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La perspectiva planteada por d'Arbois establece un paralelo entre los mitos helenos y
célticos lo que es un fiel producto de su época en donde los aportes de la filosofía de los
primeros marcaban la pauta, no obstante esto no le hace necesariamente contributivo en
el entendimiento y/o conocimiento de los mitos de la Isla Esmeralda que se enriquecen
debido al contraste ocasional con diversos mitos de origen indoeuropeos. Es menester
tener presente que en repetidas ocasiones el autor se contradice al suponer que
compartir características entre dos o más divinidades de culturas diametralmente
diferentes les hace homólogas, lo que hace de la lectura un reto a la paciencia y la
constancia…
Dentro de los primeros postulados se encuentra una serie de razas que pueblan el
territorio junto a su transformación según se dan sus avances en la colonización del
mismo. Esto es relativamente cierto en cuanto al contexto irlandés no así al revisar al
detalle la mirada helena. La cosmogonía griega establece en cuanto a la raza humana un
proceso de creación y extinción del género que con el tiempo supuso el “hacerse dueño
del mundo” y no su aparición de manera espontánea como sucede en la cosmogonía
celta, siendo esto el primero de una serie de puntos en los cuales diverge una de la otra.
Para el camino griego, este proceso se conoce como “Edades del Hombre” mientras que
para el irlandés ha sido llamado “Invasiones”, cinco en su totalidad que se vinculan al
diluvio universal relatado en la mitología judeocristiana y cuyo único soporte es el interés
de escribas cristianos que quisieron rescatar estas historias pasadas de boca a oído
encontrando en la cristianización no sólo la manera de conservarles sino una oportunidad
para filtrar su culto en tanto que para los clásicos este periodo de aparición, degradación
y extinción corresponde una desmejora de la raza o pérdida de su partícula divina; para el
contexto galo es un proceso evolutivo, al menos desde el abordaje que da De Jubainville.
Antes de continuar con el presente texto es necesario hacer énfasis en la omisión de los
trabajos evemeristas pues sería una extensión innecesaria y un distanciamiento del
objetivo: el conocimiento de la cosmogonía celtica para el grado bárdico de la tribu, la
vinculación con la práctica espiritual y el enriquecimiento de La Leabharliosta de Lafrion.
No está de más recordar que los evemeristas pretendían ubicar los hechos mitológicos
dentro de un contexto histórico verificable que termina siendo dudoso o forzado en el
mejor de los casos, algo tan cierto para los goidelos como para el 100% de las mitologías,
sean judeocristianas, hinduistas, babilónicas, sumerias, etc.
A su parecer, las razas que poblaron Irlanda son de origen divino y humano, siendo esto
uno de los primeros puntos que impiden desarrollar limpiamente un paralelismo de las
dos mitologías, ya que en primera instancia el ciclo mitológico céltico nos presentan un
proceso evolutivo de cada una de las migraciones hasta llegar a lo que se considera como
dioses de la luz, el orden, el conocimiento y el bien, los Tuatha De Danann y a su vez
antepasados de buena parte de las familias nobles que poblarían posteriormente la isla
siendo esto motivo de orgullo en algunas ocasiones o señal de su presente trágico.
Igualmente el autor no se detiene en mayor medida sobre los primeros pobladores,
catalogados como dioses del caos y la oscuridad, los Fomoré, también divinidades, estas
de carácter primigenio, vinculadas a las fuerzas primales de la naturaleza y como tal se
alejan de las concepciones humanas y monoteístas de bien y mal pero cayendo en el
saco de “lo malo” o “adverso” pero que a lo largo de las historias se muestran como
vitales para conservar el favoritismo del territorio e incluso llegando a acuerdos,
intercambios y matrimonios, algo que jamás sería aceptable dentro de la religión
judeocristiana, al menos dentro de la interpretación más tradicional, lo que llamaría
religión del pueblo que diciente del ejercicio religioso del clero.
De acuerdo a d'Arbois, no hay un proceso creativo del mundo o el universo de una manera
tradicional desde la perspectiva irlandesa, este fluye, cambia, se expande, fluye y refluye
desde la exploración de las diferentes razas que llegan a ocupar la isla, lo que establece la
existencia de un mundo inacabado. En el inicio, se trata de una gran llanura con tres lagos
principales y nueve ríos a la llegada pero que con el desembarco de Partolón cambia a
favor de estos sin dejar de ser caprichoso al punto de jugar en contra de quienes acogió, lo
que establece que la isla es un ser consciente no conquistable, su favor debe ser ganado y
fácilmente puede perderse.
