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Exposición: Biofísica de la visión.

- Mecanismo de la visión: Chasty.


La visión es un fenómeno complicado que se produce en la corteza cerebral, donde se
reconocen e interpretan las imágenes que llegan desde el ojo, o receptor de la
información. Es decir, los estímulos luminosos recogidos por el ojo van al cerebro
donde se transforman en sensaciones visuales.
Este es un mecanismo sensible y complejo en el que podemos diferenciar varias fases:
La percepción de la imagen. Es el momento cuando se capta una imagen y se enfoca.
En este instante la luz entra en el ojo atravesando la córnea, el humor acuoso y el
humor vítreo.
La transformación de la imagen. Lo observado llega a la retina y se activan las células
sensoriales que transforman la luz en impulsos nerviosos.
La transmisión de la imagen. Estos impulsos nerviosos inician su trayectoria hasta
llegar al cerebro, concretamente a la corteza cerebral, a través del nervio óptico.
La interpretación de la imagen. La corteza cerebral procesa e interpretar los impulsos
nerviosos que recibe, convirtiéndolos en imágenes con un sentido para nosotros.
Vemos que la estructura y función de los ojos son complejas. Cada ojo ajusta
constantemente la cantidad de luz que deja entrar, enfoca los objetos cercanos y
lejanos, y genera en todo momento imágenes que se transmiten al cerebro de forma
instantánea.
Anatomía ocular
El ojo es el órgano de la visión, es un órgano par, localizado en la cavidad orbitaria
junto con sus anexos en una relación anatómica compleja. De una forma casi esférica
se distinguen en él un polo anterior, uno posterior, el ecuador y dos hemisferios
(anterior y posterior). El ojo pesa 7 a 7,5 gr.
Conformado por tres capas:1.- Córnea-esclerótica, que es la capa más resistente, 2.-
La Úvea, que está compuesta por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides que es de
naturaleza vascular y 3.- La Retina, capa neurosensorial encargada de recibir los
estímulos luminosos y llevarlos a través del nervio óptico para ser traducidos en
imágenes en el cerebro.
Además, encontramos en el contenido ocular al humor acuoso y al humor vítreo. El
primero ocupa la cámara anterior y posterior, delimitadas la primera por la cara
posterior de la córnea y cara anterior del iris; y la segunda por la cara posterior del iris
y la cara anterior del cristalino. Posterior al cristalino se encuentra el humor vítreo, un
gel transparente que le da volumen al globo ocular.
Los anexos del ojo están constituidos por los párpados, cejas, conjuntiva, músculos
extraoculares, glándulas y vías lagrimales.
1. ÓRBITA
Las órbitas son dos cavidades óseas entre el cráneo y la cara con forma de pirámides
cuadrangulares truncadas con base anterior, cuyo eje se dirige oblicuamente de
adelante hacia atrás y de afuera hacia dentro. La base de la órbita tiene 40 mm en eje
horizontal y 36 mm en el vertical. Tiene un volumen promedio de 30 ml. En el
reborde orbitario superior se encuentra la escotadura supraorbitaria; en el inferior el
agujero infraorbitario y por arriba y adentro la fosita troclear para la polea del músculo
oblicuo superior
En el borde superoexterno se encuentra la fosita lagrimal. La pared inferior de la
órbita descansa sobre el seno maxilar. La pared interna posee una porción muy
delgada, la lámina papirácea que está en íntima relación con el seno etmoidal, vía de
entrada de gran parte de infecciones orbitarias. En el Vértice se encuentra insertado el
anillo de Zinn y tres agujeros: El agujero óptico, la hendidura esfenoidal y el agujero
redondo mayor. Por el agujero óptico atraviesan el nervio óptico y la arteria oftálmica;
por la hendidura esfenoidal los nervios craneales III, IV, V y VI y las venas oftálmicas
y por el agujero redondo mayor en nervio maxilar superior o V2. La hendidura
esfenoidal se extiende al seno cavernoso
2. SISTEMA LAGRIMAL
El sistema lagrimal está compuesto por las glándulas y vías lagrimales. La glándula
lagrimal principal tiene dos porciones: orbitaria y palpebral situadas en el ángulo
superoexterno de la órbita en la fosita lagrimal. La glándula orbitaria o principal tiene
aspecto lobulado y mide aproximadamente 20 x 16 x 2 mm. Por su cara inferior
ingresan la vena, la arteria y el nervio lagrimal. La vena lagrimal se comunica con la
vena oftálmica superior y ésta a su vez con el seno cavernoso.
