciones de simetría. En el espacio tri-dimensional en total hay 230 grupos
espaciales que resultan de la combinación de las 14 mallas de Bravais, los 32
grupos puntuales y los ejes y planos de deslizamiento (g) y ejes de torsión (s).
En el plano bi-dimensional existe un total de 10 grupos puntuales (1, 2, 3, 4, 6,
m, 2mm, 3m, 4mm y 6mm) y el total de mallas de Bravais es de 5
correspondientes a: oblicua, rectangular primitiva, rectangular centrada,
cuadrada y hexagonal. Si además se consideran los ejes de deslizamiento (g), en
total hay 17 grupos planares en un espacio bi-dimensional.
Figura 5.2 Una estructura cristalina bidimensional es formada por una malla de puntos
bidimensional en la que a cada punto de malla se le asocia una base o entorno de átomos.
a a
De ésta estructura vemos que cada átomo de carbono está coordinado con otros cuatros
átomos de la misma especie, formando un tetraedro. Al inspeccionar esta estructura vemos
que es posible generarla mediante una malla de Bravais cúbica centrada en las caras (FCC)
3
más una base consistente en dos átomos separados una distancia igual a a a lo largo
4
de una dirección espacial [111]. Uno de los átomos está centrado en los puntos de la malla
de Bravais. Esto es,
[111]
= + 3
a
4
son funciones de los radios atómicos de las especies que forman el sólido. De
esta forma para la estructura atómica que es representada por la malla de Bravais
cúbica centrada en el cuerpo o BCC (body centered cubic) la posición de un
átomo vértice es 0,0,0 ; 1,0,0 ; 0,1,0 ; 0,0,1; 1,1,0 ; 1,0,1 ; 0,1,1 y 1,1,1. La
posición del átomo centrado en el cuerpo corresponde a ½, ½ , ½ (ver Figura 5.3
(a)). Para una estructura atómica que coincide con la malla de Bravais cúbica
centrada en las caras o FCC (face centered cubic) la posición del átomo en la
cual se ubica la referencia del sistema de ejes XYZ corresponde a 0,0,0 mientras
que la posición de algunos de los átomos ubicados en los centros de cara son
½,½,0 ; 0,½,½ y ½,0,½ (ver Figura 5.3 (b)).
0,1,1
0,0,1
1,1,1
½, 0, ½ ½,0,½
½, ½,½ 0,0,0 0,0,0
½, ½,0
1,1,0 1,0,0
(a) (b)
Figura 5.3 (a) Malla BCC indicando las coordenadas de sus 5 puntos de malla (b) Malla
FCC indicando las coordenadas de 4 de sus 12 puntos de mallas.
Obtenidos los valores de los números u´, v´ y w´, luego se remueven las
fracciones reduciéndolas a un conjunto de números enteros de valor mínimo y
que mantienen la misma proporción. Estos números se encierran en paréntesis
cuadrados. Las componentes negativas se incorporan con una barra sobre el
número.
´ ´
Figura 5.4 Una dirección correspondiente al vector OA está determinada por un conjunto de
tres números enteros u´, v´ y w´ que son fracciones de las magnitudes de los parámetros de la
celda unitaria.
X Y Z
3 4
3 [ 4 ]
Nesquinas N caras
Npuntos = + Ninterior +
8 2
Figura 5.5 Representación de una celda unitaria correspondiente a una estructura atómica
cúbica con átomos centrados en las caras. Cada arista tiene un largo a que corresponde al
parámetro de la red. En cada cara los 5 átomos son tangentes entre si.
El plano (110) (ver Figura 5.6) es donde existe tangencia entre los átomos y por
lo tanto es donde se puede encontrar la relación entre el radio atómico y el
parámetro de la red a. Esta relación viene dada por,
4R = a 2
Figura 5.6 Esquema de un plano (100) cortando una celda unitaria de parámetro a. La
tangencia entre los átomos que forman la celda permite encontrar una relación entre el radio
atómico y el parámetro de la red.
El plano con mayor densidad atómica para esta estructura corresponde al plano
(111), el cual se indica en la Figura 5.7, el cual corresponde a un triángulo
equilátero de base a 2 .
Figura 5.7 Representación de un plano (111) el cual está contenido en el interior de la celda
unitaria FCC. Este plano corresponde a un triángulo equilátero de base a 2 .
2 R 2 2 R 2
DA 0,907
1 3 2 3
a 2 a 2 cos(30) 16 R 2
2 4
4 a3
4
4 / 3 R 3 4 3 (2 2)3 16 1
FEA = 3
= 3
= = = 0,74.
a a 3 16 2 3 2
Por otra parte, la densidad de masa se define como la razón entre el peso total
de los átomos contenidos dentro de la celda unitaria y el volumen de la celda
unitaria. Esto es,
nA
= , (5.3)
VC N AVG
= 2718 kg / m3
Figura 5.8 Representación de una celda unitaria correspondiente a una estructura atómica
cúbica con un átomo centrado en el cuerpo. Cada arista posee un largo a que corresponde al
parámetro de la red.
Nesquinas
Npuntos = + Ncentros
8
8 átomos
= +1 =2 .
8 celda
Para esta estructura, el plano (110) es el que indica la relación entre el radio
atómico R y el parámetro de la red a,
Figura 5.9 Esquema de un plano (110) en donde se observa la tangencia entre los átomos
esquina y el átomo centrado en el cuerpo a lo largo de la dirección [111].
2 R 2 2 R 2 6
DA 2
2
0,83
a 2 16 R 16 2
2
3
densidad de masa (Ecuación 5.3) . El peso atómico de ese elemento es igual a AFe = 55,847
gr/mol. De esta forma el radio atómico para el hierrro- corresponde a,
1
gr 3
2 55,847
RFe- = mol = 1.242*10-9 m
7840 kg 64 atomo
6, 02 1023
m 3
27 mol
(110)
(001)
Figura 5.11 Representación de la ubicación del átomo interior sobre el plano basal (001) de
máxima compactación y en el plano (110).
De la Figura 5.10 vemos que el átomo interior está ubicado justo sobre la
depresión formada entre 3 de los 4 átomos basales. Así, los 3 átomos basales y
el átomo interior forman un tetraedro y por lo tanto el centro del átomo interior
yace a 2/3 del centro del átomo vértice basal. Como mencionamos
anteriormente el átomo interior además está a una altura c/2 desde el plano
basal.
De esta forma podemos obtener la relación entre los parámetros a y c. Para esto
es necesario considerar el triángulo rectángulo que se forma entre los centros de
los átomos interior y vértice basal y la proyección del centro del átomo interior
sobre la diagonal mayor de la base de la celda. Esta diagonal posee un largo
igual a,
d= a 3
1 2 a
x = a 3 =
2 3 3
2 3
La celda primitiva
Esta corresponde a la celda unitaria que posee sólo puntos o átomos de la red
cristalina en sus esquinas o bien un solo punto o átomo en su interior. Por lo
tanto posee un único punto de red por átomo en su interior. Para la estructura
FCC la celda cúbica corresponde a la malla romboédrica con un parámetro de
a
red igual a . En este caso el volumen de la celda primitiva asociada a la
2
C
C
C C
0 y
Miller (1 0) (010) Miller
Miller-Bravais (1 00) (01 0) Miller-Bravais
(100) Miller
(10 0) Miller-Bravais
x
Figura 5.14 Representación de 3 planos paralelos al eje z en el sistema Miller y en el sistema
de Miller-Bravais. La incorporación de un tercer eje de coordenadas t a 120° con respecto de
los ejes x e y, permite aumentar el conjunto de índices y representar planos equivalentes.
Figura 5.15 Esquema del fenómeno de difracción de un haz incidente sobre un cristal.
Los átomos en los planos (100) interactúan con los fotones incidentes y los reflejan en
un ángulo correspondiente al ángulo de incidencia. Los fotones difractados que
emergen del cristal interactúan constructivamente y destructivamente formando un
patrón de intensidades para diversos ángulos de difracción 2.
AB + BC = n λ . (5.4)
Para un sistema cúbico la distancia interplanar dhkl está dada por la expresión,
a
dhkl = , (5.7)
h 2 + k 2 + l2
Figura 5.16 Esquema del espaciamiento interatómico entre planos de la familia {100}.
a
d100 = =a
1
a
d110 =
2
a
d111 = .
