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Confusión evolutiva

¡Zas! ¡Zas! Así suena mi periódico cada vez que lo dejo caer sobre mi escritorio... ¡Zas! ¡Zas! ¡Zas!

No importa cuantas veces lo levante y lo suelte, siempre cae. La gravedad es un hecho. Y no importa si la
teoría de la gravitación de Newton o la teoría general de la relatividad de Einstein están bien o mal, la
gravedad existe, mi periódico siempre cae.

Si para todos, un ejemplo como éste es muy claro, ¿por qué existe tanta confusión en el caso de la evolución?

La evolución es un hecho, sin importar si la teoría de Lamarck, la de Wallace o la de Darwin la expliquen bien
o mal.

La confusión o el rechazo total de la evolución, se presentó especialmente desde que la teoría de Darwin fue
presentada, a pesar de que él no fue el primero en proponer que las especies cambian o evolucionan. Lo que
sí hizo Darwin, a diferencia de los anteriores proponentes, fue presentar una cantidad abrumadora de
ejemplos, que parecían no dejar otra opción más que aceptar lo que decía.

Para muchas otras personas, la teoría evolutiva de Darwin desafiaba sus creencias religiosas, pues creían
que atacaba todo lo que la iglesia defendía, y colocaban al hombre, no como el Hijo de Dios, sino como otro
ser vivo más, sujeto a las presiones naturales.

Por otro lado, los científicos no se preocuparon por divulgar lo que es una teoría científica, dejando que el
significado se viera distorsionado. De forma popular, una teoría es algo que no se ha probado, puede ser la
opinión de cualquiera sobre por qué fallan los penales los jugadores de la selección o si Gloria Trevi es
culpable o inocente.

Para los científicos, una teoría es una explicación seria de un fenómeno observado en la Naturaleza. Las
teorías científicas pueden estar bien o mal, de hecho, en la mayoría de los casos están incompletas o
requieren de mejoras; pero nunca son opiniones al aire o sin fundamento y tampoco dependen de ellas si los
fenómenos observados son o no verdaderos. Si la teoría de Darwin está completamente equivocada, eso no
quiere decir que la evolución no exista.

De cualquier forma, es evidente que el rechazo nada tiene que ver con lo que dice la teoría dice, pues para la
gran mayoría de los mortales, la teoría de la evolución es un completo misterio. Casi todos nos limitamos a
decir que alguien nos platicó que Darwin dijo que “venimos del mono”. Y ustedes me disculparán, pero eso sí
que ni a mi mejor amigo le permito que me diga que parezco simio.

Pero, ¿qué dijo Darwin? Bueno, pues básicamente podemos resumir sus planteamientos en dos puntos:

1. Los seres vivos de la actualidad, las especies que conocemos, no son las mismas que existieron desde la
antigüedad, las especies han cambiado en el tiempo, han “evolucionado” a partir de otras anteriores.

2. El mecanismo de la evolución, es la selección natural. Los seres vivos de la misma especie son semejantes
entre sí, pero no idénticos, las pequeñas diferencias entre ellos hacen que unos tengan mayores
probabilidades de llegar a la edad adulta y tener descendencia. La naturaleza, interacciona con los seres
vivos a través de los cambios de temperatura, humedad, alimento, etcétera, y “selecciona” a los que
sobrevivirán, por lo tanto sus características permanecerán a través del tiempo. Este segundo punto explicaba
cómo evolucionaban las especies, y era algo totalmente nuevo.

HECHO:
El hombre y los antropoides actuales, tuvimos un ancestro en común. Para algunos investigadores este
ancestro vivió hace aproximadamente entre 4 y 6.5 millones de años. Otros lo sitúan aun más atrás en el
tiempo, hace unos 20 millones de años. Pero, ningún experto duda de la existencia de este ancestro común.

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