Está en la página 1de 5

Seres de luz

“En la eternidad más allá de las estrellas, del universo, de galaxias, más allá del tiempo. Está el,
ilimitado y gran extenso mundo de la luz, el mundo de los inmortales, los incorpóreos. El tiempo
permanece y la vida nunca tiene fin”.
Capitulo I
El eterno.
Eterno: aurora naciente, tu inicio marca el tiempo, y el tiempo no pasará, hasta que regreses a tu
principio.
Ser de luz: ¿Eterno, por qué ese ser no lo tocará el tiempo? ¿No se creerá más que tu?
Eterno: no lo tocará el tiempo, porque le he dado existencia fuera de él, marca el tiempo, porque
tiene un inicio, si le doy poder sobre el tiempo, no es para que me sobrepase, ya que solo yo le daré
su final, pero el decidirá en el tiempo, por su misma libertad él decidirá. El tiempo lo traerá y de su
esencialidad saldrán las flores, la lírica y la génesis que serán llamadas las Sinfonías del fin, de los
que se revelen, pues yo soy el principio y yo soy su final, todo es por mí y nada sin mí.
Ser de luz: eterno tu eres sabio, y si tu lo mandas todo existe o deja de existir.
El Eterno es lo que siempre es, y lo que es, es eternidad, está donde lo que no esta, es no estar. El
mundo existe por ser creado, por alguien, y toda creatura existe, no por su individualidad, sino
porque un ser individuo lo creo.
Ser de luz: ¡oh! Eterno, tu eres perfecto.
Eterno: llama al guardián del sur, y al del norte, este y oeste.
Ser de luz: Guardianes del este, oeste, sur, y norte, venid, el eterno os llama.
Guardián del norte: ¡oh! ¡Eterno! Aquí estoy, Dulce de mística.
Guardián del sur: ¡oh! ¡Eterno! Aquí estoy, Aurora de mística.
Guardián del este: ¡oh! ¡Eterno! Aquí estoy, Lucero de mística.
Guardián del oeste: ¡oh! ¡Eterno! Aquí estoy, Anna de Mística.
Ser de luz: el Eterno, ha pedido lo siguiente, que vallan, a las nuevas casas, y gobiernen desde allí
todo lo que este bajo su mando. Ustedes serán nombrados los leones.
Desde ese momento, los cuatros leones gobernaron, las cuatro casas de la eternidad más próximas
al reino, del Eterno, donde permanece sin ser visto por nadie solo su fiel mensajero, escucha sus
mandatos. Se dice que solo él, esta a su lado, pero nunca le ha visto. Sin embargo, el nombre del
fiel mensajero se le llama, Ser de luz, pero su nombre verdadero se revelara cuando sea necesario.
Los guardianes, al Ser de Luz: Nosotros juramos fidelidad perpetua al Eterno. Y seremos fieles hasta
dar la vida y nos extinguiremos hasta si El lo dice.
Ser de luz: El eterno confía en ustedes, yo, les diré lo que el Eterno os mande.
Eterno: Mensajero. Los cuatro leones necesitarán armaduras nuevas, coloca en cada casa, una
armadura que sean tan resistentes, que, solo yo, puedo deshacer o alguien a quien yo dé el poder
para hacerlo.
Ser de luz: en seguida, ¡oh! Eterno
Así fue como, como el ser de luz más cercano al Eterno dió, cuatro armaduras a Dulce, Aurora,
Lucero y Anna de místicas para ser constituidos como los cuatros Leones más antiguos de la
eternidad.
Ser de luz: tú, has dicho, que se revelarán, ¿quiénes?
Eterno: de mis seres de luz, hay una parte que no me conoce, y por ello, el más bello que está en el
jardín, se revelará. Y eso trae consigo que mi creación más nueva se vuelva en mi contra, me dé las
espaldas, y se vean condenados a su perdición, pero yo les daré, a alguien que les devuelva la
dignidad, de ser mi creación.
Ser de luz: ¿Eterno, no lo detendrás?
Eterno: no, os he dejado a su libertad, por unos segundos, en esos segundos los que sean fieles,
permanecerán y los que no, simplemente se irán, pero entonces, empezará una lucha, hasta que yo,
decida realizar, un depuración total, de mi creación y de mis seres que se marcharán. Por eso
mientras tanto dejaré que los que estén elegidos, alcancen su mayor esplendor, cuando sea el
tiempo, yo haré que todo vuelva a su principio.
Y les daré su lugar, en su tiempo, por ello, surgirá en lo secreto seres que lucharan y harán de los
que se revelen, un tormento, porque, no les darán tregua a sus maldades.
Ser de luz: Eterno yo permaneceré, a tu lado. Si tu eres, es porque siendo, tu das existencia a lo que
existe y vaya a existir. Eterno, permaneceré siempre. Pues eres el tiempo, eres más que el tiempo,
tu creas y nadie te iguala. Creador increado.
