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¿Te has preguntado por qué cuando tú vas a planear tu día, vas a viajar, vas a

presentar un examen, vas a presentar una entrevista muy importante para ti o vas a
emprender un negocio vienen cantidad de pensamientos negativos? Por ejemplo,
cuando vas a emprender un negocio, tú pudieras llegar a preguntarte: ¿Qué pasaría si
no funciona? ¿O si saliera mal? ¿Qué dirán si fracaso? ¿Si no tengo rentabilidad, qué
pasaría? O cuando vas a presentar un examen podrías llegar a preguntarte: ¿Y si me
pusiera nervioso? ¿O si me bloqueara? ¿Si saco una mala nota, qué pasaría? O cuando
vas a viajar pudieras llegar a preguntarte: ¿Y si me pierdo? ¿O si el dinero se me acaba?
¿Y si no me gusta la ciudad qué pasaría?

Toda esta cantidad de pensamientos son los que tal vez vienen a tu mente y, ¿cuál es
la razón? La razón fundamental es que la función del cerebro es hacer que tú, como ser
humano, sobrevivas. ¿Y para eso qué tiene que hacer el cerebro? Tiene que ver los
puntos que puedan representar peligro para el hombre, todo lo que pudiera fallar en
los planes. ¿Para qué? Para que la persona los pueda ver, los tenga en cuenta, los
sobrepase y así -conscientemente- evitar que estos puntos peligros se materialicen,
garantizando una supervivencia mucho más satisfactoria.

Pero quiero que analicemos otro punto muy importante. Cuando un pensamiento
negativo viene a la mente, no viene solo, sino que viene uno más y otro adicional y
otro extra... generando un cúmulo y una secuencia de pensamientos negativos.
Produciendo cortisol y ya sabemos que el cortisol es la hormona del estrés, llevando a
la persona a tener estados internos de miedo, angustia, depresión o desesperación.
Cuando el cortisol invade el cuerpo, ¿qué pasa con los planes y proyectos? El ser
humano siente miedo y abandona los proyectos y no los lleva a la acción, ya que le da
miedo fracasar y estos planes quedan solo como sueños.

Esa es la función del cerebro: sobrevivir. ¿Y cuál es la misión de los seres humanos?
Disfrutar tu vida, ser feliz y cumplir el propósito de amor, y para eso necesitas seguir
un proceso de consciencia y voluntad. Que tengas consciencia de que puedes
contemplar un bello amanecer, disfrutar una taza de café con un ser querido o que
tengas la capacidad de disfrutar de ir a un restaurante o de comer algo rico en la
esquina. Y para esto es importante un ingrediente de amor: la gratitud. Que tú tengas
un sentimiento de gratitud por quién eres, por lo que haces y por lo que tienes.
Cuando hay agradecimiento, no cabe la depresión, la tristeza, la duda, la rabia o la ira
porque solo hay agradecimiento puro y amoroso en tu corazón.
Cuando tú vas a planear el día, ya sabes que el cerebro cumple su función: hacer que
veas los puntos negativos para estar alerta frente a los peligros y sobrevivir. Entonces
aquí debe venir un proceso consciente, voluntario y de amor para tomar la decisión de
cumplir tu misión de vida: ser feliz, disfrutar tu vida y vivir en amor y agradecimiento.
Esto lo haces para que tu cerebro genere oxitocina, dopamina y serotonina. La
oxitocina es la hormona del amor y allí no cabe ningún sentimiento ni pensamiento
negativo.

Sabemos que existe la función de supervivencia del cerebro, pero también sabemos
que existe nuestra misión como seres humanos. ¿Entonces en qué eliges enfocar tus
pensamientos y sentimientos? ¿En tu función o en tu misión? ¿Te ha pasado alguna
vez esto que te estoy diciendo? Déjame saber tus comentarios. Recuerda que el
cambio es automático, pero la Evolución no. Para evolucionar es necesario, conciencia,
voluntad y muchísimo amor.

El ser humano, tiene muchas preguntas en su mente, algunas veces esas preguntas o
incógnitas tocan la puerta como si fuera el panadero molesto que siempre toca la
puerta en las mañanas, pero no les ha pasado que siempre una pregunta (la más
común) toca esa ''puerta'' casi siempre?... quizás nuestra misión, porque nosotros
vivimos o para quién?, para que existimos?, algo en común en estas preguntas es a lo
que somos en realidad, en pocas palabras nos preguntamos casi a diario ''cual es el
motivo por el cual vivimos?'', ''la misión del ser humano''

será amor?, felicidad?, cariño?, atención?, dinero, mantener el planeta a salvo?,


coexistir?, existir, ser seres autónomos y monótonos?, SOBREVIVIR? muchas preguntas
pero solo 1 respuesta, diferentes posturas y diferentes motivos para que nosotros
sigamos viviendo, para estar plantados, estar parados en lo que somos ahora y en lo
que seremos mañana.

