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Andrés Jagua-Gualdrón, MD
Módulo 1. Abordaje de la apiterapia como sistema terapéutico
Historia de la apiterapia
La apiterapia ha sido utilizada como tratamiento para diferentes síntomas y
enfermedades desde los comienzos de la humanidad. Se presenta a continuación
una perspectiva de la evolución de la apiterapia en el tiempo.
Los Inicios
La determinación del momento exacto en el cual comenzaron a ser utilizados los productos de la colmena
con alguna finalidad terapéutica no es simple. Se reconoce que la relación de los seres humanos con las
abejas y su cultivo se remonta incluso antes del desarrollo de la escritura. Objetos recolectados de etapas
antiguas de la edad de piedra muestran restos de cera en su interior y pinturas rudimentarias muestran
actividades de extracción de la miel, probando el uso de productos de la colmena.
Así mismo, en pinturas rupestres del mesolítico en las cuevas, es posible identificar la existencia de
escenas en las que se describe la recolección y uso de la miel de abejas. Si bien no existe evidencia
directa que relacione su consumo con usos distintos a la alimentación, probablemente estos productos
fueron utilizados desde entonces con fines mágicos, religiosos y del cuidado de la salud.
En Mesopotamia, hacia el año 4.000 a.C., la miel ya era utilizada con distintos fines. La mitología sumeria
atribuía a la miel la capacidad para prolongar la vida y era un regalo sagrado de los dioses. Su consumo
era de sumo valor, tanto así que una de las historias que explican el surgimiento del término “luna de
miel” para aquellos que se unen como parejas, menciona que durante un periodo de 40 días (una luna)
el esposo recibía cerveza de miel con motivo de celebración y festejo.
Las abejas eran consideradas sagradas y resultado de las lágrimas del dios Ra (dios sol) derramadas
sobre la tierra. Esta naturaleza divina hacía que los productos de la colmena fueran utilizados en rituales
mágicos y religiosos. En el antiguo Egipto existen las primeras descripciones del uso de productos de la
colmena, particularmente la miel, en el tratamiento de enfermedades. En el papiro de Ebers, uno de los
tratados médicos más antiguos conocidos, la miel de abejas se describe en el tratamiento de heridas y
como base para la preparación de ungüentos y bebidas curativas con otros ingredientes como la cerveza
y ricino; la evidencia histórica disponible de los papiros recuperados describe el uso de la miel también
para el manejo de enfermedades respiratorias con tos y en enfermedades oftalmológicas caso en el cual
se utilizaba su mezcla con la cera. En otros papiros como el de Edwin Smith o el papiro médico Chester
Beatty se encuentran también referencias directas al uso de la miel en el tratamiento de diferentes
condiciones y como ingredientes esenciales para recetas naturales.
Para los hebreos, primera cultura con culto monoteísta, la salud y enfermedad se encontraba
íntimamente ligada con la determinación de la aparición de la enfermedad y su resolución, a pesar del
oscurantismo derivado de esta idea en siglos posteriores, la utilidad de esta noción permitió al hombre
concentrarse en una sola idea para el entendimiento de la enfermedad. Estas nociones religiosas
permearon el desarrollo de las civilizaciones occidentales.
En la escuela médica de la Grecia clásica también se menciona el uso de los derivados de la colmena. La
mitología griega estuvo permeada por las abejas. Zeus, Dioniso, Aristeo, Deméter, Artemis, Perséfone y
las Ninfas tenían una relación directa con las abejas. Aristeo mereció el calificativo de guardián de las
abejas porque recibió de las ninfas el entrenamiento en el cultivo y cuidado de las abejas. Zeus, de niño,
recibió la miel como alimento sagrado, el mismo con la ninfa Othrys tuvo un hijo, quien, por ser criado
con la miel, recibió el nombre de Meliteo. Dionisio también recibió la miel como alimento durante su niñez
por la hija de Aristeo. Así mismo son múltiples las descripciones de la importancia de las abejas y sus
productos como alimento de los dioses.
Hipócrates, griego y padre de la medicina occidental, entendió los beneficios de la miel y los demás
productos de la colmena en el tratamiento de las enfermedades. La miel, desde su entendimiento, tenía
poderes curativos que incluso acompañaban al enfermo hasta el más allá del mundo; la cultura popular
menciona que en su tumba las abejas construyeron una columna de miel y cera curativa. Galeno en sus
estudios sobre la utilidad de los alimentos, encontró describió la utilidad de los productos de la colmena
y lo utilizó en el tratamiento del emperador. La civilización romana heredó los conocimientos de los
griegos: también aprendieron y ejecutaron el cultivo de las abejas y utilizaron sus productos.
El imperio bizantino heredó los conocimientos de la civilización romana sin embargo sus aportes fueron
modestos en buena medida porque su aparición se dio en la transición de la edad antigua y la media y
grandes influencias del cristianismo, sus ideas religiosas e impacto en la ciencia así como la limitación
para desarrollar ideas que contravinieran los cánones sociales y religiosos.
De forma paralela en la India y China antigua también se dio el uso los productos de la colmena en el
marco de su entendimiento de la salud y enfermedad y como parte del tratamiento. Así, por ejemplo, la
medicina ayurveda originada en la India incluye la miel de abejas y los propóleos como parte de la
terapéutica y reconoce la existencia de variedades de miel con propiedades terapéuticas particulares. En
la medicina tradicional china la miel de abejas, propóleos, jalea real, polen y veneno de abejas son muy
importantes y fueron utilizados de forma habitual en el tratamiento de diferentes enfermedades.
Los pueblos americanos, antes de la conquista del continente, lograron el cultivo de las abejas nativas
sin aguijón (especialmente variedades de los géneros Trigona y Melipona) y utilizaron sus productos con
fines religiosos y curativos. Dado que la caña de azúcar no se conocía en la América precolombina la miel
era de especial valor por su sabor dulce y su uso en rituales ligados a la agricultura. La conquista del
continente introdujo dos inconvenientes: en buena medida los conocimientos disponibles sobre su
cultura y uso de los productos de la colmena cayeron en el olvido y se comenzaron los intentos para la
introducción de las especies de abejas europeas (género Apis), en la actualidad se reconoce que, si bien
se intentó introducirlas, en principio no fue una tarea fácil, sencilla ni satisfactoria. Los españoles
reconocieron desde sus inicios la capacidad de los indígenas para el cultivo de las abejas y el uso que
daban a la miel y la cera, principalmente, para el manejo de afecciones respiratorias, digestivas, heridas,
problemas urinarios y trastornos mentales. Lamentablemente con el tiempo se perdieron los
conocimientos ancestrales sobre el uso de los productos de la colmena de especies de abejas nativas y
en muchos países ha disminuido drásticamente.
Edad media
La concepción de salud y enfermedad estaba ligada a lo místico y religioso, aunque también contenidos
de los resultados de investigaciones que se realizaban, por supuesto, meramente observacionales. La
influencia del pensamiento cristiano fue importante en esta etapa histórica, más aún, teniendo en cuenta
que la iglesia católica comenzó a ganar mucha más relevancia: el destino y el pecado eran factores
Edad moderna
El advenimiento del renacimiento tuvo un gran impacto sobre la concepción de la medicina. El
establecimiento de muchas universidades dedicadas a la investigación y desarrollo científico, así como
las grandes plagas que azotaron a la humanidad, marcaron el inicio de la edad moderna. Registros
históricos han mostrado que las plagas condujeron a la muerte de al menos 25 millones de personas. Se
trata de la época de los grandes anatomistas y la crítica a la teoría de los humores como génesis de la
enfermedad propuesta por Hipócrates.
En buena medida el concepto de enfermedad requirió modificaciones para intentar explicar las epidemias
que azotaron a la humanidad. La forma revolucionaria de abordar los problemas de investigación en esta
época, en buena medida influenciada por el método de descartes, intentó eliminar los problemas
metodológicos de la observación y las fuentes de error que esto introduce. Paracelso fue un gran crítico
de los conocimientos clásicos, indicando que debería abandonarse los conocimientos de los médicos
clásicos como Hipócrates y Avicenna resultado de su experiencia, para dar paso a conocimientos
resultantes de la observación de los fenómenos y su evaluación.
El estudio de la psicología, anatomía patológica y la bioquímica, sentaron las bases para el entendimiento
de la enfermedad: la enfermedad no es ya derivada de fenómenos puramente místicos, sino más bien, el
resultado de alteraciones en la estructura y funcionamiento de las estructuras del cuerpo. Esto por
supuesto, modificó también la forma en la cual se entendieron y utilizaron los productos de la colmena.
Algunos críticos, influenciados por las creencias religiosas, equipararon a las abejas con enemigos
traicioneros que producen dulce para destruir a su presa, tal cual-dicen ellos- como ocurrió con Jesús.
Sin embargo, otros mencionaban la existencia de un rey en la colmena que daba lugar a la aparición de
las demás abejas y esta organización debía ser emulada por los reyes en sus reinos; sin duda el
renacimiento también ocurrió con el entendimiento de las abejas, los mitos con su existencia comenzaron
a ser entendidos. La miel fue especialmente utilizada durante el renacimiento para el manejo de heridas
e infecciones de los tejidos blandos, su valor para evita la severidad de la infección y evitar la muerte es
reconocido desde entonces. La importancia de las abejas en la época del renacimiento si bien no fue
descrita en textos científicos si se plasmó en el arte.
Época contemporánea
La revolución francesa marcó el inicio de la época contemporánea. Las descripciones anatómicas en
detalle, así como la introducción del microscopio y otras técnicas de laboratorio permitieron una mejor
comprensión de la enfermedad y desarrollo de tratamientos. Durante esta época, en sus inicios, se
produjo una modificación importante de la educación médica. El humanismo de la ilustración condujo al
inicio del desarrollo de la salud pública, que se centra en las personas y comunidades. La migración de
las comunidades y la revolución industrial con la aparición de nuevas enfermedades infecciosas y
problemas de salud condujeron a una nueva presión sobre el estudio de la medicina y la enfermedad.
Dos importantes investigadores realizaron contribuciones importantes en los inicios de este periodo:
Ignác Fülöp Semmelweis y Joseph Lister quienes construyeron los conocimientos necesarios para el
conocimiento de la antisepsia quirúrgica.