El Eterno es, lo que no es visible en materia, pues lo que es, da existencia a lo que existe.
Capitulo II
La gran rebelión contra el Eterno
Unos siglos más tarde, un ser lleno de orgullo, desafió al Eterno, aquel ser de luz, que permanece
junto al Eterno, convoco a los más poderosos seres los cuales midieron sus conocimientos, y
pelearon contra aquel que se levanto contra el trono del Eterno.
El caído, al Ser de luz: tú, dices que, el existe, que ese Eterno es tan poderoso, y tan puro que nadie
es digno de verlo, pero nosotros somos seres puros que somos dignos de verle y exigimos verle.
Los rebeldes: ¡si!, ¡queremos verle para creer que existe! ¡que se muestre! ¡vamos dónde estás gran
Eterno!
Ser de luz, al Ser orgulloso y los rebeldes: ustedes fueron creados por el Eterno, existen por El y sin
El no existieran, ¿Qué prueba tienen de su no existencia?, ¿Cómo prueban su igualdad? ¿ustedes
olvidaron que tiene un inicio?
El caído, al Ser de luz: ¿y tú como nos pruebas eso? ¿Cómo sabes que existe? ¿tu lo has visto? No
tienes pruebas, no puedes ni verlo tu también. ¿A caso ese Eterno, del que hablas te ha dado su
rostro? Responde Ser de luz.
Los rebeldes: si no nos das una prueba verídica de la existencia de ese Ser eterno, puro e indigno
de ser visto por nosotros, ¡vamos! ¡anda! ¡muéstranos a tu Eterno!
Los seres de luz, a los rebeldes: como podéis dudar, ¡ciegos sois y sordos! Su esplendor, su
inmortalidad, su tiempo, su luz que siempre le ilumina en este mundo, ¿no lo veis, no escucháis,
cuando en la aurora le cantamos los himnos, ¡no lo oís!? Sois libres de creernos y libres para no
creernos.
Los rebeldes a los Seres de luz: ¡ustedes hablan de lo que ese ser de luz dice, pero no vosotros
mismos lo habéis visto jamás!
Los seres de luz, a los rebeldes: nosotros creemos porque le oímos, ¿y vosotros como es que no lo
oís?
El caído a, los seres de luz: vuestro argumento, es muy tonto, nada saben, ustedes están lejos,
hablan de lo que ese ser de luz os dice. Si no le veo, no me habla, no os creeré.
El ser de luz: yo le he oído, y tu querubín, que fuiste creado tan bellamente dudas, de quién te formo
de la luz, tú hijo del Eterno, me dices a mi que no lo oyes. ¿No os parece mal, que digáis que no
existe? He estado a su servicio siempre, y no he escuchado, que El eterno se queje de vuestra
incredibilidad.
El ser caído: pruébame que existe, si tu le oyes, dile que salga y nos hable para oír lo que tu oyes.
El Ser de luz, al caído: ¡os ha hablado! ¿No le oís? ¿Eres tan soberbio que no le oyes?
Los rebeldes y el ser caído: ¡somos libres, y podemos hacer lo que queremos! Y si El no existe,
¿ por que no te rindes? ¡No tienes como probarnos!
El Ser de luz, a los rebeldes y al ser caído: ¿y ustedes como prueban que no existe? He tenido todo
este tiempo diciéndoles lo que El os manda, y todo este tiempo han obedecido, ¿Cómo se atreven a
decir que no existe? Vosotros habéis, cerrados los ojos y los oídos, abren sus bocas, solo para decir
arrogancias.
El ser caído: tú solo nos hablas, de lo que ni tú vez, y nos engañas, diciendo que lo oyes, esto es tu
engaño, ¡ser despótico! Y como no hay ningún ser eterno, yo que si soy real tomaré el lugar que me
corresponde, yo y mis amigos reinaremos para siempre,, ja, ja, ja, ja, ja. Yo soy el más real, ja, ja, ja,
ja. Vamos seres de luz creyentes en ese ser eterno, ¡venid reinemos juntos! Dejad solo a ese ser de
luz, que no ve la verdad.
Eterno: ¡mensajero!, ¡mensajero!,
Ser de luz: sí, Eterno, ordena lo que desees.
Eterno: diles a los cuatro leones que vengan, y expulsen a los rebeldes, y los que no han sido
convencidos por los infieles, que ya que han permanecido firmes, que ellos me oirán y serán,
purificados eternamente.
Ser de luz: Eterno, he de cumplir lo que me has dicho.
¡leones de las cuatro casas, próximas, venid, y echad fuera a los que se han revelado! Cerrad las
puertas del paraíso.
Y vosotros que habéis permanecido fieles, entrad a este mundo donde como premio de permanecer
fieles, recibiréis la corona de la gran victoria.
Los cuatro Leones, a los rebeldes y al ser caído: en nombre del gran Eterno, ¡fuera, de este mundo
de luz!
Así surgieron los seres de la oscuridad. Aquellos rebeldes, al ser dejados a su libertad, fueron
haciéndose monstros que dan terror, y son grandes rivales de los seres de luz.

