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El teorema de Bolyai-Gerwien (y un par de

resultados chocantes relacionados con él)


Posted By ^DiAmOnD^ on 14 de noviembre de 2011 in Curiosidades, Geometría | 6
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Mira que en matemáticas hay teoremas curiosos, extraños, intuitivamente


paradójicos,…(podéis añadir aquí multitud de adjetivos que indiquen sorpresa), y todavía,
después de conocer muchos de ellos, podemos encontrar alguno que nos llame la atención
por lo interesante y sugerente del resultado. A mí me ocurrió cuando supe de la existencia
del denominado teorema de Bolyai-Gerwien.

Vamos a introducir el resultado con un caso particular. Imaginad que tenemos un cuadrado
de lado 2 y un triángulo rectángulo de catetos 2 y 4, como los que aparecen en la figura:

El área del cuadrado es , y la del triángulo es . Vamos, que tienen áreas


iguales. Y aquí viene la pregunta:

¿Se os ocurre alguna forma de cortar el triángulo en un número (finito) de piezas tal
que puedan reordenarse para forma el cuadrado?
Para resolverla quizás lo más divertido y educativo sea tomar papel y tijeras y pensar. Para
los que no lo hagáis, os comento que la respuesta está en Gaussianos, mezclando estos dos
artículos.

Bien, creo que a raíz de esto la pregunta es obligada: ¿se podrá hacer siempre esto? Es
decir: ¿entre qué polígonos se puede conseguir que una cierta disección de uno de ellos
pueda reordenarse formando el otro? Veamos un enunciado informal del teorema:

Teorema de Bolyai-Gerwien:

Dados dos polígonos cualesquiera de la misma área, es posible


cortar uno de ellos en un número finito de piezas poligonales de
forma que estas piezas puedan reordenarse formando
exactamente el otro polígono.

Vamos, que lo que hemos comentado antes se puede hacer


siempre. Una demostración intuitiva (aunque también informal)
de este resultado es la siguiente:

Todo polígono puede cortarse en piezas triangulares que se puede reordenar para formar
rectángulos. Estos rectángulos a su vez puede colocarse para formar un rectángulo más
grande, que después puede recortarse en piezas que formen un cuadrado, que tiene la
misma área que el polígono inicial.

Como esto lo podemos hacer con los dos polígonos, podemos llevar uno de ellos hasta un
cuadrado y después llevar ese cuadrado hasta el otro polígono (invirtiendo el proceso
descrito en el párrafo anterior). Así conseguimos pasar de uno de los polígonos al otro.

Quizás ahora, después de ver el ejemplo y una demostración informal, penséis que el
resultado es evidente, pero seguro que cuando habéis leído el enunciado del mismo os
habéis sorprendido un poco.

Este teorema fue conjeturado por Farkas Bolyai (el padre de Janos Bolyai) sobre 1790, y
fue demostrado por William Wallace (el matemático) en 1807. Posteriormente, en 1833,
Gerwien (de quien solamente he encontrado esto) lo demostró sin conocer la existencia de
la prueba de Wallace. En 1835 Bolyai también encontró una prueba sin saber nada sobre las
anteriores.

¿Qué ocurre en tres dimensiones

Después de conocer esto parece natural preguntarse si en 3 dimensiones ocurre lo mismo.


Pues la respuesta es no, en general no se puede diseccionar un poliedro en poliedros más
pequeños tales que se puedan reordenar para conseguir cualquier otro poliedro. De hecho
éste fue el tercer problema de la lista de Hilbert del año 1900, y fue resuelto por Max
Dehn, alumno del propio Hilbert, en el mismo año 1900.

¿Se puede pasar de un círculo a otro polígono?

Y otra pregunta interesante que podríamos hacernos es


si podríamos cortar un círculo en una cantidad finita
de piezas que pudieran ser reordenadas para formar un
polígono, por ejemplo un cuadrado, de la misma área
que el círculo inicial. La respuesta es no, ¿verdad?
Claro, ya sabemos que la cuadratura del círculo es
imposible…con regla y compás. ¿Y si quitamos esa
restricción? Esto es, ¿podría pasarse del círculo al
cuadrado teóricamente, aunque físicamente no se
pueda? La respuesta es sí, es decir, podemos recortar
un círculo en un número finito de piezas que luego se pueden reordenar para formar
un cuadrado de la misma área que el círculo, pero no podemos reproducirlo
físicamente. ¿Por qué no podemos? Pues por la misma razón que nos impide reproducir
físicamente lo que describe la paradoja de Banach-Tarski: porque las piezas en las que
hay que dividir el círculo son no medibles.

Por cierto, este problema se denomina Tarski’s circle-squaring problem y fue propuesto por
Alfred Tarski en 1925 y demostrado por Miklós Laczkovich en 1990, cuya
descomposición usa unas piezas. Ahí es nada

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