una de las cosas que mueve mas al mundo es el cariño que se transforma en amor, no
ese amor que nosotros conocemos y algunos les repugna la idea de tener novia o
novio, es algo mas que eso, no andamos hablando de amor en sentido romántico ni
sexual, andamos hablando del amor verdadero, los ''te amo y te quiero'' se quedan
pequeños para este término, en pocas palabras andamos hablando del amor universal,
ese amor que anda en amigos, familiares, en esa que hacemos para sacrificar todo por
el otro, ese es el amor, los abrazos y los besos, no son nada comparado a esos actos
que una persona hace por ese aquel chico o chica que tanto le gusta o mejor dicho que
ama.
hay algo común en todo lo mencionado antes, es la felicidad, todo lo que hacemos,
claro al menos que te obligues hacer cosas que no te gustan, que es al caso de varios,
es hacer las cosas que te gustan, que te apasionan, que te mueven, que te hacen estar
sonriendo y siempre estar ahí feliz, mostrando a todos lo que sientes, es tanta la
felicidad que quieres que todos se enteren de esta.

porque decimos que el amor y la felicidad mueve al mundo?

La felicidad es un derecho y una decisión personal, es un sentimiento de plenitud al


estar en armonía con Dios, con el prójimo y uno mismo, sin que exista conflicto entre
lo que se quiere y se vive, es ese sentimiento de paz en la compañía o en la soledad,
sin compararnos con nadie y vivir el momento inmerso en una sensación de bienestar
que nace desde lo más íntimo del alma.

La felicidad al igual que el sueño tiene diferentes niveles; el primer nivel, se relaciona
con la sensación de bienestar general, al vivir instantes placenteros en lo cotidiano,
como la sana convivencia, comer, alcanzar metas, cosas como estas que provocan una
sensación inmediata de confort.

El segundo nivel lo caracteriza la capacidad de compenetración con agrado y pasión en


lo que se hace, de tal manera que el entorno desaparezca al permitir una paz y
bienestar especial que transporta a un estado único, donde sólo existe el placer de los
que se hace en el momento.

El tercer nivel brinda una felicidad más intensa y duradera, esto se logra si el propósito
de la vida se encausa en ayudar a otras personas, sin intereses económico, sin interés
de figurar, simplemente se hace, por la satisfacción personal de ayudar y ser útil a la
sociedad.

Es fácil acostumbrarse a la sensación de felicidad, a las metas alcanzadas, a todo lo


bueno, al punto de que la costumbre adormece la sensación de felicidad. Para no
caer en ese letargo peligroso, que conduce a la falsa creencia de que todo lo
merecemos porque sí, es importante el agradecimiento, y no cansarse de agradecer,
porque no se puede pensar en la autosuficiencia, todos necesitamos de todos.

Para ser feliz se necesitan sólo dos cosa que el dinero no comprar, la vida y el amor, la
felicidad se construye en base a la decisión inquebrantable de ser feliz ya, en este
instante, sin importar las condiciones actuales, porque la vida es un mosaico de
instantes alegres y tristes, en medio de la riqueza y la pobreza, la salud y la
enfermedad.

Por qué poner pretextos y carencias para ser feliz ya, por qué esperar cosas y logros
para ser feliz, seré feliz cuando saque mi carrera, con otro trabajo, con otro auto móvil,
entonces, ¿cuándo vas a ser Feliz?, Las metas y nobles proyectos son importantes de
alcanzar y la felicidad es ese camino que se disfruta desde ya. “La felicidad es el éxito,
no el éxito la felicidad.”

El mundo vive un profundo proceso de transformación, día a día nos enfrentamos a


sucesos que marcan, que dejan huella y que dejan dentro de nosotros una especie de
sacudida de la cual, en ocasiones, difícilmente podemos recuperarnos. Cada
experiencia que vivimos es parte del crecimiento que, a lo largo de la vida, vamos
adquiriendo. A veces debemos ser conscientes de ello para que todo, en nuestro
camino, pueda marchar de manera positiva, recordemos que nada, ni nadie puede
arrebatar lo que en esencia y por esencia, somos. Es bien sabido que cada experiencia
nos puede hacer más fuertes o más débiles, todo dependiendo del ángulo desde que
se mire, lo realmente importante de ello es que, a veces debemos dejar ciertas cosas
claras con respecto a ello que si bien ha sido difícil siempre nos ayuda a comprender el
verdadero significado de la vida y la existencia.

