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La actitud más radical como liberal y masón de Lucas Alamán es, igual que
lo hace José María Luis Mora, sostener que la existencia del diezmo, como
institución financiera de la Iglesia católica establecida desde inicios del
periodo colonial, obstaculiza la acumulación de capital y el desarrollo
capitalista. La Iglesia católica que recaba en especie (mayoritariamente)
dicho gravamen, para convertirlo en dinero se ve en la necesidad de
rematarlo a precios muy bajos, lo que hace que los precios durante la
colonia sean muy bajos por la presencia del producto clerical tan bajo lo que
no permite la presencia de precios monopólicos y alzados, y con ello frustra
la fuente de la acumulación capitalista (mecanismo parecido hacía la
CONASUPO en el periodo endogensita del siglo XX). La Iglesia católica de
aquel tiempo ve en el diezmo un instrumento cuya labor cristiana parte de
imponer un mecanismo al mercado que evita la avaricia y la generación de
riqueza desmedida (no tocante a la propia). Los masones tanto del rito
yorkino como escosez ven un freno al desarrollo en éste.
“En el lado opuesto, la logia escocesa defendía los intereses de los antiguos
grupos de propietarios y comerciantes que, junto con las latas jerarquías
eclesiásticas y militares, habían impulsado la independencia en 1821, y
estaban ahora a favor de una reorganización política centralista que les
permitiera restaurar su antiguo poder…” (Delgado de Cantú, 2004; 138)
Lucas Alamán, por otra parte, al crear el Banco del Avío, trata de promover
la industria textil canalizando apoyos financieros al fortalecimiento y
consolidación de la industria textil de telas baratas basadas en los insumos
del algodón, lana y lino. Por ello, Alamán ve unido el fortalecimiento de esta
industria al necesario fomento de la agricultura, especialmente la
proveedora de insumos textiles.
Lucas Alamán prevé, por otra parte, la posible pérdida del territorio de
Texas. Para ello promueve dentro del Congreso una Ley de colonización y la
prohibición de que entre más extranjeros a poblar dicho territorio (1839).
Dicha medida llega demasiado tarde. Para aquel momento el territorio de
Texas cuenta con 24 mil 700 habitantes, de los cuales solo3 mil 400 son
mexicanos. Este territorio entonces era administrado por el estado de
Coahuila (Delgado de Cantú, 2004; 144).