1 CONCLUSIONES

En el Sector Público la responsabilidad por el ejercicio de la función pública nace

del mandato que la sociedad otorga a los poderes del Estado para que, en su
representación, administren los recursos públicos persiguiendo el bien común y el
interés público.

La aplicación de la Ley Nº 1178, en nuestro país, tiene bastantes años, en los

cuales su aplicación ha sido en muchos casos de manera errónea, deja de ser una
norma que pueda coadyuvar a un mejor desempeño de los funcionarios policiales,
la Ley Nº 1178, es una normativa que no se adecua a la realidad de nuestro país,
es necesario poder cambiar la forma de manejar la administración pública para
lograr una mejor y más eficiente forma de desarrollar funciones en el ámbito
público.

La función pública genera mucha responsabilidad en aquellos que fungen como

funcionarios públicos, lamentablemente los funcionarios no han tomado conciencia
de su función, muchos de ellos, aun piensa que, al ser funcionario público, puede
actuar de acuerdo a su criterio personal, sin que ello traiga consigo una
responsabilidad dentro de sus funciones.

De acuerdo con el enfoque tradicional de responsabilidad, el servidor público

descargaba por completo su responsabilidad si demostraba haber utilizado los
recursos que le fueron confiados con apego a la normatividad vigente, al margen
de los resultados obtenidos. La concepción moderna de responsabilidad por la
función pública establece que el servidor público debe responder por los objetivos
a los que se destinaron los recursos públicos, como también por la forma y los
resultados de su aplicación. En consecuencia, la responsabilidad de los servidores
públicos ya no se agota con el cumplimiento de la legalidad, sino que se debe
demostrar haber obtenido los resultados que la sociedad espera de la gestión
pública.
De igual manera la policía boliviana por intermedio de la ley orgánica, la ley 101 y
por la Dirección Departamental de investigación interna (Didipi) realiza el control
de todo el personal policial, para que el funcionario que cometiese algún ilícito y
que estuviese hiendo en contra de las leyes del Estado sea apartado de filas de la
institución, dando en cumplimiento de las leyes.