El raquitismo es una enfermedad que la mayoría de las personas conoce, pero
esta tiene varios subtipos incluyendo varios de origen genético, y resulta ser el más frecuente llegando a afectar a 1 de cada 20,000 nacidos vivos, por lo que entonces en este ensayo se hablará acerca del raquitismo resistente a la vitamina D como resultado de una alteración de un gen, por consiguiente, se mencionará más adelante cual es dicho gen, además de como causa dicha enfermedad. También se mencionarán las manifestaciones comúnmente observables, al igual que le diagnóstico y por último el tratamiento. Entonces como resulta ser el raquitismo hereditario más frecuente es importante tener conocimiento sobre dicha enfermedad por si en algún momento se llegase a presentar un neonato o paciente pediátrico con raquitismo no descartar el hecho de que sea de origen genético. Esta enfermedad no solo es llamada raquitismo resistente a la vitamina D, sino que también se le llama raquitismo hipofosfatérmico familiar, raquitismo hipofosfatémico resistente a la vitamina D o diabetes de fosfatos, más, sin embargo, el termino de raquitismo resistente a la vitamina D según la comunidad médica no es un término del todo correcto, porque la característica principal de esta enfermedad no es la resistencia a la vitamina D, así que más adelante se explicara en que consiste esta enfermedad. Entonces esta enfermedad es de origen hereditario, con característica dominante ligado al cromosoma X, cuyo gen PHEX codifica la síntesis de una metalproteasa, aunque su función fisiológica no está del todo identificada, pero este se expresa en los tejidos y huesos, por lo que la alteración en el gen puede llegar a provocar una alteración directa causando una mineralización del hueso. Además, este mismo gen también sería responsable del aumento de la fosfaturia, provocando como consecuencia una hipofosfatemia. Así mismo recientes investigaciones han relacionado a este gen con la síntesis del factor FGF-23, que es producido principalmente en los osteocitosis del hueso, así como también induce a la pérdida renal del fosfato. Continuando con las manifestaciones, estas se van a manifestar en los primeros 2 años de vida, aunque pueden llegar a variar de un paciente a otro, incluso podrían presentarse casos más graves que podrían manifestarse como osteomalacia, pero esta sería en la vida adulta. Aparte de la hipofosfatemia, que en consecuencia genera talla baja principalmente en las extremidades inferiores, también podría haber un retraso en el crecimiento, fontanela grande, llegando a presentar un cierre retrasado, cifosis, ensanchamiento de las muñecas y rodillas, entesopatía e incluso muchos pacientes pediátricos empiezan a manifestar los síntomas después de que empiezan a caminar, como, por ejemplo: las piernas arqueadas, en algunos niños puede llegar a presentarse una elevación de la PTH (hormona paratiroidea) de causa desconocida. Sin embargo, en el primer año de vida se podrán realizar estudios radiográficos óseos, para determinar si el paciente presenta alguna lesión raquítica. Pero para aquellos pacientes que aún no han sido diagnosticados y como consecuencia no han sido tratados, mientras van creciendo pueden ocurrir deformaciones de los miembros inferiores como, por ejemplo: el genu valgum o genu varum, estas se forman por la presencia de lesiones raquíticas epifisarias en la parte distal del fémur y proximal de la tibia. Así mismo en casos más graves podrían desarrollas otras deformaciones como coxa vara o tibias en forma de sable. Dando como resultado en la edad adulta fracturas óseas más frecuentes, e incluso algunos pacientes llegan a desarrollar tórax en quilla. Para el diagnostico de este padecimiento es primeramente cuando durante el interrogatorio el paciente refiere que ha tenido constantes lesiones esqueléticas o incluso la madre a referido si el niño camina con las piernas abiertas. Luego por medio de las radiografías podremos observar los defectos de calcificación del cartílago epifisario, especialmente en las terminaciones distales de los huesos largos, por ejemplo, algo que es muy singular observables en una radiografía es la ampliación del espacio entre la epífisis y la metáfisis, y la línea metafisaria de calcificación presenta apariencia irregular y “deshilachada”, conformando la imagen “en copa” con concavidad hacia el lado epifisario. Igualmente, en un estudio histológico se espera encontrar la presencia de proporciones aumentadas de osteoide no mineralizado (colágeno) y defectos de mineralización. Por último, el tratamiento para los pacientes que presentan dicha enfermedad, se basa principalmente en la administración de fosfatos orales, pero esto dependiendo de la afectación clínica del paciente y el momento de crecimiento para que así se puedan poner en balance los beneficios y se puedan corregir las manifestaciones del raquitismo, para que finalmente se produzca una recuperación del crecimiento. Así mismo el fósforo oral debe estar acompañado por el calcitriol oral evitando la hipocalcemia y el aumento de PTH que resulta del aporte de fosfatos. Por consiguiente, el tratamiento debe estar estrictamente supervisado y por último cuando el paciente haya finalizado el crecimiento debe seguirse con el tratamiento para mantener el control del dolor óseo, de igual forma fomentar la curación de pseudofracturas. En conclusión, los padres de los pacientes que presenten esta enfermedad deben estar atentos al desarrollo y crecimiento del neonato, ya que esto podría ser de gran ayuda para la detección oportuna y empezar con el tratamiento lo antes posible para que así le evite tener mayores problemas en un futuro. De igual forma para la comunidad médica no solo hay que tomar en cuenta el raquitismo por una deficiencia de folatos en la nutrición, sino que también tenemos que indagar en las cuestiones genéticas, porque muchos médicos están dejando de lado la consideración de las enfermedades hereditarias como consecuencia de una baja prevalencia de estas. Referencias https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2015/xix07/04/n7-477- 487_Teresa%20Calle.pdf https://www.medigraphic.com/pdfs/bmhim/hi-2013/hi136c.pdf https://www.elsevier.es/es-revista-reemo-70-articulo-osteomalacia-raquitismo- 13065898