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Vamos a introducir el resultado con un caso particular. Imaginad que tenemos un cuadrado
de lado 2 y un triángulo rectángulo de catetos 2 y 4, como los que aparecen en la figura:
¿Se os ocurre alguna forma de cortar el triángulo en un número (finito) de piezas tal
que puedan reordenarse para forma el cuadrado?
Para resolverla quizás lo más divertido y educativo sea tomar papel y tijeras y pensar. Para
los que no lo hagáis, os comento que la respuesta está en Gaussianos, mezclando estos dos
artículos.
Bien, creo que a raíz de esto la pregunta es obligada: ¿se podrá hacer siempre esto? Es
decir: ¿entre qué polígonos se puede conseguir que una cierta disección de uno de ellos
pueda reordenarse formando el otro? Veamos un enunciado informal del teorema:
Teorema de Bolyai-Gerwien:
Todo polígono puede cortarse en piezas triangulares que se puede reordenar para formar
rectángulos. Estos rectángulos a su vez puede colocarse para formar un rectángulo más
grande, que después puede recortarse en piezas que formen un cuadrado, que tiene la
misma área que el polígono inicial.
Como esto lo podemos hacer con los dos polígonos, podemos llevar uno de ellos hasta un
cuadrado y después llevar ese cuadrado hasta el otro polígono (invirtiendo el proceso
descrito en el párrafo anterior). Así conseguimos pasar de uno de los polígonos al otro.
Quizás ahora, después de ver el ejemplo y una demostración informal, penséis que el
resultado es evidente, pero seguro que cuando habéis leído el enunciado del mismo os
habéis sorprendido un poco.
Este teorema fue conjeturado por Farkas Bolyai (el padre de Janos Bolyai) sobre 1790, y
fue demostrado por William Wallace (el matemático) en 1807. Posteriormente, en 1833,
Gerwien (de quien solamente he encontrado esto) lo demostró sin conocer la existencia de
la prueba de Wallace. En 1835 Bolyai también encontró una prueba sin saber nada sobre las
anteriores.
Por cierto, este problema se denomina Tarski’s circle-squaring problem y fue propuesto por
Alfred Tarski en 1925 y demostrado por Miklós Laczkovich en 1990, cuya
descomposición usa unas piezas. Ahí es nada