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Reflej os, clonus y sincinesias

Reflejos En su forma más simple, el arco reflejo está integrado


por: a) una rama aferente constituida por el receptor peri­
La unidad fisiológica del sistema nervioso está férico del estímulo y la neurona sensitiva, cuyo cuerpo es­
constituida por el reflejo. En efecto, si el sistema ner­ tá situado en el ganglio anexo a la raíz dorsal, y cuyas pro­
vioso está integrado anatómicamente por neuronas, longaciones periférica y central hacen llegar el estímulo al
su funcionamiento está asegurado por los reflejos. El sistema nervioso central; b) una rama eferente constituida
reflejo se define como la respuesta motriz, secretoria por la neurona motriz o secretoria, cuyas prolongaciones
o nutritiva, independiente de la voluntad, provocada cilindroaxiles conducen los impulsos desde el sistema ner­
inmediatamente por la aplicación de un estímulo ade­ vioso central a un órgano efector, músculo o glándula; c) un
cuado, pudiendo ser o no consciente. Si se deja caer centro integrador, situado en la sustancia gris del sistema
una gota de solución ácida sobre la piel de la pata de nervioso central, constituido por la prolongación central de
una rana decapitada, la pata hace un movimiento de la neurona aferente y su sinapsis con el cuerpo celular de
retracción; si se percute el tendón rotuliano de un pa­ la neurona eferente, situada en el asta anterior medular.
ciente se produce la contracción del cuadríceps y la Por lo general, en el hombre las ramas aferente y eferente
pierna hace un movimiento de extensión (reflejo pate­ del arco reflejo no hacen sinapsis sino por medio de una o
lar o rotuliano); la llegada de un alimento al estómago más neuronas llamadas internunciales, intercalares o de
provoca la secreción de jugo gástrico; si a una perso­ conexión. Estas neuronas tendrían la capacidad de mode­
na se le pincha un dedo lo retira rápidamente. En to­ rar la intensidad de los influjos que la atraviesan, al decir
dos estos casos hay una respuesta inmediata, motriz de Lhermitte "como una especie de esbozo de cerebro ele­
o secretoria a distintos estímulos (mecánicos, quími­ mental".
cos, dolorosos), independiente de la voluntad (rana
decapitada), que puede ser consciente o no (el sujeto Caracteres fisiológicos de los reflejos. En un re­
al que se le pinchó el dedo tiene conciencia de que lo flejo se distinguen cuatro fases: la recepción del estí­
retiró; en cambro, no hay conciencia de que la llegada mulo, su conducción, las sinapsis del centro y la res­
de alimento provoque secreción de jugo gástrico). puesta.
El término reflejo se debe a Astruc, quien lo com­ El estímulo que provoca el reflejo actúa sobre los
paró con el haz luminoso que recogido sobre un espe­ receptores periféricos conectados con las fibras ner­
jo se refleja en él y se proyecta en otra dirección. Una viosas aferentes. Estos receptores periféricos están
característica de los actos reflejos es efectuarse de altamente especializados para responder con más
modo que parecen responder a un fin determinado, efectividad a un determinado tipo de estímulo. Para
coordinándose y adecuándose la respuesta en vista cada reflejo hay entonces un estímulo específico.
de ese fin: excitando la región sacra de una rana la Por otra parte, existe una relación de especificidad
pata hace un movimiento como para apartar el estí­ entre la respuesta que se obtiene y la naturaleza del
mulo, pero si esta pata se secciona, la pata contraria estímulo que la provoca, o sea que para un mismo es­
efectúa el mismo movimiento. tímulo la respuesta es siempre la misma. Por la espe­
cificidad del receptor periférico, es más fácil obtener el
Anatómicamente, el reflejo exige, para producirse, vías reflejo estimulando el receptor que el tronco de la ra­
aferentes que conduzcan el estimulo, un centro al que lle­ ma aferente.
gue éste y que elabore la respuesta y vías eferentes, por las Además, el estímulo debe alcanzar cierta intensi­
que el centro estimulado alcance el órgano ejecutor de la dad para provocar un reflejo, de manera que existe un
respuesta (fig. 1-12). Esto constituye el arco reflejo. Una in­ umbral por debajo del cual el reflejo no se produce.
terrupción en cualquiera de estos puntos del arco reflejo im­ Pero si un estímulo que aisladamente es ineficaz, se
pide su obtención. repite en rápidas sucesiones, se obtiene entonces el

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214 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

reflejo (fenómenos de suma). El umbral puede variar, bir un reflejo: inhibición volitiva, como ocurre con cier­
es decir, no es fijo para un mismo reflejo, por fenóme­ tos reflejos vinculados a las emociones, como los
nos como la facilitación. gritos o el llanto. Finalmente un reflejo puede, a su
Entre el momento en que se aplica el estímulo y el vez, ser inhibido por otro reflejo: inhibición refleja. Así,
momento en que se obtiene la respuesta transcurre lo por ejemplo, si a un perro al que se le ha provocado
que se denomina un período o tiempo de latencia, que el reflejo del rascado, en el mismo momento se le pe­
depende del tiempo que emplea el impulso generado llizca la cola, el reflejo se detiene.
por el estímulo en atravesar las distintas sinapsis del La inhibición tiene en general, como la facilitación,
arco reflejo. Cuanto más complicado sea éste, es de­ un importante papel en las acciones del sistema ner­
cir, cuantas más neuronas y sinapsis haya que atrave­ vioso, pudiendo decirse que, en suma, éstas no son
sar, más largo será el tiempo de latencia. Este dismi­ sino el resultado de un conglomerado de fenómenos
nuye si se aumenta la intensidad del estímulo. Para facilitatorios e inhibitorios. La anoxia y ciertos fárma­
algunos reflejos alcanza a ser de décimas de segun­ cos, como los anestésicos, atenúan o suprimen los re­
do. De los reflejos del hombre, los de tiempo de laten­ flejos.
cia más breve son el córneo y el patelar. La respuesta, en los actos reflejos, no suele guar­
Inmediatamente después de producido un reflejo dar relación cuantitativa con los estímulos. Para cada
existe un breve período durante el cual, si se aplica un reflejo, el ritmo de la respuesta es propio y no depen­
estímulo adecuado, no se obtiene respuesta: es el pe­ de estrictamente del ritmo de la estimulación. Con
ríodo refractario. El período refractario de los reflejos diez o doce estímulos pueden obtenerse no más de
puede ser relativamente largo, de centésimas y aun siete u ocho respuestas. Además es posible que la
de décimas de segundo. respuesta dure más tiempo que el estímulo y que ce­
Se ha señalado antes que estímulos que aislada­ sado éste aún continúe obteniéndosela (descarga
mente no tienen suficiente intensidad para provocar prolongada).
un reflejo, pueden hacerlo si se repiten, o sea que Si se estimulan directamente las fibras de un ner­
los estímulos parecen sumarse. De igual modo si se vio, el período latente es más breve, no existe descar­
hacen actuar dos estímulos subliminales (que no al­ ga prolongada, el ritmo de la respuesta es análogo al
canzan el umbral), aplicándolos uno junto a otro se de la estimulación, el umbral es fij o, es difícil obtener
puede obtener un reflejo: es la denominada induc­ fatiga, el período refractario es más breve y hay me­
ción simultánea o suma espacial. Lo mismo se ob­ nos susceptibilidad a la falta de oxígeno.
serva si en lugar de aplicarlos al mismo tiempo son Clasificación de los reflejos. Longet clasificó a
aplicados sucesivamente, pero en puntos distintos los reflejos, según que sus vías pertenecieran al siste­
de la misma área receptora: inducción sucesiva o ma cerebroespinal o al autónomo, en esta forma:
suma temporal.
Vinculado a estos fenómenos se encuentra otro - Reflejos cerebroespinales. Tanto la vía aferente como la
muy importante: la facilitación, dinamogenia o "bah­ eferente del reflejo están constituidas por nervios del sis­
nung". Logrado un reflejo, se observa que cada vez se tema cerebroespinal. A este grupo pertenecen los refle­
lo va obteniendo con más facilidad, o sea que la res­ jos osteotendinosos, de la deglución, estornudo, tos,
puesta al mismo estímulo es cada vez más intensa. parpadeo y otros.
La facilitación puede depender de la actividad de los Reflejos vegetativos. Tanto la vía aferente como la efe­
centros o de la estimulación periférica. Es un fenóme­ rente están constituidas por fibras y nervios autónomos.
no muy general en las funciones del sistema nervioso. Corresponden a este grupo los numerosos reflejos vis­
Explica el hábito y el aprendizaje: un acto que se repi­ cerales.
te se realiza cada vez con menor dificultad. Reflejos mixtos. Una vía pertenece al sistema cere­
Pero en oposición a la facilitación hay otro hecho, broespinal y la otra al vegetativo. Hay dos subgrupos:
también muy general en las funciones del sistema Vía aferente cerebroespinal y vía eferente vegetati­
nervioso: la inhibición. Los reflejos normales pueden va. Pertenecen a este subgrupo reflejos como los va­
ser atenuados o suprimidos por inhibición. La inhibi­ somotores de la piel y de la erección.
ción puede deberse a la actividad de centros que se Vía aferente vegetativa y vía eferente cerebroespi­
hallan colocados por encima del centro del reflejo: es nal. Pertenecen a este subgrupo reflejos como los
la inhibición central. La vía piramidal ejerce normal­ respiratorios y el del vómito.
mente sobre los centros reflejos medulares y bulbo­
protuberanciales una inhibición que se revela porque La clasificación fisiológica de Sherrington divide los
cuando ella se lesiona los reflejos se exaltan. Ade­ reflejos en exteroceptivos e interoceptivos, y estos úl­
más, la voluntád puede, dentro de ciertos límites, inhi- timos en vlsceroceptivos y propioceptivos.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 215

