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VAN GOGH
“Encuentra bello todo lo que puedas; la mayoría no encuentra nada
suficientemente bello”, escribió Vincent van Gogh a su hermano
Theo en enero de 1874. Unos años más tarde murió en la ruina sin
saber que sus obras –que apenas se vendieron y expusieron durante
su vida– abrieron el camino del arte moderno y lo colocaron como
uno de los pintores más queridos e influyentes de la historia. Fue un
hombre complejo e incomprendido, un artista fuera de serie a quien
el reconocimiento le llegó tarde. Por otro lado, esa sensibilidad y
profunda forma de mirar al mundo no hubiera sido posible sin esa
atormentada vida que le tocó en suerte. Este libro es un ejercicio que
nos lleva a pensar y repensar la vida y obra de este titán del arte que
puso su necesidad de crear por encima de todo.
$ 149 pesos
VINCENT
VAN GOGH
“¿QUÉ SERÍA DE LA VIDA SI
NO TUVIÉRAMOS EL
VALOR DE INTENTAR
CONSEGUIR ALGO?”.
CALLE DE PUEBLO (mayo de 1890), Vincent van Gogh.
FOTO: ASC
PORTADA, LA NOCHE ESTRELLADA (1889). GETTY. DERECHA, AUTORRETRATO CON SOMBRERO DE FIELTRO GRIS (SEPT.-OCT. 1887), VAN GOGH.
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CARTAS. VAN GOGH
POR SÍ MISMO
Su personalidad y
vida a través de su
correspondencia.
Su talento como escritor.
30
MAESTROS
¿Qué pintores anteriores le
inspiraron? ¿Qué aprendió
y rechazó de ellos?
40
IMPRESIONISTAS
Cuando llegó a París,
renovó su paleta.
¿Cómo le influyeron estos?
¿Qué otros movimientos
llamaron su atención?
54 84
LA CASA AMARILLA
ECOS & CARTELES
22 En Arlés quiso crear
una especie de taller- Vincent influyó mucho en
AMARILLO VAN GOGH comunidad de artistas. los pintores posteriores,
La creación de la leyenda del artista loco: ¿De dónde venía la idea? pero ¿lo hizo también en
un mito con una larga tradición en el arte. ¿Por qué le interesaba? artes que él no trabajó?
Editorial Contenido editorial
Armando Tovar Roberto Morán
Director Editorial Director
Sarai J. Rangel Audiencias Print
Redacción Jorge Morett
Arte Director
Manuel Arrubarrena Luna Ventas
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Carlos E. Balan Lara Coordinadora Comercial
Diseñador Juan Pablo Villarreal Morfín
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Portada
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Fotoarte José Monterrosa
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Redacción
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Información
Digital
España Mohar
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Editora Web
Director
Mejora continua y operaciones
Guillermo Caballero
96 ero tele
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Númas de sus 000
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o par
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fónic ciones:
Director
Relaciones con Empresas y Talento
Lucía Alarcón
EL VAN GOGH vent 00-222-2 riptores: Directora
8 c
MÁS DESCONOCIDO a sus Finanzas y administración
ción éxico: 4782)
Aten M 8-
Primeras obras y pasos A (7 3 :
Rosario Sánchez
0 R EVIST erto Rico Directora
80 y P u 7 7
iniciales en el mundo del arte. EUA 288-66 Desarrollo de Negocios,
1 800
Ventas y Marketing
Joaquín Colino Sánchez Ventura
108 Director
Licencia
Zinetmedia Global, S. L. S. EN C.
Y SE HIZO LA LUZ
La llegada al Midi. ¿Cómo
cambió su arte en Arlés?
126 EDITORIAL TELEVISA
Rodolfo Vargas Pérez
PASEANDO POR SUS OBRAS Director General
Comentarios de arte.
LA REVISTA MENSUAL PARA SABER MÁS DE TODO
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156
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118 CRONOLOGÍA
necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente
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previa autorización de Editorial Televisa, S.A. de C.V.
UN DISPARO AL ATARDECER
Impresa para México: REPRODUCCIONES FOTOMECÁNICAS S.A. DE C.V. Durazno Nº 1,
¿Qué ocurrió el fatídico 27 de julio La vida de Vincent van Esq. Ejido, Col. Las Peritas, Tepepan; Alcaldía Xochimilco, Ciudad de México, CP 16010.
F
ue casualidad, una macabra en rea-
lidad, pero el destino quiso que
Vincent Willem van Gogh naciera
en Groot-Zunder, en el Bravante ho-
landés, un 30 de marzo de 1853, el
mismo día que un año antes lo había
hecho, pero muerto, su hermano mayor. Una coin-
cidencia que sus padres subrayaron con la decisión
de ponerle el mismo nombre que habían elegido
para su difunto primogénito.
Así, con esa carga que llevaría para siempre,
Vincent Willem van Gogh pasó los primeros años
de su vida en el seno de una familia común y co-
rriente. Pelirrojo, de ojos azules y cara pecosa, su
aspecto denotó desde niño una extraña melancolía
que nunca pasó desapercibida. Ni siquiera cuan-
do disfrutaba coleccionando insectos y nidos de
VINCENT 6 MI
UN HOMBRE ENTRE
EL ARTE Y LA DESDICHA
FOTO: ASC
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pájaros vacíos en su más tierna infancia. Ese afán a escribir a su hermano Theo queda plasmado su
por descubrir la naturaleza contribuyó a su intensa desacuerdo con la forma y con el fondo de aquel
percepción visual, y ambas cosas hicieron que el di- empleo. Aun así, y gracias al respaldo familiar, Van
bujo fuera un interés potente para él desde siempre. Gogh tuvo la oportunidad de unirse a la sucursal de
Otro de sus grandes intereses llegó a su vida cuando Goupil en Londres. Tenía 20 años. Fue allí donde
apenas tenía ocho años. Fue entonces que empezó Vincent, que ya daba muestras de su excentricidad
a acudir a la escuela parroquial y cuando comenzó por cómo iba vestido, se enamoró de la ciudad, de su
a interesarse por los pobres y los perseguidos. Co- arte y de una primera mujer. Se trataba de Eugénie,
lectivos por los que siempre se inquietó, a los que la hija de la familia en cuya casa se alojaba. Aquel
siempre quiso cuidar y de los que siempre se docu- amor no fue correspondido y Van Gogh supo lo que
mentó gracias a su insaciable sed de lectura y por era sufrir el rechazo en primera persona. Sería la pri-
las obras sobre los marginados, como en el caso de mera vez, pero no la última.
La cabaña del tío Tom. Tras una experiencia de un año en Londres, Goupil
& Cie lo trasladó a su sucursal de París, pero al igual
Primer empleo y primer desamor que en las anteriores sedes, su espíritu inquieto no
Tras estudiar en un colegio protestante situado a encontró calma. Tras pasar varios meses muy con-
24 kilómetros de Zevenbergen, los padres de Van centrado en la lectura de la Biblia y tras criticar las
Gogh decidieron que –tenía 16 años– debería con- mercancías de Goupil incluso delante de los clientes,
tinuar en La Haya, donde podría ganarse la vida sus superiores comenzaron a enojarse. Su puesto
gracias a un empleo que le había conseguido su tío pendía de un hilo y ya no había marcha atrás.
Cent (Vincent). Fue así como se incorporó a las fi- Lo aguantó un par de años más hasta que, en abril
las de Goupil & Cie como marchante de arte. de 1876, fue despedido. Tenía 23 años y, aunque ha-
Pronto se vería, sin embargo, que para Van Gogh cía dibujos y grabados, visitaba museos y admiraba
las reglas estaban hechas para saltárselas y no para la escuela de Barbizon, todavía no había descubierto
cumplirlas. En las cartas que en esa época empezó a los impresionistas.
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Amor y pasión había vuelto aún más excéntrico. Ahora vestía con
Tras encadenar fracaso tras fracaso en el mundo la- una camisa azul, como la de la gente trabajadora, y
boral, Vincent van Gogh decidió ser artista. Tenía le gustaba pasar tiempo en los campos viendo cómo
27 años. Para ello, en octubre de 1880 se trasladó a los campesinos trabajaban. Nadie lo sospechaba,
Bruselas para estudiar en la Academia de Bellas Ar- probablemente ni él, pero de aquel periodo surgie-
tes. En aquella época Van Gogh ya vivía del dinero ron muchas de sus obras de arte.
que le daba su hermano Theo. Una cantidad que se A aquel “amor”, Van Gogh uniría pronto uno nue-
gastaba en pagar su alojamiento, una taza de café vo: el que sentiría por Kee Vos, una prima suya,
tres veces al día y un trozo de pan diario. viuda y madre de un hijo de cuatro años. Pese a su
Tras llenar su cerebro y espíritu de arte y teorías profundo enamoramiento, Van Gogh fue de nuevo
artísticas, gracias a diferentes encuentros como con rechazado. “El amor es algo tan verdadero, tan fuer-
G.A. Ridder van Rappard, un adinerado joven que te, tan real, que es imposible para el que ama retroce-
estudiaba arte en Bruselas, decidió volver a su tierra der en sus sentimientos, al igual que lo es retroceder
natal y refugiarse en el domicilio familiar. Cuando en la propia vida”, escribió por entonces a Theo. De
llegó a su casa, sus padres fueron testigos de cómo se ahí que intentara conquistarla por todos los medios
y a toda costa, en contra de ambas familias y ella
CANSADO, dibujo (1881). En sus inicios, misma. Tras sufrir aquello, Vincent se marchó de
gran parte de sus modelos fueron los nuevo a La Haya en busca de arte y… de amor. “No
ancianos de un asilo.
puedo, no me es posible vivir sin amor. Soy un hom-
bre, y un hombre con pasiones. Tengo que encontrar
una mujer, de lo contrario me helaré y me convertiré
en piedra”, escribió a su hermano Theo.
Pasión y arte
Así fue como encontró a una prostituta de 32 años,
que estaba embarazada y ya era madre de una hija
de 11 años. Aquella mujer se llamaba Clasine Maria
Hoornik, pero él la llamó Sien. Aquella mujer, a la
que se empeñó en cuidar y proteger, fue el princi-
pio del fin de una de las pasiones de Van Gogh: la
religión. No sólo eso: las críticas que empezó a pro-
ferir hacia la Iglesia hicieron que su padre –pastor
protestante– se enfrentara con él y que él mismo
centrara todas sus energías espirituales en una nue-
va y resistente pasión: la pintura.
Un interés que compaginó con el que sentía por
Sien. Pasiones que no le salieron gratis: si en lo refe-
rente a su salud Van Gogh tuvo que ingresar en un
hospital por gonorrea, en aquella época su economía
se reducía a los 150 francos que su hermano Theo
10 MI
le hacía llegar cada mes, con los que sostenía a una
familia de cuatro personas (Sien, su hija mayor, su
bebé y él mismo), y con los que pagaba el alquiler,
sus materiales y sus modelos. Imposible. Las cuentas
no salían y lo único que podía hacer era, de nuevo,
descuidar su salud y alimentación.
Así decidió marcharse al norte de Holanda, en
concreto a la ciudad de Drenthe, y abandonar a
Sien, quien volvería a ejercer la prostitución y sería
encontrada ahogada en 1904. En Drenthe, pese a la
brevedad de su estancia, pudo recomponerse de su
último fracaso mientras su arte se vería impregnado
de campos de turba, casitas de adobe y de largos ca-
nales. Aquellos paisajes también serían testigos de
cómo Van Gogh retomó la relación con sus padres,
con quienes llevaba dos años enfadado, para volver
de nuevo al domicilio familiar, aunque esta vez en
Etten, al sur de Holanda.
Color y depresión
Después de pasar dos años en Nuenen, cuya época
sería muy productiva para su arte, y tras ocuparse
de su madre, que había sufrido una rotura de fémur,
Van Gogh alquiló una habitación que más que como
tal, uso de estudio. En línea con sus extravagancias,
rechazó alimentarse de forma adecuada y dio rien-
da suelta a un estilo de vida ascético por el que re- SIEN EMBARAZADA ACOMPAÑADA
POR UNA MUJER (1882).
chazaba todas las comodidades. Pese a esa excentri-
cidad, Van Gogh llamó poderosamente la atención
de Margot Begemann, una cuarentona amiga de su iba de mal en peor. Vivía de pan y leche, además de
madre que se enamoró de él de forma obsesiva y a la porque no podía pagarse mucho más, porque sus
que él definiría como “pasada de moda”. dientes estaban demasiado cariados para lograr
De nuevo el amor se equivocaba con Van Gogh, masticar otras cosas (terminó por usar una denta-
quien en aquel momento mantenía su particular idi- dura de madera). Fumaba en pipa para mitigar el
lio con las teorías de Delacroix y el color. Para él, los hambre, lo que le hacía toser con violencia, y padecía
colores eran aliados, al igual que la música. De ahí sífilis. Pese a su decadencia física, no desfallecía en
que tomara lecciones de piano. Pese a la armonía de su intento de vivir por y para el arte, y fue así como
ambas artes, las crisis depresivas ya no sólo le ron- siguió hasta París. Allí, en 1886, en el aire flotaba un
daban, sino que le atacaban con fuerza. Entonces se nuevo espíritu artístico. París no nada más alteró su
decidió de nuevo a marcharse de Holanda, aunque técnica, sino que también contribuyó, en mucho, al
ya nunca más volvería. empeoramiento de su físico. Bebía en exceso absenta
FOTOS: ASC; ALAMY
En su ruta hacia el sur se detuvo en Amberes, don- y vino de poca calidad. Aquel carrusel parisino, pese
de el arte japonés, que ya había entrado en Europa, a su intensidad, terminó en 1888, cuando decidió se-
estaba de moda. Como de costumbre, se centró en su guir dirigiéndose hacia el sur y quedarse, esta vez, en
estudio en detrimento del bienestar físico. Su salud el Midi. Un sur lleno de color, sol y pasión.
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CARTAS
VAN GOGH
POR SÍ MISMO
No sólo pintó mucho: también escribió mucho.
Su prolífica correspondencia es un excelente
testimonio de sus inquietudes, así como de su
rico y profundo interior.
Por Sergio Ramiro Ramírez
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CARTA A THEO
(DRENTHE, SEPTIEMBRE DE 1883)
“Te diré, hermano, que no soy bueno desde el punto de vista de un clérigo. Hablando con fran-
queza, sé muy bien que las prostitutas hacen mal, pero encuentro en ellas algo humano que me
impide sentir escrúpulos con respecto a relacionarme con ellas. No les veo nada demasiado
malo. No lamento en absoluto ninguna relación con ellas, ni pasada ni presente. Si nuestra socie-
dad fuese pura y estuviese bien regulada, entonces sí, serían corruptoras. (...) En cuanto a Millet,
es él, por encima de todos los demás, quien posee esa luz blanca. Posee una verdad absoluta. Y te
pregunto: ¿no hay diferencias entre uno de sus dibujos y un buen sermón? Este se oscurece por
contraste, aún suponiendo que fuera bueno”.
FOTO: ASC
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en su hermano un interlocutor al cual revelar sus im- En este caso la fortuna es mayor si tenemos en
presiones sobre el arte de su tiempo y su aprendizaje cuenta que cubre una época en la que disminu-
de los maestros que veneraba (Jean François Millet, yeron considerablemente las cartas enviadas a los
Anton Mauve y Jacob Maris). Demuestra aquí tener miembros de su familia, con la que estuvo disgus-
una memoria visual prodigiosa, describiendo esce- tado en continuas disputas.
nas de grabados y cuadros que había contemplado Van Gogh había conocido a Van Rappard en 1880
incluso días atrás con una precisión de verdad nota- en Bruselas, cuando Anthon estudiaba en la Acade-
ble. Además, sus confidencias también se acompa- mia. Ambos establecieron un vínculo de confianza
ñaron de fragmentos que justificaban sus decisiones volcado en unas cartas donde se halla un gran caudal
y los gastos que significaban. Incluso, en una carta de de información sobre los intereses de nuestro pin-
julio de 1880, suplicó a Theo: tor durante su período ho-
“Me sentiría muy contento si
de alguna manera tú pudie-
“Millet es alguien a landés. De este intercambio
son conocidas 58 enviadas
ras ver en mí algo más que propósito del cual me por Van Gogh y sólo una de
un haragán”, un mensaje que
denota al mismo tiempo su
niego a pelearme. Van Rappard, casualmente el
ejemplar que Vincent le de-
soledad y la honda preocu- No me niego a discutir volvió tras una contundente
pación por la opinión que su
hermano guardaba de él.
sobre él”, crítica de su amigo a la pin-
tura Los comedores de pata-
escribió a Van Rappard. tas; un suceso que provocó el
A Van Rappard distanciamiento entre ambos
Junto a las enviadas a Theo, sobresalen las inter- y que a sirve para conocer una de las primeras apre-
cambiadas con el pintor Anthon van Rappard ciaciones sobre el cuadro.
(1858-1892), un artista de origen aristócrata con En esos años de comunicación, Vincent confesó
quien mantuvo una estrecha relación epistolar en repetidas ocasiones a su compañero el marcado
entre 1881, año en el que Vincent vuelve a la ciu- interés que tenía por los estudios con modelos, di-
dad de Etten, y 1885, cuando se muda a Amberes. námica que también siguió con su hermano Theo.
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OTRA OBRA
Las cartas de Vincent van Gogh han
contribuido a forjar la fama del pintor desde
un momento muy temprano, poco después
de la muerte del artista, y su relevancia las
ha convertido en una más de sus creaciones
artísticas. Ya en 1892 se utilizaron pequeños
extractos en el catálogo de la primera
exposición sobre su obra, organizada en el
Kunstzaal Panorama de Ámsterdam, y en
1905 aparecieron nuevos fragmentos de sus
cartas a Van Rappard en una revista de
periodicidad mensual. En 1911 se publicaron
las enviadas al pintor Émile Bernard, y en
1914 su cuñada Jo dio a conocer, por primera
vez, transcripciones completas de las
dirigidas a su hermano Theo. Como ella
misma afirmó en el prólogo de dicha
edición, las misivas escritas por Vincent se
acumularon durante años en un pequeño
JARRÓN CON MARGARITAS
cajón del escritorio de su marido junto a su Y ANÉMONAS (1887). En sus
característico sobre amarillo. Fue justo cuadros de flores podemos
gracias a esta labor de recopilación que Theo apreciar su evolución
cromática: pasó de utilizar
y Jo extendieron también al resto de cartas el negro para oscurecer a
familiares, que hoy podemos disfrutar de un pintar a base de colores
sustancioso epistolario que se calcula que complementarios nada más.
pudo alcanzar los 2,000 ejemplares.
En sus cartas a Van Rappard confirma algunos plan- “Si estuvieses de moda, en la situación actual, te ten-
teamientos personales sobre el oficio, por ejemplo, dría menos respeto y menos simpatía de la que te
su elección personal de la práctica pictórica frente tengo”. En sus cartas intentó continuamente persua-
al objeto o la figura a representar. Así, escribe: “Rara dirle de los beneficios de la reunión de pintores “uni-
vez trabajo de memoria; por así decir, no me entre- dos por una simpatía recíproca”, aunque asumía sus
no en hacerlo”, declaración que confirma los nume- dificultades porque allá donde iba guardaba “fama
rosos estudios de figuras que cita en sus cartas, en de maníaco y de bicho raro”.
las que demuestra sus pruebas con diferentes po-
siciones hasta que encontraba aquella postura más Intercambio de dibujos
alejada de lo ordinario. También pidió opinión a Van Rappard sobre nue-
Además, Van Gogh vertió en esos textos todo su vas técnicas, como el procedimiento black and whi-
rechazo al academicismo y a los círculos artísticos te que mezclaba el lápiz con la tinta de imprenta.
más intelectuales. En ocasiones lanza duras críticas Pero su actividad principal era el intercambio de
contra la popularidad y el, en su opinión, mal enten- dibujos y grabados a gran escala descritos en sus
dido éxito de los Salones. En los textos enviados a misivas, todos realizados por los artistas de su
Van Rappard renegó de las exposiciones burguesas y tiempo o los de una generación anterior. Por igual,
el método de colocación de las obras porque, de ese estas inquietudes sobre la técnica o el género pic-
FOTO: ALBUM
modo, afirmaba, carecían de una “comunión espiri- tórico contemporáneo las trasladó a su hermano.
tual”. Tal era su aversión a éstas que llegó a escribirle: Por ejemplo, en noviembre de 1885 le escribió un
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ALMENDRO EN FLOR
para su estado anímico, para rematar después: “Como ves, sin dejar de
profundizar en el arte, intento profundizar en la vida. Ambas cosas juntas”.
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CARTA A PAUL GAUGUIN
(ARLÉS, 3 DE OCTUBRE DE 1888)
“(...) Debo decirle que, incluso trabajando, no ceso de pensar en esta empresa de fundar un taller
con usted mismo y yo de residentes permanentes, pero del que ambos desearíamos que diera
cobijo y asilo a nuestros colegas en momentos en que se encuentran acorralados en sus luchas.
Cuando usted partió de París, mi hermano y yo pasamos aún un tiempo juntos que nunca olvi-
daré. Las discusiones tomaron una envergadura mayor (...). Cuando usted esté aquí volveremos
a pasar revista a todas estas discusiones. (...) Siempre he tenido apetitos groseros de animal. Lo
olvido todo por la belleza exterior de las cosas, que no sé reflejar, puesto que el cuadro las vuelve
feas y groseras, mientras que la naturaleza me parece perfecta. Ahora, sin embargo, la energía de
mi carcasa ósea es tal que va directa al objetivo; de ellos resulta una sinceridad, puede que origi-
nal a veces, en lo que hago, siempre que el motivo se preste a mi ejecución brutal e inhábil. Creo
que, si desde ahora, empieza usted a sentirse el jefe de este taller, del que trataremos de hacer un
refugio para muchos, poco a poco, a medida que nuestro trabajo infatigable nos proporcione
los medios para completar la tarea; creo que entonces sentirá un relativo consuelo frente a las
presentes desgracias de penuria y enfermedad, considerando que, probablemente, entreguemos
nuestras vidas por una generación de pintores que todavía durará mucho tiempo”.
interesante alegato sobre el retrato pictórico frente a nos representan también tanto escritos como aboce-
la fotografía, en consonancia con su defensa de la es- tados a lápiz y aguadas.
piritualidad y la subjetividad necesarias para la crea-
ción artística: “No renuncio a la idea que tengo sobre Mundo pictórico
el retrato, pues defender esa idea es muy importante, Muchos artistas de su tiempo incluyeron dibujos
enseñarle a la gente que lleva dentro algo más que lo en sus cartas, incluso después de él, para apoyar lo
que la fotografía, con su aparato, puede sacar”. escrito o convertir la carta en un objeto exclusivo y
Junto a estos, aporta otros detalles como su pre- dedicado a su destinatario. Sin embargo, Van Gogh
dilección por las formas indefinidas extraídas de su los empleó para mostrar el trabajo en el que se ha-
meditabunda contemplación de la realidad cotidiana. llaba enfrascado o alguna composición ya finali-
Su interés por la descripción y los argumentos de tipo zada, cuestión que nos habla de forma muy clara
“social” (trabajadores de fábricas, hogares de familias sobre su obsesión por verter en sus cartas todo el
con pocos recursos o agricultores que labran la tierra) mundo pictórico que ya consumía por completo
están entrelazados con las numerosas referencias a la su tiempo. Otras veces también emplea la epístola
literatura de su tiempo, entre la que destaca el natura- para mostrar su habilidad o comparar su progreso
lismo de escritores como Charles Dickens, Émile Zola con algún compañero, como hace continuamente
o Victor Hugo. con Van Rappard, a quien considera superior, pero
En consecuencia, sus estudios de figuras, las escenas al que a veces critica sin tapujos. Sin embargo, ante
campestres en las que se describen las tareas rurales o la desaprobación generalizada o una réplica a la
los paisajes de los distintos lugares en los que vivió, se excesiva licencia con la que prodigaba su propia
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opinión, Van Gogh volvía a replegarse sobre sí La actitud positiva de Van Gogh hacia su carre-
mismo y a enfrascarse por completo en el trabajo. ra futura, sobre todo cuando recibe el definitivo
Así, en abril de 1883 escribió a Theo para persua- espaldarazo de su hermano en 1880, impregna
dirle de emprender el oficio de pintor: “Si algo en varios pasajes del epistolario. No obstante, ante la
el fondo de ti dice ‘tú no eres pintor’, es entonces constatación de que su obra cosechaba un desinte-
cuando hace falta pintar, viejo, y esta voz también rés generalizado en el público, en febrero de 1884 se
se callará, pero solamente por este medio; aquel produce un cambio importante en Van Gogh que
que sintiendo esto se va a casa de sus amigos y les también atestiguan sus cartas. Por ejemplo, anuncia
cuenta sus penas, pierde un poco de su energía, un a su amigo que ha comenzado a mostrar sus cua-
poco de lo que lleva dentro”. dros, dibujos y grabados a otros posibles interesa-
dos, modificando su cautela anterior que le llevaba
a rechazar la popularidad.
Vincent estaba ilusionado con la idea de encontrar
un mecenas o alma gemela, más allá del consorcio
con su hermano, que lo sustentara con grandes com-
pras y que además apreciara sus proyectos. La carta
se convierte aquí en una presentación o invitación
a la exhibición de su obra. Así se lo escribió a Van
Rappard refiriéndose a unos estudios en los que tra-
bajaba en ese momento y que le mandaba para que
los mostrara: “No abandono la esperanza de encon-
trar, un día u otro, un aficionado a quien se le antoje
comprarlos, no uno o dos, sino digamos cincuenta”.
En pugna constante
La mayor visibilidad que quería para su obra coin-
cide con el decaimiento que sufría por su escaso
éxito y la frustración por no vender sus pinturas.
RAMA DE ALMENDRO Esta presión le atosigaba, como evidencia una car-
FLORECIENTE EN UN
FOTO: ASC
20 MI
JARRÓN CON LIRIOS (1889),
realizado cuando estaba
internado en la clínica
psiquiátrica de Saint-Rémy.
cuesta no poco trabajo ganar para mí, te da el dere- él imaginaba como la “vieja historia de Robinson
cho, si algo bueno surge de mi trabajo, de conside- Crusoe”, y que intentó oponer resistencia y tenacidad
rarlo en parte como tu propia creación”. a su situación para revertirla mediante la pintura.
