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Mapa anexo al alegato del Perú en el arbitraje sobre sus límites con el Ecuador,
presentado por José Pardo y Barreda al árbitro, la reina regente de España.
En junio de 1887, Ecuador pretendió renovar su intento de 1857 de ceder grandes
extensiones de tierras en la Amazonía peruana como pago a sus acreedores
británicos. El canciller peruano Cesáreo Chacaltana elevó su protesta, logrando que
el gobierno ecuatoriano suspendiera toda diligencia con respecto a dicha cesión,
hasta que no se hiciera una demarcación territorial conforme a un tratado de
límites, cuyas bases podían de una vez formularse. En el intercambio de notas
diplomáticas entre ambos países, surgió la propuesta peruana de llevar el problema
limítrofe al arbitraje del Gobierno de España, lo que Ecuador aceptó.
En 1889, el comisionado especial del Perú en España, José Pardo y Barreda (futuro
presidente del Perú), presentó a la Reina María Cristina el Alegato del Perú,
notable estudio jurídico de la cuestión que desde entonces fue el baluarte de la
defensa peruana en este pleito de límites. Ecuador presentó también su alegato,
pero el documento se extravió en el camino, por lo que debió mandar una copia.
En vista de estos incidentes se inició una labor diplomática por parte de Colombia,
con el objeto de obtener en cuestión de límites alguna solución equitativa para las
tres repúblicas, gestión que vino a culminar con la convención tripartita reunida
en Lima el 11 de octubre de 1894. Para asistir a esta conferencia tripartita fueron
nombrados, por Colombia, el doctor Aníbal Galindo, como abogado especial, y don
Luis Tanco, quien era encargado de negocios en Lima. Por el Ecuador el doctor Julio
Castro, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario del Ecuador en Lima, y
por el Perú el doctor Luis Felipe Villarán, como abogado especial.
El estudio de los alegatos de las tres naciones comprobó plenamente que no era
posible llegar a un acuerdo directo, y entonces se firmó el Convenio Tripartita el
15 de diciembre de 1894, el cual, en su artículo 1º decía:
Otro incidente armado ocurrió un año después, esta vez en Torres Causana o
Bolognesi, el 28 de julio de 1904. En esta ocasión, un destacamento ecuatoriano al
mando de Carlos A. Rivadeneyra procedente de Quito llegó a dicho puesto peruano. El
comandante ecuatoriano, al mando de 78 hombres, intimó a la guarnición peruana a
que desocupara Torres Causana. Los peruanos, que eran en número de 40, al mando de
Juan Chávez Valdivia, se negaron, siendo apoyados por la lancha Iquitos, al mando
del comandante Óscar Mavila, logrando hacer retroceder a los ecuatorianos, a
quienes causaron veinte bajas y capturaron a su comandante, que fue trasladado
prisionero a Iquitos.6364
Ambos países debían dirigirse al Ministro del Estado de España, a fin de que Su
Majestad enviase un Comisario Regio tanto a Lima como a Quito para que las partes
puedan entregar pruebas sobre los antecedentes limítrofes, con cuyas
documentaciones el Rey de España debía decidir el arbitraje.
Mariano H. Cornejo
El Comisario Regio expresó el 29 de enero de 1905 que para llegar a una situación
conciliatoria, ambos países tenían que retirar sus guarniciones militares del Napo,
teatro de sangrientas escenas. Agregó, que el retiro de tropas no significaba el
abandono de la posesiones de ninguna de las partes. Ecuador retiró sus guarniciones
militares que tenía en Aguarico y las condujo a Quito el 3 de abril de 1905, lo
propio hizo Perú con las que mantenía desde Torres Causana hasta Iquitos el 28 de
abril de 1905.
Al contrario, el doctor español Sánchez Román, Vocal del Consejo del Estado
español, propuso que el real árbitro debía considerarse incompetente "por razones
de materia" y agregaba que:
Si los peruanos ocupan todo el oriente, esas tierras son y serán peruanas contra
todas las declaraciones del mundo... Un fallo que no reconozca la realidad humana,
no cambiará la situación efectiva, y sólo dará origen a complicaciones
internacionales....
La tensión de 1910 y suspensión del arbitraje
Artículo principal: Tensión peruano-ecuatoriana de 1910
Mapa del Perú en 1913, que incluye al territorio del antiguo Gobierno de Quijos
como parte del país
Pero ocurrió entonces que, antes de que el rey de España emitiera su fallo, el
Ecuador se reveló contra el mismo, pues por una infidencia logró enterarse de su
contenido, que le pareció adverso. Sucedió que, en esos días, el ecuatoriano
Enrique Baquerizo Moreno se encontraba en Madrid y envió noticias alarmantes a la
ciudad de Guayaquil sobre la gravedad del problema limítrofe, adjuntando detalles
del posible laudo arbitral y dejando entrever que sería perjudicial para el
Ecuador. La prensa ecuatoriana inició entonces una violenta campaña para
desprestigiar dicho arbitraje. El 3 y 4 de abril de 1910 hubo graves ataques de
parte de la población ecuatoriana a las legaciones peruanas en Quito y Guayaquil.
El escudo peruano fue arrastrado por las calles, el vapor peruano Huallaga anclado
en Guayaquil fue atacado a balazos y se saquearon propiedades peruanas de la manera
más impune. Enterados en el Perú de estos hechos, la población de Lima y Callao
respondió de igual manera, atacando las oficinas del consulado y la embajada
ecuatoriana en el Perú, los días 4 y 5 de abril.6667
Territorios en disputa por Perú, Ecuador, Colombia y Brasil desde principios del
siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
El modus vivendi entre Colombia y Perú sobre el Putumayo conforme a lo acordado por
el protocolo de 18 de septiembre de 1905.
En el año de 1904 Brasil, representado por el Barón de Río Branco, y en acuerdo
confidencial con el Ecuador, representado por Carlos R. Tobar, firmaron un tratado
por medio del cual Brasil reconocía a Ecuador como colindante por la línea
Tabatinga-Apaporis. La disputa con Brasil era todo el terreno al oeste de la línea
Tabatinga-Apaporis entre el Río Caquetá y el Río Amazonas. El Tratado Tobar-Río
Branco fue firmado el día 6 de mayo de 1904 en favor de Brasil a espaldas de la
República del Perú. En la parte resolutiva expresa: