Está en la página 1de 15

ESTUDIO BÍBLICO Nº 17

La resurrección de Jesús (domingo)


 Las mujeres van a la tumba: Mateo 28:1- Marcos 16:2-3 Lucas 24:1 Juan 20:1ª
 Se remueve la piedra Mateo 28:2-3

(1-3) Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver
el sepulcro. Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y
se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.

a. Ellas vinieron a terminar la preparación del cuerpo de Jesús, lo cual fue interrumpido por el día de reposo (Lucas 24:1-
3). Así que, pasado el día de reposo, en domingo (el primer día de la semana), ellas vinieron a la tumba, con toda la
expectativa de encontrar el cadáver de Jesús.

Solo Mateo nos dice de este terremoto. El terremoto no causó que la piedra fuera rodada; si no que el ángel rodara la
piedra provocó el terremoto.

Cuando las mujeres llegaron a la tumba, vieron la piedra removida y un ángel sentado en la piedra. La puerta de la
tumba estaba totalmente abierta.

 ¡Las mujeres la ven removida! Marcos 16:4 Lucas 24:2 Juan 20:1b

Pero cuando miraron, vieron removida la piedra, que era muy grande.

 No encuentran el cuerpo Lucas 24:3-4

Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Y cuando entraron en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado
derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron.

 El ángel anuncia la resurrección Mateo 28:5-6. Marcos 16:6 Lucas 24:5-6ª


Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres:
No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como
dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.

Los soldados romanos responsables de vigilar la tumba estaban aterrorizados. La presencia angelical hizo que estos
soldados profesionales temblaran y desmayaran.

Por primera vez, los seguidores de Jesús –estas fieles mujeres– escucharon lo que no esperaban escuchar. Escucharon
que Jesús no estaba en la tumba, sino que había resucitado.

Hay varios ejemplos de personas en la Biblia que habían resucitado antes de esto, tal como el hijo de la viuda en los días
de Elías (1 Reyes 17:17-24) y Lázaro (Juan 11:38-44). Cada uno de estos fue resucitado de la muerte, pero ninguno de
ellos fue resucitado para siempre. Cada uno de ellos fue levantado en el mismo cuerpo en el que murieron, y resucitados
de entre los muertos para eventualmente morir otra vez. La resurrección no es solamente vivir de nuevo; es vivir de
nuevo en un cuerpo nuevo, basado en nuestro viejo cuerpo, perfectamente adecuado para la vida en la eternidad. Jesús
no fue el primero que regresó de la muerte, pero fue el primer en resucitar para siempre.

ii. Jesús aún sigue resucitado. Él ascendió al cielo y continúa reinando como un hombre resucitado, aun completamente
hombre y completamente Dios.

En Israel, uno puede ver muchas tumbas y sepulturas, existe un océano de tumbas en el Monte de los Olivos, y un vasto
mar de sepulturas fuera de la pared oriental del monte del templo. Puedes ver la tumba de Rebeca, la tumba de David,
la tumba de Absalón, pero no encontrarás la tumba de Jesús por ningún lado. Él no está aquí.

Las palabras “como dijo” les recordó a estas mujeres –y a todos los discípulos– que ellas debieron haber esperado esto.
Es justamente lo que había prometido.
Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor: La piedra no fue removida para dejar salir a Jesús. Juan 20:19 nos dice
que Jesús, en su cuerpo resucitado, podía atravesar las barreras materiales. Fue removida para que otros pudieran ver y
ser persuadidos de que Jesucristo fue levantado de los muertos.

“Vengan y vean el nicho en el que fue puesto, ahora está vacío; ni había en ese lugar ningún otro cuerpo, pues la tumba
era nueva, en donde ningún hombre había sido puesto antes, Juan 19:41; para que no pudiera haber ningún engaño en
el caso”. (Clarke)

La realidad de la resurrección es lo suficientemente clara. También debemos luchar con el significado de la resurrección.
Simplemente, la resurrección de Jesús probó que su muerte fue una propiciación real por el pecado y que el Padre lo
había aceptado como tal. La cruz fue el pago, la resurrección el recibo, probando que el pago había sido completamente
aceptado.

 “Acordaos de lo que os habló” Lucas 24:6b-8

No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario
que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
Entonces ellas se acordaron de sus palabras.

e. Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite
al tercer día: Para las mujeres, debe haber parecido que había pasado mucho tiempo desde que Jesús dijo estas palabras
(Lucas 18:31-33). De cualquier manera, ellas necesitaban recordarlas y los ángeles les recordaron lo que Jesús había
dicho.

Entonces ellas se acordaron de sus palabras: Las primeras señales de esperanza sonaron en los corazones de las mujeres
cuando se acordaron de las palabras de Jesús. La tumba vacía, la presencia de ángeles, las palabras de los ángeles por si
mismas no podían cambiar sus corazones, pero sus palabras podían cambiar y alegrar sus corazones.

 “decid a sus discípulos” Mateo 28:7- Marcos 16:7

E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le
veréis. He aquí, os lo he dicho.

El ángel les ordenó ser las primeras mensajeras de las buenas noticias de la resurrección de Jesús. Como estas mujeres
eran unas de las pocas personas lo suficientemente valientes como para identificarse públicamente con Jesús, era un
honor apropiado.

b. Y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis: Esto les aseguró a las mujeres que verían al Jesús resucitado.
Él no había sido simplemente resucitado de los muertos; fue resucitado para continuar su relación con ellos.

i. Posiblemente, el ángel podría haber dicho: “¡Él ha resucitado, y ha ascendido al cielo!” Eso hubiera estado mejor que
saber que estaba muerto; pero la verdad era aún mejor. Él había resucitado, y resucitado para tener y continuar una
relación real con sus discípulos.