Conocemos muchas de sus frustraciones a través de A pesar de que la lectura que ahora se logra reali-
sus cartas de esta forma tan espontánea que, cada vez zar de su epistolario editado se elabora con sus cartas
que se leen, parece que están recién escritas. Entre en sucesión y careciendo del contexto e implicación
ellas no falta el profundo descontento (y desencan- emocional de sus destinatarios, en sus misivas es per-
to) que le produjo la marcha de Gauguin de Arlés. ceptible un cantus firmus en todo momento impreg-
En ellas se desvela una persona en pugna constante nado de vitalidad y optimismo sobre la apreciación
FOTO: ALBUM
contra sus miedos a la crítica ajena. Un pintor que futura que tendría su obra, casi anticipando como un
asumió su soledad en contra de su voluntad, algo que visionario sus éxitos póstumos.
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V I NC E N T VA N G O GH
“El amor al arte hace perder el amor verdadero”.
Jean Richepin
G
root-Zundert, 1852. En el seno Para el dramaturgo Antonin Artaud (1896-1948), a
de una familia protestante nace Van Gogh lo mató la inercia burguesa de la sociedad
muerto el primer Vincent Wi- dominante del momento: “No, Van Gogh no estaba
llem van Gogh. El 30 de marzo loco, pero sus telas eran como fuegos incendiarios,
de 1853, justo un año después como bombas atómicas cuyo ángulo de visión, com-
del alumbramiento de este pri- parado con el de todos los cuadros que hacían furor
mer hijo, Anna Cornelia van Gogh da a luz a un en la época, hubiera sido capaz de perturbar grave-
niño al que llamarían por el mismo nombre para mente el larval conformismo de la burguesía”.
mantenerlo en su recuerdo. Enterrado cerca de la Sea como fuere, tras la muerte de Vincent, su her-
iglesia donde su padre ejercía como pastor, cada mano Theo quiso reivindicar su trabajo y promover
domingo Vincent contemplaba su nombre refleja- la exposición de sus lienzos. Con el fallecimiento de
do en la lápida. Muerto. este último, sería su viuda, Johanna van Gogh-Bon-
De Van Gogh suele decirse que fracasó en prácti- ger, quien retomaría esa labor. Muchos años des-
camente todos los aspectos de su vida. Vincent pin- pués, y coincidiendo con el centenario de la muerte
taba con una celeridad obsesiva y llegó a reunir un del pintor en 1990, el Retrato del Doctor Gachet
gran número de obras que, aunque apenas se ven- (1890) se subastó por más de 80 millones de dóla-
dieron y expusieron en vida, abrirían el camino del res, la cifra más alta pagada hasta entonces por una
arte moderno, sirviendo como referente para artistas pintura. Un viejo mito del arte había fraguado de
que encabezaron movimientos vanguardistas como nuevo: el del pintor chiflado, inclinado a la soledad
el expresionismo. Treinta y siete años después de su y abrumado por la melancolía, incomprendido en
nacimiento, en 1890, fallecería en Auvers-sur-Oise, su tiempo pero ensalzado y valorado años después.
cerca de París, en la auténtica ruina.
Sangre, dolor y gloria
Van Gogh, el chiflado Aunque los primeros dibujos conocidos de Vincent
Sobre su supuesta locura que lo habría llevado datan de 1862, no es hasta 1880 cuando su deseo
al suicidio, se ha teorizado mucho. De hecho, no de ser pintor se materializa. Si bien es, en esencia,
existe evidencia alguna, ni siquiera el historial autodidacta, a lo largo de su vida entra en contacto
clínico, sobre tal enfermedad. Es difícil definir, con otros artistas que lo acercan al arte del dibu-
entonces, si se vio afectado por una patología en jo. En Bruselas aprende con Anthon van Rappard
concreto a partir de pocos testimonios que exis- (1858-1892) y más tarde, en La Haya, con su primo,
ten: las cartas a su hermano Theo y a otros artis- el también pintor Anton Mauve (1838-1888). En
FOTO: GETTY
tas, en las cuales se reflejan muchos más momen- 1886 decide ingresar en la Academia de Amberes,
tos de lucidez que de locura. aunque dada su frustración al tener que limitarse a
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las inquebrantables normas pictóricas de esta insti- esto no es un estado crónico, porque no está provo-
tución, pronto la abandona: “Las críticas de los de cado por los excesos, sino por la falta de alimentos
la academia suelen resultarme insoportables por- o por una alimentación que se ha tornado a la larga
que decididamente siguen siendo desagradables”. muy poco sustancial. Haz, pues, lo posible, herma-
Durante su estancia en París asiste a la escuela de no, por venir rápidamente, porque no sé hasta cuán-
Fernand Cormon, donde entra en contacto con el do me podré sostener. Estoy muy agotado y siento
grupo de los impresionistas y conoce a Toulouse- que voy a sucumbir bajo este peso”.
Lautrec y a Émile Bernard.
Además de los cambios que sobrevienen en su ¿Una psicosis?
forma de pintar, la relación postal, que acabará con- Quienes se han dedicado a especular sobre la en-
virtiéndose en una suerte de diario, es interesante fermedad mental de Van Gogh datan los principa-
porque permite arrojar luz sobre sus dolencias. A les acontecimientos relativos a su psicosis durante
partir, sobre todo, de 1885, en las misivas que Vin- su estancia en Arlés, la ciudad del sur de Francia a
cent dirige a Theo son constantes las referencias a las la que Vincent se trasladó en febrero de 1888. Allí
molestias físicas, en numerosas ocasiones adolecidas pasó un año y tres meses. Durante ese periodo, y
por mala alimentación y el abuso del alcohol o taba- empecinado en la idea de que su casa sirviera como
co: “En el fondo, mi salud no está comprometida y lugar de acogida de otros artistas, en octubre de
1888 recibió a Paul Gauguin (1848-1903). Sin em-
bargo, el 23 de diciembre del mismo año la convi-
ANTONIN ARTAUD,
autor de El vencia se trunca al suceder el hecho que le dio fama
suicidado de la por siempre: cortarse parte de la oreja izquierda.
sociedad, donde
culpa a esta y a su Como consecuencia, Vincent es ingresado en el
hipocresía inmoral hospital de Arlés, donde es tratado por el doctor
de la muerte de
Van Gogh. Félix Rey quien, a pesar de no ofrecer un diagnósti-
co oficial, sospecha que sufre epilepsia, provocada
en gran parte por la mala alimentación y el abuso
de sustancias como café y alcohol.
“Mi querido Theo: en tanto que mi espíritu estaba
por completo falto de asiento, habría sido en vano
que hubiera intentado escribirte para responder a tu
buena carta. Hoy acabo de regresar provisionalmen-
te a mi casa; espero que será de veras”. A partir de
entonces, las idas y venidas de Vincent al sanatorio
son constantes. En febrero de 1889 fue hospitaliza-
do de nuevo, aunque pronto se le autorizó, de forma
provisional, el regreso a su casa.
A finales del mismo mes, sus vecinos de Arlés soli-
citaron que volviera de manera definitiva al hospital
fuegos incendiarios”,
escribió Artaud.
HUERTO EN FLOR,
vista de Arlés (1889).
y así, el 8 de mayo de 1889, Van Gogh fue internado Al final, en mayo de 1890 es trasladado a la lo-
en el psiquiátrico Saint-Paul-de-Mausole, en Saint- calidad de Auvers-sur-Oise, donde vive en relativa
Rémy, donde estuvo un año sufriendo, según los libertad bajo la atenta mirada del doctor Gachet, psi-
médicos, diversos síncopes y crisis, una de ellas tras quiatra y aficionado al arte moderno. En una oca-
exponer en el Salon des Indépendants de 1889. Es sión le escribió a Theo: “No te oculto que hubiera
allí, desde la ventana de su habitación del asilo, don- preferido morir que causar y sufrir tantas molestias”.
de pintará La noche estrellada: “Esta mañana he visto El 27 de julio del mismo año Vincent (según la teoría
la campiña desde mi ventana largo tiempo, antes de sentada) se propina un disparo en el pecho. Dos días
la salida del sol; no había más que la estrella matuti- después, muere en brazos de su hermano.
na, que parecía muy grande”.
Durante este tiempo es constante su deseo de cu- La creación del mito
rarse, y así se lo hace saber a su hermano: “Ahora ya En la actualidad, Van Gogh es un ídolo de masas.
comprenderás que si mi locura ha llegado evidente- Las imágenes por él creadas fueron capaces de con-
mente por culpa del alcohol, habrá sido muy poco a quistar el corazón del mismísimo Woody Allen y
poco, y también se irá muy poco a poco, en caso de por ello se repiten y versionan en filmes, series, me-
que se vaya, por supuesto. O si vino de fumar, pues mes, etc. La mercadotecnia, que en ocasiones abu-
lo mismo. Eso es lo único que deseo –la curación–, sa de su rostro, sus cerezos en flor y su habitación,
sin la asombrosa superstición de ciertas personas lo ha convertido en un auténtico producto de la
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respecto del alcohol, de manera que ellas mismas se sociedad capitalista. Incluso se celebran exposi-
privan de beber y fumar”. ciones sensoriales en las que reina la experiencia
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EL HOSPITAL DE SAINT-
RÉMY (1889), cuadro
pintado durante su
estancia en ese sanatorio.
“Llegará un día en el que se verá que
esto vale más que el precio que nos cuestan
el color y mi vida”.
interactiva por encima de la obra, presentando a Una idea asentada desde Platón
un Van Gogh alejado de sus telas. En realidad, esta idea que vincula genialidad
Todo ello se debe, en gran parte, al apego que y desequilibrio emocional viene de mucho más
la cultura popular siente por la imagen del artista lejos. Platón, en efecto, ya hablaba de la locura
alienado. Un artista entregado a la creación que, en creativa asociada a los poetas y, siglos más tarde,
vida, subsistió a duras penas, entre la frustración Séneca acuñó el aforismo “Nullum magnum inge-
y la incomprensión, entregándose al alcohol pero nium sine mixtura dementiae fuit” (“Jamás ha ha-
que, tras su muerte, comienza a ser muy valorado bido un gran talento sin algún toque de locura”).
por su originalidad e ingenio. A su manera, vertebrada junto con la idea cristia-
“Yo siento, hasta el extremo de quedar moralmen- na del Dios creador, durante el Renacimiento los
te aplastado y físicamente aniquilado, la necesidad pensadores retomaron la teoría platónica hasta
de producir justo porque, en resumen, no tengo llegar al siglo XIX, momento en que nacen cien-
otro medio de llegar a compensar nuestros gastos. cias como la psiquiatría, que confirmó a través
Y no puedo hacer nada ante el hecho de que mis de distintas presunciones la relación existente en-
cuadros no se vendan. Llegará un día, sin embargo, tre el genio y la locura. No es extraño encontrar,
en que se verá que esto vale más que el precio que entonces, durante todo el XIX, representaciones
nos cuestan el color y mi vida, en verdad muy po- y autorretratos de artistas melancólicos, incluso
bre”, aseguró en alguna ocasión a Theo. enfermos, alimentando dicho mito y advirtien-
Vincent van Gogh nunca dejó de producir. Para do una introspección en la parte vulnerable de la
algunos fue un lunático que reflejaba en su pintura masculinidad que va en función de la espirituali-
las secuelas y crisis de un posible trastorno mental, dad del genio artístico.
aunque para otros, fue un hombre que se resignó a El mito trágico del artista loco se ve sustentado,
ser tachado de loco antes que doblegarse a lo que la en buena medida, por el cine. Aunque existen cin-
moral del momento le exigía. tas con vocación documental, como el cortometraje
que enfermedades como la tuberculosis ejercieron en los modos de comportarse, vestirse y verse en
aquel momento, hicieron que todas estas tradiciones desembocaran en un punto en común y
contribuyeran a seguir concibiendo al artista como genio.
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dirigido en 1948 por Alain Resnais o la película de este verano, me ha sido muy necesario empinar un
1987 de Paul Cox. Lo cierto es que, en su mayoría, poco el codo?”, reveló en alguna ocasión.
las ficciones ofrecerán una imagen dominante del Esta etapa de la vida de Van Gogh ha dado lugar
pintor desequilibrado. Lust for life (Vincente Minne- a muchas especulaciones a causa del uso de colo-
lli, 1956) —conocida en Latinoamérica como Sed de res más saturados y brillantes, como el azul o el
vivir—, película de ficción producida por la Metro- amarillo, llegándose a decir que los mismos eran
Goldwyn-Mayer que adaptaba la novela homónima producto de las alucinaciones sufridas a causa de su
que Irving Stone publicó en 1934, ofrece una imagen enfermedad. Si bien es cierto que sustancias como
bucólica de los últimos años de vida de Vincent, in- el alcohol pudieron distorsionar la realidad del pin-
terpretado por Kirk Douglas. A pesar de introducir tor, es importante entender que durante estos pe-
matices biográficos, el largometraje se inclina por riodos le debió ser muy difícil trabajar (en algunas
las tragedias de su vida, así como por su desequili- de sus cartas afirmaba que la debilidad hacía mella
brio emocional. Sólo hace falta echar un ojo al título en sus manos a tal punto que le impedía sostener los
original de la producción, o a alguno de sus carteles pinceles para terminar sus lienzos).
promocionales, para percibir la forma de ver a Van Piénsese, entonces, en Los girasoles (1888), El café
Gogh como alguien torturado. de noche (1888) o el retrato de La arlesiana (1888),
pintados en “estados de cordura”: “Ahora por aquí
Amarillo Van Gogh tenemos un calor espléndido y fuerte sin viento,
Arlés, marzo de 1889. “El doctor Rey dice que en lo que me viene muy bien. Un sol, una luz, que a
lugar de comer bastante y regularmente, me he falta de otra cosa mejor no puedo llamar más que
sostenido, sobre todo, por el café y el alcohol. Ad- amarilla, amarillo de azufre pálido, limón pálido
mito todo esto, pero ¿quedará como cierto que, oro. ¡Qué hermoso es el amarillo!”. Para él, “el color
por conseguir la alta nota amarilla que he logrado por sí mismo expresa alguna cosa; no se le puede
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OBSESIÓN Y MAL DE AMORES
Una de las máximas aspiraciones de la burguesía era formar una
familia para conservar el orden de clase. Vincent van Gogh no logró
formar la suya propia, pues si se piensa en términos económicos,
invertía el dinero que con frecuencia recibía de su hermano en
pigmentos y apenas tenía para comer. Sin embargo, en varias
ocasiones se obsesionó con algunas mujeres y con la idea del amor
hasta que, en Arlés, parece desistir: “No siento tanto la necesidad
de distraerme, estoy menos atormentado por las pasiones y puedo
trabajar con más calma, podría estar solo sin contrariarme. El
resultado es que me siento un poco más viejo, pero no más triste”.
Son varias las cartas que reflejan sus obsesiones y pasiones. En
julio de 1874 llamó su atención la hija de su casera en Londres y,
dada su expresa sinceridad al estar ya comprometida, Vincent se
mostró profundamente melancólico y deprimido. En 1881 se
enamoró de Kee, una prima suya que había enviudado, y a partir
de entonces es acusado de romper algunos lazos familiares.
Asimismo, pronto aparece en escena Sien, una prostituta
embarazada a la que había decidido cuidar. “Observa el resultado:
cuando vengas a verme no me encontrarás ya desanimado y melancólico, sino que estarás en un
ambiente donde creo que podrás acomodarte y que de ningún modo te disgustará”. Sien posó como
modelo del pintor en algunos de los dibujos de esta época, entre ellos el archiconocido Sorrow (1882).
ignorar y hay que aprovecharlo; lo que embellece que percibe con intensidad anormal, y quizás inclu-
y es verdaderamente bello, es por igual verdadero”. so dolorosa, los caracteres imperceptibles y secretos
de las líneas y formas, y todavía más los colores, las
Dibujos que golpeen luces, los matices invisibles para las pupilas sanas, las
Su supuesta locura condicionó su arte mucho me- irisaciones mágicas de las sombras”.
nos de lo que se ha comentado. En realidad, la pin- Hiperestésico: altamente sensible. Lo que en ver-
tura fue para él una vía de escape, una terapia: “Mi dad se empezó a considerar a partir de la muerte del
querido hermano –siempre te escribo en intervalos pintor fue su dedicación temperamental a la pintura,
de trabajo–, laboro como un verdadero poseso, un que lo aislaba tanto física como psicológicamente,
furor sordo de trabajo, más que nunca. Y creo que llegando a crear un estilo propio que contribuiría a
esto contribuirá a curarme”. cambiar el sentido del arte. “Quiero hacer dibujos
Vincent van Gogh fue un pintor que “se volvió que golpeen a ciertas personas. […] Sea en figura,
loco” a causa de los cómplices que respaldaban la sea en paisaje, yo quisiera expresar no algo así como
hipocresía de la sociedad. Un artista que sintió el re- un sentimentalismo melancólico, sino un profundo
chazo y desdén de la mayoría. Alguien que, por no dolor. Por encima de todo, yo quiero llegar a un pun-
herir, se hirió (si es cierto que se suicidó, e incluso si to en el que se diga de mi obra: ‘Este hombre siente
se debió a un disparo casual, puesto que no inculpó con profundidad y este hombre siente con delicade-
a nadie y lo asumió). De las pocas noticias sobre Van za. A pesar de mi reconocida torpeza, ¿me compren-
Gogh que aparecieron en alguna revista del momen- des, no? O quizás a causa de ella. ¿Qué soy a los ojos
to, destaca la referencia que Albert Aurier (1865- de la mayoría de la gente? Una nulidad o un hombre
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1892) publicó en Mercure de France en enero de excéntrico o desagradable, alguien que no tiene un
1890: “Es un hiperestésico con síntomas evidentes, sitio en la sociedad ni lo tendrá”, aseguró.
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Maes
¿Qué artistas influyeron en Van Gogh?
¿Por qué le atraían y qué aprendió o eludió de ellos?
Por Ángel Fuentes Ortiz
VILLE-D’AVRAY, de Jean-Baptiste-
Camille Corot (c. 1865-1867), National
Gallery of Art (Washington).
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tros
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EL SEMBRADOR (a la
derecha), de Jean-François
Millet (1850), cuadro que
inspiró a Van Gogh otro del
mismo nombre.
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L
a leyenda nos cuenta que Vincent cierto modo, en su alter ego. En una de las cartas
van Gogh fue un genio atormenta- que escribió por estos años manifestó: “Me han im-
do. Un artista incomprendido que presionado y me han conmovido mucho las pala-
apenas vendió un cuadro en vida y bras de Millet: el arte es una lucha –en el arte hay
que vivió aislado la mayor parte de que empeñar hasta la piel–”.
su carrera hasta su trágico desenlace. Se ha señalado que, de alguna manera, los prime-
Se ha llegado a decir que fue un pintor “maldito” ros cuadros de Van Gogh están impregnados por
y, en este sentido, podría caerse en la tentación de la poética de la humildad de Millet. En efecto, sus
pensar que la genialidad de su arte fue fruto nada tempranas pinturas de campesinos beben sin con-
más de su extraordinaria y novedosísima concep- templación de la sencillez y la espiritualidad de los
ción del mundo. Nada más lejos de la realidad. Vin- grabados del pintor galo, y en ese sentido, quizá la
cent no sólo llegó a tomar clases de algunos de los relación con la obra de Millet fuera una de las más
más reconocidos pintores de su tiempo, sino que duraderas de su carrera. No en vano, de entre los
estudió y copió la obra de grandes maestros para más de mil grabados que recopiló durante su trabajo
extraer aquellos aspectos que le interesaban más. en Goupil & Cie., una gran parte eran precisamen-
Podría decirse que las tomas de contacto iniciales te suyos. En adelante, los temas y las figuras de Mi-
con la pintura profesional llegaron a Van Gogh a llet se convirtieron en una constante en su pintura.
través de su primer trabajo en La Haya, en la su- En particular conmovedoras resultaron las más de
cursal de la galería parisina Goupil & Cie. Así, por 20 reproducciones e interpretaciones que realizó al
mediación de su tío Vincent –el tío Cent–, un jo- final de su vida en Arlés utilizando los grabados de
ven Vincent van Gogh de 16 años se adentró en el Millet. Entre aquellas copias se encuentran algunas
mundo de los marchantes y de los grandes maes- de sus obras más conseguidas de esta época, como
tros holandeses; pero también de las fotografías, La siesta o El sembrador.
los aguafuertes, los grabados al cobre y las repro-
ducciones. Fue justo a través de aquellos grabados y Constable y los
reproducciones como se encontró por primera vez maestros holandeses
con la figura del pintor Jean-François Millet, cuya Gracias a la intervención de su tío Cent, Van Gogh
obra le marcó de por vida. ascendió de posición en la galería Goupil & Cie. y
fue trasladado en 1873 a su filial de Londres. Allí
Millet, maestro en la sombra pasó dos años visitando museos y galerías, pero
Van Gogh siempre consideró a Millet una de sus una obra en concreto ejerció una poderosa atrac-
influencias más importantes. En realidad, para ción sobre él: El campo de trigo, de John Constable.
cuando Vincent conoció la obra del pintor francés De hecho, en una de sus cartas a Theo señala que
este llevaba muerto ya varias décadas y su pintura de Londres le impresionaron en particular dos co-
había pasado de moda, desplazada por la nueva y sas: “La sencillez de los pobres que Charles Dickens
vibrante escena parisina. Sin embargo, Van Gogh capturó en sus novelas y el paisaje que Constable
no sólo cayó fascinado por los grabados de Millet, capturó en su Campo de trigo”. Desde luego, cabe
sino también por la propia biografía del artista, que pensar en que así fuera ya que, justamente, el cam-
leía y releía una y otra vez. Y es que Vincent, ade- po de trigo fue uno de los motivos más recurrentes
más de pretender copiar al artista, también buscaba del holandés hasta sus últimas obras, aunque más
tomarlo como ejemplo de vida para convertirse, de allá de la temática debió interesarle la manera de
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combinar el color de Constable y, sobre todo, su Rubens y el taller de Cormon
forma de plasmarlo con libertad en los lienzos. En noviembre de 1885 Van Gogh desembarcó en
Los siguientes destinos de Van Gogh como em- Amberes, donde se inscribió en la Escuela de Bellas
pleado de Goupil & Cie. fueron las ciudades de París, Artes para estudiar pintura y dibujo. Unas clases a
Ámsterdam y, de nuevo, La Haya; donde se enfren- las que apenas asistió durante unos pocos meses
tó a los lienzos de los maestros holandeses, entre debido a sus fuertes diferencias con el método edu-
los que se hallaban varios del gran Rembrandt. De cativo académico. Sin embargo, aprovechó dicha
Rembrandt, Vincent aprendió a pintar la luz sobre estancia para visitar varios museos y urbes que le
las tinieblas, aunque también tomó prestadas del descubrieron el trabajo de Jacob Jordaens y, sobre
maestro algunas composiciones, tales como la de todo, de Rubens. De entre los lienzos del artista fla-
La resurrección de Lázaro. Sin embargo, no sólo menco que más impresionaron a Vincent destacan
Rembrandt entró a formar parte de su universo vi- La Crucifixión y El Descendimiento. Así lo señaló
sual de entonces: también los cielos y paisajes de su en una de sus epístolas: “El domingo pasado he
primera época deben mucho a los lienzos panorá- visto por primera vez los dos grandes cuadros de
micos de Jan van Goyen, que pudo ver durante su Rubens y, a causa de que había examinado los del
estancia en Ámsterdam. museo en diversas visitas
y cómodamente, estos dos
¡Oh, Mauve! En el taller del cuadros, El descendimiento
Una vez que Van Gogh de- academicista Cormon y La crucifixión, me resul-
cidió que su futuro estaba taron todavía más intere-
en la pintura, se dispuso a
conoció a santes. Permíteme que te
acudir a sus primeras cla- Toulouse-Lautrec diga que El descendimiento
ses, para lo cual se despla- y Émile Bernard. de la cruz me sumerge en
zó en octubre de 1881 has- la exaltación”. Además, en
ta Bruselas, donde pasó otra de sus cartas, afirmó
a tomar lecciones en la Academia de Bellas Artes con toda seguridad: “Es muy interesante estudiar a
durante algunos meses. Pero se cansó pronto del Rubens precisamente porque su técnica es, o pare-
dibujo anatómico y de los estudios de perspectiva, cer ser, la simplicidad misma”.
así que decidió entonces pasar al taller del pintor Tras su paso por Amberes acabó en el taller
Anton Mauve en La Haya. parisino de Fernand Cormon, uno de los pintores
Mauve era un pintor realista muy querido por academicistas formados en la III República. El es-
Van Gogh que alcanzó un cierto renombre gracias tilo relamido y pomposo de Cormon tal vez aportó
a sus paisajes, los cuales mostraban con frecuencia poco a su pintura; sin embargo, la pertenencia a su
animales y campesinos trabajando. Vincent pasó taller resultaría crucial a la hora de trabar amistad
al menos dos años bajo la tutela del maestro apren- con algunos de sus alumnos, tales como Henri de
diendo el uso del óleo y de la acuarela y, sobre todo, Toulouse-Lautrec o Émile Bernard.
estudiando los problemas del color.
Sin embargo, y aunque siempre habló con mucho El París más moderno
respeto de su maestro, terminó alejándose de él. Su llegada a la capital francesa le permitió entrar
Después de ello pasó una temporada en la ciudad en contacto con el verdadero epicentro de la mo-
neerlandesa de Nuenen, donde logró pintar más dernidad de su época. De la mano de su hermano
de 200 cuadros cuya temática abordaba los pai- Theo, por ejemplo, Vincent conoció al grupo de los
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sajes y campesinos de los alrededores, siempre si- impresionistas. Así, en las exposiciones de los cafés
guiendo muy de cerca aquellas técnicas que recién pudo ver la obra de Renoir, Sisley, Pissarro, Degas
había aprendido en La Haya. o Monet. Este encuentro tuvo cierto impacto en la
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EL DESCENSO DE LA
CRUZ; panel central
de un tríptico de
Peter Paul Rubens
(oleo sobre tabla,
1612-1614). La pintura
es el segundo de
los grandes retablos
de Rubens para la
Catedral de Nuestra
Señora, en Amberes,
Bélgica, junto con La
elevación de la cruz.
