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Ficha edificios

IGLESIA Y PLAZA S. MARIA DELLA PACE


Pietro da Cortona, 1656-57, Roma, Italia. H2
CÁTEDRA ARQ. JULIO VALENTINO

Junto a la Piazza Navona hallamos otra plaza Gesú. La solución se repitió en forma más sencilla en
que es su opuesto directo en cuanto al tamaño, pues, en Sant'Andrea al Quirinale, de Bernini, 1658, donde tam-
realidad, la Piazza di Santa Maria della Pace es muy pe- bién está presente el pórtico avanzado. En realidad, Pietro
queña. Pero es uno de los escasos ejemplos de espacio da Cortona diseñó otro sistema análogo, pero mucho más
urbano proyectados y realizados por un solo arquitecto y, «monumental», para el acceso a la iglesia de Gesú du-
sobre todo, es una de las obras más notables de la arqui- rante el pontificado de Alejandro VII. Crea un acceso si-
tectura barroca. La cualidad peculiar de esta obra maes- métrico por medio de avanzados pórticos laterales, tras
tra de Pietro da Cortona es la activa relación mutua de de los cuales aparece una plaza. La propia iglesia que-
masas y espacios. Ya habíamos señalado cualidades daba separada de la casa de los jesuitas, en el lado dere-
análogas respecto a la Piazza del Popolo y a la Piazza cho, abriendo una nueva calle, por lo cual adquiría la
Navona, pero aquí ese fundamental problema barroco se importancia de un verdadero «centro» barroco.
presenta en forma sintética e intensa. En 1656, la pobla- Hemos comenzado hablando de Santa Maria
ción de Roma padeció gravemente con la peste y, al mis- della Pace como hecho urbanístico y terminamos anali-
mo tiempo, tenía la amenaza de la invasión francesa. El zando particularidades arquitectónicas. Esto demuestra
papa Alejandro VII decidió reconstruir la iglesia de Santa cómo la arquitectura barroca romana se caracteriza por
María della Pace como «invocación a la misericordia y la una interacción continua entre dos «niveles». Los espa-
paz». Se le encargó a Pietro da Cortona, que tuvo que cios urbanos son una preparación de las iglesias, las
mejorar el acceso a la iglesia vieja, situada en la bifurca- cuales, por otra parte, dan «significado» a su medio am-
ción de dos calles estrechas. La única solución posible biente. Ambos forman parte del ámbito público. Santa
era crear una pequeña plaza. Un diseño de Cortona, que Maria della Pace también demuestra cómo el espacio
se ha conservado, muestra las demoliciones necesarias barroco no es una cualidad general e isotrópica dada a
para llevar a cabo el proyecto y también cómo dio inten- priori, sino que cambia continuamente de acuerdo con la
cionadamente a la plaza unos límites que hacían que la situación; en otras palabras, se fenomeniza el espacio.
iglesia se adentrara bastante en el espacio. Esa solución
da al visitante la sensación de estar dentro de la iglesia De NORBERG-SCHULZ, Ch. , Arquitectura barroca, Ma-
en cuanto entra en la plaza; el profundo pórtico está en drid, Aguilar, 1972. Cap. I: «La época barroca», p. 44. y ss.
medio de espacio al mismo tiempo que forma una parte Versión original: Architettura barocca, Milano, Electa, 1971.
orgánica de la iglesia que está tras él. La mampostería
de los muros refuerza la integración de la iglesia y la pla-
za. Las casas, que forman una superficie continua en
torno a la plaza, tienen dos pisos y un ático de poca altu-
ra. La cornisa y la balaustrada de ese ático continúan por
detrás de las alas laterales de la iglesia, adentrándose a
lo largo de una curva. Se puede hablar de una compene-
tración de elementos pertenecientes a la plaza y a la igle- El desarrollo posterior de Cortona como arquitecto
sia respectivamente, a la vez que se refuerza el movi- muestra la exclusión progresiva de los elementos
miento proyectivo de la iglesia. Esta compenetración se manieristas, y un retorno a la sencillez, grandeza y solidez
subraya por el hecho de que las paredes curvas, «perte- romanas, aún cuando las tendencias básicas de su acer-
necientes» a las casas, se articulan con pilastras que for- camiento a la arquitectura permanecen invariables. Esto
man la continuación de los miembros del plano superior es evidente en su modernización de S. Maria della Pace,
de la iglesia. Se halla una continuidad más sencilla en llevada a cabo entre 1656 y 1657. La nueva fachada colo-
torno a toda la plaza en el piso bajo. Por tanto, la iglesia cada delante de la iglesia del Quattrocento, junto con la sis-
se define, a la vez, como volumen que se adelanta inde- tematización de la pequeña plaza, es de mayor importancia
pendientemente y como parte de un muro continuo en que los cambios en el interior. 29 Aunque las plazas, regular-
torno a la plaza. La solución recuerda la fachada de mente dispuestas, tenían una larga tradición en Italia, el pro-
Sant'Agnese, obra de Borromini, pero mientras Borromi- yecto de Cortona inaugura una nueva etapa, pues aplicó la
ni curvó hacia dentro la fachada para revalorizar la cúpu- experiencia del teatro al urbanismo: la iglesia aparece como
la, Pietro da Cortona tuvo que dar valor plástico a la nave el escenario, la plaza como el auditorio y las casas latera-
de la iglesia ya existente. El resultado es la más atrayen- les como los palcos. La consecuencia lógica de esta con-
te de todas las entradas de iglesias barrocas. Ese efecto cepción es que las entradas desde el lado de la iglesia sean
se refuerza con la disposición magistral de los detalles a través de una especie de puertas de decorado, que ocul-
plásticos, las luces y las sombras. La planta superior tan las calles al panorama desde la plaza.30
avanza convexamente y recibe la fuerte luz del sol, indi- El piso superior convexo de la fachada, firmemente
cando el volumen de la iglesia que tiene detrás, pero no enmarcado por entrepaños salientes, repite el motivo de la
como elemento separado; una abertura vertical en el fachada de SS. Martina e Luca. Pero en el proyecto de S.
medio y un pronunciado frontón doble transforman el con- María della Pace, este piso representa únicamente un es-
junto en amplia entrada. También dio así Cortona una pacio central entre el pórtico semicircular, audazmente sa-
interpretación de barroco maduro al terna de la iglesia de liente, y las grandes alas cóncavas que se agarran como
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brazos alrededor de la fachada, en una zona mucho más De WITTKOWER, Rudolf, Arte y Arquitectura en Italia.
alejada del espectador.31 El juego entre formas cóncavas y 1600-1750, Madrid, Cátedra, 1979. Cap. 10: «Pietro da
convexas en el mismo edificio, prefigurado de una forma Cortona», p. 241 y ss. Versión original: Art and Architecture
modesta en villa Sacchetti de Cortona, es un tema típico del in Italy. 1600/1750, Harmondsworth, Penguin Books, 1958.
alto Barroco romano que también fascinó a Borromini y a
Bernini.
S. Maria della Pace contiene muchas ideas in-
fluyentes. El pórtico es uno de los hallazgos más fecun-
dos de Cortona. Al proyectarse fuertemente hacia fuera
en la pequeña plaza, y absorber allí mucho espacio, crea
un motivo poderoso y plástico y al mismo tiempo
cromáticamente eficaz que hace de mediador entre el ex-
terior y el interior. 32 Bernini incorporó este recurso en la ...El organismo original de la iglesia, que había
fachada de S. Andrea al Quirinale, y luego se repite cons- sufrido agregados a lo largo del tiempo, estaba constitui-
tantemente en la arquitectura posterior europea. El deta- do por un gran espacio octogonal, precedido por una pe-
lle del pórtico, también tuvo repercusiones inmediatas. queña nave. La simple fachada, del tipo de la de San
Ya en 1657, Bernini ideó un proyecto intermedio con do- Pietro in Montorio, hacía de fondo a una calle muy estre-
bles columnas para la columnata de San Pedro33 , y su cha que luego se dividía en dos pequeños pasajes, tan-
elección final de un orden dórico en un entablamento jó- gentes a los flancos de la iglesia, formando un lote de
nico fue anticipado aquí por Cortona.34 El rasgo que corona tipo fusiforme, muy frecuente en la implantación de las
la fachada de S. Maria della Pace es un gran tímpano trian- iglesias medioevales. La idea de transformar la iglesia
gular que inscribe uno segmental. Estos recursos habían della Pace y su ambiente circundante fue una de las pri-
sido utilizados durante más de cien años desde la bibliote- meras preocupaciones de Alejandro VII, cuando se con-
ca Laurenziana de Miguel Angel en adelante. Sin embargo, virtió en papa en 1655, y se enmarca perfectamente en el
a excepción de la fachada de SS. Vicenzo ed Anastasio de espíritu de los primeros años de su pontificado, sacudido
Martino Longhi, el motivo no aparece en Roma en esta mis- por una serie de eventos excepcionales. A solo un año de
ma época. Los frontones inscritos son un rasgo común del su elección, en mayo de 1656, Roma sufrió una epide-
tipo de fachada-templo del norte de Italia, y hasta cierto punto mia de peste que mató a doce mil personas, más del
Cortona debe haber estado influenciado por esto. Pero lo diez por ciento de la población.
hace esencialmente suyo cuando trabaja con una pared flexi- El proyecto de restaurar la iglesia de la Madonna
ble y cuando emplea una vez más los órdenes arquitectóni- della Pace, surgido en esos años difíciles, amenazados
cos como un motivo vigorizante, más que como un deter- también por la política agresiva de Francia, tiene una ra-
minante del espacio (o vano). Además, la forma en «cabe- zón votiva como invocación de piedad y de paz, pero tam-
za de tornillo» del frontón segmental que se abre camino a bién encuentra su justificación en una preocupación ex-
través del entablamento, como creando espacio para el quisitamente funcional, como se puede verificar en un
escudo de armas de Alejandro VII, contribuye a la calidad interesante documento. En éste se alude a la dificultad
heterodoxa e incluso excéntrica de la fachada.35 que tenían las carrozas para acercarse al ingreso de la
iglesia, que se había convertido en una de las más visita-
da de la ciudad, entre otras cosas por el cómodo hora-
Notas
rios de las misas. Las calles de acceso eran tres: la que
29. En el interior, Cortona fue sobre todo responsable de la moder-
provenía de la Via Tor Millina -donde estaba entonces la
nización de la vieja cúpula. Hay buenas razones para creer que no iglesia de San Biagio- y dos pequeñas calles que vincula-
estaría acabada en 1657, fecha de la inscripción de la consagra- ban la iglesia con la Via dell’Anima y la Via dei Coronari.
ción (véase Brauer-Wittkower, 112, nota 3). Estos últimos estaban obstruidos por pequeñas colum-
La cúpula muestra una vez más la combinación de nervios y nas ya que no había espacio suficiente para el cruce de
artesones, pero éstos son clásicos y fuera del estilo de Cortona en dos carrozas ni para poder realizar una cómoda marcha
la forma. Partiendo de que Cortona se ausentó de Roma en 1658, atrás. La Via della Pace estaba abierta, pero como de-
no es en absoluto improbable que la obra se dejara en las manos lante de la iglesia no había espacio suficiente para ma-
del joven Carlo Fontana, quien, precisamente en este período, co- niobrar, se debía descender de las carrozas en Via di Tor
menzaba a trabajar también como asistente de Bernini. Por lo
Millina y recorrer a pie el resto de la calle. El documento
tanto es posible que el diseño de Cortona se volviera más clásico
bajo la influencia de Bernini. está fechado el 6 de Julio de 1656. Probablemente ya
30. La ilustración 146, de un dibujo preparatorio de Cortona de la habían comenzado los trabajos de restauración, pero con
biblioteca Vaticana, muestra una calle flanqueando la iglesia por la un programa limitado a la construcción del pórtico con
derecha y otra en la izquierda, en un ángulo de la iglesia. Las columnas. Esta primer fase del proyecto está también
líneas de puntos indican lo que debía ser demolido en orden a crear documentada a través de dos dibujos de Cortona que se
la pequeña «piazza». encuentran en la biblioteca Vaticana.
31. El ala del cuadrante del lado derecho es una estructura fingida. La primera planta (códice Chigi, p. VII, 9, c. 44)
32. El pórtico es también una linde notable cuando uno se aproxi- nos muestra la propuesta urbana original: el pórtico apa-
ma desde la Via di Parione Pace.
rece muy similar al realizado; pero hay cuatro columnas
33. Brauer-Wittkower, pág. 74.
más, de las cuales dos están adosadas a la puerta de
34. En realidad, Cortona se permitió a sí mismo considerable liber-
tad. La columna no es «correctamente» dórica, ni el entablamento acceso sobre el plano de la antigua fachada. La perspec-
es «exactamente» jónico. tiva, ya publicada por Muñoz (códice Chigi, p. VII, 9, c.
35. El corte en los ángulos rectos de una moldura coherente, es un 45) muestra la totalidad de la fachada con los caracteres
motivo esencialmente borrominesco. Aparece por vez primera en el típicos de la grafía cortoniana. La vibración con la cual se
frente del jardín del Palazzo Barberini. Para una interpretación algo trabajan las molduras, las sombras transparentes, el trata-
diferente de la fachada de S. Maria della Pace, véase H. Sedlmayr, miento diferente de la parte superior de la vieja fachada que
Epochen und Werke, 1960, II, pág. 66. aparece en el fondo como una sombra evanescente, otor-
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gan a este dibujo la fascinación de una íntima prefiguración opuesto al pórtico, resulta de la transformación de un muro
de los valores que caracterizan la obra y dejan ver la impa- existente, perteneciente al colegio, el contiguo forma con
ciencia, natural del pintor, de disfrutar ya en el dibujo del éste un ángulo recto.
resultado espacial. Además es necesario pensar que des- Un amplio chanfle resuelve el problema de la
de la época de la iglesia de los Santos Luca y Martina, Pietro conexión entre la parte nueva y la fachada preexistente
no había tenido encargos importantes; en una carta del ‘47 sobre Via della Pace, ya que de otro modo habría forma-
escribía que se dedicaba a la arquitectura «sólo para entre- do un ángulo agudo. Se puede ver en el dibujo que en la
tenerse». Es lícito, por lo tanto, ver en este dibujo la expre- parte opuesta de la plaza, la «casa de las viudas» y los
sión de una fantasía durante largo tiempo oprimida y frus- edificios contiguos aparecen demolidos sin especial pre-
trada. La carga potencial de futuros desarrollos expresivos ocupación.
del pórtico quedará demostrada con la aparición, sin dis- En esta fase se evidencian ya las dificultades y
continuidad, de la riquísima escenografía de la fachada en las opciones de Pietro. La organización axial que se pro-
el proyecto final. pone está con conflicto con la orientación de las calles de
Un tercer dibujo (códice Chigi, p. VII, 9, c. 43) de la acceso cuyos ejes no coinciden con el de la iglesia. Sólo
colección chigiana muestra un nuevo avance en el proceso a partir de graduales ajustes se podrá resolver dialécti-
de proyecto. Aparecen en él los lotes más próximos a la camente esta oposición.
iglesia marcados por su contorno y la planimetría detallada Una marca de lápiz apenas perceptible es el tes-
de una casa perteneciente a una obra de caridad (la que en timonio de la aparición de una dificultad de fondo con
un documento aparece mencionada como «casa de las viu- respecto a la solución urbanística: la permanencia de la
das» y cuya demolición se propone). El pórtico aparece con fachada oblicua del palacio Gambirasi, que se encuentra
su forma definitiva con seis columnas; una inscripción a la izquierda, hace muy dificultoso el acceso y delimita
(piazzetta dove lavorano gli scalpellini) hace suponer que fuertemente el campo de visibilidad de la iglesia. Una
ya se habían iniciados los trabajos. El elemento más intere- solución realmente eficaz del problema sólo se obtendría
sante es una leve trazo de lápiz en la parte derecha del demoliendo y redimensionando ese lote. Este es el pedi-
documento que anticipa en forma embrionaria la traza defi- do que el arquitecto realizará al Papa: la posibilidad de
nitiva de la plaza y que contribuye a esclarecer el proceso transformar la alineación de la iglesia en función del im-
autocrítico que conduce al arquitecto a adoptar la caracte- portante cruce entre Via di Parione y Via di Tor Millina. El
rística forma de tenaza. El trazo repite, en el lateral sobre la último dibujo (códice Chigi, p. VII, 9, c. 50) parece refle-
iglesia dell’Anima, a la derecha del pórtico, un vacío análogo jar un acercamiento con diplomática cautela al proponer
al que se habría obtenido demoliendo la «casa de las viu- esta ulterior extensión del programa económico. La pla-
das». La estrechez de la pequeña calle entre las dos igle- za ya tiene un acceso mucho más amplio, que termina
sias aparece ya corregida por un fuerte remate, pero a en el ángulo del palacio Gambirasi; una línea de puntos
los costados del pórtico se preven todavía dos pequeñas sugiere además la idea de la demolición como una posi-
fachadas en el mismo plano que el de la iglesia. bilidad a realizar en una segunda etapa. Mientras tanto
era esencial no comprometer la posibilidad de obtener
El próximo avance aparece documentado en una en el futuro una solución verdaderamente satisfactoria
planimetría muy cercana a la solución definitiva (códice para el problema vial dando al ingreso una amplitud sufi-
Chigi, p. VII, 9, c. 46). El relevamiento de los edificios ciente. Al problema funcional se le une otro de índole
vecinos permite definir al arquitecto el marco dentro del estética: hacer partícipe del nuevo espectáculo arquitec-
cual puede moverse y poder extraer de la situación los tónico a la mayor parte del espacio de la escena urbana
máximos beneficios. En otros dos documentos pueden circundante. El eje completo de Via di Parione podía com-
verse cómo el programa edilicio se fue concretando a prometerse por medio de una visión parcial del monu-
partir de un plan financiero y una decisiva acción buro- mento y esta posibilidad óptica esta indicada en el docu-
crática. La valuación de los inmuebles a expropiar, he- mento por una línea de puntos que llega hasta la plaza
cha por Rossi, Bolina y Turiani, es cercana a los 6.000 de S. Tomasso; pero el problema más importante era
escudos. En lo que se refiere al seccionamiento del lote abrir las visuales hacia Via di Tor Millina, relacionando
de S. Maria dell’Anima, propiedad de la nación alemana, visualmente la iglesia con el eje vial que provenía de pla-
la tarea resulta fácil. Monseñor Fustemberg, servidor del za Navona, que durante el pontificado de Inocencio X se
Papa, forma parte de la congregación que administra la había convertido en uno de los centros más representati-
propiedad, a la cual también pertenecen el custodio de la vos de la ciudad. En este sentido, el seccionamiento del
Vaticana y la secretaría dei Brevi. Bastará una palabra palacio Gambirasi era fundamental, ya que posibilitaba
del Papa y todo se resolverá. En cuanto a las viviendas una apertura en embudo de claro valor escenográfico
del otro costado, en el primer documento ya aparecía la hacia el eje de Via di Parione, introduciendo en medio del
posibilidad de una permuta por la «casa de las viudas» y tejido denso de las casas circundantes una apertura lu-
compensaciones con mejoras para los otros propietarios minosa. Más que contrastar decidídamente su obra con
que habrían obtenido ventajas con la nueva calle donde el entorno, Pietro busca una relación a través de sucesi-
podrían abrirse negocios. vos pasos, graduando las conexiones con sutil sensibili-
Volviendo a la planimetría podemos notar algu- dad. El control de los valores de luminosidad es justa-
nas variaciones decisivas. La más importante corresponde mente lo que le permite un resultado que es a la vez dra-
a las fachadas de las dos pequeñas pantallas laterales, mático y lírico y que refiere al hedonismo cromático, so-
que se retrasan notablemente de manera que el pórtico lar, de su pintura y a un profundo y solemne recurso con-
aparece colocado en el centro de la plaza en una posición templativo.
de claro dominio. Por medio de los Avvisi di Roma sabemos que en
La forma de las pantallas que cierran el espacio 1657 el Papa visitó dos veces la obra, demostrando un gran
de la plaza se vinculan con la estructura muraria del co- interés por los nuevos trabajos. Evidentemente su entusias-
legio dell’Anima (que se encuentra a la derecha de la igle- mo por la calidad de la obra contribuyó a convencerlo de
sia). Por eso, mientras que uno de los lados de la plaza, aceptar el programa completo del arquitecto, autorizando el
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seccionamiento del palacio Gambirasi. El último dibujo ya llega a la configuración definitiva de la fachada de la iglesia
está muy cerca de la solución final. Por ejemplo, las peque- se evidencian claramente en las tres perspectivas de la
ñas fachadas laterales se pliegan, formando ángulo agudo colección Martinelli, conservadas en la colección Bertarelli
de valor análogo a las realizadas. del castillo Sforzesco de Milán que publicamos aquí por pri-
En la realidad, el trazado en tenaza de la plaza mera vez. En los tres dibujos, mientras que los edificios
se basa en un esquema geométrico irregular que sirve laterales de la plaza permanecen casi sin variantes, todos
de mediación entre los elementos urbanísticos y la dis- los elementos del fondo cambian. En lo referente al pórtico
cordante posición del monumento. Para darse cuenta de y a las partes laterales del primer orden, sólo en la solución
la soltura con la que se plantea el trazado planimétrico intermedia se nota la característica variación de la curvatu-
basta sólo confrontar entre sí los ángulos recíprocos de ra del pórtico que ya no tiene un perfil semi-oval como en la
la compleja figura geométrica del perímetro de la plaza obra realizada, sino achatado en el centro a través de un
que deberían ser entre sí iguales. Comencemos por los elemento rectilíneo. También la diferente proporción de los
chaflanes de ingreso: al comienzo del chaflán (mirando intercolumnios extremos de la fachada demuestra la bús-
la iglesia, se indica siempre primero el valor del ángulo queda de un corte más marcado y completo de la masa
de la izquierda) tenemos ángulos de 215 y 248 grados, al muraria, que por su sentido plástico se asemeja a la expe-
final 204 y 211 grados. Los ángulos agudos de las esqui- riencia de San Luca.
nas internas son de 80 y 85 grados; y los del fondo entre En el segundo orden de la fachada, las variacio-
los flancos de la plaza y las alas de la iglesia son de 118 nes son más evidentes y afectan tanto a la parte central
y 122 grados. Nos encontramos frente a una serie de como a los elementos de conexión con los laterales de la
consideraciones perspécticas que cambian continuamen- plaza. En la solución que consideramos inicial, la parte
te y sin una precisa coincidencia bilateral, a una simetría central esta cortada con dureza, eliminando las partes
de la composición que se apoya en un perfil modificado, curvas y jugando solamente con la relación de dos estra-
plegado, carente de cualquier rigidez. Las dos pequeñas tos superpuestos de modenaturas que reproducen en
calles laterales, claramente sugeridas por la necesidad bajorrelieve el complejo diseño plástico de San Luca. La
de estacionar las carrozas y permitir que giren manio- relación con los laterales se realiza, en cambio, por me-
brando marcha atrás, se convierten en los brazos de una dio de elementos convexos que acentúan la profundidad
tenaza en la que el pórtico es la charnela. El espacio com- a ambos lados del cuerpo central. Esta solución, que per-
prendido entre las altas paredes adquiere una consisten- manece casi invariable también en el segundo dibujo, es
cia corpórea y parece haber excavado, expandiéndose, más madura que la definitiva pero no resuelve el proble-
esa especie de alvéolo en el que la iglesia se encastra y ma de la concordancia de los elementos arquitectónicos
en el que la luz desciende filtrada desde lo alto, creando con la parte inferior de los edículos coronados con me-
una dramática oposición entre zonas. Para quien llega dallones.
desde Via di Tor Millina y ya ha fijado la vista en la ima- En el segundo dibujo el trabajo de excavación
gen de la iglesia tiene, cuando arriba a la plaza, la impre- de la masa muraria es mucho más marcado, incidiendo
sión de una revelación definitiva que lo invita a una nue- también en la parte central del segundo orden de una
va lectura mucho más persuasiva. Apenas se entra en el manera que ya se acerca a la solución definitiva, que
recinto, la relación entre los diferentes elementos se trans- aparece en el tercer dibujo y que sólo difiere del anterior
forma totalmente, casi se invierte y, por lo tanto, ya no por la forma del ventanal central excavado en un nicho
puede interpretarse en términos perspectívicos. El resul- que será luego transferido a la superficie, escondiendo
tado es totalmente opuesto al equilibrio estático tradicio- detrás de una reja el primitivo óculo del Quattrocento.
nal. La organización geométrica, que se basa en una nue- No es extraño que el pórtico se presente
va y compleja geometría abierta, ya no es evidente y re- cronológicamente como el núcleo generador de todo el
conocible, y es reemplazada por una trama cerrada de discurso, ya que es el único elemento cuya estructura se
indicaciones plásticas que se proyectan sobre un plano presenta literalmente como permeable al espacio. En vir-
que no es el cuadro paralelo al objeto, típico de la tradi- tud de su curvatura o de su cualificación plástica, cual-
ción perspectívica, sino una referencia cambiante y obli- quier otro elemento sólo complementa su cualidad de
cua. Los elementos de la arquitectura se imponen con aparecer no como pared que limita el espacio sino como
una violencia material vibrante mientras que su valor filtro a través del cual el espacio se insinúa, por medio de
posicional ya no se adecua a una precisa estructura grá- múltiples fisuras, en los puntos en los cuales la sombra
fica. Este resultado de inestabilidad es la consecuencia se hace más intensa. Desde este punto de vista la obra
de haber proyectado el monumento al centro de la plaza, continúa y profundiza la experiencia de los Santos Luca
haciéndolo sobresalir claramente del fondo. De esta for- y Martina, en cuyo interior la pared de fondo se insinuaba
ma el pórtico, que avanza casi hasta el ingreso de la pla- apenas a través de la trama continua del orden. Pero en
za, esconde las relaciones entre las diversas partes de la Santa Maria della Pace la amplitud de la oscilación de la
fachada, colocándolas en posiciones y dimensiones no superficie es tal, que subordina los valores volumétricos
deducibles racionalmente y determinando una disconti- a un desarrollo abierto de líneas-fuerza que intentan su-
nuidad entre los planos perspectívicos que reconstruyen perar la oposición espacio interior-espacio exterior, en una
las condiciones ilusionísticas de la escenografía teatral. síntesis en la que se funden ambos valores en el sentido
La parte alta de la fachada, inundada de luz, se de una continua permeabilidad espacial.
convierte en el centro ideal de la imagen, el punto en el Las pantallas del resto de los edificios, sin trans-
cual la materia vibra con mayor intensidad: las líneas formarse radicalmente, se cualifican plásticamente has-
quebradas de los palacios se repliegan para encerrar y pro- ta acercarse a la completa metamorfosis que se realiza en
teger el escenario dramático de la iglesia, oponiendo su dura la fachada de la iglesia. Este papel de mediación otorga a
y marcada articulación a la mucho más suave curvatura de los pequeños palacios un carácter de austera solemnidad,
la fachada. obtenida por medio de una clara trama de pilastras y corni-
Los problemas compositivos que más preocu- sas. Un único esquema vertical compuesto por una progre-
pan a Pietro durante el proceso crítico a través del cual sión de cuatro ventanas superpuestas en tres zonas se re-
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pite a lo largo de todas las fachadas, con pequeñas varia- de centímetros, y el resultado unitario ya no está dado por
ciones en los ejes, que crean sutiles diferenciaciones jerár- una distribución armónica de acentos sobre una superficie,
quicas. La distancia entre las pilastras varía desde un míni- sino por la conjunción de curvas sesgadas y por un diálogo
mo de 1,80 m. en las fachadas opuestas a la iglesia hasta entre primeros planos y fondos escalonados con diferente
un máximo de 2,20 m. en las fachadas laterales de la plaza, iluminación. En pocos edificios como en Santa Maria della
en las que las ventanas aparecen encerradas en paños Pace se evidencia una sensación clara de esa capacidad
apenas sobresalientes. El rígido esquema se modifica tam- de operar sobre el espacio que es propia de los maestros
bién en las pantallas laterales con una ventana y dobles del barroco; un espacio que no es una sugestión mental
pilastras que indican el cambio de ritmo. Una transforma- sino dato físico, el espacio de nuestra experiencia, multipli-
ción mucho más neta se produce en cambio en los gran- cado, modificado, plasmado por medio de la ficción arqui-
des chaflanes que conectan con la calle, en los que se in- tectónica.
sertan, entre las pilastras, un arco ciego y una gran ventana Nunca como aquí Pietro da Cortona logró resul-
con tímpano de diseño mucho más rico. La solución de los tados tan efectivos y persuasivos. Pero el salto cualitati-
ángulos entre los diferentes lados de la plaza se realiza en vo no es el indicio de un cambio de dirección sino que
la planta baja con pilastras adyacentes plegadas y en los cada cambio es la consecuencia de un objetivo experi-
pisos superiores por medio de dobles pilastras entre las mental desarrollado a partir de las obras precedentes.
que reaparece la superficie de referencia del muro. En su Pensemos en las alas cóncavas que ponen en relación,
conjunto, las pantallas de los pequeños palacios constitu- en la villa de Pigneto, el pabellón central con los volúme-
yen un compañía plásticamente sometida al tema de la igle- nes laterales; pensemos en el contenido relieve de la fa-
sia, de la que retoman ciertas demensiones; además, se chada de los Santos Luca y Martina; en el motivo del
colocan como continuación del tejido urbano circundante complejo tímpano de la tumba Montacuti en San Girolamo
del que recuperan, frente al carácter amplio y monumen- della Carità. Es particularmente interesante la compara-
tal de la fachada, la suave textura del revoque. La co- ción con San Luca, que evidencia el valor del camino
nexión entre las pantallas de la plaza y la fachada de la recorrido. El tema del segundo orden está resuelto de
iglesia se produce por la cesura en los ángulos. Sólo al- manera análoga; pero que nueva seguridad! El ritmo opri-
gunas conexiones horizontales se continúan por medio mido se distiende, el esquema se desprende de cualquier
de cornisas; otros elementos concluyen bruscamente y elemento convencional (como era el ventanal con tímpa-
aparecen nuevos con valor mucho más neto. El cambio no de un diseño descuidado); la relación entre el orden y
de tono se pone en evidencia rápidamente. En los extre- la pared de fondo se hace, debido el menor relieve, mu-
mos de la fachada surgen los edículos, como dos contra- cho más armónica. La experiencia directa del valor de la
fuertes, sobre los que aparecen los medallones papales; materia, poniendo en evidencia su textura, permite a Pietro
a la suave plasticidad de las pilastras se contraponen las eliminar toda decoración superflua en la pared de fondo,
columnas exentas; el revoque liso es sustituido por el disponiendo la piedra de modo de lograr un dibujo con
travertino texturado y poroso. sus vetas. La nueva postura de Pietro se hace particular-
En la parte alta, los diafragmas cóncavos, tam- mente evidente en la articulación entre el cuerpo avanza-
bién revocados, con su movimiento curvo amplio y pro- do y las alas laterales logrado tanto por medio del
fundo, contrasta con la dura rigidez de los edificios de la escalonamiento denticular de elementos ornamentales
plaza. Las alas cóncavas que sirven de unión, con pictó- como con la curvatura de la pared que se encastra con
rica audacia, no encuentran en la organización de la planta un simple relieve.
baja ninguna correspondencia de ritmo. Planteadas como Intentemos una lectura descomponiendo el dis-
proyecciones de una ilusoria lejanía, éstas ponen de curso a través de una sucesión temporal. El ventanal
manifiesto de un modo muy claro la matriz escenográfica central aparece recortado dentro de un diafragma que
de la composición, materializando tal vez el único ele- encierra una plano más amplio, limitado por dos colum-
mento concreto de esa matriz. nas libres que se incluyen en el edículo con tímpano cur-
El contraste de valores aumenta además en el vo. Mentalmente, se pueden aislar diferentes unidades
cuerpo central, que se encastra en la profunda concavi- autosuficientes o reconstruir los esquemas iniciales que
dad como una perla dentro de las valvas de una conchilla. la intención expresiva ha modificado profundamente; y
En el pórtico, y más aún en la parte superior de la facha- llama la atención esta vida interna de las formas que tien-
da, las vibraciones de claroscuro se hacen más eviden- den a reunirse en agrupamientos cambiantes. Observe-
tes y variables y las líneas adquieren mayor tensión. Una mos especialmente como el edículo central del segundo
carga vital parece presidir el repetido resonar de orden, a pesar de su autonomía, aparece estrechamente
convexidades, en principio en el cuerpo sobresaliente de ligado a la pared sobre la cual se proyecta y como define
la iglesia, luego en el pórtico y también en el leve relieve el volumen central del tímpano en la parte superior; y
encerrado entre las dos pilastras laterales. como reaparece en la parte inferior, organizando el orden
No es difícil reconocer en la partes que compo- por detrás de las columnas del pórtico. Siguiendo el es-
nen el tema de la fachada una clara referencia al esque- quema de San Luca, elementos verticales y horizontales
ma manierista del Gesù. Se repiten los dos órdenes de se entrelazan sin que ninguno de los ritmos prevalezca
ancho diferente puestos en relación con volutas, la claramente, determinando una expresión dinámica y abier-
tripartición vertical, el avance del cuerpo central, el tím- ta.
pano doble. Pero la relación entre los mismos elemen- En el interior de la iglesia la intervención
tos, el valor de cada uno de ellos ha cambiado completa- cortoniana se reduce a adherir un delicado ropaje decorati-
mente. Cada parte intenta conquistar una autonomía pro- vo que consiste esencialmente en la decoración del tambor
pia, a diferenciarse, a poner en crisis la unidad sin negar- y de la bóveda del pabellón. Esta decoración se plantea
la. El desarrollo en profundidad de los planos perspectí- basada en un claroscuro contenido, de una linealidad mati-
vicos se amplía a tal punto que ya no es posible seleccio- zada con tenues resaltos. Retomando el modelo de San
nar objetivamente un plano de referencia. La fachada Luca, en la cúpula se entrecruzan la malla de las costillas y
avanza y retrocede con oscilaciones tanto de metros como la de los casetones, creando en el diseño una superposi-
5
ción de texturas que garantizan el resultado de tensión que
es una preocupación constante del autor. La ornamenta-
ción convencional es sustituida por festones y coronas ve-
getales cargadas de significados heráldicos y diseñados
con una grafía que hace suponer una cierta base
naturalística, para atraer la atención del observador como
episodios de una serena elegancia que no tienen referencia
con las dramáticas premisas de la fachada. Pareciera que
el programa de restauración del interior se adecuó a las
posibilidades concretas de intervención. Limitado por una
matriz espacial ya terminada, el artista lo dejó de lado sin ni
siquiera intentar sugerencias programáticas capaces de es-
tablecer una continuidad con el exterior.

