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Santiago 3:1-8 “El Poder De La

Lengua” Lo Que Revela Sobre Tu


Corazón
Una y otra vez las Escrituras mencionan el poder de la lengua. Santiago dedica
un capítulo entero al control de la lengua. Cuando consideramos las palabras de
Jesús en Mateo 12:34 vemos por qué a la lengua se le da un tratamiento tan
extenso. La manera en que manejamos la lengua es un gran indicador de nuestros
corazones ante Dios. Santiago 3:1-18

La Biblia enfatiza que lo que decimos es una indicación precisa de lo que hay en
nuestro corazón. Si tus palabras bendicen y animan a otros, dan testimonio de un
corazón compasivo. Si a menudo compartes las buenas nuevas acerca de Cristo,
demuestras un corazón que está agradecido por tu propia salvación. Cuando otros
están en crisis, ¿saben que encontrarán paz y consuelo en tus palabras? ¿Ofrece
con frecuencia y espontáneamente oraciones por los demás? ¿Sus palabras y la
manera en que las dice revelan un corazón paciente? Todos estos
comportamientos indican un corazón que es como el corazón del Padre.

Nuestras palabras son muy poderosas. Aparte de la obra redentora de Cristo, sólo
haremos daño con nuestras palabras. Necesitamos sabiduría de lo alto para usar
las palabras sabiamente. Nuestras palabras también revelan el estado de nuestros
corazones

Las palabras nos delatan. En Santiago 3:1-18 vemos que la lengua tiene poder;
que es por naturaleza hipócrita; y que sólo puede ser transformada desde arriba.

Debemos conocer el poder de la lengua


Una persona puede decir muchas palabras por minuto y varios miles en una hora.
Podemos imaginar cuántas palabras habla una persona promedio en un día! Y se
estima que las mujeres hablan el doble de palabras al día que los hombres.
¡Podríamos llenar una biblioteca en toda una vida! Si lo hiciéramos, ¿cuáles serían
los títulos de esos libros? La lengua tiene una poderosa influencia sobre los demás.
Dios está buscando una vida santa, y una de las áreas clave que debemos guardar
con toda diligencia es nuestra lengua.

La verdad es que todos tenemos problemas con lo que decimos. Probablemente


por eso la Biblia habla tanto sobre el poder de la lengua. Los proverbios están
llenos de versículos sobre los aspectos positivos y negativos de la lengua. Los
términos lengua, labios, boca y palabras aparecen más de 170 veces en la Biblia.
Vivimos muchos años en un barco y recordamos cómo el pequeño timón
gobernaba nuestro barco en grandes tormentas. Santiago 3:4-5 dice:

=”Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos


vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna
quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes
cosas. He aquí, cuán grande bosque enciende un pequeño fuego.” =”(Santiago
3:4-5)”

La mayoría de la gente quiere ser escuchada. ¿Qué mejor manera de ser


escuchado como creyente que siendo un maestro del evangelio? Sin embargo,
Santiago nos insta a considerar el poder de la lengua. No debemos apresurarnos a
propulsarnos a una posición en la que la lengua se utiliza constantemente. Es
poderoso y como tal, incurrirá en un “juicio más estricto”.

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