Reflejos exteroceptivos. Se originan en un estímu­ en cualquier parte del cuerpo situada por debajo del
lo que actúa sobre la superficie externa del cuerpo nivel de la lesión medular y se compone de las si­
(piel, ojos, oídos, etc.) Corresponden a este grupo los guientes reacciones: 1 ª , flexión intensa de los miem­
reflejos osteotendinosos y cutáneos. bros inferiores; 2ª , sudoración; 3ª , evacuación de la
Reflejos visceroceptivos. Se originan en las vísce­ vejiga y del recio. Los reflejos de extensión, salvo el
ras. Resultan en efectos secretorios y motores sobre rotuliano, tardan en reaparecer.
el músculo liso visceral. Son propios del sistema ner­ Exploración de los reflejos. A continuación se es­
vioso autónomo e inconscientes, como la llegada de tudiarán los reflejos cuya exploración tiene valor en
alimento al estómago que provoca motilidad de su neurología. Se distinguen cuatro grupos:
pared, cambios circulatorios y secreción de jugo gás­ - Reflejos profundos u osleotendinosos.
trico. - Reflejos superficiales o cutáneos y mucosos.
Reflejos propioceptivos. Se originan en estímulos inter­ - Reflejos de automatismo medular.
nos provenientes de músculos y tendones esqueléticos, - Reflejos de postura o tónicos.
huesos, articulaciones, aparato vestibular. Comprenden el
gran grupo de los reflejos de postura y tónicos, del equili­ Reflejos profundos u osteotendinosos
brio, de la marcha (véanse capítulos correspondientes) y
el de los reflejos de automatismo medular. Se designa reflejo profundo u osteotendinoso a la
Localización de los reflejos. Cada reflejo da origen a contracción muscular involuntaria, inmediata y breve
una reacción que tiene lugar en un sitio determinado, que se produce al percutir un tendón o un hueso en
siempre el mismo: la respuesta del reflejo patelar es siem­ un punto determinado. Estos reflejos pertenecen al
pre la contracción del cuadríceps del lado estimulado. grupo de reflejos espinales de Jendrassik, caracteri­
El centro integrador del reflejo tiene a su vez una to­ zados porque sólo interviene la médula en su produc­
pografía determinada en los distintos segmentos med,u­ ción, siendo reflejos de carácter elemental, es decir,
lares, lo que confiere a los reflejos valor localizador. En constituidos por un arco simple. Estos reflejos son
el caso del reflejo patelar, su centro se halla en los seg­ miotáticos o de estiramiento, en los que el estímulo
mentos medulares lumbares tercero y cuarto (L3-L4}. provoca una distensión súbita y brusca de sus recep­
Una lesión que comprometa este nivel medular o sus tores (huso neuromuscular) originando, a su vez, la
vías aferentes o eferentes resultará en la abolición del brusca y breve elongación y contracción de las fibras
reflejo patelar. musculares. La contracción sólo se produce cuando el
La médula espinal es el sector reflejo por excelen­ músculo conserva su tono, el que es asegurado por
cia del neuroeje. En- la sustancia gris espinal y su con­ vía refleja. Los reflejos profundos son por lo tanto ín­
tinuidad en los núcleos grises bulboprotuberanciales, dice de la integridad del arco reflejo.
se encuentran los centros de los reflejos profundos y Los reflejos profundos u osteolendinosos se llaman
superficiales, como también centros reflejos de la vida también miotáticos o de estiramiento. Algunos autores
vegetativa como el anal y el vesical. han cuestionado la designación de reflejos osteoíen­
Las experiencias en animales y las observadones dinosos, porque sugiere la noción de que el receptor
anatomoclínicas han demostrado la importancia que, de los reflejos estaría localizado en los huesos o ten­
como centro reflejo y automático, tiene la médula es­ dones. Dado que su mecanismo es la elongación o
pinal. Si se secciona transversalmente la médula, se estiramiento muscular, consideran preferible la deno­
producirá primero una inhibición funcional de los seg­ minación de reflejos miotáticos.
mentos distales o caudales al nivel de la sección: pa­ Para examinar los reflejos es indispensable una
rálisis fláccida, vasodilalación intensa, hipotensión ar­ buena técnica semiológica. El enfermo debe hallarse
terial, incontinencia y ausencia de reflejos. Pasada distendido y con los músculos relajados. Para ello el
esta etapa denominada de shock espinal, los esfínte­ ambiente debe ser confortable, y el paciente estar en
res se hacen continentes, se recupera parte del tono posición cómoda. La percusión se hace con el marti­
muscular perdido y, al liberarse la médula de sus co­ llo de reflejos tipo Déjerine o Traube (fig. 9-1). El gol­
nexiones superiores, aparecen ciertos reflejos que pe, que debe ser breve y brusco, se efectuará en el
normalmente no existen: los reflejos de automatismo tendón elegido, ya sea directamente o bien sobre un
medular. Uno de los primeros en aparecer es el refle­ dedo del examinador apoyado en aquél.
jo de flexión: el animal retira la pala que se le estimu­
la. La recuperación y exaltación de la actividad refleja Reflejos profundos de los miembros inferiores
se revela en el mass-reflex o reflejo de conjunto, que
no es más que una exageración del reflejo de flexión. Reflejo rotuliano o patelar. Corresponde a los
El mass-reflex se provoca por un pellizco o pinchazo segmentos lumbares 3 º y 4º (L3-L4).

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216 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

tendón rotuliano (fig. 9-3). Si el pie está apoyado so­


bre el suelo por su punta, y se produce el reflejo pate­
lar percutiendo el tendón rotuliano, la maniobra efec­

r
tuada se denomina de Buzzard.

Reflejo del aductor mayor. Percutiendo el tendón del


gran aductor a nivel del tubérculo del mismo nombre, se
11 produce la aducción del muslo.
Reflejo contralateral de los aductores (Pierre Marie­
Mac Cormack). Si al percutir el tendón rotuliano se contraen
los aductores del lado opuesto, se obtiene el reflejo contra­
lateral de los aductores. Para obtenerlo es conveniente co­
Fig. 9-1. Martillo de Traube (arriba) y de Déjerine (abajo) para locar el miembro explorado (el derecho para el izquierdo y
la exploración de reflejos. viceversa) en ligera flexión de la pierna sobre el muslo y to­
do en ligera abducción. El reflejo puede observarse en au­
Técnica. 1 ª manera. Enfermo en cama. Se levanta sencia del patelar.
ligeramente el miembro con una mano colocada deba­
jo dél hueco poplíteo, obteniéndose así una leve fle­ Reflejo aquiliano. Su centro está en el primer seg­
xión de la pierna sobre el muslo. Se percute el tendón mento sacro (S1).
rotuliano. Respuesta: extensión de la pierna (fig, 9-2). Técnica. Existen cuatro maneras distintas. 1 ª ma­
2ª manera. Paciente sentado con las piernas col­ nera. En el enfermo que se puede sentar. Miembros
gando o cruzadas. Se percute directamente sobre el colgados del borde de la camilla; en forma leve se ex-

Fig. 9-2. Reflejo patelar.

Fig. 9-3. Reflejo patelar.

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9, REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 217

Fig, 9-4. Reflejo aquiliano.

tiende o flexiona dorsalmente el pie con una mano, cuando los reflejos osteotendinosos, sobre todo el ro­
elongando de este modo el tendón aquiliano, y se per­ tuliano, no se obtienen. Se le dice al enfermo que en­
cute el tendón de Aquiles, cuidando de no hacerlo en ganche los dedos de su mano izquierda formando ga­
el calcáneo. Respuesta: flexión del pie. rra hacia abajo en el hueco que constituyen los dedos
2ª manera. Enfermo puesto de rodillas sobre la ca­ de la mano derecha formando garra hacia arriba, y
milla o silla, pies fuera del borde. Se empuja ligera­ que luego trate de tirar como si quisiera probar cuál
mente hacia adelante la planta del pie (extensión) y se mano tiene más fuerza. Mientras el paciente tira con
percute el tendón de Aquiles. Otra técnica es la si­ fuerza de sus manos se percute el tendón. A menudo,
guiente: enfermo en decúbito ventral. Se flexiona la se obtiene así el reflejo que antes no se lograba.
pierna sobre el muslo a 90°, se lleva el pie en ligera Otras maniobras destinadas a distraer al enfermo con
extensión o flexión dorsal y se percute el tendón (fig. la finalidad de obtener una relajación muscular adecuada
9-4). Respuesta: flexión del pie. son: a) hacerle contar de cinco en cinco; b) señalarle que
3ª manera. Enfermo en decúbito dorsal. Se coloca describa algún detalle del techo (Kriinig); c) que se sujete
pasivamente el pie del miembro inferior a explorar, so­ fuertemente a uno de los barrotes de la cama o al respal­
bre el opuesto, descansando sobre su maléolo; con do de la silla o al brazo izquierdo del observador (Leufen­
una mano se toma la planta del pie y se lo extiende li­ hauer); d) comprimir un dinamómetro y ordenarle en un
geramente; se percute el tendón (fig. 9-5). Respuesta: momento dado, que lea la cifra alcanzada (Mann); e) es­
flexión del pie. trechar fuertemente la mano del enfermo e invitarlo a que
4 ª manera. Enfermo en decúbito dorsal. Se apo­ haga lo mismo (Marañón). También en estos casos, en el
ya la mano en la parte anterior de la planta provo­ momento en que el paciente cumple estas órdenes se
cando una ligera extensión del pie, y se la percute percute el tendón del reflejo que se busca.
con el martillo. Esta manera suele ser efectiva cuan­
do no se puede obtener el reflejo con las anteriores, Reflejo tibiofemoral posterior (Guíl/ain y Barré). Percu­
particularmente en los ancianos. Respuesta: flexión tiendo, estando el miembro inferior con la pierna en ligera fle­
del pie. xión sobre el muslo, los tendones del semitendinoso y semi­
Maniobra de Jendrassik (fig. 9-6). Se la utiliza con membranoso en su entrada en la gotera del platillo tibia!,
el objeto de conseguir una mayor relajación muscular dichos músculos se contraen. Si en la misma posición se

Fig. 9-5. Reflejo aquiliano. Fig. 9-6. Maniobra de Jendrassik.

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218 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

percute la extremidad superior del peroné, se produce la Reflejo bicipital. Con el antebrazo del paciente
contracción del bíceps crural (reflejo peroneofemoral poste­ descansando sobre el del médico, cuya mano toma el
rior de Guillain y Barré). codo, y percutiendo el tendón del bíceps en el pliegue,
Reflejo perióstico tibia!. Se percute la cara interna de se obtiene la flexión del antebrazo sobre el brazo. Es­
la libia. Respuesta: rotación y aducción del miembro. te reflejo tiene su centro en C5 (fig. 9-9). Una variante
para su obtención es la técnica de Wartenberg, quien
Reflejos profundos de los miembros percute sobre la falange distal del dedo pulgar coloca­
superiores do sobre el tendón del bíceps.
Reflejos tricipital y olecraneano. Se toma el
Reflejo estilorradial. Para producir este reflejo se brazo con una mano a nivel del codo y se deja caer
coloca el miembro superior con el antebrazo en fle­ el antebrazo en ángulo recto con el brazo. Se percu­
xión sobre el brazo, de manera que descanse por el te el tendón del tríceps, cuidando de no percutir el
borde cubital del antebrazo sobre la palma de la ma­ olécranon (fig. 9-1 0). Si el paciente está acostado,
no del médico que, entonces, percute la apófisis esti­ se flexiona el antebrazo en ángulo recto con el bra­
loides del radio. Respuesta principal: flexión del ante­ zo, sujetando la muñeca y percutiendo. Respuesta:
brazo. Respuestas accesorias: ligera supinación y extensión del antebrazo sobre el brazo (reflejo trici­
flexión de los dedos. Su centro está en el 6º segmen­ pital, C7). Si se percute el olécranon la respuesta es
to cervical (C6) (fig. 9-7). la flexión del antebrazo sobre el brazo (reflejo ole­
Reflejo cubitopronador. Con el miembro superior craneano, C5).
en la misma posición se percute la apófisis estiloides
del cúbito. Respuesta: pronación del antebrazo con li­ Reflejo del pectoral mayor. Percutiendo la masa del
gera aducción. El centro de este reflejo se halla en CB pectoral mayor se produce la aducción del brazo.
(fig. 9-8). Este reflejo no es reconocido por las escue­ Reflejo epicondileo. Flexión del antebrazo y de los de­
las anglosajonas de neurología. dos con ligera supinación, percutiendo el epicóndilo.
Reflejo flexor de los dedos. Colocando el ante­ Reflejo carpometacárpico (Bechterew). Flexión de los
brazo en supinación, descansando por el dorso de la dedos percutiendo el dorso del carpo.
mano sobre la palma del médico, se percuten los ten­ Reflejo del pisiforme. La presión sobre el pisiforme
dones flexores. Respuesta: flexión de los dedos. Este produce la contracción del cutáneo palmar en la eminencia
reflejo tiene su centro en C7 yCB. hipotenar, originando pliegues en la piel.