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VAN GOGH te la etapa final de su carrera: Adolphe Monticelli
y Eugène Delacroix. Monticelli era un pintor mar-
COMO sellés que se había formado en el taller de Paul De-
laroche y que, a pesar de frecuentar la amistad de
MAESTRO pintores como Cézanne, tuvo escaso éxito comer-
cial durante su vida. Tal vez esto se debiera a la ori-
Si bien durante su vida el arte de Vincent no ginalidad de su técnica: Monticelli pintaba a base
fue en particular valorado –ni siquiera llegó a de manchas coloreadas con riqueza y empastadas
contar con el beneplácito de su amigo sobre el lienzo de forma aparentemente caótica.
Gauguin–, tras su muerte se convirtió en Ante las críticas que suscitaron sus obras, el pintor
inspiración para muchos pintores. Entre ellos
francés llegó a declarar en una ocasión: “Yo pinto
podemos encontrar a creadores como Jules
Breton, Charley Toorop o Joseph Teixeira de para dentro de 30 años”.
Mattos. Aunque quizás el ejemplo más célebre Van Gogh entró en contacto con la obra de Mon-
de la influencia de Van Gogh en el arte del siglo ticelli en 1886, el mismo año de la muerte del pintor
XX sean los lienzos de girasoles de Bart van der marsellés, y muy pronto quedó cautivado por la ori-
Leck, el pintor neoplasticista que, junto con ginalidad y espontaneidad de sus lienzos. La liber-
Piet Mondrian y Theo van Doesburg, fundó el tad pictórica de Monticelli en la pincelada y el color
movimiento artístico De Stijl.
marcarían para siempre la técnica de Vincent, has-
ta el punto de que llegó a expresar: “A veces pienso
pintura de Van Gogh, ya que a partir de entonces se que realmente soy la continuación de ese hombre”.
aprecia un colorido más claro y vivo en su paleta; Por otro lado, Eugène Delacroix le había fascinado
pero Vincent renegaría pronto de los impresionis- desde su juventud. No en vano Delacroix era uná-
tas. “Prefiero mil veces pintar los ojos de la gente nimemente reconocido como uno de los pintores
que pintar catedrales”, sentenció. Ya en 1888 diría: más apreciados del romanticismo francés, que había
“(...) Comienzo a buscar, cada vez más, una técnica defendido la prevalencia del color frente a la línea
simple que tal vez no sea impresionista. Quisiera ante pintores como Dominique Ingres. Vincent es-
pintar de manera que, en rigor, todo el que tuviera cribió: “Lo que más admiro de Delacroix es que él
ojos pudiera ver claro”. nos hace sentir la vida de las cosas y la expresión del
Fue de este modo que, en realidad, otro grupo de movimiento, que domina absolutamente a través de
pintores, el de los divisionistas –también conocidos sus colores”. Aunque no sólo el brillante colorido de
como puntillistas–, por el que sintió verdadera fasci- Delacroix le llamó la atención: en sus últimos años
nación. Los divisionistas, con Georges Seurat y Paul Van Gogh también se aproximó a través de la espi-
Signac a la cabeza, proponían separar la pintura en ritualidad a algunas de las composiciones religiosas
puntos individuales de color que sólo adquirían sen- del pintor francés, que copió. Entre ellas destacan
tido al interactuar ópticamente cuando eran vistos dos versiones de La Piedad que consideró unas de
desde lejos. Van Gogh, seducido por esta novedosa sus obras más logradas.
técnica, la plasmó en algunos de sus cuadros.
Gauguin, el último maestro
Monticelli y Delacroix Puede considerarse que el “último maestro” de Van
Es en aquel momento cuando también entra en Gogh fue su amigo Paul Gauguin. De hecho, mien-
contacto con dos figuras que marcarán fuertemen- tras ambos compartían taller en Arlés en 1888,
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MONTICELLI, “EL PEOR”
El pintor Adolphe Monticelli, uno de los artistas favoritos de Van Gogh, no recibió muchos elogios en
vida. Podría pensarse que la originalidad de su técnica y su pincelada caótica no fueron entendidas en
su momento; pero lo cierto es que aún hoy sigue despertando suspicacias, incluso entre las más altas
esferas del mundo del arte. Así, en 2005, sir Timothy Clifford, director de la Galería Nacional de Escocia,
eligió el lienzo de Monticelli A garden fête como la peor pintura del Reino Unido. Al respecto del pintor
comentó: “Nos han legado ocho pinturas de Monticelli, cada una más horrorosa que la anterior. En
mis 21 años aquí no se ha colgado ninguna de ellas porque creo que Monticelli produce un arte
terriblemente malo. Yo llamo a esta obra una Fête peor que la muerte”.
Así, delimitaba los contornos de las superficies tal y labras sobre su “último maestro”: “En esa época la
como Gauguin le pedía, pues la premisa era traba- abstracción me pareció un camino seductor. ¡Pero
jar bajo la abstracción de una “pintura de memoria”. es terreno embrujado, querido amigo!”.
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Cuando Van Gogh llegó a París, el impresionismo
ya era un movimiento pasado de moda
superado por corrientes como el divisionismo,
pero Vincent conoció y asimiló su técnica.
Y aunque no tardó en renegar de él, es incuestionable
que la obra de Monet, Pissarro o Renoir marcó
los últimos pasos de su carrera.
Por Ángel Fuentes Ortiz
transmitir la tranquilidad
presente en los campos
de Argenteuil.
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E
n abril de 1874 el crítico de arte exposición, compuesta principalmente por auto-
Louis Leroy visitaba la Exposición res transgresores que deseaban el reconocimiento
de la Sociedad Anónima de Artis- de la sociedad parisina. Así, el día 25 del mismo
tas Pintores que se celebraba en el mes publicó una crítica hostil en el periódico Le
salón del fotógrafo Nadar en París. Charivari a través de la cual se mofaba en especial
Este certamen se caracterizaba por de una de las obras allí expuestas, un cuadro de
acoger a aquellos pintores que habían sido rechaza- Monet llamado Impresión, sol naciente. Haciendo
dos por el Salón de París, la muestra oficial donde un juego de palabras, Leroy tituló su artículo La
las obras debían ser aprobadas por la rígida Aca- exhibición de los impresionistas. Sin pretenderlo,
demia de Bellas Artes. A Leroy no le entusiasmó la estaba bautizando a uno de los movimientos que
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más revolucionaría la manera de concebir el color
y la luz dentro de la pintura occidental.
El crítico Leroy
Édouard Manet, el precursor los llamó “impresionistas”
Manet nunca expuso junto a los impresionistas. De
hecho, siempre se negó a que sus trabajos fueran
para burlarse de ellos...
incluidos en ese movimiento. Sin embargo, quizá y sin querer bautizó
sin su ardua lucha, el propio impresionismo nunca el movimiento.
hubiera visto la luz, porque él protagonizó un giro
decisivo en la historia de la pintura que terminó
ALMUERZO EN LA HIERBA, de
Édouard Manet (1863), que
causó una gran indignación
en el Salón de 1863. Sólo su
amigo Émile Zolá lo valoró. El
escándalo se debió sobre todo
al tema: dos hombres jóvenes
charlando en compañía de
dos mujeres desnudas, que
muestran sus anatomías sin
pudor aunque una de ellas no
está por completo desvestida.
No son diosas ni ninfas, sino
mujeres comunes; además
una de ellas mira desafiante al
espectador sonriendo
y sin recato.
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una época y dio comienzo a otra. Y comprobó en Academia. Sin embargo, fue precisamente la auda-
carne propia que convertirse en el precursor de cia que mostró en sus obras lo que terminó distan-
una manera de concebir el arte totalmente nueva ciándolo del favor de la crítica oficial.
nunca resultó ser una tarea fácil. Por encima de todo, Manet trató de seguir la es-
Édouard Manet nació en París en 1832. Hijo de tela de los grandes maestros de la pintura europea
una familia acomodada, no fue un estudiante mo- como Velázquez, Goya o Tiziano. Y por ello no deja
delo en su juventud, sino más bien un aspirante a de sorprender que detrás de uno de sus lienzos más
dandi que anhelaba formar parte de la alta sociedad denostados por la sociedad de su tiempo, Almuerzo
parisina. En realidad, desde sus primeros trabajos, en la hierba, se encontrara la imitación de un grabado
el pintor no buscó otra cosa que la aprobación de la del pintor renacentista Rafael. Como el propio pintor
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reconoció, en su cuadro tan sólo estaba tratando de
ofrecer una nueva versión del Concierto campestre,
de Tiziano. La imagen de una mujer desnuda fren- Édouard Manet
te a hombres por completo ataviados supuso un trató de seguir la estela de
revuelo (lo tacharon de “irritante y controvertido”).
Zola escribió sobre él: “Los pintores, y especialmente
pintores como Rafael,
Édouard Manet, que es un pintor analítico, no com- Tiziano, Velázquez
parten la obsesión de las masas por el tema: para y Goya.
FOTO: ASC
MI 45
V I NC E N T VA N G O GH
Con todo, Manet dista mucho de ser un pintor nuevos pigmentos, con los cuales podía obtenerse
maldito. Al final de su corta carrera –falleció en una saturación de los colores impensable en épo-
1883 con 50 años– ya era un artista respetado que cas anteriores. En este sentido, la generación de los
llegó a ser nombrado caballero de la Legión de impresionistas se dio cuenta de que la aproxima-
Honor. Al contrario que los ción a la realidad más inten-
impresionistas, nunca utili- La creación de nuevos sa se producía cuando en el
zó la famosa pincelada suelta lienzo se juntaban manchas
ni renunció jamás al color
pigmentos permitió de colores puros. También
negro. Sin embargo, su capa- una saturación se percataron de que la apre-
cidad de retener la sensación de color imposible ciación óptica de un tono
de inmediatez en los lienzos dependía por completo de
marcaría el germen de una
hasta entonces. aquellos otros que lo ro-
nueva pintura. deaban, es decir, del propio
contraste entre unos y otros. Y siguiendo esta lí-
Una nueva técnica nea experimental llegaron a la conclusión de que
Los avances científicos surgidos en la segunda combinando en el ojo aquellos colores que se con-
mitad del siglo XIX permitieron la creación de sideraban complementarios –como rojo y azul–
46 MI
BARCO EN LA INUNDACIÓN
DE PONT-MARY, de Alfred
Sisley, pintor que se dedicó
casi en exclusiva al paisaje.
se conseguía un color neutral como el gris o el ne- Los primeros pasos en Argenteuil
gro. Descubrieron que se podía representar la pro- En cierto sentido podría decirse que fue Claude
fundidad y la perspectiva únicamente a través del Monet el verdadero espíritu promotor del movi-
color. Para dar forma a las nuevas y experimentales miento impresionista. En su juventud, Monet se
combinaciones de colores, los impresionistas usa- formó en el taller del pintor de paisajes Eugène
ron una pincelada característica, realizada en pe- Boudin, y con él aprendió los secretos de la pintura
queños trazos que permitían una aplicación rápida al aire libre. Poco después se desplazó a París, don-
del pigmento; sería el ojo humano el responsable de gracias al estudio en varias escuelas de Bellas
de unir en la retina los golpes de pincel para dar lu- Artes, conoció a algunos de los miembros que a
gar a las composiciones. Como lo importante para la postre conformarían el grupo de los impresio-
el nuevo movimiento era la captación de la propia nistas. Allí trabó amistad con Pissarro, Renoir y
fugacidad del tiempo y la plasmación de la luz y Sisley, y también con ellos realizó varias escapadas
el color, el tema carecía de importancia para ellos. para pintar en el célebre bosque de Barbizon.
Así, los impresionistas pintaron frecuentemente Fue sin embargo su estancia entre 1872 y 1874
paisajes y efímeras escenas de la naturaleza y la en la ciudad francesa de Argenteuil, acompañado
ciudad, pues lo que pretendían en última instancia por Pissarro, Sisley, Renoir y Caillebotte, la que fijó
era la plasmación del momento mismo. por primera vez las normas del nuevo movimiento.
MI 47
V I NC E N T VA N G O GH
BOULEVARD MONTMARTRE,
de Camille Pissarro (1897),
donde destacan sus
escenas urbanas.
Monet desde luego se implicó con toda su intención mientras Alfred Sisley se consagró casi en exclusiva
en la tarea, pasando largas horas sobre una barcaza al género del paisaje, Camille Pissarro dedicó gran
para captar sobre el lienzo los paisajes de la orilla del parte de sus pinturas a las perspectivas urbanas. En
Sena. De esta época se conservan numerosas esce- particular famosas son sus vibrantes vistas de los
nas fluviales realizadas por los diferentes integran- bulevares parisinos en las diversas épocas del año,
tes del grupo, unas luminosas unos lienzos que hoy en día
vistas cuya temática era con Captar el momento, resultan entre los más cotiza-
frecuencia compartida por dos de toda su producción.
varios miembros a la vez. Pero
una pincelada libre y la
Monet no pintó paisajes al aire yuxtaposición de colores La sensualidad
libre nada más: su afición por caracterizan al de Renoir
plasmar la fugacidad de los Pierre-Auguste Renoir co-
momentos del día también
impresionismo. menzó su carrera artística
le llevó, por ejemplo, a pintar como pintor de porcelanas.
FOTO: AGE
una serie de 20 cuadros cuyo único tema era la mis- Sin embargo, una vez que tomó clases nocturnas en
ma fachada de la catedral de Ruán representada en la Escuela de Dibujo y Artes Decorativas se quedó
los diferentes momentos de la jornada. Por su parte, fascinado por los grandes maestros como Rubens,
48 MI
EN MUJER TENDIENDO LA ROPA
(1887), Pissarro presenta una
escena cotidiana rural, a todo
galope entre el impresionismo
FOTO: ASC
y el puntillismo.
MI 49
V I NC E N T VA N G O GH
BAILE EN EL MOULIN DE LA
GALETTE, Pierre-Auguste Renoir,
expuesto en la III Exposición de
los impresionistas (1877).
50 MI
Fragonard, Tiziano o Tintoretto. La sombra de agotada para él. En adelante, su pintura evoluciona-
estos le acompañaría durante el resto de su vida, ría desde el que se considera su “periodo seco”, ca-
y es que al contrario que otros integrantes del racterizado por la fuerte influencia de Ingres, hasta
movimiento, Renoir sí se interesó en especial sus voluptuosos desnudos de bañistas realizados al
por la representación del cuerpo humano, el cual final de su vida, ya en el siglo XX.
modeló mediante sutiles contrastes de colores cá-
lidos y nacarados por igual. Degas y el
La obra de Renoir, como la Al contrario que fin de siglo
de sus compañeros, fue ma- Aunque Edgar Degas no
yoritariamente despreciada
otros impresionistas, llegó a utilizar las técnicas
durante las exposiciones Renoir se interesó pictóricas impresionistas,
realizadas en la Sociedad por representar el por tradición se le ha inclui-
Anónima de Pintores. A la do dentro del movimiento
segunda muestra, realizada
cuerpo humano. por su cercanía al grupo y
en 1875, el pintor llevó un por haber expuesto junto a
Desnudo al sol, que fue calificado por uno de los ellos en las exposiciones de la Sociedad Anónima
críticos como un amasijo de carnes en descompo- de Pintores. En realidad el propio Degas llegó a
sición. La respuesta de Renoir en la siguiente expo- criticar los principios básicos del grupo impresio-
sición de 1877 fue una de sus obras más celebradas: nista, defendiendo con vehemencia la superiori-
El baile en el Moulin de la Galette. dad de línea sobre el color. Hijo de un acaudalado
Renoir sin embargo acabó renegando del impre- banquero parisino, estudió en el Liceo Louis-le-
sionismo, una vía que hacia 1883 ya se encontraba Grand durante siete años; luego tomó clases con
MANET, UN PINTOR
CON SENTIDO DEL HUMOR
En 1880, Édouard Manet vendió
un cuadro que representaba un
manojo de espárragos al famoso
coleccionista e historiador Charles
Ephrussi. El precio acordado fue
de 800 francos, pero el
coleccionista le envió 1,000
francos en lugar de la cantidad
acordada. Manet, que era un
maestro de la elegancia, decidió
no devolver el dinero sobrante.
En su lugar, ideó una divertida e
ingeniosa contraprestación: en un
pequeño lienzo volvió a pintar
esta vez un único esparrago que
mandó después al coleccionista.
La pintura iba acompañada de
FOTO: AGE
MI 51
V I NC E N T VA N G O GH
PRIMA BALLERINA
(1865), de Degas,
refleja uno de los
temas preferidos
del artista, la
danza. Mezcla la
pincelada suelta
con dosis de dibujo
más preciso en
algunas partes.
52 MI
BERTHE MORISOT,
PINTORA IMPRESIONISTA
Menos conocida que sus
compañeros masculinos, Berthe DETRÁS DEL DESAYUNO,
Morisot fue una figura clave del Berthe Morisot.
movimiento impresionista. Era
hija de una familia acomodada
y fue educada en las mejores
escuelas de París; también fue
copista en el Louvre, donde
conoció y trabó amistad con
Édouard Manet. Con apenas 23
años participó en el Salón de
París y siguió exponiendo en él
hasta que pasó a formar parte
del nuevo grupo vanguardista
que después sería conocido
como los impresionistas.
Tiempo después se casó con
Eugène Manet, el hermano del
famoso artista. Berthe Morisot
no sólo fue una de las más con bastante éxito. Murió en llevaron a Morisot a ser
audaces e innovadoras 1895, a los 54 años, en París. desplazada a un sitio
miembros del grupo Por desgracia, a pesar de su secundario dentro de la
impresionista, sino que llegó indudable relevancia, las ideas historia del arte. Su figura, sin
incluso a exponer en solitario preconcebidas sobre la mujer embargo, se reivindica hoy.
MI 53
V I NC E N T VA N G O GH
LA CASA
AMARILLA
UN SUEÑO COLECTIVO
LA CASA AMARILLA (1888),
de Van Gogh. Situada en Arlés
(Provenza francesa), albergaba
el estudio que alquiló en
septiembre de ese mismo año en
dicha localidad. Fue destruida
durante uno de los bombardeos
de la Segunda Guerra Mundial.
MI 55
V I NC E N T VA N G O GH
M
i querido Theo: por fin es- Amarilla y así habría de pasar a la historia, a través
tamos en el buen camino. de sus numerosas escrituras y pinturas, como El
Ciertamente, no importa dormitorio en Arlés, por ejemplo, que representa su
estar sin hogar y vivir en icónica habitación de postigos cerrados.
los cafés, como un viajero, Este hogar y este entorno resultaron, a la postre,
cuando se es joven, pero determinantes en su vida, no nada más por las posi-
esto se ha vuelto insoportable para mí”. Así comien- bilidades que le ofrecieron de sentirse parte de algo
za la carta que Vincent escribió a su hermano Theo sólido —un lugar en dónde recibir a amigos; un
en septiembre de 1888. En ella daba cuenta del ca- mismo restaurante al cual acudir a comer cada día;
rácter de necesidad que había adquirido para él, el saludo diario de los comerciantes del barrio...—,
errante y autodidacta desde joven, contar con una sino por la inconmensurable influencia artística que
casa propia, con un espacio en el que arraigar. Y un ejercieron sobre él y su labor.
lugar donde desarrollar, asimismo, su arte; un estu-
dio de pintura a la manera de los talleres de artistas Arlés, el color
que tanto se estilaban en la Europa finisecular, en Van Gogh anhelaba un sitio para formar un taller
los cuales todos los creadores podrían aprender de de artistas, un grupo estable con el cual construir
sus congéneres y compartir con ellos las musas de una respuesta al impresionismo donde los creado-
la inspiración... y las estrecheces de su economía. res que tuvieran un pensamiento similar pudieran
En mayo de ese año, 1888, Van Gogh había alqui- trabajar juntos en nuevas líneas, “hacer avanzar el
lado dos habitaciones grandes de la planta baja del arte y la pintura”. Estos estudios eran muy habitua-
número 2 de la Place Lamartine, en la pequeña po- les en la Europa de finales de siglo y recogían en
blación francesa de Arlés como estudio, y una coci- cierta medida el espíritu de trabajo comunal de los
na y dos habitaciones en el primer piso, con vistas a talleres de la Edad Media y del Renacimiento, cuan-
la plaza, como zona de invitados y copartícipes del do los artistas no trabajaban de manera indepen-
incipiente atelier. Vicent la bautizó como la Casa diente, sino agrupados en los gremios y formando
FOTO: AGE
TALLERES Y GREMIOS
BATALLA DE OSTIA (1514-1517),
del taller de Rafael. Estancias
del Vaticano.
En la Edad Media, los artistas sitios de trabajo y aprendizaje. común de un equipo de artistas,
(artesanos) de una misma No se concebía al creador coordinados por el maestro
profesión estaban unidos por aislado: los gremios regulaban principal. Es por ello bastante
corporaciones de cada oficio cómo tenía que aprenderse el frecuente encontrar pinturas,
creadas para dar a conocer su oficio, regular la competencia y por ejemplo, firmadas por el
disciplina y formarse en ella, controlar la calidad del “taller de Rafael”, la “escuela
defender sus intereses y regular producto. Compartían el de Giotto”, el “taller de Bellini”,
su funcionamiento. Constitu- conocimiento al tiempo que etcétera. En el caso concreto de
yeron así uno de los primeros protegían ese sector de Rafael, por ejemplo, funcionar
medios de organización actividad y fomentaban la de esta manera le hizo, además
profesional y social. Los creación. Con esta base de crear el taller más grande del
pintores, escultores, carpinteros medieval, en el Renacimiento, Renacimiento, servir de modelo
FOTO: ALBUM
o plateros realizaban su las obras de arte (pintura, a grandes del siglo XVII, tales
actividad en el interior de estos miniatura, escultura...) eran como Rubens, Bernini o Pietro
talleres, que se convertían en también fruto del trabajo da Cortona.
ALBAÑILES,
ARQUITECTOS Y
CARPINTEROS
TRABAJANDO
JUNTOS. Relieve de
la base del nicho
Quattro Coronati
(hacia 1414-1417),
de Nanni di Banco.
V I NC E N T VA N G O GH
La llegada de Gauguin
El sueño de Van Gogh era crear en la Casa Amarilla
el Atelier du Midi, del que habla en su correspon-
dencia con Gauguin, el único pintor que atendió su
llamada. Este llegó al alba del 23 de octubre, bajó
del tren a las cinco de la mañana y se acercó al café
de la estación, donde todo el mundo lo reconoció
rápidamente porque Van Gogh, que no había podi-
do contener su emoción, les mostró antes el auto-
rretrato que su amigo le había regalado (un inter-
cambio en realidad), diciendo que pronto vendría a
vivir con él. Para adecuar la casa pintó dos cuadros
de girasoles con la intención de colgarlos en donde
había de dormir Gauguin.
El 24 de octubre ya estaban trabajando, al igual que
el 25 y el 26 y, si el tiempo lo permitía, salían con el
caballete a la espalda. Lo plantaban en el mismo pun-
to, eligiendo cada uno una perspectiva algo distinta. soñaba con la fundación de un círculo de pintores,
Van Gogh estaba radiante de felicidad. Pensaba por lo que accedió, aunque pronto quedó claro que
que había conseguido formar parte de una comu- la convivencia personal entre Vincent y Paul era
nidad de artistas que fuera como una comunidad imposible. “Vincent y yo, por lo general, tenemos
de monjes en el sentido de compartir todos un fin, pocas cosas en común, sobre todo en pintura. Él
dedicados a la misma causa. es romántico y yo quiero ser un primitivo. Desde
el punto de vista del color, a él le gustan las pince-
El taller del sur ladas pastosas, cosa que yo detesto”, escribió Gau-
El Atelier du Midi buscaba contar con la partici- guin, amante de lo plano.
pación de Seurat, Signac y Bernard, entre otros, Sin embargo, en los exiguos dos meses que pasa-
a quienes ambos escribieron y que finalmente no ron juntos, ambos ejercieron una influencia notoria
acudieron. Theo, marchante de Gauguin, le insis- en el otro: Gauguin estudió las evocadoras estampas
tió para que hiciera el viaje a Arlés y, como este de Van Gogh en su evolución hacia el sintetismo y
estaba lleno de deudas, se sentía incomprendido y el simbolismo, y Van Gogh recibió el préstamo de
58 MI
EL TALLER DEL PINTOR,
de Gustave Courbet
(1855). “El mundo viene
a que lo retrate en mi
estudio”, afirmaba.
matices del color del primero, le conquistó con la luz Otros talleres
y los tonos vivos. El amarillo, “el color de la amistad” En aquel momento existían en Europa numerosos
para Van Gogh, color de la fuerza y de la vida, reflejo talleres de pintores similares. El grupo Los XX, por
de la vida, domina su paleta en esos momentos. ejemplo, fue una agrupación de 20 pintores bel-
“Mi casa aquí está pintada por fuera de un gas, dibujantes y escultores, que formó en 1883 el
amarillo manteca y las contraventanas son de un abogado, editor y empresario de Bruselas Octave
verde fuerte. Está situada a pleno sol, en una plaza Maus. Durante 10 años, estos vingtistes, como se
donde también hay un parque verde con plátanos, denominaban, celebraron una exposición anual a
adelfas y acacias. Por dentro todas las paredes están la que invitaron, en cada edición, a otros 20 artistas
blanqueadas y el suelo es de baldosas rojas. Por en- internacionales, entre los que se encontraron Ca-
cima, el cielo de un azul intenso. En esta casa puedo mille Pissarro, Claude Monet, Georges Seurat, Paul
en verdad vivir, respirar, reflexionar y pintar”, afir- Cézanne o los propios Gauguin y Van Gogh.
FOTO: ASC
maba en sus cartas. “Me centro en el sol y en su luz”, Los XX eran sucesores de otro equipo, el gru-
escribió a su hermano. po L’Essor. Creado en 1876 en el marco de las
MI 59
V I NC E N T VA N G O GH
60 MI
UNA AMISTAD
TEMPESTUOSA
Apenas convivieron nueve semanas juntos, pero fue
tiempo más que suficiente para que la relación entre
Vincent van Gogh y Paul Gauguin se recuerde como
una de las más tormentosas en la historia del arte.
Por Ángel Fuentes Ortiz
V I NC E N T VA N G O GH
LE MOULIN DE LA
GALETTE, serie
pintada por Van
Gogh en 1886.
