Está en la página 1de 110

NADA QUE PERDER

De Enrique Bazo, Yeray Bazo, Juanma Romero y Javier G. Yagüe

Cia. Cuarta Pared

1
1. Lección primera (en la arena)

EL TERCERO.-¿Qué puedo saber?¿Qué debo hacer?¿Qué me cabe esperar?


Las tres preguntas que Kant se hizo sobre el hombre. Hay una cuarta pregunta
que las resume a todas, la pregunta más importante: ¿Qué es el hombre?

Silencio.

¡Joder, Kant! Difícil ¿no?¡Algo más sencillo!¿ Qué es el hombre? Mejor


concretar,de uno en uno.

El tercero presenta al profesor.

¿Quién es este hombre? ¿Un profesor de Filosofía? ¿Existen? Aún existen


¡El profesor no deja de hacerse preguntas!¿Por qué hay cada vez más
alumnos en sus clases?¿Por qué él envejece y ellos tienen siempre la misma
edad? ¿De quién es la culpa de que su hijo vaya a dormir en un calabozo?

EL JOVEN.- ¡La jirafa! ¡La jirafa! ¡La jirafa!

EL TERCERO.-¿Es tu hijo?

EL PROFESOR.-¿Qué ha pasado?

EL TERCERO.-¿De verdad es tu hijo?

EL PROFESOR.- ¿Qué ha pasado? No tengo todo el día. He tenido que


suspender una comisión de trabajo.

EL JOVEN.- Yo no te he llamado

EL PROFESOR.- ¡¿Por qué estás aquí?!

EL JOVEN.-No lo sé, no sé por qué estoy aquí…

EL PROFESOR.-¿No sabes por qué estás aquí?

2
EL TERCERO.-¡Te ha dicho que no!

EL JOVEN.-No lo sé, no sé por qué estoy aquí

EL PROFESOR.- Está bien. ¿Puedes explicarme lo que ha sucedido?

EL JOVEN.- ¡No puedo!

EL PROFESOR.- ¿Por qué?

EL JOVEN.- ¡Porque no lo recuerdo!

EL PROFESOR.-¿Has bebido? ¿Has tomado alguna clase de estupefaciente?

EL JOVEN.-¿Qué clase de pregunta es ésa?

EL TERCERO.- ¿¡Qué difícil ser padre?

EL JOVEN.- (Le imita.) ¿Has tomado alguna clase de estupefaciente?

EL TERCERO.-Tener que elegir siempre la palabra correcta.

EL JOVEN.-¿Qué te crees? ¿Que estás dentro de una de esas novelas que lees
los veranos? ¿Ahora vas de sabueso, profesor?

EL PROFESOR.- Ahora voy del que paga o no paga tu fianza.

EL JOVEN.- Yo no te he llamado.

EL PROFESOR.-Estás en un calabozo, ¿eso lo recuerdas? Y estás detenido,


¿eso lo recuerdas? ¿Cómo piensas salir de aquí?

EL TERCERO.- Despacio, profesor.

EL PROFESOR.-¿Qué hacías en ese sitio a las once de la mañana? ¿No tenías


que estar en la Universidad?

EL TERCERO.- Díselo, sin miedo. Un filósofo ama la verdad, ¿no?

EL JOVEN.- Hace meses que no voy a la Universidad.

EL TERCERO.-¿Por qué España lidera la tasa de fracaso escolar en la Unión


Europea?

EL PROFESOR.-¿No vas a la Universidad?

3
EL TERCERO.-¿Es por el sol? ¿El mar? ¿Las montañas?

EL PROFESOR.-¿Y por qué no me lo has dicho?

EL TERCERO.-¿El franquismo? ¿Más atrás? ¿Adelante?

EL PROFESOR.-¿Vas a dejar tus estudios?

EL TERCERO.-¿De cuál de los dos partidos?¿De la izquierda de la derecha?


¿no?

EL JOVEN.- Ya los he dejado.

EL TERCERO.-¿De quién es la culpa entonces?

EL PROFESOR.-¿Cuándo?

EL JOVEN.-¡Hace meses!

EL PROFESOR.-¿Por qué?

EL JOVEN.-Encontré trabajo.

EL PROFESOR.-¿Trabajo de qué?

EL TERCERO.- Basura.

EL JOVEN.- Mensajero.

EL TERCERO.- Pero trabajo.

EL PROFESOR.- ¿Para qué necesitabas…?

EL TERCERO.- Error

EL PROFESOR.- Con todo lo que nos hemos…

EL JOVEN.-¿Esforzado por ti?

. EL JOVEN.-Por eso no te lo he dicho, para no escuchar esto.

.EL JOVEN.-(Le imita.)¿Con todo lo que nos hemos esforzado por…?

EL TERCERO.- No te burles.

EL PROFESOR.-¿Te hace gracia?

4
EL TERCERO.- No le provoques.

EL JOVEN.-No voy a estudiar más, ¿vale? Ya no tenéis que esforzaros más por
mí.

EL PROFESOR.-¿Sabes que estás detenido por haber provocado un incendio?

EL TERCERO.-¿Qué es el hombre?¿Por qué esta pregunta le parece absurda y


sólo es capaz de preguntarse quién eres tú?

EL PROFESOR.- Tú no has hecho eso, ¿verdad?

EL TERCERO.-¿Y si así fuera?

EL PROFESOR.- ¿Verdad?

EL TERCERO.- Recuerda:Séneca(Lo repite como un mantra tranquilizador.)


Nada de lo humano me es ajeno, nada de lo humano me es ajeno, nada de lo
humano me es ajeno.

Tras calmar al profesor, el tercero hace un gesto al joven para que hable.

EL JOVEN.- Se nos fue de las manos.

EL PROFESOR.- Entonces, ¿es cierto?

EL TERCERO.- Tranquilo…

EL JOVEN.- Sólo había que…

EL PROFESOR.- ¿Tú has provocado el incendio?

EL JOVEN.- ¡Alguien tenía que hacer el trabajo!

EL PROFESOR.- ¿Qué trabajo?¿Pero no trabajabas de mensajero?

EL TERCERO.- Espera.

EL JOVEN.- Ascendí.

EL PROFESOR.- ¿Ascendiste?

EL TERCERO.- No, por ahí no…

EL JOVEN.- Ellos confían en mí. Tengo amigos.

5
EL PROFESOR.- ¿Te parece esto ascender?

EL JOVEN.- ¡Cobro el doble!

EL TERCERO.- ¿Y si fuera el hijo quien ha de enseñar algo al padre?

EL PROFESOR.- ¿El doble de cuánto?

EL TERCERO.-¿Y si todo lo que un hijo tiene que aprender de un padre ya fue


asimilado en los primeros años de vida…?

EL PROFESOR.- ¿Cuánto te pagan?

EL TERCERO.- ¿…y a partir de un determinado momento son los hijos los que
deben educar a los padres?

EL JOVEN.- Más que a ti.

EL TERCERO.- Esta clase de padre no comprende que en un mundo como el


nuestro es lógico que sean los jóvenes quienes guíen a los mortales. ¿Cómo, si
no, podrá comprender el padre el significado profundo de conceptos tales como
“meme”, “selfie”…?

EL PROFESOR.- ¿Cúanto?

EL JOVEN.- Bastante más que a ti.

EL TERCERO.- ¿Cómo explicarle que hay más filosofía acumulada en las reglas
de un videojuego que en las obras completas de Aristóteles?

EL PROFESOR.- ¿Tengo que felicitarte?

EL TERCERO.-¿Quién se va a preguntar por el sentido de la vida mientras pueda


conseguirse una vida extra? Las partidas siempre se reinician.

EL JOVEN.- Ya, ya sé… Tú prefieres que te recorten, pero yo no quiero ser


como tú.

6
EL TERCERO.- Duele. Profesor, sé que duele, pero habla desde ti. No acudas a
una cita, por favor, no…

EL PROFESOR.- “A menudo, el mayor precio es el de aquello por lo que nada se


paga.”

EL TERCERO.-¿Por qué pensamos que una cita, un proverbio o un refrán tienen


más autoridad que un abrazo?

EL PROFESOR.-¿Qué estás haciendo con tu vida, Héctor?

EL JOVEN.- Salir adelante.

EL PROFESOR.-¿Salir adelante… ?

EL JOVEN.- Buscarme un futuro.

EL TERCERO.- Un abrazo.

EL PROFESOR.-¿Provocando un incendio?

EL JOVEN.- Ya te lo he dicho: se nos fue de las manos.

EL TERCERO.- Un abrazo.

EL PROFESOR.-¿A quiénes? ¿Con quién ibas?

EL TERCERO.-(Al profesor.) ¿Sabes cuánto se parece esta escena a la que tu


hijo acaba de vivir con un poli?(Al joven.)Y tú, respóndele, no es un poli, es tu
padre, ¿no sabes cuánto ha hecho por ti?

EL JOVEN.- Tenía que acompañar a un tío a hacer un trabajo.

EL PROFESOR.-¿A quién?¿También está detenido?

EL JOVEN.- No, él no es un gilipollas como yo.

EL TERCERO.-Recuerda, no eres…

EL PROFESOR.- ¿Qué trabajo ibais a hacer?

EL TERCERO.-¿Por qué preguntas como un poli?

EL JOVEN.- Quemar basuras.

EL PROFESOR.- ¿Basuras?

7
EL JOVEN.- Basuras, sí, basuras.

EL TERCERO.-El paisaje de nuestra obra: una ciudad llena de basuras.

EL JOVEN.-¿En qué mundo vives?¿No lees los periódicos? Hay una huelga,
profesor. Kilos de basura, amontonándose en las aceras, ¿es que no llega la
peste a tu estrado? ¡A los demás sí y desde todas las esquinas!

EL PROFESOR.- ¿Y tú quemas las basuras?

EL JOVEN.- ¡Sí!

EL PROFESOR.-¿Para reventar la huelga?

EL JOVEN.-…

EL PROFESOR.- ¿Qué te he dicho siempre?

EL TERCERO.-No cites…

EL PROFESOR.- “Las cosas engañan…”

EL JOVEN.- “Distínguelas”,

EL TERCERO.- No te burles

EL PROFESOR.- “Distínguelas.”, sí. ¿Para quién trabajas?

EL PROFESOR.- Héctor, ¿quién te ha contratado?¿para quién trabajas?

EL JOVEN.- Para mí.

EL PROFESOR.- ¿Para quién?

EL JOVEN.- Por mi bien.

EL PROFESOR.- ¡¿Para quién?!¿Quién te paga por hacer el trabajo sucio?

EL TERCERO.-“Sucio” mejor no…

EL PROFESOR.- Tú deberías estar a favor de la huelga.

EL TERCERO.- “Deberías” tampoco…

EL JOVEN.- ¿Por qué? Di. ¿Por qué debería estar a favor de la huelga?

EL PROFESOR.- Porque las condiciones de trabajo son pésimas.

8
EL JOVEN.-¿Y?

EL PROFESOR.- Porque es lo justo… Porque…

EL TERCERO.-No cites...

EL PROFESOR.- Hay que estar a su lado…

EL TERCERO.- Si citas, estallará.

EL PROFESOR.- Y porque…

EL TERCERO.-No…

EL PROFESOR.- “Incluso en la arena, el gladiador puede decidir.”

EL TERCERO.- Ya está

EL JOVEN.- ¡Deja de creerte el puto Séneca! ¿Quieres? No has hecho otra cosa
en la vida más que citar al puto Séneca… ¡No eres el puto Séneca! Ni estás en
la antigua Grecia o Roma o lo que sea, ¡despierta! ¿Sabes para qué te ha
servido tu Filosofía? Para mantenerte dormido y para dormir a tus alumnos
cuando no se reían de ti.

El tercero se rinde. Acude a sus basuras.

EL PROFESOR.- ¿Para esto te hemos educado? Para ser un…¡revientahuelgas!


¿Para esto ha servido todo el dinero que hemos gastado, todos los libros…?

EL JOVEN.- Me llevas regalando libros desde los cinco años. Lo que un niño
necesita para ser feliz es una puta Nintendo, joder, y jugar con su padre, ¡no la
Ética para Amador!

El tercero encuentra en la basura: un ejemplar deshojado del libro de Savater,


dedicado..

EL TERCERO.-(Lee la dedicatoria.) “Para Héctor,que nace a la ética en una país


que renace.”

EL JOVEN.- Siglo XXI, profesor, deja de hibernar, ¡despierta!

(Ríe, para sí, burlándose de las palabras sagradas.)Educación… Sindicatos…

9
EL TERCERO.-¿Sabéis cuál es el drama de este padre? Saber que se han
recortado más de 7.000 millones en Educación. Saber que la enseñanza
pública ha perdido 30.000 profesores mientras el número de alumnos sigue
creciendo. Saber que se han perdido 500 comedores escolares, más de 350
rutas escolares y más de 250 millones de euros destinados a becas y ayudas.
Saber que la batalla es interminable. Saber todo esto y, sin embargo, no saber
qué necesita su hijo.

EL JOVEN.-¿De qué te ha servido a ti el puto sindicato?

EL PROFESOR.- El sindicato me ha servido para tener amigos en muchos sitios.


Amigos con los que luché por causas justas.

EL JOVEN.- Batallas perdidas.

EL PROFESOR.- Amigos que no olvidan quiénes son sus viejos compañeros, que
me llaman extrañados desde una comisaría, porque Hector, al que conocen
desde que era así de pequeño, está detenido. Amigos que me dejan estar aquí
para que tú me insultes y reniegues de todo lo que te he enseñado.

EL JOVEN.-Te recortaron el sueldo y tus amigos no hicieron nada. Te


trasladaron a otro instituto, ¡al destierro! Y no hicieron nada. Te duplicaron los
alumnos y no hicieron nada. Si por lo menos el sindicato te hubiera colocado en
algún consejo, de esos en los que luego te regalan tarjetas de crédito y carros
de la compra…

EL PROFESOR.- ¿Eso te hubiera gustado?

EL JOVEN.- Mucho, me hubiera gustado mucho, sí…

EL PROFESOR.- Nos mantuvimos íntegros.

EL TERCERO.-¡Por fin!

EL PROFESOR.-¿No eres capaz de ver eso?

EL TERCERO.-Hemos llegado al núcleo.

EL JOVEN.- Para que tú fueras un tipo íntegro, profesor, ¿qué hemos tenido que
sacrificar los demás?¿Eh¿Dónde estabas todos los fines de semana? ¿Dónde
a la hora de la cena? ?¿Cuántos viajes dejamos de hacer? Y las comidas:
mejor en casa que fuera; y la ropa …

10
EL PROFESOR.- ¿Si yo te hubiera comprado una “puta Nintendo”, tú no estarías
aquí detenido? ¿Es eso lo que me quieres decir?

EL JOVEN.- Sí, eso es lo que te quiero decir… ¡Has criado a otro gilipollas! Solo
soy eso: otro gilipollas…

EL TERCERO.-¿Sabéis cuál es el drama de este hijo? Haberse criado


escuchando citas que no le sirven. Saber que no es el hijo que querría su
padre, saber que no comparte su lucha. Saber que le decepciona. Saber que
quiere algo distinto y sentirse culpable por ello. Saber eso pero saber también
que se parece a él más de lo que le gustaría, que algo debe haber aprendido si
intentó apagar el incendio.
Tu viejo es un viejo, amigo. Sí. Y también un viejo amigo. Si no confías en él,
¿en quién vas a confiar?

EL JOVEN.- Yo estaba vigilando. Cuando me quise dar cuenta mi compañero


había juntado todas las bolsas en una misma pared. Otras veces no había
hecho eso…

EL PROFESOR.- ¿No era la primera vez?

EL TERCERO.- Escucha

EL JOVEN.- Otras veces, echábamos una cerilla a un contenedor y ya está. Pero


esta vez había hecho una montaña con las bolsas. Las prendió, dijo “vámonos”
y salió corriendo. Apenas tiró la cerilla, ya estaba todo iluminado por las llamas.
Pero la basura llegaba hasta el primer piso. Pensé que alguien podría resultar
quemado. Entonces vi a la jirafa, rodeada por el fuego. Y me puse a apagarlo:
como un gilipollas. Me cogieron por gilipollas. Por Sócrates, por Séneca y por la
madre que los parió.

EL PROFESOR.- ¿Sabes lo que decía Séneca de la importancia de la Filosofía?

EL TERCERO.- No, por favor… Ahora no.

EL JOVEN.- No, por favor… Ahora no.

EL PROFESOR.- Seneca decía que un pueblo sin Filosofía era como un…

EL JOVEN.- Don Limpio habla y opina pero son otros los que…

EL PROFESOR.- ¿Me quieres dejar hablar?

11
EL JOVEN.- ¡Yo no quiero ser como tú!

EL PROFESOR.- Estaba hablando yo…

EL JOVEN.- ¡No quiero ser un mierda! ¡Como tú!

El Profesor le abofetea, quizás… por primera vez en su vida.

EL JOVEN.- ¿Me has pegado, Rousseau? ¿Tú me has…?

EL PROFESOR.- Lo siento.

EL JOVEN.- ¡Y encima pide perdón! ¡Yo me parto!¡ Rousseau me pide perdón!

EL PROFESOR.- Lo siento. Lo siento.

EL JOVEN.- Yo no quiero ser un mierda…no quiero ser un mierda como tú.

El joven se rompe, llora y abraza a su padre.

EL JOVEN.-¿Pagarás mi fianza? ¿Papá? ¿Vas a pagar mi fianza?

EL TERCERO.-¿Cuál era el filósofo favorito de tu padre? ¿Alguna vez hablaste


con tu padre de Filosofía?¿Importa algo la Filosofía?¿ Alguna vez hablas con
tu padre?

¿Qué veis en esta escena? ¿Un padre y un hijo? ¿Incomunicación? ¿Crisis de


valores? Preguntémosle a la mochila del profesor.

LA MOCHILA DEL PROFESOR.-¿Os digo qué veo yo? Veo siete leyes escolares en
treinta y siete años, seis en democracia. Todas las llevé dentro y ahora las
escupo.

El tercero vacía la mochila del profesor. El suelo se llena de papeles.

LA MOCHILA DEL PROFESOR.-(Deletrea.)La LGE, la LOECE, la LODE, la LOGSE,


la LOCE y la LOE. La última costó dos huelgas generales y una úlcera de
estómago a la persona que me lleva sobre los hombros. Eh, profesor: ¿Cómo
lo diría Séneca? Ah, sí: “El que ignora a qué puerto se dirige nunca tiene buen
viento”.

El tercero saca de la mochila un bote de medicamentos.

EL TERCERO.- Omoprazol. El precio que se paga por aguantar a generaciones y


generaciones de alumnos. La paciencia es infinita; el estómago no.

12
2.- Camino a Damasco

EL TERCERO.- ¿Saber o no saber? ¿La verdad o la felicidad de la ignorancia?

ELQUEQUIERESABERALGO: Cabrones… ¿Quién se llevaría la tapa de la


alcantarilla?

EL TERCERO.- ¿Tú: eres de los que prefieren saber? Te llamaremos “El que
quiere saber”

LaQueNoQuiereSaber llega vestida con camisa hawaiana, collar de flores y la


típica pulsera de hotel plasticosa-chillona “Todo incluido”. Va arrastrando una
maleta y con una botella en la mano.

EL TERCERO.- ¿Y tú quieres saber?

LaQueNoQuiereSaber: ¡No!

EL TERCERO.- Tú, en cambio, eres “LaQueNoQuiereSaber”, mujer feliz a la


manera de los antiguos escépticos: ignorando.

LaQueNoQuiereSaber: ¡Qué desastre!

ELQUEQUIERESABERALGO se da la vuelta y la ve.

ELQUEQUIERESABERALGO: Aloha.

LaQueNoQuiereSaber: No sé por donde empezar

ELQUEQUIERESABERALGO: No. No debería tocar eso…¿Trabaja usted aquí,


señora…?

LaQueNoQuiereSaber.- Gallego.

ELQUEQUIERESABERALGO .-Vasco.

LaQueNoQuiereSaber.-No. Gallego.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Usted, Gallego. Yo, Vasco. Inspector Vasco.

EL TERCERO.- ¿Qué raro? ¿Tanta amabilidad?

ELQUEQUIERESABERALGO.-¿Ron?

LaQueNoQuiereSaber.-Miel.

13
ELQUEQUIERESABERALGO.-¿ Miel?

LaQueNoQuiereSaber.-Ron miel.

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¡Ron miel! Buenísimo.

EL TERCERO.- Te veo venir. ¿Por qué no lo dejas?

