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T E M A S E S P A Ñ O L E S

N.0 21

EL GENERAL YAGÜE
por
I . GARCÍA ESCALERA

P U B L I C A C I O N E S ESPAÑOLAS
M O N I K ESQOlNZA, 6.—MADRID
1953

¿* 7*7<>?<eo
NACIMIENTO, FAMILIA E INFANCIA

Casi en la raya de Burgos se alza el pe- ternura en su hijo, que iba creciendo fuer-
queño pueblo de San Leonardo. Sus hijos te aunque travieso como el que más, en
son sobrios, fuertes, duros, sanos y hon- las pandillas infantiles. Durante los prime-
rados, celosos de su honor y amantes de ros años de su vida, Yagüe no se movió
su Patria. Buenos ciudadanos "guardan a de San Leonardo, pero al llegar a la edad
Dios como cristianos viejos". de comenzar en serio los estudios, doña
Hasta hace pocos años, San Leonardo Maximiana se trasladó con su hijo a Bur-
era uno de tantos bellos rincones de la gos, encomendando su educación y for-
Península escondidos en el anónimo, cono- mación a los Padres Maristas.
cido apenas por una docena de industriales Por pura vocación brotada en el alma,
madereros. Pero, a partir de la Guerra de Juanito Yagüe quiso ser militar, sin que
Liberación, su nombre se incorporó a los
en su decisión influyeran ejemplos fami-
fastos de nuestra mejor historia reciente,
por haber sido cuna, hogar—y ahora tie- liares ni ambiciones de gloria, ya que por
rra sagrada que guardará para la Eterni- aquel tiempo, reciente todavía la amargu-
dad sus cenizas—de uno de los más bra- ra del 98, no parece que la Milicia brinde
vos y nobles soldados de España: del te- un gran porvenir a la juventud española.
niente general don Juan Yagüe y Blanco. En 1907, Yagüe se traslada de Burgos
El 9 de noviembre de 1891 vino al a Toledo para presentarse a los exámenes
mundo, en ese pueblecito soriano, un niño de ingreso en la Academia de Infantería,
llamado Juan Yagüe Blanco. Su padre, aprobando todos sus ejercicios. En la im-
don Juan Yagüe Rodrigo, era el médico paciente espera de la calificación definiti-
rural de San Leonardo, después de haberlo va, conoce a otro joven aspirante que se
sido algún tiempo de Ucero. La madre se llama Francisco Franco Bahamonte. Al
llamaba doña Maximiana Blanco. Ambos fin, puede dar a su madre la noticia de
eran castellanos viejos. Cualquiera que ha- que es caballero cadete de Infantería. En
ya leído las Memorias de Ramón y Cajal septiembre, doña Maximiana, que vive to-
o de Baroja, se dará cuenta de la estrechez talmente consagrada a su hijo, se traslada
económica en que vivirían los padres del a Toledo, en cuya ciudad permanece todo
futuro primer marqués de San Leonardo el tiempo—tres años—que duran los es-
de Yagüe, ya que en aquellos tiempos los tudios de Juanito. Las horas libres del es-
ingresos de un médico de aldea no eran tudio y el adiestramiento, las pasan el hi-
muy remuneradores. jo y sus mejores amigos junto a doña Ma-
Muy poco tiempo después de nacer su ximiana, que es un poco la madre cariño-
único hijo, el médico de San Leonardo mu- sa de todos aquellos chicarrones que no
rió y doña Maximiana concentró toda su tienen la suerte de tener cerca a las suyas.

LA E S T R E L L A D E A L F E R E Z
1910. Ha terminado el curso en la Aca- formes jie 312 muchachos que, al día si-
demia, y ya las bordadoras han dado fin guiente, ascenderán de caballeros cadetes
a las 624 estrellas de canutillo de oro que a segundos tenientes de la gloriosa Infan-
van a adornar las bocamangas de los uni- tería española.
En el espléndido patio renacentista del da juventud, ha de ser más valiente, más
Alcázar, la promoción entera en posición puntual, más cumplidor que nadie. Ahora
de firmes, bajo el plomo del bárbaro sol ya no habrá de aprender temas técnicos,
del 13 de julio, aguarda el instante de to- repetir lecciones de Historia o quemarse
mar en sus manos los Reales Despachos las pestañas en el estudio resolviendo in-
que les confieren el título honrosísimo que trincados problemas algebraicos o trigo-
abre las puertas del heroísmo y la in- nométricos. La estrella en la bocamanga
mortalidad. significa nada más y nada menos que la
Entre sus compañeros de promoción gloria y la servidumbre del mando y la
—en la que figuran Francisco Franco, Da- responsabilidad; significa la posibilidad de
río Gazapo, Camilo Alonso Vega, Emilio desarrollar los ejercicios tácticos, no bajo
Esteban Infantes, Ricardo Villalba y otros la mirada del profesor, sino bajo el fuego
muchos que serán gloria del Ejército es- enemigo; significa crear nuevas páginas de
pañol—, rígido, alta la cabeza, sin entor- Historia que habrán de estudiar las ve-
nar los ojos a la luz cegadora de la ma- nideras generaciones;. significa convertir
ñana estival, Juanito Yagüe siente que su el álgebra y la trigonometría en roman-
corazón trepida violento dentro del pecho cero; significa entregar con total abnega-
y que las sienes le abrasan en un hervir ción la juventud al servicio y la obedien-
de sueños. Cada punto del clarín va au- cia ciega.
mentando aquella tensión sofocante. ¡Ya Hablan—elocuentes—el cardenal Agui-
es oficial del Ejército! Ya puede mandar rre, Primado de España, y el coronel V i -
un pelotón de soldaditos menudos y more- llalba, director de la Academia; pero, por
nos en la tierra del moro. Ya puede ins- vez primera, Yagüe no presta demasiada
cribir su nombre en las gestas africanas. atención a aquellas palabras que recuer-
Ya tiene derecho a ganar condecoraciones dan a los héroes caídos un año antes en
y ascensos por méritos de guerra, a derra- el barranco del Lobo. Prefiere, sin duda,
mar su sangre caliente y generosa por la escucharse a sí mismo la primera y más
grandeza de España, que la juventud cas- inflamada de sus arengas, que le llena de
trense tiene el deber de liberar del entre- lágrimas los ojos y el alma de presen-
dicho en que la dejaron los errores polí- timientos, y jurarse cumplir uno por uno
ticos culminados en el desastre del 98 y todos los sagrados deberes que el espí-
que—si Dios y ella no lo remedian—se se- ritu y la letra de la Ordenanza Militar
guirán cometiendo en aquel hosco Marrue- imponen a quien ha decidido eternizar su
cos, que empieza a ser la pesadilla de las vida por las armas, a sabiendas de que
madres y el blanco de los manejos más "el frío de las centinelas, el peligro de los
turbios de especuladores intrigantes y asaltos, el espanto de las batallas, el ham-
traidores a los destinos de la Patria. bre de los cercos y la ruina de las mi-
Ya ha sonado su nombre, ya ha recibi- nas" son la carga principal de ellas,
do el Real Despacho y ya puede apretar como ha dicho el soldado Miguel de Cer-
contra su pecho la credencial de segundo vantes.
teniente. Juan Yagüe recuerda sus juegos ¡Y bien que Yagüe los cumpliría, a des-
en San Leonardo, sus dieciocho años albo- pecho de todas esas cargas, desde aquel
rotados, su bozo incipiente, y sonríe or- mismo momento hasta el mediodía del 21
gulloso. Ya no es un muchacho, sino un de octubre de 1952, en que Dios le conce-
oficial que, precisamente por su extrema- dió el descanso!

VIDA D E GUARNICION
El Destino, que es como un niño ca- dos años más tarde, estremecida de dolor
prichoso, quiere que Juan Yagüe tenga el hasta el tuétano de sus piedras milenarias,
primer mando de su vida militar en Bur- se cubrirá de crespones para presenciar el
gos, en la misma ciudad que cuarenta y traslado de sus restos mortales a San Leo-

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nardo. El mismo juego del azar será el Burgos, viendo desde todas partes las es-
que haga que Yagüe—leal entre los lea- beltas agujas de la Catedral gótica. ¿Con-
les—sea destinado el 23 de julio (1) a suelo? Quizá no. Quizá aquellas camina-
velar sus armas en el regimiento de In- tas por los fríos, sucios y sórdidos arra-
fantería número 30 que lleva el nombre bales de la ciudad, llenos de casuchas
de la Lealtad, de guarnición en la vieja pobres, de chiquillos pitañosos, de obreros
ciudad cabeza de Castilla. mal vestidos leyendo El Radical o El So-
Durante casi cuatro años—probable- cialista, de mujerucas desgreñadas con la
mente eternos para la impaciencia moceril tristeza de la pobreza y el hambre en la
de su sangre más afanosa de hazañas que mirada, le desconsolaran más aún. ¿No
de laureles—el alférez Yagüe, ascendido a habría medio de proporcionar a todas
teniente en julio de 1912, se consume en la aquellas gentes sin amparo un pedazo de
placidez de la vida de una guarnición pro- pan ganado dignamente, un hogar limpio
vinciana. En cuerpo y alma se dedica a y decoroso, una escuela, unos campos de
obedecer las órdenes de sus superiores y juego que les devolviesen la alegría del
adiestrar fisica y moralmente a los solda- trabajo y de la vida? Los artículos de Le-
dos y cabos desde la Academia de cla- rroux y Pablo Iglesias se los prometían.
ses instalada en el cuartel. Pero él no está Pero ¿a costa de qué? A costa de renun-
hecho para profesor, ni siquiera para con- ciar a todo cuanto era consubstancial con
ducirlos brillantemente en callejeros des- su espíritu español; a costa de dejar de
files conmemorativos, sino para guiarlos creer en Dios y en los destinos de España;
por los ásperos caminos de la gloria y la a costa de imponer el terror y el ateísmo
victoria. La instrucción, las guardias, las que la anarquía había desatado en Barce-
tertulias de las Salas de Banderas o el lona durante la semana sangrienta de j u -
Casino, los paseos por la Plaza y por el lio de 1909, con el pretexto de impedir la
Espolón, no pueden, pues, satisfacer su an- salida de los reservistas que el Gobierno
sia de actividad. Sobre todo cuando sabe enviaba a Marruecos tras el desastre del
que en Marruecos muchos de sus camara- barranco del Lobo. ¡No, no! Los españo-
das de Academia se están jugando la vida les necesitaban pan, trabajo y paz, pero no
alegremente para cumplir una misión pa- por el camino que les prometían los líderes
triótica. republicanos y socialistas.
Noche tras noche, Yagüe sueña con la El teniente Juan Yagüe no ha estudia-
luna y las estrellas que constelan el cielo do Sociología ni Derecho político en sus
norteafricano sobre los blocaos guarneci- tres años de Academia Militar. Pero sus
dos por muchachos de su edad, y se an- ojos ávidos de conocimientos van apren-
gustia y se enrabia pensando cuánto se diendo en las calles de la vida esas asig-
retrasa la hora soñada desde la infancia de naturas, y Burgos es un buen sitio para
demostrar a España el temple de los mo- observar la reciedumbre magnífica del
zos de San Leonardo. Y día tras día se pueblo español.
acerca respetuoso a sus superiores, pidién- El teniente Juan Yagüe conoce a ese
doles por todos los santos de la Corte ce- pueblo, idéntico al de su tierra soriana de
lestial que transmitan y activen, sea como San Leonardo. A ese pueblo del que han
sea, sus instancias al Ministerio de la Gue- salido los soldados humildes y disciplina-
rra en solicitud de un puesto cara al sol dos a quienes manda en el cuartel. Para
de Africa. Y, día tras día, el desencanto de ese pueblo sueña Juan Yagüe un bienes-
que el soñado destino no llegue. tar y una justicia que le devuelvan el or-
El único consuelo de aquella forzada gullo de ser—nada más y nada menos—
impotencia a que se veía condenado sería pueblo español. Lo merece y lo tendrá.
pasear por los bellísimos alrededores de Juan Yagüe no sabe cómo ni cuándo; pero,
paseando por la orilla del Arlanzón en los
(1) E l mismo día, el segundo teniente
Francisco Franco Bahamonde era destinado atardeceres neblinosos, mira a la ciudad y
al de Zamora. la ve ensancharse, crecer, llenarse de edi-

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ficios nuevos y limpios en los que traba- capaz de llevar a cabo esa magnífica
jan, cantan y ríen hombres, mujeres y ni- transformación tan parecida a un sueño,
ños. ¿Es un sueño? Si lo es, no hay duda que ahora se agita en el corazón del jo-
que soñar es hermoso. Si no lo es, ¡qué ven oficial, casi tanto como el deseo de ir
dichoso podría morir el hombre que fuera a pelear por España en Morería!

