Está en la página 1de 70

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> TECNOPOÉTICAS ARGENTINAS
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> ARCHIVO BLANDO DE ARTE Y TECNOLOGÍA

>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>> .>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
>>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> 'l
:
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
<<>>
Claudia Kozak (ed.)
Tecnopoéticas argentinas : archivo blando de arte y tecnología
- 1a ed. - Buenos Aires : Caja Negra, 2012.
288 p. ; 20xl4 cm.

ISBN 978-987- 1622-16-0

1. Arte Argentino. 2. Estética. I. Título.


CDD 701.17 TECNOPOÉTICAS ARGENTINAS
ARCHIVO BLANDO DE ARTE Y TECNOLOGÍA

Claudia Kozak (ed.)

Escriben

Esteban Castromán (EC)


Flavia Costa (FC)
Carmen Crouzeilles (CC)
Charly Gradin (ChG)
Alelí Jait (AJ)
El presente libro es resultado del trabajo de investigación realizado en el marco Claudia Kozak (CK)
del proyecto "Poéticas/políticas tecnológicas en la Argenrina (1910-201 O)",
financiado por la Universidad de Buenos Aires, Instituro de Investigaciones Gino Inés Laitano (IL)
Germ :rni, Facultad de Ciencias Sociales. Mariel Leibovich (ML)
© 2012, Caja Negra Editora Laura Novoa (LN)
© Claudia Kozak (Ed.) Lila Pagola (LP)
© E. Castromán, F. Costa, C. Crouzeilles, C. Gr;din, A. Jait, C. Kozak, l.
María Fernanda Pinta (MFP)
Laitano, M . Leibovich, L. Novoa, L. Pagola, M.F. Pinta, M. Rocha, L. Stubrin,
A. Torres Margarita Rocha (MR)
Lucía Stubrin (LS)
Caja Negra Editora Alejandra Torres (AT)
Buenos Aires / Argentina
caj anegra@caj anegraedi tora. corn. ar
v.'W'.v.cajanegracditora.com.ar

Dirección editorial: Diego Esteras I Ezequiel A. Fanego

Diseño: Juan lvlarcos Venrura

Producción: Malena Rey


CAJAm
NEGR~W
Impreso en Argenrina / Prinred in Argentina SmESTHESI~
INTRODUCCIÓN

>

Esto no es un archivo, así como la de Magritte no era una pipa. 7


·1 Esto es un libro, en las manos de quien lee. Un libro que en su
subtítulo dice ser un archivo y en su introducción dice que no lo
es. Si lo incompleto es figura necesaria de todo archivo -siempre
habrá en alguna parte ese resto que le niega al archivo sus ínfulas
de totalidad-, un archivo blan~9 - es inc.o mpJeto por decisión.
Organizado alfabét!Carñ.eñteZual diccionario, a partir de térmi-
nos que permiten dar cuenta del campo de cruce entre arte y tec-
nología, e.~ .~in_ embE-Ig~ _en~-~~!~9-.Y._5._~sgado. Bla~c!o.
Por otra parte, no hay aquí doc~·~~t:~~-~rchivados sino lec-
turas. M.á.q.uin.a__blanda de lectura. · La referencia a William
Burroughs se impone, pero también se trajina: domicilio proviso-
rio de modos de mirar tecnopoéticas, desparramadas por un te-
rritorio algo incierto y siempre móvil; máquina blanda que sueña
nuestras felicidades y pesadillas en la era de la revolución electró-
nica, ahora, digital.
Si como proponía Burroughs nuestro cuerpo es una máquina
blanda atravesada por el control, un archivo blando de arte y tec-
nología se hace también a la medida de esas afecciones. Cuerpos blema, ya que la novedad con su lógica del reemplazo constante
r·de artistas, de obras y de lecturas. Afectados por las potencias tec- tiende a obturar la capacidad de lo nuevo para la creación de otras
nológicas, que son siempre, en nuestro mundo, formas de con- formas de estar en el mundo.
trol; muchos de esos cuerpos se filtran, sin embargo, hacia un mapa Aun así, nos dedicamos a mapear la escena de las tecnopoéti-
que figura los relieves de una imaginación tecnológica desviada. cas argentinas porque esa versión del mapa nos ayuda a ver las ma-
Algunos, por cierto, también se .rinden ante el control que toma neras en que las prácticas artísticas asumen el carácter político de
cuerpo bajo la forma de la novedad tecnológica. la tecnología, es decir, hoy, casi de la vida entera. Son tecnopoéti-
Una preocupación recurrente: son tiempos de archivo, de fie- cas argentinas muchas veces contemporáneas pero en diálogo con
bre y de moda. Y los archivos de arte no son la excepción. Se cons- las de más allá, en el tiempo y en el espacio.
truyen así almacenes de documentos que permiten transitar de El tiempo es, en cuanto a estas tecnopoéticas argentinas, algo
mejor modo el presente, atesorar lo pasado para encontrar en él que podría comenzar con la publicación en marzo de 1909 de los
algunas imágenes posibles de nuestro futuro. Y aunque aquí no once puntos centrales de "Fundación y Manifiesto del Futurismo"
haya documentos, hay sí un forma posible de la reunión, en pre- en medio de un artículo bastante exaltatorio del escritor y crítico
sente y pasado. Juan Mas y Pi en el Diario Español de Buenos Aires, a un mes y
Lo que se ha reunido en escritura a varias voces son versio- poco de la publicación original que hace Marinetti en Le Fígaro de
nes de las tecnopoéticas argentinas que atravesaron el siglo XX París y en su propia revista de Milán, Poesía. Pero ese momento ini-
y llegan al presente. Obras, proyectos, no-obras, ide~s, pers~ cial no queda completo si no se recuerda que muy poco después, 9
nas y programas artísticos, en fin, poéticas, que devanadas ma- j el 5 de abril de 1909, Rubén Darío repite la operación esta vez en
neras -incluso en formas políticas a veces irreconciliables- asu- · un diario de mayor tirada, como corresponsal en París de La
men en cada momento el entorno técnico del que son parte y Nación, y con un tono más irónico que exaltado. Así, ~iólll
actúan en consecuencia. ..__\ pol.!tic~!..!~-_!~_IE.~-4~-P.C?.~i-~~~1:1,__s~ i?s~a.la desde el comienzo en las
Arte y tecnología siempre comparten mundo, puesto que\ tecnopoéticas argentinas -aunque no haya .ning{m argentino in-
ambos pueden entenderse como regímenes de experimentación vol~~rado, si consideramos que las voces son las de un cat'alán .
de lo sensible y potencias de creación; pero no todas las zonas del residente en la Argentina, un nicaragüense y un italiano. ·--..._\
arte ponen de relieve esa confluencia. Tecnopoéticas, arte tecno- En cuanto al espacio, las poéticas tecnológicas tienen vocación
lógico, poéticas tecnológicas son algunos de los nombres para las __ J; cosmopolita -occidental- porque acompañan, resisten, reciclan,
zonas del arte que sí lo hacen. celebran, denostan el desarrollo de la modernidad tecnológica. Por
En tanto las tecnopoéticas de todos los tiempos, y entre ellas eso, aunque hayamos querido retener la mirada hacia la Argentina,
las argentinas, han puesto el énfasis en los procesos de experimen- su desvío estrábico no nos importó demasiado a la hora de no
tación para arrojar el arte hacia nuevas variedades de mundo en poder dar al producto un acabado simétrico o equilibrado. No hay
diálogo con el fenómeno ·técnico/tecnológico, todo o al menos pues equilibrio histórico o geográfico. Incluso el afán de un fede-
í·-gran parte de este libro puede aspirar a ser leído a~el p~~s­ ralismo argentino se ve traicionado una y otra vez. Referirse a ar-
L 1!1.ª de lo experimen~aj:: A su vez, lo experimental se ha ligaao siem- tistas de Córdoba, La Plata, Rosario o Mendoza nombrando sus
preconlo~nuevo--y la tecnología con la novedad. He ahí un pro- filiaciones geográficas termina señalando el hecho de que lama-
yoría de las y los artistas mencionados en el libro, si no son de esos INSTRUCCIONES DE USO
u otros lugares explícitamente nombrados, son de -o actúan en-
Buenos Aires.
Por último, otra referencia que se trajina: todo archivo es
también un mal de archivo. Archivo, arca o arcón -nos ha dicho
Derrida- es el espacio del orden impuesto por el arconte. Pero no
somos guardianes del archivo. El archivo blando se imagina en
cambio como arcón sin arconte. En él los sesgos, las miradas, las
versiones son producto de un modo de ver que hemos macerado
en el tiempo, colectivamente, a partir de una primera reunión, en
2003, bajo la forma de un proyecto de investigación universita-
>
rio. Más adelante, las primeras miradas dieron paso a una nueva
forma de la reunión, quizá más visible, en Internet: Ludión.
Exploratorio argentino de poéticas/políticas tecnológicas, y cuyo marco
siguió siendo, como desde el inicio, el Instituto Gino Germani de
la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
La mayoría de quienes han escrito el libro forma parte de Ludión; Aunque blando, el libro se organiza de algún modo. Las entradas se 11
pero también han sido invitadas a participar otras personas, en ordenan alfabéticamente, de la B a la V y no de la A a la Z ya que
función de intercambios y encuentros sostenidos en torno a la te- la distribución es despareja: hay más de una entrada en ciertas le-
mática que nos convoca. tras y ninguna en otras. Seguramente habría formas de encontrar
algo que decir en todas las letras, pero el mapa no es calco de un
orden abstracto sino construcción de sentidos.
Claudia Kozak
Las entradas, además, son de tres tipos.

>
Por una parte, entradas extensas, que permiten identificar grandes
géneros o campos y que incluyen derivaciones y conexiones de dis-
tinto tipo. Gráficamente, estas entradas que denominamos BLO-
QUES, se reconocen por estar precedidas por el signo >

>>
Ütr~ tipo de entradas son los>>
> PARTICULARISMOS,
SUBGÉNEROS, DESAGREGADOS Y
que dan cuenta en forma más específica de tér-
minos y conceptos que en un desarrollo más amplio, y en cone- •
xión con términos y conceptos afines, se tratan en los BLOQUES.

<< >> > Bloques: Basura, Bioarte, Ciberliteratura, Cibermuseo, Cine


En tercer lugar, los <<CONCEPTOS OPERATIVOS>> que resultan ne- Experimental, Cinético, Concreto , Cultura Libre, Digital,
cesarios para el mapeo, ya que dan cuenta de nociones que en gran Ecoarte, Electroacústica, Electrónico, Fotografía Experimental,
medida atraviesan todo el libro; de allí que se presenten en estas en- Instalación, Invencionismo, Madí, Net.art, Tecnoescena,
tradas desarrollos más breves sin focalizar demasiado en casos espe- Tecnologías Sociales, Tecnopoesía, Videoarte.
cíficos o dando solo algunos pocos ejemplos a modo orientador.
>> Subgéneros, desagregados y particularismos (entre paréntesis,
Y para que se puedan ver las líneas que atraviesan el mapa, un sis- los Bloques de los que dependen): correo (Tecnologías Sociales);
tema de referencias cruzadas permite leer recorridos que estallan glitch (Digital); guerrilla de la comunicación (Cultura Libre, Net.art);
el orden alfabético. Para identificar esas posibles líneas se resal- hacker, hardware y software libre, remix (Cultura Libre, Digital);
tan, en negritas y subrayados, a modo de palabras clave, los nom- happening y performance (Tecnoescena, Tecnologías Sociales); ho-
bres de las otras entradas del archivo hacia los que podría redi- lopoesía (Ciberliteratura, Instalación, Tecnopoesía, Videoarte); rela-
reccionarse la lectura pero solo la primera vez que aparecen (para cional (Instalación, Tecnologías sociales); ruidismo (Electroacústica,
no abundar). Es decir, los términos así resaltados funcionan a la Electrónico, Digital); spam de arte (Ciberliteratura, Cultura libre, 13
manera de hipervínculos. Hay artistas, además, que aparecen re- Digital, Net.art, Tecnopoesía); videodanza (Videoarte, Tecnoescena),
currentemente como fantasmas portadores del imaginario que videopoesía (Tecnopoesía, Videoarte).
afecta a las tecnopoéticas en ciertos períodos fundacionales, muy
asociados a la modernización tecnológica; sus obras, por lo tanto, <<Conceptos operativos>>: experimental, hipermedia, hipertexto,
son comentadas en sucesivas oportunidades a lo largo de este ar- interactivo, intermedia!, multimedia, nuevos medios, poéticas
chivo. En cada uno de estos comentarios, se señalan entre cor- tecnológicas, técnica,. tecnología, transmedial.
chetes los nombres de las otras entradas en las que aparecen.

Al final de cada entrada se consignan las iniciales de sus autores


cuyos nombres completos figuran en la portada y en el apartado
final ''Acerca de los autores".

Por último, un índice onomástico de artistas argentinos y colecti-


vos de arte que pueden localizarse a través del libro; una bibliogra-
fía que, si bien limitada solo a lo específicamente consultado, re-
sulta bastante amplia, y una breve reseña acerca de quienes escriben.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>>>>>>>>>>>>>>
ARCHIVO BLANDO
> >>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >> >>
<<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>> <<>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
> BASURA Durante el siglo XX el arte recurrió muchas veces a la ba-
sura. El surrealismo, y sobre todo dada, con su afición por los frag-
mentos y el reciclado de imágenes y objetos tomados de la vida dia-
ria, abrieron el camino. El mingitorio de Marcel Duchamp,
presentado en 1917 como una escultura en un concurso de arte en
una galería de Nueva York, sería recordado como el inicio de una era
en que las obras podrían componerse a partir de materiales preexis-
tentes, hechas de pedazos tomados de distintos ámbitos, diluidas las
fronteras entre obra y resto del mundo: la primera versión del min-
gitorio se perdió poco tiempo después de su aparición estelar, y la hi-
pótesis más difundida es que terminó arrojada a la basura.
Como otros de sus ready-mades, compuestos por una pala o la
funda de una máquina de escribir, el mingitorio provenía de un
mercado de productos para la vida cotidiana, fabricado en serie,
dotado de una funcionalidad precisa. Y aunque estrictamente no
se tratara de basura, eran objetos saturados de sentido, útiles pero
reducidos a una vida improductiva. Expulsados de su lugar de orí- 17
gen, recuperados por un artista, y exhibidos para un fin de todos
modos incierto, al que puede evocarse según las reflexiones de J.G.
Ballard, quien una vez escribió que creía, entre muchas otras cosas,
"en la elegancia de los cementerios de automóviles, en el misterio
de los estacionamientos de varios pisos, en la poesía de los hote-
les abandonados".
¿Qué hacer? Si esta pregunta signó los proyectos de transforma-
ción radical del mundo en el siglo XX, como el comunismo, fue
formulada en una versión más cotidiana pero no menos utópica
por el arte de vanguardia: ¿qué hacer con los objetos? Y, sob.re todo,
¿qué hacer con la basura? Los experimentos de Duchamp fueron
seguidos por obras hechas de mezclas, remiendos y combinacio-
nes en torno a los desperdicios de las sociedades industriales, como
los ensamblajes del dadaísta Kurt Schwitters realizados Con recor-
tes de periódicos, tickets de ómnibus, envoltorios, hilos y otros
objetos de la vida diaria con los que componía pequeñas y caóti-
cas antologías, aceleradas y sintéticas.
Desde entonces, muchos artistas recurrirían a los restos producidos llantas gastadas. Pero el tono lúgubre de estos restos aparece mati-
por las sociedades industriales en busca de materia prima para com- zado .por capas de colores y texturas, latas y envases con la marca
poner sus obras. Y en sus piezas hechas de momentos desvanecidos de los productos, que les dan un aire carnavalesco. En el cielo, sobre
o proyectos truncos, como los que inspiraban a Ballard, surge un este panorama de ruinas de la sociedad de consumo, Juanito, el
arte de la precariedad tecnológica que da testimonio de sus limita- niño que protagoniza las escenas, puede ser testigo del vuelo de una
ciones e imposibilidades. Las máquinas rechinantes de Jean Tinguely, nave espacial o de un llameante hongo atómico. En uno de los cua-
por ejemplo, hechas de engranajes y mecanismos tomados de la dros, extiende el brazo para tocar una mariposa tan grande como él,
basura, puestas en movimiento sill una función discernible, enta- cuyas alas brillantes sobrevuelan un montículo de desperdicios. Y así,
blan un diálogo imaginario con los sueños de una industria y su los collages de Bemi hacen de la basura una sustancia maleable en
horizonte de progreso indefinido. la que puede leerse el fracaso de un modelo de sociedad, pero tam-
Este arte hecho de basura se obliga a sí mismo a imaginar un fu- bién los anhelos y sueños, no necesariamente felices, pero sí de otro
turo a partir de los restos sobrevivientes de una catástrofe. Tal vez orden que pudieran surgir de ese cúmulo de derrotas; como si fue-
por eso también abundan las máquinas herrumbadas y las com- ran materiales disponibles para empezar a construir otro paisaje, o
putadoras en mal estado en la ciencia ficción cyberpunk. Porque al menos imaginarlo. (Y de los montones de chatarra por los que
llegado un punto, el género necesitó desprenderse de la ensoña- se pasea Juanito, puede pensarse que provienen los pedazos de má-
ción tecnológica para recrear un mundo más realista y, por ende, quinas, maderas, telas, muebles y demás retazos con los que Berni
8 fallido, en donde los dispositivos deben reinventarse para seguir compone también por aquellos años sus series de esculturas de 19
funcionando más allá de sus diseños originales. (En ese sentido, monstruos y robots, con sus figuras de pesadilla -batracios cubier-
el arte hecho de basura, acuciado por el problema epistemológi- tos de espinas, autómatas con aire de esfinges- y títulos sórdidos
co de los desechos sin utilidad ni destino, es el reverso exacto de como La matanza de los inocentes o Conquistadores interplane-
la fantasía relatada en el final de la película Volver al futuro: el tarios colonizan a los terráqueos.)
auto volador que abandonaba la nafta para empezar a impulsar- ¿Qué podrá hacer el arte con los desperdicios? Las encrucijadas de
se con desperdicios introducidos en su motor, y que encarnaba Bemi prefiguran las de los artistas que le seguirían en el arte del
el sueño del movimiento perpetuo, el anuncio de un mundo re- ((reciclado". Entre la utopía de un mundo que logra volver a la vida
conciliado consigo mismo en el que la basura dejaría de ser una las ruinas de la revolución industrial y la presencia imborrable de
amenaza para convertirse en una fuente de energía limpia, gra- estas, imposibles de disimular o convertir en algo más que despo-
tuita e inagotable.) Lejos de eso, el arte que recurre a la basura jos~ En esa saga puede inscribirse al Grupo Escombros, formado
suele exhibir los desechos en medio de las tensiones y contradic- en la ciudad de La Plata a fines de los años ochenta cuyo manifies-
ciones de la sociedad que los produjo. to de presentación declaraba: ((Como los ecologistas resucitan mares
En la década de los sesenta el pintor argentino Antonio Bemi co- y ríos, reconstruimos lo roto, reparamos lo violado, devolvemos lo
menzó una serie de pinturas sobre personajes de villas y barrios po:.. saqueado. Construimos entre los deshechos, con los deshechos.
bres de Buenos Aires. Sus paisajes estaban compuestos por baldí- Somos artistas de lo que queda''. Una de sus primeras intervencio-
os, casas precarias y basureros, a los que daba forma mediante trozos nes en una calera semi-demolida en las afueras de La Plata consis-
de desechos tomados de aquellos lugares: chapas, hierros viejos, tió en el Centro Cultural Escombros, abierto durante un único día,
en el que se realizó un festival de artes plásticas, música, cine y po- dibujo desparramado en el suelo. (Poco después, otro robot se
esía, a la intemperie en medio de las montañas de ruinas; y en esa encargaba, a su vez, de barrerlo, para que el mecanismo volviera
decisión -que el grupo retomaría en otros espacios como un basu- a ponerse en marcha.) Por su parte, la instaláción dislexiofonía de
ral o una fábrica abandonada a orillas del Riachuelo- reluce la idea Leonello Zambón fue definida por el artista como una "kermesse
de un arte que necesita recurrir a las ruinas y los desechos para ha- trash de desagregación tecnológica": viejos televisores, grabadores
llar su lenguaje, para dar testimonio -como se lo propone- de las de cinta y tocadiscos a punto de agotar su vida útil, interconecta-
contradicciones y límites del orden social en que se halla inmerso. dos a través de circuitos de amplificación y redireccionamiento, y
¿Qué hacer con la basura, entonces? Imaginarle un destino. Leer puestos a disposición del público como una máquina mezcladora de
su historia dispersa en fragmentos. Adoptar-y adaptar- su imagi- imágenes y sonidos hecha con los rezagos de un mundo arruinado.
nario de abandono y proyectos fracasados. En estas alternativas La instalación multimedia El desierto crece que el artista Horacio
puede pensarse una poética de los desperdicios y la obsolescencia. Zabala -de larga trayectoria en el arte conceptual, integrante en los
¿Qué son las máquinas, las industrias y, en general, los frutos de la setenta del Grupo de los 13- presentó en la 6º Manifestation
modernización, vistos desde la mirada periférica de Juanito Laguna? lnternationale Video et Art Electronique (Montreal, 2004), podría le-
¿Y qué será del país interpelado por el Grupo Escombros desde las erse también en esa línea de discusión en torno de la obsolescencia
ruinas abandonadas en los que montó sus primeras acciones? Si todo y precariedad tecnológica. Un viejo automóvil con las puertas abier-
dispositivo tiene, cada vez más, los días contados, condenado a fa- tas y el motor encendido en cuyo interior una montaña de arena des-
20 llar y requerir un recambio o una actualización, también las obras borda hacia afuera, y que al paso de los visitantes activa una graba- 21
de arte tecnológico se preparan de antemano para su ingreso en los ción que reproduce en francés palabras de Así habló Zaratustra: "El
depósitos de chatarra. Por eso quizás valga la pena rescatar su cos- desierto crece, ay de quien alberga desiertos". Los desiertos no solo.
tado efímero, su cercanía a los basureros, considerando, por ejem- son naturales sino también humanos y artificiales.
plo, la conocida tendencia de las obras de arte interactivas a descom- Esta dialéctica entre una tecnología y sus desperdicios, entre un es-
ponerse y requerir un permanente recambio de sus piezas. La basura plendor posible y su degradación tuvo, finalmente, una de sus me-
como una sombra que acecha a todo dispositivo tecnológico, y que jores expresiones en la propuesta del colectivo El Nuevo Municipio
por eso mismo podría constituir la materia más adecuada para un para Tecnópolis 2011. Este grupo de artistas y paisajistas tomó un
arte de tecnología hecho en la Argentina; signado, desde su origen, predio abandonado, cubierto de escombros y parcelas de vegetación
por la necesidad de reconstruirse desde la precariedad, volcado al salvaje, y lo convirtió en Antrópolis: un paseo hecho de desnive-
desarrollo en condiciones adversas. les y montículos repartidos entre piezas de maquinaria oxidada y
Estos rasgos están presentes en obras recientes como las instalaciones ambientados por antiguas grabaciones radiaies, _Aj recorrerlo, los
de botellas de piástico y bolsas de nylon del Grupo Magma, ilu- visitantes se veían obligados a descifrar sus pintadas callejeras o el
minadas y alteradas por mecanismos que las inflan y desplazan, sentido de un cuidado jardín con sus juegos para niños, que con-
asemejándolas a organismos vivos y su respiración. O en Sobre la trastaba con las ruinas circundantes; invitados a dilucidar si se tra-
falta, la instalación del Grupo Biopus donde los espectadores po- taba de un sitio devastado por una catástrofe desconocida o de los
dían arrojarle basura a un robot, a su vez construido con piezas de primeros esbozos de un lugar en vías de surgimiento. Una propie-
descarte, que se dedicaba a acomodarla hasta darle la forma de un dad, tal vez, de todo arte tecnológico, la de instaurar una suerte de
limbo en el que el tiempo parece detenerse y se vuelve difícil pen- los "materiales biológicos" pre-corporales o infra-corporales -genes,
sar en términos de avances o retrocesos. Una poética que las rui- células, tejidos, sangre, grasa- como materia específica; una apro-
nas y la basura, puestas a contaminar las obras y desviar los dispo- ximación que es la que más habitualmente se menciona como
sitivos, no pueden sino agudizar aún más. ChG bioarte en sentido estricto. En esta primera serie, el foco princi-
pal es la posibilidad, para los artistas, de crear ya no solo "artefac-
• tos" inanimados sino piezas vivientes -híbridos de naturaleza y ar-
> BIOARTE En el transcurso de las últimas dos décadas, diversos ar- tificio- dotadas de capacidad de reproducirse, al menos por un
tistas orientaron sus trabajos hacia la exploración de las potencia- tiempo, y de plantear al mundo los dilemas que la intervención
lidades del sustrato biológico de lo viviente. En conexión con las biotecnológica emprendida principalmente por empresas orien-
nuevas capacidades científico-técnicas para manipular las estruc- tadas por el interés del capital deja de lado: el estatuto y la propie-
turas biológicas, y la consiguiente disponibilidad de nuevos "ma- dad de los seres transgénicos o clonados, los conceptos de norma-
teriales" (desde células cultivadas hasta genes que pueden ser in- lización y mejoramiento detrás de las terapias génicas, los criterios
tervenidos, alterados o recombinados, pasando por prótesis e de desarrollo de determinadas especies y formas de vida en detri-
implantes que se introducen dentro del cuerpo para modificar su mento de otras, etcétera.
forma o su funcionamiento), los (bio)artistas han desarrollado La segunda es la que toma los cuerpos humanos como objeto de
prácticas artísticas que no solamente se limitan a replicar concep- indagación: su carácter maquínico, operable o cyborg;, su carácter
inestable, capaz de ser portador de sentKlos diversos; su cualidad 23
!2 tos o productos de las ciencias de la vida y las biotecnologías, sino
que desnaturalizan su existencia, reflexionan acerca de sus usos so- singular e irrepetible, y al mismo tiempo, su ser "uno más", un ser
ciales, cuestionan sus orígenes y/ o sus apropiaciones (guberna- "cualquieri' en el sentido que Giorgio Agamben le da a este tér-
mentales, industriales, en el mercado de consumo) y les formulan mino en su libro La comunidad que viene. Las obras en esta línea
a los procedimientos preguntas diferentes de las que parecen estar han contribuido a géneros como el body art o incluso el "arte car-
formulándoles sus desarrolladores y usuarios habituales. Estas prác- nal" de la artista francesa Orlan, quien desde 1965 realiza piezas
ticas artísticas fueron denominadas "bioarte", e implican distin- que tienen como eje su propio cuerpo. Sus primeros trabajos fue-
tos niveles de incorporación entre tecnología y organismo vivien- ron instalaciones, esculturas, performances y ejercicios de traves-
te, así como diferentes técnicas de experimentación, desde la tismo y striptease. Desde 1990 lleva adelante una provocativa cru-
intervención técnica del propio cuerpo hasta la creación de orga- zada por convertirse en una escultura maleable, una "obra de arte
nismos transgénicos pasando por el cultivo de tejidos vivos, las total", empleando como soporte su propia carne y, como técnica,
transformaciones morfológicas o la creación de seres vivientes me- la cirugía plástica. Según dice, su intención es denunciar el peso
diante técnicas combinadas. represivo que los ideales de belleza femenina ejercen sobre las mu-
Desde el punto de vista de los materiales utilizados, y si se toma jeres. Su obra más conocida, con la que inauguró el género que
la escala del cuerpo humano como base, es posible diferenciar tres ella misma bautizó "arte carnal", es la operación-performance La
grandes series de prácticas artísticas que pueden leerse, al menos reencarnación de santa Orlan, una obra en cinco tiempos que con-
en parte, como diálogos explícitos con la cuestión de la matriz bio- sistió en transformarse en un collage de rasgos célebres: entre 1990
tecno-política propia de nuestro tiempo. La primera es la que toma y 1995, los cirujanos fueron trasladando al rostro de la artista la
frente de la Gioconda, los ojos de la Psique de Gérome, la nariz nía un número de identificación. Según el crítico brasileño Arlindo
de una Diana de la escuela de Fontainebleau, la boca de la Europa Machado en su artículo "Por un arte transgénico", el objetivo de esta
de Boucher y el mentón de la Venus de Boticelli. Cada operación obra era discutir "los cambios biológicos resultantes de la implanta-
fue difundida en directo; paciente y médicos llevaban trajes diseña- ción de memorias digitales y artificiales en nuestros cuerpos", así como
dos por Paco Rabanne, Frank Sorbier, Issey Miyake y Lan Vu. las cuestiones de la transmisión y la identidad en esta época de inter-
Mientras duraba el procedimiento, Orlan leía en voz alta textos de venciones genéticas. A esta pieza le siguió, en mayo de 2000, la obra
Antonin Artaud y Julia Kristeva, entre otros. GFP Bunny con la presentación en sociedad de Alba, una coneja que,
La tercera serie toma en cuenta, ya como tema, ya como material iluminada con la luz correcta, resplandecía en un tono verde apenas
(habitualmente ambas cosas a la vez), el tipo de relación que se es- fosforescente. El efecto se producía porque la coneja había sido in-
tablece entre los cuerpos y el carácter tecno-político de esas relacio- tervenida con EGFP, la mutación sintetizada de un gen de una medu-
nes administradas por diversas máquinas de gestión y gobierno sa del Pacífico, la Aequorea Victoria. Si bien Kac se consideraba el
(desde la máquina institucional del arte hasta la megamáquina esta- autor de Alba porque había diseñado el proyecto, tras el anuncio del
tal, pasando por la maquinaria específica que el artista monta en y nacimiento de la coneja, el laboratorio francés que había llevado a
con su obra): colaborativas, de sumisión-dominación, de participa- cabo el procedimiento científico-técnico se negó a entregársela, por-
ción. El género que en los últimos años ha sido más habitualmen- que consideró que convertirla en mascota no era un uso apropiado
te vinculado a este proceso es el denominado por Nicolas Bourriaud del experimento.
4 estética relacional [tecnologías sociales, instalación]; pero hay otras De todos modos, no se trataba de la primera manifestación del gé- 25
prácticas artísticas (performances, instalaciones, happenings) en las nero. Ya en 1991 el artista británico Marc Quinn había sorprendi-
que se pone en cuestión el tipo de relación que el artista establece do con la pieza Self una escultura de su propia cabeza realizada con
con los cuerpos participantes en tanto "fuerza operativa". cuatro litros y medio de sangre, que se extrajo a sí mismo durante
Sin omitir el vínculo entre los tres niveles de intervención y cre- un período de cinco meses, y que debe mantenerse siempre con-
ación bio-tecno-política, resulta de interés detenerse más especí- gelada. A partir de ese momento, cada cinco años realizó una nueva
ficamente al menos en algunas de las manifestaciones de las dos escultura de su ·cabeza mediante el mismo procedimiento. En una
. .
primeras senes. entrevista realizada en el año 2000, señaló que buscaba con esa obra
A punto de cumplir catorce años, contados desde la publicación en "documentar mi propia transformación y envejecimiento".
1998 del artículo-manifiesto "El arte transgénico" del brasileño Desde entonces, el género siguió creciendo: hoy los interesados en
Eduardo Kac, en la influyente revista electrónica Leona'rdo, el bioar- bioarte expandieron su esfera de acción a métodos que desacoplan
te tiene ya una firme trayectoria. Como género emergió a la luz pú- el par cuerpo-vida -creando vida descorporizada sostenida artifi-
blica a fines de los años noventa gracias a una de sus ramas polémi- cialmente- y entran en relación directa con lo "interno" y con lo
cas: el "arte genético", vinculado tanto al embeleso tecnoindustrial "otro" del cuerpo humano, animal y vegetal. Se suceden así obras-
como a los reparos suscitados en torno al Proyecto Genoma Humano. experimento a partir de cultivos de tejidos, células "inmortaliza-
Su figura más resonante sigue siendo, aun hoy, el pionero en este das", combinaciones de hiorrobótica y bioinformática, cría de hí-
campo, el propio Kac, quien ya en 1997, en la obra titulada Time bridos y transgénicos, y también casos más o menos sofisticados
Capsule, se había implantado en su cuerpo un microchip que come- de auto-experimentación que se cruzan con el body-art. Un ejem-
plo argentino es la paradójica pieza Savon de corps, que la artis- yecto Cuero sin víctimas, que consistió en el desarrollo de una mini
ta plástica rosarina Nicola Costantino presentó en 2004 en el chaqueta de tejido vivo cultivado similar a la piel a partir de líne-
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). La obra as de células inmortalizadas -una mezcla de células de humanos
consistía en cien jabones con forma de espalda, cintura y cadera y de ratones- alimentadas por nutrientes a través de un tubo.
femenina, que contenían un 3 o/o de grasa del propio cuerpo de la "La intención no es proveer otro producto de consumo", asegu-
artista, obtenida de una liposucción a la que se sometió para lle- ran Catts y Zurr, sino "enfrentar a las personas con las consecuen-
var adelante este proyecto -y de paso, para mejorar sus formas. La cias morales de utilizar partes de animales muertos por motivos
pieza estaba acompañada de una campaña comercial entre iróni- estéticos y de abrigo" y mostrar que "creando una nueva clase de
ca y literal que decía: "Prends ton bain avec moi (báñate conmi- semi-ser que depende de nosotros para sobrevivir, también esta-
go)", junto a una imagen de Costantino en traje de baño a punto mos creando una nueva clase de explotación".
de sumergirse en una pileta; al mismo tiempo, modelo de campa- Entre los antecedentes del bioarte en la Argentina cabría pensar
ña y materia prima del producto. "La mirada ácida de Costantino en la pieza Fitotrón de Luis Fernando Benedit, expuesta por pri-
sobre la industria del cuerpo -se puede leer en el sitio web de la mera vez en 1972 y que actualmente se exhibe de manera perma-
artista- toma forma en un jabón con el que no compramos la ima- nente en el primer piso del MALBA. El Fitotrón es un vivero hidro-
gen identificatoria del cuerpo de la modelo, sino que compramos pónico, donde las plantas que viven en su interior crecen sin tierra
'el cuerpo de la modelo', en una nueva concepción de consumo. ni luz solar: en su habitáculo de plexiglás y aluminio, son alimen-
?6 El eslogan es la clave donde reside el concepto del trabajo." tadas por luz. Según el curador del MALBA, se trata de "una refle- 27
Esta expansión del bioarte se desarrolló en paralelo a un declive y xión desde el arte de sistemas sobre la imitación de la vida, sobre
pronto resurgimiento por el interés científico y social en la clona- un futuro sin agua, sobre hombres sin alimentos, sobre ciudades
ción y los transgé.nicos: en efecto, el interés, que había decaído en superpobladas". Ya en 1967 Benedit había exhibido su primera
1997 cuando se supo que la famosa oveja Dolly había muerto rá- obra en la que introducía peces y, en 1970, representando a la
pidamente porque sus células habían nacido "envejecidas", rena- Argentina en la Bienal de Venecia, expuso su obra Biotrón que in-
ció cuando tres años más tarde se supo que no era este el destino cluía cuatro mil abejas vivas que podían alimentarse tanto natu-
necesario de los seres clonados. Desde entonces, se han manteni- ral como artificialmente. En conjunto estas obras entran en corre-
do los motivos de asombro por las potencialidades y los riesgos de lación con lo que se podría denominar ecoarte.
la nueva experimentación tecnocientífica y de los discursos que ·Ya más cercano a nosotros, es posible incluir entre los precursores
circulan en torno a ella. del género al artista rosarino Mauro Machado, quien desde la dé-
Entre los representantes más reconocidos del bioarte·en la escena cada del noventa produce piezas artístico-científicas centradas en
internacional se encuentran los artistas e investigadores Oron Catts el poder creador del azar. Influido por el premio nobel de Física
y Ionat Zurr en SymbioticA, laboratorio de investigación en arte y Ilya Prigogine, Machado pone a prueba el efecto azaroso del tiem-
ciencia de la universidad de Australia Occidental. Catts y Zurr tra- po sobre los procesos orgánicos de oxidación y cultivo celular.
bajan juntos en el proyecto Tissue Culture & Arts (Cultivo de Físico de formación, ha realizado una serie de autorretratos deno-
Tejidos y Arte), donde utilizan el cultivo de tejidos celulares como minados Retrato de mí. Azul; Retrato de mí. Amarillo y Retrato
medio de expresión. Uno de sus trabajos más recientes es el pro- de mí. Rojo (2001), que se exponen en museos y galerías como
fotografías de discos de Petri. La imagen dentro del disco es el re- Inmortalidad (una instalación a partir de células de corazón de viz-
sultado de distintas escupidas (del propio Machado y de sus ami- cacha cultivadas e "inmortalizadas", con el objetivo de formar un
gos) sobre colonias de hongos teñidas con diferentes colores. La sistema viviente que pueda perdurar de manera indefinida),
imposibilidad de controlar y conservar el hecho artístico-orgáni- Incubaedro (una escultura geométrica interactiva donde habita una
co es una preocupación del artista que, en este caso, decide mos- "naturaleza construida' con orquídeas autóctonas reproducidas in-
trar el resultado a través de imágenes fijas. En este sentido, mu:... vitro), Bio-Wear (prendas de vestir creadas a partir del cultivo de cé-
chas experimentaciones con colonias de bacterias han quedado en lulas humanas) y Jardín Remoto (jardín con diferentes clases de flo-
su estudio, ya que ha sido imposible plasmarlas en soportes "ex- res: naturales, transgénicas, robóticas, solares y cyborgs, en el que se
hibibles". El trabajo de Machado problematiza, así, las tensiones ponen en relación dos realidades: una física y una virtual-electrónica).
entre la materia viva, el tiempo, el azar y la necesidad de conser- En el BIOLAB colabora el grupo Proyecto Untitled, cuyos integran-
vación que impone la institución-arte. tes pertenecen a la Escuela de Diseño y Comunicación Multimedia!
La experiencia local más ambiciosa en este campo, no obstante, se de la misma universidad. Originado en el año 2006, el objetivo
consolidó en 2008 con la creación en la Universidad Maimónides de este colectivo artístico fue crear obras interactivas a partir de
del BIOLAB, primer laboratorio argentino especializado en bioarte la exploración del vínculo entre arte y nuevas tecnologías. Desde
-el séptimo de este tipo en el mundo-, cuyo director artístico es el el año 2008, comienza a interesarse por la relación entre arte y
ingeniero industrial, divulgador científico y artista Joaquín Fargas biología, y desarrolla piezas como la recién mencionada lncuhaedro
28 y cuyo director científico es el biólogo Alfredo Vitullo. El espacio e Invernadero Lúdico (2008). En ambos casos, el tema es la re-
se propone crear un ámbito donde investigadores y artistas puedan producción in vitro de la orquídea selvática, propia de la selva mi-
"generar exploraciones basadas en la curiosidad, sin las demandas y sionera; las piezas en sí consisten en réplicas de laboratorio, donde
restricciones asociadas a la actual cultura de la investigación cientí- el proceso vital de la planta se expone en pequeños frascos idén-
fica, pero sin perder de vista las cuestiones éticas". En un intento ticos, lo que por momentos hace deslizar la obra en el terreno de
por organizar esta rama del campo tecnoartístico, Fargas establece la estetización de los procedimientos científico-tecnológicos. Por
una primera clasificación dentro del bioarte: las obras soft y las hard. otro lado, estas obras alientan cierto nivel de contacto o intercam-
Las primeras constituyen el conjunto, más abarcativo, de las piezas bio con el espectador a partir de la instalación de sensores que, en
que utilizan organismos vivientes. Podría incluirse en esta categoría el caso de lncubaedro, activan el movimiento del icosaedro me-
a la ya mencionada obra de Benedit o a la serie Analogías, de Víctor tálico que contiene las orquídeas; y en el caso de Invernadero
Grippo, creada entre 1971 y 1977, en la que el artista intentaba, a í Lúdico, no solo el movimiento de los tubos estériles que se en-
través de la conexión eléctrica, extraer energía de alimentos natura- cuenüan suspendidos desde el techo a distintas alturas, sino tam-
les como legumbres y cereales. Las integrantes del grupo hard son bién un mecanismo de lluvia y viento.
aquellas que incursionan en la producción, creación y transforma- En un nivel mucho más precario en cuanto a los medios y el con-
~ión de "materiales biológicos" con técnicas de alta complejidad que texto involucrados en la experimentación, resulta de interés el
requieren necesariamente del laboratorio, como el cultivo tisular y Proyecto EXPVE presentado por el artista misionero Enzo Emanuel
los diferentes modos de intervención genética. Giménez en la edición 2008 de LIPAC (Laboratorio de Investigación
Entre los proyectos ya realizados por el BIOLAB se cuentan las obras en Prácticas Artísticas Contemporáneas) del Centro Cultural Ricardo
Rojas de la UBA. Residente en Puerto Esperanza, Giménez propo- el campo de la literatura: más allá de la muy extendida idea de ciber-
nía en ese año continuar en una particular indagación acerca de los ¿üJñi~~' hicieron su aparición los términos c~P.~!.!.~E'?> ciQ.qfü~ratu­
cruces entre saberes de la biotecnología contemporánea y aquellos ra o ciberletras, ciberdrama, ciberpoesía; pero rio cibermúsica, ni ci-
heredados del campo de la agricultura, al tomar la noción de "in- berpi~tura, por ejemplo. Tema aparte sería el caso más bie~
jerto" como eje de la producción de obras de bioarte. En la descrip- tercermundista de los "cibercafés" o, al menos en la Argentina, de los
ción de obras anteriores, como por ejemplo su video Biodiagrama llamados directamente "cibers" -'-combinación de locutorios telefó-
(2007), sostenía que "el ritual y la magia comparten el mismo es- nicos y locales con computadoras que proliferaron en los noventa y
pacio junto a instrumentos quirúrgicos y científicos para crear vida comienzos de los dos mil debido al acceso restringido a Internet, y
a partir de diferentes elementos én sus correspondientes subdiagra- que comenzaron a decaer proporcionalmente al aumento de la banda
mas". Este cruce de saberes residuales -los saberes de las curanderas ancha, el wifi, e Internet móvil para algunos sectores de la población.
y su "estética", por ejemplo- con estudios informales en torno a En un comienzo, entonces, la inestabilidad de las nuevas formas-;
la ingeniería _genética da lugar en la propuesta de Giménez a una de producción y consumo liiei·arios se reprodujo en la inestabili-
recolocación del bioarte como práctica artística que interpela el dad de lo~ nombres. Se habla hasta hoy de ciberliteratura, litera-
modo de ser de los organismos vivos en contextos diversos. t~rn digital o de manera más amplia de literatura electrónica casi
SymbioticA en Australia o el BIOIAB de la Universidad Maimónides como sinónimos aunque no lo sean en sentido estricto. Hay quie- ,
en Buenos Aires están lejos del garaje/cobertizo en el que trabajaba nes ensayaron nuevas especificaciones terminológicas aduciendo '
30 Giménez. Sus experimentaciones elementales con injertos o colo- la novedad misma del fenómeno respecto de la literatura de la era 31
raciones vegetales dialogan tanto con los procesos industriales de la de la imprenta. Así Espen J. Aarseth en su libro Cybertext.
agricultura como con la "avanzada" del bioarte, poniendo de relie- Perspe~tives on Ergodic Literature ( 1997) desarrolló el concepto de
ve lo milimétrica y expansiva que se ha vuelto hoy la cuestión de la "lit~~~~!~~ ~fgódica'' argumentando que se tra~a de una literatura
gestión política de la vida. FC/LS
que, a diferencia de la del libro impreso, reqmere del lector nue-
vas competencias relativas al "trabajo" (en griego, ergon) del cuer-
• po para recorrer el "camino" (hodos) del texto. __
> CIBERLITERATURA A partir de una vaga inspiración en la no- Como sea, lo cierto es que en la yuxtaposición entre una cultura 1
ción de cibernética desarrollada desde los años cuarenta del siglo letrada organizada alrededor del objeto libro y las bibliotecas a otra
XX, la novelas cyberpunks de William Gibson instalaron en el campo cultura electrónica organizada desde las últimas décadas alrededor
de la narrativa de ciencia ficción, en los ochenta, la palabra "ciberes- de pantallas, no solamente cambian los soportes sino más bien los
pacio". Pocos años después, con el afianzamiento de Internet, se con- dispositivos con todo lo que esto implica en cuanto a nuevas for-
virtió en término corriente en los países con alto o mediano desarro- mas de cognición, organización social y relaciones de poder. ___ j
llo tecnológico, para identificar con cierta facilidad un lugar o mundo Al interior de esa nueva literatura se pueden percibir con mayor
presente/ausente, cotidiano pero intangible, que se ha convertido en o menor precisión algunos subgéneros. Así, siguiendo la clási-
la réplica fantasmática de nuestro mundo "primero". Rápidamentt.1 ca partición entre géneros narrativos, líricos y dramáticos (y
también la palabra ciberespacio comenzó a engendrar una prole más quizá habría que preguntarse por qué seguir una partición tal
o menos aceptada por el uso que funcionó en el arte sobre todo para si justamente la literatura electrónica nos llevaría a otras regiones),
-----------·-- - . - ... _. ·-·-- .. - - -- ·-· . -
' ···-
hay quienes hablan de narrativa hipertextual y/ o interactiva, po- literatura presenta recorridos algo diversos respecto de los desarro-
esía digital o electrónica, ciberdrama interactivo, etcétera. Los lí- llos más evidentes en otras zonas del planeta, particularmente los
mites entre estos subgéneros suelen ser difusos no solo entre sí -al Estados Unidos, Canadá y Europa. La novela hipertextual y más
interior de la ciberliteratura-, sino también en relación con otras tarde hipermedial por ejemplo, muy transitada en los Estados
prácticas del arte electrónico. El ciberdrama interactivo, por ejem- Unidos, ha tenido aquí poco desarrollo. Quizá porque no hubo
plo, bien puede ser considerado una subespecie de la tecnoescena acceso por este lado del planeta a ciertos programas informáticos
y la poesía electrónica site specific, esto es, localizada en entornos que desde finales de los años ochenta fueron las plataformas espe-
cerrados o abiertos que exceden al que ocupa un lector frente a una cíficas que se usaron en las primeras novelas hipertextuales, como
pantalla, bien puede ser considerada una forma de instalación. Los- -_: el programa Storyspace, creado por Michael Joyce, Jay David Bolter
críticos con mayor trayectoria dentro del campo suelen adoptar la ' y John B. Smith y perfeccionado por Mark Bernstein. Quizá tam-
idea de que leer estas manifestaciones dentro de una u otra "dis- bién porque Cortázar había publicado Rayuela en los sesenta, una
ciplina" artística o género es más una cuestión de tradiciones crí- } raJ1uela hipermedial no resultó atracción suficiente.
. que de otra cosa.
ticas -~ De todos modos, la novela hipermedial en CD-ROM Tal vez ma-
De hecho, si pensamos en la literatura, hace ya rato que sus lími- ñana, coproducción argentino-uruguaya con idea y dirección
tes no pueden darse por sentado. Esto es, la inestabilidad del hecho del relizador e investigador en nuevos medios Martín Groisman,
literario en tanto tal no es producto exclusivo de la mutación tec- presentada en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en
32 nológica ni data solamente de los años recientes. Desde inicios deC \ 1999, es un caso pionero. Dentro de la narrativa, han sido más 33
siglo XX la literatura ha venido recorriendo el camino de su pro- frecuentes las experiencias a veces colaborativas posteriores al
pia borradura o deslimitación en función, por un lado, de la pues- desarrollo de la web 2.0. Aun así, la explosión de la "Íiteratura
ta en crisis del sentido, del lenguaje y de la experiencia y, por otro, blog", si bien habilitó nuevas y grandes posibilidades de auto-
del cruce entre lenguajes, disciplinas artísticas, autores y lectores, publicación, no siempre generó nueva literatura. Por una parte,
arte y no arte, -lo que implica que ha recorrido el camino tanto hubo producción de ficción colaborativa propuesta en algún sen-
de su mutismo como de la puesta en cuestión de la autonomía tido a manera de juego (diarios que producen por ejemplo "jue-
para plantear impulsos de antiautonomía y hasta de posautono- gos de verano" en el que un escritor reconocido escribe junto
mía. Con todo, esa inestabilidad está también vinculada (no de- con sus lectores una ficción por entregas), también novelas-blog
terminada pero sí vinculada) a Ja presión ej~rcida por el espacio del tipo de las de Hernán Casciari (Más respeto que soy tu
tecnológico, que empuja los lin&s ei~t;~ fas distintas ramas del madre, recopilación del Weblog de una mujer gorda publicado
art"e y entre -artistas y no artistas hasta hacerlos difusos de tan elás- en Internet entre septiembre de 2003 y julio de 2004 y elegido
ticos. La palabra artística ha entrado así, por disponibilidad tecno- en 2005 como el mejor blog del mundo por la cadena alemana
lógica, en nuevos tratos con la imagen, el sonido y los cuerpos en Deutsche Welle), y pasajes "transformacionales" del blog al libro,
movimiento, de modo que el carácter de lo literario no siempre en donde el blog,' laboratorio de escritura se transforma luego
queda del todo claro. Y la literatura electrónica contemporánea es . en novela (Monserrat de Daniel Link es un muy buen ejemplo).
un ejemplo bastante paradigmático en ese sentido. ___¡ Sin embargo, en muchas ocasiones el blog -bitácora, diario o re-
Podría decirse que en la Argentina la literatura electrónica o ciber- gistro del yo on line- termina (o comienza) siendo solo una "pi-
zarra" pública y el objetivo del escritor está puesto en otro lado, obra-~;pectado.r, surge u~ nuevo tipo de museo: el cibermuseo,
por ejemplo, en hacerse conocido a través del blog para lograr tamb1en conoCido como museo virtual".
que una editorial lo publique. El cibermuseo podría definirse como una forma de museo vir-
Siguiendo una apreciación del crítico y poeta digital francés tual que aprovecha algunas de las potencialidades que la tecno-
Philippe Bootz, podríamos decir que si la tradición estadouniden- logía web ofrece para el campo de la museología: la construcción
se más fuerte en literatura electrónica ha sido en sus comienzos la multimedia de archivos (con imágenes, texto, video, sonido); la
de la ficción narrativa hipertextual, la tradición europea más visi- divulgación y publicación completa de las colecciones; la desma-
ble ha sido la que se conoce como literatura "generada'' en la que terialización y deslocalización del espacio físico del edificio museo
los textos son generados automáticamente a partir de procedi- que posibilita a un público "global" un acceso remoto, extraterri-
mientos algorítmicos aleatorios, cuya iniciación se remonta a fines tor~~l y gratuito;. la intera~ción con las obras expuestas y la gene-
de la década de los cincuenta. Esta tradición ha dado en general rac10n de rec~r~1.dos prop10s. Estas características son solo algu-
más obras de poesía electrónica que de narrativa pero se podría nas ~e las pos1b1hdades que los cibermuseos pueden adoptar pero
aplicar a ambos. Y la tradición latinoamericana más fuerte - con de nmguna manera abarcan la totalidad de formas de lo que es 0
mayor presencia de la poesía electrónica brasileña- sería la que se podría ser. Sus combinaciones y sus diversos diseños crean una va-
deriva de la poesía concreta en su paso hacia una imaginación di- riedad compleja de posibilidades que imponen comprender al ci-
gital [tecnopoesía]. CK bermuseo de una manera muy abierta, como una forma potencial
34 de museo que explora nuevas formas tecnológicas de. musealidad.
• Cuando exploramos a nivel local los casos de cibermuseos, encon-
> CIBERMUSEO Desde mediados de los años noventa, en un contex- tr.amos ~~a multiplicidad de formas de exhibición, publicación y
to de transformación del arte - tanto a nivel de las prácticas como d1vl!lgac10n de arte que podrían ser cibermuseos pero que no lle-
de las formas de exposición y las instituciones- la web se convir- gan a serlo porque, en sí mismas, no alcanzan a distinguirse de
tió en un nuevo espacio de experimentación y en una herramien- todo el conjunto de sitios webs y blogs de artistas y de institucio-
ta fundamental para la difusión, sociabilización y gestión de la vi- nes de arte que existen hoy. En este sentido, hasta el momento, el
sibilidad artística. El desarrollo del net.art y la proliferación de cibermuseo se presenta más como una expresión programática que
colectivos artísticos que buscan una mayor autonomía en la cir- como un fenómeno concreto y expandido. A su vez, la flexibili-
culación de sus trabajos, sumados a la aparición de nueyas y di- zación de lo que hoy entendemos por museo y la utilización de
versas instituciones dedicadas al arte, dan forma a una nueva es- este térmirio para designar formas diversas - no todo lo que es nom-
cena en la que Internet se presenta, desde distintas perspectivas, brado en Internet como "museo" podría ser definido específica-
como un nuevo dominio para el campo del arte. Las formas de mente como tal- colaboran con una situación que hace difícil de-
1

