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LO QUE PIDEN A LOS NUEVOS ABOGADOS

Ser un as del derecho no basta: los bufetes exigen a los jóvenes


dotes de persuasión y empatía

Las 'soft skills' han ganado terreno sobre el conocimiento técnico. Las
firmas piden a los aspirantes que sepan comunicarse con claridad y
sean capaces de gestionar altas cargas de trabajo

Las competencias que los profesionales buscan en un candidato.


Por Irene Cortés y Pedro del Rosal - 15/07/2021 - 05:00

La búsqueda y atracción de talento son una de las principales


preocupaciones de los grandes bufetes. La fuerte competitividad en el
sector obliga a los despachos a poner todo tipo de esfuerzo y recursos
en esta labor, llegando incluso a mandar ojeadores a las universidades
para adelantarse y fichar a las jóvenes promesas cuando apenas
empiezan la carrera. Para encontrar a los mejores, las firmas
organizan minuciosos procesos de selección en los que, a través de
diversas pruebas, miden la capacidad de los aspirantes. A todos ellos
se les exige, como norma, un expediente académico brillante y que se
desenvuelvan bien en inglés. Ahora bien, en los últimos años, las
firmas valoran otras cualidades que van más allá del puro
conocimiento técnico, como puede ser habilidades de comunicación,
saber gestionar una gran carga de trabajo y tener iniciativa.

En el informe ‘Universidades y despachos 2021’, elaborado por El


Confidencial, los directores de RRHH de los 15 bufetes principales de
España ponen de manifiesto que las prioridades a la hora de fichar
nuevos abogados han cambiado. En el estudio, que ofrece una
fotografía completa de los centros y universidades donde los
principales bufetes del país buscan a sus futuros letrados, los
responsables coinciden en que las conocidas como habilidades
blandas son ya una cualidad imprescindible, acercándose en
importancia al conocimiento jurídico y a los idiomas.

“Las ‘soft skills’ han pasado a ser tan importantes o incluso más que
las aptitudes técnicas”, afirma Laura Asiain, directora de Capital
Humano de PwC Tax & Legal. Aunque admite que el conocimiento en
derecho sigue siendo esencial, en un entorno como el de la abogacía
de los negocios, cambiante y competitivo, los futuros abogados
necesitan una alta capacidad de adaptación para afrontar los retos
que se les van a presentar. Coincide con esta visión Jorge Pérez,
responsable de Selección y Desarrollo de Carrera en Gómez Acebo &
Pombo, que insiste en que los nuevos profesionales deben desarrollar
competencias que hasta hace pocos años no eran indispensables,
como el liderazgo, destrezas comerciales, la asertividad o la
resiliencia.

Dentro de las ‘soft skills’, los despachos premian especialmente las


habilidades de comunicación. “Es esencial para el abogado saber
escuchar al cliente e interactuar con él”, subraya Lourdes Ramos,
directora de Recursos Humanos en Garrigues. Esta aptitud, junto con
la empatía y el saber trabajar en equipo, es, a su juicio, clave para
desarrollar una carrera profesional de éxito, ya que una gran parte del
trabajo de los letrados consiste en el trato con el cliente y con el resto
de los compañeros. En este sentido, Ramos destaca las dotes de
liderazgo y persuasión.

Erasmus y actividades fuera de la carrera


Otro elemento que las firmas miran con atención en los currículos de
los candidatos es si han vivido alguna experiencia, académica o
laboral, en el extranjero. “Eso demuestra su interés por conocer otras
culturas, idiomas y formas de trabajar”, opina Lucia Jaquotot, 'talent
director' de EY Abogados. Del mismo modo, Loreto de Blas, su
homóloga en Hogan Lovells, confirma que es un elemento
prácticamente indispensable para incorporarse al equipo. “Al ser un
despacho global, lo que más valoramos del estudiante es su perfil
internacional”, razona. Se trata por tanto de un valor añadido para los
despachos no nacionales que, además, revela la inquietud del
estudiante por lanzarse a nuevos retos. Y, por supuesto, revela que el
candidato tiene, 'a priori', un mayor nivel de idiomas, algo que resulta
indispensable para las grandes firmas, que cuentan en su cartera con
clientes procedentes de todo el mundo.

En la misma línea, los bufetes también miran a qué dedica el


candidato su tiempo libre. “Queremos jóvenes apasionados por el
derecho, pero también con inquietudes sociales y solidarias”, expresa
Icíar Rodríguez Inciarte, secretaria general de Uría Menéndez. Coincide
con este extremo Eva Delgado, de Pérez-Llorca, quien confiesa que,
además del expediente y los idiomas, valoran que el estudiante haya
participado en actividades durante la carrera que demuestran
inquietudes culturales, sociales y jurídicas.

Valores de la firma
Otra prioridad de los responsables de selección es buscar perfiles que
se ajusten a la cultura del despacho. Un concepto que puede parecer
abstracto, pero que Núria Martín, directora de Recursos Humanos
de Cuatrecasas, aterriza señalando aptitudes concretas como la
predisposición a aprender, la orientación al trabajo en equipo y la
capacidad de innovar y aportar valor. Para Deloitte Legal, por su parte,
implica ganas de aprender, de afrontar nuevos retos, la generosidad y
el compromiso.

Los bufetes miran a qué dedica el candidato su


tiempo libre y premian las experiencias en el
extranjero y las actividades sociales

 
El encaje de los nuevos abogados con los valores de la firma tiene un
doble efecto positivo. Por un lado, y como explica Laila Frahm, de
DWF-RCD, favorece las nuevas incorporaciones al facilitarles
desarrollar su carrera profesional en la casa. “Muchos de nuestros
socios se han formado en la casa”, recuerda. Y, por el otro, beneficia al
propio bufete porque si el profesional encaja en la plantilla y se siente
a gusto, difícilmente se planteará irse a la competencia.

Más formación en tecnología e idiomas


¿Cómo es la formación en derecho en España? Para empezar, los
directores de RRHH de las grandes firmas coinciden en que los centros
ofrecen en general una base jurídica y técnica muy sólida. Además,
elogian el viraje que se ha producido en la educación en los últimos
años, que ha pasado a ser mucho más práctica y menos teórica,
acercando a los estudiantes al mundo laboral. “Sobre todo, en el
máster de acceso”, apostilla Cristina Prados, de Deloitte Legal. En esta
línea, Estefanía Caballero, de KPMG Abogados, destaca el buen
equilibrio entre profesorado de dedicación exclusiva y profesionales
ejercientes con dedicación restringida, que potencia ese enfoque
práctico a la profesión.

de selección de talento consideran que hay ciertos aspectos que


pueden mejorar. Uno de ellos es la formación en idiomas. “Se debería
reforzar”, comenta Martín, de Cuatrecasas. Y confiesa que, a pesar de
que el nivel de las nuevas generaciones es mejor, tienen dificultades
para incorporar perfiles que puedan trabajar en un entorno
internacional con clientes que no hablen español. Del mismo modo,
echan de menos formación en tecnología aplicada al sector legal
('legaltech') y en derecho aplicado a nuevas materias como energía,
medio ambiente o nuevas tecnologías de la información.

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