Flg. 9-7. Reflejo estilorradial. Fig. 9-9. Reflejo bicipital.

Fig. 9-8. Reflejo cubitopronador. Fig. 9-1 O. Reflejo lricipital.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 219

Reflejos profundos del tronco Regís/ro gráfico y electromiográfico de los reflejos


profundos. Por medio de un dispositivo adecuado es
Reflejo medio pubiano (Guíl/aín y Alajouaníne). posible registrar gráficamente los reflejos profundos u
Se debe colocar al enfermo con los muslos separados osteotendinosos, observándose entonces los diferen­
y las piernas algo flexionadas. Se percute entonces tes tiempos del reflejo. El trazado se compone de: 1 º ,
sobre la sínfisis pubiana. La respuesta es doble: una una pequeña oscilación que traduce la percusión del
superior consistente en la contracción de los múscu­ hueso o tendón; 2º , a la pequeña oscilación sigue una
los abdominales y otra inferior consistente en la apro­ oscilación brúsca e intensa, que constituye el compo­
ximación de los dos muslos por la contracción de los nen/e clónico de la respuesta muscular; entre esta os­
aductores de ambos miembros. A veces se produce la cilación y la pequeña existe un espacio muerto de du­
contracción del pectoral mayor, lo que es signo de hi­ ración muy breve (período latente); 3º , a la segunda
perreflexia profunda. El centro corresponde a los seg­ oscilación sigue una oscilaeión amplia, que se va ate­
mentos comprendidos entre el 1 0º dorsal (D10) y 1 º nuando progresivamente: es el componente tónico de
o 2º lumbar (L 1-L2). la respuesta (fig. 9-13).

Reflejos abdominales profundos. Se coloca la mano


en forma paralela a la pared abdominal; se flexionarán los
dedos entre la primera y segunda falange, apoyando el ex­
tremo de los mismos sobre el borde externo del recto ante­
rior. Se percute a nivel del sitio de flexión de las falanges,
produciéndose la contracción de los músculos abdominales
y la desviación del ombligo hacia el lado estimulado. Puede
ser apenas visible en personas normales.
Reflejo medíoesternal (Guillain y Alajouanine). Percu­
tiendo la parte media del cuerpo del esternón se produce la
contracción de los dos pectorales, y en algunas ocasiones
también la de los músculos de la pared abdominal. Fig. 9-11. Reflejo maseterino.

Reflejos profundos de la cabeza

Reflejo nasopalpebral (Guíllain). La percusión de


la piel de la región frontal sobre la línea media entre
ambas arcadas superciliares, habiendo previamente
el paciente entrecerrado suavemente los ojos, produ­
ce la contracción del orbicular de los párpados de am­
bos lados. La vía del reflejo es trigeminofacial. Su cen�
tro está, pues, en la protuberancia.
Reflejo superciliar (Mac Carthy). Percutiendo la
arcada superciliar, estando el enfermo con los párpa­ Fig. 9-12. Reflejo maseterino.
dos entornados, se produce la contracción del orbicu­
lar de los párpados del mismo lado. Vía trigeminofa­
cial y centro de integración protuberancia!.
Reflejo maseterino. Enfermo con la boca entre­
abierta (figs. 9-11 y 9-12); se percute con el martillo
directamente el mentón o se coloca el pulgar de la
mano izquierda transversalmente sobre el mismo
mentón, bien apoyado contra la mandíbula, y se per­
cute sobre él en dirección descendente. También se
puede introducir una cuchara en la boca, apoyar su Fíg. 9-13. Electromiograma de un reflejo rotuliano normal. a,
mango en la arcada dentaria y percutir sobre dicho oscilación correspondiente a la sacudida percutoria; b, dos
mango. La respuesta es la elevación de la mandíbu­ ondas rápidas correspondientes al componente clónico de la
respuesta. Entre a y b, tiempo latente (muy breve); e, d, e, onda
la. La vía del reflejo es trigeminotrigeminal con centro amplia, con calda lenta y progresiva, correspondiente al compo­
en la protuberancia. nente tónico de la respuesta.

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220 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

Reflejos superficiales o cutáneos y mucosos Reflejos superficiales de la cabeza

Estos reflejos se exploran a continuación de los pro­ Reflejos córneo y conjuntiva!. Paciente en posi­
fundos. El estímulo de una región determinada del tegu­ ción de mirada lateral extrema. El estímulo de la cór­
mento o de la mucosa provoca la contracción refleja de nea o de la conjuntiva bulbar del sector temporal del
un músculo o grupo muscular subyacente. Jendrassik ojo, dirigido hacia adentro, con un pequeño trozo de
los ubicaba en el grupo de los "reflejos cerebrales", es algodón, provoca la contracción del orbicular de los
decir de reflejos complejos cuyo centro no está en la mé­ párpados. La vía de estos reflejos es trigeminofacial y
dula sino en el encéfalo. Apoyaba esta hipótesis el pe­ el centro de integración protuberancia!.
ríodo de latencia largo de estos reflejos y su abolición o
disminución en la hemiplejía. Sin embargo, las observa­ Reflejo nasal o estornutatorio. Se estimulan las fosas
ciones durante la guerra de 1914-1918 de casos de sec­ nasales con una gasa o algodón. Se provoca estornudo
ción medular mostrando su conservación por debajo del acompañado de lagrimeo. Se puede también provocar con
nivel de la lesión, probaban su origen espinal. estímulos químicos.
Sahli sugirió una hipótesis integradora de estos
conceptos: los reflejos superficiales, considerados por Reflejo faríngeo o nauseoso. Estimulando con un
Jend.rassik como cerebrales, son en realidad cerebro­ bajalenguas la pared posterior de la faringe, se obser­
nucleares o cerebromedulares y poseen dos arcos o va su contracción y náuseas. Su arco reflejo se inte­
circuitos: uno inferior, corto, con centro de integración gra con los pares craneanos glosofaríngeo (IX) y va­
en la médula o en los núcleos grises bulboprotuberan­ go (X) (nivel bulbar).
ciales, y otro superior, largo, con centro en el cerebro. Reflejo velopalatino. Excitando el borde libre del
En circunstancias normales, para que el reflejo tenga paladar blando con un bajalenguas, se observa su
lugar, es necesaria la estimulación del arco cerebral, elevación que normalmente es uniforme, con conser­
el que, a su vez, estimula al arco medular, producién­ vación de la posición mediana de la úvula. Suele de­
dose entonces el reflejo. El efecto del arco cerebral sencadenarse también respuesta nauseosa con esta
sobre el medular se ejercería probablemente por la maniobra. Su arco reflejo se integra con los mismos·
vía piramidal. Es por ello que en la hemiplejía capsu­ pares craneanos que el faríngeo.
lar, al interrumpirse la vía de asociación del arco supe­
rior con el inferior, los reflejos cutáneos dejan de pro­ Reflejos superficiales del tronco
ducirse en el lado paralizado. Siguiendo esta hipótesis,
si se produce una sección medular el arco cerebral Reflejos cutáneos abdominales. Se estimula la
queda también interrumpido y los reflejos cutáneos piel del abdomen, desde afuera hacia adentro, con
deberían desaparecer, pero esto no es lo que sucede. un escarbadientes, la uña o el mango del martillo de
Para explicar esta contradicción, Sahli arguye que la reflejos, en forma perpendicular a la línea media, en.
lesión transversal impide el flujo de estímulos sensiti­ la región supraumbilical, umbilical e infraumbilical.
vos a través de la médula y que éstos se suman has­ La respuesta consiste en una desviación del ombligo
ta alcanzar el umbral de descarga refleja, siguiendo la hacia el lado estimulado (fig. 9-14). Los reflejos se
dirección del arco reflejo inferior. De este modo, los re­ llaman abdominal superior, medio e inferior, o epi­
flejos que normalmente siguen un trayecto cerebroes­ gástrico , umbilical e hipogástrico, respectivamente.
pinal son ahora puramente espinales. Corresponden: el superior a D7, el medio a D9 y el
Exploración de los reflejos superficiales. El exa­ inferior a D11 .
men se realiza en general con el mismo cuidado indi­
cado para los reflejos profundos. Se utiliza, para esti­ Reflejos superficiales de los miembros
mular la piel o la mucosa, la uña o yema del dedo, un inferiores
lápiz, un escarbadientes o el mango del martillo de re­
flejos, ejerciendo mayor o menor presión, rozando, Reflejo cremasteriano y reflejo homólogo en la
friccionando o pellizcando. Conviene emplear estos mujer. Excitando en el hombre la cara interna del
estímulos diversos, pues cuando la excitabilidad refle­ muslo, en su parte superior, ya sea deslizando un es­
ja está disminuida, no es raro que sólo uno u otro de carbadientes desde abajo hacia arriba o comprimien­
tales procedimientos permita obtener el reflejo. En do la masa de los aductores, se contrae el cremáster
ciertos casos, para lograr la respuesta, el estímulo tie­ del mismo lado (elevación del testículo y contracción
ne que actuar un tiempo más prolongado o repetida­ del oblicuo mayor). Debe cuidarse de no tomar como
mente: la respuesta se debe, entonces, a los fenóme­ reflejo las contracciones del darlos. Con esta misma
nos fisiológicos de facilitación o suma de estímulos. técnica se observa en la mujer la contracción del obli-

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCJNESIAS 221

Fig. 9-15. Zonas de excitación en la planta del pie para buscar


el reflejo plantar.

Fig. 9-14. Reflejos cutáneos abdominales.

cuo mayor (reflejo de Geigel). Estos reflejos tienen su Fig. 9-16. Reflejo plantar normal.
centro en L 1 y L2.

Reflejo del tríceps sural (Redlich). a) La excitación por


frotamiento de la piel de la pantorrilla produce la contracción
del tríceps (gemelos y sóleo) y la extensión del pie.
b) El frotamiento de la piel de la cara interna del muslo
produce la contracción del tríceps y algunas veces del se­
mitendinoso y semimembranoso.

