Manual Alumno RESURRECCIÓN

MINISTERIO DE LIDERAZGO
TRANSFORMACIONAL
INSTITUTO BÍBLICO
RESURRECCIÓN
RESURRECCIÓN INSTITUTO BÍBLICO DE LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL
Introducción
Definición de Resurrección: recuperar tus facultades, despertar, levantar – de dormir, de estar sentado, de la enfermedad,
de la muerte, de la obscuridad, de la ruina, de la non-existencia, de la inactividad.
Hechos 4:33 “…Los apóstoles, a su vez, con gran (mega) poder seguían dando testimonio de la Resurrección del
Señor Jesús. La gracia de Dios se derramaba abundantemente (mega) sobre todos ellos…”
Dos “megas”: mega poder – mega gracia. (XXL)

Poder: habilidad, abundancia, propósito, hacedor de milagros, violencia, fuerza.
Hay cuatro niveles de vivir con la Resurrección

• Dar testimonio de la Resurrección.
• Dar testimonio de la Resurrección con poder.
• Dar testimonio de la Resurrección con gran poder.
• Dar testimonio de la Resurrección con gran poder en seguida (regularmente).
Podemos solo testificar de algo que hemos visto, vivido y experimentado.
1. Resurrección es un evento Histórico

A. Evento en los diferentes evangelios
El Evento según Mateo

Mateo 28:1-7 “…Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María
fueron a ver el sepulcro. Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y,
acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. 3 Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa
era blanca como la nieve. 4 Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como
muertos. 5 El ángel dijo a las mujeres: —No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. 6
No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Luego vayan pronto a
decirles a sus discípulos: “Él se ha levantado de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán.”
Ahora ya lo saben…”
El Evento según Marcos

Marcos 16:1-7 “…Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron
especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Jesús. 2 Muy de mañana el primer día de la semana, apenas salido
el sol, se dirigieron al sepulcro. 3 Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del
sepulcro?» 4 Pues la piedra era muy grande. Pero al fijarse bien, se dieron cuenta de que estaba corrida. 5 Al entrar
en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado a la derecha, y se asustaron. 6 —No se asusten
—les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar
donde lo pusieron. 7 Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán,
tal como les dijo…”
1
El Evento según Lucas

Lucas 24:1-7 “…El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron al sepulcro, llevando las especias
aromáticas que habían preparado. 2 Encontraron que había sido quitada la piedra que cubría el sepulcro 3 y, al
entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos
hombres con ropas resplandecientes. 5 Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron: —¿Por qué
buscan ustedes entre los muertos al que vive? 6 No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando
todavía estaba con ustedes en Galilea: 7 “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres
pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará…”
El Evento según Juan

Juan 20:1-9 “…El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue
al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada. 2 Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y
al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han
puesto! 3 Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro. 4 Ambos fueron corriendo, pero como el otro
discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. 5 Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero
no entró. 6 Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las vendas 7 y el sudario que había cubierto la
cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas sino enrollado en un lugar aparte. 8 En ese momento
entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. 9 Hasta entonces no habían
entendido la escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar…”
El Evento según Hechos

Hechos 10:40-41 “…pero Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera, 41 no a todo el pueblo, sino a
nosotros, testigos previamente escogidos por Dios, que comimos y bebimos con él después de su Resurrección…”
El Evento según 1 Corintios 15

1 Corintios 15:4-8 “…que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras, 5 y que se apareció a Cefas,
y luego a los doce. 6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive
todavía, aunque algunos han muerto. 7 Luego se apareció a Jacobo, más tarde a todos los apóstoles, 8 y por último,
como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí…”
Conclusión
La tumba está vacía. En la Resurrección la vida reemplazó la muerte. ¡¡¡No está aquí!!!
Cristo fue crucificado, afirma su muerte. Ángeles y testigos hacen una invitación a venir y ver la tumba vacía. Cristo venció
y conquistó. Podemos seguir a Cristo atravesando la muerte, la tumba y la resurrección. Cada encuentro con la Resurrección
tiene un encargo de compartir la noticia con otros.
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B. Reacciones de los discípulos ante la Resurrección
Reacciones según Mateo

Los guardias
Mateo 28:4 “…Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos…”
Las mujeres
Mateo 28:8-10 “…Así que las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro, asustadas pero muy alegres, y corrieron
a dar la noticia a los discípulos. 9 En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron
los pies y lo adoraron. 10 —No tengan miedo —les dijo Jesús—. Vayan a decirles a mis hermanos qué se dirijan a
Galilea, y allí me verán…”
Había una mezcla de miedo y alegría. Primero adoraron con miedo y después sin miedo. Cristo resucitado envía las mujeres
a compartir la buena noticia.
Los guardias
Mateo 28:11-15 “…Mientras las mujeres iban de camino, algunos de los guardias entraron en la ciudad e informaron
a los jefes de los sacerdotes de todo lo que había sucedido. 12 Después de reunirse estos jefes con los ancianos y de
trazar un plan, les dieron a los soldados una fuerte suma de dinero 13 y les encargaron: «Digan que los discípulos
de Jesús vinieron por la noche y que, mientras ustedes dormían, se robaron el cuerpo. 14 Y si el gobernador llega a
enterarse de esto, nosotros responderemos por ustedes y les evitaremos cualquier problema.» 15 Así que los
soldados tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Esta es la versión de los sucesos que hasta el día
de hoy ha circulado entre los judíos…”
Hay un plan diabólico para opacar y mentir acerca de la Resurrección. Los líderes religiosos trazaron este plan con él. El
enemigo obra en la misma manera hoy. Él quiere lograr que tenemos solo una religión sin resurrección. Los soldados
tomaron una fuerte suma de dinero en vez de una fuerte dosis de las buenas nuevas.
Reacciones según Marcos

Las mujeres y el ángel
Marcos 16:5-6 “…Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado a la derecha, y se
asustaron. 6 —No se asusten — les dijo—…”
Cristo deshace el asusto que Él mismo causó por su Resurrección.
Las mujeres
Marcos 16:8 “…Temblorosas (temor) y desconcertadas (ekstasis), las mujeres salieron huyendo del sepulcro. No
dijeron nada a nadie, porque tenían miedo…”
3
El encuentro con Cristo era un “antes y un después” para las mujeres. Ellas experimentaron una especie de terror santo
que movía la profundidad de su existencia. La palabra griega por “desconcertados” es “Ekstasis” qué significa: un asombro,
un choque, estar afuera de la mente, sublime.
María y los discípulos
Marcos 16:9-11 “…Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María
Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. 10 Ella fue y avisó a los que habían estado con él, que estaban
lamentándose y llorando. 11 Pero ellos, al oír qué Jesús estaba vivo y que ella lo había visto, no lo creyeron…”
Dios usa María para avisar a los discípulos primero. Después de un encuentro con el resucitado es natural avisar a los demás.
Los discípulos estaban lamentándose y llorando. Ellos estaban tan envueltos en sus malas noticias que no tenían oídos o
espacio en sus corazones para las buenas noticias. No creyeron el testimonio.
Dos de Emaús y los discípulos
Marcos 16:12-13 “…Después se apareció Jesús en otra forma a dos de ellos que iban de camino al campo. 13 Éstos
volvieron y avisaron a los demás, pero no les creyeron a ellos tampoco…”
Jesús aparece en diferentes formas. No hay solo una manera en cómo encontrar a Cristo resucitado. Dios es muy creativo
en como El manifiesta la realidad de la resurrección a nosotros. Lo hace según el contexto y según la persona o el grupo.
Los once discípulos tampoco creyeron a los dos discípulos volviendo de Emaús.
Jesús y los discípulos
Marcos 16:14 “…Por último se apareció Jesús a los once mientras comían; los reprendió por su falta de fe y por su
obstinación en no creerles a los que lo habían visto resucitado…”
La tercera vez Jesús mismo se revela cómo resucitado a los discípulos. El los confronto por su falta de fe. No está bien no
creer la Resurrección. Fe es un ingrediente necesario en el discipulado. La Obstinación significa tener un corazón duro y
una falta de percepción espiritual.
Reacciones según Lucas

El ángel y las mujeres
Lucas 24:5 “…Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron: —¿Por qué buscan ustedes entre los
muertos al que vive? …”
Rostro en tierra postrado en adoración es otra reacción hacia la Resurrección.
El ángel y las mujeres
Lucas 24:8 “…Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús…”
4
Al escuchar el mensaje anunciado por los ángeles se recordaron de las palabras de Jesús. Era necesario escuchar para poder
recordar. Nuestro testimonio de la resurrección hace personas recordar la verdad de las escrituras. Nuestro testimonio
libera el testimonio de Cristo en la gente escuchando.
Las mujeres y los discípulos
Lucas 24:9-11 “…Al regresar del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. 10 Las
mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y las demás que las acompañaban. 11 Pero a los
discípulos el relato les pareció una tontería, así que no les creyeron…”
El relato era una palabra “Rema” que es una la palabra ungida y específica. Una Tontería es una historia de ilusión, un
fantasma o una fantasía. Así era para los discípulos escuchar de la resurrección. Así puede ser para nosotros también.
Pedro y el sepulcro vacío
Lucas 24:12 “…Pedro, sin embargo, salió corriendo al sepulcro. Se asomó y vio sólo las vendas de lino. Luego volvió
a su casa, extrañado de lo que había sucedido…”
Ver una tumba vacía no es lo mismo que un encuentro con Cristo crucificado. Pedro estaba extrañado. La tumba vacía lo
llenó con asombro, admiración y maravilla.
El Encuentro con los discípulos hacia Emaús (v.13-35)

Jesús se revela a los discípulos (1)
Lucas 24:36-38 “…Todavía estaban ellos hablando acerca de esto, cuando Jesús mismo se puso en medio de ellos y
les dijo: —Paz a ustedes. 37 Aterrorizados, creyeron que veían a un espíritu. 38 —¿Por qué se asustan tanto? —les
preguntó—. ¿Por qué les vienen dudas? …”
Cuando estamos aterrorizado, queremos caer, desaparecer o salir del escenario. La resurrección es ambos espiritual y
material. Jesús no es solo un espíritu que aparece. La resurrección es una realidad spiritual que afecta nuestra vida practica
en maneras tangibles y reales.

