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D E R E C H O E S P A Ñ O L

El orden
originario
de los
apellidos

(con especial
referencia
a la Ley 40/1999,
de 5 de noviembre).

POR
MARÍA PAZ
SÁNCHEZ GONZÁLEZ.
Profesora Titular
de Derecho Civil
de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Cádiz.

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Los apellidos que una persona ostenta, altere el orden de sus apellidos. Se trata de
junto con junto con su nombre, configu- una facultad cuyo ejercicio no requiere
ran uno de los datos de identificación de la la alegación de causa alguna y que sólo
misma y, en tal sentido, poseen relevancia puede efectuarse una vez. Por otra parte,
jurídica 1 . En efecto, la forma en que una además del cauce previsto en el art. 109,
persona es designada sirve para individua- cumpliéndose ciertos requisitos legal-
lizarla –diferenciándola de las demás per- mente previstos cabe también que,
sonas– e identificarla. Toda persona ha de mediante expediente, se autoricen cambios
poseer un nombre: con él actúa y se rela- de los apellidos con los que inicialmente
ciona con las demás. Y son el padre y la fue inscrita la persona menor 5 .
madre quienes, en circunstancias ordinarias,
Centrándonos de forma exclusiva en los ape-
1 aparecen como responsables de la desig-
llidos que debe ostentar el recién nacido o
Dice el art. 53 de la Ley del Registro Civil (en ade- nación por la que se reconoce a una persona.
lante, LRC) que “Las personas son designadas por la recién nacida en el instante de su ins-
su nombre y apellidos, paterno y materno, que Junto a la función antes señalada y com- cripción (y obviando, consecuentemente,
la Ley ampara frente a todos”.
plementándola, el sistema tradicional de todos los supuestos de alteraciones que
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atribución de apellidos servía, además, puedan producirse con posterioridad) es per-
Según el art. 54 LRC, “En la inscripción se expre- para identificar y exteriorizar el vínculo fectamente posible que el parentesco, la
sará el nombre que se da al nacido, si bien no parental. filiación, se encuentre legalmente deter-
podrá consignarse más de un nombre compuesto,
ni más de dos simples. Justamente por ello, los criterios empleados minada respecto de uno sólo de los pro-
Quedan prohibidos los nombres que objetiva- para la designación de las personas no pue- genitores. En estos casos, resulta obvio
mente perjudiquen a la persona, así como los den ser arbitrarios, sino reglados. Por otra que la imposición de los primeros apellidos
diminutivos o variantes familiares y coloquia- de cada una de las líneas resulta inviable.
les que no hayan alcanzado sustantividad, los parte, y como corolario de las funciones
que hagan confusa la identificación y los que específicas a las que sirven estos elemen- A pesar de ello, el ordenamiento espa-
induzcan en su conjunto a error en cuanto al
sexo.
tos de individualización de las personas, el ñol prevé la atribución a toda persona,
No puede imponerse al nacido nombre que sistema legal implica que, en relación con en el mismo momento de la inscripción
ostente uno de sus hermanos, a no ser que hubiera la imposición de apellidos, la discreciona- de su nacimiento, de un nombre y dos ape-
fallecido, así como tampoco su traducción usual lidad es mínima. Así, a diferencia de lo que
a otra lengua. llidos. Aunque las hipótesis planteables son,
A petición del interesado o de su representante
