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Definición

En todo proceso de enseñanza-aprendizaje siempre existe un discurso o “contrato” entre profesor


y alumno resultado del conjunto de códigos y pactos implícitos y explícitos que regulan los
comportamientos, interacciones y relaciones de los docentes y el alumnado. (García Y Fortea,
2006)

"El conjunto de comportamientos (específicos de los conocimientos enseñados) del maestro que
son esperados por el alumno y el conjunto de comportamientos del alumno que son esperados
por el maestro" (Brousseau; 1980; citado por Sarrazy; 1996; 86).

Riscanevo, Cruz y Ochoa (2011) menciona: “En el aula de clase existen reglas, o acuerdos, que
generalmente se dan a conocer desde la primera clase y que deben cumplir estudiantes y
profesores, con el fin de que haya un buen ambiente de trabajo y comunicación” , dichas reglas se
refieren a los compromisos que adquieren los estudiantes en el momento de firmar una matrícula,
que van desde lo disciplinario hasta lo académico, los cuales son mediados por los acuerdos
establecidos con el profesor en la clase.

Ideas fuerza

Existe un contrato didáctico o de aprendizaje cuando alumno/a, y profesor/a de forma explícita


intercambian sus opiniones, comentan sus necesidades, sus sentimientos, comparten proyectos y
deciden en colaboración la forma de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje y lo
reflejan oralmente o por escrito. (García Y Fortea, 2006)

Para llevar a cabo el contrato didáctico es necesario tener algunos principios, en primer lugar un
consentimiento mutuo, pues ante una oferta se produce una respuesta con una aceptación o
demanda y si consienten se inicia el proceso; posteriormente se da la aceptación positiva del
alumno, en tanto que es quien mejor se conoce y quien en definitiva realiza la actividad mental de
aprender; después se da la negociación de los diferentes elementos; y por último el compromiso
recíproco entre el profesor y el alumno de cumplir el contrato.

En general se trata de una metodología de enseñanza-aprendizaje “personalizada” que permite


dirigir el trabajo independiente o no presencial del alumno promoviendo su autonomía y su
capacidad de aprender a aprender. (García Y Fortea, 2006)

Fundamentación teórica

Fue Guy Brousseau el autor del artículo fundador del campo, el cual apareció en el año de 1972
bajo el título de Procesos de matematización. En dicho escrito, el investigador francés afirmaba:
"deseamos precisar cuál es el proceso pedagógico que creemos indispensable para obtener un
buen conocimiento de la Matemática". Delinearía desde ese entonces los elementos básicos de
sus posteriores trabajos, los cuales tendrían como objeto de reflexión las "situaciones didácticas"
pues su interés radicaba en conocer las condiciones de producción del conocimiento matemático,
particularmente en situación escolar. (Avila)
Para Brousseau la educación deberá provocar en el alumno las adaptaciones deseadas mediante
una selección cuidadosa de los problemas y situaciones que se le propongan. Por ello, lo que
pondría en el corazón del análisis sería no la situación ante la que se colocara al sujeto piagetano,
sino la situación didáctica, la cual define como: “Un conjunto de relaciones establecidas explícita
y/o implícitamente entre un alumno o un grupo de alumnos, un cierto medio (que comprende
eventualmente instrumentos y objetos) y un sistema educativo (representado por el profesor) con
la finalidad de lograr que estos alumnos se apropien de un saber constituido o en vías de
constitución (Brouspeau; 1982; citado por Gálvez; 1985; 8).

El contrato didáctico sirve como una herramienta en la clase de matemáticas para identificar
obstáculos que presenten los estudiantes en el aprendizaje de un determinado concepto, en este
caso el concepto de función. La idea de obstáculo la estudió por primera vez Guy Brousseau, y
luego Perrin-Glorian lo hizo más profundamente. Según Brousseau, un obstáculo es una
concepción que ha sido, en principio, eficiente para resolver algún tipo de problema, pero que
falla cuando se aplica a otro, es decir, viene a ser una barrera para un aprendizaje posterior. Para
superar estos obstáculos se necesitan situaciones didácticas específicas, que hagan que los
estudiantes sean conscientes de la necesidad de cambiar sus concepciones, y así ayudarlos a
conseguirlos (D’Amore, 2006, p. 221).