El célebre molino
se ubicaba cerca
del apartamento
de Vincent y Theo
en Montmartre.
U
n turbulento episodio dentro No tardó mucho tiempo, sin embargo, en dejar las
de la vida del pintor holandés clases academicistas de Cormon y en volver a las
cuyo resultado final es tan tris- preocupaciones teóricas por el color que le habían
temente conocido como sinies- inquietado desde su juventud. Van Gogh se trasladó
tro es el fin de la relación entre entonces junto con Theo a un estudio en el vibran-
estos dos amigos pintores. te barrio de Montmartre. En los meses siguientes se
Todo comenzó en marzo de 1886. Es en aquel mo- mezcló con la bohemia parisina y conoció a muchos
mento cuando Van Gogh, que había pasado los me- de los protagonistas de la vida cultural del momento.
ses previos en Amberes estudiando en la Escuela de
Bellas Artes, decidió trasladarse a París. La Ciudad El primer encuentro
Luz era, desde luego, el centro de la modernidad en El contacto inicial entre Van Gogh y Gauguin se
Europa; pero el viaje de Vincent tenía una motiva- produjo en el invierno de 1886. Gauguin acababa
ción concreta: tomar clases con el pintor Fernand de llegar a París desde Pont-Aven, un pueblo de la
Cormon, quien tal vez no haya pasado a la histo- Bretaña francesa conocido por su condición de re-
ria como una de las grandes figuras del panorama fugio de pintores. Y es que ambos artistas no sólo
artístico de su tiempo, aunque es recordado por compartían su sentimiento de “genios incompren-
FOTO: ASC
haber sido el maestro de pintores tan ilustres como didos”, sino también su galerista, que no era otro
Toulouse-Lautrec o Matisse. que el propio hermano de Vincent. De esta manera,
62 MI
IMAGEN ACTUAL de Pont-Aven (Bretaña francesa).
quizá bajo el auspicio de Theo van Gogh, los dos se deterioró por momentos. Así, finalmente abando-
pintores establecieron amistad. Muy pronto llega- nó París en febrero de 1888.
ron las apasionadas tertulias y discusiones en las
que Gauguin renegaba del impresionismo. El amarillo sol del sur
En los siguientes meses, la relación entre Van Tras dejar la ciudad, Van Gogh se estableció en
Gogh y su nuevo amigo pareció atravesar su mejor Arlés, donde le sorprendió un invierno en particu-
momento. Ambos llegaron a exponer junto a Tou- lar duro que no le permitió pintar en el exterior.
louse-Lautrec y Bernard en el Café du Tambourin Fue entonces cuando apareció por primera vez en
conformando un grupo llamado los Peintres du Vincent la idea de fundar en el pueblo de la Proven-
Petit Boulevard (que se oponía de forma irónica a za una comunidad de pintura libre y autónoma al
los Peintres du Grand Boulevard representados por modo de los antiguos monasterios. Prácticamente
los impresionistas Pissarro, Sisley, Monet o Degas); todas las cartas de Van Gogh en esa época trataban
pero luego de esto los destinos de los dos pintores de la fundación de este utópico Atelier du Midi,
se separaron. Gauguin viajó a Martinica y Panamá, que era como lo denominaba.
FOTO: SHUTTERSTOCK
donde una enfermedad le obligó a retornar a París. Un evento fortuito, la muerte de su tío Cent, hizo
La vida de Van Gogh en la ciudad tampoco se reveló que indirectamente se le destinara una significativa
fácil: acostumbrado al mundo rural y de tempera- cantidad de dinero para su nueva empresa. Gracias a
mento irascible, la relación con su propio hermano ella, a mediados de septiembre, puede alquilar toda
MI 63
V I NC E N T VA N G O GH
“Tengo la ambición de
impresionar a Gauguin con
mis trabajos; no puedo actuar
de otra manera”.
una casa como sede de la futura comunidad de artistas.
Es la Casa Amarilla. A partir de entonces el amarillo se
volvería un color fundamental en su paleta. “El color de
la amistad”, lo denominaba. En los encargos de pinturas
que pedía asiduamente a su hermano Theo, el amarillo
era el primero en la lista, y el que aparecía en mayores
cantidades. El amarillo se convirtió en el sol que brilla
por encima de todo. En palabras de propio Van Gogh,
se trataba de “un sol que sólo puedo definir con amari-
llo, un pálido amarillo azufre, un amarillo limón pálido.
¡Qué hermoso es el amarillo!”.
UNO DE LOS
Una vez conseguido el espacio necesario, Vincent
CUADROS de pensó en todos los artistas que deberían acudir al taller
la serie Los
girasoles que
(Paul Signac, Émile Bernard o Georges Seurat). Pero
Van Gogh pintó por encima de todos sobresalía un nombre: el de Gau-
para decorar
guin. Atraer a Gauguin hasta Arlés se convertiría en una
FOTOS: ASC
la estancia de
Gauguin en la verdadera obsesión para Van Gogh. Así, la mayor parte
Casa Amarilla.
de los cuadros que pintara a partir de entonces estaban
64 MI
destinados a decorar la Casa Amarilla para su amigo. Sin embargo, Gauguin tampoco estaba especial-
En mayo de 1888 compartió con Theo una carta des- mente interesado en el proyecto de Vincent. Si bien
tinada a Gauguin: “Querido amigo Gauguin: he pen- el pintor francés había fantaseado en alguna ocasión
sado en ti a menudo y si no te he escrito hasta ahora con verse rodeado de un grupo de artistas, quizás
es porque no quería enviarte frases vacías. (...) Que- en su soñada y lejana colonia de Martinica, nunca le
ría hacerlo ahora para decirte que acabo de alquilar había pasado por la cabeza que uno de esos fuera en
una casa de cuatro habitaciones aquí en Arlés. (...) Y específico Van Gogh. Por otra parte, los cebos que
me parece que si encuentro a otro pintor con ganas utilizaba Vincent para atraer a los artistas hasta Ar-
de sacarle partido al Midi y que, como yo, esté tan lés, como el de una vida en “comunidad monástica”,
absorto por su trabajo que se resigne a vivir como un no surtieron en realidad efecto entre los bohemios
monje que va al burdel cada quince días (...), enton- de los cafés de Montmartre.
ces la cosa saldría bien. Yo, aquí solo, sufro un poco Lo cierto es que Gauguin vivía apremiado por
de aislamiento”. Y en una de sus cartas manifestó a deudas que no conseguía saldar, y que le hacían de-
Theo: “Tengo la ambición de impresionar a Gauguin pender cada vez más de su galerista... y no podemos
con mis trabajos, no puedo actuar de otra manera; olvidar que dicho galerista no era otro que Theo.
antes de llegar me gustaría pintar lo más posible; no Este hecho fue aprovechado sin duda por Vincent
obstante me preocupa un poco la decoración de la para atraerlo: le prometió que su hermano saldaría
casa que ya es casi como una cerámica pintada”. Fru- todas sus deudas a cambio. A pesar de las dudosas
to del empeño del pintor por adornar hasta el último posibilidades de éxito de la operación, Theo acce-
de los muros de la vivienda es precisamente la famo- dió al intercambio y Gauguin aceptó la propuesta,
sa serie de Los girasoles. pero pasarían meses hasta que arribara a Arlés.
MI 65
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Las evasivas y disculpas fueron constantes. No fue Destinó los mejores espacios de la casa a su nuevo
sino hasta la mañana del 23 de octubre de 1888 huésped, mientras que él mismo se conformaba con
cuando, por fin, llegó. un pequeño cuarto para dormir. Incluso así, pare-
ce que el descontento de Gauguin fue generalizado
Por un puñado de dinero desde el principio. No sólo por lo humilde del sitio,
De este modo, caben pocas dudas acerca de que su sino también por la propia actitud de Vincent, que
llegada se debió a una transacción puramente co- parecía irritarlo. Pronto Gauguin se hizo con el con-
mercial. El pintor sentía que su talento no era re- trol de la casa, asumiendo el papel que para él tenía
conocido y que por eso se había visto orillado a tal reservado Van Gogh: el de director del recinto.
situación. Sus palabras, entresacadas de una de sus Algunos trabajos de ambos pintores realiza-
cartas, no pueden ser más claras: “Así pues, a fines dos paralelamente durante las primeras sema-
de mes iré a Arlés y posiblemente me quede allí nas, como Les alyscamps, revelan que no todo
durante una temporada, porque esta estancia tiene fue negativo en su convivencia, aunque la paz
por objeto facilitarme el trabajo, librándome de las acabó pronto. El carácter impulsivo del holan-
preocupaciones económicas, hasta que sea conoci- dés chocaba de frente con la actitud reflexiva de
do entre el público”. El caso de Van Gogh era dis- su compañero. “En la aplicación del color a él le
tinto. Había concebido el humilde atelier como una gusta lo casual de la mezcla pastosa, mientras
obra de arte total destinada a atraer por sí misma que yo odio la ejecución desordenada”, reprocha-
a los artistas. Su empeño resulta, cuando menos, ba Gauguin en diciembre de 1888. Si bien en un
de una ingenuidad conmovedora. principio el “alumno” seguía en todo al “maestro”,
FOTO: ASC
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AVENIDA EN ARLÉS,
FOTO: ASC
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68 MI
Una navaja abierta La versión de Gauguin, principal fuente gracias a la
La escalada de tensión se mantuvo hasta el día cual conocemos los detalles del suceso, presenta va-
previo de Nochebuena; y será precisamente en esa rias contradicciones. En una carta que escribió poco
noche cuando el amargo desenlace de la utopía ima- después describiendo el incidente, por ejemplo, no
ginada por Van Gogh se precipitara de forma abrup- menciona en ningún lugar que Vincent le amenazara
ta. Según el testimonio de Gauguin, este salió por con una navaja. ¿Fue el episodio de la navaja una in-
la noche a dar un paseo, y Vincent, en su alterado vención para justificar que ni si quiera se molestara en
estado mental le sigue. Al darse la vuelta, ve junto a ir a visitar a Van Gogh al hospital antes de su partida?
su compañero el brillo de un filo plateado: una na- Es posible. Lo cierto es que el incidente le sirvió como
vaja abierta. Tras intentar calmar al holandés este, excusa perfecta para abandonar un sitio que para él se
fuera de sí, da media vuelta y desaparece entre las había convertido en un purgatorio en vida.
sombras de la ciudad. Gauguin, intranquilo, decide Catorce días después, Vincent van Gogh salía del
permanecer en un hotel. Es en ese momento cuan- hospital y pintaba sobre un lienzo las consecuencias
do Van Gogh, quizás entre alucinaciones y delirios, del desastre. El resultado fue el célebre Autorretrato
decide seccionar con la navaja una parte de su oreja. con la oreja vendada. La mirada triste frente al espe-
La envuelve en un pañuelo y acude a un burdel para jo y la gran venda que cubre la mitad de su cabeza
regalársela a una prostituta. Luego vuelve a la Casa subrayan el momento de extraordinaria soledad.
Amarilla, donde se acuesta a dormir como si nada. Una soledad que ya no le abandonaría.
MI 69
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PASIÓN POR
ORIENTE
Van Gogh nunca estuvo en Japón, pero el arte nipón
dejó una profunda huella en su obra. El pintor entró en
contacto con la estética japonesa mediante la adquisición
de una importante colección de xilografías de ese país
(ukiyo-e) y, además, se impregnó de su cultura con
lecturas variadas al respecto.
Por Ariadna Sotorra Figuerola
70 MI
EN EL CAFÉ: AGOSTINA
SEGATORI EN LE TAMBOURIN
(1887-88), de Van Gogh, que
expuso en ese café su colección
de grabados japoneses. De
hecho, detrás de ella pueden
observarse algunos.
FOTOS: ASC
MI 71
V I NC E N T VA N G O GH
E
n la segunda mitad del siglo XIX,
más en concreto, hacia 1862, Japón
El interés por lo japonés llegó
se abrió al mundo después de dos a su máximo en la Exposición
centurias y media de aislamiento. Universal de París de 1878.
La llegada de los jesuitas y el pro-
ceso de conversiones masivas desa- especial grabados, bronces y porcelanas. Aunque
rrolladas por estos a mediados de la edad moderna ya se habían celebrado exposiciones antes, Japón
produjo una reacción frente a los pobladores no na- aún estaba empezando a abrirse al mundo. Así,
tivos, que incitó a un cierre de las fronteras, mante- 1862 supone el disparo de salida para la difusión
niendo únicamente las relaciones comerciales con de su patrimonio, que también fue admirado al es-
China y los Países Bajos. tar representado con amplitud en otras Exposicio-
Durante dicho periodo de aislamiento se desarro- nes Universales posteriores: París, en 1867, con un
llaron de forma extraordinaria las artes japonesas, y pabellón que expuso porcelanas japonesas y cerá-
fue entonces cuando el país nipón reemprendió el micas, y Viena, en 1871, donde se añadieron los
contacto con el exterior, hecho que causó que sus ukiyo-e, entre otros objetos.
artes también se expandieran más allá de sus fron- Partiendo de estas primeras exhibiciones, el interés
teras. La estética japonesa fraguó en los artistas oc- por lo japonés fue creciendo, llegando a su máximo
cidentales, pues sus obras se llenaron de elementos en la Exposición Universal de París de 1878, donde
procedentes del país del Sol Naciente. la nación nipona presentó un pabellón en la Rue des
Nations en el Campo de Marte (Champ-de-Mars),
La llamada nipona así como una granja, una casa de té y un jardín en los
En la Exposición Universal de Londres de 1862 jardines de Trocadero. Fueron numerosos los asis-
se exhibieron numerosas piezas de arte japonés, en tentes que acudieron al pabellón interesados en la
cultura japonesa y la confirmación del éxito de esta
apertura al mundo europeo.
EN BAJO EL CIRUELO El conjunto de exposiciones citadas supuso un
(después de Hiroshige)
(1887), Van Gogh auge importante del japonismo, término que define
reproduce el mismo el interés por las artes del territorio nipón, así como
motivo que el maestro
japonés. su influencia sobre las producciones culturales occi-
dentales. Aunque no existe unanimidad sobre quién
utilizó por primera vez dicho vocablo (para algunos
fue Baudelaire y para otros Zola), uno de los referen-
tes más importantes se trata de Jules Claretie, quien
lo usó en repetidas ocasiones en su L’art français en
1872, publicado dentro de su libro Peintres et sculp-
teurs contemporains (1874), donde dijo: “Le japonis-
me est, en effet, plus qu’une fantaisie, c’est une passion,
une religion…” (El japonismo es, de hecho, más que
una fantasía, es una pasión, una religión…).
Los ukiyo-e
Este vocablo significa “pintura del mundo flotan-
FOTO: ASC
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EL JARDÍN DE CIRUELAS
EN KAMEIDO (1857), de
Hiroshige, perteneciente a
Cien famosas vistas de Edo.
FOTO: ASC
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PUENTE EN LA
LLUVIA (después de
Hiroshige), de Van
Gogh (1887).
FOTO: ASC
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Los ukiyo-e se definen por la asimetría,
los colores planos e intensos
y las líneas claras y decorativas.
paisajes típicos japoneses, actores de teatro kabuki, influyó de forma importante en algunos pintores
samuráis o costumbres cotidianas, un hecho que que la visitaron y sirvió todavía más para intensificar
impregnó a Europa de la cultura japonesa. el interés que se estaba viviendo por el japonismo en
Las representaciones japonesas de los ukiyo-e la zona. En el cuadro, detrás de la figura de Agos-
se definen por la asimetría, el uso de unos colores tina –napolitana y propietaria del café menciona-
planos e intensos y el predominio de líneas claras do– pueden observarse algunos de los grabados que
y decorativas. En este arte destacaron importan- formaron parte de su colección.
tes figuras, como Utagawa Hiroshige (Edo –actual Van Gogh también realizó en 1887 algunas pin-
Tokio–, 1797-1858), Katsushika Hokusai (Edo, turas basadas en las xilografías japonesas. Utagawa
1760-1849), Kitagawa Utamaro (?, 1760-Edo, 1849) Hiroshige fue uno de los pintores que más le marcó.
y Kesai Eisen (Edo, 1790-1848). Quizás el holandés se sintió cautivado por el croma-
Hiroshige fue de los principales exponentes del tismo y la concepción especial del primer plano de
paisajismo japonés y en su prolífica obra destacan las las obras de Hiroshige. Van Gogh realizó dos com-
representaciones del Monte Fuji y de Edo. Este mis- posiciones tomando como modelo las del nipón: El
mo monte fue la mayor fuente de inspiración para ciruelo en flor, basada en El ciruelo en flor en el jar-
Katsushika Hokusai, dibujante, grabador y pintor de dín del cenador en Kameido; así como Puente bajo
quien destacan sus Treinta y seis vistas del Monte Fuji la lluvia, que parte de El puente Ōhashi en Atakae
y Gran ola de Kanagawa. Por último, Utamaro se de- bajo una lluvia repentina, de 1857 y perteneciente a
dicó a hacer estudios de mujeres y de la naturaleza, la serie conocida como Cien famosas vistas de Edo.
centrándose en libros de insectos. Durante el verano de ese mismo año, Van Gogh
elaboró algunas copias de las xilografías a partir de
Experimentando Hiroshige, modificando algunos elementos como
En 1885, Vincent se instaló en Amberes junto con la intensificación de los colores de sus cuadros o el
Theo. En esa ciudad se interesó por los libros sobre añadido de marcos decorados con letras. Utilizó su
arte japonés y, además, adquirió algunos ukiyo-e. interés por el japonismo como una fuente de experi-
También copió motivos japoneses como geishas, mentación artística.
flores y abanicos. Un año más tarde, en 1886, se Esto mismo puede verse en la segunda de las
mudó a París donde contactó con artistas que com- pinturas citadas. La escena de la xilografía se
partían esta misma fascinación. No en vano son co- presenta en diagonal y desde un ángulo elevado.
nocidas las noticias de cómo frecuentaba la galería En ella aparece en el centro del río un pescador y
de arte de Samuel Bing, un marchante alemán que un puente con viandantes apresurando el paso por
promovió el arte japonés y que, desde 1888, publi- la fuerte tormenta que cae desde los nubarrones
caba la revista mensual Le Japon Artistique. Bing representados en la parte superior, elementos que
coleccionaba xilografías japonesas, afición que son retomados por Vincent en su provecho, creando
transmitió a Van Gogh, quien atesoró una signifi- vibrantes contrastes lumínicos.
cativa colección de ukiyo-e. También por esas mismas fechas, en 1887,
Entre 1887 y 1888, Van Gogh pintó En el café: Van Gogh realizaba La cortesana (según Ei-
Agostina Segatori en Le Tambourin. El artista –que sen), que había copiado de la portada de
frecuentaba dicho bar con sus amigos– expuso ahí Paris Illustré de mayo de 1886, un número que esta-
su colección de grabados japoneses. Esta muestra ba precisamente dedicado a Japón y que, a su vez, se
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EXOTISMO Y ESTAFAS
El japonismo se puede incluir dentro de una
tendencia decimonónica de entusiasmo por lo
“oriental”, lo “exótico”, lo “raro”, heredera de la
estética romántica. Este interés se unió al de colec-
cionar objetos islámicos y a la producción seriada
de una literatura que describía viajes fantásticos
a tierras norteafricanas y asiáticas. Las obras de
esta procedencia se acumulaban en las colecciones
privadas como síntoma de distinción social y po-
der. Este hecho produjo que muchos falsificadores
comenzaran a realizar reproducciones para ven-
derlas a precio de originales y estafar a los nobles
y burgueses. A partir de entonces comenzaron a
popularizarse términos como chinoiserie o japone-
rie que se unieron a los ya existentes desde finales
de la edad moderna, como turquerie. Los artistas
no fueron ajenos a tal tendencia y, en la medida
de sus posibilidades, también intentaron hacerse
con algunos de estos originales o reproducciones
para hacerlos servir en sus composiciones.
convertirse en uno de los primeros que se atrevió a en vano, para preparar la llegada de Gauguin a Arlés,
poner obras de Van Gogh a la venta. Quizá por este decidieron ambos intercambiar sus autorretratos.
hecho Van Gogh lo pintó tres veces y en esta ocasión Van Gogh realizó Autorretrato como un bonzo, otra
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EL PUENTE OHASHI en Atakae bajo
una lluvia repentina, de Hiroshige,
también forma parte de la serie Cien
famosas vistas de Edo.
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Van Gogh realizó muchas obras inspiradas en los ukiyo-e;
incluso tenía una colección de ellos.
pintura impregnada de la cultura del país nipón. En permitir el estudio de la influencia de Japón en las
esta obra, Van Gogh se presenta como un monje bu- pinturas de Van Gogh.
dista o bonzo “con los ojos algo oblicuos, a la japo-
nesa” –según expuso él mismo– y la cabeza rapada. El japonismo en sus cartas a Theo
Después de este autorretrato realizó otras obras Se exponen a continuación algunos ejemplos de la
impregnadas del imaginario de los ukiyo-e. Una pasión y deseo que sentía el célebre pintor por el
de las más significativas fue Almendro en flor, óleo país del Sol Naciente.
acabado en 1890 –año de su fallecimiento– en A su llegada a Arlés el 21 de febrero de 1888 escribió
Saint-Rémy. El origen de esta pintura reside en el una carta a Theo en la que describía el paisaje de la
nacimiento de su sobrino, hijo de Theo, a quien se zona y lo comparaba con los paisajes de invierno de
la entregó como regalo. En ella, el almendro está Japón: “Pero aquí en Arlés la región parece plana. He
–en un plano y con contornos nítidos– inspirado visto magníficos terrenos rojos plantados de viñas,
en los grabados japoneses y como símbolo de flo- con fondos de montañas del más fino lila. Y los pai-
recimiento de una nueva vida. sajes en la nieve con las cimas blancas contra un cielo
La admiración que Van Gogh tenía por Japón no tan luminoso como la nieve eran exactamente como
quedó nada más plasmada en sus pinturas, sino los paisajes de invierno que hacen los japoneses”.
también en las cartas, por medio de las cuales se En una misiva expedida el mes siguiente (10 de
comunicó con su hermano entre 1872 y 1890. Es- marzo), expresó a su hermano sus sensaciones:
tas constituyen una rica fuente fundamental para “(...) Ya sabes que me siento como en el Japón –no
el estudio de la obra y vida del pintor, así como para te digo más, y todavía no he visto nada que luzca
EL “PADRE” TANGUY
Julien François Tanguy –a quien Père Tanguy también era mer- no hubiera en esto la menor
se conocía por père Tanguy cader de arte y fue de los prime- ventaja –al contrario–, pero es
(padre Tanguy)– era el propie- ros en poner las pinturas de Van un buen hombre, tan gracioso, y
tario de una tienda de pinturas Gogh a la venta. Sobre él escribía aún pienso a menudo en él. No
y utensilios artísticos y suminis- el artista: “Ayer vi a Tanguy y ha olvides, si lo ves, saludarlo de mi
traba material a los pintores im- puesto en el escaparate una tela parte y dile que si quiere cua-
presionistas y posimpresionistas. que yo acababa de hacer; he dros para su escaparate, los ten-
Era bastante querido entre el hecho cuatro desde tu partida y drá de aquí y de los mejores”.
círculo de creadores porque tengo una grande en marcha”. El pintor, en agradecimiento,
aceptaba cuadros de estos como En marzo de 1888, en otra carta, realizó tres retratos de Tanguy:
intercambio para pagar sus cuando ya se encontraba en el primero en otoño de 1887; el
deudas, con lo cual logró hacer- Arlés, recordaba a su hermano segundo en invierno de 1887,
se de una de las colecciones más cómo lo echaba de menos: “Me que se representa al marchante
extensas y notables de cuadros ha sabido mal no haber pedido entre xilografías japonesas; y el
de todo el siglo XIX. los colores a Tanguy, aunque tercero a mediados de 1888.
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RETRATO DE PÈRE TANGUY, su querido amigo vendedor de óleos y lienzos
que intercambiaba por cuadros. En esta escena, Tanguy aparece como un
FOTOS: GETTY; ALBUM
“padre” (le llamaban père), una suerte de santo benefactor, con las manos
cruzadas en actitud de contemplación y rodeado por diferentes ukiyo-e.
Estos son fieles reflejos de las estampas japonesas que estudió Vincent. En
esta página se aprecia la simetría entre las obras de Hiroshige y aquellas
que Van Gogh representó detrás de Tanguy: La cortesana, Cerezo en flor y
Vista del monte Fuji.
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un esplendor habitual”. Van Gogh no había viajado Si no siegan la pradera, me gustaría rehacer este
a Japón, pero en el sur de Francia se sintió como si apunte, porque el tema era muy bello y me costó mu-
hubiera pisado tierras niponas. Es tan fuerte este cho encontrar la composición. Una pequeña ciudad
sentimiento que, describiendo otro paisaje del Midi rodeada de un campo totalmente florecido en ama-
francés –en una carta del 10 de mayo de 1888– lo rillo y violeta; podría muy bien ser un sueño japonés”.
compara con un sueño japonés: Estas referencias no cesan de aparecer en otros
“Una pradera muy amarilla, llena de capullos de escritos, lo que no hace más que servirnos de una
oro, una zanja con plantas de lirios de hojas verdes fuente inestimable para reconstruir su pasión por el
FOTO: GETTY
con flores violetas, en el fondo la ciudad, algunos mundo oriental y qué papel tuvo en la construcción
sauces grises y una faja de cielo azul. de su imaginario. Por ejemplo, el 5 de mayo de 1888
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“Espero que surjan
aquí artistas
que hagan lo que los
japoneses han hecho en Japón”,
escribió Vincent.
expresó su deseo de que el arte francés se asemejara
al arte japonés: “También espero que más tarde sur-
jan otros artistas en este bello país para hacer aquí lo
que los japoneses han hecho en Japón.” La admira-
ción por lo foráneo le hace superponerlo a la pintura
en la que se había formado.
Antiguos maestros
De hecho, no es la única vez que deja esta idea por
escrito: un mes más tarde (el 6 de junio, en con-
creto) vuelve a exponerla, pero ya no relacionada
en exclusiva con el arte galo, sino con los maes-
tros más significativos de la pintura europea: “El
arte japonés, en decadencia en su patria, retoma
sus raíces en los artistas franceses impresionistas.
El arte japonés es algo como los primitivos, como
los griegos, como nuestros viejos holandeses:
Rembrandt, Potter, Hals, Van der Meer, Ostade,
Ruisdael. No se termina...”.