sucede con el nombre propio, en cuya elec- ciertamente, variadas 6 , la vocación de la
legal, el encargado del Registro sustituirá el ción los límites legales son muy laxos 2 ; Revista a la que está destinado el pre-
nombre propio de aquél por su equivalente con respecto a los apellidos, la libertad de
onomástico en cualquiera de las lenguas espa-
sente trabajo aconseja que nos centre-
ñolas. las y los progenitores no va más allá del mos, exclusivamente, en dos de ellas,
establecimiento de su orden: “la estabilidad según que la filiación se halle determi-
3 del estado civil, y también de los apellidos nada respecto de ambos progenitores o
Resolución de la Dirección General de los como signo de individualización de la per-
Registros y del Notariado (en lo sucesivo,
en relación a uno sólo de ellos.
RDGRN) de 17 octubre 1996 (RJ sona, impone la conclusión de que el cam-
1997/3519). bio de éstos queda sustraído a la libre auto-
nomía de la voluntad de los particulares, salvo 1. FILIACIÓN DETERMINADA
4 casos excepcionales y taxativos determina- RESPECTO DE AMBOS
Y que habrá ocasión de efectuar con
posterioridad. dos por la ley” 3 . De este modo, es la legis- PROGENITORES.
lación quien señala cuáles deben ser los Entrando ya en el análisis específico del pri-
5 apellidos de la persona recién nacida (los pri- mero de los supuestos enunciados, ha de
Posibilidad esta a la que se refiere, por meros del padre y de la madre, respectiva- recordarse que se trata de una circuns-
ejemplo, la RDGRN de 1 marzo 1994, en la
que, tras negarse la posibilidad de que el mente); si bien, de común acuerdo, en el tancia por completo ajena a la naturaleza
cambio de apellidos se produzca por simple Derecho actualmente vigente, puede colo- matrimonial o no matrimonial de la filia-
declaración de los progenitores durante la carse en primer lugar el apellido de proce-
minoría de edad del menor afectado, se señala ción. Pues bien, de acuerdo con ello –y con
que “…en todo caso, queda a salvo que, no dencia materna y, en segundo lugar, el deri- independencia de que los padres estén
por declaración, sino por medio de un vado de la línea paterna. casados o no entre sí– en caso de que la
expediente, puedan los padres solicitar del
Ministerio de Justicia el oportuno cambio de La sencillez del sistema legal, al margen de generación se encuentre legalmente fijada
apellidos, siempre que se cumplan los
requisitos precisos para la modificación (cfr.
las valoraciones sexistas que puedan rea- tanto respecto del padre como de la
arts. 57 LRC y 205 y 365 RRC)…”. lizarse en torno al mismo 4 , es sólo aparente. madre, el recién nacido recibirá como
A tales efectos, téngase en cuenta que el apellidos propios los primeros de uno y
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orden originario de los apellidos puede otro. Como ha quedado señalado con
Por ejemplo, que el o la menor cuya inscripción
va a practicarse, sea de filiación desconocida. En cambiar. En efecto, en nuestro Derecho anterioridad, los padres no poseen liber-
tal caso, “el encargado del Registro impondrá se admite a posibilidad de cambios a pos- tad para elegir cualquier apellido, limi-
un nombre y unos apellidos de uso corriente al
nacido cuya filiación no pueda determinarlos” (art.
teriori. Así, el art. 109 del Código civil tándose aquí su libre albedrío al estable-
55.4º LRC). permite al mayor de edad solicitar que se cimiento del orden de esos apellidos.

