Está en la página 1de 1

Beber clorofila

Desde hace algunos meses, se ha puesto de moda, “beber clorofila”. La razón principal por la que muchos
han decidido beber esta sustancia disuelta en agua, es por los múltiples beneficios a la salud que esta
práctica proporciona.

Aunque temo decirles a todos estos entusiastas del líquido verde y de la salud, que han sido engañados.

La mayoría de nosotros, cuando hablamos de la clorofila, pensamos en la sustancia verde de las plantas,
necesaria para la fotosíntesis y para “tomar la energía del sol”. Sin embargo no existe una clorofila, sino al
menos, cinco tipos diferentes denominados a, b, c, d y e. Y todas ellas son insolubles en agua. Es decir que el
polvo que nos venden para disolver en agua, las pastillas solubles, o las versiones líquidas envasadas, en
todas sus presentaciones, no son clorofila.

¿Qué es el famoso polvito que nos venden? En todos los casos que he encontrado, se trata de clorofilina, que
es un colorante verde, soluble en agua, muy utilizado en la industria y derivado de la clorofila. Las marcas
consultadas: Swanson Greenfoods, Nature's way, Soulheale, Chlorofresh, Herbs Place, DeSouza's, Mother
Nature, World Organics, entre muchas más.

La clorofila a, que es la más común y abundante, es una molécula formada por 137 átomos. La componen un
ácido dicarboxílico (clorofilina), metanol y alcohol fitílico, también conocido como fitol. En todas las clorofilas, si
se elimina el fitol, se obtiene el metil clorofílido (clorofilina y metanol), que es soluble en agua.

Muchos de ustedes estarán de acuerdo conmigo en que si a una molécula formada por 137 átomos, le
quitamos 60, pues no sigue siendo la misma ¿no es cierto?, y mucho menos podemos tener el descaro de
decir que es clorofila 100% natural.

- “Es muy natural señorita, sólo le quitamos el 43.79% de sus átomos...”

Curiosamente, en todas las etiquetas de “clorofilas hidrosolubles”, dice claramente que se trata de clorofilina
(chlorophyllin) no de clorofila, aunque el nombre del producto sea “Liquid Chlorophyll”. Pareciera que no nos
están tratando de engañar.

Por otro lado, mientras que las compañías de reactivos químicos venden el frasco de clorofila de 25 gramos
en aproximadamente 65 dólares, los frascos de 16 onzas (474 ml) de “clorofila líquida” tienen un precio de
entre seis y 11 dólares, y las pastillas o los polvos son aun más baratos.

Entonces, ¿por qué ha tenido resultados el tratamiento?

Evidentemente tenemos el “efecto placebo”, que de acuerdo con el Dr. Ruy Pérez Tamayo es “la influencia
favorable e inespecífica que se agrega a casi cualquier tipo de acción terapéutica que se lleva a cabo ”, es
decir que casi cualquier tratamiento funciona.

Además, se aumenta el consumo de agua, y como casi todos los médicos y nutriólogos coinciden en que el
consumo de agua de la mayoría está por debajo del recomendado... si ingiero más agua, aunque sea
pintadita de verde con clorofilina, mejoro el funcionamiento general de mi organismo; por el agua, no por el
colorante.

Finalmente, si lo que considero benéfico es consumir clorofila, pues siempre estará a la mano una buena
ensalada de lechuga, con espinacas, berros y acelgas.

HECHO:
Los seres humanos no somos organismos fotosintéticos. La fotosíntesis es un proceso complejo que requiere
no sólo de clorofila, sino de organelos y enzimas sólo presentes en las plantas, algas y algunos
microorganismos. La clorofila que nosotros ingerimos es destruida durante la digestión.

También podría gustarte