Reflejo plantar, signo de Babinski y sus suce­


dáneos, El estímulo de la planta del pie con un escar­
badientes, una llave, un lápiz o una uña, rascando su Fig. 9-17, Signo de Babinski.
lado externo desde el talón hacia el metatarso, y lue­
go siguiendo éste hasta su borde interno, con l igera o
moderada presión (fig. 9-15), provoca la flexión de los La búsqueda del signo de Babinski requiere cierta
dedos (fig. 9-16): es el reflejo plantar. El mismo tiene minuciosidad. Dada su importancia es necesario pro­
su centro en S1 y S2. ceder con método y paciencia antes de afirmar o ne­
Pero en ciertas condiciones, en lugar de producir­ gar su presencia.
se flexión, se produce extensión del dedo gordo, y a La misma respuesta (extensión del dedo gordo)
veces aperlura en abanico de los dedos restantes. Es­ puede obtenerse mediante otras maniobras que se
te fenómeno constituye el denominado signo de Ba­ describen a continuación y que constituyen los signos
binski (fig. 9-1 7). sucedáneos del signo de Babinski: 1 º, signo de Op­
penheim: se denomina así cuando se obtiene la exten­
Josef Fran<;ois Babinski fue un gran neurólogo francés de sión del dedo gordo friccionando con el pulgar y el índi­
origen polaco que dio a conocer su observación, a los 38 ce el borde anterior de la tibia desde arriba hacia abajo;
años de edad, en una comunicación que apenas constaba de 2 º, signo de Schiifer: la misma respuesta se logra com­
veintiocho líneas, el 22 de febrero de 1896 en la Sociedad de primiendo el tendón de Aquiles; y 3º , signo de Gordon:
Biología de Paris. El fenómeno había sido registrado por Re­ idéntica respuesta se obtiene cuando se comprimen las
mak en Berlín en 1895, pero éste no percibió su significado masas musculares de la pantorrilla (fig. 9-18).
clínico. Babinski supo vincular el fenómeno al compromiso pi­
ramidal. La enorme importancia que alcanzaría este signo en Se puede obtener igualmente la extensión del dedo gor­
el diagnóstico de las lesiones y enfermedades de ese siste­ do trazando sobre el dorso del pie una línea que contornee
ma motor da cuenta de la agudeza clínica de Babinski. Ba­ de extremo a extremo el cuello del pie (signo de Chaddock)
binski fue además neurólogo del escritor Marcel Proust, autor o percutiendo detrás del maléolo externo, abduciendo pasi­
de A la búsqueda del tiempo perdido. Nunca alcanzó una je­ vamente el quinto dedo (signo de Stransky), comprimiendo,
fatura de servicio en Francia por ser considerado extranjero. con la mano, los aductores del muslo (signo de Gerhartz),

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222 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

abduciendo y flexionando pasivamente, tomándolos juntos, circunstancias no se produce, sin embargo, la contrac­
los tres últimos dedos del pie (reflejo de Gonda) o pinchan­ ción del tensor de la fascia lata. Esta última sí aparece
do varias veces en forma suave la superficie dorsolateral cuando se obtiene un signo de Babinski real, en el que
del pie (signo de Bing). además la extensión del dedo gordo se hace con len­
titud, y se agrega la apertura en abanico de los dedos
La excitación de la planta del pie como para buscar restantes. Es útil, entonces, palpar la cara anteroexter­
el reflejo plantar puede determinar la contracción del na del muslo cuando se toma el reflejo plantar. Esta
tensor de la fascia lata (reflejo de Brissaud); o tam­ maniobra contribuye, al mismo tiempo, a evitar que el
bién, la aducción y rotación interna del pie (reflejo de paciente flexione defensivamente la rodilla.
Rose-Hirschberg). No debe confundirse el signo de Babinski con un
La contracción del tensor de la fascia lata. que pue­ movimiento atetósico del dedo gordo. El dedo atetósi­
de acompañar al reflejo plantar es un elemento impor­ co se mueve espontáneamente en forma variable: hay
tante para el diagnóstico diferencial del signo de Ba­ que observarlo antes de estimular la planta del pie.
binski con el de un simple reflejo de defensa. Cuando En caso de parálisis de los músculos flexores cortos
se busca el reflejo plantar, en particular en los estados de los dedos del pie, puede obtenerse también una res­
psíquicos tensionales, es frecuente que el paciente fle­ puesta en extensión: es una inversión del reflejo plantar
xione voluntariamente la rodilla retrayendo el pie esti­ de causa periférica, secundaria en muchos casos a se­
mulado como reflejo de defensa. En estas condiciones cuela de poliomielitis (seudobabinski periférico).
se puede observar una rápida extensión de los dedos Por último, la anestesia de la planta del pie puede
del pie que simula un signo de Babinski y que se debe impedir tanto la respuesta refleja en flexión como en
a la contracción de los músculos anteroexternos de la extensión. Adquiere valor en este caso la búsqueda
pierna acompañando a la flexión de la rodilla. En estas de los sucedáneos.
Una respuesta plantar extensora (signo de Babinski
"normal") puede observarse en los niños hasta los dos
años de edad. Muchas veces desaparece cuando se ini­
cia la marcha. Su presencia se atribuye en estos casos a
que no se ha completado aún la mielinización de los ha­
Gordon
ces piramidales. También en la edad avanzada puede
haber reflejo plantar extensor sin significación patológica,
atribuible a cambios de la vía piramidal propios del enve­
jecimiento normal. En este caso, sin embargo, deberá
descartarse fehacientemente toda otra afección neuroló­
gica, de modo que se trate sólo de un hallazgo aislado.
El signo de Babinski puede también ser transitorio
si el compromiso piramidal retrograda luego funcional­
mente, como en el período posterior a las crisis convul­
sivas generalizadas o parciales motoras (hallazgo que
subraya el carácter orgánico de tales crisis), en las in­
Schafer toxicaciones barbitúrica y alcohólica, en la hipogluce­
mia, en la migraña hemiparélica y en la insuficiencia,
renal aguda. La causa probable en estos casos es la
anoxia o depresión metabólica de la vía motora.
Significado fisiopatológico del signo de Babinski. El
valor de este signo es de primer orden, pues indica
que existe una alteración orgánica de la vía piramidal.
Puede ir acompañado de sus sucedáneos y de exage­
ración de los reflejos profundos. En casos de lesión pi­
ramidal extensa, el signo de Babinski puede presen­
tarse, a veces, como una serie rítmica de movimientos
clónicos de extensión.
Oppenheim
Se considera este signo como un fenómeno empa­
rentado con los reflejos de automatismo medular.
Constituiría una mínima expresión del reflejo de triple
Fig. 9-18. Sucedáneos del signo de Babinski. flexión o fenómeno de los acortadores, que se descri-

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 223

be más abajo. Su existencia normal en los niños en Reflejos alargadores o fenómeno de los alarga­
los primeros años de vida (uno y dos años), cuando dores. Son much ? más raros que los precedentes y
aún la vía piramidal no se ha mielinizado y su presen­ se provocan excitando el segmento proximal del
cia patológica, toda vez que hay una lesión de la vía miembro: abdomen, parte alta del muslo. Se contraen
piramidal, indica que se trata de un reflejo de origen los extensores, determinando el alargamiento global
espinal, inhibido normalmente por acción piramidal. de los tres segmentos: muslo, pierna y pie.
En caso de alteración de la vía piramidal el fenó­ Reflejo de alargamiento cruzado. Al provocar el
meno no sólo es franco, sino que también puede pro­ reflejo de los acortadores en el miembro inferior de un
vocarse estimulando zonas adyacentes a la región lado, el miembro inferior del otro lado se extiende. Es­
desde la que habitualmente se obtiene. timulando alternativamente la planta de un pie y del
otro, los reflejos de automatismo que se producen ori­
Reflejo escrotal. La excitación de la región perineal pro­ ginan un movimiento de pedaleo. Estas mismas res­
voca contracciones lentas del darlos. puestas han sido observadas a nivel de los miembros
Reflejo glúteo. La excitación de la piel sobre el glúteo superiores, aunque con mayor rareza.
mayor produce su contracción. Reflejo de conjunto o mass-reflex (Riddoch). Al
producirse el reflejo acertador se evacua la vejiga o el
Reflejo bulbocavernoso (Onanoff). La excitación recto, o ambos.
de la mucosa del glande produce la contracción del Reflejo de Kocher. Pellizcando el testículo se pro­
músculo bulbocavernoso. Un dedo colocado sobre la duce a veces un movimiento lateral hacia el lado esti­
piel que recubre la uretra bulbar nota la contracción mulado por parte de la columna vertebral.
del músculo, provocada por el dedo de la otra mano Reflejo de eyaculación. La excitación de la región
que raspa suavemente el glande. Este reflejo tiene su perineal produce la eyaculación.
centro en los segmentos S3 y S4. Los reflejos de automatismo medular no son refle­
Reflejo anal. La excitación con un alfiler de la piel jos cutáneos, porque se los provoca también, y aun
de la región anal determina la contracción del esfínter mejor, por la excitación de la sensibilidad profunda
externo del ano. Este reflejo corresponde a S5. que por la de la sensibilidad superficial. Sus respues­
tas están constituidas por movimientos complejos que
Reflejos de automatismo medular implican a la vez la contracción de grupos musculares
funcionalmente sinérgicos, aunque anatómicamente
Estos reflejos no se hallan en. el sujeto normal, co­ distantes, y la inhibición de los antagonistas.
mo ocurre con la mayoría de los reflejos anteriormen­
te estudiado.s. Son, pues, reflejos patológicos, análo­ Reflejos de postura o tónicos
gos a los fenómenos demostrados por Sherrington en
el perro, cuyo neuroeje ha sido seccionado, ya sea en Los reflejos de postura o tónicos corresponden al
la región cervical superior (animal espinal) o bien a ni­ grupo de los reflejos propioceptivos de Sherrington.
vel del mesencéfalo (animal descerebrado) y a los Mientras que los otros reflejos estudiados presentan
que ya se ha aludido antes (reflejo de flexión, mass­ modificaciones cuando se lesiona la vía piramidal, los
reflex, etc.). Estudiados por Babinski, Pierre Marie y reflejos tónicos o de postura se alteran con las lesio­
Charles Foix, se conocen en clínica neurológica con el nes del sistema extrapiramidal o del tronco encefálico.
nombre de reflejos de Pierre Marie-Foix. Se observan Sus respuestas consisten, sobre todo, en variaciones
en lesiones del haz piramidal con interrupción más o del tono muscular.·
menos completa de la médula, especialmente a nivel Cuando en una persona normal se modifica pasi­
de los miembros y sobre todo de los miembros inferio­ vamente la posición de una articulación, se produce
res. Comprenden: en los músculos que normalmente la movilizan un es­
Reflejos acertadores o fenómeno de los acerta­ tado de contracción tónica que tiende a fij ar la misma
dores. Se exploran estimulando la planta del pie como en la nueva actitud. Este fenómeno es el resultado de
cuando se busca el reflejo plantar. También se puede un reflejo postura! (Foix-Thévenard). La estimulación
pinchar o pellizcar el dorso del pie o de la pierna, o fle­ del reflejo es producida por el movimiento pasivo que
xionar o extender fuertemente el dedo gordo. El fenóme­ se imprime a la articulación, el que contrae unos mús­
no de los acertadores es el más frecuente y el más im­ culos, agonistas, y relaja otros, antagonistas. La exa­
portante. Consiste esencialmente en un movimiento geración de este reflejo constituye la contracción pa­
sinérgico de triple flexión del pie sobre la pierna, de la radójica de Westphal.
pierna sobre el muslo y del muslo sobre la pelvis. Se Estos fenómenos son análogos a los que describió
acompaña, por lo general, de extensión del dedo gordo. Sherrington en el perro descerebrado con el nombre de

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224 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