De seguro te has preguntado sobre la existencia misma y sobre el hecho de que vivas
esta vida. Porque, aunque no lo creas, gran parte de los seres humanos nos
preguntamos alguna vez en nuestras vidas el porqué de nuestra propia existencia. En
esa caja sin fondo de nuestra mente han divagado preguntas como: ¿Por qué me ha
tocado vivir esta vida? ¿Cuál será mi verdadera misión? ¿Estaré en lo correcto? Esas y
otras más, han sido las preguntas que, en la mente de cualquier ser humano, ha
rondado. Somos seres racionales por excelencia y el hecho de preguntarnos ese tipo
de cosas nos recuerda cuán frágiles y poderosos podemos llegar a ser, quizás uno a la
vez, pero lo cierto es que siempre lo seremos.
Estamos aquí para evolucionar y para día a día entendernos más como seres humanos,
como seres que padecen y sienten. Así como somos seres racionales, también somos
seres emocionales, mentales, seres físicos y espirituales. Así que parte de este
apartado entra en un tema que nos lleva a experimentar una serie de preguntas sobre
nuestra propia existencia y vida. Recordemos que todos tenemos algo que hacer y lo
importante es hacer eso, aprender y enfocar nuestras energía y vida a lograr eso que si
bien, llegamos al mundo sin saber de qué trata, también podemos irnos de él sin nunca
haber entendido eso de lo que trata.
Cada ser humano cuando nace, lo hace con un sello celestial que marca el rumbo de su
existencia y lo lleva a experimentar el poder esencial del propio cambio y de la propia
evolución. El hombre se enfrenta a su vida, establece una lucha única en donde
comienza a comprender ciertos parámetros relacionados con su propia existencia y el
por qué vive en este plano y por qué lo vive de esa manera. Es en ese punto en donde
comenzamos a buscar, dentro de nosotros, el verdadero rumbo sobre lo que
queremos alcanzar para evolucionar y lograr lo deseado para con nosotros. Es en este
momento en donde comenzamos a entender que, en esta vida, nos vemos movidos
por algo y que no podemos estar en ella sin algún rumbo. Comenzamos, por todos los
medios a buscar la respuesta a nuestras interrogantes existenciales que nos ayuden a
comprender el verdadero significado de existir.

Una pregunta que ronda, a lo largo de nuestra vida y que nadie está exento a hacérsela
tiene que ver esencialmente con nuestra misión de vida y el por qué estamos viviendo
el ahora y por qué lo vivimos de esa manera. Jóvenes, adultos, incluso niños, se han
preguntado sobre lo que representa su misión de vida. ¿Cuál es mi misión? ¿Cómo
seré en un futuro? Preguntamos una y otra vez, nos enfrascamos en saber eso e
iniciamos de esa manera una larga y ardua búsqueda para poder alcanzar la respuesta
adecuada a esa gran interrogante que roba nuestros sueños, que incluso, roba nuestra
orientación de la misma realidad.

Lo cierto de todo es que, estamos aquí para hacer algo, indistintamente de lo que sea,
cada ser humano, incluso, antes de nacer ya tiene impuesta su larga misión de vida y
debe, al momento de nacer, trabajar en ello, porque de eso depende la vida, depende
un proceso evolutivo que involucra la vida pasada, la presente y la que vivirás después
de esta encarnación. Como sabemos, somos energía y como energía que somos,
sentimos y percibimos muchas cosas en el día a día, dichas cosas, nos ayudan a
encaminar nuestra vida, y nos ayudan a definir con convicción los cambios. A través de
ello podemos definir ciertas cosas que nos ayudan a ver con mucha más claridad los
cambios que queremos establecer e incluso, nos ayuda a definir el camino que
debemos recorrer.
¿Cuál es mi verdadera misión de Vida?
Es una pregunta compleja, una pregunta difícil de responder con exactitud, solo aquel
que ha entendido el verdadero sentido de la vida, podrá quizás, acercarse un poco a la
respuesta de esta gran y compleja interrogante. Esa respuesta reside en cada uno de
nosotros, dentro de nuestro corazón, ahí, en ese lugar que muchos no conocen y
mucho menos saben explorar, justamente ahí yace la respuesta a esta interrogante tan
compleja.

Si bien, es una pregunta difícil de contestar, siempre he considerado, desde que tengo
uso de razón, que en la vida de todo ser humano deben existir como parte de su gran
misión de vida, otras que, a mi parecer, deben ser universales. El hombre, debe
establecer ciertas misiones consideradas universales que acompañen a su gran misión
de vida. Muchos creen que estas misiones universales tienen que ver con tener una
casa, un carro, dinero, viajes o similar, las consideraciones universales a las que me
refiero son más espirituales, emocionales y mentales que materiales. Lo material no
representa un punto de misión de vida, solo es considerado un elemento que alimenta
la felicidad y nuestra existencia, nos acerca, quizás a la felicidad, pero en otras
ocasiones nos aleja por completo.
SER FELIZ. Es simple… SE FELIZ con lo que has logrado, se constante con tus sueños y
nunca dejes de vivir la vida. La felicidad es el objetivo más primordial de la existencia
humana. Todos deseamos ser felices y eso se logra, aplicando cada una de las leyes
universales expuestas anteriormente. Hazlo y verás cómo tu vida cambiará.

La misión real de la existencia humana recae esencialmente en ser feliz y vivir la vida a
plenitud. Pero recuerda que la misión significa trascender y dejar una huella. Es
momento de que comprendas los preceptos anteriores y te enfoques esencialmente
en crecer, en evolucionar y en lograr a plenitud la esencia de la misión y la existencia.
Recuerda que estás aquí para cumplir una misión única, que solo lograrás cuando
aprendas a conectar tu corazón con tu mente y el resto, lo irás logrando mientras vas
alcanzando aquella misión real. Ya que en la búsqueda de esa misión aprenderás a
tener principio, confianza, valentía, a tener amigos, salud, familia, a ser agradecido a
perdonar y, en fin, hasta que por fin llegues a la felicidad y la plenitud.

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