La Experiencia de La Felicidad

CENTRO
DE SANACIÓN
HUMANA
La experiencia de la felicidad.
CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 1

Psicología de la Felicidad: La felicidad significa tener sentimientos positivos y
un estado mental positivo.
Experimentas felicidad durante el día, quizás muchas veces, pero no recuerdas

las ocasiones porque no les prestas atención o las das por sentadas. También
es cierto que la felicidad no dura mucho. Puede que deje algunos buenos
recuerdos, pero la propia felicidad sigue huyendo en la mayoría de los casos.
Hay dos aspectos de la felicidad. Uno es la experiencia de la felicidad y el otro

el estado de felicidad. La experiencia de la felicidad surge de tu experiencia de
sentimientos positivos que surgen de los eventos o las personas con las que te
encuentras en tu vida. Te sientes feliz cuando las encuentras agradables o
aceptables.
El estado de felicidad surge de tu actitud general, mentalidad o propensión.
Para la mayoría de las personas, la vida es una lucha, ya que tienen que
sacrificar muchas comodidades y libertad personal para ganarse la vida. Por lo
tanto, no experimentan la felicidad tanto como quieren o esperan.
No puedes eliminar todas las condiciones que interfieren con tu felicidad o

aumentan tu incomodidad e infelicidad. No puedes estar completamente libre
de estrés y ansiedad ya que la vida te impone numerosas cargas en tu lucha
por la supervivencia y la búsqueda de la paz.
Sin embargo, puedes aprender a ser feliz y pacífico dentro de tus posibilidades
y circunstancias, incluso en condiciones adversas. puedes hacerlo cambiando
tu pensamiento, prioridades, expectativas y actitud.

CONTENIDO:
1. Cómo ser feliz con significado y propósito

2. La psicología de la felicidad
3. Una clave para la felicidad
4. Psicología Positiva Para Laicos
5. Encontrar la felicidad en los placeres simples de la vida
6. Cómo lidiar con situaciones desagradables
7. El camino a la felicidad interior
8. El significado, la filosofía y la base espiritual de la felicidad
9. ¿Qué te hace feliz?
10. Factores que contribuyen a la felicidad
11. Estrategias efectivas para aumentar tu felicidad
12. El camino espiritual hacia la paz y la felicidad
13. Recursos y libros sobre pensamiento positivo o PMA

Cómo ser feliz con significado y propósito.
La felicidad es un estado mental positivo y tener sentimientos

positivos. Experimentamos felicidad con frecuencia casi todos los días, pero no
recordamos esas ocasiones, ya que no les prestamos atención. También es
cierto que en la mayoría de los casos, nuestros momentos de felicidad no duran
mucho. Podemos discernir dos aspectos de la felicidad en nuestras vidas, la
experiencia de la felicidad y el estado de felicidad. El primero connota momentos
felices que experimentamos en nuestras vidas y el segundo se trata de nuestro
estado mental general, actitud y propensión.
La experiencia sugiere que por lo general somos felices en las siguientes

circunstancias.
1. Cuando hacemos lo que más nos gusta.
2. Cuando tenemos un propósito en la vida.
3. Cuando estamos en armonía con nosotros mismos y con los demás
4. Cuando nuestros sueños y deseos se cumplen
5. Cuando aprendemos a adaptarnos a las exigencias de la vida
6. Cuando ayudamos a los demás
7. Cuando somos reconocidos, recompensados y apreciados
8. Cuando somos amados y cuidados
9. Cuando tenemos seguridad y estabilidad
10. Cuando tenemos el control de una situación
11. Cuando estamos en compañía de las personas que más amamos.
De lo anterior queda claro que podemos hacernos felices creando situaciones y

condiciones que conducen a la felicidad. Mientras que algo de frustración e
insatisfacción aún puede permanecer en lo profundo de nuestras mentes y
algunas circunstancias de nuestras vidas aún pueden molestarnos, dentro de
esas limitaciones podemos crear oportunidades para aumentar nuestra felicidad.
En este sentido, las siguientes sugerencias son útiles.
1. Haz lo que más te gusta. Si no puede dejar su profesión actual, use su tiempo
libre para perseguir sus pasatiempos y sueños.
2. Ten un propósito en tu vida, que te dé un sentido de dirección y la capacidad

de soportar el sufrimiento con esperanza y determinación.
3. Pasa tiempo con las personas que más quieres y las que te quieren
mucho. Las personas que te aman aumentan tu autoestima y te hacen sentir bien
contigo mismo.
4. Evita la compañía de personas críticas y con las que no te llevas bien. A veces
es mejor evitar las malas compañías que tratar de impresionarlas y conquistarlas.
5. Encuentre tiempo para ayudar a los demás, invite a sus amigos y familiares a
almorzar o cenar, participar en alguna actividad voluntaria o asesorar a los niños
que necesitan ayuda y que carecen de un entorno familiar adecuado.
6. Ya sea en el trabajo o en casa, hágase útil, servicial y amable en todo lo que

pueda.
7. Viva dentro de sus posibilidades e invierta sabiamente sus ahorros aunque no

sea mucho.
8. Evite asumir riesgos indebidos cuyas consecuencias no pueda resolver.
9. Déle a su salud la máxima prioridad y asegúrese de mantenerse saludable

tanto mental como físicamente.
10. Concéntrate en tus fortalezas y logros y aprende a perdonarte y aceptarte

incondicionalmente.
11. Evite lastimar y dañar a otros por ganancias personales o para sentirse
bien. Tienes que reconocer el derecho a la felicidad de otras personas al igual
que reconoces el tuyo.

La psicología de la felicidad.
En este ensayo examinamos el significado, el propósito y la psicología de la

felicidad, los enfoques de la felicidad y la felicidad en relación con varios aspectos
sociales y materiales de la vida.
¿Qué es la felicidad?
La felicidad es un estado mental. Estás familiarizado con eso. Sabes lo que

significa. También sabe por experiencia cómo hacer que usted o los demás sean
felices a su manera única. La vida nos enseña muchas lecciones y de ellas
aprendemos las muchas posibilidades por las cuales podemos minimizar
nuestras penas y maximizar nuestra felicidad y realización. Es posible que no
siempre tengamos éxito en nuestros objetivos. Sin embargo, vivimos con la
convicción de que la felicidad es posible, alcanzable y repetible haciendo ajustes
en nuestro pensamiento y actitud. Nuestras elecciones y conclusiones sobre la
felicidad pueden no ser siempre racionales o saludables. Sin embargo,
conocemos por instinto las situaciones y las personas que pueden aumentar
nuestra felicidad.
La felicidad es tanto a largo como a corto plazo. Podemos experimentarlo

momentáneamente a partir de las alegrías y los placeres simples de la vida y, en
retrospectiva, de la suma total de nuestros logros cuando reflexionamos sobre
ellos y vemos hasta dónde nos fue. Ya sea a corto o largo plazo, sabemos por
experiencia que, como todo en este mundo, la felicidad no es ni permanente ni
continua.
Seas rico o pobre, joven o viejo, y vivas o no en la parte más próspera del mundo,
no es posible ser feliz siempre. En un momento estás feliz y en el otro momento
estás pensativo. Incluso un bebé sabe que si tiene que ser feliz, debe asegurarse
de recibir la atención adecuada de sus padres. Así es la vida, un gran paseo que
dura toda la vida en la montaña rusa de las emociones.
La felicidad es una emoción positiva que experimentamos en forma de alegría,

plenitud, inspiración, satisfacción, placer, contentamiento, ánimo, regocijo,
entusiasmo, placer, deleite, disfrute, etc. Cuando eres feliz, te sientes bien,
bendecido y en la cima del mundo. Te sientes cargado de energía y
entusiasmo. Vives con mayor confianza y optimismo.
Sin embargo, su capacidad para la felicidad depende de sus sentimientos

generales sobre usted mismo y su situación de vida actual. Tu felicidad no durará
mucho a menos que te sientas bien contigo mismo y con tu vida en general. Si
bien la felicidad es una emoción universal, tiene tantas capas que no es fácil de
definir. Aunque vivimos en el mismo planeta, vivimos en mundos diferentes.
Lo que es felicidad para uno puede no ser felicidad para otro. Cuando la vida se
vuelve tan dura y desafiante, para muchas personas pensar en la felicidad es un
lujo, si no puro egoísmo. Para ellos, la vida se trata de hacer sacrificios,
compromisos y ajustes, no de felicidad. Hoy en día estamos tan preocupados por
los problemas diarios y los plazos apremiantes que, para la mayoría de nosotros,
la felicidad significa simplemente no tener problemas serios en la vida. Problemas
ordinarios que vas a tener de todos modos.
Si bien tal pensamiento sobre la felicidad está justificado desde ciertas

perspectivas, pensar sobre la felicidad desde la perspectiva de los problemas
puede no ser el enfoque correcto. Nuestras vidas son tales que nunca estamos
realmente libres de problemas, excepto cuando estamos muertos o cuando
entramos en un sueño profundo. Además, incluso si tratamos de enfocar
nuestras mentes en otra parte, los medios de comunicación, nuestros amigos e
Internet se aseguran de que sepamos lo que ha estado sucediendo en el mundo
real en tiempo real.
Parece que la felicidad, que es lo que la mayoría de nosotros queremos

experimentar en nuestras vidas, no recibe tanta atención como merece. La
mayoría de las personas pasan por una lucha si les pides que recuerden algunos
momentos en los que experimentaron verdadera felicidad. Eventualmente
recordarían algunas experiencias, pero rara vez sin hacer un esfuerzo.
No es que estas personas no hayan experimentado la felicidad o no les

importe. Puede que hayan experimentado la felicidad en muchas ocasiones, pero

no la recuerdan porque sus mentes están en otra parte. Lo que pasó entonces
ya no es una prioridad. Esos eventos se han ido. Puede que pienses en ellas de
vez en cuando y quieras repetirlas si es posible. Pero, ahora mismo hay tantos
otros asuntos que tienes que resolver, que tu mente necesita tiempo para
reenfocarse y recordarlos.
También es probablemente cierto que las expectativas de experimentar grandes

momentos en la vida son más emocionantes que los momentos mismos. La
mayoría de las personas luchan por la felicidad con sus medios limitados y
quieren ser felices; sin embargo, cuando son realmente felices, la mayor parte
del tiempo, la tratan como cualquier otra experiencia y la archivan en los armarios
de sus mentes.

Felicidad es...
Antes de examinar la filosofía y la psicología de la felicidad, examinemos

brevemente cómo las personas perciben la felicidad en sus vidas y qué creencias
y opiniones suelen asociar con ella.
Las personas ven y experimentan la felicidad de varias maneras, que se

enumeran a continuación.
1. La felicidad es un sentimiento placentero.
2. La felicidad es un sentimiento subjetivo que se expresa de diversas formas.
3. La felicidad depende de la satisfacción de las necesidades.
4. La felicidad está ligada a los valores que uno sigue.
5. La felicidad no significa que uno esté completamente libre de preocupaciones.
6. La forma en que las personas experimentan y expresan la felicidad es
universal.
7. A medida que envejecemos tendemos a ser menos felices.
8. Nuestra felicidad surge tanto de factores intrínsecos como extrínsecos.
9. El lenguaje corporal asociado con la felicidad es común en todas las culturas
y pueblos.
10. Puede que no definamos la felicidad con claridad, pero sabemos lo que
significa.
11. Las personas difieren en su empatía y sensibilidad hacia la felicidad de los
demás.
12. La felicidad puede surgir de nuestras percepciones, memoria o incluso
imaginación.
13. Las expectativas reducen la felicidad.
14. Incluso los animales parecen experimentar la felicidad a su manera única.
15. Cuando eres feliz, experimentas el mundo y las relaciones de manera
diferente.

La psicología de la felicidad.
Debido a la diferencia individual en su temperamento, disposición y actitudes, las

personas varían en su capacidad para experimentar diferentes
emociones. Ciertos factores predisponen a las personas a ser felices y ciertos
factores las predisponen a estar deprimidas e infelices y tales factores pueden
seguir cambiando de vez en cuando en la vida de un individuo.
Por ejemplo, los extrovertidos y los introvertidos pueden diferir en su capacidad

para responder a diferentes situaciones y experimentar diferentes
emociones. Del mismo modo, las personas sanas están más predispuestas a ser
más felices que las personas con problemas de salud crónicos. Se ha
demostrado que el ejercicio es efectivo para levantar a las personas de la
depresión temporal. También se ha descubierto que la liberación de ciertas
sustancias químicas en el torrente sanguíneo induce emociones positivas en las
personas. Los estudios en neurociencia sugieren que diferentes áreas del
cerebro son responsables de diferentes emociones como la felicidad o la
depresión.
Estos hallazgos indican que los factores genéticos, químicos y biológicos pueden
estar detrás de gran parte de nuestro comportamiento emocional. El
pensamiento positivo, la resiliencia, las creencias religiosas, el conocimiento y la
educación, la sensibilidad estética, la extroversión e introversión, la autoestima y
la aversión al riesgo son algunos rasgos de personalidad que se vinculan con
nuestra felicidad. En la siguiente discusión, examinamos la psicología de la
felicidad desde diferentes perspectivas para que no solo obtengamos una
comprensión más profunda del tema de la felicidad, sino que también
conozcamos los medios para mantenerla.
La filosofía de la felicidad.
Si nuestras acciones están en armonía con el código de conducta y las normas

morales establecidas, tenemos mayores posibilidades de experimentar una
felicidad intensa y duradera. Filósofos como Aristóteles, Platón y Thomas
Jefferson en el pasado argumentaron que la virtud era imperativa para la felicidad
humana.
Immanuel Kant creía que más que la virtud, el ejercicio de la fuerza de voluntad
para lograr el bien era importante y en esa búsqueda uno podría tener que

sacrificar incluso el deseo de felicidad. Al ser humano no le interesa el mero
hecho de vivir, sino vivir adecuadamente según su sentido de juicio. Su sentido
de la propiedad y la moralidad puede variar, pero nadie se siente realmente feliz
por estar en el lado equivocado de la vida o por cometer acciones moralmente
depravadas que degradan la vida o la dignidad humana.
La felicidad genuina surge de hacer el bien y ser bueno. existe una clara
correlación entre el altruismo y la felicidad. Por naturaleza, podemos ser seres
en conflicto, impulsados por el interés propio por un lado y la necesidad de
pertenencia y aprecio por los demás. Hay una naturaleza superior en cada uno
de nosotros que nos impulsa a realizar buenas acciones, que no solo definen
nuestro carácter y elevan nuestra autoestima, sino que también conducen a
nuestro bien individual y común. Aprendemos de la historia, de nuestras
religiones y de nuestra propia observación que la felicidad que surge del mal y
las acciones negativas es temporal y, a la larga, conducirá a la tristeza y el
sufrimiento.
Desde esta perspectiva, llegamos a la norma moral universal de que es mejor ser
pobre y justo que rico y malvado. Este es el aspecto moral de la felicidad.
Dimensión social de la felicidad.
Hay una dimensión social en la felicidad. Aprendemos temprano en la vida de

nuestros padres y compañeros que nuestra felicidad no debe conducir a la
miseria de los demás o aumentar su miseria. Un ladrón puede sentirse feliz
robando a otro. Un cazador puede sentirse feliz después de cazar algunos
animales salvajes y hacer trofeos con sus cabezas. Espiritualmente, se describe
mejor en el hinduismo como felicidad tamásica, o felicidad maligna, que será de
corta duración con los peores resultados kármicos.
La verdadera alegría surge de ayudar a los demás y de ser útil. También nos
sentimos felices y en paz cuando nos preocupamos por los demás. Esta
dimensión social de la felicidad nunca debe ser ignorada. La constitución de los
Estados Unidos garantiza a sus ciudadanos la vida, la libertad y la búsqueda de
la felicidad. Estos tres están interconectados. No hay nada deprimente para un
ser humano que no tener libertad, vivir con miedo y sumisión y sentirse oprimido
por el peso de la autoridad. Esto, en resumen, es el aspecto social de la felicidad.