La glándula lagrimal desemboca en el fondo de saco conjuntival superior a través de
10 a 12 conductillos. Las glándulas accesorias se encuentran en la conjuntiva.
La vía lagrimal está compuesta por:
1. Puntos lagrimales: superior e inferior con un diámetro de 0,3 a 0,5 mm
2. Canalículos lagrimales con una longitud de 8 mm y un diámetro de 0,3 mm
3. Canalículo común o canal de unión con un diámetro de 1 mm
4. Saco lagrimal: Diámetro de 4 mm
5. Canal lacrimonasal de 12 mm de longitud
6. Meato inferior
3. CÓRNEA
Parte de la túnica fibrosa del ojo, es la que conforma la porción anterior. Es un
casquete de esfera transparente debido al arreglo uniforme de sus lamelas de colágeno.
Mide aproximadamente 12,5 a 11,5 mm de diámetro, con un espesor central de 0,52
mm que periféricamente aumenta a 0,65 mm. El tercio central se denomina zona
óptica, el cual es casi esférico con un radio de curvatura promedio de 43 dioptrias, lo
que representa el 70% del poder refractivo del ojo.
Histológicamente presenta cinco capas:
1. Epitelio
2. Capa de Bowman
3. Estroma
4. Membrana de Descemet
5. Endotelio
Además, cuenta con la película lagrimal que tiene un espesor de 7 m y consta de tres
capas:
Capa lipídica. - secretada por las glándulas de Meibomio. Retrasan la evaporación.
Capa acuosa. - secretada por las glándulas lagrimales: O2 y nutrición.
Capa mucinosa. - Células caliciformes conjuntivales: sustento a la película lagrimal.
El epitelio es estratificado, escamoso, no queratinizado y no secretor, con un espesor
de 5 a 7 células. Consiste en células basales cilíndricas unidas a su membrana basal,
células intermedias y células superficiales alargadas con núcleos aplanados.
La capa de Bowman es una condensación acelular del estroma superficial. El estroma
forma más del 90% del espesor de la córnea. La membrana de Descemet que consiste
en colágeno de tipo IV, es secretada por el endotelio y por último el endotelio consiste
en una monocapa de células hexagonales, que puede evaluarse mediante microscopía
especular.
4. ESCLERÓTICA
Está formada por colágeno y fibras elásticas, es la capa protectora del ojo. La
epiesclerótica consta de tejido conjuntivo, pero a diferencia de la esclerótica está
vascularizada y es responsable en parte de la nutrición de la esclerótica, además de
proporcionar la respuesta celular a la inflamación.
El espesor de la esclerótica varía desde 0,3 mm inmediatamente por detrás de la
inserción de los músculos rectos, hasta 1-1,35 mm en el polo posterior.
Por delante, en el limbo el espesor es de 0,6mm y en el ecuador varía entre 0,4 y 0,6
mm.
La esclerótica está cubierta por la Cápsula de Tenon. Se trata de una estructura
fibroelástica que actúa como una membrana sinovial, para el movimiento suave del
ojo.
El limbo es aquella área donde la córnea, la esclerótica y la conjuntiva están
sobrepuestas. Aquí la esclerótica se sobrepone sobre la córnea en su margen de unión.
Por lo tanto, el limbo no es una línea sino una zona angosta que rodea la córnea. Para
todo propósito, se puede considerar como una faja de l,5 mm de ancho.
El epitelio estratificado de la córnea se confunde con el de la conjuntiva.
5. CONJUNTIVA
La conjuntiva es la mucosa transparente que cubre las superficies internas de los
párpados, forma el fórnix o fondo de saco y se refleja sobre la esclerótica anterior
antes de finalizar en el limbo, donde continúa con el epitelio corneal (Porción bulbar).
La inervación procede fundamentalmente de la rama oftálmica del trigémino, pero una
porción variable de la conjuntiva inferior está inervada por ramas de la división
maxilar.