DESTINADO A MARRUECOS

Por fin, un día de marzo de 1914, el ros visten la chilaba y se tocan con el fez
Diario Oficial del Ministerio de la Gue- de las fuerzas indígenas—el teniente Ya-
rra publica la tan esperada orden por la güe solicita en seguida el paso a uno de
que el primer teniente don Juan Yagüe los tabores de Regulares.
Blanco pasa a prestar sus servicios en el Por aquellos días el campo está apa-
regimiento de Infantería de Saboya, núme- rentemente tranquilo. Aunque no tanto que
ro 6, en Tetuán. no sean frecuentes las emboscadas, los
Desde los brazos de sus familiares, que ataques por sorpresa y los secuestros de
le despiden acongojados, pasa a los de soldados o paisanos. Raro es el día que
sus compañeros de promoción, que le re- las tropas españolas no sufren bajas sen-
ciben efusivos en Africa, después de cru- sibles. El campo está aparentemente tran-
zar por vez primera la Península desde quilo, sí, pero no tanto que puedan con-
Burgos a Algeciras, sentir el sonrojo y el siderarse exactas las palabras que el ge-
dolor de ver la tierra ibérica del Peñón de neral Silvestre, comandante general de La-
Gibraltar cubierta de una bandera extra- rache, ha dicho a los periodistas madrile-
ña, y de atravesar el Estrecho con fuerte ños al salir del regio Alcázar en la maña-
marejada de Levante. Aquellos oficiales de na del 29 de marzo: "He informado al
Marruecos, curtidos por el sol africano rey de la colonización en el Garb. De gue-
después de algunos años o meses de cam- rra no le podía hablar, puesto que ya no
paña, le producen admiración y pasmo. hay guerra." Quizá diera una apariencia
Viéndoles renegridos, curtidos, rudos, con de verdad a estas frases la reciente sumi-
ademán marcialísimo y pensamientos épi- sión al general Marina, en Melilla, de los
cos bajo las frentes, Yagüe se siente un caídes de las bravias tribus de Ulad-Set-
poco avergonzado. Pero unos cuantos días tut y Beni-bu-Yahi. Quizá se creyera así
de recorrer con ellos la bellísima y miste- en Madrid. Pero los amigos de Yagüe le
riosa ciudad—ya conocida por las descrip- informan de que la realidad es muy dis-
ciones de Pedro Antonio de Alarcón y las tinta, por lo que muy pronto recibirá el
cartas de algunos amigos—bastan para bautismo de fuego.
que el aire y el sol, besándole la frente, se En los casinillos se comenta el revuelo
la bañen de aquel tono tostado que con- producido por una carta del general Bur-
servaría durante muchos años. guete atacando a Maura por su manera de
Como todos los españoles que con el conducir la campaña de 1909 y la respues-
corazón abierto pisan la mágica ciudad, ta que en una conferencia pronunciada en
pronto el de Yagüe se prenda de sus pai- el Círculo Maurista ha dado al general el
sajes violentos, su tradicional cortesía, la señor Maura y Gamazo (don Gabriel). Se
gallardía de sus jinetes, los ojos de las comenta el mitin de los socialistas en el
mujeres veladas, la esbeltez de sus torres, salón Lux Edén de Madrid, en el que Bes-
la melodía de sus fuentes, la voz—casi teiro y Pablo Iglesias censuraron violenta-
campana—de los almuédanos en las mez- mente al Gobierno Dato por la cuestión de
quitas, el dulzor del té que se bebe en sus los soldados "de cuota", se manifestaron
obscuros bakalitos. Por todo ello—y tam- contra la guerra de Marruecos y profi-
bién porque sus más intrépidos compañe- rieron una vez más sus amenazas. Se
comenta que es muy posible que, si los se desvela por ellos, y sus superiores es-
moros vuelven a atacar, se utilice contra timan sus virtudes castrenses—expuestas
ellos la escuadrilla de aeroplanos que por en las marchas, las emboscadas, las agua-
aquellos días ha volado sobre el campo das—y sus magníficas condiciones mora-
marroquí. les: simpatía, llaneza, sencillez, cordiali-
Las primeras salidas al campo del te- dad. Sus veintiún años, su apostura va-
niente Yagüe con sus soldados de Saboya ronil, su voz grave de barítono, no borran
ponen de manifiesto su serenidad, su au-
daz temperamento y su inteligencia tácti- su sonrisa fresca e infantil y continúa sien-
ca. Lógicamente, sus soldados le quieren do para sus amigos—que ya lo son todos
en seguida, con ese cariño un poco filial los jefes y oficiales del Ejército africam
del buen soldado al buen jefe que vela y Juanito Yagüe.

OFICIAL D E REGULARES

El que espera sin desesperar sabe que ni busca refugio tras un saco terrero o un
todo cuanto se desea con ardor llega más parapeto, complaciéndose en desafiar a la
tarde o más temprano. Yagüe ha sabido muerte cuando los "máuser" y los "lebel"
esperar así, y su esperanza se hace reali- de los rifeños afinan su prodigiosa punte-
dad un día de agosto en que el Diario Ofi- ría para lograr acertar su corpachón, er-
cial le concede el anhelado pase a las guido siempre en medio del diluvio de pro-
fuerzas de choque de la Zona Oriental: yectiles. Hay una absoluta seguridad en
el Grupo de Regulares número 2, de Me- el joven teniente de que es inmune al plo-
lilla, al que se incorpora rápidamente y mo, como si supiera que el Destino le tie-
en el cual continúa prestando servicios de ne elegido para llenar de gloria muchos
campaña: guarniciones en los blocaos ins- días de la historia de su Patria, comba-
talados en los áridos campos rifeños; cer- tiendo y venciendo a otro enemigo más
cos, ataques nocturnos, sed y desaliento; feroz, más numeroso y mejor pertrechado
llamadas desesperadas por el heliógrafo; que aquellos cabileños a quienes venden
convoyes que se abren camino entre ba- sus armas, proporcionadas por el parti-
lazos; frío, calor, aburrimiento, desespe- do colonial francés, contrabandistas que
ranza. De todo conocen aquellos hombres han nacido en España. Algo le grita den-
de Marruecos. Pero todo ello contribuye tro del corazón—un poco arrítmico—que
a hacer fuertes sus espíritus y tal vez mi- le esperan victorias resonantes en los cam-
nar sus recios organismos. Tal vez, la le- pos de España, cuando ya su cabeza se
jana causa de las lloradas muertes prema- haya encanecido. Por eso, en su gesto hay
turas de Várela, García Escámez y Ya- un desprecio absoluto a la muerte y arries-
güe se incubara en las noches del blocao ga un día y otro su vida con la alegría
apartado del mundo, en las marchas y con- de los héroes seguros de sí mismos, en
tramarchas fatigosas sobre los secos ma- los múltiples episodios de la interminable
tojos del Rif o de Yebala. campaña, y su actuación despierta admira-
. Audaz y valentísimo, ejemplo y estí- ciones que acaban por cuajar en una pro-
mulo de subordinados y admiración de puesta de ascenso para capitán por los
jefes, adquiere pronto Yagüe el mismo méritos de guerra contraídos en los diver-
convencimiento de sus compañeros de que sos hechos de armas en que ha participa-
"las balas traen tarjeta", por lo cual no do durante el período comprendido entre
hay que temerlas. Al frente de sus Regu- el 1 de mayo de 1915 y el 30 de lunio
lares, ni una sola vez se arroja al suelo de 1916.

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CAPITAN POR MERITOS D E GUERRA

El 30 de diciembre de 1916 el ministro dadero testimonio en esmalte y seda de los


de la Guerra firma la orden que pone la merecimientos de los grandes soldados.
tercera estrella de seis puntas en las man- Las heridas que Ya^üe sufre en este
gas de la guerrera del brillantísimo oficial, tiempo son de carácter leve o menos grave,
que ya, a sus veinticinco años, es uno de y ninguna de ellas, por cierto, en hechos
Jos más expertos y veteranos del Ejército de armas brillantes, sino más bien en obs-
español. Como en Marruecos sigue la l u - curos episodios que realzan el abnegado
cha, el capitán Yagüe no piensa en volver sacrificio diario de aquellos militares de
a la vida plácida de una guarnición, y se Africa. Así, su bautismo de sangre tuvo
queda en Africa. lugar el 25 de enero de 1919, en una ope-
Ahora ha cambiado de Grupo, pasando ración de tan escasa importancia que ni
a Regulares de Tetuán. En 1917, 1918, siquiera se menciona en los comunicados
1919 y 1920, la zona oriental está más oficiales del Alto Mando. La segunda he-
tranquila, y es en la occidental—Tetuán, rida—leve—se la causa una bala enemiga
Larache, Arcila—donde se bate más el co- el 25 de junio de 1920, en la ocupación
bre contra las huestes moras, fanatizadas de la posición de Kudia-Tahar, que años
por el prestigio del astuto cabecilla El más tarde se haría famosa en la crónica
Raisuni. heroica de nuestro Ejército de Africa por
En cuantas operaciones se llevan a cabo la gloriosa resistencia de sus defensores.
para cercarle, perseguirle y someterle, in- La última vez que el plomo enemigo pe-
terviene con su valor acostumbrado el ca- netra en la carne de Yagtie es a los seis
pitán Yagüe. Valor que le trae por tres meses justos. El 28 de diciembre de 1920
veces la satisfacción de derramar su san- el enemigo ataca a un convoy en la línea
gre por España, llenándole la piel de cica- de Xauen y, en un movimiento simultá-
trices y el ancho pecho de cruces rojas neo, al blocao del Fondak del Amin, po-
del Mérito Militar de todas las clases y sición cercana a la encantadora ciudad de
con todos los distintivos; la Medalla M i - las fuentes musicales. En el duro comba-
litar de Marruecos con los pasadores de te cae por tercera vez herido el capitán
Tetuán y Larache; la de Sufrimientos por Yagüe, ya propuesto desde hace meses
la Patria, y otras muchas más condecora- para un nuevo ascenso por méritos de
ciones y distintivos que constituyen un ver- guerra a comandante.

LA E S T R E L L A D E OCHO PUNTAS

Por fin, el día 11 de junio de 1921, el cen precozmente madura la juventud de


Diario Oficial número 130 del Ministe- aquellos hombres.
rio de la Guerra publica el Real Decreto El comandante Yagüe, no obstante su
con que termina la vida de oficial de Ya- juventud, su aspecto físico imponente, su
güe al promoverle al empleo de comandan- actividad asombrosa, su voz de trueno, su
te con la antigüedad del 3 de febrero de jocunda jovialidad, lleva en la frente y en
1919. Es decir, ha llegado a la categoría su corazón un no se sabe qué, capaz de
de jefe a los veintisiete años de edad. Pero, nublar de melancolía por un momento
como en tantos otros de sus camaradas de aquella fortaleza optimista de su natura-
Africa, cada uno de sus años de campa- leza, aunque no de hacerle apartarse de
ña es una suma de experiencias que ha- su deber de soldado.

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Tres heridas, dos ascensos, docenas de no han tenido relación con España. En
cicatrices y condecoraciones, y un pres- esas cabilas existen miles de hombres va-
tigio solidisimo de oficial extraordinario, lientes, fanáticos y fanatizados, que opon-
hubieran sido razones suficientes para jus- drán resistencia al avance de nuestras tro-
tificar la vuelta a la Península. Pero pre- pas."
cisamente en junio de 1921 no es el mo- En la zona occidental—Yebala—, rotas
mento de abandonar Marruecos. Durante poco antes las negociaciones de paz con
meses, en Africa—y sobre todo en Espa- el Raisuni, el poderoso xerif ha vuelto a
ña, en los corrillos políticos y en las re- ponerse al frente de las cabilas rebeldes
dacciones de los periódicos—se ha venido y, con las mismas colaboraciones euro-
hablando de futuras grandes operaciones peas que Abd-el-Krim, combate ferozmen-
que han de culminar en la bahía de Alhu- te a España.
cemas, cuya ocupación llevaría implícito Tremendo anuncio de una catástrofe
el dominio militar de la Zona de Protec- cercana es la ocupación y pérdida del
torado asignada a España por los Trata- Monte Abarán, en Tensaman, el 1 de j u -
dos internacionales vigentes, que permiti- nio, que crea dificultades a otras posicio-
ría el desarme de las cabilas y la inau- nes—Annual, Sidi-Dris—, mientras las
guración de una época de pacificación y cosas no van mucho mejor en Beni-Arós.
civilización de todo el territorio, revalori- ¿Puede marcharse de Africa un buen sol-
zando con un hecho de armas brillantísimo dado? No y cien veces no. Yagüe se que-
los largos y abnegados sacrificios del dará con su tabor de Regulares uno, dos,
Ejército. Pero los buenos conocedores del tres años más. Y compartirá con sus com-
verdadero estado del problema no pueden pañeros de armas todo el horror del desas-
forjarse demasiadas ilusiones de que sea tre—los días más amargos y las noches
verdad tanta belleza sin vencer enormes más tristes de la epopeya marroquí, du-
dificultades. rante los cuales todo menos el honor pa-
En la Zona todavía insumisa de la re- rece perdido para el Ejército—, la épica
gión oriental—el Rif—las cabilas de Ten- dureza de la reconquista, la trágica reti-
saman y Beni-Urriaguel tienen como jefe rada de Xauen... En los breves descansos
indiscutible a un hombre hábil y astuto de la pelea, quizá sea más desconsolador
llamado Si Mojand Abd-el Krim, poco y dramático que el combate para aquellos
guerrero, y que ha convivido con los cris- héroes saber cómo la política de Madrid
tianos. Ambicioso y alentado por elemen-
juega suciamente con cuanto para ellos
tos políticos extranjeros, que le suminis-
hay de sagrado en su profesión. Ninguno
tran hombres, armas y dinero, aspira a
de aquellos jefes y oficiales pensó jamás
erigirse en caudillo del Rif arrojando a los
que sus largos años de sacrificio por la
españoles. Las cabilas sometidas a Espa-
Patria en Africa llegarían a ser chalanea-
ña están inquietas por los manejos de Abd-
el-Krim y las fanáticas predicaciones re- dos indecentemente en el Congreso y que
ligiosas de los santones de la secta Alauía, la turbia marea de las responsabilidades
que hablan de la guerra santa. trataría de dejar la limpia fama del Ejér-
El avance que indudablemente planean cito español a merced de cualquier ma-
el alto comisario y el comandante general tón marxista. El ambiente de la Península
de Melilla—Fernández Silvestre—es una reflejado en los periódicos que llegaban a
empresa llena de dificultades "casi insu- Marruecos era denso y corrompido, y en
perables", según palabras del propio Sil- las mismas ciudades de soberanía o pro-
vestre, que dice también: "Estamos en un tectorado las logias y las organizaciones
macizo montañoso sólo comparable a la políticas subversivas trataban de relajar
sierra de Gredos; agazapadas en los plie- la disciplina y crear un clima revolucio-
gues de las vertientes, escondidas en ba- nario.
rrancos que son abismos, atrincheradas en Es entonces cuando aquellos patriotas
las cumbres y en las defensas naturales que visten el uniforme militar se dan cuen-
del terreno, hay una docena de cabilas que ta de el día de mañana habrán de tomar
las armas nuevamente para encauzar la cuerpo y el alma de la Patria y devolverle
vida total de España. Es entonces cuan- la unidad y la fe en sus destinos eternos.
do jefes y oficiales comprenden que nece- Mas, entretanto llega ese día, es menes-
sitarán saltar por encima de eso llamado ter continuar hasta el final la empresa de
"legalidad constitucional" para salvar el Marruecos.