 Primero no dicen nada por miedo Marcos 16:8

Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque
tenían miedo

Estas mujeres dejaron la tumba y huyeron. Presas de temblores y asombro; – la palabra Griega exacta aquí es ‘éxtasis’, –
presas del temblor y extasiadas, llenas con temor; así que huyeron.” (Morgan)

- Ni decían nada a nadie: Esto no significa que no reportaron la resurrección porque sabemos que lo hicieron (Marcos
16:11 y Lucas 24:9). Significa que mientras dejaban la escena de la tumba vacía, ellas no lo discutieron entre ellas
mismas. Ellas no trataron de averiguar o hacer coincidir sus historias. Ellas simplemente fueron a reportarlo a los
discípulos, de la manera que el ángel les invitó que lo hicieran.
 Mujeres van para avisar a discípulos Mateo 28:8ª

Fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos.

Las mujeres –llenas de temor y gran gozo– hicieron exactamente lo que el ángel les dijo que hicieran. Les dijo que fueran
pronto y lo hicieron.

 María M. corre adelante; no cree Juan 20:2ª


 María M. avisa a Pedro y Juan- Juan20:2b

Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro
al Señor, y no sabemos

Otros evangelios explican que no fue la única mujer que fue a la tumba esa mañana (por lo menos otras tres mujeres la
acompañaron). María fue la que corrió a decirles a los discípulos sobre la tumba vacía, así que Juan la menciona.

i. Jesús había expulsado siete demonios de esta María (Lucas 8:2, Marcos 16:9). Su turbulento pasado no la descalificaba
de ser el primer testigo del Jesús resucitado y la primera mensajera comisionada de su resurrección.

c. Se han llevado del sepulcro al Señor: Cuando vio la tumba vacía, la primera reacción de María fue pensar que el
cuerpo de Jesús había sido robado. Ella no estaba deseando ni anticipando la resurrección de Jesús, y ciertamente no se
lo imaginó por esperanza.

 Pedro y Juan van la tumba- Lucas24:12- Juan 20:3-10

(3-4) Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más
aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro.

Pedro y Juan escucharon las noticias de María e inmediatamente se dirigieron hacia la tumba. De acuerdo con la
humildad del autor, Juan no se refirió a sí mismo directamente, sino solo como el otro discípulo, pero lo suficientemente
competitivo como para decirnos que corrió más aprisa que Pedro para llegar a la tumba.

i. Según se dice, Pedro era mayor que Juan. Podemos imaginarnos a un hombre a finales de sus cuarenta o a inicios de
sus cincuenta como Pedro corriendo hacia la tumba con gran esfuerzo, y a un hombre de veintitantos años rebasándolo
con facilidad.

ii. Esto nos muestra que ambos corrieron fuerte. Pedro y Juan acababan de escuchar noticias que les cambiarían la vida:
que la tumba estaba vacía. No podían quedarse indiferentes o apáticos ante esta noticia; tenían que verlo por sí mismos.

(5-10) Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el
sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos,
sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y
creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los
discípulos a los suyos.

Al llegar a la tumba, Juan se detuvo a mirar (la palabra griega antigua blepei significa “ver claramente un objeto
material”), y vio que las envolturas de Jesús aún estaban en la tumba (vio los lienzos puestos allí). Juan vio esto
claramente, y no había error en lo que vio.

i. Pero no entró: Algo impidió que Juan entrara a la tumba. “Habiendo visto que sus prendas aún estaban ahí, el otro
discípulo probablemente concluyó que el cuerpo también estaba ahí, por lo que se abstuvo de entrar. O sintió que no
debía entrar a la tumba, o le tuvo miedo a la contaminación ceremonial de tocar un cadáver.”

ii. La típica tumba de un hombre rico de ese tiempo sería lo suficientemente grande como para entrar caminando, con
un lugar para colocar el cuerpo de un lado y una banca para los dolientes en el otro. La entrada podría tener una
abertura de solo 1 metro de alto y 75 metros de ancho. Era lo suficientemente grande como para entrar en ella; sin
embargo arquearse y girarse eran un poco necesarios. Se requería de algo de compromiso para entrar a la tumba, y por
alguna razón Juan no entró.

b. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro: Lo que sea que haya impedido que Juan entrara no detuvo a
Pedro. Cuando finalmente llegó, él inmediatamente entró en el sepulcro. Esta impulsividad orientada a la acción era
característica de Pedro. Juan quiso detenerse y pensarlo pero Pedro entró directamente.

c. Vio los lienzos puestos allí: Al entrar, Pedro vio (la palabra griega antigua theorei que significa “contemplar, observar,
escudriñar”) que los lienzos permanecían ordenados y limpios. Parecía como si el cuerpo se hubiera evaporado de los
lienzos sin afectar al lugar.

i. Las palabras utilizadas para los lienzos puestos allí y enrollado en un lugar aparte indican el arreglo ordenado de las
envolturas de entierro. Preparados para un entierro, esas tiras o lienzos eran untadas con ungüentos, aloes y especias, y
los lienzos eran aplicados en varias capas. El entierro de Jesús en el día de su muerte fue apresurado, y las mujeres
fueron temprano el domingo para aplicar más capas.

ii. La mezcla de ungüentos, aloes y especias secaban y endurecían los lienzos, formando una especie de momia o capullo.
La retirada normal de estas envolturas de entierro requería de arrancar o cortar; Pedro vio que no había un retiro
normal de las envolturas de entierro. “El punto de la descripción es que estos lienzos no se veían como si hubieran sido
retirados; yacían ahí en sus pliegues regulares como si el cuerpo de Jesús simplemente se hubiera evaporado.” (Barclay)

iii. El ordenado y pulcro arreglo de los lienzos muestran que no fue una mano humana, por lo menos de ninguna manera
evidente, la que removió los lienzos de Jesús. Todo esto demostraba que algo absolutamente único había sucedido en
esa tumba que ahora estaba vacía.