La conjuntiva palpebral inferior es más gruesa que la conjuntiva bulbar y está muy
vascularizada. El fórnix inferior tiene escasos vasos sanguíneos, pero una mayor
cantidad de tejido linfoide y glándulas secretoras de moco.
La anatomía microscópica de la conjuntiva muestra que está formada por epitelio
escamoso no queratinizado. La conjuntiva contiene numerosas células caliciformes
(secretoras de moco) especialmente en los fórnices y las glándulas accesorias
(lagrimales) de Krause y de Wolfring.
6. MÚSCULOS EXTRAOCULARES
Los músculos extraoculares son seis. Recto interno o medio, recto externo o lateral,
recto superior, recto inferior, oblicuo superior o mayor y oblicuo inferior o menor.
Cinco de ellos tienen origen en el vértice de la órbita (los músculos rectos y el
músculo oblicuo superior), mientras sólo uno, el músculo oblicuo inferior nace en la
parte anterior de la órbita.
Los cuatro rectos y el oblicuo superior lo hacen por un tendón común: el anillo de
Zinn. Entre ellos, se forma un espacio denominado cono muscular, dentro del cual
cursan el nervio óptico, la arteria oftálmica, venas, nervios ciliares, nervios
oculomotores y el simpático. Dentro del cono muscular se halla también el Ganglio
Ciliar.
El recto medio es el más corto de los rectos. El recto superior cursa todo su recorrido
debajo del músculo elevador del párpado superior, con el que establece íntima
relación a nivel de sus vainas musculares.
Las expansiones de la vaina muscular del recto inferior establecen una muy íntima
relación con la del oblicuo inferior (Ligamento de Lockwood).

El oblicuo superior es el más largo de los músculos extraoculares. El oblicuo superior


tiene dos porciones (Lámina 1, Foto 5), la porción muscular que llega a la tróclea y
sale de ésta la porción refleja que se aplana y se abre en abanico, para ir a insertarse
por debajo del recto superior, en la parte posterosuperior del globo ocular, por un
tendón muy delgado, casi transparente que mide aproximadamente 10 mm de ancho.
El oblicuo inferior es el único músculo que se origina en la parte anterior de la órbita,
nace por un corto tendón en el ángulo inferointerno y luego se inserta en la cara
posterior del globo ocular, mediante un tendón muy corto (1 a 2 mm).
La vaina muscular del recto superior se relaciona íntimamente con la aponeurosis del
elevador. Ambas están unidas en múltiples sitios por finas trabéculas y en algunos
lugares llegan a fusionarse.
Los músculos extraoculares están inervados por el III, IV y VI nervios craneanos.
El motor ocular común inerva a todos los músculos extraocu-lares con excepción del
oblicuo superior, que es inervado por el nervio patético y el recto lateral que es
inervado por el nervio motor ocular externo.
7. ÚVEA
El tracto uveal es una capa vascular pigmentada. Está formada por el iris, cuerpo ciliar
y coroides.
Aparte de las estructuras musculares especializadas del iris (M. dilatador y M.
esfínter) y del cuerpo ciliar, el tracto uveal se ocupa de la nutrición del ojo a través de
la secreción del humor acuoso por el epitelio no pigmentado del proceso ciliar, y del
mantenimiento de la retina externa a partir de la circulación coroidea.
El iris representa la parte anterior de la retina. Está perforado en su centro por el
orificio pupilar (Lámina 1, Foto 5).
El cuerpo ciliar, visto por su cara interna es muy importante. El tercio anterior (2 mm)
contiene el músculo y los procesos ciliares y recibe el nombre de pars plicata.
Los dos tercios posteriores, la pars plana (4 mm) se insertan posteriormente en la ora
serrata de la retina.
El músculo ciliar controla la acomodación. Existen aproximadamente 80 procesos
ciliares. La capa epitelial superficial o interna no está pigmentada, el humor acuoso es
segregado a través de estas células.
La coroides posee un extenso lecho vascular, el tejido del estroma contiene
melanocitos, fibras de colágeno y linfocitos.