Al llegar Partolón, Irlanda pasa a contar con 3 llanuras más y siete lagos en total; si algo
nos ha enseñado el abordaje de la mitología desde una mirada crítica es que este no sólo
expone los sucesos de manera digerible para la masa, acuña la historia de un grupo
humano y brinda una lección de vida sino que guarda profundos secretos a la espera de
ser identificados por quienes buscan la conexión con lo divino y para el caso, esta
particular cosmogonía nos muestra uno de los siete principios establecidos en el Kybalion,
el principio de correspondencia ya que con cada invasión el territorio cambia, se expande
y se reconfigura de acuerdo al nivel evolutivo de cada clan, de esta manera el
microcosmos de los clanes afecta el macromosmos/territorio: una llanura, un cuerpo; tres
lagos, tres calderos; nueve ríos, nueve duiles; que con cada invasión cambian, se
multiplican como si de nuevos niveles de consciencia se tratasen, inevitables según
exploramos el territorio que poblamos de la manera más próxima, el cuerpo.
Otro coqueteo arcano lo podemos identificar cuando el ciclo mitológico nos indica que
“La única llanura que existía en Irlanda se llamaba Sen Mag, ‘la vieja llanura’. Cuando
llegaron Partolón y sus compañeros, en ella no crecía raíz ni rama de árbol”…
conviniendo que la llanura sea una referencia al cuerpo como el mundo conocido más
próximo y que a partir del trabajo de Partolón y sus hijos se dio el crecimiento y el avance
de la isla ¿Deberíamos entender que el mundo se crea según me hago consciente de mi
entorno y que según se avanza en la senda nuestros Coire/lagos, ríos/duiles, nuestra
llanura/cuerpo, cambiaran en función de los nuevos niveles de consciencia, conocimiento
y experticia? Principios de vibración, ritmo y causa y efecto.
Abordar cada una de las invasiones y guerras entre las razas o tribus de Partolón, Nemed,
Fir Blog, Tuatha De y los Fomoré es un proceso complejo y extenso que en sí mismo
entraña referencias sutiles a un proceso evolutivo producto del trabajo de la consciencia
propia y reconocimiento del poder que guarda el territorio, ya sea el cuerpo o las lindes
del reino medio o de la tierra y es justamente esto lo que sigue abriendo una brecha en los
vínculos establecidos por el arqueólogo e historiador. Partolón y su gente son equiparados
por el autor como el homologo celta de la raza de plata helena, segunda raza en el orden
de las edades del hombre, que cayó a manos de Zeus debido a los ardides de los daimones
que les alejaron de la adoración de la familia Olímpica según Hesíodo en su obra Trabajos
y días; es en esta raza que empieza la degradación humana mientras que en el orden
irlandés la de Partolón es la primera en un proceso transformativo.
Otras situación que destaca es el cambio de forma o shapeshifting que adquiere especial
relevancia en la persona de Tuan Mac Cairill cuya metamorfosis tiene lugar durante
periodos de cercanía a su hogar o territorio particular que bien puede hablarnos de la
necesidad de volver la mirada al mundo interior, al microcosmos, al caer a través de la
naturaleza propia. Este proceso metamórfico sucedido a saber: hombre – ciervo – jabalí –
buitre/águila – salmón - hombre, tiene lugar tras tres días de ayuno en el caso del menor
lapso de tiempo y el restante en múltiplos de 3, un número inevitablemente vinculado al
mundo céltico.
Retomando el tema de la transformación del territorio con cada invasión así como el
paralelo establecido por d'Arbois frente a la mitología griega, con la llegada de Nemed
aparecen cuatro lagos más y doce nuevas llanuras, obteniendo así: 12 lagos y 15 llanuras
en total hasta ese momento lo que podría hablarnos, si la hipótesis de enseñanzas
esotéricas se sostiene, de 9 puntos de contención/ proyección energética adicionales a los
tres principales, los coire, secundados por tres formas de manifestarse o expresarse la
energía contenida: creación, destrucción y manifestación.