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Semejante efecto se produciría en la segunda gene-
ración.

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Ley 11/1981, de 13 de mayo, de modificación
del Código civil en materia de filiación, patria
potestad y régimen económico del matrimonio.

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Entre otras muchas, RDGRN 1 marzo 1994 (RJ
1994/2100), 10 septiembre 1994 (RJ
1994/7832), 22 abril 1995 (RJ 1995/4326), 17
octubre 1996 (RJ 1997/3519) Pese a ser ésta la
interpretación dominante hay, no obstante, alguna
Resolución en la que la Dirección General reco-
noce la existencia de prácticas contrarias a la lega-
lidad entonces vigente. En tal sentido, dice tex-
tualmente la RDGRN 11 diciembre 1993 (RJ
1994/558) que, “…el hecho de que una hermana
mayor de la nacida haya sido inscrita con los ape-
llidos invertidos y de que, al parecer, ésta sea una
práctica admitida por algunos Registros Civiles,
no es un precedente válido que justifique una per-
petuación de las irregularidades cometidas. Este
Centro Directivo siempre ha seguido la conclu-
Esta pequeña cuota de libertad es, no del menor 9 . De este modo, durante la sión expuesta y, como es sabido, la igualdad de
obstante, una conquista reciente, dado que, minoría de edad del sujeto, ese derecho a todos los españoles lo es ante la Ley, no ante la
indebida aplicación de ésta”.
de acuerdo con el sistema tradicional, ese efectuar el cambio del orden de sus apellidos
orden también venía impuesto por la ley, se encontraba en un estado de latencia, a 10
que anteponía el primer apellido paterno, la manera de una facultad de carácter con- RDGRN 30 julio 1993 (RJ 1993/6364)
al primero materno. Obviamente, con dicional, consistente esa condición, pre- Idéntico pronunciamiento, entre otras, en las
RDGRN 11 diciembre 1993 (RJ 1994/558), 1
semejante regla, el apellido materno que- cisamente, en alcanzar la edad requerida. marzo 1994 (RJ 1994/2100), 10 septiembre
daba condenado a su desaparición 7 . 1994 (RJ 1994/7832).
La Dirección General de los Registros y del
Notariado valoró positivamente la reforma 11
1.1. LA REFORMA DE 1981. de 1981, entendiendo que “…la prece- CÁMARA ÁLVAREZ, “Comentario de los
El sistema legal de imposición de apellidos, dencia tradicional del apellido paterno artículos 108 a 111 del Código civil” en
Comentarios al Código Civil y Compilaciones
tal como ha quedado enunciado, resul- sobre el materno, en cuanto podía envol- Forales, tom. III, vol. 1º, Madrid, 1984, pp. 48
taba evidentemente discriminatorio (al ver alguna discriminación contra la mujer, y ss., concr. p. 64. Del mismo corte son las
críticas que formula al sistema SOTO NIETO,
menos, desde la perspectiva actual) De ha sido matizada por el segundo inciso “Alteración en el orden de los apellidos. Una
ahí que, cuando en 1981 se acomete la del mismo artículo 109 del C.C…” 10. novedad legislativa”, La Ley, 1981, pp. 918 y
tarea de modificar parcialmente el Código ss., concr. p. 921: “…con los apellidos en danza,
La doctrina, en cambio, no compartió en indudablemente se oscurecen los auténticos
civil 8 , se discute la posibilidad de modificar ligámenes familiares, no bastando la mera
general esa visión favorable de la reforma
el régimen consagrado sobre el particular contemplación del nombre para efectuar con
legal. Las críticas al nuevo sistema proce- certeza asignaciones de próximo parentesco”.
por el art. 109, añadiéndose al mismo un
dieron tanto de aquellos sectores más “tra- Para RIVERO HERNÁNDEZ, “Comentario al
segundo párrafo, antes inexistente, a cuyo artículo 109 del Código civil”, en Comentario
dicionales”, cuanto desde perspectivas más del Código Civil, Ministerio de Justicia, tom. I,
tenor “el hijo, al alcanzar la mayoría de
progresistas. Dentro de los primeros, DE Madrid, 1991, pp. 431 y ss., concr. p. 432, la
edad, podrá solicitar que se altere el orden regla segunda del art. 109 contradice
LA CÁMARA ÁLVAREZ sostuvo que
de sus apellidos”. De este modo, vigente el gravemente y en un momento avanzado de la
“El artículo 109 del Código civil rompe, vida de la persona el principio de inmutabilidad
régimen consagrado en 1981, por la sim-
pues… con el esquema vigente de la legis- del nombre. Todavía más ácida fue la opinión
ple voluntad del interesado era posible manifestada por RODRÍGUEZ ADRADOS en
lación del Registro civil, en donde se señala
efectuar un cambio del orden de los ape- relación con la reforma comentada: “Imaginen
la precedencia del apellido paterno sobre lo que ocurriría si los delincuentes, desertores,
llidos impuestos, anteponiendo el materno deudores, defraudadores fiscales, etc., o
el materno, realidad de indiscutible arraigo
al paterno. Ahora bien, se trataba siem- sencillamente medio millón de españoles
en la idiosincrasia familiar española y que hicieran uso de esa facultad” (citado por DE LA
pre de un cambio a posteriori, lo que sig-
por unas discutibles consideraciones de CÁMARA ÁLVAREZ, Ob. cit., p. 64).
nifica que, en su origen, el orden legal-
no discriminar a la mujer se deroga” 11.
mente consagrado seguía siendo el 12
tradicional. La atribución de la facultad También desde órbitas conceptuales dia- LINACERO DE LA FUENTE, El nombre y los
de cambiar el orden de los apellidos, en metralmente opuestas a la anterior, se for- apellidos, Madrid, 1992, pp. 158 y 159. A
parecidas conclusiones llega SALVADOR
1981, se hace al propio sujeto de forma per- mularon objeciones al sistema establecido GUTIÉRREZ, “Comentario al artículo 198 del
sonalísima, siendo reiterada la jurispru- en 1981. Así, para LINACERO DE LA Reglamento del Registro Civil”, en Comentarios
al Código Civil y Compilaciones Forales, Arts.
dencia que niega la posibilidad de ejerci- FUENTE, la nueva regulación implan- 165 al final del Reglamento de la Ley del
tar este derecho a los representantes legales tada a través de la adición del párrafo Registro civil, tom. IV, vol. 5, p. 196.