Lucas 24:39-40 “…Miren mis manos y mis pies. ¡Soy yo mismo! Tóquenme y vean; un espíritu no tiene carne ni
huesos, como ven que los tengo yo. 40 Dicho esto, les mostró las manos y los pies…”
Jesús trabaja para manifestarse afrente de ellos. Estamos mirando la encarnación de la Resurrección. Es una Resurrección
con carne y huesos. Jesús muestra su cicatriz. ¿Cómo podemos convencer alguien que la Resurrección es real? Jesús
muestra su herida sanada. El revela su trauma conquistado. Así era con Cristo y así es con nosotros. La Resurrección deshace
la caída. Podemos hablar de cómo caímos y cómo fuimos levantado. Nosotros también podemos mostrar nuestras cicatrices
de resurrección para que la gente la tocan.
5
Lucas 24:41 “…Cómo ellos no acababan de creerlo a causa de la alegría y del asombro…”
La Resurrección es un choque positivo porque es demasiado bueno para creerlo.
Lucas 24:41-43 “…les preguntó: —¿Tienen aquí algo de comer? 42 Le dieron un pedazo de pescado asado, 43 así
que lo tomó y se lo comió delante de ellos. Luego les dijo…”
Jesús come algo para mostrar que después la Resurrección Él sigue siendo lo mismo. La Resurrección es para seres humanos
que necesitan comer y no para seres extraterrestres. El establece su humanidad. Podemos identificar con alguien que
necesita comer como nosotros.

Lucas 24:44-46 “…Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está escrito
acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento para que
comprendieran las Escrituras. 46 —Esto es lo que está escrito —les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al
tercer día…”
Jesús trabaja para que la Resurrección llega al alcance de los discípulos. Después de mostrarse real en su cuerpo físico, se
muestra real en las escrituras. Para poder comprender la palabra alguien necesita abrir nuestro entendimiento. Si Cristo
resucitado nos explica la biblia podemos entender la Resurrección. Toda la historia del evangelio cobra sentido en la luz de
este evento. Mostrar la cicatriz, comer un pescado y hacer un estudio bíblico son todos manifestaciones de la misma
realidad. Necesitamos lentes, ojos, oídos de Resurrección para poder creer las buenas nuevas. Cristo nos lo ofrece hoy
también. Es bueno esperar que todavía él aparece en medio de nuestro estudio bíblico o escuela dominical. El sigue
abriendo las escrituras acerca de la Resurrección para nosotros. Es bueno esperar que todavía él aparece en medio de
nuestras comidos juntos como familia para mostrarse real y resucitado.
Lucas 24:47-48 “…y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones,
comenzando por Jerusalén. 48 Ustedes son testigos de estas cosas…”
Cada encuentro con Cristo resucitado contiene y causa una comisión para contar la buena noticia a los demás.
Reacciones según Juan: María y Pedro con Juan
Juan 20:1-3 “…El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue
al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada. 2 Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y
al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han
puesto! 3 Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro…”
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El testimonio de María causa que Pedro y Juan corren para verificar la evidencia. Su encuentro empieza con una
investigación de la tumba vacía. María corre a los discípulos, los discípulos corren a la tumba. Hay un estado de ánimo
elevado. Hay algo muy importante y urgente para prestar atención.
Pedro y Juan y la tumba vacía
Juan 20:4-8 “…Ambos fueron corriendo, pero como el otro discípulo corría más aprisa que Pedro, llegó primero al
sepulcro. 5 Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró. 6 Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el
sepulcro. Vio allí las vendas 7 y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con
las vendas sino enrollado en un lugar aparte. 8 En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado
primero al sepulcro; y vio y creyó…”
Pedro vio, pero Juan vio y creyó. Ver no es igual a creer. Pedro tenía el peso de la negación de Jesús. Esto era una carga
emocional y adicional. Él iba a necesitar un desayuno con Cristo más tarde para recibir la resurrección para él.
Como Juan a veces no queremos entrar la tumba – ni de Jesús y ni de nuestra vida. Es un paso hacia el desconocido. ¿Qué
voy a ver en esta tumba? ¿Un cadáver? ¿Un Cristo muerto? ¿Qué voy a ver en mi propia tumba ¿Mi vida interior muerto
como un cadáver? Requiere valentía entrar en las tumbas.
Los discípulos y las Escrituras
Juan 20:9-10 “…Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar. 10 Los
discípulos regresaron a su casa…”
La revelación bíblica juega un papel importante en poder entender la resurrección. Sin entender la resurrección vamos a
regresar a casa sin buenas nuevas. Un encuentro con Cristo resucitado nos hace salir a todo el mundo para compartir esta
noticia extraordinaria.
Encuentro con María (v. 11-19)
María y los discípulos

Juan 20:18 “…María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. «¡He visto al Señor!», exclamaba, y les
contaba lo que él le había dicho…”
Nuestro testimonio es lo que hemos visto y escuchado de Cristo resucitado.
Jesús y los discípulos

Juan 20:19-23 “…Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando reunidos los discípulos a puerta cerrada
por temor a los judíos, entró Jesús y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. —¡La paz sea con ustedes! 20 Dicho
esto, les mostró las manos y el costado. Al ver al Señor, los discípulos se alegraron. 21—¡La paz sea con ustedes! —
repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. 22 Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo:
— Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a quienes no sé los
perdonen, no les serán perdonados…”
7
Un encuentro con Cristo transforme el temor en alegría. Nos envía a compartir este gozo con los recursos sobrenaturales
del cielo. Hasta el día de hoy discípulos temerosos se transforman en agentes valientes de la Resurrección.
Conclusión:
Los embajadores de la Resurrección y medios de comunicación son ángeles, otros discípulos, Jesús mismo y las escrituras.
Estamos en buena compañía si no entendemos la Resurrección en el primer momento y necesitamos varias

manifestaciones hasta que caiga la ficha. Causa terror y gozo al mismo tiempo porque es demasiado bueno.
En los varios encuentros con Jesús el busca la persona en su lugar y en su situación. Él se revela según su necesidad. Cristo
se acerca a su nivel y comparta la realidad de la Resurrección en una manera que es apto para la situación y la persona.
Jesús sigue hacienda lo mismo hoy contigo y conmigo…
C. Tres Encuentros con Cristo Resucitado (María, Tomás, Discípulos Emaús).
María: La Resurrección en medio de tristeza

