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7-10-2019

Sobre la identidad
de los pueblos
Luis Villoro

KASSANDRA BELEN AVILA ACEVEDO


Sobre la identidad de los pueblos
El concepto de identidad
El término de identidad puede variar dependiendo a lo que se aplica. En un sentido
general, señala lo que distingue de los demás objetos y determina lo que permite
distinguir qué es el mismo objeto en distintos tiempos. Dos objetos son el mismo si
no podemos distinguirlo en características que lo caractericen.
Identificar es distinguir algo en el tiempo y el espacio. Cuando se emplea en etnias,
nacionalidades; identificar sería cualidades que lo distingan de los demás. Tanto en
las personas individuales como en las colectivas, la identidad tiene un significado
que sobre pasa la simple descripción. La búsqueda de la propia identidad supone el
conocimiento de su singularidad. La ausencia de la identidad llevaría a la pérdida de
la seguridad interna. En psicología el “sí mismo” no es el yo pensante si no la
representación que el yo tiene de su propia persona. El individuo tiene a lo largo de
su vida múltiples representaciones del “yo”, según las circunstancias de su entorno.
Con la comunicación el individuo, se le atribuyen ciertos papeles sociales al sujeto,
que lo revisten de cualidades y defectos. El sujeto entonces so logra captan como lo
demás lo miran. Con esta representación se trata de integrar una parte del yo, con la
que al sujeto le gustaría podarse identificar. Solo lo analizamos de una manera
colectiva podríamos decir que la identidad de un pueblo es lo que el sujeto se
representa cuando se reconoce como miembro de su pueblo. El “si mismo” es una
realidad social en la cual su desarrollo personas no puede separarse del intercambia
social, su personalidad se forma en la participación de sus creencias.
La búsqueda de una identidad colectiva
Muchos miembros del pueblo dominados comparten la cultura del dominador que
por lo genera pertenecen a las elites sociales. Se ven a sí mismos marginados,
dependientes, insuficientes, como creen que se verían si tuviera los ojos de otros.
Cuando se presenta esta división, es necesario que el pueblo se presente ante todos
los integrantes de este para que se pueda sentir identificado. La vía hacia la
identidad reviste diferentes situaciones todo esto a según de donde se dirija. La
perseveración de la propia identidad es un elemento indispensable de la resistencia
de ser absorbido por la cultura dominante, que en ocasiones se presenta como la
representación de las tradiciones, la lengua, de las costumbres y símbolos heredados.
En el caso de los países dominados ha sino necesario incorporar la nueva nación,
conservando tradiciones y rasgos aborígenes dando lugar a formas mestizas. En la
primera opción la imagen de si mismo representa un haber fijo, heredado de los
antepasados en la segunda, trata de descubrirse en una nueva integración de lo que
somos con lo que proyectamos ser. Sin embargo, la búsqueda de la identidad no esta
ligada necesariamente a situaciones de colonización o dependencia. La búsqueda de
la propia identidad se plantes en dos situaciones.
1. En los países marginados, frente a la mirada del dominador, las naciones en
perdida de su antiguo rol mundial son vistos con inferioridad. Su revaloración
puede seguir dos vías distintas: acudir a una tradición recuperada, a invención
de un nuevo destino imaginario a la medida de un pasado glorioso, lo cual es
la opción de integrar. Pero también pude seguir otras vías más auténticas:
aceptando la situación vivida e integrarla en un nuevo proyecto.
2. En todos los casos la representación de si mismo permita liderar con la
desintegración de imágenes que pueden verse como figura unitaria,
permitiendo la integración de figuras externas.
3. La representación de si mismo intenta ser consciente del pasado con un ideal
colectivo proyectado, cumpliendo una doble función. Se busca evitar la
ruptura de la historia, al efectuar esa operación se proponen valores como
objetivos. 2

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