3
λ h 2 + k 2 + l2
a= . (5.8)
2 senθ
d110 1 0 0 1
.
d100 11 0 2
Así,
{200}
Figura 5.17 El rayo B que es difractado por el plano de átomos centrados en el cuerpo de
la celda producirá una interferencia destructiva con los rayos A y C provocando que no
se obtenga difracción resultante para el plano (100) en la estructura BCC.
Para la estructura cúbica, los planos que conllevan a una interferencia
constructiva según el tipo de estructura son los siguientes:
1
h2 k2 l2
dhkl = 2 + + . (5.9)
a b2 c2
2 Sen h k l h 2 + k 2 + l2 a nm
2 Sen h k l h 2 + k 2 + l2 a nm
2 Sen h k l h 2 + k 2 + l2 a nm
300
250
200
Intensidad
150
100
50
0
0 10,000 20,000 30,000 40,000 50,000 60,000 70,000 80,000 90,000 100,000
Angulo de difracción
PROBLEMAS PROPUESTOS
4. En la celda unitaria FCC determine y dibuje la dirección que pasa por el sitio
intersticial octaédrico central y cualquiera de los 8 sitios intersticiales
tetraédricos contenidos en la celda. Determine los índices (h k l) y dibuje un
plano perpendicular a dicha dirección.
REFERENCIAS
1. Estructura Atómica y Enlaque Químico, Jaime Casabó i Gispert, Editorial
Reverté, 2002.
2. An Introduction to Materials Science and Engineering, K. Ralls, T.
Courtney, J. Wulff, John Wiley 1976.
3. Materials Science on CD-ROM, Matter Project University of Liverpool,
Chapman & Hall 1997.
4. Electrón Microscopy and Analysis, P. Goodhew, F. Humphreys, Taylor &
Francis, 1992.
5. Fundamentals of Ceramics, Michel Barsoum, McGraw Hill, 1997.
6. The Principles of Engineering Materials, C. Barret, W.Nix and A. Tetelman,
Prentices Hall 1973.
7. Introducción a la Ciencia e Ingeniería de los Materiales, W. Callister, Ed.
Reverte, 1995.
8. Microstructural Characterization of Materials, D. Brandon, W. Kaplan, John
Wiley, 1999.
9. Wikipedia, the free encyclopedia.
CAPITULO VI
Defectos Puntuales
Vacancias
Una vacante en la red cristalina llamada también vacancia corresponde a un
lugar normalmente ocupado por un átomo que se encuentra ausente. La
población de vacancias Nv en equilibrio térmico (T = cte) está dada por una
relación del tipo de Arrhenius.
Gv
N v = N 0 exp(- )
KB T (6.1)
Sitios intersticiales
Otro tipo de defecto puntual está asociado a los sitios intersticiales, los que
corresponden a un espacio vacío dentro de la celda unitaria de pequeñas
dimensiones que ordinariamente no está ocupado. En la realidad todo el
espacio del material está ocupado por los átomos pero la densidad electrónica
de un átomo decae fuertemente desde el radio atómico y por lo tanto es
posible encontrar regiones en el material donde la densidad de electrónica es
muy baja. Estas regiones permiten la inserción de un átomo de la red o
externo.
Figura 6.2 Esquema de una celda FCC indicando la ubicación de los sitios octaédricos y
tetraédricos.
Figura 6.3 Esquema de una celda BCC indicando la ubicación de los sitios octaédricos
centrados en cada cara.
Atomo auto-intersticial
El átomo auto-intersticial es un defecto puntual asociado a los sitios
intersticiales y corresponde a un átomo del cristal que se ha desplazado a uno
de los sitios intersticiales del cristal. Estos átomos producen distorsiones de la
red cristalina relativamente grandes generando un campo de deformación de
compresión radial. No son muy comunes y existen en pequeñas
concentraciones menores que en el caso de las vacantes de red.
intersticio
átomo
intersticial
Atomos de impureza
Los materiales puros no existen en la naturaleza, siempre hay impurezas
presentes en los cristales en la forma de defectos puntuales. El átomo de
impureza puede ubicarse en los sitios intersticiales o reemplazar un átomo de
la red directamente. En 1 m3 de material, estadísticamente hay presentes del
orden de 1022 a 1023 átomos de impureza presentes. En la producción de
aleaciones, se añaden intencionalmente átomos extraños para conseguir un
material con características específicas: resistencia mecánica, conductividad
electrónica, resistencia a la corrosión. Por ejemplo, con la aleación de plata
92.5% Ag y 7.5% Cu, se logra dar mayor resistencia mecánica (dureza
Soluciones sólidas
Estas se forman al adicionar átomos de soluto a un material solvente. La
estructura cristalina se mantiene sin formar una nueva estructura, o fase y la
mezcla es completamente homogénea. Al formar una aleación entre dos
elementos o compuestos, se define como átomo solvente al elemento o
compuesto en mayor cantidad y que actúa como matriz disolviendo los átomos
de impurezas. Por otra parte el átomo soluto corresponde al elemento o
compuesto en menor cantidad que se disuelve en la matriz solvente.
Se pueden diferenciar dos tipos de soluciones sólidas: la solución sustitucional
y la solución intersticial. En la primera el átomo soluto reemplaza o sustituye a
los átomos del solvente provocando un campo de deformación de compresión
o tracción dependiendo del tamaño del átomo soluto relativo al del átomo
solvente. Un ejemplo clásico corresponde a las aleaciones de Cu-Ni. Una
aplicación industrial de esta aleación corresponde a tubos de Cu - 10% Ni
empleados en la fabricación de intercambiadores de calor usados para enfriar
el motor de los barcos de carga (llamados “box-coolers”). El cobre
proporciona un material con una alta conductividad térmica mientras que el
níquel favorece las propiedades anticorrosivas y evita la acumulación de algas
y moluscos (anti-fouling), además de otorgar una mayor dureza a la aleación
producto de la solución sustitusional.
Los factores que favorecen la sustitución sólida están determinados por las
reglas de Hume-Rothery (metalurgista inglés). Estas se descomponen en,
Por otra parte, en la solución intersticial el átomo soluto llena los vacíos o
intersticios atómicos del solvente. En los metales, ya que el factor de
empaquetamiento atómico es elevado (68% a 74%), los sitios intersticiales son
muy pequeños y por lo tanto los átomos solutos que pueden ocuparlos deben
ser también pequeños y generalmente corresponden a especies como el C, N y
H.
Por ejemplo, los aceros corresponden a aleaciones del tipo Fe-C en donde el
carbono ocupa los sitios intersticiales de la estructura solvente. Como el hierro
posee varias estructuras aleotrópicas, a alta temperatura la fase estable
corresponde al Fe- (austenita) y posee una estructura FCC, mientras que a
baja temperatura la fase estable corresponde a Fe- (ferrita) que posee una
estructura BCC. De esta forma el número de intersticios y el tamaño de éstos
cambian según la fase para el mismo elemento y por lo tanto la capacidad de
disolver átomos de soluto también se modifica. El Fe- puede disolver
intersticialmente hasta un 2 % en peso de C (a 1100 ºC) y hasta un 0,8 % en
peso (a 723 ºC) mientras que el Fe- sólo disuelve hasta un 0,02% en peso de
C a 723 ºC. Por lo tanto es común que suceda la precipitación de C durante la
solidificación de un acero al carbono. Si el enfriamiento durante la
solidificación se realiza a alta velocidad, la necesidad de precipitar el exceso
de carbono se dificulta y se produce una fase metaestable llamada Martensita
(en honor al metalurgista alemán Adolf Martens en 1890), cuya estructura
corresponde a tetragonal centrada en el cuerpo (BCT), la cual permite entregar
la conocida alta resistencia de estas aleaciones.
Para FCC tenemos que el sitio intersticial está ubicado en un plano (200).
(100) (200)
De esta manera el radio del sitio intersticial expresado en función del parámetro de la red
corresponde a RFCC = 0,1465aFCC.
Para la estructura BCC un sitio intersticial octaédrico está contenido en el plano (100).