Es en los inicios de esta época que nace Philipp Terč (1844-1917) considerado padre de la terapia
moderna con la apitoxina, nacido entonces en el conocido como impero Austro-húngaro y médico de
profesión. El padecía de reumatismo e intenso dolor articular desde su juventud. Para esta época (1864)
el Dr. Lukomsky (ruso) había descrito los efectos los efectos terapéuticos de la picadura de las abejas. El
mito popular indica que el Dr. Terč un día, luego de sus actividades de consulta médica, fue picado
inesperadamente por un grupo de abejas y, para su sorpresa, el dolor articular desapareció. Sus
observaciones fueron plasmadas, con bastante resistencia de la comunidad científica de entonces, en el
“Report on the Peculiar Connection between Bee Stings and Rheumatism” que describió la recuperación
total del 82% de los casos de reumatismo, 15% lograron una recuperación parcial y sólo el 3% no mostró
recuperación sintomática. La resistencia a sus resultados era apenas esperable para los conocimientos
predominantes en la época sobre lo que debería hacer un tratamiento: entonces, era el momento, de las
enfermedades infecciosas. Sus hijos continuaron la tradición de aplicar la picadura de las abejas como
tratamiento.
La primera y segunda guerra mundial fueron espacio para retomar conocimientos ancestrales. Durante
ellas la miel y los propóleos fueron utilizadas en el manejo de heridas para evitar la infección. En 1933,
el Dr. Bodog F. Beck, médico de origen húngaro, publicó un tratado sobre la aplicación del veneno de
abejas en el reumatismo.
Por sus aportes, es precisamente, que volvieron a ser reconocidos, al menos, los beneficios del uso del
veneno de abejas en el tratamiento de las enfermedades reumáticas. En esta época muchos apicultores
utilizaron estos conocimientos y comenzaron la aplicación de los tratamientos, muchos de ellos, sin
conocimientos específicos. La predominancia del modelo biológico en la explicación de la enfermedad
ha impuesto cierta presión a las consideradas medicinas alternativas y complementarias para su
integración con este. Así las cosas, los distintos sistemas médicos y terapéuticas considerados como
complementarios y alternativos requieren su comprobación mediante el método científico predominante.
Esto por supuesto, desde una racionalidad del análisis de la eficacia clínica, seguridad y evaluación
económica: medicina basada en la evidencia. Tratamientos como la medicina tradicional china,
homeopatía y la apiterapia requieren este tipo de integración y mientras no se produzca, son
considerados como “brujería” o “tratamientos sin eficacia terapéutica”. Por supuesto, la ausencia de
comprobación no indica que se trate de tratamientos sin efectividad.
Muchos grupos y autores en la actualidad se han sumado a la labor de mejorar el cuerpo de
conocimientos de la apiterapia. Es claro que en la actualidad el entendimiento de la apiterapia se inscribe
en los conceptos médicos vigentes sobre la causa de las enfermedades. Los proyectos de investigación
vigentes en la actualidad están relacionados de forma directa con estos conceptos.
Lecturas recomendadas
1. Leek FF. Some Evidence of Bees and Honey in Ancient Egypt. Bee World [Internet]. 1975 Jan
31;56(4):141–63. Available from:
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/0005772X.1975.11097564
2. Vickers B. The rise of magic in early medieval Europe. Hist Eur Ideas [Internet]. 1994;18(2):275–
87. Available from: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/0191659994900116
3. Woolfson J. The Renaissance of bees. Renaiss Stud [Internet]. 2010 Apr;24(2):281–300.
Available from: http://doi.wiley.com/10.1111/j.1477-4658.2009.00629.x
4. Ali M. Studies on Bee Venom and Its Medical Uses. Int J Adv Res …. 2012;1:1–15.
Al menos desde el año 1990 empezó un interés especial por el estudio de la medicina desde la
perspectiva antropológica y sociológica, teniendo en cuenta las transformaciones que han ocurrido en el
mundo. Este estudio se aborda desde la complejidad que estudia de forma habitual los sistemas
desordenados: aquellos en los cuales no es posible, al menos de manera muy evidente, seguir la
linealidad, temporalidad y la predicción: se trata del estudio al filo del orden y el caos.
Las prácticas médicas se comportan como sistemas complejos y abiertos con movimientos e
intercambios en sus elementos conceptuales entre ellos e intercambiando constantemente información
con la realidad que se vive en el exterior. De acuerdo a Madel Luz, los sistema médicos complejos son
sistemas que se organizan de forma coherente y que agrupan las prácticas, creencias y conocimientos
de una racionalidad médica1. Los sistemas médicos complejos se componen de 5 elementos de forma
más o menos estructurada:
En ese contexto la Apiterapia se considera un sistema terapéutico que puede ser utilizado por diferentes
sistemas médicos e incluso ser explicado desde su racionalidad.
Al menos se han identificado 7 sistemas médicos complejos: el sistema biomédico (popularmente
conocido como medicina alopática o medicina occidental), la medicina tradicional china, la medicina
ayurveda, homeopatía, osteopatía, terapia neural y la medicina indígena.