“Los que no son buenos, son los que hacen mal uso de la libertad, no los que
fallan y reconocen su error” dijo: el ser luz.
Los seres de luz que están junto al Eterno le oyen y son fieles mensajeros. Pasado un determinado
tiempo, el Eterno hizo una rasa distinta, a sus seres de luz, ellos eran inmortales, pero fueron
engañados, por el ser caído, y fueron desterrados, del lugar que el eterno les había dado, y el Eterno
les mando a ser mortales, y por sus faltas a ser esclavos de su misma libertad, están condenados a
la libertad. Pero un día el Eterno les envió a su único Ser, que se igualo a esa raza, en todo menos
en su faltas. Así fue como el coexistente con el eterno les devolvió la dignidad de ser como él es,
ante el eterno, y junto a él, la elegida por el Eterno, como prueba de que esa raza no está
condenada. Ellos volverán a la eternidad, pero antes deben pasar por el lugar donde será limpios de
sus fechorías, mientras tanto, habrán seres defendiéndolos los seres de la oscuridad.

Capitulo III
La caído del imperio azul
Los guerreros de un planeta muy extraño, llamado azules, no por que fueran azules,
sino solo por nombre, destierran a un ser de ellos mismos por no tener los suficientes
equipos de batalla, en otras palabras, ese ser les creaba ejercito para pelear y
deshacerse de los mundos.
Blue, rey de los seres azules: así que mi hermano nos ha fallado, su ejercito no sirve,
le han derrotado.
Vol, dile que: traigan a mi hermano
Vol a los sirvientes: ¡vayan y traed a Silfo azul!
Silfo azul: aquí estoy, me necesitan.
Blue, rey de los seres azules: querido hermano tus guerreros fueron destruidos, por
eso te destierro, de este lugar, por que tu no eres más que un simple servidor inútil, no
ordenaré que te destruyan, pero si, serás arrojado fuera de este planeta, lejos donde
nadie te conozca.
Silfo azul: pe...pe…pero, ¡majestad! Solo fueron dos mil soldados, creare unos más
fuertes.
Blue, rey de los seres azules: no,, tú ya estas desterrado, ¡Vol! Que lo lancen fuera.
Vol a Silfo: vete el rey te ha desterrado, si no te vas, de este planeta yo acabare con tu
miserable vida.
Silfo pensó: así que el rey me desterró por que los soldados fallaron, bien creare uno
que lo destruirá a él y su descendencia y al planeta entero.

También podría gustarte