Riqueza y felicidad.
Hay un lado material de la felicidad. La riqueza puede no hacerte feliz, pero si

estás dispuesto a la felicidad, la riqueza puede aumentar tus posibilidades de
felicidad. Riqueza no significa riqueza material. Si tienes la riqueza de un talento
o habilidad y la usas abundantemente en tu vida, experimentarás mayor
satisfacción que cuando no encuentras oportunidades para usarla.
La felicidad proviene de la abundancia de tener cosas, alcanzar metas, hacer uso

de tus talentos, lograr el éxito, tener buena salud, hacer un trabajo que te guste,
tener la libertad de disfrutar la vida, tener oportunidades para alcanzar la
excelencia, perfeccionar tus habilidades, ganar nombre y fama, ocupar
posiciones de liderazgo de poder y autoridad, disfrutar de un estatus más alto en
la sociedad, tener un buen patrimonio neto o ingresos seguros, y tener relaciones
satisfactorias con amigos y familiares.
Generalmente, las personas son felices cuando tienen la oportunidad de ser ellas
mismas, expresarse y actualizar sus potenciales, talentos, sueños y
aspiraciones. Cuando viven en países que les brindan tales oportunidades para
alcanzar sus metas personales y ganar reconocimiento por sus talentos y
habilidades individuales, experimentan una mayor realización y felicidad interior
que cuando tales condiciones están ausentes o son limitadas.
Un mundo de escasez es un mundo de miseria. Las películas y la literatura

pueden glorificar la escasez y la pobreza y demonizar la riqueza en apoyo de
ciertas agendas engañosas, pero el corazón humano sabe en qué dirección se
encuentra su felicidad. Este es el aspecto material del éxito.
Espiritualidad y felicidad.
Ahora, en cuanto al lado espiritual de la felicidad, la creencia general es que las

personas espirituales son algo serias acerca de la vida y no muy amantes de la
diversión. Esta es una creencia falaz. Si bien el éxito material nos brinda felicidad,
se puede cimentar aún más con el esfuerzo espiritual. Nuestras escrituras
sugieren que la felicidad se puede experimentar en forma de paz y estabilidad
mediante el contentamiento, el dar y permanecer centrados en nuestro yo
espiritual.

Las personas que atienden sus necesidades espirituales y cultivan una
determinada actitud espiritual en los primeros años de su vida son generalmente
felices y pacíficas. Aprendemos de nuestros maestros espirituales que más
importante que la felicidad, que es pasajera, es la superación de las aflicciones y
modificaciones de la mente, lo que generalmente se logra practicando el
desapego, la renuncia, la moderación, el equilibrio, la uniformidad, la discreción,
la pureza, la moderación, la disciplina, la honestidad, no codicia, resolución,
concentración, meditación y devoción. La espiritualidad exige un esfuerzo
sincero y austero. No todos pueden hacer frente a sus desafíos. La gente tiene
que descubrir su propia espiritualidad.
Algunos encuentran paz en la compañía de la naturaleza, algunos ayudando a

otros, algunos salvando a los animales salvajes, algunos brindando refugio,
algunos siendo voluntarios, algunos siendo ellos mismos, algunos en el yoga,
algunos en el servicio a Dios y algunos en evitar la compañía de los
mundanos. Depende del temperamento individual si uno quiere equilibrar sus
deseos materiales con aspiraciones espirituales o dedicarse completamente a la
vida espiritual. Este es el aspecto espiritual de la felicidad.
Religiones y felicidad.
Las religiones pueden hacer a la gente feliz o miserable. Depende de cómo miren
sus religiones, qué aprendan de ellas, dónde centren su atención y cómo utilicen
su conocimiento y principios de la religión para su crecimiento y desarrollo.
Cada religión tiene aspectos superiores e inferiores. Según sus creencias y

actitudes y el área de atención, las religiones pueden convertirse en una fuente
importante de felicidad o miseria. Pueden conducir a la luz y la sabiduría oa la
oscuridad y la ignorancia. Pueden conducir a la miseria y al sufrimiento si las
personas los utilizan para promover persecuciones y discriminación de
individuos, divisiones de castas y clases o investir injustamente a ciertos grupos
e individuos con autoridad moral y temporal para castigar a otros en nombre de
Dios y la justicia divina.
Por lo tanto, podemos concluir con seguridad que las religiones no garantizan la
felicidad, a menos que se utilicen para causas justas y justas. Con el
conocimiento y el temperamento correctos, las personas pueden obtener paz y
felicidad de sus religiones. Incluso aquellos que no creen en las religiones
organizadas pueden lograr el mismo nivel de paz y felicidad al desarrollar una
filosofía personal propia basada en su conocimiento y experiencias y usarla para

protegerse de las decepciones y contratiempos. El miedo y la ansiedad son los
principales obstáculos para la paz y la felicidad. Pueden hacer frente a estas
aflicciones con la ayuda de la religión.
En otras palabras, debes sacrificar tu felicidad egoísta por los intereses más
amplios de tu liberación espiritual. En resumen, cuando se usan adecuadamente,
las religiones pueden mejorar la calidad de vida de las personas y ayudarlas a
experimentar paz y seguridad. Este es el aspecto religioso de la felicidad.
La felicidad aquí y en el más allá.
Las escrituras de varias religiones sugieren que la felicidad no es posible aquí

sino sólo en el más allá. Describen la tierra, el mundo mortal, como el lugar más
miserable y pecaminoso de la creación de Dios, donde los demonios aguardan a
cada paso para manchar las almas con malos deseos. Es el terreno preparatorio,
no el destino final. Incluso puede considerarlo un campo de pruebas. No es lo
que parece porque todo es una trampa, incluso la felicidad.
Lo que consideras éxito material puede ser en realidad un compromiso

pecaminoso, ya que el éxito material es difícil de lograr sin sacrificar los valores
morales. Viviendo en un mundo tan miserable y deprimente, lleno de pecado y
maldad, aquí tenemos derecho a experimentar raros momentos de éxtasis divino
que podemos encontrar de forma duradera solo en el cielo inmortal. Uno de los
Upanishads llega al extremo de explicar que la dicha de estar en compañía de
Dios es mil millones de veces más intensa que la de un placer carnal.
Por lo tanto, de una forma u otra, todas las religiones transmiten el mismo
mensaje implícito de que el propósito de tu vida aquí es ejercitar la moderación y
prepararte para tu vida después de la muerte, lidiando con los demonios de tu
propia mente y posponiendo tus placeres e impulsos naturales. hasta el final, en
lugar de perseguir los placeres por el placer. Te advierten que tratar de encontrar
la felicidad en este mundo es como perseguir un espejismo porque aquí todo es
transitorio, inestable y alimenta nuestro deseo de tener más de lo mismo.
Por lo tanto, ni la riqueza ni el éxito garantizan la verdadera felicidad, sino el

desapego con ellos. La verdadera felicidad llega solo a expensas de un arduo
esfuerzo, al final de una lucha larga y agotadora, cuando has sufrido y sacrificado
lo suficiente. Para calificar para la vida inmortal en el cielo más alto, deberías
haber llevado en tu corazón las brasas de la agonía, haber aprendido las
lecciones de tu vida de tanto sufrimiento y haberte perfeccionado en el camino

hacia la liberación, dejando ir todo, incluida tu preferencia por la comodidad. y
felicidad.
Circunstancias y felicidad.
Investigaciones recientes sobre la felicidad sugieren que ciertas condiciones

predisponen a las personas a la felicidad. Por ejemplo, se encuentra que las
personas son más felices cuando están con sus amigos que con sus cónyuges o
hijos. Del mismo modo, la investigación indica que el dinero no es el factor más
poderoso para influir en la sensación de bienestar de las personas.
En cambio, hay otros factores como una buena noche de sueño, ayudar a los
demás, ser apreciado, sentirse útil, encontrar un propósito, que tienden a hacer
que las personas se sientan bien consigo mismas y con sus logros. Abraham
Maslow sugirió que la satisfacción de las necesidades conduce a la felicidad y,
especialmente, la satisfacción de las necesidades de autorrealización conduce a
"experiencias máximas" caracterizadas por emociones edificantes,
fortalecedoras y que trascienden el ego, como la euforia, la dicha, los
sentimientos de autoestima e incluso la experiencia mística. de sentir unidad con
el mundo o el universo. Nuestra felicidad también depende de cómo enmarcamos
nuestra experiencia o la interpretamos.
Amor y felicidad.
El amor y la felicidad no necesariamente van juntos. Aquellos que están

enamorados pueden experimentar felicidad en presencia de sus amantes. Pero
también pueden sufrir episodios de depresión si están separados unos de otros
o si existen entre ellos algunas barreras que impiden su unión.
Como otras emociones humanas, el amor también se deteriora con el tiempo. El

amor crea sufrimiento en lugar de felicidad. La felicidad auténtica proviene de ser
libre en lugar de estar atado. Si busca la felicidad en las relaciones amorosas,
debe estar preparado para las decepciones y los contratiempos. Si puedes
aprender a amar a los demás sin expectativas y sin apego, lo cual es muy difícil
para la gente común, entonces tienes mejores posibilidades de experimentar la
felicidad en tus relaciones amorosas.

Éxito y felicidad.
La creencia general es que si tienes éxito, eres más feliz. La verdad es que la
búsqueda del éxito puede no ser un buen augurio para su felicidad a menos que
aprenda a equilibrar ambos. El éxito exige cambio y el cambio exige compromiso
y ajuste. Por lo tanto, para lograr el éxito puede que tenga que hacer ciertas
elecciones y sacrificios que pueden reducir su felicidad.
Para muchos, el éxito significa estar dispuesto a trabajar durante muchas horas,
hacer frente a los celos profesionales y el escrutinio constante, negarse esa
preciosa oportunidad de vacaciones o perder tiempo de calidad con sus amigos
y familiares. Estos pueden ser potenciales destructores de la felicidad. Si bien
estos son los problemas que uno tiene que resolver mientras lucha por el éxito,
pueden surgir más problemas después de que uno tiene éxito. Pararse en la cima
de una pirámide es más estresante que escalar y alcanzarla.
Por lo tanto, el éxito puede resultar contraproducente para los mal

preparados. Las personas exitosas tienen que lidiar con la atención que viene
con el éxito. Muchas personas se marchitan bajo la mirada constante de la
publicidad y el deslumbramiento de los medios.
Por lo tanto, si aspira al éxito y quiere ser feliz, normal y pacífico, debe cultivar
una mentalidad saludable en la que pueda mantener el control de su vida y sus
acciones y evitar los efectos secundarios del éxito.
La felicidad no es el único objetivo de la vida humana.
Hay más en la vida que la mera búsqueda de la felicidad porque la verdadera

felicidad depende de muchos factores. El ser humano no es feliz por ser
feliz. Quieren lograr y lograr más. Quieren llevar vidas significativas, con orgullo
y dignidad, y ser queridos, amados y respetados. Quieren llevar una vida que los
defina, los eleve en la estima de los demás y contribuya a su bienestar general. Y
estos exigen inmensos sacrificios de su parte, incluido el sacrificio de la felicidad
misma.
Por lo tanto, aunque la felicidad es importante, no es de lo que se trata la vida

humana. Los seres humanos ven la vida tanto como una oportunidad para
experimentar la riqueza y diversidad de la vida como para lograr ciertas metas
importantes que atesoran en sus corazones como autorrealización. El resultado
final de todos esos logros, suponen, sería la felicidad.

Por lo tanto, las personas experimentan la felicidad por una variedad de razones,
incluso negativas, como la derrota o la desaparición de un enemigo o el
encarcelamiento de un asesino en serie.
Razones para la infelicidad.
Es importante saber que la infelicidad no es exactamente lo contrario de la

felicidad. La ausencia de uno puede no desencadenar el otro. A veces, también
pueden coexistir. En la mayoría de los casos, las personas alternan entre
ellos. Son esencialmente dos emociones diferentes experimentadas por nosotros
en diferentes circunstancias.
Sin embargo, sabiendo lo que nos hace infelices, podemos desarrollar

estrategias efectivas para hacer frente a nuestra infelicidad o minimizar su
posibilidad para que aumenten nuestras posibilidades de experimentar la
felicidad. Algunos de los factores que conducen a la infelicidad son: enfermedad
física y mental crónica, comparación, diálogo interno negativo, conflictos,
relaciones abusivas, hábitos poco saludables, fracaso, crítica, desaprobación,
celos, ambiente hostil, miedo y ansiedad y falta de sentido y propósito en la vida.
Felicidad en dar y servir.
Si bien la felicidad es un componente importante de la vida, sabemos por

experiencia que no vivimos solo de la felicidad y que tenemos otros objetivos que
lograr para experimentar la plenitud, por lo que tenemos que sacrificar la felicidad,
como las personas que se van al extranjero en busca de salarios más altos y
dejan su hogar. familias, personas que se ofrecen como voluntarias para vivir en
países económicamente atrasados para prestar servicio comunitario, o personas
que eligen visitar áreas devastadas por la guerra para informar sobre las
condiciones allí.
En algún momento de la vida, estas personas trascienden su propia necesidad

de felicidad y aprenden a hacer sacrificios por el bienestar de los demás. Y la
investigación indica que aquellos que sirven a los demás obtienen más felicidad
y satisfacción en sus vidas que aquellos que viven únicamente para sí mismos.

Midiendo la felicidad.
Hace unos doscientos años, un filósofo británico consideró que era posible medir
la felicidad y cuantificarla tomando en consideración ciertos factores como su
intensidad, duración, velocidad, certeza, pureza, consecuencias, etc. John Stuart
Mill y Francis Edgeworth siguieron sus pasos y trataron de mejorar sus métodos
para cuantificar la felicidad.
Si bien es posible hoy en día medir la intensidad de un sentimiento o emoción

mediante el estudio de los impulsos y las respuestas del cerebro, todavía
estamos lejos de idear métodos universalmente aceptables para medir la
felicidad. Podemos saber intrínsecamente cuán felices somos y al observar con
cierta sensibilidad cuán felices son los demás y usar esa información para
comparar y contrastar; pero aun así ese conocimiento sería inadecuado para
cuantificar la felicidad en una escala.
Nuestra felicidad puede variar de muy infeliz a muy feliz, con varios grados de
felicidad o infelicidad en el medio. Podemos usar esta información para diseñar
cuestionarios y formularios de encuestas y pedirles a las personas que
respondan si en una situación en particular están muy felices, felices, algo felices,
no felices y muy infelices. Y podemos responderlas para llegar a algunas
conclusiones lógicas. Utilizando un método similar, Ed Deiner ideó una Escala de
satisfacción con la vida para determinar la satisfacción de una persona en
términos subjetivos e identificar las áreas de insatisfacción.
En este método, un participante tiene que responder algunas preguntas sencillas

indicando si está muy de acuerdo, de acuerdo, ligeramente de acuerdo, ni de
acuerdo ni en desacuerdo, en desacuerdo o muy en desacuerdo con una
declaración particular sobre su vida. La Escala de Felicidad Subjetiva, como su
nombre lo indica, utiliza un cuestionario simple que pide a los participantes que
se califiquen a sí mismos en una escala del uno al siete, cómo se verían a sí
mismos en términos de su felicidad.
Si bien estos estudios pueden ser inadecuados, se vuelve inequívocamente claro

para un observador que la felicidad se mide mejor en un estado subjetivo y en
términos subjetivos que por un extraño en un estado objetivo. Estos estudios son
imprescindibles para identificar a los pacientes con depresión crónica y ayudarlos
a encontrar significado y propósito en sus vidas. Las personas infelices tienden a
caer en estados más profundos de infelicidad si no se les ayuda a tiempo para
recuperarse de sus pensamientos negativos.

Los métodos que intentan cuantificar la felicidad pueden ser inadecuados, pero
permiten a los investigadores y consejeros medir los estados emocionales de sus
pacientes. Estas medidas también ayudan a las personas comunes a ser
conscientes de sus estados emocionales y a trabajar por su bienestar emocional.
Cualquier estudio de la felicidad basado en ciertos criterios es útil solo en un
sentido limitado ya que no es una ciencia exacta. además, la felicidad es un
estado mental demasiado complejo para encajar en un modelo definitivo de
cuantificación y análisis estadístico. Sin embargo, sería mejor si las personas se
esfuerzan por familiarizarse con sus propios sentimientos y estados emocionales.
Auténtica felicidad
La auténtica felicidad viene de dentro, no de fuera. Es una cualidad intrínseca

que no depende de circunstancias externas para sostenerse. Vale la pena
reflexionar sobre los siguientes puntos relacionados con la felicidad.
1. La felicidad no es el objetivo principal de la vida humana . Desde la

perspectiva de la ciencia es supervivencia; desde la perspectiva de la filosofía es
encontrar propósito y significado; y desde la perspectiva de las escrituras es
felicidad en el más allá. La felicidad real y duradera es un ideal que sigue siendo
esquivo para casi todos.
2. La felicidad es relativa a tus deseos y expectativas. Por lo tanto, no existe

una fórmula simple de lo que hace felices a todos.
3. La felicidad no se puede fingir . Podemos seguir sonriendo a las personas y

situaciones con una sonrisa plástica, pero más allá de un límite traicionamos
nuestras verdaderas emociones a través de palabras y acciones involuntarias.
4. La depresión es el problema más flagrante de la vida humana . Para

cuando haya terminado de leer este artículo, al menos 10 personas se habrían
suicidado en varias partes del mundo y el doble de ese número habría pensado
realmente en quitarse la vida. Según el estudio realizado por la Organización
Mundial de la Salud, una persona muere cada 45 segundos a causa del
suicidio.5. Si conoces a alguien que no es feliz, trata de alegrar la vida de esa
persona con tu generosidad. Las investigaciones muestran que nos volvemos
más felices cuando hacemos felices a los demás.