EN L A PENINSULA

El Destino no quiere que el comandante Madrid. Poco más tarde—en enero de


Yagüe participe en los últimos y gloriosos 1925—es nombrado ayudante a las órde-
hechos de armas que culminan en el des- nes del general Menéndez Martínez, jefe
embarco de Alhucemas, dirigido por los de la primera brigada de la segunda di-
generales Primo de Rivera y Sanjurjo y visión.
el coronel Franco. Su salud resentida le En este puesto, desempeñado por Ya-
ha obligado—contra su voluntad—a aban- güe con la lealtad y prudencia en él habi-
donar Marruecos antes de tiempo. A los tuales, el joven comandante puede dedi-
cinco meses del golpe de Estado de Primo carse al estudio no sólo de los temas de
de Rivera—en febrero de 1924—Yagüe su profesión castrense, sino de todos los
vuelve a su queridísima ciudad de Burgos problemas políticos, sociales y económicos
para ocupar un puesto, quizá poco en con- del mundo en una época de transición
sonancia con su temperamento, pero en el como son aquellos años. La robusta inte-
que su espíritu de disciplina y laboriosi- ligencia del comandante Yagüe asimila rá-
dad, y su carácter serio y estudioso, se pidamente las nuevas doctrinas políticas
ponen en contacto con grandes problemas y las nuevas concepciones estratégicas y
y realidades de la vida nacional: ayudan- tácticas. Aquel paréntesis de Marruecos ha
te de campo del excelentísimo señor capi- servido para convertir al bizarro oficial en
tán general de la Sexta Región, que era el el gran jefe que más adelante necesitará
inquieto general don Ricardo Hurguete, España para arduas misiones de guerra y
con quien pasa a la Capitanía General de de paz.

E L T E N I E N T E CORONEL YAGÜE
Asciende Yagüe a teniente coronel en serenado un tanto, y toda su apostura, al
enero de 1928, y toma el mando del pri- rebajar un punto la gallardía juvenil, ha
mer batallón en armas del regimiento de la adquirido una nueva prestancia y arrogan-
Lealtad, siempre de guarnición en Burgos. cia, que despiertan profunda admiración
¡Qué diferente es este teniente coronel de y vivas simpatías en cuantas personas le
treinta y siete años, con tres heridas, una conocen y tratan.
Medalla Militar, dos ascensos por méritos A los dos meses del ascenso, Yagüe tie-
de guerra, un historial brillantísimo y una ne la alegría de un nuevo traslado a Ma-
enorme experiencia de la paz y la guerra, rruecos. Primero se le concede el mando
la obediencia y el mando, de aquel alfe- del batallón de Cazadores de Africa, nú-
recillo de dieciocho que se presentó con mero 17, en cuyo destino permanece hasta
su flamante uniforme en las calles burga- el 28 de agosto de 1928, en que se le
lesas en 1912! Los sufrimientos persona- otorga el mando del Grupo de Fuerzas
les y por la Patria han marcado huellas en Regulares Indígenas de Larache, núme-
su rostro, blanqueando antes de tiempo su ro 4, con el que realiza una gran labor.
pelo sobre las sienes curtidas por soles La paz reina en Maruecos, se lleva a cabo
africanos. El hablar vehementísimo se ha una tarea de identificación y fusión de

— 10 —
ideales de los dos pueblos. Si antes el dencia, había sabido conservar intactos el
mando de fuerzas indígenas significaba el patriotismo y la fe.
máximo riesgo, ahora significa la máxima La mayoría de los jefes y oficiales del
responsabilidad. De cómo se encauce la Ejército español comprende los riesgos que
áspera bravura del soldado moro dependen entraña todo aquel sectarismo republica-
muchos aspectos de la paz. Yagüe y los no. La existencia de España como nación
otros jefes—veteranos de la guerra—com- soberana e independiente está más en pe-
prenden mejor que nadie la ruda psicolo- ligro que si un poderoso invasor amenaza-
gía del marroquí y la encauzan fervorosa- ra sus fronteras, porque frente a un inva-
mente hacia la causa de la total pacifica- sor cabría la activa resistencia armada.
ción de los espíritus. Los soldados de Re- Pero frente a la turbia conjura interna
gulares de Larache respetan a su jefe, al sólo cabe una resistencia pasiva, discreta y
que saben valiente, justo, bondadoso y silenciosa, capaz de sostener sin desfalle-
enérgico, y los jóvenes alféreces y tenien- cimientos la disciplina y el espíritu. Por
tes que no conocían a su teniente coronel, ello los militares españoles no tiran ale-
en seguida le admiran y le veneran, y, a gremente "por la calle de en medio" de la
pesar de lo hermosos que son la paz y el sublevación o el abandono a que les inci-
adiestramiento castrense en la bella vega tan las leyes de Azaña, sino que conti-
del Lucus, sueñan con que un día la es- núan firmes, inconmovibles en sus puestos,
pada de su jefe les conduzca al combate desafiando, como los duros acantilados,
y a la victoria. los embates impotentes de un oleaje vio-
A los tres años y medio de ejercer el lentísimo.
mando, el teniente coronel Yagüe ha de Franco—disuelta la Academia General,
necesitar de todo su temple y toda su au- que dirigía—manda una brigada en La
toridad para evitar el derrumbamiento de Coruña. Mola, Várela, Yagüe, García Es-
la moral de sus huestes cuando en abril cámez, Asensio, Castejón y tantos otros
de 1931 desaparece la vieja Monarquía héroes de Marruecos permanecen en sus
española y una República—de dudoso ori- puestos de Africa o España—más que nun-
gen y más dudoso rumbo todavía—ocupa ca de auténtico servicio y sacrificio—sin
el Poder y comienza a poner de manifies- escuchar las voces de los débiles que acon-
to sus odios y rencores a todo lo entraña- sejan desertar o de los insensatos que
blemente hispánico. Pronto, cada uno de propugnan la rebelión. Para aquellos hom-
sus ministros descubre los siniestros pro- bres, España es mucho más que el senti-
pósitos de sus inspiradores de las inter- miento personal que les pueda ligar a una
nacionales comunistas y masónicas. Uno determinada Institución. Bajo una u otra
forma de Gobierno, una u otra bandera,
trata de "triturar" el Ejército; otro, la
la Patria necesita que sus hombres mejo-
instrucción; otro, la organización del tra-
res continúen creyendo en ella, amándola
bajo nacional; otro, la agricultura; otro,
y sirviéndola con las más difíciles de las
la religión. Se establece desde las más
virtudes: la abnegación a prueba de ultra-
altas esferas una legalidad republicana ba-
jes y humillaciones, la gallardía del silen-
sada en el desorden, el atropello, el ren- cio, la aparente mansedumbre ante las pro-
cor, la negación y el pisoteo de los senti- vocaciones desvergonzadas. Todo ello cur-
mientos entrañables del pueblo español. te y templa el espíritu para cuando llegue
Desde la sustitución de la bandera que on- el momento de decir la última palabra,
deó en los días de gloria o infortunio sim- que en todas las crisis de la civilización
bolizando la eternidad de la Patria y cu- corresponde a los hombres que ciñen es-
brió los despojos de los héroes, hasta la pada, ya que sólo con su filo se pueden
desaparición del Crucifijo en las escuelas, cortar los nudos de la traición.
la República no escatima ofensa o humi-
llación a la espiritualidad de una raza que, En 19 de abril de 1932 Yagüe deja el
incluso en los momentos de mayor deca- mando de los Regulares de Larache para
tomar en comisión el del Grupo núme-

n—
ro 3 de Ceuta, los de González Tablas y cología de los militares de Africa, que per-
Várela. La República sabe que el gran mitió la plena subsistencia en Marruecos
soldado no es un adicto suyo, pero—como de unos soldados valerosos, patriotas y
le pasa con otros muchos—cree más con- aguerridos, capaces de mantener incólu-
veniente para ella mantenerle en Marrue- mes las tradiciones del heroísmo y la fide-
cos que traerle a la Península. Afortuna- lidad a sus altísimos deberes de guardia-
da ceguera ésta de los "estadistas" repu- nes del honor y la integridad de la Pa-
blicanos, incapaces de comprender la psi- tria.

LA VOZ D E L A FALANGE

En Ceuta, Yague lee, a primeros de no- prohibitiva de actividades políticas. Servir


viembre de 1933, el discurso que el día 29 a la unidad de las tierras, los hombres y
de octubre ha pronunciado en el teatro de las clases que constituyen la eterna meta-
la Comedia, de Madrid, José Antonio Pri- física de España no es luchar por esta o la
mo de Rivera. otra ambición parcial de derecha o iz-
Es fácil comprender la impresión que quierda, de monarquía o república, de ca-
aquellas palabras llenas de claridad y la- pitalismo o proletariado, sino cumplir ín-
conismo militar, de poesía que promete, de tegramente en lo civil la misión que en lo
alegría y ascetismo, de lógica y espíritu, castrense viene sirviendo desde su ingreso
causarían en el cerebro y en el corazón en la Academia.
del gran español. "Aquello" tan preciso, En los labios de Yagüe palpita ya el ca-
tan exacto—la España en ruina moral y liente "Arriba España" falangista, cuando
dividida por todos los odios y todas las las denuncias y soplonerías de los maso-
pugnas; la evocación de la tierra y de la nes de Marruecos, que han llegado hasta
raza de esta España maravillosa que traía el Ministerio de la Guerra, señalándole
a su mente los paisajes y los rostros de como poco adicto y peligroso para la Re-
San Leonardo; el ansia de un legítimo se- pública, inducen al titular de la cartera a
ñor de España que no puede morirse; el despojarle del mando de sus Regulares,
análisis de las derechas y las izquierdas; destinándole al batallón de Montaña nú-
la consideración de la Patria como sín- mero 8, de guarnición en Vitoria.
tesis trascendental y del Estado como ins- Yagüe se despide de Marruecos y de
trumento al servicio de su unidad indiscu- sus soldados con palabras emocionadas,
tible, permanente e irrevocable; la consi- prometiéndoles que volverá algún día, y
deración del hombre como portador de marcha a la Península. Cuando pasa por
valores eternos—es lo que él mismo ha Madrid, advierte que la Falange va exten-
soñado desde su adolescencia en sus no- diendo su nobilísimo ideario a pesar de las
ches del Alcázar toledano o los campa- conspiraciones del silencio y las asechan-
mentos de Africa. Una España grande, l i - zas de las pistolas que por la derecha y
bre, unida, limpia, deportiva, religiosa, la izquierda flaquean su camino.
alegre y culta. Una España laboriosa y Desde Vitoria, el teniente coronel Ya-
sana, totalmente opuesta a la de las aldeas güe entabla contactos con ese grupo j u -
abandonadas y las ciudades de arrabales venil y heroico que cada semana va ga-
cochambrosos. Una España que recoja la nándose la admiración de España, y habla
tradición del espíritu y la instaure revo- o escribe con admiración de estos mucha-
lucionariamente en unas formas novísi- chos y de su doctrina a sus amigos y
mas de auténtica justicia social. Alistarse compañeros de armas, en todos los cua-
en el Movimiento—en el anti-partido que les se ha hecho evidencia la necesidad de
ha dicho José Antonio—que acaba de emprender alguna acción para atajar enér-
nacer no es quebrantar la disciplina militar gicamente el cáncer revolucionario que

- 12
está minando la salud de España, cáncer chando a San Leonardo para buscar en la
que algunos ilusos tratan de contener con tranquilidad aldeana y el aire de los pinos
paños calientes. la fuerza que presiente ha de necesitar muy
Cumpliendo su deber, Yagüe se ocupa, pronto para irrumpir decididamente en la
con la actividad permitida por las cir- historia de España.
cunstancias, del adiestramiento de sus
Antes de agotarse la licencia, solicita
nuevos soldados, vigilando las infiltracio-
nes rojas que tratan de relajar la disci- pasar a la situación de disponible volunta-
plina en los cuarteles. rio con residencia en San Leonardo, desde
El intenso trabajo se refleja en su salud, donde continúa comunicándose con sus
ya quebrantada en los años de Marruecos, mejores camaradas de armas, especialmen-
obligándole a principios de junio a solici- te con el general Franco, a quien en 1933
tar una licencia de dos meses, que se le ha enviado a las Baleares el "triturador"
concede. El día 21 cesa en su destino, mar- Azaña, "para seguridad de la República".

YAGÜE ENTRA E N L A HISTORIA

Durante todo el verano de 1934 los sín- re de impaciencia y rabia escuchando los
tomas de una poderosa subversión roja alaridos de las radios de Barcelona y de
se hacen visibles en la prensa, el mitin y Madrid. Maldice su enfermedad, que le
en el mismo parlamento, donde los mar- ha apartado de los sitios donde haría fal-
xistas vociferan, amenazan y bravuconean, ta su presencia; se acongoja pensando que
convencidos de que las medidas triturado- le olviden o que le supongan tan enfermo
ras de su sicario Azaña han reducido a la que no pueda ponerse al frente de los sol-
impotencia al Ejército. Necesitan un pre- dados y los falangistas que han de defen-
texto para lanzarse a un desenfreno de der la unidad de la Patria. Como un león
sangre y fuego, y se lo sirve en bandeja enjaulado, pasea, se agita, ruge... España
el presidente de la República al formar en arde por los cuatro costados y él no pue-
4 de octubre su enésimo Gobierno radical, de hacer nada. No hay un coche en el que
en el que, constitucionalmente, no tiene trasladarse a Madrid, no hay modo de en-
más remedio que dar entrada a los hom- viar un mensaje, de ofrecer de nuevo toda
bres de la Ceda, aun cuando en su fuero la hirviente sangre de sus venas a la Pa-
interno trate de jugar una mala pasada a tria, que ahora más que nunca necesita el
éstos. esfuerzo y el valor de sus mejores hijos.
Aquella misma noche, los jefes socialis- ¡Cómo transcurrirían desesperantes las ho-
tas dan la orden de huelga general revo- ras para el soldado-falangista, reducido a
lucionaria en toda España. Los separatis- la impotencia por su propia voluntad!...
tas catalanes aprovechan el momento psi- Pero no se le ha olvidado, no. Quien
cológico del pánico y la confusión que la tiene que aconsejar y decidir sabe de sobra
huelga ha producido para proclamar un que, aun moribundo, Yagüe sería capaz
Estat Catalá trágicamente cómico. Los ele- de acudir al puesto de mayor peligro y
mentos separatistas de Vizcaya no llegan guiar a sus soldados por los caminos de
a tanto y aguardan. En Asturias se levan- la Victoria. Y quien lo sabe mejor que na-
tan en armas con ferocidad salvaje todas die es Francisco Franco, su compañero de
las organizaciones de extrema izquierda, promoción, su carnarada de armas, su
marxistas, sindicalistas y anarquistas, dis- amigo de siempre.
puestas a la más bárbara revolución l i - Providencialmente, Franco está en Ma-
bertaria. drid, y al anochecer del 6 de octubre ha
San Leonardo, alejado de las rutas sido llamado al Ministerio de la Guerra,
principales, queda aislado. Yagüe se mue- donde se le ha dado a conocer la terrible
— 13
situación de España con la crudeza horro- más solución para triunfar que enviar allá
rizada de los telegramas oficiales. El his- al Ejército de Africa: la Legión—su Le-
torial de Franco le acredita de único hom- gión—; los Regulares—sus Regulares—.
bre capaz de resolver las más insolubles Se acepta la propuesta, pero descartando
"papeletas" militares. Si alguien puede del mando al propio Franco, que ha de
ordenar el caos, ese alguien se llama quedar en Madrid, en el Ministerio, para
Francisco Franco. organizar la movilización, disponer las
El ministro expone la dificilísima situa- operaciones y tranquilizar con su presen-
ción, sobre todo en Asturias, cuyas guar-
cia a la capital de España. Pero, de no
niciones son escasas y a las que es casi
imposible socorrer sacando fuerzas de ser Franco, ¿quién podrá ponerse al fren-
otras. Las comunicaciones con Asturias es- te de las fuerzas expedicionarias de Afri-
tán cortadas por la horda rebelde que ca? Rápidamente, el general Franco res-
avanza sobre Gijón y Oviedo como una ponde: "El teniente coronel Yagüe."
manada de alimañas hambrientas. Franco Con estas palabras, el futuro Caudillo
recuerda la geografía de Asturias, calcula de España abría de par en par las puertas
y piensa, y acaba por decir que no hay de la Historia a su gran amigo.