· Los paños de lino estaban ahí – el cuerpo no había sido removido junto con ellos– no fueron removidos de ninguna
forma normal por la persona envuelta en ellos– no fueron removidos por saqueadores de tumbas o vándalos

d. El otro discípulo… vio, y creyó: Después de que Pedro entró en la tumba Juan también entró. Entonces Juan vio (la
palabra griega antigua eiden que significa, “entender, percibir la significancia de”) y luego creyó. El distintivo arreglo de
las envolturas del entierro lo convencieron.

i. En general, los primeros cristianos no creyeron en la resurrección solo porque la tumba estaba vacía, sino porque
vieron y se encontraron con el Jesús resucitado. Juan fue una especie de excepción; el creyó simplemente al ver la
tumba vacía, antes de encontrarse con el Jesús resucitado.

e. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos: A este punto Pedro
y Juan estaban persuadidos del hecho de la resurrección; ellos creían. Sin embargo como aún no habían entendido la
Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos, no comprendían el significado de la resurrección.

i. Conocer el hecho de la resurrección es un comienzo importante, pero no suficiente. Necesitamos dejar que la biblia
nos diga el significado y la importancia de la resurrección de Jesús.

· La resurrección significa que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos (Romanos 1:4)

· La resurrección significa que tenemos garantía para nuestra propia resurrección: porque si creemos que Jesús murió y
resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él (1 a los Tesalonicenses 4:14)

· La resurrección significa que Dios tiene un plan eterno para estos cuerpos nuestros. Jesús retiene el cuerpo; y declara
que Dios alimenta al cuerpo así como al alma, que el cuerpo es algo sagrado así como el alma, ya que el alma hace de
este su santuario.” (Morgan)

· La resurrección significa que Jesús tiene un ministerio continuo: por lo cual puede también salvar perpetuamente a los
que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (Hebreos 7:25)
· La resurrección significa que el cristianismo y su Dios son únicos y completamente diferentes de las religiones del
mundo.

· La resurrección significa que aunque parecía que Jesús murió en la cruz como un criminal común en realidad murió
como un hombre sin pecado, por amor y auto-sacrificio para llevar la culpa de nuestro pecado. La muerte de Jesús en la
cruz fue el pago, pero la resurrección fue el recibo, mostrando que el pago fue perfecto a la vista de Dios el Padre.

 Jesús aparece a María Magdalena- Marcos16:9 - Juan20:11-17


 Mujeres dan nuevas a discípulos Marcos 16:10-11- Lucas 24:9-11- Juan 20:18

Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a
dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de
Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le
han puesto.

María aun no tenía la confianza de que Jesús hubiera resucitado, así que lloraba. María quería ver lo que Pedro y Juan
vieron. Sin embargo en el periodo entre la examinación de los discípulos y la de María, algo había cambiado en la tumba.

María no notó las envolturas de entierro y su curioso arreglo; ahora había dos ángeles en la tumba. María no pareció
reaccionar con miedo o conmoción; probablemente no percibió inmediatamente que ellos eran ángeles (Hebreos 13:2).

iii. Uno a la cabecera, y el otro a los pies: “Así fueron colocados los querubines en cada extremo del propiciatorio: Éxodo
25:18, 19.” (Clarke)

d. Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto: María no estaba pensando ni soñando en que Jesús
estaba vivo. Ella creía que aún estaba muerto, y solo quería saber dónde estaba él para poder terminar el trabajo de
preparar su cuerpo para el entierro. Esta es más evidencia de que ella no notó las prendas de entierro debido a los
ángeles.

(14-16) Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer,
¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo
has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).

a. María se preguntaba y se preocupaba por saber dónde estaba Jesús, pero él no estaba lejos.

b. María ciertamente sabía quién era Jesús, y era extraño que no lo reconociera inmediatamente. Algunos piensan que
fue porque estaba emocionalmente perturbada y tenía lágrimas en los ojos. Otros especulan que fue porque Jesús se
veía de alguna manera diferente, conservando por lo menos algunas marcas de su sufrimiento.

c. ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas? Jesús no se reveló inmediatamente a María. No fue para jugarle una broma; fue
para romper con su incredulidad y olvido de la promesa de la resurrección.

d. Dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré: Es posible que María fuera una mujer grande, fuerte y físicamente capaz de
cargar el cuerpo de un hombre muerto. Es más probable que simplemente estuviera tan llena de dolor y devoción que
no estaba pensando sus planes cuidadosamente. “Sus palabras revelan su devoción. Nunca se detuvo a considerar cómo
cargaría el cadáver de un hombre adulto o cómo explicaría su posesión de él.” (Tenney)

e. Jesús le dijo: ¡María! Jesús solo tuvo que decir una palabra, y todo fue explicado. Ella escuchó el nombre y el tono de
la voz de su amado Mesías, e instantáneamente lo llamó Raboni (como lo hizo otra María en Juan 11:28).

i. “Jesús le dice, ‘Mariam,’ el nombre hebreo, del cual la forma griega es María.” (Trench) Jesús no se reveló a María
diciéndole quién era, sino diciéndole quien era ella para él.

(17-18) Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi
Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas
de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
a. Algunos piensan que Jesús le dijo a María que no lo tocara de ninguna forma, como si su contacto pudiera
contaminarlo de alguna manera. Sin embargo el sentido es que María inmediatamente se aferró a Jesús y no quería
dejarlo ir.

i. “Probablemente debemos entender el tiempo aquí en el sentido estricto de la palabra. El presente imperativo con un
negativo significa ‘deja de hacerlo’ en vez de ‘no hagas algo’.” (Morris) “Jesús no estaba protestando de que María no
debía tocarlo para no contaminarlo, sino que la amonestaba a no detenerlo porque los vería a ella y a los discípulos otra
vez.” (Tenney)

iv. Esto también muestra que la resurrección del cuerpo de Jesús fue diferente, sin embargo similar a su cuerpo antes de
la resurrección. Definitivamente era real y tangible, y Jesús no era un fantasma.