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13 segundo del art. 109 resultaba de todo nacimiento, si así lo deciden sus proge-
Según el cual, “Cuando los padres no tengan un punto insuficiente para paliar la desigual- nitores 17; del Grupo Parlamentario Popu-
apellido de familia común, se tomarán las
medidas necesarias teniendo en cuenta los
dad entre sexos en orden a la imposición lar en el Congreso, sobre modificación
siguientes ejemplos: de los apellidos, ya que la exigencia de la del Código Civil en materia de inscrip-
a) Permitir al hijo tomar el apellido de familia de mayoría de edad para solicitar la altera- ción de apellidos 18 ; y, por último, del
aquel de los padres a quien la ley no se lo ha ción, determinaría un escaso uso de la Grupo Parlamentario Federal de
atribuido. (Esta fue la opción seguida por legis- norma. Según esta autora, “…una solución Izquierda Unida, de modificación del
lador español en 1981).
más extrema, pero más acorde con el prin- Código Civil y de la Ley del Registro civil
b) Permitir la elección, por acuerdo de los padres,
de los apellidos de los hijos. (Sistema implan-
cipio de igualdad de sexos, hubiera sido en materia de inscripción de apellidos 19.
tado en 1999)”. permitir la inversión de apellidos desde el Existía, pues, consenso en lo que se refe-
nacimiento. Es decir, a los padres corres- ría a la necesidad de modificación del régi-
14 pondería elegir el apellido de sus hijos”12. men legal de los apellidos, no así en cuanto
“El Comité de Ministros, consciente de que la al alcance de la referida modificación.
igualdad entre los hombres y las mujeres no está
aún totalmente realizada a pesar de los Las distintas ponencias encargadas de
importantes esfuerzos realizados por los Estados 1.2. LOS PRECEDENTES
miembros en los últimos años, recomiendan a DE LA REFORMA DE 1999. redactar el informe relativo a cada una de
los gobiernos de los Estados miembros adoptar estas propuestas de ley, reunidas conjun-
o reforzar, según el caso, todas las medidas que Con todo, el sistema permaneció invaria-
juzguen útiles a fin de asegurar la realización
tamente, optaron por refundir en un solo
progresiva de los principios enunciados en el ble hasta el final de la década de los 90, texto legal todas las iniciativas legislativas
Anexo a esta recomendación. En dicho Anexo, siendo la Ley 40/1999, de 5 de noviem- aludidas. Dicho texto, tras ser enmendado
entre otros principios tendentes a promover la
igualdad de sexos en las distintas legislaciones de
bre, la que introduce un punto de inflexión por el Senado, fue definitivamente aprobado
los Estados miembros, en su apartado 4 se indica en la regulación de esta materia. Motor el día 30 de noviembre de 1999. Con pos-
que, en materia de Derecho civil, la igualdad de de este cambio, en buena medida, fue la pre- terioridad a esta norma y como corolario
derechos y deberes entre hombres y mujeres,
deberán ser garantizados, especialmente en lo sión que desde instancias internacionales obligado de la misma, se dictó el RD
concerniente al nombre de familia”. se venía haciendo, bastante tiempo atrás, 193/2000, de 11 de febrero, por el que se
para la introducción de nuevos principios modificaron determinados artículos del
15 no discriminatorios. En este sentido, Reglamento del Registro civil, a fin de aco-
N.º 77, de 22 enero 1997.
resulta imprescindible aludir al art. 17 de modarlos a las normas aprobadas en 1999.
16
la Resolución 37 adoptada por el Comité
de Ministros del Consejo de Europa, de 27 Tras las citadas reformas, son el padre y la
N.º 134, de 19 diciembre 1997.
de septiembre de 1979 13; a la Recomen- madre quienes, de común acuerdo
17 dación n.º 2 del Comité de Ministros de (estando la filiación determinada por
N.º 142, de 26 enero 1998. los Estados Miembros relativa a la pro- ambas líneas) decidirán el orden de trans-
tección jurídica contra la discriminación por misión de su respectivo primer apellido,
18
razón de sexo, adoptada el 5 de febrero de antes de la inscripción registral. El orden
N.º 165, de 3 marzo 1998.
1985 14, o al Anteproyecto de Protocolo que se establezca para el primero de los
Adicional a la Convención Europea de los hijos o hijas regirá para los posteriores
19
Derechos del Hombre de 1995. que tengan la misma filiación.
N.º 181, de 20 marzo 1998.