Ángulo iridocorneal
Esta región es un lugar importante de salida del humor acuoso y de eritrocitos, aparte
de su interés quirúrgico. Esta área está entre la córnea-esclera y el iris-cuerpo ciliar,
continuándose con la malla trabecular, el conducto Schlemm, conductos colectores o
venas acuosas. La malla trabecular consta de las siguientes partes:
1. Trabeculado uveal
2. Trabeculado córneo escleral
3. Tejido yuxtacanalicular
4. Células endoteliales: pared interna del canal de Schlemm
8. CRISTALINO
El cristalino está situado detrás del iris, con su cara posterior encajada en el cuerpo
vítreo. No tiene aporte sanguíneo, ni inervación, crece en peso y tamaño ya que no
pierde células. Tiene 2/3 de agua y 1/3 de proteínas, el papel fundamental es el de
enfocar la luz sobre la retina.
Las regiones morfológicas son:
1. Cápsula acelular
2. Epitelio del cristalino (solamente anterior)
3. Células fibrosas de la corteza externa (anterior y posterior)
4. Zona nuclear interna o región nuclear, además tiene los ligamentos suspensorios o
zónula. La zónula es un sistema de fibras que van del cuerpo ciliar al cristalino, de
esta forma mantiene al cristalino en su posición y le transmite la contracción del
músculo ciliar.
Las fibras del cristalino tienen forma hexagonal y se disponen en capas como la piel
de una cebolla.
9. VÍTREO Y RETINA
El vítreo es una sustancia transparente semilíquida, que se ubica detrás del cristalino y
delante de la retina. Su volumen es de 4 ml, forma el 80% del globo ocular.
El colágeno es la principal proteína del vítreo. El colágeno y el ácido hialurónico son
los componentes fundamentales del vítreo.
La base del vítreo se extiende 1,5 a 2 mm anterior a la ora serrata y 1 a 3 mm posterior
a la ora serrata. Tiene una corteza, que es la corteza vítrea que se define como
caparazón periférico del vítreo. Su longitud axial es de 16,5 mm y está compuesto
fundamentalmente por agua (98%). El ácido hialurónico es el principal
glucosaminoglicano del vítreo. El vítreo está formado por mallas de moléculas de
ácido hialurónico y fibrillas de colágeno.
El vítreo es una masa gelatinosa, que no se separa fácilmente de la retina
La retina es la capa más interna de las tres membranas que constituyen el globo
ocular, embriológicamente es la única que tiene un origen neural. Se extiende desde la
ora serrata hasta la papila.
La retina es una membrana delicada, transparente, que después de la muerte se
edematiza rápidamente y se vuelve blanquecina. Su cara externa está en contacto con
la coroides por medio de su epitelio pigmentario, esta adherencia no es sólida. Existen
fuertes áreas de adherencia alrededor de la papila y a nivel de la ora serrata. Su cara
interna se halla en contacto con el vítreo, al que se adhiere en la región de la ora a
nivel de la base del vítreo.
La retina está formada por diez capas que son, de afuera hacia dentro:
1. Epitelio pigmentado
2. Capa de conos y bastones
3. Membrana limitante externa
4. Capa nuclear externa
5. Capa plexiforme externa
6. Capa nuclear interna
7. Capa plexiforme interna
8. Capa de células ganglionares
9. Capa de fibras nerviosas
10. Membrana limitante interna
Es importante citar dos áreas especiales de la retina:

1. La Fóvea
2. La Papila o disco
La fóvea está a 3-4 mm de la papila en dirección temporal, donde la retina tiene sólo
la mitad de su espesor habitual y existe la máxima concentración de fotorreceptores,
casi todos ellos conos.
La papila o disco, donde los axones ganglionares se reúnen para formar el nervio
óptico. La papila no tiene funciones de percepción y constituye la mancha ciega.
Las capas internas de la retina con excepción de la fóvea, reciben vasos sanguíneos
que llegan hasta la capa plexiforme externa. La parte externa de la retina es nutrida
por la coriocapilar, situada en la coroides, inmediatamente por fuera del epitelio
pigmentario. Los bastones no existen en la fóvea.