La Apiterapia es entonces un sistema terapéutico que se basa en el uso de los productos de la colmena
como la miel, propóleo, jalea real, cera, pan de abejas, veneno y polen en la prevención y tratamiento de
diferentes enfermedades.
Habitualmente la apiterapia es utilizada en el contexto del sistema biomédico, medicina tradicional china,
medicina ayurveda, medicina indígena y la terapia neural. Ocasionalmente se encuentra también su
práctica desde la osteopatía. Aunque existen elementos del uso del veneno de abejas desde la
racionalidad de la homeopatía, esta no puede ser considerada como aplicación de la apiterapia, dado
que no cumple los requisitos de los principios fundamentales de la terapéutica (ver más adelante). A
continuación, se muestra la explicación de la función de la apiterapia como terapéutica en cada uno de
ellos:
El interés por la investigación en apiterapia ha crecido en los últimos años. La investigación, como ocurre
en otros campos del conocimiento, se ha visto afectado por diferentes actores y factores, entre ellos
siguiendo los conceptos de Thomas Kuhn en sus aportes sobre la filosofía y sociología de la ciencia, la
científico.
Las investigaciones identificables en apiterapia, en este momento, se basan todas en este paradigma. Al
menos por ahora, no se percibe una revolución científica en camino que modifique el entendimiento
sobre la medicina y la forma en como los tratamientos deben funcionar. Al contrario, se intenta explicar
Estos aspectos explican los motivos por los cuales, al menos desde el punto de vista meramente
investigativo, hace que la apiterapia deba ser explicada mediante este tipo de diseños. Por supuesto,
son más sus ventajas que explican los motivos por los cuales no ha ocurrido en los últimos siglos un
han ocurrido algunos cambios en los paradigmas de entendimiento como la actual definición de
enfermedad que introduce factores internos y externos, la importancia de la genética, los priones como
ellos cualitativos, otros tanto cuantitativos que implican la realización de estudios narrativos, estudios en
600
500
400
300
200
100
0
Cualitativos Revisiones Modelos Farmacocinética Seguridad Ensayos clínicos
animales
Los temas de mayor relevancia en investigación en apiterapia son las enfermedades reumáticas,
colmena.
Lecturas recomendadas
1. Reynoso C. Complejidad y caos: una exploración antropológica [Internet]. Vol. 40, Anales de
http://www.journals.unam.mx/index.php/antropologia/article/viewFile/8642/pdf_267
2. Luz MT. Natural, racional, social: razão médica e racionalidade científica moderna. Rev Soc.
1988;1(1).
3. Urrego Mendoza DZ. Abordaje de la Medicina Alternativa como sistema médico complejo en la
Universidad Nacional de Colombia [Internet]. Vol. 58, Rev.Fac.Med. 2010. Available from:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-00112010000200007
Por todas estas características y funciones la historia clínica contiene los datos necesarios para la
identificación de los pacientes, sus antecedentes, la descripción de acontecimientos y hallazgos que
ocurren como consecuencia de la(s) enfermedad(es) que padece y los estudios de extensión (paraclínicos
e imágenes diagnósticas), así como el análisis del tratante y el plan de manejo que ha identificado y
diseñado para su tratamiento. En su conjunto esto permite plasmar la ocurrencia de la enfermedad en el
contexto del tratamiento bien sea total o parcial.
Se recomienda anotar el motivo de consulta con las palabra empleadas por el paciente. Describa la
enfermedad actual incluyendo todos los síntomas identificados con el motivo de consulta en orden
cronológico del más antiguo al más reciente. En caso de síntomas como el dolor conviene adicionar una
medición semi-objetiva de la intensidad como la escala análoga visual del dolor. Muchos síntomas
podrían tener una escala de intensidad al menos en tres intensidades (leve, moderada y severa) según
su impacto sobre la vida cotidiana. En la subsección de revisión por sistemas pueden ser consignados
los síntomas que aparentemente no están relacionados con el motivo de consulta, es importante también
incluir la información sobre impacto del estrés y hábitos de alimentación.
Antecedentes
Examen físico
En esta sección se detallan los hallazgos encontrados al momento del examen físico del paciente. En
caso de hallazgos positivos es importante describir la intensidad o tamaño de los mismos. Para sistemas
o aparatos que no tengan hallazgos positivos puede escribirse “hallazgos positivos sugestivos de
enfermedad o anormalidad”. En el apartado de escala de calidad de vida, si esta es aplicada, indicar el
nombre de la misma y su resultado.
Perfil de sensibilidad
Escriba en esta sección el método, dosis aplicada, la reacción ocurrida a los 5-10 minutos y el tamaño
del área del eritema. Estos hallazgos son importantes para interpretar la prueba y determinar si se trata
o no de una persona alérgica (respuesta generalizada), si se presenta mayor o menor grado de
sensibilidad (que permitirá ajustar la dosis inyectable) o si se trata de una persona sin estas
manifestaciones.
En primer lugar describa los hallazgos positivos o negativos que están relacionados con el motivo de
consulta del paciente. Otros hallazgos pueden ser consignados especialmente si están relacionados con
síntomas referidos por el paciente. Exámenes como cuadro hemático o parcial de orina pueden ser
referidos como normales o sólo consignar los hallazgos anormales si estos existen.
