Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CHILIMASA
El Curaca Chilimasa
La información sobre este personaje es muy limitada. El curaca Chilimasa es el
hombre que encabezo el primer movimiento indígena de rechazo a la invasión
española, que tuvo su máxima expresión con la batalla de los manglares en el estero
de La Chepa. Puerto La Leña (hoy Corrales). Es importante la acción de este hombre,
pues nos demuestra que los tumbesinos siempre han luchado por su pueblo. Simboliza
una actitud, un sentimiento, un ideal; convirtiéndose en todo un paradigma. A orillas
del estero La Chepa, en 1992 se erigió un monolito en su memoria. Máximo
representante de la cultura tumbesina, el 15 de noviembre del año 2000 la
Municipalidad Provincial de Tumbes le declara "Señor de Tumbes". Actualmente existe
el rostro de Chilimasa esculpido en la concha acústica de la plaza principal de la ciudad
de Tumbes; además de ser reconocido en toda la región.
SPONDYLUS
CABEZA DE VACA
Su área arqueológica está constituida por una serie de estructuras de piedra y adobe,
además de concentraciones superficiales de material cultural (fragmentos de cerámica,
restos de moluscos, deshechos de talla y alimentos, restos óseos, instrumentos de
piedra, etc.) que están distribuidos en toda su extensión. A partir de tales evidencias se
definen sectores con diferencias de tipo funcional y jerárquico (administración,
religioso y productivo).
La apertura de la Huaca del Sol, principal estructura del complejo, otorga una fuente
de identidad y progreso a los pobladores que participan en talleres y cursos de
capacitación con el objetivo de involucrarlos en el manejo futuro del sitio.
Más hacia el Sur, una colina parece haber sido destinada para que sirva de cementerio,
pues se encontró las clásicas tumbas en grandes aberturas en algunas de las cuales
habían restos humanos en posición sentada con la barbilla apoyada sobre las
rodillas.Las ruinas encontradas en la zona nos inducen a la suposición que el Templo de
Tumbes, fue uno de los más suntuosos de la Nación. El Templo comprendía
probablemente una sección principal dedicada al Ser Supremo: el Sol; Capilla para el
culto de la Luna, las estrellas, el Arco Iris y el Rayo; otra sección para las deliberaciones
sacerdotales y, finalmente, una para aquellos encargados de los servicios religiosos.
El Templo del Sol o Fortaleza de Tumbes como también se le conoce, tenía la forma de
una pirámide truncada, muy similar a la de Paramonga, compuesta de tres
plataformas, siendo la base de 750 pies de 31 largo por 420 de ancho y en su cúspide
se observaban unos salientes que posiblemente fueron destinados como puestos de
vigías. Interesante anotar que el Coronel Antonio Alcedo en su "Diccionario Histórico
Militar" editado en 1793, con relación a Tumbes decía: "que allí se observan las ruinas
del Templo del Sol y una calle de piedra que hizo Túpac Yupanqui, XII Emperador del
Perú, cuando conquistó ese país y lo unió al Imperio".
< br />La calle de piedra o el camino era de 8 km y construido con canto rodado, que
conectaba el sitio arqueológico con el litoral. En el pasado este camino remontaba el
curso del río Tumbes, trepaba los Andes hasta llegar a Loja y luego se empalmaba con
el camino de la Sierra, permitiendo así un fácil enlace con el Cusco y con Quito. Esta
ruta ademá s de facilitar el comercio interno de la zona, era empleada
preferentemente para llevarle pescado fresco de Tumbes al Inca, cuando se
encontraba en Quito o Tumibamba. Así mismo este camino se comunicaba con
Bocapán y Amotape y se prolongaba hasta unirse con el camino de los llanos, era un
camino alterno de éste y era empleado para el transporte de "copé", cuyo uso estaba
bastante difundido en aquella época. El copé era el petróleo, que afloraba en forma
natural en el suelo, y los antiguos tumbesinos lo empleaban en la impermeabilización
de pisos, para la celebración de fiestas y ceremonias, para la preparación de momias y
para pintarse sus cuerpos.
Así mismo aparecen en el lugar vestigios de antiguos canales de regadío.- Una de las
obras maestras de ingeniería de los tumbesinos de la época pre-hispánica, la
constituye el sistema de regadío empleado para poner bajo riego 150,000 hect&
aacute;reas de terreno, a fin de satisfacer, no sólo las necesidades de una población
estimada en 80,000 habitantes, sino también las necesidades de un numeroso ejército
que muchas veces tenía que permanecer en la zona.Los referidos canales,
generalmente seguían las sinuosidades de los cerros, El Ing. R.A. Destúa en un artículo
publicado en "La Crónica" de Lima el 9 de diciembre de 1924, dice; "los incas supieron
aprovechar en Tumbes sus extensas tierras de cultivo de inmejorable calidad y con
abundante dotación de agua de fácil derivación, como lo comprueban los restos que
aún pueden constatarse de los canales en la Huaca del Sol, a corta distancia de San
Pedro y de donde arranca un canal que sigue en Línea recta hasta el mar. Es indudable
que los extensos terrenos que existen a un lado del río Tumbes fueron objeto de
intenso cultivo en aquél entonces, por medio de canales que fácilmente podrían
reconstruirse con poco esfuerzo económico".
