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“Reconociendo Al hombre un ser trascendente.


I. EL HOMBRE
El hombres es un ser creado a imagen semejanza de Dios, dota de un cuerpo (materia) y de un alma (espíritu); único e irrepetible, con sabiduría,
inteligencia, con amplia libertad de discernir para elegir el bien y desterrar el mal.
El hombre por su propia naturaleza es un ser humano y una persona con defectos y aciertos, que está en la búsqueda de la felicidad en lo material y en la
relación armoniosa con su creador. Las características fundamentales del hombre: unidad, indivisible e irrepetible.
Juan Pablo II expresa, es en Cristo donde encuentra cumplimiento la imagen y semejanza con Dios, es en El donde se pone de manifiesto la máxima
dignidad del hombre. Sólo en Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, el hombre alcanza la medida de la dimensión adulta y de la plenitud.
II. El HOMBRE UN SER TRASCENDENTE
Trascender significa la acción de «sobresalir», de pasar de «dentro» a «fuera».
La trascendencia del hombre son signos de la existencia de un Dios creador, que está en el centro de la existencia humana como origen y destino.
El hombre, en el plan de Dios se ubica en el universo según esta relación: Como "yo" personal: se relaciona con lo demás, con el mundo y con Dios.
Como "comunidad": que no es la suma de los individuos sino algo nuevo, se relaciona con las personas individuales, con las cosas y con Dios.
El hombre va a Dios con responsabilidad personal y también comprometida con los demás, como miembro de una comunidad religiosa. Nadie puede
relacionarse con Dios dejando de lado la relación con los demás.
III. LA CAPACIDAD DE TRASCENDENCIA
La capacidad de la trascendencia del hombre se manifiesta en los siguientes hechos:
a. Los enterramientos rituales de los muertos y su culto, muertos eran colocados en urnas funerarias o cámaras de piedra especialmente construidas,
rodeados de comida y de utensilios personales, e incluso con ramos de flores en sus manos, como evidencia el hallazgo de inusitada abundancia de
polen entre los restos
b. Las pinturas con motivos mítico-mágicos.
c. Encontramos hechos parecidos con los rituales practicados por los egipcios y otras culturas con testimonio escrito, demuestran la presencia de la idea
del más allá, de algo trascendente personificada atreves de la naturaleza o divinidades al más halla después de la muerte.
IV. BÚSQUEDA DE SENTIDO A LA VIDA
La búsqueda del sentido de la vida,  es una peculiaridad propia del ser humano, que lo distingue radicalmente de los animales irracionales. El sentido de la
vida, cuando el hombre tiene un proyecto vida, vive de una manera ilusionada trabaja con vocación de servicio), con emoción, intensidad y recompensa
(siente y ama). También tiene sentido de la vida, cuando se comparten con las personas: la amistad, amor o participación en tareas comunes, ayuda a
sentirse útiles, comprendidos, apoyados, mientras vivamos debemos dar lo mejor de nosotros; además da sentido a su vida cuando cree, se ama
profundamente así mimo, a su familia, sus padres, su carrera profesional, etc., actitudes que ayuda a superar momentos difíciles como: agotamiento, stress,
desesperanza, abandono y evitamos de no caer en la tentación del suicidio, lanzarse contra las alambradas o, simplemente, tirar la toalla, dejar de luchar
por la vida.
La ausencia del sentido de la vida, es la que le atribuye al placer sensible: como las drogas, el sexo, el alcohol, los juegos de azar, etc.
V. El Hombre es un ser inacabado y en búsqueda de la plenitud
El hombres es un ser inacabado porque su existencia es un don (gratuito), porque cada día se interroga o se cuestiona sobre su existencia porque no deja
aprender cada día y porque necesita de los demás para alcanzar su realización personal, familiar y social (proyecto de vida).

“Reconociendo Al hombre un ser trascendente.”


VI. EL HOMBRE
El hombres es un ser creado a imagen semejanza de Dios, dota de un cuerpo (materia) y de un alma (espíritu); único e irrepetible, con sabiduría,
inteligencia, con amplia libertad de discernir para elegir el bien y desterrar el mal.
El hombre por su propia naturaleza es un ser humano y una persona con defectos y aciertos, que está en la búsqueda de la felicidad en lo material y en la
relación armoniosa con su creador. Las características fundamentales del hombre: unidad, indivisible e irrepetible.
Juan Pablo II expresa, es en Cristo donde encuentra cumplimiento la imagen y semejanza con Dios, es en El donde se pone de manifiesto la máxima
dignidad del hombre. Sólo en Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, el hombre alcanza la medida de la dimensión adulta y de la plenitud.
VII. El HOMBRE UN SER TRASCENDENTE
Trascender significa la acción de «sobresalir», de pasar de «dentro» a «fuera».
La trascendencia del hombre son signos de la existencia de un Dios creador, que está en el centro de la existencia humana como origen y destino.
El hombre, en el plan de Dios se ubica en el universo según esta relación: Como "yo" personal: se relaciona con lo demás, con el mundo y con Dios.
Como "comunidad": que no es la suma de los individuos sino algo nuevo, se relaciona con las personas individuales, con las cosas y con Dios.
El hombre va a Dios con responsabilidad personal y también comprometida con los demás, como miembro de una comunidad religiosa. Nadie puede
relacionarse con Dios dejando de lado la relación con los demás.
VIII. LA CAPACIDAD DE TRASCENDENCIA
La capacidad de la trascendencia del hombre se manifiesta en los siguientes hechos:
d. Los enterramientos rituales de los muertos y su culto, muertos eran colocados en urnas funerarias o cámaras de piedra especialmente construidas,
rodeados de comida y de utensilios personales, e incluso con ramos de flores en sus manos, como evidencia el hallazgo de inusitada abundancia de
polen entre los restos
e. Las pinturas con motivos mítico-mágicos.
f. Encontramos hechos parecidos con los rituales practicados por los egipcios y otras culturas con testimonio escrito, demuestran la presencia de la idea
del más allá, de algo trascendente personificada atreves de la naturaleza o divinidades al más halla después de la muerte.
IX. BÚSQUEDA DE SENTIDO A LA VIDA
La búsqueda del sentido de la vida,  es una peculiaridad propia del ser humano, que lo distingue radicalmente de los animales irracionales. El sentido de la
vida, cuando el hombre tiene un proyecto vida, vive de una manera ilusionada trabaja con vocación de servicio), con emoción, intensidad y recompensa
(siente y ama). También tiene sentido de la vida, cuando se comparten con las personas: la amistad, amor o participación en tareas comunes, ayuda a
sentirse útiles, comprendidos, apoyados, mientras vivamos debemos dar lo mejor de nosotros; además da sentido a su vida cuando cree, se ama
profundamente así mimo, a su familia, sus padres, su carrera profesional, etc., actitudes que ayuda a superar momentos difíciles como: agotamiento, stress,
desesperanza, abandono y evitamos de no caer en la tentación del suicidio, lanzarse contra las alambradas o, simplemente, tirar la toalla, dejar de luchar
por la vida.
La ausencia del sentido de la vida, es la que le atribuye al placer sensible: como las drogas, el sexo, el alcohol, los juegos de azar, etc.
X. El Hombre es un ser inacabado y en búsqueda de la plenitud
El hombres es un ser inacabado porque su existencia es un don (gratuito), porque cada día se interroga o se cuestiona sobre su existencia porque no deja
aprender cada día y porque necesita de los demás para alcanzar su realización personal, familiar y social (proyecto de vida).

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