Análisis
En esta sección se resume y describe el razonamiento clínico del tratante teniendo en cuenta todos los
hallazgos de las secciones anteriores en términos de entender su proceso fisiopatológico y facilitar el
establecimiento del diagnóstico e inicio de la mejor terapéutica para el paciente.
Describa inicialmente los diagnósticos establecidos en el paciente. El diagnóstico principal es aquel que
está más relacionado con el motivo de consulta y la enfermedad actual. De acuerdo a los hallazgos de
los antecedentes, enfermedad actual, revisión por sistemas, examen físico o incluso algunos paraclínicos
e imágenes diagnósticos es posible que sea necesaria la inclusión de otros diagnósticos.
En la sección de examen físico pueden describirse únicamente los hallazgos positivos relevantes al
momento de su realización. Finalmente describa el tratamiento inyectable así como otros tratamientos
farmacológicos, naturales y de productos de la colmena instaurados como parte de esta atención.
Nombres y apellidos
Fecha de nacimiento
Ciudad de residencia
Ocupación
Estrato socioeconómico
Composición familiar
Motivo de consulta:
Enfermedad actual:
Estrés
Cabeza y cuello
Cardiovascular
Gastrointestinal
Genitourinario
Respiratorio
Piel
Sistema nervioso
Hábitos de alimentación
Médicos
Farmacológicos
Quirúrgicos
Tóxicos
Alérgicos
Ginecoobstétricos
Familiares
Signos vitales
Cabeza y cuello
Tórax
Abdomen
Ginecológico/urológico
Osteomusculoarticular
Vascular periférico
Neurológico
Piel y faneras
Método
Dosis aplicada
Interpretación
Diagnóstico principal
Diagnóstico 2
Diagnóstico 3
Diagnóstico 4
Diagnóstico 5
Manejo farmacológico:
Apiterapia inyectable:
Dosis
Frecuencia de aplicación
Otras terapias:
Nombre
Dosis
Frecuencia de aplicación
Anamnesis
Examen físico
Apiterapia inyectable:
Dosis
Frecuencia de aplicación
El veneno de abejas (VA) o apitoxina es una sustancia de composición compleja. Las primeras abejas,
de hecho, no tenían aguijón. Fue sólo cuando ellas comenzaron a almacenar alimentos (miel y polen) que
inició el proceso evolutivo de la generación del aguijón y el veneno como mecanismo de defensa contra
agresores potenciales. El uso del VA con fines terapéuticos remonta a los comienzos mismos de la
Proteínas
Componente Efectos
Melitina Analgésico, antiinflamatorio,
inmunomodulador, neuromodulador,
antineoplásico. Inductor de dolor y de la
respuesta alérgica
Apamina Neuromodulador, neuroprotector,
antiinflamatorio
Adolapina Antipirético, antiinflamatorio, analgésico
Tertiapina Efecto neurotrófico
Peptido desgranulador de los mastocitos Principal inductor de alergia. Genera prurito
Secapina Potenciación de la función de la respuesta
inmunológica innata
Melitina F Sin efecto comprobado
Cardiopéptido Antiarrítmico y cardioprotector
Enzimas
Fosfolipasa A2 Analgésico, inmunomodulador,
neuroprotector. Inductor de inflamación tras
la aplicación
Fosfolipasa B Facilita la distribución de otros componentes
del veneno de abejas a diferentes tejidos del
cuerpo. Potencia acción de la fosfolipasa A2
Hialuronidasa Facilita la difusión de los componentes del
veneno de abejas a la sangre y otros órganos
del cuerpo. Inductor de la respuesta alérgica.
Farmacocinética
El VA puede ser administrado a través de diferentes vías: oral, tópica y parenteral (subcutánea,
intravenosa, intradérmica, intramuscular, intraarticular), por supuesto, cada una de las vías de
administración utilizadas posee un perfil farmacocinético propio. El VA tiene una amplia distribución
tisular y es posible identificarlo, luego de algunos minutos de su administración, en todos los tejidos del
cuerpo, incluso, en el sistema nervioso central, las mayores concentraciones se logran especialmente en
el hígado y riñón. La degradación y metabolismo de los componentes del VA ocurre principalmente por
acción de la estearasa plasmática, aunque se ha descrito también la acción de los neumocitos en el
metabolismo de sus proteínas. La excreción se da a través de la orina.
El VA para uso inyectable previamente extraído, además, puede ser sometido a procesos de
caracterización molecular lo cual permite el ajuste de las dosis para maximizar los resultados clínicos, es
así mismo, sobre este método de aplicación, sobre el cual existe el mayor soporte bibliográfico en la
actualidad. Su aplicación, independientemente de la vía de administración utilizada, es la más alta.