b. Ve a mis hermanos, y diles: Jesús hizo a una mujer la primera testigo de su resurrección. Los tribunales de ese
entonces no reconocían el testimonio de una mujer, pero Jesús lo hizo. Esto también discute por la verdad histórica de
este relato. Si alguien hubiera fabricado esta historia, no hubieran puesto como primeros testigos de la resurrección a
mujeres, que comúnmente eran (injustamente) consideradas como testigos no confiables.

iii. Mis hermanos: Es conmovedor que Jesús se refiera a sus discípulos – los que lo habían abandonado, a excepción de
Juan – como sus hermanos. También es conmovedor que María entendiera exactamente a quienes se refería.

iv. “No recuerdo que el Señor Jesús llamara alguna vez hermanos a sus discípulos hasta ese momento. Los llamó
‘siervos’; los llamó ‘amigos’; pero ahora ha resucitado, y dice ‘mis hermanos.’”

c. Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios: Jesús no dijo, Nuestro Padre y Dios, y por lo tanto
señaló una diferencia entre su relación con Dios y la relación de los discípulos con Dios. El que está entronado en los
cielos ciertamente es su Padre y Dios, pero no de la misma manera en la que es Padre y Dios de Jesús.

ii. También hizo mención específica de su futura ascensión. El mensaje de su ascensión les dejó saber que él se levantó
para nunca morir otra vez.

 Jesús aparece a las (otras) mujeres Mateo 28:8b-10

Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas,
acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos,
para que vayan a Galilea, y allí me verán.

Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos: Las mujeres se encontraron con Jesús mientras obedecían la orden de
dar las noticias de la resurrección.

“‘¡Salve!’ representa el saludo normal griego, casi un casero ‘¡Hola!’ en contraste con la tremenda aparición del ángel”.

Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron: Cuando las mujeres se encontraron con Jesús, ellas se sintieron
obligadas a adorarle. Una hora antes, pensaban que todo estaba perdido porque creían que Jesús estaba muerto. Ahora
sabían que todo estaba ganado porque Jesús estaba vivo.

Notablemente, Jesús recibió la adoración de estas mujeres. Si Jesús no era Dios, hubiera sido terriblemente pecaminoso
de su parte recibir esta adoración. Pero al ser Dios, era bueno y apropiado para él recibirla.

No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán: Jesús les dijo a las mujeres que
hicieran lo mismo que el ángel les había dicho.

Mis hermanos: “Esta es la primera vez que nuestro Señor llamó a sus discípulos por este nombre encantador: ellos sin
duda pensaron que su Señor les reprocharía su cobardía e infidelidad pasadas; pero, al hablar así, les da plena seguridad,
en los términos más tiernos, que todo lo pasado estaba enterrado por siempre”. (Clarke)
 El informe de la guardia Mateo 28:11-15

Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las
cosas que habían acontecido. Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. Y si esto lo oyere el
gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había
instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.

Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos: Este intento de encubrimiento muestra la
oscuridad en estos sacerdotes. Ellos sabían la verdad de la resurrección, sin embargo, rechazaron esa verdad.

b. Estando nosotros dormidos: Su encubrimiento también muestra su insensatez. Si era verdad que los guardias estaban
dormidos, no podían saber que fueron Sus discípulos los que robaron el cuerpo de Jesús.

i. Para creer esto tenemos que creer:

· Todos los soldados estaban dormidos – ¡todos!


· Todos los soldados violaron la estricta ley de los militares romanos contra dormir cuando de guardia, castigable con la
muerte.
· Todos los soldados se durmieron tan profundamente que ninguno de ellos se despertó con el trabajo, esfuerzo y ruido
necesarios para deslizar la piedra y llevarse el cuerpo.
· Todos los soldados estaban tan profundamente dormidos, sin embargo sabían quién había hecho esto.

c. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy: A través de los años, ha habido muchas objeciones
sugeridas contra la resurrección de Jesús. Algunos dicen que no murió, sino que solamente se desvaneció o desmayó en
la cruz y revivió espontáneamente en la tumba. Otros dicen que realmente murió, pero que su cuerpo fue robado. Otros
sugieren que realmente murió, pero sus discípulos desesperados alucinaron su resurrección. Un entendimiento claro y
sencillo de estas evidencias de la resurrección de Jesús responde a todas estas teorías, y muestra que requieren de
mucha más fe para creer que lo que requiere el relato bíblico.

 Jesús aparece a Cleofas y otro Marcos 16:12- Lucas 24:19-27


 Incredulidad de Tomás Juan 20:24-25
 Jesús aparece a Tomás Juan 20:26-29

(19) Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde
los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.

a. Esto sucedió en el mismo día que la tumba se encontró vacía y que María se encontró con el Jesús resucitado.

b. En el lugar donde los discípulos estaban reunidos: Era bueno que los discípulos permanecieran juntos. Jesús les dijo
que cuando él partiera debían amarse unos a otros, lo cual asume que permanecerían juntos (Juan 15:17). También oró
por su unidad después de su partida (Juan 17:11). Esta orden se cumplió y la oración fue respondida, por lo menos en los
días inmediatos después de su crucifixión.

Estando las puertas cerradas: El sentido no solo es que las puertas estaban cerradas, sino aseguradas y bloqueadas
contra cualquier entrada indeseada. La idea es que la habitación tenía cerrojo cuando de repente vino Jesús, y puesto en
medio. No se nos dice cómo Jesús entró a la habitación, pero el sentido es que no fue de ninguna manera normal y que
pareció simplemente aparecer.
Esta extraña y milagrosa aparición de Jesús aparentemente fue para demostrar que los cuerpos resurrectos no están
sujetos a las mismas limitaciones que nuestros cuerpos presentes. Como seremos resucitados de la misma manera que
Jesús (Romanos 6:4, 1 a los Corintios 15:42-45), esto nos da una pista de la naturaleza de nuestro futuro cuerpo en la
resurrección.

d. Paz a vosotros: Después de haber desertado a Jesús en el día de su crucifixión, los discípulos probablemente
esperaban palabras de reprensión o culpa. En vez de eso, Jesús trajo una palabra de paz, paz reconciliadora.

