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Capitulo 6
Capitulo 6
SHAFRITZ
ALBERT C. HYDE .
CLÁSICOS
DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
LEONARD D. WHITE
PRÓLCX;O
CAPíTULO UNO
LA ADMINISTRACIÓN Y EL ESTAlX) MODERNO
los mismos; y casi todos los temas de administración desafían las limi-
taciones políticas del gobierno local y el estatal. La administración de la
salud, la licencia a los practicantes de las ciencias médicas, el control del
comercio o la reclamación de tierras baldías tienen en realidad poca
relación [real] con las ciudades, los condados o los estados como tales.
y tampoco las respectivas fases del gobierno de ciudad, estatal o federal
presentan alguna variación considerable en sus técnicas de administra-
ción: Por consiguiente, de entrada nos parece importante insistir en que
el proceso administrativo es una unidad, y no concebirlo corno adminis-
tración municipal, estatal o federal, sino como proceso común a todos
los niveles de gobierno.
La administración pública es la administración de hombres y de ma-
teriales para realizar los propósitos del Estado. Esta definición subraya
la fase empresarial de la administración y minimiza su aspecto legal y
formal. Relaciona la dirección de los asuntos gubernamentales con la
dirección de los asuntos de cualesquiera otras organizaciones sociales,
comerciales, filantrópicas, religiosas o educativas, en todas las cuales se
reconoce que la buena administración es elemento esencial para el éxito.
Deja en pie la pregunta de hasta qué punto la administración misma
participa en formular los propósitos del Estado y evita toda controversia
sobre la naturaleza precisa de la acción administrativa.'
El objetivo de la administración pública es la utilización más eficiente
trata de estos ajustes, pero aquí cabe distinguir entre los campos adya-
centes de la administración y del derecho administrativo.
Se dice que el derecho administrativo es aquella parte del derecho
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2. El surgimiento delaadministración
Desde luego, fue de la Gran Bretaña de donde los Estados Unidos deri-
varon sus instituciones administrativas. Nuestros gobiernos locales si-
guen las pautas del modelo inglés del siglo XVII. Descentralizados, au to-
gobernados y dominados por la "squire-arquía", demostraron ser fácil-
mente adaptables a las condiciones económicas y sociales del Nuevo
Mundo. Aún hoy, las líneas principales de nuestra estructura adminis-
trativa están profundamente influidas por su origen inglés; en las comu-
nidades estadunidenses no puede encontrarse en parte alguna el proto-
tipo del intendente continental o de su sucesor, el prefecto.
Pero los medios social y económico moderno en que opera la admi-
nistración y la insistente demanda de un grado cada vez mayor de inter-
vención del Estado imponen la cuestión de si un Estado industrial e
intervencionista moderno puede actuar sobre la limitada base de un
esfuerzo voluntario y, sustancialmente, de aficionados que caracteriza
nuestra herencia administrativa. Los problemas a los que hoy deben
enfrentarse todos los funcionarios son tan variados, de carácter tan téc-
nico, de tan apremiante solución, que apenas parece posible que el Es-
tado pueda sostenerse, salvo que adopte al menos algunas de las carac-
terísticas esenciales de una administración burocrática. Hoy, es impera-
tivo que los Estados democráticos aprovechen la ventaja de un servicio
civil caracterizado por la permanencia en el cargo, la preparación espe-
134 LAS PRIMERAS VOCES
públicos y sus emolumentos como botín que había que quitar al partido derrotado y
distribuirlo entre miembros del partido vencedor. [T.]
7 Véase Henry J. Ford, Cost o[ Our National Gouemment, 1910; Edward B. Rosa, "Ex-
penditures and Revenues of the Federal Government", enAnnals, 95, p. 1, 1921; Herbert
D. Brown, "The Historical Development of National Expenditures", en Proceedings o[the
AcademyofPolitical Science, 9, pp. 336-346, 1921.
8 "The Trend in Public Expenditures", en Annals, 113, primera parte, 1924.
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 137