De PORTOGHESI, Paolo, Roma barocca, Roma-Bari,


Laterza, 1998. Cap. VIII: «Pietro da Cortona», p. 229 y ss.
Edición original: 1966. Traducción: J. Valentino, Arq.

6
Ficha edificios
PLAZA SAN IGNACIO
Ph. Raguzzini, 1726-1728, Roma, Italia H2
CÁTEDRA ARQ. JULIO VALENTINO

La pequeña Piazza Sant’Ignazio (1726-1728) tie- un patio a la ancha perspectiva, y explotaron el momento
ne carácter diferente. En vez de formar un «nudo» dentro psicológico de fascinación que siempre se siente, al estar
del conjunto dado de la Roma histórica, aparece como encerrado físicamente por una arquitectura monumental. La
un fragmento de un tipo diferente de ciudad, basado en Piazza de Raguzzini, pertenece a esa tradición, pero expe-
un movimiento ondulante y continuo de células espacia- rimentó un interesante cambio, que contrasta con la plaza
les interactuantes. De hecho, la Piazza Sant'Ignazio re- de S. Maria della Pace. Son ahora las casas de viviendas,
presenta la única aplicación urbana de los principios de arregladas como alas y no la fachada de la iglesia, lo que
Borromini y de Guarini, como lo expresó teóricamente el forma el foco de atención.
último en su Placita Philosophica. Es muy sorprendente Lo que une las concepciones de las escaleras
que el mediocre Philippo Raguzzini pudiera concebir una de la Plaza de España y la Piazza S. Ignazio, es la ele-
solución de tal importancia y originalidad como esa, y gancia del dibujo curvilíneo, y el mismo espíritu se puede
hay que suponer la influencia de Juvarra, quien ocupó el encontrar también en el alegre movimiento de los fronto-
cargo de arquitecto de la basílica de San Pedro en 1721. nes de ventanas, y balcones y barandillas de Valdassori,
La composición suele describirse como consistente en en la fachada del Palazzo Doria-Pamphili.
tres espacios elípticos, uno grande en el centro, franquea-
do por otros dos más pequeños que forman una transi- De WITTKOWER, Rudolf, Arte y Arquitectura en Italia, 1600-
ción con las calles que hay detrás. Sin embargo, los pala- 1750, Madrid, Cátedra, 1979. Cap. 16: «Arquitectura», pp.
cios laterales son perfectamente simétricos y deberían 379-380. Versión original: Art and Achitecture in Italy. 1600-
terminar en espacios elípticos análogos en ambos extre- 1750, Harmondsworth, Penguin Books, 1958.
mos. Debido a la existencia de la fachada de Sant'lgnazio,
realizada por Algardi (1649), solo se pudieron llevar a cabo
dos de las cuatro elipses así definidas. Más que repre-
sentar una adaptación a la iglesia, la piazza constituye
un sistema abierto que se interrumpe con la iglesia. Las
elipses laterales se definen con las paredes de los tres
distintos edificios. Esas paredes se unen ópticamente para
definir el espacio que tienen delante, «liberándose» de ... En este gusto por la separación, por la tensión
los edificios que tienen detrás, al mismo tiempo que cada entre membratura y pared, está ya prefigurado el carácter
uno de ellos forma parte de la limitación continua de los particular de la pequeña plaza de Sant’ Ignazio realizada entre
edificio. El resultado es una singular integración de masa los años 26 y 27. El tema era el de lograr una sistematiza-
y espacio: masas y espacios están claramente definidos ción definitiva del espacio que antecedía a la gran fachada
por superficies ambiguas. Hubiera resultado interesante construida por Algardi para los Jesuitas en el Seiscientos,
ver un distrito urbano mayor organizado de esa forma. A proponiendo edificios de varios pisos destinados a vivienda,
pesar de la severidad del sistema, la Piazza Sant'Ignazio en lugar de construcciones para uso público, como había
tiene la ligereza y la grata sensualidad de la arquitectura sucedido casi siempre en las grandes iniciativas pontificias.
rococó. El ejemplo más cercano con respecto a este tema, era la
pequeña plaza de Santa Maria della Pace, de Cortona, rea-
De NORBERG-SCHULZ, Ch., Arquitectura tardobarroca, lizada para permitir la llegada en carroza hasta la iglesia,
Madrid, Aguilar, 1973. Cap. I: «La época tardobarroca», p. incorporando en el nuevo proyecto el tema de la vivienda
40. Versión original: Architettura tardbarocca, Milano, Elec- privada.
ta, 1971. El ejemplo cortoniano tiene un peso evidente en
la realización de Raguzzini; pero debe de tenerse en cuenta
que, mientras que en Santa Maria della Pace el problema
era transformar la iglesia en función del ambiente y el
ambiente en función de la iglesia, creando entre ambas
partes vínculos indisolubles, en S. Ignazio uno de los tér-
minos del diálogo aparecía como dado e intocable y era
necesario enfrentarse con él (la fachada algardiana) con
desventajas: un programa económico muy modesto y una
Mientras las escaleras de la Plaza de España situación cultural que había cambiado radicalmente y que
están ideadas para ser contempladas de lejos y de cerca no permitía ni siquiera la hipótesis de una ambientación
-cuando más se aproxima uno más cautivadores son los pasiva.
efectos escénicos- la Piazza cerrada de S. Ignazio sólo Con su lograda obra, Raguzzini demostró que
puede verse de cerca, y al entrar en ella, un acto de per- no había recorrido en vano sus años romanos y que ha-
cepción instantánea, más que una revelación gradual, bía comprendido y detectado ciertas cualidades ambien-
determina el estado de ánimo del espectador. Los maes- tales muy sutiles de la ciudad barroca, que probablemen-
tros romanos del siglo XVII preferían la plaza cerrada como te no eran comprendidas por sus críticos académicos: en
1
primer lugar, el valor de la continua sorpresa, producto de la la aduana en Ripetta. Si bien el gusto decorativo de
superposición de la red vial y de los vistosos monumentos Raguzzini es completamente diferente y está orientado ha-
renacentistas y barrocos; en segundo término, el valor de cia delicadas incrustaciones superficiales, la densidad del
los contrastes de escala impredecible, producidos por la ritmo de los edificios laterales, el motivo de las ventanas
proximidad de las viviendas modestas y los grandes monu- encolumnadas y las recurrentes membraturas verticales que
mentos de la ciudad imperial. Se advierte en S. Ignazio el prevalecen sobre las sutiles conexiones horizontales, reve-
resultado de una lectura consciente de los valores urbanís- lan una relación directa con el iniciador, en el Setecientos,
ticos de la ciudad y casi un comentario irónico, tal vez in- de la polémica contra la conformista inercia de Fontana.
consciente, de las contradicciones y paradojas de la ciudad
espectacular, hecha para la sola contemplación. De PORTOGHESI, Paolo, Roma barocca, Roma-Bari,
Contrariamente a lo que se afirma habitualmente, la Laterza, 1998. Cap. XXI: «Filippo Raguzzini», p. 393 y ss.
disposición de los edificios no permite una fácil lectura de la Edición original: 1966. Traducción: J. Valentino, Arq.
fachada de la iglesia. La desembocadura divergente de las
dos pequeñas calles que dan acceso a la plaza, guían la
mirada hacia visiones parciales y episódicas de la gigan-
tesca mole de travertino y el recorrido tangencial a lo largo
del eje de la via del Seminario sólo permite visiones rasantes
y deformadas. En realidad, la plaza de Raguzzini coloca
elegantemente entre paréntesis el viejo edificio y concentra
la atención del observador sobre las pantallas plenas de plie-
gues y sorpresas; utiliza la gran fachada monumental como
factor de contraste y de sorpresa, y también como un ce-
rramiento necesario para justificar la polémica apertura del
espacio circundante. El esquema geométrico adoptado no
tiene la coherencia orgánica presente en el puerto de Ripetta
ni de las complejas matrices geométricas de los edificios
borrominianos. Es el resultado de adosar tangencialmente
tres óvalos, uno más grande que determina la curvatura del
edificio central, y dos laterales que definen formalmente los
ángulos de este edificio, los de los otros dos edificios que
cierran los lados de la plaza y también las cabeceras de los
otros dos restantes.
Los edificios laterales, dispuestos ortogonalmen-
te con respecto a la iglesia, terminan con dos pabellones
ochavados, enfocados hacia el centro de la fachada, y
articulados por altas ventanas encolumnadas, estable-
ciendo con la fachada de la iglesia una relación que es
tanto de diferenciación como de integración visual. El ele-
mento caracterizante de la plaza es justamente el rol de
elementos de integración que juegan estas ochavas re-
corridas por ventanas. Este esquema recurrente crea una
red de ecos visuales, que acentúa felizmente la multiplici-
dad de planos perspectívicos, con rol variable como con-
secuencia de la diferente incidencia de la luz.
Las influencia ejercida por el plegado de las
ochavas, debido tanto a exigencias geométricas como a
correcciones empíricas sobre el espacio de la plaza, es
muy fuerte. Es prueba suficiente de ello la sugerencia vir-
tual de una envolvente cóncava continua producida por
las ochavas que están dirigidas hacia la iglesia a fin de
quebrar la inercia espacial.
El lenguaje adoptado en esta experiencia por
Raguzzini sólo conserva de sus antecedentes meridiona-
les algunas sugerencias vitales en el tratamiento de la
materia que comenzarán a formar parte del patrimonio
lingüístico artesanal de la ciudad e influenciarán profun-
damente el lenguaje habitual de los edificios de vivienda
para alquiler.
Si bien la forzada heterogeneidad de ritmo entre
el edificio central y los laterales, dictada por exigencias
distributivas, resulta bastante elemental y no carente de
indefiniciones e ingenuidad en su diseño, la maniera del
arquitecto aparece, en su obra más importante, depura-
da y basada en un dominio seguro de los instrumentos
proporcionales. Los contactos más interesantes con la cul-
tura romana aparecen en la confrontación de la plaza con
las obras de Specchi, como el palacio Pichini o el edificio de
2
Ficha edificios
FONTANA DE TREVI
N. Salvi, 1732-62, Roma, Italia H2
CÁTEDRA ARQ. JULIO VALENTINO