2. (20-23) Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto,
sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los
retuviereis, les son retenidos.

a. Les mostró las manos y el costado: Jesús les aseguró que realmente era Jesús de Nazaret y que fue resucitado de los
muertos. Jesús hizo esto para más de los 10 discípulos presentes; Lucas menciona esta reunión como que incluía no solo
a los discípulos sino también a los que estaban con ellos (Lucas 24:33) y que Jesús hasta los invitó a tocar su cuerpo para
ver que era real (Lucas 24:39-40).

b. Paz a vosotros: Jesús les dio la bendición de su paz (Juan 20:19). Tal vez el énfasis ahí era tranquilizar su miedo y el
shock del momento (Lucas 24:36). La repetición de esta promesa hace este regalo de paz mucho más grande, y más
significativo. El Jesús resucitado trae paz.

· Mis pecados son perdonados – paz


· La esclavitud del pecado es destruida – paz
· Mi salvador toma mis miedos y preocupaciones – paz
· Mi vida está garantizada por la eternidad – paz

c. Como me envió el Padre, así también yo os envío: Jesús le dio a sus discípulos una misión, continuar su obra en la
tierra. Esta era la comisión de hacer lo que Jesús ya había orado en Juan 17:18: Como tú me enviaste al mundo, así yo los
he enviado al mundo.

ii. Lucas 24:33 describió esta reunión en la noche del domingo de Resurrección y es importante: hallaron a los once
reunidos, y a los que estaban con ellos. Significa que no solo fueron los diez discípulos (faltaban Judas y Tomás) los que
recibieron de Jesús el Espíritu Santo y esta comisión. Significa que Jesús envía a todo creyente al mundo en misión.

d. Recibid el Espíritu Santo: Jesús le dio a sus discípulos el Espíritu Santo, trayendo nueva vida y la habilidad de llevar a
cabo su misión. Parece que Juan señala una deliberada conexión entre su soplo sobre los discípulos y cuando en la
creación Dios sopló vida en el hombre. Esta fue una obra de re-creación, incluso como Dios sopló vida dentro del primer
hombre. Aquí es cuando los discípulos nacieron de nuevo.

iv. Ellos recibieron el mismo Espíritu Santo que estaba en Jesús; el mismo espíritu que potenció y permitió todas sus
palabras y obras. “El soplo sobre ellos tenía como objetivo transmitir la impresión de que Su propio Espíritu les había
sido impartido.” (Dods)

e. A quienes remitiereis los pecados: Jesús le dio autoridad a sus discípulos para anunciar perdón y para advertir de
culpa, según lo autorizó el Espíritu Santo. Podemos decir que la predicación de Pedro en el día de Pentecostés (Hechos
2:37) fue un ejercicio de este poder prometido para anunciar el perdón de pecados.

i. La conexión con la recepción del Espíritu Santo es importante. “La palabras de Jesús hacen hincapié en que el Espíritu
Santo no se otorgó a la iglesia como un ornamento sino para dar poder para una aplicación efectiva de la obra de Cristo
a todos los hombres.” (Tenney)

ii. Esto establece el deber de la iglesia de proclamar el perdón al creyente arrepentido, y el deber de la iglesia de advertir
al no creyente de que están en peligro de perderse la misericordia de Dios. Nosotros no creamos el perdón ni lo
negamos; lo anunciamos según la palabra de Dios y la sabiduría del Espíritu.
3. (24-25) Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros
discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar
de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

i. “Tomás hizo la peor cosa que un hombre melancólico puede hacer, irse a un rincón solo a meditar melancólicamente,
y así exagerar todas sus idiosincrasias, distorsionar la proporción de la verdad, y abrazar su desesperanza, separándose
de sus compañeros. Por lo tanto se perdió lo que ellos obtuvieron, ver al Señor.” (Maclaren)

· Tomás se negó a creer el testimonio de muchos testigos y de testigos confiables

· Tomás hizo una exigencia extrema de evidencia; evidencia no solo de vista sino de contacto, y repetidamente tocó las
múltiples heridas de Jesús

· Tomás se negó rotundamente a creer a menos de que se cumplieran sus condiciones (no creeré)

4. (26-27) Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas
cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca
tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente

La idea es que Jesús tuvo esta reunión con los discípulos, ahora incluyendo a Tomás, el siguiente domingo. Jesús entró a
la habitación de misma manera misteriosa y sorprendente (llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en
medio). Jesús también dio el mismo saludo (Paz a vosotros).

ii. Hay un significado en el que estas dos importantes reuniones con Jesús y sus discípulos reunidos se llevaran a cabo en
domingo; esta es la primera indicación que tenemos de las reuniones de los discípulos en domingo. “La memoria de esta
venida del Señor a sus discípulos bien puede tener algo que ver con la práctica temprana de la iglesia de reunirse por la
noche del primer día de la semana y anunciar su presencia con ellos con las palabras Marana tha, ‘¡Nuestro Señor, ven!’”
(Bruce)

b. Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado: Jesús le concedió a Tomás la evidencia
que exigió. Suponemos que Jesús no estaba obligado a hacer esto; bien pudo haber demandado fe de Tomás en la base
de la evidencia confiable de otros. Sin embargo en su misericordia y bondad, Jesús le dio a Tomás lo que pidió.

i. Debió haber sido una sorpresa para Tomás que Jesús le repitiera exactamente lo que le había dicho a los otros
discípulos (Juan 20:25). Jesús conocía las exigencias y la incredulidad de Tomás.

iv. Hay una lección clara: Cuando quieras una garantía, ve las heridas de Jesús. Estas son evidencias de su amor, de su
sacrificio, de su victoria, de su resurrección.

c. No seas incrédulo, sino creyente: Jesús claramente le ordenó a Tomás que dejara su incredulidad y comenzara a creer.
Jesús fue generoso y misericordioso con Tomás y su incredulidad, pero Jesús no alabó su incredulidad. Jesús quería
moverlo de su duda e incredulidad a la fe.

ii. Con frecuencia Dios no condena nuestra duda y a menudo se revela y hace cosas extraordinarias para hablar a nuestra
incredulidad y duda. Pero la duda y la incredulidad no son condiciones deseables para el discípulo de Jesús. Si son
puntos de control a lo largo de un camino que conduce a la fe se debe lidiar con ellos con un amor generoso; pero la
duda y la incredulidad nunca deben ser consideradas como destinos para los discípulos.

Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Tomás hizo una transición inmediata de la incredulidad declarada (Juan 20:25) a la creencia radical. Se dirigió a Jesús con
títulos de deidad, llamándolo Seño y Dios. También es significativo que Jesús aceptó estos títulos.
iii. “Las palabras no son una simple exclamación de sorpresa. Eso está prohibido por [texto griego]; ellas significan, ‘Tú
eres mi Señor y mi Dios’. El pronombre repetido agrega énfasis.” (Dods)“Que un judío llamara a otro humano ‘mi Señor y
Dios’ debió haber sido casi increíble…. Tomás, a la luz de la resurrección, aplicó a Jesús los títulos de Señor (kyrios) y Dios
(theos), los cuales eran títulos de deidad.” (Tenney)

c. Bienaventurados los que no vieron, y creyeron: Hay una promesa especial de bendición para los que creen. Tomás
exigió ver y tocar antes de creer en el Jesús resucitado. Jesús entendía que el testimonio de testigos confiables era
suficiente evidencia, y hubo una bendición para los que aceptaron esa evidencia suficiente.

 Jesús se revela a ellos Lucas 24:28-32

Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate
con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. Y aconteció que estando
sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le
reconocieron; mas él se desapareció de su vista. Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros,
mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

a. Jesús actuó como si debía continuar más lejos, pero no quería forzar su compañía sobre estos discípulos. Mas ellos le
obligaron a quedarse demuestra que aunque no sabían que era Jesús en medio de ellos, sabían que querían pasar todo
el tiempo que pudieran con este hombre. “Es una palabra muy fuerte que “le obligaron a quedarse”; es similar a la que
Jesús utilizó cuando dijo: El reino de los cielos sufre violencia. Ellos no solo lo invitaron, sino que lo obligaron, tomaron
su mano, se aferraron a su ropa, y le dijeron que no debía de irse”. (Spurgeon)

b. Tomó el pan y lo bendijo, lo partió: Estos hombres no habían estado presentes en la última cena que Jesús tuvo con
sus doce discípulos; Ellos no sabían nada de la naturaleza sacramental de partir el pan en términos teológicos.

c. Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron: Aunque no fue lo que se podría llamar una cena sacramental,
había algo en ella que les mostró quien era el misterioso y sabio invitado. Antes, sus ojos estaban velados (Lucas 24:16);
Ahora, les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron al partir el pan (Lucas 24:35).

iii. Jesús puede estar en frente de ti, caminando contigo y sentándose en la mesa en cada comida, y tus ojos pueden
estar velados. Por lo tanto, tenemos que orar para que Dios abra nuestros ojos para ver a Jesús tal como es, estando con
nosotros todo el tiempo.

d. Mas él se desapareció de su vista: Tan pronto como sus ojos fueron abiertos a ver a Jesús por quien realmente era, Él
se fue milagrosamente y ambos dijeron lo que había en sus corazones. Sus corazones ardieron mientras lo escucharon
hablar y enseñar.

i. La palabra de Dios puede tener este mismo efecto en nuestros corazones, incluso cuando no sabemos que es Jesús
haciendo su trabajo.

 Regresan a Jerusalén a avisar Marcos 16:13 Lucas 24:33-35

Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, que
decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. Entonces ellos contaban las cosas que les
habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan.

a. Después de una caminata de siete millas de ida (11,26 km), ellos estaban tan emocionados que caminaron siete millas
de regreso, y probablemente mucho más rápido de regreso. Ellos tenían la pasión de contar las maravillas de la
resurrección de Jesús.

b. Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón: Ellos tenían una mutua confirmación de la
resurrección de Jesús. Aunque el Jesús resucitado no estaba físicamente con ellos, Su resurrección había sido
confirmada por más de dos testigos.
 Jesús aparece a los discípulos 1 Co. 15:5b Marcos16:14 Lucas 24:36-43 Juan 20:19-20

(36-43) Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces,
espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro
corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene
carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo,
no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un
panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos.

Esta parece ser la misma reunión del domingo en la tarde que Jesús tuvo con los once en Juan 20:19-25. En su evangelio,
Juan específicamente escribió que Jesús se les apareció estando las puertas cerradas (Juan 20:19). Parece ser que Jesús
de repente y quizás milagrosamente se apareció a los discípulos en medio de un cuarto cerrado sin hacer una entrada
obvia.

Jesús primero mostró sus manos y pies heridos a los discípulos. Con esto, Jesús quería establecer tanto su identidad
como su existencia corporal, y que en un estado transformado estaba el mismo cuerpo que tenía antes de la cruz, en la
cruz, y puesto en la tumba. Es maravilloso considerar que el cuerpo resucitado de Jesús retiene las heridas que recibió
en sus sufrimientos y crucifixión.

¿Tenéis aquí algo de comer? Para demostrar tanto su identidad como la realidad de su cuerpo espiritual, Jesús comió en
su presencia. En la mayoría de las apariciones de Jesús después de la resurrección, Él come con los discípulos.