Sus apreciaciones a veces nos dejan notas curiosas
vinculadas con la técnica pictórica, aspectos funda- Social La Caixa de Barcelona y Madrid, se presentó
mentales en su evolución artística. En 1888 expresó la exposición Japonismo, la fascinación sobre el arte
cómo la pintura japonesa es tan sencilla como bella, japonés, sobre la influencia de Japón en el arte. Y
algo que la hace respirar paz y tranquilidad: “Envi- en 2014 se organizó la muestra itinerante Looking
dio la extremada limpieza que tienen todas las cosas East: Western Artists and the Allure of Japan, orga-
en los japoneses. Nunca es aburrido y jamás parece nizada por el Museum of Fine Arts de Boston. Al-
haber sido hecho apresuradamente. Su trabajo es tan gunos ejemplos de exposiciones más específicas so-
sencillo como respirar y pueden hacer una figura, bre el japonismo y Van Gogh son: Monet, Gauguin,
con algunos trazos seguros, con la misma facilidad Van Gogh… Inspiration Japan, inaugurada en 2014
que si estuvieran abrochándose el chaleco”. en el Museum Folwang de Essen, y la reciente ex-
posición del Van Gogh Museum de Ámsterdam de
Exposiciones sobre 2018. Además, en 2019 se produjo un documental
Van Gogh y el japonismo de David Bickerstaff titulado Van Gogh and Japan.
Así como el arte japonés cautivó a Van Gogh, el ja- Todo esto no hace sino incidir en cómo la relación
ponismo de Vincent también ha fascinado al públi- entre el artista de origen neerlandés y el mundo
co actual, hecho que se ha materializado en nume- oriental no fue algo que sólo marcara su vida, sino
FOTO: GETTY
rosas exposiciones sobre la influencia de Van Gogh que también delimitó la trayectoria de la historio-
y Japón. En el año 2013, en los CaixaForum Obra grafía que lo estudió años más tarde.
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84 MI
ECOS &
CARTELES
El legado de Van Gogh puede rastrearse en los
óleos de artistas posteriores, así como en piezas
que él no trabajó nunca. Es el caso del cartelismo.
Por Pablo Sánchez Izquierdo
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Q ue Vincent van Gogh ha sido
uno de los artistas más influ-
yentes para los creadores de
los siglos XX y XXI no alber-
ga ninguna duda. El caso más
conocido es el de los pintores
del expresionismo alemán: muchos de ellos, como
Ernst Ludwig Kirchner, Max Pechstein o Egon
Schiele asimilaron el trazo inquieto y los colores
vibrantes de Van Gogh para aportar altas notas de
subjetividad a sus composiciones. En cierto modo
es sencillo rastrear su influencia en el arte europeo
del siglo XX, aunque inevitablemente la mirada
tiende a dirigirse a los óleos, por ser esa la técnica
que más practicó. Sin embargo, cabe la pregunta
sobre si es posible rastrear la presencia de Van Gogh
en otros soportes en los que él ni tan siquiera se
destacó. Por ejemplo, el atractivo visual que la pin-
tura del neerlandés tuvo en medios de comunica-
ción tales como el cartel.
Un pintor que nunca ilustró CARTEL PARA El gabinete del doctor Caligari,
filme de Robert Wiene (1920).
Es sabido que la poca fama de la que gozó Van
Gogh a lo largo de su vida imposibilitó que reci-
biera encargos artísticos, razón por la que jamás manera fundamental, las líneas curvas y las super-
ilustró algo, pese a su interesante dedicación al di- ficies de tintas planas y, justo fueron estos rasgos
bujo. No se conoce ningún afiche realizado por él, los que también aprovecharon los cartelistas para
si bien se sintió atraído por géneros y manifestacio- desarrollar sus propias composiciones.
nes artísticas que fueron seguidas muy de cerca por
cartelistas contemporáneos, así que no es extraño En el expresionismo
encontrar similitudes entre la plástica de Van Gogh Van Gogh aplicó estos procedimientos en algunas
y la de los ilustradores de su tiempo. En esencia, los de sus últimas obras, algo que le valió el recono-
rasgos que aproximan la pintura del posimpresio- cimiento de artistas que le sucedieron. Así por
nista a la de los ilustradores gráficos tienen mucho ejemplo, los expresionistas alemanes no sólo se
que ver con la huella tan fuerte del arte japonés en vieron seducidos por él al pintar sus óleos, sino
la Europa de finales del siglo XIX y principios de la que también incorporaron en sus carteles rasgos
centuria que le siguió. de su pintura, algo que Vincent, a su vez, había
estudiado de la ilustración japonesa. Sirva como
Raíces orientales ejemplo el afiche promocional de la cinta Der
Van Gogh conoció el arte japonés gracias a Julien Golem (Paul Wegener, 1920), en el que la sinuosi-
Tanguy y copió sin cesar estampas orientales para, dad en las fachadas de las casas, que terminan en
luego, representar su entorno a través de una óp- punta, puede recordar a la silueta de los cipreses
tica muy cercana a la nipona. Las principales ca- que representó en su archiconocida Noche estre-
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racterísticas del arte japonés que imitaron los ar- llada; pero también el amarillo del fondo tiene re-
tistas europeos de fines del siglo XIX fueron, de lación con la paleta que empleó para representar
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EL GRITO, de Edvard Munch PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO, de Max Pechstein
(Museo de Arte Moderno, Nueva York, 1895). (Museo de Arte Moderno, Nueva York, 1921).
muchos de los cielos en un considerable número grafías de El grito o de Ansiedad. El trazo vibrante
de paisajes, sobre todo a partir de 1888, como en de los óleos de Van Gogh y de Munch se tradujo
la Calle de Saintes-Maries, Tronco de un tejo vie- en líneas tanto rectas y dinámicas como sinuosas,
jo o Un prado en las montañas, por citar apenas en la xilografía y la litografía, con el fin de aportar
unos ejemplos. Algo similar ocurre con el póster expresividad a composiciones que, en ocasiones,
del filme El gabinete del doctor Caligari (Robert eran en blanco y negro. Así ocurre, por ejemplo,
Wiene, 1920), que asimismo presenta una estre- en el cartel de la película Der Letzte Mann (Frie-
cha calle a cuyos lados los árboles se retuercen drich Wilhelm Murnau, 1924). El fondo, así como
como en tantas obras de Van Gogh y todos los ele- el rostro, la barba y la cabellera del actor Emil Jan-
mentos están formados por grandes masas de co- nings fueron representados a través de un sinfín
lor homogéneas. Quizás este último caso sea me- de líneas que aportan dinamismo al conjunto.
nos evidente que el anterior, y es incluso posible
que por la perspectiva recuerde más a la obra de Pincelada rabiosa
Edvard Munch que a la de Van Gogh. Sin em- Una gran cantidad de los retratos y autorretra-
bargo, conviene recordar que el artista noruego tos realizados por Vincent van Gogh durante su
filtró en su obra algunos rasgos de la pintura del última etapa se caracterizan por el empleo de
holandés, tales como la utilización del color o la esta pincelada expresiva aplicada con pequeños
FOTOS: ASC
pincelada inquieta. Esto puede identificarse tanto trazos de color que se pueden relacionar con
en su producción pictórica como en algunas lito- las líneas rectas y curvas incorporadas por los
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Muchos expresionistas usaron
la misma pincelada que hay
en varios de los últimos
retratos de Van Gogh.
ilustradores del expresionismo en sus carteles.
Por mencionar un ejemplo, en la xilografía Padre
nuestro que estás en el cielo, de Max Pechstein,
contenida dentro del portafolio La oración del
Señor (1921), hay rasgos que remiten al Retrato
de Père Tanguy (1887): una figura barbada, en el
centro de la obra, con los brazos a la altura de su
regazo y con objetos que le rodean, ya sean nubes
en el caso de la obra de Pechstein o pinturas en la
de Van Gogh. Además, ambos personajes están
representados con un contrapicado que los eleva
sobre el espectador, confiriéndoles un aire sobre-
humano. En el caso de Padre nuestro que estás en
el cielo, este tipo de encuadre queda justificado
por la naturaleza divina del representado, pero RETRATO DE PESCADOR, de Max Pechstein,
Vincent van Gogh, hombre de honda espiritua- Indianapolis Museum of Art (1921).
lidad, pudo optar conscientemente por este re-
curso con el fin de plasmar la devoción que sen- son mayores que en las comparaciones previas. De
tía por su marchante en París, una de las pocas hecho, la obra de Pechstein parece conservar más
personas que confió en su carrera (no en vano, la similitudes con la creación de otro posimpresio-
benevolencia y el carácter de Julien Tanguy pro- nista como Paul Cézanne, muy en concreto con el
vocó que la práctica totalidad de sus protegidos Hombre con pipa (1890-1892).
se refiriesen a él como “padre”). Sea como fuere, aunque estas comparaciones son
meramente formales y no es posible afirmar con
Rastros en otros retratos total seguridad que los trabajos de Van Gogh sir-
Pero estas no son las únicas obras de Pechstein y vieran como modelo directo para las creaciones de
Van Gogh con similitudes. En 1921, el artista ale- los pintores expresionistas, es innegable que estos
mán realizó una xilografía, Retrato de un pescador conocieron su producción, asimilando algunos de
(1921), que al menos formalmente, remite al retra- sus rasgos. De hecho, en 1901, Max Pechstein llegó a
to a plumilla que el pintor neerlandés hizo al carte- afirmar que Vincent van Gogh fue uno de los padres
ro Joseph Roulin (1888). En ambas obras, dos hom- del expresionismo alemán.
bres barbados de cierto parecido físico portan una
gorra con visera y se sitúan sobre un fondo neutro En su homenaje
mirando directamente al espectador. El legado del maestro holandés en el arte con-
Algo similar ocurre en Suizo fumando pipa temporáneo es evidente, tanto en el trabajo de
(1921), una xilografía que parece observar a los los creadores posteriores como en formatos que
retratos del doctor Gachet por el azul de los ojos no uso en vida. De hecho, para conmemorar el
FOTO: ASC
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MAESTRO DEL
ARTE DEL S. XX THE POETRY PROJECT, de Roy Lichtenstein (1998).
Aunque su producción pictórica sea de sobra
conocida, muchos expresionistas se destacaron que por la línea para aportar plasticidad a sus com-
como maestros del cartel y, al igual que en sus posiciones, las rectas que empleó en esta composi-
óleos, en sus afiches plasmaron las influencias ción para sombrear algunas zonas de los objetos y
recibidas de Van Gogh y otros artistas posimpre-
el fondo recuerdan a las utilizadas por artistas que
sionistas. Así, en la producción gráfica de estos
creadores fue habitual el empleo de grandes
emularon a Van Gogh, como los expresionistas. No
masas de colores vivos o la aplicación de trazos es de extrañar que Lichtenstein se fijara en los óleos
vibrantes y dinámicos. También fueron comunes del Vincent para componer su cartel si tenemos en
los carteles en escala de grises, donde la línea cuenta que estudió a maestros como Picasso, Cé-
se convirtió en el principal elemento expresivo. zanne o Mondrian. Además, en 1992 volvió a ho-
Muchos de los artistas fovistas y expresionistas menajear a Van Gogh con una versión propia de la
hicieron patentes estas influencias incluso varios
Habitación en Arlés (1992).
años después de la época de mayor actividad de
sus grupos. Por ello, es posible encontrar este
Así, no cabe duda de que es posible rastrear la
FOTOS: ASC; ALBUM
trazo vibrante en carteles de Henri Matisse, Kees influencia de Van Gogh en creaciones muy poste-
van Dongen u Oskar Kokoschka entre las décadas riores, incluso en soportes en los cuales él jamás se
de los 40 y 70 del siglo XX. destacó. No llegó a triunfar en vida, pero se convirtió
en uno de los padres del arte contemporáneo.
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LA SILLA DE GAUGUIN, de Van Gogh (1888).
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NATURALEZA MUERTA
CON BIBLIA (1885), en la
que Van Gogh representa
la Biblia de su padre y
una novela de Zola. La
terminó en un solo día.
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E
l tiempo, en no pocas ocasiones, ha
acabado situando a artistas que en
su momento fueron incompren-
didos en el sitio que, con justicia,
les corresponde dentro de la histo-
ria del arte. Van Gogh quizá sea el
ejemplo más paradigmático de esto. Un artista que
en vida pasó bastante desapercibido es hoy admira-
do por todos los amantes del arte y nadie pone en
duda el papel destacado que sus pinturas jugaron
en el desarrollo de movimientos artísticos poste-
riores, como el expresionismo o el fovismo. Pero
Van Gogh, como todos los pintores, tuvo una etapa
formativa. Mucho menos conocida, sin ella, en rea-
lidad nunca hubiera podido llegar tan lejos.
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BOCETO DE UN CAFÉ EN
LA MINA, incluido en
una carta de Van Gogh
a Theo en 1878.
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fuerte componente de subjetividad: sus cuadros en la Guide de l’alphabet du dessin, de Armand Cas-
realidad son ventanas que nos acercan a su forma sagne, cuyos ejercicios realizó con un gran empeño.
de ver el mundo y de entender Cuando en 1880 se instaló en
el arte. Tal vez sea uno de los Bruselas consiguió inscribirse
artistas que más sentimientos en la Academia, donde tam-
dejó plasmados en sus lienzos.
En tan sólo bién pudo practicarlo, aunque
Sus obras siempre son un refle- 10 años su paso por esta institución fue
jo de los lugares de residencia realizó más frustrante y poco después des-
y cómo acontecía esta, de sus truiría todos los ejercicios que
fantasmas personales o simple-
de 1,750 dibujos había realizado allí.
mente de argumentos con los (sin contar los El primer dibujo que se ha
que las justificaba. Por eso, su destruidos y conservado de Van Gogh es el
biografía y las circunstancias Café au Charbonnage (1878),
que marcaron su vida resultan
perdidos) donde ya se observa el dominio
fundamentales para compren- de la perspectiva y un gusto por
der su pintura. el detalle, aspectos que desarro-
Hijo de un pastor, Vincent fue el mayor de seis her- llaría más tarde en sus primeros lienzos.
manos. Pero la primogenitura no le correspondía a El neerlandés continuó utilizando el dibujo como
él, sino a su hermano mayor, llamado igual que él un medio de expresión artística una vez superados
y que falleció un año antes, justo el mismo día de los primeros años formativos. Lo utilizaba para re-
su nacimiento. De todos sus hermanos, Vincent presentar bosquejos de sus lienzos, estudios al na-
siempre estuvo fraternalmente unido a Theo, el se- tural, retratos y todo tipo de escenas. En tan sólo 10
gundo de la familia. Con él estableció una relación años llegó a realizar más de 1,750... y eso sin con-
muy especial. Theo se convirtió en su protector, su siderar todos los que nunca se podrán cuantificar
cuidador y su mecenas, pues de él dependió econó- porque él mismo los destruyó o se perdieron en sus
micamente toda su vida. múltiples cambios de residencia.
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DOS CAMPESINAS
CORTANDO TURBA, una
de las primeras obras de
Van Gogh.
FOTO: ALBUM; ASC
EL TEJEDOR EN EL TELAR
(1884), Van Gogh.
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Allí, los mineros fueron sustituidos por los cam- un color neutro y no hay ningún elemento anecdó-
pesinos, que se convirtieron en su tema predilecto. tico que permita distraer la atención del espectador.
Fascinado por la vida sencilla de los aldeanos, llegó
a vivir como uno de ellos y a dormir en las chozas Retratos, una obsesión
de los campos de cultivo. Fruto de esta admiración Otra de sus inquietudes durante toda la vida fue-
nacieron obras que muestran las labores cotidianas ron los retratos. Esto le llevo a buscar de forma
de los agricultores, como Dos campesinas cavando incansable modelos que posaran para él, lo que le
(1885), Los campesinos plantando patatas (1884), y ocasionó graves dificultades económicas y grandes
Los comedores de patatas (1885). frustraciones, pues no siempre encontraba a gente
dispuesta a someterse a su particular forma de en-
La llegada de la industria tender la pintura. Entre 1882 y 1883, cuando vivía
Van Gogh pretende plasmar en estas obras las du- en La Haya, entabló una relación amorosa con una
ras condiciones del trabajo en el campo, con cuyas prostituta embarazada, Sien Hoornik. Vivió con
personas se identificaba completamente. Los colo- ella y albergó el sueño de formar una familia, otro
res que usa en estos años son muy oscuros, en con- de sus deseos frustrados. Ella le hizo de modelo
sonancia con la tradición tardorromántica de fina- y él realizó varios retratos de Sien y de sus hijos,
les del siglo XIX. Es aquí cuando por primera vez se algunos de los cuales se han convertido en obras
despierta su interés por el color, como se desprende icónicas, como Dolor, donde ella aparece sentada,
de la lectura de sus cartas: “Continuamente estoy en con la cabeza escondida entre los brazos, incapaz
busca del azul. Aquí, las figuras de los campesinos de mirar al futuro. En otras ocasiones Sien está
son azules, por regla general. Quedan muy bien (...) amamantando al bebé, acunando al niño entre sus
entre el trigo maduro, o destacándose sobre el folla- brazos o realizando labores cotidianas, tales como
je marchito de una hilera de hayas, de modo que los coser o pelar papas.
matices escalonados de azul oscuro y del azul claro Su interés por el retrato se percibe en varias car-
cobran vida y se ponen a hablar, en oposición a los tas: “Yo trato de encontrar en la pintura un modo de
tonos dorados o los pardos rojizos. Y estas gentes vivir sin pensar en otra cosa. Pero no debo descui-
llevan, de un modo instintivo, dar el retrato si quiero alguna
vestidos del azul más hermoso ganancia”, afirmó en su estancia
que yo jamás haya visto”. “No debo de dos años en Nuenen, donde
Van Gogh sentía admiración descuidar el elaboró numerosas bustos de
por todos los oficios manuales. campesinos anónimos, realiza-
Por entonces el campo estaba
retrato si quiero dos de perfil, de tres cuartos o
siendo profundamente transfor- obtener alguna de frente, y que evidencian su
mado por la industrialización, a ganancia”, deseo de perfeccionarse en este
la que criticaba con apertura género. Así, durante su estancia
en sus cartas al considerar que
escribió. en Amberes, intentaba reclutar
deshumanizaba las relaciones a prostitutas que posaran para
sociales y convertía al humano en un mero engra- él, pues consideraba que podía ser una buena fuente
naje más de una cadena de producción. Una de las de ingresos para ellas (les decía que sus efigies pinta-
obras más conocidas de este periodo es El tejedor en das podrían atraer clientes si se colgaban en los ca-
el telar (1884), que muestra a un artesano concen- fés). Consciente de la competencia que suponían los
trado por completo en su labor, sentado frente a una fotógrafos, argumentaba a menudo que los retratos
máquina representada en el lugar protagonista, en- pintados eran muy diferentes de las fotografías por-
cuadrando la figura del tejedor, y ocupando todo el que “salen del alma del artista y expresan lo que no
primer plano de la obra. El fondo de la pintura es de se puede mostrar con una cámara”. Llegó a pensar
102 MI
ADMIRACIÓN POR LOS
GRANDES MAESTROS
“El realismo es hoy exigido, y padre. Vincent también mostró de Ámsterdam, y cuenta que
se siente como nunca su nece- admiración por otros pintores no pudo separarse de la obra
sidad: ese realismo que tiene como Delacroix, Corot, Daubig- durante varias horas. En Am-
carácter y un talante serio”. ny, Rousseau o Chardin, a los beres, otro de sus grandes
Estas palabras, escritas por el que se refería continuamente descubrimientos fue Rubens.
pintor en 1884, revelan la im- en sus cartas durante esa etapa De él le gustaba en particular el
portancia que cobró la escuela inicial. Además, apreció a los color de las pieles de las figuras
realista en la primera etapa de grandes pintores del Barroco femeninas. El descubrimiento
Van Gogh. El artista consideró como Velázquez, Vermeer, Hals del gran pintor barroco contri-
a Millet –El Ángelus, arriba, del o Rembrandt. Una de sus cartas buyó a crear una nueva gama
que dijo: “Sí, el cuadro de Mi- más conmovedoras es en la que cromática en su propia paleta
llet, El Ángelus del anochecer, describe a su hermano Theo la que, de alguna manera, ante-
es algo, es magnífico, es poe- emoción que sintió al ver La cede a las obras que comenzó
FOTO: ASC
sía”– su gran maestro, y llegó novia judía, de Rembrandt, a realizar cuando por fin se
incluso a referirse a él como un en una visita al Rijksmuseum trasladó hasta París.
MI 103
CRÁNEO CON
CIGARRILLO
(1885-1886),
tal vez un
autorretrato de
cuando estaba
enfermo (temió
por su muerte).
en aplicar pintura a los retratos fotográficos para naturaleza: “Decididamente, Theo, no soy un
obtener una imagen mucho más personal. Duran- paisajista; si hago paisajes, habrá siempre dentro
te esos años gastaba todo el dinero que le enviaba de ellos trazos de figuras”. Los paisajes de Van
Theo en la compra de materiales y pinturas, algo Gogh en esos primeros años muestran su visión
que le orilló a descuidar su alimentación, y a beber particular de los sitios en los que estableció su
y fumar en exceso. Por primera vez, cayó enfermo residencia. Era consciente de que estaba vivien-
de gravedad. Debió incluso de llegar a temer por su do el final de una época debido a los cambios
muerte, y por esa razón pintó una obra enigmática que provocaba la industrialización. Van Gogh
considerada por algunos su primer autorretrato: afrontó estos paisajes pintando al aire libre, pero
Cráneo con cigarrillo. siempre representando escenas que para él tenían
un significado especial, como el jardín de la casa
“No soy un paisajista” familiar o la vivienda parroquial. La congrega-
Desde sus primeros dibujos, Vincent van Gogh ción saliendo de la iglesia reformada de Nuenen
nunca quiso ser un observador neutral de la (1884-1885), por ejemplo, fue un regalo para su
104 MI
TRES JARRAS DE CERVEZA (1884). Uno
de los pocos cuadros en donde los
objetos no tienen un sentido especial
para Van Gogh. No están llenos de
simbología o misticismo.
madre, a quien tuvo que cuidar tras sufrir un ac- que por lo habitual frecuentaban los turistas y via-
cidente al bajar de un tren, lo que le imposibili- jeros para venderlas como recuerdos, pero su éxito
tó acudir a los oficios religiosos; o la Torre de la fue muy escaso. A estas obras, que representaban los
iglesia de Nuenen (1885), que muestra en primer monumentos medievales de la ciudad o las orillas
plano el cementerio donde estaba enterrado su del Schelde, las llamaba souvenirs. Son pinturas me-
padre, muerto de forma repentina en 1885. nos personales y realizadas con una faceta rápida,
Para reflejar estas escenas utilizó tanto la técni- aunque con un gran virtuosismo técnico.
ca del óleo como la acuarela. Sus colores, como en
toda esa etapa, son muy apagados, y aunque Vin- Las naturalezas muertas
cent solía justificar el uso de esta paleta, Theo le Buscando siempre nuevos motivos pictóricos, las
insistía en sus cartas que las obras resultaban os- naturalezas muertas también ocuparon un sitio
curas y se alejaban de los tonos vivos y coloridos destacado en su pintura, máxime en aquellos pri-
que utilizaban los impresionistas. A pesar de ello, meros años. En estas obras pudo demostrar su
su gama cromática es en realidad muy intensa y dominio del dibujo y una gran maestría técnica a
FOTOS: ALAMY; AGE
capta a la perfección la atmósfera y luz de los pai- la hora de representar elementos cotidianos como
sajes representados. sombreros, jarrones o vasos. Quizás estas primeras
Durante sus años en Amberes, Van Gogh cultivó obras sean las únicas en las que no pintó objetos
la idea de realizar vistas de la ciudad de los lugares que para él tenían un significado especial, como
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108 MI
Y SE HIZO LA
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PUENTE DE LANGLOIS,
de Van Gogh (serie 1888).
PUENTE DE LANGLOIS,
de Van Gogh (serie 1888).
110 MI
E
l 20 de febrero de 1888, Vincent diferentes puntos de vista y con variaciones técnicas
viajó desde París al sur de Francia y cromáticas en cada una de los trabajos.
en busca de inspiración, paz y qui- Otra de las primerísimas obras que Vincent pintó
zá también en busca de sí mismo. al llegar a Arlés es curiosamente un árbol, en con-
Necesitaba volver a conectar con creto Melocotonero en flor (marzo de 1888), dedica-
su pintura, reinventarse. Sentía la do a Mauve, a quien consideraba su maestro y que
necesidad de retirarse para descansar y asimilar las había fallecido ya por entonces. Esta pintura de un
experiencias y conocimientos adquiridos: “Me reti- escenario real recuerda visualmente a algunas de
ro a algún lugar del sur para no ver a tantos pintores sus estampas japonesas. Incluso así se aprecia cierto
que, como personas, detesto”, escribió. Arlés fue el cambio. Por ejemplo, se trata de un escenario que
sitio elegido, “el Japón de Francia”. Para él, Arlés era está contemplando en directo él mismo y no de nin-
“tan bella como Japón en lo que se refiere a la clari- guna xilografía. “No necesito las estampas japonesas
dad del cielo y a los alegres efectos del color”. Sabía —escribía a su hermana Wihelmina— porque aquí
de ella por la experiencia de otros colegas artistas estoy siempre en Japón. Sólo necesito abrir los ojos
que vivieron en el sur en alguna ocasión, como y pintar lo que tengo delante de mis narices y lo que
es el caso de Adolphe Monticelli —pintor a quien me impresiona”. El color es ahora el soporte de la
Van Gogh admiraba— que vivió en Marsella, cerca obra. Las luces y las sombras, el vaivén de las hojas
de Arlés. También Paul Cézanne, quien se decantó
por Aix-en-Provence, cerca y dentro de la misma
MELOCOTONERO EN FLOR,
zona mencionada, la Provenza. de Van Gogh (1888),
pintado como un recuerdo
a la muerte de Mauve.
