Civilización cretense o minoica

Introducción

Los testimonios más antiguos sobre pobladores dedicados a la agricultura en la isla de Creta se
remontan al año 3000 antes de Cristo.
Un milenio más tarde, entre el 1900 y el 1450 a. C., se desarrolló en la isla una cultura a la que los
investigadores denominaron “cretense” o “minoica” , por el nombre del rey Minos, el mítico
fundador de la monarquía cretense.
La situación geográfica de Creta y la riqueza de su suelo proporcionaron a sus habitantes grandes
praderas aptas para el pastoreo y el cultivo de olivos y vides, mesetas con robles y cipreses y un
importante número de playas favorables para la actividad portuaria.

La leyenda del Minotauro

Una leyenda es una narración oral o escrita, con elementos imaginarios que desean ser presentados
como verdaderos o están en relación con elementos verdaderos. Las leyendas más antiguas se
transmitían de manera oral, de generación en generación. Con el paso del tiempo, fueron sufriendo
modificaciones, supresiones, añadidos, hasta que, en algunos casos, se las registró por escrito. La
leyenda del Minotauro, originaria de la antigua cultura minoica de Creta circuló siglos más tarde en
lengua griega y fue conocida por muchos pueblos que habitaron la cuenca del mar Mediterráneo.

Así relató Plutarco, filósofo e historiador griego del siglo I, la leyenda del Minotaruo y de Teseo, su
vencedor y salvador de los jóvenes y doncellas que encerrados en el Laberinto iban a ser
sacrificados a este mítico personaje.

"Vinieron por tercera vez de Creta los que cobraban el tributo... Minos había hecho graves daños a
los habitantes, y, además una fuerza superior había asolado la comarca, viniendo sobre ella
esterilidad y peste... Les ordenó el Oráculo que aplacasen a Minos y se reconciliasen con él, que
con esto se apaciguaría la cólera divina, le enviaron pues mensajeros, y les hicieron ruegos...
Pactaron que por nueve años le enviarían en tributo siete mancebos y otras tantas doncellas.
Llegados a Creta estos jóvenes, eran en el Laberinto despedazados por el Minotauro, también
dicen las fábulas trágicas, que perdidos, y no pudiendo acertar con la salida, allí perecían, y que el
Minotauro había nacido de toro y hombre, con mezclados miembros.
Los cretenses dicen que el Laberinto era una fortaleza, sin tener otra cosa de malo que el no poder
los presos huir de ella, y como Minos celebrase combates solemnes a los vencedores les entregaba
por premio a aquellos jóvenes.
Minos eligió a Teseo, siendo lo convenido que los atenienses darían la nave, y que muerto el
Minotauro cesaría la pena... Dio el padre a Teseo una vela blanca, previniéndole que al regreso, si
volvía salvo, la enarbolase, y, si no, navegase con la negra como indicio de su desgracia...
Arribado a Creta, recibiendo de Ariadna, que de él se enamoró, el hilo; e instruido de cómo se
podía salir de los rodeos del Laberinto, dio muerte al Minotauro, regresó trayendo consigo a
Ariadna y a los mancebos, y desfondó las naves cretenses para impedir les persiguiesen... Se le
olvidó a Teseo enarbolar la vela blanca con que habían de anunciar a Egeo que tornaban salvos,
por lo que desesperanzado éste se arrojó desde un precipicio y acabó consigo…”

Fuente: Plutarco. “Teseo” . En: Labraga, O. y Viera de Iturria, S. Prehistoria, Oriente y Grecia.
1971.

Actividad

Luego de leer el texto responder a las siguientes preguntas:

1) ¿Quién gobernaba la isla de Creta?

2) ¿Qué pago exigía Minos como tributo?
3) ¿Quién vivía en el laberinto? ¿Qué aspecto físico tenía?
4) ¿Cómo se resuelve el conflicto entre atenienses y cretenses?