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Mediciones e Incertezas

Trabajo en el Laboratorio de Física


Taller de Física Aplicada - UNQ

La medida como comparación


Medir es comparar. Cada vez que uno toma una medición está comparando el valor
obtenido con un valor patrón definido con antelación. Por ejemplo, si se mide la longitud de una
hoja de papel con una regla escolar y se encuentra que mide 28 cm; se está usando un patrón
de medida de longitud consensuado: el metro. El metro se define como la distancia que recorre
la luz en 1/299792458 segundos; y el centímetro es la centésima parte de un metro.
Esta forma de definir el metro puede parecer rebuscada, pero la intención es que la
definición sea lo más absoluta y general posible (la velocidad de la luz en el vacío es una
constante del universo independiente del sistema de referencia) de tal manera que cualquier
laboratorio, en cualquier país, pueda obtener un patrón preciso para el metro. La necesidad de
definiciones más precisas aumenta con el desarrollo de la tecnología y de la ciencia.
El sistema métrico internacional que se usa en el ámbito científico y técnico utiliza el
metro,​ el ​kilogramo y el ​segundo (MKS) como unidades fundamentales. Estas son las tres
magnitudes básicas que se usan para construir las unidades de otras magnitudes más
complejas, por ejemplo, la aceleración, que se mide en m/s​2​. El sistema métrico internacional
también puede ampliarse con dos nuevas unidades fundamentales que permiten medir
temperatura (ºKelvin) y corriente (Amper).
¿Cuál será la definición de ​kilogramo​? ¿Y cuál será la definición de ​segundo​?

Incertezas en la medición
Como punto de partida, se supone que no se puede conocer la medida de algo con
precisión infinita. Es decir, el valor “real” de una medida es inaccesible; o lo que es lo mismo,
siempre existirá una incerteza sobre cuál es su valor real. Por ejemplo, no se puede conocer el
valor exacto de la longitud de una mesa; las imperfecciones del instrumento de medición, las
dificultades del proceso de medición, las irregularidades microscópicas y la imposibilidad de
medir a escalas muy pequeñas hacen que el valor exacto de la longitud de la mesa sea
imposible de determinar. Si la mesa está perfectamente pulida y se mide con un láser podrá
obtenerse una medida más precisa que si la mesa es irregular y se mide con una cinta métrica,
pero en ningún caso el resultado será exacto.
Si bien no puede conocerse la incerteza exacta de una medición (de lo contrario se
conocería también el valor exacto de la medida), nuestra intención es aprender a estimar la
incerteza en una medición para, por lo menos, acotar los valores en los que puede encontrarse
una medida. Algunas fuentes de incertezas son las siguientes:
El factor humano
El que mide puede originar errores sistemáticos por una forma inadecuada de medir, por
descuido o impericia, o por la propia limitación de los sentidos humanos. Un error muy común
es el llamado error de paralaje, que se da cuando la posición angular aparente de un objeto
cambia de acuerdo al punto de vista del observador. Por ejemplo, si miramos un instrumento de
medición con aguja, el valor que parece indicar la aguja cambia de acuerdo a si observamos el
instrumento desde el costado o desde una posición vertical.

Una teoría inadecuada


Por ejemplo, supongamos que queremos medir el volumen de una tiza de pizarrón, y
para esto suponemos que la tiza tiene forma cilíndrica; lo cual nos permite usar la fórmula del

volumen de un cilindro, V=𝜋​r2​ h ​. Sin embargo, cuando nos enfrentamos con una tiza real
descubrimos que tiene una forma irregular o levemente cónica. Esto generará una incerteza
que ni el método de medición más cuidadoso podrá eliminar. Si queremos una medida muy
precisa, la suposición de que la tiza es un cilindro puede no ser la más adecuada.
Otro ejemplo: si queremos medir el tiempo que tarda un objeto en caer al piso desde
determinada altura podemos usar el marco teórico de “Caída Libre” (ecuaciones de MRUV). Sin
embargo, estas ecuaciones son válidas en el vacío, lo cual, en una situación real donde existe
rozamiento con el aire, podría generar discrepancias entre los valores teóricos y los medidos.

Incerteza estadística
Otras incertezas son debidas a hechos fortuitos. Si, por ejemplo, queremos medir la
longitud de nuestro escritorio, podemos colocar una cinta métrica de manera tal que el cero
coincida con uno de los bordes, y fijarnos en qué lugar de la graduación queda el otro; lo cierto
es que si repetimos esto varias veces, será muy difícil, casi imposible, que coloquemos el cero
de la cinta siempre exactamente igual. Y esto traerá aparejados resultados ligeramente
diferentes cada vez que midamos el mismo objeto. Las incertezas provocadas por estas
fluctuaciones son propias del proceso de medición en sí y al tener una causa azarosa no
pueden ubicarse y por lo tanto no se pueden eliminar.
Por ejemplo, si queremos medir la temperatura de un ambiente con un termómetro
preciso, tenemos que tener presentes que pueden existir perturbaciones en la atmósfera,
corrientes de aire o movimiento de fuentes de calor cercanas al termómetro. Todas estas
variables pueden estar fuera de nuestro control y pueden provocar fluctuaciones azarosas en la
medición del termómetro.
La incerteza estadística en la magnitud ​x,​ se puede determinar como:

donde ​N​ es la cantidad total de mediciones y 𝝈 es la desviación estándar de los valores ​x​i:​
En este fórmula, ​x ​es el promedio de los ​xi​ ​.