circulación que el arte digital en todas sus modalidades impone, finir claramente qué es un cibermuseo y lo convierten más en un
1

y la visibilidad y musealización que Internet habilita, tienen como campo de experimentación incipiente. Si bien el término ciber-
efecto una ampliación no solo del concepto de obra de arte sino museo contiene una limitación conceptual ya que muchos de los
también de la idea tradicional de museo e institución artística. En casos que mencionamos a continuación no son "estrictamente"
este marco, acompañando a la necesidad de renovar las relaciones museos, su utilización sigue siendo válida para pensar todo un
nuevo campo de ensayo para la circulación ,de arte. Por esto, para Han y transforman puede ser la base para pensar cualquier intento
analizar cómo se desarrolla este campo de acción, deberíamos tam- de clasificación o diferenciación de toda la variedad existente de ci-
bién hablar de "cibergalerías", "ciberespacios de arte", "ciber cen- bermuseos. Partiendo de la idea de contenido, podemos encontrar
tros culturales", etcétera, como ejemplos distinguibles dentro de -como propone Laura Regil Vargas en "Museos virtuales: entornos
un nuevo paradigma museográfico. para el arte y la interactividad"- dos tipos de cibermuseos: a) los que
Comprender qué es un cibermuseo o qué podría serlo significa, exponen obras de arte no digital, lo que significa que siempre son
primero, entender que es algo muy distinto a un museo y que no reproducciones o imágenes de obra; b) los que exponen obras de
se limita a una transcripción del museo "real" al espacio virtual, arte digital (net.art, ciberarte, webart). Dentro de los primeros, se
lo que no daría cuenta de la singularidad de estas nuevas forma- encuentran todos los sitios de los museos y espacios de arte locali-
ciones museísticas que estarían transformando no solo las capaci- zables geográficamente. La lista de ejemplos es hoy descriptivamen-
dades del museo, sino también la idea misma de museo y todo el te inútil ya que casi todos los museos e instituciones poseen sus pro-
paradigma de sentidos y prácticas que lo enmarca: la recepción, pios sitios web de difusión que funcionan como sedes virtuales en
la curaduría, el rol del artista y el surgimiento de la figura del ar- las que se proponen nuevos espacios de divulgación como materia-
tista-gestor, la valoración de las obras y el objeto arte, la idea de les educativos on line, visitas virtuales, audio-guías on line, panorá-
patrimonio, etcétera. La idea de lo virtual estaría señalando la ca- micas de sus salas y archivo de imágenes e información sobre sus co-
pacidad potencial de algo -un museo en potencia o varios muse- lecciones, entre otras cosas. La segunda clasificación supone un
36 os imaginables-, y la desmaterialización del museo continente -un problema más complejo porque hace necesario pensar la transfor- 37
museo sin edificio y deslocalizado- pero no la concreción de algo mación que por su especificidad y materialidad implica el arte de la
distinto y específico por su espacio y tiempo: el cíbermuseo. Dentro web que vuelve indiferenciables al par continente-contenido porque
de las posibles formas imaginables, como lo fueron en su momen- la materia y los temas con los que trabaja son siempre su espacio de
to el "museo transportable" de Duchamp y el "museo imaginario" exhibición, es decir, la web misma. Aunque en muchas ocasiones el
de Malraux, el cibermuseo propone una nueva forma que adopta net.art es incorporado a exhibiciones en museos y galerías tradicio-
la especificidad del espacio cibernético y las tecnologías digitales nales, permitiendo una interacción con el público distinta, algunas
de la información y desarrolla experiencias artísticas específicas en obras de net.art pueden ser entendidas en sí mismas como espacios
su medio, nuevas formas de encuentro y acceso al público. En este de difusión postmuseales que crean, con una estética y un funci~­
sentido, la experiencia virtual que propone el cibermuseo es solo namiento propio, formas nuevas de exhibición tecnológica.
uno de los aspectos que lo constituyen. Desde otra perspectiva y cruzándose con la clasificación anterior,
Para no convertir al cibermuseo, denominación en la que permane- a partir de la idea de continente, se puede hacer otra distinción:
ce la idea clásica de museo, en un concepto excluyente, es necesario a) los cibermuseos cuyo espacio contenedor existe solo en la web;
retomar un abordaje más amplio que piense lo "museal" como un b) y los que, siendo parte de espacios tradicionales, funcionan
proceso activo que permite abordar diversas formas de musealidad como un complemento o sede tecnológica.
que no se corresponden, en muchos casos, con los componentes tra- Las dos distinciones mencionadas permiten pensar diversas combi-
dicionales del museo como por ejemplo el par continente-conteni- naciones y cruces que no son excluyentes ni tampoco describen la
do. La reflexión sobre cómo el continente y el conten,i do se desarro- totalidad de cibermuseos que pueden encontrarse pero que, no obs-
tante sus limitaciones, esbozan una manera de abordar el análisis de
no digital y que colaboran con una propuesta institucional mayor.
lo que es o podría ser un cibermuseo. En este sentido, el ejemplo
Con todo, en algunos de estos casos, el espacio web entendido como
uruguayo del MUVA (Museo Virtual de Artes El País) se acercabas-
cibermuseo les permite albergar salas virtuales dedicadas en su es-
tante a lo que podría imaginarse como un cibermuseo cuya sede es
pecificidad material a proyectos artísticos de características no tra-
exclusivamente virtual y que exhibe obras plásticas no digitales.
dicionales y diversas. Es decir, de net.art, o arte digital en general o
Creando una arquitectura virtual en tres dimensiones, que puede ser
también de divulgación de proyectos. El sitio web del CCEBA (Centro
recorrida y transitada como si se estuviera físicamente en un edifi-
Cultural de España en Buenos Aires) señala algunas de esas carac-
cio, el MUYA es un cibermuseo que traduce la idea tradicional de
terísticas en sus solapas de Medialab, Talleres en Red, los Blogs o las
museo al espacio web. Es decir, planifica un edificio con recorridos
dedicadas a Multimedia. En otros, encontramos propuestas parcia-
de muestras estables e itinerantes que contienen información sobre
les que señalan cierto intento de experimentar con la idea de! ~i~er­
obras y artistas y que permiten generar "selecciones personales".
museo pero que, en la acción, solo innovan con algunas posibilida-
Continuando con otro caso que propone un espacio de exhibición
des dadas por el mismo dispositivo técnico. Un poco en esta dirección,
de arte no digital exclusivo de la web, el sitio argentino de Red Galería
limitándose solo al espacio edilicio, la Dirección General de Museos
permite seguir pensando otras actitudes. Si bien Red Galería no es
de la ciudad de Buenos Aires creó recorridos virtuales de algunos de
un museo ni pretende serlo -su mismo nombre lo deja clarcr-, es in-
sus museos: el Museo Casa Carlos Gardel y el Museo de Arte
teresante pensarlo como tal teniendo en cuenta que otros casos que
Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco. Siguiendo modalida-
38 sí se llaman "museos" no evitan la pregunta de si verdaderamente lo
des ya implementadas por museos como el Tate Modern de _Lon~e~, 39
son, como el ejemplo del MUNTREF (Museo Virtual de la Universidad
el MoMA o el Metropolitan de Nueva York, esta tendencia a utili-
de Tres de Febrero), que solo permite acceder a las exhibiciones rea-
zar la web como espacio museable está siendo adoptada a nivel local.
lizadas en la universidad a través de imágenes y filmaciones de las
Actualmente, el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires
salas pero sin posibilidades de interacción. Red Galería es un ejem-
está incluido en Google Project Art. Si bien este hecho se convier-
plo que ayuda a visualizar cómo en la web comienzan a reproducir-
te en un síntoma de una tendencia mundial, cualquiera que visite
se situaciones de recepción, circulación, distribución, comercializa-
alguno de los museos incluidos en el GPA sabe que está muy lejos de
ción y legitimación del arte que no proponen nuevos hábitos de
tener una vivencia virtual de museo y que su experiencia se reduce
consumo y solo ofrecen un nuevo espacio que, muchas veces, es más
al acceso a una base de datos interactiva.
simple de gestionar y sostener económicamente. Al ingresar al sitio,
Desde un uso muy distinto, se encuentran casos como el del sitio de
queda claro que se procura traducir virtualmente la acción de una
Espacio Fundación Telefónica que, con una marcada intención pe-
galería tradicional de arte: nos recibe la representación de una per-
dagógica, publica visitas guiadas on line que se complementan co~
sona en un mostrador que introduce a salas de exposición a las cua-
comentarios de especialistas, artistas y curadores. Los fines educati-
les se puede visitar y que tienen, como toda muestra, un título, ex-
vos son motivadores de varias propuestas institucionales en la web.
plicitando con esto la presencia de un curador. Red Galería participó
Las áreas educativas de sitios como los del MALBA (Museo de Arte
de ArteBA junto al stand de Fundación Proa en el año 2010.
Latinoamericano de Buenos Aires), Fundación Proa o el Museo
En referencia a aquellos casos que tienen un correlato institucional
Castagnino+ Macro con sus ediciones digitales ciertamente no po-
y físico, en general, nos acercamos a cibermuseos que exponen arte .
drían pensarse como cibermuseos pero, sin embargo, adoptan mu-
chas de las herramientas que los definen. Entre ellas, audio guías on capié en la recepción y en la formación de nuevos públicos. Desde
line, materiales para docentes para trabajar en el aula, actividades e esta nueva problemática, el término cibermuseo no logra expre-
información previa sobre las exhibiciones y espacios de conversación. sar la complejidad del fenómeno que lo enmarca reduciendo la
La lectura de estos casos deja a la vista que el cibermuseo es una po- discusión a una descripción de las nuevas formas de museo que
tencialidad poco explorada hasta el momento a nivel local y un fenó- Internet alberga. Pero si entendemos la idea de museo como ins-
meno poco discutido a nivel internacional. Hasta el momento, solo titución nos aproximamos un poco más al problema, aunque una
podemos intentar explicar lo que podría ser pero no tanto lo que es. denominación como "ciberinstituciones" recae en una amplitud
Aunque muchas veces pasado por alto o menos valorado, el po- que no permite señalar la especificidad de lo museístico. Para
tencial más fuerte de los cibermuseos, y del uso de Internet, se en- una mayor comprensión, habría que entender al cibermuseo como
contraría en las posibilidades que ofrece para la circulación del un concepto que estaría de alguna manera incluyendo un proce-
arte, es decir, para la distribución. En este sentido, Internet, por so de emergencia de estrategias de resistencia postmuseales resul-
su cualidad de ser, simultáneamente, medio e instrumento de di- tado de dos situaciones: por un lado, el surgimiento de prácticas y
fusión sería un recurso accesible para que artistas, curadores y ges- obras cuya materialidad exige nuevas formas de circulación pro-
tores creen museos y espacios de visibilidad propios. Como expli-· blemáticas para los espacios físicos tradicionales de exposición, y,
ca José Luis Brea en "El museo contemporáneo y la esfera pública'', por otro, íntimamente relacionado con lo anterior, el resurgimien-
con el crecimiento del arte de la web y con la emergencia de ex- to de una voluntad democratizadora que busca salir de los muros y
40 periencias artísticas, que por sus propuestas y materialidad no en- condicionamientos de la institución artística para generar formas al- 41
cuentran un lugar dentro del museo de arte contemporáneo corpo ternativas de circulación, más abiertas, accesibles y flexibles. MR
mecanismo legitimador, la producción estratégica de dispositivos
alternativos y la apertura de territorios discursivos autónomos de •
comunicación directa, auténtica y no mediada se vuelve central. > CINE EXPERIMENTAL En tanto forma artística cuyo soporte es
En un nuevo contexto de disputa con la institución arte, los ar- intrínsecamente tecnológico, el cine -desde su misma creación-
tistas encuentran en Internet una herramienta potencial para la podría considerarse como una tecnopoética. Sin embargo, una vez
construcción de nuevas formas de museos. pasado aquel primer momento inicial de su historia, el cine se po-
Con todo, si el énfasis puesto en la difusión frena nuevas experi- siciona corno dispositivo en el marco de una cultura cada vez más
mentaciones en relación con otras propiedades de la misma web, audiovisual y se institucionaliza, a partir de normativas que regu-
la construcción cibermuseal quedaría quizá a medio camino. La lan sus modos de representar. Así, de alguna forma, pierde (más
interactividad, la deslocalización y los espacios de conversación se- bien abandona) esa capacidad de hacer visible el dispositivo, de
rían aspectos sustanciales para cualquier intento de conceptualiza- cuestionar, reflexionar o innovar sobre su soporte tecnológico.
ción del término cibermuseo. La potencialidad de los cibermuse- . El cine experimental es aquel que justamente irrumpe, en dife-
os para generar nuevas formas de musealidad radicaría en su rentes momentos de su historia, como una desestructuración: de
capacidad para establecer una recepción activa por parte del públi- formas de representar, estetizar, y narrar. El término "experimen-
co, convirtiéndolos en espacios de sociabilidad de acceso remoto. tal" se utiliza para englobar a una cantidad de producciones cine-
Estas posibilidades dadas por el dispositivo tecnológico hacen hin- matográficas tan diversas que resulta imposible pensarlas como
pertenecientes a un todo homogéneo. Si existe algo que las une,
rimentó estéticamente con las posibilidades del medio a partir de
es una cierta voluntad de juego, de curiosidad por las posibilida-
sobreimpresiones, ~posiciones múltiples, y .la intervención física
des de su propio medio que lleva a los cineastas a una indagación
sobre el material fílmico, entre otros procedimientos luego reto-
(una experimentación) de/ con la forma cinematográfica.
mados por las nuevas generaciones de cineastas experimentales.
·F ueron Marce! Duchamp, Man Ray, Luis Buñuel, entre otros, los
En el plano local, siguiendo nuevamente a Marín, se puede iden-
primeros en apropiarse del lenguaje cinematográfico para, en su
tificar el pasaje de una concepción de la forma cinematográfica
autorreferencialidad, provocar ese "shock" liberador en el espec-
pura y absoluta acompañada de un proceso creativo aislado e in-
tador al que aspiraban las vanguardias históricas.
dividual, a una visión múltiple y más amplia acompañada de un
Luego, en la década del sesenta, el experimentalismo llegó por un
proceso creativo colectivo. Esta última concepción es la que ca-
lado de la mano del llamado cine estructural o minimalista, que
racterizó a la llamada década prodigiosa del cine experimental ar-
consistió en la búsqueda aún más extrema y despojada de la forma
gentino (1965-1975). E.r;i ella confluyeron experimentalismo for-
cinematográfica a partir de un proceso creativo donde predomi-
mal, a nivel estético, y underground, a nivel social y cultural.
na la racionalidad. Así, el primer film de Andy Warhol, Sleep
Erigiéndose desde los márgenes, este cine se planteó como una al-
(1963), muestra a un hombre durmiendo durante aproximada-
ternativa al circuito comercial cinematográfico y a sus formas ins-
mente cinco horas.
titucionalizadas de representación, producción y distribución. Sus
En la Argentina, esta corriente tuvo su correlato, primero, en la obra
principales exponentes fueron Narcisa Hirsch y Claudio Caldini,
42 de Horacio Coppola, y, más tarde, con el cine de Luis Bras y Víctor
junto a Marie-Louise Alemann, Horacio Valleregio, Juan Villola, 4l
Iturralde. Pablo Marín sostiene (en el catálogo de la obra de Narcisa .
Juan José Mugni, Jorge Honik, Silvestre Byron. Muchos se cono-
Hirsch, compilado por Alejandra Torres) que este cine; entendido
cieron en UNCIPAR (Unión de Cineastas de Paso Reducido), un re-
como construcción abstracta y no ilusionista, prefigura al cine es-
ducto de resistencia del cine independiente que fue el espacio
tructural de Narcisa Hirsch, una de las principales exponentes del
donde comenzaron a difundir sus obras ante el, muchas veces, ira-
cine experimental argentino. Su film Comeout (1974), re-constru-
cundo público. Luego, a comienzos de los setenta, el lugar que los
ye en 11.38 minutos y dos planos, la imagen de un tocadiscos, en-
nucleó fue el CAYC (Centro de Arte y Comunicación, dirigido por
focando muy lentamente a medida que la toma se aleja. La banda
Jorge Glusberg), para pasar a ser -con la llegada de la dictadura
sonora es una obra homónima de Steve Reich.
militar- el Instituto Goethe.
Por otro lado, también en los sesenta, el lituano Jonas Mekas fue
Estos fueron los espacios de difusión alternativos en donde este
el referente y portavoz del cine underground estadounidense, una
cine under y experimental tuvo lugar. Tal como sostiene Rodrigo
vertiente diferente, a nivel estético y de producción, del cine ex-
Alonso en "Buenos Aires Underground", al ubicarse al margen de
perimental. Sus film-ensayo se caracterizan por la subjetividad de
la industria, estos directores pueden evadir sus determinaciones:
la primera persona, su voz y su propia presencia, en una narración
ya no existen pautas de duración, tipo de imagen, calidad, forma-
discontinua y fragmentaria.
tos o temas. Y esto posibilita asimismo, un diálogo _directo con el
Stan Brakhage, estadounidense y contemporáneo de Mekas, es
público en las proyecciones.
considerado uno de los principales referentes del cine experimen-
Si bien existía una clara voluntad rupturista y de oposición a las for-
tal. En su vasta filmografía plasmó una mirada subjetiva y expe-
mas contemporáneas del cine, no hay, en la mayoría de los realiza-
dores de esa generación, una labor teórica en torno al tema, salvo Narcisa Hirsch. Asimismo, uno de los procedimientos más frecuen-
por el trabajo de Byron, que resulta fundamental para comprender tes de estos .artistas fue la intervención plástica sobre el celuloide:
el desarrollo del cine underground argentino. El director propone se lo quemaba, rayaba, dibujaba, recortaba.· De esa manera, se da
un Modo de Representación Opcional (en oposición al MRI-Modo la paradoja de que en la búsqueda formal por la especificidad de lo
de Representación Institucional-, término acuñado por Noel Bürch). cinematográfico, los realizadores se encuentran en un diálogo abier-
EL MRO funda un Cuarto Cine, diferente del institucional y del de to, un intercambio fluido, con otras formas de arte.
oposición (el Tercer Cine de Solanas y Getino, político, militante, En cuanto al dispositivo mismo, este grupo de cineastas comen-
revolucionario), y que se caracteriza por el experimentalismo. Las zó filmando en 16 y 8 mm, para luego pasar al Super-8. Cuando,
imágenes opcionales quedan libradas a sí mismas y carentes de las a fines de la década de los ochenta, este formato resultó de difícil
exigencias de la industria. Una imagen autónoma, no pertenecien- acceso, algunos volvieron a los 16 mm y otros se acercaron al video.
te al sistema, puede escapar así a su dialéctica. En la actualidad, y con la multiplicidad de soportes digitales, exis-
A pesar de sus claras diferencias estéticas, algunos de estos rea- ten cineastas experimentales que apuestan a una revalorización y
lizadores se identificaron como grupo y produjeron obras co- resignificación de los formatos cinematográficos analógicos. Uno
lectivamente. Una de las primeras fue Marabunta (1967), un de ellos es Ernesto Baca; su largometraje Mujermujer (2011), fil-
documental de Narcisa Hirsch, Marie-Louise Alemann y Walter mado en Super-8, atraviesa escenas de la vida cotidiana fuerte-
Mejía, con cámara de Raymundo Gleyzer. Marabunta fue a la mente subjetivas. El artista manipula su obra desde el celuloide (a
44 vez un happening (y el registro de un happening) en el hall del través de intervenciones plásticas y filtros) hasta en la proyección 45
Teatro Coliseo, durante el estreno de Blow up de Antonioni, en misma: en ocasiones realiza el montaje del film de acuerdo a las
el que el público podía comer una figura de mujer que habían ar- reacciones del público, otorgando a la instancia de recepción un
mado con frutas y otros alimentos. carácter performático.
Otros, más alejados de esta idea de producción colectiva, crearon En otra línea, el cine de Paulo Pécora centra la experimentación
obras individualmente, en una concepción más perfeccionista y . fundamentalmente a nivel narrativo. Lo real y lo no real, lo coti-
esteticista. Tal es el caso de Claudia Caldini: en su film Baltazar diano, lo extraordinario y lo onírico se organizan en un flujo que
(1975, 3 min.), el director experimentó con el montaje en cáma- tiende a cierta circularidad y en la que el trabajo con recursos del
ra a través de cinco planos en los que se observa a un chico jugan- cine y la fotografía -como en Una forma estúpida de decir adiós
do en la playa. El pasaje entre los planos se da tanto a partir del (2003)- se orienta hacia esa experimentación narrativa. ·
montaje en cámara como mediante fundidos encadenados y cor- La producción contemporánea de cine experimental argentino es
tes que construyen un ir y venir fluido entre los movimientos del considerable. Además de los casos ya comentados, se destaca tam-
niño y la fluctuación del mar. bién la obra de Pablo Marín, Sergio Subero, Rubén Guzmán y
Al hablar de esta obra, Caldini remite a la idea de un "poema zen". Andrés Denegri, entre otros.
Resulta interesante la relación que esta generación de cineastas es- Con respecto a los integrantes del primer grupo de cine experi-
tablece con otras formas de arte como la poesía, el ensayo y la danza: mental, Narcisa Hirsch y Claudio Caldini han tenido una exten-
"El cine experimental es poesía, una danza, una música/ Las imá- sa producción a lo largo de los años y hasta la actualidad, siendo
genes tejen la trama,/ como las palabras tejen un poema", escribe hoy los principales referentes de lo experimental en el cine. Como
minosas. En este último caso, los movimientos de luz, al iluminar
cineastas y educadores, mantienen un vínculo directo con las nue-
la obra con distintos colores o desde diferentes focos, generan cam-
vas generaciones. Narcisa Hirsch trabaja en el presente en colabo-
bios en su apariencia. Otras obras son estáticas y el movimiento
ración con la realizadora de video Daniela Muttis; juntas han res-
que generan es de carácter ilusorio, óptico. Las obras cinéticas de
taurado parte de su filmografía y han construido en colaboración
estas características están emparentadas con el arte óptico (op art),
nuevas obras, como El mito de Narciso (2010).
que juega directamente sobre la experiencia visual del espectador.
Queda entonces pendiente la pregunta por el soporte: ¿influye en
El arte óptico ha encontrado grandes posibilidades de desarrollo
la determinación de la forma cinematográfica?, ¿qué pasa cuando
en el cinetismo virtual generado por computadoras con progra-
los realizadores de cine utilizan el video como soporte? Adrián
mas de diseño. Por último, hay obras que solicitan el desplaza-
Cangi corre el eje de la cuestión afirmando que, más que por la
miento del espectador con el propósito de observar efectos cam-
utilización de un formato u otro, la experimentación audiovisual
biantes que dependen del punto de vista.
se define por la configuración de un ritmo conceptual a partir de
Las primeras manifestaciones del arte cinético pueden encontrar-
la técnica que se encuentre disponible. Asimismo, Philippe Dubois,
se a comienzos del siglo XX en el movimiento futurista y en cier-
habla de "cine extendido" para referirse a formas que exceden aque-
tas obras de Marcel Duchamp como Rotary glass plates (I 920) y
llo que se llama(ba) cine, a partir de la migración de imágenes (in-
los Rotoreliefs (l 926), discos de distintos colores que al girar en
tertextualidad visual, reciclaje y re-empleo [remix]) y de disposi-
una bandeja (gramófono) producían una sensación de profundi-
tivos (de sus lugares, modos de ser y usos).
dad como experimento para introducir el movimiento en la pin- 47
46 Parafraseando a Dubois, podemos afirmar que mediante la experi-
tura. Poco más tarde, en la década del treinta, Alexander Calder
mentación audiovisual, adopte el formato que adopte (instalaciones,
inventó los Móviles, esculturas formadas de hilos y piezas metáli-
performances y teatro con proyecciones [tecnoescenal, videoarte,
cas colgantes movidas por los desplazamientos de aire del ambien-
videodanza; en museos, en la calle, en los cines, en teatros, en recita-
te. También pueden mencionarse las particulares esculturas pe~e­
les), la imagen cinematográfica, multiplicada y omnipresente, gana
trables del venezolano Jesús Rafael Soto donde la experiencia se
terreno extendiéndose sobre los modos de pensar la imagen. ML
modifica con el movimiento del espectador.
• En la Argentina una obra precursora del cinetismo y, a la vez, ícono
del arte abstracto-concreto en Latinoamérica es Royi, la primera es-
> CINÉTICO El arte cinético es una corriente artística fundada en la
cultura móvil y articulada creada por Gyula Kosice en 1944. A par-
estética del movimiento. Se representa principalmente en la escul-
tir de la década siguiente, el arte cinético está principalmente repre-
~ura cuando recurre a elementos móviles, y en la pintura cuando
sentado por Julio Le Pare, nacido en Mendoza en 1928 y residente
J~ega con la per~epción del espectador recurriendo a ilusiones óp-
en París desde 1958, ciudad donde abandonó los medios tradicio-
tl~~s. Los estudios sobre la vibración retiniana revelan la imposi-
nales y clásicos de la pintura para experimentar con resonancias,
bilidad de nuestros ojos de acomodar simultáneamente la vista en
movimientos rotatorios y giratorios, reflejos, luces y sombras. Fundó
una superficie de dos colores violentamente contrastantes.
escuelas de arte e investigó sobre lo visual, el movimiento y los co-
En algunas obras cinéticas el movimiento es real: la obra puede
lores, creando junto a otros vanguardistas argentinos y franceses
tene~ ~artes móvi.les, estar accionada por motores o dispositivos
la nueva tendencia del arte cinético.
mecamcos o modificarse por un juego de luces o proyecciones lu-
Las obras cinéticas de Julio Le Pare son piezas realizadas con ma- dirigidos al "ojo humano", denunciando el elitismo del arte tradi-
teriales industriales que incluyen el factor sorpresa, el movimien- cional que apela al "ojo cultivado". A través de la tecnología, el
to y la transformación producida, en muchos casos, a partir de la GRAY buscó una vía hacia la erosión de los límites entre arte y vida.
manipulación por parte del espectador. El artista tuvo siempre una En las obras de Julio Le Pare el encantamiento visual, la eficacia
actitud crítica frente a la concepción de la obra de arte estable y de- del efecto y la sorpresa generada por estructuras y mecanismos lu-
finitiva. Esta perspectiva lo condujo a experimentar con la luz y el minosos sumergen al espectador en un clima de fascinación. No
movimiento; ya sea ilusorio, como el creado por efectos ópticos, o se proponen como un hecho exterior al espectador sino como un
real, como el generado por motores. Sus experiencias ópticas co- ambiente en el que este último participa. Su arte es experimental
menzaron con pinturas que presentaban secuencias progresivas de no solo porque las propuestas experimentan con materiales y pro-
formas, posiciones y colores, generando inestabilidad visual. cedimientos, sino porque proponen experiencias renovadoras de
En 1960 Le Pare participó en la fundación del GRAY (Groupe de la recepción artística tradicional. Por ejemplo, las obras de arte óp-
Recherche d'Art Visuel) junto con Horacio García Rossi, Frarn;ois tico basadas en estudios acerca de las ilusiones y los efectos ópti-
Morellet, Francisco Sobrino, Joel Stein y Jean-Pierre Yvaral. En aque- cos de determinadas figuras y de los cambios en la percepción pro-
lla época, realizaba pequeñas cajas de luz con movimiento manual ducidas por el movimiento del espectador o por los cambios de
que producían cambios de imágenes y de color y, además, creaba incidencia de la luz.
sus primeros móviles que, iluminados con luz indirecta y rasante, Le Pare comenzó a incorporar micromotores en sus obras a partir
48 proyectaban sombras sobre pantallas curvas y planas. En 1963 el de 1964; las obras comenzaron a tener botones que el espectador
GRAY obtuvo la medalla de oro en la V Bienal de San Marino. En podía pulsar para hacerlas "funcionar". El factor sorpresa provoca-
1964 participó de Documenta 3 y, en 1967, de la muestra Luz y ba un deshielo en el espectador que podía abandonar la pasividad
Movimiento que fue primordial en la historia del arte cinético, or- de la contemplación. La participación no se limitaba a pulsar un
ganizada por el Museé d'Art Moderne de la Ville de París. botón. Una familiaridad se establecía así entre el conjunto de los
Una de las preocupaciones básicas de GRAY fue motivar la participa- movimientos-sorpresa y el espectador provocando un comporta-
ción activa de un público nuevo, no especializado. Para esto realiza- miento activo y diverso.
ban encuestas, jornadas callejeras, salas de juegos y espacios recorri- También experimentó con cintas de acero inoxidable pulido sobre
bles, invitando a las personas a relacionarse directamente con las obras. un fondo liso o rayado. En estas experiencias empleó la luz artifi-
Buscaban que cada espectador interpretara libremente las propuestas cial en forma rasante para generar un efecto visual de luces y som-
y que esa libertad los impulsara a reflexionar sobre la situación coti- bras. Un ejemplo de este tipo de experiencias es Seis círculos en
diana de dependencia en la que podrían encontrarse, aspecto que para contorsión (1967). Esta obra, que puede visitarse en el MALBA, fue
Le Pare siempre fue el carácter político de su trabajo. construida con cintas de acero, brazos mecánicos de aluminio y
Según el crítico Rodrigo Alonso CArte y tecnología en Argentina: micromotores, en una caja blanca de madera esmaltada. Al apre-
los primeros años"), el GRAY sostenía la necesidad de abolir la con- tar un interruptor ubicado en la pared, el espectador puede "acti-
cepción del artista como genio individual. Para ellos, el contexto var" la obra, haciendo que los seis círculos formados por las ban-
de exhibición y el lugar del espectador eran fundamentales. Esta das de acero comiencen a moverse lentamente. Como los círculos
convicción los llevó a experimentar con efectos ópticos y cinéticos están unidos, el movimiento de cada uno modifica la forma del
círculo de acero que está al lado. La luz rasante proyecta reflejos y
te'', anteojos trucados de diferentes maneras que alteraban la vi-
sombras sobre el acero mismo y sobre el fondo de la caja, crean-
sión normal de la realidad, fraccionándola, superponiendo ele-
do un juego visual que, junto con el movimiento y las formas si-
mentos, multiplicándolos, dándolos vuelta, agregándole colores,
nuosas, resulta hipnótico. De cerca, además, puede oírse el ruido
deformándolos, etcétera; "espejos" que deformaban, fraccionaban
que generan los motores.
y multiplicaban lo reflejado; "zapatos para caminar diferente", con
Otras experiencias desarrolladas por Le Pare son aquellas que se
los que la participación física era más evidente y aquel que los en-
basan esencialmente en el desplazamiento del espectador. Por ejem-
sayaba debía adaptar su manera de caminar a los zapatos que le
plo, un panel de láminas reflectantes; el espectador se desc~bre
impedían hacerlo normalmente ya sea porque estaban montados
fraccionado y multiplicado junto a otros espectadores y objetos
sobre resortes o eran muy pesados. Entonces el espectador dejaba
del entorno. Sobre este principio, Le Pare hizo otras experiencias,
de serlo y devenía actor de la obra.
colocando fondos con imágenes predeterminadas que eran frac-
Otros juegos basados en este principio de participación física fue-
cionadas y multiplicadas por placas reflectantes planas o curvas.
ron: Suelo inestable, Juego de equilibrio, Juego con cuerda sus-
En otros casos, las imágenes podían ser permutadas por el espec-
pendida con un resorte. Los elementos de la Sala de Juegos no pre-
tador. Los temas buscados eran muy simples, por lo general for-
sentaban mayor interés mientras permanecían estáticos, sin ser
mas geométricas repetidas uniformemente con el fin de que las
objeto de manipulación. Lo interesante que se pudo constatar en
deformaciones y las variaciones fuesen más evidentes.
ocasión de su presentación fue que, sin ningún pedido ni informa-
50 Las experiencias con la luz y el movimiento se relacionan di-
ción verbal o escrita, los espectadores descubrían por sí mismos la 51
rectamente con la idea de alejamiento de la obra fija, estable y
manera de usarlos y en algunos casos inventaban colectivamente
definitiva. El espectador se encuentra rodeado o delante del
una relación particular entre ellos y los elementos propuestos.
desarrollo de una multitud de cambios, elementos y formas, la
Horacio García Rossi, nacido en Buenos Aires en 1929, es un ar-
inestabilidad queda en evidencia. La percepción del cambio es
tista plástico argentino, también fundador del GRAY. García Rossi,
el elemento que completa la experiencia. A esta serie de expe-
como los otros integrantes del grupo, experimentó con la luz y el
riencias corresponde el Espejo en vibración que es una placa
movimiento en cambio constante. Entre sus obras cinéticas se des-
de metal pulido de 200 x 50 cm. Cuando se pulsa un interrup-
taca la serie de Cilindros en rotación, que el público podía acti-
tor, un motor le imprime un movimiento de vaivén que la hace
var manualment~ la serie Esferas en movimiento, obras de ple-
alternativamente cóncava y convexa, de manera que el reflejo
xiglás con motor ( 1969-1971) y las Cajas de luz inestable
del espectador se achica y se agranda sucesivamente, lo cual pro-
(1965-66), cuyos materiales son un motor eléctrico, lamparitas
voca nsa.
eléctricas, plexiglás y aluminio.
Estos elementos y otros parecidos fueron utilizados de diversas
Las Geometrías dinámicas son obras de web art interactivas des-
maneras en las Salas de juego realizadas por el GRAY cuyo embrión
arrolladas por Juan Le Pare inspiradas por trabajos de su padre, Julio
estaba en la Bienal de París en 1963. En ellas, Le Pare inauguró el
Le Pare, derivados de investigaciones llevadas al final de los años
concepto de "elementos a ensayar", por ejemplo: bancos con re-
cincuenta sobre el tema de las secuencias, progresiones, transforma-
sortes que cedían bajo el peso de la persona que trataba de sentar-
ciones y desplazamientos de elementos geométricos en el espacio
se quien, sorprendida, podía caerse; "anteojos para visión diferen-
virtual. En esta serie, el cinetismo, en lugar de activarse con mo-
tores, se acciona a través del diseño web: se puede interactuar con quien retoma los postulados que en 1930 plasma Theo Van
la obra utilizando el mouse para ir de una situación ordenada hacia Doesburg en la revista Arte Concreto. En 1934 Bill toma este con-
una situación caótica: del orden al caos. La obra recuerda que la cepto y comienza una búsqueda estética recurriendo al pensamien-
interactividad no es un invento de las herramientas informáticas, to científico, en detrimento de lo simbólico y las expresiones de
sino que ya era un concepto importante para los artistas de los la naturaleza. Mientras la matemática es la guía para la búsque-
años sesenta. ce da de formas, su paso como estudiante en la Bauhaus (y luego
fundador de la conocida escuela de diseño de Ulm -Hochschule
• für Gestaltung-) le permite pensar la relación entre arte y produc-
> CONCRETO El arte concreto busca alejarse de cualquier forma ilu- ción industrial. La tradición de un arte matemático, técnico y
soriamente representativa o idealista y a la vez enfatiza el trabajo au- funcional será la pieza fundamental para el abordaje de distintas
torreflexivo con la materialidad de la obra. El concretismo que se variantes del concretismo que se desarrollaron en los años cua-
asocia así en forma bastante directa con las formas de producción renta y cincuenta, y entre las que se destacan las elaboradas en
material de su época, y de allí con el carácter técnico, atraviesa hacia Latinoamérica, como el movimiento brasileño de poesía con-
mediados del siglo XX diversas ramas del arte -la plástica, la mú- creta y, en la Argentina, la Asociación de Arte Concreto
sica y la poesía- que encontraron en el desarrollo científico un es- Invención [invencionismo].
pacio que podía proveerles una nueva mirada. Pero en cada una de Max Bill es visitado en 1948 por Tomás Maldonado quien, guia-
52 estas ramas, lo concreto adquiere matices algo diferenciados que do por preocupaciones similares a las del suizo, había fundado en 53
responden a la especificidad de cada lenguaje. En la plástica, el mo- noviembre de 1945 la Asociación de Arte Concreto Invención
vimiento concreto fue un desagregado del arte abstracto (más allá de (AACI) junto a Edgar Bayley, Antonio Caraduje, Simón Contreras,
lo paradójico que pudiera parecer no contraponer ambos términos); Manuel O. Espinosa, Alfredo Hlito, Enio Iommi, Obdulio Landi,
lo "concreto" radicaba en los elementos constitutivos de la visuali- Raúl Lozza, R.V.D. Lozza, Primaldo Mónaco, Osear Núñez, Lidy
dad: en particular las formas geométricas que permitían construir Prati, Jorge Souza y Matilde Werbin.
sistemas autónomos de composición dejando de lado toda referen- Maldonado delinea las bases en la Argentina de esta nueva concep-
cialidad. Por su parte, la música concreta, cuyo promotor más reco- ción valiéndose para ello del materialismo dialéctico, con el fin de
nocido fue el francés Paul Schaeffer, creador en 1949 del Groupe de formular una estética materialista o concreta que abarque, desde la
Recherche de Musique Concrete (GRMC), proponía el trabajo con el plástica, al espacio y al movimiento. Mientras en la realidad los ob-
registro directo en grabaciones de los sonidos "concretos" del jetos existen tal cual son, en el cuadro, la representación figurativa
mundo real, es decir, exterior a la música [electroacú.stica]. En la los vuelve ilusorios, por ende, el concretismo mediante el plano, la
poesía, el material a reconocer como "concreto" fue el signo lin- línea y demás formas geométricas escapa a lo vago y especulativo.
güístico ya sea en su forma oral (la materia fónica) o escrita (lama- Lo concreto implica, según Tomás Maldonado, la invención de una
teria gráfica). belieza objetiva; en este sentido, considera que Desarrollo de 14
Uno de los máximos exponentes del concretismo en la plástica y temas (1951-1952) es su obra más paradigmática del período con-
que tendrá un rol de importancia en relación con el desarrollo creto ya que, literalmente, le permitió explorar nuevas formas y
del arte concreto en la Argentina y Brasil, es el suizo Max Bill, contenidos. Es conocido también que más adelante Maldonado
P?r. otra parte, la poesía concreta es sistematizada en Brasil a prin-
emigraría y sería él mismo uno de los directores de la escuela de
c1p10s de la década del cincuenta a partir de la publicación de la
Ulm. Su obra ha quedado más ligada a sus desarrollos como teó-
antología Noigandres, siendo sus promotores Haroldo de Campos,
- rico mientras que algunos artistas del grupo como Lidy Prati, Ennio
~ugusto de .Campos y Décio Pignatari. Sin embargo, hay hipóte-
Iommi, Alfredo Hlito o Raúl Lozza (fundador en 1948 del
sis que sostienen que el primer poema concreto fue producido
Perceptismo) han quedado quizá como ejemplos más representa-
mucho tiempo antes y que a lo largo de la historia de la humani-
tivos debido a la mayor continuidad de su obra plástica.