ASTURIAS

El 8 de octubre llega a San Leonardo bal de las Ventas, obscuro, casi desierto,
un automóvil militar, del que desciende un con parejas de la Guardia Civil o de Asal-
capitán preguntando cuál es la casa del te- to patrullando a caballo con las tercerolas
niente coronel Yagüe. El pueblo se llena en bandolera, los tranvías escasos y va-
de expectación y conjeturas cuando, me- cíos, rompiendo el silencio algún "paco"
dia hora después, ve salir vestido de uni- lejano, muestra a Yagüe la diferencia en-
forme a su ilustre paisano. ¿Adónde va tre el campo y la ciudad. Claro que la
Yagüe? ¿Quién es el misterioso emisario? huelga general, fracasada en Madrid, no
¿Le llamará el Gobierno para darle un es todavía el verdadero rostro de la revo-
mando o habrá triunfado la revolución y lución que habrá de contemplar días más
se lo llevarán a encerrar en alguna cárcel? tarde en Asturias.
Los más íntimos allegados del teniente co- En el Ministerio de la Guerra recibe
ronel callan por ignorancia o discreción. información detallada de la tragedia as-
Sólo algunos días más tarde se averigua turiana. Los mineros se han apoderado de
que el capitán desconocido venía de Soria toda la cuenca y de la Fábrica de Armas
y traía un pliego del comandante militar de Trubia, proclamando la república l i -
de aquella plaza ordenando a Yagüe, en bertaría, y avanzan sobre Oviedo desde
nombre del ministro de la Guerra, presen- Mieres, Sama de Langreo y Las Regueras,
tarse en la ciudad. Apenas llegado a ella, al mando de Belarmino Tomás, Amador
se puso en contacto telefónico con Madrid Fernández y González Peña, como una
y habló con el general Franco, quien le horda de forajidos. Dentro de Oviedo hay
pidió presentarse con la máxima urgencia una gran cantidad de jóvenes socialistas y
en el Palacio de Buenavista. No fué fácil comunistas combatiendo ya con una exigua
el viaje, porque la huelga general inter- guarnición, que resiste heroica y desespe-
ceptaba las líneas de comunicación y hubo radamente.
de requisarse un coche en el que Yagüe, Yagüe se entera por la boca más auto-
con la pistola montada y sin escolta, mar- rizada de España del plan de operaciones
cha a toda velocidad a través de las pro-
para auxiliar a Oviedo y restablecer el
vincias de Soria y Guadalajara.
orden en el Principado: de Lugo y León
Ni un sólo incidente hasta Madrid. Pero han salido dos columnas no muy numero-
la entrada en Madrid el día 9 por el arra- sas al mando de los generales López
— 14 —
Ochoa y Bosch, que tropiezan con encar- consciente de su enorme responsabilidad.
nizada resistencia, puentes volados, cami- Ya de noche entra en Lugones y sigue
nos interceptados. Se organiza en Navarra avanzando hasta la Cobertería, sin sospe-
una tercera columna que mandará Sol- char que la columna de López Ochoa está
chaga, y están a punto de llegar a Gijón muy próxima, atrincherada en el arrabal
por vía marítima un batallón de Infante- ovetense de la Corredoira. El combate vio-
ría procedente de El Ferrol y algunas lentísimo que se libra en las calles de
fuerzas de Marruecos, más un batallón Oviedo, los estampidos de la dinamita y el
de Cazadores de Africa, número 8, y la resplandor de los incendios enardecen a
Sexta Bandera de la Legión, que se unirán los legionarios deseosos de entrar a la ba-
a las escasas tropas de la guarnición. En yoneta en la ciudad mártir. Pero Yagüe
total vendrán a ser unos dos mil hombres. logra contenerlos hasta el mediodía del día
Esta columna es la que Yagüe debe man- 12, en que levanta la niebla y se incorpo-
dar para realizar con rapidez fulgurante ran a su hueste otra Bandera del Tercio
el movimiento que se le señala sobre el y un tabor de Regulares, también des-
mapa. Yagüe ha de partir sin dilación en embarcados en Gijón. Una vez reunidas
un avión militar que le conducirá a León, todas las fuerzas de que dispone, las des-
desde donde se trasladará a Gijón en un pliega en línea de ataque. Su objetivo es
autogiro, ya que en dicha ciudad no hay ocupar el Manicomio e impedir que el ene-
aeródromo donde poder aterrizar. migo continúe descendiendo del Naranco
Así lo hace en la madrugada del día 10. sobre la ciudad. El ataque tiene éxito.
Después de transbordar en León, toma A las dos, el Maniconio es de España.
tierra en la carretera del Musel y ordena Poco más tarde vienen en ayuda de Ya-
al piloto que lo ha llevado—el teniente de güe—que ha identificado como naciona-
navio Guitián—regresar a su base. Sólo, les a las fuerzas de López Ochoa que ha
a pie y pistola en mano—pues por todas roto el cerco rojo a la Corredoira y avan-
partes suenan disparos y se advierten hue- za hacia el cuartel de Pelayo—seis avio-
llas de combates recientes—, el teniente nes. Comienza el asalto a la Fábrica de
coronel "caído del cielo" se dirige hacia Armas de la Vega, operación durísima que
el Musel. En el camino tropieza con una trae a la memoria de los más curtidos
camioneta en la que van un teniente del veteranos de la Legión y los Regulares las
Tercio y dos legionarios que se asombran más arriesgadas operaciones marroquíes.
al reconocerle. Monta con ellos, se pre- Yagüe da ejemplo de bravura a sus sol-
senta al comandante militar de la plaza, y dados, revelándose al mismo tiempo como
antes de una hora toma por vez primera un habilísimo táctico. Entre los rojos, ate-
el mando de los legionarios y contacto con morizados por la presencia de las tropas
los rojos que hostilizan el Llano. Durante de choque africanas, que jamás pensaron
todo el día, las tropas de Yagüe—elec- llegarían con tanta celeridad, empieza a
trizadas por su presencia y la breve aren- cuajarse un sentimiento de odio contra el
ga que les ha pronunciado—desalojan a jefe que tan brillantemente las conduce.
los rebeldes de los edificios que ocupan
—el Club de Regatas, la Comandancia de A media tarde, López Ochoa ha entrado
Marina, la Fábrica de Tabacos y el Pa- en Oviedo, desgarrado por las explosio-
lacio de Revillagigedo—, así como de las nes y los incendios que destruyen sus be-
barriadas de Cimadevilla y el Llano, que llezas artísticas y culturales—la Catedral,
dominan. la Universidad, la Audiencia, el teatro
Campoamor—, y manda llamar a Yagüe
Sin tomarse más que un ligero descan- al Gobierno civil. La entrevista de los dos
so, a las cinco y media de la mañana del jefes militares pone de manifiesto las in-
día 11 emprende el avance con su columna compatibilidades ideológicas del general y
hacia Oviedo por la carretera y a toda del teniente coronel, que repercuten en sus
marcha. El espíritu de la tropa es excelen- ideas estratégicas. Yagüe, comprendiendo
te y Yagüe se siente optimista, aunque muchas cosas, obedece por disciplina y

15
durante toda una semana procede a la con- del general López Ochoa, quien acepta
quista de la ciudad, barrio por barrio, casi parlamentar y negociar de igual a igual
casa por casa. El enemigo es muy supe- con los mineros y los socialistas, some-
rior en número y ardorosamente fanáti- tiéndose incluso a algunas condiciones que
co. Prefiere morir matando y destruyendo éstos le imponen. A la ocupación de Tru-
con la dinamita mejor que rendirse. Pero bia siguen las de Sama de Langreo, La
para el heroísmo de las tropas de Yagüe Felguera, Ciaño Santana, Sotondrio, Pola
—arengadas por su jefe—no hay obstácu- de Laviana y Mieres. Unas tras porfia-
los. Día tras día se lanzan a la bayoneta dos combates, otras sin casi disparar un
contra los objetivos señalados, desprecian- tiro. La marcha de la columna Yagüe
do la muerte. Así, sin descanso, ocupan coincide con los avances de Solchaga y
sucesivamente la cárcel, las ruinas del Ins- Balmes. La resistencia roja va decreciendo
tituto volado por los dinamiteros; la es- y la mirada aquilina del teniente coronel
tación del Norte—donde hacen prisioneros del pelo blanco y la bravura indómita co-
a muchos rojos que trataban de huir—, la mienza a advertir las más turbias mani-
iglesia de San Pedro de los Arcos, el de- obras para cortar las alas a la gran victo-
pósito de aguas, el Hospital, el cemente- ria militar. Algunos jefes de unidades com-
rio, el barrio de San Lázaro... Por todas batientes, estupefactos ante las órdenes
partes el espectáculo de ruina, desolación, que reciben de López Ochoa—sumamente
barbarie, ferocidad es dantesco. Los ro- sospechosas—y las declaraciones de va-
jos han superado todas las marcas de rios prisioneros, acuden a quejarse a Ya-
odios, crueldad y falta de respeto a los sen- güe, a quien consideran el verdadero ge-
timientos humanos. Guardias civiles y de neral en jefe, vista la tibieza, la cautela y
Asalto, clérigos, seminaristas y paisanos la parcialidad de López Ochoa, acusado
han sido asesinados con idéntica saña a por la voz popular de ser instrumento de
la empleada en volar, incendiar y saquear la masonería. Después de observar mucho
edificios religiosos o culturales. las actitudes del general, Yagüe decide po-
El día 16 de octubre la batalla de Ovie- nerlas en conocimiento del general Franco
do ha terminado. Y el clamor del pueblo y del Gobierno, a quienes escribe larga-
que tanto horror ha padecido estalla deli- mente todas sus sospechas.
rante en el desfile de las fuerzas marro- Mientras la carta va a Madrid a mano
quíes, a cuyo frente marcha un hombre de un emisario de toda confianza, Yagüe
hasta la víspera sólo conocido de sus com- continúa operando con brillantez y convir-
pañeros de armas y desde ahora respe- tiéndose en el ídolo de la Asturias nacio-
tado, admirado y ensalzado por España nal, mientras los rojos empiezan a acumu-
entera: el teniente coronel Yagüe, que ha lar acusaciones contra él.
entrado, bajo el arco triunfal del fuego y Ante la lenidad y pasividad de López
el heroísmo, en la Historia y en el Mito. Ochoa en la substanciación de procesos,
* * * ante su extremada deferencia con los cabe-
cillas rojos y ante su espíritu de compo-
Vencida y arrojada de la capital astu- nendas y vacilaciones que esterilizan el
riana, detenidos algunos de sus cabecillas gran triunfo de las armas, Yagüe no puede
y huidos otros, la horda roja no se rinde callar. Aun no ha tenido respuesta de Ma-
y reagrupa sus fuerzas en la montañosa drid y no ignora que la disciplina militar
y áspera provincia. Hay que perseguirla y le impide tomar la actitud que le bulle en
reducirla, y a ello salen el 17 de octubre el alma. Sin embargo, se decide a hablar
Yagüe y sus tropas. La columna Yagüe al general con su rotunda claridad caste-
—que ya ha ganado fama legendaria por llana. ¡Era la vida de España la que es-
sus proezas—y la de Solchaga emplean taba puesta en juego en aquellas horas, y
poco menos de un mes en ocupar y paci- un militar falangista como Yagüe no po-
ficar todos los pueblos de Asturias, a pe- día consentir que los contubernios de Ló-
sar de las sorprendentes contradicciones pez Ochoa escarnecieran la memoria y la
16 —
El general Yagiie con la camisa azul de la Falange.
Yagiití, en el frente

y a la entrada victoriosa en Barcelona.


Entierro de! fltneral
El capitán general de Burgos.
sangre de los mil y pico de asesinados o ca le obedecían ciegamente no estaban dis-
muertos en combate, pactando perdones, puestas a permitir que nadie se burlara
huidas y componendas con los criminales! de ellas por compromisos políticos o de
En una violentísima entrevista—referida otra índole.
por el propio Yag'üe y transcrita en la His- López Ochoa no reaccionó como debía
toria de la Cruzada—en la que el héroe de arrestando a Yagüe. Se limitó a hacerle
Oviedo "llegó a empuñar la pistola ya salir del despacho. El teniente coronel,,
sin seguro", se habló de la traición que cuadrándose, saludó:
se fraguaba y del disgusto de los comba- —¡A sus órdenes!
tientes dispuestos a hacer cumplir la ley, Mas antes de salir añadió solemne-
pensando sólo en el bien de la Patria. Ya- mente:
güe, con su voz tempestuosa y vibrante —Pero no olvide que aquí no sólo he-
de santa cólera, conminó al general suje- mos venido a combatir, sino a velar por
to a las órdenes de las logias "a no salirse las leyes que el Gobierno nos ha encarga-
de la ley", pues cuantas fuerzas de Afri- do defender.