En Cabeza de Vaca, el Tumbes incaico situado en la margen izquierda del río, Manuel
Peña Ruiz, estudioso tumbesino del tema del Mullu, en el año de 1993 estudió los
restos de un taller de Spondylus y otras conchas de aguas calientes; este taller fue
mencionado por Kauffam Doig en 1987. Se encontraron centenares de desechos,
valvas y caracolas, y pedazos de conchas en diferentes etapas de trabajo así como
piezas terminadas. También se recogieron las herramientas de piedras que permiten
pulir y cortar las conchas. Los restos de Spondylus, en el camino entre Tumbes y
Motupe tienden a confirmar la idea que Tumbes, durante el incanato, era el “Puerto
del intercambio del Mullu”, donde entraba por vía marítima, el Spondylus que se
encaminaba hacia el sur, por vía terrestre. Es claro que durante el Horizonte Tardío los
Incas controlaban, desde el Cuzco los especialistas de intercambio a larga distancia,
cuyas redes habían sido establecidas en épocas anteriores. Durante el Período
Intermedio Tardío, los Chimú, desde Chanchan, controlaban la entrada del mullu por
Tumbes, que funciona desde entonces hasta la conquista española como “puerto de
intercambio del Mullu”. Fue el Mullu uno de los principales artículos de lujo, controlar
su comercio y extracción permitió dominar más fácilmente a las aristocracias locales,
quienes necesitaban de este preciado artículo para mantener su rango, ostentación y
privilegios.
Datación del taller de Cabeza de Vaca El sitio de Cabeza de Vaca no ha sido excavado,
por lo tanto no se tiene dataciones absolutas para las diversas construcciones, entre
otras, la del taller. En la superficie se encuentra cerámica local, del Período Intermedio
Tardío y del Horizonte Tardío, así como cerámica Chimú e Inca (Ishida et al., 1960;
Richardson et al., 1974; Hocquenghem, 1993). Antes del Período Intermedio Tardío no
hay indicios de la dominación de este sitio por las etnias antes mencionadas, y
tampoco del valle de Tumbes, desde centros de poder de los Andes centrales; por lo
tanto podemos proponer que el taller de Cabeza de Vaca habría estado funcionando
entre los siglos XI y XVI.
El Museo de sitio Cabeza de Vaca, "Gran Chilimasa", se ubica a escasos minutos del
distrito de Corrales, a aproximadamente 600 mts. del paradero de Corrales, siguiendo
la Panamericana con rumbo hacia Piura, en sus instalaciones se muestran elementos
culturales como cerámica, herramientas y armas de piedra, Spondylus trabajados. El
museo ofrece toda una recreación cultural e interpretación y apreciación de la cultura
Andina en el Norte del Perú.
1.- Dividir las fuerzas españolas en dos partes: una que llegara a las costas en las naves y la
otra en las balsas que, para ello, Chilimasa envió a Pizarra.
2.- Instruir a los balseros para que aniquilen a los ocupantes españoles que vinieron en ellas,
además de arrebatarles sus pertenencias.
4.- Colocar a sus guerreros entre los manglares y esteros para sorprender al invasor.
Por su parte, los españoles idearon el siguiente plan: entrar en Punta Mal Pelo para surcar las
aguas del delta del río, que los conduciría al Puerto de la Leña en el estero la Chepa.
La primera balsa europea fue varada por los tumbesinos en un islote frente a la desembocadura
llamada dos bocas donde, luego de reflotarla en la noche durante la marea alta, matan a tres
españoles.
La segunda balsa pudo tener el mismo final si es que los españoles no hubieran atado a los
balseros, según lo ordenado por el propio Pizarro.
La tercera embarcación surcó el río Corrales; pero su tripulación es advertida por Diego Aguirre
y Rodríguez Lozano del peligro que corre por la presencia de los Tumbes.
La cuarta balsa no tuvo problemas y cumplió lo planificado por los invasores. Los perros de
guerra y la caballería española se encargaron de masacrar ferozmente a los hombres de
Chilimasa que estaban apostados en el estero la Chepa.
Quince días con sus respectivas noches estuvo el invasor español combatiendo a las huestes del
valeroso Chilimasa quien supo enfrentarse con coraje y valor por defender su tierra. Nos
sentimos orgullosos de ser herederos del señor de los Tumbes, el legendario Chilimasa. Por eso
con justicia podemos decir que "Es aquí en Tumbes donde ocurrió el primer movimiento
indígena de rechazo a la invasión española".
POBLADOR
“Los Tumpis llevaban en la cabeza por divisa un tocado (parecido a una guirnalda) que le
llaman Pillu”. Se supone que luego de que los Incas dominaron este grupo cultural, éstos
sobresalieron y se adiestraron en muchos aspectos culturales aunque por breve tiempo pues
la dominación española así lo determinó.
Zárate, relata que los tumbesinos vestían túnicas y pequeños paños. Hombres y mujeres
lucían muchas joyas de oro. Las mujeres visten hábitos de algodón hasta los pies, a manera
de lobas y los hombres traen pañetes y unas túnicas hasta las rodillas y encima unas mantas.
Todos visten igual y la diferencia está en el tocado de las gentes de cada pueblo, siendo lo
común rodear la cabeza de cordones de lana de distintos colores.