dad existió poesía con características que permitirían situarla en
Como señala María Amalia García (El arte abstracto. Intercambios
una tradición concreta, que no fue sistematizada bajo ese nom-
culturales entre Argentina y Brasil) durante los años cuarenta y
bre. La poesía concreta supera la disyuntiva extendida entre la
cincuenta la abstracción y el concretismo comparten un mismo
forma, el contenido, la función, y la releva por la significación ma-
campo de significaciones que .configura un arte moderno opues-
terial del poema que es construido a partir de elementos fónicos,
to a la figuración realista; pero mientras la abstracción pudo tener
gráficos, tipográficos y visuales. El movimiento concreto se opone
una variante geométrica y más adelante otra informalista, el con-
al canon poético occidental al elaborar su sentido mediante la mix-
cretismo se caracterizó por la rigurosidad constructiva de imáge-
tura de lenguajes ajenos a la poesía tradicional. Según el poeta y
nes premeditadas con pretensión de objetividad. Asimismo, resul-
crítico Jorge Santiago Perednik en su introducción a Poesía con-
ta relevante la perspectiva del concretismo argentino como un arte
creta, una de las primeras antologías de esta poesía editadas en la
que se posiciona en relación con el desarrollo de la ciencia y la téc-
Argentina, "El menosprecio que esta concepción [la del canon oc- 55
54 nica de su época, tal como señala Eva Grinstein en su artículo "El
cidental] siente por el cuerpo -por la materia en general- se ma-
invencionismo. Una utopía antirrealista", editado en la revista
nifiesta en un menosprecio por el poema, cuyo cuerpo, culminan-
Artefacto. Pensamientos sobre la técnica.
do un proceso de abstracción, es literalmente borrado". La
En un artículo de la revista Nueva Visión, que dirigió a partir de
abstracción supone la remisión del significante al significado, en
1951, Maldonado traza una periodización de las relaciones entre
lugar de la puesta en valor que el concretismo hace del signo al
arte y técnica que es central para comprender el lugar que ocupan
contar con todos, absolutamente todos los elementos que hacen
concretismo e invencionismo en el mapa de las tecnopoéticas ar-
a su significación. Los poetas concretos realizan un trabajo explo-
gentinas. Sostiene allí que el arte moderno pasó en este sentido por
ratorio sobre la materialidad del poema con el fin de llevar hacia
tres etapas: la del maquinismo ingenuo del futurismo, en particular
los límites la posibilidad de discernir a qué campo corresponde la
el italiano; la del constructivismo ruso y el neoplasticismo que im-
poética formulada (al teatral, plástico, gráfico, arquitectónico, del
plican una "exaltación en el dominio de la pintura de las modalida-
diseño, publicitario). En este sentido es que se puede situar a lo
des estilísticas de la ciencia y la técnica modernas" sintetizadas en
que dio en llamarse poesía concreta en los años cincuenta y parte
"precisión, higiene en los procedimientos y pasión por el blanco"; y
de los sesenta en el ámbito de las ciudades, de los medios masivos
por último, el Arte Concreto que, como sup~ración de los anterio-
de comunicación y de los idearios desarrollistas; siendo lo concre-
res propone dejar de lado la exaltación de la espectacularidad de la
to sinónimo de modernización y constituyéndose como la alter-
técnica para dar paso al interés por "las conquistas más secretas de la
nativa latinoamericana que introduce la variante tecnológica para
ciencia [la micro física, las teorías cosmogónicas y gravíficas que] han
la producción de sus poéticas [tecnopoesía].
cambiado radicalmente las perspectivas de la sensibilidad humana''.
Los poemas figurados son las primeras expresiones que se pueden a lo largo de toda su producción, Xul Solar incorpora distinto tipo
situar como antecedentes de la poesía concreta, en ellos hay un de grafías, como en sus cuadros Reptil que sube (1920), donde se
dibujo que significa, que transmite un sentido y ese sentido puede leen intercaladas con las figuras geométrica~ las palabras REPTIL,
ser suplementario al texto, desviado u opuesto. Ejemplos de este 8ESUBE, ISEXTENDE, Marina (1939) y Grafía antiga (1939), en los
tipo son el poema "Huevo" de Simias de Rodas (300 a.C), los ca- que un vago paisaje de olas y aves se construye con letras y otros
ligramas de Guillaume Apollinare (de principios del 1900) o · signos curvilíneos estilizados, o en Barrio (1953), en el que un
"Espantapájaros" de Oliverio Girando (1932) . paisaje urbano de edificios es construido casi por completo con
Los poemas tipográficos, por su parte, encuentran la letra que es gruesas letras rectilíneas entre las que destaca la A.
arrancada del sistema de la lengua para adjudicarle una función En la década del sesenta León Ferrari y Edgardo Antonio Vigo son
plástica (es el caso de los poemas fu turistas, por ejemplo). Ahora quienes continuarán esta poética a través de una suerte de "dibu-
bien, la poesía concreta propiamente dicha comienza con Noigandres jos/escrituras", el primero, y mediante la poesía visual y la "Poesía
que recoge y se inscribe en una tradición de la (tecno)poesía expe- para y/o a realizar", el segundo [tecnopoesía].
rimental o de la preocupación de los poetas por la creación de nue- Según la poeta María Lilian Escobar -en su artículo para la revis-
vos lenguajes, siendo el hito inicial de este camino "Una tirada de ta El surmenage, en homenaje a los 40 años de la muestra Novísima
dados" de Mallamé, quien se transformó en "el Dante de la Edad PoesÚ organizada por Vigo en el Di Tella en 1969- este "se basa en
Industrial", debido a la plena conciencia del trabajo poético plas- principio en el poema-objeto de los dadaístas, donde el sujeto no
56 mado. Pero también, Filippo Marinetti, Ezra Pound, e.e. cummings, se pliega o meramente se identifica con el objeto, sino que avanza 57
James Joyce, etcétera, son los antecesores y referentes de este grupo. todavía más, tornándose también él, muchas veces, un objeto, o
El movimiento concreto implica una "manera racional de compren- aun .parte de un objeto, un complemento sustantivo de la obra''.
der su objeto, se dirige a la poesía al nivel de la percepción pro- León Ferrari a su vez realiza en aquellos años dibujos abstractos que
duciéndose a niveles materiales de los que emerge el contenido sustituyen_las letras y mantienen la disposición de la escritura pero
junto a la que podríamos llamar visiva'', como se lee en uno de los con un carácter ilegible o sin traducción. La idea de una "escritu-
números de la revista argentina Diagonal Cero de 1968 que a su ra ilegible" se aplica incluso más a la obra de Mirtha Dermisache,
v~z recupera el catálogo de la exposición Rotor-Internacional. Los quien a partir de fines de los años sesenta desarrolló una vasta pro-
poetas concretos trabajan "sobre los mecanismos de la lengua ca- ducción de grafismos -escritura asémica-, sosteniendo un equili-
racterizando al poema como un objeto útil" que opera en un tiem- brio precario entre la escritura y la plástica y poniendo en primer
po y en un espacio semántico. plano el trabajo concreto con la materialidad del signo.
La poesía concreta implica un trabajo plástico del poema, aunque En la década del ochenta con la aparición de la revista XUL. Signo
siga considerándose como poesía. En la Argentina, es Xul Solar viejo y nuevo se continúa con la exploración en el campo de lapo-
quien en 1958 desarrolla una propuesta similar aunque más afian- esía concreta argentina, siendo los principales exponentes Jorge
zada en la plástica a través de sus "grafías plasti-útiles" con las que Santiago Perednik, Roberto Scheines, Arturo Carrera, Roberto
elabora un sistema de escritura derivado de la conjunción de las Cignoni, y María Lilian Escobar, entre otros, quienes desarrollan
formas geométricas provenientes del arte abstracto, la gramática una poética que juega con los límites del género al introducir otras
y la sintaxis, las anotaciones musicales y la astrología. De hecho, materialidades ajenas, hasta el momento, al campo poético. En
gio que pudo tener en alguna época el correo como institución.
los años noventa el grupo Paralengua -impulsado por Roberto
De allí también que las cartas tuvieran valor de documentos cier-
Cignoni, Carlos Estévez y Fabio Doctorovich y del que participaron
tos e inviolables. .
muchos integrantes de la revista XUL- profundizó la indagación tec-
Si el correo iba a funcionar, debía entenderse como un sistema
nopoética al llevar la poesía hacia el cruce multimedia, digital, vi-
técnico altamente regulado, eficiente, administrado. En tanto ins-
sual, sonoro, performático, cuya particularidad fue el carácter en
trumento de comunicación confiable, un medio de comunicación
vivo, es decir, el del espectáculo que auspiciaba la construcción
eficaz, su ideal fue la eliminación de todo "ruido". Y sin embar-
poética a partir de la interacción entre ei poeta y su público, des-
go, junto. al si:te~~ y la norma el correo habilitó, por antagonis-
montando las instancias de lectura y escritura. Para dar cuenta de
mo, una 1magmac1on del error y el desvío. No solo por desidia de
este pasaje Fabio Doctorovich acuñó en ese contexto el término
funcionarios postales. No solo por exceso de imaginación - como
"poesía post-tipográfica".
la que atacó al cartero Ferdinand Cheval quien aprovechó sus trein-
Es posible ver entonces cómo el arte concreto tensiona cada dis-
ta y tres a~os recorriendo los caminos de Francia para recoger toda
ciplina artística en un movimiento doble quizá algo paradójico:
c!ase de p1~dras con las que construyó su absolutamente imprevi-
por un lado hacia su máxima especificidad, al jerarquizar aque-
sible Palac10 Ideal-, sino porque instaló desde un primer momen-
llo que constituye cada lenguaje en su materialidad -sonido, vi-
to un mundo de fantasmas: el fantasma de destinatario imagina-
sualidad, signo linguísitico- y por el otro, hacia la confluencia de
do al redactar -decía Kafka en una carta a Milena-, pero también
distintas materialidades. De todas maneras, en cualquiera de los
el fantasma de quien redacta y que ya no será el mismo cuando el 59
58 dos casos apunta a enfatizar los aspectos autorreflexivos de la prác-
mensaje llegue a destino. Por eso -continuaba Kafka- se inventó
tica artística al poner en jaque las técnicas, procedimientos, ma-
luego el telégrafo, el teléfono, la telegrafía sin hilo ... Para ahuyen-
teriales y reglas de composición. AJ/CK
tar fantasmas .
• Hoy, los fantasmas persisten, adueñándose del hiato aunque sea ín-
fimo. Los tiempos de espera del mensaje se han reducido, por su-
>> CORREO Llevar y traer mensajes escritos ha sido siempre la fun-
puesto, se han hecho engañosamente instantáneos en el correo elec-
ción del correo cuyos antecedentes se remontan a la existencia
trónico; pero el impulso al desvío atestigua que los fantasmas siguen
misma de la escritura. Pero la escritura fue durante mucho tiem-
dando batalla. Eso, exactamente, es lo que hace el denominado
po dominio de ciertos grupos sociales y quedó reservada en gran
"arte correo" (en inglés mail art): da batalla contra el carácter ins-
medida a la gestión de lo público. El correo nace así por necesi-
trumental de la existencia cifrado en una simple institución mun-
dad de una comunicación oficial a distancia impostergable y efi-
dana: el sistema postal.
ciente. Parafraseando el título de un muy conocido relato de Kafka,
Con antecedentes en algunas experiencias de dada y el futurismo,
nace como mensaje imperial. Del Antiguo Egipto a Roma y de allí
el arte correo se inicia como práctica más o menos autodefinida
hasta el presente, una larga cadena de envíos postales ha organi-
entre los años cincuenta y sesenta. Hacia 1953 Ray Johnson, ar-
zado sistemáticamente la comunicación escrita a distancia. Hubo
tista estadounidense formado, al igual que John Cage y Merce
algunos usos privados, domésticos, del correo incluso en la
Cunningham, en el Black Mountain College, comienza a enviar
Antigüedad, pero el uso prioritario hasta bastante entrados los
por correo postal a sus amigos textos y collages de inspiración
tiempós modernos quedó del lado de lo oficial. De allí el presti-
dada -como los Merz de Kurt Schwitters. En 1962 funda una ¿Pero cómo se construye, en la práctica, el trabajo de/en red? Los
parodia de institución: la New York Correspondance School (co- primeros artistas correo daban a conocer listas de direcciones a las
rrespondance y no correspondence, para connotar no solo el envío cuales enviaban sus correos, listas que servían así para que otros in-
postal, sino también una suerte de movimiento o "danza" -dance- cluyeran a esos destinatarios en sus propios envíos; también envia-
ligado a él). Al mismo tiempo, otros artistas asociados a Fluxus, ban sus obras incompletas con la sugerencia de "completar y pasar",
como George Maciunas, Robert Wats, Dick Higgins, Nam June como hacía Ray Johnson, armando una cadena. Más adelante, la
Paik, Yoko Ono, ponen el ojo en el correo postal para proponer comunidad del arte correo comenzó a difundir lo que se llama en
una suerte de intervención de arte que, en tanto el correo es un e1 movimiento "convocatorias", es decir, llamados para que a par-
medio de comunicación, podría leerse también como guerrilla tir de un tema preestablecido, quien lo desee pueda realizar un
de la comunicación y de arte. envío postal para ser incluido en un catálogo o exhibición. La ho-
Desde entonces el arte correo se define como una práctica en la que rizontalidad de la práctica queda garantizada en este caso por el
se utiliza el correo para el envío de diverso tipo de producciones ar- hecho de que como límite autoimpuesto no se puede dejar fuera
tísticas como poemas, obras visuales, objetos, etcétera. Pero no se trata del catálogo ninguno de los envíos recibidos. Las obras recibidas
simplemente de utilizar el correo como medio de transporte de obra. tampoco se devu.elven por lo que es habitual que con el tiempo flo-
Por un lado, se trata de hacer obra de correo, esto es, que implica al rezcan diversos archivos que reúnan gran cantidad de obra.
correo como modo y medio técnico de producción, con lo que esto Durante mucho tiempo, el arte correo significó así algún tipo de in-
60 significa en cuanto a transformación de la obra debido a su traslado, tervención artística en relación con el correo postal; con la llegada 61
la elección del tamaño, la elaboración de un "lenguaje" que utiliza las del correo electrónico muchas convocatorias, exhibiciones y catálo-
"unidades mínimas" de toda pieza postal - sellos, estampillas, sobres gos pudieron recurrir a este nuevo medio para una comunicación
con espacios convencionales para remitente y destinatario, postales. más accesible y rápida. Pero como de lo que se trató siempre es más
Por otro lado, se trata de intervenir en el correo a partir de una serie bien de la interrupción de la tecnología social implicada en el correo,
de políticas de desvío: realizar envíos con dos destinatarios (anverso aducir rapidez, eficacia o accesibilidad .no parece tener demasiado
y reverso del sobre o de la postal, por ejemplo) para dejar librado al sentido. De allí que se hayan generado en las redes de artistas correo
azar o la decisión del empleado de correos a dónde dirigirlos, reali- debates entre quienes abrazaron la nueva tecnología del correo elec-
zar envíos a direcciones inexistentes para lograr que sean devueltos a trónico y quienes suscribieron a la utilización de las redes informá-
su remitente y registrar así en los sellos estampados en cada etapa el ticas solo como medio de difusión de las convocatorias periódicas y
recorrido de una eficacia frustrada. Por último, se trata de intervenir abiertas, pero no como medio de producción de las obras mismas
en la institución arte proponiendo tanto la creación de una comuni- que, en su mayoría, siguen siendo enviadas por correo postal.
dad de artistas en red [tecnologías sociales, relacional], como un Las primeras camadas de artistas argentinos que hicieron arte co-
modo de circulación alternativa y horizontal de sus producciones. rreo incluyen, entre otros, a Liliana Porter, Edgardo Antonio Vigo,
Para lograr esto último, el arte correo, en principio, se aleja del mer- Horacio Zabala, Carlos Ginzburg, Juan Carlos Romero, Graciela
cado y otras instancias de valoración: ningup.a obra se compra o se Gutiérrez Marx, León Ferrari, Hilda Paz. Con todo, hablar de arte
vende, no hay jerarquías ni" distinción entre obras buenas o malas, correo argentino tiene alguna limitación porque, siendo un arte en
recomendables u olvidables. red, implica en sí mismo que la red sea amplia y traspase fronte-
ras. Cuando Poner, en 1967, realiza su primera obra de arte co- ta asimismo el uso de tecnologías sofisticadas en un contexto en
rreo, lo hace en Nueva York donde, en 1965, había fundado junto que la mayoría de los "investigadores-creativos" no tiene acceso a
con Luis Camnitzer y José Guillermo Castillo el New York Graphic él. Incluso algunos artistas europeos -sostiene Vigo- "contesta(n)
Workshop. Cuando Vigo envía por correo, en 1969 desde La con los mismos elementos e instrumental paupérrimo que lo ha
Plata, cuatro membretes con la leyenda "Obras (in)completas" hecho 'tradicionalmente' el latinoamericano: la tarjeta postal, in-
para que los destinatarios las completen, ya había armado una tercambio de trabajos, montajes de muestras en lugares no tradi-
red de interlocutores latinoamericanos y europeos -Clemente cionales, xerox, multicopiados, arte como idea, sello de goma, co-
Padín, Jorge Deis!er, Julian Blaine, por ejemplo- como parte de llages manuales seriados, ·es el fiel reflejo de este compartir la
la red de canjes de revistas, textos experimentales y "corresponsa- necesidad de quebrar el peligroso ahogo que se cierne sobre la libre
lías" internacionales de la revista Diagonal Cero que dirigió entre expresión del investigador-creativo universal".
1962 y 1968. En este último caso, esa vocación de construcción Con el tiempo, aunque nunca se haya institucionalizado por com-
de redes a partir de la comunicación a distancia -como Vigo pre- pleto debido a su negativa a la mediación del mercado, el arte co-
fería llamar al arte correo- se vincula con la práctica habitual en rreo ha recibido los favores tanto de la institución académica como
la época de intercambio epistolar entre pequeños grupos de poe- de los museos o centros culturales. No demasiado en la Argentina
tas experimentales que editaban revistas y se asociaban en líneas pero sí de manera extendida en otros. lugares. Y aun aquí la difi-
generales a los movimientos contraculturales. cultad de mantener los circuitos de exhibición completamente
62 En Latinoamérica, la vocación libertaria, horizontal y comunitaria "incontaminados" de mediaciones valorativas propias de la insti- 63
del arte correo fue el marco que acentuó su carácter político an- tución artística resulta evidente. Vigo lo sabía, y por eso la prime-
tiautoritario; así, durante los años de dictadura, el arte correo lati- ra muestra de arte correo que organizó junto a Horacio Zabala,
noamericano sacó provecho de las redes previamente construidas inaugurada en la galería Arte Nuevo el 5 de diciembre de 1975,
y pudo sostener, aunque con precariedad y riesgo -Clemente Padín fue en realidad la Última Exposición de Arte Correo.
fue encarcelado en Uruguay debido a esto- redes de contrainfor- La fecha, el 5 de diciembre, es recordada hoy a partir de una ini-
mación artística. La estampilla y el matasello -Set Free Palomo- ciativa de Vórtice Argentina como el día del arte correo. Vórtice,
que Vigo creó en 1983 en recuerdo y denuncia de la desaparición que comenzó en 1996 como proyecto ~e arte correo lle:ad~ ~ cabo
de su hijo Abel Luis "Palomo" en 1976 a manos de la dictadura por Fernando García Delgado, fue primero u~a pubh~ac10n ª.u-
· militar es también un caso contundente. togestionada enviada por correo postal a una sene de artistas, qme-
Pero la política del arte correo latinoamericano ya había sido pues- nes a su vez respondían enviando material propio. El proyecto cre-
ta de relieve por Vigo en 1975, cuando publicó en el último nú- ció con bastante rapidez por lo que las distintas entregas contaron
mero de la revista Hexágono el texto "Sellado a mano'', en el que con cada vez más participantes de la Argentina y el resto del
analiza la creación de sellos de goma con recursos técnicos pobres mundo. El sitio web de Vórtice, iniciado en 1998 -al igual que la
como respuesta creativa, por un lado, a la sociedad de consumo Barraca Vorticista como archivo y espacio de encuentro físico-,
y, por el otro, a1 "arte po bre " europeo que -asegura- no es mas ,
documenta la historia del proyecto y del resto de las actividades
que una exigencia de novedad en la dinámica del mercado. Los asociadas:. entre ellas, el proyecto Vortex -gráfica experimental Y
sellos de goma son así para Vigo un "real" arte pobre que cantes- poesía visual-, la edición anual de libros de artista, la convocato-
ria Día del Arte Correo que desde 1999 lleva ya diez ediciones duce al infinito el efecto de la licencia copyleft, evitando que el si-
realizadas en la que se solicita el envío de estampillas de artista guiente autor ''cierre" su aporte restringiendo su propagación.
que son luego publicadas en plancha y timbradas con el matase- La cultura libre y las licencias legales que la sustentan tienen su
llos que el Correo Argentino, por gestión de Vórtice, ha emitido principal entorno de aplicación -aunque no exclusivo-, en las
especialmente para el día 5 de diciembre. redes digitales de usuarios de Internet. Pero el concepto de cultu-
Es claro entonces que el arte correo es una práctica artística y co- ra libre - pensado genéricamente, o en tanto intencionalidad del
municacional involucrada desde su misma conformación con los autor respecto de la circulación de su obra- es muy amplio, y no
medios técnicos de su propia circulación marginal, idealmente, por excluye a las manifestaciones culturales fuera de las redes digita-
fuera de los circuitos establecidos (galerías, museos, editoriales). les, ni tampoco a aquellas realizadas previamente a la existencia de
De allí que se lo pueda pensar como utopía técnico-mediológica. tales modos de circulación, por lo que puede pensarse retroacti-
En contraposición con concepciones instrumentales de la comu- vamente (como intencionalidad explicitada por los autores), y fuera
nicación, el arte correo postula la comunicación como un arte de línea (en otros soportes materiales), lo cual aumenta la com-
(gratuito) y el arte como (auténtica) comunicación. CK plejidad en la definición de sus alcances e interpretaciones.
La cultura libre tiene una dimensión legal (y por lo tanto formal)
• relevante, en tanto se trata de un ejercicio de los derechos de autor,
>CULTURA LIBRE Cultura libre es un concepto de amplia circula- en el marco de la legislación vigente en las jurisdicciones donde rige
64 ción contemporánea, vinculado al movimiento homónimo soste- el copyright y/ o los derechos de autor. Como ejercicio de derechos 65
nido por acciones colectivas e individuales, que promueven la de autor, las licencias libres (del tipo de la muy difundida Creative
"libre" circulación de los bienes culturales. La acepción del adje- Commons) ofrecen contratos de licencia de tales derechos de tipo
tivo "libre" se entiende aquí de modo restrictivo, enmarcada en el "permisivo" (que ceden derechos) bajo fórmulas estandarizadas, y los
concepto que desarrollara originalmente el software libre con la vuelven disponibles para aquellos autores que buscan -de forma es-
Licencia Pública General (GPL), a través de la cual se introduce el porádica, a modo de testeo-, modelos alternativos de circulación
principio del copyleft. para sus producciones con validez legal, queriendo superar los pro-
Copyleft es el principio filosófico que anima las licencias de uso de cedimientos meramente retóricos sin validez legal sobre los cuales
las obras "libres" (originalmente creadas para el software), y supo- hay una profusa tradición precedente: por ejemplo, la puesta a dis-
ne la cesión de cuatro libertades a los usuarios de un bien simbó- posición on line de obras para su descarga, sin explicitar unos térmi-
lico: la libertad cero refiere a su uso con cualquier propósito (inclu- nos de uso distintos de copyright. Pero también puede considerarse
so comercial); la libertad uno, a su estudio y modificación (lo que que las licencias libres son herramientas legales para los autores que
supone el acceso a los originales "editables" o "fuentes"); la liber- están abiertamente involucrados en procesos de crítica a la noción
tad dos, habilita su copia sin restricciones y por último, la libertad de autor, y quieren tornarlos sostenibles en sus efectos a largo plazo.
tres es la de redistribuir las modificaciones realizadas en el ejercicio El rango de las diferencias en las concepciones sob~e lo permisivo,
de la segunda de estas libertades (estudio y modificación), bajo la abierto o "libre" (usado de modo general, no restrictivo), opera desde
misma licencia copyleft. Este último punto, que contiene una con- quienes sostienen una moderada crítica al copyright -en vistas del
dición restrictiva, se conoce como "cláusula vírica'', en tanto repro- improbable control de las copias no autorizadas en los entornos di-
gitales-, hasta quienes encuentran en las licencias libres una forma Arte libre (2000), la licencia verde de música abierta (2001), entre
legal de poner en práctica nuevas concepciones de autor y recep- otras, todas basadas en la GPL.
tor -que ya están en ejercicio cotidiano "de facto" por parte de Pero el despegue de la amplia circulación del concepto, y de su apli-
miles de personas, como su vía principal de acceso y creación de cación concreta en producciones culturales distintas del softvvare,
cultura- y donde la naturalización de tal contradicción entre prác- comenzó a partir de 2002, con la introducción de las licencias
ticas sociales y legislación se reconoce como altamente corruptiva Creative Commons (ce). Las licencias ce fueron concebidas como
del orden democrático; pasando por quienes -en la misma línea transición moderada hacia formas de circulación menos restrictivas
anterior- apuestan a la cultura libre como un paliativo, o un modo que las de la generalidad de los marcos legales del presente, más allá
transicional de resolver algunos de los anacronismos de las leyes de la variación jurídica puntual entre países. Con todo, desde un
de derechos de autor vigentes; apuntado a promover la discusión punto de vista estricto, estas licencias -excepto la versión CC-BY-SA-
estructural sobre el tema y el necesario cambio legislativo. no son asimilables a la concepción de "libre" que anima al copyleft
En función de este amplio rango de posiciones -algunas encon- y la GPL, focalizadas en las libertades garantizadas a los usuarios del
tradas entre sí-, la cultura libre ha sido definida en 2007 para software (no a sus creadores), en tanto que en palabras del propio
precisar con exactitud las interpretaciones posibles que habilita Lawrence Lessig "las licencias Creative Commons dan libertad de
el adjetivo "libre", adaptándola de modo estricto a las cuatro li- elección a los autores acerca de cómo será usada su obra", o sea que
bertades del copyleft. Sin embargo, el concepto sigue utilizándo- su énfasis está puesto en las libertades que ceden los autores.
66 se de modo general para todos los modos de circulación que Precisamente, la flexibilidad que propone el sistema Creative 67
proponen alternativas al copyright y todos los derechos reserva- Commons, y de la cual se deriva su amplia preferencia por mu-
dos, incluidos a veces los usos estrictamente ilegales o no autori- chos de los autores que quieren ceder solo algunos de sus dere-
zados. Es en este escenario de creación y recepción de cultura re- chos, apunta a los dos aspectos de las licencias "libres" (en senti-
configurado por las TICs, donde emergen las licencias libres, como do estricto) que resultan más conflictivos -y discutidos- entre los
una propuesta singular: "hackear" (hacer un uso distinto del pre- artistas: las obras derivadas y los usos comerciales. Los fundamen-
visto originalmente) el sistema del copyright en sus propios tér- tos en estas discusiones y desacuerdos tienen causas totalmente di-
minos. De allí que los aspectos legales constituyan una arista cen- ferentes en uno y otro caso.
tral del fenómeno de la cultura libre. La formulación legal de la Las obras derivadas se inscriben en esta larga tradición de crítica
primera licencia copyleft (la GPL) fue la que permitió la supervi- a la noción de autoría inaugurada por las vanguardias históricas.
vencia legal y posterior crecimiento de los programas de sofrwa- A pesar de estar introducidos como prácticas de artistas en el seno
re libre y sus comunidades de desarrollo y uso. A partir de tales del mundo del arte, las experiencias de las vanguardias no logra-
experiencias, y en consonancia con la ampliación de los usuarios ron desmantelar completamente algunas características clave aso-
de tecnologías de información y comunicación, es que la pro- ciadas a la noción canónica de autor, tales como "originalidad",
puesta del copyleft en el software empezó a ser pensada por usua- siendo las obras de esos movimientos señaladas, en muchas histo-
rios no informáticos, surgiendo propuestas de adaptación a otro rias del arte, precisamente como gestos originales de un artista, no
tipo de obras: es el caso de las licencias de contenido abierto y de como procedimientos potencialmente replicables por cualquier
publicación abierta, como la "Open content license", la licencia persona, que pretenden desmitificar la figura del creador.
El concepto de originalidad es la base que habilita al autor a modos que implican costos de inversión a recuperar (por ejemplo,
pretender respeto por su específica resolución auroral (entre mu- imprimir), pero limita que sus posibles excesos monopólicos co-
chas otras posibles), el valor alrededor del cual se concentra sumé- miencen a colisionar con el acceso a la cultura, en tanto que la obra
rito, tanto de orden intelectual como realizativo, y por el cual ten- siempre estará disponible para su copia legal digital, y para hacer
dría derecho a limitar -en lo que está a su alcance-, otras nuevas obras derivadas (por ejemplo, para que otro con formas más
interpretaciones o resoluciones posibles: dicho de otro modo, las eficaces de resolver la necesidad "impresión", la realice).
obras derivadas. Por lo tanto, la discusión sobre las obras deri- La "cultura libre" (en sentido estricto), entonces, se apoya sobre los
vadas suele conducir, inevitablemente, a la determinación del aspectos legales porque los considera la posibilidad real para hacer
control posible que el autor ejerce sobre el acto de interpreta- e~erger un cambio desde el presente, que visibilice, de manera sos-
ción: la obra derivada es una formalización -no siempre desea- tenible, las transformaciones en las prácticas de acceso y creación
da-, de la interpretación del otro. cultural, e impulse el debate sobre el cambio legislativo. Desde allí,
Si las copias de obras históricas en clave de estudio, de homenaje la crítica a la práctica de la "piratería" se enfoca en que no supone
o de crítica han sido prácticas muy frecuentes en la historia del un cuestionamiento explícito al marco legal de derechos de autor
arte del pasado, el demento diferencial que introduce la técnica ni representa una alternativa a largo plazo en los debates contempo-
en esa dinámica es la facilidad y el acceso: ya no es necesario tener ráneos acerca de la regulación del copyright en los entornos digitales.
la habilidad para "volver a hacer" la obra, sino que se puede crear ¿Pero qué tan nueva es la cultura libre? La cultura libre se susten-
68 con sus fragmentos circulantes en forma de copias técnicas idén~ ta principalmente en un conjunto de prácticas recientes e históri- 69
ricas y ampliamente disponibles. cas ampliamente extendidas de copia, apropiación y redistribu-
El segundo aspecto altamente conflictivo de las licencias "libres" ción de material cultural, que se han visto exponencialmente
(en sentido restringido) es que permiten los usos comerciales. potenciadas con Internet, pero que tienen amplios antecedentes
Este punto es uno de los más discutidos entre quienes entien- en la historia de las prácticas creativas.
den y participan de la lógica del movimiento de cultura libre (en Desde la perspectiva de los creadores, los modos permisivos de cir-
sentido amplio), por lo que en muchos casos se prefieren las li- cul~~ión -como la elección de los autores-, así como las estrate-
cencias permisivas que no habiliten usos comerciales de las obra~: gias creativas que no se apoyan en la idea de "originalidad", abar-
especialmente por aquellos beneficios a los que el autor renuncia- can prácticas como la copia para estudio o la copia homenaje, la
ría a los fines de hacer más disponible su producción. cita, la apropiación, el principio collagf, el plagiarismo o el con-
La respuesta de la comunidad de software y cultura "libre" (en sen- temporáneo remix.
tido estricto) a esta descoi1fianza suele girar en torno a repensar la Muchos creadores se han interesado por.analizar y cuestionar los
obra como parte de una nueva ecología cultural: una en la cual los modos de circulación de svs obras, desde una perspectiva prácti-
derechos de copia no reproduzcan acumulaciones de poder simbó- ca y crítica tanto de las concepciones de autor, obra y creación que
lico y/ o económico que generen posiciones monopólicas ampara- sustentan las leyes, así como de las formas concretas a las que obli-
das en el copyright. Por el contrario, el sistema de la circulación ga la regulación legal vigente en el lugar de origen del autor (por
cultural "libre" habilitaría la sustentabilidad de las producciones ejemplo: el copyright y los derechos morales irrenunciables). En
mediante los usos comerciales permitidos, especialmente en los ese sentido, son frecuentes las experiencias de licenciamiento "al-
ternativo" ad hoc en las iniciativas de producción artística inde- En la Argentina, ese proceso se ha dado de modo similar al que
pendiente, tales como los que referencia Marilina Winik en el ar- vinculara originalmente a las iniciativas de software libre con las
tículo "Ediciones copyleft", donde los escritores no ceden sus de- de cultura libre, que reconocen en el primero su <<inspiración"
rechos de autor a intermediario alguno, y aspiran a una circulación para extender el universo de lo "liberado" desde el software hacia
sin restricciones, y para las cuales las licencias permisivas resultan las producciones culturales de cualquier tipo. Un ejemplo pa-
una forma coherente de ratificar una posición política sobre el radigmático de esta retroalimentación es el Festival de Cultura
tema de modo consecuente con la propia práctica. Libre y Copyleft, organizado por el colectivo de la FM La Tribu
En particular, el remix como concepto y práctica se torna un desde 2009.
modo estructurante de las propias dinámicas de los entornos cul- Muchos artistas en la Argentina pueden ubicarse en este hetero-
turales digitales; se convierte en uno de los dinamizadores prin- géneo grupo que hace <'usos" de materiales protegidos por dere-
cipales de su "ecología". Dicho de otro modo, la remezcla, el co- cho de autor, a veces sin intencionalidad provocativa alguna, sino
mentario, la propia versión de las obras, el Jan art, etcétera, enmarcados en la lógica de la post-producción a la que Bourriaud
habilitados por la forma técnica de las copias, se convierten en refiere en su libro de 2004. Ejemplos para este análisis -entre mu-
ejercicios cotidianos de producción que desdibujan hasta lo in- chos otros posibles-, los encontramos en la exposición "Interfases
distinguible los roles tradicionales de receptor y autor. Córdoba-Posadas" (Córdoba, Buenos Aires y Posadas, 2006) en
Por otro lado, la complejidad del aspecto técnico-legal combina- la cual varias_de las obras presentadas eran ejercicios de pospro-
70 do, sumada a la "naturalización" de las prácticas de copia "no au- ducción: la obra 00:02: 11 [remix] de Mónica Jacobo (un ejerci- 71
torizada'' de material cultural, y la recreación a partir de su dispo- cio de game-art, obra derivada del videojuego HalfLife, en la cual
nibilidad digital, resulta tanto en que, por un lado, los productores la autora usa el entorno 3D del juego modificándolo para hacer
culturales no se interesen por explicitar la licencia de uso de su un recorrido personal, asimilable al Jan art), o la performance del
producción, como que los receptores se despreocupen de las po- colectivo Pequeño Bambi (remake ·en clave punkie de canciones
tenciales consecuencias de ciertos usos no permitidos; modelan- románticas de los años setenta, tales como ccPor qué te vas" de
do una escena contemporánea de la. cultura que se puede descri- José Luis Perales o "Como una loba" de Valeria Lynch), o la video-
bir, en ciertos contextos y campos disciplinares, como una "cultura instalación Varón en un Cerrito de Adriana Bustos (remake de
libre" de facto, o un escenario "proto-copyleft". un pintor clásico de paisaje serrano de Córdoba, Egidio Cerrito),
Si bien el concepto de cultura libre incluye al software libre, his- entre otras.
tóricamente existe una cierta dependencia de origen y afinidad En otros casos relacionados con utilización de material protegido
ideológica ejercida por el movimiento de software libre -consti- por derechos de autor, los artistas hacen uso de los privilegios del
tuido principalmente por informáticos-, como referente de prin- estatus artístico de las obras de ·arte, bajo el conocido "paraguas
cipios y acciones, hacia el posterior y más heterogéneo grupo de institucional" que cubre a muchos artistas comprometidos políti-
cultura libre, conformado por productores culturales de diversas camente; o bien siendo inevitable parte de la desactivación política
disciplinas creativas, distintas del software, aunque con mayorita- característica del "efecto museo", dentro del cual pueden hacerse,
ria presencia de artistas digitales o neomediales, usando tecnolo- decirse, mostrarse acciones y representaciones que en el espacio pú-
gías de información y comunicación. blico y desde el anonimato serían evidentemente usos no autoriza-
dos de materiales con derechos de autor, con sus consecuencias le- Articultores, por último, es un proyecto de intervención ecológi-
gales correspondientes. Un ejemplo significativo de_este tipo de oh.ras ca callejera [ecoarte] que trabaja sobre la línea de la guerrilla-huer-
y sus potenciales riesgos es Pinche Empalme Justo, del colecnvo ta, haciendo difusión, acciones de forestación DIY (Do lt Yourselj)
Cateaters de Rosario (2005), con Fabricio Caiazza como su respon- y huerta urbana, y que vincula al software y la cultura libre como
sable público, que es una suerte de "remake en forma de .simulación'' soporte e inspiración en su fundamentación y realizaciones.
crítica de una empresa de televisión por cable, que acc10na Y refle- Es remarcable entonces que el principal efecto en el presente de
xiona sobre el acceso a la TV y sobre cómo ésta modela nuestras re- las licencias libres -y la cultura libre como marco conceptual-, es
laciones sociales. Caiazza fue procesado por "instigación al delito" que someten a discusión nuestras concepciones y prácticas de ac-
por esa obra, siendo desprocesado como resultado del fallo j_udicial. ceso y creación de cultura, cuyas formas legales vigentes y las prác-
Por último, un grupo de creadores ha comenzado a apropiarse de ticas cotidianas de miles de personas se encuentran en evidente
las posibilidades de la cultura libre -en sentido estricto-, introdu- contradicción, radicalmente profundizada -aunque no iniciada-
ciendo la forma legal y el discurso político en su propia producción con la apropiación social reciente de las potencialidad de los me-
artística: ejemplos paradigmáticos en la Argentina de estos ejerci- dios digitales. LP
cios es el trabajo del colectivo Compartiendo Capital (Inne Martino
y Fabricio Caiazza), en producciones como Pinhole copyleft ~e­

