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Ensayo de Fuerte de Samaipata

En este ensayo se tiene de objeto de estudio el “Fuerte de Samaipata” que se encuentra

en Santa Cruz – Bolivia, reconocido por la UNESO como Patrimonio de la humanidad en

1998, el objetivo de este ensayo es realizar un estudio de todos los datos recopilados por

los antropólogos y arqueólogos bolivianos, analizar su punto de vista de estudio y realizar

comparación con el pensamiento del “indigenismo boliviano” que en los últimos años se

escuchó bastante en nuestro continente.

Ubicación geográfica: El fuerte de Samaipata se encuentra en el país de Bolivia, en el

departamento de Santa Cruz, a 125 km de la capital a 1950 metros sobre el nivel del mar,

más que un fuerte militar fue un templo construido por la cultura Chané para realizar sus

religiosos, se encontraron pocos rastros de esta cultura ya que fue invadida por los Incas

que provenían del lado del occidente del país de Bolivia.

En el fuerte se puede apreciar ruinas imponentes en el sector más alto de Samaipata, no

se encontraron muchas cosas de valor ya que había sido saqueado por los españoles, pero

si ruinas de lo que pudieron haber sido antiguos templos Incas.

En Samaipata se encontró un templo Inca, según los rastros encontrados se hallaron

armas de ambos lados (Incas y Chanés), hubo una guerra con intención plena de

expandirse hacia el oriente de su territorio; sin embargo, su asentamiento fue corto ya

que fueron invadidos por los guerreros guaraníes, que se expandieron hasta los valles

dominaron durante toda la época pre colonial hasta la llegada de los españoles.
Los Incas estaban en época de apogeo y su estrategia era de expansionismo hacia el

Amazonas, pero no tomaron en cuenta que se encontrarían con una raza guerrera como

los guaraníes, que incluso los españoles les tenían miedo y les llamaban “chiriguanos”.

En este lugar se pueden ver construcciones de diferentes culturas, Chané, Inca, guaraní y

barroca (también se puede la construcción de una casa española en el fuerte), son tres en

total que la disputa principal era expansión territorial.

El gobierno de Bolivia hizo muy poca inversión para conservar este patrimonio en estos

últimos 14 años, sin embargo, la inversión privada y la gobernación intentaron captar la

mayor cantidad de recursos de turismo, incentivando al turista a quedarse en el pueblo de

Samaipata con algunas actividades adicionales, como la ruta de los vinos, el paseo por las

delicias y bajada por la cascada a rapel.

Muy pocos estudios se pudieron hacer, primeramente, por la falta de recursos del

gobierno de Bolivia, y segundo porque es la mezcla de tres culturas de diferentes

orígenes.

Pero existe algo común en ellos que es la expansión mediante la fuerza, algo que no

encaja en el discurso del “líder indígena de los bolivianos” ya que como todo imperio

intenta expandirse mediante la fuerza no importando el daño que se pueda infringir al

enemigo.

El discurso que intentó sin ningún fundamento era pacificador y que los indígenas de

Bolivia eran hermanos y que habían sido oprimidos por el yugo español, sin embargo, en
este fuerte se tiene evidencia clara que ya había un conflicto interno entre los mismos

indígenas y era netamente por expansionismo.

Al ver el total descuido de este patrimonio, los empresarios privados mercantilizaron

totalmente esta zona, convirtiéndola en un lugar para realizar conciertos de diferentes

tipos de ritmos musicales aprovechando la presencia de los turistas, convirtiendo en uno

de los mejores destinos para festejar año nuevo.

Posteriormente no se realizaron más estudios sobre este patrimonio, siguen las mismas

rutas y no se realizaron más estudios sobre las ruinas del fuerte ni de los asentamientos

de los indígenas.

Todo el descuido fue disminuyendo la afluencia de turistas y con un decreto netamente

con fines políticos, se pidió Visa a Bolivia para extranjeros israelís, disminuyó aún más.

Este es un típico caso de descuido de patrimonios, en especial del gobierno boliviano de

Morales, quien se identificó como indígena, pero no hizo nada para darle valor a los

patrimonios del Estado Boliviano.

En conclusión, se puede aseverar que es un caso típico en el que se puede ver que la

gestión y la inversión en patrimonios es importante, primero para dar mayor valor para

que sea atractivo al turista, y luego para que dé un valor agregado al pueblo donde se

encuentran estas ruinas, tampoco existen indicios que se hagan nuevos estudios sobre el

fuerte y los distintos usos que se le daba en la época pre colonial.


Esto es una mala gestión de patrimonios, que llevo a Bolivia a perder el 80% del turismo y

con la pandemia se reportaron hasta números negativos, después de la pandemia

tampoco hay un plan de revalorización.

Entonces Samaipata se convierte en una clara oportunidad para antropólogos ya sea

utilizando una estructura de la sociedad que vivía antes allá o desde el enfoque marxista.

Actualmente no se ven estas deficiencias en nuestro país Colombia, por la buena gestión

de valorización de patrimonios, que en la mayoría de los casos se hicieron los estudios y se

revalorizaron muchos sectores atrayendo a los turistas.

Bibliografías:

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samaipata.html

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https://www.ecured.cu/Fuerte_de_Samaipata_(sitio_arqueol%C3%B3gico_en_Bolivia)

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