Es el profesor quien pone en contacto al alumno con el medio y, al hacerlo, «devuelve» a los niños
la responsabilidad de su aprendizaje. La «devolución» consiste en provocar la interacción del
alumno con el medio en situación a-didáctica, situación en la que desaparece la voluntad explícita
de enseñar. Para que esto se logre, en principio, la situación planteada deberá "obligar" a producir
un cierto conocimiento a manera de estrategia de resolución. Pero, advierte Brousseau, considerar
que el medio es la fuente de la aceptación de la responsabilidad es insuficiente; aceptar la
interacción con la situación y las reglas de la interacción no es posible sino por la mediación de un
contrato didáctico portador de derechos y obligaciones para maestro y alumnos. (Ávila

Objetivos y Competencias

 Precisar la finalidad que se persigue con el uso del contrato (implicar al alumno en su
aprendizaje, promover el trabajo cooperativo, recuperación de lagunas en el aprendizaje,
etc.
 Alcanzar más eficazmente los objetivos del período académico.
 Involucrar y comprometer al estudiante en las diferentes fases del proceso.
 Involucrar y comprometer al docente en las diferentes fases del proceso.
 Analizar: los objetivos de aprendizaje, las condiciones requeridas para el logro de los
mismos, las evaluaciones a ser aplicadas y los criterios a ser tomados en cuenta.
 Resaltar la importancia de las actividades de aprendizaje como parte del proceso.
 Hacer tomar conciencia al estudiante: de su perfil, de su estilo de aprendizaje, de sus
limitaciones en la autonomía y de sus puntos fuertes, de su actitud como estudiante, de los
recursos puestos a su disposición.
 Convenir juntos las estrategias metodológicas a ser aplicadas individual y colectivamente
para la realización de las actividades.
(García Y Fortea, 2006)

Dificultades

 A nivel personal, el docente deberá comprender a cabalidad las ventajas de la utilización


de esta herramienta, y tener un fuerte deseo de implicación.
antes de cualquier explotación didáctica, deberá transmitir ese deseo a los aprendices,
haciendo un trabajo de concienciación y motivación acerca de su importancia7 . Al
concretarse las acciones pertinentes de su parte, este permanecerá en situación de
aprendizaje, observando, escuchando y analizando lo que sucede a su alrededor, para
manejar con destreza el contrato.
 La confusión inicial, el ponerse en marcha, tanto por parte del alumno como del profesor.
Desde el punto de vista organizacional, se podrían encontrar limitaciones en la
elaboración, en la precisión con la que se presenta el instrumento a los alumnos, para
evitar confusiones. Para una aplicación productiva, es fundamental que los actores del
proceso estén conscientes del grado de importancia de las distintas partes que lo
conforman.
 El que no sea aprobado por la “cultura dominante” del departamento y/o la titulación.
Por parte de las instituciones, es posible que éstas no den las facilidades administrativas
necesarias, al no reconocer en el contrato didáctico un trampolín hacia la adquisición
duradera de conocimientos. Tampoco lo integrarían en el plan estratégico institucional,
con miras al mejoramiento de la calidad del proceso de enseñanza/aprendizaje, porque a
menudo no existe costumbre de utilizar nuevas prácticas didáctica como la que aquí se
propone.
 Dificultades que surgen del mismo proceso: no haber logrado que el contrato sea
manejable, el acceso al profesor, el tiempo que necesita la negociación y los mecanismos
de seguimiento
El tiempo es también un factor que puede llegar a ser perjudicial en la puesta en marcha
del contrato: en efecto, este factor debe ser administrado adecuadamente para tener
éxito en la realización de cualquier actividad. Es necesario regular con precisión la
duración de los procesos de formulación, negociación y ajuste del instrumento so pena de
empantanarse en actividades demasiado largas que frenarían el éxito del proceso.

(Sevilla y Ruggiero, 2010)

Roles y tareas del profesor y alumno

Es fundamental la participación de los estudiantes en las clases, para ello el profesor debe generar
un ambiente de confianza, con el fin de que el estudiante pueda expresar las dificultades que
encuentra a la hora de adquirir un saber
Profesor y estudiante: Intercambian opiniones, comentar necesidades, sentimientos, comparten
proyectos (pactar el contrato didáctico)

El profesor:

 Debe hacer su clase de forma agradable, haciendo que el tema sea atractivo para el
estudiante.
 Antes de iniciar un tema, el profesor les deja la tarea de consultar sobre este para
discutirlo en clase.
 Muestra preocupación por el aprendizaje de los estudiantes.
 Explorar ideas previas al iniciar un determinado tema, es decir, hacer un recuento con los
estudiantes sobre lo que hayan oído o sepan acerca de este.
 Guiar permanentemente al estudiante hacia un aprendizaje autónomo

El estudiante:

 Correspondencia ala cláusulas del contrato


 Debe tener una disciplina de trabajo, es decir, que esté estudiando constantemente.
 Responsabilidad y cumplimiento en tareas y trabajos.
 El estudiante debe tener disposición para la clase, y si no la tiene es responsabilidad del
docente hacer que la adquiera.
(Riscanevo, Cruz, Ochoa; 2011)

Proceso didáctico para la implementación

Fase 1: Informar al alumno. A principio del curso el profesor/a presenta los objetivos generales de
la asignatura y la planificación docente, con descripción detallada de esta metodología.

Fase 2: Diagnóstico inicial de la situación de partida del alumno. Facilitar que el alumno analice e
identifique su situación de partida en cuanto a aprendizaje, necesidades, intereses, motivaciones,
competencias, etc.

Fase 3: Negociación del contrato y orientación del aprendizaje. Entrevista cara a cara profesor/a y
alumno/a para acordar los diferentes elementos del contrato. El contrato debe ser individualizado
pero a la vez garantizar que cumple con los requisitos/objetivos generales básicos de la asignatura
y que sea realista (realizable, claro, etc.). La negociación está presente durante todas las fases .Se
pueden elaborar diferentes revisiones del mismo.

Fase 4: Formulación o protocolización del contrato. Se pueden utilizar diferentes protocolos, en


los que se puede explicitar en mayor o menor medida la siguiente información: objetivos
específicos que se quiere alcanzar (qué es lo que se quiere/necesita aprender); actividades de
aprendizaje que se van a ejecutar para alcanzar los objetivos (evidencias o productos que
mostraran lo que el alumno ha aprendido); recursos y estrategias (qué tengo a mi disposición, qué
ayudas necesitará el alumno, cómo accederá a dichos recursos); criterios para valorar las
evidencias/productos (reúnen los trabajos el nivel de calidad negociado); calendario de las
actividades/tareas y momentos de revisión con el profesor; nivel de aspiración/motivación del
alumno (p.e. nota que desea obtener en la asignatura).

Fase 5: Ejecución del contrato. El alumno lleva a la práctica el proyecto de aprendizaje acordado.
La ejecución puede ser paralela al proceso de negociación y convivir con formas de pre-contratos.

Fase 6: Evaluación del trabajo realizado. Obviamente pueden evaluarse los logros parciales y a la
evaluación puede contribuir el propio alumno (autoevaluación). El contrato puede renovarse y
cambiarse a lo largo de la “vigencia” del mismo con el acuerdo mutuo de las partes.