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿Se lo han regalado?

LaQueNoQuiereSaber.- Es para mi jefe.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Ha hecho una buena elección ¿Le hace regalos a su


jefe?

EL TERCERO.- ¿Qué más te da?

LaQueNoQuiereSaber.- Hay que corresponder.

ELQUEQUIERESABERALGO.-¿Él le hace regalos a usted?

LaQueNoQuiereSaber.-Alguna vez, sí.

EL TERCERO.- ¿Por qué a ti nunca te regalan nada? ¿Te lo has preguntado?

ELQUEQUIERESABERALGO.- Tiene usted suerte

EL TERCERO.- Vas a tener que pedir ayuda otra vez.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Hay muchas personas que acuden a terapia porque


sus jefes les hacen la vida imposible ¿verdad?,

LaQueNoQuiereSaber.- No es suerte. Premian mi trabajo.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Comprendo… Un buen trabajador merece una


recompensa. Claro

EL TERCERO.- Claro, ¿ya has encontrado su punto débil?

LaQueNoQuiereSaber.- Setas.

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿Setas?

LaQueNoQuiereSaber.- Me regala setas. Boletus. Y caracoles. Al hombre le


gusta el campo.

14
ELQUEQUIERESABERALGO.- A mí también.

LaQueNoQuiereSaber.- Y de vez en cuando suelta los caracoles, por la oficina.


Muchos mueren aplastados, ¡bajo las suelas!

ELQUEQUIERESABERALGO:¡qué desastre!…

LaQueNoQuiereSaber.- SÍ, Pobres caracoles.

ELQUEQUIERESABERALGO: Me refiero a todo esto. Qué desastre, ¿no?

LaQueNoQuiereSaber: Sí, ¡qué desastre!…

EL TERCERO.- ¿Qué te ha hecho ella?

LaQueNoQuiereSaber: …con lo ordenado que lo tenía yo todo.

EL TERCERO.- ¿No te parece simpática?

LaQueNoQuiereSaber: ¡Esos vándalos! Sabía que pasaría algo así.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Ah, sí? ¿Lo sabía?

EL TERCERO.- Ya has hincado el diente

LaQueNoQuiereSaber: Era cuestión de tiempo, ¿no cree?

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿El qué?

LaQueNoQuiereSaber: Que ocurriese una desgracia.

EL TERCERO.- Y no vas a soltar

LaQueNoQuiereSaber: Lo han destrozado todo. Están descontrolados.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Quiénes?

LaQueNoQuiereSaber: Los vándalos esos de la huelga. ¿Se creen que pueden


ir por ahí quemando contenedores y que no va a pasar nada?

ELQUEQUIERESABERALGO: Disculpe, señora Gallego, usted es …interventora


municipal, ¿verdad?

LaQueNoQuiereSaber: …Sí.

15
EL TERCERO.- Este caso no te conviene. ¿cuántas veces te lo han dicho?

ELQUEQUIERESABERALGO: Me han pasado un listado del personal. Funcionaria,


como yo, funcionario. Pero usted de alto nivel.

EL TERCERO.- Ya le ha encontrado el punto débil.

LaQueNoQuiereSaber: Bueno…

EL TERCERO.- ¿Por qué somos tan sensibles a los halagos?

ELQUEQUIERESABERALGO: Disculpe mi ignorancia, pero ¿a qué se dedica una


interventora?

EL TERCERO.- ¿Por qué te empeñas en saber?

LaQueNoQuiereSaber: Bueno, básicamente me encargo de validar los


contratos,

EL TERCERO.- Yo no quiero saber de dónde procede lo que como, lo que bebo,


lo que visto.

LaQueNoQuiereSaber: …ya sabe, licencias, concesiones, adjudicaciones,


cosas así.

ELQUEQUIERESABERALGO: Suena importante.

LaQueNoQuiereSaber: No es para tanto,

EL TERCERO.- No quiero saber qué le echan al tomate que como,

LaQueNoQuiereSaber: Puro papeleo la mayor parte de mi trabajo se reduce a


firmar documentos..

EL TERCERO.- Solo me lo como.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Y ya está?

LaQueNoQuiereSaber: Y a ordenarlos,

EL TERCERO.- No quiero saber dónde se fabricó mi ropa,

LaQueNoQuiereSaber: archivarlos…

EL TERCERO.- Si fue un niño quién la cosió.

16
ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Eso es importante?

LaQueNoQuiereSaber: Eso es lo que más importante.

EL TERCERO.- No quiero saber de dónde viene el cacao, el coltán, la gasolina,

LaQueNoQuiereSaber: Hay que saber qué papel va en cada sitio, tenerlos


disponibles para cuando me los piden.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Y no se le hace pesado?

EL TERCERO.- No quiero saber cuántas guerras han sido necesarias para


obtenerlos.

ELQUEQUIERESABERALGO: A mí me cuesta muchísimo tener todos los informes


ordenados.

LaQueNoQuiereSaber: Es lo que más tiempo lleva.

EL TERCERO.- No quiero saberlo

LaQueNoQuiereSaber: Qué desastre, con lo que tardé en ordenarlo todo, no se


imagina cómo estaba esto.

EL TERCERO.- No puedo vivir si lo sé todo.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Ah, sí?

LaQueNoQuiereSaber: Horrible, horrible.

LaQueNoQuiereSaber: Todo amontonado sin orden ni concierto. Papeles por


todos sitios… ¡En dos meses dejé esta oficina como nueva! El concejal me
felicitó.

EL TERCERO.- Este caso no te conviene.

LaQueNoQuiereSaber: Estaba tan contenta de haber terminado.

ELQUEQUIERESABERALGO: Sí, la entiendo, el placer del deber cumplido,

¿verdad?

LaQueNoQuiereSaber: Exacto.

17
EL TERCERO.- ¿Por qué no haces caso a los que te quieren bien?

ELQUEQUIERESABERALGO: Y dígame… de funcionario a funcionario… ¿a qué


venía todo ese caos?

LaQueNoQuiereSaber: Bueno, verá, yo… no quiero hablar mal de un


compañero. Pero ese hombre me dejó todo hecho un desastre.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿a quién se refiere?

LaQueNoQuiereSaber: Al antiguo interventor. Tan exigente para unas cosas y


para otras nada. Ya ve, no todos somos iguales. Quien venga después de mi lo
encontrará todo ordenado.

ELQUEQUIERESABERALGO: Faltaría más. ¿Así qué era exigente?

LaQueNoQuiereSaber: Yo no llegué a conocerlo. A mí me nombró el alcalde


cuando se quedó la plaza vacante. Todos se alegraron mucho del cambio.

ELQUEQUIERESABERALGO: No me extraña, usted es una mujer simpática. ¿El


otro no les caía bien?

LaQueNoQuiereSaber: Al parecer era un hombre… difícil

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿En qué sentido?

LaQueNoQuiereSaber: Pues un hombre complicado, de difícil trato. De esos


que tiene que ser todo a su manera.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿A su manera?

LaQueNoQuiereSaber: Tenía todo los expedientes amontonados pero luego no


pasaba por alto ni una coma, tenía a todos hartos.

ELQUEQUIERESABERALGO: No me diga más, yo tengo un compañero así.

EL TERCERO.- Un auténtico pesado

ELQUEQUIERESABERALGO: Un auténtico pesado, créame “no te vayas sin


entregarme el informe”, no has hecho la copia, necesito la copia…Le llaman el
duplicado.

LaQueNoQuiereSaber: A este le llamaban el 69.

18
ELQUEQUIERESABERALGO: ¿El 69?¿Le gustaba…?

LaQueNoQuiereSaber: No, no, no…no era por eso. Había mandado más de
sesenta escritos de queja por contratos que tenían algún defecto de forma y
cosas así. Lo retrasaba todo. Una mosca cojonera, si me disculpa la expresión.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Era problemático?

LaQueNoQuiereSaber: Ya le digo, un pesado. Se lo quitaron de encima, me


dijeron que lo habían mandado al exilio. En sentido metafórico, ya sabe.

ELQUEQUIERESABERALGO: Claro. Cada uno tiene lo que se merece. Oiga,


¿puedo hacerle una pregunta?

LaQueNoQuiereSaber: …Eh, sí.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Por qué va vestida así?

LaQueNoQuiereSaber: Pues…

ELQUEQUIERESABERALGO: La ropa, digo. Un poco fresca para marzo, ¿no cree?

LaQueNoQuiereSaber: Ah, sí. Estaba de vacaciones. Vine directamente del


aeropuerto. Tenía un mensaje…y me encuentro esto…

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Y se coge vacaciones en marzo?

LaQueNoQuiereSaber: ¿Qué? ¡No! Me las han concedido.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Y a dónde ha ido?

LaQueNoQuiereSaber: A Punta Cana.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Y por qué a Punta Cana?

LaQueNoQuiereSaber: Es el viaje que me regalaron.

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Es una práctica normal aquí?

LaQueNoQuiereSaber: ¿…Qué?

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Es una práctica normal que le paguen unas


vacaciones?

LaQueNoQuiereSaber: Hombre, si una hace bien su trabajo…

19
ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Quién se lo regaló?

LaQueNoQuiereSaber: ¿…Cómo dice?

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Quién le regaló unas vacaciones en marzo a Punta


Cana?

LaQueNoQuiereSaber: No lo pregunté. No entiendo a qué viene todo esto.

ELQUEQUIERESABERALGO: No quería molestarle. Sólo pensaba que debería


darle las gracias a esa persona.

LaQueNoQuiereSaber: Se las daré.

ELQUEQUIERESABERALGO: No…me refiero a que si no hubiese estado usted de


vacaciones a lo mejor no lo habría contado. En vez de incendio, homicidio
involuntario. Tiene que darle las gracias a esa persona. Mire cómo ha quedado
todo esto. ¿Sabe? No estoy del todo seguro de que podamos estar aquí.

LaQueNoQuiereSaber: ¿A qué se refiere?

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿No cree que podría haber daños estructurales?

LaQueNoQuiereSaber: Pensé que usted sabría si… ¿No es ése su trabajo?

ELQUEQUIERESABERALGO: Qué va. Eso lo hacen expertos.

LaQueNoQuiereSaber: ¿Y cuál es su trabajo?

ELQUEQUIERESABERALGO: Investigo.

LaQueNoQuiereSaber: ¿El qué?

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber ahora quiere saber algo

ELQUEQUIERESABERALGO: Esto me ha hecho una faena, señora Gallego. De


esta oficina se había solicitado mucha documentación.

LaQueNoQuiereSaber: ¿Documentación?

EL TERCERO.- ¿Ahora quieres saber?

ELQUEQUIERESABERALGO: Al juez no le va a gustar nada.

20
LaQueNoQuiereSaber:: ¿Qué juez?

EL TERCERO.- ¿Ahora quieres saber?

ELQUEQUIERESABERALGO: El que investiga esta oficina.

LaQueNoQuiereSaber: ¿Pero usted no está aquí por el incendio?

EL TERCERO.- ¿Ahora quieres saber?

ELQUEQUIERESABERALGO: El incendio es un terrible accidente, ¿no cree?

LaQueNoQuiereSaber: Pues sí, es terrible.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Como lo mío con la alcantarilla...

EL TERCERO.- ¿Qué culpa tiene ella?

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Cómo cree que pasó el fuego del contenedor al


edificio?

LaQueNoQuiereSaber: ¿Cómo…? Pues… No me parece tan difícil.

ELQUEQUIERESABERALGO: Es que no me lo explico.

LaQueNoQuiereSaber: ¿El qué?

ELQUEQUIERESABERALGO: Si lo que querían era quemar el contenedor, ¿por qué


apilar toda la basura al lado del edificio, debajo de su ventana? ¿Por qué
perder tiempo con eso?

LaQueNoQuiereSaber: Pues, no sé. Quién sabe lo que les pasa por la cabeza
a esos…

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Cree en las coincidencias?

LaQueNoQuiereSaber: ¿Qué?

ELQUEQUIERESABERALGO: El azar. Las casualidades ¿Cree en esas cosas?

LaQueNoQuiereSaber: No sé muy bien qué…

ELQUEQUIERESABERALGO: Sí, mujer, una huelga, queman un contenedor, arde


una oficina y mientras usted en Punta Cana, ¿cree en ese tipo de cosas?

21
ElQueQuiereSaberAlgo apoya su mano sobre el hombro de
LaQueNoQuiereSaber.

LaQueNoQuiereSaber. -¡Ah!

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿Cree en ese tipo de cosas?

LaQueNoQuiereSaber. Mire, no sé lo que insinúa, pero no creo que…

ELQUEQUIERESABERALGO: ¿Cree en las cadenas de casualidades?

LaQueNoQuiereSaber. Yo no sabía que esta oficina estaba siendo investigada,


me lo ha dicho usted.

ELQUEQUIERESABERALGO: Pero ha dicho que sabía que iba a pasar algo.

LaQueNoQuiereSaber. Usted malinterpreta mis palabras.

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber intuye algo

LaQueNoQuiereSaber.- ¿Esto es un interrogatorio? ¿Me está interrogando?

ELQUEQUIERESABERALGO: Lo ha dicho usted.”Sabía que iba a pasar algo”

EL TERCERO.-. LaQueNoQuiereSaber empieza a saber algo.

LaQueNoQuiereSaber: Me está acosando. ¿Necesito un abogado?

ELQUEQUIERESABERALGO: Solo estamos charlando, una conversación informal


entre compañeros. Así que a usted le nombró el alcalde. ¿Y para su puesto no
hacía falta aprobar una oposición?

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber esto sí lo sabe

LaQueNoQuiereSaber.- ¡No, no hacía falta! ¡No hacía falta aprobar ninguna…!

ELQUEQUIERESABERALGO.-¿ Entonces entró usted aquí…?

LaQueNoQuiereSaber.- Por asignación

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿A dedo?

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber esto lo sabe muy bien

LaQueNoQuiereSaber.- Esa no es la manera correcta de decirlo.

22
ELQUEQUIERESABERALGO.- Por asignación…Y firma…

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber duda si sabe

LaQueNoQuiereSaber.- ¿Cómo?

ELQUEQUIERESABERALGO.- Se dedica a autorizar los expedientes y firma.

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber a su pesar sabe

LaQueNoQuiereSaber.-Sí.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Todo.

LaQueNoQuiereSaber.-No.

ELQUEQUIERESABERALGO.-¿No?

LaQueNoQuiereSaber.-He de estudiar el informe y dar por buena su legalidad.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Supongamos que se descubriera que algo no es


demasiado legal.

LaQueNoQuiereSaber.-¿ Qué quiere decir?

ELQUEQUIERESABERALGO.- Que se trata de una concesión… Fraudulenta. Usted


qué hace.

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber ya no puede no saber

LaQueNoQuiereSaber.- ¿Yo? Pues…

ELQUEQUIERESABERALGO.- No firma.

LaQueNoQuiereSaber.- No.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Lo denuncia.

LaQueNoQuiereSaber.-A ver. ¿Qué voy a hacer?

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿Cómo?

LaQueNoQuiereSaber.-Redacto un informe.

23
ELQUEQUIERESABERALGO.- Como el antiguo, el 69. Y de esos informes… ¿ha
redactado usted muchos?

LaQueNoQuiereSaber.- ¡Uf!

ELQUEQUIERESABERALGO.- Un montón, ¿no?

LaQueNoQuiereSaber.- Sí…

ELQUEQUIERESABERALGO.-. Los habrá enviado a sus superiores. Tendré que


comprobarlo ¿Cuántos?

LaQueNoQuiereSaber.- (Pausa.) Mire, Señora…

EL TERCERO.-Vasco.

LaQueNoQuiereSaber.- ¡Vasco! Yo Gallego, usted Vasco. Trato de mantener


ordenado el despacho, administrar bien mis asuntos, tenerlo todo al día, ¿me
entiende?

EL TERCERO.- Aligerar el papeleo.

LaQueNoQuiereSaber.- Eso es lo que yo sé hacer. Aligerar el papeleo. Se trata


de que la gente esté contenta, que todo funcione, que no se acumulen los
expedientes. Yo no pregunto… A veces, tengo que reconocerlo, no me da
tiempo leer todos los contratos.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Entonces usted no hace bien su trabajo, señora


Gallego. Tengo que decírselo.

LaQueNoQuiereSaber.- Si mis superiores me dicen que está todo bien, ¿quién


soy yo para llevarles la contraria?

ELQUEQUIERESABERALGO.- Y firma.

LaQueNoQuiereSaber.-Sí.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Y si le regalan unas vacaciones, usted se va. Sin


preguntar.

LaQueNoQuiereSaber.-Sí.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Pero ahora todo lo que ha firmado se ha quemado.

24
LaQueNoQuiereSaber.-Sí.

EL TERCERO.- ¡Qué mala suerte!

ELQUEQUIERESABERALGO.- Bueno…Casi todo. Siempre se encuentra algo

EL TERCERO.- ¡Qué mala suerte!

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿Quizá el juez quiera saber si recuerda usted


algunos de los expedientes que autorizó?

LaQueNoQuiereSaber.-Si tuviera que acordarme ¡de todo lo que firmo! Señor


Vasco, ¿cómo voy a saber…?

ELQUEQUIERESABERALGO.- Usted quiere saber algo.

LaQueNoQuiereSaber.- ¿Yo? No.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Usted quiere saber algo.

LaQueNoQuiereSaber.-Le digo que no.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Y yo le digo que sí, esto sí quiere saberlo. Penas de


entre tres y quince años. A los funcionarios cómplices de cohecho. A los que
bailan salsa en Punta Cana la noche en que, accidentalmente, se quema su
despacho. ¡Qué casualidad, usted también está quemada!

LaQueNoQuiereSaber.- Yo no sabía nada. ¿Me va a detener?

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿No lo sabe?

LaQueNoQuiereSaber.- ¡No! ¡No lo sé! ¡No sé nada!

ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿Y de su amigo “el 69”? ¿Tampoco sabe nada?

LaQueNoQuiereSaber.-Que no le conocí, le he dicho que yo no le conocí…

ELQUEQUIERESABERALGO.- Me gustaría hablar con ese pesado ¿No sabe dónde


está ahora?

LaQueNoQuiereSaber.-Le digo que no, se lo juro.

25
ELQUEQUIERESABERALGO.- ¿Sabe que esto del pie me tiene de muy mal humor?
¿No habrá firmado usted la concesión de esa empresa que no repone las tapas
de las alcantarillas?

LaQueNoQuiereSaber.- No. No lo sé. Menuda faena. Le juro que la próxima


vez voy a mirar bien lo que firmo.

ELQUEQUIERESABERALGO.- Usted me cae bien.

LaQueNoQuiereSaber.- ¿De verdad?

ELQUEQUIERESABERALGO.- Sí, a mí me caen bien los tontos. Los listos no. Pero
los tontos, los que no saben nada... hacen mucho daño, pero sin proponérselo.

LaQueNoQuiereSaber.- Oiga…

ELQUEQUIERESABERALGO.- Como los tontos esos que se meten con el duplicado


de mi oficina. Sólo porque hace bien su trabajo. ¿Sabe usted quién es el
duplicado?

EL TERCERO.- LaQueNoQuiereSaber preferiría no saber.

ELQUEQUIERESABERALGO.-No… ¿no se lo imagina? Bueno, pues me va a


escribir usted todo lo que me ha contado de su viaje, del interventor que
reemplazó y todo lo que no sabe en este formulario… por duplicado.

EL TERCERO.- Yo no me creo mejor que tú por no saber. ¿Por qué tú si te crees


mejor? ¿Saber te hace mejor? ¿Qué logras con saber? ¿Cambia algo el mundo
desde que sabes? ¿Qué cambia? ¿Qué ha cambiado en el mundo desde que
tú sabes? ¿Por qué quiero saber aunque no quiera?

26
3.-La canción del Mirlo Negro

TERCERO: ¿Somos lo que comemos? ¿Somos los que bebemos? ¿Somos lo


que tiramos? ¿Somos lo que desechamos? ¿Puedo saber quién eres mirando
en tu bolsa de basura?

HIJA: ¿Por qué llegas tan tarde? Creí que te había pasado algo.

(Silencio)

¿Solo traes eso? ¿Y tus cosas? ¿No traes nada más?

PADRE: No las voy a necesitar

HIJA:¿No quedamos en que te vendrías aquí una temporada? ¿Qué ha


pasado?

PADRE: Voy a retirar la denuncia.

HIJA: Pero ¿por qué?

PADRE: Quiero que veas algo. (Le entrega una foto).¿Recuerdas aquél día en
la playa?

HIJA: No has contestado mi pregunta.