3
a 2 -a
R BCC = 2 = a2 2 - a 3
2 4
Para este caso el radio del sitio intersticial expresado en función del parámetro de la red
corresponde a RBCC = 0,2741aBCC. Podemos observar que el sitio intersticial octaédrico
BCC es más cercano al valor del parámetro de la red que en el caso de sitio en FCC.
Adicionalmente el parámetro de red FCC aFCC 0,3515 nm es más grande que el BCC aBCC =
0,2866 nm pero aun así el radio octaédrico BCC, ROCT_BCC = 0.07855 nm, es mayor que el
radio octaédrico FCC, ROCT_CC= 0,05149 nm. El radio de un átomo de carbono fluctúa entre
0,07 nm y 0,091 nm por lo que la solución intersticial de carbono en la fase BCC produce
menor distorsión que en la fase FCC.
4 4 3 2 4 4 2
(8+1+3) rC3 + 4 aFCC ( )3 12 0, 083 + 4 0,35153 ( )3
FEA FCC = 3 3 4 = 3 3 4 1,328
3 3
a FCC 0,3515
y
4 4 3 3 4 4 3
(3+3+12) rC3 + 2 aBCC ( )3 18 0, 083 + 2 0, 28663 ( )3
FEA BCC = 3 3 4 = 3 3 4 2,318
3
a BCC 0,28663
Defectos Lineales
Dislocación de borde
Corresponde a un defecto rectilíneo el cual está centrado alrededor de la línea
definida por el extremo de un semiplano extra de átomos cuya arista termina
dentro del cristal. En la región afectada por la dislocación de borde los átomos
de la red cristalina están localmente distanciados unos de otros. El
desplazamiento entre estos átomos es perpendicular a la línea de la
dislocación.
Figura 6.7 Esquema del desplazamiento de una dislocación dentro de un cristal con forma
de cubo de arista L. Al cruzar al cristal se produce un escalón en las caras laterales del
cristal.
b
Figura 6.8 Representación del circuito de vectores de red en torno a una dislocación de
borde. El vector de Burgers b es aquel que cierra el circuito en torno a la dislocación,
circuito formado por vectores de la red indicando así su magnitud y dirección.
Figura 6.9 Esquema del desplazamiento localizado de una dislocación. Este mecanismo
involucra la ruptura y reformación de los enlaces en torno de la dislocación.
El vector b está siempre dirigido a lo largo de direcciones cristalográficas de
máxima compactación y posee una magnitud igual al espaciamiento
interatómico entre átomos vecinos tangentes. Por lo tanto es posible
determinar la magnitud y dirección del vector de Burgers para cada estructura
cristalina.
La línea de la dislocación y el vector de Burgers b definen un plano por el
cual la dislocación puede deslizarse, el cual además debe corresponder a un
plano de máxima compactación (máxima densidad atómica) para cada tipo de
estructura.
Figura 6.10 Esquema de una dislocación de borde a lo largo del espesor de un cristal,
señalándose como el vector el cual es perpendicular al vector de Burgers de manera que
la aplicación de un esfuerzo de corte causa que la dislocación deslice a lo largo de la
dirección del vector de Burger sobre el plano definido por y b .
Sistemas de deslizamiento
Para la estructura simple cúbica el vector de Burgers es aquel que une los
centros de átomos tangentes, los cuales se ubican en el plano (100), en este
caso, a lo largo de la familia de direcciones <100>. Este posee una magnitud
igual al parámetro de la red. El plano de máxima compactación sobre el cual
la dislocación puede desplazarse corresponde a la familia {100}. De esta
forma los sistemas de deslizamiento están definidos por la familia de planos
{100} y la familia de direcciones <100>, en este caso un total de 3x2 = 6
sistemas de deslizamiento. El vector de Burgers para esta estructura
corresponde a b =a<100>. También podrían considerarse las familias de
direcciones <110> o la <111>, pero en cada caso el vector de Burgers será de
mayor magnitud y por lo tanto la dirección de deslazamiento asociada será de
menor compactación, dificultando el deslizamiento de la dislocación.
Figura 6.11 Esquema del plano de máxima compactación para un celda cúbica simple y el
correspondiente vector de Burger.
Para la estructura BCC el vector de Burgers es aquel que une los centros de
átomos tangentes, los cuales se ubican en el plano (110), en este caso a lo
3
largo de la familia de direcciones <111>. Este posee una magnitud igual a
2
veces el parámetro de la red. El plano de máxima compactación sobre el cual
la dislocación puede desplazarse corresponde a la familia {110}. De esta
forma los sistemas de deslizamiento están definidos por la familia de planos
{110} y la familia de direcciones <111>, en este caso un total de 6x2 = 12
sistemas de deslizamiento. El vector de Burgers para esta estructura
corresponde a b =a/2<111>.
Figura 6.12 Esquema del plano de máxima compactación para un celda cúbica centrada en
el cuerpo y el correspondiente vector de Burgers.
Para la estructura FCC el vector de Burgers es aquel que une los centros de
átomos tangentes, los cuales se ubican en el plano (100), en este caso a lo
1
largo de la familia de direcciones <110>. Este posee una magnitud igual a
2
Figura 6.13 Esquema del plano de máxima compactación para un celda cúbica centrada en
las caras y el correspondiente vector de Burgers.
Para todo cristal la dirección del vector de Burgers está fija y definida por su
sistema de deslizamiento. Cuando la dirección de cambia en el espacio con
respecto de la dirección de uno de los vectores de Burgers b , la dislocación
posee carácter mixto. Pudiendo comenzar con un carácter de borde y
transformarse al otro extremo en carácter helicoidal.
Figura 6.16 Representación de una dislocación con carácter mixto la cual se inicia con
carácter de borde y termina con carácter helicoidal.
r
1
E dislocacion = G (r ) (r )2 rdr . (6.2)
2 r0
b
γ(r) = , (6.3)
2πr
2
r Gb
E dislocacion =
r0
4 r
dr , (6.4)
G b 2 r
E dislocacion = ln( ). (6.5)
4π r0
G
E dislocacion b 2 . (6.6)
2
G 2
dislocacion b , (6.7)
2
G b 2. (6.8)
Densidad de dislocaciones
La densidad de dislocaciones se define como el largo total de líneas de
dislocación contenidas por unidad de volumen de material. Otra manera es
considerar el número de dislocaciones que cruzan una sección recta del
volumen del cristal. De esta forma se obtiene en número total de dislocaciones
por unidad de área. Consideremos un cristal con forma de cubo y de arista L.
Además, consideremos que en este cubo hay N dislocaciones presentes, por lo
tanto,
Figura 6.19 Las dislocaciones de borde de igual signo se repelen para disminuir la energía
elástica de la red cristalina.
Multiplicación de dislocaciones
Durante la deformación permanente (esto es deformación plástica) fuera del
rango elástico de un metal, aproximadamente el 5% de la energía de
deformación permanece en el interior del material. El resto es disipado como
sonido y calor. Este 5% se traduce principalmente en un aumento en la
densidad de dislocaciones. El proceso de laminado de planchas metálicas tanto
en frío como en caliente es uno de los procesos más comúnmente usado en la
industria metalúrgica. Durante este proceso el metal adquiere una elevada
densidad de dislocaciones.
Gb
τc = . (6.10)
L/2
τ b L = 2 T senθ , (6.11)
b 2 R dr = 2 (R+dr - R) . (6.15)
2
b 2 R dr = G b 2 dr (6.16)
Gb
c =
R . (6.17)
b x
Δγ = (6.18)
L L
N
ΔγTOTAL = b x . (6.19)
L2
Defectos Superficiales
Existen múltiples tipos de superficies asociadas a un material. La más común
de todas corresponde a la superficie libre que encierra al volumen de material.
En el interior del material existen distintas otras formas de superficies. Los
límites de granos de ángulo grande en policristales son fácilmente observados
mediante el microscopio óptico. Los límites de maclas pueden ocurrir tanto en
monocristales como en el interior de los granos que forman a un policristal.
También es posible observar bordes entre fases a bajas magnificaciones luego
de un ataque químico para realzar el contraste entre las distintas fases
presentes. Los límites de grano de ángulo pequeño, los defectos de
apilamientos y los dominios magnéticos son observables a mayores
magnificaciones empleando el microscopio electrónico de barrido y
transmisión. Todas estas superficies poseen una energía superficial la cual es
positiva con unidades de [joules/mm2] y se asocia a la descoordinación entre
los átomos, irregularidades en la separación interatómica, enlaces no
completos y cambios en la orientación del espín magnético. De esta forma un
material poseerá una energía menos negativa al contener defectos
superficiales.