Evaluación y aplicación del proceso en clases de ef

El contrato didáctico se puede considerar como una estrategia metodológica general que puede
ser de gran utilidad en el área de Educación Física ya que no sólo favorece el aprendizaje, sino la
organización y el clima del aula. No obstante, dicho método requiere que el docente cree
previamente estrategias basadas en valores democráticos y participativos que generen ambiente
favorecedor para aquel alumnado más motivado, y por el contrario daba ese tiempo de
“descanso” para los menos motivados.

De modo que el deporte por contrato didáctico, podría ser un buen método de trabajo, para evitar
el uso excesivo del deporte libre, que muchas veces está presente en las clases de Educación
Física, y cuyo uso no tiene ningún beneficio para el alumnado, cuando más de la mitad de éstos
permanecen sentados y no forman parte de la clase. (Castellano,2018 )

Ejemplo de contrato didáctico aplicado en la EF

Los alumnos declaran estar informados de los instrumentos de evaluación y de estar conformes
con el siguiente contrato y cumplirlo para poder aprobar la asignatura y, en consecuencia,
formalizarlo con arreglo a los siguientes puntos:

- Traer ropa deportiva adecuada para las clases: pantalón corto o largo deportivo, camiseta
cómoda y zapatillas de deporte. Sin este tipo de ropa no se podrá efectuar la clase y se considera
como falta de vestuario.

- Traer ropa de recambio para el aseo: toalla, camiseta, jabón, y demás.

- No usar anillo y joyería que pueda dañar a si mismo o compañero.

- No comer en clase ni masticar chicle, beber agua si está permitido.

- respetar a compañeros y profesor.

2. En la canchas:
- No se prestará material deportivo a los alumnos que no tengan clase de Educación Física. - No se
podrá estar en las canchas ni alrededores cuando un profesor está dando clase en ella. 3. En las
clases: - Entrar ordenadamente a las instalaciones sin gritos, sin empujones ni carreras. - Se pasará
lista como máximo 5 mn. Después de que toque el timbre y han de ser puntuales y estar todos
reunidos en el lugar convenido. Si se llega tarde el alumno tendrá un retraso y 3 faltas de retraso
representan una falta injustificada. - Hay que cuidar las instalaciones así como el material
deportivo, la rotura, pérdida de éste por negligencia habrá que ser repuesta por el alumno o
entregar en efectivo la cuantía de su valor. - Queda prohibido las faltas de respeto, insultos, o
formas no respetuosas. - Queda prohibido salir del aula o clase al baño u otras dependencias sin
permiso del profesor. - La participación es obligatoria y en caso de estar lesionado o enfermo, la
falta de participación de la clase práctica sólo será justificada con justificante médico,
excepcionalmente la falta de clase podrá ser justificada a través de un justificante paterno, el cual
será valorado por el profesor. - Los alumnos dispondrán de una semana para entregar los
justificantes de las faltas que se hayan producido. - Con más de 3 faltas injustificadas en una
evaluación, ésta no será superada. - En caso de alumnos exentos, habrán de entregar la
certificación médica correspondiente en la secretaria del centro indicando que tipo de ejercicio no
puede realizar el alumno, ya que la exención total no está contemplada. En tal caso, dicho alumno
realizará tareas. 4. En los vestuarios: - Al finalizar la clase los alumnos deberán colaborar en la
recogida de material valorándose positivamente esta actitud y ningún alumno saldrá de la clase
hasta que el material esté recogido y lo indique el profesor. - El aseo es obligatorio para lo cual se
dejará 5 mn. Este se hará en los vestuarios no estando permitido cambiarse en las canchas ni
permanecer en la misma sin camiseta. - En el vestuario, comportarse educadamente, sin ensuciar
ni mojar el suelo, sin gritar, y permanecer sólo el tiempo necesario para el aseo. Habrá un
encargado de vestuario con unas funciones determinadas, en lo que respecta al control de los
vestuarios y a su limpieza . Esta función será evaluada

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