PADRE: Yo lo recuerdo.

TERCERO:¿Por qué ese día y no éste?

PADRE: Recuerdo las dunas.

HIJA (Sacando otra foto): ¿Y esta foto, papá, la recuerdas? Yo te la enseñé.


Todo el mundo la ha visto. Circula por todos lados

PADRE: Recuerdo la arena. Fina, casi blanca.

TERCERO: ¿por qué pasado y no presente?

HIJA: ¿No te dio asco verlos juntos?

PADRE: Recuerdo cómo nos tirábamos dando vueltas.

TERCERO: Os hicisteis daño, ¿lo recuerdas?

27
HIJA: ¿Durante cuánto tiempo no quisiste verlo? ¿Recuerdas cómo ese cabrón
se burlaba de ti?

PADRE: Recuerdo el sol.

TERCERO: ¿No recuerdas que tu hija se quemó la espalda?

HIJA: ¿Recuerdas las humillaciones? ¿Cómo te trataba? ¿Como si no fueses


nada?

PADRE: Y el mar.

TERCERO: ¿A dónde vas?

PADRE: Recuerdo el mar de ese día.

HIJA:¿Recuerdas lo que te decía? “Tu mujer es una fiera negociando”

PADRE: Arrastraba. Había mucha corriente.

HIJA: ¿Recuerdas como la cogía de la cintura y decía “Cuídala, es una gran


mujer”? Delante de ti.

PADRE: Querías meterte en el agua, pero yo no quería que te bañases sola.

TERCERO: ¿Tenías miedo de que se ahogase?

HIJA: ¿Por qué siempre tienes miedo?

PADRE: Ella estaba allí.

TERCERO: Ah...

HIJA: ¿Quién?

PADRE: Tu madre.

TERCERO: Blanqueo.

PADRE: Tu madre también estaba allí.

TERCERO: Había oído hablar del blanqueo de capitales.

HIJA: ¡Mira la foto! ¿No fue la gota que colmó el vaso? ¿No dijiste que era la
gota que colmaba el vaso?

28
TERCERO: Pero nunca había oído hablar del blanqueo de recuerdos

PADRE: Y reía… mientras rodábamos por las dunas, ella reía.

HIJA: ¿Recuerdas cómo se la llevaba al despacho diciéndote que tenían que


hablar de trabajo? ¿Lo recuerdas? Como si fueses un niño viendo cómo
se alejaban los mayores. ¿Lo recuerdas? Son tus palabras, no las mías.
Me lo contaste tú. Eso es lo que tienes que recordar y no ese estúpido
día de playa.

TERCERO: Pero tengo una duda, ¿lo haces a propósito?

PADRE: ¿Por qué no me dais una tregua?

TERCERO: ¿Nos engañas?

HIJA:¿Te ha amenazado? ¿Por eso tienes miedo?

TERCERO: ¿O te engañas a ti mismo?

PADRE: No…

HIJA: ¿Qué te ha dicho? ¿Qué si no retiras la denuncia contra el concejal lo


pagarás? ¿No ves que siempre es lo mismo?

PADRE: No es tan sencillo…

HIJA: ¡Sí que lo es! Siempre ha sido así de simple, la única regla para todo el
mundo: conmigo o contra mí. ¿Con qué te amenaza ahora?

PADRE: Hija…

HIJA: ¿Lo vas a pagar muy caro? ¿Te dejará sin nada?

TERCERO: En esta familia se ha blanqueado mucho

HIJA:¿Nunca vas a dejar de tenerle miedo?

PADRE: Deja de pensar en tu madre como una amenaza.

HIJA: ¿Qué quieres que piense, que es una mujer fantástica, altruista y
generosa?

TERCERO: Se han blanqueado recuerdos.

29
PADRE: Tu madre te quiere. Se preocupa por ti.

TERCERO: Se han blanqueado sentimientos.

HIJA: Nunca se ha preocupado por mí ni por nadie.

PADRE: Yo pago este apartamento pero yo no trabajo.

TERCERO: ¿Tú también blanqueas?

PADRE: Tu madre y yo hemos hablado.

HIJA: ¿Te dijo a la cara que lo había hecho? ¿Que puede explicarlo? ¿Que fue
un error? ¿Que lo siente?

TERCERO: Se han blanqueado traiciones.

PADRE: Me ha pedido perdón.

HIJA: ¿Y la crees? (Pausa) Sabes que no es la primera vez. ¿Cuántos años


llevan con sus chanchullos, las cenas, las fiestas. ¿Crees que no lo va a
volver a hacer?

TERCERO: Se han blanqueado intenciones.

PADRE: Ayer hablamos después de mucho tiempo. Estuvimos pensando en el


futuro. Terminamos durmiendo juntos, después de mucho tiempo.

HIJA: Dormisteis juntos. ¿Y eso cuándo fue? ¿Después de decirle que


habíamos denunciado a su “amiguito” el concejal?

TERCERO: Se han blanqueado alianzas.

PADRE: Ya lo sabía.

HIJA: Era de esperar. Tiene secuaces por todos lados ¿De dónde se lo
filtraron? ¿Del juzgado? ¿Del ayuntamiento?

PADRE: Tu madre…quiere que vuelvas a casa.

HIJA: ¿Te ha dicho ella que vengas aquí? ¿Que me convenzas? No quiere
dejar ningún cabo suelto.

TERCERO: Se han blanqueado infidelidades.

30
PADRE: Quizá esto haya sido bueno…

HIJA: ¿Te gusta que tu mujer se acueste con otro?

PADRE: ¿Por qué no podemos volver a ser una familia?

HIJA: ¿Pero qué estás diciendo? ¡Tu mujer se folla al concejal

PADRE: Eres muy dura. A veces es como si hablase con tu madre.

HIJA: Yo no me parezco en nada a ella. No quiero parecerme a esa mujer.


¿Cómo me dices eso?

PADRE: Esa mujer es tu madre.

TERCERO: Y se ha blanqueado dinero. Mucho dinero.

HIJA: ¿Crees que no lo sé? La gente se encarga de recordármelo a cada


momento. Llevo esa mancha. Por eso quiero borrarla. Quiero borrar toda
la suciedad que llevo conmigo.

TERCERO (A la HIJA): ¿Cuándo descubriste que las bolsas de basura no


estaban llenas de basura?

PADRE: A ti se te han olvidado algunas cosas.

HIJA: O a lo mejor recuerdo demasiadas.

TERCERO: ¿Cuándo descubriste de dónde venía el dinero?

HIJA: ¿Sabes qué es lo que más odiaba cuando vivía en casa?

TERCERO: El dinero sucio compró casas.

HIJA: Odiaba que te escondieras, que dieses media vuelta y desaparecieses


con cualquier excusa cuando las cosas empezaban a complicarse.

TERCERO: El dinero sucio pagó colegios privados.

HIJA: ¿Dónde estabas cuando “mamá” me humillaba delante de mis amigos?

TERCERO: El dinero sucio pagó estancias en el extranjero.

HIJA: ¿Crees que todo se solucionaba sentándote en mi cama cuando había


pasado todo y diciéndome que ella me quería?

31
TERCERO: Blanqueo

PADRE: Las cosas no eran exactamente así.

HIJA: Eran así aunque tú te empeñes en adornarlas.

TERCERO: ¿Quién no necesita un poco de maquillaje?

PADRE: Ella te quería. Te quiere.

HIJA:¿No te das cuenta de que humillaba a todo el mundo? ¿No tenías nada
que decir cuando hacía llorar a las criadas?

TERCERO: Blanqueo

HIJA: ¿Cuando me obligaba a ir a las recepciones y a los actos del partido, a


vestirme como ella y a aguantar a toda aquella gentuza?

TERCERO: Blanqueo

HIJA: ¿Por qué no decías nada? ¿Por qué no dabas la cara?

TERCERO: ¿Qué no pagó el dinero sucio?

HIJA: ¿Por qué crees que me fui de casa?

TERCERO: ¿Qué no pagó el dinero sucio?

HIJA: ¿Crees que fue un capricho, una rabieta después de una discusión? No
podía más. No la soportaba. Es tóxica, contamina todo lo que tiene alrededor.
(Pausa)

TERCERO: ¿Puede una conciencia limpia florecer entre dinero sucio?

HIJA: Papá, ésta es nuestra oportunidad.

PADRE: ¿De qué? ¿De hacer daño a tu madre?

HIJA: De hacer las cosas bien. De sacar a la luz toda la mierda que hay detrás
de esta foto. ¿Puedes estar en la misma habitación que ella después de
lo que te ha hecho? ¿Vas a seguir en medio de toda esa suciedad
incluso ahora?

32
PADRE: Yo siempre quise esta familia y sabía que mi trabajo era cuidarla.
Estar ahí cuando las dos me necesitaseis.

HIJA: ¿No ves que esa familia no existe?

TERCERO: ¿Quieres que meta a su mujer en la cárcel?

HIJA: ¿De verdad no vas a ayudarme?

TERCERO: ¿vas a meter a tu madre en la cárcel?

PADRE: Claro que voy a ayudarte. Por eso voy a retirar la denuncia.

HIJA: ¿Pero por qué? ¿Qué ganamos con eso?

PADRE Qué no vamos a perder. Hija, yo ya soy mayor…Tú eres demasiado


joven para entender ciertas cosas.

HIJA: ¿No será que tú eres demasiado viejo para cambiar? Sigues permitiendo
que haga lo que hace, tú también eres culpable.

PADRE: ¿Culpable de qué?

HIJA: De mirar para otro lado. ¿Cuándo te convertiste en esta persona? Me


avergüenza ser tu hija.

PADRE: ¿A dónde vas?

HIJA: ¿Te has echado atrás? Muy bien. Lo haré yo sola, será más difícil pero
encontraré las pruebas para acabar con ese cabrón.

PADRE: No puedes ir.

HIJA: ¿La sigues defendiendo? A mí ella ya no me controla.

PADRE: Si la denuncia sigue adelante… después del concejal llegarán a tu


madre…

HIJA: Lo sé. Lo sabíamos

PADRE: …y si llegan a ella, llegarán a ti.

TERCERO: ¿Y eso que significa?

HIJA: ¿Cómo que llegarán a mí? ¿Qué quieres decir?

33
PADRE: Tu madre puso algunas cosas a tu nombre.

TERCERO: ¿Desde cuándo lo sabías?

HIJA: ¿Cosas? ¿Qué cosas?

PADRE: Eras pequeña, tu madre decía que era para tu futuro…

TERCERO: ¿Pensabas que nunca se sabría?

HIJA: ¿Qué cosas?

PADRE: Eso no importa…

TERCERO: ¿No pensaste en las consecuencias?

HIJA: ¿Qué cosas?

PADRE: Algunas propiedades.

TERCERO: Esas cosas nunca se saben ¿verdad?

PADRE: También hay una cuenta…fuera.

TERCERO: Impunidad

HIJA: ¿Una cuenta? ¿Qué quieres decir? ¿Que puedo acabar en la cárcel?

PADRE: Yo solo quería protegerte…

tercero: Se llama impunidad

HIJA: ¿Cómo… cómo habéis podido? ¿Qué has hecho?¿Qué me has hecho?

PADRE: Escúchame.

TERCERO: ¿Cuándo se lo pensabas contar?

PADRE: Necesito que me entiendas.

TERCERO: Es difícil estar a tu favor

PADRE: Espera…

TERCERO: ¿Cómo has podido hacerle esto a tu hija?

34
PADRE: Aún puedo arreglarlo.

TERCERO: ¿Quién es más culpable? ¿Él que maquilló la realidad…?

HIJA: Yo no soy como vosotros.

TERCERO: ¿o el que nunca se preguntó las suficientes veces de dónde venía


el dinero?

HIJA: ¡Yo no soy como vosotros!

PADRE: Por favor…

HIJA: ¡Déjame!

Se sienta

PADRE: ¿Recuerdas aquél día en la playa?

TERCERO: ¿Por qué tú y yo no recordamos las cosas igual?

PADRE: ¿Recuerdas el castillo de arena?

TERCERO: ¿Cómo se construyen los falsos recuerdos?

PADRE: ¿Recuerdas cómo intentabas que no se lo tragase el mar?

TERCERO: ¿Se crean de cero o se van falseando con el tiempo?

PADRE: Me pedías ayuda. ¿Recuerdas que volaba un pájaro?

TERCERO: ¿Podemos ser absueltos por nuestros recuerdos?

PADRE: Era un mirlo negro, se puso a cantar.

TERCERO: ¿eres demasiado viejo para cambiar?

PADRE: El mar no subió más. Me cogiste la mano, la apretaste, los ojos te


brillaban. Tu madre reía. En ese momento lo supe. Quería vivir siempre en ese
día.

TERCERO: ¿Eres demasiado vieja para cambiar?

PADRE: ¿Por qué no podemos recuperar ese día?

35
La HIJA rompe la foto. Sus pedazos caen al suelo.

TERCERO: ¿Meterías a tu padre en la cárcel? ¿Qué debería haber hecho?


¿Estafar es suficiente? ¿no? ¿Y robar? ¿Testificarías si tu padre agrediese a
alguien? ¿Y a tu madre? ¿Denunciarías a tu madre? ¿Denunciarías a un
amigo? ¿Qué tendría que haber hecho para que le denunciases? ¿A qué altura
pondrías el listón?

36
4. Ángulo muerto

TERCERO/LA IRONÍA: Que la justicia es igual para todos lo sabe el mundo


entero. ¡Ay, de los que piensan que la justicia NO es igual para todos!
Viven consumidos por el pesimismo y abrumados por la negatividad.

Víctimas de la paranoia, donde quiera que miren, encuentran a corruptos


saliendo de la cárcel, juicios que se retrasan, evasión de capitales y
documentación que desaparece.

¿No se dan cuenta de que el Juicio Final es la prueba irrefutable de que


la justicia, tarde o temprano, es igual para todos?

ABOGADO: ¿Es LimpiaTec una de sus empresas de servicios?

TERCERO: En un interrogatorio judicial hay que saber en qué momento


formular preguntas abiertas o cerradas.

ABOGADO: ¿Es LimpiaTec una de…?

EMPRESARIA: Sí.

TERCERO: Las preguntas abiertas son más arriesgadas, y a la vez más


creíbles, porque su respuesta no puede ser condicionada.

ABOGADO: ¿Cuál es su actividad laboral?

EMPRESARIA: Recogida y gestión de residuos.

TERCERO: Suelen empezar por ¿dónde?

ABOGADO: ¿Dónde ejerce su actividad?

EMPRESARIA: En toda la ciudad.

37
TERCERO: ¿Cuándo?

ABOGADO: ¿Cuándo consiguió la concesión municipal de recogida y gestión


de basuras?

EMPRESARIA: Hace diez años.

TERCERO: ¿Cómo?

ABOGADO: ¿Cómo la consiguió? ¿Fue mediante concurso público?

EMPRESARIA: No.

TERCERO: ¿Por qué?

ABOGADO: ¿Por qué no se hizo de la manera habitual?

EMPRESARIA: Pues mire, ya ni me acuerdo.

ABOGADO: Quizás… Porque… se les otorgó con carácter provisional y en


situación de una emergencia

EMPRESARIA: puede ser.

ABOGADO: “Puede ser”, no.

EMPRESARIA: ¿No?

ABOGADO: No.

EMPRESARIA: Pues fue, exactamente, porque se nos otorgó con carácter


provisional y en situación de emergencia

ABOGADO: LimpiaTec no se presentó a concurso público?

EMPRESARIA: No.

ABOGADO: Cuando asienta o niegue hágalo también con la cabeza.


¿LimpiaTec no se presentó a concurso público?

EMPRESARIA (Negando con la cabeza): No.

TERCERO: Es muy importante saber estudiar las reacciones a este tipo de


preguntas. No puede haber errores.

38
ABOGADO: Conteste rápido y sin titubeos. ¿Por qué no se presentó a
concurso público?

EMPRESARIA: Porque se nos otorgó con carácter provisional y en situación de


emergencia.

TERCERO: Hay que ser preciso.

ABOGADO: ¿A qué se refiere?

EMPRESARIA: El ayuntamiento me pidió ayuda y se la di.

TERCERO: ¿Qué ha olvidado?

ABOGADO: Aporte detalles concretos.

EMPRESARIA: Mi empresa se encargó de evitar el problema sanitario que


estaba creando la antigua concesionaria.

TERCERO: ¿Hay lagunas?

ABOGADO: ¿Fijaron una relación contractual con carácter provisional y en


situación de emergencia?

EMPRESARIA: ¿No acabo de contestar a esa pregunta?

ABOGADO: ¿Fijaron una relación contractual con carácter provisional y en


situación de emergencia?

EMPRESARIA: Sí.

TERCERO: ¿La regla de oro? Nunca hagas una pregunta que no sabes cómo
va a ser contestada.

ABOGADO: ¿Diez años le parece un carácter provisional?

EMPRESARIA: No sé qué quiere que le diga.

ABOGADO: No se recueste en la silla

TERCERO (La recoloca en la silla con visible resistencia de ella): Para que un
testimonio sea creíble debe parecer cierto y veraz.

39
ABOGADO: ¿Cree que todavía dura la situación de emergencia?

EMPRESARIO: Esto es una tontería.

ABOGADO: Tiene que inclinarse hacia mí, demuestra interés (El TERCERO la
inclina con dificultad).

ABOGADO: ¿Cómo es posible que no se haya regularizado esta situación?

EMPRESARIA: ¿Por qué tengo que hacer esto contigo?

ABOGADO: Conteste a la pregunta. ¿Cómo es posible que no se haya


regularizado esta situación?

EMPRESARIA: ¿Qué hago aquí?

ABOGADO: No se descentre. Entiendo que está cansada pero queda poco. Si


me deja continuar terminaremos pronto.

EMPRESARIA (Soltándose del TERCERO): ¿¿Por qué estamos aquí??

ABOGADO: Ya se lo he dicho, preparamos su declaración.

EMPRESARIA: Creo que no me estás entendiendo. ¿Por qué preparo mi


declaración contigo si yo tengo mi propio abogado?

ABOGADO: Porque yo soy un especialista en esto.

EMPRESARIA: ¿Especialista en qué?

ABOGADO: “Postponed lawsuit, trial won.”

EMPRESARIA: ¿Qué quiere decir con eso?

ABOGADO: “Causa pospuesta, juicio ganado.” Créame si le digo que estoy


aquí para ayudarla.

EMPRESARIA: ¿Y por qué he de confiar en ti?

ABOGADO: No tiene por qué y, sinceramente, a mí eso me da igual. Yo solo


quiero que lo haga lo mejor posible y que esto no vaya a más.
¿Podemos continuar?

EMPRESARIA: ¿Qué interés tienes tú en esto?

ABOGADO: Mi primo me pidió el favor y aquí estoy.

40
EMPRESARIA: Llevo dos semanas llamando a tu primo y no me coge el
teléfono.

ABOGADO: Está muy ocupado…

TERCERO: ¿Follándose a otra?

ABOGADO: Con la campaña electoral.

EMPRESARIA: Antes era él quien me llamaba a cada momento.

TERCERO: Se lo tiraba a cada momento

EMPRESARIA:¿Qué está ocurriendo?

ABOGADO: No sé a qué se refiere. Lo importante es que tiene usted que


practicar.

TERCERO: Eso quisiera ella, practicar.

EMPRESARIA: Practicar, ¿el qué?

EL TERCERO: Las mentiras que pactemos ¿no es así?

ABOGADO: No es así.

EMPRESARIA: ¿Cómo es entonces?

ABOGADO: Se prepara un testigo no para que mienta sino para que transmita
con credibilidad …

EL TERCERO: …los hechos de los que, supuestamente, ha sido testigo.

ABOGADO: No, supuestamente, no.

EL TERCERO: De los que ha sido testigo.

ABOGADO: Y punto.

EMPRESARIA: Bueno, pues yo no he sido testigo de nada.

ABOGADO: La Audiencia Provincial no piensa lo mismo.

EMPRESARIA: ¿La Audiencia Provincial?

ABOGADO: Sí.

41
EMPRESARIA: Mi marido retiró la denuncia.

ABOGADO: Pero la causa ha seguido abierta.

EMPRESARIA: ¿Por qué?

ABOGADO: Porque la investigación continuó de oficio y han encontrado más


testigos.

EMPRESARIA: ¿Quiénes?

ABOGADO: No lo sabemos. Todavía. Por eso hay que cubrir todos los flancos.

EMPRESARIA:¿Conoces al juez?

ABOGADO: No

EMPRESARIA:¿Conoces a alguien que conozca al juez?