Hay aproximadamente un millón de células ganglionares por retina, lo cual concuerda
con la cifra de un millón de fibras mielínicas que se hallaron en el nervio óptico. Los
axones de la capa de fibras nerviosas son amielínicos. Se vuelven mielínicos en el
nervio óptico, después de atravesar la lámina cribiforme.
En el centro de la retina yace la mácula lútea o mancha amarilla, de alrededor de 5
mm de diámetro, con límites imprecisos. Se halla a una distancia de una vez y media
el diámetro de la papila del borde temporal de la misma. La foveola contiene sólo
fotorreceptores. La retina termina periféricamente en la ora serrata.
10. NERVIO ÓPTICO
El nervio óptico se extiende desde la lámina cribosa hasta el quiasma. Presenta cuatro
porciones:
1. Intraescleral: 0,5 mm
2. Orbitaria: 30 mm
3. Intracanalicular: 7 mm
4. Intracraneana: 14 mm
La papila o disco óptico es un área de 1,5 mm de diámetro, donde los axones de las
células ganglionares dejan el ojo para formar el nervio óptico. El disco tiene una
depresión que es la excavación central de la papila o embudo vascular, a través de cual
pasan la arteria y vena central de la retina.
Los dos nervios se entrecruzan y forma el quiasma óptico. Éste es una lámina blanca
de forma rectangular que mide 15 x 7 x 3 mm reposa sobre la porción anterior de la
tienda de la hipófisis (Lámina 1, Foto 6).
Luego tenemos a las cintillas ópticas, que son bandas aplanadas de color blanco que
llegan hasta el cuerpo geniculado lateral. Llevan las fibras que nacen de las células
ganglionares de la retina.
Los cuerpos geniculados laterales son dos prominencias ovaladas de 6 x 7 mm de
longitud, son asimétricas que se engastan en el pulvinar. En cortes coronales o
frontales son de forma piriforme de 5,5 x 7 mm. De aquí salen las radiaciones ópticas,
que se extienden en una lámina ancha de sustancia blanca hasta el córtex occipital.
Estas fibras terminan en ambos lados de la cisura calcarina en la corteza estriada.
La corteza visual o área estriada es el lugar de proyección y de recepción de las
radiaciones visuales. El área 17 se localiza entre las paredes y el piso de la cisura
calcarina. Las fibras maculares terminan en el tercio caudal del área calcarina. Para
terminar, la retina se proyecta punto por punto a nivel del área 17. Las fibras
periféricas están por delante y las fibras maculares por detrás. La mácula se proyecta
sobre el polo posterior, insinuándose en su cara externa; así concluimos la vía visual
central, que comienza con la captación de imágenes (luz-fotorreceptores), luego se
activan las conexiones sinápticas entre las células horizontales, amacrinas y bipolares,
llegando a las células ganglionares. Estas últimas son las únicas células de la retina
que se proyectan desde el ojo hasta el cerebro. Sus axones terminan en el cuerpo
geniculado lateral y luego se proyectan hacia la corteza visual primaria. Luego la vía
Retino-Genículo-Cortical forma el sustrato neuronal de la percepción visual.

Enfermedades oculares.
- Cristopher:
Pterigio
Es una anomalía ocular relativamente frecuente por la que se produce un crecimiento
anormal de tejido de la conjuntiva sobre la córnea. Se le conoce coloquialmente como
palmera o uña.
Se produce siempre en sentido horizontal desde el lado nasal o interno de la
conjuntiva hacia el centro de la córnea, adoptando la forma habitual de punta de flecha
o de cuña. En raras ocasiones lo hace desde el lado temporal o externo.
¿Cuáles son sus causas?
Aunque se desconoce exactamente porque se desarrolla, se considera como factores de
riesgo los siguientes:
– Exposición excesiva a la luz del sol.
– Sexo masculino.
– Edad
– Realizar trabajos al aire libre.
– Exposición excesiva a condiciones ambientales irritantes como el polvo, la suciedad,
el calor, el aire, la sequedad y el humo.
– Exposición excesiva a alérgenos como los solventes y químicos industriales.
