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Foro DERECHO CONSTITUCIONAL

Pt. DIEGO FERNANDO ALVAREZ CRIOLLO


Con base en el punto 1.4 de la unidad 1 Poder Político (Uso legítimo de la fuerza); artículos
32, 33, 34 y 35 del Decreto 003/05012021, artículo 21 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, título II Alcance del derecho de reunión pacífica y título IV
Restricciones al derecho de reunión pacífica (observación general número 37 de 2020), el
dicente realizará un vídeo mediante el cual dé un ejemplo donde se pueda dar la restricción
del derecho de reunión pacífica”.
DESARROLLO
Buenos días, Dios y patria, soy el pt. Xxx pertenezco a la compañía xxx sección xxx hoy
es xx Junio 2021, a continuación me permito hacer mi aporte al foro temático del módulo
de DERECHO CONSTITUCIONAL, presentando un ejemplo donde se pueda dar la
restricción del derecho de reunión pacífica.

La primera frase del artículo 21 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos dice
lo siguiente: “Se reconoce el derecho de reunión pacífica”. Además, es un valioso
instrumento que se puede utilizar y se ha utilizado para reconocer y hacer realidad muchos
otros derechos, incluidos los derechos económicos, sociales y culturales. Es especialmente
importante para las personas y los grupos marginados. La falta de respeto y garantía del
derecho de reunión pacífica suele ser un indicio de represión.
Restricción del derecho de reunión pacífica
1 Para invocar la protección de la “seguridad pública” como motivo para la restricción del
derecho de reunión pacífica, se debe establecer que la reunión crea un riesgo real y
significativo para la seguridad de las personas (la vida o la seguridad personal) o un riesgo
similar de daños graves a los bienes.
2 Las restricciones impuestas para proteger “los derechos y libertades de los demás”
pueden estar relacionadas con la protección de los derechos amparados por el Pacto o de
otros derechos humanos de personas que no participen en la reunión. Al mismo tiempo, las
reuniones tienen un uso legítimo de los espacios públicos y de otros lugares, y dado que
pueden causar, por su propia naturaleza, cierto grado de perturbación de la normalidad, se
deben permitir esos trastornos, a menos que impongan una carga desproporcionada, en
cuyo caso las autoridades deben poder justificar detalladamente las restricciones.

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