Las 14 emanaciones del cuerpo/llanura surgidas de la llanura inicial la cual actúa como la
existencia misma sería uno de esos puntos en dónde el postulado de una enseñanza
velada o bien se derrumba o hace parte de un misterio no comprendido o desvelado en su
totalidad y que se ve afectado por la transmisión del conocimiento de boca a oído o bien
un intento de explicar la geografía de la isla y vincularla al pasado mítico. Siguiendo la
línea, uno de los lagos/coire surge tras la excavación de una fosa para el fallecido de uno
de los hijos de Nemed, Annenn, por lo que el lago surgido pasó a llamarse Loch Anninnn
¿caso una insinuación del abandono de la forma material al acceder al supuesto nuevo
estado de conciencia? ¿El abandono de una vestidura por otra al saberse evolucionado,
ascendido, mejorado?
El autor aborda a esta oscura raza de divinidades de manera somera pese que bien
pueden ser tomados como los primeros pobladores de la isla; establece una comparativa
que carece de toda lógica al equiparar su forma física con monstruos alejados de todo
concepto de divinidad o incluso pasa por alto que se traten fuerzas de la naturaleza
encarnadas.
Otros epítetos y/o vinculaciones que se da a este pueblo es: raza de Caín ya que se les
describe como dotados de un solo brazo, una sola pierna y cabeza de cabra gigante, algo
que bien podría ser una referencia simbólica a su esencia divina primigenia, cómo la raza
titánica del mito heleno que pese a su tamaño desmesurado y sus maneras crueles como
es el caso del titán cronos quien devoró a los que serían a futuro sus hijos olímpicos, no
dejaban de estar investido de conocimientos divinos, gustos refinados, pero capaces de
desplegar un poder, fuerza y “maldad” avasalladora.
Con el abordaje de la raza Fomoré que no es tomada como una migración al tratarse de
habitantes previos a la conformación de la isla se retoma de una manera más activa pero
débil en los puntos de conexión, el paralelo galo – heleno iniciando con el ídolo del dios
oscuro y torcido conocido como Crom Cruach o Cenn Cruach y el sacrificio de niño de
Irlanda como propiciatorios de buenas cosechas con el tributos hechos a la isla de creta
consistente en la entrega de 14 jóvenes, 7 hombres y 7 mujeres para alimentar al
minotauro el cual no trasciende más allá y pasa por alto la naturaleza de cada uno de los
personajes: uno divino y propiciador de la fertilidad de la tierra y el segundo surgido como
castigo y oprobio por el intento de engañar al dios Poseidón.
A partir de este punto se aborda los apartes más destacados de la mitología de la verde
isla en donde interactúan la raza Fomore con Firbolg y los Tuatha de Dannan y se abre
un curioso abanico de comparaciones con la mitología griega igual o más endeble que los
previos dando por descontado el concepto de vínculos entre unos y otros personajes
siendo estos vínculos más de tipo anecdótico. Valga aclarar que cada emigración tuvo
lugar en un día específico y que guarda especial relevancia tanto para el actual paganismo
así como las cultos hegemónicos: el 1 de mayo.
La primera de las historias abordadas es la de la reina Firbolg Tailtiu quien sería madre
nutricia del más alto de los dioses de la tribu de Dannan: Lug y quien instauraría una de las
grandes fiestas del paganismo irlandés: la Asamblea de Lug que correspondería no sólo
una festividad donde se pondría a prueba las habilidades y destrezas de quienes
conforman las tribus como no podría ser de otra manera al recibir Lugh el epíteto de
“Samildanch” o maestro en todas las artes sino que sería un tributo a su madre adoptiva
quien en un momento de escases se sacrifica al preparar los campos para saciar el
hambre de la tribu siendo así una manifestación del territorio como diosa de la tierra y la
fertilidad.
Es dentro de este grupo de relatos que se encuentran los sucesos de la primera batalla del
Mag Tured en donde los Firbolg seden los territorios de Tara a los Tuatha de reservándose
para sí Connaught, también se presenta el cruel reinado del Fomoré Bress, hio de Elatha y
esposo de la diosa Tuatha de Brighid y quien recibe dentro de sus epítetos se cuenta el
“hermoso” lo que contrasta con las descripciones iniciales de su estirpe. El reinado de
Bress destacó por ser uno donde la carencia y el hambre fueron una constante por lo que
fue depuesto generando así la conocida segunda batalla, esta vez entre el pueblo De
Dannan y Fomoré. Es durante el desarrollo de esta historia que D’arbois echa mano de
otras mtologías para validar su proceso comparativo para lo cual se sirve de lamitología
romana, escandinava y alemana debido a los relatos concernientes a una espada
contadora de historias o ell particular culto de los germanos a estos objetos.