Il problema critico più interessante che pone l’opera degli problema politico e culturale. In un primo tempo, nel 1730,
architetti della generazione del 1690 è quello della fontana se ne consultarono quattro che produssero disegni e
di Trevi e della personalità del suo autore, Nicola Salvi, che modelli; poi nel 1732 si bandì una sorta di concorso, senza
per quanto sensibile agli ideali di una rilettura classica, però la ufficialità di quello di S. Giovanni, al quale
riesce a costituire un’opera così sottilmente integrata nella parteciparono diciassette artisti. L’assegnazione
tradizione barocca, da avere spinto più volte gli storici a dell’incarico, a quanto dice il Milizia, avvenne seguendo il
ritenerne autore (per l’iniziale configurazione) Gian Loren- principio di equilibrare le due competizioni, coordinandone
zo Bernini. Questa conclusione è stata recentemente i risultati. Dato al Galilei il più importante successo, Vanvitelli
riproposta, con l’appoggio di un preteso disegno berniniano, e Salvi, in favore dei quali gran parte della commissione si
che altro non è, a nostro avviso, che un’esercitazione era dichiarata, furono accontentati dando loro
accademica settecentesca; ma il problema sollevato è la rispettivamente l’incarico del lazzaretto di Ancona e della
prova dell’eccezionaiità di un’opera che stupisce per la fontana.
ricchezza della sua ispirazione e per la felicità del risultato. In un primo tempo, l’accordo pare fosse diverso giacché
Della progettazione della fontana si erano occupati quasi il Valesio, il 6 agosto del 1732, dava notizia di
tutti i pontefici del Seicento, facendo redigere progetti in un’indiscrezione secondo la quale vincitore sarebbe stato
funzione delle varie possibili collocazioni urbanistiche. Del il Vanvitelli; nel settembre, invece, senza commento, egli
novembre dell’anno 1700 è un disegno attribuito a Carlo riferisce dell’assegnazione del-l’incarico al Salvi, che subito
Fontana, probabilmente ispirato a una delle soluzioni si mise al lavoro.
proposte dal Bernini; il fulcro della composizione è un Felice ripensamento, giacché il progetto vanvitelliano era
gruppo plastico, di forma piramidale allungata, posto sullo di gran lunga inferiore: compromesso dall’idea poco felice
sfondo drammatico di un colonnato aperto, attraverso il di erigere al centro della fontana una colonnata destinata a
quale traspare lo sfondo del cielo; il gruppo ha delle analogie sostenere una statua della Vergine. L’opera del Salvi è, non
con quello poi pensato dal Salvi, per la presenza della figura ostante la rigidezza della quinta architettonica, che fa da
simbolica dell’oceano preceduto da un gruppo di agitati sfondo, pervasa da un intenso dinamismo, tutta tesa a
tritoni. ricondurre gli elementi linguistici desunti dalla tradizione
L’eredità verificabile d’idee da cui il Salvi prese le mosse palladiana — intenzionale omaggio a una moda della quale
per il suo progetto è riassunta da questo disegno, che tutta la sua generazione aveva subito l’influenza — a una
dimostra nel Fontana insospettate qualità scenografiche e linea d’incontro con la tradizione del Seicento romano che
una poetica riassunzione del tema della struttura permeabile egli dimostra d’aver lungamente e profondamente studiato.
allo spazio. Il motivo dell’arco trionfale che forma il corpo centrale del
Durante il pontificato di Benedetto XII Orsini, nel 1728, la palazzo, derivato direttamente dai modelli romani, ha
questione della fontana era tornata d’attualità per l’incarico nell’inserto della nicchia centrale un elemento caratteristico
dato da mons. Sardini, presidente delle acque, al in cui si fondono ricordi palladiani e berniniani. Se da una
napoletano Paolo Benaglia, di redigere un progetto che lo parte infatti il motivo « eroico » ricorda l’abside di S. Giorgio
scultore s’impegnò a realizzare senza chiedere soldi al Maggiore, che aveva trovato a Roma ascolto anche in
Papa. La descrizione satirica del progetto dataci dal Valesio Borromini, nel primo progetto di S. Ivo; dall’altra la struttura
offre un’idea del clima di pio provincialismo che aveva della nicchia colonnata può considerarsi un rovesciamento
permeato la città sotto il pontificato Orsini. Il Sardini, che si del motivo berniniano della facciata di S. Andrea al Quirinale,
piccava d’esser anche poeta, aveva suggerito al Benaglia un processo di scavo della massa muraria che corrisponde
una « allegoria cristiana »: nel punto più elevato della fontana alla estroflessione del portichetto berniniano. Berniniana è
doveva spiccare, assisa in trono, la Beata Vergine del anche la contrapposizione del motivo centrale alle ali laterali,
Rosario; sotto a questa, sulla sinistra l’immagine della sperimentato con proporzioni diverse a Montecitorio e nel
«vergine trivia » «nata — dice il Valesio — dalla testa del palazzo Odescalchi.
prelato, come Minerva dalla testa di Giove». Questa con L’ordine piatto di lesene uniche, che ritma la potente
una mano accennava la statua della Madonna e con l’altra massa muraria non dà luogo a una soluzione statica e
l’acqua che sgorgava da una sorgente. Sulla destra era conclusa della parete, poiché il disporre le finestre superiori
prevista una statua di Roma in piedi e «accanto ad essa in modo tale da spezzare la continuità dell’architrave e del
senza alcun proposito una scrofa con alcuni porchetti e fregio, come a Roma —sul-l’esempio del Palladio della
dalla banda della Vergine Trivia un alicorno». La morte del loggia del Capitanio— solo Borromini aveva osato fare nella
Papa mise fine ai propositi apologetici del Sardini e alle casa dei Filippini, è esplicito atto di coraggio e sta a
dilettantesche esercitazioni del Benaglia, al quale da dimostrare un legame non reciso con quel rapporto d’attività
Clemente XII venne subito limitato l’incarico, riservandogli dialettica verso la tradizione classica che il barocco aveva
l’esecuzione del grande stemma di coronamento. affermato coraggiosamente e del quale Palladio nelle sue
La scelta dell’architetto costituiva però un arduo opere più drammatiche offre una prefigurazione. 1
Il legame con il Palladio antidogmatico, vicino nello calore, che le distrugge, può chiamarsi l’unica perenne
spirito agli architetti di Baalbeck è il mezzo paradossale, causa del di loro mantenimento.
ma culturalmente validissimo, attraverso il quale Salvi L’Oceano adunque, atteso tutto ciò, si doverà esprimere
riesce a trovare una linea di connessione tra l’aspirazione in piedi, sopra un Augusto Carro di grandi Conche marine,
per significare la mobile e sempre operativa sostanza
alla chiarezza classica e lo spettacolo travolgente delle
dell’acqua, incapace di una benché minima quiete, a
acque. Le più evidenti citazioni palladiane sono tutte tratte
differenza della Terra, la di cui immagine si
dal gruppo delle sue opere tarde: la loggia del Capitanio e rappresenterebbe sedendo, siccome quella, che stabile,
il palazzo Porto-Breganze, da cui derivano le finestre a e ferma in se stessa, non altro fa, che ricevere le
balconcino sorrette da mensoloni, il palazzo Valmarana, impressioni, che dagli Agenti esteriori, e particolarmente
dal quale discende il ritmo serrato delle lesene intersecate dall’acqua, vengono in essa formate.
dalla cornice intermedia.
Il contributo originale del Salvi sta nell’elaborazione La relazione, in gran parte corrispondente alla
plastica dei motivi —che non sono mai adottati, ma realizzazione, continua descrivendo gli altri gruppi scultorei
piuttosto tradotti, attraverso il filtro di una sensibilità legati a quello centrale:
chiaramente settecentesca— nella spregiudicata
soluzione dell’attico in cui un ritmo allargato di bassorilievi L’accompagnamento poi che doverà avere, siccome
si sostituisce alla continuità dell’orditura inferiore e nel non può essere affatto diverso dalla natura dell’acqua, e
basamento che con la sua pronunciata orizzontalità deve necessariamente comprendere sotto di sé un
enuncia in astratto il tema fondamentale della scogliera. allegorico sentimento, che insegni le sue principali
È soprattutto nella scogliera però che l’autentica proprietà [...] doverà esser formato da due Tritoni, e due
Cavalli marini, li quali siano in tal maniera situati, che paia,
vocazione del Salvi si rivela; non perché egli dimostri di
che appena sorto l’Oceano dalle nascoste vene della terra,
possedere doti di vero scultore, ma, al contrario, perché in e fattosi visibile al Popolo sulla Fontana di Trevi, abbiano
essa rifulge una capacità organizzativa miracolosa ottenuta convenientemente fatto corte dall’una, e dall’altra parte del
con mezzi essenzialmente architettonici, tradotti in termini carro, lasciandolo interamente coperto nella sua principale
di allucinata visione naturalistica. L’ispirazione centrale veduta, come appunto ogni ragione vuole, che facessero i
dell’opera è il tema del movimento e del divenire al quale la servi dinanzi a un lor Signore, il quale appena giunto, e
struttura iconologica risponde con meditata esattezza. fermato, dal Trono volesse promulgare una legge, e imporre
È interessante a’ questo proposito rileggere la relazione un comando ai suoi sudditi spettatori. Li Cavalli Marini, oltre
la parte anteriore simile ai nostri terrestri, la quale siccome
che in parte egli stesso scrisse per illustrare le «ragioni
la più nobile di un corpo, significa la propria sede, et il
filosofiche» dell’opera:
principale impero dell’Oceano sulla terra, abitazione
destinata per gli uomini; e la posteriore, la quale terminando
L’Oceano, la di cui statua —è scritto nell’interessante in lunga, e squamosa coda a guisa di pesce, far vedere,
documento— dovrà situarsi nella fontana di Trevi, non va che la sua potenza si stende egualmente ne i vasti, e
certamente separato dalla serie delle altre antiche deità, profondi mari; doveranno ancora avere le ali sul tergo, per
le quali, sotto la corteccia di misteriose immagini, far conoscere l’Oceano nientemeno atto a sollevarsi per
rac-chiudevano sempre o utili insegnamenti di morale l’aria, dove le di lui acque sono le produttrici di tante
Filosofica o recondite spiegazioni di naturali cose [...] ammirabili cose, e così diverse, quante in essa ne
l’Oceano considerato alcune volte passeggiar per il mare veggiamo.
sopra carro tirato dalle Balene, preceduto da i Tritoni, e Di questi due Cavalli, uno doverà dar tutti i segni della
seguito da numerosa schiera di Ninfe, non altro significa, maggior ferocia possibile, inalberandosi col petto, et
che la visibile immensa mole dell’acqua marina, radunata, attorcigliando ferocemente l’elevata coda, et inalzando le
e ristretta ne i vasti seni della Terra, che col nome di mare curvate gambe, co i crini svolazzanti per l’aria, stia in gran
chiamiamo, da i quali come da propria particolar sede, e parte fuori dello scoglio, come volesse curiosamente
quasi a dire da una miniera perpetua ha la potenza di precipitarsi in una rottura del medesimo, e correre
diffondere varie parti di se medesima, rappresentate per i liberamente ad esseguire i sregolati impulsi d’un troppo
Tritoni, e per le Ninfe, le quali vadino a dar alimento fervido spirito.
necessario alla materia per la produzione, e conservazione
delle nuove forme, che noi veggiamo, per indi ritornar poi
con un perpetuo giro a prendere un nuovo spirito, et un Con minuziosa cura il Salvi costruisce la sua allegoria,
vigor nuovo del suo tutto, cioè a dire nel Mare medesimo: dettata da un senso della natura che ha radici nella cultura
et altre volte chiamato Padre delle cose, e fatto Figliuolo classica e soprattutto in Lucrezio, di cui si avverte il ricordo
del Cielo, e della Terra, si riconosce per simbolo, non tanto nella chiara allusione al ciclo continuo di trasformazioni che
della potenza operativa dell’acqua, allorché si considera caratterizza la vita dell’universo. Le statue che popolano la
radunata nel mare, quanto dell’istesse di lei attuali piazza sono spettacolo che cerca, come caratteristico
operazioni, quando sotto sembianza d’Umido, pervadendo dell’arte barocca, di comunicare a più livelli: da quello delle
da pertutto la materia, e serpendo per le sue vene, e spazi persone colte, che cercano di ricostruire analiticamente il
anco più angusti, si fa riconoscere per una fonte perenne programma iconologico a quello di chi si arresta davanti
delPinfinite produzioni, che veggiamo in Natura, e per una
allo spettacolo subendolo passivamente. La sollecitudine
causa instancabilmente conservatrice di esse. In
qualunque maniera però si concepisce l’Oceano, sarà del Salvi per il suo spettatore oscilla continuamente dal
sempre vero, che ci darà l’idea di una Potenza non limitata, piano dell’intuizione a quello dell’esegesi più complessa,
e circoscritta fra le materiali cose da alcuni termini; ma in dimostrando un’adesione sostanziale a quelle eh’erano
tutto libera, e sempre operante in ciascheduna, benché state le intenzionalità berniniane nei suoi grandi cicli
minima, parte della materia creata, dove porta seco, rappresentativi, come la fonte Pamphilia e la Cattedra di
distribuisce, e rende vivide le nutritive parti necessarie alla S. Pietro.
produzione delle nuove forme, e rattemperando il soverchio 2
Ma la relazione è illuminante anche per quanto riguarda della metamorfosi e del corrompimento della materia.
le finalità più propriamente architettoniche; l’autore difatti L’angolo crollante artificiosamente rappresentato, la
dopo aver descritto il ruolo che l’acqua svolge come vegetazione pietrificata che si annida per ogni dove sulla
tessuto connettivo dello spettacolo, si riferisce alla scogliera e sul basamento del palazzo, lo stemma
magistrale soluzione data al problema del dislivello abbarbicato agli scogli, sono tutte immagini che discendono
esistente tra i due accessi laterali, dimostrando la sua dal repertorio berniniano, ma assumono qui un ruolo ancora
volontà di far sì che la « irregolarità servisse in alcuna più sistematico. Ciò che interessa l’architetto è di far
maniera per adornamento di tutta l’opera », dimostrando convergere le varie allusioni, da quelle intellettualistiche a
quindi, in vitale continuità con l’urbanistica barocca, d’aver quelle più spontaneamente percettibili, all’ispirazione
concepito la fontana in funzione della piccola piazza centrale dell’estasi del movimento, che tutto riassorbe e
prospiciente e considerando la difficoltà come un prezioso trascina, e dell’acqua, che nella sua mobilità e nella sua
stimolo, come un male da rovesciare in bene, attraverso il assenza di forma a priori, nella sua tendenza a configurarsi
ricorso alla inge-gnosità, alla «agudeza». in funzione degli impulsi che riceve, diventa simbolo e
manifestazione di questa metamorfosi.
Da tutti poi i scogli —scrive, il Salvi— non solo per quanto Artificio e natura si fondono attraverso la magia del
fanno basamento alla parte di mezzo, siccome abbiam controllo ottico: l’immagine non è astrattamente pensata
detto; ma ancora sino alla metà de i due Palazzi, che ma studiata per punti di vista variabili entro limiti precisati:
formano fianco all’opera, esce da vari luoghi la giacitura urbanistica diventa condizione primaria e
abondevolmente l’acqua, ora piombando libera in larga rispetto ad essa, al tipo di lettura che consente, i vari
striscia ad unirsi con l’altra nella gran tazza inferiore, ora episodi di cui si compone il grande affresco acquistano
urtando, e riurtando nel cader, che essa fa, per le una relativa autonomia dalla regola astratta della simmetria.
prominenze de’ Sassi, balza ripercossa in aria disciolta in In pochi casi anche la simmetria di un complesso
bianca spuma, et ora sorgendo a bollori per le aperte fibre
monumentale è stata così radicalmente e sottilmente
dello Scoglio, scorre lambendo sempre i sassi divisa in
rivoli, unendosi poi tutte nella tazza soggetta, dove mosse contestata. Mentre a sinistra la fontana termina in una serie
dal continuo impulso dell’altra cadenti, vanno placidamente di bacini isolati, a destra il magma della scogliera è più
ondeggianti a percuoterne il labro, il quale incominciando chiuso e compatto e si oppone all’alto muro che assorbe il
in ambedue le parti della suddetta metà de i Palazzi, risalire della via dell’accademia di S. Luca.
rustico, e nascente da i medesimi scogli, come da essi L’intuizione di una forma vibrante, organica, in cui pietra
cavato, esce in fuori per due linee perpendicolari alli ed acqua si comunicassero una continua tensione vitale,
medesimi, sopra le quali piegandosi ad angoli retti verso il si estrinseca nello studio della scogliera che mantiene
mezzo, e proseguendo per non molto spazio, si rivolta coerentemente una struttura diagonale saliente sulla
poi in linea curva, formando la metà di un ellissi, d’intorno destra, e sembra obbedire a piani naturali di sfaldamento
a cui siccome anco agli altri lati suddetti, sono a coppia
contribuendo a negare, sul piano dell’elaborazione plastica,
disposte alcune piccole colonne, che lasciando tra esse
la matrice simmetrica della composizione. Il tumultuoso
da una parte libero il passo al Popolo per accostarsi alla
tazza, reggono con l’altra doppi ferri posti orizzontalmente naturalistico articolarsi del magma roccioso è poi riassunto
per difesa dell’opera, e commodo de’ Spettatori. Né nell’immagine felicissima della grande conchiglia su cui
mancheremo di dire ora, che ci cade in acconcio, che, poggia l’oceano, e che, dietro la figura sembra trasformarsi