ra (2005) o Vodka miel, open source drink; el proyecto Radical > DIGITAL Digital, según la Real Academia Española, refiere todavía
ATM de Iván Kozenitzky y Federico Lazcano (2009), o el proyec- a algo "perteneciente o relativo a los dedos". La definición puede 73
72
to Articultores, coordinado por Judith Villamayor desde 2009. sonar obsoleta para cualquiera habituado a escuchar la palabra
Pinhole copyleft camera es un proyecto web en el cual se genera en los tiempos de Internet. Y sin embargo, dice algo sugestivo.
y sistematiza documentación sobre cómo hacer una cá~ara foto- Porque los dedos de la mano fueron el primer método utilizado
gráfica estenopeica (o pinhole), con planos y sugerencias de uso, por las personas para organizar la contabilidad de sus posesio-
así como ejemplos de resultados. · nes, por lo que cabe pensar a las computadoras digitales -pasan-
Vodka miel, open source drink es una obra que usa estrategias de do por muchos otros métodos y artefactos, incluidas las compu-
guerrilla de la comunicación, aplicadas en este caso a la simula- tadoras analógicas- como el último elemento en esa línea de
ción de una marca de una bebida alcóholica fabricada con una re- tiempo. Aunque en un grado de complejidad que en las últimas
ceta casera. Nótese que en Compartiendo Capital el señalamien- décadas del siglo XX se iba a convertir en sinónimo de imáge-
to de la adscripción ideológica a la cultura libre está explicitado nes y sonidos creados, almacenados y reenviados en forma de
en los títulos de las producciones. datos a todo el mundo.
Radical ATM, también gestado en la ciudad de Rosario, es un Lo digital, entonces, como una subespecie del mundo electrónico.
proyecto que involucra hardware libre (open hardware), software Tecnologías capaces no solo de transmitir señales eléctricas, como
libre y piezas de contra-información bajo licencias permisivas. Se la radio o la televisión, sino de codificarlas y procesarlas. Las com-
trata de un pseudo-cajero electrónico, realizado con componen- putadoras habían sido creadas con dicha misión: gestionar eficien-
tes reciclados de PC e impresoras controlados mediante hardware temente grandes cúmulos de información y aplicar su poder de
y software libre. cálculo a la estadística, la ingeniería, las bases de datos. Pero con
el correr del tiempo surgirían intentos por llevarlas al terreno del centrarse en las muestras de arte digital desde fines de los años
arte. Se intentó, para ello, convertir las impresoras y prímitivas noventa, cuando numerosos centros especializados empezaron a
pantallas y parlantes en herramientas creativas. Se crearon gráfi- abrirse alrededor del mundo. Y si se tratara de pensar un elemen-
cos milimétricos y sonidos modulados por algoritmos; durante la to común a todos ellos, probablemente sería el trasfondo progra-
década del sesenta y principios de los años setenta las computa- mable que les sirve de sustento, su dependencia de un software al-
doras, todavía confinadas en laboratorios y empresas, supervisa- macenado en alguna unidad central, que controla la mayoría de
das por una casta de programadores y científicos, desconocidas sus funciones y les aporta su deliberada transitoriedad. Aunque
para la mayoría de la población,' balbucearon obras de arte que pa- con matices, para no caer en una obturación de su propia poten-
recían, por lo general, esbozos de un arte por llegar. cia, se trataría de un rasgo que -aventuran algunos- convierte al
Dos innovaciones terminarían de darle forma. Por un lado, las arte digital en el sueño cumplido de tantos movimientos de van-
computadoras personales, que a fines de los setenta empezaron a guardia que intentaron acab?-f con el arte del objeto, inmóvil y ofre-
popularizarse entre un público de aficionados. Internet, luego, cido a una contemplación distante, casi sagrada. Aquel programa
terminaría de sentar las bases para la actual concepción de lo di- aparece retomado en las obras digitales, destinadas a verse modi-
gital: una dimensión "inmaterial", hecha de pura información, ficadas en tiempo real, intervenidas por variables provenientes de
maleable a voluntad por los usuarios, transmisible al instante por su entorno -como por ejemplo los usuarios-, o por factores alea-
las redes cada vez más extendidas alrededor del mundo. Todo ar- torios incluidos en su código, por información almacenada en
74 tefacto digital lleva implícita, desde entonces, la promesa de una bases de datos -tal vez perdidas en la red- o extraída de sensores 75
experiencia interactiva, quizás porque su misma naturaleza pre- que, también, podrían estar ubicados en cualquier lugar del
supone la posibilidad de que en algún momento la obra resulte mundo. Obras que, en definitiva, no constituyen objetos pasi-
modificada para convertirse en una versión distinta de sí misma. bles de ser aislados, detenidos en el tiempo y concebidos como
De ahí también la opinión del teórico Lev Manovich para quien universos cerrados, sino más parecidos a interfaces, mediaciones
el arte digital tiende menos a la representación del mundo que a entre los espectadores y un trasfondo hecho de datos y progra-
la edición de materiales y obras acumuladas a lo largo de la his- mas. Menos parecidas a los objetos tradicionales del arte, que al
toria. Porque los medios digitales abrieron el acceso a un archi- despliegue abarcador de las instalaciones, con sus límites difu-
vo inabarcable de textos, sonidos e imágenes, .y permitieron que sos, a veces imperceptibles.
los artistas se reapropiaran de ellos, recombinándolos para crear La muestra Telefonías (2008), por ejemplo, preparada por Mariano
nuevas obras. Traducido a la lengua franca de la información, el Sardón para el Espacio Fundación Telefónica (EFT) de Buenos
arte podía ser concebido como un proceso de intercambio perma- Aires, reunía muchos de esos rasgos. Sobre todo, la vocación por
nente, en el que imágenes, sonidos y datos son recibidos por dis- volver visibles procesos tecnológicos que habitualmente permane-
positivos que se encargarán de visualizarlos, operar sobre ellos y cen velados; en este caso, el funcionamiento de la Central Juncal,
volverlos a transmitir ya modificados. perteneciente a la empresa Telefónica, ubicada en el mismo edifi-
Pantallas conectadas a teclados y mouses, sitios de net.art, robots, cio del Espacio y dedicada a administrar el flujo de telecomuni-
sensores de sonido y movimiento, bases de datos, animaciones, caciones de la zona. Los dispositivos de Sardón, distribuidos por
cámaras de video son algunos de los dispositivos que suelen en- las salas, permitían a los espectadores tomar conciencia de un fe-
nómeno ignorado: además de arte digital, el edificio alberga en su de sus modelos "oficiaies". Obras enfáticamente "digitales", que exu-
interior una central de procesamiento de llamadas dedicada a una dan interactividad y flujos de información, pero que a la vez los res-
tarea de constante redireccionamiento y registro de las conexio- tringen, sembrándolos de equívocos. ·
nes. Sardón intentó devolverle visibilidad a dichos circuitos, para Otra obra también presentada en el EFT permite pensar esta voca-
lo cual tradujo en distintos formatos los datos procesados por las ción del arte digital por disolver las fronteras entre el espacio inte-
computadoras, utilizándolos esta vez como algo menos parecido rior de las galerías y el mundo que las rodea. Espacio cambiario
a las cifras introducidas en las planillas de cálculo y más cercano (2011) de Leo Núñez presentaba un grupo de robots desplazán-
al caos visual de los fractales o, por caso, las viejas lámparas de lava. dose dentro de una habitación; divididos en tres grupos, competí-
Porque lo que hizo Sardón fue programar dispositivos para que an entre sí por ocupar ciertas porciones del espacio, intentando
tomen datos de 1a central y conviertan ese cúmulo de información desplazar a sus adversarios. Su comportamiento adquiría distin-
insípida, hecha de códigos y números de llamadas entrantes y sa- tos niveles de agresividad a partir de su.conexión con una base de
lientes, en manchones de colores compuestos de líneas asociadas datos que seguía, Internet mediante, el nivel de las cotizaciones
a distintas variables. Formateadas según criterios geográficos y es- de tres monedas (dólar, real y peso) cuya puja cambiaria teatrali-
tadísticos, las pantallas se convertían en calidoscopios y ofrecían zaban los robots. De este modo, los espectadores podían presen-
la ilusión de un orden que no dejaba de desvanecerse. La respira- ciar una encarnación material de procesos usualmente codifica-
ción, en cierta forma, o el pulso de la máquina, trasladado a un dos en listas de números; traducidos, ahora, a un artefacto que les
76 espacio físico, que también incluía una instalación compuesta de ofrecía una experiencia típica del arte digital, la de intervenir en 77
5000 metros de tubos transparentes por donde circulaba agua con- dispositivos que remarcan una y otra vez su condición de nodos
trolada por un sistema de válvulas. Válvulas activadas por compu- de una red, atravesados por estímulos y fuentes de información
tadoras, que introducían burbujas de aire por cada llamada pro- capaces de abarcar el mundo entero.
cesada en la Central, y generaban así otra representación tangible Los espectadores o usuarios de estas obras se veían obligados a
y envolvente de su actividad. desentrañar su funcionamiento sin manuales, impelidos a explo-
Estas obras hacían uso de la principal facultad introducida por las rar mecanismos oscurecidos adrede. Tal vez allí radique una res-
computadoras, la de procesar todo tipo de datos y someterlos a ope- puesta posible a la pregunta por el arte digital. Frente a su diversi-
raciones iógicas automatizadas que permiten gestionarlos más rápi- dad de formatos, lenguajes y dispositivos, la certeza de que tras ellos
damente. "Hoy en día -escribía Marshall McLuhan en 1964- los se asientan las instrucciones de un programa destinado a coordi-
ordenadores prometen ser una herramienta de traducción instantá- narlos, y velar por su desempeño. Espectadores enfrentados, así, a
nea de cualquier código o lenguaje a cualquier otro", razonamien- la necesidad de explorar sus interfaces, o contemplar sus pantallas,
to que extendía hasta atribuir a las computadoras la capacidad de para descubrir su utilidad y sentido, si es que lo tienen. Un mo-
promover una "comprensión y unidad universales". Una fascina- mento -el dei encuentro entre el espectador y la obra de arte digi-
ción también presente en el arte digital, aunque dotada en sus obras tal- en el que puede situarse un elemento central de su poética. Ese
de una ambigüedad deliberada. Sus dispositivos, diseñados para el instante en el que los espectadores depositan su atención en obras
intercambio de información, suelen estar plagados de falencias, dis- que se ofrecen como una pregunta abierta y exigen de ellos un tiem-
torsiones o ironías, como en una versión sobreactuada, o precaria, po de exploración: invitados a dejarse llevar por el deseo de descu-