Incerteza instrumental
Supongamos que queremos medir la longitud de un cuerpo con una regla graduada en
cm. Lo más probable es que suceda algo como lo que muestra el dibujo:

El objeto no tiene 26 cm de longitud, pero tampoco 27. Lo más que podemos apreciar
en el siguiente caso es que: ​26 cm < L < 27 cm​. Esto quiere decir que, si bien no conocemos el
valor de L, sabemos que con certeza se encuentra acotado entre estos dos valores.
También se suele escribir el mismo intervalo como: L = L​o​ ± ∆L (en el ejemplo: L = 26,5
cm ± 0,5 cm), donde L​o representa el punto medio del intervalo que expresa el resultado, y ∆L
la mitad del mismo.
Esta incerteza instrumental, como vemos está producida por la graduación del
instrumento, que no permite una mayor apreciación del resultado. Por supuesto que podemos
usar una regla que esté graduada en mm en lugar de cm, pero esto no garantiza que
obtendremos un solo valor como resultado de la medición, sino que habremos achicado el
intervalo de incertidumbre instrumental.
En resumen, toda medición estará afectada también por la incerteza producida por la
menor graduación de la regla. A este error (∆L), lo llamaremos ​incerteza instrumental​, y se
considera en general como la mitad de la menor división de la escala del instrumento.

Incerteza de apreciación
Es la incerteza que el experimentador asigna a una medición teniendo en cuenta las
características particulares de dicha medición. Por ejemplo, supongamos que un
experimentador quiere medir el período de un péndulo con un cronómetro de mano que reporta
valores con una resolución de milisegundos. Sería muy optimista que el experimentador
asignara a la medición del período una incerteza de medio milisegundo (mitad de la menor
división); ya que intervienen otras variables que hacen que la incerteza en la medición sea
mucho mayor. El propio tiempo de reacción humano es muy superior a medio milisegundo y
además el péndulo está en movimiento y no es tan fácil determinar cuándo pasa por
determinada posición para detener el cronómetro. Con todo esto, el experimentador debe
decidir la incerteza asociada a la medición; para el caso del péndulo podría decidir que la
incerteza en la medición del período será del orden del tiempo de reacción, 0,2 s,
aproximadamente. No hay una regla para calcular la incerteza de apreciación; su determinación
depende de la experiencia del experimentador, de su criterio, de los instrumentos de medición
usados y de las condiciones particulares del experimento.

Incerteza total
Si consideramos solo las incertezas estadística y la de apreciación (la cual comprende a
la instrumental), la incerteza total se define como:


donde 𝛥​xap es la incerteza de apreciación, que se obtiene calculando el promedio de las
incertezas de apreciación de cada una de las mediciones individuales.

Valor medio e incerteza total


Al expresar el resultado de una medición ya no damos un único valor numérico, sino un
intervalo, donde estará comprendido el “verdadero” valor de la magnitud que queremos medir,
pero que estamos condenados a no conocer; y a ese intervalo lo expresamos como: X = X​o ±
∆X. El valor central (X​o​) suele recibir el nombre de valor medio de la medición, mientras que la
cantidad ∆X suele llamarse incerteza.

Incerteza relativa y precisión de la medición


Supongamos que dos sujetos, Luis y Gabriel, desean medir la longitud de una hoja de
papel. Luis elige una regla graduada en cm, con lo que obtiene como valor:

L = 26,5 cm ± 0,5 cm

Gabriel elige una regla que posee marcas cada 10 cm, con lo cual obtiene:

L = 25 cm ± 5 cm

¿En qué resultado confiaría ud.? ¿Qué tan precisas son las mediciones?
Si dibujamos los intervalos:

Luis: 26 --------- 27
Gabriel: 20 ---------------------------------------------------------------- 30
Vemos que Luis ha conseguido contener al “verdadero” valor de L, en un intervalo
mucho más chico. Decimos que Luis ha obtenido una medición mucho más precisa. ¿Cómo
podemos conocer la precisión de una medición sin dibujar los intervalos?
Se define "incerteza relativa" de la medición a:

Δx
x0
ε=
El valor de la incerteza relativa representa cuántas veces más grande es Δx con resptecto a
x0 . En el ejemplo que nos ocupa, la incerteza relativa para Luis da

0,5 cm
= 26,5 cm
= 0,0188.

Esto quiere decir que 0,5 cm es 0,0188 veces 26,5; o sea, la incerteza es muy chiquita respecto
al valor medio. La incerteza relativa para Gabriel es:

5 cm
= 25 cm = 0,2

Es evidente que, como 0,2 >>> 0,018, la medición hecha por Luis es mucho más
precisa que la realizada por Gabriel. Como regla general, consideramos que una medición es
más precisa cuanto menor sea su incerteza relativa.