Juan 20:10-18 “…Los discípulos regresaron a su casa, 11 pero María se quedó afuera, llorando junto al sepulcro…”
Una tumba siempre es causa de tristeza. El sepulcro “llora” y María está llorando junto al sepulcro. María estaba unida a la
muerte y no a la vida. La tumba vacía de la muerte todavía no ha llenado María de la bueno noticia que Jesús es vivo.
Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, 12 y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados
dónde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13 —¿Por qué lloras, mujer? —le
preguntaron los ángeles.
¿Por qué lloras? Los ángeles preguntan y escuchan su respuesta. Es una muy buena pregunta que muestra interés. El cielo
también está preguntándote: ¿Porque lloras? La pregunta nos hace sentir entendido. Nos hace pensar porque lloramos.
Nos hace recibir el amor de Dios. Es bueno para nosotros preguntarnos lo mismo: ¿Porque lloramos? Nos hace reflejar. Nos
da perspectiva. Nos hace nombrar la causa de nuestra tristeza. “Estoy llorando porque estoy triste. Estoy llorando porque….
falleció mi abuelo y siento la perdida.”
Dios se preocupa y tiene compasión por el estado de nuestro corazón. Él toma el tiempo de preguntarnos. Antes de darnos
la buena noticia nos da presencia a nuestra mala noticia. ¿Qué puede ser un Consuelo suficiente para dejar a llorar? ¡La
resurrección! ¿Es posible que lloramos porque no conocemos a Cristo resucitado en el área que nos duele? La Resurrección
puede reemplazar nuestra tristeza.
—Es que se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto —les respondió. 14 Apenas dijo esto, volvió la
mirada y allí vio a Jesús de pie, aunque no sabía que era él.
Encontrarnos con una tumba vacía es paso uno. Encontrarnos con Cristo resucitado es paso dos. María vio a Jesús, pero no
lo conocí resucitado. La vista de ella era velada. Tenía sus ojos tan fijada en su tristeza y perdida que no estaba abierta a
ver a Jesús. Tenía una cortina de lágrimas a frente de sus ojos. Tenía otra cortina de tristeza a frente de su corazón. Alguien
necesitaba abrir esta cortina y alcanzar su corazón. ¿Cómo penetró Cristo el epicentro de su tristeza?
Juan 20:15 “…Jesús le dijo: —¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas? …”
8
Las preguntas no niegan sino validan la tristeza de María. Nombrar nuestra tristeza y la causa de nuestra tristeza es muy
sanador. Jesús quiero más que auto revelarse resucitado. Él quiere sanar el corazón de María. Más que consuelo para
nuestras perdidas en este mundo necesitamos a Cristo mismo. Son dos preguntas muy profundas que nos hacen reflejar:
¿Porque lloramos?
¿A quién buscamos?
María buscó a Jesús y lloró porque no lo encontró. A veces lloramos porque hemos perdido un ser querido. Buscar a Jesús
en medio de las perdidas en esta vida nos da la salida porque nunca vamos a perder a él. A veces estamos perdidos en
nuestras perdidas. Jesús nos halla. Jesús busca a María mientras María estaba buscando a Jesús.
Ella, pensando que se trataba del que cuidaba el huerto, le dijo: — Señor, si usted se lo ha llevado, dígame dónde lo
ha puesto, y yo iré por él.
“Yo iré por él”. Jesús llegó primero a María. Jesús sabía dónde María estaba puesta y donde la vida llevo a ella.
Juan 20:16 “… —María —le dijo Jesús…”
Antes de nombrar a María Jesús invita a María nombrar su mala noticia. Jesús me conoce en la totalidad de mi vida. Me ve.
Me entiende. Jesús llegó al corazón de María. Cayó la ficha. Jesús alcanzó a María con su amor. Misión cumplida. Él tomó
el tiempo y peleó por ella. Jesús nos llama y conoce por nombre. Esta palabra resucitó la relación con Cristo que María
tenía. Ella pudo hacer la conexión. Nombrar a María logra penetrar el velo de tristeza que María tenía afrente de sus ojos.
Sus lágrimas la impedían ver a Jesús. Estaba cautivada en su tristeza y perdida y Jesús la liberó de esta cárcel.
¿Dónde hay tristeza y lamentos de perdida en tu vida que te impiden ver a Jesús?
Ella se volvió y exclamó: —¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro).
Jesús da presencia a María y a su tristeza antes de revelar quién es él. Él tiene un contrapeso para nuestra tristeza y una
verdadera esperanza. Jesús se identifica con la profundidad de nuestro dolor antes de llevarnos a la altura de la
Resurrección. Nuestra tristeza es muy real pero su Resurrección también lo es. Habla un mensaje más fuerte que
transciende, consuele, redime y reemplaza. Jesús es el misionero que alcanza a María. La resurrección no es una
información clínica para el cerebro. Es una realidad redentora que él quiere colocar en la profundidad de nuestro corazón
y en medio de las circunstancias de nuestra vida.
Juan 20:17 “…—Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi
Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.” …”
“Suéltame”. En vez de congelar este momento tan profundo te envío. Usa lo precioso de este encuentro para compartir la
buena noticia con los demás: El corazón paternal es abierto a todos y Dios puede ser nuestro Dios.
Juan 20:18 “…María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. «¡He visto al Señor!», exclamaba, y les
contaba lo que él le había dicho…”
Tomás: La Resurrección en medio de incredulidad
Juan 20,19-23 “…Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando reunidos los discípulos a puerta cerrada
por temor a los judíos, entró y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. —¡La paz sea con ustedes! 20 Dicho esto,
les mostró las manos y el costado. Al ver al Señor, los discípulos se alegraron. 21 —¡La paz sea con ustedes! —repitió
9
Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. 22 Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo: —
Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes les perdonen sus pecados, les serán perdonados; a quienes no se los perdonen,
no les serán perdonados…”
La Resurrección inicia, libera y empodera la gran comisión. Es la raíz, el origen y el motor. Si no tenemos la Resurrección no
tenemos mensaje, contenido ni razón para la gran comisión. Tomás no estaba en este encuentro y por eso no estaba listo
para ir a todas las naciones. Nosotros también necesitamos un encuentro con Cristo resucitado antes de ser enviado.
Juan 20:24 “…Tomás, al que apodaban el Gemelo, y que era uno de los doce, no estaba con los discípulos cuando
llegó Jesús…”
Pasó un momento muy importante para todo el grupo y Tomás no estaba. Pasó encuentro histórico para la iglesia y Tomás
no estaba. Quizás se fui de compras. ¿Quizás tomó una siesta o visitó su hermana? Él no estaba y se perdió este momento.
Lo que viene es el amor de Dios hacia Tomás. Jesús toma la iniciativa e invierta tiempo extra para poner Tomás al día.
¿Cuándo te has sentido que todo el grupo entiende algo menos tú?
¿Cuándo has perdido una gran oportunidad y te sientes afuera del grupo? ¿En qué manera te sientes excluido, segunda
clase, no a la altura o al nivel de los demás? ¿En qué manera te quedaste atrás y no hay nadie que puede cubrir lo que falta
y rellenar la diferencia?
Juan 20:25 “…Así que los otros discípulos le dijeron: —¡Hemos visto al ¡Señor! …”
Los discípulos le cuentan que pasó.
Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado,
no lo creeré —repuso Tomás.
Tomás es honesto: No puedo creer la resurrección en este momento. Tomás es incrédulo: En este momento no creo.
Tomás es orgulloso: Tengo mis condiciones. Es a mi manera o no va a funcionar.
Tomás no creyó a los discípulos y su encuentro con Cristo. Indirectamente no creyó a Cristo. No era quebrantado. El
necesitaba algo más que los discípulos contaron. Necesitaba una atención extra y una tutoría aparte.
Juan 20:26 “…Una semana más tarde estaban los discípulos de nuevo en la casa, y Tomás estaba con ellos…”
El segundo encuentro es para Tomás. Jesús tomó el tiempo para Pedro con el desayuno. Jesús toma el tiempo con Tomás
con esta “clase extra”. Jesús hace inversiones específicas y prepara momentos individuales para nosotros en medio del
grupo.
Aunque las puertas estaban cerradas, Jesús entró y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. —¡La paz sea con
ustedes! 27 luego le dijo a Tomás: —Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado.
Jesús respondió a Tomás en su nivel y a su manera. Se identificó con él. Él se acercó todo el camino para encontrarlo y
buscarlo. Lo hizo para que Tomás puede identificarse con Cristo. Este intercambio empieza con Jesús. Él toma todo el
camino y toda la distancia hacia nosotros. Así abre el camino para que caminamos la distancia con Jesús.
Jesús invita Tomás a acercarse al milagro: “Tócame. Te invito a la unión conmigo. Mi herida es la entrada. Ahí abrí mi cuerpo
por ti. Ahí abrí un camino nuevo y vivo a la presencia del Padre”.
10
La Resurrección es algo tangible, físico y real. Se manifestó para los cinco sentidos. Se mostró como algo biológico y
material.
Pon tu dedo. Acerca tu mano y métela.
¿Cómo podemos tocar la Resurrección? En la cicatriz de Jesús. Por sus heridas somos sanados. La prueba de la Resurrección
es una “herida sanada”. La cicatriz todavía era muy visible. En la historia de nuestra vida nuestro testimonio también va a
tener una cicatriz. Una cicatriz es una señal de nuestra sanidad, pero también un recuerdo de nuestra herida. Otra gente
puede poner el dedo en nuestras heridas. Si la resurrección no las ha tocado vamos a gritar con dolor. Si lo ha tocado
podemos testificar el poder de la Resurrección y la sanidad y transformación.
Jesús invita a Tomás a poner su dedo en el lugar donde él fue humillado. Jesús muestra su cuerpo quebrantado. Tocando
el epicentro de humildad y fe cambia la vida de Tomás en su orgullo e incredulidad. Tomás todavía no tiene fe en Jesús.
Jesús que moría en la cruz tenía fe en Tomás. Jesús tiene fe que Tomás va a tener fe al ver su costado.
Jesús también invita a nosotros a tocar su herida. Él sigue sanándonos de nuestra incredulidad y orgullo. Podemos devolver
la invitación. ¿Qué pasaría si invitamos a Cristo a pon su dedo en nuestra herida? Si tocamos su herida, él también toca
nuestra herida. Hay un intercambio aquí:
Tu dedo en mi herida – y mi dedo en tu herida.

Jesús nos pregunta: “¿Puedo poner mi dedo en tus heridas? Porque tengo el remedio. Tus heridas van a ser sanadas en mi
herida. Pon tu herida en mi costado. Hay un lugar donde podemos colocar nuestras heridas. Son bienvenidos en su
costado.”
¿Permitimos que Jesús pone su dedo en nuestras heridas?

¿Él puede acercar su mano en nuestro corazón? ¿Él puede meterse? ¿Qué evento en la vida te ha marcado? ¿Qué son tus
marcas?
Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.
Jesús corrige a Tomás: “La incredulidad no te hace bien. ¡Arrepiéntete! Vamos a seguir ahora a mi manera. Te ayudó ver y
creer.”
La Resurrección está conquistando la incredulidad de Tomás. Sus dudas están aplastadas. Ahora Jesús lo invito y desafío a
creer sin ver. Es un nuevo nivel de fe. Es una nueva dimensión.
Juan 20:28 “…—¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás…”
Ahora Tomás es en pleno quebrantamiento: “Jesús. Te creo, te adoro, te exalto, y me rindo. Recibo tu Señorío para mi vida”.
Su orgullo y su incredulidad se fueron.
Juan 20:29 “…—Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.
Hay mucha gente detrás de Tomás en los siglos siguientes. Ellos y nosotros tenemos solo el testimonio de los discípulos. El
apóstol Pablo no tenía un Cristo físicamente a frente de él y creyó. Este encuentro nos anima a confiar en los testimonios
de otros discípulos y tener fe en Cristo.
Emaús: La Resurrección en medio de desánimo y decepción
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Lucas 24:13-35 “…Aquel mismo día dos de ellos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de
Jerusalén. v.14 Iban conversando sobre todo lo que había acontecido. v.15 Sucedió que, mientras hablaban y
discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos…”
El discipulado es caminar con Jesús y seguir a él. Es una reacción porque Cristo camina con nosotros primero. En esta
instancia Jesús siguió a ellos y caminó con ellos. Jesús mismo se acercó. Él tomó la iniciativa.
v.16 pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados.
Como María tenían Cristo a frente de ellos. Sus ojos biológicos estaban abiertos. Sus ojos espirituales estaban cerrados.
Nosotros dormimos con ojos cerrados. Nosotros pasamos el día con ojos abiertos.
¿En qué manera tenemos nuestros ojos del corazón y del entendimiento velado? ¿En qué manera estamos durmiendo
espiritualmente?
v.17 —¿Qué vienen discutiendo por el camino? —les preguntó. Se detuvieron, cabizbajos;
Mostrando el interés y preguntando Jesús les da un lugar seguro para compartir el estado de su Corazón. Su reacción es
detenerse y bajar la cabeza. En la presencia de Cristo pueden estar honesto al estado interior de su alma: “detenido,
cabizbajo, bloqueado, estancado, desanimado, decepcionado, confuso y con muchas preguntas.”
v.18 y uno de ellos, llamado Cleofas, le dijo: —¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no se ha enterado de
todo lo que ha pasado recientemente? v.19 —¿Qué es lo que ha pasado? —les preguntó. —Lo de Jesús de Nazaret.
Era un profeta, poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo. 20 los jefes de los sacerdotes
y nuestros gobernantes lo entregaron para ser condenado a muerte, y lo crucificaron; v.21 pero nosotros
abrigábamos la esperanza de que era él quien redimiría a Israel.
¿Por qué Jesús toma tiempo para escuchar a ellos?