li 1
brir algo más sobre las obras, sometidos a la lógica de la prueba y ño y modelización 3D con los que el artista reelabora obras madí.
el error. Un arte digital compuesto de escenas de seducción mon- Junto al semiólogo José E. García Mayoraz, Kosice y Gyori forma-
tadas a través de artefactos, a menudo, sin destino evidente. ron el Grupo TEVAT (Tiempo, Espacio, Vida, Arte y Tecnología)
¿Existe una tradición de arte digital en la Argentina? El primer an- en 1994 y esbozaron un programa de investigación en el que el ci-
tecedente de una computadora puesta al servicio del arte se remon- berespacio, la realidad virtual y la inteligencia artificial anunciaban
ta a la obra presentada por Marta Minujín en la Expo Montreal un futuro de posibilidades inéditas y en algún punto insondables
de 1967. En Circuit-Super Heterodyne [tecnologías sociales] para el arte, entrevistas en hipótesis acerca de "neuronas artificia-
Minujín utilizó una computadora para procesar la información ?'
l~s" "procesos reverso babélicos". Las herramientas digitales cons-
obtenida mediante una encuesta que ella misma había publicado t~tman un ent~rno ~decuado para la continuación de las explora-
en las páginas de un diario. c10~e~ de KosICe, siempre dotadas de un aire especulativo, que
Dos años más tarde, se realizó la primera muestra de arte infor- -as1:t1do por Gy~ri- trasladó sus esculturas curvilíneas y paisajes
mático en el país, cuando Jorge Glusberg del CAYC (Centro de Arte de cmdades futunstas al espacio virtual. Al mismo tiempo, Gyüri
y Comunicación) invitó a Buenos Aires a los integrantes del grupo desarrolló obras como su V poem 14 hecho de palabras dispuestas .
japonés Computer Technique Group para dar un taller sobre di- en la ~antalla, impregnadas de la condición transitoria y siempre
bujo asistido por computadoras a un grupo de artistas locales [elec- cambiante del medio digital [tecnopoesía].
trónico]. Pero habría que esperar hasta los años ochenta para que la Con la mayor difusión de Internet a fines de los noventa otros
78 difusión de las primeras computadoras personales popularizara la artistas empezarían a explorar sus propiedades interactivas. Tal 79
idea de las capacidades multimedia para el procesamiento de imá- vez por sus bajos requerimientos técnicos, el net.art fue uno de
.genes y sonidos, y se extendiera la confianza en que éstas podrían los primeros y más difundidos géneros del arte digital. Y tuvo desde
convertirse en herramientas creativas en manos de los artistas. Y aun 1996 entre sus primeros cultores al grupo formado por Gustavo
así, durante esos años ei multimedia continuó siendo una expresión Romano, Jorge Haro, Belén Cache y Carlos Trilnick, reunido
de deseos antes que una realidad accesible debido a una tecnolo- en torno al espacio virtual Fin del Mundo [multimedia, net.art,
gía que todavía distaba de ofrecer el grado de libertad compositi- tecnopoesía, videoarte].
va sugerido por el término. Solo a mediados de los años noventa Otros formatos más ligados a las instalaciones y la creación de
'I -y hacia fines de la década en la Argentina- las capacidades mul- dispositivos interactivos fueron incorporándose en la escena artís-
timedia se difundirían más allá de los círculos de iniciados. tica, sobre todo a partir del impulso dado por instituciones que du-
Un momento interesante en el desarroilo del arte digital en la rante la década de 2000 promovieron actividades vinculadas al arte
Argentina es el encuentro entre Gyula Kosice y Ladislao P. Gyüri digital como muestras, concursos y talleres de formación, entre los
a mediados de los ochenta. Kosice era un artista de una vasta tra- que cabe mencionar al Centro Cultural de España en Buenos Aires
yectoria en el arte de vanguardia, fundador del grupo Madí en la -a través de su Medialab- y en Córdoba, y el Espacio Fundación
década del cuarenta, creador de esculturas e instalaciones pioneras Telefónica. Además, en los últimos años surgieron festivales como
en la incorporación del movimiento y la inclusión de elementos Fase, organizado anualmente por la artista y curadora Graciela
como el agua, la luz y la electricidad. Los primeros trabajos digita- Taquini, y el Festival 404 de la ciudad de Rosario. También se abrie-
les de Gyüri en la década del ochenta utilizan programas de dise- ron carreras dedicadas al arte digital en distintas universidades.
Entre los primeros artistas argentinos abocados al arte digital pue- a seguir su marcha sin rumbo definido, en un escenario descripto
den mencionarse también a Jorge Castro, Iván Marino, Julia por la artista como "una serie de actos desvinculados que se convier-
Masvernat, Dina Roisman, Mariela Yeregui y Marcello Mercado. ten en su destino". Seres condenados a la fobia y la "misantropía",
Este último, proveniente del videoarte, lleva varios años dedicado atrapados en la repetición de misiones absurdas, puestos a funcio-
al cruce entre arte, biología y tecnología. Radicado en Alemania, nar en limbos tecnológicos de sentidos difusos. Esta última obra de
los soportes de sus obras varían desde la pintura y el dibujo hasta Yeregui fue el resultado de un trabajo colectivo en el marco de la
el net.art, videoarte e instalaciones. Sus dibujos se componen de Maestría de Artes Electrónicas de la Universidad de Tres de Febrero
cúmulos de líneas y formas en las que se intuyen las coreografías -de la que es directora- realizado por un grupo de estudiantes y do-
de organismos microscópicos o provenientes de las profundida- centes del Grupo de Artes Electrónicas.
des del mar; la impresión de estar frente a instantáneas de un Hasta aquí, el arte digital fue pensado como una realización siem-
mundo animado por pulsiones biológicas, reforzada por algunas pre inestable de un código almacenado en una computadora. Y sin,
de sus obras posteriores dedicadas a trasladar a dispositivos digi- embargo, ¿no son digitales, también, otras obras carentes de cir-
tales información extraída de organismos vivos. Como señala cuitos o conexiones en red? ¿No lo son, por ejemplo, los dibujos
Mariela Cantu en un artículo sobre Mercado en la revista de Ale Cohn, un dibujante nacido en 1980, que hace dos años em-
Cibertronic, la traducción es una operación persistente a lo largo pezó a dibujar -en sus palabras- "casi de casualidad", realizados ín-
de sus obras. Mercado traza paralelismos entre la complejidad de tegramente a pulso, pero mediante un mouse que utiliza solo para
80 las estructuras de la vida y la de los sistemas digitales creados por depositar píxeles negros en una pantalla blanca, y cuya paciente 81
el hombre para codificar el creciente archivo de información sobre acumulación acaba recreando rostros de personas y siluetas de ob-
el mundo. Por ejemplo, en Transferring, storing, sharing and hybri- jetos? En esos trazos delicados tal vez no se intuya, a primera vista,
ding: The perfect humus un parlante colocado sobre el tronco de su trasfondo digital. Pero sí se percibe el ritmo quebrado, irregu-
un roble emitía, casi a perpetuidad, una voz producida mediante lar de sus líneas, en el que se trasluce nítidamente el tiempo trans-
un software programado para recitar la sucesión de bases nitroge- currido mientras fueron dibujadas, llenas de vaivenes y ligeros des-
nadas que componen una molécula de ADN humano [bioarte]. víos, que no les impiden retratar dispositivos complejos, desde
La primera obra digital de Marida Yeregui, Epithelia, es de 1998. calculadoras de bolsillo hasta robots y gigantescos paneles de con-
Además de dedicarse al videoarte y el net.art, la artista desarrolla ar- trol de vuelo. Sus dibujos son pequeñas artesanías digitales que
tefactos digitales que interactúan entre sí y con el público. En sus hacen pensar en un costado frágil de la tecnología, el de su rela-
instalaciones se delimitan territorios habitados por robots cuyo com- ción más íntima con el ser humano que, en definitiva, siempre se
portamiento escenifica dinámicas sociales y obsesiones tecnológicas halla detrás del mouse disponiendo las piezas para que las obras
del presente. En Proxemia una comunidad de esferas-robot respon- lleguen a realizarse.
día a su programación interna, impelidos los robots a mantenerse Una definición más abarcadora del arte digital podría, entonces,
en movimiento constante y desviar su camino en caso de encontrar- incluir desde videojuegos y bases de datos hasta dibujos y poemas.
se con cualquiera de sus pares. En Octópodos Sisíficos la comuni- Podría incluir, por ejemplo, carteles y murales como los elabora-
dad de robots deambulaba cargando en su parte superior pantallas dos por Fabricio Caiazza en su proyecto SINCITA [remix], que tras-
dedicadas a transmitir imágenes de órganos internos de animales y lada frases tomadas de Twitter, blogs y otros sitios de la web, como
n m ágico cut and paste, y los deposita en marquesinas y mu- maño de su fuente que es absolutamente ilegible en el formato
en U ·d d. libro, tal como ha sido publicada. La posibilidad de la lectura del
rales callejeros, organizando así una transfusión de contem os 1-
itales hacia el "viejo" mundo de la vida cotidiana. En ese caso, lo contenido del texto solo sería posible en formato digital, ya que
g l -- fácilmente podría en tal caso ampliarse el tamaño de fuente, cosa
digital se convierte en un contexto, en e rumor que acampana a
tantos fenómenos de la vida contemporánea, hechos de referen- que su autor ha "prohibido" explícitamente. ChG
cias a espacios virtuales, fuentes de información y, en general, la
trama de dispositivos y mensajes puestos a circular por Internet. •
Sería esa dimensión hecha de cálculos cada vez más impercepti- > ECOARTE Asociado a la tradición del land art, el ecoarte es un
bles, pero a la vez necesarios para sostener el mundo tal como lo movimiento que se crea a comienzos de los noventa. Como con-
conocemos. Y el arte digital estaría compuesto, entonces, por obras secuencia del giro conceptual ocurrido en la década del sesenta en
que dialogan con él. Reinventando sus lenguajes, traduciendo sus el mundo occidental, el land art estaba relacionado con la presen-
dispositivos, contaminándolo. Produciendo obras, en todo. c~so, tación de una obra efímera y aislada de los ámbitos de exhibición
que quizá no habrían podido ser imaginadas de no haber existido tradicionales, como el museo o la galería. Por esa razón, los artis-
el entorno digital que les sirve de soporte. · tas referentes de este movimiento -como Christo y Robert
Un caso paradigmático en tal sentido se da en relación con la litera- Smithson- han realizado obras de gran escala tanto en el paisaje
tura digital, o en sentido más amplio, electrónica [ciberlitertura: hi- natural como en el paisaje urbano. Con todo, a diferencia del land
pertexto, tecnopoesía]: en general quienes se dedican a estudiarla art, el ecoarte no posee necesariamente el sentido de lo monumen- 83
82
tienden a no hacer entrar en sus límites todas aquellas obras que tal y tampoco de lo efímero, y además presenta la posibilidad de
pudieron haber sido producidas por medios no digitales y que luego interacción con actores sociales y público en general.
han sido digitalizadas. Lo mismo que sucede en el caso de las artes Los artistas o grupos de artistas que se asocian con el ecoarte tienen
plásticas: un cuadro al óleo cuya reproducción se realiza por me- una impronta militante en defensa del medio ambiente y, en parti-
dios digitales suele no entrar en la clasificación, básicamente por- cular, a favor de crear conciencia social sobre las consecuencias de la
que si las obras digitalizadas fueran pensadas como obras digitales, industrialización en la vida humana y sobre el abuso de los recursos
prácticamente toda la producción simbólica occidental contempo- no renovables. La preocupación por la protección del planeta y el
ránea (ya sea porque se use un procesador de texto en el caso de la desarrollo de economías sustentables es un tema que se h.;¡ ido insta-
literatura, o métodos digitales para la recodificación y exhibición lando en la opinión pública a partir del impulso a nivel ~undial de
en diversos soportes tanto para la literatura como para las artes plás- legislaciones que datan de finales de las década del ochenta.- en 1987,
ticas) serían arte digit~. Y en algún lugar hay que poner un límite la Comisión Mundial del Medio Ambiente de la ONU introduce el
si se pretende entender cierta especificidad de las prácticas. Aun concepto de "desarrollo sostenible". En ese contexto, las obras de eco-
así, se dan interesantes casos liminares que justamente ponen a arte buscan, con frecuencia, vincularse con el espectador desde una
prueba la consistencia de nuestro mundo mds alld de lo digital, perspectiva comunitaria, tratando de generar proyectos colaborati-
como la novela jibarizada digitalmente que publicó en nuestro vos. Para ello convocan al público a formar parte de la elaboración
país Pablo Katchadjian titulada Mucho trabajo: una novela escri- de la obra y establecen redes de trabajo entre artistas, científicos, or-
ta con procesador de texto y luego reducida a tal extremo en el ta- ganizaciones no gubernamentales, escuelas e interesados en general.
Para los ecoartistas, el arte es una herramienta de transformación, Otro grupo representativo dentro de la corriente ecoartística es
una praxis política. Se trata de un tipo de arte que discute con el Articultores. A diferencia de Ala Plástica, estos artistas trabajan
entorno técnico, al asumir tanto los postulados programáticos de especialmente en el ámbito urbano e incorporan la adaptación de
la ecología como sus mismas preguntas: así, por ejemplo, se inte- sus proyectos al formato de la galería de arte. A su vez, sus proyec-
rroga acerca de la sustentabilidad, de la relación entre la naturale- tos se producen a escala internacional. Como se lee en sitio el web
za y lo artificial y de los modos de intervención crítica al interior del grupo, su lema es promover los valores de la cultura libre, los
de la tecnociencia contemporánea. De allí que pueda pensarse desarrollos sostenibles, el libre tránsito de las personas y la inclusión.
como una tecnopoética. En 201 O realizaron una muestra en el Centro Cultural de España de
En la Argentina, el ecoarte está vinculado con la herencia del tipo Buenos Aires (CCEBA), que consistió en la exposición de una serie
de arte político que se inicia en los sesenta y de allí, reconfigurado de huertas de diferentes plantas controladas, algunas de ellas, por
quizá al interior de las nuevas «ecologías culturales", tal como las software y hardware libre. A su vez, se podían apreciar videos que
conceptualiza Reinaldo Ladagga en Estética de la emergencia, se ali- proyectaban las actividades de GUERRILLAHUERTA! (una iniciativa
nea con las manifestaciones que desde los años noventa se vinculan del colectivo que consiste en bombardear con pequeñas esferas de
con modos políticos posdisciplinarios. En tal sentido, estas nuevas tierra, barro y semillas, los espacios vacíos con tierra disponible de
prácticas artísticas trascienden el ámbito·específico de producción, la ciudad, para el crecimiento de alimet}.tos orgánicos). Como parte
incorporan objetivos de la vida social a la función estética y se rela- de la exposición, también se podía apreciar una gigantografía del
84 cionan con actores especializados en otras disciplinas o simplemen- mapa de la ciudad de Buenos Aires, donde estaban identificados 85
te ciudadanos que se identifican con el proyecto propuesto. los lugares que ya habían sido "bombardeados" y los que todavía
Un caso paradigmático son los trabajos del grupo Ala Plástica. Este no. La acción puede leerse como marcada políticamente en varias
colectivo, fundado en en el año 1991, se autodefine como una "or- dimensiones, ya que a la política ecológica manifiesta se le suman
ganización no gubernamental, artístico/ambiental". Desde su crea- al menos otras dos vinculaciones con el arte político de las últimas
ción es coordinado por Silvina Babich y Alejandro Meitín, quienes décadas: por un lado la vinculación con las prácticas de la guerri-
trabajan con un grupo estable de cuarenta colaboradores provenien- lla de la comunicación y la guerrilla de arte (cargadas claro está del
tes de disciplinas diversas. El área de ejecución de sus obras partici- sentido del concepto de "guerrilla''), y por el otro, condks acciones
pativas y, en este caso sí a gran escala, es la desembocadura del estua- de colectivos como el GAC (Grupo de Arte Callejero) y Etcétera,
rio del Río de la Plata y su delta. De acuerdo al Catálogo Ala Plástica, quienes vinculados con la Mesa de Escrache de H.1.J.O.S, recurrían
su primera obra -Junco/Especies Emergentes (1995)- consistió en al "bombardeo" con bombitas de pintura roja como parte de sus
un ejercicio artístico de recuperación del ecosistema costero de Puma acciones de escrache y "señalización" de los domicilios de ex repre-
Lara, a partir de "nuevas plantaciones, técnicas de crecimiento indu- sores de la última dictadura militar. En esa línea, el GAC también
cido e instalaciones temporarias realizadas con fibras naturales". recurrió al diseño de mapas de la ciudad para la visibilización de
Asimismo la obra se completó con un foro de debate sobre la rela- las localizaciones de esos domicilios.
ción humano/naturaleza, al que asistieron "pobladores, junqueras de El riesgo de las presentaciones en museos y galerías de este tipo de
la wna, artesanos cesteros, científicos, naturalistas, ambientalistas, re- colectivos artísticos, reside en la apreciación estética de la puesta
presentantes políticos y de empresas con impacto en la ribera del río". que puede reducirse a una cuestión meramente paisajístico/deco-
rativa. Es por ello que, como declaran en la revista Gazpacho del La capacidad asociativa de los artistas también se manifiesta en
CCEBA cuyo primer número aparecido en 201 O estuvo dedicado a este tipo de obras que combinan el uso de la ciencia y la tecnolo-
la noción de sostenibilidad, los artistas de Articultores recomiendan gía, así como el compromiso con la comunidad para crear concien-
girar el foco para que su trabajo en la galería pueda "ser visto como cia sobre la velocidad con la que procede el cambio climático y la
inicio, plataforma para la diáspora agricultora: el traslado de la necesidad de estar en contacto para poder combatirlo. De acuer-
práctica ecológica a un interior expositivo como excusa para la do a la opinión de Fargas: "Sunflower se erige como símbolo, como
multiplicación de la acción". Al igual que Ala Plástica, Articultores recordatorio de esta problemática( ... ) se busca así generar el acer-
busca establecer redes de trabajo entre diferentes personas y gru- camiento de las comunidades para mejorar la mutua compren-
pos, a nivel nacional e internacional, y realiza además de las ac- sión, a partir del conocimiento de la situación ambiental de los
ciones y proyectos artísticos, charlas, talleres, encuentros y deba- lugares que las flores custodian".
tes sobre sus temas de interés, con el objetivo de sumar personas Otro caso especialmente relevante es el de la mirada que los artistas
con iniciativas de cambio social. comienzan a tener hacia la Antártida Argentina, en relación con las
Emparentado con el ecoarte se destaca también otro tipo de obras que consecuencias del cambio climático. En efecto, la Antártida, un lugar
rozan lo biotecnológico. Así por ejemplo, la obra de Joaquín Fargas, privilegiado para las cuestiones de geopolítica, es el territorio nacio-
artista vinculado de manera fuerte a las prácticas del bioarte. Una de nal por excelencia donde se estudian los fenómenos del Cambio
sus obras más emblemáticas es Sunflower, Centinela del Cambio Climático Global, las causas y consecuencias en los sistemas antár-
86 Climático (2007), realizada en el marco de la 1º Bienal del Fin del ticos y el impacto sobre los sistemas productivos nacionales; en la 87
Mundo. Se trata de una escultura tecnológica de gran tamaño em- Antártida los científicos producen conocimiento relacionado con la
plazada en el espacio público de la ciudad de Ushuaia, que es tam- conservación de los Recursos Naturales antárticos, así como también
bién un sistema de control ambiental que permite conocer, día por se promueve el desarrollo de energías alternativas. Es en ese contex-
día, la polución del aire, la radiación UV y los cambios de tempera- to, que se lleva a cabo el cruce arte-ciencia-tecnología mediante el
tura. La obra tiene forma de flor y sus pétalos eléctricos, cubiertos de Programa Antártico Argentino a cargo de la artista Andrea Juan.
paneles solares, se abren al amanecer y realizan un seguimiento del Numerosos artistas de todo el mundo viajan al Continente Blanco,
sol, de donde extraen la energía para funcionar. Sunflower, a su vez, hacen allí una residencia y desarrollan sus obras. Desde su primer
tiene cámaras que registran imágenes del sol, imágenes del entorno viaje, y en casi todos sus trabajos, Andrea Juan nos recuerda la im-
ciudadano y una cámara externa que controla el desenvolvimiento portancia de los mares helados y sus especies para el ecosistema te-
de la "flor" que se ilumina por las noches. Además del soporte físico rrestre. En relación con esta preocupación, ya en 1997 la artista
posee también una plataforma virtual a la que se puede acceder a tra- comenzó a desarrollar trabajos que focalizaban en la precariedad
vés de Internet, y permite ver en vivo y en directo las imágenes que de toda existencia. Así, el Proyecto S.O.S se presentó en forma de
toman las cámaras. La obra despega geográficamente del lugar donde instalaciones elabaradas con impresiones corporales y fotograbados
está instalada no solo por el acceso virtual, sino también porque [fotoexperimentación] realizados sobre camisolines de algodón y de
forma parte de un proyecto global que prevé construir otras igua- plástico suspendidos en la sala de exhibición. Una serie de secuen-
les en distintas ciudades del mundo, de forma tal de poder comparar cias fotográficas registraba una ambulancia implicada en distintas si-
los niveles de contaminación y la evolución del cambio climático. tuaciones: circulando entre la nieve, las carreteras, la ciudad, hasta
llegar a un quirófano. Geting Over continúa con esta línea de pen- estimulada por las posibilidades materiales que ofreció, por un lado,
samiento por lo que se vuelve sobre el tema del accidente, la emer- el momento histórico de posguerra y, por el otro, las propias necesi-
gencia y la catástrofe en diferentes contextos. En esta obra, la artista dades de evolución histórica que el material, la5 técnicas y los proce-
intenta que el espectador sea activo y se implique. Por eso lo con- dimientos compositivos plantearon al compositor en la escena mu-
fronta con su propia destrucción que se desencadena por la acción sical de esos años. El surgimiento de la música electrónica se presenta,
violenta de gigantescas masas de hielo que se fracturan y volúmenes en parte, como una continuidad a algunos de los problemas que plan-
de aguas que se desbordan sin control; el espectador se ve en la pan- teaba el serialismo integral, esto es, el método de los doce sonidos
talla, su silueta se recorta entre los glaciares y se generan constante- desarrollado por Schoenberg y que, ampliado a todas las dimensio-
mente nuevas imágenes. Entre su vasta producción artística, resalta nes de la organización musical -altura, ritmo, dinámica, etcétera-
la performance Metano, registrada en fotografía y video digital, que por la generación de jóvenes de posguerra, llevó ·al paroxismo la ra-
resulta una metáfora de la emanación de gases y sus consecuencias, cionalización compositiva. En este escenario resultó inevitable para
basada en la investigación del doctor Rodolfo Valle y realizada los músicos redefinir la relación compositor-intérprete-audiencia.
sobre la meseta de la Base Marambio en la Antártida. El metano Aunque en distintos momentos de la historia de la humanidad el
es una de las tres sustancias naturales más peligrosas -las otras son impacto del desarrollo tecnológico incidió en el lenguaje musical,
el vapor de agua y el dióxido de carbono- que contribuye al efecto a comienzos del siglo XX puede empezar a verificarse una incipien-
invernadero en la atmósfera. Destaca también El Bosque Invisible te relación de la música con procesos artificiales. Hacia mediados
88 donde la artista toma las investigaciones del Dr. Falkowski en relación del siglo, el impulso por experimentar y manipular el sonido se vio 89
con el rol del fitoplancton marino para regular el clima en la tierra. facilitado por las posibilidades que ofrecían los nuevos medios de
Entre los numerosos artistas que han realizado obras en el cruce arte- generación sonora surgidos en medio del lanzamiento comercial
ciencia-tecnología en la Antártida resulta también interesante la labor de los grabadores de cinta magnética. Eran tiempos en que la tra-
de videastas, pintores y fotógrafos como Marty St. James, Philipe dición recibida se ponía en duda y, como decía Pierre Schaeffer
Samartzis, Werner Dafeldecker, Lawrence English, Alberto Morales, en su Tratado de los objetos musicales ( 1966), resultó una reacción
Marcela Santantón, Marina Curci y Marcelo Gurruchaga. AT /LS natural volver la mirada hacia la ciencia y, en particular, hacia las
más prestigiosas del momento: las matemáticas y, más precisamen-
• te, las ciencias físicas.
> ELECTROACÚSTICA La necesidad de hacer audibles las oscilacio- Las nuevas búsquedas estéticas, en convergencia con ese espíritu
nes eléctricas tendió a sistematizarse dentro del campo musical a cientificista, llevaron a los compositores, en un momento en que
fines de la década de los cuarenta y con mayor intensidad a lo largo el número tenía particular prestigio, a adoptarlo como parámetro
de la década de los cincuenta y sesenta, cuando se buscó liberar al de exploración del fenómeno sonoro, y a través de él, a crear una
sonido de las estructuras formales tradicionales y convertirlo en ma- mayor sensibilidad hacia todas las dimensiones del sonido y así
terial compositivo. Los compositores encontraron en la tecnología indagar, entonces, en un nuevo tipo de expresividad.
las posibilidades técnicas necesarias para materializar sus nuevas in- La adopción del ideario cientificista revolucionó, sin duda, las con-
quietudes expresivas. cepciones alrededor del fenómeno sonoro: la materialidad básica
La aplicación de tecnología en el campo musical estuvo doblemente de la música pudo ser analizada y descompuesta en su microestruc-
tura en un laboratorio; la labor compositiva se concibió en térmi- En los Estados Unidos fueron principalmente las universidades
nos tan complejos como los de un problema matemático en donde las que respaldaron estas iniciativas. Concretamente, Princeton y
se debía juzgar a través de análisis técnicos - y, según el caso, ma- Columbia, junto con grandes empresas como Bell, IBM y RCA, ayu-
temáticos- su correcta o incorrecta resolución. De hecho, la figu- daron a fundar el Centro de Música Electrónica Columbia-Princeton
ra del compositor fue equiparada con la de un científico. Es que la (1959). Aunque una gran parte de la experimentación sonora se re-
ciencia prometía a la música -más que el oficio artístico- el cono- alizó en laboratorios, de ningún modo la actividad estuvo acotada
cimiento y dominio profundo del material sonoro, permitiendo la a esos ámbitos y a esas estéticas. Sin ir más lejos, en el año 1951,
renovación formal, y con ello, la evolución del lenguaje musical. alrededor de la figura de John Cage se organizó en los Estados
Desde esta perspectiva, poco aportaban a este objetivo las técnicas Unidos un grupo paradigmático que tomó como punto de parti-
compositivas, competencias y saberes de la música tradicional. da para sus actividades experimentales la crítica a los procedimien-
Además de estudios inform~les de matemática, física y electróni- tos últrarracionales de las estéticas europeas.
ca, los compositores se interesaron por la psicología, especialmente En este momento fundacional, dos corrientes de lineamientos es-
por la Gestalt, para estudiar con mayor profundidad las sensaciones téticos distintos aparecen enfrentadas: el de la música concreta
que el sonido produce en la conciencia humana. Complementaron por un lado, y el de la electrónica, por el otro. Aunque ambas
estos estudios con lecturas sobre comunicación y semiótica. compartían procedimientos como el corte de cinta y la manipu-
En este contexto la cuestión técnica se volvió capital. Fue el eje lación mecánica del tiempo mediante aceleración y retardo, se di-
sobre el que se articuló el cambio estético e implicó, entre otras ferenciaron en la manipulación del sonido: mientras la música 91
90
cosas, el rechazo del concepto de artista inspirado, producto del concreta utilizaba sonidos del mundo real grabados en cinta, la
siglo XIX, en pos de una visión más moderna según la cual el ar- electrónica centró su trabajo en la síntesis de sonidos mediante ge-
tista se involucra con los materiales pero desde una actitud inte- neradores y otros aparatos electrónicos.
lectual, especulativa. Avanzada la década de los cincuenta, Pierre Schaeffer advirtió los
Las nuevas poéticas sonoras de las décadas de los cincuenta y se- primeros entrecruzamientos entre ambos enfoques y propuso el
senta comenzaron a producirse en los denominados laboratorios término "música electroacústica" como un intento conciliatorio
y centros de estudio de música electrónica, la mayoría de ellos fun- que diera cuenta de una práctica más general e inclusiva. A pesar
cionaron en ámbitos radiales y en algunos casos contaron con fi- de que la propuesta de Schaeffer no tuvo en lo inmediato una am-
nanciación de emisoras como la ORF (Organización de Rad.i o plia acogida, con el tiempo el término "electroacústica" fue evo-
Televisión Francesa) y la WDR (Radiodifusora de Alemania lucionando y devino dominante -incluso con la emergencia de
Occidental). Entre los pioneros puede mencionarse el Groupe de conceptos como Acusmática o Arte Sonoro, entre tantos otros-
Recherche de Musique Concrete (GRMC) fundado por Pierre Schaeffer para designar o agrupar distintos géneros y subgéneros musicales
en Francia en 1949; el estudio de música electrónica dirigido por relacionados con la tecnología del sonido.
Herbert Eimert, fundado en Alemania en 1951 y vinculado con En el campo de la composición argentina, los músicos experimen-
la Radio de Alemania Occidental de Colonia; y el Estudio de tales adoptaron los lineamientos estéticos de la música electrónica
Fonología Musical, dirigido por Luciano Berio y Bruno Maderna, alemana y sus consecuencias se reconocen por la dirección en la que
que se estableció en Italia en 195 5 en el contexto de la RAI. se desenvolvió esta disciplina. En este sentido, la adhesión al tipo
de abstracción propuesta por la línea germana significó eludir los detectarse en el impulso que adquirió la creación de estudios - pri-
elementos sonoros de la realidad por su alto grado de referenciali- vados y públicos- dedicados a la música electrónica, así como tam-
dad, puesto que, se sostenía, el objeto sonoro cotidiano resiste la bién las diversas actividades realizadas alrededor de la idea de ex-
formalización por su alusión a la fuente de origen. perimentación sonora con medios electroacústicos. Esto condujo
La música electrónica en la Argentina fue tempranamente valorada prontamente a cambios estilísticos y expresivos.
por actual, por su capacidad de representar su propio tiempo. Su Las primeras actividades vinculadas con la música electrónica y
prestigio resulta comprensible en el contexto de modernización que concreta se iniciaron prácticamente en simultáneo en distintos
afectó a toda la región en la década de los sesenta. Las políticas cien- países de la región: en Buenos Aires, Mauricio Kagel realizó una
tíficas estatales que se llevaron a cabo a partir del año 5 5 en adelan- sonorización en 19 54 para una exposición industrial en Mendoza
te se articularon con un vigoroso proceso de modernización que en la que incluyó música concreta. Para el cortometraje experi-
creó el contexto propicio para legitimar las prácticas artísticas expe- mental Contracampo (1958), el cineasra Rodolfo Kuhn convocó
rimentales vinculadas con la ciencia y la tecnología. a Tirso de Olazábal para realizar una banda de sonido con músi-
Quienes aprovecharon esa coyuntura y dieron impulso a la reno- ca concreta. Poco después comenzaron a realizarse experiencias
vación formal fueron los actores adheridos a las estéticas vanguar- con medios eiectroacústicos en la Universidad de Córdoba. De
distas impulsados por la idea de un progreso indefinido. Para ellos, acuerdo al Archivo de música electroacústica latinoamericana ela-
los aspectos técnicos y la tecnología eran valorados como agentes borado por Ricardo Dal Farra y asentado en la Fundación Langlois
92 de renovación y cambio permanente; el sentido de lo novedoso de Canadá, la figura más visible fue César Franchisena quien tra- 93
atravesó su ideario. bajaba en la Radio Universidad de esa misma ciudad, ya en 1959.
Apenas un afi.o después de que Pierre Schaeffer completara sus cinco En Brasil, Reginaldo Carvalho compuso sus primeras obras de mú-
breves estudios sobre música concreta (en 1948), en Buenos Aires sica concreta en cinta en el Estudio de Experiencias Musicais de
los músicos comenzaron a interiorizarse en el pensamiento del com- Rio de Janeiro, entre los años 1956 y 1959. En esta misma línea, en
positor y en los problemas que planteaba sobre la música concre- Chile, León Schidlowsky compuso Nacimiento en 1956. Poco des-
ta. Poco después, en 1952, comenzó a circular su libro ¿Qué es la pués sus compatriotas Juan Amenábar y José Vicente Asuar también
e
música concreta? en su francés original. Siete años más tarde, en experimentaron con el sonido en Radio Chilena y formaron el Taller
1959, la editorial Nueva Visión lo tradujo y publicó en castellano. Experimental del Sonido en la Universidad Católica, en ei año
La difusión de esta corriente estética no tardó en llegar a las salas de 1957. El taller tuvo escasa vida, duró apenas un año. Sin embar-
concierto. En 1958, la porteña Asociación de Conciertos de Cámara go, Asuar produjo dos años después la primera obra electrónica
organizó el primer concierto de música concreta y electrónica con chilena, que surgió como un desprendimiento de sus investigacio-
obras de compositores europeos. El encuentro pudo hacerse gracias nes para su tesis académica en ingeniería electrónica.
a la colaboración del compositor argentino Tirso de Olazábal, pio- Pero el primer aval institucional en América Latina, y el de más largo
nero en la producción con medios electroacústicos, instalado en plazo para esta disciplina puramente electrónica, tuvo lugar dentro
París desde los primeros años de la década del cincuenta . . de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
La vertiginosa revolución tecnológica de la época se hizo sentir Comenzó en 1958 ..Allí el compositor fundó el Estudio de Fonología
fuertemente en el campo musical latinoamericano. Su marca puede Musical (EFM) en sintonía con la orientación estética del Estudio de
Música Electrónica de Colonia y el Estudio de Fonología Musical de Pero el perfil de lo que fue convir6éndose en una tradición cada
la RAI donde se habían compuesto las fundacionales e influyentes obras vez más fértil, no solo a nivel local sino también para el resto de
Visage y Hommagio a ]oyce de Luciano Berio, con la colaboración de Latinoamérica, se afianzaría con la labor del laboratorio de mú-
Umberto Eco. Kropfl, discípulo de Juan Carlos Paz, conectaría pro- sica electrónica del Centro Latinoamericano de Altos Estudios
fundamente con el imaginario cientificista y abiertamente tecnológi- Musicales (CLAEM) que funcionó en el Instituto Di Tella desde
co de la época dando comienzo a una tradición más que fértil. 1963 hasta 1971. Allí trabajaron juntos Kropfl y Fernando von
Hacia fines de la década de los sesenta, el EFM participó de Argentina Reichenbach, como Director musical y Director técnico del
Inter-medios, evento organizado por el CAYC (Centro de Arte y Laboratorio respectivamente. Juntos definieron el perfil del labo-
Comunicación) donde se buscó integrar la música electrónica con ratorio más '<avanzado" de América latina por el que pasaron más
films experimentales, poesía, proyecciones, danza, esculturas neu- de una treintena de becarios latinoamericanos que hicieron las
máticas y cinéticas. En el catálogo de dicho evento en 1969, el CAYC primeras experiencias en el área con consecuencias decisivas para
se presenta como una Fundación de Investigación Interdisciplinaria el desenvolvimiento futuro de esta disciplina en toda la región.
que tiene como objetivo "promover la ejecución de proyectos y mues- A pesar de que la interdisciplinariedad no fue alentada bajo ningún
tras donde el arte, los medios tecnológicos y los intereses de la co- programa específico, el laboratorio del CLAEM colaboró en innume-
munidad se conjuguen en un intercambio eficaz que ponga en evi- rables ocasiones con el Centro de Experimentación Audiovisual
dencia la nueva unidad del arte, la ciencia y el entorno social en que (CEA) del Instituto Di Tella. Los artistas del Di Tella interesados en
94 vivimos. Está formado por artistas, sociólogos, lógicos, matemáti- cruzar arte y tecnología aprovecharon los desarrollos tecnológicos 95
cos, críticos de arte y psicólogos cuya tarea común apunta a desta- del CLAEM. El ingeniero platense von Reichenbach, dotado de una
car la conducta y el desarrollo de los fenómenos de comunicacio- gran sensibilidad y extraordinaria capacidad inventiva, logró cap-
nes masivas y la ruptura de las formas tradicionales, para permitir tar y materializar lo que músicos, artistas visuales y el equipo del
la apertura a nuevos sistemas de expresión donde investigadores y CEA imaginaban para sus espectáculos y obras participativas. '(Intuir
artistas intenten perfilar los intereses plásticos del hombre del siglo el futuro y el querer acelerar la llegada de ese futuro, es una voca-
XXI". La música electrónica tuvo un papel protagónico con la pre- ción que no se puede frenar", afirmó Reichenbach en una entre-
sentación del espectáculo Introducción a la Música Electrónica en vista aparecida en la revista Lulú en 1992 y, en efecto, su vocación
vivo. Composición colectiva que llevó al escenario del Teatro Ópera ayudó finalmente a achicar la brecha entre la imaginación artísti-
un laboratorio completo, donde doce compositores '<ejecutaron" en ca y sus posibilidades de instrumentación.
vivo versiones de esquemas musicales previamente ·a rmados. Además de actualizar el instrumental del Laboratorio, Reichenbach
La presentación de un sintetizador controlado por vDltaje fue, a desarrolló en el CLAEM el Convertidor Gráfico Analógico -al que
partir de este evento, un nuevo hito en la escalada tecnológica. El apodó Catalina- , un dispositivo que permitía traducir gráficos a
dispositivo permitía dominar en tiempo real una complejidad so- sonido. También desarrolló allí un sistema automático de inter-
nora insospechada hasta ese momento. Entre el instrumental elec- conexión de eq~üpos, un programador de parlantes, aparatos lec-
trónico (Ondas Martenot, Mixtur-Trautonium) y el laboratorio tores de microfilms para sondajes ionosféricos, un teclado de luces
tradicional, el sintetizador revelaba una plasticidad sonora nove- para el CEA, una perforadora ultrasónica y varios equipos de elec-
dosa al mismo tiempo que la transformaba en espectáculo. trónica industrial y electromedicina.
A diferencia del modesto presupuesto del EFM de la Universidad de redefinieron los modos de consumir lo sonoro o, por decirlo de
Buenos Aires, el CLAEM contó con el fuerte apoyo de la Fundación otra manera, las prácticas de escucha. Los discursos relacionados
Rockefeller. En consonancia con las políticas desarrollistas de la época, con la alta fidelidad, el sonido estéreo, la cuadrafonía, etcétera,
el Centro había logrado captar capitales locales y extranjeros. Se fi- abundaron en las publicaciones periódicas de la década de los se-
nanció casi en su totalidad con dinero de la Fundación Rockefeller senta. Desde aquel momento, las grabaciones han cambiando pro-
y estaba dedicado exclusivamente a la experimentación y entrena- fundamente las relaciones entre música, intérpretes y oyentes. Gran
miento de nuevas técnicas compositivas. Ante la disolución del parte de los descubrimientos y emprendimientos de la música elec-
Instituto Di Tella, el CLAEM logró prolongar sus actividades un año trónica pasaron a los estudios de grabación de la música popular,
más y el instrumental del laboratorio recorrió posteriormente distin- a los sistemas de reproducción de audio cinematográficos y tam-
tas instimciones (entre ellas el Centro de Investigación, Comunicación bién a los sistemas de reproducción caseros. Estas nuevas "tecno-
Masiva, Arte y Tecnología, CICMAT) hasta que en la década de los logías de la escucha", como las llama Jonathan Sterne, demanda-
ochenta encontró su lugar en el Laboratorio de Investigación y ron nuevas competencias y experiencias en el modo de recibir el
Producción Musical (LIPM) del actual Centro Cultural Recoleta. fenómeno sonoro, que se vivieron en su momento, y quizá hasta
A pesar de las vicisitudes institucionales, la música electrónica local hoy, como necesariamente mejores. De algún modo, ese impulso
-devenida en electroacústica-, logró forjar una tradición fuerte. Esa progresista -entendido como una idea acumulativa, que se des-
tradición se confirma en el corpus voluminoso de obras que desde arrolla en forma lineal y asociada con un sentimiento fuerte de
la década de los cincuenta hasta la actualidad se alimentó de mane- avance- que también guió los intereses y creencias de un sector 97
ra ininterrumpida, y en la proliferación de instituciones de ense- del campo artístico, condujo a naturalizar y colocar en primer
ñanza y producción de música electroacústica, fundadas en Buenos plano una concepción evolucionista del lenguaje musical. Se creyó
Aires y en el interior del país. incluso que se podía barrer hasta cori la tradición más afianzada
A mediados de los años noventa la actividad de los laborato- cuando se pensó que la producción asociada con lo tecnológico
rios institucionales comenzó a declinar, de manera generaliza- -con su pretendido carácter ahistórico, de acuerdo con Walter
da, en gran parte debido a la facilidad y accesibilidad de las Benjamin- permitiría superar la tradición, habilitando entonces
computadoras y los programas profesionales de producción una actualización que podría evadir el pasado.
musical. Más que centros de creación musical, muchos labo- Una vez que los compositores advirtieron que la tecnología les per-
ratorios se convirtieron en centros de investigación y desarro- mitiría ampliar el campo perceptivo y material del lenguaje musi-
llo de software, donde la población de ingenieros comenzó a cal, fueron muy pocos los que en el desenvolvimiento de esta trama
superar a la de los músicos. histórica lograron relativizar la ilusión progresista que caracterizó
Si la música electroacústica seguirá siendo parte de la trama ar- el momento fundacional de la música electroacústica. LN
tística del futuro, permanece aún hoy como una incógnita. Lo
que sí puede establecerse con mayor certeza es que la música elec- •
trónica cambió definitivamente la fenomenología sonora reali- > ELECTRÓNICO Si la electricidad es el flujo de electrones que cir-
zando un giro desde la reproducción a la producción. No solo se cula a través de un material conductor, la.electrónica es su siguien-
redefinieron nuevas técnicas de producción musical, también se te grado evolutivo. Consiste en la rama de la ingeniería dedicada
a controlar y aprovechar la electricidad para generar, transmitir o
El futurismo italiano ya había dado la bienvenida a la radio, a la
almacenar información. que Marinetti exaltaba como "imaginación sin hilos" mientras los
Desde el surgimiento de las válvulas a comienzos del siglo XX, se
futuristas rusos la imaginaban como artífice de una era de armo-
trató de organizar el flujo de electrones en dispositivos que reci-
nía y paz universal. Pero no fue hasta la década del sesenta, con los
bían estímulos del mundo exterior, como la luz o el sonido, y los
avances en la miniaturización de los equipos, como sintetizadores
convertían en señales eléctricas. A mediados del siglo, los transis-
y cámaras de video, y su abaratamiento, que se abrió la posibilidad
tores y poco después los chips o circuitos integrados mejoraron la
de un arte electrónico de más vasto alcance. Muchos artistas co-
capacidad de los circuitos para amplificar, procesar y, sobre tod~,
menzaron entonces a realizar obras en las que se reflexionaba sobre
devolver al exterior dichas señales, bajo la forma de nuevos feno-
las nuevas técnicas de comunicación y sobre su efecto en las per-
menos visuales o sonoros. La radio fue, entonces, el primer uso de
cepciones humanas y las relaciones sociales. Al mismo tiempo en
la electrónica dedicado al consumo masivo. La televisión y las com-
que surgían fenómenos de protesta como los movimientos juveni-
putadoras le siguieron, en una línea de desarrollo que adquirió una
les y de minorías en los Estados Unidos, el arte electrónico adqui-
velocidad vertiginosa a fines de ia década del cincuenta; en- poco
ría en algunos casos un sesgo contracultural, de resistencia frente
más de diez años la humanidad pasó de lanzar al espacio su primer
a los canales y formas estandarizados y alienantes de la comunica-
satélite de comunicaciones a observar en las pantallas de sus hoga-
ción oficial, sintetizados en la imagen del aparato de televisión, em-
res la transmisión en directo del primer viaje tripulado a la luna. blema de la sociedad del espectáculo.
98 La electrónica permitió esta ampliación de las capacidades para el
En el campo de las artes plásticas, la adopción de medios electró- 99
intercambio de mensajes a escala planetaria, y despertó el interés
nicos se dio en el contexto de un creciente distanciamiento respec-
de artistas que vieron en las nuevas tecnologías la p.osibilid~~ de , to de las formas tradicionales como las de la pintura o la escultu-
continuar por otros medios sus programas de expenmentac10n y ra. A fines de los cincuenta, Allan Kaprow fue uno de los primeros
disolución de ias fronteras entre el arte y la vida.
en promover estas ideas a partir de sus instalaciones y happenings,
Pero si fuera necesario definir el arte electrónico, este consisti- incorporando saberes provenientes de la danza, el teatro y la esce-
ría en el arte producido mediante los nuevos medios electróni- nografía. Dick Higgins, del colectivo internacional Fluxus, creó a
cos y no solo difundido a través de ellos. Surgía así, hacia la mitad mediados de los sesenta el concepto de ªintermedia" [intermedia!]
del siglo )G'(, la posibilidad de gra~ar y almacenar imágenes y para referirse-a géneros artísticos surgidos en las fronteras entre los
sonidos en soportes magnéticos para ser transmitidos pero, sobre antiguos, en los que se combinaban el dibujo y la poesía, o el co-
todo, procesados y modificados con una libertad inédita hasta llage y la fotografía. En esa nueva frontera los medios electrónicos
entonces. Los nuevos medios inauguraban una era de obras cada hallaron un campo para desenvolverse. Grupos de arte como USCO
vez más desligadas de las técnicas y soportes tradicionales. (us Company) de Nueva York, hicieron uso de la electrónica en
Videoarte, música electrónica en general y lo que se dio en lla- experiencias grupales diseñadas para estimular los sentidos del pú-
mar electroacústica y arte por computadora fueron algunos de blico mediante juegos de luces, proyecciones de imágenes y soni-
estos nuevos campos que, en muchos casos, retomaron de las van- . dos grabados. El coreano NamJune Paik empezó a producir obras
guardias de comienzos del siglo ideas sobre un arte abierto a la de videoarte en 1965 utilizando uno de los primeros modelos de
participación del público.
cámara portátil de Sony, además de sintetizadores creados por él
mismo, que le permitían mezclar las imágenes y colorearlas. El re- pantalla de un televisor aguardaba a los visitantes para devolverles
sultado fueron sus collages audiovisuales en los que reunía imáge- las imágenes de sí mismos tomadas minutos .antes. Esta posibili-
nes provenientes de distintos países, muchas de ellas tomadas de dad de percibirse a través de una pantalla ubicada junto a otras
transmisiones televisivas, a las que editaba para producir una suer- que seguían transmitiendo sus contenidos cotidianos, reforzaba la
te de obra coral saturada de fragmentos. Allí la electrónica actúa impresión de un -Oispositivo construido para incorporar a los visitan-
como una fuerza disolvente que toma retazos del mundo para sa- tes a un entorno cultural saturado de estímulos y mediado por las
carlos de contexto y volverlos a compaginar en obras de múltiples nuevas tecnologías. La cultura popular en la era de la electricidad.
dimensiones que, en retrospectiva, funcionan como un anticipo de Si bien no podría describirse esta obra en forma completa como
la inundación de información que iba a caracterizar a los medios "arte electrónico", sí se trata de una de las primeras del arte argen-
de comunicación en las décadas siguientes. tino en que la electrónica cumple un papel protagónico. En los
En este punto, surgen diversos interrogantes: ¿puede pensarse el años siguientes Minujín profundizaría esta línea, realizando obras,
arte electrónico como un género nuevo? ¿Basta describir un sopor- la mayoría en galerías y eventos de los Estados Unidos y Canadá,
te para caracterizar dicho género? Y, en realidad-, ¿es necesario ha- en las que el público era invitado a interactuar a la distancia a tra-
cerlo? A esto se agrega el hecho de que muchas obras producidas vés de satélites, pantallas y teléfonos, a manipular aparatos interve-
a través de medios electrónicos incorporen elementos de diversas nidos por la artista como en la cabina de teléfono del Minuphone
disciplinas artísticas, constituyendo en realidad obras de frontera. o a someterse al análisis de sus datos personales suministrados a
100 En todo caso, se trata de obras que incluyen cierta dimensión elec- una computadora. En todas ellas se proponen situaciones en las 101
trónica para ampliar los lenguajes artísticos ya conocidos; y que que la interacción entre las personas resulta mediada por disposi-
al mismo tiempo retratan o reflexionan sobre la situación de las tivos electrónicos desviados de su funcionalidad, como detenidos
comunicaciones, y la vida social en general. en un giro sobre sí mismos, dedicados a exponer su propia con-
En la Argentina, en la década del sesenta Marta Minujín incorpo- dición de medios audiovisuales.
ra un sesgo electrónico en sus obras. Su carrera se había iniciado Estas obras de Minujín permiten retomar la definición de Marshall
en la pintura, pero no había tardado en incluir pedazos de objetos McLuhan sobre el arte como un "traductor de experiencias". El
como colchones que luego transformaría en estructuras en las que arte pensado como una instancia de reflexión sobre el entorno
el público estaba invitado a introducirse. En 1965 organiza en el humano, que es también la característica de cualquier medio para
Instituto Di Tella de Buenos Aires junto a otros artistas la recorda- McLuhan, su capacidad para traducir bajo nuevas formas el co-
da Menesunda [instalación, relacional, videoarte], una tecno-ins- nocimiento respecto del mundo que lo rodea. El habla, la escri-
talación que ofrecía a los visitantes la posibilidad de experimentar tura, la imprenta fueron, desde este punto de vista, diversos modos
distintas sensaciones producidas por dispositivos que iban desde en que los seres humanos lograron tomar distancia de objetos y
luces de neón y televisores encendidos hasta sonidos tomados de experiencias para volver sobre ellos munidos de un conocimiento
la calle y olores de perfumes y frituras. En su conjunto, el recorri- más elaborado. Una facultad que alcanza un grado de evolución
do parecía ofrecer una versión concentrada y quizás alucinada de superior, y quizás final, en la era de los circuitos electrónicos, tal
la cultura popular contemporánea, tal como podría percibirse en como esta aparece esbozada en el estilo cifrado y laberíntico de
un paseo por las calles de una ciudad moderna. Hacia el final, la McLuhan. Si los medios son metáforas que moldean el modo en
que los seres humanos perciben el mundo, McLuhan se convir- eran interpelados por una grabación que les realizaba un breve in-
tió a lo largo de los sesenta en una suerte de gurú y profeta. Su terrogat~rio. A la salida, podían observarse a si mismos en un panel
empresa estaba teñida de un entusiasmo utópico que concebía los de televisores, en el que se transmitían en loop las respuestas de
nuevos medios como el último escalón de una evolución hacia fa- otros participantes de la obra.
cultades ampliadas de conocer y compartir dicho conocimiento. Por otra parte, también es posible pensar el arte electrónico en re-
En sus momentos más poéticos y optimistas, formuló imágenes lación con las aspiraciones de ciertos grupos de vanguardia del
como las de la aldea global, la tribu planetaria o el sistema nervio- siglo XX que imaginaron, en palabras de Bertolt Brecht -citado
so extendido compuesto de antenas y cables que cubrían el mundo por José Luis Brea en La era postmedia-, la creación de "comuni-
y era compartido por todos sus habitantes. dades de productores de medios". En toda obra de arte electróni-
Como en las instalaciones de Minujín, el arte electrónico puede co se hace un recorte de los contenidos de la industria audiovi-
pensarse como una tarea de reapropiación poético-estética de la sual, o bien se ofrece un prototipo de dispositivo para la difusión
infraestructura tecnológica. Una reinvención de los medios que, de dichas imágenes y sonidos. Subyace en ellas una crítica a los
como sugería Peter Weibel en el catálogo de la muestra Eigenwelt modos en que se desarrolla la comunicación a nivel social, y un
der apparatewel. Pioneers ofelectronic art, aspira a crear "mundos deseo análogo al que a fines de siglo expresarían los amantes de la -
autónomos de sonido e imágenes manipulables tanto por el ob- tecnología conocidos como hackers. Si "toda persona curiosa es
servador como por la máquina''. Del videoarte a la música elec- un hacker en potencia", como reza una vieja consigna, también
102 trónica, se trataría de nuevas posibilidades de ejercer la libertad los artistas electrónicos podrían pensarse como exploradores que
103
creativa, en una experiencia que revierte, o aspira a revertir, los amplían las fronteras de lo posible en el campo de la tecnología.
rasgos regresivos de los nuevos medios de comunicación. Frente Al fin de cuentas, las proezas de una de las leyendas más antiguas
al sentido único de las emisiones de radio y televisión, el arte elec- de la comunidad hacker, el estadounidense Cap' n Crunch, podrí-
trónico intentaba abandonar el lugar pasivo del espectador para an haber sido realizadas en el contexto de una muestra de arte de
convertirlo en creador de contenidos; poner a las máquinas a fun- los nuevos medios de los setenta: a principios de esa década,
cionar contra sí mismas, interviniendo en sus mensajes habitua- Crunch descubrió un modo de intervenir las llamadas telefónicas
les y dotándolas de una expresividad que su mismo desarrollo en de larga distancia para hablar sin pagar, redirigiendo las conexio-
la senda trazada por la industria no parecía destinado a producir. nes a través de distintas centrales de telefonía. U no de sus trucos
En este sentido puede pensarse la obra de otro artista argentino, favoritos consistía en hacer una llamada entre dos teléfonos pú-
David Lamelas. Entre 1967 y 1968 realizó en Buenos Aires obras blicos contiguos, desviándola por distintos países para escuchar su
como Situación de Tiempo, en la que montó diecisiete televiso- propia voz cargada del delay y el ruido acumulado durante su viaje
res en una habitación a oscuras. Los televisores emitían sonido de alrededor del mundo.
estática y la imagen de una pantalla en blanco, inundando la sala En este punto, cabe señalar una división dentro del arte electrónico.
en una suerte de grado cero de la experiencia televisiva. Las tecnologías digitales permitieron el procesamiento de la infor-
Como parte del mismo clima de época, en 1969 las Experiencias mación con un grado de precisión infinitamente superior al de los
en el Di Tella incluyeron la obra Espectra del Grupo Frontera, en dispositivos analógicos, como el video o el audio. La revolución elec-
la que se invitaba a los visitantes a ingresar a una cabina donde trónica vislumbrada por McLuhan, capaz de permear todos los res-
uicios de la vida cotidiana y la economía, empezó a adquirir una intermediales. Sin interés en formar una escuela o corriente es-
farma reminiscente de sus predicciones cuando a mediados de los tética, la electrónica participó en casi todos los géneros artísti-
cos aportándoles una dosis de ese mesianismo tecnológico que
setenta se lanzaron los primeros modelos de computadoras persona-
les, que empezaron a popularizar el acceso a herramie11:tas de mani- impregnaba los análisis de McLuhan. Si en sus textos el nuevo
pulación de datos, y luego también de imágenes ~ s?mdos, creados mundo se anunciaba bajo la forma de una comunicación amplia-
editados íntegramente mediante software especializado. da y participativa, esa promesa late en cada obra o instalación do-
0
En correlación con ese estado de cosas, en Buenos Aires por ejem- tada de un dispositivo electrónico. La de un inminente salto cua-
plo, y al son de un imaginario de época autopercibido como mo- litativo en el procesamiento de la información, ya se trate de
derno, el CAYC (Centro de Arte y Comunicación) organizó en 1969 imágenes, sonidos o, en general, el mismo entorno humano cap-
la primera muestra de arte realizado con comp~tador~s en _la turado y reacondicionado mediante cámaras y sensores.
Argentina. Para la misma, fueron invitados los arust~s e mgeme- ~n ocasiones el arte electrónico pudo ofrecer la imagen de una tec-
ros del grupo de arte japonés CTG (Computer Techmque Group) nopoética gestada al margen de los intereses de la industria y el
que brindaron un taller de introducción en la Escuela ~RT, del q~e mercado, y surgida del deseo y la imaginación de los artistas. Pero
participaron artistas argentinos como Antonio Berm y Rog:l10 incluso allí pudo darse, casi como contracara en algunos casos, o
Polesello. No sería hasta algunos años más tarde, con la populariza- como extensión, en otros, la opción de convertirse en una mera ex-
ción de las computadoras personales, que la idea de tecnología di- hibición de los últimos adelantos, campo de prueba o showroom
gital empezaría a pensarse como una subespecie de la electrónica. para el acercamiento del público a los dispositivos de última ge- 105
104
En esta muestra, titulada 'füte y cibernética" y exhibida en la Galería neración. Tal sería la paradoja del arte electrónico, su necesidad
Bonina, las obras aún estaban lejos de la fluidez interactiva que se de tomar distancia al mismo tiempo que intenta acercarse a los
asociaría con el arte digital. Consistían en dibujos impresos me- lenguajes emergentes. Y en esa órbita intermedia se hallan sus me-
diante un plotter dirigido por coordenadas y requerían de la inter- jores obras, capaces de devolver una mirada extrañada a la mono-
mediación de los especialistas encargados de poner las computa- tonía de la novedad y la expansión tecnológica tal como es relata-
doras en funcionamiento. La obra de Berni, por ejemplo, consistía da habitualmente en los medios y la publicidad. ChG
en la silueta de una mujer que se convertía en una mariposa tras
varios pasos intermedios generados automáticamente.