siccome la strada, che conduce alla Chiesa dell’Angelo in un ispido panneggio. Questo groviglio plastico che
Custode, incominciando dolcemente a salire nel principio richiama il dilatarsi schiumoso della rocaille è il risultato di
della piazza di Trevi, giunta che essa è all’angolo de un minuzioso studio di cui è rimasta traccia nel conto degli
Palazzo, che forma fianco alla Fontana, suddetta parte, intagliatori, dove si descrive minutamente il «Conchiglione
s’inalza per più palmi sopra il rimanente piano della piazza che forma carro alla figura dell’Oceano, lavorato a guisa di
medesima; così affine, che la sunnominata irregolarità Ostrica intartariata da ogni parte imitando il vero».
servisse in alcuna maniera per adornamento di tutta
Tutta la cronaca della costruzione della fontana
l’Opera, comodo del Popolo, si vedono i scogli continuar
sempre decrescendo in altezza per quanto essa si sente, documenta questo aspetto singolare: il profondo studio che
reggendo sopra di sé un rustico balaustro, che forma il suo autore compì per raggiungere il risultato, delle lotte
parapetto alla Strada, interrotto in alcuni luoghi da punte di che dovette affrontare in particolare con lo scultore G. B.
“scogli, una delle quali maggiore dell’altra, si vede parte Maini che voleva dare una diversa impostazione al gruppo
restarsi nella sua naturale rozzezza, e parte centrale sacrificando l’apertura a ventaglio determinata
scherzosamente intagliata a guisa di Vaso, che piantando dalla disposizione centrale della grande cascata. Il Salvi
con parte del suo piede sopra il balaustro suddetto, s’inalza difende la sua opera con umile circospezione rivolgendosi
con tutto il rimanente sopra di esso, e sotto questo caso a ai potenti; al Cardinal Neri Corsini scrive:
perpendincolo sporgendosi più, che altrove le prominenze
dello scoglio, vi si vedono attorno avviticchiati due grandi Queste mie parole, qualunque si sieno riflessioni sulla
Serpi, che gettando acqua dalla bocca provvedono maniera d’esprimere il gruppo dell’Oceano, soggetto
sufficientemente al bisogno delle Case vicine. principale da me introdotto nella fontana di Trevi, le quali
Certo il Salvi si giovò nella sua opera delPamplissimo prendo ardire di porre sotto gli occhi del’Em.a v.ra, ed alla
dibattito, che intorno al tema della fontana di Trevi si era censura del di lei intendimento, posso giustamente temere,
rivolto durante quasi cent’anni: ma l’immagine, come egli che, condannando in parte [a] ciò che ha stabilito di fare il
Sig.r Franco Maini, professore meritevol.te prescelto per
la realizzò, se si eccettuano le varianti del Pannini, gli
l’esecuzione di detto gruppo, sieno per farmi incontrare la
appartiene integralmente; al suo spirito umile e rigoroso taccia, o di presumere troppo di me med.o e delle mie
va attribuita la salda organizzazione plastica dell’immagine, operazioni, o di trascendere in un ardire eccedente, quasi
la sua ricchezza narrativa, il tono dimostrativo quasi che voglia stendermi oltre i confini che possono convenirmi
come Architetto, e porre il piede nell’altrui provincia senza 3
farmi scrupolo d’opporsi ad un Professore di tanto grido Ben poche sono le altre opere note del Salvi: del 1728
per la molteplicità e perfezione delle di lui opere, io per è una macchina da fuoco per Trinità dei Monti, fedelmente
così dire appena incomincio adesso ad uscire dalle mie ispirata alla facciata di S. Agnese del Borromini, fittamente
private occupazioni, e dalle mura del mio studio per popolata di figure allegoriche; del 1739 è il modesto altare
rendermi cognito al Pubblico. Ma che poteva io fare se il
di S. Eustachio di una nobile e anodina eleganza, della
Sig.r Maini per accomodare il gruppo in una maniera, siami
decorazione della cappella nella chiesa di S. Rocco,
lecito il dirlo, in tutto opposta alla verità di una giusta e
conveniente espressione si è trovato in necessità di realizzata con la collaborazione del Vanvitelli e con il suo
sconvolgermi la situazione de i scogli, e la caduta maestro Canevari, a Lisbona in Portogallo che traduce
dell’acqua da i med. che mi era prefissa, e se proposte ad rigidamente uno schema berniniano; del 1738 infine è la
esso da me più volte particolarmente et in privato tutte costruzione della chiesa viterbese di S. Maria in Gradi, oggi
quelle ragioni, che potevano giustificare la mia elezione semidistrutta, in i egli tenta un’originale interpretazione
hanno sempre incontrata la disgrazia, non solo di non esser ell’impianto longitudinale a navata unica adottando al posto
per nulla considerate, per quanto strettamente elle dedotte della cupola una volta a vela percorsa da costolature,
si fossero da noi, a fondamentali principi, ma neppure modello di molte chiese del Lazio settentrionale.
rigettate, come tra ragionevoli professori suol farsi con altre Il progetto presentato nel 1732 al concorso per la facciata
riflessioni, a solo fine almeno, se non per altro, di render
di S. Giovanni in Laterano è, assai più della fontana di Trevi,
me istrutto di quegli errori, che averò facilmente in esse
potuti commettere, e della preeminenza della scelta del di sensibile all’attrazione della cultura accademica: e dimostra
lui partito, per certezza forse dal mio ingegno non ho saputa un avvicinamento agli ideali del Vanvitelli; non aggiunge nulla
da per me stesso conoscere. Io so che dovendo il Sig.r all’autore della fontana di Trevi e nemmeno chiarisce il senso
Maini restare al mondo il debitore perpetuo di tutto ciò che della sua enigmatica posizione culturale.
di bene e di male sarà considerato nell’esecuzione del Incapace di partecipare con coraggio e risolutezza alla
gruppo, deve avere tutta intiera la libertà di operare a vita culturale, il Salvi volle trasfondere nell’unica grande
se-conda della propria intelligenza, e del proprio sapere opera minuziosamente realizzata le certezze che gli
senza che io possa pretendere in verun contro di limitarlo, venivano dal profondo assorbimento della tradizione
ma so ancora altresì, che se mia doverà essere la lode, il barocca quasi sospendendo il giudizio su ciò che
biasimo che sarà per nascere dal buono, o infelice esito
contemporaneamente stava accadendo.
dell’acqua per i scogli, deggio anch’io sodisfar me med.o,
e non acquetarmi ciecamente alla sola di lui autorità, o di
altri, che egli asserisce aver’approvato il di lui modello, se
De PORTOGHESI, Paolo, Roma barocca, Roma-Bari,
non allora, che in quella guisa, che ho corroborate io le
mie massime con quelle raggioni, che sarò per dire in Laterza, 1998. Cap. XXIX: «Nicola Salvi e il problema della
appresso accompagneranno anch’essi la loro convenevole fontana di Trevi», p. 487 y ss. Edición original: 1966.
approvazione o disapprovazione con altre contrarie e
convincenti, a fine di persuadermi a mutar parere, e
concorrer di buona voglia col loro sentimento, come quello
che mi si farà conoscere atto a condurmi alla maggior LA MADRE DE TODAS LAS FUENTES
perfezione della mia opera. Oltre di che mi lusingo di restar
facilmente assoluto di qualsivoglia taccia, e libero da El título se refiere obviamente a la Fontana de Trevi, no
qualunque rimprovero, che possa farmisi, se non equità, sólo la más grande y fastuosa de Roma, sino
e con animo disappassionato si farà riflessione, che probablemente la fuente más famosa del mundo.
essendo mio parto, qualunque essa si sia l’idea di tutta Su gran importancia se basa tanto en su valor artístico
l’opera, poteva, e doveva prendermi la libertà di suggerire como en el sentimiento de asombro que provoca en
al Sig.r Maini, quello che io aveva disegnato d’esprimere in cualquier visitante que ingrese por primera vez en la
essa senza che questo potesse imputarmisi ad una vana relativamente pequeña plaza en la que se encuentra. Pero,
pretensione di volerlo circoscrivere nelle proprie operazioni,
además, porque es, entre las miles que existen
e che non persuaso da contrarie ragioni non v’ha cosa
actualmente en Roma, la única que desde el siglo I la provee
che potesse assolvermi dal fare ciò che io faccio,
de agua corriente y, en más de dos mil años, nunca dejó
trattandosi di un’opera nella quale ha interesse la gloria
de dotar a la ciudad del suministro de agua.
del mio principe, che con paterna pietà si è degnato di
comandarmela, quella dell’Em.a v.ra, alla di cui benignità
assistendomi, e proteggendomi, deggio io corrispondere Desde la antigua Roma hasta la época barroca
con tutto il trasporto dell’anima.
El acueducto al que está conectada la fuente, el Aqua Virgo
Sebbene la tesi del Salvi abbia poi prevalso questa non (antiguo nombre latino que significa “agua virgen”), había
fu l’ultima delusione che la sua opera maggiore doveva sido construido en el año I a.C., a partir de los
dargli; i fondi necessari a proseguire l’impresa vennero a requerimientos de las Termas de Agripa, situadas en ese
mancare e vi furono frequenti interruzioni dovute anche al momento detrás del Panteón. Según una leyenda popular,
fatto che per la costruzione il Papa aveva deciso di se cree como cierto que en tiempos antiguos, a unos
utilizzare anzitutto i proventi del lotto. L’architetto così morì soldados enviados por Marco Vespasiano Agripa a buscar
prima che la sua opera fosse compiuta, amareggiato dalle agua, una joven doncella les mostró un manantial del que
aspre critiche dei contemporanei: atteggiamento assurdo surgía el agua; de ahí el nombre que se dió al acueducto.
che doveva rovesciarsi nello spontaneo tributo di En el siglo VI, cuando la mayoría de los otros acueductos
ammirazione che la fontana risveglia, soprattutto tra gli fueron dañados por los godos que sitiaron Roma, el Aqua
umili ai quali è soprattutto indirizzata questa immagine, Virgo nunca acabó completamente seco, y gracias a
che si imprime nella memoria come un racconto, come algunos trabajos periódicos de mantenimiento durante los
siglos oscuros de la Edad Media, la población de Roma,
le gesta dei paladini di un poema cavalleresco. 4
que disminuyó notoriamente, pudo sobrevivir y satisfacer Además, un sobrino de Borromini, Bernardo Castelli,
sus necesidades diarias mínimas con esta agua. presentó una propuesta en la que una columna se utilizaba
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayor parte de manera similar a la idea de Fontana, con una rampa en
de las antiguas fuentes fue destruida, y que entonces el espiral que subía a la parte superior. Pero ninguna de ellas
acueducto ya no llegaba al lugar de los antiguos baños satisfizo al Papa. Durante las dos primeras décadas del
termales. Su salida principal consistía en un tubo de plomo siglo XVIII, otros intentos de arquitectos menos conocidos
que con simples perforaciones vertían el agua en tres no llegaron a nada.
canales pequeños, conectados entre sí, ubicados debajo
de la colina del Quirinal. Cuando en 1721 murió Clemente, bajo el reinado de su
sucesor, Inocencio XIII, todo volvió a caer en el olvido. La
El primer papa que mostró un verdadero interés en la razón era que la familia del nuevo Papa, los Conti, duques
restauración de la fuente fue Nicolás V, en 1453. También de Poli, había comprado recientemente los dos edificios
la decoró con una placa conmemorativa, como se describe antes mencionados, con el fin de convertirlos en un palacio
con detalle más adelante. principesco; cualquier posible riesgo de daño al nueva
En 1570 el acueducto fue completamente restaurado y Palazzo Poli, que la realización de una gran fuente
parcialmente alterado; se lo renombró Acqua Salone. La seguramente habría causado, debía ser evitado.
mayoría de los papas del Renacimiento tardío consideraron Inocencio XIII reinó menos de tres años. En 1724, Benedicto
realizar importantes mejoras en la fuente y los principales XIII ya había tomado su lugar.
arquitectos de la época presentaron algunos proyectos, pero También este Papa trató de encontrar una solución para el
ninguno de ellos se llevó a cabo. problema de larga data de la Fontana de Trevi. Habiendo
Sólo alrededor de 1640, Gian Lorenzo Bernini amplió la nacido en el sur de Italia, en lugar de contratar a los clanes
pequeña plaza, giró el eje principal de la fuente en ángulo de artistas famosos del norte, que estaban activos en
recto y eliminó las tres salidas simples de agua, Roma, como la familia de los Fontana, la familia Borromini,
reemplazándolas con una gran palangana doble. Sin etc., Benedicto se apoyó en arquitectos y escultores menos
embargo, este trabajo también quedó prácticamente sin conocidos provenientes de su propia tierra.
terminar.
Los muy pocos proyectos que propusieron eran mucho más
simples que los presentados hasta el momento. Durante
Cuando en 1644 fue elegido papa Inocencio X, su idea esto años, la única obra realizada para la fuente fue un
particular fue crear una “pantalla”; es decir, crear una gran grupo de mármol, con la Virgen María y el Niño. El inexperto
fuente de celebración de este acueducto en la Piazza escultor de Nápoles, Paolo Benaglia, confundió
Navona, donde estaba situado el palacio de su familia ingenuamente a la joven de la antigua leyenda sobre el
(Palazzo Pamphili); de hecho, la maravillosa Fuente de los acueducto con un personaje religioso! La escultura nunca
Ríos que el papa había hecho construir por Bernini en el fue colocada.
centro de dicha plaza podría haber sido concebido con este
objetivo. El final feliz de esta larga historia se produjo cuando en
1730 fue elegido Clemente XII. Después de haber rechazado
Por la misma razón, Inocencio X no tenía ningún interés en una primera serie de proyectos cuyo objetivo era preservar
recuperar el proyecto inconcluso en la Piazza di Trevi antes la integridad del Palazzo Poli, el interés del papa fue
mencionado. El siguiente papa, Alejandro VII, también atrapado por los proyectos presentados por Ferdinando
consideró la construcción de una obra con gran despliegue Fuga, Luigi Vanvitelli y el joven Nicola Salvi, un arquitecto
para el Acqua Virgo frente a su propio palacio, el Palazzo de unos treinta años, cuya experiencia era todavía bastante
Chigi, situado en el centro de la plaza Colonna, donde se limitada. Los tres proyectos compartían la idea de que la
encuentra la antigua columna de Marco Aurelio. La plaza parte central del edificio debía ser sacrificada, con el fin de
ya tenía una fuente en forma de tina, construida por crear una perspectiva más profunda para el grupo central
Giacomo Della Porta alrededor de un siglo antes. La idea de la fuente. La familia Conti, propietaria de Palazzo Poli,
que el papa tenía se trasladó a una plaza diferente –la Plaza se quejó del daño que esto causaría a su mansión, pero el
de los Santos Apóstoles–, ya que quería que la nueva fuente Papa decretó que la alteración se iba a llevar a cabo de
mucho más grande para ser decorada con la estatua todos modos.
yacente conocida como Marforio, una de las llamadas Se pidió a una comisión de expertos académicos la elección
‘estatuas parlantes’. Esta vez no fue Bernini, que en aquellos del mejor proyecto, y la composición de Nicola Salvi,
años estaba ocupado con la realización de la columnata valorado particularmente tanto por su carácter
de San Pedro, sino Pietro da Cortona a quien se le dio el escenográfico como armónico, fue seleccionada sobre las
encargo de realizar el proyecto. demás.
Sin embargo, en 1666 el Papa murió, por lo que el ambicioso
proyecto fue abandonó y la Piazza Colonna se mantuvo En medio de un importante arrecife rocoso, que cubre toda
sin cambios. la parte inferior del costado del Palazzo Poli, el dios del
Océano surge de un arco de triunfo; en realidad, de un gran
nicho, sostenido por columnas. Va montado en un carro en
LA MAJESTUOSA FUENTE DE NICOLO SALVI forma de concha, impulsado por dos corceles alados, que
se conocen tradicionalmente como el caballo inquieto (a la
izquierda) y el caballo tranquilo (a la derecha); dos tritones
Los cinco siguientes papas mostraron muy poco interés
los arrastran, casi como si fueran peluqueros.
por la fuente, hasta que Clemente XI, elegido en 1700,
A ambos lados del arco, un nicho rectangular contiene una
comenzó una vez más a buscar una solución adecuada.
gran estatua –la Abundancia a la izquierda y la Salud a la
Carlo Fontana sugirió colocar un obelisco sobre un grupo
derecha–, por encima del cual aparece un panel en relieve:
de rocas –claramente inspirado por la Fuente de los Ríos
a la izquierda Agripa, que aprueba el proyecto del nuevo
de Bernini– y dibujó varios proyectos basados en esta idea. 5
acueducto; la joven que indica la fuente de agua a los libertad de modificar el proyecto original: se añadieron tres
soldados es la escena que aparece a la derecha. vascas más, delante la concha de mar, y también se
Cuatro altas columnas dividen el arco central de los nichos cambiaron los temas de las dos estatuas laterales.
laterales y sostienen el ático de la parte superior de la Mientras tanto, también murieron Clemente XII (1740) y el
fachada. Sobre las columnas aparecen cuatro estatuas siguiente papa, Benedicto XIV (1758); finalmente Clemente
alegóricas más pequeñas –comenzando de la izquierda: XIII tuvo el privilegio de inaugurar –esta vez de verdad– la
la abundancia de las mieses, la fertilidad de los campos, la majestuosa fuente. Una vez abierta, el 22 de mayo de 1762,
riqueza del otoño, la amenidad de los jardines, conocidas fue inmediatamente considerada como una de las
habitualmente como “las estaciones”. maravillas de Roma.

