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LA CÁMARA OCULTA COMO EXPERIMENTO DE LA CONFORMIDAD SOCIAL

A modo de introducción, considero pertinente hacer referencia al concepto de


conformidad social y quien la define es John Turner. Dicho autor expone que la conformidad
social es el movimiento de una o más personas discordantes hacia posiciones normativas de
grupo como función de una presión implícita o explícita por parte de los miembros del grupo.
Siguiendo la misma línea de ideas planteada por Turner, Mucchi Faina adiciona que se trata de
una adhesión a una opinión o a un comportamiento que prevalece incluso cuando éstos están
en contraste con el propio modo de pensar.

El experimento que seleccioné está basado en la modalidad de una cámara oculta, es


decir, se utiliza una cámara de video para filmar a una persona sin su consentimiento. Para el
caso particular se toma como contexto la sala de espera de un centro oftalmológico en la que
se encuentran nueve personas sentadas aguardando por su turno con el oculista, todas ellas
son partícipes de la cámara
oculta. Se toma como
referencia el comportamiento
de una joven, quien
teóricamente acude al centro
a realizarse un examen
oftalmológico gratis, pero
resulta ser la víctima de la
cámara oculta. La prueba
experimental tiene inicio una
vez que la joven ingresa a la
sala de espera y toma asiento.
Sala de espera del Centro Oftalmológico XENIA.
Al instante se oye un pitido
ante el cual las nueve
personas se ponen de pie.
Inmediatamente, la joven nota el patrón que consiste en levantarse del asiento cada vez que
se oye el pitido y, si bien se muestra desconcertada al respecto, ante la presión de grupo,
decide seguir a las personas que la rodean y se pone de pie al oír el timbrazo. Luego de tres
timbrazos, se concluye que la joven estaba adaptándose perfectamente al grupo. Ante ello, se
pretende observar la actitud de la joven en el caso de que se retiraran las personas de la sala
de espera. Una vez que las nueve personas se retiraron, la joven queda sola y, al escuchar el
pitido, decide continuar poniéndose de pie tal como lo venía haciendo. Es posible observar una
adaptación a las normas del grupo sin que los demás estén ahí. Luego, ingresa a la sala un
extraño que desconoce las normas del grupo y ve a la joven ponerse de pie ante cada pitido. El
muchacho decide preguntarle por qué se levanta cada vez que suena el timbrazo y la
respuesta de la joven fue “Todos lo estaban haciendo y pensé que había que hacerlo”. Si bien
también quedó desconcertado ante la respuesta de la joven, el muchacho se dejó llevar y
tomó el mismo comportamiento de ponerse de pie al escuchar el pitido. La cámara oculta
siguió su curso y fueron ingresando más pacientes desprevenidos, quienes también fueron
adoptando dicho comportamiento. Lo que comenzó siendo una norma aleatoria para la joven,
terminó siendo una norma social para todos los pacientes de la sala.

A modo de conclusión, Jonah Berger, de la Universidad de Pensilvania, explica que la


internalización de un comportamiento gregario es parte del aprendizaje social y estima que al
momento que vemos a nuestro grupo realizar una tarea, nuestro cerebro nos recompensa por
seguir sus pasos. Berger aclara que nos socializamos a través de la conformidad y que la
consecuencia de ello puede ser el desarrollo de malos hábitos o repetir errores pasados.

Por su parte, la joven víctima de la cámara oculta expone que al ver que todos se
levantaban, sintió que también debía hacerlo para evitar que la excluyeran. Una vez tomado el
comportamiento, se sintió mucho más cómoda. En el experimento de la cámara oculta se pudo
observar que una de las personas que ingresó, intentó tomar una actitud distinta, pero,
inevitablemente, se unió a la multitud.

Del experimento en cuestión, concluyo que me resulta impactante el hecho de que la


conformidad puede afectar tan fácilmente al modo de actuar y no conforme con ello,
inconscientemente se le va dando una determinada forma al modo de pensar y actuar de cada
uno. Tal como lo describe la víctima de la cámara oculta, tendemos a pensar que, al no actuar
de igual manera que la sociedad o que el resto de las personas que nos rodea, sufriríamos de
exclusión y aislamiento. Si bien en el experimento abarcado se trató de una actitud que no
denota demasiada importancia, la conformidad social no siempre resulta positiva ya que
puede dar lugar a acciones más fervientes y que pueden afectar directamente a la persona o a
la sociedad misma.

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