BIOSEGURIDAD FRENTE A LA PANDEMIA.

BIOSECURITY IN THE FACE OF THE PANDEMIC.

AUTORES:

RICHARD ANGULO PALENCIA1, LINDA HERNÁNDEZ MONTENEGRO2,YESSICA NOYA

TORRES3 & JULIO TORO RAMIREZ4
1
Estudiante de Lic. Ciencias naturales y educación ambiental Universidad popular del cesar
2
Estudiante de Lic. Ciencias naturales y educación ambiental Universidad popular del cesar
3
Estudiante de Lic. Ciencias naturales y educación ambiental Universidad popular del cesar
4
Estudiante de Lic. Ciencias naturales y educación ambiental Universidad popular del cesar

Correos:
1
rsaidangulo@unicesar.edu.co
2
lhermandez@unicesar.edu.co
3
ypnoya@unicvesar.edu.co
4
jcesartoro@unicesar.edu.co

Fecha de envió del artículo:

 INTRODUCCIÓN
Coronavirus, es una patología respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2, virus
correspondiente a el núcleo familiar de los covid-19 que se presentó por primera
ocasión en Wuhan- China, en noviembre del 2019 y bruscamente por su alta
transmisibilidad paso de una epidemia a una enfermedad pandémica en la
actualidad en desarrollo a partir del 11 marzo de 2020 (Organización Mundial
Salud-OMS, 2020), los covid-19 conforman una amplia familia de virus que tienen
la posibilidad de provocar patologías, tanto en animales como en humanos. En los
humanos, se conoce que diversos tipos de covid-19 provocan infecciones
respiratorias, que van a partir del resfriado común hasta dolencias más graves,
como por ejemplo el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), el
Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS).
El SARS-CoV-2 puede transmitirse por contacto directo, indirecto o estrecho con
personas infectadas mediante las secreciones contaminadas (Chan, et al., 2020)
(por ejemplo, la saliva, las secreciones respiratorias o las gotículas respiratorias)
que se expulsan cuando una persona infectada tose, estornuda, habla o canta
(Hamner et al., 2020). Las gotículas respiratorias tienen un diámetro de 5 a 10
micrómetros (μm); las gotas que tienen un diámetro inferior a 5 μm se denominan
núcleos goticulares o aerosoles (Luo et al., 2020). La transmisión por gotículas
respiratorias puede producirse cuando una persona está en contacto estrecho (en
un espacio no mayor a un metro) con una persona infectada que muestra indicios
respiratorios (por ejemplo, tos o estornudos); en estas situaciones, las gotículas
respiratorias que contienen el virus pueden llegar a la boca, la nariz o los ojos de
una persona expuesta y esto podría ocasionar una infección. Además, podría
producirse transmisión por contacto indirecto si un hospedero expuesto tiene
contacto con un objeto o un área contaminados (transmisión por fómites) (Liu et
al., 2020; Chan, et al., 2020).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), (2005) bioseguridad,
es un grupo de reglas y medidas para defender la salud del personal, ante peligros
biológicos, químicos y físicos a los que está expuesto en el manejo de sus
funcionalidades, además a los pacientes y al medio ambiente. Con el mecanismo
de transmisión del SARS-CoV-2 nace el nuevo desafío a la salud pública mundial,
los protocolos y reglas de bioseguridad hospitalaria se han ajustados bajo medidas
rigurosas de custodia, para el personal que incorporan la primera línea de atención
como lo son los expertos de enfermería (Figueroa, 2020). La Bioseguridad frente
al SARS-CoV-2 involucra limpieza de manos con técnica idónea, uso de equipo de
defensa personal (EPP) como mascarilla, guantes, lentes o protectores faciales y
gorro, esterilización y sanitización de los conjuntos doctores, limpieza y
sanitización del ambiente (OMS. Organización Mundial de la Salud, 2020).
Dentro del entorno escolar las vacunas no están disponibles para la mayoría de
los estudiantes. Sin embargo, la investigación demuestra que reabrir las escuelas
para el aprendizaje presencial no parece aumentar de manera significativa la
transmisión comunitaria del virus. No obstante, esto depende de si las escuelas
pueden seguir las pautas de salud pública para el COVID-19.
El objetivo de todas las escuelas debe ser que los estudiantes asistan de manera
presencial, que es la manera en la que aprenden mejor. Esto significa trabajar con
los funcionarios de salud pública para controlar la propagación del virus en la
comunidad. Y luego, una vez que una escuela pueda reabrir para el aprendizaje
presencial, existen varias medidas de seguridad que pueden ayudar a mantener
seguros a los estudiantes, los maestros y el personal. (Seguridad en la escuela
durante la pandemia del COVID-19, 2021)
Los protocolos bioseguridad para prevenir la propagación del SARS-CoV-2, el
virus que causa el COVID-19, hay varias medidas de seguridad que las escuelas
pueden tomar. Ninguna de ellas por sí sola eliminará por completo el riesgo del
COVID-19, pero juntas pueden ayudar a reducirlo considerablemente.
Adicional a las medidas de uso correcto de tapabocas, lavado de manos y
distanciamiento físico, y teniendo presente los mecanismos de diseminación del
virus (gotas y contacto), el protocolo establece que se tienen que abastecer los
procesos de aseo y sanitización de recursos e insumos de uso común, áreas,
grupos de uso recurrente (antimaterial, alcohol, cubrebocas), optimizar la
ventilación en las aulas y el cumplimiento de condiciones higiénicos sanitarias.
(Colombia, Protocolo de bioseguridad para la prevención del covid-19, 2021).
También se deberían aplicar las medidas como, cambios de salón de clases,
chequeo de temperatura y pruebas, evitar ir a la escuela si presenta algún tipo de
síntomas, etc.
En base a lo anterior el objetivo de este articulo es dar a conocer las normas y
protocolos de bioseguridad en las escuelas frente a la pandemia causada por el
coronavirus (covid 19)
DESARROLLO