 Les abre el entendimiento Lucas 24:44-48

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que
está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que
comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los
muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.

a.: Jesús casi dijo: “Se los dije” al recordarles que todo lo que había pasado fue tal y como Él dijo que sería. Para ayudar a
los discípulos a asimilarlo todo, les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras.

b. Fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día: Jesús quería que entendieran que la
cruz no había sido un obstáculo desafortunado que tuvo que superar. Era necesario para el plan redentor de Dios para la
humanidad, y que sería en el nombre de un Salvador crucificado y resucitado que el arrepentimiento y el perdón de
pecados llegaría a este mundo.

ii. Que se predicase en su nombre: Predicar el evangelio en el nombre de Jesús significa:

· Predicar bajo sus órdenes.


· Predicar bajo su autoridad.
· Predicar sabiendo que el perdón y la remisión de pecados vienen por la virtud de su nombre.
· Rehusarnos a predicar en nuestro propio nombre.

Jesús les dijo solemnemente que eran testigos de estas cosas. No solo testigos de todos los eventos que rodearon el
trabajo de Jesús, sino también de la comisión misma de difundir el evangelio.Comenzando desde Jerusalén: Su trabajo
debía de empezar en Jerusalén; hay muchas razones por las cuales era apropiado que la predicación del evangelio
comenzara allí.

· Porque las escrituras decían que tenía que ser así (Isaías 2:3, Joel 2:32)

· Porque fue ahí donde los hechos del evangelio tomaron lugar, y la verdad de esos hechos debía ser probada
inmediatamente.
Más tarde

 Jesús aparece a siete discípulos Juan 21:1-23

1. (1-3) Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta
manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y
otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron,
y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.

a. Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos: Juan registró otra de varias apariciones del Jesús
resucitado a sus discípulos. Esta aparición se llevó a cabo en la región de Galilea (junto al mar de Tiberias). Mateo 28:16
también registra una aparición del Jesús resucitado a sus discípulos en Galilea.

b. Simón Pedro: Una vez más Pedro encabeza una lista de los discípulos. Esta vez estaba con otros siete que se le
unieron para pescar en el Mar de Galilea.

i. Es importante recordar que fueron a Galilea porque Jesús les dijo que lo hicieran (Mateo 28:7, 28:10).

(4-6) Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; más los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo:
Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis.
Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.

ii. Es maravilloso pensar que Jesús se apareció en su trabajo. Él estaba interesado en cada aspecto de su vida, no solo
cuando iban a los servicios religiosos. “El Redentor y Gobernante resucitado le estaba mostrando a sus hombres su
interés y poder en las áreas comunes de sus vidas.” (Morgan)

c. Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis: Jesús hizo una extraña sugerencia a sus discípulos. No había razón
lógica por la que pescar a la luz de la mañana sería mejor que pescar en la noche. No había razón por la que pescar de un
lado del bote sería mejor que el otro lado. Ni siquiera fue una prueba directa de confianza en Jesús, porque no supieron
que era él hasta que atraparon los peces. Esto probablemente fue una prueba de su capacidad de encontrar la guía de
Dios en pequeñas e inesperadas maneras – como un extraño dándoles instrucciones de pesca desde la orilla.

(7-8) Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor,
se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. Y los otros discípulos vinieron con la barca,
arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.

a. ¡Es el Señor!: Juan llegó a la tumba antes que Pedro (Juan 20:4) y reconoció el hecho de la resurrección de Jesús antes
que Pedro (Juan 20:8). Aquí Juan también reconoció la identidad del extraño en la orilla antes que Pedro. Juan sabía que
algo tan maravilloso tenía que venir de Jesús.

b. Se echó al mar: Juan fue primero en reconocimiento, pero Pedro sería primero en devoción. Se ciñó la ropa y se arrojó
al agua para alcanzar a Jesús lo más pronto posible. El bote no podía moverse lo suficientemente rápido para Pedro, y no
quería que Juan fuera el primero otra vez. Tal vez – tal vez – Pedro pensó que podría caminar sobre el agua hasta la
orilla.

(9-11) Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que
acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo
tantos, la red no se rompió.

a. Vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan: Cuando los discípulos llegaron a la orilla – incluyendo a un
Pedro mojado – notaron que el Jesús resucitado seguía siendo un siervo humilde. Se tomó la molestia de preparar el
fuego y cocinar la comida para sus discípulos.
(12-14) Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que
era el Señor. Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado. Esta era ya la tercera vez que Jesús se
manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.

Esta es otra indicación de que había algo inusual en la apariencia de Jesús después de su resurrección. Posiblemente era
el resultado de los golpes que soportó en la cruz, cuyas cicatrices permanecieron al menos en parte.

(15-16) Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le
respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo
de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.

a. Jesús dijo a Simón Pedro: Después de su desayuno Jesús habló directamente con Pedro. Jesús ya se había reunido con
Pedro individualmente en el día de su resurrección (Lucas 24:34, 1 a los Corintios 15:5). Solo podemos preguntarnos
sobre qué habrán hablado Jesús y Pedro en esa primero reunión. Sin embargo, seguía siendo importante para Jesús
restaurar a Pedro en presencia de los otros discípulos.

ii. Jesús le preguntó a Pedro no para saber – él ya sabía, y Pedro estaba consciente de que Jesús sabía. Estas preguntas
fueron hechas para que Pedro se auto-examinara.

e. Apacienta mis corderos. . . Pastorea mis ovejas: Después de que Jesús le preguntó a Pedro y de que Pedro le
respondiera, Jesús le dio dos veces una instrucción a Pedro acerca de cómo debía actuar con el pueblo de Dios. La idea
era que Pedro podía demostrar su afirmación de amor apacentando los corderos de Jesús y sus ovejas. Jesús hizo
hincapié en que estas eran sus ovejas, no las de Pedro.

i. Pastorea mis ovejas: “El verbo utilizado aquí tiene de alguna manera un significado más amplio. Es ‘Ejerce el oficio de
pastor’ en vez de un simple ‘Apacienta’.” (Morris)´