D E S T I T U I D O

Junto a la gloria del triunfo, Yagüe ha los legionarios los muchachos falangistas.
de saborear la amargura de la injusticia. Es muy probable que, al despedir el 5 de
Pese a ser la figura más destacada de la marzo de 1935 al general Franco, que
campaña de Asturias—que merced a sus marcha una vez más a Marruecos como
tropas y a su mando ha tenido un aire general en jefe de sus fuerzas armadas,
romántico y de reconquista—los rojos y recibiera la misión de enlazar con José
sus cómplices organizan y toleran que se Antonio Primo de Rivera.
desate una feroz campaña contra él y sus Durante su mando en Madrid, Yagüe
soldados. A pesar de que el ministro de la trabaja sin descanso con sus soldados, ha-
Guerra ha expresado su gratitud a cuantos ciendo oír su voz pictórica de autoridad y
en Asturias cumplieron su deber vencien- experiencia en los círculos militares. Si-
do "a los que pretenden convertir un es- guen los atentados y las provocaciones de
tado de democracia, de cultura y de paz los rojos, las zancadillas presidenciales y
en un sistema de violencia, de destruc-
las crisis parlamentarias o de camarilla.
ción, de hambre y de dolor", no sólo no se
Al fin, el nuevo Gobierno de Lerroux,
adopta medida alguna contra el general
López Ochoa—"porque la situación polí- formado en mayo del 35, designa a Gil
tica no lo permite"—, sino que éste intenta Robles ministro de la Guerra, y éste llama
sumariar a Yagüe y privarle del mando de a Franco para encomendarle la Jefatura
su columna. El proceso militar no prospe- del Estado Mayor Central. Esta designa-
ra, pero Yagüe, destituido el 27 de no- ción, que alarma y encoleriza a los rojos,
viembre, es trasladado a Madrid, y des- llena de júbilo a los buenos militares y es-
tinado al Regimiento de Infantería, núme- pañoles patriotas, que adivinan en las pri-
ro 1, de guarnición en Madrid. meras disposiciones tomadas por el gene-
ral el firme propósito de devolver al Ejér-
Es entonces cuando, en vista del rumbo cito su condición de "columna vertebral
catastrófico de la política española, Yagüe de la Patria" de que hablaba Calvo Sote-
se acerca más y más a la Falange, única
lo, para lo cual las fuerzas armadas de
fuerza—escasa todavía—capaz de implan-
tierra, mar y aire, habrán de ser—como
tar revolucionariamente un orden nuevo,
dice el punto cuarto del programa falan-
salvando los valores esenciales del espíri-
tu español. Yagüe sabe cómo han comba- gista—tan capaces y numerosas como sea
tido en Asturias junto a los Regulares y preciso para asegurar a España en todo

17 —
instante la completa independencia y la patio del Alcázar, "altar del Ejército, de
jerarquía mundial que le corresponde. España y de la Historia", cuando expresa
Para lograrlo, Franco dicta disposicio- su emoción y dice a sus queridos com-
nes sobre organización y disciplina del pañeros el coronel Manso y los tenientes
Ejército, prepara un proyecto de ley sobre coroneles Yagüe y Rueda: "Con soldados
ascensos militares, reglamentando las ap- como vosotros, la Patria será grande."
titudes y cursos necesarios para adquirir Después de una y otra crisis parciales,
capacidad de Mando y trazando un pro- el Parlamento, agitado por toda clase de
grama para organizar un Ejército eficaz escándalos, y el nuevo Gobierno, presidi-
y digno en el orden moral y material. Se- do por Chapaprieta, carecen de autoridad
para de sus puestos a generales y jefes y eficiencia. Hay que tirar por la calle de
extremistas o masones y crea un servicio en medio, y eso es lo que hace Alcalá Za-
de información anticomunista en los cuar- mora al rendirse y entregar la plaza. "En
teles. Vuelven a sus puestos los mejores ella entró—dice Joaquín Arrarás en su bio-
generales, jefes y oficiales destituidos en grafía del Caudillo—en el caballo masóni-
las etapas anteriores y se hace una revisión co, nuevo artilugio de Troya, la figura la-
de las condecoraciones concedidas por la cia, exangüe y maligna de Pórtela, ese
campaña de Asturias. Yag'üe, el ya legen- hombre espectral, de noche de ánimas,
dario Yagüe, obtiene al fin su primera Me- personaje señalado por el Destino para la
dalla Militar individual, ganada por su más trágica de las funciones: para abrir
temple y su valor frente al Oviedo crepi- la puerta por donde habrían de entrar los
tante del octubre rojo, y denegada una y jinetes del Apocalipsis."
otra vez por sus enemigos, que, natural- El 14 de diciembre. Pórtela es presiden-
mente, son los enemigos de España. te del Consejo de ministros y ministro de
Yagüe, recuperada la salud, necesita la la Guerra el general Molero. Ambos, llenos
actividad de Marruecos. Sin embargo, de temores a un golpe de Estado, conser-
Franco no accede todavía a sus deseos. van a Franco—ya esperanza de España—
Aún le hace falta en Madrid para muchas en su puesto. Las Cortes se disuelven el
misiones delicadas, de confianza, que la 7 de enero del 36. La revolución hierve
lealtad acrisolada del compañero de Aca- mientras se inicia la campaña electoral.
demia sabe cumplir como nadie. Yagüe lo A pesar del optimismo jactancioso de cier-
comprende y se queda, colaborando obs- tos elementos de derechas, el triunfo del
curamente en cuanto su amigo y general Frente Popular es inminente. Se avecinan
le ordena. nuevos días de terror y, como en 1934,
Desgraciadamente, el Gobierno—presi- otra vez tendrá que ser el Ejército de Afri-
dido por Lerroux, y en el que desempeña ca el que dé la clave para la solución del
la cartera de Gobernación el tenebroso y drama. El glorioso Ejército de Africa al
vacilante Pórtela Valladares—no está a la que ahora se insulta bárbaramente en los
altura de las circunstancias y claudica una periódicos rojos por su intervención en As-
y otra vez ante las imposiciones de Alcalá turias. Yagüe y sus legionarios llegan a
Zamora y las exigencias de los revolucio- ser calificados de "Cuadrilla de patibula-
narios amnistiados, indultados o absueltos, rios".
que, en su mayor parte, han vuelto a sus Franco comprende la necesidad de en-
puestos en la cátedra, los organismos sin- viar a Marruecos a un hombre de su ab-
dicales y el Parlamento. Los esfuerzos t i - soluta confianza. Nadie mejor que Juan
tánicos del general Franco no bastan para Yagüe. Antes de que sea tarde, el jefe del
contener la ola revolucionaria. Todo es Estado Mayor propone al nuevo ministro
inútil, y ya no queda otro recurso que ele- el nombre de Yagüe para el mando de la
gir entre la revolución roja o la revolución Segunda Legión del Tercio. Yagüe se in-
nacional. Así lo da a entender Franco el corpora a su nuevo destino el día 4 de fe-
10 de noviembre a 150 jefes y oficiales de brero, después de recibir instrucciones con-
su promoción, reunidos en Toledo en el cretas del que muy pronto será su Gene-
18 —
ralísimo, y el carnet de primera línea de cuyos puestos deben incorporarse urgen-
la Falange de Marruecos, que le entrega temente.
el propio José Antonio. El disciplinado general Franco obedece,
Poco más tarde, al triunfar el Frente no sin antes advertir con toda serenidad a
Alcalá Zamora y al propio Azaña de todos
Popular en las elecciones del 16, Pórtela los peligros que amenazan a la Patria y
Valladares, dimite horrorizado y Alcalá de su firme propósito de no consentir,
Zamora entrega el Poder a Azaña. Una de dondequiera que se encontrase, la implan-
las primeras medidas de éste es separar tación del comunismo. Tras de lo cual, y
de sus cargos de jefe del Ejército de Afri- de celebrar una reunión con Mola y otros
ca y de jefe del Estado Mayor Central a generales, hizo saber a José Antonio Pri-
mo de Rivera su deseo de que la Falange
los generales Mola y Franco, a quienes
continuara en relación constante con él
destina, respectivamente, a Navarra y a por el enlace de su hombre de confianza,
la Comandancia General de Canarias, a el teniente coronel don Juan Yagfte.

E L LLANO AMARILLO

Rápidamente se suceden los aconteci- Casares, temeroso de una reacción violen-


mientos. Primo de Rivera ha sido encar- ta de los legionarios y los regulares, a
celado y disuelta la Falange, a pesar de quienes la figura del héroe de Asturias
los fallos que acerca de su legitimidad galvaniza, no se ha atrevido a destituirle
han dictado los Tribunales de Justicia. como a tantos otros. Después de Franco
En un discurso en Cuenca, Prieto ha hecho y Mola, Yagüe es el jefe militar más pres-
los máximos elogios del general Franco, tigioso entre los buenos españoles y más
diciendo que "llega a la fórmula supre- aborrecido por los rojos, que, con su pro-
•ma del valor" y que "es hombre que en pensión al lenguaje melodramático, llaman
un momento dado puede acaudillar, con el
"la fííena de Asturias" a aquel hombre
máximo de probabilidades, todas las que
todo nobleza, generosidad y bondad. Las
se derivan de su prestigio personal, un mo-
hordas exigen "el encarcelamiento de ese
vimiento de este género" (Historia de la
Cruzada, vol. I I , tomo IX, página 493). verdugo del pueblo, enemigo declarado
Alcalá Zamora ha sido despedido violen- del régimen republicano", pero Casares
tamente de la presidencia de la República Quiroga, aun sabiendo el peligro que es
y en su lugar ha ocupado interinamente conservarle en Marruecos, vacila y pre-
el cargo Martínez Barrio y ahora se va fiere actuar con astucia, empleando la adu-
a elegir a Azaña. Y el siniestro Casares lación y el soborno con quien estaba in-
Quiroga, jefe del Gobierno y ministro de munizado contra tan viles armas.
la Guerra, "al servicio de la blasfemia y La Historia de la Cruzada relata así la
la ordinariez", como decía José Antonio, entrevista del teniente coronel de corazón
se ha declarado "beligerante contra el fas- de león y el viperino y siniestro jefe rojo,
cismo" y se entrega con frenesí a "depu- que, al recibirle en su despacho, empieza
rar" el Ejército, destituyendo y apartando colmándole de elogios y palabras de ad-
de sus mandos a numerosos jefes, oficia- miración y estima:
les y clases desafectos. Yagüe—cuya la- "—¿Cómo está el Ejército en Marrue-
bor en Africa para evitar las infiltraciones cos?—le pregunta cuando cree a su inter-
marxistas y organizar unas juntas de guar- locutor propicio a una conversación amis-
nición pone de manifiesto su firme oposi- tosa.
ción a los designios revolucionarios—es "—El malestar va en aumento, señor
llamado a Madrid a primeros de junio. ministro: los principales mandos están en