¿Por qué Jesús llora antes de resucitar a Lázaro?
¿Por qué Jesús expresa su amor hacia ellos en esta manera?
Amar es escuchar y entender. Jesús está diciendo: “Te recibo con toda tu confusión. Te acepto en medio de tus preguntas.
Te doy un espacio en mi corazón para que tú puedes darme un espacio en tu corazón.”
Los discípulos abrigaron una esperanza que no se cumplió. Dios no hizo que ellos pensaron. Él hizo algo diferente. Ellos
pensaron que hay gloria sin sufrimiento. Ellos pensaron que Cristo va a ganar sin pagar un costo tan alto.
¿Cuándo has experimentado una esperanza no cumplida?

¿Cuándo has vista obrando Dios en una manera diferente como pensaste?
Es más, ya hace tres días que sucedió todo esto. v.22 También algunas mujeres de nuestro grupo nos dejaron
asombrados. Esta mañana, muy temprano, fueron al sepulcro 23 pero no hallaron su cuerpo. Cuando volvieron, nos
contaron que se les habían aparecido unos ángeles quienes les dijeron que él está vivo. 24 Algunos de
nuestros compañeros fueron después al sepulcro y lo encontraron tal como habían dicho las mujeres, pero a él no
lo vieron.
Hay una visión de ángeles que dijeron que Cristo está vivo. Hay noticia de la tumba vacía. “pero a él no lo vieron”. La tumba
vacía no era suficiente para creer. Lo que faltaba era un encuentro con Cristo resucitado. Podemos escuchar muchas cosas
de
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mucha gente, pero necesitamos “ver a Él” con los ojos de nuestro corazón. El testimonio de otros creyentes prepara el
camino, pero nosotros necesitamos una “revelación personal de Cristo resucitado”. A veces pensamos que la Resurrección
se va a manifestar muy diferente. Los discípulos rumbo a Emaús pensaron quizás en una conquista militar contra los
romanos o algo más espectacular.
¿Qué necesitamos cuando miramos en la dirección equivocada? ¡Una corrección!
25 —¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas!
26 ¿Acaso no tenía que sufrir ¿el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?
Torpe significa sensual, necio, poco sabio e inteligente. Tardos significa lento, vacilante, indeciso, opaco, aburrido y apagado
de corazón. Muchas veces queremos solo la gloria sin el sufrimiento. La Resurrección es el puente y la transición del
sufrimiento hacia la gloria. La Resurrección valida nuestro sufrimiento, pero también lo transforma en victoria y lo llena con
gloria.
27 Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las
escrituras.
Jesús mismo usa las escrituras para explicar quién él es. Ver la Resurrección en la biblia nos da confianza que el milagro de
verdad puede ser real. Jesús hace un estudio bíblico Cristo-céntrico. Él les explicó lo que se refería a él en todas las escrituras.
Toda la biblia se trata de “el”. Podemos también leer la biblia en esta manera. Si leemos la biblia por información o
conocimiento académico no es malo, pero no es el propósito de la biblia. Las escrituras se refieren a él.
28 al acercarse al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba más lejos.
¿Cómo van a responder a este estudio bíblico? ¿Tienen más hambre? ¿Se quedan satisfecho con el estudio bíblico como
los fariseos o quieren la persona misma de Cristo?
Juan 5:39-40 “…Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y
son ellas las que dan testimonio en mi favor! 40 sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida…”
Los discípulos están en el cruce entre información bíblica y Cristo resucitado. ¿Después de esta explicación lo van a invitar
a casa, a su vida, a su corazón?
29 pero ellos insistieron: —Quédate con nosotros, que está atardeciendo; ya es casi de noche. Así que entró para
quedarse con ellos. 30 luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio.
Ellos insistieron. Con fuerza lo convencieron a quedarse. Era muy importante a ellos permanecer con Cristo. El “Quédate”
significa: permanecer, habitar, continuar, vivir, toma tu lugar en nuestro hogar, pasa tiempo, relajarnos juntos.
Los dos discípulos no son parte de los once, pero probablemente escucharon de la última cena. Jesús hace físicamente con
el pan lo que pasó con su cuerpo. Jesús enseño que era el pan vivo del cielo. Cuando Jesús partió el pan habló de cuerpo
que iba a quebrar y dar. Él usa un sacramento para manifestar su realidad.
31 entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.
Mirando a Jesús con los ojos del Corazón era suficiente. No necesitaban más ver a él con los ojos del cuerpo.
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32 Se decían el uno al otro: —¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino y nos
explicaba las Escrituras?
Jesús es el maestro ungido. Cuando Cristo resucitado te da un estudio bíblico te va a arder tu corazón. Si no arde el corazón
en la clase bíblica falta la presencia de Jesús. La palabra y el fuego de Dios forman un conjunto.
Lucas 24:33 “…Al instante se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron a los once y a los que
estaban reunidos con ellos. 34 «¡Es cierto! —decían—. El Señor ha resucitado y se le ha aparecido a Simón.» 35 Los
dos, por su parte, contaron lo que les había sucedido en el camino, y cómo habían reconocido a Jesús cuando partió
el pan…”
Es natural compartir las buenas nuevas con los demás después de un encuentro con Cristo resucitado.
Conclusión
Diferentes cosas causan el “Click” y hacen caer la ficha. A María Jesús la llama por su nombre. A Tomás Él muestra su
costado y sus manos. Con los discípulos de Emaús él come con ellos y parte el pan.
Cristo resucita y toma tiempo a encontrar cada persona en su situación para explicar y revelar la Resurrección.
Jesús vive una encarnación de la resurrección con nosotros. ÈL nos empodera a acercarnos y adueñarnos de nuestras malas
noticias. Él muestra interés y Él se identifica primero. Se identificó con la tristeza de María, con la incredulidad de Tomás y
con la decepción de los discípulos hacia Emaús. Él se identifica con nosotros hoy. Después de entra ahí en estos lugares
difíciles se revela como la Resurrección. Así el impacto de la resurrección es más fuerte y transformador. Así podemos
experimentar las buenas nuevas donde más lo necesitamos.
La Resurrección es una verdad y realidad general y objetiva. Sin nuestra encarnación no va a tener mucho impacto. Estamos
invitado a identificarnos y escuchar historias tristes. Estamos desafiados a llegar a personas y dar nuestro testimonio. Así
de verdad lo van a entender. Cada encuentro con Cristo resucitado nos envía a alcanzar otras personas con la buena noticia
de la Resurrección.
2. Resurrección es el Centro del Evangelio

A. La Resurrección es el resumen central del evangelio
Nuestro evangelio:
No de una buena persona a una persona mejor,
no de una mala persona a una buena persona,
sino de una persona muerta a una persona viva.
Resurrección: El proceso de salir de la muerte y entrar en la vida.
Cada uno tiene un testimonio de Resurrección espectacular porque es una historia escapando la muerte y penetrando la
vida.
Dos resúmenes del contenido del evangelio:
Hechos 17:18 “… Pablo les anunciaba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección…”
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2 Timoteo 2:8 “…No dejes de recordar a Jesucristo, descendiente de David, levantado de entre los muertos. Este es
mi evangelio…”
Había sólo una frase para describir el evangelio y ambos autores nombraron la Resurrección. Es el milagro central, el
epicentro y el contenido principal de las buenas nuevas.
B. El evangelio es una salida de la muerte y una entrada a la vida

1 Corintios 15:20-22 “…Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que
murieron. De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la
resurrección de los muertos. Pues, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados…”
La muerte vino por medio de un solo hombre, Adán. Nacimos muertos en Adán. Separados y desconectados de Dios, la
fuente de vida. Nadie se escapa de esta realidad. Lo que pasó a él pasó a nosotros. Todos nacimos muertos en Adán.
Romanos 5:12 “…Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte;
fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron…”
Adán hizo entrar la muerte y la muerte pasó a toda la humanidad. Tú y yo somos parte de la humanidad. Perdimos la vida
espiritual. No podemos auto resucitarnos. Adán es la cabeza de una humanidad muerta. El origino la raza de “los zombis”.
Hay dos palabras por vida en el griego:

BIOS – vida biológica
Zoé – Vida espiritual
Adán fue creado con BIOS y Zoé, pero con la caída perdió la vida Zoé. Todos que después nacieron en Adán nacieron con
BIOS, pero sin Zoé.
1 Corintios 15:21-22 “…por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues, así como en Adán todos
mueren, también en Cristo todos volverán a vivir…”
Cristo es el primer hombre después de Adán que nació con BIOS y Zoé. En la cruz él entregó ambos, su BIOS y su Zoé, para
devolvernos la capacidad de vivir con BIOS y Zoé al mismo tiempo. La Resurrección es la devolución de vida.
Sólo por medio de Cristo podemos salir de la muerte y entrar en la vida. Cristo venció la muerte y resucitó.
Lo que viene es una verdad y revelación sorprendente:
Romanos 6:5 “…En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él
en su resurrección. Porque si hemos llegado a ser injertados en la semejanza de su muerte, también lo seremos en
la de la Resurrección…”
Efesios 2:4-7 “…Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, 5 nos dio vida con Cristo, aun
cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! 6 Y en unión con Cristo Jesús, Dios
nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales, 7 para mostrar en los tiempos venideros
la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús…”
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Colosenses 2:13 “…Antes de recibir esa circuncisión, ustedes estaban muertos en sus pecados. Sin embargo, Dios
nos dio vida en unión con Cristo, al perdonarnos todos los pecados…”
Colosenses 3:1 “…Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
derecha de Dios…”
Nuestra existencia biológica empieza en la sala de parto de un hospital y termina en el cementerio. Nuestra existencia
spiritual empieza en un “cementerio”. Nacimos muertos y sin vida. Solo al nacer de nuevo espiritualmente termina la
muerte. Cristo nos devuelve la vida porque podemos resucitar con él.
C. Doce razones porque la resurrección es central
1. Predicas
1 Corintios 15:14 “…Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada…”
Si nuestra predicación solo hace una diferencia con la Resurrección sería bueno predicar acerca de la Resurrección. Sin
Resurrección no tenemos un mensaje.
2. Fe
1 Corintios 15:14 “…Y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación no sirve para nada, como tampoco la fe de
ustedes…”
No hay fe sin Resurrección. La Resurrección es el objeto de nuestra fe y el ingrediente esencial. Tenemos fe en una vida
nueva y una transformación.
3. Perdón de pecados
1 Corintios 15:17 “…Y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es ilusoria y todavía están en sus pecados…”
La Resurrección y el perdón se conectan aquí. Cristo tomó nuestros pecados en la cruz, pero era necesario resucitar para
poder perdonar y conquistar el pecado.
4. Sentido de vida
1 Corintios 15:32 “…Si los muertos no resucitan, «comamos y bebamos, que mañana moriremos» …”
La Resurrección nos empodera vivir más allá del placer y de nuestro estómago. Hay una causa que no es de este mundo.
Vivimos para la eternidad.
5. Ser hijo de Dios

Romanos 1:4 “…que según el Espíritu de santidad fue declarado con poder Hijo de Dios por la Resurrección. Él es
Jesucristo nuestro Señor…”
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Lucas 20:36 “…Son hijos de Dios porque toman parte en la resurrección…”
La Resurrección declare Jesús hijo de Dios y hace lo mismo con nosotros. Hay un porque detrás de ser hijo de Dios. La
razón es porque tomamos parte en la Resurrección. Nuestra unión con Cristo vivo nos da este nuevo estatus.
6. Nacer de nuevo
1 Pedro 1:3 “… ¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer
de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva…”
El medio del nuevo nacimiento es la resurrección. Es imposible ser una nueva criatura sin la Resurrección. Estar vivo nos
da una esperanza viva.
7 Salvación
Romanos 10:8-10 “…Ésta es la palabra de fe que predicamos: 9 que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor,
y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. 10 porque con el corazón se cree para
ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo…”
Para ser salvo necesitamos creer que Dios levantó a Cristo y a nosotros de los muertos. Este acto de fe nos hace justo.
1 Pedro 3:21 “…la cual simboliza el bautismo que ahora los salva también a ustedes. El bautismo no consiste en la
limpieza del cuerpo, sino en el compromiso de tener una buena conciencia delante de Dios. Esta salvación es
posible por la Resurrección de Jesucristo…”
La Resurrección hace la salvación posible. Es la razón y la causa.
8 Justificación
Romanos 4:24-25 “…Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre
los muertos a Jesús nuestro Señor. 25 Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra
justificación…”
Sin la Resurrección seguimos como pecadores. Con la Resurrección nos transformamos en justos. Hay un poder que puede
cambiar el ADN spiritual.
9 Pertenecer a Dios
Romanos 7:4 “…Así mismo, hermanos míos, ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin
de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos fruto para Dios…”
Podemos pertenecer a un Cristo levantado de entre los muertos. El poder de la resurrección no se manifieste en el legalismo
porque hemos muertos a la ley.
10 Evento central en la vida de Jesús para testificar
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Hechos 1:22 “…Por tanto, es preciso que se una a nosotros un testigo de la resurrección, uno de los que nos
acompañaban todo el tiempo que el Señor Jesús vivió entre nosotros, desde que Juan bautizaba hasta el día en que
Jesús fue llevado de entre nosotros.» …”
Buscaban un discípulo que estaba con Jesús todo el tiempo, pero la tarea era testificar la resurrección. Es el evento central
que marca la diferencia porque no es solo un evento histórico pero una realidad hoy a la cual se puede unir y entrar.
11 Punto alto y clave en las primeras predicas

Hechos 2:24 “…Sin embargo, Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque era imposible que la
muerte lo mantuviera bajo su dominio…”
Hechos 2:32 “…A este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos…”
Hechos 3:15 “…Mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de entre los muertos, y de eso nosotros somos
testigos…”
Hechos 3:26 “…Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes para darles la bendición de que cada
uno se convierta de sus maldades.» …”
Hechos 4:2 “…Estaban muy disgustados porque los apóstoles enseñaban a la gente y proclamaban la resurrección,
que se había hecho evidente en el caso de Jesús…”
Hechos 5:30 “…El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron colgándolo de un
madero…”
Hechos 10:40 “…pero Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera…”
Hechos 13:30 “…Pero Dios lo levantó de entre los muertos…”
Hechos 13:34 “…Dios lo resucitó para que no volviera jamás a la corrupción…”
Hechos 13:37 “…Pero aquel a quien Dios resucitó no sufrió la corrupción de su cuerpo…”
Hechos 17:31-32 “…Él ha fijado un día en que juzgará al mundo con justicia, por medio del hombre que ha designado.
De ello ha dado pruebas a todos al levantarlo de entre los muertos. Cuando oyeron de la resurrección, unos se
burlaron; pero otros le dijeron: —Queremos que usted nos hable en otra ocasión sobre este tema…”
Hechos 26:8 “… ¿Por qué les parece a ustedes increíble que Dios resucite a los muertos? …”
Hechos 26:23-24 “…que el Cristo padecería y que, siendo el primero en resucitar, proclamaría la luz a su propio
pueblo y a los gentiles. 24 Al llegar Pablo a este punto de su defensa, Festo interrumpió. — ¡Estás loco, Pablo! —le
gritó—…”
La novedad de la Resurrección provocó una reacción. Es algo loco o mi nuevo fundamento de mi vida. Son ejemplos
potentes cómo predicar la Resurrección.
12 Es el carácter de Dios
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Mateo 22:31 “…Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que Dios les dijo a ustedes: 32
“¿Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”? Él no es Dios de muertos, sino de vivos…”
Romanos 4:17 “…Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como
sí ya existieran…”
2 Corintios 1:9 “…Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que resucita a los
muertos…”
Dios es vida. En su presencia la muerte no puede existir. La Resurrección es parte de su esencia y su ser y también algo que
él hace.
3. La Resurrección es una Persona

A. La Resurrección es una persona.
La Resurrección es una persona
Juan 11:25 “…—Yo soy la resurrección y la vida…”
La Resurrección es un evento y una persona. Jesús no solo hace Resurrección. Él también es la Resurrección. Se une el
evento de la Resurrección con la persona de Cristo. Hay una encarnación de la resurrección en Cristo. Donde esta Jesús ahí
está la Resurrección. No podemos tener a Cristo sin la Resurrección.
“Yo soy” es un presente continuo. La Resurrección es “ahora” en el momento presente. Jesús no dijo “yo era” o “yo voy a
ser” sino “yo soy”. Eso aumenta nuestra fe. Si Cristo está en medio de nosotros, la Resurrección lo es también., Podemos
esperar una manifestación de su resurrección en este minuto. Hoy es el día para ver la resurrección en una manera fresca
y nueva en medio de nosotros.
Cristo es el mismo: ayer, hoy y para siempre. Por definición también la resurrección es la misma: ayer, hoy y para siempre.
No hay inflación en la persona de Cristo. Tampoco se disminuye el poder de la resurrección con el tiempo. Se mantiene con
la misma intensidad y el mismo impacto. Cristo es la resurrección en su persona y en su esencia. Él es la encarnación del
gran “Yo soy”.
B. La Resurrección está en tu corazón
Juntando Juan 11:25 con Efesios 3:16-17
Efesios 3:16-17 “…Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los
fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, 17 para que por fe Cristo habite en sus corazones…”
Hay una conexión entre Resurrección, Jesús y tu corazón.
Si Jesús es la Resurrección y si Jesús habita en tu corazón – entonces… ¡¡¡La Resurrección está en tu Corazón!!! Tú tienes
un corazón resucitado. La Resurrección te alcanza. No solo fuiste unido con Cristo en la Resurrección sino la Resurrección
eligió habitar y morar en tu vida interior.
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C. Jesús es el Primogénito de la Resurrección
Revelando el “primogénito” (el hermano mayor)
La historia de la Resurrección es la historia como Cristo, el unigénito se transformó en Cristo, el primogénito de la

Resurrección y de muchos hermanos y hermanas.
Juan 1:14 “…La gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad…”
Juan 3:16 “…Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se
pierda, sino que tenga vida eterna…”
La Resurrección. Instituto Bíblico de Liderazgo Transformacional Página 27 de 42

Después de la Resurrección Jesús deja ser el unigénito. Ahora y para siempre él es el primogénito porque el Padre está
engendrando a nosotros.
Colosenses 1:15-19 “…Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, 16 porque por medio de él
fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o
autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él. 17 Él es anterior a todas las cosas, que por medio de él
forman un todo coherente.6 18 Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de la
Resurrección, para ser en todo el primero. 19 Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su plenitud…”
Cristo es el Primogénito de la creación y la nueva creación.