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Todas estas disposiciones internacionales 1.3. CONSECUENCIAS LEGALES
En tal sentido vienen a manifestarse las terminaron calando en el ánimo de nues-
DE LA FALTA DE COMÚN ACUERDO
profesoras CREMADES GARCÍA, SAURA tros parlamentarios, de manera que el
ALBERDI y TUR AUSINA, “La alteración del
texto legal definitivamente aprobado en DE LOS PROGENITORES.
orden de los apellidos. Aspectos consti-
tucionales y civiles de una reforma legislativa”, 1999, estuvo precedido de distintas ten- Ni que decir tiene que la cuestión que
Revista General de Derecho, n.º 672, septiembre tativas de regulación, sugeridas desde las ha suscitado mayor polémica dentro del
2000, pp. 10839 a 10855, concr. p. 10852.
Según estas autoras, "El supuesto en que opciones políticas más diversas. nuevo sistema es la solución legal pre-
efectivamente la norma provoca efectos
En efecto, ordenadas cronológicamente, vista en caso de que no exista acuerdo. En
discriminatorios se activa, sin embargo, cuando
el acuerdo se manifiesta en su sentido negativo: se sucedieron las Proposiciones de Ley tal sentido, señala el art. 109 que “si no se
como desacuerdo u oposición de alguno de los
del Grupo Parlamentario mixto, sobre ejercita esta opción, regirá lo dispuesto en
cónyuges, y en particular del marido, que con su la Ley” o, lo que es lo mismo, se impon-
simple negativa podría conseguir hacer primar el reforma del artículo 54 de la Ley de Regis-
orden tradicional de los apellidos y negar todo tro Civil 15 , y sobre modificación del drá en primer lugar el apellido paterno y
valor al ejercicio de un acuerdo conjunto. Se
Código Civil y de la Ley de 8 de junio de en segundo lugar el materno.
trata de una posibilidad completamente
olvidada por el legislador, que se centra 1957 en materia de inscripción de ape- Hay quien interpreta esta regla como la
únicamente en el acuerdo por consenso, cuando llidos 16 ; del Grupo Socialista del Con- atribución de un derecho de veto al padre 20,
es lo cierto que las consecuencias del pacto han
de ser reguladas y previstas tanto desde la greso, de modificación del artículo 53 de cuando, en realidad, el funcionamiento de
opción positiva, como desde el desacuerdo… la Ley del Registro Civil, para posibilitar la misma es ambivalente: la oposición al
con la regulación efectuada así por el legislador,
la norma esconde en realidad una discri-
que los hijos e hijas pudiesen llevar como acuerdo puede proceder tanto del padre
minación indirecta…”. primer apellido el materno desde su como de la madre. Es cierto que en el sis-