En posición central, sobresaliendo de la composición, Esto no era una exageración; después de casi tres siglos
aparece una gran placa con una inscripción la fama de este monumento increíble sigue intacto en todo
conmemorativa, rematada por el escudo de armas el mundo, y su reconocimiento es, incluso, mayor que
ricamente adornado de Clemente XII. nunca.
Varios elementos se ubican entre las rocas de diversas
maneras. El principal está debajo del carro en forma de EL ORIGEN DEL NOMBRE DE LA FUENTE
concha de mar; desde aquí, tres vascas se llenan de agua
antes de que ésta se vierta en la enorme palangana inferior
o piscina, que cubre una gran parte de la superficie de la Aunque el nombre oficial del acueducto al que la fuente
plaza. A nivel de la palangana aparece un espacio transitable estaba conectada era Aqua Salone o, de acuerdo con el
que va desde un extremo de la fuente al otro, limitado por antiguo nombre latino, Aqua Virgo y su equivalente italiano
un angosto tramo de escalones que actúa casi como las Acquedotto Vergine, desde la Edad Media, cuando esta
gradas de un teatro. Este recurso fue utilizado por Salvi fuente todavía constaba de tres puntos de venta pequeños,
para hacer frente a la superficie inclinada de la plaza, cuyo su nombre siempre había sido Trevi, o variantes de esta
lado izquierdo (al este) es bastante más alto que el derecho palabra, con un sonido similar.
(al oeste); de hecho, este lugar se encuentra en la parte
inferior de la colina del Quirinal. A pesar de los cambios de la forma de la fuente a través de
los siglos, este nombre siempre permaneció en uso. Aun
En el lado izquierdo aparece también un pequeño parapeto, cuando la gran composición de Nicola Salvi se terminó,
en parte cubierto por rocas. Un detalle curioso está tallado Clemente XIII no cambió el nombre de la nueva obra por el
en una de ellas. En el final del arrecife, junto al parapeto, suyo propio, ni tampoco el del acueducto. Tampoco lo hizo
aparece un escudo de armas con un león rampante; sobre con la estatua principal (tal como sucede con la Fuente de
él, un sombrero con borlas en ambos lados, imagen que Moisés que se puede ver en la fuente del Acqua Felice).
indica que éste habría pertenecido a un cardenal, cuyo Para todo el mundo se mantuvo, como antes, el simple
nombre y relación con la fuente, sin embargo, sigue siendo nombre de Fontana de Trevi.
oscuro.
Pero ¿cuál es el origen de ese nombre?
Para la ejecución de las numerosas estatuas fue De acuerdo con una versión, esta palabra es una
contratado un importante equipo de escultores, procedentes corrupción del latín trivium, es decir, el de las tres calles
de todas partes de Italia. El grupo principal del Océano que se cruzaban donde se encontraban antiguamente las
debería haber sido esculpido por Giovanni Battista Maini, tres simples salidas de agua. Una de las primeras variantes
de Varese, pero murió poco después de hacer un modelo del nombre fue, de hecho, Fons Trivii (“la fuente en la unión
y fue reemplazado por el romano Pietro Bracci. Las de las tres calles”).
estatuas laterales fueron esculpidas por Filippo della Valle, Según otra versión, en cambio, el nombre proviene de
de Florencia; los relieves de la izquierda y la derecha por Trebium, un lugar en las afueras del límite este de Roma,
Andrea Bergondi y Giovanni Battista Grossi, donde durante la Edad Media el acueducto extrajo la mayor
respectivamente, ambos de Roma; las cuatro estatuas parte del agua. De hecho, debido al mal mantenimiento y a
superiores por Agostino Corsini, de Bolonia, Bernardino la falta de habilidades hidráulicas, los administradores de
Ludovisi, de Roma, Francesco Queirolo, de Génova, y la ciudad habían conectado el acueducto a surgentes
Bartolomeo Pincellotti, de Carrara. Por último, el imponente situadas un poco más cerca de Roma que las originales,
escudo del papa fue hecho por Paolo Benaglia, de Nápoles, aunque ahí el agua era más escasa y también más sucia.
el mismo artista que unos años antes se había equivocado Sólo después de la restauración completa que se llevó a
con la interpretación de la leyenda de la fuente. cabo bajo el papa Gregorio XIII (1570), el acueducto se
conectó una vez más a las surgentes iniciales, con el fin
La realización de la Fontana de Trevi se inició en 1732 y, de sacar el agua limpia, cuyo buen sabor y propiedades
desde el primer momento, todo el mundo sabía que habría saludables siempre habían sido bien recibidas.
de llevar mucho tiempo. Pero Clemente XII estaba tan Pronto el agua de Trevi fue la más reconocida, a tal punto
ansioso de que la declaró oficialmente inaugurada en 1735, que no sólo los locales, sino también muchas personas
a pesar de que recién se acababa organizar el taller –de de fuera de Roma venían aquí para hacer su propia
ahí la fecha engañosa en la inscripción conmemorativa. provisión; grandes cantidades también se tomaban desde
También el aumento de los gastos, que resultó mucho el Vaticano para uso privado del Papa.
mayor que la suma que se le había asignado, y las peleas
frecuentes entre Salvi y el escultor Maini, ralentizaron el Las mejoras realizadas en la red de conductos de agua,
proyecto. El completamiento de la fuente tomó treinta años! sobre todo durante los siglos XIX y XX, permitieron a varias
fuentes de los distritos centrales y del norte de la ciudad,
El arquitecto Salvi no vivió lo suficiente para ver su obra incluidos las más pequeñas, ser alcanzadas por las ramas
maestra terminada, ya que murió en 1751. Giuseppe secundarias de este acueducto. Hasta hace unos años,
no era raro ver a las personas llenar botellas o tanques de 6
Pannini, quien fue designado para sustituirlo, se tomó la
la excelente agua de la Fontana, tanto para beber como La Fontana de Trevi armoniza los componentes
para cocinar, aunque hoy en día esa costumbre ha escultóricos con los arquitectónicos hasta el punto que,
desaparecido casi por completo. pese a las airadas quejas del duque de Poli, se utilizó la
fachada posterior de su palacio como marco para la
Vamos a concluir con una anécdota divertida sobre Nicola composición alegórico-escultórica que soporta el programa
Salvi. iconográfico elegido para el monumento. Ya de entrada, la
En el momento en que la fuente estaba en construcción, integración entre la escultura y la arquitectura muestra la
en el lado izquierdo (este) de la plaza había una peluquería, comunión entre el mundo natural, el agua que surge de la
cuyo propietario, bastante crítico sobre el trabajo en curso, tierra y se bifurca a través de las rocallas escultóricas hasta
no perdonaba las molestias haciendo amargas terminar en el gran vaso de la fuente y el mundo humano,
observaciones. Fue así que, junto a las rocas que están en la arquitectura.
este lado de la fuente, siguiendo el parapeto, el arquitecto
añadió la escultura de un enorme jarrón, que tiene por El orden monumental de pilastras corintias dispuesto en la
objeto, de acuerdo con la tradición popular, simplemente fachada del palazzo se convierte en columnas en su
ocultar la vista de las obras desde la tienda del molesto cuerpo central para sugerir un arco triunfal cuya exedra
personaje. enmarca a la principal figura escultórica de la composición:
¿Una leyenda? Tal vez. Sin embargo, el jarrón se destaca la estatua de Océano de pie sobre su carro que es
realmente por su extraña posición, y no hay otro similar en arrastrado por dos tritones que sujetan a sendos caballos
el lado opuesto de la plaza, por lo que la historia puede marinos.
contener una pizca de verdad.
Con su habitual humor, el pueblo de Roma apodó a esta En sus Raggione filosofiche, que se conservan en la
escultura solitaria como el as de copas! Biblioteca Vaticana, Salvi explicó la idea principal de su
programa iconográfico. El agua pretende ser una metáfora
De Roman Monographs. Fountains, part III, Main Fountains, de la existencia y de lo mudable de condición humana. Se
p. 17, en http://roma.andreapollett.com/S3/roma-ft47.htm enaltece también su capacidad para generar la vida, para
Trad. J. Valentino moldearla y para conservarla. Sería pues la Fontana de
Trevi un himno a la vida simbolizada por Océano, el dios
de las aguas que permiten que esta se desarrolle.