Seis maneras de aumentar la felicidad
La Guía aproximada de psicología del Dr. Christian Jarett sugiere las siguientes
seis investigaciones o "formas basadas en evidencia para aumentar su felicidad".
1. Sonríe . Incluso una sonrisa artificial parece conducir a un estado de ánimo

más feliz en muchas personas.
2. No tener hijos . Los padres en promedio son menos felices que los que no
son padres.
3. Conviértete en un activista político . El activismo de algún tipo parece hacer

que los estudiantes estén más felices y llenos de energía.
4. Sea agradecido . Contar nuestras bendiciones, expresar agradecimiento,

mostrar gratitud y centrarnos en lo que funciona para nosotros tiende a aumentar
nuestra felicidad.
5. Participe en actividades repetidamente placenteras . Se encontró que

participar en actividades que aumentan nuestra felicidad en pequeñas dosis es
efectivo para lograr un bienestar duradero.
6. Mézclate con gente alegre . Los estudios muestran que la felicidad aumenta
cuando nos relacionamos frecuentemente con personas felices.
Los principios de la felicidad.
El psicólogo Martin Seligman sugirió que los seres humanos son más felices
cuando PERMA, el acrónimo que dio para las siguientes cinco condiciones:
Placer, Compromiso, Relaciones, Significado y Logros.
En mi experiencia, los siguientes 14 factores tienen la capacidad de aumentar el

potencial de felicidad y las oportunidades para la felicidad.
Autoconocimiento : saber qué necesitas, qué te hace feliz, cómo hacerte feliz,
etc.
Aceptación : Hacer las paces contigo mismo, aceptando quién eres y lo que
eres, tus capacidades y limitaciones.

Adaptabilidad : Adaptarse a su entorno, ajustar su temperamento, aprender a
no compararse con los demás, aprender de sus fracasos y éxitos.
Propósito : tener un propósito en la vida por el que valga la pena vivir
Visión : Tener una visión que le dé la capacidad de ver sus problemas y

circunstancias con la actitud correcta y desde la perspectiva correcta.
Control : Ser capaz de tomar decisiones sobre tu vida y destino que te

empoderen y te hagan sentir bien contigo mismo. Mantener el control de sus
pensamientos y emociones.
Pertenencia : tener personas a tu alrededor que realmente se preocupan por ti

y te apoyan cuando más las necesitas. Dejar que los demás sepan que usted los
necesita y se preocupa por ellos.
Actitud : tener la capacidad de ajustar sus expectativas y concentrarse en las

cosas que le dan motivos para la felicidad, incluso en circunstancias
desfavorables.
Disciplina : la capacidad de mantener el rumbo, apegarse al plan, permanecer

comprometido con sus objetivos y principios.
Equilibrio : Capacidad de controlar tus pasiones, emociones, deseos y

expectativas, tu vida personal y profesional, etc.
Salud : hacer de su salud una de sus prioridades a largo plazo con descanso
adecuado, ejercicio, dieta adecuada, etc.
Entorno : Crear un entorno propicio para su bienestar.
Familia : Saber que su felicidad depende en gran medida de la felicidad general

de su familia.
Profesión : saber que su profesión juega un papel importante en su vida y

felicidad y cómo puede convertirla en una fuente de felicidad y motivo de
celebración en lugar de su opuesto.

Una clave para la felicidad.
La felicidad es un sentimiento positivo de alegría, satisfacción, paz, armonía o

realización. Cuando experimentas alguno de ellos, puedes considerar ser
feliz. Sin embargo, la vida es tal que todos buscamos la felicidad, pero no siempre
la encontramos. Ocasionalmente lo experimentamos, cuando nos encontramos
con un amigo, visitamos un lugar, ganamos algo deseable, perdemos algo
indeseable o resolvemos un problema, pero la mayoría de las veces ni siquiera
somos conscientes de ello.
No existe una fórmula simple que haga felices a las personas de manera uniforme
y universal. Las personas varían en su capacidad para experimentar la felicidad
y mantenerla, al igual que varían en su capacidad para responder a diferentes
situaciones. Parece que algunas personas son más propensas a la felicidad que
otras.
Muchos factores extrínsecos e intrínsecos son responsables de estas

diferencias. Por ejemplo, no puede hacer feliz a nadie en situaciones
amenazantes, hasta que se eliminen las amenazas. Del mismo modo, es muy
difícil hacer felices a las personas con depresión crónica.
Los estudios muestran que cada persona está sujeta a un determinado nivel de
felicidad. Más allá de eso, su capacidad para experimentar la felicidad disminuye
considerablemente. En otras palabras, no puedes hacer feliz o infeliz a la gente
más allá de cierto punto.
Las personas felices también son personas sanas. Se enfocan en los aspectos
positivos de la vida y buscan situaciones que los mantengan en un estado mental
positivo. Es más fácil hacer felices a las personas felices que hacer felices a las
personas infelices.
El atractivo de la felicidad es un factor motivador en el comportamiento
humano. Las personas pueden estar motivadas para encontrar alegría y felicidad
en sus vidas a través de sus acciones y elecciones. Las empresas de publicidad
son conscientes de ello y lo explotan al máximo. Utilizan imágenes de personas
felices o situaciones que parecen producir felicidad u oportunidades de vivir
grandes momentos para captar la atención de las personas y venderles sus
productos y servicios.
Aunque es posible que no siempre experimentemos la felicidad, tiene sentido

aumentar nuestras posibilidades de felicidad y nuestro potencial para
experimentarla y mantenerla, utilizando las estrategias correctas. Tiene muchos
beneficios también. La felicidad contribuye a la buena salud, la autoestima
positiva, la resiliencia, el éxito y el entusiasmo por la vida.
No hay un secreto simple para la felicidad. Diferentes personas buscan diferentes

cosas en sus vidas para experimentarlo. Sin embargo, no hay garantía de que
las mismas estrategias y soluciones funcionen para todos. Algunas estrategias
pueden ser más efectivas que otras y funcionan bien en la mayoría de las
situaciones.
Por ejemplo, los estudios muestran que las personas experimentan felicidad
cuando se sienten bien con sus acciones, logros y relaciones. En otras palabras,
la felicidad sigue cuando crees que tienes el control de tu vida, acciones y
situaciones.
Si te ves obligado a hacer algo en contra de tu voluntad o por circunstancias y

obligaciones, es posible que no seas feliz. Por el contrario, si te encuentras
haciendo algo que amas o disfrutas hacer, serás extremadamente feliz.
Es por eso que a veces, las personas dejan trabajos bien remunerados y
comienzan a seguir carreras en las que tienen una mayor oportunidad de explorar
sus talentos y habilidades. Lo hacen para experimentar la realización y la
autorrealización, aunque financieramente no sean muy gratificantes.
Por lo tanto, si quieres encontrar la felicidad, tienes que encontrar algo que te
guste hacer y hacerlo. Si no es posible en la práctica, debe motivarse para
disfrutar lo que hace, cultivando interés en ello y centrándose en sus aspectos
positivos.

Que quieras hacerlo o no depende de lo que te motive y te haga feliz. Si el dinero
te trae felicidad, y si tu trabajo ideal no es lo suficientemente gratificante
económicamente, probablemente elijas la segunda opción.

Psicología positiva para gente sencilla.
Resumen : Al cambiar sus pensamientos y creencias negativas e interpretar

positivamente sus percepciones y experiencias, puede mejorar en gran medida
su bienestar y la calidad de su vida y experiencias.
Definición
Según Seligman y Csikszentmihalyi, la psicología positiva es “el estudio científico

del funcionamiento humano positivo y el florecimiento en múltiples niveles que
incluyen las dimensiones biológica, personal, relacional, institucional, cultural y
global de la vida”. Christopher Peterson definió la psicología positiva como “el
estudio científico de lo que hace que valga la pena vivir la vida”. En otras
palabras, la psicología positiva se trata de aprovechar al máximo la vida
centrándose en los aspectos positivos de la vida, el potencial y la personalidad.
Origen
El estudio y el enfoque sobre los aspectos positivos de la vida humana y los

esfuerzos para mejorar el comportamiento y la personalidad humanos son tan
antiguos como nuestra civilización. Casi todas las religiones se enfocan en
mejorar el lado espiritual de la personalidad humana y ayudarlos a sobrellevar el
sufrimiento humano y cultivar virtudes que sustentan la vida y que conducen a la
salud y el bienestar físico y mental. Sin embargo, la psicología positiva como
estudio científico y rama de la psicología es un fenómeno reciente.
El término “psicología positiva” fue mencionado por primera vez por Maslow en
su libro Motivación y personalidad (1954), planteando la idea de que la psicología
no debería ser un mero estudio de las enfermedades mentales, sino que también
debería ocuparse de la promoción de la salud mental. Martin Seligman es
considerado el padre de la Psicología Positiva. Lo convirtió en el tema de su
mandato como presidente de la Asociación Estadounidense de Psicología
(1998). En su libro Felicidad Auténtica, sintió que durante casi medio siglo la
psicología se mantuvo preocupada por la enfermedad mental como su único
tema, mientras que el enfoque correcto debería haber sido “continuar las
misiones anteriores de la psicología de nutrir el talento y mejorar la vida normal”.
Desde entonces, la idea echó raíces firmes y la Psicología Positiva surgió como
un área de enfoque importante de la psicología. "La primera cumbre de psicología
positiva tuvo lugar en 1999. La Primera Conferencia Internacional sobre
Psicología Positiva tuvo lugar en 2002. El público en general prestó más atención
en 2006 cuando, utilizando el mismo marco, un curso en la Universidad de
Harvard se volvió particularmente popular. En Junio de 2009, se llevó a cabo el
Primer Congreso Mundial de Psicología Positiva en la Universidad de
Pensilvania.
La Asociación Internacional de Psicología Positiva (IPPA) se creó en 2007 con

una misión tripartita, que se reproduce a continuación de su sitio web:
1. Promover la ciencia de la psicología positiva y sus aplicaciones basadas en
la investigación.
2. Facilitar la colaboración entre investigadores, profesores, estudiantes y
profesionales de la psicología positiva en todo el mundo y en todas las disciplinas
académicas.
3. Compartir los hallazgos de la psicología positiva con la audiencia más
amplia posible.
En todos estos esfuerzos, la organización quiere "crear estándares rigurosos

para la psicología positiva, de modo que el campo siempre represente los
mejores niveles de conocimiento actual". La comunidad IPPA ahora abarca más
de 70 países e innumerables disciplinas profesionales, como psicología,
negocios, educación, derecho, coaching y salud, y está muy avanzada en los
Estados Unidos y Europa Occidental.
Conceptos principales
En palabras simples, el objetivo principal de la psicología positiva es cómo

promover y mejorar la paz y la felicidad a través de una buena vida, o una vida
mejor, y ayudar a las personas a alcanzar sus metas y potencial a través de
acciones controladas y mejores respuestas. Como señaló Maslow, los seres

humanos no están simplemente satisfechos con el cumplimiento de sus
necesidades fisiológicas y amorosas básicas. Esperan más de la vida y de sí
mismos al explorar su autoestima y potencial a través de la autorrealización.
La psicología positiva les ayuda a alcanzar sus metas más altas y a construir una
imagen positiva de sí mismos para que puedan experimentar la realización y el
propósito. Se enfoca en capacitar a las personas para que experimenten paz,
felicidad, bienestar y sentimientos positivos en lugar de anomalías mentales y
enfermedades mentales, que constituyen el enfoque del psicoanálisis y la
psicología anormal. Con la ayuda de la psicología positiva, las personas pueden
concentrarse en los aspectos positivos de sus vidas y llevar una vida feliz, activa,
con propósito y satisfactoria.
Boris Cyrulnik, un psicólogo francés (1937-) propuso que algunas personas

desarrollen resiliencia frente a los problemas y se recuperen de las tragedias que
enfrentan, mientras que otras son aplastadas por ellos y continúan
sufriendo. También sugirió que las personas resistentes encuentran significado
en las dificultades y usan el humor y las emociones positivas para sortear las
dificultades. Son capaces de ver resultados positivos incluso cuando la situación
actual no está a su favor. Las personas resilientes no son menos emocionales ni
reprimen sus emociones. En cambio, aceptan los desafíos que enfrentan como
oportunidades de aprendizaje y usan sus fortalezas para seguir adelante. Por lo
tanto, no es útil etiquetar a los niños que han enfrentado un trauma como
desesperanzados cuando están pasando por dificultades o lidiando con sus
heridas pasadas.
En su libro Learned Optimism, Martin Seligman sugirió cómo las personas

aprenden a ser optimistas o pesimistas a medida que crecen y cómo el optimismo
y el pesimismo habituales afectan positiva o negativamente sus vidas. Sus
actitudes mentales dependen del “estilo explicativo” o cómo se explican a sí
mismos los eventos negativos en sus vidas. Las personas positivas tienden a
restar importancia a sus experiencias negativas, mientras que las personas
negativas tienden a exagerarlas a través de un diálogo interno negativo y
experimentan impotencia. Seligman también sugirió que dado que el estilo
explicativo era un hábito aprendido, las personas podían superar su negatividad
y volverse optimistas cambiando sus hábitos de pensamiento y diálogo interno,
para lo cual sugirió varias técnicas.
Los psicólogos positivos han sugerido varias formas de fomentar la felicidad

individual.

Los siguientes son algunos enfoques y áreas de enfoque importantes, donde la
psicología positiva tiene como objetivo marcar la diferencia.
1. Cambiar la forma en que las personas se explican a sí mismas las
situaciones y experiencias negativas y afrontan sus hábitos de pensamiento y su
optimismo o pesimismo aprendido.
2. Reconocer que las personas pueden mejorar en gran medida su salud y
felicidad desarrollando nuevas formas de pensar para superar su pesimismo
aprendido.
3. Establecer y fomentar relaciones con familiares, amigos, colegas y otras
personas, incluidos los miembros de clubes sociales y asociaciones
profesionales a las que se pertenece.
4. Considerar los problemas como temporales, específicos de la situación y
causados externamente en lugar de permanentes, generales y causados
internamente.
5. Saber que tanto el optimismo como el pesimismo son hábitos mentales o
patrones de pensamiento aprendidos, que se pueden cambiar a través de un
diálogo interno positivo y contrarrestando las creencias asociadas y el estilo
explicativo.
6. Saber cómo el pesimismo y el optimismo impactan en nuestra salud y
Bienestar y en nuestros éxitos y fracasos, y cómo con esfuerzo se puede
conseguir una vida más sana y feliz, utilizando prácticas como el ejercicio físico,
la buena alimentación, la meditación, el yoga, etc.
7. Explorar formas y medios para lograr el éxito, mejorar el conocimiento, la
educación y las habilidades, y aumentar la estabilidad financiera a través de una
mayor competencia y productividad profesional, para que uno pueda construir
una imagen positiva de sí mismo y llevar una vida plena.
La psicología positiva no sustituye a la psicología tradicional. No ignora la

vulnerabilidad humana a las enfermedades mentales o problemas de
comportamiento. Su objetivo es brindar nuevas vías a los seres humanos para
mejorar su pensamiento y actitud y maximizar su potencial de felicidad dentro de
las limitaciones a las que está sujeta la vida humana y sin ignorar la realidad o
minimizar los problemas de salud.
Análisis crítico.
Una de las principales críticas dirigidas a la psicología positiva es que ignora las
duras realidades de la vida y crea en la mente de las personas ilusiones sobre sí
mismas y su capacidad para resolver problemas o lograr sus objetivos. Tal

distorsión de la realidad los vuelve a menudo incapaces de enfrentar situaciones
difíciles o contingencias.
La negatividad tiene su propia importancia en la supervivencia de lo

específico. Los prepara efectivamente para permanecer en guardia y hacer frente
a las amenazas. El énfasis excesivo en la psicología positiva los adormece con
una falsa sensación de seguridad o ilusiones y los distrae de los problemas
reales. La adversidad y las situaciones negativas tienen su importancia y
relevancia en la construcción del carácter y potencial humano.
Los conflictos, la hostilidad, el fracaso, los reveses y las decepciones nos abren
los ojos a las duras realidades de la vida y nos endurecen. La psicología positiva
ignora su valor y contribución al crecimiento y potencial humano y al crecimiento
de nuestra civilización. No puedes enseñar felicidad a una persona hambrienta a
menos que su hambre se resuelva primero. Así es el caso de una persona que
está enojada, hostil o crónicamente deprimida. Tales problemas no pueden
desaparecer con el pensamiento positivo.
Es cierto que la psicología positiva tiene sus propias limitaciones. No puede

resolver todos los problemas humanos ni ayudarnos con un 100% de certeza a
alcanzar la paz y la felicidad. Sin embargo, su valor y contribución no pueden ser
descartados. Llena un área importante en nuestra comprensión del
comportamiento humano y complementa nuestro esfuerzo por encontrar
soluciones correctivas y efectivas para lidiar con los problemas y las situaciones
difíciles que enfrentan las personas en sus vidas al atraer su atención a aquellas
áreas en las que pueden empoderarse para levantar el ánimo. y levantarse del
pantano en el que a menudo se encuentran.