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tema legal, la ausencia de acuerdo deter- nacimiento, se determinará el orden de


minará que el apellido de procedencia los apellidos, pudiéndose inscribir indis-
paterna ocupe el primer lugar. Ahora bien, tintamente, en primer lugar el apellido
no debe presumirse que eso sea lo que materno y en segundo lugar el primer ape-
siempre convenga al interés del padre. llido paterno, o bien optar por inscribir en
Así, a título de simple ejemplo, puede primer lugar el apellido paterno y en
21
pensarse en un supuesto de filiación extra- segundo lugar el primer apellido En la proposición de Ley de los socialistas, “En
matrimonial en el que, pese a existir reco- materno”. Forzando mucho la interpre- el momento de la inscripción del nacimiento, la
nocimiento, el padre no desea que el tación de este texto podría llegarse a equi- madre y el padre, de común acuerdo, decidirán
el orden de los apellidos”. De acuerdo con la
menor ostente como primer apellido el parar el ejercicio de la opción con el propuesta del Grupo Mixto, “En el momento
propio, para lo cual, propondrá a la madre acuerdo común de ambos progenitores, de la inscripción de nacimiento, la madre y el
padre de común acuerdo decidirán el orden de
el acuerdo de inversión previsto en el art. de modo que la inexistencia de opción los apellidos, pudiendo inscribir indistinta-
109 Código civil. Pues bien, en tal caso, podría determinar la aplicación de la pri- mente, en primer lugar el apellido materno y en
la negativa de la madre a prestar su con- mera parte de la regla; esto es, en primer segundo lugar el paterno, o bien inscribir
primero el paterno y en segundo lugar el de la
sentimiento a ese acuerdo determinará la lugar el primer apellido materno y en madre”.
imposición, como primer apellido del segundo lugar el primero de procedencia
niño, el procedente de la línea paterna. paterna. Ahora bien, semejante inter-
pretación se vería obstaculizada por el 22
La solución legalmente prevista a la Según la Exposición de Motivos del texto
empleo del adverbio “indistintamente”, propuesto, “…Parece, no obstante, más justo y
ausencia de acuerdo, ciertamente, es sus-
que situaría en un plano de igual ambas menos discriminatorio para la mujer permitir
ceptible de críticas, pero difícilmente sus- que ya inicialmente puedan los padres de
posibilidades, desdibujando cualquier
tituible por otra alternativa universal- común acuerdo decidir el orden de los
preferencia a favor de una de ellas. Que- apellidos de sus hijos, en el bien entendido de
mente válida. En tal sentido, la
daba, pues, sin previsión legal la hipóte- que su decisión positiva o negativa cuando
proposición de ley más progresista (desde nazca el primer hijo habrá de valer también
sis, perfectamente planteable en la reali-
el punto de vista de la mujer) fue la for- para los hijos futuros de igual vínculo. No es,
dad, de inexistencia de acuerdo. en cambio, oportuno obligar siempre a los
mulada por el Grupo Parlamentario progenitores a ponerse de acuerdo sobre este
Federal de Izquierda Unida y en ella se Todos los restantes intentos de reforma extremo, ni menos aún prever la intervención
optó por obviar la cuestión ahora plan- anteriores a la Ley 40/1999 aludían a la del Juez en casos de desacuerdo. No choca con
ningún principio constitucional que ante el
teada, lo que, evidentemente, no consti- necesidad de común acuerdo para que la silencio de los padres sobre el particular, se siga
tuye solución alguna. En efecto, de inversión pudiera operarse, si bien es cierto el sistema tradicional de preferencia del apellido
paterno, porque éste siempre podrá ser
acuerdo con la mencionada proposición, que el alcance de ese acuerdo no era idén- postergado si así lo decide el propio hijo al
“Al tiempo de la inscripción del tico en todas las proposiciones. Así, tanto llegar a la mayoría de edad…”.