"contracciones de acortamiento y elongación" (shorte­ Dependiendo los reflejos tónicos del mecanismo
ning and Jengthening contractions). Al practicar en el regulador del tono postura! (véase Tono), se hallarán
perro la sección del neuroeje a nivel del tronco cerebral modificados en las lesiones del cerebelo, de la vía ex­
por encima de la protuberancia y entre los tubérculos trapiramidal y de los nervios periféricos. Las experien­
cuadrigéminos anteriores y posteriores, se produce el cias de rigidez descerebrada demuestran la importan­
estado denominado de rigidez descerebrada. La rigidez cia del tronco encefálico en los mismos.
descerebrada consiste en un aumento del tono reflejo Resumen sobre los reflejos. De la larga, y a pe­
en los músculos extensores de los miembros y de la co­ sar de ello incompleta enumeración de los reflejos,
lumna vertebral, que permite al animal mantenerse de con la descripción de la técnica respectiva para su ex­
pie (reflejo de estación o standing reflex). El animal en ploración, han de retenerse como más importantes:
estas condiciones no puede cambiar su actitud sin un Cabeza. Nasopalpebral, maseterino, córneo y ve­
estímulo externo. Si a continuación se le moviliza pasi­ lopalatino.
vamente una articulación, se produce en los músculos Tronco. Medio pubiano y los tres cutáneos abdo­
acortados una contracción de acortamiento -shorte­ minales.
ning contrae/ion-- y en los elongados una contracción Miembro superior. Estilorradial, cubitopronador,
inversa -lengthening contrae/ion- que tiende a fijar el bicipital, tricipital.
miembro en su nueva actitud. Miembro inferior. Patelar, aquiliano, cremasteria­
Comprenden estos reflejos de postura: no, cutáneo plantar.
Reflejo de acortamiento (Wertheim-Sa/omon­ Para facilitar su recuerdo se resumen en la figura
sen). Se flexiona dorsal y pasivamente el pie y se ob­ 9-1 9 y en el cuadro 9-1 los principales reflejos.
serva la contracción del tibial anterior.
Reflejos tónicos profundos del cuello (Magnus­
de Kleijn). Estos reflejos son de muy rara observación
en clínica. Se observan en gatos con rigidez descere­
brada de Sherrington obtenida por sección del mesen­
céfalo a nivel del borde libre de la tienda del cerebelo.
Consisten en lo siguiente: cuando se hace rotar pasiva­
mente la cabeza, el miembro anterior hacia el cual se
dirige la cara (miembro "facial"), se extiende, en tanto
que el miembro contralateral, el "craneal", se flexiona.
Fenómeno del hombro de Binda. Explorando co­
mo para buscar el reflejo de Magnus-de Kleijn, el
hombro opuesto (miembro craneal) se mueve hacia
arriba y adelante.
Se han descripto ambos reflejos de Magnus-de
Kleijn y Binda en el síndrome meníngeo.
Maniobra del empellón (Foix-Thévenard). El pa­
ciente de pie es empujado hacia atrás con un rápido
empellón de sus hombros. Frente a tal estimulo y para
evitar una posible caída, una persona normal desplaza
y apoya rápidamente, en respuesta refleja, un miem­
bro inferior en la dirección en que es empujada. En el
enfermo con alteración de los reflejos posturales, el ex­
plorador debe estar preparado para sostenerlo porque
puede ser incapaz de responder manteniendo o recu­
perando el equilibrio, cayendo como un bloque inerte
como se observa en los síndromes parkinsonianos.
Por ello, es mejor que el explorador se coloque detrás
del paciente y lo empuje hacia sí. Habitualmente el pa­
ciente no cae, ya que rápidamente se produce una
contracción de los músculos del plano anterior (región
anteroexterna de la pierna, cuadríceps y músculos ab­
dominales), opuesta al cambio del centro de gravedad Fig. 9-19. Los principales refle­
corporal, que evita el desequilibrio. jos profundos y sus centros.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 225

Cuadro 9-1. Centros y respuestas dé los principales reflejos normales


Reflejo Modo de provocarlo Respuesta normal Centro o localización
Nasopalpebral Percusión de la región frontal sobre la Cierre de los ojos Protuberancia (trigémino-
lfnea media facial)
Maseterino Percusión sobre el mentón con la boca Ascenso de la mandíbula Protuberancia (trigémino-
abíerta trigeminal)

Córneo Excitación o irritación de la córnea con Cierre del ojo Protuberancia (trigémino-
un algodoncillo facial)

Ve/opa/atino Excitación del paladar blando con un Ascenso del borde libre del paladar Bulbo (glosofaringovago)
bajalenguas

O/ecraneano Percusión del olécranon Flexión del antebrazo sobre el brazo 5º segmento cervical

Bicipital Percusión del tendón del bíceps braquial Flexión del antebrazo sobre el brazo 5º segmento cervical

Radial o estilorradial Percusión en fa apófisis estiloides del Flexión y supinación del antebrazo 6º segmento cervical
radio

Tricipitaf Percusión en ef tendón del tríceps Extensión del antebrazo sobre ef brazo 7° segmento cervical

Cubital o cubitopro- Percusión en fa apófisis esliloides del Pronación del antebrazo con ligera 8º segmento cervical
nadar cúbito aducción

F/exor de los dedos Percusión en el tendón del flexor común Flexión de los dedos 7º y 8º segmento cervical
de los dedos

Cutáneo abdominal Frote en fa parte superior del abdomen Contracción del abdomen con desvía- 7º segmento dorsal
superior con un alfiler ción del ombligo hacia el lado eslimu-
lado

Cutáneo abdominal Frote o fricción del abdomen en su parte Ídem 1 1 º segmento dorsal
inferior inferior con un alfiler

Medio pubiano Percusión en la sínfisis del pubis Contracción del abdomen (resp. sup.). 1 Oº dorsal a 2º lumbar
Contracción de ambos aductores
(resp. inl.)

Cremasteriano Excitación en la cara interna del muslo Elevación del escroto (retracción del 1 º y 2º segmento lumbar
en su parte superior testículo)

Patelar Percusión del tendón rotuliano Extensión de la pierna 3 º y 4º segmento lumbar

Aquiliano Percusión sobre el tendón de Aquiles Flexión del pie 1 er segmento sacro

Plantar Frote sobre la planta del pie Flexión plantar de los dedos 1 º y 2º segmento sacro

Bufbocavernoso Fricción sobre el glande Contracción del compresor de la uretra 3º y 4º segmento sacro

Anal Fricción en la región perianal Contracción del esfínter externo del ano 5 º segmento sacro

Clonus y sincinesias punto alejado de aquel donde se produce el clonus,


como un pellizcamiento en el muslo. El clonus repre­
Clonus sent_a fisiopatológicamente una hiperexcitabilidad del
arco reflejo por supresión de la acción inhibidora de la
El clonus (del griego klonos, agitación) consiste en vía piramidal: es un fenómeno de liberación.
una serie de contracciones involuntarias, rítmicas, de­ Clonus del pie. Flexionando la pierna sobre el
terminadas en un grupo muscular, por la extensión muslo y tomando la pierna en forma que descanse so­
brusca y pasiva de los tendones o músculos. Para tjue bre el antebrazo del explorador, se toma a plena ma­
el clonus se produzca suele ser necesario que la esti­ no el pie por su cara plantar y se provoca su extensión
mulación tendinosa sea continua. El clonus está cons­ o flexión dorsal pasiva forzada, en forma de pequeños
tituido, en realidad, por una serie rítmica de reflejos impulsos: se inicia entonces una serie de sacudidas
miotáticos. Se diferencia del reflejo en que la excita­ rítmicas (figs. 9-20 y 9-21). El clonus patológico se
ción o estimulación se prolonga de tal manera que, ha­ prolonga o es inagotable y termina con la flexión pasi­
biendo terminado la primera contracción, se produce va del dedo gordo. El clonus no patológico se agota
inmediatamente una segunda, y así sucesivamente, luego de una o dos sacudidas, y puede observarse en
pudiendo hacerse inagotable. Puede ser inhibido por personas tensas, en quienes también se exacerban
una excitación periférica cualquiera ejercida en un los reflejos profundos.

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226 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

flejos y los sincinéticos: hay algunos fenómenos que


constituyen formas de transición entre ambos tipos de
movimientos.
Por otra parte, las sincinesias se observan patoló­
gicamente en las lesiones piramidales, en el lado pa­
ralizado. No se observan sino sólo mínimamente en el
individuo normal.
La fisiopatología de las sincinesias es compleja y
varía según el tipo de sincinesia. En general se pre­
sentan como consecuencia de la liberación de la ac­
ción inhibidora que ejerce la vía piramidal sobre los
Fig. 9-20. Clonus del pie.
centros motores subcorticales y medulares. Son ex­
presión, en último término, del automatismo de los
centros subcorticales, y más especialmente del auto­
matismo medular.
Existen tres variedades principales de sincinesias:
de imitación, global y de coordinación.
Sincinesias de imitación. Son movimientos gene­
ralmente contralaterales, simétricos e idénticos, de tal

Fig. 9-21. Clonus del pie.


Clonus de la rótula. Con el miembro en extensión
se toma la rótula entre los dedos índice y pulgar de
una mano y se extiende bruscamente el tendón rotu­
liano, hacia abajo. En caso positivo se produce trepi­
dación de la rótula (fig. 9-22). Se observa en los mis­ Fig. 9-22. Clonus de la rótula.
mos casos que el clonus del pie.
Clonus de la mano. De observación más rara. El
clonus se obtiene provocando con pequeños impulsos
la extensión pasiva forzada de la mano del paciente
(fig. 9-23).

Sincinesias

Con el nombre de sincinesias (del griego syn, con, y


kinesis, acción de ponerse en movimiento) se designan
movimientos involuntarios y a menudo inconscientes,
que se producen cuando se realizan otros movimientos,
generalmente voluntarios y conscientes. Son, pues,
movimientos asociados, es decir, que la ejecución de
un movimiento despierta la realización de otros.
Tienen ciertas semejanzas con los reflejos en el
sentido de que son movimientos independientes de la
voluntad, siempre similares para un mismo estímulo
desencadenante. Pero a diferencia de los reflejos, el
estímulo es un movimiento voluntario. Sin embargo,
no hay uria barrera absoluta entre los movimientos re- Fig. 9-23. Clonus de la mano.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 227

suerte que el miembro enfermo imita al miembro sa­ tensión y el observador hace una ligera oposición al mo­
no. Predominan en la extremidad distal del miembro. vimiento apoyando su mano sobre la cresta tibia! se
Ejemplo: si un hemipléjico cierra fuertemente su produce, frecuentemente, en los estados espástico� pi­
mano sana, la mano del lado paralizado imita involun­ ramidales una contracción del tibia! anterior, que hace
tariamente el movimiento. procidencia, y a veces también el signo de Babinski.
Sincinesia global. Consiste en la contracción glo­ Signo de Neri. Hemipléjico de pie. Al flexionar el tronco
bal de los músculos del lado hemipléjico que sobrevie­ sobre la pelvis, el miembro paralizado se flexiona a nivel
ne consecutivamente a un esfuerzo, sea éste volunta­ de la rodilla.
rio o inconsciente. Si se indica a un hemipléjico con Fenómeno de Hoover o de oposición del talón (fig. 9-26).
hipertonia, efectuar un movimiento con el lado sano y Con el enfermo en decúbito dorsal, el médico coloca la
el observador se opone al mismo, se observará que el yema de sus dedos debajo del talón del lado sano; al or­
lado hemipléjico realiza un movimiento de flexión en el denar que el enfermo levante el lado hemipléjico, se no­
miembro superior y de extensión en el inferior (fig. ta que el talón del lado sano presiona netamente contra
9-24 ). La sincinesia global se diferencia de la sincine­ los dedos. Esto vale para la hemiplejia fláccida. En la he­
sia de imitación en que ésta se realiza aun con miem­ miplejía espástica presiona también el lado enfermo,
bros paréticos o pléjicos fláccidos. cuando se hace levantar el lado sano.
Sincinesias de coordinación. Se caracterizan es­ Signo de Cacciapuoti. Enfermo en decúbito dorsal. Se
tas sincinesias, que sobrevienen en enfermos hemipléji­ hace levantar el miembro inferior del lado sano en exten­
cos, porque al realizar éstos una contracción voluntaria sión, se lo toma por el talón y se le ordena al enfermo que
de ciertos grupos musculares, se efectúa la contracción lleve con fuerza su miembro así levantado hacia abajo,
involuntaria sincinética de otros grupos musculares fun­ oponiéndose el médico a dicho movimiento: se observa
cionalmente sinérgicos de los anteriores. entonces levantarse el miembro paralizado sobre el pla­
Los siguientes son ejemplos de sincinesias. de no de la cama.
coordinación: Signo de K/ippel y Mathieu-Pierre Weil. En la mano del
hemipléjico en hipertonía, la extensión pasiva de los de­
Signo de la -.elevación del miembro inferior paralizado dos produce la aducción del pulgar y la flexión de la se­
(Babinski) (fig. 9-25). El hemipléjico en decúbito dorsal, gunda falange de éste sobre la primera.
al querer flexionar el tronco sobre el muslo, eleva en ex­ Signo de Raimiste. En un hemipléjico en decúbito dorsal,
tensión el miembro inferior paralizado más alto que el la oposición para la abducción del miembro inferior sano
del lado sano. Este signo es de valor en caso de hemi­
plejía funcional o simulación, en los que no se observa
(véase Motilidad).
Fenómeno del tibia/ anterior o signo de Strümpe/1. Si se
invita al enfermo que levante la pierna paralizada en ex-

Fig. 9-25. Flexión combinada del tronco sobre la pelvis.