ABOGADO: No

EMPRESARIA: Entonces no me sirves

ABOGADO(Enseñándole un papel)¿: Qué es esto?

EL TERCERO: ¿La denuncia?

ABOGADO: No. Ahora mismo es solo un papel. Y un papel puede archivarse


o…

EMPRESARIA: ¿O qué?

ABOGADO: Convertirse en un juicio. Verá, hay un dicho en la profesión: “un


mal abogado puede hacer que un caso se alargue durante años; pero uno
bueno, puede prolongarlo eternamente.”

EMPRESARIA: ¿Y usted es de los buenos…? ¡Que yo ya tengo a mis


abogados trabajando en esto!

ABOGADO: Yo soy el mejor. En manos de otros abogados su juicio podría


entrar en los de tipo rápido. Así que quizás, quién sabe, la mañana que
menos se lo espere, se vea usted desayunando un café aguado y un
paquete de cereales caducados en una estancia de Soto del Real con

42
una rumana de compañera de celda y su propio aliento como única
calefacción. Usted elige.

Silencio. La empresaria se revuelve en la silla.

EMPRESARIA: Supongo que si te manda tu primo… es porque eres de fiar.

ABOGADO: Aprecio mucho a mi primo.

EMPRESARIA: Yo también…Dispare.

ABOGADO:¿Está afiliada al partido que ostenta la actual alcaldía?

EMPRESARIA: No.

ABOGADO: Sin embargo, ha hecho varias donaciones en estos años.

EMPRESARIA: Con nombre y apellidos.

ABOGADO: Diga mejor a título personal. ¿Qué tipo de donaciones ha hecho?


No desvíe la mirada.

EMPRESARIA: No sé… actos, alguna campaña…

ABOGADO: Conteste rápido y sin titubeos. ¿Conoce al Concejal?

EMPRESARIA: Sí.

ABOGADO: ¿Desde cuándo le conoce?

TERCERO: ¿Desde cuándo se lo folla?

EMPRESARIA: Desde hace algunos años.

ABOGADO: ¿Cómo es su relación con el Concejal?

TERCERO: ¿Es bueno en la cama el concejal?

EMPRESARIA: Estrictamente profesional.

ABOGADO: ¿Dónde se reúnen?

TERCERO: ¿Dónde follan?

EMPRESARIA: En su despacho.

43
ABOGADO: ¿Cuántas veces se han reunido?

TERCERO: ¿Cuántas veces te has corrido?

EMPRESARIA: Bastantes.

ABOGADO: ¿Por qué?

TERCERO: ¿Por qué?

EMPRESARIA: ¿Por qué, qué?

ABOGADO: ¿Por qué se ha reunido tanto con él?

EMPRESARIA: Ya me he cansado de esto.

ABOGADO: Estamos terminando. Solo unas preguntas más. Volvamos a su


relación con el Concejal. Ha declarado que mantienen una relación
estrictamente profesional.

EMPRESARIA: Sí.

ABOGADO: Entonces ¿cómo explica esta fotografía?

Silencio.

ABOGADO: Esto es justamente lo que tenemos que evitar.

EMPRESARIA: ¿Todo es por esto? ¿Por eso no contesta a mis llamadas y me


evita? ¿Por eso te ha mandado?

ABOGADO: Mi papel aquí es…

EMPRESARIA: Tu papel aquí es preparar mi declaración, sí, me doy cuenta.


¿Cree que soy estúpida? ¿Que no me he enterado de lo que pretendes?
Ahora va a dar el salto a la alcaldía y quiere blindarse. Y lo nuestro… y
yo soy un problema. ¿Todo es por esta fotografía?

ABOGADO: Esta fotografía es un ángulo muerto. No se ven las consecuencias


pero están ahí y pueden chocar con ellas. Tenemos que pactar lo que
van a declarar y…

EMPRESARIA: ¿Pactar?

TERCERO: ¿Mentir?

44
EMPRESARIA: ¿Quiere que acordemos una historia?

ABOGADO: No, eso sería ilegal, pero… quizás hay detalles que ahora no
recuerda y yo le podría refrescar.

EMPRESARIA: ¿Por qué no puedo hablar con él?

ABOGADO: Esto está en marcha, usted está siendo observada y movimientos


irracionales solo pueden perjudicarla. Mire, yo me tomo muy en serio mi
trabajo y estoy aquí para ayudarla.

EMPRESARIA: ¿Ayudarme a mí o ayudarle a él?

ABOGADO: Yo no le represento a él, la represento a usted. Y, sin embargo,


pueden ayudarse mutuamente. Solo hay que poner de acuerdo ciertos
detalles para evitar malentendidos.

EMPRESARIA: ¿Qué detalles?

TERCERO: Las preguntas cerradas también son importantes. Son aquellas


que se responden con un sí o un no.

ABOGADO: ¿Asistió usted a esta fiesta?

EMPRESARIA: Sí.

TERCERO: Empiezan siempre con un verbo.

ABOGADO: ¿Le invitó el Concejal?

EMPRESARIA: No.

TERCERO: Es importante anticipar las posibles respuestas.

ABOGADO: ¿Fue invitada por un tercero?

EMPRESARIA: Sí.

TERCERO: Pero tienen un inconveniente.

ABOGADO: ¿Se discutió delante de usted algún tipo de información


privilegiada?

EMPRESARIA: No.

TERCERO: Dan la impresión de ser un testimonio dirigido.

45
ABOGADO: ¿Buscó promover algún tipo de relación personal con el Concejal
para obtener beneficios en sus negocios?

EMPRESARIA: No.

ABOGADO: ¿Ha vuelto a coincidir con el Concejal en una situación no


profesional?

EMPRESARIA: No.

ABOGADO: ¿Está totalmente segura de esto?

EMPRESARIA: Sí.

ABOGADO: Quedan otras cosas importantes por aclarar. Su marido y su hija…


¿serán un problema?

EMPRESARIA: Eso ya está solucionado.

ABOGADO: ¿Está segura?

EMPRESARIA: Mi marido hará lo que yo le diga.

ABOGADO: ¿Mantiene usted una relación cordial con su actual marido?

EMPRESARIA: Es el mismo de siempre.

ABOGADO: Por favor, conteste: ¿mantiene Usted una relación cordial con su
actual marido?

EMPRESARIA: Sí, muy cordial.

ABOGADO: ¿Y con su hija?

EMPRESARIA: La habitual entre madres e hijas, Sí, muy cordial.

EL TERCERO: ¿Lo han visto?

ABOGADO: Míreme a los ojos cuando hable, por favor. Es un gesto que denota
sinceridad y seguridad.

EMPRESARIA: Vaya terminando.

EL TERCERO: La forma en que ha movido los ojos nos revela si inventa o


describe la realidad. La Programación Neurolingüística ha identificado
una serie de patrones que tienen que ver con el movimiento de los

46
globos oculares. La mayoría de las personas diestras girarán los ojos a
su izquierda al rememorar un recuerdo. Por el contrario, dirigirán su
mirada a la derecha cuando esté inventando lo que dice. Veámoslo una
vez más.

ABOGADO: ¿Está al tanto de los incendios provocados por la huelga de


basuras?

EMPRESARIA (de repente, muy quieta): No

EL TERCERO: Ahí está.

ABOGADO: ¿Sabía que uno de los incendios quemó una oficina municipal?

El TERCERO: Otra vez.

EMPRESARIA (Se rasca ligeramente la cabeza): No

TERCERO: No es bueno tocarse la cabeza. Ni la nariz. Da la sensación de


ocultar algo.

ABOGADO: ¿Sabía que en esa oficina había documentación relacionada con


su concesión de gestión de las basuras?

EMPRESARIA (Se revuelve en la silla): Esto es el colmo.

TERCERO: Es bueno mover las manos para dar sensación de naturalidad.

ABOGADO: ¿Sabía que el juez había solicitado la documentación a esa


oficina?

EMPRESARIA: ¿Ahora voy a ser yo la responsable de todo, de cualquier cosa?


¿También es culpa mía que se escapase la jirafa del zoo y se quemase
en el incendio? Venga, culpadme de todo.

TERCERO: Es bueno gesticular da sensación de comodidad.

ABOGADO: Míreme a los ojos cuando hable, por favor. Es un gesto que
denota sinceridad y seguridad.

EMPRESARIA: Termina ya, me estoy hartando de esto.

TERCERO: Y a ti se te ve muy incómoda.

47
ABOGADO: Solo unas preguntas más. ¿Ha pagado comisiones a cargos
públicos a cambio de la concesión de contratos?

EMPRESARIA: No.

ABOGADO: ¿Ha ofrecido dinero o regalos de cualquier tipo a cargos públicos


a cambio de la concesión de contratos?

EMPRESARIA (Volviendo a inclinarse hacia el ABOGADO): Todo lo que he


conseguido es gracias a mi trabajo…

(La EMPRESARIA realiza las instrucciones con la ayuda del TERCERO cada
vez con más soltura)

EMPRESARIA: Nada de lo que he hecho es ilegal. Ahora resulta que todo es


corrupción. ¿Sabes qué es esto? Machismo. No soportan que una mujer
logre llegar arriba (se libra El TERCERO con decisión y hace todos los
gestos con gran soltura)¡Todo lo que he conseguido es gracias a mi
trabajo! ¿Es eso un delito? ¿Es eso un pecado? ¡A mí nadie me ha
regalado nada ¡Nada! ¡Nadie me ha regalado nada! …No creo que
pueda hacer esto, no puedo aguantar más…Me están dejado sola.
¿Cómo voy a salir de esto? (Llanto)

El abogado la acerca un par de kleenex de una caja. Le acaricia el rostro y le


limpia las lágrimas.

ABOGADO: No se preocupe. Lo está haciendo muy bien.

EMPRESARIA:¿Qué va a pasar ahora?

ABOGADO: Lo primero es evitar el proceso.

EMPRESARIA: ¿Y si no ?

ABOGADO: Un juicio de este tipo puede retrasarse hasta 10 años.

EMPRESARIA: ¿Cómo?

ABOGADO: Se puede recusar al juez. Puedo renunciar inesperadamente a la


defensa.

EMPRESARIA: Eso no, por favor, no me dejes sola.

48
ABOGADO: Pedir pruebas periciales. Hay que pagarlas y además tiene que
aceptarlas el juez…

TERCERO: La primera vez que comprendí que la justicia no es igual para


todos fue en mi casa…

ABOGADO: …alegar enfermedad. Del abogado, de los testigos o del


acusado…

TERCERO: …cuando me llevé una hostia de mi padre por romper una figurita
que, en realidad, había roto mi hermano. Era su preferido.

ABOGADO: Puedo tener dos juicios a la vez. Al asumir varios litigios es fácil
que coincidan y argumentar la suspensión del que convenga.

TERCERO: La segunda vez que comprendí que la justicia no es igual para


todos fue en el colegio…

ABOGADO: En su caso vamos a empezar por agotar el tiempo de la


requisitoria.

ABOGADO: No me hables de usted, por favor.

TERCERO: … tres alumnos copiaron de mi examen sacando ellos tres


notables y yo un suspenso. Yo protestaba demasiado en clase.

ABOGADO: Puedo iniciar una falsa negociación con la otra parte para ganar
tiempo…O puedes no presentarte al juicio oral hasta agotar el plazo

EMPRESARIA: ¿Y si aún así me condenan?

ABOGADO: No te van a condenar.

EMPRESARIA: ¿Qué hay que hacer para conseguir el indulto?

ABOGADO: No te van a condenar. Te lo aseguro.

EMPRESARIA: ¿Puedo confiar en ti?

ABOGADO: Toma mi número. Para lo que necesites. Llámame cuando quieras,


a cualquier hora.

TERCERO: La tercera vez que comprendí que la justicia no es igual para todos
fue en el trabajo, cuando observé que las personas bien relacionadas
ascendían a costa de un compañero que solucionaba los problemas de

49
todos haciendo horas extraordinarias que no cobraba, pero era un poco
huraño.

ABOGADO: Antes lo has hecho muy bien. Es bueno que te muestres frágil ante
el juez. Ojalá pudieses repetirlo

EMPRESARIA: Creo que podré. (Al borde del llanto): ¡Todo lo que he
conseguido es gracias a mi trabajo! ¿Es eso un delito? ¿Es eso un
pecado? ¡A mí nadie me ha regalado nada ¡Nada! ¡Nadie me ha
regalado nada! …No creo que pueda hacer esto, no puedo aguantar
más…Me están dejado sola. ¿Cómo voy a salir de esto?
(Recomponiéndose)¿Qué te parece? ¿Lo he hecho bien? ¿Están bien
cruzadas mis piernas? ¿Ves? Estoy erguida, no me balanceo. ¿Ves bien
mis ojos? No esquivo tu mirada. ¿Muevo bien las manos?...Dile a tu
primo que me llame. Sé muchas cosas. Su campaña depende de mí.
¿Lo entiendes, guapetón? Ya has visto que soy una mujer de recursos.
Si caigo, caerán muchos conmigo. Él el primero. Dile que me llame.

Se va.

TERCERO: La última vez que comprendí que la justicia no es igual para todos
ha sido preparando esta escena. Cuando leí que la inversión del Estado
en justicia gratuita se ha reducido en más de 43 millones de euros en los
últimos años. Los recortes se han cebado, ¿adivinan dónde?, en la
retribución de los abogados de oficio. Los mismos que llevan veinte
casos a la vez, no tienen recursos para aplazar juicio alguno y celebrar
victoriosos eso de…

ABOGADO: Postponed lawsuit, trial won.

50
5. Lovemark

Sentados a una mesa el JEFE y el COBRADOR. Este último va vestido como


si fuese el personaje de un cuadro de Velázquez: calzas y camisa negra, gola y
gorro también negro, coronado con una hermosa pluma roja. Hasta el tramo
final de la escena, el COBRADOR se va a sentir incómodo con la gola. Por
momentos será un verdadero tormento.

TERCERO: ¿Te ves bien? ¿Elegante?¿Vas a una fiesta?

JEFE: ¿Sabe lo que es “lovemark”?

COBRADOR: ¿Qué?

JEFE: Significa “amor por la marca”. ¿Usted tiene “lovemark”?

COBRADOR: Sí.

JEFE: Yo creo que no. (Pausa) ¿Sabe por qué?

COBRADOR: No.

JEFE: ¿Usted se identifica con la marca?

COBRADOR: No le entiendo

JEFE: ¿Qué es la marca para usted?

COBRADOR: ¿Se refiere al disfraz?

JEFE: ¿Disfraz? … (Lo pone frente al espejo, obligándole a contemplar su


reflejo) ¿A usted le parece esto un disfraz?

COBRADOR: ¿…Sí?

JEFE: Mire bien, ¿qué es lo que ve?

COBRADOR: ¿?

JEFE: ¿Qué es lo que lleva puesto?

COBRADOR: ¿?

JEFE: ¿No sabe lo que significa?

51
COBRADOR: ¿?

JEFE: ¿Sabe por qué visten así?

COBRADOR: Por Cervantes.

TERCERO: ¿Para esto estudiaste una carrera?

JEFE: ¿Y por qué Cervantes?

COBRADOR: ¿?

JEFE: Adoquín. Usted tiene estudios. ¿Qué le han enseñado en la universidad?


¿Por qué Cervantes? Porque fue (le anima a continuar)…

COBRADOR: Fue escritor…

JEFE: Porque fue cobrador. Porque su obra no sería la que es, de no haber
sido Cervantes cobrador. Eso es lo que nos diferencia de los demás.

TERCERO: ¿Estudiaste literatura para trabajar de cobrador?

JEFE: ¿Cómo viste la competencia? ¿Qué se ponen ellos?

COBRADOR: ¿Fracs?

JEFE: ¿Y qué más? ¿De qué se disfrazan?

COBRADOR: ¿Osos?

JEFE: Osos, ¡qué ridículo!

TERCERO (Recomponiéndose tras el ataque de risa): No, en serio, ¿cuánto te


costó ese máster?

JEFE: Pero ustedes no van disfrazados, van vestidos. Llevan un uniforme


investido por el poder de nuestro más ilustre antecesor. Siéntase
orgulloso de su tradición, porque eso es lo que nos diferencia del resto.
Tenemos una identidad. ¿Lo entiende?

TERCERO: Sé sincero ¿No se te revuelven las tripas?

COBRADOR: Sí.

JEFE: Entonces, dígame, ¿tiene “lovemark”?

52
COBRADOR: Sí.

JEFE: ¿Sabe por qué cada vez más bancos nos quieren vender sus paquetes
de morosos?

COBRADOR: Porque logramos cobrar el 80% de las deudas.

TERCERO (Irónica): ¿Por qué no dejas este trabajo, cobrador?

JEFE: El 83%.

TERCERO: ¿Por tu casa?

JEFE: ¿Y cuál es nuestro objetivo?

COBRADOR: El 100%.

TERCERO: ¿Quieres recuperar a tu mujer?

JEFE: ¿Y qué tenemos que hacer para conseguirlo?

COBRADOR: “Ir a por el 100 al 110%”

JEFE: Exacto.

TERCERO: ¿Es por tu hijo?

JEFE: Todavía no podemos hacerlo público, pero hemos firmado con otro
banco… de los más grandes. Nos estamos jugando mucho dinero. Le
estoy hablando de comprar un paquete de deudas enorme que promete
muchos beneficios. Por eso les necesito a todos al 110%.

TERCERO: ¿Y qué hay de ti?

JEFE: ¿Qué va a hacer usted para conseguirlo?

COBRADOR: “Ir a por el 100 al 110%”

JEFE: ¿Y por qué sigue sin lograr el 17% que me falta?

TERCERO: ¿Por qué sigues en este trabajo?

JEFE: ¿Por qué su rendimiento es tan bajo?

TERCERO: ¿Qué pensará tu hijo de ti cuando crezca?

53
JEFE: ¿Cuánto tiempo lleva con nosotros?

COBRADOR: Tres meses.

TERCERO: ¿Por qué tienes la frente llena de arrugas?

JEFE: ¿Y después de tres meses aún no sabe hacer su trabajo?

COBRADOR: Lo intento, de verdad. Pero no es fácil.

JEFE: ¿No fue suficiente el curso de formación?

COBRADOR: No, no, quiero decir, sí. Conozco la teoría, practico, créame,
practico todas las noches en casa con mi mujer. ¡Le aseguro que me
esfuerzo al 100%!

JEFE: Pero ya sabe que yo necesito el 110% (Pausa) Mire, se lo voy a decir sin
rodeos, ésta es su última oportunidad, ¿me he equivocado con usted?

COBRADOR: No se ha equivocado, se lo aseguro.

JEFE: ¿No?

TERCERO: ¿No?

JEFE: ¿Y por qué todavía no ha cobrado la deuda de este expediente?

COBRADOR: Lo he intentado, pero no es fácil.

JEFE: ¿Ha seguido el protocolo?

COBRADOR: Punto por punto.

JEFE: ¿Y cuál es el primer punto?

COBRADOR: Investigar. Encontrar los puntos débiles.

TERCERO: ¿Por qué estás tan viejo si aún no has cumplido los cuarenta?

JEFE: Muy bien. ¿Familia?

COBRADOR: Está divorciado. Tiene un hijo pequeño.

TERCERO: Como tú.

54
JEFE: ¿Padres?

COBRADOR: Ya no tiene.

TERCERO: Como tú.

JEFE: ¿Hermanos?

COBRADOR: Es hijo único.

TERCERO: Como tú.

JEFE: ¿Amigos?

COBRADOR: No tiene. No se relaciona con nadie.

TERCERO: Como tú.

JEFE: ¿Hábitos destacables?

COBRADOR: Bebe. Mucho.

El TERCERO le mira. El COBRADOR se siente observado.

JEFE: ¿Tiene trabajo?

COBRADOR: Sí, trabaja en el zoo.

JEFE: Aquí pone que es interventor municipal. ¿Qué hace un interventor


municipal en el zoo? ¿No estaba abandonado?

COBRADOR: Está cerrado al público, pero los animales siguen allí. He hecho
el seguimiento durante varios días:

. Lunes:

8:03- Recoge y apila las basuras.

9:21- Recorre el perímetro comprobando la valla.

10:00- Trabajo de oficina.

14:30- Cierra oficina.

14:36- Limpia la jaula de los monos.

55
14:49- Cambia el agua a los loros.

15:03- Da un manguerazo al hipopótamo.

15:13- Da de comer a la pantera.

JEFE: ¿Pero no era interventor?

COBRADOR: Sí, no sé, está él solo en el zoo, él se ocupa de todo..

