Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Carlos Velázquez
En la primera mitad del siglo XIX dos grandes científicos combinaron sus
talentos y personalidades completamente opuestas para resolver uno de los
más grandes misterios de la ciencia: ¿cómo se organizan los átomos de un
cristal?
El genio
El 29 de junio de 1801 nació en Alemania Moritz Ludwig Frankenheim, quien
desde pequeño demostró un talento fuera de serie. Obtuvo su grado doctoral
a los 22 años en el Alma Mater Berolinensis, hoy día Universidad Humboldt
de Berlín, y a los 26 años se trasladó a la Universidad de Breslau, Alemania,
donde ejerció como profesor adjunto de matemáticas, física y geografía. Sin
embargo lo más importante en su formación fue descubrir que le fascinaban
los cristales. En 1826 escribió un primer artículo general sobre el tema y
tres años después discutió en otro texto las propiedades cohesivas o qué
tan fuerte se pegan las capas de los cristales.
Pero su mayor contribución a la cristalografía vendría años más tarde
cuando acabó de pulir un modelo en el que trabajaba. En él tomó como
punto de partida la hipótesis, en ese momento aún no demostrada, de que
existían los átomos, que él concibió como pequeñas esferas iguales que
concentraban la masa y la identidad de un elemento químico. Este detalle
es digno de reconocimiento porque en la época en que él vivió muchos
científicos dudaban de la existencia de los átomos y su modelo se tomó en
cuenta sólo como una posibilidad más para explicar las propiedades
observadas en los cristales.
Frankenheim imaginó los átomos como pequeñas esferas que ocupan
un pequeño volumen formando una red de puntos repartidos en el espacio
según un patrón que se repite. A partir de su modelo quería descubrir si
estos patrones eran capaces de reproducir las propiedades observadas en
los cristales reales.
Para entender esto vale la pena revisar lo que hoy sabemos sobre la teoría
de las redes de puntos en dos dimensiones, por ejemplo la red de la parte
derecha de la figura 1. Si tomamos esta red y la desplazamos 1 cm a la
derecha y luego la sobreponemos a la red original, veremos que sólo unos
pocos puntos coinciden con otros puntos de la red original, como se ilustra
a la derecha de la figura 1. En este caso, decimos que la red no tiene
simetría en esta traslación. Y si realizamos el mismo proceso con la figura
2, pero desplazamos la red de la izquierda sólo 1 cm sobre la segunda,
vemos que todos los puntos coinciden. Cuando una red cumple esta
propiedad decimos que es invariable o simétrica en los desplazamientos.
Figura 4. Es posible obtener algunas redes tridimensionales como las que Frankenheim
buscaba si consideramos que los puntos están ubicados en los vértices de un apilamiento
de cubos o de prismas rectangulares.
El aventurero
El 23 de agosto de 1811 nació Joseph Auguste Bravais en un barrio cercano
a París. Fue también un niño con grandes talentos, pero su temperamento
era todo lo contrario al del tranquilo y teórico Frankenheim. Bravais recibió
una educación clásica en el College Stanislas en París, donde se graduó en
1827 a los 16 años. Dos años más tarde ganó un concurso de matemáticas
Celdas unitarias
Podemos entender las redes de Frankenheim y Bravais más fácilmente si
retomamos la idea de que podemos generar una red utilizando los vértices
de un poliedro. Las redes de Bravais se suelen representar considerando
uno solo de estos poliedros e indicando con puntos los lugares donde se
ubican los átomos. A estas figuras se les conoce como celdas unitarias. En
la figura 5 se representa una de las 14 celdas unitarias de las redes de
Frankenheim y Bravais.
Podríamos pensar que al agregar un átomo a alguna de las celdas
unitarias se obtendría una nueva red, sin embargo siempre que lo hacemos
Bibliografía
• Léonce Élie de Beaumont, Éloge historique d'Auguste Bravais. Mémoires de l'Académie
des sciences de l'Institut de France, Gauthier-Villars, París, 1866, tomo 35, p. XXIII-
XCIX.
• José Lima-de-Faria. Historical Atlas of Crystallography. International Union of
Crystallography, Kluwer Academic Publishers, Dordrecht, 1990.
• Schuh, C. P. (2007a) Mineralogy & Crystallography: On the History of These
Sciences From Beginnings Through 1919, archives.org:
http://www.archive.org/details/History_Mineralogy_2007 .