Encontrar la felicidad en los placeres simples de la vida.
¿Qué pasará si estás demasiado ocupado con tus preocupaciones diarias y no

disfrutas de los pequeños placeres de la vida, o tomas tiempo para relajarte y
disfrutar el momento? Su vida se volverá cada vez más estresante a medida que
experimente infelicidad e insatisfacción.
En el camino de la vida, nadie puede correr para siempre. Hay limitaciones a lo

que uno puede y no puede hacer. Aquellos que no respetan esas limitaciones se
meten en problemas.
Debes saber cuándo correr y cuándo hacer una pausa para tomar un respiro. El
equilibrio es la base de una vida estable y segura. Para su bienestar, debe
permanecer equilibrado en su forma de pensar, hábitos o acciones, y evitar los
extremos.
En espiritualidad lo llamamos moderación o quedarse en el camino del medio. La

esencia de la moderación es que respetes las leyes de la Naturaleza y las
limitaciones a las que estás sujeto y prefieras vivir dentro de esos límites lo mejor
que puedas. Siempre puedes tratar de trascender tus condiciones y
circunstancias, pero no debes hacerlo con una mentalidad tortuosa, arriesgando
tu propia vida y supervivencia. En términos simples, debe evitar pisar los bordes
de la gran ambición y elegir caminos estables que se basen en las llanuras de la
realidad.
La felicidad no dura para siempre. Independientemente de lo que intentes, estás

destinado a sufrir por la impermanencia de la vida. La impermanencia está
entretejida en nuestras vidas. No puedes escapar de ello. Puedes ganar algunas
batallas aquí y allá contra eso, pero al final gana la impermanencia. Es cierto que
cualquier cosa que construyáis aquí en la tierra no es más que un castillo en las
arenas del tiempo. Se derrumbará cuando la muerte camine sobre él. Lo que
crees que es tuyo hoy no permanecerá así para siempre. Siempre debes recordar
esta simple verdad. No tienes muchas opciones frente a la inminente
destructibilidad de la vida. Puedes hacer las paces con él, ignorarlo o luchar con
él. Si lo recuerdas con frecuencia, te volverás más sabio en tus pensamientos y
acciones.
Al comprender la paz y la impermanencia, puedes aprender a adaptarte a las

condiciones que crean y aprovechar al máximo los pequeños momentos de
felicidad que la vida te ofrece o que creas por tu cuenta. Si elige la felicidad como
su prioridad, mejorará sus posibilidades de experimentar la felicidad. Si
recuerdas con frecuencia que tienes derecho a la paz y la felicidad, encontrarás
la felicidad en lugares inesperados. Las siguientes afirmaciones están destinadas
a ayudarle en este sentido. Recuérdalos de vez en cuando, hasta que estén
firmemente grabados en tu memoria y se conviertan en parte de tu conciencia.
merezco paz y felicidad
Conozco a una dama bien educada que pasó toda su vida tratando de
impresionar a su esposo y ganar su aprobación. De alguna manera sintió que
había nacido para sacrificar sus comodidades por las de él. Aunque estaba bien
calificada, eligió seguir siendo ama de casa. Sus padres ortodoxos le inculcaron
que su trabajo era hacer feliz a su esposo. Finalmente, se divorció de ella, ya que
no podía tener hijos, y se casó con una mujer más joven. No te condenes a la
monotonía porque tienes que demostrar a los demás lo bueno que eres, ni te
dejes humillar por tu propio diálogo interno negativo, que quiere decir que nunca
eres lo suficientemente bueno. No estás aquí para impresionar a los demás,
ganar su aprobación o ganar su aceptación. No estás aquí para encajar en los
puntos de la sociedad de ropa para ti. Estás aquí para ser tú mismo, y expresa
tu singularidad, aunque signifique ganarte cierta desaprobación social. Tampoco
debes dejar que tu crítico interior arruine tu vida. Tu singularidad es tu regalo para
el mundo. ¿Qué más puedes darle al mundo, aparte de la individualidad que
tienes? Por lo tanto, sepa que usted es el dueño de su vida y merece paz y
felicidad. Dígase a sí mismo con frecuencia: "Merezco paz y felicidad".
Puedo elegir ser feliz.
¿De verdad eliges ser feliz? Piénsalo. ¿Alguna vez has hecho de la felicidad una
prioridad en tu vida? ¿Alguna vez has tratado de hacerte feliz
conscientemente? Muchas personas piensan en ser felices, pero no eligen ser

felices. La felicidad es una opción. Tu felicidad depende de cómo interpretes tus
experiencias diarias y qué elecciones hagas para mantenerte en paz y feliz. Si
eliges ser feliz, guiarás tu pensamiento y tus acciones en
consecuencia. Intentarás buscar oportunidades para hacerte feliz. Cultivarás una
mentalidad positiva para protegerte de las dificultades de la vida. Si ha elegido
ser feliz, debe reflejarse en sus pensamientos y acciones. Tus elecciones
deberían aumentar tus posibilidades de felicidad, en lugar de disminuirlas. Si has
elegido ser feliz después de otros veinte años, después de casar a tu hijo menor,
no has elegido bien. Debes buscar la felicidad aquí y ahora, en cualquier
circunstancia en la que te encuentres, y debe reflejarse en tus acciones.
Puedo aspirar a la felicidad en los placeres simples de la vida.
No busques la felicidad al final del camino. Debes buscar la felicidad en las cosas
simples de tu vida. Todos los días, puedes tener innumerables oportunidades
para experimentar paz y felicidad. Por ejemplo, puede hacer una pausa durante
un horario agitado y respirar profundamente. Puede saborear una taza de café,
mirar por la ventana de vidrio detrás de su escritorio y disfrutar de la vista del
cielo o la calle, o comer su comida con gratitud. Puede hablar con un amigo que
ama mucho, dar un paseo por el parque cercano o conducir durante el fin de
semana a un lugar pintoresco cercano. Si eres sincero, encontrarás
innumerables oportunidades para disfrutar de los placeres simples de la vida y
relajarte.
Puedo hacer felices a otros.
Demasiado egoísmo no es bueno. Las personas egoístas experimentan un gran

vacío al final. No es correcto pensar solo en la propia felicidad o tratar de ser feliz
a expensas de los demás. He visto suficientes ignorantes que se burlan de los
demás con un placer sádico como para reírse. Aquellos que bromean contra los
demás de una manera degradante lo hacen debido a un profundo sentimiento de
inferioridad. Si quieres experimentar la verdadera felicidad, también debes
pensar en la felicidad de los demás. Puedes hacer felices a muchas personas en
tu vida diaria, simplemente siendo agradable con ellas, prestándoles atención,
apreciándolas, ayudándolas, dejándolas ser y compartiendo con ellas tus
sentimientos positivos. La felicidad es el mejor regalo que puedes dar a los
demás. No te cuesta dinero. No es necesario que organices una gran fiesta de
gala para hacer felices a los demás. No es necesario que los lleve a un costoso
viaje a París ni los llene de costosos regalos. Puede hacerlo si puede permitirse
un estilo de vida tan extravagante. Sin embargo, también puedes hacer felices a

los demás simplemente siendo humano, amable, considerado, cortés y
humilde. Si haces felices a otras personas, no te faltarán amigos y simpatizantes
y, a través de ellos, experimentarás más felicidad.
Puedo compartir la felicidad de otros.
La felicidad es contagiosa. A menos que sientas envidia o tengas problemas con

tu autoestima, te sentirás feliz cuando veas felices a los demás. Al conocer gente
feliz, puedes volverte feliz. Uno de mis amigos tiene pocos parientes cercanos,
que viven en el mismo pueblo donde él vive. De hecho, viven a cinco minutos de
distancia de su casa. En tiempos normales, nunca se preocupan por hablar con
él, llamarlo o visitarlo. También ignoran las invitaciones que les envía para asistir
a las fiestas que realiza en su casa. Sin embargo, cada vez que es hospitalizado
por un problema de salud crónico que tiene, invariablemente vienen a verlo al
hospital. Mi amigo incluso se pregunta si es porque disfrutan viéndolo estar
enfermo en lugar de estar feliz. Es importante que usted debe compartir otra' S
felicidad cada vez que encuentra una oportunidad. Puedes consolar a las
personas que están pasando por una adversidad, pero también debes recordar
hablarles cuando quieran compartir su felicidad con los demás. Encuentre tiempo
para felicitar a las personas cuando alcanzan el éxito o cruzan un hito. Muéstrales
que te alegras por ellos y que te preocupas por ellos.
La felicidad es una opción. Depende de tu pensamiento, creencias e

interpretaciones, no necesariamente de las condiciones y circunstancias de tu
vida. Puedes elegir ser feliz aceptando las condiciones que te ofrece la vida y
sacándolas al máximo. La felicidad también es un regalo que puedes darte a ti
mismo y a los demás simplemente siendo bueno contigo mismo y con los
demás. No te cuesta dinero ser feliz. Puedes encontrar la felicidad en el simple
placer de la vida eligiendo la felicidad como tu prioridad y abriendo tu mente y tu
corazón a las innumerables oportunidades que la vida te ofrece para
experimentarla.

Cómo lidiar con situaciones desagradables.
Puedes aprender tanto de los aspectos agradables como de los desagradables

de la vida. La discreción es importante en ambos casos. jayaram v
No siempre puedes elegir lo que es mejor para ti. A veces la vida toma decisiones
por ti.
Una situación desagradable es cualquier situación que te hace sentir incómodo,

crea conflictos, te causa dolor y sufrimiento, te quita la libertad, te somete a dudas
y desesperación, o contribuye a recuerdos y traumas desagradables. Una
situación desagradable puede surgir debido a sentimientos desagradables,
personas desagradables, circunstancias desagradables o relaciones
desagradables o un trabajo desagradable. También puede incluir en él
situaciones que son malas, negativas o adversas y que parecen amenazar su
tranquilidad.
Situaciones desagradables y ejemplos.
Siendo la vida lo que es, nadie puede escapar completamente de situaciones

desagradables en sus vidas. Puede tratarlos con éxito y tomar medidas
preventivas, pero no puede evitarlos por completo. Ninguna póliza de seguro en
la tierra puede garantizarle la libertad de situaciones incómodas y difíciles que le
producen emociones fuertes e hirientes. Suceden cosas malas. De vez en
cuando, la vida se vuelve difícil. Es el precio que pagas para encontrar la felicidad
y la realización en este mundo donde compites con innumerables personas por
la atención, el éxito y la felicidad. Algunos ejemplos de situaciones negativas,
difíciles y desagradables son descartes maritales, conflictos relacionados con el
trabajo, enemistad u hostilidades, pérdida financiera, pérdida de nombre o

estatus, malestar social, pérdida de seres queridos, calamidades naturales,
enfermedad,
Leann era una diseñadora gráfica que trabajaba para una empresa de diseño de
moda. Su departamento se fusionó con otro y su jefe fue reemplazado por un
nuevo jefe. A su nuevo jefe no le agradaba Leann porque era cercana a su jefe
anterior y seguía encontrando fallas en su trabajo e ideas, hasta que a Leann le
resultó demasiado estresante trabajar para ella y comenzó a buscar un nuevo
trabajo. Para Leann, hablar con su jefe y explicarle su trabajo o ideas se convirtió
en una experiencia bastante desagradable, ya que temía cada momento.
Jamison era el dueño de un pequeño restaurante en un pequeño pueblo de la

costa este. Su negocio funcionaba sin problemas, hasta que un competidor abrió
otro restaurante en la misma calle y comenzó a ofrecer una variedad de
alimentos. Jamison no se dio cuenta de la magnitud del daño hasta que notó que
sus clientes habituales dejaron de visitar su restaurante. Para empeorar las
cosas, notó que la cantidad de malas críticas y comentarios negativos sobre su
restaurante aumentaba en Internet. Jamison no tenía idea de lo que estaba
pasando, pero sospechaba que su competidor y su propio gerente estaban en
connivencia y le estaban causando problemas. Para Jamison, la sola idea de que
su negocio fracasara se convirtió en una fuente de ansiedad y depresión.
Alex fue ascendido recientemente como líder de proyecto en su departamento y

se le asignó una tarea muy importante, que fue patrocinada por un funcionario de
alto rango en la empresa. Su jefe le dijo que se esperaba mucho de él y que su
crecimiento futuro en la empresa dependería de qué tan bien administrara el
proyecto. Alex recibió un equipo de seis desarrolladores y dos analistas para
completar el proyecto. Los analistas tenían envidia de la popularidad y la
creciente influencia de Alex. No estaban contentos de que los hicieran trabajar
para él. Comenzaron a retrasar el proyecto planteando preocupaciones
innecesarias. Uno de los analistas incluso manipuló los servidores y los derribó
para retrasar el proyecto y poner a Alex en una posición vulnerable. Alex sabía
lo que estaba pasando,
Katie tenía una vida matrimonial feliz o eso pensaba hasta que su esposo
comenzó a llegar tarde a casa y comenzó a contar todo tipo de excusas. También
comenzó a sacar más efectivo del banco para ocultar los detalles de sus gastos
y hacia dónde se dirigía. No sabía qué hacer porque era un ama de casa que
dependía de su esposo para todo. No tenía experiencia laboral ni educación
universitaria. Cuando se dio cuenta de que su marido la estaba engañando, no

supo qué hacer ni adónde ir. Para Katie, vivir en la casa y ser ignorada por su
esposo se convirtió en una situación extremadamente dolorosa y resultó en una
crisis nerviosa.
Daniel trabajaba como reportero independiente para un periódico local. No tenía

familia. Sus padres murieron hace mucho tiempo y se divorció dos veces. Sus
dos ex esposas se volvieron a casar y lo dejaron para siempre. Debido a sus
hábitos de trabajo erráticos, su empleador no lo contrató para un trabajo de
tiempo completo, pero le pagó una compensación por cada tarea que
completó. Cuando no había suficiente dinero, vivía en los albergues y solicitaba
cupones de alimentos. Un día, le diagnosticaron un problema hepático, que
requirió cirugía y un tratamiento continuo. No tenía seguro ni ahorros. Daniel no
sabía cómo recaudar el dinero y pagar el tratamiento. Se encontró en una
situación difícil en la que no tenía control alguno sobre su vida o su futuro. Se
encontró solo, deprimido, desesperanzado e indefenso.
¿Por qué surgen situaciones desagradables?
Los anteriores son algunos ejemplos de situaciones difíciles o desagradables que

las personas enfrentan en sus vidas. Surgen debido a varias razones externas e
internas o una combinación de factores. En la mayoría de los casos, son
causados por sus acciones o las acciones de otros o actos de Dios, el azar o la
providencia. Ya sea que sean causados por factores externos o internos, por
usted o por otros, usted es el principal responsable de su vida.
Las situaciones que surgen en tu vida son en su mayoría causadas por tus
pensamientos y acciones o por tu participación explícita o implícita. Puede
aplicarse incluso a situaciones en las que parecía no haber desempeñado ningún
papel. Una situación desagradable es un mal karma, que surge de tus
pensamientos, acciones o tu pasado. Debe resolverlo entendiendo su causa raíz
y encontrando soluciones adecuadas.
Los siguientes factores, ya sean causados por usted o por otros, son los
principales responsables de las situaciones desagradables en su vida.
1. Negligencia o descuido.
2. Ignorancia o falta de conocimiento correcto.
3. Falta de disciplina.
4. Egoísmo.
5. Malos hábitos.
6. Falta de valores

7. Falta de flexibilidad y adaptabilidad.
8. Conducta inmoral y mala.
9. Falta de confianza.
10. Envidia, orgullo, ira, miedo y codicia.
11. Prioridades incorrectas.
12. Conflictos y malentendidos.
13. Comportamiento autodestructivo.
14. Deseos y expectativas.
15. Interferencia de otras personas.
Situación difícil significa.
Espiritualmente hablando, las situaciones problemáticas surgen en nuestras

vidas debido a nuestras imperfecciones, debilidades y errores. Si somos lo
suficientemente sabios podemos aprender de ellos y mejorarnos a nosotros
mismos, nuestras acciones, decisiones, pensamiento y comportamiento. En
otras palabras, no tenemos que verlos como un problema sino como
oportunidades de aprendizaje.
Una situación difícil significa cualquiera de las siguientes cuando:

1. No estás en armonía contigo mismo.
2. No has tomado las decisiones correctas.
3. No estás optimizando tus talentos o potenciales.
4. No te estás escuchando a ti mismo.
5. No estás alineado con tu propósito.
6. No estás aprendiendo de tus errores.
7. Sientes que eres victimizado o tratado injustamente.
8. Estás lidiando con malas relaciones y no pareces superarlo.
9. Tienes problemas emocionales y no puedes controlar tus emociones
negativas.
El enfoque racional universal.
Es difícil generalizar y decir que un enfoque o solución en particular se aplicará

a todas las situaciones problemáticas. Cada situación problemática requiere un
enfoque o solución específica.
El siguiente es un enfoque científico y racional, que es, con mucho, el enfoque

más efectivo y práctico utilizado por muchos en la toma de decisiones y la
resolución de problemas.