Las características farmacocinéticas del VA hacen que sea necesario, para el tratamiento de la mayoría
de las enfermedades, del uso de diferentes vías de administración como parte del tratamiento:
Parámetros farmacocinéticos del Veneno de Abejas
Oral=7,23 ugmin/ml
Tiempo medio de residencia MRT Oral requiere mayor tiempo distribuirse en el
IV=45 minutos organismo
Tiempo medio de residencia Oral=90
minutos
450
400
350
300
Biodisponibilidad
250
200
150
100
50
0
-50 0 8 16 24 32 40 48 56 64
-100
Horas
Mecanismos de acción
Los efectos del veneno de abejas pueden agruparse en siete grandes ejes. A continuación, se presenta
un resumen de sus efectos y mecanismos de acción:
Seguridad
Las vías de administración oral y tópica no suelen provocar eventos secundarios en las personas, la
hipersensibilidad por estas vías no se ha descrito en la literatura y de llegar a ocurrir probablemente se
genera como consecuencia de excipientes o vehículos empleados en la preparación. La administración
inyectable del VA produce con cierta frecuencia eventos adversos, en su mayoría de severidad leve. La
experiencia acumulada en nuestro servicio ha mostrado que el dolor de tipo ardor, prurito e inflamación
son los eventos adversos más frecuentes después de la aplicación y tan sólo en el 10% de los pacientes
su intensidad motiva preocupación en ellos.
El VA potencialmente puede producir dos condiciones relevantes desde el punto de vista clínico: alergias
y respuesta tóxica. El tema de las alergias será revisado más adelante en otro capítulo sin embargo es
buen momento para recordar la importancia de realizar previa a la aplicación del VA la prueba de alergia
en todas las personas. La toxicidad o respuesta tóxica se presenta como consecuencia de la acción de
los componentes del VA (principalmente fosfolipasa, hialuronidasa y melitina), esta puede presentarse
de forma local o sistémica. La forma sistémica no suele presentarse en el contexto de la práctica clínica
de la apiterapia y esta descrita en casos de ataques masivos de abejas sobre un individuo. El síndrome
de envenenamiento por VA se caracteriza por la presentación de hemolisis, rabdiomilisis y falla hepática
y renal aguda, su manejo, por supuesto, es intrahospitalario.
La respuesta tóxica local, como su nombre lo indica, se presenta en el o los sitios de aplicación del VA.
Esta respuesta se caracteriza por la presencia de dolor e inflamación persistente en el sitio de aplicación,
ocasionalmente puede acompañarse de prurito. Es importante tener en cuenta que en algunos casos su
intensidad puede emular los hallazgos típicos de la inspección de un cuadro de celulitis (con excepción
del incremento de la zona de eritema). La mayoría de los casos remiten sin necesidad de intervención
especifica aunque eventualmente puede indicarse el uso de anti inflamatorios no esteroideos o
corticoides para mitigar la intensidad sintomática.
No existen en la literatura descripciones de interacciones del VA con alimentos, suplementos dietarios,
nutracéuticos o medicamentos. Desde el punto de vista teórico eventualmente el VA a dosis muy altas
(dosis mayores a 0,2 mg/kg) podría generar sobre anticoagulación.
Lecturas recomendadas
1. Ali M. Studies on bee venom and its medical uses. Int J Adv Res Technol. 2012;
2. Hossen M, Shapla U, Gan S, Khalil M. Impact of Bee Venom Enzymes on Diseases and Immune
Responses. Molecules [Internet]. 2016 Dec 27;22(1):25. Available from:
http://www.mdpi.com/1420-3049/22/1/25
3. Cornara L, Biagi M, Xiao J, Burlando B. Therapeutic Properties of Bioactive Compounds from
Different Honeybee Products. Front Pharmacol [Internet]. 2017 Jun 28;8. Available from:
http://journal.frontiersin.org/article/10.3389/fphar.2017.00412/full
4. Yonamine CM, Costa H, Silva JAA, Muramoto E, Rogero JR, Troncone LRP, et al. Biodistribution
studies of bee venom and spider toxin using radiotracers. J Venom Anim Toxins Incl Trop Dis.
2005;
5. Wehbe R, Frangieh J, Rima M, El Obeid D, Sabatier J-M, Fajloun Z. Bee Venom: Overview of Main
Compounds and Bioactivities for Therapeutic Interests. Molecules [Internet]. 2019 Aug
19;24(16):2997. Available from: https://www.mdpi.com/1420-3049/24/16/2997
pasos implicados en el proceso de nutrición están relacionadas con múltiples enfermedades agudas y
crónicas así como el deterioro de la calidad de vida.
Los avances en el estudio del microbioma, genómica, proteómica, transcriptómica y epigenómica han
modificado la forma en la cual se entiende el efecto de los alimentos y han dado lugar al entendimiento
de las funciones que poseen algunos de ellos: se trata de los alimentos funcionales, es decir, aquellos
que son útiles en la prevención y manejo de enfermedades. Los productos de la colmena (pan de abejas,
miel, jalea real, propóleo y polen) son alimentos con importantes propiedades en términos de la
prevención y tratamiento de diferentes enfermedades.
Jalea real
La jalea real es una sustancia que secretan las abejas desde las glándulas ubicadas en la región
hipofaringea. Las abejas utilizan la jalea real como alimento para las larvas y la abeja reina. Es
una sustancia de color amarillo, viscosa y de sabor amargo. La jalea real está compuesta por
agua, ácidos grasos y proteínas. Dentro de ellos la proteína mayor de la jalea real y el 17β-
estradiol, 17α-etinilestradiol, ácido 10-hidroxidecanoico y el ácido 10-hidroxitrans-2 decanoico
son de interés terapéutico reconocido.
Su administración puede ser por vía oral (500 a 1000 mg cada día) o tópica sobre las lesiones como
ocurre en el caso de los beneficios sobre la piel. La aplicación tópica es la que muestra mayores beneficios
para beneficios estéticos y dermatológicos.
Miel de abejas
La miel de abejas es un líquido viscoso generalmente de sabor dulce derivado del néctar de las flores o
de las secreciones dulces de algunos tallos de las plantas. Las abejas introducen el néctar en su interior
y lo transforman mezclándolo con enzimas como la invertasa que modifica su composición. En buena
medida este proceso busca también reducir la humedad del líquido. Este proceso se da mediante la
trofalaxis un mecanismo de transferencia de néctar de boca a boca y en el cual también participan los
zánganos.
La miel de abejas debe consumirse a razón de 15 a 50 gramos por día o tópica sobre las heridas.
Propóleo
Los propóleos son una mezcla de resinas que obtienen las abejas de las diferentes fuentes vegetales
que se encuentran alrededor de la colmena los cuales son sometidos a algunas transformaciones
enzimáticas por las abejas. A temperaturas bajas los propóleos son de consistencia dura y es utilizado
por las abejas para sellar huecos en la colmena y protegerla de la invasión de microorganismos y
parásitos, también se ha descrito que sirve para el reforzamiento estructural de la colmena y mitigar el
efecto de las vibraciones sobre ella.
Polen de abejas
Las abejas se cuentan dentro del grupo de animales capaces de consumir el polen. En sus patas poseen
adaptaciones en forma de cestas para cargar los granos hasta la colmena. El tiempo de mayor consumo
de polen es durante su fase de larva ya que en momentos posteriores de su ciclo vital se utiliza más el
néctar como fuente de alimento. Las toman los granos de polen de las plantas y lo llevan a la colmena
en donde se realizan transformaciones mediadas por algunas enzimas como la amilasa y la catalasa para
poder utilizarlo como alimento.
Al menos 200 componentes distintos han sido identificados en el polen. Dentro de los componentes del
polen se encuentran proteínas y aminoácidos (hasta 50% de su composición), carbohidratos (hasta un
30%), lípidos (hasta un 7%), fibra (hasta un 20% de la composición) y otros compuestos como ácidos
nucleicos, vitaminas y minerales.
Pan de abejas
Se trata de una mezcla de miel, cera y polen que sufre un proceso de fermentación láctica dentro de la
colmena. Es un producto con un alto contenido de proteínas y aminoácidos, carbohidratos y ácidos
grasos insaturados.
Lecturas recomendadas
1. Melliou E, Chinou I. Chemistry and bioactivity of royal jelly from Greece. J Agric Food Chem.
2005;53(23):8987–92.
2. Bogdanov S. Royal jelly, bee brood: composition, health, medicine: a review. Lipids [Internet].
2011;(February):1–32. Available from:
http://www.apitherapie.ch/files/files/Gelee/RJBookReview.pdf
3. . White JW. Honey. Adv Food Res [Internet]. 1978;24:287–374. Available from:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/367113
4. 27. Ball DW. The Chemical Composition of Honey. J Chem Educ [Internet].
2007;84(10):1643. Available from: http://dx.doi.org/10.1021/ed084p1643
5. Sforcin JM. Biological Properties and Therapeutic Applications of Propolis. Phyther Res [Internet].
2016 Jun;30(6):894–905. Available from: http://doi.wiley.com/10.1002/ptr.5605
6. Mărgăoan, Stranț, Varadi, Topal, Yücel, Cornea-Cipcigan, et al. Bee Collected Pollen and Bee
Bread: Bioactive Constituents and Health Benefits. Antioxidants [Internet]. 2019 Nov
20;8(12):568. Available from: https://www.mdpi.com/2076-3921/8/12/568
ALERGOLOGÍA APLICADA
Las alergias son procesos anormales que surgen como consecuencia del
funcionamiento sistema inmunológico, afectan la calidad de vida y en casos
severos incluso conducir a la muerte. Algunos componentes de los productos de
la colmena pueden producir alergias. En esta sección se exploran conceptos
básicos de las alergias, su identificación y tratamiento.
La alergia es una reacción del sistema inmunológico como consecuencia de la exposición (por diferentes
vías: oral, tópica, parenteral) a una sustancia que habitualmente es inocua para el organismo. Es decir, la
alergia ocurre como consecuencia del reconocimiento errado del sistema inmunológico hacia una
sustancia (conocidas como antígenos-alergenos) y la generación de una respuesta contra esta.