El motivo principal pues, es la figura de Océano reinando


LA FONTANA DE TREVI. NOTA SOBRE SU sobre las aguas sobre su carro tirado por dos caballos que
ICONOGRAFÍA son gobernados por dos tritones. Encargada originalmente
a Giovanni Battista Maini, fue realizada finalmente por Pietro
Bracci. Océano, hijo de Urano y Gea, es uno de los dioses
Era costumbre de los antiguos romanos edificar una fuente
griegos arcaicos. Señor de las aguas y padre, junto a su
en el lugar donde terminaban los acueductos que surtían
hermana Tetis, de oceánides y oceánidas los dioses que
de agua a la ciudad. Uno de ellos, llamado Aqua Virgo
simbolizaban los ríos.
porque según una leyenda había sido una doncella la que
señaló a unos soldados el lugar donde se hallaba el
La doble naturaleza del mar, medio de unión y desarrollo
manantial del que luego se abastecería el acueducto,
cuando está apacible pero escondiendo terribles peligros
acueducto que sería llamado de la virgen en honor a la niña,
que con frecuencia causaban la ruina de los navegantes
uno de esos acueductos, decía, terminaba justo en el lugar
cuando no lo estaba, viene simbolizada por los dos
donde hoy se encuentra la plaza de Trevi.
caballos: dócil el de la derecha, indómito el de la izquierda.
Otros autores piensan que el conjunto es una ilustración
El Renacimiento recuperó muchos de los usos y
del mito del auriga que Platón escribiera en su diálogo Fedro.
costumbres de la Antigüedad y el de señalar con una fuente
el lugar donde terminaban los acueductos fue una de ellas.
En él, Platón intenta explicar la naturaleza del alma humana.
Así, en 1453 el papa Nicolás V ordenó poner una pila,
Esta sería como un carro guiado por auriga del que tirarían
diseñada por Leon Battista Alberti, en el sitio donde
dos caballos. Uno de los caballos es bueno, hermoso y
terminaba el viejo acueducto, ahora remozado y rebautizado
tiende a elevarse buscando lo divino; el otro es malo, pesado
como Acqua Vergine. Años más tarde, en 1628, Urbano
y tiende a inclinarse hacia lo humano.
VIII encontró demasiado modesta la obra de Alberti y ordenó
su remodelación en la que trabajaron hombres tan ilustres
En los nichos que flanquean la exedra ante la que aparece
como Bernini y Pietro da Cortona. Sin embargo, a la muerte
Océano se alzan dos esculturas de Filippo della Valle. A la
del pontífice se abandonó el proyecto.
derecha la Alegoría de la Abundancia. La Abundancia se
presenta con la cornucopia cargada de frutos mientras que
Por fin en 1730, Clemente XII convocó un concurso para
a sus pies una vasija derrama agua sin fin. A la izquierda la
reordenar definitivamente la plaza y construir una nueva
Alegoría de la Salud. Esta alegoría se presenta como una
fuente en la plaza de Trevi. El elegido fue el arquitecto Nicola
Salus clásica, la personificación romana de la salud: una
Salvi a quien se encargó no solo la dirección del proyecto
joven con una serpiente. La serpiente, acompañante de
sino también el diseño del programa iconográfico y la
Esculapio, era un símbolo tradicional de la medicina por su
ornamentación del monumento. Salvi integró en su diseño
capacidad regenerativa al cambiar la piel. Así pues, estas
ideas de los artistas precedentes y contó con la
estatuas insisten en el tema principal del conjunto: el poder
colaboración de gran número de escultores y arquitectos
del agua tanto como generadora de bienes como por su
por lo que podemos considerar que la Fontana di Trevi,
contribución fundamental a la higiene y la salud.
cuyas obras se extendieron durante 32 años, es una de
las grandes creaciones colectivas del barroco/rococó
Separando los pisos del arco de triunfo y siguiendo la línea
romano. 7
de imposta se dispone una leyenda que reza:
POSITIS SIGNIS ET ANAGLIPHIS TABULIS IUSSU
CLEMENTIS XIII PONT. MAX. OPUS CUM OMNI CULTU
ABSOLUTUM A. D. MDCCLXII

(CLEMENTE XII, SUMO PONTÍFICE, ORDENÓ ERIGIR


ESTAS ESTATUAS Y RELIEVES. LA OBRA FUE
CONCLUIDA CON TODO ESMERO EN EL AÑO DE
NUESTRO SEÑOR DE 1762)

Los bajorrelieves que se sitúan sobre las esculturas de


Filippo della Valle remiten a las leyendas de la época imperial
que relataban el origen de la fuente y del acueducto que
transportó sus aguas. El de la derecha, obra del escultor
Giovanni Battista Grossi, muestra el momento en que la
doncella muestra a los sedientos soldados el nacimiento
del manantial. La doncella se llamaba Trivia y según
algunos en su nombre estaría el origen etimológico de Trevi.
Los soldados habrían bautizado en honor de la doncella el
manantial como Aqua Virgo y con el tiempo el acueducto
que transportaba sus aguas se llamaría Acqua Vergine.

El de la derecha, obra de Andrea Bergondi, muestra a


Marco Vipsanio Agripa, militar y político, abuelo y bisabuelo
de emperadores, supervisando la construcción del
acueducto que debía llevar las salutíferas aguas del
manantial de la virgen a Roma para abastecer las termas
que el propio Agripa había mandado construir en las
cercanías del Panteón.

En el cuerpo superior se disponen cuatro esculturas


alegóricas relacionadas con la agricultura y la fertilidad
garantizada por el agua. De izquierda a derecha son:

“La abundancia de frutos” de Agostino Corsini, “La fertilidad


de los campos” de Bernardino Ludovisi, “Los frutos del
Otoño” de Francesco Queirolo y “La belleza de las
praderas” de Bartolomeo Pincellotti.