JEFE: Siga.

COBRADOR: 16:00 horas. Vuelve a la oficina y sigue con el ordenador. Por la


tarde sale del zoo.

TERCERO: Dile lo que piensas.

COBRADOR: Va al colegio de su hijo.

TERCERO: Que ves a tu hijo en el suyo.

COBRADOR: Ve cómo salen los niños desde un parque que hay enfrente.

TERCERO: Que ves a tu mujer en la suya.

COBRADOR: Ve como su madre lo recoge y vuelve al zoo.

TERCERO: Que tienes miedo de ser él.

COBRADOR: Un día la madre se retrasó e intentó hablar con el niño, pero se


acercó un profesor y se fue corriendo.

19:33. Vuelve al zoo. Comprueba la seguridad. Pone mucho empeño en


esto, al parecer hay gente que se cuela para robar los pájaros y
venderlos por Internet.

23:07. Por la noche entra en la jaula de la pantera. Después…

56
JEFE: ¿Cómo que entra en la jaula de la pantera?

COBRADOR: Sí, entra y se sienta. Pasa un par de horas allí, bebiendo y


hablando hasta que se queda dormido.

JEFE: ¿Y la pantera?

COBRADOR: …la pantera no habla.

JEFE: Ya lo sé, pollino, quiero decir que si no le hace nada.

COBRADOR: Nada.

JEFE: Todo esto es muy raro. ¿Le parece normal?

COBRADOR: No. Pero es así. Me da miedo. Me da mucho miedo ir allí,


colarme por una alcantarilla, que se caiga un árbol, encontrarme con una
fiera suelta…

JEFE: ¿Y los demás días?

COBRADOR: El fin de semana no hay colegio, así que pasa más tiempo con la
pantera. Martes, miércoles, jueves… las frecuencias son casi las
mismas.

JEFE: ¿Cuánto tiempo lleva con esta vigilancia?

COBRADOR: Más de tres semanas.

JEFE: ¿Más de… así malgasta los recursos de esta empresa?

COBRADOR: Pero…

JEFE: ¿Y todavía no ha conseguido nada?

COBRADOR: Espere falta lo más importante. El viernes fue la visita.

JEFE: ¿Fue a usted a visitarle?

COBRADOR: No, un hombre fue al zoo y habló con él.

JEFE: ¿Y qué?

COBRADOR: Que después de eso cambió.

57
JEFE: ¿Cómo que cambió?

COBRADOR: Empezó a beber más y empeoró. Se volvió nervioso, intranquilo,


errático. Cada vez pasa más tiempo con la pantera.

JEFE: Bueno, ya está bien. ¿Ha hablado usted con él?

COBRADOR: Sí.

JEFE: ¿Le reclamó la deuda?

COBRADOR: Cuando me vio se alteró mucho. Me dijo que el policía había


venido buscándole, que él no lo había llamado. No paraba de decirme
que se lo dijese a “éllos”, que no podía volver a pasar por esto… que no
quería más problemas… que no iba a declarar…que le dejasen en paz…

El TERCERO obliga al COBRADOR a mirarse al espejo. Él va a intentar


apartar la mirada pero el TERCERO lo obligará a mantener la mirada por la
fuerza.

TERCERO: ¿Recuerdas la cara que puso? Míralo, mírate.

JEFE: ¿Pero le reclamó la deuda?

COBRADOR: ¡Lo intenté! Le dije que tenía que pagar, pero es que…

JEFE: ¿Qué?

COBRADOR: Ese hombre no tiene nada… es un pobre infeliz…

JEFE: Basta.

COBRADOR: ¿No puede cambiarme expediente? Me da miedo la pantera…

JEFE: Mi mujer también es peligrosa…

COBRADOR: Por favor, ¿no puede darme otro caso…?

JEFE: “Basta, Berganza; vuelve a tu senda y camina”

COBRADOR: ¿Qué?

JEFE: ¿Ha leído el Libro?

58
TERCERO: ¿El libro? Fragmentos de Cervantes sacados de alguna página
web

JEFE: El que le dimos con el uniforme.

COBRADOR: El manual

JEFE: Nuestra enciclopedia. El libro que contiene las enseñanzas de nuestro


mentor ¿Lo ha leído?

COBRADOR: Sí, pero…

JEFE: ¿Tiene dudas?

TERCERO: ¿Vas a dejar que este inútil cite a Don Miguel de cualquier
manera?

JEFE: ¿Cuántas veces se lo tengo que decir? Si tiene dudas lea el Libro.

TERCERO: Tú deberías ser el dueño de las palabras.

JEFE: El fragmento de El coloquio de los perros. ¿Qué contaba? ¿A qué oficio


se dedicaba Berganza?

COBRADOR: Protegía un rebaño.

JEFE: ¿De quién?

COBRADOR: De los lobos.

JEFE: ¿Cumplía con su misión?

COBRADOR: No.

JEFE: ¿Y a quién culpaban?

COBRADOR: A él.

JEFE: ¿Y qué le hacían?

COBRADOR: Le pegaban por ser un perro perezoso.

JEFE: ¿Se rindió?

COBRADOR: No.

59
JEFE: ¿Qué hizo?

COBRADOR: Se escondió y esperó.

JEFE: ¿Cómo llamamos nosotros a eso?

COBRADOR: Vigilancia.

JEFE: ¿Y qué descubrió?

COBRADOR: No creo que podamos comparar…

JEFE: ¿Qué descubrió?

COBRADOR: Que no eran los lobos.

JEFE: “Pasméme, quedé suspenso cuando vi que los pastores eran los lobos y
que despedazaban el ganado los mismos que le habían de guardar”.

TERCERO: Wikipedia.

JEFE: ¿Cree que ese interventor es un rebaño indefenso acosado por lobos?
¿O es un lobo con piel de pastor?

COBRADOR: …

JEFE: ¿Ve? Si tiene dudas, lea el Libro. ¡Lea a Cervantes! Y ahora dígame,
porque es la última vez que se lo voy a preguntar. ¿Está con nosotros?

TERCERO: Dile que no.

JEFE: Porque todo se reduce a una decisión muy sencilla: ¿de qué lado de la
puerta quiere estar? ¿De los que llaman o de los que reciben la visita?

Silencio.

JEFE: ¿Estamos en el mismo barco?

TERCERO:¿ Esto es trabajo basura?.

COBRADOR: Sí.

JEFE: ¿Comparte nuestra visión?

TERCERO: ¿ O es un trabajo sucio?

60
COBRADOR: Sí.

JEFE: ¿Nos va a hacer llegar al 100%?

TERCERO: Dile que no.

COBRADOR: Sí.

JEFE: ¿Cómo?

COBRADOR: Al 110%.

JEFE: Quiero que esta vez me responda con el corazón en la mano… ¿tiene
“lovemark”?

TERCERO:¿Cuántos trabajos sucios hay que aceptar para que la vida te


premie con un trabajo limpio?

COBRADOR: Sí.

Silencio. El JEFE le mira intensamente.

JEFE: Le creo. ¿Y sabe qué más creo?

COBRADOR: ¿Qué?

JEFE: Que ya está listo para cobrar esa deuda.

COBRADOR: ¿Ahora?

JEFE: Ahora.

COBRADOR: ¿Y si no entra en razón?

JEFE: Le hará comprender.

COBRADOR: ¿Y si no quiere escucharme?

JEFE: Le hará el primer desconcierto.

COBRADOR: ¿El qué?

JEFE: El primer desconcierto, las primeras vueltas de cordel que da el verdugo.


¡El Libro! Rinconete y Cortadillo. “¡Dale doce lanzadas y veinte y dos mil
pesadumbres!”

61
TERCERO: Wikipedia.

COBRADOR: ¿Qué?

JEFE: ¡Apriétele las tuercas!

COBRADOR: ¿Pero si insiste en no pagar?

JEFE: “No tiene más órdenes el ladrón que las tiene el turco, ni sabe más latín
que mi madre”.

TERCERO: Wikipedia.

COBRADOR: ¿…Qué?

JEFE: ¡Presiónele! ¡Haga que se mee encima!

COBRADOR: ¿Y si está loco?

JEFE: ¿Loco? Ladrones, desuellacaras, cobardes bajamaneros, eso son todos.


¿Le ha hecho cantar en el ansia?

COBRADOR: ¿…Cómo?

JEFE: ¡Confesar! ¿Le ha hecho confesar?

COBRADOR: ¿El qué?

JEFE: Que no está loco. Que le quiere engañar como engañó al Quijote el
pícaro Ginés de Pasamonte.

TERCERO: Wikipedia.

JEFE: Él lo liberó de las cadenas que lo llevaban a las galeras ¿y qué hizo?
Robarle y lanzarle piedras. ¡El Libro! ¿Va a dejarse engañar otra vez?

COBRADOR: No.

JEFE: ¿No? ¿Entonces qué va a hacer? Va a…

COBRADOR: … a ir, sí, le haré pagar.

JEFE: ¡Que le tema! Ay de él como se te suba la cólera al campanario


porque…

62
COBRADOR: “… porque vive el Dador, si se me sube la cólera al
campanario…”

JEFE: ¡Por fin! Ya oigo a Cervantes. ¿Cómo lo va a hacer?

COBRADOR: Le voy a obligar a pagar, le diré que no tiene opción.

JEFE: “Si esto ha de ir por vía de rendimiento, que güela a menoscabo de la


persona…” ¿Qué hará si insiste en no pagar? Pre…

COBRADOR: Le presionaré más.

JEFE: ¿Cómo?

COBRADOR: Le asustaré.

JEFE: ¿Con qué?

COBRADOR: No sé, buscaré más, encontraré algo…

JEFE: No. Ya sabe todo lo que tiene que saber. ¿Dónde puede hacerle daño?

COBRADOR: … No sé.

JEFE: ¡Piense!

TERCERO: ¿Te enseñó a romper piernas ese máster?

COBRADOR: … No sé.

JEFE: ¿Qué tiene?

TERCERO: ¿Te enseñó a gritar, a amenazar, a intimidar?

JEFE: ¿Qué le queda por perder?

Por fin el COBRADOR entiende.

JEFE: Ésa es su carta. Dígale que si no paga, irá a por su hijo. ( Pausa) ¿Está
listo para cobrar la deuda?

TERCERO: Dile que no.

COBRADOR: Sí.

63
JEFE: Entonces quiero oírlo. ¡Dígalo!

COBRADOR: “Así se hará…”

JEFE: ¿O qué?

TERCERO: No lo digas.

COBRADOR: “… o no quedará de mí pedazo”.

JEFE: ¡Más alto!

TERCERO: No lo digas.

COBRADOR: “Así se hará o no quedará de mí pedazo”.

JEFE: ¡Que lo oigan todos! ¡Por Cervantes!

TERCERO: ¡No lo digas!

COBRADOR: ¡”Así se hará o no quedará de mí pedazo”!

JEFE: ¡Vaya y cobre esa deuda!

TERCERO: Los huesos de Cervantes, estén donde estén, siguen


revolviéndose en su tumba.

El COBRADOR sale. El TERCERO lo agarra.

TERCERO: Todavía puedes elegir

COBRADOR (Soltándose): ¿Y tú? ¿Qué harías tú? ¿De qué lado de la puerta
querrías estar?

El COBRADOR se va.

TERCERO: ¿Yo? ¿Qué sería capaz de hacer yo por conservar un trabajo?


¿Cómo silenciaría mi conciencia? ¿Bastaría con decirme que lo hago
por mi familia? ¿Valgo yo más que él? ¿Vale más mi familia que la
suya?

64
(Pausa. Al JEFE) ¿Y tú? ¿Por qué no te haces estas preguntas?
(Pausa) ¿Por qué duermes toda la noche del tirón?

65
6. Pobreza energética

Vivienda del interventor.

LA MADRE, arranca tablones de madera del suelo para colocarlos contra la


puerta de entrada al domicilio, a modo de barrera. Los fija con clavo y
martillo.

EL HIJO,un niño de cinco años, va muy abrigado, exageradamente armado


contra el frío. Ilumina a su madre con una linterna que parpadea. A veces,
siente ruidos en otros lugares, los ilumina, la madre acude para mantener
recto el haz de luz en la puerta.

EL TERCERO.-
¿Alguna vez te has despertado en medio de la noche gritando?
¿Has intentado no soñar?, ¿no dormir? ¿Cuál sería tu peor pesadilla?

¿Cuál sería la mejor frase de presentación para la siguiente escena? Podría


ser “mejor no despertar” o “nunca abras la puerta”. Sí, es una escena de
terror y contiene todos los ingredientes. Oscuridad. Música inquietante,
quizá unas notas desafinadas. Ruidos extraños. ¿Qué más necesitamos?
Un asesino silencioso. No hace falta que sea un psicópata o un resentido.
Puede ser aún más silencioso, tan silencioso como el hambre o el frío. Y
por fin, nuestros protagonistas: una madre y un niño.

EL HIJO.- ¿el hombre sin cuello...va a venir?

LA MADRE.-No, hoy no va a venir

EL TERCERO: ¿Qué ocurre, niño?

EL HIJO.- (con mucho miedo.) no lo sé…

EL TERCERO.-¿quieres que te lo diga?

EL HIJO.- no…

66
EL TERCERO.- Las sombras ganan. La luz pierde. Mira detrás de ti.

EL HIJO.- Mamá ven

LA MADRE.- Alumbra aquí, por favor

EL HIJO.- ¿qué es eso? ¿qué hay ahí?

LA MADRE.-No hay nada

EL HIJO.-¿porqué dices que no hay nada si no has mirado?( SE VA LA LUZ)


¡mamá, la luz! ¡mamá, no hay luz! ¿Dónde estás? ¡La luz! ¡La luz! ¡La luz!

La madre abandona su actividad, acude al lado de su hijo, le coge la


linterna, saca y vuelve a meter las pilas.

LA MADRE.-Tranquilo. sí que hay luz, hijo, ¿lo ves? (enciende la linterna.) luz.

El hijo enciende y apaga la linterna varias veces. cuando comprueba que


funciona, deja la luz encendida.

EL HIJO.- mamá, ¿por qué no hay luz?

LA MADRE.-sí que hay luz, hijo, ¿no la ves?

EL HIJO.- ¿por qué no hay luz en la casa?

LA MADRE.- ¿en la casa? en la casa no hay luz.

EL HIJO.- ¿por qué?

LA MADRE.- porque nos la han quitado.

EL HIJO.- ¿quién nos la ha quitado? ¿Por qué?

LA MADRE.- Porque …

EL HIJO.- ¿por qué?

LA MADRE.- porque no la hemos pagado

67
EL HIJO.- ¿y cuándo vamos a pagarla?

LA MADRE.-pronto, en cuanto podamos

EL HIJO.- ¿no tenemos dinero?

LA MADRE.- sí tenemos dinero pero no llega para todo.

EL HIJO.- ¿por qué?

LA MADRE.- hijo, alúmbrame, ¿quieres?

EL HIJO.- ¿por qué haces tanto ruido?

LA MADRE.- enseguida termino.

EL HIJO.- ¿por qué haces eso?

LA MADRE.- para que no entre nadie.

EL HIJO.- ¿quién va a entrar?

LA MADRE.- alumbra.

EL HIJO.- ¿el hombre sin cuello?

la madre se detiene, suspira.

LA MADRE.- no te preocupes, nadie va a entrar.

EL HIJO.- y si viene papá cómo va a entrar

LA MADRE.- papá no va a venir

EL HIJO.- ¿por qué?

LA MADRE.- ya lo sabes, entre todos decidimos que era mejor que no


estuviese con nosotros.

EL HIJO.- pero a veces viene y tú no le dejas entrar.

68
LA MADRE.- DE VEZ EN CUANDO se le olvida

EL HIJO.-¿el qué?

LA MADRE.- que no tiene que venir.

EL HIJO.- mamá. ¿tú no quieres que papá viva con nosotros?

LA MADRE.- no tienes que preocuparte por tu padre, hijo, él está bien.

EL HIJO.- - no hagas más ruido

LA MADRE.- enseguida termino…

EL TERCERO.- Frío.

EL HIJO.- mamá.

LA MADRE.- dime, hijo.

EL HIJO.-tengo frío.¿ no podemos dar la calefacción?

LA MADRE.- Abrigate bien con la manta. Enseguida vamos a acostarnos. En


la cama se está muy calentito.

EL TERCERO.- Hambre.

EL HIJO.- ¿No vamos a cenar?

LA MADRE.-Sí, claro, ahora abro unas latas y cenamos

EL TERCERO.- Mala madre.

EL HIJO.- ¿Otra vez.?

EL TERCERO.-¿Por qué cada vez que tu hijo pregunta tú solo escuchas mala
madre?

EL HIJO.- ¿no hay otra cosa?

69
LA MADRE.-De momento no

EL HIJO.- ¿No tenemos más comida?

LA MADRE.-La comida se ha estropeado

EL HIJO.- ¿Por qué?

LA MADRE.-La nevera no funciona, mañana compraré más.

EL HIJO.- ¿Cómo vas a comprar si no tenemos dinero?

LA MADRE.-Para eso sí, no te preocupes

EL HIJO.- ¿nos vamos a cambiar de casa?

LA MADRE.-NO…

EL TERCERO.-¿no?

LA MADRE.-No lo sé.

EL TERCERO.- Mala madre

EL HIJO.- ¿Me vas a cambiar de colegio?

LA MADRE.-No, no te voy a cambiar de…

EL HIJO.- ¿Vamos a vivir en la calle?

LA MADRE.- no, hijo, no… claro que no…

EL HIJO.- ¿Dónde hace más frío? ¿aquí o en la calle?

LA MADRE.-En la calle. Pero no vamos a vivir en la calle.

EL HIJO.- ¿Por qué no vamos donde la vecina?

EL TERCERO.- ¿Cuándo nos cansamos de pedir ayuda? ¿Ya no quieres


encontrarte con nadie? ¿ YA no quieres sufrir más la vergüenza?

70
MADRE.-Hoy no

EL TERCERO.- ¿Cuándo nos cansamos de ayudar?

LA MADRE.- No creo que esté en casa

EL HIJO.- ¿Puedo ver la televisión?

LA MADRE.- NO.

EL HIJO.- ¿por qué?

LA MADRE.- ¿POR QUE NO?

EL HIJO.-¿he sido malo?

LA MADRE.-NO CLARO QUE NO. LA TELEVISION NO FUNCIONA.

EL HIJO.- ¿por que no funciona nada?,¿ por qué no funciona la nevera?,

EL TERCERO.- Mala...

EL HIJO.- ¿Por qué no funciona la la calefacción?,

EL TERCERO.- Mala...

EL HIJO.- ¿Por que no puedo ver la television?,

EL TERCERO.- Mala...

EL HIJO.- ¿Por que no puedo ir al colegio?

EL TERCERO.- mala, mala, mala...

EL HIJO.- ¿Por qué no puede venir papá?

LA MADRE.- PARA. PARA. Hijo, tienes que tranquilizarte, ¿de acuerdo?

EL HIJO.- Cuando estaba papá había luz

LA MADRE.- Tienes que tranquilizarte.

71
EL HIJO.- ¿Tú quieres que papá viva con nosotros?

LA MADRE.-
Toma, galletas ¿ esto te gusta más? ¿a que sí? Y después tienes
que dormir

EL TERCERO.- Papá le contaba un cuento.

EL HIJO.- No me quiero dormir

EL TERCERO.- Papá le calentaba un vaso de leche.

LA MADRE.- Tienes que dormir

EL TERCERO.- Con papá no había pesadillas…

EL HIJO.- Si me duermo, ¿tendré pesadillas?

LA MADRE.- No, mamá está aquí para protegerte.

EL HIJO.- ¿ y por qué tengo pesadillas todos los días?

LA MADRE.- no te preocupes, hoy no…

EL HIJO.- mamá...

LA MADRE.- ¿qué, hijo?

EL HIJO.- el hombre sin cuello…¿quién es? ¿Qué quiere? ¿Por qué no se


va?

LA MADRE.- Porque es un hombre malo. Pero no te preocupes, no va a


volver más.

EL HIJO.- ¿ y si vuelve? ¿ Llamarás a papá?

LA MADRE.- Llamaremos a la policía. Ellos se llevan a los hombres malos.

EL HIJO.- ¿Mamá? ¿tú tienes pesadillas?

EL TERCERO.- A la madre le encantaría contestarle:

72
LA MADRE.-
“Hijo, mi vida entera es una pesadilla, mi pesadilla no comienza
cuando me duermo, mi pesadilla comienza cuando despierto”,

EL TERCERO.- Pero no puede, lo ha perdido todo menos el instinto de


proteger a su hijo

LA MADRE.- Los mayores no tenemos pesadillas.