Cristo es el primero en la creación y en la salvación del mundo.
Ejemplo: Si en una familia hay un hermano mayor y hermanos o hermanas menores el hermano mayor tiene la tarea de
abrir el camino para sus otros hermanos. El necesita negociar y pelear con sus padres por sus derechos (a que edad tener
un teléfono, a qué hora queda volver en la noche …). Los padres vencen sus inseguridades y forman sus
opiniones con él. Después es mucho más fácil para sus hermanos menores porque él camina ya está trazado. Jesús es nuestro
hermano mayor. Él abrió la puerta. Él trazó el camino.
Cristo es el primero y nosotros el Segundo, tercero, cuarto… Seguimos a su ejemplo de vivir y experimentar la Resurrección.
Apocalipsis 1:5 “…Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra.
Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados…”
Ejemplo: El mismo canal de parto. En una familia el primogénito nace a través del canal de parto de la mama. El segundo
hijo no viene por un otro camino. Él usa el mismo proceso y canal para nacer. Así es con nosotros y con Cristo. Nosotros
resucitamos en la misma manera como Cristo resucitó.
Con la Resurrección Cristo ganó el mismo acceso al padre, que la tenía, por nosotros. Tenemos el mismo padre como Jesús.
Él está compartiendo su padre con nosotros. Dios quiere una familia más grande. La Trinidad está abriéndose para
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recibirnos. Cada nuevo hijo o hija de Dios entra este círculo de amor y aceptación. Jesús es generoso en compartir su familia
con nosotros.
Juan 20:17 “…Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes…”
El amor del Padre nos toca en la misma manera cómo tocó a Cristo. El padre no ama un hijo más que al otro. La cruz es la
evidencia por esta realidad
Juan 17:23 “…que los has amado a ellos tal como me has amado a mí…”
Ser parte de la familia nos da pertenencia, permanencia, amor y aceptación. También nos da un modelo y una meta para
nuestra transformación.
Romanos 8:29 “…Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos…”
La meta de nuestra transformación es nuestro hermano mayor. Un hermano no es lejos sino vive en la misma casa. Hay
muchos momentos de convivencia para experimentar. Hay oportunidades para modelar, conversar e imitar. La imagen de
este primogénito es cerca, visible, accesible, alcanzable y “de la misma familia y casa”. Tenemos el mismo origen. Salimos
de la mismo fuente y lugar.
Hebreos 2:11 “…Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen, por lo cual Jesús no
se avergüenza de llamarlos hermanos…”
Jesús se deleita en sus hermanos. No somos una vergüenza para él. Él es orgulloso de nosotros. El glorifica y santifica sus
hermanos. Jesús nos celebra en medio de nuestro proceso de santificación.
Nuestra gloria es que Jesús es nuestro hermano mayor. Su padre es nuestro padre. Pertenecemos a la misma familia.
4. La Resurrección es un Poder
A. Un Poder para Experimentar
Un poder para experimentar
Filipenses 3:10-11 “…Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su
resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte. Así espero alcanzar la
Resurrección de entre los muertos…”
Cinco Observaciones:
1. El poder de la Resurrección viene después del sufrimiento y la muerte. Se resucite solo algo que de verdad murió.
No se resucita nada vivo.
2. El poder de la Resurrección se manifestó. Manifestar es hacer visible lo invisible, tocable lo intocable, audible lo
inaudible. La manifestación es una traducción de la realidad celestial y spiritual a nuestra vida cotidiana. Ya se manifestó.
Es un trato hecho. No necesitamos reproducirlo. Podemos descansar que la manifestación ya está. No se va a repetir.
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La tumba está vacía y todo el poder ya se liberó. Está a nuestro alcance. Si creemos que este poder es real nos ponemos
en una posición de experimentarlo.
Ejemplo: Hablamos de que se manifiesta un demonio en la liberación. Aquí se manifiesta la realidad de Cristo resucitado
en una situación específica.
3. Podemos experimentar este poder. Es más que creer una doctrina o estar de acuerdo con una verdad. Es una
experiencia personal que hace una diferencia en nuestra vida diaria. Podemos experimentar hoy lo que se manifestó
2000 años atrás. La Resurrección se siga manifestando. Cuando se manifiesta hoy lo que se manifestó 2000 años atrás
yo tengo una experiencia de este poder. Es como un cheque blanco. Yo puedo experimentar este poder sin fin en las
varias áreas de mi vida. Participar en los sufrimientos y llegar a la semejanza de su muerte también describen
experiencias personales. La experiencia de esta manifestación es diferente en cada historia con su aplicación, pero la
realidad es la misma.
4. Pablo está igualando conocer a Cristo con experimentar el sufrimiento, la muerte y la Resurrección. Es el objeto y el
contenido de conocer su persona.
Si no estoy experimentando el poder de la resurrección, no conozco a Cristo. Conocer a Cristo es experimentar la
Resurrección porque Cristo es la Resurrección: “Yo soy la Resurrección.”
5. El costo de experimentar el poder de la resurrección es perder todo. Perder todo tiene un fin: Conocer a Cristo
resucitado. Cristo es la perla del gran precio. Necesito vender todo lo demás para obtener esta perla. Necesito morir a
todas mis otras fuentes de confianza para entrar en el poder de la Resurrección.
B. Cinco Dimensiones del Poder de la Resurrección

1) La misma persona
Romanos 8:11 “…Y sí el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que
levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive
en ustedes…”
El mismo Espíritu Santo que levantó a Cristo da vida a nuestros cuerpos mortales
Ejemplo: Un experto o una persona famosa hizo algo grande y reconocido. Él mismo es hoy aquí. Él está en vivo y presente
en medio de nosotros.
2) El mismo poder
Efesios 1:18-20 “…Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los
ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, 19 y cuán incomparable es la grandeza de su
poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz 20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo
resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales…”
La oración es que podemos ver algo con nuestro corazón:

El poder de Dios obra a favor de nosotros y no en contra de nosotros.
22
“Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos” Dios obra en
nosotros con el mismo nivel de energía como en la Resurrección original. No hay inflación con la Resurrección. Se mantiene
con lo mismo
poder y la misma intensidad. Este poder es grande y eficaz y puede hacer cosas tremendas.
Pablo no está orando que Dios obra con su poder. Él está presuponiendo que Dios ya está activo con su poder de la
Resurrección en nosotros. Él está descansando y confiando que Dios sí o sí obra en nosotros. Su oración es que podemos
ver que la obra con este poder, que se abren nuestros ojos del corazón pare que podemos gozarnos y cooperar con él y
someternos a este poder.
Ejemplo: dos voluntarios a lado tuyo (uno es Cristo, el otro es la persona misma – Juan, Miguel quien sea). Te estás en medio
de ellos como Espíritu Santo pegando a ambos con la misma fuerza. La misma persona (Espíritu Santo) ejerciendo el mismo
poder para resucitar Cristo y Miguel o Juan.
3) Se cumplen las promesas
Hechos 13:32-33 “…» Nosotros les anunciamos a ustedes las buenas nuevas respecto a la promesa hecha a nuestros
antepasados. 33 Dios nos la ha cumplido plenamente a nosotros, los descendientes de ellos, al resucitar a Jesús.
Como está escrito en el segundo salmo:» “Tú eres mi hijo; hoy mismo te he engendrado.” …”
Las promesas en el antiguo testamento acerca del nuevo pacto se cumplieron en la resurrección y en pentecostés. Todas
las promesas acerca de Cristo y su obra redentora tienen su realización en la resurrección. Al resucitar Dios cumplió sus
promesas bíblicas. Lo mismo pasa en nuestra vida. Al experimentar el poder de la resurrección podemos ver Dios
cumpliendo sus promesas específicas y personales, que él tiene para nosotros.
El poder de la Resurrección puede quebrar cualquier obstáculo. Te hace caminar hacia el cumplimiento de tus promesas
personales. Te hace entrar en el “consumado es” de la Resurrección.
4) Declarado justo
Romanos 4:24-25 y 5:1 “…Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de
entre los muertos a Jesús nuestro Señor. Él fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra
justificación. Por tanto, habiendo sido declarados justos por la fe, tenemos paz ante Dios mediante nuestro Señor
Jesucristo…”
La Resurrección libera la declaración que somos justos. Tiene poder para cambiar nuestra esencia desde un pecador hacia
un justo. Pablo está uniendo la Resurrección con la justificación. Si Cristo está vivo yo estoy justo. Si Cristo todavía está en
la tumba yo sigo siendo pecador. La declaración viene de afuera hacia nosotros. Viene desde Dios hacia nuestro corazón.
Viene desde la resurrección hacia nuestra nueva identidad spiritual.
5) Declarado hijo/hija
Romanos 1:3-4 “...Este evangelio habla de su Hijo, que según la naturaleza humana era descendiente de David, 4
pero que según el Espíritu de santidad fue declarado con poder Hijo de Dios por la Resurrección…”
La Resurrección libera la declaración que somos hijos. Tiene poder para cambiar nuestra esencia desde un huérfano hacia
un hijo. Es el canal de parte de nuestro hermano mayor. Como Cristo fui declarado hijo de Dios por la Resurrección así
también nosotros. Hoy Dios te declara “Hijo” o “Hija” con el poder del Espíritu Santo. La Resurrección lo hace posible. Esta
declaración destruye y quiebra la orfandad y la esclavitud en nuestra vida.
23
¿Cómo se manifiesta este poder?

Las llaves de la Resurrección
Apocalipsis 1:17-18 “…Yo soy el Primero y el Último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora (idou) vivo por los
siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno…”
(idou: mira, medita, ponga tu atención)

Se habla de las llaves en el plural. Hay más que una llave de la resurrección. Jesús nos ofrece cada uno una multitud de
llaves. Hay un llavero de la resurrección que ministra la salida de la muerte y del infierno.
Hay una Resurrección, pero se aplica diferente a cada persona.