La teoría más aceptada para que se produzca el crecimiento de tejido conjuntival sobre
la córnea es que los factores anteriormente mencionados tienden a evitar una correcta
humectación de la superficie anterior del ojo por parte de la película lagrimal,
ocasionando sequedad primero e inflamación después, provocando la aparición de
nuevo tejido que en ocasiones rompe el límite exterior de la córnea, penetrando en la
misma.
Como este tejido produce una mayor elevación en esa zona, aumenta la dificultad de
humectación, por lo que el problema se mantiene y agrava, provocando que el
pterigion siga creciendo.

pinguecula
La pinguécula es una mancha o abultamiento de color amarillo en la conjuntiva, cerca
de la córnea. De forma similar al pterigium, aparece con mayor frecuencia en el lado
nasal del ojo, el más cercano a la nariz. Se trata de un cambio que se produce en el
tejido normal de la conjuntiva y que se transforma en un depósito de proteína, grasa
y/o calcio, parecido a la formación de un callo en la piel.
La pinguécula puede inflamarse produciéndose una pingueculitis. Los ambientes muy
secos, con viento, y el exceso de radiación solar, favorecen la aparición de este
problema.
Normalmente esta condición se manifiesta en personas mayores de 40 años, pero
algunas veces también aparece en la población de entre 20 y 30 años.
Síntomas de la pinguécula
Los síntomas más visibles de la pinguécula son:
Irritación y sequedad ocular
La sequedad de los ojos no solo es una de las posibles causas de la pinguécula, sino
también un síntoma que se manifiesta en algunos pacientes, así como la sensación de
irritación constante.
Sensación de aspereza
Algunos pacientes sufren una sensación de aspereza en el ojo, similar a cuando se
introduce una partícula que obstaculiza la visión.
Picores y enrojecimiento
En algunos casos la pinguécula se evidencia tras la aparición el enrojecimiento de una
zona del ojo, especialmente de la córnea, el iris y la pupila.
Inflamación
Es el síntoma más evidente y visible de esta anomalía ocular. No siempre produce
incomodidad en el paciente, pero se recomienda acudir al oftalmólogo para evitar
complicaciones.
Blefaritis
La blefaritis es la inflamación de los bordes de los párpados, posiblemente con
aparición de escamas gruesas, costras, úlceras superficiales, enrojecimiento e
hinchazón.
La inflamación está causada por ciertas infecciones, reacciones alérgicas y algunas
enfermedades de la piel.
Los párpados se irritan, se enrojecen y se hinchan, pudiendo producir quemazón y
prurito.
Por lo general, el diagnóstico se basa en los síntomas y el aspecto de los párpados.
Se trata el trastorno subyacente, ya sea con pomadas antibióticas o gotas, comprimidos
de un antiviral, pomadas con corticoesteroides, lágrimas artificiales o ambas cosas.
Causas
Los trastornos que pueden causar blefaritis incluyen la infección por bacterias (con
frecuencia estafilococos) en los párpados o en los conductos de las glándulas más
profundas que desembocan en el borde de los párpados, ciertas infecciones víricas
(por lo general por herpes simple) y reacciones alérgicas (al polen o algunas veces a
colirios).
Algunas enfermedades de la piel, como la dermatitis seborreica, la rosácea y la
dermatitis atópica (eczema) afectan a la cara, incluyendo los párpados, lo que produce
inflamación y blefaritis.
Otra causa son las glándulas sebáceas inflamadas y bloqueadas en el borde de los
párpados (lo que se conoce como disfunción de las glándulas de Meibomio), que
puede ser causada por la rosácea.
Los colirios pueden desencadenar reacciones alérgicas que causen blefaritis (llamada
blefaritis alérgica por sensibilidad de contacto).
La blefaritis provoca la sensación de tener algo en el ojo. Puede notarse prurito y
quemazón en los ojos, y los bordes de los párpados se enrojecen. Los ojos lagrimean y
se vuelven muy sensibles a la luz intensa.
Orzuelo
Lo orzuelos son pequeños granos o bultitos que aparecen en el margen palpebral del
ojo como consecuencia de una infección bacteriana en las glándulas de los párpados.
Esta suele estar producida, generalmente, por el microorganismo Staphylococcus
aureus.
¿Cuáles son sus causas?
Los orzuelos pueden originarse de forma espontánea o bien estar relacionados con una
mala higiene de los párpados, una alteración subyacente o una infección sistémica.