(17) Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me
amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

a. Le dijo la tercera vez: Estas dos preguntas anteriores que Jesús le hizo a Pedro en presencia de los otros discípulos no
fueron suficientes para lograr lo que Jesús quería hacer en la vida de Pedro. Jesús tuvo que preguntar por tercera vez.

b. Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: Pedro entendió el significado de que le hiciera la pregunta por
tercera vez. Era un recordatorio evidente de su anterior negación de tres veces.

d. Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo: Pedro sí creía que amaba a Jesús (utilizando la palabra philio), sin
embargo confiaba en el propio conocimiento de Jesús de que lo sabe todo. Pedro entendió que Jesús lo conocía mejor
que él mismo.

ii. “Jesucristo nos pide a cada uno de nosotros, no obediencia en primer lugar, ni arrepentimiento, ni votos, ni conducta,
sino un corazón, y habiendo entregado eso, lo demás le seguirá a continuación.” (Maclaren)

e. Apacienta mis ovejas: Jesús restauró a Pedro en presencia de los otros discípulos llevándolo a enfrentar directamente
su punto de fracaso; luego Jesús desafió a Pedro a poner sus ojos en la obra que tenía por delante.

3. (18-23) De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas
viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte
había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme. Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien
amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de
entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo
venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero
Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
Jesús le respondió a Pedro con otro desafío. Aunque Pedro estaba destinado a morir en la cruz (Juan 21:18-19), Jesús
quería que Pedro considerara la posibilidad de que él tenía un destino totalmente diferente para Juan. Pedro tenía que
considerar lo que Jesús requería de él sabiendo que Jesús podía requerir algo diferente de Juan o los otros discípulos.

El siguiente domingo

 Apariencia a los Once en Galilea Mateo28:16-17

(16-17) Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le
adoraron; pero algunos dudaban.

b. Cuando le vieron, le adoraron: Este no fue su primer encuentro con el Jesús resucitado; pero fue uno importante. En
esta reunión, recibieron su comisión apostólica.

c. Le adoraron; pero algunos dudaban: La reacción natural al encontrarse con el Jesús resucitado es la adoración, incluso
si algunos tuvieron que superar la incertidumbre y la duda, probablemente por sentir que era demasiado bueno para ser
verdad y por la vergüenza persistente de haber abandonado a Jesús durante su sufrimiento.

 La Gran Comisión Mateo 28:18-20- Marcos 16:15-16

(18-20) Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.

Esta comisión que sigue es dada a la luz de la autoridad de Jesús. Esto indica que es una orden autoritaria, no una
sugerencia. Esta es la misma idea como si un oficial le recordara a un soldado su rango antes de darle la orden. Como Él
tiene esta autoridad, puede enviar a quien quiera a hacer lo que Él quiera.

Porque Jesús tiene esta potestad, estamos por tanto obligados a ir. Es su autoridad la que nos envía, su autoridad la que
nos guía, y su autoridad la que nos fortalece. Su obra y su mensaje continuaran en el mundo a través de sus discípulos.

i. Haced discípulos nos recuerda que los discípulos son hechos. Los discípulos no se crean espontáneamente en la
conversión; son el producto de un proceso que involucra a otros creyentes. Esta formación de discípulos es el poder de
esparcir el cristianismo.

d. A todas las naciones: En su ministerio anterior, Jesús deliberadamente limitó su obra al pueblo judío (Mateo 15:24) y
había enviado a sus discípulos con la misma restricción (Mateo 10:6). Solamente en raras excepciones Jesús ministró
entre los gentiles (Mateo 15:21-28). Ahora todo eso está en el pasado, y los discípulos han sido comisionados para llevar
el evangelio a todas las naciones. No hay lugar en la tierra donde el evangelio de Jesús no deba ser predicado y donde no
se deban hacer discípulos.

e. Bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Significativamente, cuando Jesús les dijo que
fueran a todas las naciones, no les dijo que circuncidaran a los que se convirtieran en discípulos. En cambio, debían
bautizarlos, sugiriendo la separación con el judaísmo tradicional.

ii. Las palabras y el contexto ciertamente indican que son los discípulos que son bautizados, los que tienen edad para
poder ser enseñados y que puedan guardar las cosas que Jesús ordenó. Jesús envió a sus discípulos con una misión a
cumplir, pero no los envió solos. La promesa de su presencia constante era más que suficiente para fortalecer y guiar a
los discípulos mientras ellos obedecían a Jesús haciendo discípulos a todas las naciones.
ii. Su presencia significa privilegio, porque trabajamos con un Gran Rey. Pablo entendió bien este principio en 1 Corintios
3:9, donde escribió: Porque nosotros somos colaboradores de Dios. Como Jesús prometió, “estoy con vosotros todos los
días”, entonces trabajamos junto con Él en todo nuestro servicio. Ciertamente trabajamos para Jesús, pero más que eso,
trabajamos con Jesús.

 Señales Marcos16:17-18

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en
las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Jesús le dio a Sus discípulos una promesa de poder divino y protección.

i. Esta promesa debe de ser entendida en el contexto de los peligros inherentes al llevar el evangelio por todo el mundo,
así como Pablo fue mordido por una víbora y también fue preservado en la isla de Malta (Hechos 28:1-6). Jesús nunca
tenía la intención de beber veneno o de manipular víboras para que fuera una prueba específica o medida de fe.

 Informe completo Juan 21:24-25

Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y
hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo
cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.

Aquí Juan explica que él era el discípulo anónimo al que hizo referencia en varios lugares anteriormente. Juan dio
testimonio solemne de la verdad de lo que escribió. Su testimonio es verdadero.

ii. Las otras muchas cosas que hizo Jesús incluyen su continua obra entre sus discípulos en el mundo hoy. Juan pensaba
en un libro que continua escribiéndose, con tantos volúmenes que el mundo no podría contenerlos todos.

También podría gustarte