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20 Reglas para un Buen Diseño

1) Comunicar un concepto

Si no hay mensaje, ni historia, idea o narrativa, ni tampoco una


experiencia útil que crear mediante el diseño, entonces no es diseño
gráfico. No importa cuán fantástico sea verlo, si no transmite un
mensaje claro, es una cáscara vacía.

2) Comunicá, no decores

La forma transporta el significado, no importa cuán simple o


abstracto, y la forma que no es la adecuada para un mensaje
determinado comunicará mensajes que no son los que quieres –
incluso, transmitirás el mensaje de que no conoces cómo elegir las
formas adecuadas para tu audiencia, o que no te importa lo que es
significativo para ella. Está bien experimentar con formas, detalles y
efectos, pero si simplemente los desparramas en el diseño sin
considerar lo que significan y cómo apoyan al mensaje, terminarás
con algo que no califica como diseño.
3) Hablá con una voz visual

Haz que todas las partes hablen entre ellas con un mismo idioma.
Observá todo, desde lo general hasta lo particular, y preguntate: ¿está
todo relacionado armoniosamente? Si un elemento parece fuera de
lugar, se desconecta de los otros y el mensaje se debilita.

4) Usá dos o tres familias tipográficas como máximo

Elige tipografías con fines específicos. Al hacerlo, necesitarás definir


cuáles son esos fines, y probablemente halles que son dos o tres.
Una sola familia de tipos con una variedad de pesos e inclinaciones
debería ser suficiente, añadir una segunda es bueno para lograr
textura, pero no exageres. Demasiados tipos en un solo diseño
distraen y pueden confundir o cansar al lector.
5) Recurrí a uno o dos puntos de interés

Primero, focaliza la atención en un elemento importante, que luego


guíe hacia el resto. Una vez que capturas la atención con una forma
interesante, una imagen atractiva, los tipos o el color, con firmeza
decrece la actividad de cada ítem menos importante en un modo
lógico, para lograr una mejor comprensión por parte del lector. Esto
es, establecer una “jerarquía”, el orden en que quieres que el
material sea visto. El diseño debe captar la atención, ofrecer
información y ser recordado después. Si no hay un foco desde el cual
comenzar, ya perdiste la batalla.

6) Elegí los colores según el objetivo. No los elijas porque sí

Los colores tienen significados psicológicos y emocionales. Impactan en


la jerarquía visual, la legilibilidad y en cómo la gente realiza conexiones
entre elementos dispares; así que elegilos con cuidado. Nunca asumas
que un color o combinación de colores es lo mejor para un trabajo
determinado sólo por convención. Elige los colores que queden mejor,
no los que se esperan por convención.
7) Si podés hacerlo con menos, hacelo de esa manera

Es una cuestión de sentido común: mientras más elementos estén


presentes en el diseño, más difícil es la interpretación para el lector.
Además, hay una gran diferencia entre “complicado” y “complejo”, el
verdadero arte está en la convergencia armónica entre pensamiento y
creatividad.
Pensá en cuánta basura visual vemos cada día en la calle y preguntate:
¿No sería mejor ver más carteles llamativos pero simples?

8) El espacio negativo es mágico. ¡Crealo, en lugar de


rellenarlo!

Se dice frecuentemente que el espacio negativo o en blanco es más


importante que los elementos presentes en el diseño. En gran parte, esto
es cierto. El espacio vacío llama la atención sobre el contenido y
permite descansar la vista. Si el espacio está repleto o sobrecargado, se
transforma en una presentación opresiva del contenido; si falta espacio en
blanco, la audiencia se confunde e ignora el diseño.
9) Tratá a la tipografía como a una imagen

Es material visual y necesita estar relacionada en la composición


con todos los demás elementos incluidos en el diseño.

10) La tipografía debe ser "amigable"

Hacela legible. Puede ser expresiva y manipulada para


interconectar elementos estructurales del diseño.

11) Sé universal, recordá que no se trata sólo de vos

Hablar con uno mismo es lo que hace un artista y ser universal es tarea
del diseñador. Una audiencia muy grande y no sólo unos pocos
entendidos deben poder entender lo que transmiten las formas, colores
e imágenes que elegís para diseñar.
12) Da ritmo

Creá contrastes al acercar ciertos elementos o alejar otros, sé rítmico en


el diseño. Da vida a los espacios entre las cosas, a menos que intentes
lograr un diseño aburrido, sin vida. En ese caso, todo debería tener el
mismo tamaño, peso, color y distancia. Sin contraste, estás muerto.

13) Distribuí luz y oscuridad

Tomá una sugerencia del mundo de la fotografía: asegurate que haya una
buena variedad de tonos. Concentrá áreas de oscuridad y luz extremas
en espacios diferentes, creá explosiones de luminosidad y corrientes de
oscuridad, con transiciones sutiles entre ambas. Sobre todo, hacé que las
distinciones entre luz y oscuridad sean llamativas y claras.
14) Sé determinante. Hacé las cosas con un propósito definido o no las
hagas.

Gran parte del proceso de comprensión del material visual pasa por la
habilidad para distinguir la diferencia entre las cosas. Ubicá los
elementos con seguridad y tomá decisiones claras sobre tamaño,
disposición y distancias, entre otros. Un diseño firme hace que el lector
crea más en el mensaje, mientras que la debilidad o inseguridad en la
composición abre camino a la desconfianza.

15) Medí con tus ojos: el diseño es visual

Una cosa es lo que parece, entonces hacé que se vea de la forma en que
se supone que debe verse.
Los ojos pueden ser engañados con estímulos visuales, los que
representan el 90% de la lógica visual de una composición. Tomá
decisiones pensando en tu audiencia.
16) Creá imágenes, no busques entre las que ya existen

Hacé lo que necesites y de la mejor manera, o pagá a alguien que lo


haga por vos. Nada es más banal que recurrir a los bancos de
fotografías, una instancia muy usada y que se ve en todas partes.
Intentá no conformarte con lo que ya existe, aunque pueda ser más
barato o fácil. A veces, una solución más simple y significativa es lograr
un diseño propio, que además podés enorgullecerte diciendo que lo
hiciste vos solo.

17) Ignorá la moda

Esta puede ser una regla difícil de seguir, porque tu trabajo es comunicar
a la audiencia qué existe hoy, en el presente. Pero si diseñás el proyecto
y le das un estilo acorde al significado que se quiere transmitir, más allá
de la moda imperante, puedes lograr resultados sorprendentes. Puede
significar más para la audiencia y permanecer como un diseño clásico,
atemporal.
18) ¡Da movimiento!

Lo estático es aburrido. Si un diseño es chato y no ofrece sensación de


movimiento o interacción espacial, la mente del lector se mostrará
desinteresada.

19) Conocé la historia, pero no la repitas

El diseño del pasado tiene su lugar. Es inspirador e importante para un


diseñador el considerar cómo las estrategias de comunicación y las
estéticas han cambiado a través de los años, pero no hay que copiar
estilos anteriores, sino aprender de ellos y hallar el propio.

20) La simetría es el enemigo

Es cierto que la simetría está en la naturaleza -sólo mirá tu cuerpo para


darte cuenta de ello- pero eso no significa que sea una buena estrategia
para el diseño. Los arreglos visuales simétricos son generalmente
estáticos y tienen poco movimiento. Peor aún, limitan la flexibilidad del
diseño cuando hay que incluir contenido que no encaja con un molde
simétrico. Sin embargo si la pieza no va a sufrir variantes la simetria es un
buen recurso a tener en cuenta!

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