EL HIJO.- ¿Cuándo voy a ser mayor?

LA MADRE.- Pronto, hijo.

EL HIJO.- ¿me puedes contar un cuento?

LA MADRE.- ¡Claro! ¿ Cuál quieres que te…?

EL HIJO.- Papa me contaba…

LA MADRE.- ¡Escucha! Había una vez un muñeco de nieve…

EL TERCERO.- ¡Frio!

EL HIJO.- Ese no. ¿ Puedes contarme un cuento donde no haga frío?

LA MADRE.-Está bien… un cuento de la selva. En la selva hace mucho calor.


Había una vez un niño, criado en la selva, que tenía por amigos a un oso y
una pantera…

EL HIJO.- ¿Cómo Baba?

LA MADRE.- Quien es Baba.

EL HIJO.- La pantera de papa

LA MADRE.- Estoy intentando contarte un cuento, estoy tratando de…

EL HIJO.- ¿ Las panteras pueden volar?

LA MADRE.- No, hijo, no… las panteras no vuelan.

73
EL HIJO.- ¿ Y Papá?¿Papá vuela?

LA MADRE.- No, tampoco vuela.

EL HIJO.-¿ y cómo entra cuando viene?

LA MADRE.- NO VA A VENIR.

EL HIJO.- Anoche estuvo aquí. Entró por la ventana. ¿Subió por la pared?

LA MADRE.- ERA UNA PESADILLA.

EL HIJO.-
No, cuando llegó se acabó la pesadilla. Al principio no sabía si era
él porque rugió.

LA MADRE.- ERA UNA PESADILLA.

EL HIJO.-
No, Baba le ha enseñado .Vino con ella. También rugió. Saltó a mi
cama y echó al hombre sin cuello. Y después… me cantó.

LA MADRE.- BUENO, ENTONCES PUEDES DORMIRTE TRANQUILO ¿cómo era esa


canción?

(El hijo canta la canción de Baba. La madre tararea con él.)

Duermete ya, duérmete ya


Mi chiquitín
Con estas palabras yo te cuidaré
Las digo así: rinpitiplín
Ranpitiplán
Parece que vuelve la normalidad
Basta soñar que es de verdad
Otra realidad
Para ver las cosas más raras cambiar
Para ver las cosas más raras cambiar

LA MADRE.- Así, muy bien. Duérmete… duérmete…

74
EL TERCERO.- (susurra para no despertar al niño.) Fundamental: el falso final.

EL HIJO.- Mamá...

LA MADRE.- ¿ QUÉ HIJO?

EL HIJO.- Mamá.

LA MADRE.- Dime.

EL HIJO.- ¿Quién viene?

LA MADRE.- Nadie .

EL HIJO.- Alguien viene.

LA MADRE.-No. Duerme tranquilo.

EL HIJO.- Está ahí.

LA MADRE.-¿Dónde?

EL HIJO.- En las escaleras.

LA MADRE.-Hijo,
escúchame: no viene nadie. No hay nadie en las escaleras.
Mamá está aquí contigo.

EL HIJO.- ¿Quién sube las escaleras?

LA MADRE.-¡¡¡Nadie!!! ¡¿Me has oído?! ¡Nadie sube las escaleras! Aquí sólo
estamos tú y yo.

EL HIJO.- Entonces, ¿hoy no viene?

LA MADRE.- ¿quién?

EL HIJO.-El hombre sin cuello.

LA MADRE.-No, hoy no va a venir, nunca más va a venir.

75
EL HIJO.- ¿Nunca?

LA MADRE.-Nunca. Te lo prometo.

EL HIJO.- Entonces…

LA MADRE.-Nunca…

EL HIJO.- ¿Quién está ahí afuera?

LA MADRE.- ¡No hay nada que temer! ¡¿Me has oído?!¡Nadie va a venir!

EL HIJO.- ¿Y por qué has puesto eso en la puerta?

La madre no es capaz de responder.

EL HIJO.- ¿Por qué te pones así? ¿A ti también te gritó?¿el hombre sin


cuello te gritó?

La madre no es capaz de responder. Abraza a su hijo.

LA MADRE.-No…

EL HIJO.- Escucha.

EL TERCERO.- Suena el timbre.

LA MADRE.-tsssh…

EL HIJO.- Mamá…

LA MADRE.-¡Calla!

EL HIJO.- ¿No vas a abrir la puerta?

LA MADRE.-No.

EL HIJO.- ¿Por qué no vas a abrir la puerta?

LA MADRE.-Calla.

76
EL HIJO.- ¿Tienes miedo?

LA MADRE.-No tengo miedo, pero no vamos a abrir la puerta, ¿me oyes?

EL TERCERO.- Suena el timbre.

EL HIJO.- ¿Quién es?

LA MADRE.-Da igual. Vamos a quedarnos aquí, quietos y callados.

EL HIJO.- ¿Y si no es el hombre sin cuello?

LA MADRE.- NO, no es el hombre sin cuello…

EL HIJO.- ¿Y si es papá?

LA MADRE.-No es papá, ¿me oyes?

Se escuchan golpes contra la puerta. Primero golpes de llamada… el hijo


se suelta de la madre y avanza en dirección a la puerta. La ilumina con la
linterna.

EL HIJO.- ¿Papá?

LA MADRE.- ¡Cállate!

EL HIJO.- ¡Papá! ¡papá! ¿vienes con Baba?

La respuesta a la pregunta es un golpe más seco, como si todo el cuerpo


de una persona -o un ariete- intentara forzar la puerta. Los tablones
cumplen con su cometido. Los ruidos rozan lo insoportable. La madre se
acerca al hijo, le agarra y le tapa la boca.

EL HIJO.-¡Es papá! ¡Él puede ayudarnos!

LA MADRE.- ¡Calla!

EL HIJO.- Mamá.

77
LA MADRE.- ¡Cállate!

EL HIJO.- ¿Tienes miedo de papá?

LA MADRE.- No.

EL TERCERO.-¿No?

LA MADRE.- No lo sé…

EL HIJO.- A papá no hay que tenerle miedo.

LA MADRE.- No…

EL HIJO.- ¿ De qué tienes miedo? ¿Es el hombre sin cuello?

LA MADRE.- NO.

EL TERCERO.- ¿alguna vez te has despertado en medio de la noche gritando?

EL HIJO.- ¿Esto es una pesadilla?

LA MADRE.- Calla, por favor.

EL TERCERO.-¿has intentado no soñar?

EL HIJO.- mamá, si tienes miedo… ?

EL TERCERO.-¿no dormir?

EL HIJO.-¿por qué no llamas a la policía? ¿mamá?¿por qué no llamas a la


policía? ¿mamá? ¡llama a la policía! ¡llama a la policía! ¡llama a la policía!

EL TERCERO.-Mamá se tapa los oídos. Mamá cierra los ojos. Mamá aprieta
los dientes. Mamá no puede llamar a la policía porque quien golpea la
puerta de su casa no es un cobrador sin cuello, ni papá que ha estado
bebiendo, ni una pantera escapada del zoo. Mamá no puede llamar a la

78
policía porque quien golpea la puerta de su casa es la policía... con una
orden de desahucio

Cesan los golpes. El tercero entrega la orden a la madre y aparta de su


lado al hijo, cogiéndole de la mano. Se lo lleva y la madre lo observa
impotente.

EL TERCERO.-¿alguna vez has querido no despertar?¿Cómo se explica a un


niño que te quedas sin casa? ¿cómo le explicarías que le has traído a un
mundo sin techo?¿cuál sería tu peor pesadilla? ¿perder tu trabajo?
¿perder a tus hijos? ¿que te echaran de casa? Entonces tu peor pesadilla,
¿qué es? Una escena de terror o la cruda realidad.

79
7. El hijo de la florera

EL TERCERO.- ¿Por qué hay tantos anuncios de antiácidos, microenemas,


macroenemas, yogures con fibras, bífidus, actirregularis…? ¿España entera
está estreñida? ¿Queremos cagar… pero no podemos?; ¿queremos aliviarnos,
liberarnos de toda esta tensión que tenemos dentro… pero no podemos?; ¿por
qué, aunque apretamos el ojete con fuerza, la misma fuerza con la que
apretamos los dientes, no podemos?

Con el parón de la economía llegó el parón de mi tránsito intestinal. Y desde


entonces se me atraganta todo. No puedo digerir el alquiler, la factura de la luz,
la compra del supermercado, el seguro, el metrobús… ¿te pasa a ti lo mismo?

EL CONCEJAL.-¿A mí? No

EL TERCERO.- ¿Será porque llevas años enchufado al mejor antiácido del


mundo: el poder? Primero en el partido, después en el ayuntamiento … Y sin
embargo…¿no sería bonito que por un rato, tú y yo seamos iguales? ¿Qué por
fin sufras un poco como yo? ¿Y si me convierto en un cocido? Ese cocido que
ha servido tu madre y ya empieza a hacer sus efectos. No te preocupes, es la
acidez, que lucha por salir.

LA MADRE y EL CONCEJAL comen, a la mesa.

LA MADRE.- ¿Que no lo has dicho?

EL CONCEJAL.- No, Mamá.

LA MADRE.- Claro que lo has dicho…

EL TERCERO.- ¿Empiezas a notar ese sabor entre metálico y pastoso?

LA MADRE.- Lo has dicho.

EL TERCERO.- ¿Y notas esa presión aquí? ¿En la boca del estómago?

EL CONCEJAL.- Yo no he dicho que no me guste.

EL TERCERO.- Empieza como una pequeña aguja,

EL CONCEJAL.- Sólo he preguntado.

EL TERCERO.- pero no tarda en crecer como si fuese el bigbang.

LA MADRE.- ¿Por qué siempre le echo chorizo?

80
EL TERCERO.- Bola hermética que desciende por el esófago del concejal

EL CONCEJAL.-Por qué siempre le echas chorizo, pollo, tocino: carne.

EL TERCERO.- . Como si alguien te estuviese retorciendo por dentro

LA MADRE.- ¿Qué clase de pregunta es ésa?

EL TERCERO.- ¿no te parece bonito? ¿Qué por fin sufras un poco como yo?

EL CONCEJAL.-Es una pregunta inocente, mamá.

EL TERCERO.- ¿Que por un rato, tú y yo seamos iguales?

LA MADRE.- Las preguntas inocentes no existen. ¿Crees que he nacido ayer?

EL TERCERO.- ¿Hermanados por el mismo eructo atravesado que burbujea en


nuestra boca?

EL CONCEJAL.- ¿Cómo va tu rodilla?

LA MADRE.- Tirando. Lo que llevo peor es esta peste. Esa huelga de basuras,
¡cómo nos está dejando el barrio! ¿Hasta cuándo va a durar esto?

El concejal aparta el plato.

EL TERCERO.- ¿No sientes la conexión? ¿La empatía que se ha generado entre


los dos?

LA MADRE.-Antes no dejabas nada en el plato.

EL TERCERO.- ¿Alguna vez has sentido empatía? ¿Sabes lo que es?

EL CONCEJAL.-No puedo más.

EL TERCERO.- Pues te jodes. Como yo. Como todos. Aunque sólo sea por un
rato.

LA MADRE.- Te estás volviendo muy fino.

EL TERCERO.- Que cada retortijón te arranque un sudor frío como el que me


entra a mi cuando meto la tarjeta en el cajero, rezando para que no me la
escupa en la cara.

81
LA MADRE.- Pero escucha lo que te digo, no te olvides nunca de dónde vienes,
no cambies el cocido por el marisco ¿Cómo se me van a quitar los dolores si
no me das más que disgustos?

El concejal vuelve al cocido. Las intervenciones del tercero le crean


retortijones.

EL CONCEJAL.- Me lo como, mamá, me lo como todo.

LA MADRE.-¿Sabes que tu Tía Cruz está preocupada?

EL CONCEJAL.-¿Por su cadera?

LA MADRE.-No te hagas el tonto. Por su hijo.

EL CONCEJAL.-Ya.

LA MADRE.-Tu primo Antón.

EL TERCERO.- ¿Tu primo Antón?¿Eres tú el salvador de toda la familia?

EL CONCEJAL.-Mamá, no he podido hacer nada.

EL TERCERO.- ¿ Hasta de la familia más lejana?

LA MADRE.-¿No habéis tenido ninguna fiesta del partido?

EL CONCEJAL.- No.

LA MADRE.- Sabes que hace de todo… igual graba bodas que comuniones…

EL CONCEJAL.- Mamá…

LA MADRE.-¿ Te parece bien que tu primo Antón esté en el paro?¿Viviendo con


su madre? ¿A su edad?

EL TERCERO.- ¿Cuántas personas te pidieron amistad el día que ganasteis las


elecciones?

EL CONCEJAL.- Mucha gente está en el paro.

EL TERCERO.- ¿Qué no estarías dispuesto a hacer por un amigo?

LA MADRE.-¡Tu primo Antón no es mucha gente!

EL TERCERO.- ¿Qué no estarías dispuesto a hacer por una madre?

82
LA MADRE.-A veces me pregunto: ¿se preocupa mi hijo por cualquiera que va a
visitarle a su despacho antes que por un primo que es sangre de su sangre?

EL CONCEJAL.-Mamá, con la que me está cayendo… yo no estoy para ayudar a


nadie.

EL TERCERO.- ¿Y eso te convierte en un mal amigo?

LA MADRE.- O sea que la licencia de la peluquería, tampoco.

EL CONCEJAL.- ¿Qué licencia?

LA MADRE.- Se te ha olvidado. La vecina del primero.

EL TERCERO.- ¿Eso te convierte en un mal hijo?

LA MADRE.-¿Pero tú dónde has comido eso?

EL CONCEJAL.-¿El qué?

LA MADRE.- Un cocido vegetariano.

EL TERCERO.- Mientras, el píloro del concejal se abre y yo me adentro en su


intestino…

LA MADRE.- ¿Me quieres decir dónde?

EL CONCEJAL.-En un restaurante.

LA MADRE.- ¿Con…?

EL CONCEJAL.-Pues con… su puerro, su patata, su zanahoria.

Le da un pescozón.

EL CONCEJAL.-¡Mamá!

LA MADRE.-Tú a mí no me tomas el pelo. ¿Con quién fuiste a ese vegetariano?

EL CONCEJAL.-No es de tu incumbencia.

LA MADRE.-Pues claro que es de mi incumbencia.

EL CONCEJAL.-No es asunto tuyo… (Otro.) Pero ¿qué te pasa?

LA MADRE.- ¿Qué te pasa a ti que no aprendes?¿Con quién fuiste al


restaurante?

83
EL CONCEJAL.-Con una amiga.

LA MADRE.- ¡¿Con quién te comiste el cocido?¡ Vegetariano!

EL CONCEJAL.-Mamá, hay una cosa que se llama vida privada.

LA MADRE.-¿Vida privada? Tu vida privada la ha visto todo el mundo en la


televisión.

EL CONCEJAL.- Ya me extrañaba que no hubieses dicho nada.

LA MADRE.- ¡Cómo no voy a decir nada si las vecinas no han parado de hablar
en toda la mañana!

EL CONCEJAL.- Ya empezamos …

EL TERCERO.-Me adentro en su intestino, y mientras el concejal se pregunta:


¿Cómo empezó todo esto? ¿Por qué tuvo él que dedicarse a la política?

EL CONCEJAL.-A veces me pregunto: ¿se preocupa mi madre por cualquiera que


va a visitarle a su cocina antes que por su propio hijo, que es sangre de su
sangre?

EL TERCERO.- En su curriculum no hay una Licenciatura en Ciencias Políticas, ni


un Máster en Relaciones Internacionales, sólo un carné del partido. Al principio
servir cafés, hacer fotocopias…

LA MADRE.-¿En qué estás pensando?

EL CONCEJAL.- En nada

EL TERCERO.- Pero luego Mamá le compró unos pantalones de pinzas, un par


de buenos zapatos…

LA MADRE.- Ya no le cuentas nada a tu madre

EL TERCERO.- y empezaron a trabajar juntos en su mejor carta de presentación:


la sonrisa. Esa sonrisa que está a punto de hacerle alcalde.

LA MADRE.- Ni siquiera me dijiste que ibas a televisión.

EL TERCERO.- Gases, concejal

LA MADRE.- Me lo tuvieron que decir, que si no…

84
EL TERCERO.- Flatulencias.

LA MADRE.- No habría visto como hacías el ridículo de esa manera…

EL TERCERO.-Que se agudizan cuando encuentro un cómodo asiento en su


colón.

LA MADRE.-¿Tú crees que puedes tirar por la borda en un momento el trabajo


de tantos años?

EL TERCERO.-(Por la servilleta.) Pica.

EL CONCEJAL.- Fue una encerrona…

LA MADRE.- ¿De quién?

EL TERCERO.- Ardo.

EL CONCEJAL.- Yo no sabía lo de los videos.

LA MADRE.-Peor me lo pones.

EL TERCERO.- Fermentación.

LA MADRE.- Hay que prepararse las entrevistas.

EL TERCERO.-Aprieta el vientre concejal

LA MADRE.-¿Y tus ayudantes qué hacen?

EL TERCERO.- Putrefaccion.

LA MADRE.- Todo el mundo viéndote empapado en sudor… ¿Y la sonrisa?


¿Qué te tengo dicho? No sonreíste ni una sola vez.

EL CONCEJAL.- ¿ Puedes hacerme una infusión?

EL TERCERO.-¿Es algún tipo de ironía trágica? ¿ por fin tu propio cuerpo se está
rebelando contra ti? Si la buena digestión empieza en tu nevera, a lo mejor es
que la mala empieza en tu conciencia.

EL CONCEJAL.-Tú no sabes lo que es eso, Mamá, estar en un plató de televisión


con todas esas miradas, con todas esas preguntas buscándote… como
tábanos, con todos esos focos achicharrándote la piel.

85
LA MADRE.-Si me lo hubieses dicho te habría aconsejado. ¡Y qué desastre de
camisa, hijo! Con esos cercos, que parecían piscinas…

EL CONCEJAL.- Fue ver esos vídeos… y ponerme a sudar.

LA MADRE.- ¿Y de dónde ha salido esos videos?

EL CONCEJAL.-No lo sé.

LA MADRE.- Sí lo sabes. Ha sido ella, ¿verdad?

EL CONCEJAL.- No me dejan verla, mamá. Si me hubieran dejado verla, esto no


habría pasado…

LA MADRE.-Con lo que tú vales, que podrías tener a cualquiera… con una mujer
casada. ¿No te das cuenta de que sólo está contigo por el interés?

EL CONCEJAL.-No, Mamá…

LA MADRE.- Por el interés. Si te quisiera, ¿crees que habría sacado esos


videos?

EL CONCEJAL.- Es que no sabemos si ha sido ella…

La madre sirve agua caliente sobre una taza con la infusión.

LA MADRE.-¿Qué clase de mujer es que no le importa que su familia vea esos


videos?

EL TERCERO.-(Señala la taza.)¿Lo has calentado bien?

LA MADRE.- No te quiere. ¿ No ves que te ha estado utilizando?

EL CONCEJAL.- Mamá…

EL TERCERO.- Sabes que no le gusta si no está muy caliente.

LA MADRE.- Y ahora está cegada porque sabe que ya no va a conseguir nada


de ti, que se acabaron los contratos.

EL CONCEJAL.- Ya está bien.

LA MADRE.- ¡No me levantes la voz! ¡Se acabaron los contratos! Que no hay
quien pise por la calle y huele que apesta

El concejal bebe de la infusión, se quema la lengua.

86
EL CONCEJAL.- ¡Joder! ¡ Ya está bien! Ya he tenido suficiente…No estoy
pasando por un buen momento, ¿vale?

LA MADRE.- Por eso te he hecho un cocidito…

EL CONCEJAL.- Otra vez el cocidito…

LA MADRE.-¡Y mira cómo me lo agradeces!

EL CONCEJAL.- Mamá, deja ya en paz…

LA MADRE.-Que me estará subiendo el azúcar . Tu padre…

EL CONCEJAL.-¡Mi padre!

LA MADRE.- Jamás, ¿me has oído?

EL CONCEJAL.- Siempre con mi padre…

LA MADRE.-Jamás me levantó la voz.

EL TERCERO.-Madres: las reinas del chantaje.

LA MADRE.- Ni me hizo un feo con la comida.

