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El rey Felipe V el 5 de noviembre de 1723 emitió otra Real Cédula, con la que se
devuelve la Real Audiencia de Quito al Virreinato del Perú, en vista de haber
quedado suprimido temporalmente el Virreinato de Nueva Granada.
Por mandato Real, la Real Audiencia de Quito fue incorporada nuevamente al recreado
Virreinato de Nueva Granada el 20 de agosto de 1739. Para entonces, el Felipe V
firmó en San Ildelfonso, la Cédula de Reerección definitiva del Virreinato de Nueva
Granada con los mismos derechos y territorios de la Real Cédula de 1717.
Partiendo desde río Tumbes en la costa del Pacífico sigue la línea por las
serranías y demás cordilleras de los Andes por la jurisdicción de Paita y Piura,
hasta el Marañón a los 6º 30' de latitud Sur y la tierra adentro, dejando al Perú
la jurisdicción de Piura, Cajamarca, Moyobamba y Motilones y por la cordillera de
Jeveros atravesando el río Ucayali, a los 6º de latitud Sur hasta dar con el río
Javarí o Jauri en la confluencia del Carpi y las aguas de este al Solimaes o
Amazonas y las de este aguas abajo hasta la boca más occidental del Caquetá o
Yapura, en que comienzan los límites con el Brasil.
Dudas sobre la veracidad de la Real Cédula de 1740
De acuerdo con el historiador peruano Percy Cayo Córdova la Real Cédula de 1740
nunca existió, siendo esta una falsificación de la defensa ecuatoriana en el
litigio limítrofe contra el Perú.2 El también historiador Luis Ulloa, en relación a
esta real cédula señaló:3
Según ese falso, el rey de España demarcó con grados de latitud y longitud los
virreinatos del Perú y Nueva Granada, y esto con el objeto de que tal división
fuese eterna y no pudiese modificarla ninguna Real Cédula posterior, menos aun la
de 1802. Claro es que no existe tal Cédula de 1740: en vano la busqué varios años
en todos los archivos de España. Ni existe ni puede existir Cédula con tan absurdo
objeto. Por eso ni Mosquera ni los ecuatorianos nos han dado su texto ni su fecha
exacta: se contentan con referencias vagas á esto que constituye la sexta
falsificación del pérfido litigante contra el cual se estrella toda buena fé
Luis Ulloa
El Obispo de Ibarra Federico González Suárez no hace mención alguna de esta cédula
en su libro «Estudio histórico sobre la Real Cédula del 15 de Julio de 1802»,4
mientras que Julio Tobar Donoso en su «Derecho territorial ecuatoriano» toma con
cautela su existencia:
"La Defensa del Ecuador ha alegado, en diversas ocasiones, como prueba secundaria
de su derecho territorial, una Real Cédula de 1740, cuyo texto íntegro no se ha
encontrado hasta ahora. Por esta causa la aduciremos con cautela, pese a que la
existencia del documento parece indudable"
Julio Tobar Donoso
Real Cédula de 1802
La posición ecuatoriana, también sostiene que el Perú, que desde el año de 1823
empezó negociaciones de límites con la Gran Colombia, nunca dio valor alguno para
la demarcación de límites a esta real cédula de 1802. Tanto en las negociaciones de
los Mosquera, en el convenio de Girón, en los protocolos del tratado de 1829 y en
las discusiones del Protocolo Pedemonte-Mosquera, en los cuales se hicieron
numerosas alusiones a la nombrada Cédula de 1802, nunca se trató de tomarla como
base de demarcaciones territoriales; pero Brasil en el año de 1851, firmó un
tratado con el Perú por medio del cual este último país entregaba a la jurisdicción
grandes extensiones territoriales, que antaño habían pertenecido, en parte, tanto
al Virreinato del Perú como al Virreinato de Nueva Granada. En cambio Brasil
reconocía al Perú como su colindante en toda la extensión del río Yavarí y por la
geodésica que parte de Tabatinga y va a dar al Río Caquetá en su confluencia con el
río Apaporis. Esta Cédula de 1802 era muy conocida, pero nunca se le dio valor
antes de 1851, en las demarcaciones territoriales. No fue encontrada en Moyobamba
en 1846, como lo afirman algunos. Para que se vea lo usada y movilizada que ha
sido, reproducimos a continuación lo que dice el doctor Antonio José Uribe al
respecto en su estudio sobre límites con el Brasil:
Respecto de esta Real Cédula de 1802 conviene observar que hemos tenido a la vista
tres ejemplares impresos, todas de fuente peruana y ninguno de ellos concuerda con
los otros, a saber: el que reproduce el doctor Galindo, el que se contiene en el
volumen publicado en Brasil y el presentado en el alegato de Perú ante el gobierno
de España en 1889 en la cuestión de límites con Ecuador.
Pedido de supresión del obispado de Maynas
Una vez obtenida la aprobación papal el 28 de mayo de 1803, el rey dictó otra Real
Cédula para efectivizar la erección del Obispado de Maynas y la toma de posesión
por parte del obispo Sánchez Rangel. El 28 de mayo de 1809 el obispo inauguró su
obispado.10
El 21 de septiembre de 1811, Sánchez Rangel pidió por carta al rey la supresión del
obispado. El obispo no estaba conforme con la extensión del obispado y se hallaba
enemistado con el gobernador y con los franciscanos de Ocopa. El Consejo de Indias
abrió un expediente y realizó consultas. El 28 de septiembre de 1812, el Consejo de
Regencia de España e Indias pidió el "Expediente sobre la erección del Obispado de
Maynas y las Cédulas que se expedieron en 1805 acerca de los límites".