1. Analizar el problema.
2. Determinar las causas.
3. Encuentra soluciones alternativas.
4. Sopesar las opciones.
5. Elige la mejor opción y síguela.
Sugerencias para manejar situaciones negativas y desagradables.
Por mucho que lo intentes, no puedes evitar situaciones desagradables. La vida

no siempre sucede de acuerdo a tus expectativas. Cuando surgen malas
situaciones, ya sea en el hogar, en el trabajo, en las relaciones o en cualquier
otro lugar, debes mantener el ánimo y aprender a lidiar con ellas.
En este sentido, las siguientes sugerencias pueden ayudar.
1. Sé completamente honesto contigo mismo y trata de ser objetivo. Muchas

personas viven en la negación y no abordan directamente el problema.
2. Examine su papel en cada situación y si puede resolver el problema por su
cuenta.
3. Trate de ser abierto, flexible y adaptable.
4. Dar a los demás el beneficio de la duda.
5. No ignores el problema, porque cuando los problemas se ignoran se convierten
en crisis.
6. Mantén tus emociones bajo control y usa tu mente lógica.
7. Consulte a otros si tiene dudas o no sabe qué hacer. A veces puede necesitar
la ayuda de otros o de expertos.
8. Si se está poniendo demasiado difícil, libere sus emociones hablando con
alguien o por algún otro medio.
9. Sea honesto con usted mismo. Si eres responsable de ello, admite tus errores
y trata de rectificar la situación.
10. Pase lo que pase, no pierdas la esperanza. Mantén el ánimo y mantente
motivado.
11. Aprende de la situación y de tu experiencia.
12. Ten una estrategia para abordar el problema y apégate a ella. Por ejemplo,
si su estrategia es encontrar una solución amistosa con la mínima fricción, no
debe desperdiciar su energía tratando de demostrar que los demás tienen la
culpa.

En situaciones difíciles, las personas generalmente recurren a dos enfoques o
respuestas básicas, la lucha y las respuestas de huida. Puede utilizar ambos
enfoques según sus necesidades y circunstancias. A veces es necesario evitar
la confrontación ya veces es necesario confrontar el problema o la persona que
lo está causando. En cualquier caso, tu decisión no debe estar guiada por el
miedo sino por la necesidad o la justificación del mismo. La confrontación no
significa que utilice la agresión o la intimidación. También puede significar que
reconoce el problema y lo trata activamente de forma prioritaria.

El camino a la felicidad interior.
Me parece interesante que, aunque muchos consideran que Estados Unidos es

el país más próspero del mundo y la sociedad más próspera de la historia,
muchos de nosotros somos infelices. También he observado que un número
cada vez mayor de nosotros nos estamos dando cuenta de este hecho y estamos
buscando maneras de ser más felices. Tal vez tomando en serio algunas de las
siguientes sugerencias y poniéndolas en práctica, avanzará unos pasos más en
el camino hacia la felicidad interior.
1. DETÉNGASE : en una entrevista reciente con el gurú de las pequeñas

empresas Michael Gerber, autor de "The E-Myth Revisited", le pregunté qué paso
clave o estrategia les daría a los oyentes que podrían implementar en sus
negocios que haría la mayor diferencia. Lo resumió en una palabra:
¡detente! Deténgase y tómese el tiempo para pensar realmente en lo que está
haciendo.
El consejo es igual de sensato en nuestra vida personal. La mayor parte de
nuestras vidas simplemente se están descontrolando. Es como si tuviéramos el
'pedal a fondo' y no supiéramos cómo quitar el pie, o tal vez temiéramos lo que
sucederá si lo hacemos. Estoy más preocupado por lo que sucederá si no lo
hacemos.
2. ¿QUÉ ES LA FELICIDAD INTERIOR? -- Una de las razones más importantes

para detener el ritmo frenético de tu vida por un tiempo es para que puedas
comenzar a responder a la pregunta: "¿Qué es la felicidad interior?" Una vez que
haya dedicado un poco de tiempo a eso, continúe con estos:
~ ¿Qué me traerá felicidad interior?
~ ¿Cómo sabré cuando haya experimentado un nuevo nivel de felicidad interior?
~ ¿Cómo se verá, cómo se sentirá, qué sucederá o dejará de suceder en mi vida?
~ ¿Dónde me gustaría experimentar más felicidad interior?
¿En el trabajo? ¿En casa? ¿Con mi familia y amigos?
3. CAMBIE SU ACTITUD A UNA DE 'DESERVABILIDAD' -- Esta es una nueva

palabra que un participante en uno de mis talleres acuñó recientemente. Me
gusta lo que sucede al combinar 'merecer' con 'habilidad'. Todos somos capaces
de cambiar nuestra actitud a una de merecimiento de felicidad. Y si no es así,
puede haber algunos bloqueos emocionales profundamente arraigados que
deben abordarse a través de asesoramiento u otros canales. Este paso se
resume en uno de mis dichos favoritos: "El sufrimiento es opcional". Te mereces
ser feliz.
4. MANEJAR LOS DETALLES DE LA VIDA DE UNA VEZ POR TODAS . Los

detalles a los que me refiero son aquellas necesidades básicas que todos
tenemos: comida, vestido, vivienda, amor, etc. ¿Es posible tener paz interior
mientras tu vida exterior está en crisis? Sí, en realidad creo que es posible, pero
también creo que es mucho más desafiante e innecesario. Es difícil tomarse el
tiempo para contemplar lo que te traerá la verdadera felicidad interior cuando tu
estómago sigue gruñendo por la falta de alimentos. Ve a cuidar tu estómago
primero.
5. ELIMINAR LO QUE MENOS DE LA FELICIDAD -- Estos dos próximos pasos

son de naturaleza tan simple que su poder puede pasarse por alto fácilmente. Si
quieres felicidad interior (o casi cualquier otra cosa), elimina de tu vida lo que la
resta valor. Esto incluye esos bloqueos emocionales de los que hablé
antes. También puede incluir la eliminación de las "relaciones tóxicas", el
desorden en el hogar, el trabajo insatisfactorio, el exceso de peso y otras "cosas"
negativas.
6. AÑADE MÁS DE LO QUE TE HACE FELIZ . Una vez que hayas eliminado
las 'cosas' que te hacen infeliz o te restan felicidad, has dejado espacio para
agregar lo que contribuirá a tu felicidad. Esto puede funcionar en muchos niveles
diferentes. Por ejemplo, una vez que limpié y organicé mi oficina y eliminé
muchas de las carpetas de archivos que rodeaban mi escritorio, hubo espacio
para agregar algo de belleza a la decoración de mi oficina. Ahora tengo una
pequeña fuente encima de mi archivador de roble, un acuario decorativo en la
mesa de la biblioteca y varias plantas. Pero cuando estaba rodeado de desorden,

no había lugar para estas hermosas adiciones. Mi entorno ahora contribuye a mi
felicidad.
7. ENCUENTRE SU EQUILIBRIO ENTRE EL TRABAJO INTERIOR Y LA

EXPRESIÓN EXTERNA -- Hace poco leí un libro maravilloso de Wayne Muller,
"Sabbath: Restoring the Sacred Rhythm of Rest". (Bantam Books, abril de 1999)
El siguiente pasaje señala este importante paso hacia la felicidad:
"El ruido de nuestras vidas nos hizo sordos, incapaces de escuchar cuando nos
llaman o de qué dirección. Henri (un amigo de Muller y sacerdote) dijo que
nuestras vidas se han vuelto absurdas, porque en la palabra absurdo
encontramos el latín palabra absurdus, que significa 'sordo'. En nuestra vida
espiritual necesitamos escuchar a Dios que habla constantemente pero a quien
rara vez escuchamos en nuestra defensa apresurada.
Por otro lado, a Henri le gustaba recordarme que la palabra obediente proviene
de la palabra latina audire, que significa 'escuchar'. Henri creía que una vida
espiritual era un peregrinaje del absurdo a la obediencia, de la sordera a la
escucha".
Si vives una vida ruidosa llena de absurdos, es importante agregar momentos de

descanso pacífico y soledad para que puedas escuchar y escuchar el llamado de
la vida.
8. SIGUE REGANDO LAS RAÍCES DE TU ÁRBOL DE LA FELICIDAD : a

medida que identificas lo que te proporciona felicidad interior, es importante
seguir haciéndolo. Si bien esto puede sonar tan obvio que no vale la pena
mencionarlo, es sorprendente la frecuencia con la que las personas dejan de
hacer lo que saben que funciona. Si regar las raíces produce frutos deliciosos,
sigue regando las raíces. Si dedicar la primera hora de cada día a la meditación
y la reflexión en silencio te ayuda a mantenerte centrado y presente durante todo
el día y eso te hace feliz, entonces no dejes ese tiempo especial fuera de tu rutina.
9. DISFRUTA ALREDEDOR : la felicidad no tiene que ser un espectáculo de una

sola persona. Si bien puede comenzar contigo y terminar contigo, en el medio
hay muchas oportunidades para difundirlo entre los demás. Probablemente
descubrirá que difundirlo simplemente aumenta su propia experiencia de alegría
y satisfacción, así que no sea tacaño con eso.

10. RECONOZCA LA 'SOMBRA' Y SIGA ADELANTE -- Y de vez en cuando,
incluso los más felices entre nosotros tendrán ocasión de entristecerse. Si no lo
hiciéramos, no seríamos capaces de apreciar plenamente nuestra
felicidad. Entonces, cuando lleguen esos días, abrázalos. Permítete estar
presente en lo que sea que haya, solo debes saber que no necesitas quedarte
atrapado en las sombras. Reconócelos y luego, cuando estés listo, sigue
adelante.

El significado, la filosofía y la base espiritual de la felicidad.
Muchas teorías, filosofías, descubrimientos científicos y libros se centran en el

problema del sufrimiento y su resolución. Abordan el tema de la felicidad con la
suposición de que tu vida será mejor si estás libre de tristeza y si de alguna
manera aprendes a sobrellevarla y lidiar con ella. En esto hay una creencia
implícita de que la felicidad es ausencia de tristeza. Puede experimentar alivio en
ausencia de tristeza. Pero no estoy seguro de si siempre conducirá a la felicidad
sobre una base sostenida.
El sufrimiento es universal. Lo sabemos. Lo que es universalmente común a

todos es que somos vulnerables al sufrimiento. La naturaleza no ha podido
moldear nuestras mentes y cuerpos de acuerdo con nuestra visión y
ambición. Ha puesto una mente increíblemente ilimitada en un pequeño cuerpo
diminuto, que es vulnerable a la muerte y la destrucción.
Por lo tanto, estamos destinados a sufrir decepciones, reveses y fracasos. No

pasa un día sin que tengas un problema u otro y sin que experimentes ansiedad
o miedo de alguna forma. Sin embargo, en este drama lo que nos da la capacidad
y la fuerza para sobrellevar nuestro sufrimiento es la esperanza y la posibilidad
de experimentar la paz y la felicidad a través del esfuerzo inteligente. Es lo que
nos empuja hacia adelante y hace que valga la pena vivir nuestra vida. Es lo que
nos impide saltar de los acantilados o volvernos locos.
La promesa de la felicidad es que puedes curarte a ti mismo y puedes establecer

las condiciones para una vida positiva y significativa. Lidiar con el dolor y el
sufrimiento es importante porque experimentamos emociones negativas con
frecuencia, que debemos resolver. Pero tiene que hacerse con la conciencia de
que no podemos asegurar la felicidad simplemente lidiando con nuestro
sufrimiento. A lo sumo, es una solución parcial. Para nuestro bienestar y
realización, necesitamos una estrategia más amplia que no solo intente lidiar con
nuestro sufrimiento, sino que también se centre en aumentar nuestra felicidad y
emociones positivas en la medida de lo posible al agregar significado y propósito
a nuestras vidas y acciones.
En nuestra preocupación por el problema del sufrimiento, no tenemos que

sacrificar nuestra felicidad o vivir egoístamente, sino con una mente positiva y un
propósito significativo. En general, debes sentirte bien. Debes tener la
satisfacción de que estás viviendo una vida de la que puedes estar orgulloso y
que estás viviendo con un propósito que es mucho más grande que tu amor
propio. Eso es todo lo que hay para su felicidad esencial.
Si asegura estos tres componentes clave del éxito, está en el camino hacia una
vida feliz y plena. Este es el tema de esta discusión. Este artículo está destinado
a ayudarte en este viaje y a aceptar tu felicidad. Le permite saber lo que las
grandes mentes y los desarrollos recientes en psicología tienen que decir sobre
la felicidad y lo que puede y no puede hacer para aumentar sus niveles de
felicidad sin perder de vista el propósito esencial de la vida.
¿Qué es la felicidad?
Si quieres aumentar tu felicidad, necesitas saber qué es la felicidad. Pregunta a

tus amigos qué significa la felicidad y lo más probable es que les resulte difícil
dar una respuesta directa. He visto a mucha gente luchando por responder esta
pregunta, lo que me hizo preguntarme si la gente realmente piensa seriamente
en la felicidad. Si no sabemos lo que estamos buscando, ¿cómo vamos a
encontrarlo?
El Diccionario Webster define la felicidad como un estado de bienestar y

satisfacción o una experiencia placentera y satisfactoria. Bienaventuranza,
éxtasis, alegría, júbilo, exultación, éxtasis, euforia, deleite, disfrute, exuberancia,
júbilo, júbilo, gratificación son algunos de los sinónimos asociados con
ella. Sugieren que la felicidad es un estado mental caracterizado por emociones
positivas.
Se dice que la palabra "felicidad" se originó en el siglo XIV a partir de la raíz de

la palabra "hap", que significa oportunidad, fortuna o suerte. Etimológicamente,
su opuesto es desgraciado, que significa desgracia o no tener suerte. La felicidad
puede ser difícil de definir, pero generalmente la experimentamos como un
estado mental positivo o como emociones positivas en la forma de ser felices,

contentos, satisfechos, curiosos, entusiastas, emocionados, eufóricos,
interesados, esperanzados, alegres, amistosos, románticos. , emocionado,
complacido, apreciado, aceptado, orgulloso o exitoso.
Si te sientes bien, eso es felicidad pura y simple. Si estás sonriendo o riendo

genuinamente, eso es pura felicidad. Si estás lleno de esperanza e inspiración,
eso es felicidad. Si te sientes conectado o relacionado con alguien o algo, eso es
felicidad. Son diversas emociones positivas que experimentamos a lo largo de
nuestra vida, de forma recurrente y frecuente.
Podemos llamar felicidad a un estado mental positivo caracterizado por alguna o

todas estas emociones positivas. Incluye la satisfacción general que podemos
sentir acerca de nuestras vidas y de nosotros mismos. Tu felicidad se manifiesta
tanto física como mentalmente. Cuando eres feliz, la gente que te rodea lo sabe
y lo siente. El lenguaje de la felicidad es universal. Es posible que las personas
no te entiendan a ti o al idioma que hablas, pero entenderán tu felicidad y podrán
relacionarse con ella. Las emociones asociadas con la felicidad pueden surgir
momentáneamente por un corto tiempo o pueden permanecer por mucho tiempo
y convertirse en parte de nuestra naturaleza central o lo que algunos llaman
felicidad crónica.
Nuestro objetivo debe ser prolongar los estados emocionales positivos para que
experimentemos la felicidad de manera constante y continua. Cuando tratamos
con el mundo, estamos obligados a experimentar emociones tanto positivas
como negativas.
La vida nos enseña que no es posible permanecer intensamente felices todo el

tiempo o gastar cada gramo de nuestra energía en la búsqueda de ello. Sin
embargo, dado que la felicidad es importante para nuestro bienestar general,
debemos hacer todo lo posible para mantenernos felices y maximizar nuestros
sentimientos positivos.
Si no, deberíamos tratar de permanecer felices y satisfechos, al menos

moderadamente, la mayor parte del tiempo. Cuanto más experimentemos
emociones positivas, mejor será para nosotros que pasar un buen rato de vez en
cuando seguido de largos períodos de negatividad y sentimientos depresivos.
La felicidad debe ser nuestro objetivo final. Debería ser la suma total de por qué
estamos aquí. Desafortunadamente, la mayoría de la gente no piensa ni vive de
esa manera. Por lo tanto, tienes un mundo lleno de personas miserables que no
saben qué es la felicidad y qué pueden hacer al respecto.