Existen diferentes enfermedades clasificadas como enfermedades alérgicas: asma bronquial, rinitis,
dermatitis, conjuntivitis, urticaria, alergias alimentarias, alergias a medicamentos, alergias ocupacionales
y alergias a picaduras de insectos. La mayoría de estas enfermedades alérgicas son medidas por la
inmunoglobulina E, un tipo de anticuerpos. Existen cuatro tipos de hipersensibilidad:
Tipo de hipersensibilidad Mecanismo Condiciones clínicas asociadas
I (Alergia) IgE Dermatitis atópica, asma, anafilaxia
II IgM o IgG Anemia hemolítica autoinmune, vasculitis,
fiebre reumática
III IgG y complemento Lupus eritematoso sistémico, artritis reactiva
IV (citotóxica, Linfocitos T Diabetes tipo 1, esclerosis múltiple,
hipersensibilidad retardada) dermatitis por contacto, artritis reumatoide
Alergia al veneno de abejas. La vía de administración oral no suele generar reacciones alérgicas, ellas
ocurren como consecuencia de la administración parenteral. Dado que la administración inyectable del
veneno de abejas bien sea por mediante su extracción previa o bien por picadura directa de la abeja es
un método terapéutico empleado con frecuencia en la apiterapia, es indispensable realizar previamente
a su inicio la prueba de alergia al veneno de abejas. Las pruebas cutáneas son un método fiable para la
identificación de la alergia incluso en el contexto de la realización de mediciones de anticuerpos de tipo
IgE específicos contra el veneno de abejas. Es importante tener en cuenta que se ha descrito en la
literatura la existencia de antígenos (polen de flores) en los aguijones de las abejas y por este motivo
podrían presentarse eventualmente reacciones alérgicas a estos gránulos de polen.
La evaluación de anticuerpos IgE específicos posee una alta sensibilidad, pero su especificidad y
significado clínico no es claro en la actualidad, por este motivo su realización debe acompañarse de una
prueba cutánea ya que por si mismo el nivel de IgE no predice el comportamiento del paciente. Se
aconseja la realización de pruebas de intradermoreacción que son fáciles de realizar y permiten una
identificación relativamente rápidas de los procesos alérgicos, en estos casos puede aplicarse 0,1 ml o 1
UI de una solución de 1 mcg/ml o bien al 0,1 mcg/ml. A mayor concentración empleada en la prueba
deberá tenerse en cuenta el factor de la toxicidad propia de la toxina en la respuesta obtenida.
Reacciones de más de 10 cm son significativas para la identificación de la alergia, reacciones de entre 5
y 10 cm suelen ser sugestivas de personas con cierto grado de sensibilidad. En todo caso los resultados
de estas pruebas facilitarán el ajuste de dosis en los pacientes.
La respuesta sistémica se conoce como anafilaxia. Las personas que han presentado reacciones
sistémicas (con compromiso cardiovascular y respiratorio) generalmente al nuevamente estar expuestas
al alergeno nuevamente tendrán este tipo de respuesta. Hasta el 10% de las personas con reacciones
locales extensas (tamaño de más de 10 cm en el sitio de aplicación del veneno con duración de más de
1 día) desarrollan posteriormente reacciones generalizadas y de estos el 20% podrían presentar
reacciones sistémicas. Las reacciones sistémicas de acuerdo a su severidad se clasifican así:
• Grado I. Ansiedad, urticaria generalizada, prurito.
• Grado II. Dolor torácico, náuseas, vómito, diarrea, dolor abdominal, mareo, angioedema
• Grado III. Disnea y sibilancias mas dos de alguno de los siguientes: disartria, disfonía, debilidad,
confusión, sensación inminente de muerte.
• Grado IV. Cualquiera de los síntomas anteriores mas dos de los siguientes: hipotensión, colapso,
pérdida del conocimiento, incontinencia, cianosis.
Evidentemente las reacciones sistémicas, especialmente la grado III y IV requieren de una intervención
médica inmediata pues se compromete la vida del paciente. En casos severos suele ser necesaria la
intubación y la ventilación mecánica. Si la reacción ocurre luego de la picadura de la abeja conviene retirar
el aguijón y aplicar frio en la zona para reducir el flujo sanguíneo.
Las reacciones sistémicas severas requieren la aplicación de adrenalina por vía parenteral para su
control.
Propóleo. Suele ocurrir como consecuencia del contacto de la piel contra el propóleo bien sea por
motivos ocupacionales (apicultores) o por su uso como ingrediente en productos cosméticos.
Probablemente estas reacciones ocurren como consecuencia de sustancias químicas de plantas y
árboles empleadas por las abejas para su producción y el cambio de variedad de propóleos podría reducir
la presentación de estas reacciones alérgicas.
Miel de abejas. Suele presentarse contra variedades particulares de miel por la presencia de granos de
polen de flores a las cuales la persona es hipersensible. Suele ser poco frecuente y manifestarse con
cuadros de vómito y diarrea como ocurre en los casos de alergias alimentarias. No suele requerir
tratamiento específico y para evitarla basta con modificar la variedad de miel que se consume.
Lecturas recomendadas
1. Cifuentes, L. (2015). Allergy to honeybee... Not only stings. Current Opinion in Allergy and Clinical
Immunology. https://doi.org/10.1097/ACI.0000000000000191
2. Eich-Wanger, C., & Müller, U. R. (1998). Bee sting allergy in beekeepers. Clinical and
Experimental Allergy. https://doi.org/10.1046/j.1365-2222.1998.00411.x
3. Elieh Ali Komi, D., Shafaghat, F., & Zwiener, R. D. (2017). Immunology of Bee Venom. Clinical
Reviews in Allergy & Immunology. https://doi.org/10.1007/s12016-017-8597-4
4. Leaver, R., & Weinberg, E. G. (1984). Bee venom allergy. South African Medical Journal.