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23 en el texto procedente del Grupo Socialista no exigiría más que el acuerdo de los pro-
En la redacción dada por el RD 11 febrero como en el del Grupo Parlamentario genitores, sin que deba alegarse razón alguna
2000, ya citado.
Mixto, el acuerdo del padre y de la madre que justifique dicho cambio. Si se pretende
24 sobre el orden de los apellidos resultaba obli- que, ante el conflicto surgido entre el padre
Véase CREMADES, SAURA y TUR, Ob. cit., gatorio para proceder a la inscripción, y y la madre, el juez o la jueza atribuya –ex art.
p. 10847. ello, tanto si se optaba por la regla tradicional 156 del Código civil– la facultad última de
25 como por la inversión del orden estable- decidir al padre o a la madre, habrá que pro-
Y, de acuerdo con el viejo aforismo, “donde la cido por ésta 21. En cambio, en la propuesta porcionarle los argumentos que justifiquen
ley no distingue, el intérprete no debe del Partido Popular, el acuerdo común se su decisión. De este modo, el orden de los
distinguir”.
convierte en necesario tan sólo para inver- apellidos que terminen imponiéndose obe-
26 tir el orden tradicional, de manera que, decerá no al simple acuerdo de los proge-
Intereses que pueden tener vías de alegación en ausencia del referido acuerdo, sería éste nitores, sino a la concurrencia de concretos
distintas de la contemplada en el art. 109
Código civil. Así, por ejemplo, para la hipótesis
el que se impondría 22 . Fue esta última intereses 26. Por otro lado, si no existe cir-
de que la filiación de haya determinado con la opción la que terminó primando, dado cunstancia alguna que permita al juez o a la
expresa oposición del padre, prevé el art. 111 que, según la redacción aprobada para el jueza decidir en un sentido u otro, se le estará
que el menor sólo ostentará el apellido paterno
si lo solicita el mismo o su representante legal. art. 109, “si no se ejercita esta opción, regirá planteando un problema irresoluble.
Idéntica regla se establece cuando la concep- lo dispuesto en al Ley”, preceptuándose por
ción del menor o de la menor se haya Las anteriores razones me inducen a
el art. 194 del Reglamento del Registro
producido como consecuencia de un delito de rechazar la tesis de la decisión judicial
violación. Civil 23 que “Si la filiación está determinada
como vía para resolver el conflicto planteado,
por ambas líneas y a salvo de la opción prevista
27
entendiendo que la solución más ajustada
en el artículo 109 del Código Civil, primer
Aunque no tan discriminatorio como el a Derecho sería la del mantenimiento del
apellido de un español es el primero del padre
existente en otros países occidentales, en los orden tradicional de apellidos en caso de
que las personas son designadas, exclusi- y segundo apellido el primero de los persona-
vamente, mediante el nombre propio y el
inexistencia de acuerdo de inversión. Soy
les de la madre, aunque sea extranjera”.
apellido de procedencia paterna. Esta situación consciente de que la referida regla implica
se agrava aún más en aquellos ordenamientos La solución legal, tal como ha quedado el mantenimiento de residuos de un viejo
en los que se produce la pérdida del apellido
por parte de la mujer al contraer matrimonio
indicado anteriormente, no está exenta sistema discriminatorio para la mujer 27.
que, a partir de ese momento, debe usar el de de críticas, hasta el punto de que se sugiere Pero no menos discriminatoria resultaría
su marido. por parte de algún sector doctrinal la posi- la regla inversa que, además, carecería del
28 bilidad de que, en caso de desacuerdo, fundamento que el principio de seguri-
Así se establece en el art. 55 LRC, en su sea el juez o la jueza quien decida el orden dad jurídica, el valor de la costumbre y la
redacción de 1999: “…En los supuestos de de apellidos que deba primar. De acuerdo necesidad de salvaguardar la identidad del
nacimiento con una sola filiación reconocida,
ésta determina los apellidos, pudiendo el con esta posición doctrinal, habría que o de la menor proporcionan a la primera.
progenitor que reconozca su condición de tal distinguir entre los supuestos en los que
determinar, al tiempo de la inscripción, el orden
de los apellidos…”.
no exista acuerdo pero tampoco conflicto, 2. FILIACIÓN DETERMINADA
y aquellos otros en los que haya desa- RESPECTO DE UNO SÓLO
cuerdo. Para los primeros, sería de apli-
cación la regla contenida en el artículo
DE LOS PROGENITORES.
del Reglamento del Registro Civil recién Dándose la hipótesis enunciada en el pre-
transcrito; en tanto que la resolución sente epígrafe, del progenitor cuya relación
mediante arbitrio judicial quedaría para los de filiación se halle determinada serán los
casos de conflicto entre los progenito- dos apellidos que ostente el menor,
res 24. Semejante posición no me resulta del pudiendo decidir, en el momento de la
todo convincente por varias razones: inscripción, el orden de los mismos 28.
■ Desde un punto de vista formal, no casa También aquí se ha avanzado hacia el
con el tenor literal de la norma contenida principio de igualdad dado que, antes de
en el artículo 109 del Código civil que, a la reforma, esa facultad de inversión del
los efectos de determinar la consecuencia orden de los apellidos únicamente se reco-
jurídica, no realiza distinción alguna entre nocía en caso de filiación determinada
los supuestos de silencio de los progenitores sólo respecto de la madre. En efecto, de
y oposición entre los mismos 25. acuerdo con el antiguo art. 55 LRC, “los
■ Desde un punto de vista sustancial, la atri- hijos naturales reconocidos sólo por el padre
bución de la facultad de decisión al juez o la tienen los apellidos por el mismo orden que
jueza implicaría una cierta desnaturalización éste. Los reconocidos sólo por la madre lle-
de la figura contemplada en el art. 109. En varán los dos primeros apellidos de ésta,
este sentido, debe tenerse en cuenta que la pudiendo, si así lo desean, invertir su
facultad de decidir el orden de los apellidos orden”. Semejante regla respondía a una