Estas son algunas de las patologías comúnmente asociadas a los orzuelos:
Blefaritis: inflamación del borde del párpado.
Triquiasis: alteración en la dirección de crecimiento de las pestañas.
Enfermedades cutáneas: como el acné o la rosácea.
Los orzuelos se manifiestan en forma de forúnculo enrojecido y doloroso en la cara
externa o interna del borde del párpado, resultando especialmente incómodos en este
segundo caso.
Su presentación es repentina y ocasiona molestias intensas que desaparecen a los
pocos días, lo que ofrece una primera pista para diferenciarlos de otros problemas de
apariencia similar, como los tumores palpebrales. Generalmente, estos tienen una
evolución más lenta y crecen poco a poco, además de ser más silentes y no producir
dolor en muchos casos.

¿Qué es la visión binocular?


La visión binocular o visión estereoscópica es la capacidad que tiene el ser humano
para integrar dos imágenes en una sola. El cerebro percibe las señales luminosas que
provienen de ambos ojos a través de los impulsos nerviosos. Una vez dentro, se
fusionan y se interpretan, enviando una respuesta única y en tres dimensiones.
El funcionamiento adecuado de la visión binocular depende de factores como la
anatomía del aparato visual, el sistema motor que coordina el movimiento de los ojos
y el sistema sensorial a través del que el cerebro recibe e integra las dos percepciones
monoculares.
Visión panorámica
Una imagen panorámica se refiere a la contemplación de un panorama completo a
través de una fotografía, es decir, una vista completa o total del lugar donde se
encuentra, el uso de una imagen panorámica suele ser para fines artísticos, insertar una
imagen para completar un hermoso lugar en una pintura o fotografía, o en su defecto
con fines arquitectónicos para demostrar la armonía que varios edificios hacen en el
mismo entorno, o también para definir la ubicación ideal para un nuevo sitio en
construcción.
En cualquiera de las ocasiones la imagen panorámica debe hacer una cobertura
completa del lugar observado teniendo en cuenta una amplia toma de forma horizontal
o vertical de acuerdo con lo que desea capturar.
Desde el punto de vista del conocimiento, la vista panorámica muestra la actitud del
sujeto que tiene una apertura mental para continuar filtrando nuevos conocimientos.
Una actitud que es contraria a la actitud cerrada de alguien que tiene muchos
prejuicios internos y que cae en hábitos intelectuales que conducen a la ignorancia.
Tener una visión amplia de un tema dado permite un mayor acercamiento a la verdad
que va más allá de la simple creencia subjetiva.
Visión cromática.
podemos definir visión cromática como el reconocimiento normal del color. Los
responsables de ello son los conos, que son unas células fotosensibles que se
encuentran en la retina.
El color es la impresión que producen en la retina los rayos de luz reflejados y
absorbidos por un objeto según la longitud de onda de estos rayos.
El ojo humano puede percibir once millones de tonos de colores, la percepción de
estos colores dependerá de las características de los objetos que absorberán un tipo u
otro de longitud de onda, de la absorción de los fotorreceptores que recogerán las
longitudes de ondas no absorbidas por el objeto y de las características de la vía visual
que interpretará dichas longitudes de ondas captadas por los receptores.
La retina es la capa más interna del ojo y es el tejido fotorreceptor. Está formada por
diez capas y contiene numerosos tipos de células encargadas de la recepción de los
distintos aspectos de la visión.
En dicha membrana existen dos tipos de células fotorreceptoras principales que hacen
posible la visión, reciben los estímulos de la luz y los transmiten al cerebro. Estos
receptores son los conos y los bastones. Los bastones son los encargados de la visión
nocturna y los conos de la visión de los colores.
Existen tres tipos de conos, cada uno de ellos recibe la luz correspondiente a una
determinada longitud de onda: los que perciben longitudes de ondas largas
corresponden al color rojo, los que perciben longitudes medias corresponden al color
verde y los que perciben longitudes de onda corta corresponden al color azul.
Los conos, al ser estimulados, emiten señales por separado que van al cerebro y, allí,
estas señales se integran de forma que podemos percibir la información del color.

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