El propósito de la felicidad.
¿Cuál es la necesidad de la felicidad? Esta parece ser una pregunta tan tonta
que puede preguntarse si necesita una respuesta. Francamente, es una pregunta
importante que debemos hacernos y buscar respuestas. Si no conocemos el
valor de la felicidad, no vamos a buscarla ni a trabajar por ella. Para mejorar la
calidad de tu vida y el nivel de tu felicidad, necesitas pasar algún tiempo tratando
de responder a esta pregunta. Cuando encuentres la respuesta, también
encontrarás las soluciones.
Muchas personas piensan que valoran la felicidad en sus vidas. Pero sus
acciones y estilos de vida cuentan una historia diferente. Para aquellos que
quieren fumar, beber y consumir drogas para divertirse y disfrutar, aquí hay un
mensaje importante. Lo que experimentan no es la verdadera felicidad. Al final
del camino solo encontrarán sufrimiento, dolor, soledad y días y noches llenos de
remordimiento y culpa. No puedes llamarlo disfrute. Es peor que hacerse daño
con alfileres y agujas.
La felicidad y el bienestar van juntos. No puedes ir muy lejos en el camino de la

autodestrucción con la felicidad como objetivo. El sentido común nos dice que
necesitamos la felicidad para nuestro bienestar, para sentirnos bien y hacer el
bien. Nuestra felicidad no debe disminuir la felicidad de los demás o la nuestra o
convertirse en la causa de la misma. Nuestra felicidad debe descansar sobre una
base firme de virtud y vida responsable y formar parte de una vida significativa
con un propósito. El sentido común también nos dice que si hay algo por lo que
valga la pena vivir, debería ser la felicidad. Sin embargo, cuando examinamos
nuestras acciones y motivos, nos damos cuenta de que no siempre seguimos
este importante principio en nuestras vidas.
Por una u otra razón, nos involucramos en acciones como las mencionadas
anteriormente, que a la larga conducen al dolor y al sufrimiento. Si esto no es así,
la mayoría, si no todos, permanecerían felices la mayor parte del tiempo. Muchas
personas sabotean sus vidas y su propia felicidad al involucrarse en acciones
autodestructivas, persiguiendo hábitos dañinos y metas dañinas incluso cuando
saben que eso les conducirá al dolor y al sufrimiento. Permanecen atrapados en
relaciones poco saludables, negatividad y profesiones que continúan
causándoles dolor y sufrimiento. Es como si se hubieran puesto una maldición
sobre sí mismos.

Es necesario saber lo importante que es para ti la felicidad y lo que debes hacer
para sacarle el máximo partido, teniendo muy en cuenta tus intereses a largo
plazo. En verdad, tu felicidad no es ni una respuesta ni una respuesta al
sufrimiento. Tiene que perseguirse en aras de una experiencia positiva y para
descubrir y actualizar el propósito último de nuestra propia existencia.
La felicidad es un maestro. Cumple una función importante en nuestras

vidas. Nos permite saber qué estamos haciendo con nuestras vidas y si estamos
viviendo correctamente, tomando las decisiones correctas y progresando en la
dirección correcta. O no. Si eres feliz, significa que lo estás haciendo bien y que
estás en buena forma. Si no eres feliz, es una indicación de que algo debe
cambiarse o mejorarse en ti o en tu vida.
La felicidad tiene sus propias recompensas intrínsecas. Aumenta tu confianza y

autoestima y tu compromiso con el mundo. Cuando eres feliz, te sientes animado
a trascender tus límites, buscar nuevas metas y perseguir mejores
recompensas. Necesitas felicidad para tener buena salud.
Los estudios demuestran sin lugar a dudas que la salud y la felicidad están
interrelacionadas. Es difícil decir cuál viene primero. La buena salud conduce a
la felicidad y la felicidad conduce a una mejor salud. Los estudios también
muestran que los estados prolongados de felicidad significan visitas poco
frecuentes a hospitales y consultas con médicos. La felicidad agrega cierto brillo
y aura a tu personalidad, algo que ninguna cirugía plástica costosa puede lograr.
Existe una correlación directa entre la felicidad y la calidad de vida. Según un

estudio realizado por Sonja Lyubomirsky, Laura King y Ed Diener en 2005, las
personas felices poseen rasgos adaptativos y positivos, como el optimismo y la
resiliencia, que les ayudan a mantener el rumbo para alcanzar sus objetivos. A
su vez, conducen a un mejor compromiso social, habilidades de afrontamiento y
relaciones personales emocionalmente satisfactorias y gratificantes.
Las personas felices también tienden a estar orientadas hacia las personas y a
manejar bien su matrimonio y sus relaciones familiares. Los estudios muestran
que las personas felices tienen más probabilidades de casarse, tener más
amigos, llevar una vida social ajetreada y formar una familia. Un estudio de
quince años realizado en Australia por Gary Marks y Nicole Fleming indicó que
las personas felices tenían más probabilidades de casarse en los años siguientes
que las que no lo eran.

Dado que las personas felices también tienden a ser más positivas, es más
probable que tengan éxito en sus profesiones, obtengan mayores ingresos y
muestren mayor iniciativa y entusiasmo para cumplir con sus tareas o resolver
problemas y conflictos. En resumen, necesitas felicidad para sentirte bien contigo
mismo, para tener éxito en la vida, para una mejor salud, para relacionarte bien
con el mundo, vivir con propósitos y causas correctos y experimentar la plenitud
y la satisfacción interna de llevar una vida significativa y con propósito.
La filosofía de la felicidad.
Todo el mundo necesita una filosofía de vida. Lo necesitas aunque no creas en

Dios. Esa filosofía va a ser su escudo y salvador, que necesita para protegerse
de los baches en el camino y las duras realidades de la vida con las que se
encuentra. Como parte de tu visión del mundo, también necesitas una filosofía
de felicidad propia, basada en tus creencias y valores. No solo debe tenerlo, sino
también saber por qué lo necesita, para qué propósito debe servir y cómo debe
perseguirlo. Tener tus propios puntos de vista sobre la vida y la felicidad te ayuda
a vivir con claridad y perseguir tus metas con propósito y visión.
Desde los primeros tiempos, la humanidad ha estado lidiando con el problema

de la felicidad y de cómo alcanzarla sin miedo ni culpa y sin arriesgar la
vida. Tanto los filósofos como los maestros religiosos se detuvieron en este tema
y dieron sus propias respuestas. En la siguiente discusión, examinaremos
algunas de las conclusiones a las que llegaron en su búsqueda de felicidad y
propósito en la vida.
Filósofos sobre la felicidad.
El tema de la felicidad atrajo la atención de los antiguos filósofos griegos. Así

como los ascetas indios creían que la verdadera felicidad venía de adentro pero
no de las cosas externas, los filósofos griegos también tenían creencias similares.
El principal de ellos fue Sócrates, quien fue franco en sus opiniones. Sus puntos
de vista sobre la felicidad se conservan en forma de tres diálogos registrados por
Platón, el Eutidemo, el Banquete y la República.
En ellos Sócrates argumentaba que todas las personas deseaban la felicidad y

que la verdadera felicidad no provenía de las cosas externas sino de cómo las
usaban. La felicidad venía del buen uso de las cosas y el sufrimiento del mal uso.
Aristóteles creía que la felicidad era el fin último de la vida humana. Debe ser el
objetivo final de todas nuestras acciones. Sin embargo, sintió que para

experimentar la felicidad uno debe vivir virtuosamente y todas las acciones deben
conducir a la perfección de la naturaleza humana. Significaba que la felicidad y
el buen carácter iban juntos y por el bien de la felicidad y el bienestar y para
perfeccionar la naturaleza humana, a veces eran necesarias elecciones
dolorosas.
Epicuro, otro filósofo griego, creía que el placer era el punto de partida de la
felicidad. Aquellos que perseguían el placer sin miedo ni culpa experimentarían
una mayor felicidad. Al buscar el placer, uno debe usar la discreción para saber
qué dolores y placeres conducen a la felicidad. Para decirlo sin rodeos, Epicuro
creía en la búsqueda desinhibida del placer. Los Carvakas, los materialistas de
la antigua India, propusieron un objetivo algo similar. Ambos enfoques asumen
que el placer y la felicidad son sinónimos y que a través de una mayor actividad
de búsqueda de placer se puede mejorar la felicidad.
Epicteto creía que las interpretaciones de las percepciones jugaban un papel

importante en la creación de estados emocionales. Las emociones positivas y
negativas surgirían en respuesta a cosas y situaciones externas. Sin embargo, el
poder para crearlos no estaba en las cosas mismas sino en la actitud y las
percepciones con las que se tenían. En otras palabras, tu felicidad o sufrimiento
fue tu creación mental basada en lo que sentiste acerca de tus experiencias en
lugar de lo que realmente sucedió. Epicteto también creía que la verdadera
felicidad provenía de la virtud y de las cosas y situaciones en las que teníamos
la capacidad de ejercer el control. Para ser felices, debemos dejar de
preocuparnos por cosas que están fuera de nuestro control.
En la historia del mundo, innumerables filósofos hablaron sobre la felicidad. El

alcance de este artículo no me permitiría incluir todas sus opiniones. Por lo tanto,
elegí algunas opiniones representativas, que creo que son relevantes para
nuestra discusión.
¿Nuestras religiones promueven la depresión?
Hay muchas personas en el mundo de hoy que tienen reservas contra las
religiones del mundo porque sienten que las religiones están destinadas a hacer
infelices a las personas y limitar su capacidad y opciones para disfrutar de la vida
o buscar la felicidad. Es lamentable que de alguna manera esta creencia haya
llegado para quedarse.

Las religiones no están destinadas a quitarte la felicidad, sino a
aumentarla. Apuntan a un perfecto estado de existencia caracterizado por pura
felicidad en el que no hay lugar para el sufrimiento. Al proyectar una vida ideal
que conduce al bien supremo, pueden enfatizar la necesidad de una vida austera
y disciplinada para hacer frente a nuestras vulnerabilidades e
imperfecciones. Pero al hacerlo, no ignoran la importancia de la felicidad en
nuestras vidas o nuestra dependencia de ella.
Las religiones creen que el sufrimiento es el pequeño precio que pagas para
alcanzar la más alta y eterna vida celestial. En verdad, el cielo representa el
estado más alto y puro de felicidad al que podemos aspirar, mientras que el
infierno representa el peor de los sufrimientos. En otras palabras, nuestras
religiones quieren que disfrutes de lo mejor, no por unos días u horas, sino
eternamente. Ahora bien, ese tipo de meta requiere esfuerzo, sacrificio y
sufrimiento.
Por lo tanto, nuestra aspiración a la vida celestial es en realidad un reflejo de

nuestro anhelo de felicidad eterna aquí y en el más allá. Este fue el concepto
simple, con el que todas las religiones comenzaron su viaje. Pero con el tiempo,
parece que lo perdimos de vista, ya que mentes fértiles construyeron capas sobre
capas de procesos de pensamiento complejos y los cubrieron tanto con su
intelectualidad e incluso banalidad que olvidamos por qué necesitábamos
religiones en primer lugar.
El propósito esencial de cualquier religión es aliviar el sufrimiento humano y

sugerir una conducta humana significativa para que podamos vivir nuestras vidas
de manera responsable y asegurar la máxima paz y felicidad para nosotros y para
los demás. Nuestras oraciones y rituales están destinados a buscar la ayuda
divina y asegurar estos nobles objetivos únicamente.
El hinduismo es hedonista sin dudarlo. Según los Vedas, el propósito último de

la vida humana es el disfrute, porque es por eso que Dios creó los mundos. Él
los creó para Su disfrute; y como Sus aspectos en el microcosmos de sus
cuerpos, los seres humanos también tienen derecho al disfrute. Como parte de
este concepto, el hinduismo reconoce la riqueza (artha) y el placer (kama) como
los objetivos principales de la vida humana, cuando se persiguen junto con otros
dos objetivos, a saber, el deber o la responsabilidad (dharma) y la liberación
(moksha).

En el hinduismo, la forma más pura de felicidad se considera una cualidad
divina. La naturaleza esencial de Dios es felicidad pura (ananda) que se dice que
es miles de millones de veces mayor que la mejor felicidad humana o incluso de
los dioses. Su naturaleza esencial también se describe como la Verdad, la
Conciencia y la Bienaventuranza (sat+cit+ananda) personificadas. Aquellos que
entran en contacto con Él en un estado trascendental experimentan Su
bienaventuranza incluso mientras están en sus cuerpos.
Por lo tanto, la liberación se considera el propósito más elevado de la vida

humana, mientras que el propósito de la liberación es trascender el sufrimiento,
que es inherente a nuestra existencia mortal, y alcanzar el estado de liberación,
que se caracteriza por ser eterno (nitya) y dichoso (ananda). La verdadera alegría
proviene de estar libre de todas las ataduras y cargas, lo que se caracteriza como
Nirvana o salvación.
El mundo te desgasta con demandas incesantes de atención. Retirarse de ella

conduciría a descubrir la fuente eterna de alegría que permanece escondida
dentro de todos nosotros como nuestro estado más elevado e inherente. El
desapego y la renuncia son, por tanto, los métodos más recomendables para
alcanzar el estado más alto de felicidad eterna. La discreción o el buen uso de
las cosas, como sugiere Sócrates, también es clave para alcanzar este estado.
Apuntar a la felicidad, en un mundo que está diseñado para someter a sus

habitantes a numerosos desafíos, no es, por lo tanto, pecaminoso, sino un
esfuerzo espiritual para conectarse con Dios y relacionarse con Él, siempre que
se haga correctamente con la actitud correcta, sin usurpar la felicidad. de los
demás a través de acciones egoístas.
En los Yoga Sutras, Patanjali sugirió que la felicidad o la liberación del sufrimiento
surge en una mente silenciosa que está libre de modificaciones (vrittis) y
dualidad. Hizo una lista de cinco tipos de modificaciones de las que la mente
necesita desvincularse, a saber, el conocimiento correcto, el conocimiento
incorrecto, la imaginación, la memoria y el sueño.
Notarás que todos los aspectos de la vida, incluso los buenos, señalados aquí
como conocimiento correcto, te perturban de alguna manera mientras
permanezcas vulnerable a tales perturbaciones. Tu objetivo debe ser lidiar con
esas reacciones internas de tu mente y mantener la calma en todas las
situaciones. Este es el propósito del yoga.