Superficies libres
Estas superficies corresponden a la interfaz entre el sólido y el medio que lo
rodea, el cual puede ser tanto líquido como gaseoso. En la superficie de un
volumen de sólido expuesto a una atmósfera de alto vacío, los átomos
superficiales poseen enlaces incompletos al no existir otros átomos con los
cuales puedan enlazarse localmente. Producto de lo anterior surge una energía
superficial s (de signo positivo), la cual también es representada como una
tensión superficial s, la cual se manifiesta en múltiples fenómenos a nivel
macroscópicos los que son observado al ojo desnudo, tales como la formación
de superficies esféricas o con forma de meniscos. Las unidades de la tensión
superficial son equivalentes a la de la energía superficial pero se expresan en
N/mm en vez de J/mm2.
Figura 6.26 Esquema de la superficie libre que encierra a un volumen sólido compuesto por
12 átomos.
Figura 6.27 El balance de energía superficial sobre una gota de líquido depositada sobre
una superficie sólida en presencia de un gas.
Límites de grano
Estos ocurren en el interior del material. Cuando el material es policristalino
está formado por muchas sub-regiones de material llamadas granos. Cada
grano en si es un monocristal, el cual se formó durante la solidificación del
material desde su estado líquido. Cada grano a su vez crece con una
orientación cristalográfica distinta y las regiones en donde los granos entran
en contacto se denominan límites de grano de ángulo grande. Dentro de cada
grano, es posible, bajo ciertas circunstancias, observar una estructura
subgranular o de ángulo pequeño, la cual es formada por arreglos de múltiples
dislocaciones.
(a) (b)
Figura 6.28 El límite de grano de ángulo grande es una frontera superficial entre regiones
del material con diferente orientación cristalográfica (a). La coordinación atómica y el
espaciamiento interatómico entre ambas regiones no es perfecto y por lo tanto esta región
es considerada como un defecto superficial (b).
Los límites de granos de ángulo grande pueden actuar como una red de
tuberías por la cual los átomos tanto del material como de impurezas (O, N, H
etc) pueden desplazarse desde una posición a otra en el material. De esta
forma la difusión atómica puede verse favorecida por la existencia de límites
de grano.
El tamaño promedio de los granos en un material puede ser medido mediante
el uso de la micrografía óptica a un cierto aumento. Una forma es considerar
trazos rectilíneos orientados en diferentes ángulos de una cierta longitud l y
contar el número de granos que son cruzados completamente por cada trazo.
Luego, se considera el promedio entre todos los valores de l / (granos-
atravezados).
Otra alternativa es considerar la norma ASTM (American Society of Testing
Materials) que sugiere un método en el cual el número de granos observados
en una sección recta de 1 pulgada al cuadrado de material a 100x de
Figura 6.29 Dos maneras para estimar el tamaño promedio de un grano en un material
policristalino. La primera es trazar segmentos rectilíneos a diversos ángulos y contar el
número de granos que son atravesados y tomar un promedio de l/granos-atravezados. Otra
manera es considerar la norma ASTM, que consiste en contar el total de granos que se
observan en una micrografía a 100x.
Figura 6.30 Estructura policristalina de un acero de bajo contenido de carbono. Los granos
blancos corresponden a la fase ferrítica. Las regiones obscuras corresponden a colonias de
perlita, una mezcla de fase ferrita y el cerámico cementita, Fe3C.
Límites de maclas
Otro tipo de defecto superficial, pero de aun menor energía, es el límite de
macla o límite especular. Esta superficie corresponde a una región en el
material que divide dos regiones de átomos con orientación cristalográfica
especular simétricas. Es decir, el límite actúa como un espejo.
Figura 6.33 A temperaturas menores que Tf y en materiales con estructura BCC es común
observar que el esfuerzo de corte es menor que el necesario para poner en movimiento a las
dislocaciones presentes en el material.
La energía superficial del límite de macla es aún menor que la del límite de
grano de ángulo pequeño, debido a que en este caso no hay enlaces rotos sino
únicamente la distorsión localizada de la red cristalina en torno al plano
especular. Por lo tanto LM < LGAP.
Figura 6.35 Esquema del proceso de memoria de forma. El material en la fase de origen
(austenítica) o de alta temperatura es deformado y luego enfriado, convirtiéndose en la fase
martensitica o de baja temperatura. La microestructura en la fase martensítica está
fuertemente maclada. Al deformar posteriormente al material en fase martensítica a baja
temperatura, las maclas pueden desplazarse unas relativamente de las otras sin generación o
deslizamiento de dislocaciones, dando forma a una nueva configuración macroscópica.
Finalmente al elevar la temperatura, la variantes martensíticas se revierten a la fase
austenítica, recuperándose la geometría del material dada a éste originalmente a alta
temperatura.
Pseudo elasticidad
La pseudo-elasticidad a veces también denominada super-elasticidad, es un
proceso termodinámico similar al fenómeno de memoria de forma, en el cual
la variable que produce el cambio de fase es la presión y no la temperatura. Si
observamos la curva de tensión-deformación a una cierta temperatura
constante para un material que presenta este fenómeno, inicialmente aparecerá
un rango elástico (Figura 6.36 OA) hasta que se alcanza un valor crítico del
esfuerzo aplicado sobre el material. Este esfuerzo crítico o presión crítica
produce el cambio de fase desde la fase austenítica a la fase martensítica pero
a temperatura constante. Luego el material se deformará mediante la
a)
b)
Condición necesaria se cumple,
dseparación= 2Gb1b2/DA
entre los átomos de la fase y de la matriz. Pero es común que esta energía sea
órdenes de magnitud menor que en el caso de límites de grano de ángulo
grande e incluso pequeño. Cuando una segunda fase se produce a partir de una
fase matriz, el precipitado que se forma inicialmente es coherente con la
matriz, es decir los parámetros de la red cristalina entre ambas fases son
idénticos, no obstante existe una alta deformación elástica local (producto de
la diferencia en el tamaño del átomo soluto relativo al átomo solvente). A
medida que el precipitado crece radialmente su estructura se torna semi-
coherente con la de la matriz. Aquí, uno de los parámetros de la red ha variado
considerablemente pero a su vez el campo de deformación elástico ha
disminuido. Finalmente, cuando el precipitado de segunda fase se ha
desarrollado completamente o “madurado”, su estructura es incoherente con la
de la matriz pero a su vez la energía elástica ha alcanzado un valor mínimo.
Figura 6.39 La microestructura de una fundición gris nodular (izquierda) y una fundición
gris con flecos de grafito (derecha). La morfología de las segundas fases depende de la
energía superficial entre la segunda fase y la matriz además del tiempo de solidificación.
B = μH = μ
0
H + 4π M . (6.23)
B M
= μ = μ 0 1 + 4π . (6.24)
H H
μ
μr = = 1 + 4π X , (6.25)
μ0
M
X = (6.26)
H
Figura 6.41 Diagrama esquemático de cómo inducir un campo magnético sobre un material.
Un alambre metálico es enrollado en el material un total de n veces produciendo un largo
de espiras igual a l. Una corriente I es conducida a través del alambre produciéndose así un
campo magnético externo H. El vector H es paralelo con el eje axial de le espira y en un
sentido correspondiente al de la regla de la mano derecha entre la corriente y el vector
radial de la espira.
Diagmagnetismo
Materiales como los polímeros, superconductores y elementos puros como el
Cu y el Bi, reaccionan de manera opuesta a la presencia de un campo
magnético externo. En este caso el valor de X es menor que cero y esto es
producto a que los espines magnéticos de algunos de los electrones en los
átomos adquieren un sentido contrario al sentido del campo magnético
aplicado. De esta forma el valor de la permeabilidad magnética para un
material diamagnético es menor al valor de la permeabilidad del vacío o. Así,
la permeabilidad relativa del material diamagnético es levemente menor a 1.