— 19 —
poder de ineptos, indignos y adulones, lo ca, para seguir mandando la Segunda Le-
cual desmoraliza al Ejército. gión."
"La réplica violenta del jefe militar no Vuelto a Marruecos, Yagüe refiere con
desconcierta al ministro. Casares calla y su palabra vehemente cuanto ha visto y
queda pensativo. oído en la Península y reparte entre sus
"—Le he llamado—dice luego—para oficiales que aun no la conocen la mag-
ofrecerle un puesto que le sea grato en nífica carta de José Antonio a los milita-
España o en el extranjero... Yo supongo res fechada en 4 de mayo y los números
que usted debe sentirse ya un poco fati- del clandestino No Importa, boletín de los
gado en Africa. No será difícil encontrar- días de persecución con el que la Falange
le el cargo que se acomode a su vocación mantiene tensa a España. Persecución que
y a sus gustos... culmina en la orden del director general
"-—Le agradezco, señor ministro—con- de Seguridad, Alonso Mallol, de "no de-
testa Yagüe—, la deferencia, pero de ver- jar vivo a un solo fascista". Persecución
dad que no apetezco otro cargo que el de inútil porque en España "empieza a ama-
jefe de la Segunda Legión. necer" y nada ni nadie será capaz de con-
"insiste Casares, astuto, insinuante, con tener la salida del sol. Así que a preparar
el propósito de rendir por el halago y la las maniobras que, quieran o no quieran
tentación una voluntad que comprende in- Casares Quíroga y el alto comisario acci-
conmovible. La respuesta de Yagüe es dental, Alvarez Buylla, se han de celebrar
tajante: del 5 al 12 de julio en el Llano Amarillo,
"—De tener que abandonar Africa, se- en las que se reunirán las mejores fuerzas
ría para retirarme. de Marruecos: seis Banderas de la Legión,
"—No podemos—le ataja el ministro de diez tabores de Regulares, seis de la Me-
la Guerra—prescindir de un jefe tan bri- jala, siete batallones de Infantería, diez
llante. escuadrones de Caballería, seis baterías
"—Todo lo que soy—le responde Ya- de Artillería... Casi veinte mil hombres
güe—se lo debo al cariño de mis compañe- disciplinados, entusiastas, bien adiestrados
ros, y no a mí; no me separaré de ellos. por una oficialidad espléndida, llena de
Quiero que mi conducta sea clara y ejem- vocación castrense y patriotismo.
plar; de no volver a Africa, inmolaré el Alvarez Buylla teme no sabe qué, pero
uniforme, que es lo que más quiero des- teme algo, y lo comunica a Madrid. Ma-
pués de mis hijos. Y lo haré sin titubeos. drid también teme algo y vacila. Pero, f i -
"Casares, por todo comentario, res- nalmente, ordena que se celebren las ma-
ponde: niobras, pues los militares "necesitan salir
"—-No lo entiendo. de los cuartos de banderas y cambiando
"—Me ha dicho usted al empezar la de aires no se preocuparán de política".
conversación—expone Yagüe—, honrán- ¡Estaba listo el listísimo Casares! Las
dome mucho, que en mí había usted co- maniobras del Llano Amarillo, al pie de
nocido un militar. Tal vez por eso no me los montes y los cedros de Ketama, habían
comprende, porque hasta ahora los que sacado, sí, de los cuartos de banderas a
con tal título han hablado con usted tie- los oficiales. Pero al cambiar de aires no
nen poco de militares, aunque vistan uni- cambiaban de ideales. Y, en efecto, no se
forme y luzcan entorchados. preocupaban de política porque una Cru-
"El ministro elude la contestación. zada por Dios y por España era mucho
"—Insisto en mi propuesta y le dejo más que política. Si el "beligerante con-
que la medite. tra la- Falange" hubiera leído los textos
"—Ya la tengo meditada—anticipa Ya- fundacionales del Movimiento Nacional,
güe—, las horas que transcurran no han sabría que el puesto de aquellos jefes y ofi-
de influir para nada en mi determinación. ciales, casi todos falangistas, estaba allí,
"Al día siguiente, el teniente coronel "al aire libre, bajo la noche clara, arma
Yagüe recibe orden de incorporarse a Afri- al brazo y en lo alto las estrellas", "en
— 20 —
vigilia tensa, fervorosa y segura", y presin- oficiales y soldados descansan y Yagüe
tiendo el amanecer en la alegría de sus vela escribiendo a Franco y a Mola para
entrañas. darles cuenta del espíritu del Ejército de
La tienda de campaña de Yagüe en el Africa y solicitar las últimas consignas,
Llano Amarillo es, entre los días 5 y 12 muere en Madrid, cobardemente asesina-
de julio, el verdadero corazón de España. do, José Calvo Sotelo.
Y su palabra iluminada de profecías, la El día 13 la noticia es conocida en el
que ilusiona de glorias a cuantos le rodean, ancho campamento y solivianta los ánimos.
que se llaman Soláns, Bautista Sánchez, A duras penas, Yagüe contiene a sus ofi-
Asensio, Bartomeu, Barrón, Zanón, Caste- ciales obligándoles a emprender el regre-
jón, Ríos Capapc, Mizzian, Gazapo, Me- so de las unidades a sus bases: Riffien,
drarlo, Delgado, Aymat, Seguí, etc. Rio Martín, Drius, Tauima, Segangan,
•—¡Supongo que sabrán ustedes que va- desde donde habrá que saltar sobre el Es-
mos a sublevarnos!—les dice. trecho a liberar a España de la cuadrilla
Todos lo sabían y todos estaban dis- de asesinos que la martiriza.
puestos a morir por España si era menes- El 17, el principal enlace de Yagüe en
ter. Madrid recibe un telefonema procedente
—Pero no para un pronunciamiento ro- de Tetuán conteniendo la felicitación por
mántico y estéril, sino para realizar la Re- su santo a un hombre de nombre y ape-
volución Nacional que España necesita, llido vulgares, firmado por otro de nombre
la Cruzada de salvación que la Patria es- no menos corriente. No hay que consultar
pera de sus hijos soldados... clave alguna. El número de letras de cada
Se van cumpliendo con precisión todos uno de los nombres indica rotundamente
los supuestos tácticos por el día y perfi- la hora H y el día D en que el Ejército de
lándose por la noche en la tienda de Ya- Africa se ha sublevado. Se ha iniciado en
güe los detalles del Alzamiento. Melilla por Yagüe a las cinco de la tarde.
El día 12 terminan las maniobras, que Con tanta celeridad se han cumplido las
han puesto de manifiesto la perfecta pre- órdenes, que a las autoridades guberna-
paración de aquellas tropas, a quienes es- mentales no les ha dado tiempo de reaccio-
peran jornadas dolorosas y gloriosas. Hay nar. A las once de la noche, Melilla es la
un desfile marcialísimo y un banquete de primera ciudad de la España Nacional. A
gala, en el que espontáneamente, y ante las dos de la madrugada del 18, la guar-
el asombro de los no conjurados, un gri- nición de Tetuán se unía al Movimiento.
terío ensordecedor atruena el espacio: Yagüe se traslada a Ceuta, en cuya plaza
—¡Café! ¡Café! ¡Café! —ya también de España—asume el cargo
(Que quiere decir: "Camaradas, arriba de comandante general y la dirección del
Falange Española.") Alzamiento, designando a las personas que
Lejos, en otras mesas de suboficiales y han de hacerse cargo de los puestos ocu-
sargentos, hay vivas al Ejército rojo. Aquí pados por las autoridades del Frente Po-
cantan el himno de Riego. Allí, el de la pular, ordenando a todas las de Tetuán,
Academia de Infantería. Se barruntan la Larache, Alcazarquivir y Xauen, poner ea
Internacional y el Cara al sol. práctica, en veinte horas, todas las instruc-
ciones recibidas.
Aquella noche de domingo, mientras los

— 21 —
E L MOVIMIENTO E N MARCHA

Yagüe es incansable. En realidad, puede ellos, pero el corazón de Yagüe se acon-


decirse que apenas ha dormido desde que goja esperando la llegada de Franco, que
empezaron las maniobras del Llano Ama- debe venir en avión desde Canarias.
rillo. Ahora tampoco le queda mucho tiem- Al fin, llega el Caudillo al aeródromo te-
po para dar descanso a su aspeado cuerpo tuaní. Las fuerzas de la Legión presentan
ocupándose del embarco de las primeras armas a su capitán, a su comandante, a
tropas que han de enviarse a la Península, su teniente coronel, a su coronel y a su
donde, a juzgar por las noticias que se general, que—muy pronto—será también
reciben, no ha triunfado el Movimiento en su Generalísimo.
todas partes, por fallos inexplicables. La Saludos. Abrazos. Yagüe señala a aque-
situación es difícil, y es menester afron- llos hombres despechugados, que esperan
tarla con energía y serenidad, virtudes que, la voz de avanzar para lanzarse al com-
a Dios gracias, no faltan al valentísimo bate vitoreando a la muerte. Ahora están
soldado. Hace venir a Ceuta la Quinta silenciosos, erguidos, expectantes. Franco
Bandera de la Legión mandada por Caste- les mira como un padre mira a unos hijos
jón y destacada en Zoco el Arbaa. Orga- de quienes está orgulloso. Ellos le ven
niza la primera expedición de un tabor y como los hijos al padre venerado. Yagüe
un escuadrón de Regulares a Cádiz, e in- se los ofrece, interpretando el golpear de
mediatamente otra con destino a Algeciras. sus corazones:
La escuadra y la aviación rojas amenazan —¡Aquí tienes a la Legión con cuyo
los puertos marroquíes. Pero, poco a poco, mando me honraste! Son tus legionarios.
las noticias que se van captando por la Tú, que tantas veces los has llevado a la
radio anuncian la alta fiebre patriótica de victoria, condúcelos de nuevo al triunfo,
España, despierta al fin de la horrorosa por el honor de España.
pesadilla frentepopulista. Suenan voces Y a renglón seguido, pensando en que
amigas en Valladolid, Pamplona, Coruña, la noticia llevará un presagio de victoria
Salamanca, Oviedo, Burgos, Avila, Sego- a toda España:
via, Cáceres, Zamora, Palma de Mallorca,
—Pero en seguida es necesario hacer
Santa Cruz de Tenerife. Se desgañitan
saber a las fuerzas de tierra y mar que
vociferando las gargantas enemigas en los
has llegado a Tetuán y que eres el gene-
micrófonos de las de Madrid, Barcelona,
ral en jefe de la Cruzada.
Valencia, Alicante, San Sebastián, Málaga,
El 26 de julio, y por orden de Franco,
Gijón, Bilbao... Yagüe contempla con an-
se hace cargo del mando de la Inspec-
siedad los mapas: España aparece par-
ción del Tercio y el día 29 de la Coman-
tida en dos mitades que costará un traba-
dancia y Circunscripción militar de Ceuta,
jo enorme limpiar, soldar y unificar. El
en los que cesa el 7 de agosto, en que
Alzamiento, que ha comenzado, será una
marcha a la Península para ponerse al
guerra larga, difícil, durísima, pero al f i -
frente de una Agrupación de columnas re-
nal—el bravo militar está seguro—la vic-
cién organizadas, que tienen la misión de
toria será de quienes tienen fe. La victoria
avanzar desde Sevilla hacia el Norte para
será de los creyentes. Dios está con los
liberar Toledo y enlazar en Madrid con
que las radios rojas llaman rebeldes, fac-
las de Navarra y Castilla, asentadas firme-
ciosos, traidores y criminales. Dios está
mente en Somosierra y el Alto de los Leo-
con los que sufren en las cárceles y mue-
nes. El mismo día 7 inicia las operaciones,
ren en las calles gritando "No importa" y
que constituirán una sucesión ininterrumpi-
"¡Arriba España!". Sí; Dios está con
da de éxitos hasta las mismas puertas
— 22 —
de la capital, venciendo una tras otra, con ¿Les felicitará porque viven todavía o les
su escasa y valerosa hueste, a cuantas arengará para que se dispongan a morir
fuerzas rojas tratan de contener su impe- tal vez mañana?... El corazón se le des-
tuoso y arrollador avance. Durante los me- garra mirándolos tan jóvenes y tan va-
ses de agosto, septiembre y octubre de lientes.
1936, el nombre de Yagüe llena el ámbito —Hijos míos...
de las dos Españas: la Nacional, que v i - Hay que decir algo y no puede. Una
bra jubilosa con sus conquistas, y la roja, pausa larguísima. Todos los ojos clavados
en la que produce estremecimientos de pá- en él ven brillar en los suyos los crista-
nico. En una y en otra zona se mezclan lo les de las lágrimas, que parecen clavár-
real y lo fabuloso, rodeando la figura del sele en la garganta.
libertador de tantos pueblos de Sevilla, —Hijos míos... ¡Qué buenos sois!
Huelva y Badajoz con ese halo de los Eso es todo, y basta para enardecer a
grandes capitanes de leyenda. De él se los magníficos soldados y al magnífico
contaban, y las repetía el eco convirtién- pueblo, que estalla en un clamor frené-
dolas en clamor de epopeya, hazañas dig- tico.
nas de un Gonzalo de Córdoba, un Diego
Garcia de Paredes, un Hernán Cortés.
Con su camisa azul y su gorro legionario La Agrupación de columnas que manda
los caminos de media España le ven cru- Yagüe—formada por tres que mandan
zar infatigable en una guerra sin cuartel Asensio, Castejón y Barrón—continúa su
ni descanso, en la que es necesario ganar avance fulgurante por tierras extremeñas
tiempo al tiempo. hasta Talavera de la Reina, a la que los
Las arengas de Yagüe electrizan a cuan- rojos han convertido en Talavera del Tajo.
tos las oyen. Su laconismo escalofriante, Durísimas son las jornadas que culminan
impregnado de emoción o teñido de ironía, en la toma de esta importante ciudad. La
repercute en los corazones como un ro- derrota roja se convierte en desastre. Los
mance de otros tiempos. En vísperas del milicianos huyen perseguidos por la Avia-
asalto a Badajoz, se le atribuía esta alo- ción y la Caballería nacional en una des-
cución estupenda: bandada incontenible. Las carreteras por
—¡Caballeros legionarios! Los rojos las que avanza Yagüe presentan los sín-
afirman que no sois soldados, sino frailes tomas de la confusión y el caos. De se-
disfrazados. ¡Entrad en Badajoz a decir guir así, Madrid ha de caer por fuerza.
misa! El 12 de octubre—a los dos años jus-
Pero cuando, después de la tremenda tos de la toma de Oviedo—, ya liberado el
batalla en la que de la famosa 16.a compa- Alcázar de Toledo, hay una reorganización
ñía de la Cuarta Bandera de la Legión de fuerzas dispuesta por Franco. El ven-
quedó tan sólo un escaso puñado de hom- cedor de Mérida, Badajoz, Guadalupe, Na-
bres a quienes Franco desde Tetuán ha valmoral, Oropesa, Talavera y Maqueda
concedido la Medalla Militar, Yagüe es recibe el mando del ala izquierda de aque-
incapaz de hablar. Formados en una ex- lla gran unidad que ha de emprender la
planada, ennegrecidos por el sol, el su- toma de Madrid, de cuya provincia va
dor, el polvo y la sangre sus rostros y sus ocupando uno a uno los pueblos desier-
brazos, desgarrados los calzones y las ca- tos, saqueados, semiderruídos. Va cayen-
misas, los pocos supervivientes de la gesta do el otoño, y sobre la camisa hay que
esperan firmes, mientras redoblan los ponerse cazadoras. Yagüe tose, se fa-
tambores, voltean las campanas y tremo- tiga, siente que le hierve el corazón y se
lan las banderas que ahora sí son ya las le rompen las entrañas. Pero no accede al
de España. Yagüe avanza y se sitúa frente descanso que le aconsejan los médicos y
a ellos. permanece en pie horas y horas con sus
—¡Caballeros legionarios!—grita. Pero soldados en la primera línea de fuego, con
la voz se le quiebra de congoja y duda. el Estado Mayor en el puesto de mando.

23 —
combatiendo, estudiando, organizando. cionales de ex presidiarios y asesinos, de
Madrid está a la vista, casi al alcance de los que muchos llegarán a ser jefes de Es-
la mano. En Madrid están la victoria y tado andando el tiempo). El 16 de diciem-
la paz. Descansará en Madrid. bre las tropas de Yagüe entran en la Ciu-
Continúa la batalla por la capital. La dad Universitaria: La operación, cruenta,
desilusión del 7 de noviembre es tan gran- cuesta muchas bajas. En su puesto de la
de en los que avanzaban sobre ella como Casa de Campo, Yagüe sufre un ataque
en quienes dentro de ella sufren el marti- al corazón que pone en riesgo su vida.
rio rojo. Se desiste del asalto para orga- Sólo entonces consiente en entregar el
nizar el cerco (las tropas nacionales son mando y retirarse a la retaguardia para
escasas y se sabe que en Albacete el co- ponerse en tratamiento. El mismo día se
munista francés Marty ha terminado el le concede el empleo de coronel por mé-
adiestramiento de unas brigadas interna- ritos de guerra.