Fig. 9-24. Sincinesia global. Fig. 9-26. Fenómeno de Hoover.

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226 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

produce la abducción del miembro paralizado. Al pedir al el paciente queda otra vez paralizado, barriéndose las
paciente la aducción en extensión de todo su miembro sa­ forjadas ilusiones que le surgieron al ver moverse el bra•
no, el miembro paralizado realiza un movimiento de aduc• zo pléjico.
ción (fig. 9-27). Signo de la los de Huntington. Al enfermo sentado, con
Signo de los interóseos de Souques. Cuando un hemi• las piernas colgando, se le hace toser, pudiendo obser•
pléjico levanta y lleva hacia adelante su brazo y antebra• varse en el lado afectado la flexión del muslo sobre la
zo en supinación, los dedos se separan (fig. 9-28). pelvis y la extensión de la pierna sobre el muslo.
Fenómeno de Ster/ing. Es idéntico al Raimiste, pero en
los miembros superiores.
Fenómeno de Grasset y Gaussel. Un hemiparético no Alteraciones de los reflejos
puede levantar simultáneamente los dos miembros infe•
riores, aunque aisladamente puede· hacerlo, es decir, le­ Las alteraciones patológicas de los reflejos son las
vantar primero uno y luego el otro. siguientes:
Signo del bostezo (pandiculation o stretching sign de los - Un reflejo normal puede ser vivo o exacerbado: hi­
ingleses). Consiste en que ciertos hemipléjicos, al des• perreflexia.
perlar, pueden mover ambos brazos desperezándose y Un reflejo normal puede disminuir su intensidad o
bostezando. En ocasiones, el brazo paralizado es eleva­ abolirse: hiporreflexia y arreflexia.
do hasta la altura de la cabeza. Luego de desperezarse, - Un reflejo normal puede invertir su respuesta: in­
versión del reflejo.
Pueden aparecer reflejos que normalmente no
existen: reflejos patológicos,

Exacerbación de los reflejos o hiperreflexia

Se dice que existe hiperreflexia o exageración de

..
,
un reflejo normal cuando la respuesta es más brusca,
más intensa, más amplia y más rápida que lo habitual,
obteniéndose la misma con un estímulo de igual o me­
nor intensidad.
Hay toda una gama de respuestas entre el reflejo

'
normal, el reflejo vivo y el reflejo netamente exacerba­
do.
'
' I El reflejo exacerbado puede llegar a producir, no
una sola sacudida como respuesta, sino otras varias
:;¡/¿)
sacudidas sucesivas, dando lugar a lo que se denomi­
na reflejo policinético. Otro fenómeno también obser­
Fig. 9•27. Signo de Raimiste. A, el observador se opone a la vable en casos de hiperreflexia es la denominada di­
aducción del miembro sano; el miembro paralizado hace un fusión del reflejo o del estímulo. La difusión del reflejo
movimiento de aducción (en línea de puntos); 8, el observador consiste en un aumento de la superficie desde la que
se opone a la abducción del miembro sano; el miembro paraliza•
do hace un movimiento de abducción (en línea de puntos).
se obtiene un determinado reflejo, es decir estimulan­
do más allá del sitio habitual para obtenerlo.
No debe confundirse el reflejo policinético c:on el
reflejo pendular, que consiste en lo siguiente: cuando
se provoca un reflejo profur:ido, el miembro desplaza­
do por la contracción refleja, en lugar de volver rápida­
mente a su posición inicial de reposo, como ocurre en
condiciones normales, continúa oscilando, como un
péndulo, en un movimiento de balanceo. El reflejo
pendular se observa en el síndrome cerebeloso, y se
debe a la hipotonía muscular asociada que impide
que se contraigan tónicamente los músculos antago­
nistas luego de la sacudida refleja de los agonistas,
gracias a lo que el miembro vuelve a su posición de
Fíg. 9-28. Fenómeno de los interóseos de Souques. reposo.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y S/NCINESIAS 229

Ciertos sujetos tienen reflejos vivos. Esto carece Hiperreflexia superficial. Generalmente se obser­
de significado patológico, pues la vivacidad de los re­ va en pacientes tensionados, asociada a reflejos pro­
flejos es general, no presenta policinesia y no se fundos vivos.
acompaña de otros signos de piramidalismo. Se ob­
serva en pacientes tensionados psíquicamente y pue­ Abolición de los reflejos o arreflexia
de acompañarse de signos de Hoffmann y Chvostek
(véase Tetania). La abolición de un reflejo es de interpretación más
En general, el reflejo exagerado patológicamente difícil que su exageración, porque puede deberse tan­
no sigue la ley de simetría de Babinski, según la cual to a una lesión central, por afección de la motoneuro­
normalmente los reflejos son iguales de un lado y de na del asta anterior (poliomielitis), como a una lesión
otro. Por lo tanto, si existe un reflejo policinético de un periférica que comprometa la vía aferente o eferente
lado y uno normal del otro, se puede considerar que del arco reflejo (neuropatía periférica o polineuropatía).
hay una alteración patológica, sobre todo si dicho re­ A veces un reflejo es débil y difícil de obtener, por
flejo policinético se acompaña de otras manifestacio­ lo que se puede considerar erróneamente como au­
nes neurológicas de lesión piramidal. sente en un examen precipitado. Conviene, pues,
Hiperreflexia profunda. La hiperreflexia profunda practicar el examen en distintas posiciones para com­
se debe a las lesiones de la motoneurona central (vía probar que verdaderamente el reflejo falta.
piramidal), que, como se sabe, es inhibidora de los Como con la exacerbación de los reflejos, la hiporre­
centros reflejos medulares. flexia tiene especial significación patológica cuando el
En general, cuando existe hiperreflexia profunda, reflejo es menos intenso de un lado con respecto al otro
los reflejos cutáneos abdominales están disminuidos (asimetría). Cuando del lado en que el reflejo es más vi­
o abolidos. En cambio, si la exageración de los refle­ vo no hay difusión, policinesia u otros signos piramida­
jos se debe a estados de nerviosismo sin lesiones les, es razonable concluir que no es ese el reflejo exa­
neurológicas orgánicas, los reflejos cutáneos abdomi­ cerbado sino su homólogo del lado opuesto el
nales se encuentran también acentuados. disminuido. Un reflejo disminuido también se conside­
La hiperreflexia profunda se observa en el compro­ rará patológico cuando muestre agotamiento, es decir,
miso del haz piramidal por enfermedad cerebrovascu­ cuando las percusiones sucesivas provoquen una res­
lar, enfermedad desmielinizante (esclerosis múltiple), puesta cada vez más débil, que es lo contrario de lo
esclerosis lateral primaria o amiotrófica, heredoataxia que ocurre normalmente, en que se exacerba (facilita­
cerebelosa, compresión medular, mielopatía transver­ ción). Esto adquiere importancia en casos en que la hi­
sa, mielopatía cervical, paraplejías espásticas familia­ porreflexia sea simétrica, como en las polineuropatías.
res, y otras afecciones que en general son las mismas Arreflexia profunda. Existen cinco reflejos profun­
que causan hemi, mono, para o cuadriplejías de origen dos constantes en todo sujeto normal: el aquiliano, el
central (véase Motilidad). Los reflejos profundos exal­ patelar, el tricipital, el estilorradial y el cubitopronador.
tados son aquellos cuyo centro está situado por deba­ La abolición de los reflejos profundos puede ser
jo del nivel lesiona/ cuando existe una lesión unilateral originada por múltiples causas que actúan en los dis­
o bilateral de la vía piramidal. La hiperreflexia profunda tintos segmentos del arco reflejo. De acuerdo con ello
suele acompañarse de otros signos piramidales: pare­ la arreflexia profunda puede producirse por:
sia o plejía, hipertonía, clonus y signo de Babinski. lesión de las ramas aferentes o eferentes del arco
Una hiperreflexia mase/erina puede indicar lesión reflejo;
supranuclear bilateral: síndrome supra o seudobulbar; - lesión de las raíces y cordones medulares posterio-
de origen vascular o degenerativo (esclerosis laterales res;
primaria o amiotrófica). A veces puede observarse un - lesión centromedular;
clonus de la mandíbula (reflejo maseterino exaltado - lesión de la motoneurona periférica;
con respuesta cloniforme). La detección de hiperréfle­ - lesión del músculo efector.
xia maseterina, al indicar compromiso supranuclear,
es importante para descartar mielopatía cervical, diag­ Arref/exia por lesión de las ramas aferentes o efe­
nóstico diferencial de las esclerosis laterales primaria rentes del arco reflejo. Se puede observar en las radi­
o amiotrófica. En la mielopatía cervical el reflejo ma­ culopatías, neuropatías, polineuropatías y polirradicu­
seterino no se altera. loneuropatías idiopáticas o inmunomediadas
El reflejo nasopalpebral de Guillain se exacerba, (síndrome de Guillain-Barré).
prolonga y torna inagotable en los síndromes extrapi­ Si se alteran las raíces posteriores (por ejemplo,
ramidales, como la enfermedad de Parkinson (signo radiculopatía o compresión radicular por hernia de
de Myerson). disco), la arreflexia existe en los niveles segmentarías