Paramagnetismo
Este estado corresponde a un valor de la constante de susceptibilidad X del
material muy cercano a cero pero positiva, aun cuando los átomos que forman
el material posean una resultante magnética, producto del espín de los
Ferromagnetismo
Este fenómeno toma lugar en aleaciones metálicas compuestas por elementos
de transición tales como el Fe, Ni, el Co, entre otros, en los cuales el número
de espines desapareados es alto. Cuando el material se encuentra en un estado
desmagnetizado o paramagnético, las resultantes del espín magnético por cada
dominio se cancelan entre si. Pero al aplicar un campo magnético externo H,
los dominios que están alineados con este campo experimentarán una fuerza
externa que desplaza las paredes de estos dominios expandiendo el dominio a
expensas de los dominios vecinos orientados desfavorablemente con respecto
Figura 6.44 Secuencia del crecimiento de los dominios magnéticos que están alineados
preferencialmente con el vector de campo magnético externos H. La paredes de los
dominios orientados favorablemente se expande, consumiendo el domino vecino hasta
alcanzar un punto de equilibrio.
B
Bs
Br
-Br
-Bs
Antiferromagnetismo
Este tipo de magnetismo toma lugar en materiales cerámicos en los cuales la
constante de susceptibilidad magnética X alcanza un valor igual a cero, pero
los iones que conforman la estructura del cerámico poseen una resultante de
espín magnética. En este tipo de material la resultante global magnética es
cero, producto del ordenamiento de los espines magnéticos de cada ión en un
patrón antiparalelo. Este patrón favorece la reducción de la repulsión
electroestática entre los iones que poseen la misma carga eléctrica puesto que
los espines se encuentran en sentido antiparalelo.
Figura 6.46 Descripción de una celda magnética para el cerámico MnO, se observa que los
espines magnéticos en cada plano (111) están alineados en una misma dirección pero entre
planos el sentido del espín es antiparalelo. Este ordenamiento antiparalelo toma lugar a
temperaturas inferiores que la temperatura de Néel.
Así, para el MnO los planos (111) que son los de máxima densidad atómica
poseen los espines magnéticos alineados en una misma dirección pero entre
planos el espín total cambia de sentido de manera que la resultante global
magnética se cancela.
Ferrimagnetismo
Este fenómeno toma lugar en materiales cerámicos en los cuales el valor de la
susceptibilidad magnética X es mayor que cero y es función de la magnitud
del campo magnético aplicado externamente H. El término “ferri” proviene de
los compuestos cerámicos llamados ferritas tales como el Zn2+Fe3+2O2-4 y el
Mn2+Fe3+2O2-4. La magnetita Fe3O4 es una ferrita si consideramos su
composición como Fe2+Fe3+2O2-4. Estos cerámicos cristalizan con una
estructura correspondiente a la espinela inversa la cual corresponde a 8 celdas
FCC formada por los cationes de oxígeno. Esta estructura posee un total de
8x4 = 32 cationes de oxígeno en su interior. Además, los 8 iones bivalentes
(MI2+) ocupan 8 de los 16 sitios octaédricos, mientras que 8 de los 16 iones
trivalentes (MII3+) ocupan los restantes 8 sitios octaédricos. Los restantes 8
iones trivalentes se ubican en los 8 sitios tetraédricos de esta estructura. El
entorno tetraédrico produce que el espín magnético neto del ión se encuentre
antiparalelo con respecto del sentido del espín magnético del ión ubicado en el
entorno octaédrico. Por lo tanto, los espines magnéticos netos entre los iones
trivalentes ubicados se cancelan dejando únicamente como resultante al espín
magnético de los iones bivalentes ubicados en el entorno octaédrico. Como el
ión de Fe bivalente posee una configuración electrónica 3d6, ,
hay cuatro electrones desapareados y por lo tanto el aporte magnético de este
ión es de 4 Borh magnetones. De esta forma la magnetización de la magnetita
corresponde a,
8 x 4μ B
M . (6.27)
volumen celda
Figura 6.47 Esquema de la estructura espinela inversa en la cual los 8 sitios tetraédricos son
ocupados por 8 de los 16 iones del metal trivalente, mientras los 16 sitios octaédricos son
ocupados por los restantes 8 iones trivalentes y los 8 iones bivalentes.
PROBLEMAS PROPUESTOS
1. Determine el tamaño radial en nm de un intersticio tetraédrico en una estructura FCC de
parámetro 0,3515 nm.
2. Considere una matriz solvente de Fe, dos posible solutos que se pueden añadir son Cr o
Cu. ¿Cuál de estos solutos producirá una solución sólida homogénea (monofásica) con
el Fe?, justifique.
Fe Cr Cu
Estructura BCC BCC FCC
Radio covalente (nm) 0,117 0,118 0,191
Electronegatividad 1,83 1,66 1,90
Valencia máxima 3 6 2
3. Considere el plano basal (001) (según la vista XY) de una estructura HCP con
parámetro de red basal a. Determine la magnitud y direcciones de los vectores de
Burger b, b1 y b2 indicados. ¿Es posible que b se disocie en b1 y b2?, demuéstrelo.
Z
b1
Y
b b2
X
4. Cuál es la máxima razón de deformación angular de un cubo de arista 1 cm, fabricado a
partir de un monocristal de estructura BCC con radio atómico 0,124 nm, si en su
interior posee un largo total de dislocaciones igual a 500 m. La velocidad del sonido en
este material corresponde a 960 m/s.
REFERENCIAS
1. Intoduction to Dislocations, 3rd ed, D. Hull, D. Bacon , Pergamon, 1994.
2. Estructura Atómica y Enlace Químico, Jaime Casabó i Gispert, Editorial
Reverté, 2002.
3. An Introduction to Materials Science and Engineering, K. Ralls, T.
Courtney, J. Wulff, John Wiley 1976.
4. Materials Science on CD-ROM, Matter Project University of Liverpool,
Chapman & Hall 1997.
5. Electrón Microscopy and Analysis, P. Goodhew, F. Humphreys, Taylor &
Francis, 1992.
6. Shape Memory Alloys, H. Funakubo, Gordon & Breach Science
Publishers, 1987.
7. K.Bhattacharya, Microstructure of Martensite, Oxford 2003.
8. Fundamentals of Ceramics, Michel Barsoum, McGraw Hill, 1997
9. The Principles of Engineering Materials, C. Barret, W.Nix and A.
Tetelman, Prentices Hall, 1973.
10. Introducción a la Ciencia e Ingeniería de los Materiales, W. Callister, Ed.
Reverte, 1995.
11. Microstructural Characterization of Materials, D. Brandon, W. Kaplan,
John Wiley, 1999.
12. Wikipedia, the free encyclopedia.
CAPITULO VII
Interdifusión
La interdifusión puede ser ilustrada a través de un par difusor, como se ilustra
en la Figura 7.1, este corresponde a átomos de una especie química los cuales
migran o difunden dentro de la matriz formada por átomos de otra especie. De
esta forma, los cambios de concentración de las especies químicas evolucionan
en el tiempo como se ilustra en la Figura 7.2. El transporte de átomos de una
especie ocurre desde una región de alta concentración hacia una de baja
concentración. Lo anterior es equivalente a decir que el potencial químico de
una de la especies no es el mismo en una región ni en la otra.
Auto-difusión
En este proceso, el transporte de átomos toma lugar dentro de un material puro,
en donde átomos de la misma especie intercambian posiciones. Este fenómeno
de transporte se puede observar y medir mediante el uso de isótopos
radioactivos del elemento. El movimiento de átomos es posible debido a la
presencia de una determinada población de vacancias en el material.
Figura 7.3 La difusión toma lugar entre dos planos paralelos a una distancia a.
de manera que entre los planos (1) y (2) existe un variación de concentración
la cual puede considerarse uniforme y se representa como,
ΔC C 2 - C 1 C2 - C 1
= . (7.2)
Δx x 2 - x1 a
dC C 2 - C 1
. (7.3)
dx a
Figura 87.4 La variación de concentración con la distancia entre los planos (1) y (2) puede
considerarse uniforme y en el límite se puede igualar al gradiente de concentración.
Es necesario además incorporar la frecuencia (en Hz) con la cual los átomos
efectúan saltos exitosos desde el plano (1) al (2) y viceversa. Esta puede
expresarse como el producto entre la frecuencia natural de intentos de saltos
de los átomos y la probabilidad de que el salto sea exitoso. Esta probabilidad, r,
obedece a una distribución de Maxwell-Boltzmann. Esto es,
ΔG ΔS ΔH
r = υ exp exp exp
K BT KB K BT (7.4)
.