Muchos perciben el budismo como una religión pesimista que aboga por una vida
de virtud centrada en la abnegación. No es cierto. Lo cierto, sin embargo, es que
el budismo, a diferencia del hinduismo, no habla de la felicidad, sino de resolver
el problema del sufrimiento para alcanzar el mismo objetivo que en el yoga, que
es la libertad de reacción. La libertad de los deseos y la dualidad conduce a la
felicidad. Esto se establece en el Dhammapada, que comienza con la declaración
de que la mente es la precursora de todos los estados mentales y que todos ellos
están compuestos por la mente. Si uno habla o actúa con una mente pura, la
felicidad lo sigue como una sombra interminable.
En otra parte de la misma escritura, el Buda definió el estado de Nirvana como

felicidad (sukhavagga). Los liberados son benévolos entre los que odian, sanos
entre los enfermos y pacíficos entre los ansiosos. Viven en paz renunciando tanto
a la victoria como a la derrota. Luego concluye que no hay nada más elevado
que la paz de Nibbana. Nibbana es la dicha suprema.
Así, en el budismo, centrarse en la felicidad no es tan importante como centrarse

en el sufrimiento. Pero, cualquiera que sea el esfuerzo, la felicidad es el final
inevitable del Óctuple Sendero.
El Tao sugiere el Camino sin esfuerzo para alcanzar la paz y la felicidad. El

sufrimiento surge de la búsqueda y el esfuerzo y la urgencia de controlar y dar
forma a nuestros destinos. Cuando dejamos de involucrarnos en estas
actividades contraproducentes y aprendemos a seguir el camino
incondicionalmente, la búsqueda misma de la felicidad, la felicidad sigue su curso
trazado como todo lo demás en la naturaleza.
Así, la felicidad, en todas estas religiones, es un estado de completa libertad,

libertad de miseria, libertad de dependencia, libertad de condicionamiento y
autoridad. Cuando alcanzas este estado, la felicidad llega sin que la busques ni
la desees.
¿Tu nivel de felicidad está predeterminado?
La creencia general es que los factores externos determinan en gran medida

nuestra felicidad y, dadas las mismas circunstancias, todos pueden experimentar
la felicidad. Pero la investigación demuestra que no es cierto. Tanto los factores
extrínsecos como los intrínsecos influyen en nuestra felicidad.

De hecho, investigaciones recientes en este campo dan más peso a los factores
intrínsecos. Sugieren que nuestra felicidad tiene mucho que ver con los factores
intrínsecos más que con los extrínsecos y que una parte sustancial de nuestro
nivel de felicidad está predeterminado genéticamente.
El nivel de felicidad no solo es específico de cada individuo, sino que permanece

más o menos constante a lo largo de la vida del individuo. Los eventos positivos
y negativos en nuestros niveles pueden aumentar o disminuir ligeramente
nuestros niveles de felicidad, pero una vez que pasan, volvemos a nuestros
niveles normales.
En otras palabras, estamos programados para experimentar la felicidad hasta

cierto límite y no hay mucho que podamos hacer al respecto más que tratar de
mantenerla por encima del nivel establecido, como un helicóptero durante una
misión de rescate. Para explicar este concepto, Phillip Brickman y Donald
Campbell (1978) acuñaron un nuevo término, "el punto de ajuste de la felicidad",
que sugiere que nuestra felicidad tiene mucho que ver con la forma en que
nacemos, no con la forma en que nos criamos. Es como si los karmas de nuestras
vidas pasadas estuvieran en juego.
Si es cierto, es un hallazgo increíble con ramificaciones de gran alcance en la

psicoterapia y las ciencias del comportamiento porque si la felicidad está
determinada genéticamente necesitamos saber qué otros aspectos de nuestra
personalidad y comportamiento también están preestablecidos porque en el
orden natural de las cosas, no puede ocurrir con una sola emoción o estado
mental.
Los hallazgos de Phillip Brickman y sus colegas se basan en su estudio de

personas que experimentaron eventos significativos positivos y negativos, como
ganar una lotería. perder seres queridos o sufrir accidentes debilitantes.
Su estudio mostró que en ambos casos los eventos no alteraron

significativamente los niveles de felicidad de las personas a largo plazo, ni al alza
ni a la baja. Después de la euforia o depresión inicial, las personas volvieron a
sus niveles normales de felicidad.
Parece haber un mecanismo de equilibrio en funcionamiento en cada uno de

nosotros, como parte de nuestro instinto de autoconservación, para protegernos
de los excesos de nuestras propias reacciones emocionales. Esto puede suceder

incluso con nuestra ira o miedo. Después de pasar por una agitación interna,
volvemos a ser normales.
Un estudio reciente realizado por Sonja Lyubormirsky, Kennon Sheldom y David

Schakade (2005) al respecto muestra que los factores genéticos pueden
contribuir hasta en un 50% a nuestro nivel general de felicidad. De acuerdo con
otro estudio realizado por ellos, los factores extrínsecos como los ingresos, el
estatus social, el género, el origen étnico, etc., pueden contribuir con un mero 10
a 20% solamente.
Si bien es posible que se requiera más investigación para validar estos hallazgos
y también ampliar su alcance, parece que la teoría del punto de ajuste de la
felicidad se justifica por varios motivos. A este respecto, recordamos a Epicteto,
quien sugirió hace siglos que, al crear emociones, los eventos externos no eran
tan importantes como nuestras reacciones internas.
Si bien los eventos externos parecen influir en nuestros niveles de felicidad,

nuestras emociones y bienestar en realidad provienen de nuestra naturaleza
inherente y la forma en que interpretamos nuestras percepciones. El sentido
común también está de acuerdo con esta observación. Sabemos por experiencia
que nuestro cociente de felicidad está predeterminado hasta cierto punto al
nacer. Algunas personas e incluso familias tienen una predisposición a la
felicidad, mientras que algunas parecen sufrir de negatividad crónica e incluso
depresión.
Una y otra vez los estudios muestran que la felicidad que surge de alcanzar metas
difíciles o lograr una ganancia significativa es de corta duración. Por ejemplo, las
personas que asisten a sesiones de terapia y muestran una mejora en sus niveles
de felicidad eventualmente regresan a su predisposición normal después de
algún lapso. Cada vez que intentas elevarte, la naturaleza te derriba y te
mantiene en la zona. Las personas en países devastados por la guerra o aquellos
que sufren eventos importantes que alteran la vida, continúan con sus vidas una
vez que se absorbe el impacto inicial y lo aceptan.
Estos hallazgos sugieren además que no podemos dar por sentada nuestra
felicidad y no podemos mantenerla más allá del punto a menos que sigamos
trabajando en ello. Si bien podemos tratar de mejorar e influir en nuestros niveles
de felicidad, tenemos que aceptar con una actitud filosófica que todo lo que
podamos lograr en el proceso puede ser de corta duración.

Cómo crear condiciones favorables para la felicidad.
Teniendo en cuenta la discusión anterior, concluimos que, si bien no todos los

factores que contribuyen a nuestra felicidad están bajo nuestro control, podemos
crear felicidad al comprender qué nos hace felices y crear esas condiciones que
aumentan nuestra felicidad. En este sentido, las siguientes sugerencias son
útiles.
1. Encuentra un propósito . El propósito trae un cambio más profundo en tu

pensamiento y actitud y te hace sentir que tu vida es digna de ser vivida. No solo
te brinda la oportunidad de experimentar la felicidad y la realización, sino también
la capacidad de soportar el sufrimiento y las dificultades.
2. Conoce lo que te hace feliz y persíguelo . Puede perseguir sus deseos, pero
asegúrese de que en el proceso use discreción y no se sienta infeliz.
3. Organice su vida de todas las formas posibles, incluyendo su hogar y sus

alrededores. Aumenta tu sentido de control, orden y regularidad.
4. Desarrolla tu propia filosofía de vida y felicidadque pueda ayudarte a

encontrar la felicidad sin sentirte culpable o en conflicto.
5. Apunta a la felicidad aquí y en el más allá . Si bien puedes practicar tu

religión y espiritualidad ya sea por la liberación o por un lugar en el cielo, no debes
ignorar la importancia de la felicidad en esta vida. Ambos son necesarios para tu
Bienestar físico, mental y espiritual.

¿Qué te hace feliz?
Hay muchas teorías sobre la felicidad. Desde la antigüedad, la gente ha estado

tratando de encontrar formas y medios para experimentarlo. Los estudios
muestran que la felicidad depende de una serie de factores. Algunos de ellos son
universales, y algunos son específicos para individuos y circunstancias. Lo que
te hace feliz a ti, no necesariamente hace felices a los demás. Algunas personas
están felices de ser perezosas y no hacer nada, mientras que otras no pueden
ser felices a menos que permanezcan ocupadas. Algunas personas aprenden a
ser felices sin ninguna razón específica, mientras que otras no pueden ser felices
incluso después de lograr mucho éxito y reconocimiento. También es cierto que
ni el dinero ni la felicidad pueden garantizar la felicidad. A menudo, las personas
más miserables también resultan ser las más exitosas. Así, una serie de factores
contribuyen a la felicidad.
Qué te hace feliz.
Es una pregunta que usted puede responder de manera diferente bajo diferentes
circunstancias. Su respuesta también depende de su propia comprensión de la
felicidad. No siempre puedes ser feliz. Sin embargo, habrá muchas
oportunidades en tu vida cuando puedas elegir ser feliz y hacerte feliz, a pesar
de los problemas y las circunstancias. En ciertas ocasiones, cuando la vida es
demasiado caótica y deprimente, puede sentirse impotente para tomar cualquier
acción y dejar que esa oscuridad pase por sí sola. Sin embargo, afortunadamente
tendrás muchas oportunidades en tu vida para experimentar la felicidad o
encontrarla en los placeres simples de la vida.

Las siguientes sugerencias pueden aumentar su felicidad o su potencial para la
felicidad. Son ideas que puedes adaptar a tu situación con planes de acción
específicos y adecuados.
1. Descubre qué te hace feliz.
Haz un poco de introspección para descubrir qué situaciones, objetos, personas,

relaciones, actividades, placeres, etc., te hacen feliz y trata de crear o aumentar
las oportunidades para experimentarlos. Haz las cosas que te gustan. Estar con
las personas que amas. Ten las cosas que deseas. Algunas personas pueden
sentirse felices simplemente por tener algo que aman. Puede ser incluso una taza
de café o una bebida favorita. A algunos les puede gustar hablar con las personas
o amigos que aman. A algunos les puede gustar escuchar su música favorita o
ver una buena película. Descubre los placeres simples que aumentan tu felicidad
y crea oportunidades para disfrutarlos.
2. Limpiar el trabajo atrasado.
Muchas personas tienden a sentarse en asuntos importantes y dejar que se

cocinen a fuego lento en un segundo plano. Si eres uno de ellos, potencialmente
puede hacerte infeliz, ya que te hará sentir ansioso o culpable o ambos. Si tienes
asuntos pendientes que has estado descuidando por algún tiempo, atiéndelos
primero y límpialos. Sentirás como si te hubieran quitado un gran peso de
encima.
3. Valora lo que tienes.
En su búsqueda del éxito, el nombre y la fama mundanos, puede ignorar lo que

ya tiene. El verdadero propósito del éxito mundano es disfrutar de las ganancias
que obtienes y sentirte bien contigo mismo. ¿De qué sirve tener cosas que ni
necesitas ni aprecias? A veces, debes hacer una pausa y apreciar lo que ya
tienes. No solo restaurará su fe en sus habilidades, sino que también lo motivará
a lograr más éxito.
4. Vive tu vida.
Las personas felices son de mente independiente. Viven sus vidas de acuerdo a
sus estándares, gustos y aversiones. No piensan ni actúan de acuerdo con los
valores y juicios de los demás, ni están obligados por ningún deseo de buscar la
aprobación de los demás. Pueden buscar la opinión de los demás o inspirarse en

ellos, pero al final confían en su propio juicio y viven de acuerdo con sus valores,
estándares y creencias.
5. Evita controlar a los demás.
Muchos problemas surgen cuando tratas de controlar la vida de los demás, sus
acciones y elecciones. No lo hagas aunque sean tus parientes cercanos y te
sientas responsable de ellos porque puede generar conflictos e infelicidad para ti
y para los demás. A las personas les gusta ser libres y no aprecian los consejos
o la interferencia no solicitados.
6. Evita las relaciones tóxicas.
Algunas personas son tóxicas por naturaleza. No dan nada más que dolor y
dolor. Con su negatividad, palabras y acciones, pueden causarte mucha
infelicidad. Por lo tanto, manténgase alejado de esas personas y protéjase de su
negatividad y comportamiento destructivo.
7. Limita tus necesidades y deseos.
No hay límites para sus deseos y expectativas. Puede ser una fuente potencial
de infelicidad ya que los deseos y expectativas tienden a reducir la alegría. El
materialismo excesivo es perjudicial para la cordura y la felicidad. Drena tus
energías y te deja mental y físicamente exhausto y deprimido. Por lo tanto,
practica la moderación cuando persigues el materialismo y mantén tu alma
intacta.
8. Mantente positivo.
El pensamiento positivo es clave para permanecer alegre y feliz. Puede

mantenerse positivo mediante una o más de las siguientes acciones: seguir
sonriendo, actuar, evitar las críticas, hacer lo que más le gusta, controlar sus
respuestas, tomar las decisiones correctas y centrarse en lo positivo incluso en
situaciones negativas.
9. Haz que tu vida tenga un propósito.
Encuentra un propósito que sea más grande que tu vida y persíguelo. Haz que
tu vida valga la pena. Serás feliz cuando te hagas útil para ti y para los
demás. Las personas que están impulsadas por un propósito suelen ser más

felices que aquellas que llevan una vida rutinaria sin ningún objetivo o propósito
específico.
10. Alcanza tus metas.
Nada da más felicidad que cuando alcanzas tus metas o realizas tus
sueños. Vale la pena gastar el tiempo que dedicas a alcanzarlos porque serás
más feliz cuando participes en acciones que están más cerca de tu corazón y de
tu agrado. Además, cuando persigas tus metas y tus sueños, estarás en flujo y
en armonía contigo mismo.
11. Usa el dinero sabiamente.
Puedes comprar la felicidad con dinero. Aunque el materialismo excesivo es

tóxico y el dinero no puede comprarlo todo, puedes utilizar el dinero para
aumentar tu felicidad, sin hacerte daño ni perder el sentido del bien y del
mal. Puede gastarlo sabia y discretamente en usted mismo o en otros, para
mejorar su autoestima o disfrutar de los placeres simples de la vida.
12. Cultiva una mente serena.
La mente es el asiento de todas las emociones. Es donde generas felicidad y la

experimentas. A través de prácticas como la meditación, la concentración, la
atención plena, puedes entrenar tu mente para cultivar el hábito de encontrar y
buscar la felicidad en los aspectos mundanos de la vida. Los monjes están felices
y en paz sin tener nada. Con algo de esfuerzo puedes practicar algunas de sus
mejores prácticas para cultivar una mente feliz y estable.

Factores que contribuyen a la felicidad.
Tu felicidad depende de muchos factores. Algunos de ellos están bajo su control,

mientras que otros no. Por lo tanto, hay limitaciones sobre lo que puedes o no
puedes hacer con respecto a tu felicidad. Todo el mundo está predispuesto a la
felicidad. Sin embargo, no todas las personas experimentan la felicidad por igual.
Algunos son más propensos a la felicidad que otros, ya que interpretan más
positivamente sus experiencias e interacciones. Los estudios sobre la felicidad
humana sugieren que los siguientes factores intrínsecos y extrínsecos pueden
influir en nuestra felicidad en diferentes grados.
1. Factores genéticos : Ya hemos discutido que las personas nacen con un nivel
determinado de felicidad, que no se puede cambiar excepto
temporalmente. Algunos rasgos emocionales son innatos y la felicidad puede
estar determinada genéticamente en algunos aspectos.
2. Salud : parece haber una clara correlación entre la salud y la felicidad. Las
personas más saludables son felices y las personas felices son más
saludables. Los estudios también muestran que las personas que experimentan
emociones positivas con frecuencia requieren menos hospitalizaciones y son
menos propensas a sufrir derrames cerebrales y ataques cardíacos.
3. Vida social: Como ya se dijo, existe una correlación significativa entre la

felicidad y la vida social llena de acontecimientos. Las personas felices son más
simpáticas. Por lo tanto, tienden a tener amistades exitosas, una vida matrimonial
feliz, relaciones positivas, un mejor compromiso social y mejores habilidades
interpersonales. Las personas felices tienen más posibilidades de casarse

rápidamente que las personas infelices. Los estudios también muestran que las
relaciones de apoyo contribuyen a una mayor felicidad.
4. Vida laboral : las personas más felices tienen más probabilidades de tener
mejores trabajos y tener más éxito que las personas infelices. La naturaleza del
trabajo de uno también determina el nivel de felicidad. Aquellos que se dedican
a trabajos satisfactorios experimentan emociones positivas en comparación con
aquellos a quienes no les gusta su trabajo. La autonomía, la libertad para tomar
decisiones y el sentido de control aumentan en gran medida la felicidad
relacionada con el trabajo.
5. Factores sociales y demográficos: factores como la edad, el género y la

etnia influyen en nuestra felicidad, pero su impacto parece ser limitado. En las
etapas iniciales, la vejez puede comenzar a molestarnos al notar la disminución
de nuestros niveles de energía y entusiasmo. Sin embargo, a medida que
envejecemos, podemos aprender a aceptar lo inevitable y afrontarlo. De manera
similar, los estados sociales y de ingresos también influyen en nuestros niveles
de felicidad hasta cierto punto.
6. Dinero : el dinero parece hacer feliz a la gente, pero solo mientras estén
motivados por el atractivo del dinero. En algún momento de nuestra juerga de
ganancias, el dinero se vuelve secundario ya que la carga de administrarlo se
vuelve más problemática que mantenerlo y disfrutarlo. Los estudios muestran
que, en el caso del dinero, las percepciones influyen en nuestra felicidad más
que el dinero en sí. Por lo tanto, una persona con un ingreso promedio que cree
que tiene suficiente dinero probablemente sea más feliz que una persona con un
mejor nivel de ingresos pero que cree que su estado financiero no es lo
suficientemente bueno.
7. Actitud : Nuestros pensamientos, creencias, expectativas y actitudes tienen

una relación directa con nuestra felicidad y bienestar. Las personas más felices
son más optimistas y están más dispuestas a esforzarse y arriesgarse sin
sentirse derrotadas o rechazadas. Aprenden de sus experiencias y se adaptan
mejor a las situaciones, equilibrando sus expectativas con pragmatismo.
8. Sentido de control: Si te sientes indefenso, restringido y limitado por

personas y circunstancias, no te sentirás más feliz. La felicidad proviene del
sentido de autonomía, libertad para tomar decisiones, sentido de control y libertad
para moldear tu vida de acuerdo a tus sueños y deseos. Aquellos que tienen la

libertad de tomar decisiones por sí mismos son generalmente más felices que
aquellos que tienen que depender de otros para tomar decisiones por sí mismos.
9. Éxito : En teoría, el éxito parece hacer feliz a la gente y la gente feliz tiende a
tener más éxito. Sin embargo, el éxito trae consigo problemas adicionales que
pueden limitar la capacidad de disfrutar el éxito o experimentar la felicidad de
forma duradera.