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230 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

afectados (arreflexia aquiliana en la radiculopatía S1). Arreflexia por lesión del músculo efector. Se produ­
En las neuritis aisladas, como por ejemplo del radial, ce arreflexia en las miopatías, en las que los reflejos
la arreflexia existe en la zona de distribución del ner­ desaparecen por atrofia muscular.
vio afectado (arreflexia tricipital, C7). Si se trata de po­ Además de todos estos casos, en los que la arre­
lineuropatías diabética, alcohólica o heredofamiliares flexia es fácilmente explicable por tratarse de lesiones
(que afectan particularmente a los miembros inferio­ que interesan al arco reflejo elemental, existen otros
res) hay arreflexia rotuliana y aquiliana. Si se trata de en los que se comprueba la abolición de los reflejos
neuropatía saturnina, que afecta especialm�nte a profundos, cuya causa es menos clara. Es lo que ocu­
músculos extensores de miembros superiores, hay rre en las lesiones vasculares encefálicas, durante la
arreflexia tricipital. En el síndrome de Guillain-Barré la fase de coma, donde se encuentra disminución o abo­
arreflexia puede ser generalizada. En síntesis, /os re- . lición de los reflejos profundos del lado hemipléjico,
f!ejos profundos abolidos son aquellos cuyo centro co­ precediendo a la hiperreflexia franca que ocurre pos­
rresponde al segmento medular del arco reflejo invo­ teriormente, y en las secciones completas agudas de
lucrado. la médula. En este último caso la arreflexia profunda
Arreflexia por lesión de las raíces y cordones me­ obedece a la ya mencionada ley de Bastian: "La sec­
dulares posteriores. En la enfermedad de Friedreich y ción total de la médula determina en el hombre la abo­
otras degeneraciones espinocerebelosas, la esclero­ lición permanente y completa de los reflejos profun­
sis combinada (mielosis funicular) de la avitaminosis dos cuyo centro medular es subyacente a la lesión".
B 12, y antiguamente en la tabes dorsal, se observan La neurología de guerra pudo demostrar que un cier­
arreflexias aquiliana y patelar. to número de casos siguen la ley de Bastian, pero en
otros, después de una corta fase de shock medular,
La arrefiexia patelar tabética fue señalada por vez pri­ en la que los reflejos profundos están abolidos, éstos
mera por Weslphal (1875), por lo que se la denomina tam­ vuelven a aparecer junto a los de automatismo medu­
bién signo de Westphal. Este signo junto con los de Argyll­ lar, y aún se exageran. La ley de Bastian puede enton­
Robertson (véase Pupila en Pares craneales) y de Romberg ces ampliarse con la siguiente aclaración: en caso de
(véase Taxia) constituyen una tríada sintomática clásica de sección completa de la médula, los reflejos profundos
la tabes dorsal, hoy de hallazgo realmente excepcional. subyacentes a la lesión están abolidos, en forma per­
manente o transitoria.
Arref/exia por lesión centromedular. En la siringo­ Fuera de las afecciones neurológicas menciona­
mielia y en los tumores intramedulares. En la siringo­ das, los reflejos profundos pueden estar disminuidos
mielia, la arreflexia profunda se comprueba con fre­ o abolidos en enfermedades generales o caquecti­
cuencia en los miembros superiores. Se acompaña de zantes, como la tuberculosis, el cáncer o el hipotiroi­
anestesia térmica y dolorosa (atermoalgesia) "sus­ dismo. También pueden desaparecer durante el sue­
pendida" (véase Sensibilidad), atrofias tenar e hipote­ ño profundo. Se ha observado la desaparición
nar (tipo Aran-Duchenne) y otros trastornos tróficos transitoria del reflejo patelar en los ciclistas, inmedia­
(panadizo analgésico, mano suculenta, artropatías, tamente después de una carrera, así como después
etc.) (véase Trofismo), y eventualmente paraparesia de la marcha prolongada, probablemente por agota­
espástica en estadios avanzados de la enfermedad, miento.
cuando la cavidad compromete el haz piramidal. La abolición aislada de los refle]os nasopalpebral y
Arref/exia por lesión de la motoneurona periférica, superciliar se encuentra presente en la parálisis facial
que constituye la rama eferente o efectora del reflejo: periférica del lado comprometido, y asimismo en las
poliomielitis anterior aguda, atrofias musculares espi­ lesiones periféricas del trigémino, en donde también
nales (véase Trofismo). La arreflexia corresponde a se encuentra abolido el reflejo maseterino.
los territorios con parálisis o con atrofia muscular, pu­ Arreflexia superficial. Los reflejos cutáneos están
diendo abarcar todos los miembros, sólo uno de ellos abolidos o disminuidos también en las lesiones del ar­
o una parte del mismo. En la poliomielitis anterior co reflejo elemental, tal como sucede en las polineu­
aguda y su secuela, la arreflexia se limita a las regio­ ropatías, pero como estos reflejos tienen también hi­
nes paralizadas y se establece precozmente. En las potéticamente un arco superior cerebromedular, las
atrofias espinales, los reflejos profundos disminuyen lesiones que afecten a este último determinan igual­
progresivamente con el desarrollo de la atrofia y de­ mente su disminución o abolición. Es por esto que la
saparecen. La arreflexia, junto a la parálisis, la atro­ abolición de los reflejos cutáneos abdominales, del re­
fia muscular, las fasciculaciones y la atonía, constitu­ flejo cremasteriano y del reflejo plantar es de regla en
yen la expresión de un trastorno de la motoneurona los pacientes con lesiones piramidales, hemiplejías y
periférica. paraplejías, en los que existe hiperreflexia profunda.

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 231

Los reflejos superficiales abolidos son aquellos cuyo La comprobación de la presencia o ausencia de los
centro está situado por debajo del nivel lesiona/ cuan­ reflejos anal y bulbocavernoso adquiere importancia
do existe una lesión unilateral o bilateral de la vía pi­ en casos medicolegales de demanda por violación, in­
ramidal. dicando normalidad o anormalidad de las vías que in­
Se puede observar normalmente ausencia de refle­ tervienen en la erección y segmentos sacros involu­
jos cutáneos abdominales en abdómenes obesos, crados, en el nivel de dichas vías y por debajo.
fláccidos, en aquellos pacientes que no logran relajar La erección se produce por impulsos autonómicos
su pared abdominal o en los ancianos. simpáticos y parasimpáticos. Existe un centro medu­
En las hemiplejías, los reflejos cutáneos abdominales lar simpático de facilitación eréctil en D 1 2, cuyos im­
se hallan ausentes en el lado paralizado (signo de Ro­ pulsos discurren vía nervios hipogástricos, pélvicos y
senbach; en la esclerosis múltiple: signo de Strümpell). pudendos, y uno parasimpático en S2-S3, con impul­
La ausencia bilateral de los cremasterianos puede sos preganglionares que siguen los nervios y plexo
carecer de valor, mientras que su ausencia unilateral pelvianos y los nervios cavernosos. El estímulo eréc­
puede deberse a procesos locales (orquitis, varicocele). til puede ser psicógeno, originándose en niveles su­
Puede comprobarse la abolición aislada de algu­ pramedulares corticales (por encima de D12), o bien
nos reflejos mucosos. Así se observa: reflejo, surgiendo en niveles sacros. Las lesiones me­
Abolición de los reflejos comeano y conjuntiva/. dulares por encima de D12 comprometen fundamen­
Puede estar ausente bilateralmente en normales, en talmente la erección psicógena, como sucede en los
la histeria y en la epilepsia. Tiene más importancia la parapléjicos. En cambio, en lesiones medulares por
comprobación de su desaparición unilateral, siendo debajo de D12, o en lesiones completas de la cola de
expresión en este caso de una lesión del trigémino o caballo, la erección refleja se pierde pero puede pre­
del facial, que constituyen la rama aferente y eferente servarse la psicógena a través de la vía simpática de
del reflejo. La arreflexia corneana unilateral es a (lle­ integración en D 12, que permanece indemne. La eva­
nudo el primer signo clínico de una lesión del trigémi­ luación de la función eréctil debe complementarse
no, antes de que se pueda comprobar algún trastorno siempre con estudios funcionales de turgencia penia­
objetivo de la sensibilidad. Se lo observa en los tumo­ na nocturna.
res del ángulo pontocerebeloso. Por compromiso del
facial, desaparece en la parálisis facial periférica y en Inversión de los reflejos
la hemiplejía (signo de Milian). En estos casos lo que
no se observa es la contracción del orbicular de los Inversión de los reflejos profundos. Al provocar
párpados, pero el paciente mantiene una retracción un reflejo puede observarse, en ciertas condiciones
motora de defensa ya que la sensibilidad se preserva. patológicas, que su respuesta se invierte: en lugar de
El reflejo conjuntiva! puede inhibirse aún antes que producirse la contracción muscular correspondiente se
el corneano en los tumores del ángulo pontocerebelo­ produce la de otros músculos, originando en el miem­
so, lo que le otorga valor diagnóstico precoz, sobre to­ bro un movimiento inverso o distinto. Se habla por ello
do si la arreflexia es asimétrica. También puede oca­ a veces de reflejos paradójicos. Por ejemplo, si se per­
sionalmente faltar sin significación patológica. cute el tendón rotuliano la pierna se flexiona en lugar
Abolición de los reflejos faríngeo y ve/opa/atino. La de extenderse. Lo que generalmente sucede en tales
abolición del reflejo faríngeo se observa comúnm.ente casos es que el reflejo que se busca está abolido y, en
en las afecciones nucleares o periféricas del glosofa­ cambio, está conservado o exagerado el reflejo anta­
ríngeo y/o del neumogástrico, en particular en los tu­ gonista o un reflejo vecino. Para su producción parece
mores del glomus de la vena yugular, cuyas manifes­ ser necesaria una lesión localizada del segmento me­
taciones comienzan con trastornos de los nervios dular correspondiente al reflejó invertido. Se pueden
craneales bajos. Puede faltar, sin embargo, en pa­ observar las siguientes inversiones de reflejo:
cientes sin lesión orgánica detectable (histeria). Inversión del reflejo aqui/iano. La percusión del ten­
En cuanto al reflejo velopalatino, su ausencia uni­ dón de Aquiles, en lugar de producir la flexión plantar
lateral tiene valor semiológico. Sus causas son simila­ normal, determina extensión o flexión dorsal del pie. La
res a las del reflejo faríngeo. abolición del reflejo aquiliano coincide en estos casos
Abolición de los reflejos bulbocavernoso y anal. Es­ con la exageración de los reflejos de automatismo me­
tos reflejos desaparecen en secciones medulares, en dular: la percusión del tendón aquiliano obraría como
afecciones de cola de caballo, cono y epicono medu­ una estimulación del fenómeno de los acertadores cu­
lar y, en el caso del reflejo anal, en secciones del es­ ya primera etapa es la extensión del pie.
fínter anal, a consecuencia de operaciones por hemo­ Inversión del reflejo tricipital. Al percutir el tendón
rroides o fístulas del ano. del tríceps braquial, el antebrazo se flexiona, en vez

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232 SEMIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO

de extenderse, como sucede al estimular el olécra­ Reflejo cruzado de los dedos del pie (Maas). La exci­
non. Es común observar este fenómeno dada la fre­ tación de la planta del pie en el lado sano produce el signo
cuencia con que se produce arreflexia tricipital secun­ de Babinski del otro lado; la excitación en el lado enfermo
daria a radiculopatía cervical por artrosis. produce un Babinski bilateral. Es un reflejo patológico por
Inversión del reflejo estilorradial. Al buscar el refle­ lesión piramidal.
jo estilorradial se obtiene la flexión de los dedos, fal­
tando, en cambio, la flexión del antebrazo. Babinski, a Reflejo plantar tónico. Rozando, desde el talón
quien se debe el estudio de la inversión de los refle­ hacia los dedos, la planta del pie con un objeto largo
jos, creyó que la inversión del reflejo radial constituiría y romo, como el mango del martillo de reflejos, se pro­
un signo cierto de lesión situada a nivel o por encima duce una hiperflexión exagerada de los dedos del pie.
de C5, pero esta interpretación es controvertida. Tiene igual significado que el reflejo de prensión for­
Inversión del reflejo cutáneo plantar, signo de Ba­ zada de la mano (véase luego), observándose en le­
binski y sucedáneos. Fueron tratados en la sección siones ocupantes y difusas frontales.
correspondiente al reflejo plantar.