Un invierno crudo
Llegó solo, sin conocer a nadie y prácticamente sin
un franco en los bolsillos. Era un invierno severo,
la nieve cubría toda la llanura y, con las montañas
al fondo, Van Gogh lo vio como “justo el paisaje
invernal pintado por los japoneses”. A causa de esta
soledad obligada, carecía de modelos que posaran,
por lo que los paisajes del sur fueron los escena-
rios que retrató en sus primeras obras allí. Según
cuenta en sus cartas, la belleza de aquella zona le
proporcionaba la inspiración suficiente para crear
sin necesidad de evadirse a otros lugares: nada más
le bastaba con abrir los ojos.
Arlés, además, tiene un canal que atraviesa la
ciudad. Tal vez por los recuerdos que le traía de su
Holanda natal, Vincent plasmó por primera vez el
lugar y el puente que lo atraviesa en marzo de 1888
en El puente de Langlois. Experimenta con la luz y el
movimiento del agua que capta como si fuera una
instantánea. Las personas que aparecen, más bien
sombras, son un simple decorado del lugar. La cal-
ma que le infunde lo invita a practicar con el color
FOTO: ASC
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V I NC E N T VA N G O GH
al son del viento mediterráneo y esa valla de madera Con el tiempo pudo alquilar una modesta casa, la
que cerca el terreno indican que se basa en la percep- famosa Casa Amarilla, donde ya tiene espacio sufi-
ción visual y no en su imaginación. El color no va a ciente para almacenar los cuadros que pinta y puede
usarlo para representar la realidad adecuadamente, disponer de un estudio. Poco a poco la convierte en
sino como una herramienta de lo que él siente al ob- su hogar y en el lugar donde algún día poder formar
servar y quiere transmitir. De manera que sus obras esa pequeña comunidad de artistas con la que lleva-
han de observarse de un modo subjetivo, como si ba mucho tiempo soñando.
quisiera contar una historia; el espectador tiene que
empatizar con su subconsciente y forma de mirar Pocos retratos
para comprender qué está diciendo. “El cuadro co- Otro dato curioso de esta transformación pictó-
menzaba a ser una ventana, pero no en el sentido de rica de Vincent es que, para él, es inviable modi-
Leon Battista Alberti (‘el cuadro como una ventana ficar la forma de lo que plasma en sus cuadros.
abierta para mirar un escenario’), sino en sentido Según confiesa en alguna de sus cartas: “Cierto es
moderno, porque se abría al interior del sujeto y no que doy la espalda a la naturaleza cuando trans-
al mundo exterior”, explica la catedrática de arte To- formo un boceto en cuadro o cuando experimen-
nia Raquejo. Aunque no siempre será así, sobre todo to con el color, pero en lo relativo a las formas
FOTO: GETTY IMAGES
en sus inicios, experimentando con el color y la luz tengo miedo de desviarme de la realidad”. Y es
se observan las cosas tal y como son en realidad, algo que, en realidad, si se presta atención a las obras
de lo que se irá desprendiendo poco a poco según va de esta etapa, vemos que Vincent presenta los
encontrando su propio estilo. detalles con exactitud. Elige y juega con el color
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LA COSECHA O LLANURA DE LA CRAU (1888).
Aquí, Van Gogh se ciñe a lo observado,
aunque emplea el color con libertad para
expresar sus sentimientos.
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NOCHE ESTRELLADA
SOBRE EL RÓDANO,
de Van Gogh (1888).
114 MI
“He intentado expresar las terribles pasiones de la humanidad
mediante el rojo y el verde”, escribió del Café.
el que dota al rostro, haciendo hincapié en su temor Otro ejemplo de cuadro nocturno, pero esta vez
a salirse por completo de la realidad, y más si se en un espacio cerrado, es Interior de café de noche
trata (como en este caso) de la figura de alguien (septiembre de 1888). Como un fotógrafo ante el
concreto. El resto lo crea dejándose llevar por el objetivo de una cámara, quiso captar cada detalle
color, en caliente y casi sin pensar. En esta etapa de lo que veía. Borrachos, jugadores de billar y pa-
busca aún más conferir a sus cuadros y retratos de rejas de enamorados envueltos en una antítesis de
un carácter peculiar. Al no ser encargos remune- colores. Personajes e historias que transmiten un
rados, podía experimentar con sus modelos como sentimiento pesimista sobre la vida, en un lugar
quisiera, pero el retrato no es un género que Van donde uno puede acabar perdiendo la cabeza... y
Gogh practicara mucho en Arlés. De hecho, de las el dinero. “He intentado expresar las terribles pa-
300 obras que se cree que pintó allí, sólo una cuarta siones de la humanidad mediante el rojo y el verde.
parte serán retratos, todos de gente sencilla que se (...) Por todas partes hay enfrentamiento y contras-
cruza en su camino, como el cartero y su familia, la te entre rojos y verdes más extremos, en las figuras
dueña del hostal y del café, etcétera. de los matones dormidos, en una habitación vacía
y triste (...)”, escribió al respecto. La aureola de luz
Noches pintadas que emiten las lámparas del techo indica que sigue
Aquel verano de 1888, Vincent se enfrascó en practicando con la representación de la luz arti-
encontrar el mejor modo de pintar la oscuridad ficial en la noche. Esta obra le permite jugar con
mediante el color, llegar a conseguir que este fuese el color contrastado y consigue transmitir un am-
su aliado para representar las tinieblas. Los rin- biente cálido a pesar de la violencia.
cones de Arlés fueron su inspiración otra vez. En
septiembre de 1888 pintó Noche estrellada sobre el ¿Simbolista, expresionista?
Ródano; quizá fue uno de esos lugares a los que Por aquel entonces comenzaba a despuntar una
acostumbraba ir a pasear porque se encontraba a nueva corriente que buscaba representar el senti-
escasos minutos de su casa. Para él fue todo un miento provocado por las cosas: el simbolismo. A
reto trabajar con luz artificial; de hecho, duran- Vincent se le relacionó con él a consecuencia de
te algún tiempo se dedicó a dormir de día para que en sus obras busca representar su propia rea-
pintar de noche. Se aprecia un cielo azul oscuro lidad. La fuerza imaginativa de Van Gogh prove-
repleto de estrellas a juego con la luz que emanan nía de su propio ser, era la expresión de su interior
las farolas del paseo al otro lado del muelle. Esas vehemente y sentimientos vivísimos. El simbolis-
farolas encuentran el reflejo de su luz en el agua, mo, por su parte, representaba la exhibición del
cuya figura se alarga iluminando la superficie del poder supremo de la fantasía, alejando al artista
río, estelas cálidas en la noche. Y, de nuevo, per- de la auténtica realidad del mundo. Van Gogh
sonas que son sombras completan la escena. Con- nunca quiso alejarse de la realidad, sino represen-
sigue plasmar una imagen nocturna como algo tarla tal y como a él le hacía sentir. Por ejemplo, en
natural gracias al juego de contrastes entre las unos meros Girasoles (agosto de 1888) representa-
zonas claras y oscuras. Pintar de noche al aire ba un más allá de las cosas sin salirse de la propia
libre y con luz artificial fue una innovación per- realidad. Las flores están tratadas con precisión,
sonal de Van Gogh, quien se desenvolvía bien en pero el modo pastoso de aplicar pigmento, la posi-
esa atmósfera brumosa haciendo de la penumbra ción caótica y variada de los pétalos o la ineludible
su mejor aliada para recrear estos escenarios luminosidad del conjunto le da un significado que
nocturnos y casi fantasiosos. supera un simple jarrón.
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EL SEMBRADOR, de Van
Gogh (1888), donde recrea
la realidad mediante el
color pastoso.
Por otro lado, también se le ha relacionado con el recrea conforme siente. Se inclinó por la expresión in-
expresionismo, tal vez por como trata el espacio. Vin- dividual frente a la ejecución perfecta, lo que le llevó a
cent sigue experimentando con el modo de utilizar luchar contra él mismo, sus contemporáneos y el pú-
el color, que es el portador esencial de su voluntad blico. Como resultado recibió menos incentivos para
de expresión. En El sembrador (junio de 1888) aúna su obra, se convirtió en un incomprendido a caballo
de nuevo la realidad y su interpretación personal entre una corriente y otra, sin pertenecer a nada ni a
mediante el color. Un gran sol amarillo protagoniza nadie realmente. El mismo Gauguin le reprochó que
la escena y preside un cielo también amarillo, no en su manera de trabajar era inexacta, falta de contorno
el acostumbrado azul. Es este azul añil, casi morado, y dibujo preciso. Van Gogh, sin embargo, tenía su
el que utiliza para los campos del primer plano. Al esperanza puesta en las estrellas: “Como nada se
tratarse de la Provenza, quizá se trate de campos de opone a la suposición de que en los numerosos pla-
lavanda, cuyo color es el violeta. Y el cielo amarillo tal netas y soles haya líneas y formas y colores, nos está
vez sea porque se trata de un atardecer, con el sol po- permitido conservar una cierta serenidad optimista,
niéndose en el horizonte. Vincent acusa los colores, pensando en la posibilidad de que algún día podre-
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les da más intensidad y protagonismo pero sin llegar mos pintar bajo unas condiciones de existencia dife-
a alejarse de la realidad que los ojos contemplan; la rentes y mejores”, le escribió a Bernard.
MI 117
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UN DISPARO
AL ATARDECER
Aunque la historia oficial hable de suicidio, casi desde
el primer momento hubo diferentes versiones sobre
las causas del tiro que acabó con la vida de Van Gogh.
Versiones que una investigación deficiente y la propia
leyenda del pintor terminaron por agrandar.
Por Janire Rámila
118 MI
TRIGALES BAJO CIELOS AMENAZANTES
CON CUERVOS, de Van Gogh (Auvers-
FOTO: ASC
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V I NC E N T VA N G O GH
LAS SIGUIENTES
E
l domingo 27 de julio, un hombre
de 37 años de nombre Vincent van
Gogh, pintor holandés vecino de
Auvers, se pegó un tiro en los cam-
HORAS
pos con un revólver. Al resultar he- La mañana posterior a la muerte de Van Gogh,
rido volvió a su habitación donde su hermano Theo rellenó en el ayuntamiento
murió dos días después”. Con este breve artículo, el todos los documentos administrativos necesa-
diario local L´Écho Pontoisien anunciaba la muerte rios para gestionar el funeral y entierro. Encargó
de Van Gogh una semana después de haberse pro- las esquelas y las invitaciones a un impresor
local, comprobó los horarios de los trenes para
ducido, lo que revela la escasa importancia que esta
asegurarse de que llegara el mayor número de
había tenido para la sociedad de la época, aunque familiares y amigos posible, encargó un ataúd
el tiempo la convertiría en un auténtico misterio. y contrató a un embalsamador para que man-
Según la versión oficial, construida con las decla- tuviera el cuerpo ante el fuerte calor de ese día.
raciones tomadas por la policía, ese domingo 27 de Una de las dos salas del hostal fue convertido
julio de 1890 el pintor había salido, como llevaba en una pequeña capilla mortuoria adornada
haciendo todos los días durante varias semanas, al con flores. El gran problema llegó con el cura
local, quien relegó la tumba de Van Gogh a un
campo a pintar. Tras el atardecer, volvió a su aloja-
lugar solitario en el nuevo cementerio, lejos de
miento, en el hostal Ravoux de la localidad francesa la iglesia donde al pintor tanto le gustaba colo-
de Auvers, sin sus lienzos, pinturas ni caballete y con car su caballete. El día 30 comenzaron a llegar
un aspecto terrible. Al ser noche de verano, varios los visitantes: Lucien Pissarro, Charles Laval en
clientes del hostal se encontraban cenando en la ca- representación de Gauguin, el doctor Gachet y
lle, por lo que pudieron ver con claridad a Van Gogh varios vecinos de Auvers… Todos comieron en
acercándose a la puerta. “Se sujetaba el vientre y pa- el hostal y hacia las tres de la tarde cargaron el
féretro a su última morada. “Un hombre hones-
recía cojear”, relataría uno de ellos a la policía. “Tenía
to y un gran artista”, fueron las palabras emo-
la chaqueta abrochada”, diría otro, extrañado por el cionadas del doctor Gachet frente a su tumba,
especial calor que hacía en el momento. antes de que todos regresaran hacia el pueblo o
Lo sucedido a continuación fue relatado por la a la estación local.
hija del dueño del hostal, Adeline Ravoux, en 1953
para la revista Nouvelles Littéraires: “Estábamos al a ver, creo que el señor Vincent no está bien’. Mi
fresco en el portal cuando, por fin, lo vimos pasar padre subió. Oyó cómo gemía. Puesto que la llave
ante nosotros como una sombra sin decir nada. estaba en la puerta, entró. El señor Vincent esta-
Franqueó la sala con un par de zancadas y subió a ba tendido en la cama, mostró su herida y dijo que
su habitación. Estaba tan oscuro que sólo mi madre esta vez esperaba no haber errado el tiro. Había que
se dio cuenta de que se tocaba el costado como al- llamar a un médico. Primero fuimos a casa del que
guien que sufre. Al instante dijo a mi padre: ‘Sube venía dos veces por semana a Auvers y que atendía
a todo el pueblo, pero no estaba. Entonces pensa-
mos en el doctor Gachet”.
Un frijol grande
Según relatan los escritores Steven Naifeh y Gre-
gory White en su libro Van Gogh. La vida (Taurus,
2012), el doctor Gachet “fue corriendo al hostal Re-
voux esperando, sin duda, encontrarse con lo peor.
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120 MI
del estómago”. Pero tanto el doctor Gachet como el
doctor Mazery, ya presente, se negaron por no es-
tar capacitados para ese tipo de heridas y tampoco
quisieron trasladarlo a un hospital de París por la
dificultad del viaje. “Como no tenía más síntomas,
le pusieron un vendaje compresivo y esperaron lo
mejor”, relatan ambos autores. Y es que la herida
“era del tamaño de un frijol grande”, en palabras del
doctor Mazery, y sangraba muy poco. Apenas un
círculo rojo oscuro, aunque lo bastante clara como
para saber que se trataba de un orificio de bala, qui-
zás alojada cerca de la espina dorsal.
Con esos datos, la policía pudo entrevistar al he-
rido todavía convaleciente al poco tiempo de su lle-
gada al hostal. “¿Quería suicidarse?”, le preguntaron.
“Creo que sí. No acusen a nadie. He intentado ma-
tarme”, fue su respuesta. Sin embargo, fue incapaz de
relatar por qué tenía una pistola o cómo había llega-
do a dispararse con ella.
Dos días después, Vincent murió acurrucado en VINCENT VAN GOGH en su lecho de muerte, dibujo de Paul van Ryssel
brazos de su hermano Theo. (seudónimo del doctor Gachet), 1890.
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Sin embargo, para ambos estudiosos, nada hacía su- Por todo ello, para Leprohon el que acabara sui-
poner que Van Gogh quisiera suicidarse de verdad cidándose también es extraño, y en su libro Vincent
en aquel entonces. van Gogh (Salvat, 2004) lo atribuye a posibles des-
avenencias con su hermano y con el doctor Gachet,
La pistola perdida entonces sus dos más firmes sustentos.
De igual parecer es el historiador Pierre Leprohon, La segunda cuestión clave se refiere al área del
basándose en una carta escrita por la mujer de Theo, disparo, bajo las costillas, en lugar de en la cabe-
Johanna, al conocer por fin a Vicent en París apenas za o en el corazón, como sería más lógico en un
10 días antes de su muerte: “Me había imaginado en- suicida. Los doctores Mazery y Gachet localizaron
contrar a un hombre enfermo, y ante mí tenía a un la bala en la pared posterior de la cavidad abdo-
hombre sólido, ancho de espaldas, con colores sanos, minal, cerca de la columna vertebral, en un ángulo
una expresión de cara alegre y en todo su ser algo descendente, lo que indica que la pistola se apuntó
que daba la sensación de firmeza”. Hasta el doctor hacia abajo, no en línea recta. “Parecía el enloque-
Gachet le tranquiliza a su regreso a Auvers diciéndo- cido ángulo de un tiro accidental, no el disparo cer-
le que puede que las crisis no se repitan. No hay que tero de quien se va a suicidar”, argumentan Naifeh
olvidar que el 16 de mayo de ese año, el doctor Théo- y White. Además, como el proyectil no fue capaz
phile Peyron, director del manicomio de Saint-Paul de atravesar los tejidos de parte a parte, el informe
donde estuvo ingresado Van Gogh, había escrito en médico concluyó que debía haberse usado un arma
su historial médico “curado”. “Resulta extraño cierta- de pequeño calibre, con poca cantidad de pólvora y
FOTO: EFE
mente que la pesadilla haya cesado hasta tal punto”, disparada “demasiado lejos”. ¿Un disparo realizado
escribió Vincent a Theo. a distancia por un supuesto suicida?
122 MI
IGLESIA DE AUVERS-SUR-
OISE, VISTA DESDE CHEVET,
de Van Gogh (junio de 1890).
¿Por qué una pistola? Con esto último se refieren a dos episodios ex-
Así es como se llega a la gran pregunta, según los traños, citados por historiadores como Leprohon,
detractores de la versión del suicidio: ¿qué tipo de donde se afirma que Van Gogh hizo un amago de
pistola era y dónde la obtuvo? En los días poste- asir algo parecido a una pistola oculta, sin que aún
riores a su muerte nadie admitió habérsela vendi- se sepa qué pasó en verdad. La primera, en una
do, entregado o prestado, lo que suscitó todo tipo discusión con Gauguin en Arlés, donde la mirada
de afirmaciones. “Se dijo que se la había prestado amenazadora de este pintor apaciguó la situación, y
Ravoux para espantar a los cuervos en los campos, la segunda tras una discusión con el doctor Gachet,
que había amenazado a otros con esa misma arma en la cual este percibió “un gesto de Vincent hacia
FOTO: ASC
o que había blandido una similar en otros momen- el bolsillo de su chaqueta, como si quisiera sacar un
tos de su vida”, explican Naifeh y White. revólver”. Situación que el hijo del doctor aclararía
MI 123
V I NC E N T VA N G O GH
en 1946, con una carta al periódico Arts, señalando René también era famoso en Auviers por pasear
que aquella discusión fue sólo “un incidente debido vestido de vaquero, con un traje comprado en el
a una decepción de Vincent. Ni mi padre ni yo jamás show del Salvaje Oeste de Buffalo Bill, al que había
dijimos que aquel día Vincent había querido matar incorporado una pistola de calibre 38, “que estaba
al doctor Gachet”. medio rota y funcionaba erráticamente”, y con la que
Incluso así, la versión oficial dirá que Van Gogh disparaba a ardillas y pájaros. Cuando no iba disfra-
tomó prestado el revólver de Gustave Ravoux al zado, llevaba la pistola en una mochila. Según Naifeh
partir ese día a pintar, que se internó en los trigales y White, ese 27 de julio Van Gogh debió encontrar-
de la parte alta de la ciudad, que colocó su caballete se con René y Gaston y, de algún modo, esa pistola
y que se disparó. acabó disparándose a su vientre. Lo creen así porque
si sólo hubiera estado René, Van Gogh lo hubiera
Un simple juego adolescente evitado; y por el hecho de que nunca se encontrara
Esa es una versión que los investigadores Naifeh y la pistola ni los caballetes del pintor, lo que indica
White cuestionan casi por completo, no sólo por que alguien debió llevárselos. ¿Quizá los hermanos
las preguntas sin responder, sino por los datos ob- actuaron para ocultar el accidente? Además, están
tenidos durante su minuciosa investigación sobre esas misteriosas palabras de Van Gogh, ya moribun-
la vida del pintor holandés. do, a preguntas de la policía: “No acusen a nadie. He
Para ellos, la clave de lo suce- intentado matarme”.
dido reside en René Secrétan, Para ellos, ni siquiera el lugar
un joven parisino de 16 años en de los hechos coincidiría con el
aquel 1890, hijo de un rico far- 162,000 euros es enclave canónico, a tenor de la
macéutico y que pasaba todos la cantidad por la declaración de dos testigos que
los veranos en la casa familiar
de Auvers junto a su hermano
que fue vendida afirmaron haber visto al pintor
marcharse esa mañana. La pri-
Gaston, de 18 años. la pistola que mera, la de madame Liberge,
En una serie de entrevistas supuestamente usó. asegurando en una entrevista
ofrecidas en 1956 al escritor que Van Gogh “dejó el hostal
Victor Doiteau, René –enton- Ravoux en dirección al caserío
ces de 82 años– contó cómo conoció a Van Gogh de Chaponval”, y no hacia el cementerio, donde lo
a través de su hermano, con quien el pintor habla- sitúa la versión oficial. Y la segunda, la de madame
ba profusamente de arte. Por las descripciones que Baize, quien confirmó que su abuelo también se
René ofreció a Doiteau sobre las ropas del pintor, sus topó con Van Gogh yendo al caserío de Chaponval.
ojos y voz, su forma de andar y hasta de sus gustos Un inmueble donde, por casualidad, solía estar casi
en cuestión de licores, y que concuerdan con las de siempre jugando con su pistola ni más ni menos
otras fuentes que él no pudo haber conocido, Naifeh que... René Secrétan.
y White no dudan de que René en realidad tuvo un Según Naifeh y White, “esta reconstrucción hipo-
trato estrecho con él. Sin embargo, y a diferencia de tética de los sucesos llenaría muchas lagunas y resol-
su hermano, el interés de René por Van Gogh sería vería otras contradicciones”, como la desaparición de
meramente superficial: sólo era su víctima de burlas todas las pruebas relacionadas con el accidente, la
y bromas (solía echarle sal en el café o le metía una herida en el estómago y no en la cabeza, cómo pudo
culebra en la caja de pinturas). En sus propias pala- llegar Vincent, herido y adolorido, hasta el hostal
bras, la idea era “sacar a Vincent de quicio”. Este lo Ravoux desde el lugar de los hechos, por qué no dejó
soportaba, según Naifeh y White, “para preservar su nota de suicidio, por qué no se remató al fallar el pri-
camaradería con Gaston, cuyas ideas sobre pintura mer intento y, por último, por qué nunca reveló el
consideraba avanzadas”. origen de la pistola.
124 MI
AUTORRETRATO, de Van
Gogh (Saint Rémy, 1889).
FOTO: ASC
MI 125
V I NC E N T VA N G O GH
PASEANDO
POR SUS
OBRAS 126 MI
RAMAS
FLORECIENTES
FOTO: ASC
DE CASTAÑO,
de 1890.
MI 127
V I NC E N T VA N G O GH
CAMPO DE TULIPANES
(1883)
Parte de las primeras influencias de Van Gogh fueron los paisajistas de la Escuela de La Haya, sobre todo su
tío Mauve, de quien tomó clases durante un tiempo. “Veo que te interesas por el arte y esto es una buena
cosa, viejo. Me alegra que te guste Millet, Jacques, Schreyer, Lambinet, Frans Hals...; porque como dice
Mauve, ‘es algo’”, escribió a Theo. Así, los paisajes y vistas de la campiña holandesa, con sus tulipanes de
múltiples colores, molinos y tierras fecundas le llamaron la atención durante su etapa en la galería Goupil &
Cie. En este cuadro, pintado sobre lienzo montado en madera y realizado en su segundo año en La Haya, se
aprecia la introducción paulatina del color y la aparición de una pincelada más suelta a base de pequeños
trazos y manchas de tonalidades vivas. El punto de vista bajo crea una amplia panorámica en la que el pin-
tor puede experimentar con la perspectiva. El cuadro está dividido en dos grandes zonas: el cielo claro y los
campos de colores que se “unen” en el horizonte, donde las casas y árboles sirven de bisagra. Por otro lado,
gracias a las líneas casi convergentes de los campos de diferentes colores, se crea una importante sensación
de movimiento que se subraya con esa figura solitaria que aparece caminando. Una silueta que aparecerá
en muchos cuadros de Van Gogh y que no nada más sirve para generar la panorámica, sino también para
conferir al cuadro un halo melancólico.
128 MI
TEJEDOR
(ABRIL-MAYO 1884)
Van Gogh sintió desde siempre simpatía por los refugiarse de su trabajo manual. Pretendía subrayar
tejedores, que entonces constituían un grupo de la dignidad de la labor tradicional que la industria
artesanos pobre y poco conocido a quienes la Re- había desprestigiado.
volución Industrial perjudicó sobremanera. “Le Aunque el tema del tejedor detrás de su telar le
he pedido [a su hermana Willemien] algo más de supuso un buen número de dificultades técnicas,
información sobre los tejedores, que me intere- su principal reto era representar la figura de forma
san mucho”, escribió a Theo. Los tejedores eran adecuada. Escribió a Van Rappard: “[El tejedor,]
un motivo común para los pintores holandeses de ese pequeño espectro negro al fondo, habría de
los siglos XVII y XVIII, y fueron los primeros temas ser el centro, el punto de partida, el corazón, lo
que abordó Van Gogh a su llegada a Nuenen en más profundamente sentido, lo más acabado, el
diciembre de 1883. Realizó numerosos estudios de resto debía quedar subordinado a él”. Estas obras,
ellos (bocetos, pinturas, acuarelas) con el deseo de en las que el tema humano es preeminente, repre-
progresar con rapidez y pintó unos 10 cuadros con sentaron un paso hacia adelante en este sentido,
este motivo. En estas obras deseaba acercarse a un progreso gradual que culminaría con su primer
las palabras del historiador francés Michelet, que y genuino cuadro de figuras, Los comedores de
sobre estos artesanos escribió que podían musitar patatas, cuadro que Van Rappard denostó y supuso
una oración como una nana, ensimismarse, para el fin de su amistad.
FOTO: ALBUM
MI 129
V I NC E N T VA N G O GH
LA CABAÑA
(MAYO 1885)
“Esta semana espero mandarte a tu dirección un estudio detallado de la cabaña que, por otra parte,
pequeño paquete (...)”, escribió a Theo el 6 de comparó con los nidos de pájaros que coleccionaba
mayo de 1885, refiriéndose a este cuadro y otro (so- entonces. Una cabaña como un “nido humano” en
bre la pronta demolición de una torre) que, junto cuyo interior se puede calentar y proteger por un
con Los comedores de patatas suponen un conjun- momento de la dura vida (esa llama en la ventana
to: el primer envío de auténticas obras maestras y aboca al calor del hogar, de la lumbre familiar). Van
que se podrían contemplar como casi un tríptico Gogh bosqueja un paisaje con una atmósfera me-
de la vida rural. La cabaña, denominado por Van lancólica en la que sobresale la figura difusa de la
Gogh La chaumière, obedece al deseo de desarro- mujer (no debe pasarse por alto la relación entre la
llar “series sobre la vida campesina”. La existencia madre y la llama -lumbre- que calienta). Fue uno
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rural representaba para los románticos “una vida de los cuadros de los que proyectaba realizar una
de sufrimiento y hermandad”, tradición en la que nueva versión en Saint-Rémy, donde estaba absor-
se inscribe este cuadro en el que apenas hay un to por los recuerdos de Brabante.