El arte electrónico seguiría desarrollándose en los años siguientes, << EXPERIMENTAL>> El concepto de arte experimental -tan traji-
con la expansión del videoarte en los años ochenta y noventa. Per? nado en nuestros días y también tan vaciado de sentido- ha sido
Internet y las cámaras digitales, así como los programas para edi- particularmente pregnante durante el siglo XX y lo que va del XXI,
ción de sonido, dejarían obsoletas las tecnologías analógicas. Las en un primer momento asociado a las vanguardias pero al mismo
placas Arduino, de bajo costo y creadas bajo el concep.to ~e hard- tiempo desasido de ellas. Si como sostiene Adorno en su Teoría
ware libre, desde hace algunos años permiten a cualqmer mteresa- Estética lo experimental es propio de todo arte en que lo nuevo es
do en la electrónica empezar a montar sus propios dispositivos Y vinculante, resulta apropiado establecer hasta dónde lo nuevo en el
programarlos para ser controlados desde cualquier co~putad~r~. arte es parte de una dinámica de reformulaciones al interior del pro-
Desde sus inicios, el arte electrónico se diluyó en mtersuc10s pio campo artístico o permite, como quisieron algunas vanguardias,
f
.~
borrar la idea misma de arte. De allí la diferenciación que planteó deductivo en las ciencias, en tanto ·m odo canónico del conoci-
-- en su libro La definición del arte Umberto Eco entre experimenta- miento, plantea el experimento y la observación como aliados para e>
lismo y vanguardia: producción de lo nuevo dentro de los contor- obtener resultados. La observación -como verificación de los fe- ·
nos del arte o producción de lo nuevo para salirse del arte como ins- ~ámenos- está casi siempre vinculada a la realización de un expe-
; titución y discutir así las formas de constitución de lo social. nmento -en tanto producción artificial de dichos fenómenos-, a
/ ) . , Por otro lado, cuando lo nuevo es vinculante puede convertirse
F excepción de los casos en los que existe una barrera física (no puedo
también en ((novedad", si cabe la diferencia para mostrar el modo tocar la luna), tecnológica (no puedo medir el cielo) o moral (no
en que lo nuevo se ata al mero reemplazo de una mercancía por otra. puedo experimentar con humanos). Pero lo experimental en las
Y los imaginarios de modernización tecnológica que vienen ((ha- ciencias es también la manipulación de aparatos, muestras y un
ciendo mundo" desde inicios de la modernidad, acelerados en el instrumental concebido a propósito del fenómeno observable.
f siglo XX, participan muchas veces de esa lógica de la nove~~-d. Por Según Robert Blanché en su libro El método experimental y la filo-
esa vía se llega al debate que da cuenta del particular modo en que sofía de la física, la necesidad de introducir los instrumentos apro-
al interior del campo de las poéticas tecnológicas, la noción de piados para cada tipo de observación y experimentación es un rasgo
experimentalismo retoma sus vinculaciones con las ciencias con esencial que permite explicar tanto el pasaje del antiguo al moder-
l ·-- r~curso al experimento en su búsqueda de nuevas alter11:<!tiy_as para no método en física, como dar cuenta de la emergencia de los la-
. re~~i;~~- p~oblemas. De hech~, r~sulta significativa en este campo la boratorios. En la actualidad, la introducción de tecnologfa para l;\
106 ¡, fuerte pres~ncia de espacios de arte llamados "laboratorios". No todo realización de las obras en el campo del arte muchas veces requiere 107
_,.- arte experimental recurre a la tecnociencia para su elaboración ya que de !a p:.oyección del artista y la ejecución del té~~¡¿~. .Pe;o las raí-
existe incluso arte experimental "artesanal", "aleatorio" (en el que a ces de este tr~bajo conjunto las encontramos en el siglo XVII, mo-
diferencia del experimentalismo científico no pueden preverse re- mento en el que científicos y artesanos impulsaron el desarrollo de
sultados) o "irracional", pero es claro que en el campo de las poéti- la ciencia instrumental y la creación de los primeros laboratorios.
cas tecnológicas el experimentalismo de los laboratorios científicos Luego, con la proliferación de los equipos y la ampliación de las ne-
"contagia'' al experimentalismo artístico aun a riesgo de que artis- cesidades que excederán los recursos económicos de los científicos
tas fascinados por las nuevas posibilidades del hacer de la tecnocien- aislados, nacerán los laboratorios comunales financiados por socie-
cia reduzcan su práctica artística a la manipulación de los materia- dades científicas oficiales, primero, y por universidades, después. G:l
les sin reflexión respecto de los instrumentos utilizados. colaboración entre científicos y artesanos en el pasado, y entre cien-
Sin embargo, y aquí es donde se produce una tc:nsi.9.I?:.. E!º~ctiva, tíficos y artistas en el presente, con todo, n8._ impl~ca 1:1-na equivalen-
muchos artistas involucrados en laboratorios experimentales estable- cia de roles: en el pasado el artesano poseía el saber necesario para
cen miradas críticas respecto de las condiciones de posib~li4ª4..ci.~~us que un laboratorio funcionara, pero era el científico quien proyec-
prác~ica.S-orespectÓ de la manipulación de sus propios instrumentos. ~a_ba (por supuesto, podía haber en ocasiones quienes cubrieran
El poder de anticipar nuevas situaciones culturales es la variable ambos roles); en la act~alidad, y luego de siglos en los que eI arte se
( que condiciona las prácticas del arte llamado "experimental"~ Es identificó justamente con el saber hacer, la colaboración en el campo
.. _su fundamento. Y esta capacidad deriva de homologar el carácter de las te~nop_oéticas experimentales "de laboratorio" i~pii~a mu-
experimental de las ciencias. El hegemónico método hipotético e~~ ~eces que el artista proyecte y el científico posea el saber técni-
copara la realización de la obra, a partir de unos instrumentos in- viejo o nuevo material para describir- ordenamientos que subvier-
'· dustriales que tampoco él en general construye. tan lo esperado en cuanto a los prin~ipios y supuestos vinculados
'-Así, tanto en el caso del arte como en el terreno de las ciencias, a la composición. El artista experimental atenta contra el discur-
lo experimental se relaciona con la manipulación de "instrumen- so del arte al tergiversar las formas, gramáticas, estructuras, mor-
tos", formas o conceptos para proyectar lo nuevo. Sin embargo, fologías y sintaxis habituales; y en esta tarea elabora un discurso
el arte experimental se aleja del parámetro, la norma, la ley, y, otro con el afán de articular un nuevo lenguaje. ,_
,-, .- _ i-1'rincipalmente, de las relaciones causales. A diferencia de lo que El orden de la legibilidad es alterado y este modo de actuar sob; ·
' sucede con el método experimental en las ciencias, el arte expe- el mundo, que profiere el artista con su obra, implica la puesta en
rimental no se rig~_ P._o~}a lógica de la verificación y, en general, tela de juicio de un sistema comunicativo que acarrea determina-
renuncia de ante~ano a cualquier tipo de control, entendido en da cosmovisión. En este punto es donde entra en juego el carác-
términos de la producción de regularidades constatadas que luego ter anticipador del arte experimental que propone un nuevo or-
'. serán convertidas en leyes. denamiento del mundo a través de la apertura a nuevas experiencias
) En primer lugar, el carácter experimental del arte radica en una cognoscitivas, devenidas del trabajo sobre un material o una idea
serie de operaciones desplegadas sobre diversos materiales e ideas, en la que se instaura una especie de desvío.
cuyo fin es la mismísima manipulación y el ejercicio en vistas al Muchas veces el concepto de "arte experimental" se utiliza par;- :
! descubrimiento de nuevas posibilidades formales y conceptuales. designar e~presio!les menores, o aún sin terminar, por oposición
'No hay un paso posterior que hace necesaria la existencia de una a un arte más tradicional, clásico o clasificable. Para algunos, el 109
108
etapa previa. El fenómeno se produce en el mismo instante de su arte experimental es un arte de transición, que no ha llegado a
concepción y de allí su valor intrínseco; por ende, la_~2er~ión una maduración, debido a que el juego con los materiales, suma-
se efectúa con indepen9-encia d~J9s c.rit~riQs __que gµían aJ méto- do a los procedimientos azarosos, lo transforman en una prácti-
do -ciéritífico dado que el camino empre.nd~49 _por _tLattis_ta,__ no ca empírica pasatista, no acabada. Otros lo definen por oposición .
éontempia·;réX:i~~ ~ r;~~~s~~ -Aii.t~t~d~, el experimento arroja un al término vanguardia. La imprecisión terminológica proviene d~
resultado que es desconocido. Por tanto, el núcleo de la diferen- la aplicación de un lenguaje normativo que se convierte en el pen-
cia se expresa en la indeterminación. samiento establecido a través de usos discursivos permitidos para
1 No obstante, la indeterminación está asociada a la exploración, a una época.
¡
la búsqueda de nuevas experiencias que auspicien nuevas posibi- En muchos casos, el arte experimental convoca la presencia del pú-
lidades formales y conceptuales, lo que nos lleva a pensar que sien- blico, del receptor, generando un diálogo imprescindible para la -
do esta tarea propia de toda inquietud artística, no habría a par- realización de la obra. Requiere de una activa participación, a dife- r
tir de ella un rasgo típico que nos sitúe frente a un arte que no sea rencia del arte en que la obra se muestra, se exhibe y es contempla-
r-experimental. El arte experimental, con todo, si bien interroga las da de manera hasta cierto punto pasiva. Aun así, esto es más bien
'- ' posibilidades formales de los materiales al igual que todo arte,_. ya una cuestión histórica: frente a un arte de recepción "pasiva" que
en contra de la tradición. He aquí el carácter novedoso de lo ex- fuera tradición durante buena parte de la historia del arte moder-
-+ \ p~rimental. Así, buscar posibilidades desconocidas implica trazar no, un arte interactivo puede resultar experimental. ¿Pero qué su-
1
i~·x.) ( ,.. propios recorridos y eludir los caminos prefijados; servirse de un cederá cuando la interactividad se convierta en tradición? AJ/CK
> FOTOGRAFÍA EXPERIMENTAL Podría establecerse sin mucho mar- gráfico en su conjunto, incluyendo al "funcionario" que opera
gen de error que la fotografía es la madre de todas las tecnopoé~icas "en función" del aparato), como la actitud que permitiría abrir-
visuales modernas. Como sostiene Vilém Flusser en su libro se a una autorreflexividad de la práctica fotográfica en su rol
Filosofía de la fotografía -cuyo título en portugués en versión del sustentador de una nueva imagen técnica. Y en ese sentido, una
mismo autor, Filosofia da caixa preta, parece ser incluso más acer- tecnopoética fotográfica implicaría algún tipo de énfasis o foca-
tado-, la fotografía inaugura a partir del siglo XIX una nueva on- lización sea en la materialidad de la fotografía en tanto fotogra-
tología de la imagen dando lugar a imágenes técnicas solo cono- fía, en su cualidad objetual -un caso algo ambiguo sería el del
cidas aproximativamente en tiempos anteriores. De allí entonces movimiento pictorialista de fines del siglo XIX y principios del
que ese rol fundacional deba ser puesto de relieve cuando se trata Xt"'\. cuyo énfasis en una materialidad intervenida se realiza en
de pensar las relaciones entre arte y tecnología y los programas y contra de la fotografía para llevarla hacia la pintura-, sea en los
posicionamientos -las poéticas- respecto de tales relaciones ma- procesos de su codificación simbólica (contra el discurso del ilu-
nifiestos en las obras. sionismo mimético), o en la lógica indiciaria del acto fotográfi-
Pero la historia técnica y social de la fotografía excede su carác- co, -tal como la ha teorizado por ejemplo Philippe Dµbois en
ter tecnopoético ya que los usos sociales de la fotografía -desde El acto fotográfico-, esto es, en su propio carácter de huella de
el retrato familiar al fotoperiodismo, por dar solo un par de ejem- un acto o proceso de producción que pone en evidencia la con-
plos- se sustraen en gran medida a la problematización del cruce tigüidad singular y momentánea entre un real y su imagen. Esa
no arte/tecnología/experimentación. Tal sustracción se da más allá referencialidad no necesariamente mimética que Roland Barthes 111
de que los saberes fotográficos puestos en juego puedan implicar en La cámara lúcida ya había establecido con su famosa fórmu-
decisiones en cuanto al encuadre, la luz, etcétera, que alejarían la la del "esto ha sido".
práctica fotográfica del amateurismo o el espontaneísmo, y más Hasta cierto punto también, se podrían incluir dentro de las
allá también de que el experimentalismo sin intencionalidad es- tecnopoéticas fotográficas obras que toman la cuestión técnica
tética formó parte durante una buena cantidad de tiempo del como tema; aunque su inclusión en la caracterización propues-
desarrollo mismo de la técnica fotográfica hasta su "formalización''. ta resulte más clara si el tratamiento estético no llega a natura-
Quizá tampoco bastaría hablar de "fotografía artística'' para pen- lizar del todo el aspecto técnico. Fotografías como Cables de te-
sarla, más que en un nivel de gran generalidad, como una tec- légrafo ( 1924), Estadios ( 1927) o La máquina de escribir de Mella
nopóetica. Aunque toda fotografía artística parta de la base de (1928) de Tina Modotti, por ejemplo, tomadas en los años que
una intencionalidad estética que guiará la operatoria técnica, este la fotógrafa pasó en México, al tiempo que ponen el ojo de la
proceso puede llegar hasta cierto punto a naturalizarse por lo cámara en los paisajes de ia modernización tecnológica de la se-
que -para recortar con algo más de precisión el espectro- se puede gunda década del siglo XX, participan de una exploración esté-
focalizar en las prácticas estético-experimentales de la fotografía tico-técnica a partir del trabajo con los contrastes lumínicos o
que permiten desmontar el dispositivo fotográfico poniéndolo de los acercamientos que revelan una voluntad de mostrar cómo
alguna manera en evidencia. El mismo Flusser proponía la acti- se puede hacer "hablar" técnicamente a la cámara y no solo a
tud del fotógrafo experimental que juega en contra del "aparato" los objetos fotografiados. Es probable que pueda afirmarse estó
(no solo la cámara fotográfica sino también el dispositivo foto- . mismo de toda buena fotografía artística excepto cuando, en
pos de alcanzar un ideario realista, se busca invisibilizar el pro- de un velador de noche cuyo pie es el cuerpo de una mujer en
cedimiento técnico. pose sensual.
Así las cosas, y como en tantos otros casos, es posible remontar- La modernización tecnológica de los años sesenta encontró a la
se a las vanguardias de comienzos del siglo XX para encontrar fotografía en renovada relación con la publicidad y al arte pop en
ejemplos paradigmáticos de fotoexperimentación poética -o de algún sentido como comentador de esa relación. Por qué son tan
tecnopoéticas fotográficas experimentales. Los rayogramas y sola- geniales (1965), el afiche de Edgardo Giménez, Dalila Puzzovio
rizaciones de Man Ray o las distintas variantes de los fotomonta- y Carlos Squirru instalado en la esquina de Viamonte y Florida
j es de integrantes de dada Berlín, como John Heartfield, Raoul en Buenos Aires resulta así paradigmático. Con todo, el desarro-
Hausmann y Hanna Hoch, son algunos de los ejemplos más co- Ilo del arte conceptual y la frecuente utilización de la fotografía
nocidos [remix] . documental en el campo del arte hacia finales de lo.s sesenta y co-
En la Argentina, existen muchos ejemplos que merecerían to- mienzos de los setenta desplazan el impulso fotográfico muchas
marse en cuenta por su fotoexperimentación. De la primera veces Piºr fuera de la impronta tecnoexperimental.
generación de fotógrafos modernizadores que trajeron en los Con el tiempo, y dado el pasaje de la fotografía analógica a la
años treinta el discurso de las vanguardias constructivistas y ra- digital, surgieron diversos debates y cuestionamientos en el campo
cionalistas, destaca el muy comentado caso de los fotomonta- de las poéticas tecnológicas fotográficas; el recurso a la manipula-
jes que Grete Stern publicó en la sección "El psicoanálisis la ción, por supuesto, quedó a la orden del día y con él la apertura
112 ayudará" de la revista Idilio a partir de octubre de 1948, y que a nuevas ontologías fotográficas que plantearon los alcances de la 113
fueron recuperados y editados en la década del noventa bajo el generación sintética de imágenes. El "esto ha sido" barthesiano pa-
título de Sueños. Su carácter tecnopoético presenta una canti- recía haber quedado perimido. Y sin embargo, la fotografía expe-
dad de aristas significativas. Publicados como "ilustración grá- rimental digital dialoga a menudo con ese carácter de traza de lo
fica" de una especie de consultorio psicoanalítico de masas (fe- real de la fotografía. Se han dado casos particularmente evocati-
meninas), cuyos textos eran redactados bajo seudónimo por vos de ese diálogo en las propuestas fotográficas de artistas que
Gino Germani y Enrique Butélman en respuesta a relatos de reflexionan y "actúan" sobre la memoria, como el de la serie
sueños que las lectoras enviaban para su interpretación, los fo- Arqueología de la ausencia, los fotomontajes digitales que Lucía
tomontajes de Stern hacen coexistir perspectivas aparentemen- Quieto realizó al convocar a hijos de desaparecidos, entre los que
te encontradas: una composición técnica rigurosa para ef tra- se cuenta la misma fotógrafa, que quisieran aparecer junto a sus
tamiento de temas oníricos que le dan a las imágenes cierto aire padres desaparecidos en la foto que nunca fue.
surrealista; una mirada crítica de género acerca de la subordi- En la era digital hay por otra parte muchos fotógrafos que en su
nación de la mujer en una revista femenina que no hace más que búsqueda tecnopoética redescrubren tecnologías pasadas. Reaparecen
reforzar esa subordinación, aunque al amparo de los discursos así distintas experimentaciones en el campo de la fotografía esteno-
publicitarios de la modernización tecnológica. Entre otros, uno ~eica como en las investigaciones fotográficas recientes de Jorge H.
de los ejemplos más representativos y conocidos es el del foto- Alvarez o la recuperación de la técnica del fotograma tal como la
montaje titulado Artículos eléctricos para el hogar, en el que practica Andrea Ostera desde Rosario.
una mano masculina en primer plano presiona el interruptor Las tecnopoéticas fotográficas experimentales contemporáneas se-
ñalan en realidad una gran variedad de procedimientos y con- mal funcionamiento, en un sentido artístico, es otro camino a se-
fluencias con otros medios y lenguajes: desde las experimentacio- guir para la creación, un camino de mutaciones con resultados
nes con distintos tipo de químicos para el revelado y de superfi- inesperados que hacen que el creador sea a la vez partícipe y es-
cies no convencionales para las copias, o el pasaje de imágenes de pectador del error. En general, un glitch es un descubrimiento in-
un medio a otro y su manipulación - como las que Gabriel Valansi esperado que se produce por casualidad cuando se está buscando
.tomó de archivos de imágenes televisivas en torno de la guerra, una cosa distinta. Desde un punto de vista artístico, el error es un
luego digitalizadas y copiadas en platino sobre papel en su serie hallazgo, un ready-made.
Zeitgeist (2000)-, pasando por la invención o utilización de cáma- Según Iman Moradi, teórico del glitch, en la comunicación ana-
ras "especiales" -como la cámara panorámica que carga 305 me- lógica (como las señales de radio y TV), un defecto puede produ-
tros de película de 35 mm creada por el fotógrafo Esteban Pastorino, cir alteraciones visuales o sonoras interesantes para el glitch art.
o las fotografías con cámara infrarroja tomadas también por Valansi Por otro lado, un defecto de funcionamiento del hardware o del
en las noches de diciembre de 2001-, hasta la aparición en el len- software o una interacción inadecuada entre ellos (en los contro-
guaje exhibitivo de tipologías como las de fotoperformance, fo- ladores de las placas de video, por ejemplo) pueden generar arti-
toinstalación, entre otras. El hecho de que desde hace tiempo en facts (imperfecciones que se observan en piezas audiovisu~fes que
el arte contemporáneo no se hable ya de artes plásticas sino de artes presentan errores en su codificación o códecs, especialmente con
visuales permite integrar a la fotografía a tal universo al tiempo que la compresión MPEG, entre otras). La valoración de estos artifacts
114 el mismo se va desdiferenciando de otras disciplinas y lenguajes ar- se ha convertido en dominio del glitch art. 115
tísticos en un típico movimiento inter y transmedial. CK Existen dos categorías de fallas. Una es la interferencia pura, el re-
sultado de un mal funcionamiento o error no premeditado de un
• artefacto analógico o digital. Otra es el resultado de una decisión
>> GUTCH El término "glitch" fue acuñado por John Glenn, el pri- deliberada para generar esa falla, por ejemplo al sintetizar proble-
mer astronauta norteamericano en orbitar la tierra en 1962. mas técnicos en medios no digitales o al producir artificialmente
Originalmente se refería a un pico o cambio de voltaje en una co- el ambiente que se requiere para invocar una falla.
rriente eléctrica. El significado de la palabra se ha expa...'1dido desde Sean de origen natural o instigado, numerosas situaciones pueden
entonces para designar a un inequívoco e inexplicable "hipo" en dar lugar a glitches. Pueden ocurrir como resultado del rayado de
un sistema que debería funcionar sin contratiempos. un DVD, una secuencia de video dañada en Internet o televisión
En la informática y en los videojuegos, un glitch es un error que, digital, una caída del software debido a memoria insuficiente, mal
ai no afectar negativamente al rendimiento, jugabilídad o estabi- funcionamiento de una cámara digital u otro dispositivo. Estos
lidad del programa o juego en cuestión, no puede considerarse problemas técnicos a veces causan patrones ilegibles al aparecer en
un defecto del software ( bug) sino más bien una característica no la pantalla. Pero un artista, usuario o hacker puede hacer que estas
prevista. En algunos videojuegos se pueden observar glitches vi- situaciones sucedan deliberadamente. Es posible dañar el código
suales debido a ficheros mal codificados o ·dañados que, al ser le- de un archivo digital o manipular físicamente los circuitos de un
ídos, forman figuras o imágenes erróneas. di~positivo digital para obligarlo a «glitchear" y luego guardar la
Si en un sentido técnico un fallo es el resultado inesperado de un falla como un archivo estable. La estética glitch busca seleccionar
las regiones de interés de este material de entrada qu~ ª. m~nudo de con algo interesante o bien hecho~ .a veces es mejor la no señal
es muy rico, y manipularlas digitalmente para producu imagenes que la señal televisiva. En este sentido, la obra entabla una rela-
ción crítica con la TV. Si bien su autor no h concibió de esa ma-
que interesan estéticamente al artista. , .
Algunas características comunes de los problema~ tecmcos .s~n la nera, la obra puede considerarse como glitch porque en el inten-
fragmentación o desplazamiento de partes de la ~magen ong1_na~, to de digitalizar los videos de los años ochenta, el proceso
los cambios de tono, la replicación, clonación visual o multipli- informático generó un error inesperado, espontáneo de la máqui-
cación de cualquier parte determinada de una imagen, el resulta- na cuyo resultado estético el artista simplemente encontró y res-
do digital del entrelazado de píxeles y la manifestación del códi- cató, 'COmo si se tratara de un objet trouvé tecnológico.
Según Carlos Trilnick, los artistas suelen poner la tecnología allí-
go existente debajo de la imagen digital.
Numerosos artistas visuales de diversas partes del mundo se han mite y hacer un uso de ella que se expande por sobre sus cualida-
dedicado a producir en el complejo terreno del glitch art en la úl- des y características originales. Su video Absbytes (2006) es glitch
tima década, como Ant Scott, O.K. Parking, Takeshi Murata, Jon art deliberado, dado que fue realizado forzando el programa de
Satrom, Iman Moradi y Rosa Menkman. El glitch artes también edición hasta generar ciertos errores que dan por resultado una es-
objeto de largas teorizaciones y controversias entre artistas y críti- tética que él llama "específica de la electrónica'', donde los bytes se
cos de arte: según la artista visual y ensayista alemana Rosa hacen visibles, conformado tramas que solo pueden producirse
Menkman, al abordar el concepto de glitch desde el punto de vista con tecnología informática de edición llevada a sus extremos y ha-
técnico, cultural crítico o estético se generan tensiones y parado- ciendo cosas que su fabricante no recomienda hacer. ce 117
116
jas que afectan a su propia definición.
En la Argentina se puede analizar como glitch art la obra No

