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¿Cómo dicen algunos ahí que no hay resurrección? Pablo parte de la resurrección de
Jesús como de un hecho para luego sacar de él, como una consecuencia, nuestra
propia resurrección.
Muchas veces hemos oído decir, incluso entre creyentes, que la resurrección de
Jesús no es un hecho histórico. Pero la resurrección de Jesús no se trata de un
cuento o de un <mito> como había tantos entre los griegos. Pablo dice precisamente
todo lo contrario, es decir, que la resurrección de Jesús es un hecho que ocurrió en el
pasado y nosotros ahora lo creemos por la fe.
3) Si no creísteis en vano:
¡Cuidado con los falsos cristianos!
Todas las congregaciones tienen personas que aún no creen. Algunos se mueven en
dirección a creer, y otros simplemente lo rechazan. Las buenas nuevas acerca de
Jesucristo nos salvan, si las creemos con firmeza y si las seguimos con fidelidad.
c. Cristo murió:
La muerte de Jesucristo, el Mesías, el Hijo de Dios, el centro del evangelio. Aunque
la idea de glorificarse en la muerte de un Salvador era locura para la palabra, es la
salvación a aquellos que creerán.
i. El Padre puso sobre Jesús toda la culpa e ira que nuestro pecado
merecía sobre, y Él la llevó sobre Sí mismo perfectamente, satisfaciendo
por completo la ira de Dios por nosotros.
ii. Sobre la cruz, Jesús se convirtió, como si fuera, en enemigo de Dios,
quien fue juzgado y forzado a tomar la copa de la furia del Padre, para
que no tuviéramos que tomar esa copa.
iii. Isaías 53:3-5 lo pone poderosamente: Despreciado y desechado entre
los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como
que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y
nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados.
iv. Su obra es consumada PARA SIEMPRE.
f. Fue sepultado:
Nosotros a menudo no pensamos en la sepultura de Jesús como parte del
Evangelio, pero lo es. Uno no entierra a alguien a menos que en realidad esté
muerto, y la muerte de Jesús fue confirmada en la cruz antes que Él fuera bajado
para ser sepultado (Juan 19:31-37).
g. Y resucitó:
Esta verdad es esencial para el evangelio. Por qué, si Jesús muriera en la cruz para
pagar por nuestros pecados y remover nuestra culpa, ¿Por qué es tan importante la
resurrección de Jesús?
1) El plan para Su muerte está descrito en lugares como Salmos 22 e Isaías 53.
2) El plan para Su resurrección es descrito en lugares como Jonás 1:17, Salmos
16:10, al igual que el escenario en Génesis 22, donde Isaac, como un tipo de
Cristo, es “levantado” en el tercer día de su viaje, al principio del cual
Abraham había considerado a su hijo muerto.
3) Fue Jesús el cual trajo vida e inmortalidad a la luz por medio del evangelio (2
Timoteo 1:10).
ii. Pablo sentía – correctamente – que sus pecados eran peores porque era
responsable por la muerte, encarcelamiento, y sufrimiento de cristianos, quienes
él persiguió antes que su vida fuera cambiada por Jesús (Hechos 8:3; 9:1-2,
Gálatas 1:13, Filipenses 3:6, 1 Timoteo 1:15).
b. Por la gracia de Dios soy lo que soy: Pablo le dio a la gracia de Dios todo el
crédito por el cambio en su vida. Él era un hombre cambiado, perdonado, limpiado,
lleno de amor cuando antes él estaba lleno de odio. Él sabía que esto no era su
propio logro, sino era la obra de la gracia de Dios en él.
i. La gracia que nos salva también nos cambia. La gracia cambió a Pablo. No
puedes recibir la gracia de Dios sin ser cambiado por ella. Los cambios no
vienen de una sola vez, y los cambios no están completos hasta que pasemos a
la siguiente vida, pero ciertamente somos cambiados.
ii. “‘Por la gracia de Dios’ no solo somos lo que somos, sino permanecemos
como somos. Deberíamos habernos arruinado hacer mucho, y condenado a
nosotros mismos, si Cristo no nos hubiera mantenido por Su gracia
todopoderosa.” (Spurgeon)
iii. La verdadera humildad no radica en convencerse de que uno no es valioso
sino de que Dios obra en nosotros. Es mantener la perspectiva de Dios en
quién es usted y reconocer su gracia en el desarrollo de sus habilidades.
i. La gracia no es dada como condición a que hagas lo bueno; sin embargo, Dios
no quiere que nosotros recibamos Su gracia y nos hagamos pasivos.
ii. Pablo sabía que Dios da Su gracia, nosotros trabajamos duro, y la obra de
Dios es hecha. Trabajamos en compañerismo con Dios, no porque Él nos
necesita, sino porque Él quiere que compartamos Su obra. Pablo entendió bien
este principio, escribiendo, Porque nosotros somos colaboradores de Dios (1
Corintios 3:9).
iii. La obra de Dios se hace en compañerismo con Dios. ¡Dios lo hace a través
de nosotros y nosotros colaboramos con él para que la obra de Dios siga
adelante! 2 Corintios 6:1, Pablo ruega que nosotros no recibamos la gracia de
Dios en vano: Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos
también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
d. Antes he trabajado más que todos ellos: Pablo se está comparando aquí con
los otros apóstoles. Él no tiene pena de decir que trabajo más duro que cualquiera
de los otros apóstoles. Esto no es para decir que los otros apóstoles eran flojos (a
pesar de que algunos de ellos pudieron haberlo sido), pero Pablo era alguien
excepcionalmente trabajador.
f. Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído: Ya sea
Pablo o alguno de los otros apóstoles trajera el mensaje, el resultado fue el mismo.
Ellos predicaron la resurrección de Jesús, y los cristianos primitivos creyeron la
resurrección de Jesús.