130 MI
PAISAJE OTOÑAL
CON CUATRO ÁRBOLES
(NOVIEMBRE 1885)
Cuando se compara este cuadro con sus otras obras convencido de que realizaría cosas que quedaran
tempranas, se evidencian sus progresos compositi- bien, que conseguiría calcular mis colores, que
vos: es un cuadro muy sencillo pero de gran fuerza obtendría el efecto deseado”, admitió. Su amigo,
en el que la perspectiva se abre en triángulo desde el pintor aficionado Anton Kerssemarkers, que-
los troncos de los árboles. dó impresionado por “la suave y melancólica paz
El tema no era nuevo para él (había realizado resultante de la combinación de los colores”. Esto
varios bocetos y es la cuarta versión del grupo de conmovió tanto a Van Gogh que fue incapaz de
árboles) y utilizó tres días en hacerlo (un tiempo vender el cuadro y se lo regaló a Kerssemarkers,
considerable para alguien que trabajaba muy rá- quien le había dicho: “Esto es rematadamente
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pido). Para ver el efecto tonal que hacía el lienzo bueno”. Vincent no estaba de acuerdo hasta tal
una vez terminado, lo puso sobre un mueble negro punto. Quería aprender más de los antiguos maes-
y dorado en una pared gris. “Nunca estuve tan tros para lograr un efecto más vigoroso.
MI 131
NATURALEZA MUERTA CON
FRITILARIAS (ABRIL-MAYO 1887)
Van Gogh llegó a París en marzo de 1887 tras se muestra un gran ramo de fritilarias en un
haber estado en Amberes. Por fin se enfrentaba jarrón de cobre. Usa a la perfección el contraste
a la pintura moderna y pronto sintió la necesidad complementario entre las flores amarillo-naranja
de aclarar su paleta. En los veranos de 1886 y y las naranja-rojizas, y el puntillista fondo azul.
1887 pintó muchas naturalezas muertas de flores, La variedad de las pinceladas contribuye al efecto
“tratando de emplear el color intenso y no una del cuadro, al igual que el jarrón distorsionado
armonía de gris”, como dijo a su colega Livens. de forma extraña y la perspectiva imposible de
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Algunas de estas naturalezas no eran más que la mesa, todas distorsiones que usaba con fre-
ejercicios sin pretensiones, pero realizó otras cuencia Cézanne. Un estilo personal desmañado y
pensando en el mercado artístico. En este cuadro profundamente moderno.
132 MI
UN PAR DE BOTAS
(1887)
Junto con los jarrones de flores y los libros, los zapatos son de los objetos preferidos por Van Gogh. Realizó
múltiples bodegones de estos y han sido las posteriores interpretaciones sobre ellos las que los han conver-
tido en auténticos iconos del debate filosófico del siglo XX. Si ya el filósofo Martin Heidegger, en El origen de
la obra de arte (1950), escogió Un par de zapatos (1886) para distinguir entre lo que es una cosa, su utilidad
y su artisticidad, fueron posteriormente Meyer Shapiro y Jacques Derrida quienes filosofaron sobre ellos.
Heidegger señalaba que pertenecían a una labriega y en tal caso eran una cosa, pero una vez pintados y
cuando se muestran solos y vacíos, sin una escena o lugar por otra parte donde situarlos, nos adentran
en “la experiencia de lo que en verdad es el ser útil (...). Son un par de zapatos de labriega y nada más. Y
sin embargo... En la oscura boca del gastado interior bosteza la fatiga de los pasos laboriosos. En la ruda
pesantez está representada la tenacidad de la lenta marcha a través de los monótonos surcos de la tierra
labrada sobre la que sopla un ronco viento”. Por su parte, Shapiro, influido por el expresionismo, identi-
ficaba los zapatos con el autor. Para él eran un retrato de su individualidad, de su espíritu, mientras que
Derrida afirmaba que ni siquiera podemos estar seguros de que fueran un par de zapatos, ya que planteaba
el problema de ver un objeto y la posibilidad de conocerlo.
Hoy sabemos, según el testimonio de Gauzi (compañero de taller de Van Gogh), que el pintor se compró
unos zapatos en un mercadillo, no le gustaba su aspecto usado y decidió dar con ellos una larga
caminata para adaptarlos a su pie y sentirlos suyos.
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MI 133
V I NC E N T VA N G O GH
NATURALEZA MUERTA
CON DOS GIRASOLES
(JULIO-SEPTIEMBRE 1887)
“Mi querido Theo, no me reproches el haber venido intercambiar varios estudios por uno de los giraso-
de improviso; he reflexionado mucho y creo que, de les de Van Gogh). El tema de los girasoles, por otra
esta manera, ganamos tiempo. Estaré en el Louvre a parte, era bastante común en las artes decorativas
partir de mediodía o, si quieres, incluso antes”. Con de la época (quizá fuera esto lo que sugirió a Van
esta nota que envía a su hermano desde Amberes, Gogh su realización: buscaba motivos “fáciles de
se presenta en París. Estaba emocionado. “No lo ol- vender”). Cuando realizó estas pinturas en París lo
vide, amigo mío. París es París y sólo hay un París”, que le preocupaba era captar el corazón de los gira-
le expresa a Lievens. soles de la forma más verosímil posible. Este cuadro
A finales del verano de 1887, Vincent pintó cuatro en concreto, realizado a partir de otro previo, es
naturalezas muertas con girasoles cortados y secos. bastante variado en la técnica y composición: un
Expuso dos de ellas en el restaurante parisino Du girasol se muestra de frente y el otro se exhibe por
Tambourin, en el Boulevard de Clichy. Más tarde detrás, sobre un fondo azul que diverge gracias
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quedaron en posesión de Gauguin. Y es que el tema a los efectos de la luz y la sombra, así como a la
atraía al francés (en Arlés, por ejemplo, sugirió forma de la pincelada.
134 MI
NATURALEZA
MUERTA CON FRUTA
(OTOÑO 1887)
Siguiendo al crítico James McNeil Whisler podríamos llamar a esta naturaleza muerta “armonía en amari-
llo”. Para Van Gogh ese era el color de la vida y la amistad. Los tonos empleados aquí son amarillos, ma-
rrones y ocres, a los que se añaden apenas algunos trazos de blanco, verde y rojo, unos toques mínimos
de sombras y pocos sesgos blanquecinos en las uvas. En primer plano resaltan unas pocas pero intensas
pinceladas oscuras que sugieren un mantel puesto de forma descuidada; por lo demás, el fondo amarillo
aparece sin delimitar como si fuera un marco plano. Se aprecia tanto el acercamiento al impresionismo que
su hermano llevaba inculcándole desde dos años antes como su interés de años por las artes decorativas.
Cuando Van Gogh experimentaba con el color solía concentrarse en una composición tonal (una escala de
tonos claros-oscuros del mismo matiz) o en tonos que contrastaban entre sí. Este bodegón amarillo es todo
un ejercicio sobre matices, ya que no se pueden establecer diferencias entre los claroscuros de los distintos
pero estrechamente vinculados tintes amarillos predominantes. Similares estudios tonales pueden encon-
trarse en las naturalezas muertas del otoño de 1885 (la mayoría con nidos de pájaros y cestos de papas),
aunque en una escala de color mucho más oscura.
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MI 135
V I NC E N T VA N G O GH
ROMANS PARISIENS
(INVIERNO 1887-1888)
Theo presentó este cuadro, también llamado de Vincent –lector voraz– por este tipo de novelas,
Naturaleza muerta con libros, en la Exposición de puede relacionarse este lienzo con un retrato de
los Independientes en primavera de 1888, junto Puvis de Chavannes en el que aparece leyendo un
con dos vistas de Montmartre. La obra provocó libro de tapas amarillas junto a un vaso con una
la indignación del escritor Gustave Kahn, que no rosa, ya que Van Gogh lo vio seguramente en la
comprendía que se dedicara todo el primer plano exposición que del maestro se celebró (además,
de un lienzo a algo tan simple como unos libros. El Vincent describió con detalle la obra a Bernard). De
título, Romans Parisiens, está tomado del subtítu- él escribió a Theo: “Te consuela ver la vida moderna
lo de la novela Braves gens, de Jean Richepin, ya como algo brillante, a pesar de su inevitable me-
que Van Gogh era un gran admirador de la novela lancolía”. En este cuadro, Van Gogh combinó las
naturalista francesa. Así, escribió a su hermana novelas con rosas aún sin abrir del todo para ex-
Willemien: “Los hermanos Goncourt (...) y Zola (...), presar justo este sentimiento: según varios críticos,
y muchas otras obras maestras pintan la vida como los libros representan la vida moderna y las flores a
la sentimos nosotros mismos”. Además del interés medio abrir las cosas que sirven de consuelo.
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136 MI
PERAL EN FLOR
(ABRIL 1888)
Delicado como él solo, este peral en flor con su casi imperceptible mariposa amarilla en el centro confor-
maba el panel central del segundo tríptico de la serie de huertos de Van Gogh. Se refirió a él en una carta
de abril que contenía un pequeño boceto del árbol: “Ahora tengo también un pequeño peral (pintado) en
vertical, flanqueado por dos lienzos horizontales”. El peral se parece bastante a los grabados japoneses en
madera, en los que los huertos en flor son un motivo recurrente. Además, el punto de vista, notablemente
alto, el árbol vertical y el huerto semiescondido detrás de las ramas son elementos compositivos muy popu-
lares en las estampas japonesas.
Aunque está firmado, Vincent no lo consideraba una buena obra: creía que su único valor residía en que
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completaba el tríptico. Theo, por su parte, quiso enmarcarlo y exponerlo en Boussod & Valadon, donde
trabajaba, pero Van Gogh se negó. No quería exponer un cuadro tan poco sofisticado.
MI 137
V I NC E N T VA N G O GH
INTERIOR DE RESTAURANTE
(VERANO 1887)
Una vez en París, la paleta y los colores impresionistas cautivaron a Vincent, pero no ocurrió lo mismo con
sus temas urbanos modernos. Sólo incorporó unos cuantos a su repertorio y, además, los trató de una for-
ma por demás personal, inventando temas nuevos tales como este: el interior de un restaurante burgués
(algo que se aprecia por el descomunal sombrero de copa colgado en la pared) donde la gente, tan presente
en los cuadros impresionistas, brilla por su ausencia. La pincelada casi puntillista recuerda mucho tanto a
Georges Pierre Seurat como a Paul Signac.
La composición, por otro lado, también es muy moderna: la oblicua línea del fondo con mesas que dis-
tribuye por todo el cuadro, la forma en que están truncadas la mesa y la silla del rincón de la parte inferior
izquierda y la lámpara que parece mantenerse por sí misma, sin cables con el techo, confieren la sorpresa
que la modernidad buscaba despertar en el espectador. Aunque la obra está sin firmar, Van Gogh no dejó
de proclamarse el autor de la misma, ya que introduce en la pared un lienzo propio: su visión del Parque en
Asnières. Tal vez consideró el trabajo un sencillo estudio que merecía convertirse en un cuadro más pensado
y elaborado después. Sin embargo, aunque representó el interior vacío también de una casa de comidas,
nunca llegó a materializar una tabla totalmente pensada y meditada con este asunto.
FOTOS: GETTY
138 MI
TARDE DE VERANO
(JUNIO 1888)
Aunque nunca le había convencido el gran formato, a un cielo oscuro contrasta la silueta de Arlés con
en Arlés cambió de parecer. “Creo que tengo ma- su plaza de toros en el centro. Un fuerte mistral
yores posibilidades de realizar cosas con acierto, azota los trigales, que se ondulan como el humo de
e incluso trabajos más grandes, si no me limito las chimeneas de las fábricas. Apenas perceptible,
a hacer cosas muy pequeñas. (...) Creo que voy a delante de las casas, un negro y casi diminuto tren
aumentar el tamaño del lienzo y a no tener miedo serpentea, y entre los trigales una pareja de ena-
a utilizar el lienzo del formato 30”, escribió a Theo morados –motivo frecuente en Van Gogh– camina
el 12 de junio, y ya a finales de mes había hecho plácidamente. Sobre este lienzo, Vincent escribió
cuatro cuadros de este tamaño. que había concluido una pintura en plein air (a
En este caso, en el que no sabemos si se está cielo abierto, por decirlo de alguna forma) en una
poniendo el Sol o saliendo la luz, ha captado de sola tarde, captando “fielmente” la escena, aunque
forma admirable una tarde de verano: el amarillo no deja de jugar con la realidad, ya que la urbe se
de los trigales de primer plano, que parece caer presenta desde el noreste y el Sol se está poniendo
sobre nosotros, refleja el calor del momento. Frente –de forma imposible– en el suroeste.
MI 139
V I NC E N T VA N G O GH
EL CAMPESINO
(AGOSTO 1888)
Siendo uno de los primeros retratos que hizo en Arlés, esta pintura es la segunda versión del mismo tema y
una continuación de los retratos de trabajadores del campo elaborados en Nuenen, en los que Vincent usó
fuertes colores terrosos (marrones, ocres, naranjas) a imitación de Millet, de quien se decía que siempre
había representado al trabajador con los mismos colores de la tierra que labraba. Aquí, Van Gogh sustituyó
esa paleta oscura por colores modernos, pero pretendía conseguir el mismo efecto que Millet: impregnar
todo el lienzo del trabajo duro, del sacrificio y del alma bondadosa y humilde del campesino (llamado
Patience Escalier). Así, si en la primera versión lo pintó en los colores ardientes propios del Sol del medio-
día, en esta segunda –sin cambiar mucho la paleta– lo pinta al atardecer: el cielo azul del mediodía es
sustituido por un fiero naranja de puesta de Sol.
Siempre insatisfecho con su trabajo, tenía mejor opinión de este cuadro que de El sembrador. De tal
modo, envió a Bernard un pequeño boceto y describió a su modelo como “un tipo de hombre con azada”,
en alusión al trabajo abrumador y aspecto asalvajado y rudo de la pintura del mismo título de Millet, y
como “un animal salvaje”, refiriéndose a La terre de Zola (1887), donde el escritor describe tipos similares.
FOTO: ALBUM
140 MI
EL SEMBRADOR
(JUNIO 1888)
En Arlés, la pintura de Van Gogh experimentó un el amarillo y el violeta juntos, por ejemplo? Bien,
cambio sustancial debido a que su cromatismo se entonces, ¡hazlo!”.
separó de las pautas modernas de París. En Arlés Según los expertos, “la obra muestra el primer
comienza, libre, a investigar los colores que le intento de Vincent de hacer una contribución ori-
interesan: “Tengo la sensación de que lo que he ginal al arte moderno desde que estudió en París”.
aprendido en París está abandonándome... Y no Y dicha originalidad estriba en la yuxtaposición
me extrañaría que los impresionistas pronto em- violenta de colores fuertes que consigue pintando
pezaran a sacar defectos a mi manera de hacer, la parte superior con predominancia del amarillo
fertilizada más por las ideas de Delacroix que por y la inferior en un violeta complementario. Los
las suyas. Y esto es porque en lugar de reproducir pantalones del sembrador eran blancos para que
exactamente lo que tengo ante mis ojos, empleo el “la vista descanse y apartarla del fuerte contraste
color de una manera más arbitraria a fin de expre- entre el amarillo y el violeta juntos”. Aunque fue
sarme con vigor”, escribe a Theo. fiel a sus principios, no le gustó el cuadro. Hacia el
El sembrador es, en este sentido, una pintura de 24 de junio, realizó varios cambios suavizando el
invención propia. Inspirado en El sembrador de contraste y cambiando el pantalón del sembrador
Jean-François Millet (1850), intentó varias veces a un azul (más verosímil en la ropa de faena). Y en
reproducirlo a la manera del maestro, pero los diciembre lo intentó hacer de nuevo otras cuatro
primeros resultados no le satisficieron. Animado veces más. Aunque el resultado terminara por
por su mejor técnica, probó suerte en Arlés. No las desilusionarle, El sembrador es la primera muestra
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tenía todas de su lado, así que en una carta a su seria de que podía realizar lo que en verdad pre-
hermano, se pregunta retóricamente: “¿Se podría tendía conseguir: un trabajo que fuera moderno
pintar el sembrador en color, haciendo contrastar en virtud del color y no por su forma.
MI 141
RETRATO DE EUGÈNE BOCH
(SEPTIEMBRE 1888)
Mientras que en París pudo realizar algunos retratos había escrito a Theo cuáles eran sus intenciones a
porque sus conocidos le servían como modelos, principios de agosto: “Me gustaría pintar el retrato
en Arlés –sin conocer a nadie durante los primeros de un artista amigo que tenga grandes sueños. (...)
meses– le era en verdad imposible a no ser que Detrás de la cabeza (...) pinto la infinitud, le doy un
diera algo a cambio (el propio retrato o dinero). fondo liso del más rico e intenso azul”. Según se
Como en otras ocasiones (con los campesinos y mi- cree, Van Gogh estaba pensando en Gauguin pero,
neros en sus primeros años), buscó tipos caracterís- en ausencia de su amigo, le pidió al pintor belga
ticos que se ajustaran a sus intereses. Así nacieron Eugène Boch, que vivía cerca (en Fontvieille) y que
retratos como El campesino o El amante (retrato de se parecía a Gauguin, que posara como poeta. El
Paul-Eugène Milliet). fondo, una noche con estrellas mínimas alude a las
El retrato de Boch, denominado también El poeta, grandes aspiraciones del “alma de un poeta”,
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obedece a “un primer boceto de esa pintura con la y el contraste entre el retrato claro y el fondo oscuro
que siempre he soñado, el poeta”, según el pintor fue ideado, según sus palabras, “para expresar los
(le encantaba la obra de Dante). Van Gogh ya le pensamientos del rostro”.
142 MI
EL JARDÍN DEL POETA
(OCTUBRE 1888)
Van Gogh decidió realizar una serie de escenas de una forma realista, como un tema urbano, y
de parque a las que denominó El jardín del poe- tampoco dejaba de lado la cuantía económica a la
ta, para decorar la habitación de invitados de la que podía ascender dicha serie: “Estoy casi seguro
Casa Amarilla. El “poeta” al que se refería era Paul de que podré realizar una serie decorativa que,
Gauguin, que fue a Arlés a trabajar con él. Vin- con el tiempo, tendrá un valor de 10,000 francos
cent deseaba compañía e intimidad, y con estas aproximadamente”.
escenas de parque, concebidas como un gesto de Este cuadro concreto es el tercero de la serie y a
bienvenida a su amigo, pretendía expresar dichos la pareja que pasea la denominó “enamorados”.
sentimientos. “Sugieren intimidad. Manet ha ¿Por qué? “Quizá se pueda caracterizar mejor la
hecho jardines así”, escribió a Theo. Sin embar- pintura como un idilio melancólico, ya que el
go, lo que también tenía en mente era el jardín artista asociaba el jardín del poeta con Boccaccio
renacentista donde Boccaccio y Petrarca –poetas y Monticelli, atribuyéndoles a ambos un tempera-
a los que admiraba– solían verse. Pese a estas mento artístico melancólico”, sugiere el investiga-
elevadas pretensiones, el cuadro está concebido dor Louis van Tilborgh. Se identificaba con ellos.
MI 143
V I NC E N T VA N G O GH
EL VIÑEDO VERDE
(OCTUBRE 1888)
Mediante el color, Van Gogh quería establecer una Gran parte de la fuerza de este lienzo se debe al con-
relación entre los cuadros cuyos colores contras- traste entre el primer plano, con su colorido tan va-
taban. Por eso, este se completó con El viñedo riado, y el cielo, realizado con diferentes matices de
rojo, concluido a principios de noviembre; es más, un solo azul de “pinceladas abocetadas”. Este es un
desde que hizo este último siempre habló de las ejemplo por parte de Vincent de reproducir el último
dos pinturas juntas. Estos lienzos simbolizan el estilo de Monticelli, que se caracterizaba por una
otoño, la vendimia. técnica rápida y violenta de empaste con pinceladas
“¡Si vieras las vides! Hay racimos que pesan un kilo muy sueltas y fluidas, algo que Van Gogh reproduce
por lo menos, este año las uvas son excelentes”, sobre todo en el primer término del lienzo.
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escribió entusiasmado a Theo. Tanto le gustaban que E igual que al pintor francés, no le molestaba que
quiso trabajar el tema en Saint-Rémy, pero no le fue fuera difícil hacerse una idea cabal de lo que se
posible porque la zona carecía de viñedos. estaba viendo.
144 MI
EL PUENTE TRINQUETAILLE
(OCTUBRE 1888)
La segunda semana de octubre fue realmente realizar un dibujo previo en el lienzo como solía
fecunda para Van Gogh: pintó varios cuadros con hacer hasta entonces. Y es obvio que lo domina-
una energía frenética. Entre ellos, diferentes vis- ba: la yuxtaposición de líneas diferentes que se
tas de los puentes ferroviarios que pasaban sobre alejan en la distancia y que atraviesan el lienzo
la avenida Montmajour y hacia Trinquetaille, y La en un zigzag es magnífica. Por otro lado, tampo-
diligencia de Tarascón. En ellos, capta la triste y co pretendía realizar una representación fidedig-
gris atmósfera de Arlés en un día lluvioso. na del enclave: utiliza un objetivo gran angular
Durante sus primeros meses en Arlés, Van Gogh (la distancia focal es menor que la normal).
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siempre usó una cuadrícula de perspectiva, pero Tal como él decía: “Si consiguieras el color exac-
dejó de hacerlo en junio cuando ganó confianza to o el dibujo preciso, entonces no transmitirías
en su técnica. En septiembre también dejó de estas emociones”.
MI 145
V I NC E N T VA N G O GH
EL DORMITORIO
(OCTUBRE 1888)
Van Gogh estaba satisfecho con esta obra (hizo había intentado en Naturaleza muerta con giraso-
una serie de tres, una en octubre de 1888 y dos en les: “Tonos suaves, pero aplicados con una pincela-
septiembre de 1889, más pequeñas): no sólo dedicó da violenta, con impasto denso”. Realizar cuadros
toda una carta a Theo con la descripción del lienzo que golpearan, el mismo deseo que bastante años
(como también hizo con Los comedores de patatas), después tendría Bacon.
sino que –entusiasmado– diseñó un marco antes En los tres lienzos utilizó de forma resuelta las tres
de haber terminado el trabajo. Además, incluyó parejas de colores complementarios (rojo y verde,
bocetos de este en sus cartas a Gauguin. No obs- amarillo y violeta, azul y naranja) junto con negro y
tante, fue hasta su regreso del hospital, a principios blanco (en las dos copias el espejo aparece blanco
de enero, cuando se dio cuenta de su logro. Dijo: para que la vista descanse).
“Ese estudio es, desde luego, uno de los mejores”. La obra desprende un ambiente de bienestar
La fuerza de las tres pinturas reside en la intimidad hogareño, de seguridad (en un principio, pensó en
de la que es capaz de dotar al dormitorio y en la pintar un niño en una cuna y una mujer desnuda
sugerente y armoniosa yuxtaposición de las dife- en la cama, pero lo descartó). Así, la cama –de
rentes zonas o campos de color. Van Gogh comparó madera muy robusta y grande– daba, según él,
este lienzo con Romans Parisiens (1887) y afirmó “una sensación de solidez, de permanencia, de
que su estilo había ganado en fuerza y dinamismo: tranquilidad”. Todo lo que él había ansiado en-
“Creo que la ejecución es más enérgica y sencilla. contrar en la Casa Amarilla. Los colores, le escribió
Sin punteado, sin sombreado, nada, simplemente al respecto asimismo a Theo, “sugieren descanso y
colores suaves en armonía”. sueño en general. En todo caso, la mente... o más
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Su deseo era realizar la misma combinación de bien la imaginación, debería descansar al contem-
un efecto decorativo con la pincelada fluida que ya plar la pintura (...)”.
146 MI
LA ARLESIANA
(NOVIEMBRE 1888)
“Por fin tengo una mujer arlesiana”, proclamó colorido, y por su aire inmutable. Creía que su
Vincent en noviembre de 1888 cuando realizó la belleza se ocultaba bajo su indumentaria: “No estoy
primera versión de este retrato de madame diciendo que no tengan una bella figura, sino que
Ginoux (hizo varios). Hasta ese momento no había ese no es su encanto local. Su encanto reside en los
logrado convencer a ninguna mujer de la localidad magníficos cortes del traje (...), en el tono de la piel
para que posara, pero una vez con Gauguin allí más que en la figura”. En su obra intentó transmitir
–más sociable este– lo consiguió. La protagonista ese encanto local. La mujer aparece misteriosa, sin
es madame Ginoux, de 40 años, esposa del pro- mirar al espectador, ensimismada en los ensueños
pietario del restaurante donde comía a diario y a que le provocan las novelas francesas que tiene
quien Gauguin también retrató. delante, tratada de forma monumental, arcana
A Van Gogh le fascinaban las arlesianas por como una esfinge, en un encuentro feliz entre la
sus trajes tradicionales tan pintorescos, de gran antigüedad y la modernidad.
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LA BERCEUSE
(ENERO-MARZO 1889)
También nos hallamos aquí ante la segunda ver- nada más “existíamos mi madre y yo”. Esta obra
sión de un retrato (pintaría un total de cinco, estaba concebida como un políptico: el centro se-
separados entre sí por la enfermedad). Esta vez ría La Berceuse, una imagen consoladora para to-
de madame Roulin, esposa de su amigo cartero. dos, y estaría flanqueada por cuadros de girasoles.
En todos estos cuadros deseaba evocar el calor de Quería “hacer una pintura tal que los marineros –
una madre que mece y acoge, un tema que ha de que son niños y mártires a la vez–, cuando la vie-
relacionarse con sus recuerdos de Brabante y con ran en el camarote de los pesqueros con destino a
el historiador Michelet (recordemos que en sus Islandia, sintieran una emoción que les recordara
primeros lienzos de tejedores, estos se alentaban a sus primeras nanas [arrullos]”. Insatisfecho con el
sí mismos cantando). Vincent anhelaba seguridad resultado, escribió luego: “Si he cantado una nana
y en sus ataques tuvo visiones de la casa donde en color o no, dejaré que los críticos lo decidan (...)