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visión decimonónica de la maternidad, permitir que ya inicialmente puedan los


que concebía la condición de hija o hijo de padres de común acuerdo decidir el orden
padre desconocido como algo vergon- de los apellidos de sus hijos…”. El nuevo
zante (tanto para el hijo/a como para la sistema, pues, no ha conseguido eliminar la
madre) que debía ser ocultado a toda discriminación, sino tan sólo atenuarla.
costa, a fin de evitar el reproche social 29.
Ahora bien, he de reconocer que, en el
Ciertamente, la hipótesis de filiación deter- momento presente y respecto de la cues-
minada exclusivamente respecto del padre tión estudiada, no alcanzo a vislumbrar
es muy infrecuente, prácticamente reducida como podría conseguirse la meta pre-
a los casos de abandono por la madre en el tendida sin incurrir en un supuesto de
mismo momento del nacimiento 30. Ahora discriminación positiva.
bien, que su incidencia práctica fuese muy Por último, y a fin de valorar adecuadamente
limitada no justificaba el trato legal dife- el alcance de la reforma, es necesario que
renciado entre estos supuestos y los de filia- nos refiramos, si quiera de forma somera,
ción determinada sólo respecto de la a la regla contenida en la Disposición tran-
madre. De ahí la necesidad de la reforma. sitoria única de la Ley 40/1999, que per-
mite a los padres que tuvieren en el 29
momento de entrar en vigor la ley hijos o
3. A MODO DE CONCLUSIÓN: hijas menores de edad de un mismo
En palabras de SALVADOR GUTIÉRREZ,
Ob. cit., tom. IV, vol. III, p. 470, cita n.º 7, la
VALORACIÓN DEL NUEVO vínculo, decidir de común acuerdo la ante- regla comentada resultaba totalmente
incompatible con los principios constitucionales
SISTEMA. posición del apellido materno para todos y “respondía al intento de evitar asientos
los hermanos y hermanas. Dicha modifi- afrentosos relacionados con el diferente status de
La reforma operada por la Ley 40/1999, las madres casadas y no casadas vigente en el
cación, si los y las menores tienen ya sufi- régimen legal anterior, concediendo a las
en mi opinión, ha avanzado en el camino
ciente juicio, exigirá la aprobación en expe- madres no casadas la facultad de invertir el
hacia la consecución real del principio de orden de apellidos de los hijos reconocidos sólo
diente judicial, en cuya tramitación deberá
igualdad (entre sexos), pero sin llegar a por la madre…”.
prestarse audiencia a los y las menores.
producir una completa equiparación. En tal
sentido –y en un ejercicio de sinceridad no Ni que decir tiene que esta modificación 30
del orden de los apellidos sería sobreve- O bien, al supuesto contemplado en el art.
demasiado frecuente– la legislación de 1999 167 RRC, cuyo párrafo segundo determina
reconoce las limitaciones de la reforma, al nida, en cuanto implicaría la alteración que el parte o declaración de los o las
señalar en la Exposición de Motivos de la del orden inicialmente establecido. Por ello, profesionales y personal de establecimientos
sanitarios que tengan obligación de guardar
Ley comentada que “es, por tanto, más en estricto sentido, su análisis excede del secreto no se referirá a la madre contra su
justo y menos discriminatorio para la mujer limitado propósito del presente trabajo. voluntad.

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