signal, no bad (2007) del videoartista Carlos Trilnick en tanto es >> GUERRILLA DE LA COMUNICACIÓN Una de las tantas historias
producto de un error de transcodificación ocurrido mientras su posibles del arte del siglo XX podría ceñirse a la saga de los conspi-
autor dig~talizaba videos de principios de los años ochenta. Al en- radores. Estaría integrada por artistas-y activistas- que pensaron sus
chufar todo y poner play, las máquinas y equipos reconocieron las obras como respuesta directa al discurso de instituciones, gobiernos
imágenes de una manera extraña: la obra es la lectura digital actual y medios de comunicación. Obras que buscaron socavar el prestigio
de un video analógico realizado treinta años atrás con tecnología~ de la autoridad burlándose de la tradición y las convenciones, inci-
de video de cinta abierta. Carlos Trilnick considera a esta obra tando a la revuelta, desmintiendo "verdades" hegemónicas.
como una reescritura o una reinterpretación que la tecnología hace Su antecedente más famoso suele remontarse al momento en que
sobre sí misma. En el momento en que surgieron, esas imágenes Marcel Duchamp procedió a dibujarle bigotes a una reproducción
le gustaron porque encontró en ellas la esencia del video original de la Mona Lisa y le agregó debajo un subtítulo inspirado en el
(que luego pudo copiar y digitalizar bien). Entonces, las editó humor de los baños públicos. Toda la historia de la cultura visual
como un nuevo video y les puso un título que remite a un con- acumulada en palacios y museos a lo largo de los siglos quedaba,
cepto de Fluxus sobre el hecho televisivo: No sigrzal, no bad signi- ahora, a la intemperie. Profanada su condición de obra maestra,
fica que cuando no hay señal no es que algo esté mal; no siempre aparecía en primer plano su silueta repetida, puesta en venta, so-
la señal, o ver bien una imagen de video o televisiva, se correspon- metida a los avatares de la vida mercantil.
La expansión de los medios técnicos para la reproducción y difu- imágenes a ser contempladas desde la pasividad. El arte de "gue-
sión de textos, imágenes y sonidos en el siglo XX ampliaría su campo rrilla" se preguntaría cómo romper el hechizo.
de acción. Bajo el título de "guerrilla de la comunicación" se reuni- En la Argentina pueden pensarse entre sus antecedentes a las obras
ría el conjunto de estrategias dedicadas a intervenir y distorsionar realizadas por Roberto Jacoby, Raúl Escari y Eduardo Costa. En
el sentido de ciertas obras de arte, pero también publicidades, mo- 1966 estos jóvenes artistas presentaron un manifiesto sobre un ''arte
numentos, carteles y demás parafernalia de la cultura visual y po- de los medios" [tecnologías sociales] y realizaron un happening
lítica urbana. Sus armas: el sabotaje, la parodia, el desvío, la falsi- que nunca existió: constaba solo de una gacetilla de prensa acom-
ficación ejecutados a través del collage, el remix o las performances, pañada con fotos falsas que sirvieron de base para que se publica-
entre otros medios. ran algunas not.as al respecto en revistas de actualidad. La crónica
La declaración de guerra reaparecería en las vanguardias de los del evento -en el que habían "participado" conocidos intelectua-
años cincuenta. En el domingo de Pascua de 1950 un grupo de les y artistas- constituyó por sí misma la obra; hecha solo de infor-
integrantes del movimiento letrista acompañó a Michel Mourre mación puesta a circular a través de los medios, El happening para
a la Catedral de Notre Dame de París. En medio de la misa, y un jabalí difunto -como se tituló- devolvía la mirada, precisamen-
disfrazado de monje, Mourre subió hasta el púlpito y se dirigió te, a los medios y al modo en que estos construyen la realidad.
a la muchedumbre de fieles allí reunida, y a los miles que seguían Unos años más tarde, otro grupo de artistas de Buenos Aires -entre
la ceremonia a través de las primeras transmisiones televisivas de los que se contaba Roberto Jacoby- junto a artistas de la vanguar-
118 servicios religiosos. Durante su discurso, antes de que lo obliga- dia rosarina organizaron un evento en Rosario donde pusieron en 119
ran a callarse, acusó a la Iglesia Católica de estafadora, "de infec- práctica estrategias de contrainformación y manipulación que pro-
tar el mundo con su moral muerta; de ser el virus del Occidente fundizaban las concebidas por el arte de los medios: tras la facha-
putrefacto" porque "sus oraciones han sido el humo grasiento da de una "Bienal de arte de vanguardia'' los artistas organizaron
sobre los campos de batalla de nuestra Europa", para terminar Tucumán Arde, un dispositivo de difusión que intentó eludir los
anunciando la muerte de Dios. Los' letristas tuvieron que ser res- mecanismos de censura de la dictadura para mostrar -mediante
catados por la policía para impedir que una masa enfurecida los una instalación de fotos, gráficos y obras plásticas- la realidad so-
linchara, y el escándalo se propagó por diarios y revistas en donde cial de los trabajadores de la caña de azúcar en la provincia de
se sucedieron debates. Tucumán. Ocultas sus verdaderas intenciones, la anunciada Bienal
El escándalo de Notre Dame reunía todos los elementos del arte se transformó, a último momento y mediante una campaña de
de "guerrilla": el mensaje infiltrado, irónico y contradictorio, el publicidad cuidadosamente planificada, en una puesta en escena
poder de los medios de comunicación vueltos contra sí mismos. de la situación de violencia y pobreza silenciada por el gobierno.
Se trataba de imaginar modos de inclinar la balanza contra la in- Desviar los medios, obligarlos a transmitir mensajes que nunca trans-
fluencia cada vez mayor de los medios masivos en la vida cotidia- mitirían. En esa saga de intervenciones puede situarse también el
na; de combatir lo que Guy Debord, el mayor teórico de la arte ancestral del graffiti, dedicado a llenar de contenido las pare-
Internacional Situacionista, llamaría años después la "sociedad del des de las ciudades. Y los collages rabiosos del punk, que asaltaban
espectáculo": la vida en las sociedades capitalistas degradada por las tapas de discos y fanzines y aplicaban la lógica de la distorsión
la creciente mediatización de las relaciones sociales, convertida en para devolver una imagen violentada del mundo. El arte de "gue-
rrilla" surgía como la puesta en escena de una batalla por la ocu- inspiradas en el marketing y la publicidad. Sus acciones incluye-
pación de los medios, dedicado a encontrar resquicios para sus ron el diseño de afiches turísticos que invitaban a participar de la
propios mensajes o a distorsionar los mensajes "oficiales", asedian- Cumbre de las Américas de Mar del Plata, en 2005, y folletos con
do sus puntos débiles, tomándolos por sorpresa. Un arte también información detallada sobre formas de evadir las alarmas de segu-
abocado a la creación de sus propios circuitos, librados de impo- ridad de las tiendas de ropa. Desde mediados de los años noven-
siciones externas, como los que desde los años sesenta genera el ta se desarrollaba en Rosario una intensa actividad de grupos de-
arte correo, a través de sus difusas redes internacionales de artis- dicados a un arte de "guerrilla'' cuyos rastros fueron recuperados
tas creadas para el intercambio de obras. por Inne Martina -integrante de Cateaters y Compartiendo
Más allá del arte, estas técnicas fueron reapropiadas por organiza- Capital- en el archivo on line Not for Sale. Allí, a través de una
ciones y militantes que las convirtieron en herramientas de lucha amplia selección de materiales, es posible atisbar el sentido de in-
política, utilizadas para aumentar la visibilidad de sus acciones y tervenciones muy diversas -expresadas en fanzines, volantes, ac-
su repercusión en los medios masivos. ciones callejeras, murales- a las que une una misma vocación de
En la Argentina, el Siluetazo de 1983 es otro de sus antecedentes. protesta, siempre matizada por un entusiasmo burlón, casi siem-
Convocada por artistas en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, la pre festivo, que es un rasgo habitual de las obras de "guerrilla'', de-
acción se convirtió en una obra colectiva, cuyos participantes cre- dicadas a plantar bandera y señalar las nuevas porciones del espa-
aron y pegaron miles de siluetas en paredes y fachadas de la ciu- cio público liberadas y puestas al servicio de su causa, se trate de
120 dad, como una forma de reclamar justicia por las personas dete- paredes, plazas o sitios web. 121
nidas y desaparecidas durante la última dictadura militar. Iconoclasistas, finalmente, lleva las premisas de una guerrilla de la
A fines de los años noventa, junto a la agudización de las protestas comunicación al mundo de las redes sociales. Dedicado_ a la pro-
sociales, surgieron numerosos grupos de artistas como el Grupo de ducción de "recursos libres" y la organización de "talleres de cre-
Arte Callejero (GAC) y Etcétera que acompañaron con intervencio- ación colectiva'', el grupo se concibe como una usina de material
nes, material gráfico y performances las manifestaciones de las orga- gráfico referido a los reclamos y protestas de diversos movimien-
nizaciones de derechos humanos, desocupados y piqueteros duran- tos sociales, que pueden disponer de su fondo común de imáge-
te la crisis del modelo neoliberal. Con su participación, estos grupos nes para reutilizarlas en sus propias campañas de difusión. Con la
ayudaron a dar visibilidad a la práctica de los escraches con los que colaboración de los movimientos Iconoclasistas genera, a partir de
la agrupación H.I.J.O.S. -integrada por los hijos de las víctimas de la sus testimonios, representaciones visuales sobre los conflictos que
represión militar- empezó a señalar los puntos de las ciudades habi- los convocan, como en el caso del mapa de El corazón del agro-
tados por los funcionarios de la última dictadura, reavivando el re- negocio sojero, en donde se detallan sobre un mapa de la pampa
clamo por su juicio y castigo, difundiendo en los barrios su historia la ubicación de puertos e industrias, junto a todo el arco de de-
e invitando a sus vecinos a tomar conciencia de la situación. nuncias motivadas por el modelo de explotación agrícola, ofre-
Por esos mismos años, también en Rosario se multiplicaron estas ciendo una guía rápida al núcleo del conflicto. Cartografías :--O
acciones. A principios de 2000, el grupo Cateaters se formó en torno "mapeos colectivos", en sus palabras- pensadas como herramien-
a un taller sobre prácticas de guerrilla de la comunicación, y duran- tas de reflexión para volcar en imágenes la experiencia del movi-
te tres años produjo diversas campañas de comunicación visual miento y ponerla en circulación. ChG

/
í
>> HACKER Es sabido que la idea de "hacker" proviene de grupos de tor y artista Stewart Brand escribió un artículo para la revista Rolling
estudiantes y aficionados a las computadoras en los laboratorios Stone acerca de un grupo de estudiantes del Laboratorio de
de las universidades de los Estados Unidos a fines de los sesenta. Inteligencia Artificial de Stanford, que en sus ratos libres habían
Y que aludía a un deseo de conocer el funcionamiento de máqui- estado programando e_l Spacewar, uno de los primeros videojue-
nas y sistemas. Sobre todo, de experimentar con nuevos usos y gos de la historia. La nota, que también fue una de las primeras
ampliar sus posibilidades: los videojuegos, el software libre y la fi- presentaciones públicas de la "filosofía hacker", mostraba a unos
losofía horizontal y abierta de Internet fueron algunos de los in- chicos sonrientes y pelilargos amontonados sobre primitivas pan-
ventos a los que se asocia su "filosofía''. tallas, y empezaba afirmando: "Estemos listos o no, las computa-
El título también fue reivindicado por grupos dedicados a violar doras están llegando. Son grandes noticias, tal vez las mejores desde
la seguridad de redes y computadoras. De ahí que persista toda- fa psicodelia".
vía una discusión sobre el sentido del término. Ligado, para algu- La mirada de los hackers sobre la tecnología ponía el acento en los
nos, a la mera pasión intelectual, para otros incluye la posibilidad modelos abiertos y colaborativos. Una de sus premisas era que el
de infringir leyes y "visitar" sistemas de acceso restringido. También acceso a la información sobre las computadoras, y el mundo en
abre muchos puntos de contacto con la mirada que el arte dedi- general, debía ser libre; de donde surgieron propuestas como la
có desde siempre a la tecnología. Como reza un célebre aforismo del software libre, que a su vez inspiró la idea de trasladar dicha
del escritor cyberpunk William Gibson: "La calle encuentra sus lógica a otros ámbitos de la cultura, en los que fuera posible rein-
122 propios usos para las cosas"; un anhelo para nada distante del ex- ventar los sistemas de propiedad intelectual para permitir que el 123
presado por el arte en su acercamiento a los objetos tecnológicos. conocimiento o el arte pudieran ser compartidos más fácilmente
Desviar los dispositivos, apropiarse de su sentido, conocerlos [cultura libre]. Esta filosofía también se trasladó, en parte, a la ar-
mejor que sus propios creadores y volverlos útiles para activida- quitectura abierta de Internet.
des impensadas. En los años setenta, grupos de hackers reunidos La figura del hacker fue, a su vez, reapropiada por el cine y la li-
en laboratorios caseros fueron los primeros en desarrollar proto- teratura cyberpunk, que en los años ochenta creó uno de los ima-
tipos de computadoras personales, baratas, interactivas y fáciles ginarios más difundidos sobre el futuro inmediato de la tecno-
de poner al servicio de actividades como jugar, comunicarse o es- logía. Mundos virtuales, océanos de dato~, inteligencias
cribir. En tiempos de computadoras confinadas en centros espe- artificiales, ciudades saturadas de pantallas, megacorporaciones.
cializados, utilizadas para análisis estadísticos y cálculos avanza- En entornos hostiles, los protagonistas de este universo intenta-
dos, la mirada de los hackers empezó a imaginar un futuro cercano ban sobrevivir valiéndose de lo único que disponían, su conoci-
de tecnologías incorporadas a la vida cotidiana, convertidas en he- miento sobre el sistema y su experiencia de hackers acumulada a
rramientas creativas cuyas posibilidades apenas se vislumbraban. su paso por el submundo de la tecnología.
En los campus universitarios estadounidenses de principios de los Esta mezcla ambigua de utopías de la comunicación y pesadillas
setenta, los primeros grupos de hackers compartían espacios y ac- tecnológicas en cuyo centro se sitúa la figura del hacker -esa es-
tividades con miembros de los movimientos por la libertad de ex- pecie de usuario definitivo siempre en plena fuga hacia un más
presión, hippies y otras expresiones de la contracultura, de donde allá de la tecnología-, puede pensarse como un elemento pre-
provienen muchas de sus consignas y propuestas. En 1972, el edi- sente en buena parte del arte tecnológico: en obras digitales e
interactivas que tensionan la comunicación hombre-máquina que defb 'Esta conferencia suc'
prometen, o en las instalaciones y objetos salidos de los talleres defb 'ks, como todas las '
del hardware libre, abocados a rediseñar el entorno tecnológico a defb 'conferencias de '
la imagen de un mundo lo más alejado posible del presente. defb "'hackers"' y eso no e