Reflejos patológicos

Dentro de este grupo figuran los reflejos de automatis­


mo medular, algunos reflejos posturales y el signo de Ba­
binski y sus sucedáneos, estudiados precedentemente.
La aparición de los reflejos de automatismo medu­
lar se observa en los casos en que, además de la le­
sión piramidal, hay sección medular más o menos
completa, liberándose así funcionalmente el segmen­
to medular subyacente a la lesión. Es el caso de las
paraplejías compresivas y traumáticas y de las mielo­
palías o mielitis transversas. En cambio, en las para­
plejías en que la lesión queda limitada a los haces pi­ Fig. 9-29. Reflejo cuboideo.
ramidales, como ocurre en las esclerosis laterales
primaria o amiotrófica, los fenómenos de automatismo
son menos evidentes.
Además existen otros reflejos que hacen su apari­
ción en condiciones patológicas. Se describen a con­
tinuación.

Reflejos patológicos de los miembros


inferiores

Reflejo cuboideo (Mendel-Bechterew). Extensión


de los cuatro primeros dedos del pie percutiendo la
cara dorsal del pie sobre el cuboides. Respuesta pa­
tológica: flexión de los dedos (fig. 9-29). Se encuentra
frecuentemente en las lesiones del haz piramidal en la
médula espinal inferior, donde suele ser precoz.
Reflejo de Rossolimo. La percusión de la cara
plantar en la base de los dedos del pie o del talón pro­
duce la flexión de los dedos en casos patológicos (le­
sión piramidal) (fig. 9-30). En el sujeto normal falta to­
da respuesta o a lo sumo se produce la extensión de
los dedos.

Reflejo de Poussep. La búsqueda del reflejo plantar de­


termina la abducción del 5º dedo del pie. Puede traducir
una lesión piramidoextrapiramidal. Fig. 9-30. Reflejo de Rossolimo.
9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 233

Reflejos patológicos de los miembros o el instrumento con el que se hace la estimulación. Al


superiores intentar desprender la mano o el objeto asido, tirando
en sentido radial, se aumenta la fuerza de prensión.
Reflejo de Jacobson-Bechterew. Mano extendi­ Este reflejo también puede presentarse directamente
da descansando sobre la palma de la mano del obser­ al dar la mano, en cuyo caso el paciente tiende a asir­
vador. Se percute por el lado dorsal la apófisis estiloi­ la. El reflejo, cuando se obtiene en un solo lado, tiene
des del radio y se observa, en las paresias o plejías valor localizador de lesión del lóbulo frontal. Su pre­
espásticas, la flexión de los dedos. sencia bilateral puede hallarse en las enfermedades
Signo de Hoffmann. Es un reflejo patológico que cerebrales difusas como las atrofias demenciales, la
puede significar compromiso piramidal. El médico sos­ encefalopatía vascular, la hipertensión endocraneana,
tiene con su mano izquierda la mano del enfermo con la hidrocefalia o el edema cerebral. Se halla normal­
la palma orientada hacia abajo y los dedos relajados. mente presente en los primeros meses de vida.
Toma el dedo medio del enfermo entre sus propios ín­ El reflejo de prensión forzada puede acompañarse
dice y medio, y aplica un rápido pellizco a la extremidad de un reflejo de aproximación o imantación: movi­
de este dedo produciendo una brusca flexión sobre la miento de la mano del enfermo que sigue la dirección
falange distal. El signo se halla presente si aparece fle­ de determinado objeto, atraída por éste. Si se presen­
xión de la última falange de los dedos índice y pulgar ta otro objeto, también es retenido y guardado (colec­
(fig. 9-31). Puede indicar afección piramidal por lesión cionismo). Se describe también en las lesiones fronta­
ubicada por encima de C5. Tiene, pues, igual significa­ les el fenómeno de utilización (el sujeto manipula y
do que el signo de Babinski, pero puede verse también utiliza los objetos que encuentra a su alcance) y el
en cuadros de hiperexcitabilidad neuromuscular. Es de comportamiento de imitación (los gestos del examina­
valor cuando se comprueba unilateralmente. dor son reproducidos en forma servil por el paciente).
Reflejo tónico de evitación. Es en cierto modo el
Signo de Tromner. El golpe brusco y breve en el pulpe­ reflejo opuesto al de prensión forzada: todo contacto
jo del dedo medio, provocando una extensión pasiva, pro­ con la cara palmar de la mano del paciente determina
duce una similar respuesta que en el Hoffmann. Su hallaz­ una respuesta en retirada con extensión y abducción
go no indica necesariamente la existencia de un proceso de los dedos. Se observa en lesiones parietales.
patológico, pudiendo hallarse en individuos tensionados. Reflejo palmomentoniano (Marinescu). El roce
rápido de la palma de la mano a nivel de la eminencia
Reflejo de prensión forzada. El frotamiento de los tenar con un escarbadientes o la uña, produce la con­
dedos del explorador o del mango del martillo de re­ tracción de los músculos del mentón. Se lo observa
flejos por la palma de la mano del enfermo, determina frecuentemente en las afecciones extrapiramidales y
una flexión digital que aprisiona la mano exploradora en caso de atrofias corticales o subcorticales demen­
ciales. Se lo puede observar en forma leve en el 30%
de sujetos normales.

Reflejos patológicos de la cabeza

Reflejo de succión (Oppenheim). El estímulo de


la mucosa labial (contacto con la yema del dedo ex­
plorador) provoca movimientos de succión. Es normal
en los lactantes. Se observa en el síndrome suprabul­
bar (seudobulbar), en las encefalopatías difusas córti­
co o subcorticales de origen vascular, atrófico, trau­
mático o hipóxico.
Reflejo de hociqueo. Percutiendo suavemente
sobre la parte media de ambos labios se obtiene una
respuesta que consiste en que el paciente hace un
gesto de "dar un beso" o de hocico (contracción del
obicular de los labios, fig. 9-32). Se ve en pacientes
supra o seudobulbares y, nuevamente, en las encefa­
lopatías difusas. Es frecuente en la enfermedad de
Parkinson, al igual que el reflejo palmomentoniano
Fig. 9-31. Signo de Holfmann. con el que puede asociarse.

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234 SEMIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO

Ejemplo: hay una lesión en la médula dorsal alre­


dedor del segmento D 1 0. Se produce una paraplejía
con anestesia, cuyo límite o borde superior es una lí­
nea que se extiende aproximadamente desde el nivel
de la VII vértebra dorsal por detrás hasta 3 cm por de­
bajo del ombligo por delante. Los reflejos profundos
cuyo centro está por debajo del segmento D 1 0, como
el aquiliano y el patelar, están exagerados, está aboli­
do el reflejo mediopubiano (cuyo centro se encuentra
en el nivel de la lesión), y normales los reflejos profun­
dos supralesionales en miembros superiores. Están
Fig. 9-32. Reflejo de hociqueo. disminuidos o abolidos los reflejos cutáneos cuyo cen­
tro se encuentra en el nivel o por debajo del segmen­
to D 10: cutáneo abdominal inferior (centro en D 1 1 ) y
Valor localizador de los reflejos cremasteriano (L1 -2). En cambio, están conservados
los reflejos cutáneos supralesionales: cutáneos abdo­
Es el valor que tienen los reflejos para determinar minales medio (D 9) y superior (D 7). El reflejo plantar
la ubicación o nivel de una lesión, especialmente en el se invierte, haciéndose extensor (signo de Babinski).
caso de lesiones medulares. Como regla general pue­ Los reflejos de automatismo medular podrán obtener­
de decirse que: se estimulando la piel desde los pies y no más allá de
- Los reflejos profundos cuyo centro de integración una línea próxima al ombligo, lo que indicará así el lí­
está en el nivel de la lesión suelen abolirse, los que mite inferior de la lesión.
tienen su centro por debajo de la lesión (infralesio­ Una hiperreflexia profunda hallada bilateralmente
nales) se exageran, y los que lo tienen por encima en extremidades superiores e inferiores implica la
(supralesionales) permanecen normales existencia de una lesión situada en la médula cervi­
- Los reflejos cutáneos supralesionales son normales, cal o por encima. Una hiperreflexia sólo de las extre­
los infralesionales están abolidos o disminuidos (véa­ midades inferiores será en general consecuencia de
se cuadro con los centros de los principales reflejos). una lesión situada por debajo de la médula cervical,
- Los reflejos de automatismo medular, exagerados o bien en ambos lóbulos paracentrales, donde se en­
por debajo de la lesión, cesan bruscamente al lle­ cuentran las áreas de origen de las fibras motoras
gar a su límite inferior. Puede establecerse este l í­ destinadas a los miembros inferiores (por compre­
mite excitando la piel desde la extremidad distal y sión: tumores frontales mediales, como el meningio­
en forma ascendente, hasta llegar al nivel en que ma de la hoz; por dillatación ventricular y elongación
los reflejos de automatismo desaparecen. de fibras motoras parasagitales que rodean a los
El límite superior de la lesión es el nivel por deba­ ventrículos: hidrocefalia normotensiva de Hakim­
jo del cual se detecta déficit sensitivo. Adams).

Reflejos: sinopsis
• Arco reflejo:
rama aferente: receptor periférico, neurona sensitiva (ganglio, prolongaciones periférica y central)
rama eferente: neurona motora o secretoria
centro inegrador: sinapsis

• Caracteres fisiológicos:
especificidad de estimulo
umbral
tiempo de latencia
período refractario
sumas espacial y temporal
facilitación
inhibiciones volitiva y refleja
topografía segmentaría: valor localizador

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9. REFLEJOS, CLONUS Y SINCINESIAS 235

Clasificación:
reflejos profundos u osteotendinosos
reflejos superficiales o cutáneos y mucosos
reflejos de automatismo medular
reflejos de postura y actitud

Localización: referida en el cuadro correspondiente


Clonus: pie, mano, rótula
Sincineslas: de imitación, global y de coordinación
elevación del miembro inferior paralizado (Babinski)

Hiperreflexla:
profunda: por debajo del nivel lesiona! (lesión piramidal central)
superficial (tensional)
Arreflexia:
Profunda:
lesión de ramas aferente o eferente del arco reflejo: arreflexia en niveles segmentarios afectados (polirradi­
culoneuropatías)
lesión de las raíces y cordones medulares posteriores (espinocerebelosos, esclerosis combinada)
lesión centromedular (siringomielia)
lesión de motoneurona periférica (polio, atrofias musculoespinales)
lesión del músculo efector (miopatías)
Superficial:
por debajo del nivel lesiona! en las lesiones piramidales

Inversión de los reflejos:


aquiliano, tricipital, estilorradial, plantar (Babinski)
Reflejos patológicos:
Hoffmann, prensión, palmomentoniano, succión, hociqueo
Valor localizador:
reflejos profundos:
lesionales: abolidos
infralesionales: exacerbados
supralesionales: normales
reflejos cutáneos:
supralesionales: normales
infralesionales: abolidos
reflejos de automatismo medular:
infralesionales: exacerbados hasta el límite lesiona! inferior
límite lesiona! superior: nivel por debajo del cual se detecta déficit sensitivo

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