A lo largo de la historia de la humanidad se han vivido diferentes situaciones que

ponen en riesgo la vida del ser humano, ejemplo de ello son las pandemias. “Si un
brote epidémico afecta a regiones geográficas extensas (por ejemplo, varios
continentes) se cataloga como pandemia” Médicos Sin Fronteras. (2020). Un virus
que tiene la capacidad de infectar a varias personas a corta distancia es
totalmente peligroso, como es el caso del virus del Covid-19, La enfermedad del
coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad respiratoria causada por el virus
SARSCoV, que se ha propagado desde China hacia muchos otros países
alrededor del mundo.
Los coronavirus (CoV) son virus que surgen periódicamente en diferentes áreas
del mundo y que causan Infección Respiratoria Aguda (IRA), es decir gripa, que
pueden llegar a ser leve, moderada o grave dependiendo de la persona que sea
infectada.
La infección se produce cuando una persona enferma tose o estornuda y expulsa
partículas del virus que entran en contacto con otras personas, lo que indica que
es una enfermedad de fácil contagio, y más estando en áreas cerradas o poco
ventiladas. Guía sobre la preparación lugares de trabajo para COVID-19. OSHA
3990-03 2020.
A partir de aquí, cuando ya el covid-19 era declarado como una pandemia,
empezamos a utilizar una palabra con la que quizá solo los trabajadores del área
de la salud estaban familiarizados, esta nueva palabra es “bioseguridad”. La
bioseguridad es el conjunto de medidas mínimas a ser adoptadas, con el fin de
reducir o eliminar los riesgos para el personal, la comunidad y el medio ambiente,
que pueden ser producidos por agentes infecciosos, físicos, químicos y
mecánicos. Tito, E. Y. (2011). Bioseguridad. Revista Actualización Clínica, 15,
813-817
Durante el primer año de la pandemia de Covid-19, 210 países cerraron sus
escuelas parcial o totalmente, afectando múltiples aspectos de la vida social y
familiar de millones de niños y jóvenes; las repercusiones educativas aún no se
hacen evidentes, aunque se estima que el daño es mayúsculo. Poco más de la
mitad de los países que cerraron escuelas ha vuelto a abrirlas; esta crisis
generada por la pandemia del Covid-19, los sistemas educativos se han visto
altamente afectados; se calcula que el cierre de las instituciones educativas ha
incidido en cerca de 600 millones de niños, niñas y jóvenes en edad escolar de
todo el mundo. Por tal razón, la respuesta que desde ahora den los gobiernos a
esta contingencia será vital para garantizar el derecho a la educación y mitigar los
efectos de la pandemia en el aprendizaje y el bienestar estudiantil.
Aunque al pensar en el cierre académico de forma presencial se piensa
únicamente en dar clases, también existen otras áreas que se han visto afectadas
por el ámbito virtual de estas.
En nuestro país muchas acciones han sido incorporadas por una buena parte de
la población, pero en el contexto escolar su atención implica un desembolso
económico para las familias: ¿Cómo se lavarán las manos los estudiantes de
escuelas sin agua o cuya dotación no es continua? ¿Cómo se ventilarían las aulas
cuyas ventanas han sido canceladas ante la inseguridad u otro motivo? Torres
Ramírez, C. (2021). El cierre de escuelas provocado por la Covid-19:
consecuencias y condiciones para la reapertura.
¿Por qué reabrir las escuelas?
Las interrupciones en el tiempo de instrucción en el aula pueden tener un impacto
severo en la capacidad de aprendizaje de un niño. Cuanto más tiempo estén los
niños marginados fuera de la escuela, menos probable es que regresen. Los niños
de los hogares más pobres ya tienen casi cinco veces más probabilidades de no
asistir a la escuela primaria que los de los más ricos. El hecho de no asistir a la
escuela también aumenta el riesgo de embarazo adolescente, explotación sexual,
matrimonio infantil, violencia y otras amenazas. Además, los cierres prolongados
perturban los servicios esenciales de las escuelas, como la inmunización, la
alimentación escolar y el apoyo psicosocial y de salud mental, y pueden causar
estrés y ansiedad debido a la pérdida de la interacción con los compañeros y a la
alteración de las rutinas. Esos efectos negativos serán considerablemente