ΔS ΔH m +ΔH v
exp exp
KB K BT
Luego, para determinar el flujo neto de átomos J que difunde entre el plano (1)
al plano (2), como el número de átomos por unidad de área y tiempo,
consideramos la siguiente expresión,
1
J= N1 - N 2 r . (7.5)
2
a
J= C1 - C2 r , (7.6)
2
a dC a 2 r dC dC
J= -a r = - -D , (7.7)
2 dx 2 dx dx
J = -D C . (7.8)
a2 r 1 2 S ΔH ΔH
D= = a exp exp - D0 exp - , (7.9)
6 6 KB K BT K BT
D
[m2/s]
Figura 7.5 Gráfico esquemático semi-log para D versus 1/T para distintos elementos solutos
difundiendo en diversos solventes.
A
Jentrada Jsalida
x x x+x
Figura 7.6 Esquema de los flujos de masa que entran y salen del volumen de control
considerado.
considerando que t y x son distintos que cero, luego podemos dividir esta
expresión por dichas cantidades obteniendo una expresión para la variación de
concentración en el tiempo la cual se iguala a la variación de flujo en el espacio,
C(x,t) J
= . (7.13)
t x
C(x,t) dC
= D . (7.14)
t x dx
C(x = 0, t) = Cs
C(x = , t) = Co
t0
Figura 7.8 Perfil de concentración como función del tiempo y del espacio.
x
C(x,t) = (Cs - Co) 1-ferr + Co , (7.16)
2 Dt
C(x,t) - Co x
= 1-ferr . (7.17)
Cs - Co 2 Dt
wt%(x,t) - wt%o x
1-ferr (7.18)
wt%s - wt%o 2 Dt
x
2 Dt
x 2
ferr(
2 Dt
)=
π
0
exp(-ξ 2 )dξ . (7.19)
kg de C
kg de C PM C N avg kg Totales PM C N avg
CC
kg de C C + kg de Fe Fe kg de C
C +
kg de Fe
Fe
kg Totales kg Totales
CC
0.002 12.01gr/mol 6.02x1023atomos/mol
0.002 2267kg/m3 + (1-0.002) 7874kg/m3
PROBLEMAS PROPUESTOS
D [cm2/s] 10-15
10-18
10-3 2*10-3 5*10-2
1/T [K-1]
REFERENCIAS
CAPITULO VIII
Equilibrio Mecánico
Corresponde a la condición en la cual la sumatoria de las fuerzas externas que
actúan en el sistema, en este caso el material, posee una resultante nula. Lo
anterior es equivalente a considerar una condición en la cual el material se
encuentra sometido a una presión externa pero constante, es decir una condición
isobárica. Recordemos que para un par de átomos la condición de energía
potencial mínima toma lugar cuando la resultante entre la fuerza de atracción y
repulsión era igual a cero.
Figura 8.1 Condición de energía potencial mínima dada por la resultante de las fuerzas
externas igual a cero. También el equilibrio mecánico puede representarse mediante una
superficie cuya concavidad impide que una esfera de masa m se encuentre en equilibrio
mecánico estable.
Equilibrio Térmico
Corresponde a la situación termodinámica en la cual no existen flujos de calor
en el interior del material. Esto equivale a considerar que todas las regiones en
el interior del material se encuentran a temperatura constante o bajo un estado
isotérmico. Las fluctuaciones térmicas en el interior de un material tenderán a
desaparecer cuando el equilibrio térmico sea alcanzado. Este fenómeno
corresponde a la ley cero de la termodinámica.
Figura 8.2 Cuando una región de un material (1) se encuentra a mayor temperatura que otra
región adyacente (2), luego se establece un flujo de calor q desde la región de mayor
temperatura hacia la de menor temperatura. Este flujo de calor tenderá a igualar la
temperatura entre ambas regiones 1 y 2, de manera que adquieran el mismo valor de la
temperatura.
Equilibrio Químico
Finalmente, para que un material alcance el equilibrio termodinámico, además
de necesariamente alcanzar los equilibrios mecánicos y térmicos deberá
alcanzar el equilibrio químico como condición de suficiencia. Este último
concepto no es tan intuitivo de entender y su comprensión requiere introducir
el concepto de la energía libre de Gibbs G del material y el potencial químico
de la especies químicas que lo conforman. El potencial químico se define
como la variación de la energía libre del material con respecto de su
composición a temperatura y presión constante,
G
μ= (8.1)
n T,P
Se deberán entonces cumplir las tres condiciones de equilibrio sobre toda la región del
material:
Equilibrio mecánico, es decir presión constante P = P atmosférica.
Equilibrio térmico, correspondiente a temperatura constante T = T atmosférica.
Equilibrio químico, correspondiente a que el potencial químico del Ni y del Cu sean
constantes en toda la solución sólida, Ni = cte y Cu = cte.
Figura 8.3 Al poner dos materiales puros (por ejemplo Cu y Ni) en contacto existirá una
tendencia a que se entremezclen y formen una solución sólida homogénea.
Figura 8.4 Dos elementos A y B tenderán a entremezclarse y formar una única fase
homogénea si la energía de enlace entre ambos es más negativa que la energía de enlace de
los elementos puros. En el interior de dicha fase el potencial químico de A y de B deberán
ser ambos constantes.
Energía de mezcla
No es evidente que la tendencia natural de un material sea la de entremezclarse
aleatóreamente para alcanzar el equilibrio químico. No obstante, la 2º ley de la
T*S >0.
Para un sistema que se transforma desde un estado inicial a otro final de manera
isotérmica, la variación en la energía libre es,
O equivalentemente,
G = E – T*S. (8.7)
Para el estado final de equilibrio G debe tomar un valor mínimo (lo más
negativo posible). Se observa que para alcanzar este equilibrio, es posible que
E > 0, pero esto implica que S debe ser necesariamente mayor que cero, de
tal manera que se logre un efecto conjunto que minimice el valor de G.
Figura 8.6 Un cristal de germanio Ge puede ser contaminado con átomos de impureza
correspondiente a galio Ga.
E = ni*Ei,
Figura 8.7 La energía potencial del Ga en el Ge es menos negativa que la energía del Ga en
un entorno de átomos de Galio. Por lo tanto existe un aumento en la energía del cristal de Ge
por cada átomo de impureza que se añada al cristal solvente.
f = N! / ni!(N-ni)! (8.9)
Figura 8.8 Esquema de la variación en la energía libre del cristal a medida que la
concentración de impurezas aumenta hasta alcanzar el nivel de equilibrio en el cual se
minimiza la variación en la energía libre de Gibbs.
Surge la pregunta de por qué una fase es más estable a una cierta temperatura T
y presión P que otra fase. La fase que se forma a una cierta temperatura y presión
es aquella que posee el valor más negativo de su energía libre a esta temperatura
y presión.
Figura 8.10 Esquema simplificado del diagrama de fases del agua. El punto triple es un
invariante termodinámico que ocurre a una temperatura igual a 0,0075 °C y a una presión de
0,006 atmósferas.
P + F = C +2 (8.13)
Esto es, la suma de las fases presentes y los grados de libertad debe igualar al
número de componentes del material + 2. Este valor de 2 implica que dos de
las tres variables termodinámicas no están fijadas a priori.
Esta regla también es aplicable a sistemas con más de una componente. En este
caso las variables termodinámicas más comúnmente usadas corresponden a la
temperatura y composición, manteniendo la presión constante e igual a la
atmosférica.
En los sistemas isomorfos existirán únicamente dos fases, una sólida () y otra
líquida (L), sus energía libres dependerán tanto de la temperatura como de la
composición, es decir G = G(T, X) . Por lo tanto se deben encontrar los valores
de T y X de modo que la energía libre del material isomorfo sea lo más negativa
posible. Una manera de obtener esta combinación es considerar diferentes
temperaturas T, y para cada una obtener el o los valores de X que hacen que la
función G tome un valor mínimo, a través de la condición,
G(T,P,X)
=0 (8.14)
X T,P
T
E(T) = H(T) = -Uo+ C(T)dT . (8.15)
0
T
C(T)
S(T) =
0
T
dT . (8.16)
Figura 8.11 Gráfico esquemático de las funciones H(T), G(T) –T*S(T) en función de la
temperatura incluyendo el cambio de fase sólido a líquido.