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nació, en Groot-Zundert. De hecho, escribió por es un intento de pintar una breve melodía con los
entonces que aún albergaba recuerdos de cuando colores que se encuentran aquí”.
148 MI
TRIGAL CON MONTAÑAS AL FONDO
(JUNIO 1889)
Van Gogh se trasladó a Saint-Rémy a principios de Vincent asociaba la vista desde su ventana con los
mayo de 1889 y durante las primeras semanas no maestros holandeses del siglo XVII y se inspiró en
le permitían montar su caballete fuera del sana- ellos para realizar varios elementos compositivos del
torio. Él ansiaba explorar la zona. “En lugar de la cuadro (las formaciones de nubes recuerdan a Van
naturaleza, es el sentido de mi trabajo lo que me Goyen y Ruysdael), en el que organiza el espacio
mantiene vivo”, escribió en su deseo de regresar a mediante bandas más o menos horizontales. Descri-
sostener un pincel. No obstante, podía ver desde bió la escena como “un trigal devastado y totalmente
la ventana de su habitación los campos cercanos. aplastado por una tormenta (...) un paisaje de ab-
Este lienzo, donde el trigal –que se ondula como soluta sencillez, incluso en lo que al color se refiere”.
un mar picado– es el protagonista junto con un Van Gogh consideró que este cuadro estaba en la
monumental cielo lleno de nubes que parece res- línea de lo realizado en El dormitorio, y cuando lo
ponderle en su violencia, es fruto de ello. envió a su hermano lo calificó de “casi bueno”.
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MI 149
V I NC E N T VA N G O GH
150 MI
CIPRÉS CONTRA
EL CIELO ESTRELLADO
(MAYO 1890)
Durante sus últimas semanas en Saint-Rémy, Van Gogh pintó este paisaje dominado por un siniestro
ciprés contra un cielo nocturno con una estrella y una débil luna, una diligencia y dos labriegos pasean-
do. El efecto es bastante dramático si se relaciona la pequeñez de las figuras humanas con la inmensidad
de la naturaleza, subordinadas por completo a la composición del paisaje. Se trata de una variación de La
noche estrellada y lo describió a Gauguin en una carta: “Un ciprés con una estrella –un último intento–,
un cielo nocturno con una luna que no emite luz, apenas una fina luna creciente que surge de la oscura
sombra de la tierra, una estrella exageradamente brillante, si se quiere, con un brillo verde y rosa en el
cielo ultramarino, cubierto por las nubes (...)”. Su extensa descripción concluye “muy romántico, si se
desea, pero también muy provenzal, creo yo”.
En este lienzo, en lugar de seguir la técnica de los bodegones de flores que por entonces pintaba, regresó
a la de La noche estrellada para ahondar en la cuestión de armonizar estilo y tema.
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El vibrante efecto de la pincelada y las líneas fragmentadas remite a Seurat en parte, a quien tanto admiró
por su “revelación de color”. Aunque este paisaje encaja en su plan de realizar una serie de obras del Midi,
también recuerda a los paisajes de su norte natal, aunque tratados con colores vivos.
MI 151
V I NC E N T VA N G O GH
EL SEGADOR
(JUNIO 1889)
El motivo o figura del segador, del pan, ¿no somos nosotros de las colinas violeta”, ya que
que representó varias veces a lo mismos trigo (...) para ser segados deseaba expresar el calor extre-
largo de su vida y a la que con- cuando estamos maduros como lo mo y el trabajo abrumador. Por
fería connotaciones místicas, es el trigo?”. Además, en la figura otro lado, lo describió a Bernard
inquietó siempre a Van Gogh. del segador veía una representa- como “un ataque a este demo-
“Yo, que no tengo esposa ni hijos, ción de la muerte: “Entonces vi níaco problema del amarillo”, y
necesito ver los campos de trigo y en ese segador (...) la imagen de la solución le gustó, pues luego
me sería difícil sobrevivir mucho la muerte, en el sentido de que la aseguró que era “el lienzo más
tiempo en una ciudad”, confesó a humanidad era el trigo que esta- claro que he hecho nunca”. En
su hermana Willemien, para des- ba segando”. julio padeció otro ataque que lo
pués escribir: “¿Qué puede hacer A finales de junio de 1889 postró durante semanas.
una persona cuando piensa en realizó esta obra, que descri- Una vez recuperado, no fue
todo lo que no puede compren- bió de este modo: “El lienzo es hasta septiembre cuando pudo
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der, sino mirar a los campos de completamente amarillo, ex- ponerse a trabajar sobre este
trigo? (...) Nosotros, que vivimos cepto el muro y la nota de fondo mismo motivo.
152 MI
RETRATO DEL DOCTOR GACHET
(JUNIO 1890)
Mientras estuvo en Auvers, Van Gogh seguía de- El doctor estaba entusiasmado con su retrato y con
pendiendo económicamente de su hermano, algo La Arlesiana. De hecho, hay similitudes entre am-
que le angustiaba más que nunca, ya que Theo bos: la estilización decorativa basada en amplios
tenía mujer e hijo ya entonces. Por eso hizo bas- planos de colores, estar sentados a una mesa y la
tantes retratos, pues los consideraba uno de los actitud melancólica (además, en la otra versión,
géneros más vendibles. Al enfrentarse a ellos no aparecen también libros amarillos). En ambos
sólo tenía en cuenta el aspecto económico, tam- retratos del doctor, que recuerdan el sintetismo de
bién deseaba pintar retratos que “dentro de 100 Gauguin, Van Gogh no buscaba un parecido real,
años aún sorprendan a la gente como si fueran sino reflejar un sentimiento. En concreto, con el
apariciones”. Su primer modelo en Auvers fue médico, deseaba captar “la apenada expresión de
el doctor Gachet (un homeópata excéntrico que nuestra época”, algo que por otra parte también
amaba el arte y la cultura), e hizo dos versiones. lo relaciona con la melancólica Arlesiana.
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MI 153
V I NC E N T VA N G O GH
CAMPO DE TRIGO
BAJO EL CIELO TORMENTOSO
(JULIO 1890)
En la última carta que Vincent envió a Theo inclu- inmensidad. Uno de ellos pertenece a este lienzo
yó dos pequeños bocetos de vistas panorámicas que, junto con Campos de trigo con cuervos, con
“que muestran vastos campos de trigo después sus cielos turbulentos y tono sombrío, se ha in-
de la lluvia” que remiten a Georges Michel en su terpretado como un presagio de la proximidad de
154 MI
su muerte. Y en cierto sentido, se comprende, ya
que sus últimas cartas eran tristes. Muy enfáticos,
realizados directamente, con vigor y audacia, no “[Tengo una] serenidad casi
sintió reparo en escribir a su hermano que en estos
cuadros quería “intentar expresar soledad y tris- demasiado grande, el estado
teza extremas”. No obstante, también expone que
se encuentra con una “serenidad casi demasiado
de ánimo adecuado para
grande, el estado de ánimo adecuado para pintar pintar esto”.
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MI 155
V I NC E N T VA N G O GH
nudo a la iglesia, traduce pasajes de la Biblia a diferentes idiomas y Otoño: viaja a Ámsterdam con la intención de casarse con Kee, pero
también dibuja. Mayo: convence a su padre de su vocación religiosa. ella ni lo recibe. Delante de sus padres, para demostrar su amor, pone
156 MI
la mano sobre la llama de una lámpara. “Quiero esforzarme en hacer seis cuadros muy decorativos para el comedor del orfebre Hermans
brotar un sentimiento nuevo, que no haga desaparecer al antiguo pero en Eindhoven. Octubre: Van Rappard va a Nuenen a verlo. Octubre-
que tenga tanto derecho como él a la existencia. Fue entonces cuando noviembre: da clases de pintura a algunos aficionados de Eindhoven.
comencé –con pesadez y torpeza al principio, pero con la decisión Realizan paseos y visitas a museos juntos. Diciembre: pasa el invierno
suficiente para llegar a las palabras–: ‘K., yo te amo como a mí mismo’, ocupado en estudios de retratos, mientras que hasta entonces los
y fue entonces cuando ella me dijo: ‘Jamás, no, jamás. Jamás, no, más importantes habían sido los campesinos y tejedores trabajando o
jamás...’. ¿Qué se le puede oponer? Amar más aún. Todavía no puedo paisajes.
decir quién triunfará. Dios lo sabe; yo solamente sé esta única cosa: 1885 El 25 de marzo muere su padre de apoplejía: Vincent se sien-
que mejor me hubiera apegado a mi fe. (...) e resigna aquel que puede te muy afectado. Tras una pelea con su hermana Anna, se va a su
resignarse; pero si podéis creer, ¡entonces creed! (...) El que ama vive, estudio. Abril-mayo: pinta Los comedores de patatas, la obra principal
el que vive trabaja, el que trabaja tiene pan”, escribió a Theo el 7 de de su periodo holandés. Envía una litografía sobre ella a Van Rappard.
septiembre de este mismo año. Noviembre-diciembre: visita a Mauve Septiembre: el párroco católico prohíbe a los lugareños que posen para
en La Haya. Pinta allí su primera naturaleza muerta al óleo y algunas Vincent (una campesina joven a la que había pintado queda embara-
acuarelas. La relación con sus padres empeora, dado que aún insiste en zada y se sospecha de él). Pinta naturalezas muertas con papas y nidos
su relación con Kee y defiende ideas religiosas extremistas. En Navidad de pájaro. Octubre: se va a Ámsterdam con Kerssemakers, su amigo
se pelea con su padre y rechaza su ayuda económica. Abandona Etten. de Eindhoven, y visitan el Rijksmuseum. Rembrandt y Hals le impre-
1882, enero: se traslada a La Haya para vivir cerca de Mauve, que sionan. Noviembre: a finales de mes se traslada a Amberes, donde
le da clases de pintura y le presta dinero. Theo le envía entre 100 y se queda hasta 1886. Intenta entablar relaciones con otros artistas y
200 florines al mes. Su relación con Mauve se enfría, pues Vincent se quiere vender cuadros. Visita los museos y es sobre todo Rubens quien
niega a trabajar con modelos de yeso. Conoce a Clasina María Hoor- le impresiona. Mientras pasea por la ciudad, encuentra xilografías
nik, llamada Sien, una mujer embarazada y alcohólica que ejerce japonesas y las compra.
la prostitución y se hace modelo de Vincent, quien la cuida. Marzo: 1886, enero: se inscribe en la escuela de Bellas Artes, asistiendo a cur-
rompe con Mauve, aunque lo sigue admirando. Las relaciones con los sos de pintura y dibujo. Tiene problemas debido a su postura negativa
pintores de su entorno también son difíciles, sólo Weissenbruch aprecia frente a los sistemas didácticos academicistas. A pesar de ello, participa
sus obras. Dibuja mucho copiando la naturaleza y sus modelos (excepto en los exámenes de admisión para las clases superiores. Febrero: cae
a Sien): los encuentra en los barrios marginales. Su tío Cornelius le hace enfermo durante un mes debido a malnutrición, agotamiento físico y
un pedido de 20 dibujos a pluma sobre la ciudad: es el único encargo abuso del tabaco. A finales de mes se muda a París para tomar clases
que recibe en su vida. Junio: se cura de una gonorrea en el hospital con Cormon. Marzo: a su llegada a París se cita con Theo en el Louvre.
municipal. Recibe visitas de su padre y de Tersteeg. Le apremian a dejar Este, que dirige para Goupil una pequeña galería en el Boulevard de
a Sien, pero quiere casarse con ella. Para el parto, la lleva a Leiden, Montmartre, lo aloja en su casa. Entretanto, la Academia de Ambe-
donde busca una casa para su futura familia. Verano: estudia a fondo res rechaza sus trabajos y lo pasa otra vez al curso de principiantes.
los problemas de color como prepararación a la pintura al óleo. Theo Abril-mayo: estudia con Cormon y en su estudio conoce a Russel y
le da dinero para el material necesario. Pinta sobre todo paisajes. Su Toulouse-Lautrec. En este ambiente su escala cromática se vuelve más
padre acepta el puesto de pastor en Nuenen. Otoño: permanece en clara, algo que se percibe en sus naturalezas muertas y flores. Mayo: su
La Haya hasta el verano de 1883. Pinta paisajes y dibuja del natural. madre se va de Nuenen. Los cuadros que había dejado los compra un
Los internos del asilo de ancianos y Sien con el recién nacido son sus trapero que los vende a 10 céntimos por pieza y se queda los que nadie
modelos. Conoce al pintor Weele, con quien durante la primavera, compra. Junio: se va a vivir con Theo a la Rue Lepic, en Montmartre,
pinta por las dunas. Se interesa por la litografía. donde instala su estudio. Pinta vistas de París al estilo de los puntillis-
1883, septiembre-noviembre: tras vivir un año con Sien, toma –de tas. Invierno: se hace amigo de Gauguin, que va a París desde Pont-
común acuerdo con Theo– la dolorosa decisión de separarse de ella. Se Aven. Debido al carácter difícil de Vincent, la relación con Theo, quien
marcha solo a la provincia de Drente, al norte. Va a Nueva Ámsterdam, sufre una crisis nerviosa, es cada vez más tirante. Vincent escribe a su
por donde hace largas caminatas. El paisaje, de oscuros campos de hermana diciendo que la convivencia es “casi inaguantable”.
turba, le causa una honda impresión, como antes les había ocurrido
a Mauve, Van Rappard, Weele y Liebermann. Pinta a los campesinos
de los alrededores. Diciembre: se va a Nuenen a vivir con sus padres.
Se queda hasta 1885. Durante estos dos años pinta unos 200 cuadros,
caracterizados por su tonalidad oscura y terrosa. Además de a Zola, lee
textos de Delacroix y de Frometin sobre teoría del arte. Está conven-
cido de la estrecha relación entre el color y la música (Wagner). Toma
lecciones de canto y piano. Sus padres, pasando por alto su vestimenta
y comportamiento excéntricos, quieren ayudarle y lo dejan instalar su
estudio en un edificio anexo a la casa parroquial.
1884, enero: su madre se rompe una pierna, por lo que debe guardar
reposo. Vincent la cuida con afecto. Mayo: cambia su estudio a la casa
FOTOS: ALBUM
MI 157
1887, primavera: en la tienda de material de pintura de père Tanguy
conoce a Bernard. Ambos trabajan juntos pintando a orillas del Sena
en Asnières. Discute con Bernard y Gauguin, ya que se niega a consi-
derar el impresionismo como la cúspide del desarrollo de la pintura. En
la Galería Bing compra xilografías japonesas. Va a menudo al Café du
Tamborin en el Boulevard de Clichy, donde sostiene una corta relación
con la propietaria, Agostina Segatori, que fue modelo de Corot y Degas.
Expone allí junto a Bernard, Gauguin y Toulouse-Lautrec, decorando
las paredes con xilografías japonesas. Este grupo se hace conocido
como Peintres du Petit Boulevard, para así diferenciarse de los Peintres FOTOGRAFÍA de la plaza de Rennes en el París del siglo XIX. A la izquierda se
puede observar la entrada a la estación de Montparnasse, una de las más
du Grand Boulevard (Monet, Sisley, Pissarro, Degas, Seurat), quienes importantes en toda la ciudad.
exponen en la galería de Theo. Verano: pinta varios cuadros con la
técnica del puntillismo. pasa la noche en un hotel. Aquella noche Vincent tiene un ataque de
1888, febrero: abandona París, donde en dos años ha pintado más enajenación mental y se corta la parte inferior de la oreja izquierda. La
de 200 cuadros, para irse a Arlés. La clara luz meridional y los colores envuelve en un papel de periódico y la lleva al burdel para regalársela
cálidos le atraen; es probable que Toulouse-Lautrec influyera en esta a la prostituta Rachel. La policía lo encuentra por la mañana herido
decisión. Marzo: sueña con crear una comunidad de artistas, con cuya en su cama y lo lleva al hospital. Gauguin se marcha a París e informa
convivencia se solucionarían todas las necesidades materiales. Pinta a Theo sobre el estado de su hermano. Este sale de inmediato para
muchos cuadros con flores y árboles en flor inspirados en los paisajes Arlés. Se supone que su enfermedad la han originado la epilepsia, el
japoneses. Al enterarse de la muerte de Mauve, le dedica un cuadro: alcoholismo y la esquizofrenia.
Durazno en flor (recuerdo de Mauve). En el Salon des Artistes Indépen- 1889, enero: Vincent escribe a su hermano desde el hospital para
dants se exponen tres de sus cuadros. Mayo: alquila por 15 francos al decirle que ya está mejor, añade incluso unas palabras cordiales para
mes cuatro habitaciones que forman el ala derecha de la Casa Amarilla Gauguin. El 2 de enero escribe: “Mi querido Theo: A fin de tranqui-
en la Place Lamartine. Allí quiere materializar su sueño de la comuni- lizarte por completo a mi respecto, te escribo estas breves frases en
dad de artistas, pero como la vivienda aún no está acabada, duerme el gabinete interno del señor Rey, a quien ya conoces. Me quedaré
mientras tanto en el Café de l’Alcazar, que está enfrente, y come en todavía algunos días aquí, en el hospital; después, espero volver
el café de la estación de madame Giroux. Pinta el famoso Puente de muy tranquilamente a mi casa. Ahora te ruego una sola cosa, que no
Langlois. Junio: después de una excursión a Saintes-Maries-de- te inquietes; porque entonces me provocarías una inquietud más.
la-Mer realiza cuadros con barcas de pesca. Conoce al subteniente Hablemos ahora de nuestro amigo Gauguin: ¿lo he asustado? En fin,
de infantería Milliet, a quien da clases ¿por qué no da señales de vida? Debe de
de dibujo y le acompaña en sus paseos. haberse ido contigo. Él tenía, por otra
Julio: en las muchas excursiones que hace parte, necesidad de volver a ver París
a Montmajor en Arlés, pinta numerosos y en París se sentirá más a gusto que
paisajes. Estimulado por la lectura del libro aquí. Dile a Gauguin que me escriba
de Loti, Madame Chrysanthème, realiza el y que pienso siempre en él. Un buen
retrato La Mousmé en una silla de mimbre. apretón de manos; he releído tu carta en
Agosto: entabla amistad con el cartero lo concerniente a tu encuentro con los
rural Joseph Roulin, de quien hace un Bonger. Está bien. En cuanto a mí, estoy
retrato. Por medio de Milliet, envía a Theo contento de seguir tal como soy. Todavía
35 cuadros. Pinta una serie de girasoles. una vez más, un buen apretón de manos
Septiembre: pinta con mucha frecuencia para ti y Gauguin”. El día 7 vuelve a
al aire libre, para lo cual coloca velas en la Casa Amarilla; escribe a su madre y
el ala de su sombrero y en el caballete. hermana cartas tranquilizadoras, a pesar
Conoce al poeta y pintor belga Boch y se de que sufre insomnio. “Combato este
hacen amigos. Vincent se va a vivir a la insomnio con una dosis muy fuerte de
Casa Amarilla. Octubre: Gauguin llega a alcanfor en mi almohada y mi colchón”,
Arlés, después de que Vincent se lo hubiera escribe a Theo. Pinta dos autorretratos
pedido varias veces. Viven y trabajan con la oreja vendada. Febrero: debido al
juntos. Diciembre: visita con Gauguin el insomnio y a diversas alucinaciones, tiene
Museo de Montpellier, donde ven la obra que volver de vez en cuando al hospital,
de Courbet Bonjour, Monsieur Courbet, que pintando entre idas y venidas en la Casa
más tarde inspiraría un cuadro a Gauguin. Amarilla. Marzo: algunos ciudadanos de
Comienzan las discusiones, lo que Vincent Arlés logran, a través de una solicitud,
llama “tensión exagerada”. Tras dos meses VISTA EXTERIOR de la Galería Goupil en la
que sea internado otra vez en el hospital.
FOTOS: ALBUM
de convivencia, sus relaciones empeoran. plaza de la Ópera de París (siglo XIX), de la Abril: recibe la visita de Signac, con quien
El 23 de diciembre, según el relato de Gau- cual Van Gogh fue socio hasta 1876. puede volver a su casa, la cual mientras
guin, Vincent le ataca con una navaja de tanto había sido cerrada por la policía.
afeitar, Gauguin sale corriendo de la casa y Theo se casa con Johanna Bogner, la
158 MI
RECONSTRUCCIÓN de la habitación de Van Gogh en
TUMBAS DE Vincent y Théodore el hospital para enfermos mentales de Saint Paul
van Gogh, en Auvers-sur-Oise. de Mausole, en Saint Rémy de Provence.
hermana de un amigo. Vincent vuelve a pintar y envía a Theo dos para la exposición de Les XX. Diciembre: manda a Theo tres paquetes
cajas con obras maestras. Mayo: a pesar de encontrarse mejor, entra a de cuadros y sufre otro ataque: intenta comerse la pintura de los tubos.
petición propia en el asilo para alienados mentales de Saint-Paul-de- 1890, enero: expone en Bruselas. Toulouse-Lautrec desafía a duelo a
Mausole, en Saint-Rémy-de-Provence. Theo le paga dos habitaciones; un pintor que critica los cuadros de Van Gogh. Primera crítica entusiasta
una de ellas, con vistas al jardín, será su estudio. Bajo la custodia por el crítico Albert Aurier en el Mercure de France. Escribe a Theo para
del enfermero Poulet puede pintar al aire libre. Sobre todo realiza decirle que nunca se había sentido tan calmado. En este sentido,
paisajes. Este mes, y al respecto, escribe a Theo: “Quisiera decirte que agrega: “El artículo de Aurier me dio ánimos; si me atreviera a dejarme
creo que hice bien al venir aquí; primero, al ver la realidad de la vida llevar, a arriesgar más, a salir de la realidad y hacer con el color como
de los locos o tocados en esta casa de fieras, pierdo el vago temor, el una música de tonos, como los cuadros de Monticelli... Pero me es tan
miedo a la cosa. Y poco a poco puedo llegar a considerar la locura como querida la verdad, el buscar hacer lo verdadero, también; en fin, creo
cualquier otra enfermedad (...). Por lo que sé, el médico de aquí está que prefiero seguir siendo zapatero a ser músico con los colores”.
inclinado a pensar en lo que he tenido como un ataque de naturaleza El día 31 nace el hijo de Theo, bautizado como Vincent Willem. Febrero:
epiléptica (...). La idea del deber de trabajar me vuelve a menudo y como su tío y padrino, dedica a su sobrino el cuadro Rama de almen-
creo que todas mis facultades para el trabajo me volverán bastante dro. Theo le comunica que Anne Boch, de Bruselas, ha comprado su
pronto. Sólo ocurre que el trabajo me absorbe con frecuencia, de tal tela La viña roja por 400 francos. Poco después sufre, de nuevo, un
modo que creo que me quedaré siempre abstraído e incapaz también ataque que le obliga a reposar más de un mes. En el Salon des Artistes
de saber desenvolverme para el resto de mi vida”. Junio: a finales de Independants expone 10 cuadros. Mayo: pasada su última crisis y más
mes pinta cipreses. “Dos estudios de cipreses de este difícil matiz verde o menos recuperado, visita a Theo y su familia en París. A su regreso se
botella; he trabajado en ellos los primeros planos con empastamiento establece cerca de París, en Auvers-sur-Oise. Primero vive en la posada
de blanco de albayalde, lo que da firmeza a los terrenos (...). He releí- Saint-Aubin, y después se muda al café del matrimonio Ravoux. Theo
do con mucho gusto Zadig o el destino, de Voltaire. Es como Cándido. le ha escogido este pueblo porque allí vive el doctor Gachet, pintor
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Ahí la fuerza del autor hace entrever que queda una posibilidad de aficionado y amigo de los impresionistas que quiere cuidar de Vincent.
que la vida tenga sentido”. Julio: tras un viaje a Arlés, mientras pinta Pronto se hacen amigos. En Auvers crea más de 80 obras. Junio: pasa
en el campo, sufre un ataque y permanece largo tiempo sin sentido; un fin de semana con la familia de su hermano en la casa de Gachet.
su memoria se debilita. Agosto-noviembre: vuelve a pintar, pero de Pinta La iglesia de Auvers. Julio: va a París a ver a Theo y se encuentra
forma interrumpida. Copia temas de Millet y Delacroix. Escribe a Theo también con Toulouse-Lautrec. Vuelve pronto a Auvers, pues Theo se
para decirle que querría volver al norte. Envía a Bruselas seis cuadros siente abrumado por asuntos laborales y su hijo está enfermo. Realiza
varios cuadros con campos bajo un cielo tormentoso. El día 23 le escribe
su última carta. El día 27, por la tarde, sale a pintar, vuelve al anochecer
y se encierra en su habitación. El matrimonio Ravoux se da cuenta de
EN LA IMAGEN aparecen, a la derecha, Émile que sufre dolores terribles. Vincent confiesa que se acaba de disparar
Bernard (de frente) y Van Gogh, sentados
manteniendo una conversación a orillas del
una bala en el pecho. Gachet le pone una venda e informa a Theo.
Sena en Asnières, en torno a 1886. Pasa el día 29 sentado en la cama y fumando en pipa. Fallece por la
noche y, al día siguiente, es enterrado en el cementerio de Auvers.
Además de Theo y Gachet, acuden al sepelio algunos amigos de París,
entre ellos Bernard y el bueno de père Tanguy. Al conocer la noticia,
Gauguin escribe a Theo: “Acabamos de recibir la triste noticia que nos
aflige. Ante esta circunstancia no quiero escribirle frases de condo-
lencias. Sabe que para mí era un amigo sincero y que era un artista,
cosa rara en nuestra época. Seguirá viéndolo en sus obras. Como decía
Vincent a menudo: ‘La piedra perecerá, la palabra quedará’. Y yo lo
veré con los ojos y con el corazón en sus obras”.
1891 Después de la muerte de Vincent, la enfermedad de Theo empeo-
ra, causándole la muere el 27 de enero en Utrecht. Para 1914, su viuda,
Johanna, solicita la exhumación de las cenizas para poder trasladarlas
hasta Auvers... justo a un lado de la tumba de Vincent van Gogh.
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FOTOS: ASC
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