D E L A MARAÑOSA A BRUÑETE

El coronel Yagüe, enflaquecido, dema- drid. Yagüe organiza una nueva línea de-
crado, fatigoso, alejado de sus soldados fensiva y en seguida recibe el mando de la
por culpa de aquella dolencia—de la que división número 4. Los ataques rojos no
jamás se curaría—, se consume en la inac- cesan y las unidades de Yagüe—banderas
ción de la retaguardia. Sobre todo, las de la Legión y de Falange, Tercios de Re-
primeras Navidades de la guerra—las pa- quetés y tabores de Regulares, batallones
téticas Navidades de 1936—son para él de soldados bisoños que reciben el bautis-
días de tristeza y melancolía. ¿Por qué mo de fuego—resisten tenazmente las
la Muerte ronda ahora su sillón y le des- oleadas de tanques y grandes masas de
preció cuando tanto la buscaba en Africa y fanáticos internacionales.
en Asturias? A principios de mayo, un plan de ope-
Lentamente, su fuerte naturaleza de raciones en el sector de Toledo es apro-
campesino pinariego va aplacando—que bado por el Cuartel General del Genera-
no venciendo—a la traidora enfermedad. lísimo, y Yagüe lleva a cabo una concen-
En febrero de 1937 Yagüe está en Sala- tración de fuerzas que emprenden un
manca, por cuya Plaza Mayor va desper- avance por el sur del Tajo, ocupando im-
tando admiraciones su figura. portantes posiciones. Rápidamente, los
La guerra es cada día más áspera y vio- rojos organizan un contraataque en masa
lenta. Yagüe pide volver al frente una y a la imperial ciudad, en el que intervienen
otra vez. Pero sólo cuando los informes veintiún batallones y numerosa artillería,
de los médicos son favorables—por el mo- tanques y aviación. Toledo vive unos ins-
mento, claro, pues su salud ya está irre- tantes gravísimos en los días 9, 10 y 11,
mediablemente minada—, Franco, Genera- hasta que Yagüe acude personalmente con
lísimo de los Ejércitos, accede a los deseos sus mejores fuerzas, que traban sangrien-
de su dilecto compañero y le concede otro ta batalla con el enemigo, al que derrotan
mando difícil y peligroso: el de la brigada y obligan a retroceder. Toledo, que du-
que guarnece el sector de La Marañosa rante unos días ha vivido la pesadilla de
en el frente de Madrid. La Marañosa, el caer nuevamente en poder del enemigo,
Pingarrón, los olivares del Jarama, donde aclama a Yagüe como un verdadero liber-
el enemigo acaba de atacar con furiosa tador. El coronel, que ha instalado su
violencia y gran aparato bélico suminis- Cuartel General en el cercano pueblo de
trado por las grandes potencias de la "No Yuncos, adquiere en Toledo una inmen-
intervención", para impedir el propósito sa popularidad. En 8 de junio se le con-
de Franco de completar el cerco de Ma- fiere accidentalmente el mando del glorio-

24
so Primer Cuerpo de Ejército de Madrid, chel y embolsar al grueso del Ejército na-
que parece destinado por algún tiempo a cional, cortándole sus comunicaciones. La
la inmovilidad, por estar en su momento columna del Norte está formada por dos
culminante en aquellos días la ofensiva Cuerpos de Ejército—uno de nueve briga-
del Norte. El día 19 de junio, el coronel das internacionales y otro de cinco de mi-
Yagüe en persona acude a Toledo para licianos españoles—y la del Este con otros
dar cuenta al pueblo desde el balcón de la dos. En total, unos ciento cincuenta mil
Jefatura Provincial, sito en la destrozada hombres—contando con las reservas de
plaza de Zocodover, de la caída de Bil- Madrid—, ciento ochenta carros, cien avio-
bao. nes y poderosa artillería.
Rocas veces la elocuencia de Yagüe al- Yagüe, nombrado en propiedad jefe del
canzó mayores cimas de emoción que al Primer Cuerpo de ejército de Madrid, muy
comunicar la gran noticia y al aconsejar inferior en número, se enfrenta con la for-
a los legionarios y los falangistas que le midable avalancha. El día 5 los rojos obli-
escuchaban con los ojos llenos de lágri- gan a retroceder a los nacionales, crean-
mas cuál había de ser su conducta con do una bolsa—han aprendido la genial es-
los "rojillos" que cayeran en su poder. trategia de Franco—que se detiene—in-
"Debéis quitarles con gran cuidado la su- comprensiblemente—a cinco kilómetros de
cia camiseta roja, y con más cuidado y Navalcarnero. El 6 consiguen romper el
amor todavía ponerles vuestras limpias frente entre Quijorna y Villanueva de la
camisas verdes o azules, apretándoles Cañada y ocupar Brúñete, territorio per-
bien contra el corazón los emblemas en teneciente a la división de Avila que de-
ellas bordados, y hablándoles como ha- pende del Séptimo Cuerpo de Ejército. Los
blaríais a unos hermanillos pequeños, in- nacionales resisten desesperadamente en
culcarles la verdad de nuestros ideales de Boadilla del Monte. Empieza a llegar del
Patria grande y libre para todos los es- Norte alguna aviación en su auxilio. Ya-
pañoles, y ya veréis cómo esos "rojillos", güe, ante la situación dificilísima—el ene-
valientes porque han nacido como nos- migo presiona también intensamente por
otros en esta España de héroes, reniegan Seseña y la Cuesta de la Reina—, decide
de sus ideas y se convierten en falangis- realizar un rápido desplazamiento de fuer-
tas como vosotros, en legionarios como zas para contener el avance enemigo, sin
vosotros..." Al terminar su arenga de ge- desguarnecer las otras posiciones-clave del
nerosidad y hermandad española, también barrio de Usera y la Cuesta de la Reina.
los ojos de Yagüe estaban húmedos y tam- Durante cuatro o cinco días—de un espan-
bién su noble corazón latía con violencia. toso calor—el frente es un verdadero in-
¡La "hiena de Asturias", el "verdugo de fierno. Las tropas de Yagüe—uno contra
Badajoz", como seguían llamándole los diez—se baten con un heroísmo desespe-
marxistas, sólo pensaba en hacer de los rado que desconcierta al enemigo. El pro-
pobres "rojillos" engañados hombres hon- pio Generalísimo acude al teatro de ope-
rados para una Patria, decidida a propor- raciones con su Estado Mayor y toma la
cionar a todos sus hijos el pan y la jus- dirección de la batalla. A las fuerzas de
ticia! Yagüe se han unido otras al mando de
Várela, restadas a otro frente.
El 5 de julio, mientras las columnas del
Norte prosiguen su avance hacia Santan- La resistencia inverosímil de Yagüe ha
der, los rojos desencadenan una nueva y desconcertado a los rojos. A partir del día
tremenda ofensiva contra las posiciones 10 va decreciendo el ímpetu de sus ata-
del sector noroeste del frente de Madrid ques, en los que no obtienen fruto posi-
entre El Escorial y la carretera de Madrid tivo. El 18 las tropas de Franco empren-
a Toledo. Las fuerzas rojas forman dos den la contraofensiva, con tres ataques si-
columnas, una que de Norte a Sur tiene multáneos lanzados contra el saliente de
como objeto a Navalcarnero, y otra del Brúñete por el Este, el Oeste y el Sur. El
Este, con la finalidad de ocupar Caraban- 20 se ocupa la cota 660, que da la clave

25 —
virtual de la victoria. La artillería y la bía sido un milagro, en el que coadyu-
aviación apoyan enérgicamente a la in- varon la fe y la valentía de los soldados.
fantería, que se bate sin cesar a la bayone- Pero luego el milagro se alió con la ge-
ta en muchos momentos. El 24, Brúñete nialidad y pericia del Generalísimo, y la
—en ruinas—es reconquistado por los na- disciplina y audacia de sus oficiales y sol-
cionales, que cruzan el río Guadarrama. dados. Yagüe explicó acertadamente por
Tras dos inútiles intentos para recuperar- qué el primer empujón rojo se detuvo a
lo, los rojos dan por perdida la batalla las puertas de Navalcarnero, nudo prin-
—la más importante hasta ahora de la cipal de comunicaciones, desguarnecido y
guerra—y el frente vuelve a estabilizarse. deshabitado:
Los rojos, diezmados—se calculan en —Han perdido la batalla de Brúñete
treinta mil las bajas que han sufrido—y y perderán la guerra, porque de nada les
desmoralizados, desisten de su sueño de servirán el material ruso, los Estados Ma-
romper el frente de Madrid. La 14 Bri- yores franceses, las Brigadas Internacio-
gada Internacional ha abandonado sobre nales y los soldados "rojillos", que son
el campo el 80 por 100 de sus efectivos. los mejores del mundo después de los
Cincuenta carros de combate rusos han nuestros, si no tienen eso que Franco ha
caído en poder de Franco. Yagíie movi- creado para nuestro Ejército: espíritu de
liza a la segunda línea de la Falange de audacia y mandos inferiores. Con tres sec-
Toledo—como meses atrás movilizó a los ciones al mando de tres de nuestros al-
cadetes de la organización juvenil para
féreces provisionales habrían ocupado Na-
guarnecer la ciudad ante el ataque rojo—
valcarnero y ni tú ni yo estaríamos ahora
para crear unos batallones de sepulture-
ros que entierran los millares de cadáve- tomando café en Yuncos. Habrían llegado
res enemigos. a Avila y Toledo... Por eso te digo que
La batalla de Brúñete, al principio, ha- Dios está "descaradamente" con nosotros.

E L CUERPO D E E J E R C I T O MARROQUI

A finales de año, el frente Norte ha 1.°, el Cuerpo de ejército de Navarra, que


desaparecido. Las banderitas que en los manda Solchaga; 2.°, el de Aragón, que
grandes mapas de los cuarteles generales manda Moscardó; 3.°, el de Castilla, al
señalan los avances nacionales cubren mando de Várela; 4.°, el de Galicia,
toda la costa cantábrica, la atlántica y la que lleva a su frente a Aranda, y 5.°, el
mediterránea hasta Málaga. La victoria Cuerpo de ejército marroquí, cuya direc-
espera al Ejército nacional en las playas ción se encomienda a Yagüe el día 3 de
de Levante. La batalla del mar va a dar noviembre de 1937.
comienzo. El día 8 se hace cargo de su nueva
Franco ha convertido en un poderoso unidad en Zaragoza, donde instala su
Ejército a las escasas fuerzas con que Cuartel General, que días más tarde—el
comenzó la guerra. Bajo sus banderas de 21—traslada a Daroca. El 7 de diciembre
unidad se agrupan casi un millón de mu- marcha a Atienza (Guadalajara) para co-
chachos de diecinueve a veintinueve años, menzar los preparativos de una gran ope-
llenos de experiencia y ardor combativo, ración sobre esta capital, a fin de asegu-
con una oficialidad magnífica. Aparte de rar ulteriores avances hacia el mar. Los
las unidades más pequeñas que guarne- rojos, sospechando alguna maniobra na-
cen los frentes estabilizados—Andalucía, cional, tratan de detenerla la víspera del
Extremadura y Madrid—, se organizan día señalado—el 14 de diciembre—para
cinco grandes unidades con destino a la su iniciación, desencadenando un fuerte
gran operación final. Estas unidades son: ataque sobre Teruel, débilmente guarne-

— 26 —
cida, con varias divisiones de choque for- cruza el Segre por Serós y Granja de
madas por anarcosindicalistas e interna- Escarpe para lanzarse sobre Lérida, que,
cionales. La proyectada ofensiva se de- después de ruda porfía, ocupa el 3 de
tiene y Franco acepta la batalla en Te- abril. Días más tarde, otras unidades lle-
ruel, en la que las doce divisiones mar- gan al mar por Tortosa y Vinaroz. La
xistas y el "general Invierno" consiguen guerra está virtualmente ganada.
su primer éxito, al cabo de año y medio Misión del Cuerpo de ejército marro-
de guerra, al ocupar la ciudad. Tras un quí es ahora cubrir la línea del Segre
momento de estupor, el Ejército nacional desde Corvich a Mequinenza, y posterior-
pasa a la ofensiva el 19 de enero de 1938. mente toda la línea del Ebro hasta el mar.
Yagüe es encargado de ocupar por el Sur Los otros Cuerpos de ejército operan con
el valle del Alfambra, lo que consigue con brillantez hacia Castellón de la Plana,
sus aguerridas tropas el 7 de febrero, venciendo toda resistencia, o hacia los va-
después de duras operaciones en las que lles pirenaicos para cortar la retirada a
el Cuerpo de ejército marroquí se cubre los rojos, ocupando los puestos fronteri-
de gloria. Aseguradas las alturas y corta- zos con Francia.
das las comunicaciones, un gran ejército El 25 de julio de 1938, día del Apóstol
rojo queda embolsado. Sus bajas son Patrón de España, los rojos hacen su úl-
cuantiosas. Después de setenta dias de timo y gigantesco esfuerzo para librarse
batalla, Teruel vuelve a ser nacional y de la derrota total que se cierne sobre
una nueva y gran victoria corona el es- ellos. En la noche del 24 al 25 cruzan el
fuerzo de nuestros soldados. Ebro por varios puntos en la gran curva
Hay que explotar el éxito antes de que que el río describe alrededor de Gandesa.
el enemigo se reorganice, y avanzar hacia Sesenta mil hombres magníficamente equi-
el Segre y el Ebro. El avance se inicia- pados con modernísimo armamento apro-
rá rompiendo el frente rojo en dirección a vechan la sorpresa y se infiltran por Am-
Belchite. La difícil "papeleta" es enco- posta, apoderándose de numerosas posi-
mendada a Yagüe, quien inicia las opera- ciones de primera línea. Sus vanguardias
ciones para ocupar dicho pueblo, ,1o que llegan hasta los suburbios de Gandesa,
consigue después de vencer la tenaz resis- poniendo en grave peligro las líneas na-
cionales. Como siempre, los rojos son in-
tencia que opone el enemigo. Continúa
capaces de aprovechar el éxito inicial, tal
avanzando y ocupa Caspe el 17. El 23,
vez porque, en cuanto pasa el primer mo-
después de establecer en una arriesgada mento de sorpresa, la reacción de los na-
operación nocturna un puente de barcas cionales es incontenible. A los tres o cua-
sobre un recodo del Ebro, sus vanguar- tro días el frente se ha fijado, y el Cuer-
dias cruzan este río y baten a los rojos, po de ejército marroquí resiste a pesar de
fuertemente atrincherados entre el Ebro y la enorme concentración artillera del ene-
el Cinca. Continúa su arrollador avance y migo. Yagüe reorganiza las unidades de
ocupa Bujaraloz, Candasnos y Fraga. El que dispone y los refuerzos que paulati-
24 rompe el frente enemigo y se apodera namente va recibiendo, sin retroceder un
de Pina y Velilla de Ebro, Alforque y palmo de terreno. La resistencia durísima
Cinco Olivas. se prolonga todo el verano, desgastando
Al conquistador de Badajoz y al héroe enormemente al enemigo. Quizá de todas
ele Brúñete, al coronel falangista, le va a las etapas de la guerra fuera aquella de
Corresponder clavar las primeras banderas resistir y no atacar la más amarga para
de España y de Falange, que significan el temperamento de Yagüe. Pero en ella
la unidad de los hombres y las tierras, en puso de manifiesto más que nunca su ener-
la hermosa región catalana que unos cuan- gía, su autoridad, su espíritu de iniciati-
tos malvados o delirantes quisieron desga- va, incluso su fantasía de guerrillero
jar de la Patria total. El primer pueblo audaz. Más que nunca entonces, Yagüe es
catalán que las tropas de Yagüe devuel- padre de sus soldados y les anima con su
ven a España es Masalcorreig. El día 29 presencia, con su palabra, con su ejemplo.