T
G SL (T) H SL 1- SSL Tm -T 9,5 Tm -T J/mol
Tm
(N +N Ni )!
SMezcla R ln Cu (8.20)
N Cu! N Ni!
H MEZCLA (X A ,X B ) = z N avg E A B X A X B
E A A E B B
y E A B E A B
2
Volviendo al caso de una mezcla ideal entre Cu y Ni, como GCu y GNi toman
valores negativos y XCu y XNi son menores que la unidad, sus logaritmos
naturales también son negativos y la expresión GM reduce aún más la energía
Figura 8.12 Esquema de la variación de la energía libre de una mezcla entre elementos A y
B en función de la temperatura y la composición relativa entre A y B.
Figura 8.14 Representación esquemática de las curvas de energía libre para la fase sólida y
líquida de la aleación Cu-Ni completamente entremezclada para temperaturas en el rango de
temperaturas en la cual la fase líquida es estable.
Para las temperaturas T4 y T3, vemos que entramos en un región del diagrama
de fases en donde coexisten la fase sólida y la fase líquida L. En esta región
se cumple que las curvas de energía libre de ambas fases se cruzan y por lo tanto
el criterio para determinar qué fase es estable corresponde al del equilibro
químico para sistemas multifásicos. El cual indica como ya vimos, que el
potencial químico de cada componente sea el mismo en cada fase. Esto se
traduce a que la pendiente de las curvas de energía libre sean las mismas, o
equivalentemente a trazar la línea tangente común a ambas curvas. Esto asegura
el equilibrio termodinámico entre ambas fases y L. Esta condición se ilustra
en las Figuras 8.15 y 8.16, y se expresa analíticamente como,
GSM
S
G L GSM
S
G L
= SM y = SM (8.25)
X Cu X Cu X Ni X Ni
o equivalentemente como,
Cu
L
Cu
S
y NiL NiS (8.26)
Figura 8.15 Representación esquemática de las curvas de energía libre para la fase sólida y
líquida de la aleación Cu-Ni completamente entremezclada para temperaturas en el rango
bifásico sólido-líquido.
En la Figura 8.16 se observa de igual forma, que para T2 = TmCu podemos deducir
L
que G Cu = G SCu para XCu = 100% producto del equilibrio entre la fase líquida y
sólida del cobre y que para todo el resto de las composiciones posibles GSSM .<
L
G SM . A su vez, para la temperatura T1, la fase estable según el diagrama de fases
corresponde al sólido para todo el rango de composiciones posibles. Es decir
G SSM .< G SM
L
.
Figura 8.17 Representación esquemática de las curvas de energía libre para la fase sólida y
líquida de la aleación Cu-Ni completamente entremezclada para temperaturas en el rango en
que la fase sólida es estable.
líquido a T1. Cuando se alcanza la temperatura T2, en las regiones del líquido
en donde la temperatura sea levemente inferior a la temperatura líquidus
comenzarán a formarse agrupaciones de átomos. Si estas agrupaciones alcanzan
un tamaño crítico y la temperatura se reduce a T3, luego estos embriones
crecerán en tamaño formando así la estructura de granos del sólido. A la
temperatura T3, no todo el líquido ha solidificado y por lo tanto podría ser de
interés saber qué fracción de fase líquida (fL) y fase sólida (f) coexisten a esta
temperatura y composición. Luego a T2, vemos que todo el líquido se ha
solidificado y por lo tanto por debajo de esta temperatura, es decir a T 1, la
estructura granular del sólido estará completamente formada. Esta secuencia se
puede observar esquemáticamente en la Figura 8.19.
Figura 8.19 Secuencia esquemática de las distintas fases y sus fracciones presentes a distintas
temperaturas para una aleación de Cu-Ni de composición genérica Xo.
La regla de la palanca
Para determinar las fracciones de cada fase presentes en una aleación de
composición genérica Xo (en porcentaje en peso o porcentaje atómico) a una
cierta temperatura, se deben combinar el uso de un balance de masa
conjuntamente con la información que provee el diagrama de fases. La
conservación de masa por especie química nos indica que,
X L -X o X 0 -X
fα = y fL = (8.28)
X L -X X L -X
Sistema eutéctico
Además del diagrama de fases binario isomorfo, existen diversos otros
diagramas con formas diferentes que aparecen como complejas a primera vista
pero que en cierta forma nacen a partir de la forma del diagrama isomorfo. Un
ejemplo muy citado por su aplicación industrial es el diagrama de fases de la
aleación de aluminio y silicio. En este caso el Al y el Si no poseen solubilidad
total entre ambos y la composición de las fases sólidas y , ricas en Al y Si
respectivamente es muy reducido, incluso a altas temperaturas. Lo anterior
puede ser corroborado a través de las reglas de Hume-Rothery (referirse al
Capítulo VI).
La Figura 8.21 muestra un esquema del diagrama de fases del tipo eutéctico
puesto que posee una depresión en la línea líquidus, la cual indica que a una
cierta composición, llamada eutéctica, la temperatura de cambio de fase de la
aleación es menor a la temperatura de cambio de fase de cada uno de los
componentes por separado. El término eutéctico proviene del griego y significa
que la aleación se “funde bien”. Tecnológicamente, las aleaciones que presentan
esta característica son altamente atractivas en la industria de la fundición puesto
que a la composición eutéctica el consumo de energía para fundir la aleación es
menor que a otras composiciones. Adicionalmente, las propiedades mecánicas
de las aleaciones con composición eutéctica son generalmente favorables.
Figura 8.22 Secuencia esquemática de las distintas fases y sus fracciones presentes a distintas
temperaturas para una aleación con composición hipoeutéctica.
L α+β. (8.29)
Esto corresponde a una fase líquida que se transforma en dos fases sólidas o
bien dos fases sólidas se transforman simultáneamente en una fase líquida. A la
temperatura eutéctica, TE, y composición eutéctica XE, tenemos el punto
eutéctico que es un invariante termodinámico al igual que el punto triple de
agua, pero que en este caso corresponde para un sistema de dos componentes
(C = 2). Si aplicamos la regla de fases de Gibbs vemos que en este punto
coexisten la fase líquida con las fases sólidas y , por lo tanto P =3. Como la
temperatura eutéctica es constante, luego la regla de fases se modifica a
P + F = C+1.
Evaluando,
3+F = 2+1,
Figura 8.24 Secuencia esquemática de las distintas fases y sus fracciones presentes a distintas
temperaturas para una aleación con composición eutéctica.
Figura 8.25 Secuencia esquemática de las distintas fases y sus fracciones presentes a distintas
temperaturas para una aleación con composición hipereutéctica.
X 0 -X X E -X o
fL = y f α-primaria = (8.30)
X E -X X E -X
Figura 8.26 Esquema del análisis por encima de la temperatura eutéctica, para determinar las
fracciones de las fases primarias y líquido.
X0 -X X β -X o
fβ-eutectica = y f α-total = (8.31)
Xβ -X X β -X
Figura8.27 Esquema del análisis por debajo de la temperatura eutéctica, para determinar las
fracciones de las fases eutécticas.
Ahora bien, para poder relacionar ambos resultados necesitamos dejar en claro
que producto de la conservación de masa de las especies químicas, la fracción
de fase -total equivale a la suma entre la fracción de fase -primaria y la
fracción de fase -eutéctica, esto es,
De igual forma, para una aleación hipereutéctica, se tendrá que para una
temperatura levemente superior a TE,
X β -X 0 X0 -XE
fL = y f -primaria = (8.33)
X β -X E Xβ -XE
Xβ -X 0 X0 -Xα
f -eutectica = y f -total = (8.34)
Xβ -X α Xβ -Xα
reacción eutectoide,
γ α+β (8.36)
reacción peritéctica
L+α β (8.37)
reacción peritectoide,
γ+α β (8.38)
Figura 8.28 Otros tipos de regiones multifásicas que se encuentran en ciertos sistemas de
aleaciones binarias. De arriba para abajo, la reacción eutectoide, la reacción peritéctica y la
reacción peritectoide. La reacciones peritéctica y peritecoide, corresponden a una fase que
crece a lo largo de la periferia de otra fase primaria, fase entorno de fase a partir de la
fase L.