El conjunto se remata con el escudo de armas de Clemente


XII flanqueado por dos ángeles trompeteros obra de Paolo
Benaglia. Bajo las armas papales hay una leyenda en la
que se puede leer:
CLEMENS XII PONT. MAX. AQUAM VIRGINEM COPIA
ET SALUBRITATE COMMENDATAM CULTO
MAGNIFICO ORNAVIT ANNO DOMINI MDCCXXXV
PONT VI

(CLEMENTE XII, SUMO PONTÍFICE, ADORNÓ EL AGUA


VIRGINAL CON LA ABUNDANCIA Y LA SALUD Y LA
CONSAGRÓ AL MAGNÍFICO CULTO EN EL AÑO DEL
SEÑOR DE 1735, SEXTO DE SU PONTIFICADO)

Y justo debajo otra leyenda dice:


PERFECIT BENEDICTUS XIV PONT. MAX

(BENEDICTO XIV, SUMO PONTÍFICE, ACABÓ (ESTA


OBRA)

De García Díez, Mariano, La Fontana de Trevi, en https://


w w w. f l i c k r. c o m / p h o t o s / s t a v l o k r a t z / s e ts /
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https://docs.google.com/document/d/
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PORTOGHESI, Paolo, Roma barocca, Roma-Bari, Laterza, 1998.
Cap. XVIII. La scalinata di Piazza di Spagna e Francesco De Sanctis, pp. 355- 358

Intorno alla metà del Seicento piazza di Spagna era la somma inorganica di due slarghi
triangolari che anche toponomasticamente avevano una loro autonomia, quello verso Capo le Case si
chiamava già, per la presenza del palazzo dell’ambasciatore di Spagna, come ora si chiama l’intera
piazza; l’altra parte per la vicinanza della villa Medici, era chiamata piazza di Francia. Questo colloquio
diretto tra le sedi delle due grandi potenze che dominavano la politica pontificia contribuiva a dividere
l’unità del nodo urbanistico, ma in esso va ricercata la causa della sempre maggiore importanza che esso
era andato assumendo dallo scorcio del Cinquecento, qualificandosi come centro alberghiero e
residenziale prediletto dagli stranieri.
La grande chiesa della Trinità eretta dal Della Porta, sebbene disposta in asse al rettifilo di via
Condotti, protagonista quindi della via principale di collegamento tra il centro e il nuovo quartiere fin dalla
lontana sponda del Tevere, non costituiva che uno sfondo della piazza la cui fragile unità era basata solo
sul modesto episodio plastico della Barcaccia berniniana. Il collegamento tra la piazza e la chiesa infatti,
affidato ad una coppia di ripide strade alberate, prive di pavimentazione, costituiva una frattura
naturalistica tra i due poli urbani divisi da un forte dislivello, abbastanza simile a quella del porto di Ripetta
e come quella destinata ad essere sostituita da uno scenario interamente architettonico. Alla sostituzione
delle olmaie con una scala monumentale aveva pensato per primo il cardinale Mazzarino che nel 1660
aveva incaricato l’abate Elpidio Benedetti, suo corrispondente in Roma, di far redigere dei progetti dai
migliori architetti romani per una costruzione magnifica per cui egli metteva a disposizione ottantamila
scudi. Il Benedetti, noto per essere stato più tardi incaricato da Colbert d’invitare gli architetti romani ad
inviare a Parigi progetti per il Louvre e per l’aperta parzialità dimostrata in quell’occasione verso il Bernini,
giunse in questa occasione a proporre se stesso come progettista, come sembra provare un disegno
della biblioteca Chi- giana. Dei progetti redatti in questa occasione oltre al già ricordato schizzo del
Tessin, molto vicino a quello del Benedetti, che il Siren ritiene derivato da un originale berniniano, ci
rimane il progetto redatto da François D’Orbay conservato a Parigi e recentemente pubblicato da A.
Laprade. L’architetto francese venuto a Roma per perfezionarsi, dimostra in questo disegno una totale
insensibilità per la cultura barocca del tempo, adottandovi modi di stretta tradizione francese. Il dislivello
avrebbe dovuto essere superato per mezzo di rigide rampe ortogonali comprese tra quattro grandi edifici
cubici posti come torri sugli spigoli del lotto occupato. Persino i tetti alti e gli abbaini, insieme a un
ossessivo ricorrere del bugnato in interminabili cataste verticali, appaiono in questa proposta paradossale
e dimostrano quel distacco incolmabile tra due culture che si era già rivelato durante il soggiorno francese
del Bernini. Morto il cardinale Mazzarino senza che l’impresa venisse iniziata, essa fu riproposta per la
volontà di Stefano Gueffier, un addetto dell’ambasciata di Francia che aveva passato a Roma molti anni e
che aveva lasciato ai Minimi francesi della Trinità, nel 1655, un’eredità cospicua vincolata alla
realizzazione di quest’opera. Dopo la morte del Gueffier avvenuta nel 1660, pochi mesi dopo quella del
Mazzarino, le sue volontà rimasero insoddisfatte per più di sessant’anni, finché Clemente XI, negando ai
Minimi l’autorizzazione a rimandare nuovamente il loro impegno ad utilizzare l’eredità ricevuta, ripropose
autorevolmente la questione. Dal 1717 al 1720 furono redatti vari progetti da Alessandro Specchi, da
Francesco De Sanctis, da Alessandro Gaulli, nipote del Baciccia, da Francesco Cipriani e forse da Filippo
Juvarra. Il progetto del De Sanctis fu preferito da Innocenzo XIII accogliendo le insistenze dei Minimi che
volevano ad ogni costo che l’opera fosse assegnata al loro architetto. I lavori iniziarono nel 1723 e si
conclusero nel 1726.
Accettando l’attribuzione allo Specchi di una serie di disegni pubblicati dall’Hempel e dal
Pecchiai, si deve ammettere che sulla scorta delle proposte seicentesche e della fondamentale
esperienza del porto di Ripetta egli era arrivato a prefigurare la soluzione finale nella quale la sua
influenza è evidentissima. Ciò non toglie che il De Sanctis abbia dato prova qui d’una sua originale
sensibilità, per nulla riducibile all’impersonale maniera di un ufficio tecnico, come ingiustamente si è detto.
La scala realizzata differisce dal modello dello Specchi per un fare meno disteso e pacato, meno
razionale e più aperto alla dolcezza del giuoco. Alle curve raccordate e continue del porto di Ripetta si
sostituiscono qui complicati accordi mistilinei, inflessioni risentite delle pareti e bruschi tagli che
introducono nella composizione elementi narrativi rivelandone la matrice empirica, estranea al
sistematicismo così evidente a Ripetta nell’obbedienza di ogni curva alla matrice geometrica del piazzale
ovale. Gli stessi cippi, posti ad enunciare all’ingresso la ricorrente tripartizione della scala, nella loro
forma a trapezio obbediscono a questa legge di raccordo e di adattamento che riporta in scala urbanistica
gli accorgimenti prospettici della colonnata di palazzo Spada e della scala Regia. Fonda- mentale
parametro che condiziona la forma della scalinata è il problema della visibilità dal basso che è
chiaramente enunciato dall’architetto nella sua relazione, importante anche per gli accenni a un preciso
programma iconologico:

Prima di formare l’idea — scrive il De Sanctis — della scalinata suddetta, fu da me considerato di


concepirla con somma facilità, ed altresì commodità, e che la medesima havesse a restare a vista di tutti
aperta, e scoperta da tutte le parti, in maniera tale, che ogn’uno quale principierà ad ascendervi possa
liberamente scoprire, e vedere fino all’ultimo gradino di essa al monte, e ciò fu considerato a fine di
evitare tutti quell’inconvenienti, che sarebbero per succedervi, mentre li medesimi Padri del Convento
asseriscono haver veduto più, e più volte, anche di giorno delle oscenità grandi sopra le scale della
medesima loro chiesa; oltre poi quello, che di notte potrebbe accadere, come di furti, e di altro, havendo
hauto riflessione al sito in cui deve collocarsi la scalinata sudetta, altrimenti, quando la medesima fusse
stata concepita con due branchi nel mezzo, certo che le piazze rimarrebbero profonde, e non scoperte,
attesi li muri circolari, che la coprirebbero; onde in tal caso darebbero occasioni di farvi nascere tutti
quegli sconcerti, et inconvenienti detti di sopra, oltre poi l’essere necessarissimo di formar lo scalone nel
mezzo a fine possa sempre restare la scala sudetta in veduta, per esservi di rimpetto la strada chiamata
de’ Condotti, perché quando formata si fosse in due branchi distanti, e disuniti, certamente, e senza
verun dubbio, si sarebbero perduti di vista i due branchi sudetti della scala, ma solo a vista rimarrebbero
quelle piazze profonde nel mezzo, le quali recarebbero più tosto deformità, e laberinti, che vaghezza.
Secondiariamente poi in dividere, e ripartire la scalinata sudetta, si è procurato di alludere al titolo della
chiesa, che vi sovrasta, e principalmente con tre scalini, e suo riposo, quali imboccano in tre scale
centinate, divise da seditori, e ciascheduna di dette tre scale ripartita viene in tre branchi uguali, suoi
ripiani di numero tredici gradini l’uno, quali branchi riduconsi poi in un solo scalone nel mezzo, essendo
centinato in forma tale, che rassembra tre scale in una, e questo diviso viene in tre branchi per tre branchi
composti di tredici gradini come sopra, con haver ricavato nel mezzo di detto scalone una nobile piazza,
elevata aperta e scoperta a vista di tutti con suoi seditori e suo obelisco al punto, quale darà invito, e
sommo riposo al popolo, oltre poi al buon ripiego della piazza sudetta, quale divide, e separa la scalinata
già detta.

Un elemento era previsto dal De Sanctis a compimento della sua opera che non fu poi realizzato:

Et acciocché sempre la sudetta scalinata venga goduta, passeggiata, e battuta anche per così
dire a tute l’hore dell’estate, si stimarebbe pertanto assai a proposito piantarvi dalli fianchi di essa in
congrua distanza doppia alberata a fine, che elevandosi col suo corso il sole, vengano queste, se non in
tutto, almeno in quella parte a coprire, e riparare da i raggi per dove il popolo a suo bell’agio vi si potrà
portare; oltre poi il riflettere all’armonia che recaranno le alberate sudette alla nobile simetria, e magni-
ficenza della scalinata sudetta, essendo la medesima ornata di statue, et altri ornamenti a suoi
convenevoli luochi distribuiti.

La più volte ripetuta volontà del De Sanctis di far cosa comoda per i cittadini, disponendo per ogni
dove sedili accoglienti e capaci e predisponendo percorsi ombrosi per l’estate, permea di sé l’intera
configurazione della scala che acquista valore per la presenza degli uomini, per il loro muoversi e sostare
alPin terno di una cornice della quale sosta e movimento sono principi compositivi intrinseci. Raramente
un frammento di pura contemplazione così sottilmente si ritrova intrecciato a un elemento d’utilità.

Nella facciata della Trinità dei Pellegrini il De Sanctis dimostra una spiccata capacità di raggiungere
l’organicità delFimmagine anche se nella tematica egli non va al di là d’una elegante trascrizione del
modulo fontaniano della facciata di S. Marcello svolto in senso dinamico e aperto. Le colonne libere,
aggruppate a coppie, si appoggiano alla superficie lievemente inflessa dove trovano eco nelle colonne
angolari. Più che in quest’opera però è nell’esecuzione della scala che Francesco De Sanctis si rivela
chiaramente, non solo anonimo esponente di una civiltà culturale matura e sottile ma autentico architetto,
dotato di una grande capacità di controllo ottico della forma. Se la soluzione grammaticale di certi dettagli
come i parapetti laterali, i muriccioli e i cippi può far rimpiangere la stringatezza rigorosa dello Specchi o
l’impronta personalizzata di altri architetti più sensibili al problema del modellato, nella generale struttura-
zione dello spazio, attraverso le serie continue dei gradini e le misurate pause dei ripiani, attraverso le
convessità e le concavità dei piani verticali inflessi, bisogna riconoscere al De Sanctis una geniale abilità
di consumato regista, preziosa in un’occasione in cui l’irregolarità e l’assimetria degli elementi
architettonici da assorbire in un solo organismo unitario, rendevano necessaria un’eccezionale capacità
illusionistica. La disposizione inclinata della facciata della Trinità, rispetto all’asse otticamente
determinante di via Condotti, rendeva pericolosa una soluzione rigidamente simmetrica che avrebbe
dovuto scegliere, come campo d’influenza, tra l’asse della facciata e quello della veduta urbanistica. Il De
Sanctis rifiutò d’irrigidirsi nella scelta e immaginò un organismo che gradualmente riassorbe l’irregolarità
del dato ambientale assumendola in sé, obbedendo ora a questo ora a quello dei due campi. La legge
proiettiva dell’obliquazione e cioè del raccordo plastico tra forme diverse o del risultato dell’invariata
traslazione su assi obliqui di una sagoma data, che tanto interessa i teorici dell’architettura seicentesca
da Caramuel al Guarini e che trova la sua applicazione più ovvia nelle cornici delle 'scale e nei balaustri
«obliquati», ha in piazza di Spagna la sua più grandiosa e convincente applicazione. Fin dalle prime
rampe aperte a ventaglio l’impostazione geometrica si rivela comandata non dalle forme elementari, ma
dall’equazione proiettiva tra ampiezza di partenza e ampiezza d’arrivo che risolve la sua apparenza
ottica. Di questa proprietà di trasformazione illusiva si accorse acutamente il Wölfflin quando propose la
scala del De Sanctis come esempio di «chiarezza relativa» e di «visione in profondità» ottenuta attra-
verso le molteplici indicazioni direzionali dei gradini introdotte dalle due rampe oblique di partenza.
«Un’opera barocca — scrive il Wölfflin — come per esempio la scala della Trinità dei Monti a Roma, non
potrà mai, anche se osservata ripetutamente, raggiungere quella chiarezza che s’impone alla prima oc-
chiata all’osservatore davanti ad una costruzione del Rinascimento; essa conserverà il suo segreto,
anche quando uno fosse riuscito a tenerne a mente le forme sin nei minimi particolari».

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