Incerteza relativa porcentual


La incerteza relativa también puede expresarse en forma porcentual de la siguiente
manera:

ΔX
%= Xo 100%

Por ejemplo, una incerteza relativa del 20% significa que la incertidumbre representa el 20% del
valor medio. Según las pretensiones del experimento un valor de incerteza relativa puede ser
considerado bueno o malo. Para los propósitos de nuestro laboratorio, si 𝛆% < 10% podemos
considerar que la medición es aceptable.
Expresión de las mediciones​: ​cifras significativas y redondeo
¿Cuántos decimales usamos para expresar un resultado? A menudo nos hacemos esta
pregunta cuando, al hacer una cuenta (sobre todo con calculadora), obtenemos 6, 7 u 8
decimales, o bien periodicidad en las cifras. No tiene sentido escribir esa cantidad de cifras
cuando, como vimos, la expresión de una determinada magnitud depende más del instrumento
de medida con que se hayan medido las diferentes magnitudes de un objeto, que de las
cuentas que se hayan hecho para calcularla.
Tomaremos entonces un criterio de cifras significativas para expresar un cálculo que
refleje el valor de una determinada magnitud: para ello, convendremos ​tomar la incerteza
absoluta con una sola cifra significativa​.
Tomaremos el valor más probable de tal manera que su última cifra decimal
significativa, o su menor cifra entera en el caso de no haber decimales, esté afectada por el
valor de la incerteza absoluta.
Para recortar y eliminar decimales, debemos tener un criterio de aproximación, que será
el siguiente:

Criterio de aproximación en el descarte de decimales

Por ejemplo::
1- Se ha obtenido de un cálculo cualquiera, la siguiente expresión:
X= (32,76429 ± 0,08433) m​2

El ∆X es, entonces de: 0,08433. Lo recortaremos aplicando el criterio antes mencionado.


La primera cifra significativa (la que no es cero) es el 8: 0,0​8​433. Ahora revisemos la
siguiente: si ésta es menor que 5, entonces eliminaremos todas las que figuren detrás. Como
en este caso es un cuatro, utilizaremos este criterio. El ∆X quedará entonces como: 0,08
Ahora, el Xo es: 32,76429. La última cifra decimal del valor más probable, afectada de
error, es el 6 (32,7​6​429), por lo que el resto de los decimales los descartaremos; y como la
cifra siguiente al 6 es menor que 5, utilizaremos el mismo criterio que en el caso de la incerteza
absoluta.
Entonces la expresión final del valor de esa magnitud quedará:
X= (32,76 ± 0,08) m​2
Criterio de comparación: mediciones estadísticamente indistinguibles
Si queremos comparar dos mediciones, ya no podemos obrar como antes, en que
admitíamos que eran iguales si coincidían las cifras que las expresaban, ahora cada resultado
no consiste en un único valor, sino en dos intervalos definidos en función de un valor medio y
una incerteza absoluta. ¿Qué criterio aplicamos entonces para afirmar que dos mediciones han
arrojado resultados iguales o diferentes? Para poder comparar dos resultados referidos a la
medición de una misma magnitud, vamos entonces a comparar esos intervalos.
Supongamos que dos observadores han medido una longitud, con instrumentos
diferentes, y han obtenido:
L​1 =​ (32,5 ± 0,5) m
L​2​ = (31,9 ± 0,9) m
Si marcamos en dos rectas paralelas estos resultados, veremos que al comparar ambas, los
intervalos se superponen:

Esto es lo que tomaremos como criterio para manifestar que dos mediciones
expresadas mediante intervalos de indeterminación son iguales:

“DOS MEDICIONES SON ESTADÍSTICAMENTE INDISTINGUIBLES CUANDO LOS


INTERVALOS QUE LAS EXPRESAN COINCIDEN EN POR LO MENOS UN PUNTO AL
REPRESENTARLOS EN UNA MISMA RECTA.”

Propagación de Incertezas
Muchas veces, el valor de una magnitud debe definirse mediante cálculos entre
mediciones. Por ejemplo, si tenemos una cinta métrica que mide hasta 5 m, y debemos medir el
largo de un terreno que tiene estimativamente unos 25 m, habrá que medir en cinco etapas,
trasladando cada vez el instrumento de medida y sumando luego los valores parciales; si
necesitamos conocer el área de una pared rectangular deberemos medir largo y alto de esa
pared y luego multiplicar las mediciones obtenidas, etc.
Si al igual que el albañil, trabajamos considerando solamente los valores
representativos, esto no encarna ningún problema ya que se opera con valores únicos
obteniendo un único resultado; pero si necesitamos ajustar los resultados, entonces cada
medición resultará expresada por un intervalo de incertidumbre y al operar deberemos sumar,
restar, multiplicar, etc. ya no valores únicos sino intervalos, y nuestro resultado estará definido,
de igual manera, con un intervalo de incertidumbre.
La obtención de nuestro resultado para este último caso implicará operar por dos vías:
por una de ellas obtendremos el valor medio de nuestro resultado, y por la otra la incerteza
correspondiente. Seguidamente se muestran en una tabla las expresiones a aplicar en cada
caso.

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