Hay una Resurrección, pero se aplica diferente a cada área de nuestra vida.
Jesús nos ofrece su llavero de Resurrección. Cada llave conquista la muerte y ministra su vida en una forma diferente. Es la
misma esencia, pero tiene una aplicación original. El mismo poder, pero se manifiesta como lo necesitamos.
Si tienes una situación cerrada, una relación estancada o un contexto sin salida puedes preguntar a Cristo que te la llave
específica para esta situación. Así podemos aplicar el poder de la Resurrección en nuestra vida cotidiana.
Firmeza y progreso
1 Corintios 15:54-58 “…Cuando lo corruptible se revista de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad, entonces

se cumplirá lo que está escrito: «La muerte ha sido devorada por la victoria.» «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?
¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?» El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. ¡Pero
gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! Por lo tanto, mis queridos hermanos,
manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en
el Señor no es en vano…”
Cristo ha devorado la muerte. Como uno come una galleta y después desaparece, Cristo absorbió e hizo desaparecer la
muerte. Tenemos vida eterna. Eso quita el aguijón de la muerte y su parálisis. Cuando perdemos seres queridos a veces nos
quedamos estancados en nuestro proceso de luto. La revelación de la Resurrección nos mantiene firme e inconmovible.
También nos hace progresar en la vida y en la obra del Señor.
Anulando temor
Hebreos 2:14-15 “…Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para
anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—, 15 y librar a todos los que
por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida…”
Cristo anuló el enemigo y conquistó el temor. Él nos liberó de la angustia. El poder de la Resurrección tiene cero tolerancias
hacia el temor. Angustia necesita huir y ser reemplazado por confianza. Podemos vivir con la profunda convicción de que
somos amados.
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5. La Resurrección es un Proceso
A. Tres niveles de la Resurrección
A nivel de nuestro espíritu la Resurrección ya pasó
Efesios 2:6 “…Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó…”
A nivel de nuestra alma la Resurrección está pasando
Efesios 5.14 “…Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.»
A nivel de nuestro cuerpo la Resurrección va a pasar
2 Corintios 4:14 “…Pues sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará también a nosotros con él y
nos llevará junto con ustedes a su presencia…”
Alma
Espíritu
Voluntad
decidir
B. Seis Dinámicas que explican el Proceso de la Resurrección
1. Proceso: Más movimiento
Juan 11:38-44 “…Conmovido una vez más, Jesús se acercó al sepulcro. Era una cueva cuya entrada estaba tapada
con una piedra. 39 —Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, objetó: —Señor, ya debe oler
mal, pues lleva cuatro días allí. 40 —¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? —le contestó Jesús. 41 Entonces
quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: —Padre, te doy gracias porque me has escuchado. 42 Ya sabía yo
que siempre me escuchas, pero lo dije por la gente que está aquí presente, para que crean que tú me enviaste. 43
Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: — ¡Lázaro, sal fuera! 44 El muerto salió, con vendas en las manos y en los
pies, y el rostro cubierto con un sudario. —Quítenle las vendas y dejen que se vaya —les dijo Jesús…”
Jesús llora antes de resucitar a Lázaro. ¿Por qué? Ya sabía que iba a hacer el milagro. Jesús se identifica con nuestra muerte
y dolor antes de darnos su vida. Él nos “visita” en nuestra tumba antes de llevarnos afuera. Cuando Cristo lloró él estaba
adentro de esta tumba junto con Lázaro en todo su dilema.
Jesús nombró y dijo: Lázaro, sal fuera. Sin especificar eso que “solo” Lázaro salía, todas las otras tumbas se hubiesen abierto.
Tan fuerte es el poder de la Resurrección.
El muerto salió. Eso es el proceso, el misterio, el milagro.

Naturalmente hay dos opciones: el muerto se quedó en la tumba o el vivo salió. Pero dice que el muerto (aquí entra el
proceso de la Resurrección) salió. El milagro pasa entre el “o” del muerto y el “s” del salió.
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La única manera para Lázaro era mostrarse con mal olor a los demás y recibir ayuda. Podía responder a Jesús, pero no
podía auto deshacerse de sus vendas. Nosotros tenemos la misma opción: Quedarnos en la tumba y pretender que todo
está arreglado o salir hacia afuera y mostrarnos “con nuestro mal olor”. Salimos de nuestra Tumba necesitado, pero con
vida. Experimentamos el proceso de la Resurrección cuando nuestro deseo de tener la vida de Cristo es más fuerte que la
opinión de los demás. Mejor con un mal olor afrente de otras personas que con un mal olor en la tumba. Si o si hay mal
olor. Las personas que pueden ver tu mal olor tienen probablemente la tarea, la gracia y la compasión de sacar las vendas
con este mal olor.
Al salir de la tumba Lázaro tenía toda la vida, pero no todo el movimiento. El equipo de Jesús estaba con la tarea de quitar
vendas de muerte.
Nuestro espíritu esta 100% resucitado, nuestra alma no. Nuestra vida interior está en el proceso de cobrar vida y
movimiento. No es poca cosa ministrar el poder de la Resurrección. Podemos formar parte del equipo con Cristo. Él sigue
llamando personas afuera de las tumbas de sus corazones. Nosotros podemos ayudar recuperar su movimiento. Facilitamos
su libertad de hablar, pensar, sentir, ir y decidir. Lo más que recibimos este ministerio nosotros lo más podemos entregar
a otros.
2. Proceso: Más consciencia

Efesios 5:8-14 “…Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz 9 (el
fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) 10 y comprueben lo que agrada al Señor. 11 No tengan
nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, 12 porque da vergüenza aun
mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto. 13 Pero todo lo que la luz pone al descubierto se hace visible,
14 porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes, levántate de
entre los muertos, y te alumbrará Cristo.» …”
Efesios 2:6 “…Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó…”
¿Pero … pensé que Dios ya me resucitó? ¿Por qué necesito levantarme de entre los muertos? Ahora necesitamos trabajar
en nuestra alma lo que ya esta realidad en nuestro espíritu. Nos toca terminar lo que Cristo ya terminó. Hay una obra
completa de la cruz y la Resurrección y una obra incompleta de nuestra vivificación y santificación.
El paso uno es despertar y el paso dos es levantar.
Hay dos niveles de energía diferentes. Piensa en cómo empieza tu día. Tu alarma suena y tu despiertas. Estas cobrando
consciencia que hoy es… lunes, necesito ir al trabajo, tengo cinco minutos más para quedarme en cama ….
Para levantarte tu aumentas tu nivel de energía. Voy a ponerme la ropa, ir a la cocina, hacerme el mate, enfrentar el día
activamente.
Despierto a la realidad que soy luz, vivo, pertenezco a Dios y a la Resurrección. Me levantó en esta verdad y me paro firme
en mi nueva realidad.
¿Cómo despertamos y nos levantamos prácticamente? Caminar en la luz. La oscuridad significa dormir y estar en el piso.
La luz significa está despierta y levantada.
¿Cuál es el proceso de la Resurrección en este pasaje? Darnos cuenta de que éramos oscuridad y ahora somos luz. Vivir
como hijos de luz. Dejar maldad, injusticia y mentira y practicar bondad, justicia y verdad. Salir a la luz con nuestras luchas
y secretos, con nuestras desobediencias y vergüenzas. Cuando lo hacemos transparente y lo compartimos sabiamente en
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un contexto seguro, la oscuridad pierde su poder. Nos despertamos y nos levantamos en nuestra nueva realidad de
resurrección: ¡¡¡Soy luz!!! ¡¡¡Voy a vivir en la luz!!!
Podemos hablar y compartir honestamente la realidad de nuestra vida interior. Podemos hacer el estado de nuestra alma
visible a los demás. No voy a esconder ni pretender. Voy a sacar mi mascara y mostrarme vulnerable con mi “mal olor”
Todos tenemos mal olor. No hay Resurrección sin otras personas tocando nuestras vendas y ayudándonos entrar en el
movimiento resucitado.
3. Proceso: Más fuerza
Paso 1 – despertar
Paso 2 – levantar
Paso 3 – pelear
Hay un tercer nivel de “Energía de Resurrección”. Es cuando salimos la casa para trabajar y hacer nuestra contribución a la
comunidad alrededor de nosotros. Es cuando tenemos tanta realidad de la vida de Cristo en nosotros que podemos
ministrar su vida a los demás y pelear por la Resurrección de otras personas.
Palabras para este tercer nivel de energía: provocar, excitar, suscitar, estimular, provocar, mover, inducir, instigar, incitar,
impeler, inflamar, enardecer, avivar, caldear, calentar, alegrar, evocar, convocar, promover, , levantar, sugerir, causar,
ocasionar, producir, originar, engendrar, labrar, guerra, unión intima.
Podemos ver un proceso en el valle con los huesos secos que a través del proceso de la Resurrección se transforman en un
“ejercito numeroso.”
La falta de Resurrección
Ezequiel 37:1-3 “…La mano del Señor vino sobre mí, y su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un valle que
estaba lleno de huesos. 2 Me hizo pasearme entre ellos, y pude observar que había muchísimos huesos en el valle,
huesos que estaban completamente secos. 3 Y me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?» Y yo le
contesté: «Señor omnipotente, tú lo sabes.» …”
Paseando el valle de tu propio corazón… ¿cuáles son tus huesos secos?
v. 11 “Nuestros huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!”
¿Qué representan “huesos secos”? Son áreas de tu vida donde tú no tienes esperanza, te sientes perdido o estas en una
tumba.
¿En qué área de tu vida te sientes perdido, sin esperanza o en la tumba? El proceso de Resurrección
Ezequiel 37:4-14 “…Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos, y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra
del Señor! 5 Así dice el Señor omnipotente a estos huesos: ‘Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir. 6
Les pondré tendones, haré que les salga carne, y los cubriré de piel; les daré aliento de vida, y así revivirán. Entonces
sabrán qué yo soy el Señor.’”» 7 Tal y como el Señor me lo había mandado, profeticé. Y mientras profetizaba, se
escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. 8 Yo me fijé, y vi que en ellos
aparecían tendones, y les salía carne y se recubrían de piel, ¡pero no tenían vida! 9 Entonces el Señor me dijo:
«Profetiza, hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: “Esto ordena el Señor omnipotente: ‘Ven de los cuatro
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vientos, y dales vida a estos huesos muertos para que revivan.’”» 10 Yo profeticé, tal como el Señor me lo había
ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército
numeroso! 11 Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: “Nuestros
huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!” 12 Por eso, profetiza y adviérteles que así
dice el Señor omnipotente: “Pueblo mío, abriré tus tumbas y te sacaré de ellas, 13 Y cuando haya abierto tus tumbas
y te haya sacado de allí, entonces, pueblo mío, sabrás que yo soy el Señor. 14 Pondré en ti mi aliento de vida, y
volverás a vivir…”
Dios obra en la resurrección como obró en la creación.
Génesis 2:7 “…Y Dios el Señor formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz hálito de vida, y el hombre
se convirtió en un ser viviente…”
El paso uno es juntar los huesos y formar el cuerpo. Todavía no tenían vida, pero si tenían forma. El paso dos es soplar el
aliento de vida. Huesos secos se levantan como un ejército numeroso. Desde el polvo se levanta la persona de Adán.
¿Cuáles son áreas de tu vida que son secas y dispersas? Podemos hablar a nuestros huesos secos: “¡Huesos secos, escuchen
la palabra del Señor!”
Y después invitar el aliento de vida que entra estas áreas de nuestra vida.
Cuando se manifiesta el pleno proceso de la Resurrección, tu familia, tu equipo, tu hogar de casa, tu iglesia se transforma
en un ejército numeroso: En condiciones para luchar para los demás, creciendo en número y multiplicándose.
4. Proceso: Más paternidad

Lucas 15:20 “…Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo
abrazó y lo besó…”
Lucas 15:22-24 “… ¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias
en los pies. 23 Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. 24 Porque este hijo mío estaba
muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado.” Así que empezaron a hacer
fiesta…”
Lucas 15:32 “…Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora
ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado…”
Jesús está igualando volver a la vida con volver a la casa del Padre. El proceso de la resurrección es el proceso de conocer
el amor del Padre. Lejos del Padre somos muertos y perdidos. Cerca del Padre vivos y encontrados. Su abrazo tiene la
unción de ministrar el poder de la resurrección. Despertamos a la realidad que somos hijos amados. Cuando volvemos
cómo el hijo prodigo hay un banquete y una fiesta de Resurrección. Tu camino hacia el corazón del Padre es tu proceso de
Resurrección. Lo más que te dejes amar lo más estas resucitando.
5. Proceso: Más originalidad

1 Corintios 15:35-49 “…Tal vez alguien pregunte: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué clase de cuerpo
vendrán?» 36 ¡Qué tontería! Lo que tú siembras no cobra vida a menos que muera. 37 No plantas el cuerpo que
luego ha de nacer, sino que siembras una simple semilla de trigo o de otro grano. 38 Pero Dios le da el cuerpo que
quiso darle, y a cada clase de semilla le da un cuerpo propio. 39 No todos los cuerpos son iguales: hay cuerpos
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humanos; también los hay de animales terrestres, de aves y de peces. 40 Así mismo hay cuerpos celestes y cuerpos
terrestres; pero el esplendor de los cuerpos celestes es uno, y el de los cuerpos terrestres es otro. 41 Uno es el
esplendor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas. Cada estrella tiene su propio brillo. 42 Así sucederá
también con la resurrección de los muertos. Lo que se siembra en corrupción, resucita en incorrupción; 43 lo que se
siembra en oprobio, resucita en gloria; lo que se siembra en debilidad, resucita en poder; 44 se siembra un cuerpo
natural,4 resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, también hay un cuerpo espiritual. 45 Así está
escrito: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente»;5 el último Adán, en el Espíritu que da vida. 46 No
vino primero lo espiritual sino lo natural, y después lo espiritual. 47 El primer hombre era del polvo de la tierra; el
segundo hombre, del cielo. 48 Como es aquel hombre terrenal, así son también los de la tierra; y como es el celestial,
así son también los del cielo. 49 Y así como hemos llevado la imagen de aquel hombre terrenal, llevaremos6 también
la imagen del celestial…”
v. 37-42 la Resurrección quita el comparar, competir y copiar. Nos hace entrar en nuestra Gloria única y original. Resucitado
tú tienes tu “cuerpo propio” Puedes descansar en quien Dios te hizo y deleitarte en eso y disfrutarlo.
41 Cada estrella tiene su propio brillo. 42 Así sucederá también con la Resurrección de los muertos.
Cada estrella tiene su propio brillo y cada hijo/a de Dios también.
v. 42-49 Tenemos cinco intercambios que explican el proceso de la Resurrección: - de la corrupción hacia la incorrupción;
- del oprobio hacia la gloria;
- de la debilidad hacia el poder;
- de un cuerpo natural hacia un cuerpo spiritual;
- de una imagen terrenal hacia una imagen celestial.
Es el antes y el después de la Resurrección:

Antes: corrupción, oprobio, debilidad, cuerpo natural e imagen terrenal. Después: Incorrupción, Gloria, poder, cuerpo
espiritual e imagen celestial.
Siembra…. Resucita…
v. 36 “…Lo que tú siembras no cobra vida a menos que muera…”
La clave es permitir que algo muere. Morimos a nuestra manera, a nuestros planes y a nuestros tus recursos.
6. Proceso: Más eternidad
Colosenses 3:1-4 “…Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
derecha de Dios. 2 Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, 3 pues ustedes han muerto
y su vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces
también ustedes serán manifestados con él en gloria…”
Resucitar parece el fundamento y la condición para poder buscar las cosas del cielo, de arriba. Buscamos lo invisible y lo
eterno. Concentrar nuestra atención hacia arriba habla de un cambio de perspectiva. La resurrección nos da el nuevo
paradigma de la eternidad. No lo visible es el punto de mi referencia en mis decisiones diarias sino lo invisible. No los 80
años aquí en la tierra definen mi vida sino la vida eterna de Cristo en mí. Lo más que se desarrolla el proceso de la
Resurrección en nuestra vida, lo más miramos hacia arriba y pensamos en lo eterno e invisible.
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v. 3 Resucitar es esconder toda mi vida con Cristo en Dios. Cada punto oscuro, cada error, cada vergüenza, cada debilidad,
cada miedo y cada sueño puede entrar en Cristo. Podemos intercambiar la totalidad de nuestra vida con la totalidad de su
vida. Podemos recibir la plenitud de su persona al entregar todo lo que somos.
v. 4 Cristo es nuestra vida por eso el centro de nuestra existencia ya está en el cielo y no abajo en la tierra.
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MINISTERIO DE LIDERAZGO

Dos “megas”: mega poder – mega gracia. (XXL)

Hay cuatro niveles de vivir con la Resurrección

Podemos solo testificar de algo que hemos visto, vivido y experimentado.

1. Resurrección es un evento Histórico

El Evento según Mateo

El Evento según Marcos

El Evento según Lucas

El Evento según Juan

El Evento según Hechos

El Evento según 1 Corintios 15

B. Reacciones de los discípulos ante la Resurrección

Reacciones según Mateo

Reacciones según Marcos

Cristo deshace el asusto que Él mismo causó por su Resurrección.

María y los discípulos

Dos de Emaús y los discípulos

Jesús y los discípulos

Reacciones según Lucas

Rostro en tierra postrado en adoración es otra reacción hacia la Resurrección.

El ángel y las mujeres

Lucas 24:8 “…Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús…”

Las mujeres y los discípulos

Pedro y el sepulcro vacío

El Encuentro con los discípulos hacia Emaús (v.13-35)

Jesús se revela a los discípulos (2)

Jesús se revela a los discípulos (3)

La Resurrección es un choque positivo porque es demasiado bueno para creerlo.

Jesús se revela a los discípulos (4)

Jesús se revela a los discípulos (5)

Jesús se revela a los discípulos (6)

Reacciones según Juan: María y Pedro con Juan

Pedro y Juan y la tumba vacía

Los discípulos y las Escrituras

Encuentro con María (v. 11-19)

María y los discípulos

Nuestro testimonio es lo que hemos visto y escuchado de Cristo resucitado.

Jesús y los discípulos

Estamos en buena compañía si no entendemos la Resurrección en el primer momento y necesitamos varias

C. Tres Encuentros con Cristo Resucitado (María, Tomás, Discípulos Emaús).

María: La Resurrección en medio de tristeza

Juan 20:16 “… —María —le dijo Jesús…”

Ella se volvió y exclamó: —¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro).

Tomás: La Resurrección en medio de incredulidad

Los discípulos le cuentan que pasó.

Pon tu dedo. Acerca tu mano y métela.

Tu dedo en mi herida – y mi dedo en tu herida.

¿Permitimos que Jesús pone su dedo en nuestras heridas?

Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.

Juan 20:28 “…—¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás…”

Emaús: La Resurrección en medio de desánimo y decepción

v.16 pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados.

¿Por qué Jesús toma tiempo para escuchar a ellos?

¿Cuándo has experimentado una esperanza no cumplida?

31 entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.

2. Resurrección es el Centro del Evangelio

Dos resúmenes del contenido del evangelio:

B. El evangelio es una salida de la muerte y una entrada a la vida

Hay dos palabras por vida en el griego:

Lo que viene es una verdad y revelación sorprendente:

C. Doce razones porque la resurrección es central

5. Ser hijo de Dios