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“DISCURSO A MI QUERIDO PUEBLO”

Muy buenas noches queridos paisanos de Chiclín, estoy aquí presente para recordarles lo
hermoso que fue en algún momento de nuestras vidas este lindo y nostálgico pueblito, que
con el paso del tiempo algunos de nosotros aún conservamos ese legado histórico que nos
dejó la “ La Ex Hacienda de Chiclín “, Ya sea con algunas costumbres como por ejemplo el
despertar muy temprano y limpiar sus casitas, sus veredas y regar sus calles, que hasta el día
de hoy nuestros adultos mayores lo practican como recuerdo talvez de aquellos tiempos en los
que las casas más limpias y ordenadas eran premiadas por la “Visitadora”, aquellas mujer alta
y fornida, de mirada fuerte y voz gruesa que pasaba desde las 6:00 de la mañana. Mi abuelita
materna fue premiada un par de veces y nos contaba con mucho orgullo, ya que a pesar de
tener 7 hijos podía con todo. O como cuando el capataz de la hacienda recorría las calles a
partir de las 9:00 de la noche supervisando que ningún jovenzuelo estuviera en la calle, y si
encontraba a alguno, lo llevaba a su oficina y mandaba llamar a sus padres llevándose ellos la
reprimenda. ¡Qué bien se corregían los malos hábitos! ¿no?, talvez alguno de ustedes presente
fue uno de ellos y ahora lo recuerda como anécdota con cierta nostalgia.

Los desfiles patrióticos en donde el patrón de la hacienda “Don Rafael Larco Herrera “, hacía
vestir a todos los estudiantes con chompa roja con pantalón o falda blanca como homenaje a
nuestra bandera, proporcionando él de manera gratuita todos los años, pues debían estar de
manera impecable para orgullo de todos los habitantes de Chiclín, junto al embanderamiento
de todas las casas a partir del 1 de Julio, y que aún ahora muchas familias conservan esa
costumbre. Tantos recuerdos que sé que en estos momentos algunos de los presentes
escucharon estas historias de sus padres y abuelos.

Soy una hija de Chiclín como ustedes, soy estudiante de arte en la prestigiosa “Escuela superior
de formación artística de Bellas Artes” de Trujillo, y me siento orgullosa de contarles a mis
maestros y compañeros del lugar donde nací, de su cultura y sus costumbres, que cuenta con
una bella y grande Plaza de armas, la más linda del Valle Chicama, en la provincia de Ascope ,
hermosas esculturas y danzas y así también fervientes devotos de nuestro “Señor de la caña”
que tiene cada año una fastuosa feria regional. Me quedo corta y ustedes lo saben al hablar de
nuestro pueblo, ya que hay tanto que contar.

Nos embarga la nostalgia al partir de Chiclín, pero nos llena de esperanza el volver y ver lo
lindo que es cuando retornamos. Pienso que hay algo que nos atrae de vuelta siempre, ¿serán
los recuerdos?, talvez la nostalgia de una infancia rica en vivencias?, ¿el amor a esta tierra de
nuestros antepasados?, solo sé que mientras tengamos oportunidad, siempre regresaremos a
este mágico y nos diremos ¡Cuánto extrañé mi pueblo!

¡Señores, que no se pierda todo lo vivido, contemos a nuestros hijos y a nuestros nietos la
historia que nos contaron nuestros padres y abuelos, que pase de generación en generación y
nunca se pierda la HISTORIA DE NUESTRO PUEBLO…CHICLÍN!!! Gracias.

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