EL CONCEJAL.-Mamá, yo no quería hacerte un feo con la comida, sólo te he


hecho una pregunta: si siempre le echas chorizo al cocido, por curiosidad, por
iniciar… ¡algo!, de lo que hablar, porque vengo aquí a comer contigo, a ver
cómo estás, sí, pero también a buscar un poco de paz.

LA MADRE.- ¿Y qué paz necesitas tú?

EL CONCEJAL.- ¿ Qué paz necesito yo?

LA MADRE.-Sí.

EL CONCEJAL.-Para empezar que dejes de darme órdenes.

LA MADRE.- Son consejos.

EL CONCEJAL.- ¡Órdenes! Que vengo aquí a hacer un poco de vida familiar, y


hay veces que no sé si eres mi madre o el puto Tony Soprano.

EL TERCERO.- Mi anfitrión recula. Nunca antes había hablado así a su madre.

LA MADRE.- ¡No hables mal!

87
EL TERCERO.- Nunca antes había hablado así a una madre que se pregunta
quién cojones es Tony Soprano...

EL CONCEJAL.- Paz, mamá, es hablar de nosotros sin tener que hablar de papá,
ni de con quién me acuesto o levanto, ni de los favores al primo Antón, ni de las
vecinas.

LA MADRE.- ¿No te dan pena?

EL CONCEJAL.-¿No te doy pena yo que tengo a todo el mundo encima por esas
malditas concesiones?

LA MADRE.- Bueno, ¿y qué le importa a nadie a quién das tú las concesiones?


¿Te van a decir a ti a quién dar o no dar las concesiones?

EL CONCEJAL.- Hombre, pues…

LA MADRE.- ¿Acaso te preguntaron en la televisión por las concesiones?


Ninguna de las vecinas me ha hablado de las concesiones,¿y sabes por qué?

EL CONCEJAL.- No.

LA MADRE.- Porque si sus hijos estuvieran donde estás tú harían lo mismo.


¿Quién sería tan tonto como para desaprovechar una oportunidad así?¿Eh?
¿Conoces tú a alguien? No haces ni más ni menos que otros.

EL TERCERO.-Sí, pero lo extraño es que eso ahora se ve mal, ¿verdad?

EL CONCEJAL.- (Al tercero.) Eso es lo que no entiende.

LA MADRE.- ¡Ni más ni menos!

EL TERCERO.-Y no es que se vea mal, es que puedes acabar en la cárcel.

EL CONCEJAL.- Exacto.

LA MADRE.-Pero ¿qué culpa tienes tú de que un empresario quiera darte las


gracias… regalándote un piso?

EL TERCERO.- ¿O consiguiéndote farlopa?

EL CONCEJAL.- No, eso no se lo digas.

LA MADRE.-¿O invitándote a un viaje?

EL TERCERO.- ¿O propiciando que un par de pezones te froten los labios?

88
EL CONCEJAL.- Calla, por favor.

LA MADRE.- ¿Por qué la gente se empeña en sospechar de las buenas


intenciones?

EL TERCERO.- ¿Por qué ahora hay que bajarse el sueldo, arrepentirse, pedir
perdón…?

LA MADRE.- El dinero va a un bolsillo o va a otro. Mejor que sea al de alguien


conocido. Ellas solo quieren que les haga un favor de vez en cuando, que les
resuelva algún problema…todas saben que la del primero va a conseguir la
licencia de la peluquería por ti…¿ o no?

EL TERCERO.- ¡Yo quiero ser vecino de esta madre!

LA MADRE.- ¿O no?

EL CONCEJAL.-Tú lo ves todo muy fácil.

LA MADRE.- No es fácil. Nada es fácil. Tu padre no dormía por las noches, ¿tú
duermes por las noches?

EL CONCEJAL.- Mal.

LA MADRE.- ¿Te acuerdas de lo que decía tu padre cuando se iba a trabajar?


Abría la puerta y no decía “me voy a trabajar”, no, él decía…

EL CONCEJAL.-“Me voy a sonreír con un cuchillo en la boca.”

LA MADRE.-Con un cuchillo en la boca, hijo. Como Tarzán. Por eso te llaman


como a tu padre…

EL CONCEJAL.-(Irónico.)“La sonrisa”, sí, me encanta…

LA MADRE.-“La sonrisa”. Mírame, sonríe y contéstame: ¿te va a decir alguien a ti


a quien tienes que dar las concesiones?

EL CONCEJAL.- Antes no, Mamá, pero ahora las cosas han cambiado…

EL TERCERO.- Hay que hacerse vecino de esta mujer, y mejor puerta con puerta

LA MADRE.- Ahora familia y amigos, como siempre.

EL TERCERO.- ¿ No sería la mejor solución para el paro, hacerse sus amigos?

89
LA MADRE.- No haces nada malo, hijo; malo sería que, después de todo lo que
te has sacrificado, no recibieras algo a cambio. La gente duerme tranquila por
el sueño que tú te quitas. Ahora sólo tienes que saber contentarles.

EL CONCEJAL.-¿Y eso cómo se hace? Nadie quiere pagar impuestos pero todo
el mundo quiere escuelas y hospitales. La gente se piensa que hacer política
es multiplicar los panes y los peces.

LA MADRE.- Y tú, ¿sabes hacer milagros?

EL CONCEJAL.-No...

LA MADRE.- No hay milagros. Hasta que nos morimos: solo hay trabajo, trabajo
y trabajo

EL CONCEJAL.-Ya lo creo.

LA MADRE.- ¿Entonces?

LA MADRE.-¿No crees que te mereces lo que has ganado?

EL CONCEJAL.-Hay gente que no piensa lo mismo.

LA MADRE.- Yo siempre te lo he dicho, hijo: Tú dinero gana. Y mucho. Pero que


nadie se entere. Yo no le cuento todo a las vecinas. Que este país es un país
de envidiosos. Y que no hay nada tan grande en esta vida que no se pueda
tapar. ¿Qué hacía tu padre, hijo? ¿Tú te acuerdas de lo que hacía tu padre?

EL CONCEJAL.-Trabajar.

LA MADRE.- Maquillando muertos. ¡Y no se le caían los anillos! ¿Y tu madre?

EL CONCEJAL.-Trabajar.

LA MADRE.- Vendiendo flores. Para los muertos. ¿Y cómo conseguimos la


concesión del tanatorio? ¿Tú te acuerdas de lo que tuvo que hacer tu padre?
¿Nos la regalaron?

EL CONCEJAL.-No, Mamá. No nos la regalaron.

LA MADRE.-Nadie regala nada. Nos costó… y mucho ¿Por qué iba a ser
diferente ahora? No lo olvides nunca. Todo lo hicimos para que estuvieses del
otro lado, para que fueses tú el que dieses las concesiones. Está tu verdad, y
todo lo que no sea tu verdad, ¿qué es?

90
EL CONCEJAL.- Mentira.

LA MADRE.- Como un cocido vegetariano. Eso no puede ser. Eso no existe. Eso
es una mentira.

EL TERCERO.- La sola mención del cocido neutraliza el efecto de la manzanilla.


¿Sientes las arcadas?, ¿sientes las arcadas de todo el electorado,
preguntándose en este mismo instante a quién votar con tal de que
desaparezca esta peste a basuras de la ciudad?

LA MADRE.- ¿Con quién fuiste al restaurante?

EL TERCERO.- Y por primera vez, el concejal es consciente de lo que esa huelga


supone

. LA MADRE.-¿Fuiste con ella?

EL TERCERO.- y de en qué medida él es responsable.

El concejal suspira

LA MADRE.-¿No tenía otro sitio donde llevarte? Si esa mujer no hace nada
bueno, ¿no te das cuenta?

LA MADRE.- Fue ella, ¿verdad? Pero si cuando tú te cagas, hijo, yo todavía lo


huelo.. Tú a mí no me puedes esconder nada. ¿Te acuerdas cuando los niños
se metían contigo en la escuela? Venías a casa llorando, ¿y quién te defendía?
¿Quién te limpiaba las lágrimas?

EL CONCEJAL.-Tú, Mamá.

LA MADRE.-Diez años de concesiones… ¿no son muchos años?

EL CONCEJAL.- ¿Tú también vas a darme la lata con eso?

LA MADRE.-Lo que yo te digo es que te asegures, de que después de diez años,


eres tú el que mandas, y no ella. Que eres tú el que paga el servicio. Tú el que
llevas los pantalones. Que si te descuidas, hijo, te chulean. ¿Y sabes por qué?

El concejal niega con la cabeza.

LA MADRE.-Porque antes que confiar en tu familia prefieres confiar en una


cualquiera.

EL CONCEJAL.- No es una cualquiera.

91
LA MADRE.-Dime que no es ella la que manda. Sólo dime eso y yo me quedaré
tranquila.

EL CONCEJAL.-Estoy muy jodido, Mamá.

LA MADRE.- Lo sé. No hables mal.

EL CONCEJAL.-Así que trátame bien, por favor.

LA MADRE.- Todo esto pasará, y ya nadie se acordará de esos videos.

EL CONCEJAL.- La echo de menos.

LA MADRE.- No puedes verla.

EL CONCEJAL.-Y seguirá sacando cosas, hay llamadas telefónicas. No te


enfades cuando las escuches, ¿quieres?

LA MADRE.- Esa mujer va a acabar mal. A la gente no le gusta. No cae bien.

EL TERCERO.- Ahora sí, gracias a los mimos de una madre, llego al final de mi
trayecto. Me quedo en la mínima expresión. Me deseco. Por fin llega la calma.

LA MADRE.- Y menos les va a gustar

EL CONCEJAL.- ¿Qué quieres decir?

LA MADRE.-Esa empresa de basuras… Tanta huelga... A saber lo que paga.


Pobre gente. Algo tendrás que hacer.

EL TERCERO.-Madres: las reinas del subtexto.

EL CONCEJAL.- Para eso están los sindicatos, ¿no?

LA MADRE.- Por eso. Habrá que ayudarles. Tienen que salir más en televisión.
La gente tiene que saber cómo les explota. Y para cuando salgan los otros
videos todo el mundo sabrá quién es esa bruja.

EL CONCEJAL.- ¿Qué videos?

LA MADRE.- Los videos donde sale esa guarra con otros. Todo el mundo sabrá
que has sido una víctima, que se ha aprovechado de ti.

EL CONCEJAL.- No hay más videos, ella no...

92
LA MADRE.- Los habrá. Tu primo Antón hace videos, ¿no? Seguro que a alguien
de la familia puede hacerle un favor.¿ Tú crees que podrás hacer algo por él?

EL CONCEJAL.- Supongo.

LA MADRE.- Ya está,¿ lo ves?¿Qué?¿Te vas a fiar más de ella que de tu propia


madre? ¿Quién mira por ti, hijo? ¿Quién ha mirado siempre por ti?

EL CONCEJAL.- Tú.

LA MADRE.- ¿Nunca vas a sentar la cabeza? ¿No quieres tener niños? ¿No le
vas a dar ese gusto a tu madre?

EL CONCEJAL.- De eso hablamos otro día

LA MADRE.-Un alcalde se merece una familia en condiciones. Mujer,hijos…


Serás el mejor alcalde que hayamos tenido nunca. Hay que ver lo orgulloso
que estaría tu padre de ti.

EL CONCEJAL.- Él no podrá verlo.

LA MADRE.-Tsssh.

EL CONCEJAL.- No podrá verlo...

LA MADRE.-Termínate la infusión. Y yo mientras te preparo las sobras del cocido


para que te las lleves. ¿Ya estás mejor?

El concejal asiente.

LA MADRE.- ¿Ves como todo tiene remedio?

EL TERCERO.- ¿Qué haces ahí? ¿Llorando? ¿Expulsando los gasecitos en los


brazos de Mamá? Ya está bien, concejal. Sé un hombre. Despierta.

El concejal se levanta.

LA MADRE.- ¿Adónde vas?

EL CONCEJAL.-Tengo una cita.

LA MADRE.- ¿Con ella?

EL CONCEJAL.-No, Mamá. Voy al zoo.

LA MADRE.-¿ Otra vez me estás tomando el pelo?

93
EL CONCEJAL.- Que no voy a verla. Ojalá solo fuese ella el problema.

LA MADRE.- Que a mí un hijo no me engaña…

EL CONCEJAL.- Voy a ver a un antiguo interventor que también está dando la


lata. Me ha llamado y tengo que ir al zoo.

LA MADRE.- ¿Y qué vas a hacer?

EL CONCEJAL.-Lo que me has enseñado siempre: solucionarlo de una vez. Mira:


sonriendo. Y con un cuchillo en la boca.

LA MADRE.-Así se habla.

EL TERCERO.- La madre (le arregla la corbata, la camisa) quisiera decirle:

LA MADRE.- Qué desastre de camisa, hijo.

EL TERCERO.- Pero por una vez sabe callarse y le dice:

LA MADRE.- Ten cuidado . “La sonrisa”...

EL TERCERO.- Y no puede evitar recordar a su marido, el maquillador de


muertos…

LA MADRE.-( AL TERCERO)Tanatopráctico…

El concejal sonríe. La madre le besa en la mejilla.

EL TERCERO.- No te conmuevas, madre. No llores ahora. Y tú concejal, sonríe.


Sonríe siempre. Aunque sientas el colmillo de una fiera hundiéndose en tu
cráneo… sonríe, concejal. Sonríe.

94
8. Hipócrates en la jungla

TERCERO: (Juramento Hipocrático)

La cámara está encendida. Se proyecta el plano del rostro del paciente en


circuito cerrado.

MÉDICO:

¿Tiene momentos en los que se siente muy emocionado o irritable? Sí o No.

¿Sus músculos están tensos o agarrotados? Sí o No.

¿Le vienen a la mente palabras y no puede deshacerse de ellas? Sí o No.

¿Suele contar objetos, como las baldosas de un suelo, la cantidad de vallas


publicitarias o cualquier otra cosa sin importancia? Sí o No.

¿A veces insiste tanto en algo que los demás acaban perdiendo la paciencia?
Sí o No.

¿Las cosas que le están pasando ahora parecen que le hubieran sucedido
antes? Sí o No.

¿Durante el suceso sintió un miedo intenso, impotencia u horror? Sí o No.

¿Siente a veces como si volviera a vivir lo sucedido? Sí o No.

¿Es incapaz de recordar algo importante relacionado con el suceso? Sí o No.

¿Desde que sucedió, ¿tiene problemas para dormir o permanecer despierto?


Sí o No.

¿Por qué no responde? Escuche, lo crea o no, estoy aquí para ayudarle.

TERCERO: ¿Ayudarle?

PACIENTE: Los animales necesitan cuidados.

MÉDICO: ¿Qué animales?

PACIENTE: Los del zoo, ¿quién va a darles de comer?

MÉDICO: No se preocupe.

PACIENTE: Si no comen se vuelven agresivos.

95
MÉDICO: Alguien se estará ocupando de ellos.

PACIENTE: Nadie se ocupa de ellos. Pueden saltar las vallas y escapar

TERCERO: “Me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de


la humanidad”.

MÉDICO: ¿Por qué se preocupa ahora de eso?

PACIENTE: Desde que se acabó el dinero lo desmantelaron todo….No hay


nadie allí, solo yo.

TERCERO: “…La salud y la vida del enfermo serán las primeras de mis
preocupaciones”.

PACIENTE: … Hay gente que se cuela y los maltrata sólo por diversión…si los
molestan pueden hacer daño a alguien.

TERCERO: “…No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a


interponerse consideraciones de religión, de nacionalidad, de raza,
partido o clase”.

MÉDICO: ¿No se da cuenta de que ahora tiene otras cosas más importantes
de las que ocuparse?

TERCERO: ¿Te rondan esas frases, verdad? Son como un gusano en la


cabeza.

PACIENTE ¿Y Baba?

MÉDICO: ¿Quién es Baba?

PACIENTE: Baba es un jaguar, bueno, ese es el nombre que le dan en


Sudamérica. Estrictamente hablando su nombre científico es Panthera Onca

TERCERO: “Aún bajo amenazas, no admitiré utilizar mis conocimientos


médicos contra las leyes de la humanidad”.

MÉDICO: Baba es la pantera que…

PACIENTE: Onca.Panthera onca. ¿La han encontrado ya? ¿La han devuelto al
zoo?

MÉDICO: Escuche…

96
PACIENTE: Estará inquieta, tendrá hambre, está acostumbrada a verme todos
los días. ¿Por qué no me dejan ir a buscarla?

MÉDICO: Sabe que eso no es posible.

MÉDICO: ¿No recuerda por qué está aquí?

PACIENTE: ¿Recordar qué?

TERCERO: ¿Te acuerdas del juramento? Hipócrates.

MÉDICO: Que llegó esposado a este hospital. Que tras esa puerta hay dos
guardias esperando. Usted está detenido ¿recuerda por qué?

TERCERO: Difícil mantenerlo, ¿no crees?

MÉDICO: ¿Por qué mató al concejal?

PACIENTE: Yo no le maté.

MÉDICO: ¿No?

PACIENTE: No.

TERCERO: A Hipócrates no le han presionado. Ha sido a ti.

MÉDICO: Usted llamó a Emergencias.

PACIENTE: Sí.

TERCERO: A Hipócrates no le ha llamado alguien del ministerio: “solo para


interesarse”.

MÉDICO (Mirando sus notas): Usted dijo: “vengan al zoo, alguien ha muerto,
todo ha terminado”

PACIENTE: Sí.

MÉDICO: ¿Qué fue lo que terminó?

TERCERO: ¿Sabría Hipócrates lo que se cuece en esos despachos?

MÉDICO: ¿Lo terminó usted?

PACIENTE: Yo no le maté.

MÉDICO: ¿Propició su muerte? ¿Le parece más correcto?

97
TERCERO: Ahora Hipócrates está en la jungla.

MÉDICO (Coge un informe de la mesa, lee): “La víctima presenta múltiples


heridas producidas por el ataque de una fiera salvaje: laceraciones de diversas
profundidades en tórax y extremidades superiores, desgarramiento de laringe,
esófago y tráquea, heridas identificadas con colmillos en el cráneo. Causa de la
muerte: dos perforaciones en el lóbulo frontal del cráneo, de unos seis
centímetros de profundidad, que alcanzaron el cerebro”. ¿Cree que alguien
merece morir así?

PACIENTE: Ejemplares adultos como Baba tienen una mordedura capaz de


perforar caparazones de tortuga.

TERCERO: Ahora Hipócrates vive acosado por las fieras.

PACIENTE: Tengo que dar de comer a Baba. Tendrá hambre. ¿No puede
dejarme salir? Sólo para que se quede tranquila. ¿Me ayudará?

MÉDICO: No puedo ayudarle si no me cuenta qué ha pasado. ¿Por qué lo


hizo?

TERCERO: Aquí la jungla lo envuelve todo Lo devora todo.

MÉDICO: ¿Por qué no responde a mis preguntas?

TERCERO: Aquí tienes que abrirte camino a machetazos.

PACIENTE: No puedo si no hace las preguntas correctas.

TERCERO: ¿Seguirás la voz de tu amo o la de tu conciencia?

MÉDICO: ¿Cuál sería una pregunta correcta?

PACIENTE: ¿Por qué acaba un interventor en un zoo?

TERCERO: Hay ideas que pican como mosquitos

MÉDICO: ¿Por qué acaba un interventor en un zoo?

PACIENTE: Yo solo quería hacer bien mi trabajo, tener una casa y una familia.

El TERCERO tiene varios folios arrugados. Coge uno, lo estira un poco, lee.

TERCERO: “A la atención de la Concejalía de Hacienda. Habiendo detectado


un defecto de forma en la concesión del contrato número…”

98
PACIENTE: Pero ellos querían que firmase. Que firmase y mirase a otro lado.
Yo no podía. No era lo correcto.

TERCERO: “Éste es el tercer informe que les presento y aún no he recibido


una respuesta que me permita…”

PACIENTE: ¿Cómo iba a comprometer mi nombre? Ellos me presionaban.

MÉDICO: ¿Ellos?

PACIENTE: Yo redactaba informes, presentaba quejas, pero las archivaban.

TERCERO: “Señor Alcalde, me dirijo a usted para denunciar las presiones a las
que me veo sometido por…”

PACIENTE: Y redactaba más informes, presentaba más quejas

TERCERO: “Señor Presidente del Gobierno…”. ¿Eran sólo borradores o


llegaste a enviarlas?

PACIENTE: Mis compañeros se pusieron en mi contra,

TERCERO: “Estimado Rey de España”. Espero que no enviases ésta.

PACIENTE: me pedían que lo dejase de una vez…Dejaron de hablarme.


Cuando entraba a tomar un café callaban. Hablaban de mí a mis espaldas.