Estrategias efectivas para aumentar tu felicidad.
Aunque los seres humanos difieren en su capacidad para experimentar la

felicidad debido a su psicología y circunstancias, los estudios muestran que la
felicidad es posible y alcanzable en la vida. Los estudios en psicología positiva
sugieren que a través de estrategias simples, podemos aprender a sentirnos
mejor con nosotros mismos y aumentar nuestros niveles de felicidad.
Martin Seligman y otros que han realizado investigaciones en este campo

encontraron que tres factores eran clave para la felicidad: una mente placentera,
un carácter virtuoso y una vida significativa y con propósito. Si bien es posible
que no conduzcan a la felicidad eterna, se ha demostrado que son efectivos para
mejorar la felicidad y el bienestar general.
Se ha encontrado que ciertas estrategias son efectivas para aumentar su

potencial de felicidad. Algunos de ellos se enumeran a continuación. Contribuyen
a su felicidad elevando su moral, bienestar y estado mental positivo.
1. Concéntrese en lo positivo. Tu felicidad aumenta en la medida en que te

enfocas en el lado más brillante de tu vida y llenas tu mente con recuerdos y
sentimientos agradables. En definitiva, tienes que encontrar tu propia felicidad,
aprovechando las oportunidades que se te presenten.
2. Haz de la felicidad tu objetivo principal . Si deseas algo desesperadamente,

irás a por ello y harás todo lo necesario para lograrlo. Haz de la felicidad el
objetivo principal de tu vida. Tanto si eres espiritual como si no, subordina todas
las demás metas a ella, incluso las espirituales y religiosas. Si de verdad te tomas

en serio sentirte bien y hacer el bien, eventualmente lo lograrás, encontrando tu
propio camino.
3. Llevar la carga de la felicidad . Como todas las cosas buenas de la vida, la

felicidad exige su propio precio en forma de disciplina, autocontrol y
austeridades. En aras de la felicidad, es posible que tengas que soportar el dolor
y el sufrimiento como una preparación necesaria para cambiarte a ti
mismo. Tomemos por ejemplo su salud. No puedes tener buena salud a menos
que hagas ejercicio regularmente y comas una dieta balanceada. Significa que
tienes que sufrir dolor e incomodidad y llevar una vida disciplinada para superar
tu inercia y desgana iniciales.
4. Manejar las expectativas . Hay límites a lo que puedes hacer. Ninguna

técnica es perfecta y ningún método garantizará resultados 100%
garantizados. También hemos notado que hay un nivel fijo de felicidad al que
todos regresan eventualmente después de experimentar algunos altibajos
emocionales. Significa que más allá de un punto no hay mucho que uno pueda
hacer acerca de la felicidad. Por lo tanto modere sus expectativas sin perder la
esperanza.
5. Usa tus fortalezas . Eres feliz en la medida en que estás en armonía contigo
mismo y haces el mejor uso de tus talentos, fortalezas e intereses. Martin
Seligman, quien defendió la psicología positiva, los llamó fortalezas distintivas. El
uso de las fortalezas de su firma le brinda la sensación de control, la oportunidad
de experimentar relaciones satisfactorias, una mayor satisfacción laboral e
incluso la autorrealización.
6. Construya sobre la virtud y el carácter . La verdadera felicidad se construye

sobre una base firme de virtud y carácter. Le dan significado y propósito a tu vida
y una razón válida para regocijarte en tus acciones y logros, además de
levantarte la moral y hacerte sentir bien contigo mismo, sin negatividad,
vergüenza y culpa. El conocimiento, la sabiduría, la justicia, la honestidad, la
amabilidad, la gratitud, la equidad, el perdón, el autocontrol y la valentía son
algunos de los componentes universalmente reconocidos de una vida idealmente
positiva y virtuosa, que puedes seguir para experimentar una satisfacción general
con tu vida y una mayor felicidad. .
7. Deja ir tu pasado . Todo se ve diferente en retrospectiva. Tu pasado puede

ser un obstáculo para tu felicidad si no lo dejas ir. Mentalmente es difícil de hacer
porque una parte de nuestro pensamiento se congela en el tiempo. La mejor y

más convencional forma de afrontarlo es cultivando el desapego. Con desapego
puedes avanzar en tu línea de tiempo mental y hacer las paces contigo mismo. El
desapego es la virtud más alta y la clave para la paz y la felicidad.
8. Cultiva significado y propósito . El significado y el propósito son un

componente clave de tu felicidad. Ya he sugerido que la felicidad debe ser el
objetivo principal de la vida humana. Puede ampliar este objetivo para incluir la
felicidad de los demás. Con eso, puedes aumentar sustancialmente tu potencial
para la felicidad. También gana la confianza y el apoyo de los demás a medida
que trasciende su egoísmo y muestra una preocupación genuina por los
demás. Conduce a una mayor sensación de realización y mejores oportunidades
para vivir con un propósito mayor a medida que se involucra en relaciones
satisfactorias y causas nobles.
Tu felicidad depende de ti. Eres tú quien te hace feliz o infeliz. Si está decidido,
puede minimizar el papel de los factores y circunstancias externos en su
bienestar emocional y permanecer feliz independientemente de lo que suceda en
su vida. Al cuestionar sus creencias irracionales y respuestas habituales y
negarse a ahogarse en el dolor y la autocompasión, puede obtener control sobre
sus pensamientos y emociones y permanecer imperturbable. Excepto en
situaciones excepcionalmente adversas, la felicidad es en gran medida una
cuestión de elección. Si la felicidad es lo más preciado de tu vida, puedes elegir
ser feliz. Cualquiera que sea la estrategia o el enfoque que pueda utilizar, la
decisión de ser feliz o infeliz es, en última instancia, suya.

El camino espiritual hacia la paz y la felicidad.
En un sentido muy práctico o mundano, la esencia de la espiritualidad es vivir

con una conciencia más profunda de ti mismo y del mundo que te rodea. Se logra
mediante la observación atenta de lo que sucede en ti y a tu alrededor. Cuando
sobresalgas en eso, notarás que trascenderás la conciencia limitada de tu mente
y entrarás en un estado ilimitado de conciencia, en el que las verdades se
presentan en su estado puro. Descubrirá que su comprensión del mundo y de las
personas aumenta en proporción al grado de unidad o absorción que logre con
él.
Cuando entres en ese estado, también sentirás unidad con toda la creación. En
lugar de ser uno, te vuelves uno con todo. Con eso, tu comprensión de los demás
y del mundo mejora enormemente. También sentirás el sufrimiento y el dolor que
es inherente a la existencia y del que nadie está libre. Podemos relacionarnos
con los demás para empatizar con ellos porque tenemos mucho en común con
los demás.
Los mismos factores que guían su comportamiento y dan forma a su personalidad

también actúan en los demás. Puede que no sean igualmente efectivos en todos,
pero tienen el potencial de producir los mismos resultados si se presentan las
condiciones o circunstancias adecuadas. Esta es una revelación importante
porque te ayuda a sentir afinidad y parentesco con el mundo.
Experimentarás una visión universal que incluye todo, a medida que borras los
límites de tu individualidad distintiva y ves aspectos de los demás en ti mismo y
aspectos de ti mismo en los demás. En ese estado ilimitado, sin ego e indistinto,
intuitivamente conocerás a los demás, comprenderás sus problemas,

motivaciones, dolor y sufrimiento y desarrollarás compasión, empatía y
tolerancia.
El sentimiento de que eres un individuo distinto y separado que debe vivir por ti
mismo surge de tu ego. Es esa parte de su conciencia, que les da la
individualidad. Cuando estés centrado en tu ego, serás impulsado por el orgullo,
la envidia, el miedo, la lujuria, la codicia, la ira y otras emociones negativas. Le
impiden ver las cosas como son, o relacionarse con ellas sin sentir negatividad o
la compulsión de controlarlas o manipularlas para su propio beneficio, felicidad o
cualquier causa egoísta.
En el estado del ego, verás todo desde la estrecha perspectiva de tu sistema de

creencias, visión del mundo o individualidad, impulsado por tus propios deseos,
expectativas, creencias predominantes y apegos. Te impiden ver ciertas
verdades o reconocer tus propias faltas y defectos. También puede ser asaltado
por baja autoestima, diálogo interno negativo, miedo y duda, y volverse aún más
defensivo o agresivo en su comportamiento, actitud o relaciones con los demás.
Uno de los propósitos centrales de practicar la espiritualidad es superar el ego y
borrar todas las nociones de orgullo, envidia, competitividad, etc. Cuando borras
tu ego o los límites de tu individualidad, trasciendes tu conciencia limitada, que
es creada por tu mente individual En ausencia del ego, desarrollarás una
conciencia unificada en la que la dualidad entre sujeto y objeto y la mente misma
está ausente.
El Buda lo consideró el estado más alto (jhana), en el que uno está libre de todas
las nociones de egoísmo e individualidad. En ese estado, trasciendes la mente y
entras en la conciencia pura, en la que la noción de ego o individualidad está
completamente ausente. El ego es responsable de todas las luchas y
sufrimientos que atraviesas en la vida.
Es lo que te hace reaccionar y responder, viendo una amenaza o peligro en todo

lo que parece oponerse o interponerse en tu camino. En el estado sin ego,
estarás libre de esas reacciones habituales. Es por eso que en la práctica
espiritual se aconseja a las personas alcanzar este estado a través de la
purificación y la transformación.
Por lo tanto, practica la concentración, la atención plena y otras técnicas de

meditación para liberarte de las ataduras de tu ego. Dedique algún tiempo todos
los días para silenciar su ego y ver por sí mismo cómo se siente estar sin

individualidad, sin sentimientos de separación o distinción. Evita el impulso de
defenderte o afirmarte o controlar a los demás cuando te cuestionan o critican.
En lugar de dejar que tu mente se distraiga con deseos y tentaciones, permítete

estar atento y enfocado en el momento o evento. Cuando estés en presencia de
los demás, préstales atención y trata de conocerlos con compasión, empatía y
comprensión. Piensa como si no fueras un individuo sino pura conciencia sin
límites, egoísmo e individualidad y fueras uno con todo.
Ver todo como te ves a ti mismo es una meta espiritual alcanzable para cultivar
una visión inclusiva y sin ego de las cosas e identificarte fácilmente con los demás
para sentir armonía y cosas en común. Se puede alcanzar cuando silencias tu
ego. Por ego nos referimos al sentimiento de que usted es un individuo especial
o diferente, y tiene el deber sagrado de protegerse o defenderse a sí mismo y
sus intereses o participar en acciones egoístas.
Tu ego te hace competir con otros para asegurar tus ganancias y evitar pérdidas
o afirmarte demostrando tu superioridad o individualidad excepcional para
establecer dominio, control, autoridad o superioridad. Si quieres experimentar la
verdadera paz y felicidad, debes saber cómo silenciar tu ego y fusionar tu mente
con la conciencia ilimitada, en la que no existe la noción del yo o la individualidad.

La Experiencia de La Felicidad

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CENTRO

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 1

Experimentas felicidad durante el día, quizás muchas veces, pero no recuerdas

Hay dos aspectos de la felicidad. Uno es la experiencia de la felicidad y el otro

El estado de felicidad surge de tu actitud general, mentalidad o propensión.

No puedes eliminar todas las condiciones que interfieren con tu felicidad o

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 2

1. Cómo ser feliz con significado y propósito

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 3

La felicidad es un estado mental positivo y tener sentimientos

La experiencia sugiere que por lo general somos felices en las siguientes

De lo anterior queda claro que podemos hacernos felices creando situaciones y

2. Ten un propósito en tu vida, que te dé un sentido de dirección y la capacidad

6. Ya sea en el trabajo o en casa, hágase útil, servicial y amable en todo lo que

7. Viva dentro de sus posibilidades e invierta sabiamente sus ahorros aunque no

8. Evite asumir riesgos indebidos cuyas consecuencias no pueda resolver.

9. Déle a su salud la máxima prioridad y asegúrese de mantenerse saludable

10. Concéntrate en tus fortalezas y logros y aprende a perdonarte y aceptarte

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 5

En este ensayo examinamos el significado, el propósito y la psicología de la

La felicidad es un estado mental. Estás familiarizado con eso. Sabes lo que

La felicidad es tanto a largo como a corto plazo. Podemos experimentarlo

La felicidad es una emoción positiva que experimentamos en forma de alegría,

Sin embargo, su capacidad para la felicidad depende de sus sentimientos

Si bien tal pensamiento sobre la felicidad está justificado desde ciertas

Parece que la felicidad, que es lo que la mayoría de nosotros queremos

No es que estas personas no hayan experimentado la felicidad o no les

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 7

También es probablemente cierto que las expectativas de experimentar grandes

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 8

Antes de examinar la filosofía y la psicología de la felicidad, examinemos

Las personas ven y experimentan la felicidad de varias maneras, que se

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 9

Debido a la diferencia individual en su temperamento, disposición y actitudes, las

Por ejemplo, los extrovertidos y los introvertidos pueden diferir en su capacidad

Si nuestras acciones están en armonía con el código de conducta y las normas

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 10

Dimensión social de la felicidad.

Hay una dimensión social en la felicidad. Aprendemos temprano en la vida de

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 11

Hay un lado material de la felicidad. La riqueza puede no hacerte feliz, pero si

La felicidad proviene de la abundancia de tener cosas, alcanzar metas, hacer uso

Un mundo de escasez es un mundo de miseria. Las películas y la literatura

Ahora, en cuanto al lado espiritual de la felicidad, la creencia general es que las

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 12

Algunos encuentran paz en la compañía de la naturaleza, algunos ayudando a

Cada religión tiene aspectos superiores e inferiores. Según sus creencias y

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 13

La felicidad aquí y en el más allá.

Las escrituras de varias religiones sugieren que la felicidad no es posible aquí

Lo que consideras éxito material puede ser en realidad un compromiso

Por lo tanto, ni la riqueza ni el éxito garantizan la verdadera felicidad, sino el

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 14

Investigaciones recientes sobre la felicidad sugieren que ciertas condiciones

El amor y la felicidad no necesariamente van juntos. Aquellos que están

Como otras emociones humanas, el amor también se deteriora con el tiempo. El

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 15

Por lo tanto, el éxito puede resultar contraproducente para los mal

La felicidad no es el único objetivo de la vida humana.

Hay más en la vida que la mera búsqueda de la felicidad porque la verdadera

Por lo tanto, aunque la felicidad es importante, no es de lo que se trata la vida

CENTRO DE SANACIÓN HUMANA 16

Razones para la infelicidad.