UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
MODALIDAD SEMIESCOLARIZADA

UNIDAD DE APRENDIZAJE

PSICOPATOLOGÍA

FACILITADOR:
Lic. Celina del Rosario Peinado Beltrán

TEMA:
“Aspectos de normalidad y anormalidad”

ALUMNO(a):

Mariajosé Bojorquez Gastelum

Junio 2021
NORMAL Y ANORMAL

Para lograr definir qué es lo anormal, es requerido primeramente definir qué es lo

normal. Así pues caemos en controversia por un término de una persona a otra, pues ante

los ojos de un individuo, conductas que pudieran ser “normales” y cotidianas, para el

vecino serán consideradas como “anormales.

A lo largo de la lectura de la antología se muestran diferentes parámetros con los

que la sociedad logra definir esta normalidad, como los factores siguientes;

Edad; ya que el comportamiento de un infante, adolecente y adulto varia con el

paso de los años así como la forma de percibir su acciones en cada una de las etapas de su

vida.

Cultura; algunas conductas producto de la euforia de un festejo tal como un

carnaval, en otra circunstancia no festiva podría ser mal vista y rechazada.

Geográfica; aldeas de países remotos, poseen sus métodos de supervivencia

alimentaria y de vestimenta que no en todas las sociedades podrían encajar.

Sexo; las conductas manifestadas por un hombre y una mujer pueden parecer un

tanto anormal del uno hacia el otro.

Biológicos; enfermedades que generan desordenes físico o de conducta.

Creencias y/o espiritualidad; la manera en como expresamos la espiritualidad es

otro factor que puede ser considerado como normal o anormal solo por ser diferente de

como otros lo manifiestan.

 Estos y otros factores nos llevan a constatar que el término normal y anormal son

simples constructos de la sociedad en la que nos desenvolvemos y con la que el individua

busca desarrollarse.

“Al parecer la “normalidad” es simplemente un artificio. Un tipo de conducta es

normal cuando la sociedad está de acuerdo en llamarlo así” (Wolff, W. 1995, pg. 10.)

También dentro de la lectura se proporcionan tres puntos de vista desde los cuales

puede observarse la normatividad:

El concepto estadístico, que nos dice que una persona o conducta es normal si la

mayoría de las personas le son semejantes en el actuar o llevar a cabo tal conducta.

Punto de vista normativo, es aquel en el que se rigen por algún mandamiento o

estatuto ético.

Punto de vista clínico, cuando existe un diagnostico como tal del individuo, en el

cual este no puede llevar el control de su vida.

Más avanzada la lectura de la antología vemos cómo es que se ha desarrollado y

cómo surge la psicoterapia, al tratar de dar significado a estas conductas “anormales” que

rompen el estado de equilibrio psíquico del individuo.

DIMENCIONES DE LA NORMALIDAD PSICOLOGICA

Las siguientes dimensiones son útiles al momento de determinar la adaptación de

los individuos en su entorno social.

Sufrimiento; es una condición de malestar, la cual afecta su bienestar directamente

en cuestiones laborales, familiares, de pareja etc.

 Conducta mal adaptativa; esta hace referencia a las exigencias del medio en el

que el individua se desarrolla y en las cuales este no resulta funcional.

Irracionalidad; aborda aspectos de carácter cognitivo, es decir si el individuo es

capaz de pensar racionalmente y actuar acorde a las circunstancias.

Pérdida de control; nos hace referencia a la predicción de la conducta de un

individuo, si este siempre ha sido cauto y meticuloso, se espera que su conducta

permanezca como tal por lo que al variarla de forma drástica se considera que pierde el

control.

Convencionalidad; conducta mostrada por aquel individuo que se adapta a la

normatividad de la sociedad que le rodea.

Incomodad de terceros; conducta en la que existe un sentimiento de rechazo por

aquello que el resto de la sociedad cree siente o piensa.

A manera de reflexión personal, de los temas abordados considero que no puede

emplearse tan a la ligera el decir que un individuo es “normal o anormal”, sin conocer el

que lo llevo a realizar tal conducta, el porqué de su comportamiento y valorar la opinión

de él mismo respecto a lo que piensa de su comportamiento y actuación.