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“Autosabotaje” es un uso lingüístico que los seremos humanos que

hablamos español hemos aprendido a emplear para referirnos a algo.


(La palabra “perro” no muerde, esto quiere decir que las palabras no
son lo que representan) PROCESO DE TOMA DE DECISIÓN

Lo interesante de todo este asunto es que a menos compresión y


consciencia acerca de cómo llevas acabo este proceso dentro de tu
cabeza y por qué, mayor probabilidad de que siga ocurriendo. Pero
aquí no acaba, generalmente las personas no suelen contar con
estrategias mentales para relacionarse con el error y la frustración, y
ante ‘estos’ suelen hacer una descripción (significado) y una
proyección (predicción) acerca de lo que son y de lo que pueden o no
hacer. Ejemplo: ante el hecho de postergar consistentemente algo, es
muy probable que puedas llegar a la conclusión de que tú eres ‘un
fiasco’ y que, por lo tanto, no lograrás nada en tu vida. TODO esto,
claro está, ocurre dentro de tu cabeza. De ahí mi insistencia con el
hecho de aprender, mientras haces lo que sea que hagas, cómo
funciona tu cerebro (mente).

Esto no se resuelve NECESARIAMENTE con meditaciones, ni con


aplicaciones de planificación de actividades, ni con libros que hablan
acerca de levantarse a las 5 am para ganar 30 horas al mes, esto se
resuelve con tecnología mental (distinciones y herramientas) para
ajustar la estructura de tu experiencia subjetiva. Cómo a ti te pasa lo
que te pasa, a nadie más le pasa exactamente igual.

Primero establezcamos la diferencia entre interrupción y


distracción (o como también le llaman, dispersión). Una
interrupción es, básicamente, un nuevo estímulo que capta tu atención
(un mensaje de WhatsApp, una llamada, tú hijo entrando en la
habitación, etc.) y una distracción es resultado del proceso de toma de
decisión que haces delante del nuevo estímulo para: o mantenerte
haciendo lo que estás haciendo o desvirarte para atender lo nuevo.
Piensa que, planteado de este modo, no todas las interrupciones te
distraen, delante de algunas dices: “estoy ocupado(a), ahora no
puedo”.
Sabiendo ya la diferencia, la pregunta estrictamente interesante es:
¿Qué hay en la interrupción que sí hace que te distraigas? ¿Qué
te ofrece que la hace tentadora? ¿Qué evalúas en la actividad
actual y qué evalúas en la nueva actividad? Y ¿Cómo lo haces en
tu cabeza?

Quizá se trate del “chute” de dopamina que genera acabar algo


inmediatamente, frente a pasarse mucho tiempo haciendo algo que
recompensa poco (el básico mecanismo de dolor y placer pues).

Quizá lo que estás haciendo no está conectado con algo más


grande (tu propósito), quizá no es algo que te recompense, quizá la
representación mental que haces de la actividad en tu cabeza es
sumamente pobre, quizá sólo evalúas el momento presente y no
los aspectos futuros, quizá crees algo respecto a ti o a la actividad
y, por lo tanto, sientes algo que limita tu disposición y
desempeño... La otra posibilidad es que lo otro (lo nuevo) te da
recompensas inmediatas, está conectado con tus valores
principales, etc...

Típicamente, en este tipo de circunstancias hay una proyección


mental (generación de escenarios futuros) que anteceden la
decisión que tomas. Algo digno de revisar con acucioso detalle.

Apréndetela: “entre la interrupción y la distracción, hay un


proceso de toma de decisión” (hasta rima, ¿no?)

EL MULTITASKING NO EXISTE

¡Está más que demostrado científicamente!

De hecho, afecta notoriamente a la productividad (lo que típicamente


pretenden alcanzar) de quienes practican la supuesta “multitarea”.
Pero ¿y qué hay con las mujeres que por su naturaleza femenina
“pueden hacerlo”? Pues esto, resultó ser un mito (una mentira repetida
muchas veces hasta establecerse como algo “cierto”, y lejos está de
serlo). Lo que las mujeres hacen, generalmente con mayor facilidad
que los hombres, es poder cambiar el foco de atención más
rápidamente de una tarea a otra. 
Pretender hacer “multitasking” tiene serias implicaciones a nivel
neurológico y del sistema nervioso. Esto debilita altamente la parte de
tu cerebro que cumple la función de mantener el enfoque, la atención
plena y profunda en lo que sea que estés haciendo. Esto está
estrechamente relacionado con la curva de desempeño (o Peak Brain
Performance). Muchas tareas generan una gran respuesta de
activación nerviosa (estrés) y más cortisol del ‘debido’ y, aunque dicha
activación hasta cierto punto es útil para nuestro rendimiento, tu nivel
de desempeño, que tiene un comportamiento parabólico, comienza a
descender, incluso mientras el estrés se mantiene (véase la curva de
rendimiento Vs. Estrés [eustrés y distrés] en el tiempo).

¿Qué recomiendan entonces los expertos? Ellos dicen: ¡Sumérgete


profundamente en una tarea, pero acota el tiempo!

Por eso, exponentes de la Economía Conductual (Behavioral


Economics) dicen: es mejor evitar las tentaciones (distracciones), que
resistirse a ellas. 

¡Cuidado con tragar sin masticar!

PD: les sugiero leer a Earl Miller, neurocientífico cognitivo y profesor


de neurociencia del Instituto Picower de Aprendizaje y Memoria del
MIT.

ASPECTOS IMPORTANTES

1. Valores
2. Creencias
3. Repre. Mentales / estrategia de motiv.
4. Propósito (significado)
5. Foco reducido
6. Autoestima
7. Asociado y disociado
8. Mala definición del objetivo / proceso
9. Competición entre objet / ecología personal

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