En la Argentina, los primeros grupos de hackers surgieron a fines defb 'tiene nada que ver '
de la década del ochenta. Nunca formaron organizaciones de gran defb 'con las buenas inten'
visibilidad, más allá de ciertos casos aislados de hackers arrestados defb 'ciones de F.
por la vertiente más reñida con la ley de sus actividades. Pero en defb 'Bostandante, es simp'
1994 la revista Virus Report, dedicada a los virus de computado- defb 'lemente que hablar a
ra, organizó el Primer Congreso de Virus, Hackers y Computer defb 'cerca de los hackers'
Underground de la Argentina. Un grupo de hackers, HBO, utili- defb 'es pointless.
zó aquel evento para publicar un manifiesto en el que expresaba defb 'Los hackers no somos'
su visión sobre el sentido del hacking; y lo hizo introduciendo el detb 'ni queremos ser Rock'
texto en el visor de un teléfono público descompuesto en el patio defb 'Stars, y toda esta'
del Centro Cultural Recoleta, donde se realizó la reunión. defb 'publicidad barata se'
Algunas· líneas del código fuente introducido en la memoria del defb 'la pueden meter en'
124 teléfono se transcriben a continuación tal como fueron publica- defb 'el culo, no la neces' 125
das en la revista a partir del archivo que los HBO enviaron al edi- defb 'itamos ni nos hace'
tor, Fernando Bonsembiante. Quienes se acercaban al teléfono y defb 'bien.
presionaban la tecla indicada, podían leer un manifiesto (que se defb 'Es logico que los qu'
encuentra entre comillas en el programa). La imagen resultante defb 'e no saben quieran s'
de la mixtura de lenguaje informático y lenguaje natural, en la ver- defb 'aber que es un '
sión publicada en la revista, permite encontrar un cierto parentes- defb "'hacker", bueno vamo'
co involuntario con lo que más adelante se llan;iaría "poesía de có- defb 's a intentar una peq'
. " [tecnopoesta
d1go / l: defb 'ueña definicion. '
defb 'def: TODA PERSONA '
01234567890123456789 defb 'CURIOSA ES UN HACKER'
defb 'POTENCIAL.
Linel: defb 'La tecnología nos la'
defb 'venden con etiquetas'
defb 'The quick brown fox ' defb 'que nos dicen para q'
:' defb 'jumps over the lazy' defb 'ue usarla,
defb ' DOG defb 'todo eso es mentira.'
defb ' defb 'la tecnologia es sol'
defb 'o una herramienta, y' defb 'ica manera de seguir'
defb ' hay que saber darlá defb ' creyendo en uno mis'
defb 'vuelta, y usarla del' defb 'mo y no convertirse
(

defb 'otro lado. Todos es' defb en un pedazo de sill'


defb 'cucharon que la info' defb 'on, para que venga á
defb 'rmacion debe ser lib' defb 'lguien y se te sient'
( (

defb re, esto solo signif' defb e arriba.


defb 'ica que todos tenemo' defb '
(

defb s que poder elegir e' defb ' Manifiesto HBO '
(

defb 'l pasto del que come' defb ' Hacked By Owls
(

defb mos. La investigacio' ChG


(

defb n en ciencias es una'


defb ' de las actividades ' •
defb 'intelectualmente mas' >> HAPPENING Según Patrice Pavis en su Diccionario de teatro se trata
defb
(

gratificantes, y to' de una forma teatral que no emplea un texto dramático previo (en
defb 'dos los investigador' todo caso se vale de un guión o manual de instrucciones) y en la
126
(

defb es son en cierta med' que artistas y participantes realizan una actividad recurriendo a lo 127
defb 'ida hacker.s. si el g' aleatorio, sin el propósito de relatar una historia, imitar una acción
defb 'obierno anuncia ahor' a la manera del teatro tradicional o producir sentido alguno. Con
este objetivo el happening recurre a todo tipo de lenguajes artísti-
(

defb a que privatiza la C'


defb 'NEA, por que lo mand' y
cos técnicas, así como a la realidad extra artística, cotidiana. Se
lo asocia, finalmente, a nociones como evento (George Brecht), ac-
(

defb o el banco mundial, '


(

defb y si Cavallo manda a' ción Qoseph Beuys) y performance. El happening propone in actu
defb 'l Conicet a lavar lo' una reflexión sobre lo espectacular y sus mecanismos de produc-
defb 's platos, y todo eso' ción de sentido. Tiene sus orígenes en el trabajo de John Cage en
el Black Mountain College (1952) junto a un grupo multidisci-
(

defb es tan LEGi\..L, nos p'


defb ' reguntamos quien par' * plinario de colaboradores; en el grupo japonés Gutai (a partir de
(

defb a juzgar la legalida' 1955); y en la labor de Claes Oldenburg, Michael Kirby, Allan
defb 'd de un grupo de per' Karpow (Estados Unidos), Joseph Beuys y WolfVostell (Europa),
entre otros. Perdido el entusiasmo inicial de los años sesenta, el
(

defb sorras que lo unico q'


defb 'ue buscan es el cono' happening encuentra su continuación en la performance.
defb 'cimiento. Desafiar l' Algunas de las primeras publicaciones que llegan a nuestro país
acerca del fenómeno son: Happenings de Michael Kirby (1965);
(

defb as leyes en las que '


defb 'uno no cree es la un' "Happenings: an art of radical juxtaposition" de Susan Sontag (en
Against lnterpretation and other Essays, 1966); Le happening (Jean- trucción de la realidad, sino que se prC?pone reflexionar acerca del
Jacq ues Le bel, 1966). Este último visita la Argentina en 1967 y agotamiento y la necesaria renovación de las técnicas del arte tra-
realiza una conferencia-happening en el Instituto Torcuato Di Tella dicional en vistas al desarrollo de los medios masivos de comuni-
a la vez que se publica la traducción de su texto al español. cación y sus efectos en la cultura de masas.
El happening se instala en el medio artístico argentino sobre todo Resulta importante destacar el carácter híbrido, ~ntermedial, que
como comentario más o menos crítico de los medios y las tecno- presentaría al happening como un género de difícil clasificación.
logías de la comunicación. Uno de sus mayores difusores en el país, Respecto de ello, Masotta señala en el programa del ciclo Acerca
Osear Masotta, analiza el happening como un fenómeno de so- (de): "Happenings" (1966): "Al 'boom' de los medios de informa-
breinformación de los medios masivos de comunicación, un mito ción (sin duda, el caso especial es la televisión) de los años poste-
que poco corresponde con los happenings efectivamente realiza- riores a la Segunda Guerra Mundial, sigue una transformación esen-
dos y vistos en el escenario argentino (Happenings?, 1967). Por su cial, una rápida metamorfosis del 'objeto figurativo'. Pero ella no
parte, los medios de comunicación registran el fenómeno en clave servirá únicamente para generar o definir estilos o tendencias nue-
escandalosa, como una frivolidad muy alejada del compromiso po- vas ( ... ) estará simultáneamente en la base de la producción de
lítico y social que se esperaba de los intelectuales y artistas frente a áreas nuevas de la actividad artística, híbridos de otros géneros o
las problemáticas sociales de la época. Masona mismo reflexiona géneros nuevos, como el 'happening', gracias al cual ahora es po-
acerca de esta cuestión en el texto "Yo cometí un happening". Según sible no solamente convertir en tema los productos de los medios
128 el autor, sin embargo, el fenómeno presenta el signo de vejez de lo de la información masiva (según la postura y la fórmula pop), sino 129
nuevo, en la medida que, tan pronto como el mito se instala en el recortar y ensanchar el campo de un 'intermedia', una zona de ac-
imaginario modernizador de la época, tanto más los artistas bus- tividad que se apoya en el híbrido de los géneros a condición de
can ir más allá o después del happening. Como señala Ana Longoni colocarse, paulatinamente y cada vez más, en él interior mismo".
en el estudio preliminar de la edición de los trabajos de Masotta El ciclo en cuestión se realizó en el Instituto Torcuato Di Tella y
en torno al arte (Revolución en el arte, 2004), el texto en cuestión consistió en dos conferencias y tres happenings, presentados por
lleva por título Happening? (con signo de interrogación), indican- Osear Masotta: "El concepto de happening y las teorías" (con-
do sintomáticamente cierto desencanto del propio libro sobre el ferencia de Alicia Páez); Para inducir al espíritu de la imagen
. tema, pasando de su exaltación a su desmitificación. . (happening de Osear Masona); "Los medios de comunicación y
El pasaje abre, a su vez, un nuevo género artístico: el arte de los la categoría de 'discontinuo', en la estética moderna" (conferencia
medios de comunicación. De este modo, Roberto Jacoby, Eduardo de Osear Masona); Sobre happenings (happening del equipo de
Costa y Raúl Escari realizan en 1966 el Anti-happening -también Roberto Jacoby, Eduardo Costa, Pablo Suárez, Osear Bony y
conocido como Happening que no existió o Happening para un Miguel Ángel Telechea). El happening-ambientación de Mario
jabalí difunto [guerrilla de la comunicación] - , primera obra de Gandelsonas, Señales, que se encuentra en el programa del ciclo
arte de los medios. La mirada se desplaza de la obra artística a la finalmente no se realizó.
construcción mediática de un fenómeno artístico que no existió. Al carácter intermedia! se suma una mirada interdisciplinaria (artes
La obra informacional apunta no solo a dejar al descubierto el ca- visuales, danza, música y teatro) articulada por el análisis de Alicia
rácter engañoso de las técnicas mediáticas con respecto a la cons- Páez (primera conferencia del ciclo del Di Tella, luego publicada
en Happenings?), quien recorre diferentes teorías para detenerse, rango de fenómenos caracterizados tanto por la superposición de
particularmente, en la relación teatro/happening. El trabajo sin- lenguajes (yuxtaposición), como por la acción y su dimensión tem-
tetiza las principales características del nuevo género: manipula- poral (ejecución actual).
ción creativa de la relación con el público; importancia de los ma- Tanto el ciclo Acerca (de): "Happenings" realizado en el Di Tella
teriales (propiedades sensibles, aspecto ambientacional); ausencia como la publicación Happenings? dan cuenta del aspecto fuerte-
de argumento; la acción, dentro de ciertos límites, no está riguro- mente didáctico que opera en la producción intelectual de Osear
samente pautada; carácter irrepetible de acontecimiento; la (alta Masotta en torno al arte y también del programa del Di Tella en
de destreza especial en la ejecución; uso del lenguaje como efecto general. "Sobre happenings", por ejemplo, está conformado por
sonoro y expresivo más que como medio de significación y comu- un conjunto de happenings.ya realizados en el extranjero y recons-
nicación; el sueño, lo irracional, el inconsciente y lo afectivo como truidos bien por medio de la publicación de los guiones en revis-
contenidos; temporalidad circular y repetición. A partir de estas tas especializadas, bifn de primera mano, por el relato de Masotta
características, la autora compara el happening y el teatro desta- de su propia experiencia en New York, con el propósito de hacer
cando las aspiraciones renovadoras de algunas figuras teatrales del una historia del género en el país. Otro caso resulta Prune Flat
siglo XX como Edward Gordon Craig y Antonin Artaud en favor (Ciruela Chata, 1966), recreación de un happening de Robert
de un lenguaje teatral propio, liberado de la tradición literaria. Witmann realizado por Marta Minujín, Marucha Bo, Marilú
Las claves de lectura del fenómeno, tanto desde el punto de vista Marini y Leopoldo Maler también en el Di Tella.
130 de la actuación como de la estructura del espectáculo, es la de Marta Minujín representa en el medio artístico local una de la fi- 131
discontinuidad: en primer lugar, actuación no matrizada, ~n tanto guras más destacadas en el género del happening, con numerosos
las acciones no se proyectan en un contexto ficcional, ni tienen trabajos realizados en el país y en el exterior desde la década del se-
una connotación psicológica; se trata, por el contrario, de accio- senta a la actualidad, como puede leerse en su página web. Uno de
nes simples, de carácter inmediato y concreto. En segundo lugar, los happenings más recordados es Simultaneidad en Simultaneidad
el happening presenta una estructura compartimentada, en tanto (1966), realizado en el Di Tella [tecnoescena, videoarte]. MFP
las unidades de acción están dispuestas secuencial o simultánea-
mente, pero no presentan entre sí un encadenamiento lógico. •
Ante el diagnóstico de un mundo saturado por las concepciones >>HARDWARE LIBRE ¿Hasta dónde puede extenderse la idea de
impuestas a través de los medios de comunicación de masas, mu- una cultura li~re? Llevada al ámbito del hardware, esta filosofía
chas de estas prácticas artísticas se proponen reorientar la mirada del reúne las iniciativas de artistas y desarrolladores de tecnología
espectador. En este examen se hace ineludible la referencia a Antonin volcados a una forma de creación colaborativa también inspira-
Artaud y su teatro de los sentidos en el que los aspectos plásticos y so- da en la práctica del código abierto [software libre]. El hardwa-
noros cobran una nueva significación, donde los objetos reales ad- re libre intenta, como aquel, preservar una lógica comunitaria;
quieren una nueva importancia, donde desaparece el aspecto lógico permitir a todos los interesados aprender y crear sus propios dispo-
y discursivo de la palabra en favor de su aspecto físico y afectivo. sitivos beneficiándose con los conocimientos obtenidos por los
Pá~z encuentra, por último, que la noción de performing arts ad- demás. Si el código abierto hace que cualquiera pueda conocer
mite la hibridación de formas en sí misma, designando un vasto de qué manera fueron escritos y diseñados los programas, acce-
Pero ~a idea de un hardware libre no ·,n ecesita de una tecnología
diendo a sus códigos fuentes, el hardware libre aspira a lograr l?
sofisticada para ser puesta en práctica. En la Argentina, desde hace
mismo pero en el campo de las máquinas: instruri:entos musi-
años Jorge Crowe lleva adelante un proyecto de investigación y pro-
cales, consolas de videojuegos, mezcladoras de sonidos y, en ge-
ducción de obras compuestas mayormente por desechos electróni-
neral, circuitos programables a través de una computadora. Su
cos, máquinas en desuso como parlantes, grabadores, monitores
inclusión en proyectos de hardware libre los convierte en temas
de PC, cables y juguetes viejos. Con ellos, mediante nuevas cone-
de análisis y estudio compartido entre distintos integrantes .de
x~~nes y ag.regados, incluyendo Arduinos, Crowe produce dispo-
la comunidad, organizados en grupos y talleres, o en forma m-
smvos dedicados a la producción de sonidos e imágenes, asedia-
dividual, comunicados a través de Internet. En sus páginas y
dos generalmente P?~ ,la distorsión y el desorden, siempre
foros circulan los bocetos, planos~ instruccionés y consejos para
afirmados en s.u cond1c10n de tecnología rescatada de la basura y
poner en marcha sus prototipos, a los que cada participante podrá
dev~elta a la v~~a en forma de aparatos imprevisibles. Una opor-
adaptar a sus preferencias y necesidades, en una práctica herede-
tumdad, tambien, de explorar la tecnología desde un relato distin-
ra de la tradición estilo Do lt Yourselfde los radioaficionados Y la
to al de sus fabricantes. Protagonizado esta vez por una curiosi-
ciencia garage. El hardware libre propone, entonces, la creaci?n
dad de hacker :-siempre algo conspirativa- que es finalmente la
casera de dispositivos a costos reducidos y liberados de las restnc-
que subyace a la idea del hardware libre.
ciones impuestas por los fabricantes de tecnología para controlar
Pero esta práctica no podría prescindir de una dimensión colec-
su circulación en el mercado. tiva. Así entendido, el hardware libre presupone la existencia de 133
Sus aplicaciones en el campo del arte son amplias. Sobre todo
132 una comunidad activa, dedicada a producir y difundir los cono-
desde la difusión de los microcontroladores Arduino. Estas placas
cimientos necesarios para mantener funcionando sus creaciones.
electrónicas, dotadas de diversos puertos de entrada y salida, per-
El modelo libre implica un cuestionamiento de la privatización
miten conectar sensores, luces y parlantes a una computadora y
del sabe: y le contrapone iniciati~'as orientadas a hacer proliferar
organizar su funcionamiento mediante un l:ngu~je de progr~~~­
los medlOs para acceder a él. Una actividad que adquiere la forma
ción simplificado. De este modo, se abren mfimdad de posibili-
~e _gru~~s de afinid~d, talleres _Y hacklabs, espacios abiertos a la par-
dades para la creación de obras de arte interactivas, instalaciones
ticipac10n de estudiantes, artistas, hackers y otros interesados en
sensibles al movimiento del público y el diseño de secuencias com-
aprender sobre tecnología.
plejas de luces, sonidos y video organizados mediantes pr~gramas
Compartiendo Capital, originado en Rosario en 2005, impulsa-
específicos. Habría sido difícil crear este campo de expenmenta-
~~ ~o~ lnne Martina y Fabricio Caiazza, es un ejemplo de tales
ción utilizando las tecnologías ofrecidas por el mercado: su mo-
m1~iauv~s: ~u primer proyect~ fue ~l Pinhole Copyleft que ponía
delo de negocios cerrado restringe la información sobre el diseño
a disp~s1c~on de to~os - mediante mstructivos en su sitio web y
y funcionamiento de sus dispositivos con el objetivo ~e maximi-
talleres abiertos- la mformación necesaria para fabricar cámaras
zar las ganancias obtenidas (deteriorando, así, la capaCldad de los
estenopeicas con materiales accesibles como cajas de cartón. Uno
usuarios de modificarlos, aprender y compartir el conocimiento
de sus últimos proyectos, Anda, pone a disposición pública, a tra-
acerca de ellos). La licencia copyleft bajo la que se comercializan
vés. de videos y tutoriales, el conocimiento necesario para que cual-
las placas Arduino, sumada a su bajo costo y su detallada docu-
qmera pueda fabricar sus propias baldosas, diseñadas con las figu-
mentación, apuestan a revertir la situación.
ras y colores de su elección, y pueda, entonces, colocarlas en los Se puede decir entonces que todo hipermedia es interactivo en
baches de las veredas de su ciudad, en una suerte de recuperación cuanto que solicita la intervención del lector. Es él quien escoge
viral y autogestionada de su espacio público. el orden de los "textos" en la navegación del hipermedia y quien,
Con un enfoque más abiertamente informático, y también en en ocasiones, puede modificar el contenido de esos "textos" res-
Rosario, en 2006 comenzó a funcionar en el espacio Planeta X el pondiendo a peticiones de la máquina. La computadora, por su
LowLab, uno de los primeros hacklab del país dedicado al soft- parte, obedece las directrices del lector, estableciéndose así una
ware libre y la aplicación de Arduinos. conversación entre hombre y dispositivo a la que luego llamare-
Continuado en muchas otras experiencias de aficionados y artistas, mos interactividad.
la idea de un hardware libre, disponible para ser descompuesto, ana- El término hipermedia aparece, junto al de hipertexto, en el año
lizado y reapropiado según los deseos de sus usuarios, ofrece un 1965 cuando el filósofo y sociólogo norteamericano Tedl Nelson
punto de partida para especular con la posibilidad de recuperar una imagina un documento creado a partir de ideas de todo tipo, no es-
cuota de autonomía -al menos parcial- respecto de los caprichos tructuradas, no secuenciales: textos interactivos, dotados de imáge-
de la industria. De revertir la situación de desconocimiento sobre nes y enlaces que los conectaban con otros textos a través de un
los mecanismos y lógicas internas de la tecnología, que suelen per- panorama potencialmente infinito. Hipermedia era un concep-
manecer veladas para los usuarios, obligados a enfrentarse con lo to superador, que extendía el hipertexto a nuevos formatos visua-
que el filósofo Vilém Flusser llamó la "caja negra", la opacidad pro- les: diagramas, mapas, cómics y otras formas de graficar relatos e
134 pia de dispositivos de los que nada se sabe más allá de sus resulta- información. La distinción entre ambos términos se volvería di- 135
dos, impresos en pantallas u otros medios, originados en circuitos fusa con la llegada de Internet, cuyas páginas web dotarían a la
y códigos -casi siempre- invisibles o indescifrables. ChG idea de hipertexto de muchas, si no todas, las propiedades hiper-
mediales: interactivas, audiovisuales, navegables .
• El primer hipermedia realmente implementado fue Aspen Movie
\. << HIPERMEDIA>> Fusión d~ hipertexto y multimedia, la palabra Map, un sistema de navegación virtual por la ciudad de Aspen,
' "hipermedia" remite ·a.un'documento digital cuyos "textos" se en- · Colorado, creado en el MIT en 1978. Esta aplicación utilizaba mi-
cuentran codificados en distintos medió-; (texto, sonido, ima- llones de fotografías de las calles de la ciudad almacenadas en vide-
·•' \\ l .j. '
gen, programa) y pueden leerse (escucharse, verse) siguiendo di- odiscos. El usuario manejaba un joystick con el que podía activar los
...., . .
• 1 ferentes recorridos de lectura. Al igual que en el hipertexto, .? º diferentes enlaces (derecha, izquierda, adelante y atrás), "saltar" a
e_x jste en el hipermedia una lectura única y preestablecida ~ino cualquier lugar de la ciudad o cambiar de estación.
un conjunto de posibles recorridos sobre los cuales el lector cons- La apropiación del hipermedia por parte de los artistas en los años
t~uye su propio camino. Esta forma de lectura sería comparable a ochenta dio lugar a un género literario denominado hiperficción
una jugada de ajedrez: en cada "texto" el lector posee varios, uno [ciberliteratura]. Esta nueva forma de narrativa hipermediática ~i­
o ningún movimiento. Estas posibilidades fueron previamente de- guió los pasos de aquellas obras que en la segunda mitad del siglo
finidas por el autor. Si bien el lector construye su propio recorri- XX cuestionaron tanto la linealidad del discurso como el rol into-
do, este se encuentra de alguna manera acotado por las reglas de cable del autor. En nuestro país, podemos citar a Kolón (1996) de
juego de quien concibió el hipermedia. .. Raúl Lilloy como uno de los primeros hipermedias narrativos y pri-
mera novela mendocina en Internet. Se trata de una épica fantás- na lo burla llevándolo a cualquier otro elemento de la obra. Esta
tica que transporta la conquista de América al año 3492. La pági- situación se mantiene imperceptible para el lector mientras no in-
na principal de esta obra ofrece once accesos de lectura que con- tente repetir dos veces el mismo recorrido. Más aún, la navega-
ducen a fragmentos de texto e imágenes míticas en relación con el ción deviene en ocasiones circular, permite regresar a los elemen-
hecho histórico. La presencia de personajes como Kolón, Cortés, tos iniciales atrapando al lector en un bucle infinito. Este
Pinzón reafirman el vínculo con el descubrimiento del continente tratamiento original de la interacción que hace la autora permite
americano. Al mismo tiempo Lilloy utiliza astutamente una carac- repensar la libertad del lector frente a la obra y, por qué no, del
terística del hipermedia, la falta de un único principio y un único hombre frente a la máquina. ¿Conserva el lector la voluntad de
fin, para acentuar la ausencia de tiempo en su narrativa. elegir su propio camino? ¿Puede decirse que hay una verdadera
Eveline, Fragmentos de una respuesta (2004) es otra de las obras concesión de la producción de sentido cuando es un artilugio del
en la que su autora, Marina Zerbarini, busca movilizar al espec- programa el que finalmente determinará el rumbo? IL
tador otorgándole la posibilidad de organizar y estructurar la na-
rrativa. Basada en dos cuentos de James Joyce, "Eveline" y "Un •
triste caso", aborda cuestiones relativas a los afectos, los encuen- << HIPERTEXTO>> El concepto de "hipertexto" fue utilizado por
tros, los espacios de tránsito, el lugar del cuerpo. primera vez en 1965. Ted Nelson lo induyó en un trabajo titula-
El telar hipermediático se construye con todo tipo de medios que do "Procesamiento de información compleja: una estructura de
136 van activándose a pedido del lector. Aloja los propios textos de Joyce archivos para lo complejo, cambiante e indeterminado", presen- 137
que pueden leerse de manera no lineal, en párrafos parciales, en tado en una conferencia de informática en Nueva York. Allí
idioma español e inglés, o pueden leerse en su versión original com- Nelson, graduado de filosofía y sociología, elaboraba ideas en torno
pleta mediante links a páginas externas. Las imágenes correspon- a la que sería la obsesión de su vida: la creación de sistemas que
den a fotografías tomadas por la autora en relación metonímica convirtieran a las computadoras en herramientas para el aprendi-
con los textos o a imágenes de la red con obras de arte europeo o zaje y la difusión del conocimiento.
argentino. Presenta videos cortos donde mixtura movimiento fíl- Hipertexto se refería a un sistema de almacenamiento de textos.
mico y tratamiento informático. Cada elemento aparece dentro de En sus palabras: "una escritura no-lineal, textos que se bifurcan y
un contexto sonoro que corresponde a fragmentos de obras de otros pe~miten al lector tomar decisiones, para ser leídos en una panta-
artistas. Existen momentos de diálogo en los que la obra interr9ga lla interactiva. Con el hipertexto podemos crear nuevas formas de
al lector para luego comentar sus respuestas. Finalmente, la sección escritura que reflejen la estructura de aquello sobre lo.que escribi-
Bitácora lo invita a participar en la escritura de la obra con su opi- mos; y los lectores pueden elegir diferentes caminos de acuerdo a
nión, su interpretación, su historia. su interés y el flujo de sus pensamientos".
Quizás lo más curioso en la obra de Zerbarini es la forma en que Durante más de veinte años Nelson intentó hacer realidad su sueño,
acontece la navegación. En cada paso o escena el lector se enfren- cuya encarnación más ambiciosa sería Xanadu, un compendio de
ta a varias entradas pero al presionar una dr; ellas es la máquina textos e imágenes equivalente a la totalidad del conocimiento dis-
quien selecciona aleatoriamente el elemento que seguirá. Es decir, ponible a través de las computadoras. Sus programadores, sin em-
mientras él cree haber activado un enlace en particular, la máqui- bargo, a los que reclutaba entre jóvenes estudiantes de informáti-
a nunca lograron ponerlo en marcha. Todavía hoy Nelson, dedi-
c ' . en la manera e~ que su lógica contam ina y deforma la escritura,
cado a la docencia en una universidad de Japón, sostiene que su vi- com? ~n los micro-e~sayos que el crírico de ~rte Rafael Cippolini
sión original es superior y más consistente que ese otro sistema sur- publico en su blog C1ppodromo hasta 2011: citas, conceptos, en-
gido en 1990 en un laboratorio informático de Ginebra: la Web. laces, fotos, recuerdos, unidos por el hilo de una voz que se dis-
Los protocolos que le dan forma, como el HTML (del inglés,
g~eg~,, halla su rumb~ y vuelve a perderse una y otra vez. La res-
Lenguaje de Marcado de Hipertexto), retoman sus ideas, per~ adap- pirac1on de la Web se mtuye en estas palabras, plagadas de enlaces,
tadas a la arquitectura abierta de Internet, que finalmente hizo po- pero que sobre todo parecen flotar encima de los océanos de datos
sible su sueño de un archivo global e interactivo. asediadas por referencias a mundos distantes, que obligan a in-
Desde entonces, navegar textos e imágenes mediante clics se volvió terrogar los supuestos en los que se apoyan. Ensayos que entien-
habitual, y nuevos géneros como el net.art o la hiperficción (nove- den la Web como su ambiente ideal, allí donde es posible pen-
la o narrativa hipertextual) se propusieron llevar al arte aquel vérti- ~ar to~o de nu~vo y tender lazos entre materiales que parecía
go cognitivo añorado por Nelson. Para sus impulsores, los enlaces 1mpos1ble reumr. En esa ansiedad que transmite la escritura de
permiten superar las limitaciones del texto impreso agregándole nue- Cippolini, repleta de preguntas que abarcan desde la ciencia fic-
vas dimensiones: relatos de finales diversos, con imágenes flotantes ción cyberpunk y el porno hasta el arte en la era de los mundos
y efectos de sonido; libros acompañados de materiales adicionales, virtuales -por nombrar unos pocos temas-; en esa compulsión
cantidades inéditas de notas, comentarios, obras relacionadas. P?r enlazar a sitios web en los que laten, o parecen latir, nuevas
138 Las primeras narrativas hipertextuales [ciberliteratura], que iban pista~ a punto de ser descubiertas, allí vale la pena pensar que
en esa dirección y se desarrollaron sobre todo en los Estados 139
adqmeren fuerza aquellas esperanzas depositadas por Nelson en
Unidos, casi no incorporaban imágenes, por lo que la noción de el hipertexto. ChG
hipertexto se les aplica más estrictamente que a la segunda gene-
ración de narrativa hipertextual que tendría que ser considerada •
más bien como hipermedia. Y quienes teorizaron cerca de esa pri- >·> HOLOPOESÍA Las experiencias más conocidas en el campo de la
mera etapa de la hiperficción, como George Landow en su cono- holopoesía son las realizadas por el artista brasileño Eduardo Kac
cido libro Hipertexto. La convergencia de la teoría crítica contem- en la década del ochenta. En su trayectoria artística Kac se des-
pordnea, tendieron a plantear el hipertexto como r~alizació~ de . pla~ó. desde sus inicios de la poesía visual a la poesía holográfica
anteriores desarrollos teóricos acerca de la textualidad part1cu- y d1g1tal, para pasar de allí en forma más general al arte digital y
larmen te ligados al posestructuralismo, simplificando bastante al hioarte; es también editor de una compilación de ensayos acer-
tanto esos desarrollos como la noción misma de hipertexto leída ca de tecnopoesía en su carácter de poesía de los nuevos medios
casi como ((utopía realizada'' por las nuevas tecnologías digitales (Media Poetry: An InternationalAnthology). La holopoesía, poesía
en red. Así el hipertexto era visto como una ((superación" protési- ~º~~gráfica, como subespecie de la tecnopoesía, implica la compo-
ca de la literatura impresa. s1c1on y presentación del poema utilizando la holografía para lo-
Pero la idea de un complemento o prótesis de la escritura es una grar el efecto de una proyección tridimensional en la que el texto
de las menos interesantes para pensar el hipertexto -y el propio se ~a ~~mponiendo/ descomponiendo, flotando en el espacio con
Landow revisó en parte su teoría años después. Mejor detenerse vanac1on de formas, volúmenes, colores, grados de transparencia
y posiciones, siempre en relación con la posición que ocupa en el > INSTALACIÓN La instalación artística es un tipo de obra que por sus
espacio el lector/espectador quien se puede mover alrededor del límites difusos da lugar a caracterizaciones inestables. Su consolida-
texto. Kac, quien se caracteriza por publicar abundante material ción se produjo a finales de la década del sesenta y comienzos de la
escrito acerca de su propia obra -textos descriptivos, teóricos y/ o década del setenta. Momento en que el formato objetual de las obras
programáticos-, insiste en la idea de que el holopoema no impli- de artes visuales comienza a desaparecer a partir de la asimilación de
ca solo tridimensionalidad sino también una cuarta dimensión la herencia duchampiana y los inicios del arte conceptual.
temporal relativa a la mutación del poema en el tiempo. Lo deci- Múltiples expresiones estéticas nacen en este contexto: el happening,
sivo, por otra parte, no es solo la inscripción textual en la cinta ho- la ambientación, la intervención, la instalación. Todas comparten
lográfica para su posterior proyección sino "la creación de nuevas características comunes: son efímeras, necesitan del espacio y de
sintaxis, movilidad, no linealidad, interactividad, fluidez, discon- espectadores activos. Sin embargo, la forma en que se combinan
tinuidad y comportamiento dinámico posible en el espacio tiem- estas características permite establecer cierta especificidad para
po holográfico" ("Holopoesía y más allá", 1997). cada caso.
En la Argentina no son conocidas experimentaciones en el campo La instalación es, principalmente, una obra de entorno. El artista
de la holopoesía, pero el proyecto de poesía virtual elaborado por contempla la necesidad de crear un espacio sensible particular al
Ladislao P. Gyüri a mediados de los años noventa, proponía tam- momento de diseñarla y por ello tiene en cuenta también el espa-
. bién la exploración de las propiedades de un "efecto de tridimensio- cio expositivo donde va a ser montada. Esto implica que si la obra
140 nalidad". Su VPoem 14, por ejemplo, accesible solo en formato es trasladada, debe ser repensada en función del nuevo lugar y, po- 141
video en la galería virtual del CCEBA, permite darse una idea de las siblemente, modificada.
exploraciones de Gyüri relativas al efecto 3D en la poesía digital. La unicidad de la instalación reside, a su vez, en la particulari-
Por la misma época, a mediados de los noventa, en el campo de la dad de su condición efímera a medio camino entre la obra ma-
instalación Margarita Paksa trabajó con hologramas -aunque no ho- terial que deja una huella, materia de museo y de colección, y la
lopoemas- en su obra Entre el cielo y la tierra. Asimismo, otras obras · intervención diluida en el tiempo de su actuación. Esto marca
digitales más recientes, como Libros de Arena [interactivo] o un límite, por ejemplo, entre un happening y una instalación.
Divergencia Diferente de Cero de Mariano Sardón, exploran la ca- · Repetir un happening es más bien un contrasentido, no así una
pacidad lumínica de textos que se desparraman en el espacio produ- instalación siempre que la relación con el espacio sea tenida en
ciendo un efecto, si no idéntico, al menos sí emparentado con el del cuenta al momento del nuevo montaje. De este modo, la insta-
holopoema. Como parte de una generación de artistas que exploran lación sugiere hasta cierto punto que ha sido creada desafiando
el campo de la instalación digital interactiva, Mariano Sardón habi- los límites de la reproductibilidad y el mercado (una vez desmon-
lita en Divergencia Diferente de Cero, por ejemplo, la posibilidad tada, la instalación es de acceso indirecto solo a través de foto-
de que las palabras proyectadas, tomadas de textos que tienen por grafías y/o videos), pero al mismo tiempo no se niega por com-
tema la relación arte/tecnología y activadas aleatoriamente por el pleto a su perdurabilidad.
aplauso de los participantes sobre dos libros con todas sus hojas en Por otra parte, este tipo de obra incorpora la participación del es-
blanco, broten de las hendiduras del libro y, fluidamente, se derra- pectador y, en algunos casos, permite su interacción. En general,
men en el suelo bajo los pies de los participantes. CK el tamaño de los entornos creados habilita la relación entre los

También podría gustarte