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Aspectos microbiológicos de la estabilidad de los preparados farmacéuticos

1. Estabilidad de los preparados farmacéuticos: aspectos microbiológicos.


Introducción. Métodos y condiciones de esterilización. Indicadores biológicos para la
verificación de los procesos de esterilización. Eficacia de la conservación
antimicrobiana. Calidad microbiológica de las preparaciones farmacéuticas.

Introducción

Existen preparados farmacéuticos que deben estar estériles en el momento


de su aplicación, como es el caso de los preparados de aplicación parenteral y los
preparados de aplicación oftalmológica (u ótica y nasal). En el primer caso, los
productos son de aplicación única y deben permanecer estériles hasta el momento
de la misma. En el caso de los preparados oftalmológicas y óticos, el producto está
estéril en el momento de la primera aplicación y se recomienda un uso limitado
(generalmente a un mes) por cuestiones microbiológicas. Otros muchos productos,
si bien no tienen que estar estériles en el momento de la aplicación, si tienen
limitado el número y tipo de microorganismos que pudieran contener. Los aspectos
microbiológicos de la estabilidad de los medicamentos ahondan en las
características que deben tener estos dos grupos de preparados.

La esterilidad se puede definir como la ausencia de microorganismos viables.


La esterilidad de un producto no se puede garantizar mediante un ensayo; se tiene
que asegurar por el uso de un proceso de producción validado. Es esencial
investigar el resultado del procedimiento de esterilización elegido sobre el producto
(incluyendo su envase o paquete definitivo), para asegurar la eficacia y la integridad
del producto y que el procedimiento sea validado antes de que se lleve a la práctica.
Se recomienda que el envase elegido permita la aplicación de la esterilización
óptima. Si la fabricación no sigue meticulosamente el proceso validado se corre el
riesgo de obtener un producto no estéril o deteriorado. Debe efectuarse una
revalidación siempre que se realicen cambios sustanciales en el procedimiento de
esterilización, incluyendo cambios en la carga. Se supone que los principios de las
normas de correcta fabricación (por ejemplo, como se describe en la Guía de la
Comunidad Europea para las NCF) han sido respetados en la programación del
proceso.

Cuando sea posible, se elige un proceso en que el producto se esteriliza en


su envase definitivo (esterilización terminal). Cuando se usa un método de
esterilización terminal completamente validado, por vapor, calor seco o radiación
ionizante, se puede efectuar la liberación paramétrica de lotes, previo
consentimiento de la autoridad competente. La liberación paramétrica consiste en la
liberación de un lote de artículos esterilizados sobre la base de datos del proceso, en
lugar de someter una muestra de los artículos a un ensayo de esterilidad. Si la
esterilización terminal no es posible, se usa la filtración a través de un filtro capaz de
retener las bacterias o se lleva a cabo el proceso en condiciones asépticas. Siempre
que sea posible, se emplea un tratamiento adicional apropiado del producto (por
ejemplo, calentamiento del mismo) en su envase definitivo. En todos los casos, se
requiere que tanto el envase como el cierre mantengan la esterilidad del producto
durante la totalidad del período de validez.
El “nivel de garantía de esterilidad” o “NGE” es un concepto que se
utilizará en algunos casos. No es posible garantizar ni demostrar la consecución de
esterilidad en todos y cada uno de los artículos de un conjunto de los mismos
sometido a un proceso de esterilización. La inactivación de los microorganismos
mediante medios físicos o químicos sigue una ecuación exponencial; por tanto, hay
siempre una probabilidad estadística finita de que un microorganismo pueda
sobrevivir al proceso de esterilización. Para un proceso dado, la probabilidad de
supervivencia viene determinada por el número, tipos y resistencia de los
microorganismos presentes y por el ambiente en el que el organismo se encuentra
durante el tratamiento. El NGE de un proceso de esterilización es el grado de
garantía con el que el proceso en cuestión proporciona una población de artículos
estériles. El NGE para un proceso dado se expresa como la probabilidad de la
existencia de un artículo no estéril en esa población. Un NGE de 10-6, por ejemplo,
denota una probabilidad de no más de un microorganismo viable en 1 × 106 artículos
esterilizados del producto final.

Métodos y condiciones de esterilización

La esterilización se puede efectuar por uno de los métodos descritos a


continuación. Pueden emplearse modificaciones o combinaciones de estos métodos,
siempre que el procedimiento elegido sea validado con respecto a su eficacia y a la
integridad del producto, incluyendo su envase o paquete.

Para todos los métodos de esterilización, es preciso controlar las condiciones


críticas de la operación, con el fin de confirmar que las condiciones requeridas,
determinadas previamente, se alcanzan en la totalidad del lote durante el proceso
completo de esterilización. Esto se aplica en todos los casos, incluyendo aquéllos en
que se usan condiciones de referencia.

Esterilización terminal

Para la esterilización terminal es esencial tener en cuenta la falta de


uniformidad de las condiciones físicas y, donde proceda, de las condiciones
químicas en el interior de la cámara de esterilización. La posición dentro de la misma
que resulta menos accesible al agente de esterilización se determina para cada
configuración de carga de cada tipo y tamaño de envase o paquete (por ejemplo, la
localización más fría en autoclave). La letalidad mínima producida por el ciclo de
esterilización y la reproducibilidad del mismo también debe determinarse, para
garantizar que todas las cargas recibirán el tratamiento especificado de forma
homogénea. Habiendo establecido un proceso de esterilización terminal, si es
posible se estudia su eficacia durante la aplicación rutinaria, mediante seguimiento y
registro adecuado de las condiciones físicas y, cuando sea apropiado, de las
condiciones químicas alcanzadas en la carga de la cámara a lo largo de cada ciclo
de esterilidad.

a. Esterilización por vapor (autoclave)

Se prefiere la esterilización por vapor saturado a presión, siempre que sea


aplicable, especialmente para preparaciones acuosas. Para este método de
esterilización terminal las condiciones de referencia para las preparaciones
consisten en el calentamiento a un mínimo de 121 °C durante 15 min. Se pueden
usar otras combinaciones de tiempo y temperatura, siempre que se haya
demostrado satisfactoriamente que el proceso elegido proporciona un nivel de
letalidad adecuado y reproducible, cuando se opere rutinariamente dentro de los
niveles de tolerancia establecidos. Los procedimientos y precauciones empleados
son tales que proporcionen un NGE de 10-6 o mejor.

La efectividad del sistema se suele estudiar utilizando un indicador biológico


apropiado (según se describe en el próximo apartado).

b. Esterilización por calor seco

Para este método de esterilización terminal las condiciones de referencia son


un mínimo de 160 °C durante al menos 2 h. Se pueden utilizar otras combinaciones
de tiempo y temperatura, siempre que se haya demostrado satisfactoriamente que el
proceso elegido proporciona un nivel de letalidad adecuado y reproducible, cuando
se opere rutinariamente dentro de los niveles de tolerancia establecidos. Los
procedimientos y precauciones empleados son tales que proporcionen un NGE de
10-6 o mejor.

La esterilización por calor seco se realiza en un horno equipado con un


sistema de circulación de aire forzado u otros equipos diseñados especialmente para
este procedimiento. El esterilizador se carga de tal manera que se alcance una
temperatura uniforme en la totalidad de la carga. La temperatura dentro del
esterilizador durante el proceso de esterilización se obtiene normalmente con ayuda
de elementos sensibles a la misma, introducidos en envases representativos,
disponiendo además otros elementos de medida en la zona más fría de la cámara
cargada, determinada previamente. Registrar de forma apropiada la temperatura a lo
largo de cada ciclo.

Cuando se efectúa una valoración biológica, ésta se obtiene mediante un


indicador biológico apropiado.

El calor seco a temperaturas por encima de 220 °C se usa frecuentemente


para la esterilización y despirogenación del material de vidrio.

c. Esterilización por radiaciones ionizantes

La esterilización por este método se consigue por la exposición del producto a


la radiación ionizante, en forma de radiación gamma procedente de una fuente de
radioisótopos adecuada (tal como cobalto 60) o de un haz de electrones de alta
energía, obtenida con un acelerador de electrones adecuado. Los procedimientos y
precauciones empleados son tales que proporcionen un NGE de 10-6 o mejor.

Durante el proceso de esterilización la radiación absorbida por el producto se


registra regularmente mediante procedimientos dosimétricos establecidos, que sean
independientes de la velocidad de irradiación. Los dosímetros se calibran frente a
una fuente patrón en una planta de radiación de referencia, cuando se reciben del
suministrador y posteriormente a intervalos adecuados, no mayores de un año.
Cuando se efectúa una valoración biológica, ésta se obtiene mediante un
indicador biológico apropiado.

d. Esterilización por gas

Este método de esterilización se utiliza solamente cuando no existe una


alternativa apropiada. Resulta esencial asegurar la penetración del gas y la
humedad en el material a esterilizar, así como que se lleva a cabo después un
proceso de eliminación del gas en condiciones establecidas previamente para
asegurar que cualquier residuo el gas o de sus productos de transformación en el
producto esterilizado sea inferior a la concentración que podría dar lugar a efectos
tóxicos durante el uso del producto. En las directivas apropiadas de la Comunidad
Europea se dan indicaciones al respecto, por ejemplo, en lo referente al uso del
óxido de etileno.

Cuando sea posible, medir y registrar la concentración del gas, la humedad


relativa, la temperatura y la duración del proceso. Las mediciones se efectúan donde
sea menos probable que se alcancen las condiciones de esterilización, según se
haya determinado durante la validación.

La eficacia del procedimiento aplicado a cada carga de esterilización se


confirma mediante indicadores biológicos adecuados. Se debe ensayar la esterilidad
de una muestra representativa de cada lote antes de su liberación, según se indica
en el apartado dedicado a los ensayos biológicos de esterilidad.

Esterilización por filtración

Ciertos principios activos y productos que no pueden someterse a


esterilización terminal se pueden esterilizar por filtración, empleando un tipo de filtro
cuya eficacia se haya demostrado mediante un ensayo microbiológico con el
microorganismo adecuado. Este puede ser una suspensión de Pseudomonas
diminuta (ATCC 19146, NCIMB 11091 o CIP 103020). Se recomienda que se use un
inóculo de, al menos, 107 ufc por cm2 de superficie filtrante activa y que la
suspensión se prepare en medio líquido triptona soja, el cual, después de pasarlo
a través del filtro, se recoge asépticamente y se incuba aeróbicamente a 32 °C.
Tales productos requieren precauciones especiales. El proceso de producción y el
ambiente se establecen de modo que la contaminación microbiana sea mínima y se
someten regularmente a procedimientos de control adecuados. El equipo, los
envases, los cierres y, siempre que sea posible, los ingredientes se someten a un
proceso de esterilización adecuado. Se recomienda que el proceso de filtración se
lleve a cabo tan cerca como sea posible del punto de llenado. Las operaciones que
siguen a la filtración se realizan en condiciones asépticas.

Pasar las disoluciones a través de una membrana capaz de retener bacterias,


de un tamaño nominal de poro de 0,22 μm o menos, o cualquier otro filtro que posea
propiedades equivalentes de retención de bacterias. Tomar las medidas adecuadas
para evitar la pérdida de soluto por adsorción sobre el filtro y la liberación de
contaminantes a partir del mismo. Tener en cuenta la carga biológica previa a la
filtración, la capacidad del filtro, el tamaño del lote y la duración de la filtración. El
filtro no se usa durante un período mayor que el aprobado durante la validación de la
combinación del filtro y el producto en cuestión.

Verificar la integridad de un filtro esterilizante montado antes de usarlo y


confirmarla después de su uso, llevando a cabo ensayos apropiados al tipo de filtro
usado y a la fase del ensayo, por ejemplo ensayos de punto de burbuja, de
mantenimiento de la presión o de velocidad de difusión.

Debido a los posibles riesgos adicionales del método de filtración, en


comparación con otros procesos de esterilización, puede ser recomendable una
filtración previa a través de un filtro capaz de retener bacterias, en casos en que no
sea posible asegurar por otros medios que la carga biológica es baja.

Preparación aséptica

El objetivo del procesado aséptico es mantener la esterilidad de un producto


que se ensambla a partir de otros componentes, cada uno de los cuales se ha
esterilizado por uno de los métodos mencionados anteriormente. Esto se consigue
mediante la aplicación de condiciones e instalaciones diseñadas para evitar la
contaminación microbiana
. El procesado aséptico puede incluir un llenado aséptico de productos en los
sistemas envase/cierre, el mezclado de formulaciones en condiciones asépticas
seguido de llenado, y el envasado aséptico.

Para mantener la esterilidad de los componentes y del producto tratado


durante el procesado, es necesario prestar atención a:
i. el ambiente,
ii. el personal,
iii. las superficies críticas,
iv. la esterilización del envase/cierre y los procedimientos de transferencia,
v. el período máximo de conservación del producto antes de introducirlo en el
envase definitivo.

La validación del proceso incluye controles apropiados en todos los puntos


indicados. Se efectúan también regularmente controles en proceso por medio de
ensayos de simulación del proceso usando medios de cultivo adecuados, los cuales
se incuban y examinan en busca de contaminación microbiana (ensayos de llenado
con medios). Además, se ensaya la esterilidad de una muestra adecuada de cada
lote de cualquier producto que se esteriliza por filtración y/o se procesa
asépticamente, antes de la liberación del lote.

Indicadores biológicos para la verificación de los procesos de esterilización

Los indicadores biológicos son preparaciones normalizadas de


microorganismos seleccionados y se utilizan para valorar la eficacia de los
procedimientos de esterilización. Normalmente están constituidos por una población
de esporas bacterianas dispuestas sobre un soporte inerte, por ejemplo una tira de
papel de filtro, un portaobjetos de vidrio o un tubo de plástico. El transportador
inoculado está embalado para protegerlo de cualquier deterioro o contaminación,
pero siempre de modo que sea posible el contacto entre el agente esterilizante y los
microorganismos. Las suspensiones de esporas se pueden presentar en ampollas
selladas. Los indicadores biológicos se preparan de forma que se pueden almacenar
en condiciones definidas; se fija una fecha de caducidad.

Es posible inocular microorganismos de la misma especie bacteriana utilizada


para fabricar los indicadores biológicos, directamente en un producto líquido a
esterilizar o en un producto líquido similar al que se va a esterilizar. En este caso, se
debe demostrar que el producto líquido no tiene efecto inhibidor sobre las esporas
usadas, en especial con respecto a su germinación.

Un indicador biológico se caracteriza por el nombre de la especie bacteriana


empleada como microorganismo de referencia, el código numérico de la cepa en la
colección original, el número de esporas viables por transportador y el valor D. El
valor D es el valor de un parámetro de esterilización (duración o dosis absorbida)
requerido para reducir el número de organismos viables a un 10 por ciento del
número original. Es significativo sólo en condiciones experimentales bien definidas.
El indicador sólo contiene los microorganismos indicados. Pueden emplearse
también indicadores biológicos con más de una especie de bacteria sobre el mismo
soporte. Junto al indicador se suministra información sobre el medio de cultivo y las
condiciones de incubación.

Se recomienda que los organismos indicadores se coloquen en las localizaciones


para las que se supone o, siempre que sea posible, se haya demostrado mediante
medidas físicas previas, que resultan menos accesibles al agente esterilizante. Tras
exposición al agente esterilizante, se usa una técnica aséptica para transferir los
soportes cargados de esporas al medio de cultivo, para evitar cualquier riesgo de
contaminación en el momento del examen. Pueden utilizarse indicadores biológicos
que incluyan una ampolla de medio de cultivo colocado directamente en el paquete
que protege al soporte inoculado. La elección del organismo indicador se hace
según los criterios siguientes:

i. la resistencia de la cepa de ensayo al método de esterilización previsto ha


de ser elevada, en comparación con la resistencia de todos los
microorganismos patógenos y de los que pueden encontrarse como
contaminantes en el producto,
ii. la cepa de ensayo no ha de ser patógena,
iii. la cepa de ensayo ha de poderse cultivar con facilidad.

Después de la incubación, la existencia de crecimiento de los


microorganismos de referencia que han sido sometidos al proceso de esterilización
demuestra que dicho procedimiento ha sido insuficiente.

En la Tabla 1 se resumen los microrganismos de referencia utilizados


(esporas de bacterias del género Bacillus), el número de esporas viables presentes
en las muestras de referencia, el valor de D según cada uno de los métodos de
esterilización y finalmente las condiciones de esterilización tras las cuales no debe
producirse crecimiento de microorganismos. Generalmente, se indican situaciones
intermedias en las que deben quedar esporas viables, para poder comprobar la
idoneidad del indicador utilizado y monitorizar la evolución del proceso de
esterilización.

Tabla 1. Indicadores biológicos para la verificación de los procesos de esterilización. (1) H2O2 y
ácido paracético (2) Óxido de etileno y formaldehido.

Método de Esporas indicadoras Esporas Valor de D No


esterilización viables crecimiento

Por vapor Bacillus > 5x105 D121> 1,5 min 121o 15 min
stearothermophilus

Calor seco Bacillus subtilis > 1x105 D160 = 5-10 min 220o 1 hora

Radiación Bacillus pumilus > 1x107 D> 1,9 kGy > 25 kGy
ionizante

Gases Bacillus > 5x105 Óxido de 600 mg/l óxido


stearothermophilus 1 > 1x105 etileno de etileno 54o y
Bacillus subtilis 2 D> 2,5 60% humedad
60 minutos

Eficacia de la conservación antimicrobiana

Cuando una preparación farmacéutica no posee por sí misma actividad


antimicrobiana adecuada, pueden añadirse conservantes antimicrobianos, en
particular a las preparaciones acuosas, al objeto de impedir la proliferación
microbiana o limitar la contaminación con microorganismos que podría tener lugar en
las condiciones normales de conservación y uso, especialmente en envases
multidosis, con el consiguiente riesgo de infección para el paciente así como de
alteración para el producto. Los conservantes antimicrobianos no se pueden utilizar
como sustitutos de las prácticas de correcta fabricación.

La eficacia de un conservante antimicrobiano se puede ver incrementada o


reducida por el principio activo de la preparación o por otros componentes de la
formulación, así como por el envase y el cierre empleados. Se ha de controlar la
actividad antimicrobiana de la preparación, en su envase definitivo, a lo largo de todo
el período de validez, al objeto de demostrar que dicha actividad no resulta afectada
por las condiciones de conservación. Los controles pueden llevarse a cabo en
muestras tomadas del envase final inmediatamente antes de realizar los análisis.

Durante los estudios de desarrollo de una formulación farmacéutica, debe


demostrarse que la actividad antimicrobiana de la preparación como tal, o, si fuera
necesario, con adición de un conservante o conservantes adecuados, es suficiente
para prevenir los efectos adversos de la contaminación o proliferación microbiana
que pudiera tener lugar durante el almacenamiento y uso de la preparación.
La eficacia de la actividad antimicrobiana puede demostrarse mediante el
ensayo descrito a continuación. El ensayo no es adecuado para controles de rutina.

Ensayo de eficacia de la conservación antimicrobiana

El ensayo consiste en contaminar la preparación, siempre que sea posible en


su envase final, con un inóculo preestablecido de microorganismos adecuados,
mantenerla a una temperatura determinada y tomar muestras a intervalos de tiempo
especificados, al objeto de realizar recuentos de microorganismos presentes en las
muestras tomadas.

Se considera que las propiedades antimicrobianas de la preparación son las


adecuadas si, en las condiciones de realización del ensayo, se produce un descenso
significativo o no tiene lugar un incremento, según corresponda, del número de
microorganismos presentes en la preparación inoculada y controlada a lo largo de
los períodos de tiempo prescritos y a la temperatura establecida. Los criterios de
aceptación, en función de la disminución del número de microorganismos con el
tiempo, varían según el tipo de preparación y en función del grado de protección que
se desee (Tabla 2).

Se llevan a cabo contaminaciones con alguna de las siguientes cepas:

Pseudomonas aeruginosa ATCC 9027; NCIMB 8626; CIP 82.118


Staphylococcus aureus ATCC 6538; NCTC 10788; NCIM 9518
Candida albicans ATCC 10231; NCPF 3179; IP 48.72
Aspergillus niger ATCC 16404; IMI 149007; IP 1431.83

Además, cuando se considere apropiado, con algún otro microorganismo que


pueda constituir un contaminante probable de la preparación a examinar. Entre estos
están, por ejemplo, Escherichia coli (ATCC 8739) que se recomienda para todas las
preparaciones orales, y Zygosaccharomyces rouxii (NCYC 381; IP 2021.92) para las
preparaciones orales que contengan una concentración elevada de azúcar.

1. Preparación del inóculo

Como preparación del ensayo, sembrar un cultivo reciente de cada


microorganismo indicador, en agar B si se trata bacterias, o en agar C sin
antibióticos, cuando se trate de hongos. Incubar los cultivos bacterianos entre 30 °C
y 35 °C durante 18 a 24 h, los de C. albicans entre 20 °C y 25 °C durante 48 h, y los
de A. niger entre 20 °C y 25 °C durante 1 semana o hasta lograr una buena
esporulación.

Recoger las células bacterianas o las de C. albicans por suspensión en una


disolución estéril, que contenga cloruro de sodio R a 9 g/l y peptona a 1 g/l,
dispersando bien las masas de células crecidas en superficie y transfiriendo la
suspensión a un envase adecuado. Añadir suficiente cantidad del líquido de
suspensión para reducir la concentración de organismos a aproximadamente 108
microorganismos por mililitro. Para recoger los cultivos de A. niger, utilizar un líquido
de suspensión estéril, constituido por disolución de cloruro de sodio R a 9 g/l y
polisorbato 80 R a 0,5 g/l, ajustando el recuento de esporas en la suspensión a 10 8
por mililitro con esta misma disolución.

Tomar inmediatamente una muestra adecuada de cada suspensión y


determinar el número de unidades formadoras de colonias por mililitro, mediante
siembra en placa o filtración en membrana. Este valor sirve para determinar el
inóculo y la línea base del ensayo. Las suspensiones han de utilizarse
inmediatamente.

2. Método

Para realizar el recuento de microorganismos viables en los productos


inoculados se emplea el mismo agar que para el cultivo del microorganismo
correspondiente.

Inocular una serie de envases del producto a examinar, cada uno con una
suspensión de uno de los microorganismos de ensayo, que suponga un inóculo de
105 a 106 microorganismos por mililitro o por gramo de la preparación. El volumen de
la suspensión que se inocula no excede del 1% del volumen del producto. Mezclar
cuidadosamente para asegurar una distribución homogénea.

Mantener el producto inoculado entre 20 °C y 25 °C, al abrigo de la luz. A


tiempo cero, tomar una muestra apropiada de cada envase, normalmente 1 mililitro o
1 gramo, repitiendo la operación a intervalos de tiempo determinados, según el tipo
de producto. Determinar el número de microorganismos viables en las muestras por
recuento en placa o por filtración en membrana. Es preciso asegurar que se elimina
cualquier actividad antimicrobiana residual del producto, por dilución, filtración o
inactivación específica. Cuando se emplean procedimientos de dilución, se ha de
tener en cuenta la reducción de la sensibilidad de los métodos para poner de
manifiesto números reducidos de microorganismos viables. Cuando se usa un
inactivador específico, se ha de confirmar que el sistema permita el crecimiento de
los microorganismos de ensayo, realizando los controles oportunos.

Validar el procedimiento para verificar su capacidad demostrativa de la


reducción requerida en el recuento de microorganismos viables.

3. Criterios de aceptación

Los criterios de evaluación de la actividad antimicrobiana se presentan en las


Tabla 2, en términos de reducción logarítmica del número de microorganismos
viables determinados, en relación con los valores correspondientes al inóculo
sembrado.

El criterio A expresa la eficacia que se recomienda alcanzar. En los casos


justificados en que no es posible respetar el criterio A, por ejemplo, porque exista un
riesgo incrementado de reacciones adversas, se debe al menos satisfacer el criterio
B.
Tabla 2. Criterios de evaluación de la actividad antimicrobiana en preparados
farmacéuticos. El valor expresado representa la reducción logarítmica del número de
microorganismos viables determinados, en relación con los valores correspondientes al inóculo
sembrado. NI: no se produce incremento.

Bacterias Hongos

A B A B
Parenterales y 6h 2 - - -
oftálmicas
24h 3 1 - -

7d - 3 2 -

14d - - - 1

28d NI NI NI NI

Aplicación 2d 2 - - -
local
7d 3 - - -
14d - 3 2 1

28d NI NI NI NI

Orales 14d 3 - 1 -

28d NI - NI -

Calidad microbiológica de las preparaciones farmacéuticas

Durante la fabricación, acondicionamiento, almacenaje y distribución de las


preparaciones farmacéuticas es necesario tomar medidas adecuadas para
garantizar su calidad y estabilidad microbiana. Las preparaciones farmacéuticas
deben ajustarse a los criterios que se indican a continuación.

Categoría 1

Preparaciones para las que se requiere obligatoriamente esterilidad en la


monografía pertinente sobre la forma farmacéutica, así como otras preparaciones
cuya etiqueta indica que el producto es estéril.

Deben cumplir el ensayo de esterilidad que se describirá en el próximo


apartado. Se incluyen en esta categoría los preparados farmacéuticos de
administración parenteral y oftálmica, entre otros.
Categoría 2

Preparaciones destinadas a uso tópico o en el tracto respiratorio, excepto


cuando se requiera que sean estériles y parches transdérmicos.

a. El recuento de microorganismos aerobios viables totales no debe ser mayor


de 102 microorganismos por gramo, mililitro o parche.
b. Enterobacterias y otras bacterias gram-negativas: ausencia total en el caso de
los parches y no más de 10 células por gramo o mililitro en el resto de
preparaciones de esta categoría.
c. Ausencia de Pseudomonas aeruginosa en un gramo, mililitro o parche.
d. Ausencia de Staphylococcus aureus en un gramo, mililitro o parche.

Categoría 3

A. Preparaciones para administración oral y rectal.

a. El recuento de microorganismos aerobios viables totales no debe ser mayor


de 103 bacterias aerobias y no más de 102 hongos por gramo o mililitro.
b. Ausencia de Escherichia coli en 1g o 1ml.

B. Preparaciones para administración oral que contienen materias primas de


origen natural (animal, vegetal o mineral) para los que no es factible un
pretratamiento antimicrobiano y en los que la autoridad competente acepta una
contaminación microbiana de las materias primas superior a 103 microorganismos
viables por gramo o por mililitro. Se excluyen las plantas medicinales descritas en la
categoría 4.

a. El recuento de microorganismos aerobios viables totales no debe ser mayor


de 104 bacterias aerobias y no más de 102 hongos por gramo o mililitro.
b. Enterobacterias y otras bacterias gran-negativas no más de 102 por gramo o
mililitro.
c. Ausencia de Salmonella en 10g o 10ml.
d. Ausencia de Escherichia coli en 1g o 1ml.
e. Ausencia de Staphylococcus aureus en 1g o 1ml.

Categoría 4

Plantas medicinales compuestas únicamente de una o más drogas vegetales


(enteras, en fragmentos o en polvo).

A. Plantas medicinales a las que se añade agua a ebullición antes de usar.

a. El recuento de microorganismos aerobios viables totales no debe ser mayor


de 107 bacterias aerobias y no más de 105 hongos por gramo o mililitro.
b. No más de 102 células de Escherichia coli por gramo o por mililitro.

B. Plantas medicinales a las que no se añade agua a ebullición antes de usar.


a. El recuento de microorganismos aerobios viables totales no debe ser mayor
de 105 bacterias aerobias y no más de 104 hongos por gramo o mililitro.
b. Enterobacterias y otras gram-negativas: no más de 103 por gramo o mililitro.
c. Ausencia de Salmonella en 10g o 10ml.
d. Ausencia de Escherichia coli en 1g o 1ml.

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