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RESUMEN DE: LA SABIDURÍA TODO LO SABE Y ENTIENDE

El hombre sabio es aquel que ama y busca la verdad, Cuando leemos la palabra de Dios, nos
acerca más a él, fortalece nuestra fe, entendemos y comprendemos lo que Dios ha escrito. Por
ello, Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría y que en su inteligencia reflexiona, que
medita sus caminos en su corazón y sus secretos considera, es decir, debemos de poner en
práctica lo que Dios quiere para nosotros, que andemos conforme a su voluntad y a su palabra,
sobre todo reflexionar, analizar y meditar antes de actuar, como dice su palabra hay caminos que
al hombre le parece bien, pero es camino de muerte, pero muchas veces extraviamos nuestros
caminos, apartamos nuestro corazón y nos aferramos a cosas que no nos beneficien, de uno u
otra forma Dios nos habla y nos orienta a que nos alejemos del mal y busquemos el bien,
claramente en un versículo mencionaba que la palabra está bien cerca de nosotros, está en nuestra
boca y en nuestros corazones para que lo pongamos en práctica.

Importante recalcar, que el error más grande que comete el hombre es no reconocer que Dios es
el único dueño y centro de todo, dueño de la vida, del oro y la plata, como dice su palabra nada
podéis hacer sin mí, es decir nada podemos hacer sin la ayuda de él, otras de las cosas que el
hombre comete es no tener temor a Dios, pero el hombre que tiene temor hacia a Dios es cuando,
mantiene el respeto hacia él, no practica cosas malas, siempre actúa con bien y bajo la guianza
del espíritu santo, eso es tener temor A Jehová. Pero cuando nos alejamos de esto nos exponemos
al riesgo al fracaso y acabamos por encontrarnos en la situación del necio, por nuestra
desobediencia, varias veces cuando nos encontramos ya en la situación, decimos porqué Dios me
pasa esto, porqué a mí, pero es que Dios anticipó que eso no era para nosotros, todo lo que
sembramos así cosecharemos, pero Dios de uno u otra forma nos rescata de las situaciones, pero
antes debemos de pasar en ese proceso para que aprendamos y reflexionemos que nuestros planes
y nuestros pensamientos no son los pensamiento de Dios, como dice su palabra, tus pensamientos
no son mis pensamientos, es que Dios tiene propósitos y planes para nosotros, una cosa es de que
seamos pacientes a esperar el tiempo perfecto de Dios, del Señor dependen nuestros pasos.

En definitiva, la Razón y la fe no se pueden separar, porque el corazón del hombre medita su


camino, pero es el Señor quien asegura sus pasos, Es decir, el ser humano con la razón sabe
reconocer su camino, pero lo puede recorrer de forma libre, sin obstáculos mediante la fe

El temor del Señor es el principio de la sabiduría

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