EL LUGAR DONDE SE HABLA

Bienvenidos a la nueva sesión en la que vamos a continuar trabajando 

sobre el canal o medio por el cual la voz del orador llega hasta la audiencia. 
En la sesión anterior you estudiamos la importancia del sonido y vimos cuáles eran 
las reglas, las reglas de oro. 
Hoy vamos a hablar otras cuestiones del medio, 
del canal o medio, que también tienen mucha importancia y que va más asociado 
con la vista; el del sentido anterior fue el oído, ahora vamos a hablar de la vista. 
Primera tarea de un orador, que se le vea. 
En la comunicación voz a voz es muy importante que el orador pueda ser visto 
por la audiencia porque el orador es, como hemos visto, parte del mensaje; por tanto, 
el orador debe estar elevado sobre la audiencia. 
Hay muchas fórmulas, desde las más simples que son las tarimas, 
las tarimas de clase, caja, remolque, como vemos 
en los mítines políticos en las plazas de los pueblos, o you pues escenario. 
Pero siempre incluso en los actos más simples, con pocas personas, procura 
cuando vas a hablar en público que se te vea; a veces te puede producir pudor, 
pero es muy importante, créeme, porque tú eres parte del mensaje y tu mensaje se va 
a reforzar muchísimo cuando te ven. 
La vista también funciona, aunque sea el oído el que escuche. 
¿Qué otras cuestiones van a afectar a la vista? 
Bueno, en primer lugar, la escenografía. 
La escenografía es parte del mensaje. 
En los grandes actos, las convenciones políticas, las grandes puestas en marcha 
de, por ejemplo, Apple cuando presenta un nuevo producto, fíjate en la escenografía 
que tienen, los colores, la iluminación, el material audiovisual que se expone, 
la cartelería, todo eso configura un gran escenario que es parte del mensaje.
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No es responsabilidad del orador, en la mayoría de los casos, 
diseñar esa escenografía, pero sí te va a afectar porque el que 
está en la audiencia está imbuido, metido, sobrecogido en ese escenario. 
Tu discurso tiene que estar en coherencia con ese escenario, 
se refuerza, el escenario trabaja para tu discurso. 
Si tú sales por otro, elegiste otro tema, 
otro enfoque completamente distinto al que hay allí, tú vas a tener que derrotar al 
escenario, con lo cual vas a tener que hacer una doble tarea. 
El escenario, por tanto, 
va a ser también parte de tu discurso y tú tienes que aprovechar ese impulso brutal. 
¿Cuáles son las reglas de oro de la escenografía? 
Bueno, eso es un arte porque afecta a la vista, a los factores psicológicos, 
sociológicos, de prestigio, tiene función de marca, 
tiene muchos aspectos que no nos toca estudiar. 
Pero, desde luego, debe estar elevado, preferentemente de colores claros,
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una serie de material de cartelería, de apoyo, 
material audiovisual que debe ser claro, no muy profuso, no confuso, 
no abundante, es sencillo, simple y, desde luego, que delimite perfectamente el 
motivo y complemente el motivo y aclare el motivo del porqué se reúnen las personas. 
Por eso, todos los congresos, por ejemplo, 
suelen tener un logo, un lema; el lema del congreso debe tener una fecha, 
un lugar, una información muy simple, pero que sitúa claramente a la audiencia 
el porqué está allí, y al orador qué canal o cuáles las razones que 
empujan a esa audiencia a participar en ese evento por el cual debe reforzarla. 
La escenografía, por tanto, simplemente decirte que es importante y 
que puede trabajar a tu favor clarísimamente. 
Segunda cuestión que afecta al sentido de la vista, la iluminación, 
eso es muy importante. 
Como se trata de que te vean, 
porque tú eres parte del mensaje, debes estar más iluminado que el resto. 
Normalmente es así, en cualquier evento verás que normalmente 
la zona donde están los oradores tiene un poquito más de luz. 
A mí mi ideal es cuando, ¿verdad?, 
existe un poquito más de luz, pero la sala no queda por completo a oscuras porque 
es bueno ver las caras de las personas con las que habla, y eso se resuelve, 
sobre todo you en eventos de cierta importancia, hay más focos iluminando el 
escenario y algo menos en la audiencia, con lo cual tú puedes ver las caras, 
hablas a personas, you vimos que tienes que girar la cabeza para hablarle, 
para que sienta la audiencia que le hablas a todas ellas, y puedes verlas, ¿no? 
Hay veces, hay veces también esa relativa penumbra de la audiencia hace que 
su mirada se concentre en el escenario, en el orador, y evita distracciones. 
Por eso, ideal más iluminado el escenario, algo más en penumbra la audiencia. 
Hay veces, y eso you se esfuerza mucho, por ejemplo el actor de teatro lo sabe,
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que la sala de audiencia o donde están las sillas donde está el público 
queda completamente a oscuras y hay un foco que ilumina al orador. 
A mí me ha pasado muchas veces. 
Entonces, tienes un riesgo, 
quedas muy bien iluminado, concentras toda la atención, por tanto, es más fácil para 
ti pues llegar porque el público no tiene otro sitio dónde mirar que no sea a ti, 
pero tiene problemas para el orador que el foco te deslumbra, no ves las caras de los 
que hay atrás, hablas como al vacío, como a la negritud, como a un punto de luz, 
y eso requiere un ejercicio profesional para no perder la 
fuerza de convicción que se tiene cuando se mira cara a cara las personas, ¿no? 
Pero normalmente tú vas a hablar en sitios, en fin, alguna vez te tocará 
con un foco, pero normalmente vas a poder ver las caras de los que hablas. 
