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CAPILLA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

HORA SANTA
“SAN JUAN BAUTISTA MODELO DE ADORADOR”

GUÍA: Bienvenidos a este encuentro de adoración, de oración, de intimidad con Jesús Eucaristía. Hoy
celebramos la solemnidad de San Juan Bautista el precursor del Señor, y contemplaremos a Cristo
nuestro Salvador, meditando en nuestro corazón su relación con el santo profeta y el testimonio de vida.

CANTO Y EXPOSICIÓN

GUÍA: En los cielos y en la tierra sea por siempre alabado.


TODOS: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado.
 Mi Dios, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, No
esperan y no os aman.
 Mi Dios, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, No
esperan y no os aman.
 Mi Dios, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, No
esperan y no os aman.

GUIA: Iniciemos nuestro momento de adoración reconociendo nuestra fragilidad humana, pidiendo
perdón por alejarnos de Cristo que nos pide que sigamos buscando nuestra conversión, la renovación
de nuestro corazón para vivir con más entusiasmo nuestra fe. Repitamos siempre con confianza, “Haz
la prueba y verás qué bueno es el Señor”.
TODOS: ¡Oh mi Señor, rey de reyes, luz de infinita bondad!, postrado ante tus pies y sin poder mirarte,
pues la vergüenza que hoy tengo, por culpa de mi pecado, por todas las ofensas que te he ocasionado,
por faltarle a mis hermanos, por olvidarme de orar y de agradecerte, vengo ante ti Jesús Santo a pedirte
me perdones.
Tu misericordia es infinita y eterna, Tu amor siempre presente esta, Tu calor fraterno y entrega
incondicional, sé que puedo contar con tu perdón, siento mi alma librar de tan grande carga, de tan dura
travesía, de todo lo que me atrapaba, solo viviendo para las cosas del mundo.
¡Oh mi Dios, oh mi Salvador!, mi plegaria va dirigida a ti en este momento donde solo me hace falta
recibir tu perdón y tu bendición, quiero sentir mi corazón lleno de gozo, quiero sentir tu presencia santa,
quiero cantar y cantar de alegría, porque tú me has perdonado, porque mi fe crece, porque no dudo en
seguirte, porque puedo mirar a mi hermano con compasión, mis sentimientos son buenos y mi proceder
es tu designio. En tus manos me entrego mi Señor rogándote una vez más, me concedas el perdón de
todo lo mal que yo he hecho y que pueda alabarte y proclamar a viva voz sabiendo que estoy en ti que
me amas y que me arrullas. Amén.

CANTO

PARTICIPANTE: Del Santo Evangelio según san Lucas 1,39-56


“En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María,
saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz,
dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi
Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi
seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»
Palabra de Dios.
TODOS: Gloria y honor a Ti Señor Jesús.

GUÍA: Isabel era una mujer justa. Ya mayor parecía que la maldición de Dios era más que un hecho.
Mujer maldita era la estéril entre los judíos. La fecunda demostraba la gracia con que Dios la había
regalado en su fecundidad. Y de todos modos luchaba por demostrar su amor a Dios junto con su fiel
esposo Zacarías, a pesar de que los hechos mostraran otra cosa. Los planes de Dios no son los planes
de los hombres.
Muchas veces, más de lo que creemos Dios escribe recto con reglones torcidos. Los justos que en el
mundo parecieran olvidados por Dios son en realidad los más amados. Y tarde o temprano Dios los
premia. Probados como están por el amor de verdad, son como irresistibles a un Dios que desfallece
ante los humildes. María permaneció en casa de su prima Isabel, aproximadamente tres meses hasta
que nació San Juan que sería el más grande de todos los profetas

Debemos honrar a San Juan Bautista como a modelo perfecto de los adoradores. Estas hermosas
palabras son la divisa de la abnegación y del sacrificio eucarístico ¡que el santísimo Sacramento crezca,
sea conocido y amado y que nosotros nos anonademos a sus pies! Ahora, ved cómo san Juan, en las
principales acciones de su vida, ha sido modelo de adoradores. Su vida parece haber sido una
adoración continua, y en ella se encuentran los caracteres de la adoración hecha según los cuatro fines
del sacrificio, que es el mejor de todos los modos de adorar.

La adoración se hace arrodillado en el suelo y con la cabeza inclinada: es éste un primer movimiento
que nos lleva a reconocer, a través del velo eucarístico, la majestad infinita de Dios que allí se oculta. A
este primer movimiento sucede la exaltación de su grandeza y su amor. Veamos como la primera gracia
concedida a San Juan es una gracia de adoración. El Verbo se halla en el seno de María e inspira a su
Madre que vaya a visitar a Santa Isabel, y María lleva ante San Juan a su Dios y a su rey. Como San
Juan no puede ir a Jesús porque su madre es muy anciana para emprender este viaje, Jesús se
traslada allí. Así obra con nosotros no pudiendo nosotros ir a Dios, viene Dios a nosotros. María desata
el poder de su divino hijo al saludar a Isabel: aun hoy Jesús está como atado y nada quiere hacer sin
María. La voz de María fue la del Verbo encarnado: Juan se agita en el seno materno al oír esta voz y
revela a su madre el misterio de la presencia de Dios en María, haciéndoselo comprender al mismo
tiempo, como lo confiesa Isabel a María: –Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno (Lc 1,
44). Desde entonces Juan es precursor, ve a Dios y le adora en sus movimientos: él le adora, y la
alegría de estar en su presencia desborda sobre su Madre. ¡Qué bueno fue nuestro Señor con San
Juan! Quiso bendecirle y dársele a conocer en el seno mismo de su madre. ¡Qué grata debió serle esta
adoración de su precursor! ¡Era tan espontánea! Jesús permaneció con él tres meses; uno y otro
estaban encerrados en el seno materno. Juan adoraba constantemente a su Dios, y lo sentía tras el
velo que lo separaba de Él. Uníos a esta tan buena adoración de San Juan, tan viva y tan sentida, no
obstante, los velos y las paredes que lo separan de nuestro Señor.

TODOS: Te adoramos Señor Sacramentado, te bendecimos, te glorificamos, y te imploramos por la


intercesión de tu primo y siervo San Juan Bautista, ángel de pureza antes de tu nacimiento y el profeta
más grande nacido de mujer; tu amigo especial y predicador de la Verdad, tu precursor Sol de Justicia,
y voz tuya Verbo Eterno; que por sus virtudes y por los privilegios con que lo enriqueciste nos des
fuerza y valor para vencer todo temor, así como sabiduría, humildad y
 
Oh, San Juan Bautista, que durante toda tu vida con humildad y fidelidad cumpliste la voluntad del
Padre Celestial, y como verdadero precursor del Mesías poco a poco, con la sencillez del deber
cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador inaugurara el Reino de Dios entre los
hombres y mujeres: ayúdanos a salir de problemas y adversas situaciones, aleja todo peligro y enemigo
de nuestro lado, quita toda maldad, tropiezo y oscuridad en nuestra vida para que nuestros caminos se
encuentren despejados y estén abiertos al amor, el trabajo y la salud que tanto ansiamos y
necesitamos, haz que la prosperidad, la paz, la armonía y la felicidad nos acompañen en todo
momento. Amén.

CANTO

PARTICIPANTE: Lectura del Santo Evangelio según san Juan 1,29-34.


En aquel tiempo, vio Juan el bautista a Jesús que venía hacia él y exclamó: “este es el Cordero de Dios,
el que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo he dicho: “El que viene después de mi,
tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo”. Yo no le conocía, pero he venido a
bautizar con agua, para que él sea dado a conocer a Israel”.
Entonces Juan dio testimonio:” Vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre
él: “Aquel sobre quien veas que baja y se posa el Espíritu Santo, ése es el que ha de bautizar con el
espíritu santo”. Pues bien, yo lo vi y doy testimonio de que este es el Hijo de Dios.
Palabra del Señor.                                                                                                     
TODOS: Gloria a ti, Señor Jesús

GUÍA: La acción de gracias descansa en la bondad, en el amor de Jesucristo: no ve más que los dones
y los beneficios; se humilla para exaltar al bienhechor; se alegra por las gracias y beneficios concedidos
a él mismo y a los demás, y a la Iglesia entera. Este sentimiento dilata el corazón. Ahora bien, en el
Jordán manifiesta el Bautista este doble sentimiento de alegría y de gratitud. Observemos en primer
lugar, la gracia que le concede nuestro Señor; porque la acción de gracias parte siempre de un
beneficio recibido y descansa en la humildad. Pues bien, Juan va a bautizar a nuestro Señor. Él no le
había visto físicamente. El Padre celestial le había dado una señal por la cual le reconocería: Jesús se
presenta entre la multitud de pecadores que esperaban el bautismo de Juan y oían sus enérgicas
exhortaciones a la penitencia; Jesús guarda turno entre las filas de publicanos y soldados... ¡El que era
rey e hijo de Dios!; pero nada de privilegios ni excepciones. ¡Entendamos esto, oh adoradores, y no
tengáis más protector que Jesucristo! San Juan se arroja a los pies de Jesucristo: ¡Cómo! ¿Vos venís a
mí? (Mt 3, 14). ¡He aquí la humildad... la verdad! Los santos no se creen jamás perfectos. Juan en estas
palabras no habla de su ministerio: vienes a mí; y no dice vienes a mi bautismo. ¡Qué delicadeza! El
hablar de su ministerio le hubiera erigido un pequeño trono, y ante Dios esto no agrada. Jesucristo le
dice: “Cumple el mandato de mi Padre” (Mt 3, 15). Como hombre verdaderamente humilde, San Juan
obedece y le bautiza. Una humildad falsa hubiese alegado cincuenta razones para excusarse; pero san
Juan obedece. Y cuando nuestro Señor se retira, él no le sigue, sino que permanece en el puesto que
le ha colocado la obediencia. ¡Qué humildad! Veamos ahora cómo el Bautista transfiere al Señor toda la
gloria y todo el honor de la sublime función que acaba de ejercer. Sus discípulos, los peores entre todos
los aduladores, queriendo honrarse con la gloria de su maestro, le manifiestan que todo el mundo va
tras Jesús. ¡Oh, y cuánto me place!, responde San Juan, “mi alegría llega al colmo viéndole crecer. ¡Es
necesario que Él aumente y que yo disminuya, que Él crezca y yo mengüe!” ¡Nada para él, todo para
Jesús! Eso es lo que nosotros debemos procurar: que crezca el reino de Jesucristo. ¡Qué pena no
poderle levantar un trono en todos los corazones!; por eso nos postramos en su acatamiento..., nos
achicamos y elevamos a Jesucristo sobre su trono. Esto tiene muchas aplicaciones en la práctica, pues
existimos hombres y mujeres a los que convendrá advertir tener cuidado, para no pretender crecer por
nuestros talentos... sino más bien reconocer que todo lo que somos, poseemos y tenemos son por
regalo de Dios quien desea que los pongamos al servicio de los demás y que así el Señor se haga
visible a través de nuestras acciones diarias. ¡Es tan hermosa nuestra vocación y el objeto de la misma
tan elevado! ... Se nos creerá adornados de todas las virtudes, porque de hecho deberíamos tenerlas
todas para ser dignos de nuestra vocación de servicio. ¡Desgraciado de aquel que quiera sostenerse en
pie orgulloso en la presencia del Señor! y ¡no, humilde rodilla en tierra! ¡Oh, qué hermosa es la acción
de gracias de aquella alma que acepta los beneficios de Dios, reconociendo que por sí misma nada es
y transfiriendo por ello mismo a Dios la gloria que se le sigue!
TODOS: Oh, Glorioso Dios omnipotente que suplicamos que por la intercesión de tu siervo San Juan
Bautista, que durante toda su vida dio testimonio del total desprendimiento de las cosas terrenas
cumpliendo con humildad Y fidelidad la voluntad del Padre Celestial, como verdadero Precursor del
Mesías y poco, con sencillez del deber cumplido, fuiste desapareciendo para que Cristo Salvador
inaugurara el Reino de Dios entre los hombres. Ayúdanos a vivir, según el ejemplo admirable que Tú
nos das, para que un día podamos contar contigo en las Mansiones Celestiales las glorias y alabanzas
de nuestro Creador. Amén

https://www.evangelizafuerte.mx/2012/01/el-ha-de-bautizar-en-el-espiritu-santo-hora-santa/

file:///C:/Users/9regidor/Downloads/382253023-HORA-SANTA-Con-San-Pedro-Julian-Eymard-
San-Juan-Bautista-44.pdf

https://www.elimparcial.com/estilos/Quien-fue-San-Juan-Bautista-el-hombre-que-bautizo-a-
Jesus-20200624-0041.html

PARTICIPANTE:
O D I O: El hombre y la mujer dijeron: que haya gran división entre los pueblos. Que se pongan de un
lado naciones a mi favor y del otro las que están contra mí. Y hubo buenos y malos. Y la compasión y el
perdón desaparecieron de la tierra, así fue el día sexto antes del fin……..momento de silencio.

PARTICIPANTE:
M U E R T E: Y el hombre y la mujer dijeron: Matemos a aquellos que no piensan como nosotros, que
no son de nuestra raza, ni de nuestro credo religioso, a los que son distintos….. Y la sombra de la
muerte apareció más negra que nunca sobre la faz de la tierra y el hombre rindió culto a la muerte en la
droga, la corrupción, el aborto y el terrorismo y los defendió con uñas y dientes, creyéndose Señor y
dueño de la vida y de la muerte. Así fue el quinto día antes del fin. ……..momento de silencio.

PARTICIPANTE:
G U E R R A: Y el hombre y la mujer dijeron fabriquemos armas que puedan destruir grandes
multitudes, el hombre creo los submarinos nucleares que surcan los mares y los misiles que surcan el
firmamento y toda clase de armas para la muerte. Y aparecieron los tanques de los poderosos y el
mundo se convirtió en un campo de batalla y el hombre lo vio y se enorgulleció de lo que había hecho.
Así fue el cuarto día antes del fin. ……..momento de silencio.

PARTICIPANTE:
M E N T I R A: El hombre y la mujer dijeron: que sea delito pensar de modo distinto al jefe, al poderoso
aceptemos lo que está de “moda”, lo que produzca placer y poder. Y la mentira y la confusión corrieron
veloz por todos los rincones de la tierra y se hablo de guerras justas y justas sentencias de muerte; y la
mentira apareció en las ideologías de derechas y en las izquierdas, en los periódicos y en las radios, en
la televisión, en el internet, en las redes sociales, en las calles y en las fábricas y el hombre lo vio y lo
encontró normal. Así fue el tercer día antes del fin. ……..momento de silencio.

PARTICIPANTE:
P O D E R: El hombre y la mujer dijeron: Que posea todo el poder en el cielo y en la tierra. Y con el
poder el hombre sembró en la tierra los campos de corrupción. La opresión se derramó en los ríos de
sangre, abriendo cárceles, silenciando a los disidentes, condenando a los inocentes y secando con
sentencias arbitrarias la libertad y el talento. Así fue el segundo día antes del fin, el mundo quedo
dividido en dos bloques. El hombre vio que tenía que ser así. ……..momento de silencio.

PARTICIPANTE:
A B U S O: El hombre y la mujer dijeron: Hagamos de la propaganda y el engaño un “Dios” a nuestra
imagen y semejanza, que actúe como actuamos nosotros, que piense como pensamos nosotros, que
quiera lo que nosotros queremos. Y el hombre logro manipular todas las necesidades de sus
semejantes, provocando miseria, pobreza, explotación y destruyendo la naturaleza… y el hombre vio
todo lo que había hecho y estaba muy satisfecho de todo ello. ……..momento de silencio.

GUÍA: Así acabo el hombre con el cielo y la tierra, la tierra volvió a hacer un mundo vació y sin orden,
toda la superficie del océano se cubrió de oscuridad y el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas.

¿Por qué Señor?, ¿por qué nuestro mundo se encuentra plagado de esto, por qué nuestro mundo
creado perfecto está en caos, acaso Señor nos has olvidado, ¿no nos miras?, ¿Por qué? ¿El hombre y
la mujer siendo imagen y semejanza tuya puede cometer tantas injusticias, ser creador del mal, del
odio, del abuso, explotar y humillar, por qué Señor? ¿Acaso no nos miras? ¿Acaso no atiendes nuestra
suplicas? (silencio)...

CANTO

Mientras se da lectura entra el cirio Pascual encendido por el pasillo y se coloca a un lado del
altar.

PARTICIPANTE: Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-13:


Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un
ruido, semejante a un viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces
aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos
quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo
los movía a expresarse. Se hallaban por entonces en Jerusalén judíos piadosos venidos de todas las

naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron estupefactos, porque cada uno los
oía hablar en su propia lengua. Todos, atónitos y admirados, decían: - ¿No son galileos todos los que
hablan? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua materna?
Partos, medios, elamitas, y los que viven en Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto y Asia, Frigia y
Panfilia, Egipto y la parte de Libia que limita con Cirene, los forasteros romanos, judíos y prosélitos,
cretenses y árabes, todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las grandezas de Dios.

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y
todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto
es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios. Derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; v vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros
ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré
de mi Espíritu, y profetizarán, y daré prodigios arriba en el cielo, y señales abajo en la tierra. Sangre y
fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre antes que venga el día del
Señor grande y manifiesto. Palabra de Dios.
TODOS: Te alabamos Señor.

GUÍA: Podemos leer en silencio nuevamente la lectura y decir en voz alta la frase que mas ha llegado a
nuestro corazón.
(pasa la cartulina y al llegar al altar, se adora al Santísimo y se prende la vela, esto con cada mención)
Respondemos a cada invocación:
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

PARTICIPANTE: Señor fortalécenos con el don de la PIEDAD, para que podamos ver en el otro tu
rostro, para que podamos perdonar y amar al prójimo, PIEDAD pedimos Señor para con nosotros y
para con los otros.
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

PARTICIPANTE: Padre santo esta tarde te pedimos para que el don del TEMOR DE DIOS nos inunde
y sobrepasa, pero no un temor a un Dios castigador, sino el temor de poder ofenderte, ofenderte en el
hermano que pisoteamos, temor de matar a la creación más perfecta que has hecho Señor, el mismo
ser humano, Señor te pedimos TEMOR DE DIOS, temor de tener una ausencia total de ti.
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

PARTICIPANTE: Señor, padre bueno y misericordioso, te pedimos el don de la INTELIGENCIA, para


poder discernir entre los impulsos del Espíritu que pones y poseemos cada uno de nosotros y que solo
proviene de ti y los impulsos del maligno o de nosotros mismo, de nuestro egoísmo, INTELIGENCIA
para decidir crear la paz y no la guerra.
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

PARTICIPANTE: Ante la mentira, solo tu CIENCIA, ante el miedo a ser diferente solo tu CIENCIA,
Señor que no me empeñe tanto en omitir palabras que dañen, si no de hacerme pequeño para que tu
crezcas, para que tu hables por mi, Señor tócame con tu don de la CIENCIA para poder entender “Que
mis pensamientos no son tus pensamientos y que tus caminos no son mis caminos”.
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

PARTICIPANTE: Padre escóndeme en tu mano, si anqué parezca cobardía no importa, esta tarde te
pido el don de la FORTALEZA, para poder abatir al enemigo que en mucho de los casos soy yo mismo,
mi ansia y desesperación de obtener a cambio de los que sea, obtener aquello que según yo me da
derecho de estar por encima del hermano, Padre FORTALEZA para entender mis debilidades y sacar a
flote todo lo bueno que has puesto en mí.
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

PARTICIPANTE: Señor, mi Dios, estoy ante altar para pedirte aquello que el rey Salomón te pidió, y por
lo cual obtuvo la capacidad de poder ejercer su reinado libre de abusos, libre de derrotas y libre de
ataduras a este mundo, si Señor te pido aquello que los profetas obtuvieron desde el momento en que
tu los pensaste, en que los creaste, el don de la SABIDURIA.
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

PARTICIPANTE: Por último, Señor, el don del CONSEJO para comunicar tu palabra, tus mandatos, tu
amor y no todo lo malo que tengo en mi, para alentar, para levantar y construir, para animar y crear,
para que, por medio de mi lengua, de mi amor y mi testimonio te conozcan a ti.
TODOS: “ENVIA SEÑOR TU ESPIRITU A RENOVAR LA FAZ DE LA TIERRA”

GUÍA: Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones
espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las
horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por
dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

CANTO

GUÍA: Cuando aceptamos al espíritu de Dios en nuestras vidas y dejamos que nos posea, el nos
transforma en seres nuevos, necesitamos ser liberados, levantados, necesitamos ser hombres y
mujeres libres, felices, valientes, capaces de ser transformados y transformadores de una sociedad
invadida por egoísmos, divisiones, falsedades, vacíos, confusiones y esclavitudes….

PARTICIPANTE: A M O R: En este tiempo como en todos los tiempos, los ricos dominan el mundo. Los
corazones de los hombres eran capaces de producir violencia, desprecios, odios... pero entonces vino
Jesús y dijo: “AMAOS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO”, “DICHOSOS LOS
MISERICORDIOSOS POR QUE ELLOS ALCANZARÁN MISERICORDIA”, “AMA A TU PRÓJIMO
COMO A TI MISMO”.

PARTICIPANTE: V I D A: En este tiempo como en todos los tiempos, la vida no es respetada y muchos
no gozan de una vida digna: pero Jesús nos dice “NO MATARAS” “YO SOY LA VIDA” “NADIE TIENE
MASAMOR QUE EL QUE DA LA VIDA POR SUS AMIGOS”

PARTICIPANTE: P A Z: En este tiempo como en todos los tiempos, las torturas, las guerras y la
violencia han llegado a ser vistas como algo normal en la vida de los hombres, pero Jesús nos dice:
“YO SOY EL PRINCIPE DE LA PAZ” “MI PAZ OS DEJO MI PAZ OS DOY” “DICHOSOS LOS QUE
TRABAJAN POR LA PAZ, POR QUE ELLOS SE LLAMARAN HIJOS DE DIOS”

PARTICIPANTE: V E R D A D: En este tiempo como en todos los tiempos, la mentira se empleaba para
hacer triunfar los intereses de los astutos, ahogando hasta el más mínimo escrúpulo, pero vino Jesús y
predicaba: “YO SOY LA VERDAD” “DICHOSOS VOSOTROS CUANDO OS INSULTEN, OS
PERSIGAN Y OS CALUMNIEN, DE CUALQUIER MODO, POR MI CAUSA, ESTAD ALEGRES Y
CONTENTOS POR DIOS”

PARTICIPANTE: J U S T I C I A: En este tiempo como en todos los tiempos, la palabra justicia suena
muy bien, pero muchas veces sirve de poco o no sabemos distinguir que es lo justo de lo injusto, pero
Jesús dice “NO BASTA DECIR SEÑOR, SEÑOR, PARA ENTRAR EN EL REINO DE LOS CIELOS”
“DICHOSOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA POR QUE ELLOS QUEDARAN
SACIADOS”

PARTICIPANTE: PERDÓN: En este tiempo como en todos los tiempos, el perdón sirve de poco cuando
no se hace de corazón, olvidando el pasado, pero Jesús dice “DEBEN PERDONAR HASTA SETENTA
VECES SIETE”, es decir SIEMPRE.

PARTICIPANTE. C A M I N O: En estos tiempos como en todos los tiempos, las ansias de dinero, de
dominio y de poder se adueñan del corazón de los hombres. Pero Jesús nos dice: “YO SOY EL
CAMINO” “NADIE VA AL PADRE SINO POR MI” “DICHOSOS LOS POBRES EN EL ESPIRITU POR
QUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS”

CANTO

PARTICIPANTE: LECTURA DEL LIBRO DE ISAIAS:


El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz intensa, habitaban tierras de sombras y una luz les
brillo. Dice una voz: Grita, respondió: ¿Qué debo gritar? Súbete a un monte elevado heraldo de Sión;
alza fuerte la voz heraldo de Jerusalén; alza, no temas, día a las ciudades de Judá “AQUÍ ESTA
NUESTRO DIOS”. Consolad, consolad a mi pueblo dice vuestro Dios; habla al corazón de Jerusalén;
alza no temas di a las ciudades de Judá: “AQUÍ ESTA VUERTRO DIOS”. Consolad, consolad a mi
pueblo, dice vuestro Dios hablad al corazón de Jerusalén gritadle: que se ha cumplido su servicio y esta
pagado su crimen Decid a los cautivos: “Salid”; a los que están en tinieblas: “Venid a la luz”.
¡Espabílate, espabílate, ponte en pie, Jerusalén! Palabra de Dios.
TODOS: Te alabamos Señor.

GUÍA: El Espíritu Santo actúa de muchas maneras. Su modo de obrar es infinito, porque Él es muy
creativo. Por eso para cada situación y para cada persona actúa, se manifiesta, irrumpe con su su
manera particular, única, irrepetible, así como somos cada uno de nosotros.
Sin embargo, a todos nos impulsa a ser testigos de Jesús Resucitado, ser testigo implica abrazar el
Evangelio para que transforme y fermente tu existencia. Solo así podrás irradiar tu fe con coherencia
ante todos y a cualquier precio. El testimonio de vida es acción del Espíritu Santo. Es lo que
experimentaron los mártires que, para ser coherentes con su fe y fieles a la justicia, “perdieron” la
propia vida. Ellos fueron capaces de darse, de amar hasta el extremo a Dios y a los hermanos. Por eso
el martirio ha sido considerado don supremo del Espíritu Santo.

El mismo Jesús enseña que esta capacidad de testimoniar la da el Espíritu Santo:  “Cuando os lleven a
las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué os
defenderéis, o qué diréis, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento lo que
conviene decir…” (Lc 12,11-12). No se puede entonces dar testimonio de Jesús sin la fuerza del
Espíritu Santo (Cf. 1Co 12,3).

A veces en el día a día se te puede hacer difícil ser testigo del Resucitado. Y te das cuenta de que
tienes la tentación de que tu fe vaya por un lado y tu vida por otro. Pero el Espíritu Santo viene en tu
ayuda y te capacita para que des testimonio de dos formas muy concretas:

Esto significa que va formando a Cristo en ti. Te hace un resucitado, es decir, hace presente a Jesús
Resucitado en tu vida. Y tú empiezas a asumir el modo de hablar, de pensar, de sentir, de actuar, de
amar… de Jesús. Y de esa manera eres transparencia suya para cada una de las personas con las que
te relacionas.

Entonces tus acciones comienzan a mostrar la misericordia de Dios, su perdón, su paciencia, su


generosidad, su respeto por nosotros, su decisión de hacernos felices y de aceptar nuestra libertad…
Cuando dejas que el Espíritu Santo te cristifique empiezas a vivir como hermano, como servidor. Y
crecen en ti la ternura, la amabilidad, el compromiso, el sacrificio, la entrega, la generosidad y tantos
otros tantos valores que caracterizan la propuesta de vida de Jesús.
Por supuesto que esto supone un arduo trabajo de tu parte. Pero nunca lo podrías hacer sin la acción
del Espíritu Santo. Él es quien formará a Cristo en ti, así como lo formó en el seno de la Virgen María.

Ahora mientras escuchas el canto, si lo deseas te acercarás al altar y si así lo quieres podrás tocar al
Jesús Sacramentado para orar e implorar que te conceda su Santo Espíritu, y poner en su corazón tus
necesidades, problemas, anhelos, sueños, proyectos…..

CANTO

GUÍA: Nuevamente nos acercamos al altar formando un semicírculo, alrededor de Jesús, recordando el
cenáculo donde los apóstoles recibieron al Espíritu Santo, oraremos encendiendo nuestras velas.

Ven, Dios Espíritu Santo y envíame desde el cielo tu luz para iluminarme.
Ven ya Padre los pobres, Luz que penetra en la mi alma, Dador de todos los dones.
Ven Fuente de todo mi consuelo. Amable huésped de mi alma, Paz en mis horas de duelo.
Eres pausa en mi trabajo; Brisa, en un clima de fuego; Consuelo, en medio de mi llanto.
Ven, luz santificadora y entra hasta el fondo de mi alma, de todos los que te adoran.
Sin tu inspiración divina nada puedo y el pecado me domina.
Lava mis inmundicias, fecunda mis desiertos, y cura mis heridas.
Doblega mi soberbia, calienta mi frialdad, endereza mis sendas.
Concede aquellos que ponemos en ti nuestra fe y nuestra confianza tus siete sagrados dones.
Dame virtudes y méritos, dame una buena muerte y contigo el gozo eterno. Amén.

CANTO Y RESERVA

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