TERCERO: Señor director, escribo a su periódico porque ya no sé donde


recurrir…

PACIENTE: Pensaban que me creía mejor que ellos pero era miedo, yo no
quería que aquello me causase problemas.

MÉDICO: ¿De qué tenía miedo?

PACIENTE: De lo que pudiese pasar si no hacía lo correcto. Me fueron


relegando al papeleo. Querían aburrirme, desmoralizarme. Me
apartaron, como a un apestado. Me enviaron al zoo, donde no pudiera
molestar.

MÉDICO: ¿No lo denunció?

99
PACIENTE: Claro que sí. Y perdí. Todas las veces. “Otorongo no come
otorongo”.

MÉDICO: ¿Qué quiere decir?

PACIENTE: A nadie le interesa conocer la verdad. A usted tampoco. Pregunta,


pero no quiere saber.

MÉDICO: ¿Cree que la pérdida de su trabajo y el que esté aquí sentado está
conectado?

PACIENTE: Por supuesto. Gasté todos mis ahorros en abogados, me llené de


deudas, perdí los juicios, acabé en el zoo. ¿Y sabe qué más perdí? Perdí a mi
mujer, a mi hijo.

MÉDICO: ¿Hablaba de esto con su mujer?

PACIENTE: No me entendía. No comprendía lo que me pasaba. Al principio sí,


pero luego algo cambió. Decía que lo dejase, que no insistiese. Que
pensase en nuestro hijo

MÉDICO: ¿Ve a su hijo con frecuencia?

PACIENTE: No quiero hablar de eso.

MÉDICO: ¿Por qué terminó su matrimonio?

PACIENTE: No voy a hablar de eso.

MÉDICO: ¿Fue por sus problemas con la bebida?

PACIENTE: Beber es una consecuencia, no una causa. Me rendí. Renuncié a


todo. Me resigne a mi destierro en el zoo. Pero todo volvió a empezar.

MÉDICO: ¿Qué es lo que volvió a empezar?

(Silencio)

¿Cree usted que todo lo que le ocurre se debe a una misma causa?

(Silencio)

100
¿Por qué vuelve a negarse a contestar?

PACIENTE: Porque ha vuelto a hacer preguntas incorrectas.

MÉDICO: ¿Sabe usted mejor que yo qué tengo que preguntarle?

Pausa. El MÉDICO le hace un gesto para que continúe. El PACIENTE insiste


en su silencio.

MÉDICO: ¿Qué tengo que preguntarle?

PACIENTE: ¿Por qué Baba?

MÉDICO: ¿Se refiere a por qué soltó a la pantera?

PACIENTE: Onca. Panthera Onca.

MÉDICO: ¿Por qué soltó a… ese animal? ¿A eso se refiere?

.PACIENTE: Me refiero a por qué Baba le atacó a él y no a mí.

TERCERO: Nadie tiene derecho a ser Dios.

MÉDICO: ¿Y por qué le atacó a él?

TERCERO: Las leyes hay que cumplirlas. Tú se lo decías a todos.

PACIENTE: Yo creo en la justicia, siempre he creído en la justicia. De una u


otra manera la justicia actúa. Al final, uno paga por lo que ha hecho. Si alguien
arruina la vida de otro tiene que pagar por ello.

TERCERO:¿Te da eso derecho a jugar a ser Dios?

PACIENTE: Donde no llega la justicia de los hombres, la naturaleza interviene.

MÉDICO: ¿La naturaleza?

PACIENTE: Justicia Natural. Baba sabía a quién debía proteger.

TERCERO:¿ Cualquiera puede tomarse la justicia por su mano?

MÉDICO: ¿Baba, “sabía”?

101
PACIENTE: Sí, lo sabía. La naturaleza sabe, discrimina, se protege de lo que la
amenaza.

TERCERO:¿ quién crees que eres para tomarte la justicia por tu mano?

PACIENTE: Baba lo entendió y supo lo que tenía que hacer.

TERCERO:¿ tú puedes decidir sobre la vida y la muerte?

MÉDICO: ¿Está diciendo que la pantera lo protegió… conscientemente?

PACIENTE: Podía haberme matado a mí y no lo hizo. Nunca me tocó cuando


entraba en la jaula.

MÉDICO: ¿Entraba en la jaula? ¿Para darle de comer? ¿No tenía conciencia


del peligro que eso suponía?

PACIENTE: Entraba en su jaula por las noches. Me sentaba con ella. Todas
las noches. Nunca me tocó. Dejaba que la acariciase. Eso significa algo,
¿no?

MÉDICO: ¿Qué cree que significaba?

PACIENTE: Ella sabía que no merecía morir. Me lamía, me confortaba. Sabía


que para mí era un consuelo.

MÉDICO: ¿Cuándo…? ¿Desde cuándo…? ¿Cómo se le ocurrió entrar en la


jaula?

PACIENTE: La primera vez fue después de que viniera el policía…Cuando me


preguntó por mis informes supe que todo iba a volver a empezar… Ya
no me quedaban fuerzas, quería acabar.

MÉDICO: ¿Quería… matarse?

PACIENTE: Le dije que quería olvidar todo aquello, que me dejasen en paz…él
me dijo que era mi obligación, que me llegaría la citación. No podía
pasar por eso otra vez. Entré en la jaula, no pensaba en nada, solo abrí
la jaula y entré…

MÉDICO: ¿Intentó suicidarse?

PACIENTE: Solo quería que terminase (Pausa). Terminar… Terminar…. Pero


Baba no me atacó. Sólo me miró. Una mirada profunda… de

102
comprensión… La naturaleza me absolvió. Le conté todo por lo que
estaba pasando. Baba comprendió mi dolor…

MÉDICO: ¿Hablaba con la pantera? ¿Conversaban?

PACIENTE: Yo hablaba. Pensaba en voz alta, me ayudaba a aclarar mis ideas.


Ella me escuchaba. Me confortaba

MÉDICO: ¿Cree que la pantera le escuchaba? ¿Que entendía lo que decía?

PACIENTE: Sé lo que pretende.

MÉDICO: ¿Qué pretendo?

PACIENTE: Hacerme creer que estoy loco. Sería todo más fácil ¿no?

MÉDICO: ¿Fácil?

PACIENTE: Un titular sencillo para las noticias de la noche. “Pantera


descuartiza a concejal. El hombre que la soltó sufría graves trastornos
mentales, cree que puede hablar con los animales pero tranquilos, ya
está encerrado. Todos lloramos la trágica pérdida. Y ahora los deportes”.
Mañana todo seguirá igual. Es más fácil eso que pensar que hay un
motivo. Que murió porque se lo merecía. ¿Cuántos habrá como yo? ¿A
cuánta gente le habrán hecho cosas parecidas? ¿Cuánta gente habrá
sufrido como yo?

MÉDICO: ¿Usted ha vengado todo ese sufrimiento?

PACIENTE: Yo no. Busqué ayuda en el único sitio en que la podía encontrar.

TERCERO: ¿De verdad no tenías otra opción?

PACIENTE: Cuando fueron a por mi mujer y a por mi hijo, pensé que tenía que
terminar de una vez por todas.

TERCERO: Entiendo lo que has sufrido, pero no sé si te puedo seguir en esto.

PACIENTE: Mi familia no tenía culpa de nada.

TERCERO: Entiendo hasta dónde te han llevado,

PACIENTE: Un niño necesita un hogar.

TERCERO: pero no sé si yo podría dar ese paso.

103
PACIENTE: Si falla la justicia de los hombres, ¿dónde buscar socorro? ¿Por
qué no dejar que Baba decidiera? Yo sólo le cité allí. La naturaleza hizo
justicia.

PACIENTE: Todos ustedes son insensibles al sufrimiento. Son lo mismo.

MÉDICO: ¿Todos nosotros?¿Cree que todo esto forma parte de una


conspiración?

PACIENTE: Sus preguntas le delatan. Usted no quiere la verdad. “Otorongo no


come otorongo”.

MÉDICO: No entiendo lo que quiere decir.

PACIENTE: Otorongo ¿Sabe que así llaman en Perú al jaguar?

MÉDICO: ¡Olvídese de una vez del jaguar, la pantera o lo que sea ese bicho!

PACIENTE: Otorongo. En Perú lo llaman otorongo. También llaman así a los


políticos corruptos. Por las similitudes.

MÉDICO: ¿Qué similitudes?

PACIENTE: La misma lengua áspera.

TERCERO: La misma habilidad para escabullirse.

PACIENTE: Otorongo no come Otorongo. Es un refrán peruano.

TERCERO: Significa que personas de una misma profesión o institución no se


acusan entre ellas.

PACIENTE: Se protegen, se cuidan unas a otras, se cubren las espaldas.

TERCERO: Debe ser algo universal. En Mexico dicen chucho no come chucho.
Y aquí, “entre bueyes no hay cornadas.”

PACIENTE: Baba me guió, me abrió los ojos.

TERCERO: ¿Eres un asesino? No lo sé.

PACIENTE: Tiene que dejarme salir, Baba me necesita.

MÉDICO: No puedo dejarle salir.

TERCERO: ¿Estás loco o cuerdo? No lo sé.

104
PACIENTE: Ya he contestado a sus preguntas.

MÉDICO: Han sacrificado a Baba.

PACIENTE: ¿Qué?

MÉDICO: Ayer.

PACIENTE: ¿La habéis matado?

MÉDICO: No podían devolverla al zoo sin más.

El PACIENTE se levanta bruscamente.

PACIENTE: ¿Por qué? ¿Por qué lo habéis hecho?

Mira al MÉDICO como si hubiera tomado una oscura determinación.

MÉDICO: Usted dice que está bien. (Pausa) ¿Le parece racional esta
reacción?

TERCERO: Estallar, ¿es un síntoma de lucidez?

Silencio. El PACIENTE lucha por contenerse, finalmente consigue sentarse de


nuevo.

PACIENTE: No voy a seguir su juego. No vas a conseguir que crean que estoy
loco.

TERCERO: ¿Quién está más loco? ¿Un hombre dócil o un hombre violento?
No lo sé.

PACIENTE: Todo esto se sabrá en el juicio, cuando me hagan las preguntas


correctas.

TERCERO (Al MÉDICO): Tú también le entiendes, ¿verdad?

MÉDICO: ¿Ahora sí confía en la justicia de los hombres?

TERCERO: Le entiendes, pero esa llamada pesa.

(El MÉDICO apaga la cámara)

105
MÉDICO: ¿Quiere que haga las preguntas correctas?

TERCERO: Esa voz al otro lado del teléfono hablando del efecto contagio.

MÉDICO: ¿Qué cree que pasará si sigue por este camino? ¿Qué cree que le
pasará a su familia si sigue por este camino? ¿Cómo cree que será la
vida de su hijo?¿Dirán que es el hijo de un asesino? ¿Y su mujer?
¿Cómo cree que será la vida de su mujer? ¿Le darán trabajo a la mujer
de un asesino? ¿No sería mejor que papá estuviera enfermo? ¿Que se
pudiese curar? ¿No sería mejor que esto quedase en un triste
accidente?¿Algo fácil de olvidar?¿Un acto aislado de una persona con
problemas psiquiátricos? Usted ha sufrido, pero ¿cuánto tienen que
sufrir ellos? ¿No sería mejor darles la esperanza de que se va a curar?
¿De que en algún momento se recuperará y podrá volver con ellos,
hacer vida normal?

TERCERO: ¿Por quién haces esto?

MÉDICO: Olvidemos todo lo anterior.

TERCERO: ¿Lo haces por ti?

MÉDICO: Ayúdeme.

TERCERO: ¿Lo haces por él?

MÉDICO: Ayúdese.

TERCERO: ¿Otorongo no come otorongo?

Completemos el cuestionario, por favor.

¿Tiene momentos en los que se siente muy emocionado o irritable? Sí o


No. (Silencio)

¿Sus músculos están tensos o agarrotados? Sí o No. (Silencio)

¿Suele contar objetos, como las baldosas de un suelo, la cantidad de


vallas publicitarias o cualquier otra cosa sin importancia? Sí o No.
(Silencio)

106
¿A veces insiste tanto en algo que los demás acaban perdiendo la
paciencia? Sí o No. (Silencio)

PACIENTE: Encienda la cámara.

El MÉDICO lo hace. (Silencio).

PACIENTE: Estoy ansioso la mayoría de los días. Me siento al límite.

TERCERO: ¿Cuál es el límite de una persona?

PACIENTE: Me despierto por la noche. Experimento sofocos, escalofríos.

TERCERO: ¿Dónde está su punto de no retorno?

PACIENTE: Tengo la boca seca. Temo perder el control, desmayarme,


volverme loco.

TERCERO: ¿Cuánto se puede tensar un ánimo?

PACIENTE: Sufro mareos. Sufro por la tensión y el dolor de mis músculos.


Tengo dificultad para respirar. Me asusto fácilmente. Tengo dificultad para
concentrarme. Para controlar mi ansiedad. Estoy molesto por el hormigueo en
mis manos. Por preocuparme excesivamente. Por estar irritable.

TERCERO: ¿Cuánto se le puede quitar a una persona? ¿Hasta dónde la


puedes arrinconar? ¿Qué hará cuándo la lleves a ese rincón? ¿Llorará? ¿Te
escupirá? ¿Suplicará? ¿Te golpeará? (al médico) ¿qué harías tú? ¿Y yo?
¿Qué haría yo? ¿Y si fuera mi familia la que acosan? (al público) ¿qué harías
tú si ya no tuvieses nada que perder?

107
9. Epílogo
TERCERO 1.- Epílogo.
TERCERO 2.- En el que un profesor de filosofía, cansado de interrogatorios,
responde de una vez por todas a una serie de preguntas.
TERCERO 1.- Las preguntas de una clase de 40 alumnos en la que antes había
20.
TERCERO 2.- ¿Usted lo entiende, profesor? ¿Lo entiende?
TERCERO 1.- Profesor, ¿cómo se llega a hacer una cosa así?
TERCERO 2.- ¿Amaestró el interventor a la pantera?
TERCERO 1.- ¿Existe la justicia natural?
TERCERO 2.- ¿Estamos tan mal? Profesor, díganos que hay alternativas.
TERCERO 1.- ¿En un estado corrupto? ¿Hay alternativas a la venganza, al
crimen y al pillaje?
TERCERO 2.- ¿Qué otras alternativas hay? ¿Dimitir? ¿Irse a otro país?
¿Inventarse otro país? ¿Adelantar las elecciones? ¿Repetirlas?
TERCERO 1.- Profesor, ¿tiene sentido todavía la palabra revolución? ¿Tiene
sentido?
TERCERO 2.- ¿La revolución es también un crimen?
TERCERO 1.- ¿Es verdad eso de que no sabemos limpiarnos más que con
sangre?
TERCERO 2.- El interventor represaliado, qué es ¿un revolucionario? ¿Un
iluminado? ¿Un terrorista?
TERCERO 1.- ¿Por qué en la televisión lo califican de canalla? Profesor, ¿por
qué no habla?
TERCERO 2.- Profesor, ¿Usted qué opina?
TERCERO 1.- Profesor.
TERCERO 2.- ¡Profesor!
TERCERO 1.- ¿Profesor?
EL TERCERO 2.- El Profesor no responde. Lleva muchas noches sin pegar ojo,
desde aquella “charla” con su hijo el pirómano en las dependencias de
comisaría:

108
Tercero 1.- “¿Qué es lo que he hecho mal?”, se pregunta. “¿Cuándo
empezamos a equivocarnos?”
TERCERO 2.- Trata de responder a las preguntas de sus alumnos.
TERCERO 1.- Esos alumnos que deberían preguntarse, ante todo, por el sentido
de estar ahí, delante de un hombre que ya no sabe nada.
TERCERO 2.- Recurre a su memoria, ¿Sócrates quizás? Pero es que él ni
siquiera sabe que no sabe nada, en este momento de su vida no sabe nada de
verdad. Nada de nada.
TERCERO 1.- ¿Ortega? “El hombre, decía Ortega, ha de elegir entre ser filósofo
o sonámbulo. ¡Vamos!, ¿qué preferís ser chicos? ¿Filósofos o sonámbulos?
¿Filósofos o…?”
EL PROFESOR DE FILOSOFÍA.-Un sonámbulo. Es mucho mejor ser un sonámbulo.
(Silencio.)
TERCERO 2.- ¿Un sonámbulo?
EL PROFESOR DE FILOSOFÍA.-Un sonámbulo.
TERCERO 1.-Profesor... ¿Nos va a dar las notas?
EL TERCERO 2.- El profesor no puede olvidar lo que su padre le había contado
de las clases de Tierno, de las clases de Aranguren, el aprobado general de
García Calvo un primer día de clase.
TERCERO 1.- El aprobado general ronda en su cabeza. Los 40 alumnos que
antes era 20 esperan el boletín de notas, ansiosos por comprobar si esta
sociedad les acepta o no les acepta.
EL PROFESOR DE FILOSOFÍA.- Suspenso general.
TERCERO 1.- ¡¿Qué?!
TERCERO 2.- ¿No les acepta?
TERCERO 1.- ¿Suspenso general?
EL PROFESOR DE FILOSOFÍA.-Suspenso general. Pero no os preocupéis. Hoy voy
a contaros toda la verdad. No estudiéis. Mejor no estudiéis. Haced amigos, a
ser posible, cerca de Génova o Ferraz. Acampad allí y no en Sol, porque es en
los pasillos, en las fiestas y en las inauguraciones donde obtendréis
recompensas. Sacaos el carné del partido antes que el de la biblioteca. No
leáis libros, llevan mucho tiempo y pronto se olvidan. No hagáis amigos, haced
amistades. En vez de preparar un examen, engordad la agenda de vuestro
móvil. Preparar un examen ha dejado de ser una inversión. Mentid en los
currículos, retocad con Photoshop, nadie se va a preocupar de comprobarlo.

109
Abre perfiles en las redes, cuelga fotos bonitas, crea una imagen que hable de
ti. Olvidad la Filosofía, ningún filósofo ha llegado a consejero delegado, ni a
presidente, ni a director de nada. No aprendáis ortografía, el ordenador la
corrige mejor que tú. No aprendáis Historia, Wikipedia la conoce mejor que tú.
No aprendáis Matemáticas, el FMI suma mejor que tú. No aprendáis Física o
Química, da igual, todo se va a caer. No eduquéis vuestra mente, tomad
anabolizantes, aumentad vuestras glándulas mamarias. Que no os quite el
sueño qué carrera estudiar, el mundo está lleno de oportunidades. Inventad
amistades con aristócratas, romances con famosas o, ¡mejor aún!, preñad o
dejaos preñar por toreros, futbolistas y cantantes. Cásate con una infanta. Sé
creativo, inventa un escándalo, saldrás en televisión, ganarás mucho dinero.
No caigáis en sentimentalismos. Parados, refugiados, desahuciados son
trampas sentimentales. No quieren tu compasión. Quieren tu dinero. No
ayudéis a nadie. Pensad en vosotros mismos. Si todos nos ayudamos a
nosotros mismos, saldremos adelante. Nadie te necesita más que tú a ti
mismo. Si España no va mejor es por culpa de esos cuatro millones de
desgraciados, cuatro millones de vagos que no tienen el coraje de ponerse a
trabajar. Haz como tus futbolistas favoritos: esconde la pasta, defrauda, solo
los idiotas pagan impuestos. No te preocupes, las crisis son cíclicas, las
amnistías fiscales también. Y lo más importante de todo es que nunca, hagáis
lo que hagáis, nunca os consideréis a vosotros mismos culpables de algo. La
culpa es de vuestros padres, de la guerra, dela clase política, de los bancos o
de Alemania; pero no vuestra. Porque siempre hay alguien que trampea más
que tú, ergo siempre hay alguien a quien podemos culpar. Corred. Bajo ningún
concepto os podéis quedar atrás. Corred, corred y dejad atrás las preguntas.
En el país de los ciegos el tuerto… ha de arrancarse el otro ojo. No prolonguéis
la agonía. Sed valientes. Sin ojos no habrá testigos. Sin testigos no habrá
preguntas. Se acabó.
EL TERCERO 1.-El profesor sale lentamente.
TERCERO 2.- Convencido de que ésta será la última clase de su vida.
EL PROFESOR DE FILOSOFÍA.- ¿O no?
TERCERO 1.-Aunque no quiera, no puede dejar de hacerse preguntas,
preguntas, preguntas…
TERCERO 2.-Preguntas, preguntas, preguntas…
EL PROFESOR DE FILOSOFÍA.-Preguntas, preguntas, preguntas…

110

También podría gustarte