Quédate con la idea que la escenografía es muy importante, parte del mensaje, 
y puede trabajar para ti y que, desde luego, 
el lugar debe estar bien iluminado y tú debes estar en una posición de elevación. 
Hay dos cuestiones más que afectan al medio y, sobre todo, al sentido de vista. 
Uno es el material que vas a entregar. 
Si vas a hablar en público y has pensado pues dar un resumen, unos folios, 
un cuadernillo, un libro que haga alusión a tu intervención, mi consejo 
en principio es que lo des después una vez que hayas terminado; si das material, 
la gente empieza you a consultarlo mientras tú hablas y se distrae, 
se distrae, porque a veces es más rápido ver que escuchar, y a ti no te 
interesa que la gente esté viendo, sino a ti te interesa que te escuche. 
Por lo cual, mi primer consejo del material complementario, 
si vas a repartirlo, repártelo después. 
Solo en aquellos casos en que tú en tu intervención vas a requerir que consulten 
lo que es algo, dáselo; pero esa consulta debes dirigirla tú con tus palabras.
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Bastaría ver, por ejemplo, repartes un gráfico, un caso muy típico; cuando estés 
hablando, entonces dices, por favor, mirad el gráfico que tenéis, ¿veis la curva tal? 
Y entonces ellos miran la curva. 
No se están distrayendo porque has logrado insertar 
esa visión en tus propias palabras. 
Pero, en caso de duda, 
el material complementario lo das después y vas a evitar muchas distracciones. 
Cada día es más frecuente el uso de material audiovisual 
para complementar o reforzar las palabras del orador. 
El más clásico es el PowerPoint, que dedicaremos una sesión completa a él y, 
por tanto, no me referiré en estos momentos al PowerPoint, 
pero también o diversos medios audiovisuales, o proyecciones o 
vídeos o grabaciones de terceras personas que no están en ese momento en la sala, 
o incluso música o voz en off, hay distintos medios 
audiovisuales que se utilizan ahora mismo para reforzar las palabras del orador. 
Mi consejo es el mismo.
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Lo importante cuando hables cara a cara son tus palabras. 
Nunca olvides eso. 
Cualquier material que pongas es complementario a lo que tú dices, 
el hilo conductor es el tuyo. 
Si no se utiliza bien ese material, ¿qué riesgo hay? 
Que el material esté por encima de tus palabras; tú quedes difuminado, 
tu mensaje perdido, y encima la gente le rompes el hilo del discurso. 
Es muy difícil competir con un vídeo, porque el vídeo tiene música y acción, 
es muy entretenido; entonces, tú tienes que tener la inteligencia 
de hacer que el vídeo trabaje para ti y no que el vídeo nuble tu mensaje. 
Con lo cual el material audiovisual siempre breve, muy al hilo de lo que tú 
digas, tú tienes que dar entrada a ese vídeo para, y ahora vais a ver este vídeo, 
yo os tengo una sorpresa que comentaré al final; sería una buena entrada. 
O, vamos a ver este vídeo que explica esto que acabo de decir; entonces la gente 
percibe que tú eres el que estás mandando en el vídeo, y cuando termine, 
haces la conclusión o la moraleja que quieras sacar de ese material. 
Quédate con esta idea, el vídeo tiene que trabajar para ti, tú tienes que estar por 
encima del vídeo, y al final, lo importante no es el vídeo, es tu mensaje. 
Esto reflexiónalo, ¿eh? 
Porque estoy cada día viendo en esto oradores que, con buena fe, 
ponen material complementario y la gente, cuando you sale, se acuerdan del material, 
de los vídeos, pero no se acuerdan del mensaje que el orador quería lanzarle. 
Esto es de práctica, tendrás que hacerlo, pero la idea es muy clara y muy nítida. 
Y esto hace que al final, si no logras hilarlo muy bien, la audiencia se va 
a fijar en la película que le gusta, en el vídeo que le entretiene, en las imágenes, 
y va a olvidar tus palabras que quedarán en la melancolía del olvido, 
lo cual es un fallo imperdonable para un orador, pero que pretende siempre, 
y lo hemos hablado mucho, es pues lanzar un mensaje y, además, 
un mensaje que va asociado a un fin, a un objetivo, que hay que conseguir, 
o por lo menos es lo que pretendemos en este curso de oratoria eficaz. 
Moraleja, el medio y el mensaje es muy importante cuando se está cara a cara por 
los dos sentidos que más van a trabajar, desde luego, son la vista y el oído. 
En el oído, you hablamos que la calidad de sonido debe ser buena para la escucha, 
escucha fácil, y en la vista pues igual, facilitar el orador, 
uno, que se le vea por elevación; e iluminación, 
dos; la tercera sería una escenografía adecuada, coherente, 
que tiene que trabajar para ti, el material que vaya a ver la gente que lo 
vea después, salvo que tú decidas en tu intervención hacer uso de ella específica 
y solo la parte que a ti te interesa que vean en el momento preciso, 
y el material audiovisual que cada día es más importante, que tiene mucha fuerza, 
pero que tiene que trabajar para ti y no borrarte de la memoria de la audiencia. 
Esto lo puedes practicar incluso solo, dando entrada cuando prepares 
una intervención piensa no solamente en el vídeo, sino la entrada que vas a hacer 
y la salida o el retorno de tus palabras después de, del vídeo. 
Si lo haces bien, conseguirás algo que es muy importante y muy poderoso, 
porque el material audiovisual bien utilizado es una herramienta de poder, 
de comunicación muy fuerte, si logras dar entrada y salida 
el audiovisual trabajará para tus palabras y no para ocultarlas.