Una vez más se hacen patentes las contradicciones deñl texto y lo inoficioso que puede
llegar a ser una homologación de cosmologías, cosmogonías y divinidades de diferentes
culturas ya que el autor plantea la raza de los De Dannan como la versión insular de la
raza de oro de la mitología griega al tiempo que los cataloga xcomo entidades de origen
divino, algo que estpa lejos de ser una posibilidad dentro de los relatos helenos. Tambien
asisitimos al posicionamiento de Bress como una suerte de primer dios que gobernaba
sobre la raza de oro, un Cronos irlandés que es derrocado por sus vasallos, los Tuatha de,
tras recibir la satira del druida Corpré y la soberanía le es arrebatada “ Bress es idéntico a
Cronos, pero se trata de un Cronos incompleto, ya que, si bien es el rey del mundo en la época de la raza de
oro, no es en cambio rey de los muertos, y no vemos que haya combatido en la batalla de Mag Tured, como
lo hizo Cronos en la batalla de los dioses contra los Titanes.”
De esta manera el historiador omite sin pudor que su paralelo no respeta las características de cada mito, su
contextoy gerarquia. Adicional a ellos esta suerte de >Cronos parece disperso dentro de otros personajes
que encarnan segundas, terceras y hasta cuartas divinidades al emncionar que Tigernmas no sólo sería un
desdoblamiento de Crom Cruach sino que también sería …“un desdoblamiento de Balar: como aquél, por
medio de Ethné o Ethniu, es abuelo de Lug, el Hermes céltico; y constituye asimismo un desdoblamiento de
Bress y de Tethra. Tigernmas es uno de los nombres de Cronos en la leyenda irlandesa.” A lo que agrega que
“Pero no tenemos por qué preocuparnos de las combinaciones de la falsa ciencia que, al transformar en
anales la mitología irlandesa, cubrió de ridículo durante tanto tiempo a esas viejas leyendas célticas”
dejando en manos de los evemeristas los fallos asociativos planteados por este.
Al abordar la leyenda del fomoré Balar, abuelo del celebre Lugh y campeón deesta raza, se establece uno de
los paralelos más lógicos que se pueden encontrar a lo alrgo del texto y es el cerado entre el dios Hermes y
Lugh no sin omitir detalles del mito que determinan que el mismo sea forzado. Para el caso se sirve de
Argos
una llanura, un cuerpo; tres lagos, tres calderos; nueve ríos, nueve duiles; que con cada
invasión cambian, se multiplican como si de nuevos niveles de consciencia se tratasen,
inevitables según exploramos el territorio que poblamos de la manera más próxima, el
cuerpo.
Al llegar Partolón, Irlanda pasa a contar con 3 llanuras más y siete lagos en total; si algo
nos ha enseñado el abordaje de la mitología desde una mirada crítica es que este no sólo
expone los sucesos de manera digerible para la masa, acuña la historia de un grupo
humano y brinda una lección de vida sino que guarda profundos secretos a la espera de
ser identificados por quienes buscan la conexión con lo divino y para el caso, esta
particular cosmogonía nos muestra uno de los siete principios establecidos en el Kybalion,
el principio de correspondencia ya que con cada invasión el territorio cambia, se expande
y se reconfigura de acuerdo al nivel evolutivo de cada clan, de esta manera el
microcosmos de los clanes afecta el macromosmos/territorio: una llanura, un cuerpo; tres
lagos, tres calderos; nueve ríos, nueve duiles; que con cada invasión cambian, se
multiplican como si de nuevos niveles de consciencia se tratasen, inevitables según
exploramos el territorio que poblamos de la manera más próxima, el cuerpo.
no obstante se puede entrever no deja de tener referencias que hasta cierto punto
justificarían el paralelismo establecido por D´Arbois pero destaca por encima de ello,
cómo se vincula su desaparición y remplazo por otra raza relativamente más desarrollada
como parte de un proceso evolutivo que se podría extrapolar al trabajo esotérico y sus
efectos en la corporalidad / territorio. La raza de Partolón es erradicada sin mayor
explicación que una plaga, misma situación que sucede con la raza de plata helena que es
diezmada
lo que podría interpretarse como el interactuar del territorio con los seres y
presencias que le pueblan. El autor manifiesta que en sus inicios a la llegada de
Partolón y los suyos a Irlanda estaba costituida por una única gran llanura
genera