PROBLEMAS PROPUESTOS
1. A partir del diagrama de fases binario del Ag-Mg dibujar la curva GSM
de las fases presentes en función de XMg a una temperatura de 900 °C
indicando en éste los rangos de composición para cada fase.
GSM
Ag Mg
XMg
% en peso de Cr2O3
3. Considerando que Chile exporta más del 30% del molibdeno (Mo)
utilizado en el mundo, conviene interiorizarse más acerca de una de sus
aleaciones, la de molibdeno-zirconio Mo-Zr. Estos elementos son
refractarios, es decir poseen puntos de fusión (cambio de fase sólido a
líquido) muy elevados, por sobre los 1800 °C. El diagrama de fases de
esta aleación se presenta a continuación. En dicho diagrama se pueden
distinguir 5 fases presentes, consistentes en: fase líquida L, fase rica en
Zr , fase rica en Zr , fase intermetálica de composición
estequeométrica ZrMo2 formada a 66,5% atómico de Mo, fase rica en
Mo (Mo). Además de 6 temperaturas invariantes: la temperatura de
fusión del Zr a 1850°C, la temperatura de fusión del Mo a 2625°, la
temperatura de cambio de fase del Zr puro a 862 °C, la temperatura
Peritéctica a 1880°C, la temperatura Eutéctica a 1520 °C y la
temperatura Eutectoide a 780 °C.
REFERENCIAS
Capítulo IX
T
α
TE
α+β
XE
Composición
Figura 9.1 Diagrama de fases indicando dos regiones, una monofásica de fase α y la segunda
bifásica de fases α+β. A TE y a la composición XE la fase β comenzaría a formarse a partir de α.
Gα = Gβ
(9.1)
ΔG V = G β − G α
(9.2)
Pero todo cambio de energía libre puede expresarse como una variación de la
energía interna (o del enlace entre sus átomos) menos el producto entre la
temperatura de equilibrio y el cambio de entropía del sistema por unidad de
volumen:
ΔE V
ΔSV =
TE (9.4)
⎛ ΔE ⎞ ⎛ T ⎞ ΔE V ΔT
ΔG V = ΔE V -T ⎜ V ⎟ = ΔE V ⎜1- ⎟ =
⎝ TE ⎠ ⎝ TE ⎠ TE (9.5)
también negativo para T < TE (ósea ΔT positivo). Así, la fuerza impulsora para
la transformación α → β aumenta con el subenfriamiento (T <TE).
9.2 Nucleación
4πr 2 γ
0.5
ΔG TOTAL
0
r*
4 3
πr ΔG v
3
− 0.5
0 0.5 1 1.5
r
Figura 9.2 Gráfica de la energía libre total producto del balance entre el cambio de energía libre por
unidad de volumen y el cambio en la energía libre superficial al formarse la fase β.
r*ΔG v + 2γ = 0
2γ 2γ TE
r* = − =−
(9.7)
ΔG v ΔE v ΔT
16π ⎛ γ 3 ⎞
ΔG* = ⎜ ⎟
(9.8)
3 ⎝ ΔG 2V ⎠
Recordando que,
ΔE V ΔT
ΔG V =
TE
*16π ⎛ TE2γ 3 ⎞
ΔG = ⎜ ⎟
3 ⎝ ΔE 2V ΔT 2 ⎠
(9.9)
10
ΔG ( ΔT )
rcrit ( ΔT ) 5
0
0 0.5 1 1.5
ΔT
Figura 9.3 Gráfica esquemática del comportamiento de la barrera de energía libre para la nucleación
y del radio crítico para la formación de un núcleo en función de subenfriamiento ΔT.
Por otra parte, el número de núcleos con tamaño crítico está dado por la
siguiente expresión,
⎛ ΔG* ⎞
n* = s ⋅ exp ⎜ − ⎟
⎝ kT ⎠ (9.10)
Razón de nucleación
libre por unidad de volumen es menor y por lo tanto la barrera de energía libre
en este caso será mayor. Es decir, es menos probable realizar la nucleación de
una fase sólida desde el estado sólido que desde el estado líquido.
Adicionalmente, los cambios de volumen causan un aumento en la variación
de energía libre total producto de las deformaciones internas, lo cual también
favorece el aumento de la barrera de energía libre ΔG*.
alta
nucleación
TE
0.8
alta
difusión
0.6
!
N
0.4
ΔT
0.2
baja
baja
difusión
nucleación
0
3
0 200 400 600 800 1×10
T
Figura 9.4 Gráfica esquemática del comportamiento de la tasa de nucleación como resultado de la
difusión de átomos y la nucleación dado un cierto subenfriamiento.
3
1.5×10
3
1×10
T
500
0
0 0.2 0.4 0.6
!
N
Figura 9.5 La tasa de nucleación suele representarse con los ejes cambiados, tal como se ilustra en
esta figura.
γ m
Molde
β
3
1.5×10
heterogénea
1×10
3 ΔΤ
ΔΤ
T
homogénea
500
0
0 0.2 0.4 0.6
!
N
Figura
9.7
La
nucleación
heterogénea
requiere
de
un
menor
subenfriamiento
para
poder
alcanzar
la
misma
o
mayor
tasa
de
nucleación
que
en
el
caso
de
la
nucleación
homogénea.
Crecimiento de un núcleo
3
1.5×10
Baja
tasa
de
TE
crecimiento
nucleación
3
1×10
T
!
G
500
!
N
Baja
tasa
de
crecimiento
y
nucelación
0
0 0.2 0.4
! G
N, !
Figura
9.8
La
razón
de
crecimiento
de
los
núcleos
alcanza
un
máximo
a
menor
subenfriamiento
que
el
necesario
para
alcanzar
la
máxima
tasa
de
nucleación.
3
1.5×10
3
1×10
T
!
! !G
N
500
0
0 0.02 0.04 0.06 0.08
Tasa
de
transformación
Figura 9.9 La tasa de transformación desde la fase α en la β como el producto entre la razón de
nucleación y la razón de crecimiento de los núcleos.
Tiempo de transformación
t ! N! x G!
"1
( )
(9.12)
De la gráfica 9.10 podemos observar que existe una brecha de tiempo entre el
máximo de la curva tiempo de transformación (nariz de la curva) y el eje
vertical para tiempo igual a cero, es decir para el tiempo en el cual comienza
la transformación. En esta gráfica de temperatura vs tiempo, podemos graficar
la tasa de enfriamiento que puede conllevar el sólido α para así evitar su
transformación a sólido β (flecha segmentada). Como también podemos
considerar una tasa de enfriamiento más lenta (flecha punteada) la cual
termina a una temperatura constante (proceso isotérmico)
3
1.5×10
TE
3
1×10
T
! G
( Nx !) !1
500
0
20 40 60 80 100
t
especial para los aceros y son muy utilizadas en la industria para planificar
ciertos tratamientos térmicos. De esta forma es posible, controlando la tasa de
enfriamiento o bien introduciendo diversos segmentos de tiempo a
temperatura constante, lograr un material con una cierta combinación de fases
presentes. Estas gráficas por lo general incluyen el porcentaje de
transformación que se puede alcanzar según la tasa de enfriamiento a la cual
se somete la aleación. Esto se indica esquemáticamente la siguiente figura.
La Figura 9.14 ilustra el diagrama TTT para el acero SAE 1045, el cual posee
un porcentaje en peso de carbono del 0.45%. En este diagrama además se han
incluido curvas de enfriamiento a distintas tasas, desde los 42,5°C/s
(enfriamiento rápido) hasta los 0,042 °C/s (enfriamiento lento). En este
diagrama podemos observar que el comienzo de la formación de martensita
(Ms) ocurre a los 380°C y para tasas de enfriamiento superiores a los 42,5
°C/s. Además, se identifica la región de austenita (A), ferrita (F), seguida por
una de perlita (P) y de bainita (B).
Figura 9.15. a) Imagen de un acero eutectoide transformado a 705 °C para formar perlita gruesa. B)
imagen de bainita c) Imagen de martensita.
Eje-‐Z
Parámetro aFCC