mayores para los niños más vulnerables, como los que viven en países afectados
por conflictos y otras crisis prolongadas, los migrantes, los desplazados forzosos,
las minorías, los niños que viven con discapacidades y los niños internados en
instituciones. La reapertura de las escuelas debe ser segura y coherente con la
respuesta general de cada país en materia de salud en el marco de COVID-19, y
se deben adoptar todas las medidas razonables para proteger a los estudiantes, al
personal, a los maestros y a sus familias. World Bank, The COVID-10 Pandemic:
Shocks to Education and Responses, Draft Paper
Reapertura de las escuelas
Después de todo un año de superar los retos que implicaba la educación virtual,
se plantea la posibilidad de regresar a los centros educativos para prestar clases
presenciales, pero surge una gran pregunta ¿estaremos listos para la
presencialidad?
Esta es una pregunta un tanto controversial, aunque ya se hayan adoptado
medidas de bioseguridad, como lavado de manos, distanciamiento social, uso de
mascarillas entre otras, la más importante es la vacuna contra COVID-19, esta, ya
pasando un año desde que surgió el virus, no ha sido aplicada en su mayoría, a
día de hoy, solo se ha aplicado al 11,4 % de la población colombiana.
ourworldindata.org. (s. f.). Coronavirus (COVID-19) Vaccinations - Statistics and
Research. Recuperado de Our World in Data. 28 de junio de 2021
Esto es preocupante, ya que el porcentaje es muy bajo como para pensar en
regresar a la presencialidad académica, aunque se adopten todas las medidas, el
riesgo de contagio seguiría siendo alto, debido a la cantidad de estudiantes,
profesores, personas externas o trabajadores de la institución.
Cómo sabemos los centros educativos deben ser espacios seguros tanto para el
alumnado como para el personal docente y administrativos. Se debe gestionar
adecuadamente la seguridad para evitar que ocurran contagios, creando un
entorno en el cual se promueva el bienestar físico, social, individual y colectivo.
La administración educativa, los directivos, profesores y personal de
administración y servicios deben de llevar a cabo acciones que promuevan y
garanticen la seguridad física de cada individuo durante el horario académico,
implicado al alumnado y a las familias en la gestión de la seguridad y la promoción
de la cultura preventiva, ya que, con un solo individuo que se vea afectado, se
verán afectados los demás que estén en su entorno, creando así un sistema
piramidal del afectados.
Posición de los padres frente a la reapertura de escuelas.
Al plantearse la propuesta de la reapertura de colegios y universidades muchos
padres y/o responsables legales de los estudiantes han manifestado opiniones
divididas, en cuando a educación superior la mayoría son mayores de 18 años por
lo que pueden tomar la decisión propia de asistir a clases o no, pero, la situación
se complica en cuanto a la educación de los menores de 18 años ya que muchos
padres afirman que en las aulas de clases no se va a respetar la distancia mínima
recomendada o que quizá los estudiantes más pequeños se retiraran el
tapabocas o compartirán cosas como solían hacerlo antes de la pandemia.
METODOLOGÍA
Se realizó una revisión de la Bioseguridad frente a la pandemia en las escuelas
entre los días 17 y 26 de junio del 2021. Se emplearon para tal fin el motor de
búsqueda Google Académico y las bases de datos bibliográficas PubMed y
SciELO. Se utilizaron los descriptores COVID-19, SARS-CoV-2, escuelas,
infección por coronavirus, bioseguridad, métodos de barrera y medios de
protección. Los descriptores se usaron en español e inglés. Se revisó la
información de los sitios web de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
"Occupational Safety and Health Administration" (OSHA) y "National Center for
Immunization and Respiratory Diseases" (NCIRD) “healthy children.org”. De los
artículos revisados, se examinaron las fuentes primarias de información que se
consideraron pertinentes. Se consultaron un total de 84 referencias de las cuales
se seleccionaron 50 tras analizar su calidad, contenido, validez y concordancia
con el objetivo del trabajo. Se mantuvieron 6 artículos con más de 2 años de
antigüedad por su importancia y resultados relevantes.

DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS:

RESUMEN
Covid-19, es una enfermedad respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2, virus
que corresponde a la familia de los coronavirus que se manifestó por primera vez
en Wuhan- China, en noviembre del 2019 y bruscamente por su alta
transmisibilidad paso de una epidemia a una pandemia actualmente en desarrollo
desde el 11 marzo de 2020 (Organización Mundial Salud-OMS, 2020. El virus
puede transmitirse por contacto directo, indirecto o estrecho con personas
infectadas por medio de las secreciones contaminadas (Chan, et al., 2020) (por
ejemplo, la saliva, las secreciones respiratorias o las gotículas respiratorias) que
se expulsan una vez que una persona infectada tose, estornuda, habla o canta
(Hamner et al., 2020.
Con el mecanismo de transmisión del SARS-CoV-2 nace el nuevo reto a la salud
pública mundial, los protocolos y normas de bioseguridad hospitalaria se han
ajustados bajo medidas precisas de protección, para el personal que integran la
primera línea de atención como lo son los profesionales de enfermería (Figueroa,
2020). OMS, 2020). Una vez que ya el coronavirus era proclamado como una
enfermedad pandémica, empezamos a usar un vocablo con la que quizá solo los
trabajadores del área de la salud estaban familiarizados, esta nueva palabra es
“bioseguridad”. Más de la mitad de las naciones que cerraron escuelas ha vuelto a
abrirlas; esta crisis generada por la enfermedad pandémica del Covid-19, los
sistemas educativos se han observado enormemente dañados; se calcula que el
cierre de las instituciones educativas ha incidido en alrededor de 600 millones de
niños, niñas y adolescentes en edad estudiantil de todo el planeta.
¿Por qué reabrir las escuelas?
Las interrupciones en el tiempo de instrucción en el aula pueden tener un impacto
severo en la capacidad de aprendizaje de un niño. Cuanto más tiempo estén los
niños marginados fuera de la escuela, menos probable es que regresen. Aquellos
efectos negativos van a ser de manera considerable más grandes para los niños
más vulnerables, como los que viven en territorios dañados por conflictos y otras
crisis prolongadas, los migrantes, los desplazados forzosos, las minorías, los
chicos que viven con discapacidades y los chicos internados en instituciones.
Posición de los padres frente a la reapertura de escuelas.
Al plantearse la iniciativa de la reapertura de colegios y universidades varios
papás o representantes legales de los alumnos han manifestado opiniones
divididas, en una vez que a enseñanza preeminente la mayor parte son más
grandes de 18 años por lo cual tienen la posibilidad de tomar la elección propia de
asistir a clases o no, empero, el caso se complica referente a la enseñanza de los
menores de 18 años debido a que varios papás aseguran que en los salones de
clases no se va a respetar la distancia mínima recomendada o que quizá los
alumnos más pequeños se retiraran el tapabocas o compartirán cosas como
solían realizarlo antecedente de la enfermedad pandémica.
Se hizo una revisión de la Bioseguridad ante la enfermedad pandémica en las
escuelas entre los días 17 y 26 de junio del 2021. Se usaron los descriptores
coronavirus. Los cierres escolares que se permanecen dando por el Covid-19 son
sustancialmente más largos que los que generalmente se observaron en el
pasado. Esto podría agilizar el desamparo estudiantil, en especial entre
adolescentes en familias de ingresos bajos o medios.

CONCLUSIÓN
El virus causa la patología coronavirus, cuya virulencia y cuya capacidad de
transmisión, junto con la falta de vacuna o de un procedimiento especifico, han
condicionado un efecto sin antecedentes en los sistemas sanitarios. El coronavirus
puede ocasionar una afección grave en el sistema respiratorio. Los pacientes con
componentes de peligro cardiovascular o con una patología cardiovascular
subyacente son poblaciones especialmente vulnerables, con un peligro bastante
alto de padecer complicaciones y muerte.
Dada la difícil situación que impera en todo el mundo y las diferencias existentes,
los países se encuentran en fases distintas con respecto a la decisión de cómo y
cuándo se deben reabrir las escuelas. Este tipo de decisiones suelen tomarlas los
gobiernos estatales o nacionales, a menudo en colaboración con las autoridades
locales. Al decidir si reabrir las escuelas, las autoridades deben considerar los
beneficios y riesgos en la educación, la salud pública y los factores
socioeconómicos, en el contexto local. El interés superior del niño será el
elemento primordial de estas decisiones. Para ello, se utilizarán los mejores datos
disponibles, pero el modo en que se realice variará de una escuela a otra. 
Es importante que las escuelas planifiquen con anticipación y analicen qué
medidas extras tienen la posibilidad de llevar a cabo para contribuir a asegurar
que los alumnos, profesores y otro personal se encuentren seguros una vez que
regresen y que las sociedades tengan confianza en mandar a sus alumnos de
regreso al colegio.
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