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Este documento discute que la felicidad es un camino, no una meta. Sugiere que las personas más felices viven en el presente y disfrutan cada momento, en lugar de enfocarse sólo en lograr metas futuras. También argumenta que la felicidad está en el proceso de vivir y en las relaciones con otros, no en objetos o logros materiales. Finalmente, concluye que para ser feliz, uno necesita aceptarse a sí mismo y estar rodeado de personas que lo acepten y apoyen tal como es.
Este documento discute que la felicidad es un camino, no una meta. Sugiere que las personas más felices viven en el presente y disfrutan cada momento, en lugar de enfocarse sólo en lograr metas futuras. También argumenta que la felicidad está en el proceso de vivir y en las relaciones con otros, no en objetos o logros materiales. Finalmente, concluye que para ser feliz, uno necesita aceptarse a sí mismo y estar rodeado de personas que lo acepten y apoyen tal como es.
Este documento discute que la felicidad es un camino, no una meta. Sugiere que las personas más felices viven en el presente y disfrutan cada momento, en lugar de enfocarse sólo en lograr metas futuras. También argumenta que la felicidad está en el proceso de vivir y en las relaciones con otros, no en objetos o logros materiales. Finalmente, concluye que para ser feliz, uno necesita aceptarse a sí mismo y estar rodeado de personas que lo acepten y apoyen tal como es.
Yo considero, ¡No!, ESTOY SEGURO de que las personas que más disfrutan cada momento son las más inteligentes y más felices, aquellas personas que respondes a estas 3 preguntas de la siguiente manera: ¿Dónde estás?, AQUÍ; ¿Qué hora es?, AHORA; ¿Quién eres?, SOY ESTE MOMENTO. Porque después de muchos años, al final de su vida, podrán recordar y sentirse agradecidos de haber vivido el presente, de haber vivido el “AQUÍ Y AHORA”. Durante el inicio de tu camino de vida, en todo aquello que decidas emprender o atreverte a vivir te encontrarás con muchas personas que se vanagloriarán por sus miles de títulos y reconocimientos que tengan, pero que no necesariamente sean tan felices y te preguntarás ¿Por qué?, y es porque se enfocaron más en la meta y se olvidaron el proceso. En la mayoría de los casos las personas estamos buscando a la felicidad, la perseguimos día a día y pareciera que no la llegáramos a alcanzarla del todo, cuando ya parece que la tenemos agarradita de la mano, sucede algo y nuevamente se hace más lejana, y volvemos a pensar que superando ese “algo” nuevamente seremos felices, nos la pasamos diciendo cuando tenga mi casa nueva seré feliz, o cuando tenga mi carro, o cuando me gradúe, cuando me case, o cuando me divorcie, cuando tenga mis hijos, cuando tenga un trabajo estable, cuando, cuando, cuando… la vida se nos llena de “Cuando” que al parecer nunca se acaban y cada vez surge uno nuevo. Perdemos tanto tiempo en pensar que alcanzaremos a la felicidad que a veces la gente muere sin haber experimentado la felicidad o creyéndolo así. He llegado pensar que estamos mal enfocados y en que no deberíamos buscar la felicidad o de ver a la felicidad como una meta, porque la felicidad está con nosotros, está en el camino que recorremos con las personas que tenemos a nuestro lado y con las que conoceremos, “La felicidad es el camino y no la meta de llegada”, hay que ser y estar felices AQUÍ Y AHORA y no cuando suceda o deje de suceder algo; “No son las cosas que nos pasan lo que nos hace felices o desdichados, sino el modo en que las asumimos”, como lo decía Robert Holden en “Las claves de la Felicidad” Como dato curioso, si nos ponemos a ver, los bebes cuando llegan al mundo no llegan tristes, llegan con la felicidad a flor de piel, tanto así que son capaces de transmitirlas a las personas cercanas a él, o no te has fijado que cuando ves a un bebito o estas cerca de alguno lo que te sale espontáneamente es una sonrisa, eso fue ese angelito que te transmitió su felicidad. Lo que sucede muy a menudo es que las frustraciones, a veces las metas que nos trazamos en la vida nos hacen perder ese estado maravilloso de armonía y felicidad con el que llegamos y la influencia externa nos afecta gravemente permitiéndonos no ver o sentir lo que por naturaleza llevamos con nosotros. Tu para ser feliz, ¿qué necesitas? “Yo para ser feliz necesito estar cerca de las personas que me quieren y aceptan con mis fortalezas y debilidades. Ellas son mi marco de referencia. Disfrutan y sufren con mis emociones y no me exigen que esté siempre al máximo nivel. El sentirlas cerca me facilita que pueda tener fe, que pueda ser tolerante conmigo mismo. Me apoyan para que pueda ser yo mismo y esto me ayuda a sentirme feliz; YO PARA SER FELIZ NECESITO… SER YO”.