27 —
Son días difíciles y cuesta trabajo son- continuar el paseo triunfal de sus bande-
reír, pero Yagüe sonríe e infunde alien- ras hasta la misma frontera de la Fran-
tos a los que empiezan a desalentarse. cia inamistosa, pero el Mando supremo^
Nunca pareció tanto un semidiós a sus dispone cosa distinta, ordenando al Cuer-
hombres. po de ejercito marroquí desandar sus ca-
Por fin, el 30 de octubre... El 30 de oc- minos para acudir al frente de Extrema-
tubre empiezan las operaciones para arro- dura, donde las fuerzas rojas copadas, sin
jar al enemigo de las posiciones que ha huida posible, intentan un último coletazo
ocupado y alejarle de la línea del Ebro. a la desesperada. Como un ciclón caen
Durante siete días, la titánica lucha está sobre Extremadura los soldados de Yagüe
indecisa. Pero el 7 de noviembre cae Mora el 1 de marzo, pasando a una ofensiva
de Ebro, el 11 la Venta de Camposines y irresistible, en la que ocupan numerosos
el 16 no queda un soldado rojo en la ori- pueblos. El 28 de marzo, coincidiendo con
lla derecha del Ebro. A pesar de dos in- la entrada en Madrid de otras unidades na-
tentos de diversión estratégica entre Fraga cionales, toman Ciudad Real. El 1 de abril
y Lérida y en Nules, nada detiene el to- el Caudillo firma el último parte de gue-
rrente de fuego y decisión de las tropas rra.
nacionales, que el día 17 pueden cantar
La pesadilla ha terminado. El Movi-
la victoria del Ebro—casi la definitiva de
miento Nacional que se inició en el Llano
la guerra—al contar los veinte mil pri-
sioneros rojos, los doscientos cincuenta Amarillo pasa de las batallas bélicas a
aviones derribados, los cañones, los tan- las batallas de la paz. El Cuerpo de ejér-
ques, los fusiles de un inmenso botín. Del cito marroquí se disloca, dejando a la His-
botín que ha dejado en su poder un ejér- toria un nombre capaz de rivalizar con
cito aniquilado, cuyas bajas se calculan en el de los Tercios del duque de Alba o el
ochenta y cinco mil muertos y heridos. conde de Fuentes, el Ejército de Castaños,
las guerrillas del Empecinado o las hues-
Recién nacido el Año de la Victoria, tes de Zumalacárregui. Yagüe continúa
Yagüe—ya general de brigada—establece siendo su general hasta el 31 de agosto,
su Cuartel General en Bot (Tarragona)
en que la gran unidad queda disuelta. Días
para comenzar la última fase de la libe-
antes, Franco le ha nombrado su ministro
ración de Cataluña. El enemigo, quebran-
del Aire, en el primer Gobierno de la Paz.
tadísimo en el Ebro, opone escasa resis-
tencia a la marcha victoriosa del Cuerpo El 31 de octubre cesa en el mando e ins-
de ejército marroquí, en cuyas manos van pección de las Banderas Legionarias, de
cayendo todos los objetivos que Franco le las que se despide lleno de orgullo y emo-
señalara—Reus, Tarragona, Villanueva y ción en una alocución tan vibrante como
Geltrú—hasta llegar a la ciudad de Bar- la mejor de sus arengas, en la que figura
celona, que conquista el 26 de enero. Bar- esta frase que le retrata con la exactitud
celona, rescatada del terror rojo y de las de los pinceles de un Velázquez:
veleidades separatistas, tributa a Yagüe "Sabéis que al escribir esta orden para
las más clamorosas ovaciones. deciros adiós por dejar de mandaros me
Al invicto general le hubiese gustado estoy comiendo las lágrimas."

LA ETAPA FINAL

Ministro del Aire y consejero nacional ción de una Patria en ruinas justifican la
de Falange, Yagüe demuestra la misma confianza que España y su Caudillo tie-
energía, lealtad y pericia para las misiones nen en el ilustre soldado, cuya salud, de-
políticas que ha demostrado en las lides bida a tantos épicos trabajos, se debilita
castrenses. Su espíritu y su entereza frente día a día.
a los arduos problemas de la reconstruc- Ascendido a general de división en no-

— 28
viembre de 1942, se le nombra jefe del Dé- de Yagtie lo dan estas cifras: viviendas
cimo Cuerpo de ejército en Melilla y de- construidas y en construcción el día de
legado del Gobierno en aquella plaza. El su muerte, 1.807. Valor de las obras rea-
general, mantiene alerta al Ejército en una lizadas o por realizar, 271.062.003,35 pe-
región en peligro por las posibles conse- setas.
cuencias de la contienda europea. Cesa en Entre esas obras figuran la barriada
este cargo difícil en julio de 1943, y en "Juan Yagüe" constituida por 348 vivien-
septiembre asciende a teniente general das ultrabaratas, la iglesia y casa rectoral,
por elección, nombrándosele capitán gene- las escuelas con viviendas para los maes-
ral de la Sexta Región y jefe del cuerpo tros, los preventorios y clínicas con resi-
de Ejército de Navarra. dencia para los médicos, el jardín infantil.
El 18 de octubre de 1943, toma pose- Otra realización de Yagüe, no superada
sión de la Capitanía General en la misma todavía en España por nadie, es esa Ciu-
ciudad castellana, en la que nueve años dad Deportiva con la que Burgos se en-
y cuatro días después concluiría su exis- orgullece justamente y de la que justamen-
tencia gloriosa. te se asombran cuantos viajeros llegan a
Sin rendirse un momento a su enferme- visitar vetustas piedras. En la Ciudad De-
dad agravada cada día; sin desanimarse portiva burgalesa existen, perfectamente
por sus ahogos y sufrimientos, entre los instalados, una pista hípica, una piscina
cuales figuró una afección a la vista que cubierta, otra descubierta y una tercera
estuvo a punto de nublar para siempre sus infantil; frontones de pelota, campos de
pupilas, el capitán general de Burgos pudo tenis, baloncesto, balón volea, hockey, tiro
realizar en la ciudad que tanto amara to- de pichón, fútbol, pistas de patinar y de
dos los sueños soñados entre 1910 y 1914, atletismo, etc. Frente a la Ciudad Depor-
cuando paseaba por sus bellísimos alre- tiva se construye la gran Academia de
dedores. Ingenieros Militares, que será una de las
A lo largo de esos nueve años, Yagüe mejores de su género en el mundo.
logró proporcionar a la generación si- Los viejos cuarteles han sido sustituidos
guiente a la que viera antaño por los fríos, por otros limpios y modernos. Flanquean-
sucios y sórdidos arrabales burgaleses do la Ciudad Deportiva, se alzan varios
lo que tanto deseara proporcionarles: un estupendos bloques con cien viviendas pa-
pedazo de pan ganado dignamente, un ho- ra jefes y oficiales, ciento veintisiete para
gar limpio y decoroso, una escuela, unos suboficiales y una residencia de solteros.
campos de juego que les devolviesen la Igualmente se deben al impulso de Ya-
alegría del trabajo y de la vida. Es decir, güe los barracones del Cuartel de Auto-
el pan, la Patria y la justicia prometidos movilistas, la urbanización de gran parte
por la palabra de José Antonio y logrados de la ciudad y los caminos de acceso a la
con la espada de Franco. Ciudad Deportiva, las residencias sanita-
El general falangista triunfó en la paz rias, el Hogar del Frente de Juventudes y
como había triunfado en la guerra. Si las muchas obras más que han transformado
batallas por él ganadas en los frentes son el aspecto de Burgos, de su provincia y
páginas de crónicas y epopeyas que, an- en general de toda la Sexta Región M i -
dando el tiempo, podrán parecer fantasías litar.
de poetas como ei Romancero del Cid, las Especial ternura filial dedicó el general
ganadas en la paz perdurarán eternamen- a San Leonardo, el pueblecito soriano en
te en Burgos, como la Catedral o el Arco el que viera la luz y en donde ahora des-
de Santa María. Yagüe supo ser cons- cansa eternamente. Nunca olvidó a sus
tructor como había sido soldado y ganar convecinos, a quienes visitaba siempre que
fama de buen juez como aquellos Laín podía. Comprendido San Leonardo en la
Calvo y Ñuño Rasura que inspiraron a demarcación de su mando, es lógico que
Castilla el amor de la Justicia. le dedicase preferente atención y cuidara
El resumen de la ingente labor social de que hubiese también para todos la cul-

— 29
tura, la hermandad y la alegría que les timas empresas. Le sorprendió en su pues-
proporcionan las magníficas escuelas pri- to de mando y con las botas puestas, como
marias y de formación profesional, el ho- correspondía a su profesión castrense.
gar del productor, el salón-teatro... A los Trabajando por y para España, la impla-
humildes dedicó Yagüe sus mayores afa- cable enemiga le asestó el golpe defini-
nes. Por los humildes libró sus mejores tivo.
batallas. Sin preocuparle lo más mínimo España, le lloró conmovida. Y mientras
que aquellos beneficios sociales proporcio- doblaban fúnebres las campanas de Bur-
nados por su espíritu cristiano, militar y gos, un viejo amigo—¡cuarenta y cinco
falangista pudieran ser disfrutados por los años de hermandad!—, el Caudillo Fran-
hijos de aquellos rojos que, desconocedo- co, le concedía la suprema jerarquía mili-
res de la grandeza de su corazón, le in- tar ascendiéndole a capitán general como
sultaran tan sañudamente cuando se j u - premio "a la extraordinaria obra desarro-
gaba la vida en Asturias, Badajoz o Cata- llada en el curso de una vida consagrada
luña, para cumplir los postulados de la por entero al servicio de la Patria, y en la
Revolución Nacional. que con sacrificio y heroísmo alcanzó los
Ignoramos cuál será el epitafio que rece más preciados laureles de todas nuestras
sobre su sepultura. Cualquier frase lau- campañas", y creaba para él un título de
datoria será justa. Pero la más justa de nobleza—el marquesado de San Leonar-
todas sería seguramente ésta, que corres- do de Yagüe—que perpetúe en su descen-
pondería a su arenga inmortal a los legio- dencia el recuerdo de su vida heroica. La
narios de la 16.a compañía de la Cuarta carrera del excelentísimo señor don Juan
Bandera del Tercio, supervivientes de Ba- Yagüe Blanco alcanzaba así la más alta
dajoz: "Aquí yace un hombre bueno." cima de la milicia y su noble temperamen-
to castellano se incorporaba para siempre
a la nobleza de España. Al camarada Juan
* * * Yagüe Blanco, camisa vieja de la Falan-
ge, le concedía días después el propio
Durante cuatro o cinco años Yagüe lu- Franco, su Jefe Nacional, la Palma de
chó con la muerte, único enemigo capaz de Plata creada por José Antonio para re-
vencerle, por sorpresa y con alevosía. compensar el valor, la abnegación y el he-
A traición—como una emboscada ro- roísmo de sus mejores caídos en acto de
ja—le atacó al mediodía del 21 de octu- servicio.
bre de 1952, cuando su estado delicadí- Sobre el cielo de Castilla brilla ahora,
simo parecía abrir un pequeño resquicio muy próximo al de José Antonio y al de
a la esperanza, si no de curación, sí de los falangistas de la Bandera de Marrue-
que pudiera llevar a feliz término sus úl- cos, un lucero más.

30
I N D I C E

Página»

Nacimiento, familia e infancia


La estrella de alférez 3
Vida de guarnición '
Destinado a Marruecos "
Oficial de Regulares '
Capitán por méritos de guerra *>
La estrella de ocho puntas &
En la Península *•¥
E l teniente coronel Yagüe 1^
La voz de la Falange 12
Yagüe entra en la Historia 1^
Asturias *^
Destituido
E l Llano Amarillo 19
E l ¡Movimiento en marcha 22
De La Marañosa a Brúñete 24
El Cuerpo de ejército marroquí 26
La etapa final 28

Sucesores de Rivadeneyra. S. A.—Paseo de Onésimo Redondo. 26,—Madrid.


TITULOS PUBLICADOS

N.0 1. -Vista, Suerte y ai Toro.


N.0 2. -Fiestas y ferias de España.
N.0 3. -Artesanía.
N.0 4. -Los territorios españoles de!
Golfo de Guinea.
N.0 5. -El Crucero «Baleares».
N.0 6. -Falla; Granados y Albéniz.
N.0 7. -Conquista por el terror.
N.0 8. -España en los Altares.
N.0 9. -La Gesta del Alto de los Leones.
N.0 10. -Excombatientes.
1\T O
11. -La Batalla de Teruel.
N.'0 12 -Vida y obra de Menéndez Pelayo.
N.0 13 -Residencias de Verano.
N.0 14. -Españoles esclavos en Rusia.
iN.0 15. -La Batalla del Ebro.
N.0 16. -Clima, Suelo y Agricultura.
N.0 17. -Eliminados.
N.0 18. -La Batalla de Brúñete.
N.0 19. -La industrialización de España.
N.0 20. -La casa tradicional en España.
N.0 21 .—General Yagüe.
APARECERAN PROXIMAMENTE
Frentes del Sur.
División Azul.
Museos.
Oviedo.

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